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Argumento y análisis literario de Hamlet Argumento : El rey de Dinamarca muere y su hermano Claudio sube al trono. Se casa de manera repentina con Gertrudis, la reina, y el príncipe Hamlet está sumido en una profunda depresión. Se le aparece una noche la sombra de su padre, el rey difunto, quien le revela que Claudio lo mató para acceder a la corona, y le exige venganza. El príncipe no lo hace sino hasta más tarde, y mientras tanto finge estar loco, al parecer para que el monarca no sospeche cuáles son sus verdaderas intenciones. La causa por la cual Hamlet adopta esta extraña actitud es objeto de gran debate entre el rey y la reina, que creen que sufre una perturbación por la muerte de su padre, y Polonio, el viejo chambelán, quien considera que Hamlet está sufriendo los efectos del amor que siente por su hija Ofelia. Para confirmar lo dicho por el espectro, Hamlet dispone que se represente en la corte una obra que ilustre el asesinato descripto por el esoectro de su padre, y de acuerdo a la reacción del rey, podrá saber si él realmente cometió el crimen. En la mitad de la obra Claudio se retira muy perturbado, y el príncipe confirma así las revelaciones de la sombra. Luego de la representación teatral, Hamlet enfrenta a su madre, y mientras le reprocha el haberse casado con Claudio, escucha a alguien detrás de una cortina. Como cree que se trata de la voz del rey, saca su espada y se la clava, pero no mata a Claudio, sino al indiscreto de Polonio. El espectro reaparece e insta a Hamlet a terminar su tarea. Pero no puede; el rey lo envía a Inglaterra y da la orden de que lo maten en dicho país, pero el príncipe logra escapar, falsificando las órdenes del rey. Cuando regresa a Dinamarca se entera de que Ofelia se volvió loca y se ahogó. Su hermano Laertes, sin buscar pruebas ni hacer un análisis de la situación antes de actuar, se apresura para vengar la muerte de su padre. El rey lo persuade para que participe en un combate de esgrima con Hamlet, equipado con un arma envenenada para asegurar la muerte del príncipe. Durante el mismo, Laertes logra su cometido, envenenando a Hamlet, pero también recibe una herida con la espada adulterada. Antes de morir, el príncipe ve que su madre toma una bebida envenenada que era para él, y mata a Claudio. Interpretación y consideraciones: Hamlet ahonda temas como la locura, las dudas del protagonista ante la madre adúltera y cómplice en el asesinato del padre, y patentiza la lucha entre la razón y la locura, entre el bien y el mal, indagando en los sentimientos y pasiones humanas. Va más allá de otras tragedias centradas en la venganza, pues retrata de un modo escalofriante la mezcla de gloria y sordidez que caracteriza la naturaleza humana. Hamlet siente que vive en un mundo de engaños y corrupción, sentimiento que le viene confirmado por el asesinato de su padre y por la sensualidad desenfrenada de su madre. Estas revelaciones lo conducen a un estado en el que los momentos de angustia e indecisión (duda) se atropellan con frenéticas actuaciones, situación cuyas profundas razones continúan hoy siendo motivo de distintas interpretaciones. Hamlet es hijo único de un rey en la fuerza de la edad y de una reina muy joven. Ha tenido, por consiguiente, la infancia y la juventud de un príncipe heredero y de un hijo único. Ha sido niño mimado, acostumbrado a la obediencia de todos.

Argumento y análisis literario de Hamlet

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Argumento y análisis literario de Hamlet

Argumento :

El rey de Dinamarca muere y su hermano Claudio sube al trono. Se casa de manera repentina con Gertrudis, la reina, y el príncipe Hamlet está sumido en una profunda depresión.

Se le aparece una noche la sombra de su padre, el rey difunto, quien le revela que Claudio lo mató para acceder a la corona, y le exige venganza. El príncipe no lo hace sino hasta más tarde, y mientras tanto finge estar loco, al parecer para que el monarca no sospeche cuáles son sus verdaderas intenciones. La causa por la cual Hamlet adopta esta extraña actitud es objeto de gran debate entre el rey y la reina, que creen que sufre una perturbación por la muerte de su padre, y Polonio, el viejo chambelán, quien considera que Hamlet está sufriendo los efectos del amor que siente por su hija Ofelia.

Para confirmar lo dicho por el espectro, Hamlet dispone que se represente en la corte una obra que ilustre el asesinato descripto por el esoectro de su padre, y de acuerdo a la reacción del rey, podrá saber si él realmente cometió el crimen. En la mitad de la obra Claudio se retira muy perturbado, y el príncipe confirma así las revelaciones de la sombra.

Luego de la representación teatral, Hamlet enfrenta a su madre, y mientras le reprocha el haberse casado con Claudio, escucha a alguien detrás de una cortina. Como cree que se trata de la voz del rey, saca su espada y se la clava, pero no mata a Claudio, sino al indiscreto de Polonio.

El espectro reaparece e insta a Hamlet a terminar su tarea. Pero no puede; el rey lo envía a Inglaterra y da la orden de que lo maten en dicho país, pero el príncipe logra escapar, falsificando las órdenes del rey. Cuando regresa a Dinamarca se entera de que Ofelia se volvió loca y se ahogó. Su hermano Laertes, sin buscar pruebas ni hacer un análisis de la situación antes de actuar, se apresura para vengar la muerte de su padre. El rey lo persuade para que participe en un combate de esgrima con Hamlet, equipado con un arma envenenada para asegurar la muerte del príncipe. Durante el mismo, Laertes logra su cometido, envenenando a Hamlet, pero también recibe una herida con la espada adulterada. Antes de morir, el príncipe ve que su madre toma una bebida envenenada que era para él, y mata a Claudio.

Interpretación y consideraciones:

Hamlet ahonda temas como la locura, las dudas del protagonista ante la madre adúltera y cómplice en el asesinato del padre, y patentiza la lucha entre la razón y la locura, entre el bien y el mal, indagando en los sentimientos y pasiones humanas.

 Va más allá de otras tragedias centradas en la venganza, pues retrata de un modo escalofriante la mezcla de gloria y sordidez que caracteriza la naturaleza humana. Hamlet siente que vive en un mundo de engaños y corrupción, sentimiento que le viene confirmado por el asesinato de su padre y por la sensualidad desenfrenada de su madre. Estas revelaciones lo conducen a un estado en el que los momentos de angustia e indecisión (duda) se atropellan con frenéticas actuaciones, situación cuyas profundas razones continúan hoy siendo motivo de distintas interpretaciones.

Hamlet es hijo único de un rey en la fuerza de la edad y de una reina muy joven. Ha tenido, por consiguiente, la infancia y la juventud de un príncipe heredero y de un hijo único. Ha sido niño mimado, acostumbrado a la obediencia de todos.

El rasgo dominante de su carácter es un inmenso amor por su madre, un amor exagerado. Ha sido el niñito enamorado de su madre, más dolorosamente celoso que un amante. Estos celos gritan y sufren, y amenazan a cada instante.

En su drama, Hamlet no es dejado a un lado por su padrastro y por su madre. Por el contrario, el rey trata de ganar su confianza y amistad. Este rey se halla atormentado por continuos remordimientos. Este hombre (Claudio), perseguido por su conciencia, no tiene ningún deseo de matar al joven Hamlet; no tiene, además, ningún motivo. No ha usurpado el trono. No es Hamlet el que hubiera sucedido a su padre: es la reina, quien al morir el rey se ha convertido legal y fundadamente en soberana. Hamlet no puede quejarse de haber sido despojado. Por lo demás, el príncipe no parece tener grandes deseos de reinar. Su inclinación por los grandes sueños filosóficos no deja lugar en su corazón para la ambición. Hamlet no es peligroso para el rey. Además, el asesinato no ha sido público; Hamlet lo ignora.

El rey, por medio de sus bondades hacia Hamlet, trata de calmar sus propios remordimientos. Sus declaraciones no carecen de verdadera ternura, son sinceras. Hamlet se comporta sombrío y sarcástico. Simula su locura, sin razón alguna, ya que no corre peligro. Al contrario, el rey hace vigilar al loco, naturalmente, aunque sólo fuera por amistad hacia él. Por fin, cuando da muerte a Polonio, el rey se decide a matarlo.

Hamlet desprecia a su madre como objeto mismo de su deseo y a su padre como el de sus celos.

La encarnación de este doble sentimiento es Claudio. Pese a todas las insolencias, los insultos con los que lo abruma, Hamlet no puede culpar profundamente a su tío por un crimen audaz que él mismo sueña con cometer. Si no cesa de evocar a su madre en los términos más sensuales ni de vilipendiar al rey por su lujuria, es porque el incesto lo obsesiona. Hasta mezclará las fechas del casamiento y del asesinato, mostrando de esta suerte que la muerte de su padre no puede significar para él sino la posesión de su madre. El tío ha cometido pues, los dos crímenes juntos.

Se puede considerar a Hamlet como una conciencia sin acción. Durante toda la obra delibera, acerca de los actos que podría cometer. El dilema de Hamlet, la razón de su parálisis, consistiría en: si no actuar sería para él convertirse en cómplice de un criminal, actuar no es más que convertirse en el servidor de un muerto. Matando a su tío, el príncipe no cumpliría más que un destino suyo propio y, lejos de realizarse, sería simplemente el instrumento de un sueño paternal. Es indeciso e impotente para actuar, oponiéndose a Alertes, que sería una acción sin conciencia, quien desencadena el desenlace de la obra (por el deseo de vengar a su padre) y a Fortinbrás, héroe que reúne todas las virtudes de los otros dos, sin tener sus defectos.