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  • Alimentacinconsciente

    Ao 2 - N 004 - Abril de 2013Medio de difusin del universo baritrico

    CBSJBUSJDBGZk^hiV

    Vamos alVII Congreso Internacional de Actualizacin en

    Ciruga Baritrica y Metablica en Mendoza, Argentina.

    Influencia de la atencin y la memoria en la ingesta de alimentos

  • INFORMACION:www.congresobariatrica.com.are-mail: [email protected]

    DirectoresDr. Pablo Omelanczuk, Dr. Santiago Horgan.

    2, 3 y 4 de Mayo de 2013Hotel Sheraton Mendoza, Argentina

    DESTINADO A:Mdicos Cirujanos, Instrumentadoras Quirrgicas, Anestesilogos, Integrantes de Equipos Interdisciplinarios (Nutricionistas, Psiclogos, Psiquiatras, Endocrinlogos, Mdicos Clnicos, Kinesilogos, Prof. de Educacin Fsica y Coordinadores), Pediatras, Cirujanos Plsticos.

    INVITADOS:R. Jaime Ponce (USA), Dra. Higa Kelvin (USA), Dr. Scott Shikora (USA), Dr. Francesco Rubino (USA), Dr. Samer Mattar (USA), Dr. Ariel Feldstein (USA), Dr. Jill Jarrett (USA), Dr. Eduardo Grunvald (USA), Bill Perry (USA), Angela Scocia (USA), Dr. Brendan Kramer (USA), Paul Craig (USA), Luis Arango (USA), Dr. Josep Vidal (Espaa), Lic. Violeta Moize (Espaa), Dr. Antonio Lacy (Espaa), Dr. Manoel Galvao Neto (Brasil), Lic. Blanca Rios (Mxico), Dra. Attila Csendes (Chile), Dr. Lus Ibaez (Chile), Dr. Camilo Boza (Chile), Dr. James Hamilton (Chile), Dr. Juan Eduardo Contrera (Chile), Dr. Cristian Ovalle (Chile).

  • EN ESTA EDICIONEDITORIAL

    CIRUGA BARITRICA

    Evaluacin y comparacin dedos tcnicas quirrgicas baritricas restrictivas

    NOTICIAS Y SOCIEDAD

    VII Congreso Internacional de Actualizacin en Ciruga Baritrica y Metablica

    PSICOLOGIA BARITRICA

    Trastorno por atracn en obesos intervenidos de bypass gstrico

    CLINICA BARIATRICA

    La ciruga para adelgazar puede curar la diabetes?

    NUTRICION BARITRICA No Dieta. Una voz de protesta contra el modelo de hambre

    CIRUGIA BARIATRICA Cambios que debe esperar despusde la ciruga baritrica

    ACTIVIDAD FISICA

    Actividad fsica en personas quepadecen obesidad mrbida

    AGENDA

    349

    1016 19252830

    Hola a todos:

    Otra vez acercndonos y tendiendo un puente de comunicacin a travs nuestra

    BARIATRICA Revista para que los profesionales que han elegido lo baritrico como especialidad

    hagan conocer sus propuestas y trabajos.

    Ya estamos valija en mano.

    Cuando este nmero 004 llegue a su bandeja de entrada, nosotros estaremos casi

    emprendiendo rumbo a la ciudad de Mendoza para participar del VII CONGRESO DE

    CIRUGIA BARIATRICA Y METABOLICA que sesiona desde el 2 al 4 de Mayo en el

    Sheraton Hotel de Mendoza.

    Respondemos a una invitacin de los organizadores que ha evaluado nuestro trabajo

    como positivo e interesante y ms an, merecedor de 30 minutos para presentarlo en el

    Simposio Redes Sociales de Apoyo a las personas con Obesidad.

    Hemos decidido adems realizar un nmero especial de nuestra revista en el que

    researemos todo lo que va sucediendo da a da, intentaremos realizar entrevistas con

    diferentes profesionales de cada especialidad y documentar el funcionamiento del congreso.

    Nuestra idea es ir realizando y publicando en www.bariatricarevista.com.ar casi al mismo

    tiempo que vaya avanzando.

    Esperamos poder hacer una muestra completa de lo que se trate ya que el programa

    es muy exigente y lleno de temas interesantsimos.

    Mientras tanto ponemos a su disposicin esta Edicin N 004 con la calidad que le

    imprimimos siempre.

    ESTAMOS PARA USTEDES!

    MONICA VILLARREALEditora Responsable

    WALTER VEGA Director Creativo

    editorial

  • 4bariatrica

    IntroduccinActualmente la ciruga baritrica es considerada

    la nica teraputica eficaz, en el tratamiento del obeso mrbido, disminuyendo el ingreso calrico por modificacin de la anatoma del tracto gastrointestinal (1).

    Los procedimientos pueden ser restrictivos como la gastrectoma en manga y la banda gstrica ajustable, mixtos (restrictivos y mal absortivos) como el by pass, el swicht duodenal y la diversin biliopancretica (1).

    La gastrectoma en manga laparoscpica (GML) o sleeve gastrectomy, fue realizada inicialmente como el primer paso para el swich duodenal. Luego la GML fue realizada como procedimiento inicial en pacientes de alto riesgo y pacientes super-obesos con un ndice de masa corporal (IMC) > 60 kg/m2 a los cuales se les realizara en un segundo tiempo a los 6-12 meses, un procedimiento mal absortivo como ser un BPGYR (2-3) o una DBP-SD (4). Los buenos resultados obtenidos luego de este primer paso en cuanto a la prdida de peso y bajo ndice de complicaciones hizo que actualmente en muchos centros la GML se realice como un procedimiento bariatrico restrictivo independiente (5-6). El mecanismo de la prdida de peso y la mejora de las comorbili-dades luego de realizar una gastrectoma en manga se puede relacionar con la restriccin gstrica y con cambios neurohumorales post ciruga (7).

    La banda gstrica ajustable para el tratamiento del obeso mrbido fue introducida en 1993 (8). Es una tcnica puramente restrictiva. Presenta los beneficios de ser una tcnica rpida, con pocos riesgos y reversible (9-10).

    ObjetivosEvaluar en los pacientes operados: 1. Descenso de peso.

    2. Disminucin del ndice de masa corporal (IMC). 3. Porcentaje de exceso de peso perdido (%EPP). 4. Complicaciones.

    A los 18 meses del posquirrgico comparando estas dos tcnicas quirrgicas bariatricas restrictivas.

    Material y mtodoEstudio prospectivo, llevado a cabo por el

    Servicio de Ciruga Baritrica y Metablica, del Sanatorio Allende, Crdoba, Argentina. El perodo que abarco el estudio fue desde junio del 2004 hasta diciembre del 2008.

    Se establecieron dos grupos; grupo 1: pacientes a los que se le realiz banda gstrica ajustable tipo sueca, grupo 2: pacientes a los que se le realiz gastrectoma en manga.

    Se compar el porcentaje de exceso de peso perdido, disminucin del IMC, descenso de peso y morbimortalidad a los 18 meses del posquirrgico, de los pacientes operados por obesidad, utilizando dos tcnicas quirrgicas restrictivas, la gastrectoma en manga y la banda gstrica ajustable tipo sueca.

    Para determinar los criterios de exclusin se tuvieron en cuenta aquellos relacionados al comportamiento mental y social del paciente, a problemas mdicos cardiorrespiratorios, metablicos, hormonales e inmunolgicos que no mejoraran esa pobre calidad de vida con la prdida de peso.

    Los criterios de inclusin tenidos en cuenta fueron: ambos sexos, mayores de 18 aos y menores de 70 aos. ndice de masa corporal (IMC) mayor a 40 kg/m2 IMC de 35 a 39 kg/m2 con comorbilidades asociadas a la obesidad.

    Pacientes que tienen el antecedente de que fallaron en reiteradas oportunidades a tratamientos dietticos para el descenso de peso.

    Evaluacin y comparacin de dos tcnicas quirrgicas baritricas restrictivas

    CIRUGIA BARIATRICA

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    Todos los pacientes fueron evaluados por el equipo multidisciplinario, que en el anlisis de los pacientes, permiti aplicar la mejor indicacin, al tipo de paciente en cuestin. Previo a la ciruga se calculo el IMC.

    Los estudios preoperatorios solicitados fueron: de laboratorio: generales, metablicos y hormonales .Evaluacin de hemostasia.

    Se realiz endoscopia digestiva alta, ecografa abdominal, pruebas de funcin pulmonar y examen cardiovascular ecgr, eccodoppler, prueba de esfuerzo, cmara gamma si es necesario y todos los exmenes complementarios de suficiencia cardiovascular (4).

    Previo a la ciruga se someti al paciente a una dieta hipocalrica con el objetivo de disminuir en un 10 % el exceso de sobrepeso.

    Se le indic kinesia respiratoria tanto pre como post quirrgica. Todas las cirugas fueron realizadas por el mismo cirujano y abordadas por videolaparoscopa.

    Ambos procedimientos quirrgicos se realizaron, segn las tcnicas operatorias convencionales utilizando como gua una sonda orogstrica de 32 French.

    En el postoperatorio los pacientes fueron asistidos en Sala comn UTI UC, de acuerdo a la evaluacin prequirrgica e intraoperatoria, establecida por el clnico, el cardilogo y el anestesilogo.

    A todos los pacientes en el postoperatorio se les realiz anticuagulacin profilctica, profilaxis antibitica, analgesia con un opiceo dbil, inhibidor de la bomba de protones, antiemticos, todos endovenosos.

    A las 12 horas postoperatorias se realiz un trnsito esofagogastroduodenal con soluciones yodadas gastrointestinales con el fin de evaluar la correcta permeabilidad del tubo digestivo.

    En ausencia de complicaciones los pacientes comenzaron con dieta lquida oral progresiva y fueron dados de alta a las 72 hs. del postoperatorio.

    Las indicaciones postoperatorias ambulatorias

    que se otorg a los pacientes fueron: inhibidor de la bomba de protones durante 30 das, polivitamnicos diario. Analgsicos a demanda. Hierro inyectable. Anticoagulantes subcutneos, durante 10 das. Antibitico profilaxis durante 8 das. Vendaje elstico permanente en ambas piernas por 15 das. La dieta indicada por el clnico obeslogo y nutricionista. Como actividad fsica comenzaron con caminatas por periodos cortos hasta llegar a los cuarenta y cinco minutos diarios, cuando el paciente pierde el 30% de su exceso de peso se indica actividad en un gimnasio dos veces por semana con actividades de musculacin y control estricto de un profesional en la materia. El control postoperatorio fue realizado por el cirujano y clnico obeslogo.

    Para el calculo de las variaciones en el peso (IMC, %EPP), se utilizaron las formulas determinadas por el Comit de Estndares de la Sociedad Americana de Ciruga Baritrica (22).

    Los datos obtenidos fueron colocados en una grilla utilizando el programa Excel 2003. El anlisis estadstico se llev a cabo utilizando el programa Epidat 3.1. se calculo la prueba de chi- cuadrado de Pearson y la prueba exacta de Fisher, se considero una p < 0.05 como significativa.

    ResultadosEl nmero de pacientes comprendidos en el

    estudio fue de 115. A 55 se les realiz BGA (grupo 1) y a 60 GM (grupo 2). Todas las cirugas fueron realizadas por el mismo cirujano. Todas las cirugas se realizaron por videolaparoscopa. El porcentaje de conversin a va abierta para el grupo 1 fue de 5.45% (3 pacientes), grupo 2 de 3.33% (2 pacientes).

    Los pacientes del grupo 1 (BGA) presentaron una edad promedio de 45 aos con un rango de 18 a 62 aos. De acuerdo al sexo el 55.1 % correspondi al sexo femenino. El rango del IMC fue de 36 a 56 kg/m2 con un promedio de 42.6 kg/m2. El peso de los pacientes a la consulta inicial oscilo entre 91 y 180 kg. con un promedio de 124 kg. (Tabla 1).

    Los pacientes del grupo 2 presentaron una edad

    Tabla 1: Caractersticas prequirrgicas de los pacientes.

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    promedio de 43.2 aos con un rango de 21 a 65 aos. El 60.5 % correspondi al sexo femenino. El rango del IMC fue de 35 a 58 kg/m2 con un promedio de 45.22 kg/m2. El peso promedio inicial fue de 126.96 kg con un rango de 100 a 160 kg. (Tabla 1).

    El % de exceso de peso perdido a los 18 meses para los pacientes del grupo 1 fue del 43, 4 % y para los pacientes del grupo 2 (GM) fue del 63, 4 % (p

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    38.6% y de 37.7% a los 6 aos. En nuestra serie el %EPP a los 18 meses para los pacientes operados de banda gstrica ajustable fue de 43.4%, similar al obtenido por otros autores.

    Las diferentes complicaciones de la banda gstrica ajustable observadas por distintos autores son slipagge de la banda, agrandamiento del pouch, obstruccin, estenosis, erosin intragastrica de la banda, infeccin de la banda, perforacin de la banda, dilatacin esofgica severa, perforacin gstrica y esofgica.(16) Las complicaciones presentadas en nuestra serie fueron erosin intragastrica, slipagge de la banda y rotacin del puerto en un paciente. En el trabajo realizado por Suter M (17), este observ que 30 pacientes (9.5%) presentaron erosin intragastrica de la banda. En el estudio llevado a cabo por Vertruyen (18) dentro de las complicaciones presentadas el 4.9% de los pacientes presentaron slipagge de la banda. Nuestro porcentaje global de complicaciones para la banda gstrica ajustable fue del 7.25%.

    Para la gastrectoma en manga los resultados obtenidos por los diferentes autores muestran un porcentaje de exceso de peso perdido a los 18 meses de 62.02% (19) Langer et.al. (20) obtuvo en su trabajo un %EPP del 56% al ao del postoperatorio. El %EPP en nuestra serie fue del 63.4%. En el primer 9 encuentro internacional para lograr un consenso para la gastrectoma en manga (7) se determino que las principales complicaciones de esta tcnica eran la fstula gstrica alta (a nivel del Angulo de Hiss), con un porcentaje promedio del 1.6% 2.8%, fstula gstrica baja 0.8% 2.5%, hemorragia de la lnea de suturas 1.4% 2.6, injuria esplnica 0.1% 0.7%, injuria heptica 0.1% 0.8%, reflujo gastroesofgico postoperatorio 4.7% 8.9%. En nuestro trabajo solo tuvimos una fstula gstrica alta (ngulo de Hiss) lo que correspondi al 1.66% del total de los pacientes.

    En un trabajo prospectivo randomizado realizado por Dapri et. al. 21 se compar la gastrectoma en manga y la banda gstrica ajustable, el %EPP al ao fue de 41.4% para la BGA y de 57.7% para la GM (p =0.0004), y a los 3 aos fue de 48% para la BGA y de 66% para la GM (p =0.0004). Concluy que la prdida de peso al ao y a los 3 aos es superior en los pacientes operados de GM que aquellos operados de BGA. Similares resultados a los obtenidos en nuestro trabajo, a los 18 meses postoperatorios.

    ConclusinTanto la banda gstrica ajustable laparoscpica

    como la gastrectoma en manga laparoscpica son dos tcnicas quirrgicas baritricas restrictivas tcnicamente mas sencillas que otros procedimientos bariatricos, ofrecen buenos resultados en la disminucin de peso con bajo porcentaje de morbimortalidad.

    Para ambas tcnicas quirrgicas los resultados obtenidos en cuanto a tiempos operatorios, estada hospitalaria, descenso de peso, IMC, %EPP y porcentajes de complicaciones son aceptables comparado con la bibliografa internacional.

    Podemos decir que la gastrectoma en manga laparoscpica ofrece mejores resultados en cuanto a la prdida de peso a los 18 meses, comparado con la banda gstrica ajustable, con un porcentaje menor de complicaciones.

    Creemos que estos resultados deben ser reeva-luados a largo plazo y con una mayor casustica.

    Bibliografa 1. Saber A, Mohamed H, Michael K, et.al. Bariatric

    Surgery: The Past, Present, and Future Obes Surg 2008;18:121128.

    2. Cottam D, Qureshi F, Mattar S, et al. Laparoscopic sleeve gastrectomy as an initial weight-loss procedure for high-risk patients with morbid obesity. Surg Endosc. 2006; 20:85963.

    3. Regan J, Inabnet W, Gagner M, et al. Early experience with two-stage laparoscopic Roux-en-Y gastric bypass as an alternative in the super-super obese patient. Obes Surg. 2003; 13:8614.

    4. Silecchia G, Boru C, Pecchia A, et al. Effectiveness of laparoscopic sleeve gastrectomy (first stage of biliopancreatic diversin with duodenal switch) on co-morbidities in super-obese high-risk patients. Obes Surg. 2006; 16:113844.

    5. Mognol P, Chosidow D, Marmuse J. Laparoscopic sleeve gastrectomy as an initial bariatric operation for high-risk patients: initial results in 10 patients. Obes Surg. 2005; 15:10303.

    6. Roa PE, Kaidar-Person O, Pinto D, et al. Laparoscopic sleeve gastrectomy as treatment for morbid obesity: technique and shortterm outcome. Obes Surg. 2006; 16:13236.

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    7. Deitel M, Crosby R, Gagner M. The First International Consensus Summit for Sleeve Gastrectomy (SG), New York City,October 2527, 2007. Obes Surg 2008;18:48796.

    8. Belachew M, Legrand M, Defechereux T, et al. Laparoscopic adjustable silicone gastric banding in the treatment of morbid obesity. A preliminary report. Surg Endosc 1994;8 (11):13546. 13

    9. Tolonen P, Victorzon M, Mkel J. 11 Year Experience with Laparoscopic Adjustable Gastric Banding for Morbid ObesityWhat Happened to the First 123 Patients? Obes Surg 2008;18:25125.

    10- Suter M, Calmes J, Giusti V, et.al. A 10-year experience with laparoscopic gastric banding for morbid obesity: high long-term complication and failure rates. Obes Surg 2006;16: 82935.

    11. Dillard B, Gorodner V, Galvani C, et.al. Initial experience with the adjustable gastric band in morbidly obese US adolescents and recommendations for further investigation. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2007;45(2):240-6.

    12. Favretti F, Segato G, Ashton D, et.al. Laparoscopic adjustable gastric banding in 1791 consecutive obese patients: 12-year results. Obes Surg. 2007;17:168-75.

    13. Martikainen T, Pirinen E, Alhava E, et.al. Long term results, late complications and quality of life in a series of adjustable gastric banding. Obes Surg. 2004;14:648-54.

    14. Camerini G, Adami G, Marinari G, et.al. Thirteen years of followup in patients whit adjustable silicone gastric banding for obesity: weight loss and constant rate of late specific complications. Obes Surg. 2004;14:1343-8.

    15. O`Brien P, McPhail T, Chaston TB, et.al. Systematic review of medium-term weight loss after bariatric operations. Obes Surg. 2006;16:1032-40.

    16. Lee C, Kelly J, Wassef W. Complications of bariatric surgery. Curr Opin Gastroenterol. 2007;23:636-643. 14

    17. Suter M, Calmes JM, Paroz A, et.al. A 10 year experience with laparoscopic gastric banding for morbid obesity: high long term complication and failure rates. Obes Surg. 2006;16:829-835.

    18. Vertruyen M. Repositioning the Lap-Band for proximal pouch dilatation. Obes Surg. 2003;13:285-288.

    19. Gagner M, Fabre J, Nocca D, et.al. A Prospective

    Multicenter Study of 163 Sleeve Gastrectomies: Results at 1 and 2 Years. Obes Surg. 2008;18:560-565.

    20. Langer F, Reza Hoda M, Bohdjalian, et.al. Sleeve gastrectomy and gastric banding: effects on plasma ghrelin levels. Obes Surg. 2005;15:1024-9.

    21. Dapri G, Vaz C, Cadire G, et. al. A prospective randomized study between laparoscopic gastric banding and laparoscopic isolated sleeve gastrectomy: results after 1 and 3 years. Obes Surg. 2007;17:1435-41.

    22. Oria H, Carrasquilla C, Cunningham P, et.al. Guidelines for weight calculations and follow-up in baritric surgery, Surg Obs Relat Dis. 2005;1:67-68.

    Autores: Dr. Esquivel Carlos Martn,

    Prof. Dr. Martnez Lascano Fernando, Prof. Dr. Foscarini Jos Mara.

    Servicio de Ciruga Baritrica y Metablica. Sanatorio Allende. Crdoba. Argentina.

    [email protected]

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    2 al 4 de Mayo de 2013SHERATON HOTEL de la ciudad de MENDOZA

    Sesin Plenaria Ciruga Metablica.Coordinadores: Dr. Santiago Horgan Dr. Pablo Omelanczuk

    Durante la cual se tratarn temas como: - Condiciones del paciente para su indicacin

    quirrgica.- Fisiopatologa del sndrome metablico. Y su

    impacto sobre la ciruga. - Cul es el mejor momento para indicar ciruga

    en el paciente con diabetes tipo 2.- Principios de la ciruga baritrica y su efecto

    metablico- Cmo seguir al paciente luego de una ciruga

    metablica?Se transmitir una ciruga baritrica en directo

    desde el Hospital Italiano de Mendoza.

    Y los diferentes Simposios que funcionaran simultneamente en ocho salas.

    - Programa Instrumentadores- Programa Jornadas Transandinas- Programa Multidisciplinario- Programa Pediatria- Programa Sesin Coordinadores- Programa Simposio Nutricin- Programa Simposio Redes Sociales de Apoyo

    a las personas con Obesidad- Simposio Psicologa Baritrica

    Un nutrido plan de trabajo, aprendizaje e intercambio en el que deliberarn la mayora de los profesionales de la Argentina; Chile; Brasil; Mxico; USA; y Espaa. Y del que tendremos el placer de participar activamente.

    VII Congreso Internacional de Actualizacin en Ciruga Baritrica y Metablica

    bariatrica

    NOTICIAS Y SOCIEDAD

  • 10bariatrica

    Valoracin diagnstica y psicopatolgica del trastorno por atracn en obesos mrbidos intervenidos de bypass gstrico

    ResumenIntroduccin: La presencia de trastorno por atracn (TA) podra influir en los resultados del bypass gstrico laparoscpico (BPGL) en el tratamiento de la obesidad mrbida. En poblacin anglosajona, el TA suele valorarse mediante los cuestionarios Eating Disorder Examination-Questionnaire (EDE-Q) y Questionnaire on Eating and Weight Patterns-Revised (QEWP-R).

    Objetivos: Estudiar la validez y concordancia del EDEQ y QEWP-R para el diagnstico y valoracin psicopatolgica del TA en poblacin espaola con obesidad mrbida intervenida mediante BPGL. Mtodos: En un estudio transversal se le ha solicitado a 27 obesos mrbidos recin intervenidos mediante BPGL que cumplimentaran el EDE-Q y QEWP-R traducidos al espaol. Segn las respuestas se han identificado los pacientes con y sin TA, evaluando posibles diferencias entre estos grupos en los tems con inters psicomtrico y midiendo la concordancia entre ambos cuestionarios.

    Resultados: El QEWP-R permiti diagnosticar un 25,9% de TA y el EDE-Q un 18,5%. Los pacientes con TA tuvieron mayores puntuaciones en los tems sobre la importancia del peso o figura en la autovaloracin, la interferencia en la capacidad de concentracin por pensar en la comida, silueta o peso y la frecuencia del sentimiento de culpa despus de comer. Entre ambos cuestionarios la concordancia diagnstica fue escasa, pero se

    encontr una asociacin fuerte entre los tems con inters psicomtrico.

    Conclusiones: El TA es frecuente en obesos mrbidos intervenidos mediante BPGL y forma un subgrupo de pacientes con ms alteraciones psicopatolgicas. El QEWP-R y el EDE-Q en espaol son cuestionarios adecuados para su valoracin.

    Abreviaturas BPGL: Bypass gstrico por va laparoscpica. ECV: Enfermedad cardiovascular. EDE-Q: Eating disorder examination-questionnaire. IMC: ndice de masa corporal. NTA: Sin trastorno por atracn o con menos de 1 atracn a la semana. QEWP-R: Questionnaire on eating and weight patterns-revised. SAOS: Sndrome de apnea obstructiva del sueo. SHO: Sndrome de hipoventilacin obesidad. TA: Trastorno por atracn.

    IntroduccinEl bypass gstrico por va laparoscpica (BPGL),

    en pacientes obesos mrbidos adecuadamente seleccionados, trae consigo muy buenos resultados cuando se valora de forma conjunta la reduccin de sobrepeso, la resolucin de comorbilidades y el aumento de la calidad de vida de los sujetos intervenidos, con uno s ndices de complicaciones aceptables (1). La adecuada seleccin de los candidatos a BPGL requiere conocer los predictores de resultados de esta tcnica quirrgica. Se ha propuesto que uno de estos predictores podra ser la presencia, preoperatoria o postoperatoria, de ciertos trastornos de la conducta alimentaria, como el trastorno por atracn (TA).

    En la ltima clasificacin DSM-IV se recogen los

    Trastorno por atracn en obesos intervenidos de bypass gstrico

    PSICOLOGIA BARIATRICA

  • 11bariatrica

    criterios diagnsticos de TA: episodios recurrentes de atracones durante 6 meses, con una sensacin de prdida de control sobre la ingesta durante el episodio y con un profundo malestar al recordar los atracones. Estos se caracterizan por la ingesta en un corto periodo de tiempo de una cantidad de comida definitivamente superior a la que la mayora de gente podra consumir en el mismo tiempo y en circunstancias similares, y no se acompaan de estrategias compensadoras inadecuadas (purgas, ayuno, ejercicio fsico excesivo). Los obesos con TA forman un subgrupo con ms alteraciones psicopatolgicas, ms prevalencia de trastornos del humor, mayor impulsividad y mayor insatisfaccin corporal (2). La psicopatologa de los pacientes con 1 episodio de atracn a la semana (forma "subclnica") es similar a la de aquellos con al menos 2 episodios a la semana (forma "clnica") (3).

    La prevalencia de este trastorno en pacientes candidatos a BPGL vara ampliamente de un artculo a otro. En el caso del TA "clnico", se han publicado cifras del 17% y 48% en estudios con cuestionarios, y entre 4-47% con entrevistas. El TA "subclnico" se detecta en el 22% y 48%, al usar cuestionarios, y entre el 14-52%, al emplear entrevistas (4). El amplio rango de las tasas de prevalencia observadas entre publicaciones se relaciona con diferencias en los mtodos de valoracin, mtodos de reclutamiento, tamaos muestrales y tipo de procedimiento quirrgico. La literatura ha considerado cuestionarios de referencia para la valoracin del TA el Eating Disorder Examination-Questionnaire (EDE-Q) (5) y el Questionnaire on Eating and Weight Patterns-Revised (QEWP-R) (6). Ninguno de estos

    cuestionarios ha sido an probado en poblacin espaola candidata a BPGL.

    Los objetivos del presente trabajo han sido: 1. En una muestra de obesos mrbidos de

    nuestro medio ingresados para intervenirse mediante BPGL, describir el porcentaje de los mismos con TA segn el QEWP-R y el EDE-Q, midiendo la concordancia diagnstica entre ambos cuestionarios.

    2. Evaluar los rasgos psicopatolgicos de estos pacientes, estudiando tambin la concordancia entre los indicadores con inters psicomtrico del QEWP-R y del EDE-Q.

    MtodosSe ha efectuado un estudio observacional,

    prospectivo, transversal y abierto con 27 pacientes obesos mrbidos intervenidos mediante BPGL por el mismo equipo quirrgico, entre abril de 2010 y junio de 2011, en el Hospital Universitario de Canarias, cuya rea geogrfica de referencia es el norte de la isla de Tenerife y La Palma. Previamente a la intervencin quirrgica, los pacientes fueron atendidos en la Consulta de Nutricin de este mismo Hospital, con el fin de evaluar el peso y la talla, revisar las comorbilidades y comprobar que los pacientes cumplan las indicaciones para ciruga baritrica propuestas por la Sociedad Espaola de Ciruga de la Obesidad en el ao 2003 (7):

    1.Indicedemasacorporal(IMC)40kg/m2, o IMC35kg/m2 si asociaban comorbilidades mayores: diabetes mellitus tipo 2, hipertensin arterial, dislipemia, enfermedad cardiovascular (ECV), sndrome de apnea obstructiva del sueo (SAOS) / sndrome de hipoventilacin obesidad (SHO), osteoartropata grave. El IMC se calcul dividiendo el peso medido en kilogramos entre la talla al cuadrado medida en metros.

    2. Fracaso del tratamiento conservador supervisado.

    3. Perfil psicolgico adecuado.Al tercer da de la intervencin quirrgica, y

    previa solicitud de consentimiento informado, a cada paciente se le invitaba a cumplimentar los siguientes cuestionarios traducidos al espaol, aclarando cuntas dudas pudieran surgir en su interpretacin:

    El QEWP-R (Spitzer, Yanovski, Marcus, 1993). Consta de 28 tems mediante los cuales se valora la presencia de episodios de atracones, la frecuencia

  • 12bariatrica

    de tales episodios, algunos criterios adicionales para el diagnstico de TA tal como se define en el DSM-IV y posibles conductas purgativas (vmitos, uso de laxantes, diurticos o medicacin adelgazante, ayuno durante 24 horas, ejercicio fsico compulsivo). Se indaga tambin sobre la cantidad de comida consumida en un atracn, la duracin de este y sobre sentimientos de culpa con respecto a la comida, la dieta y el peso. Este cuestionario ya ha sido validado en nuestro medio en pacientes atendidos por obesidad (8).

    El EDE-Q (Fairburn, Beglin, 1994). Engloba 32 tems. A travs de algunos se miden diferentes formas de sobrealimentacin, que incluyen episodios bulmicos objetivos (ingesta de grandes cantidades de comida con sensacin de prdida de control), episodios bulmicos subjetivos (prdida de control con respecto a la ingesta, sin que esta sea desproporcionada) y episodios de sobrealimentacin objetiva (ingesta de grandes cantidades de comida sin sensacin de prdida de control). Otros tems se distribuyen en 4 subescalas: restriccindieta, preocupacin por la comida, preocupacin por el peso y preocupacin por la figura. Como el QEWP-R, se completa en unos 10 minutos y ha demostrado validez psicomtrica. Ha sido previamente utilizado en nuestro medio en poblacin adolescente (9).

    Los pacientes se clasificaron en 2 grupos segn los resultados de cada cuestionario: sin TA o con menos de 1 episodio a la semana (NTA) y con TA, cuando estos se producan al menos 1 vez a la semana. Para medir la concordancia diagnstica entre el QEWP-R y el EDEQ se calcul el coeficiente kappa de Cohen. Considerando la clasificacin tanto del QEWP-R como del EDE-Q, se compararon entre estos 2 grupos de pacientes las siguientes variables: edad, sexo, IMC, presencia o ausencia de diabetes mellitus tipo 2, hipertensin arterial, dislipemia, ECV, SAOS/SHO, osteoartropata grave y antecedente de depresin. Por ltimo, se exploraron los resultados en funcin de cada tem del EDE-Q y del QEWP-R con inters psicomtrico y se midi la correlacin entre tems similares por medio del coeficiente de correlacin rho de Spearman. Los resultados de las variables cuantitativas y ordinales se expresaron con las medianas y los percentiles 25 y 75, los de las variables categricas con frecuencias y porcentajes. Se utilizaron la prueba de Mann-Whitney para los contrastes de hiptesis con variables continuas y ordinales y la chi-cuadrado o exacta de Fisher segn

    procediera para los contrastes de hiptesis con proporciones. El anlisis estadstico de los datos se llev a cabo con el programa SPSS versin 17.0 (Chicago, Ill). Se fij para todas las pruebas un nivel de significacin de p < 0,05 bilateral.

    ResultadosSe analizaron 27 pacientes con edad 41 10

    aos, proporcin de mujeres 66,6%, IMC medio 43,7 3,4 kg/m2, 22,2% diabticos, 55,5% hipertensos, 22,2% dislipmicos, 7,4% con ECV, 25,9% con SAOS/SHO, 25,9% con osteoartropata grave. El 44,4% presentaba antecedentes de depresin.

    Con el QEWP-R se identificaron 7 pacientes con TA (25,9%), de los cuales 4 tenan atracones 1 vez a la semana y en 3 los atracones ocurran 2 veces a la semana. Con el EDE-Q se detectaron 5 pacientes con TA (18,5%). La tabla I muestra que la concordancia entre ambos cuestionarios fue escasa (k = 0,362, p = 0,054).

    No se observaron diferencias en los pacientes con TA y NTA en edad (mediana: 40 aos [P25 = 34,5-P75 = 45,5] y mediana: 40 aos [P25 = 34,5-P75 = 48,2]; p = 0,825), sexo (mujeres: 27,8% frente a 72,2%, varones: 22,2% frente a 77,8%; p = 0,99), IMC (mediana: 44 kg/m2 [P25 = 42,6- P75 = 45,8] y mediana: 45 kg/m2 [P25 = 41-P75 = 45,8]; p = 0,956). Tampoco se encontraron diferencias entre los grupos con TA y NTA en las siguientes comorbilidades: diabetes mellitus tipo 2 (28,6% frente a 20%; p = 0,633), hipertensin arterial (57,1% frente a 55%; p = 0,99), dislipemia (42,9% frente a 15%; p = 0,29), ECV (14,3% frente a 5%; p = 0,459), SAOS/SHO (0% frente a 35%; p = 0,137), osteoartropata grave (28,6% frente a 25%; p = 0,853) y antecedente de depresin (28,6% frente a 50%; p = 0,408).

  • 13bariatrica

    En la tabla II se muestran las caractersticas psicomtricas de los grupos con TA y NTA en los cuestionarios QEWP-R y EDE-Q.

    En el QEWP-R aquellos con TA tuvieron mayores puntuaciones en el tem sobre la importancia de

    peso y figura en la autovaloracin: p = 0,013.En el EDE-Q aquellos con TA tuvieron mayores

    puntuaciones en los tems de importancia del peso: p = 0,013, importancia de la figura: p = 0,011, el deseo de tener un vientre plano: p = 0,033, la interferencia sobre la capacidad de concentracin por pensar en la comida: p = 0,014, o pensar en la silueta o el peso: p = 0,043, finalmente, la frecuencia del sentimiento de culpa despus de comer: p = 0,008.

    Adems, se encontr una asociacin fuerte entre ambos cuestionarios en los tems que hacen referencia a: 1) la importancia del peso (rho = 0,72, p < 0,001), 2) de la figura (rho = 0,64, p < 0,001), 3) la frecuencia del sentimiento de culpa despus de comer y el grado de disgusto por comer en exceso (rho = 0,344, p = 0,043) y 4) el grado de disgusto por perder el control sobre la comida (rho = 0,494, p = 0,008).

    DiscusinEn este trabajo se ha evidenciado un modesto

    acuerdo entre los cuestionarios QEWP-R y EDE-Q para el diagnstico de TA en pacientes obesos mrbidos sometidos a BPGL. Esta concordancia es ms fuerte cuando se comparan algunos indicadores psicomtricos, como la influencia de peso y figura en la autovaloracin o el sentimiento de culpa despus de comer.

    Los pacientes con y sin atracones se diferencian en estos y otros indicadores (deseo de tener un vientre plano, interferencia sobre la capacidad de concentracin por pensar en la comida, silueta o peso), pero no en su IMC basal ni en sus comorbilidades.

    En nuestro estudio observamos una prevalencia de TA similar a la publicada en poblacin anglosajona (10). Hasta nuestro conocimiento, se trata del primer trabajo sobre prevalencia de TA en obesos sometidos a BPGL en poblacin espaola. La modesta concordancia diagnstica entre el QEWP-R y EDE-Q podra explicarse porque el QEWP-R valora el TA en los ltimos 6 meses, tal como se define en la ltima clasificacin DSM-IV, mientas que el EDE-Q pregunta solo por los atracones de los ltimos 28 das. En estudios previos el EDE-Q se ha empleado principalmente para la valoracin psicolgica de estos pacientes (11), de ah el inters de la elevada correlacin encontrada entre sus tems sobre la influencia de

  • 14bariatrica

    peso y figura en la autovaloracin y el tem correspondiente del QEWP-R, o entre los indicadores de ambos cuestionarios en relacin al sentimiento de culpa o disgusto tras la comida. Una limitacin de nuestro estudio es que de forma constante se present primero el QEWP-R y luego el EDE-Q, lo que puede haber influido en esta alta correlacin. Una ventaja es que los cuestionarios se contestaron justo despus del BPGL, lo que probablemente contribuy a evitar que los pacientes ocultaran conductas anmalas, una tendencia referida en los estudios realizados en la fase preoperatoria, ante el temor de los pacientes a ser excluidos de la ciruga baritrica en caso de detec-tarse mayores alteraciones psicopatolgicas (12).

    En un ensayo reciente que inclua a 134 pacientes con TA y otros 134 sin TA, se concluy que el TA poda conferir un riesgo aumentado de desarrollar diabetes, hipertensin y dislipemia, en un anlisis ajustado por IMC (13). El escaso tamao muestral de nuestro estudio puede haber condicionado que no hayamos encontrado relacin estadstica entre la presencia de TA y las comorbilidades asociadas a la obesidad en pacientes intervenidos mediante BPGL.

    Que en los obesos con TA el peso o la silueta determinen en mayor medida cmo se valoran a s mismos como personas o que pensar en estos, o en los alimentos, les interfiera ms en su capacidad de concentracin, podra sealar a unas alteraciones psicopatolgicas ms acentuadas que en los pacientes sin atracones y nos lleva a preguntarnos si esta mayor psicopatologa podra influir en los resultados del BPGL. Los estudios al respecto son controvertidos, puesto que en algunos el TA predice prdidas de peso ms pobres (14), en otros no10 e

    incluso alguno encuentra mejores prdidas de peso en pacientes con TA previo a la ciruga (15). Esta falta de una asociacin consistente entre el antecedente de TA y los resultados del BPGL en trminos de sobrepeso perdido deriva de las diferencias entre los mtodos de valoracin y los periodos de seguimiento propios de cada estudio. Adems en estos resultados pueden jugar un papel los desencadenantes del TA (16).

    Por el momento, la falta de resultados concluyentes sobre el potencial predictor del TA en los resultados del BPGL condiciona que la prctica clnica actual con los obesos mrbidos que presentan TA sea muy variable: un 20% son intervenidos, en un 27,3% se pospone la ciruga hasta mejora del cuadro y en un 45,3% la actitud depende de la severidad del trastorno y de otros factores clnicos (17). Esta variabilidad es preocupante, ya que si finalmente los pacientes con TA no tienen ms riesgo de peores resultados, retrasar en ellos la ciruga baritrica no se justifica, mientras que si este riesgo de peores resultados se confirma, pasara a ser prioritario integrar el tratamiento psicoterpico de estos trastornos con la ciruga baritrica (18). Por tanto, se requiere un mayor esfuerzo investigador que respalde la decisin clnica de aceptar o posponer la ciruga en los pacientes con TA.

    ConclusinEl TA es frecuente en obesos mrbidos

    intervenidos mediante BPGL y forma un subgrupo de pacientes con una probabilidad mayor de presentar alteraciones psicopatolgicas. El QEWP-R y el EDE-Q en espaol son cuestionarios adecuados para su valoracin.

    14bariatrica

  • 15bariatrica

    Referencias 1. Daz EG, Folgueras TM. Preoperative

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    4. Allison KC, Wadden TA, Sarwer DB, Fabricatore AN, Crerand CE, Gibbons LM et al. Night eating syndrome and binge eating disorder among persons seeking bariatric surgery: prevalence and related features. Surg obes relat dis 2006; 2 (2): 153-8.

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    6. Celio AA, Wilfley DE, Crow SJ, Mitchell J, Walsh BT. A comparison of the binge eating scale (BES), questionnaire for eating and weight patterns-revised (QEWP-R), and eating disorder examination questionnaire with instructions (EDE-Q-I) with the eating disorder examination in the assessment of binge eating disorder and its symptoms. Int J Eat Disord 2004; 36 (4): 434-44.

    7. Recomendaciones de la SECO para la prctica de la ciruga baritrica (Declaracin de Salamanca). Cir Esp 2004; 75 (5): 312-4.

    8. Vidal AL, Garca-Mayor RV. Alta frecuencia de trastornos de la conducta alimentaria inespecficos en personas obesas. Nutr Hosp 2009; 24 (6): 661-666.

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    10. Alger-Mayer S, Rosati C, Polimeni JM, Malone M. Preoperative binge eating status and gastric bypass surgery: a long-term outcome study.

    Obes Surg 2009; 19 (2): 139-45. 11. Kalarchian MA, Marcus MD, Wilson GT, Labouvie

    EW, Brolin RE, LaMarca LB. Binge eating among gastric bypass patients at long-term follow-up. Obes Surg 2002; 12 (2): 270-5.

    12. Dymek-Valentine M, Rienecke-Hoste R, Alverdy J. Assessment of binge eating disorder in morbidly obese patients evaluated for gastric bypass: SCID versus QEWP-R. Eat Weight Disord 2004; 9 (3): 211-6.

    13. Hudson JI, Lalonde JK, Coit CE, Tsuang MT, McElroy SL, Crow SJ et al. Longitudinal study of the diagnosis of components of the metabolic syndrome in individuals with binge-eating disorder. Am J Clin Nutr 2010; 91 (6): 1568-73.

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    17. Devlin MJ, Goldfein JA, Flancbaum L, Bessler M, Eisenstadt R. Surgical management of obese patients with eating disorders: a survey of current practice. Obes Surg 2004; 14 (9): 1252-7.

    18. Saldaa-Garca C. Trastornos por atracn y obesidad. Nutr Hosp 2002; 17: 55-5.

    Eduardo Garca Daz. Servicio de Endocrinologa y Nutricin.

    Hospital Dr. Jos Molina Orosa. Tenerife. Espaa.

  • 16bariatrica

    HLA Asociacin Estadounidense de la Diabetes evala la evidencia de que la ciruga baritrica pueda curar la diabetes como "E".

    Cristina Iaboni no era lo suficientemente obesa como para cumplir con el criterio necesario para acceder a una ciruga baritrica que la ayude a controlar su diabetes tipo 2.

    Incluso seis aos de medicacin e intentos por llevar una vida ms saludable fracasaron en la bsqueda por reducir su nivel de glucosa en la sangre, lo que la mantena aterrada de estar en un camino que poda llevarla a la insuficiencia renal y a amputaciones, consecuencias frecuentes de la diabetes sin controlar.

    Pero a la mujer de 45 aos, esposa, madre de dos hijos y cabeza de recursos humanos de una compaa importante, finalmente le lleg su oportunidad.

    En el 2009 se encontr con el doctor Francisco Rubino del Centro Mdico Weill Cornell en Nueva York. El experto acababa de recibir aprobacin para estudiar una ciruga experimental en diabticos con una relacin peso-altura, o ndice de masa corporal (IMC), normal o casi normal.

    Iaboni estuvo entre sus primeros sujetos de prueba.

    Tres aos despus, la mujer ha bajado unos 22 kilos para lograr un peso saludable de casi 66 kilos y tiene presin normal sin necesidad de usar medicacin. Eso no es lo ms sorprendente: la prdida de peso es el fin de la ciruga baritrica y suele reducir la presin. Lo ms destacable es que Iaboni ya no tiene diabetes.

    Si bien no es la primera paciente con diabetes -que pudo dispararse por la obesidad, que se cura con una ciruga para adelgazar-, s es una rareza por lograrlo con un IMC por debajo del famoso umbral de obesidad de 35 puntos o ms.

    Ese es el nivel en el cual la Asociacin Estadounidense de la Diabetes dice que "se considerara" la ciruga y al que Medicare y algunas aseguradoras privadas la cubren.

    Adems, la diabetes de Iaboni desapareci meses antes de que ella bajara la mayor parte del peso adelgazado.

    Su experiencia ha generado una intrigante posibilidad: que algunas formas de ciruga baritrica traten la diabetes sin hacer que los pacientes bajen de peso.

    En cambio, redirigiendo parte del sistema digestivo, se lograran cambiar las seales que los intestinos envan al cerebro y que ste manda al hgado, alterando las causas subyacentes de la diabetes.

    Si se confirma, la ciruga baritrica ayudara a las personas con diabetes tipo 2 que son menos obesas, que tienen sobrepeso o que incluso tienen un peso saludable. Y sera tambin efectiva contra la actualmente incurable diabetes tipo 1, o "juvenil".

    La ciruga para adelgazar puede curar la diabetes?

    CLINICA BARIATRICA

  • 17bariatrica

    "Todos los libros de texto dicen que la diabetes es crnica, irreversible y progresiva", dijo Rubino. "Pero tenemos miles de pacientes que alguna vez tuvieron diabetes y ahora no la tienen", agreg.

    Evidencia "insuficiente"Los cirujanos baritricos han sido propensos a

    declarar victorias contra la diabetes demasiado pronto, antes de que datos a gran escala y largo plazo as lo probaran.

    "La evidencia sobre el xito de la ciruga baritrica en pacientes con IMC debajo de 35 no es muy fuerte", dijo Leonid Poretsky, director del Instituto de la Diabetes Friedman, del Centro Mdico Beth Israel en Nueva York.

    "La mayora de los estudios han sido muy pequeos y no bien controlados", aadi.

    La Asociacin Estadounidense de la Diabetes evala la evidencia de que la ciruga baritrica pueda curar la diabetes como "E", que es el menor de cuatro grados. Considera los datos sobre pacientes con IMC por debajo de 35 "insuficientes" y dice que el procedimiento no puede recomendarse salvo como parte de una investigacin.

    Los riesgos inmediatos de la ciruga baritrica son escasos, incluido un 0,3 por ciento de peligro de muerte dentro de los 30 das de realizado el procedimiento.

    Pero una pequea fraccin de pacientes desarrollan infecciones, filtrado desde el estomago a la cavidad abdominal, y deficiencias nutricionales (al haber menos intestino para absorber las vitaminas y minerales, aumenta la posibilidad de osteoporosis y anemia).

    Pese a estos riesgos, la opcin quirrgica est generando mucho inters porque la necesidad de curar la diabetes se ha vuelto casi desesperada.

    En la diabetes tipo 1, el pncreas no produce suficiente insulina, una hormona que lleva la glucosa de los alimentos a las clulas. En la diabetes tipo 2, las clulas se vuelven resistentes a la insulina.

    En ambos casos, la glucosa permanece en la sangre, daando las clulas y los vasos sanguneos, a veces de manera lo suficientemente grave como para causar ceguera, insuficiencia renal o gangrena, lo que puede requerir la amputacin de extremidades.

    En el 2010, el 8,3 por ciento de los adultos de todo el mundo tena diabetes tipo 2 (el 11,3 por ciento en Estados Unidos), lo que gener costos

    mdicos directos de 376.000 millones de dlares (116.000 millones en Estados Unidos).

    Para el 2030, se espera que la incidencia global aumente al 9,9 por ciento, en parte debido al incremento en la tasa de obesidad, y que los costos trepen a 490.000 millones de dlares.

    La posibilidad de que la ciruga baritrica pueda curar la diabetes surgi hace casi una dcada. Un estudio a largo plazo sobre miles de pacientes en Suecia indic en el 2004 que tanto el bypass como la banda gstrica mejoraban la diabetes en muchos sujetos.

    Un estudio del 2008 sobre 55 pacientes obesos revel que el 73 por ciento de los que se sometieron a la banda gstrica vean desaparecer su diabetes luego de dos aos, comparado con el 13 por ciento de los que seguan la terapia mdica estndar, como frmacos, dieta y ejercicio.

    En el 2009, cirujanos de la University of Minnesota analizaron 621 estudios en su mayora pequeos sobre ciruga baritrica en pacientes diabticos obesos. Su conclusin, publicada en American Journal of Medicine, fue que el 78 por ciento ya no necesit medicacin para controlar el azcar en sangre y se cur.

    Pero la mayora de los pacientes de todos esos estudios eran obesos, muchos de manera mrbida (el IMC promedio era de 48). La mejora en el control de la glucosa podra ser consecuencia de la prdida de peso de los pacientes, que promediaba los 38 kilos.

    Claves del pasadoPara Rubino, algo ms estaba pasando en esos

    casos.Como investigador especializado en diabetes del

    Hospital Mount Sinai en Nueva York, en 1999 un da estaba revisando la literatura mdica para obtener

  • 18bariatrica

    una gua sobre cmo realizar mejor la ciruga baritrica en un hombre con IMC de 80 y hall papeles de la dcada de 1950 y anteriores que informaban de cirugas para la lcera pptica que haban curado la diabetes.

    La ciruga para la lcera remueve una porcin del estmago y reestructura una conexin con el intestino, tal como sucede con el bypass gstrico.

    Pocos expertos en diabetes haban sabido de esos viejos artculos, ya que estaban publicados en revistas de ciruga, que los endocrinlogos rara vez leen.

    As, Rubino lleg a otros textos que describan operaciones del tracto digestivo que curaron la diabetes, algo que -segn los libros de texto mdicos- era impensable.

    "Dentro de las dos semanas posteriores a una ciruga y a veces antes, estos pacientes abandonaban la insulina, los frmacos para la diabetes y tenan niveles normales de glucosa en la sangre", dijo Rubino. "Eso era demasiado pronto para poder explicarse mediante la prdida de peso", agreg.

    El experto comenz a perseguir la idea de que la ciruga poda mejorar la diabetes de manera directa, en lugar de a travs de la prdida de peso.

    El cientfico modific la ciruga de bypass gstrico popular, llamada Roux-en-Y, para evaluar su idea en ratones de laboratorio diabticos.

    En la operacin clsica, el estmago se reduce para que pueda almacenar menos alimento. Cortes quirrgicos evitan que el resto del estmago y la parte superior del intestino delgado, el duodeno, reciban comida. En cambio, el estmago se vaca directamente en la parte inferior del intestino delgado, el yeyuno.

    En la variacin de Rubino, llamada bypass duodeno-yeyunal (BDY), el estmago permanece intacto y el resto del procedimiento es igual.

    Las ratas que Rubino oper a comienzos del 2000 se curaron de diabetes mucho ms rpido de lo que tard su descenso de peso. Esa fue la primera evidencia rigurosa, de un estudio bien controlado, de que la ciruga intestinal tiene un efecto antidiabtico.

    En el 2006, Rubino estuvo listo para avanzar de los animales a las personas. Dos pacientes, con IMC de 29 y 30, se sometieron al procedimiento. Sus niveles de azcar en sangre regresaron a la normalidad en das, aunque no bajaron de peso.

    En su ensayo ms reciente, publicado en marzo

    en New England Journal of Medicine, Rubino y sus colegas de la Universidad Catlica de Roma realizaron el procedimiento estndar de bypass gstrico o un procedimiento similar al BDY en personas con diabetes tipo 2. Despus de dos aos, 15 de los 20 pacientes con bypass y 19 de los 20 con BDY ya no tenan diabetes.

    Curiosamente, aunque los pacientes bajaron algunos kilos, no hubo correlacin entre el descenso de peso y la glucosa en la sangre, el indicador clave de la diabetes.

    "La ciruga baritrica es ms efectiva sobre la diabetes que sobre la obesidad", dijo Rubino. "Los pacientes no adelgazan, pero ya no tienen diabetes", aadi.

    Del intestino al cerebroUna investigacin de la University of Toronto,

    publicada este mes en la edicin en internet de la revista Nature Medicine, finalmente explicara por qu. El estudio examin los efectos de la ciruga de bypass en ratas con diabetes tipo 1, que es conside-rada an ms difcil de tratar que la de tipo 2.

    Normalmente, el yeyuno recibe slo una masa digerida, dado que los nutrientes ya fueron absorbi-dos en el duodeno, explic el autor Tony Lam.

    Saltear el duodeno permite al yeyuno recibir un influjo de nutrientes por primera vez, seal Lam. Al hacerlo, el yeyuno enva la seal "tengo glucosa!" al cerebro. El cerebro interpreta eso como una seal de exceso de glucosa y ordena al hgado disminuir la produccin de glucosa. Resultado: las ratas ya no tienen ms diabetes.

    "Creo que mecanismos similares estn teniendo lugar en la ciruga para la diabetes tipo 2", dijo Lam. "Esto fortalece la idea de usar la ciruga para tratar la diabetes, independientemente de la prdida de peso", agreg.

    Hace un ao, Rubino comenz el primer estudio amplio para pacientes con diabetes tipo 2 con un IMC por debajo de 26, que es el punto en que comienza el sobrepeso y por debajo del cual alguien es considerado con "peso normal".

    El costo de la ciruga de bypass es cubierto por una beca de Covidien Plc, que fabrica instrumentos laparoscpicos y otro material quirrgico. El experto apunta a incluir a por lo menos 50 pacientes y seguirlos por cinco aos. Hasta ahora, oper a 20.

    http://vidayestilo.terra.com.ar

  • 19bariatrica

    Hemos construido entre todos una cultura con eje en la imagen y la eterna juventud. El resultado, la bsqueda de lo inalcanzable para muchos: un cuerpo delgado y perfecto. Pero lo ms interesante y no por ello menos paradjico es que tras ms de un siglo de dietas, presenciamos una epidemia global de obesidad. Frente a ello, la ciencia ha respondido con tres tipos de estrategias: guas alimentarias, etiquetas con informacin nutricional y dietas. Las dos primeras solo han generado exceso de informacin y por ende mayor confusin entre los consumidores. Las ltimas, de tanta restriccin y prohibicin, dispararon un fenmeno preocupante: la demonizacin alimentaria. El acto de comer ya es un ilcito.

    Es impactante ser involuntaria espectadora de lo que la gente es capaz de padecer para alcanzar un modelo corporal idealizado. Los dietantes son seres sufrientes, pero silenciados. Cmo se genera el silencio? No adhiero a teoras conspirativas. Pagan para que nadie hable, Hay intereses detrs.No seores! Somos todos nosotros, pacientes, profesionales de la salud, sociedades cientficas, universidades, medios de comunicacin y entidades regulatorias quienes callamos frente a prcticas no ticas. Existen consensos, pero no se utilizan para validar las prcticas.

    Lo que me preocupa es la proliferacin de propuestas teraputicas cada vez ms riesgosas y carentes de evidencia cientfica que llegaron para

    instalarse como el paradigma teraputico. Validadas por famosos, por gures o por los medios que las difunden; dietas extremas en caloras; dietas de hambre. Dietas extremas en nutrientes; dietas prehistricas hipertrficas en protenas o minimalistas en hidratos; Dietas como metarreligiones. Pero lo peor es que este dietismo pandmico no muestra funcionar para la mayora y sin embargo reina un profundo silencio cmplice? Pecamos de indiferencia?

    No todos defendemos esas prcticas. Cuando uno escucha a los jvenes, cuando observa su entusiasmo por cambiar el mundo en el que viven, no puede bajar los brazos. Sabiamente Bernardo Houssay sostena Tengamos ideales elevados y pensemos en alcanzar grandes cosas, porque como la vida rebaja siempre y no se logra sino una parte de lo que se ansa, soando muy alto alcanzaremos mucho ms.

    As surge la idea del 1 Encuentro No Dieta. El propsito es salir del silencio, es juntar nuestras voces de protesta a un modelo de hambre como paradigma teraputico del sobrepeso. Convocamos a los que creen que es posible perder peso sin renunciar al placer primario del alimento y del placer. Ser posible sostener nuevas ideas frente a los viejos errores? Los necesitamos para cambiar.

    Dra. Mnica Katzwww.intramed.net

    No Dieta. Una voz de protesta contra el modelo de hambre

    NUTRICIN BARIATRICA

    Mnica KatzMdica especialista en nutricin,

    Directora de la Carrera de Especialista en Nutricin con

    Orientacin en Obesidad y del Posgrado en Nutricin de la

    Universidad Favaloro, fundadora del Equipo de Trastornos Alimentarios del

    Hospital Durand. Adems, dirige Ncleo Teraputico Nutricional (NTN)

    y Fat-Fit (www.fat-fit.com.ar). Es autora de los libros No dieta y Comer.

    "Alcanzar un cuerpo cmodo y

    saludable sin renunciar al placer

    primario del alimento"

  • 20bariatrica

    Influencia de la atencin y la memoria en la ingesta de alimentos

    Una intervencin de alimentacin consciente puede ayudar a las personas a limitar el consumo de alimentos sin tener que restringir la ingesta.

    Introduccin Existen varios programas conductuales eficaces

    para ayudar a perder peso pero con su aplicacin la prdida de peso promedio tarda algunos meses, debido probablemente a que la adherencia a la restriccin gradual de la dieta se desvanece, siendo la norma la recuperacin posterior del peso. Esto puede deberse en parte a que muchos programas de descenso de peso se basan en mantener el control estricto de la ingesta de alimentos y en la vigilancia de los procesos objetivos.

    Para ayudar a las personas que tratan de adelgazar o mantener la prdida de peso lograda es posible desarrollar estrategias simples que no dependen en la estricta vigilancia de la ingesta calrica. Se ha acumulado evidencia que indica que los procesos cognitivos, tales como prestar atencin a los alimentos y su codificacin y recuperar los recuerdos de los alimentos ingeridos recientemente, tienen un papel importante en el apetito, por su influencia sobre la cantidad de comida y el intervalo entre las comidas. Esto plantea la posibilidad de que las intervenciones para la alimentacin consciente dirigidas a esos procesos cognitivos podran ser eficaces para ayudar al adelgazamiento, sin necesidad de un monitoreo estricto de las caloras.

    Por ejemplo, evitar la distraccin y prestar ms atencin al alimento que se est comiendo, junto con la simple memorizacin de los alimentos consumidos en la comida anterior, podran disminuir el consumo de alimentos en la prxima comida. Una teora es que estos procesos sirven para mejorar la recuperacin de los recuerdos de los alimentos consumidos, informacin que es utilizada luego al decidir cunto comer.

    Ya existen estrategias cognitivas para la prdida de peso:

    Entrenamientomental Comerconlentitud Promocionarlahabituacinalosalimentos

    Pero los autores creen que esto puede ser en parte eficaz porque se incorporan aspectos de la "alimentacin consciente.

    El entrenamiento de la atencin plena se centra en las tcnicas y ejercicios que modifican el deseo de experimentar pensamientos, sentimientos y sensaciones difciles en lugar de tratar de evitarlos o controlarlos. Por lo tanto, la adopcin de un enfoque ms consciente para comer podra reducir la distraccin proveniente de emociones negativas y dejar de lado las conductas que normalmente evitan la alimentacin consciente.

    Del mismo modo, comer lentamente y aplicar las estrategias que reducen la ingesta calrica y que ayudan a la prdida de peso puede aumentar la atencin que se presta a los alimentos y mejorar la codificacin del recuerdo de los alimentos, aumentando la exposicin a los estmulos alimentarios.

    Sin embargo, estos enfoques pueden tener efectos adicionales como el aumento de la autoestima en el caso de las terapias de atencin plena, el aumento del control externo de la

    Alimentacinconsciente

    ENTRENAMIENTO BARIATRICO

    bariatrica

  • 21bariatrica

    alimentacin en el caso de las intervenciones para una alimentacin lenta y las estrategias habitacionales.

    ObjetivoEl objetivo de este estudio fue examinar si el

    proceso cognitivo influye en la cantidad de alimentos ingeridos en la comida inmediata o en las posteriores.

    DiseoRevisin sistemtica de estudios que examinaron

    experimentalmente el efecto que la manipulacin de la memoria, la distraccin, la consciencia o la atencin tiene sobre la ingesta alimentaria.

    ResultadosSe revisaron 24 estudios. La evidencia indic que

    la distraccin al comer produjo un aumento moderado de la ingesta inmediata pero dicho aumento fue mayor en las comidas posteriores. El efecto de la distraccin sobre la ingesta inmediata pareci ser independiente de la restriccin alimentaria. El mejoramiento del recuerdo de los alimentos consumidos redujo la ingesta posterior pero su efecto puede depender del grado en que los participantes tienden a comer en forma desinhibida. La eliminacin de la informacin visual sobre la cantidad de alimento ingerido durante una comida aument la ingesta inmediata. Es posible que la mejora de la atencin prestada al alimento que se est ingiriendo no afecte la ingesta inmediata.

    Comentarios

    Resumen de las principales conclusionesA partir de los 24 estudios analizados, la

    evidencia de alta calidad recogida indica que la alimentacin consciente influye en la ingesta de los alimentos. Los resultados indican que la reduccin de la atencin -derivada de la distraccin durante las comidas- puede aumentar el consumo inmediato, aunque la magnitud de tal efecto es menor que el efecto que la distraccin produce en el consumo alimentario posterior.

    El mejoramiento de la memoria de los alimentos consumidos disminuye moderadamente la ingesta posterior. La menor atencin prestada a los alimentos consumidos aumenta en gran medida la ingesta inmediata.

    No se observ ningn efecto sobre el consumo inmediato derivado del aumento de la atencin sobre los alimentos consumidos, aunque esto puede deberse a los mtodos utilizados.

    Los autores expresan que hay que tener en cuenta que las conclusiones provienen de estudios variables y en algunos casos pequeos, aunque sus resultados coinciden con los de todos los tipos de estudios.

    Variables moderadorasComo resultado de la aplicacin de estmulos de

    distraccin, tanto los comensales con dieta restrin-gida como los que seguan una dieta no restringida aumentaron la ingesta en la comida inmediata. Esto

  • 22bariatrica

    indica que la distraccin puede aumentar el consumo, independientemente de los intentos conscientes de restriccin. Cierta evidencia indica que, como resultado del mejoramiento de la memoria, los comensales muy desinhibidos tenan menos probabi-lidad de disminuir el consumo de alimentos que los participantes con un grado bajo de desinhibicin. Se ha sugerido que esto puede deberse a que esos individuos prestan menos atencin a la comida o recuperan menos recuerdos de los alimentos.

    Comida y memoria episdicaLos estudios revisados apoyan la hiptesis de

    que el recuerdo de los alimentos consumidos puede ser la base de la influencia ejercida por la alimentacin consciente.

    Los resultados combinados de los estudios sobre la memoria mostraron que el mejoramiento de la memoria de los alimentos consumidos disminuye la ingesta posterior.

    Dentro de estos de datos agrupados, los estudios individuales mostraron que la ingesta de alimentos se redujo reforzando la memoria a travs de la estimulacin de los participantes para que recuperen el recuerdo de las comidas pasadas.

    Un estudio anterior mostr que la manipulacin para mejorar la representacin de la memoria mejor los recuerdos y redujo la ingesta de alimentos.

    El hallazgo de que la distraccin y la disminucin de la atencin aumentaron el consumo de la comida inmediata tambin puede ser explicado teniendo en cuenta la representacin de la memoria. Ambos escenarios desvan la atencin de los alimentos, lo que puede llegar a reducir el recuerdo de cunto se ha comido en esa comida y provocar el consumo en exceso posterior. Por ejemplo, en un estudio, el aumento de la ingesta fue el resultado de la reduccin de la atencin asociada a una estimacin menos exacta de la cantidad de alimento ingerido.

    Los autores tambin comprobaron que la distraccin ejerce una influencia mayor sobre la ingesta posterior que en la ingesta inmediata. Esto podra significar que el mayor efecto en la ingesta proviene de la distraccin ya que el recuerdo de aquella comida se desvanece. Esto coincide con el hallazgo de que el recuerdo de la comida solo disminuy la ingesta unas pocas horas despus de la comida, cuando la memoria de esa ingesta pudo haberse desvanecido. Los autores sugieren que la memoria episdica alterada de una comida explica

    porqu ms tarde la ingesta aumenta como resultado de la distraccin, pero tambin deben tenerse en consideracin otros procesos.

    La distraccin puede interrumpir la habituacin a las cualidades de recompensa de un alimento en particular, posiblemente a travs de las alteraciones del recuerdo asociado a los alimentos. Sin embargo, esta explicacin parece poco probable para explicar los efectos de la distraccin en la ingesta posterior, ya que durante la distraccin y ms tarde se consumieron alimentos diferentes.

    Los autores hallaron tambin que la medida en la cual los individuos restringen su consumo para evitar el aumento de peso no modera la influencia que tiene la distraccin sobre la ingesta alimentaria inmediata. Esto sugiere que la influencia principal de la distraccin no se hace a travs de los procesos que alteran la autorregulacin.

    En conjunto, esto indica que los efectos de los estmulos de distraccin como la televisin, que aumentan la ingesta calrica total, estn probablemente ms relacionados con los efectos posteriores que con los efectos durante una comida, como es ampliamente considerado.

    Existe evidencia de calidad de que los procesos mnsicos influyen en la ingesta de los alimentos, y esto coincide con la evidencia de que los individuos que son incapaces de formar recuerdos episdicos por daos en el hipocampo tienen el apetito alterado.

    Sin embargo, no est claro cules son los aspectos importantes de la memoria. La intensidad de las imgenes de la memoria, el recuerdo del alimento ingerido y el recuerdo de las caloras consumidas se asociaron con cambios en la ingesta alimentaria. Una posibilidad es que en la toma de decisiones para comer, las personas aprovechen la informacin proveniente de la memoria en relacin con el poder de saciedad que tienen la mayora de los alimentos consumidos recientemente. Si se recuerda que la ltima comida ha conseguido saciar, este recuerdo tiene un efecto inhibidor sobre la ingesta futura.

    Usando los recuerdos de la comida de esta manera para tomar decisiones informadas en cuanto a la ingesta alimentaria futura permite a los individuos aplicar su amplia experiencia en el aprendizaje del poder de saciedad que tienen los alimentos, y predecir las consecuencias de una alimentacin adicional.

  • 23bariatrica

    Los recuerdos de la comida tambin pueden ser necesarios para interpretar las seales del estado interno asociado con la ingesta de alimentos, asignando seales interoceptivas a la comida reciente.

    Conceptos cognitivos en el control del apetito

    Estos hallazgos son importantes porque ponen de manifiesto un papel crtico de los procesos cognitivos en la comida, y el potencial para desarrollar nuevas intervenciones para el control del peso, basadas en la cognicin dirigida a los alimentos.

    Los autores sostienen que los recuerdos de las comidas proporcionan un medio eficaz para utilizar la informacin sobre los efectos fisiolgicos de los alimentos antes consumidos y predecir las consecuencias del consumo adicional, y as evitar los efectos adversos del consumo excesivo.

    Este enfoque proporciona un puente conceptual entre los mecanismos implicados en la deteccin y asimilacin de los nutrientes y las regiones superiores del cerebro involucradas en la toma de decisiones. Esto es importante ya que los enfoques tradicionales para el control del apetito consideran a los controles fisiolgicos y cognitivos de la alimentacin como algo separado de los componentes completamente integrados de un mismo sistema, tal vez por la poca comunicacin que ha habido entre los investigadores interesados en la comprensin de los controles fisiolgicos de la comida y aquellos que trabajan en el control cognitivo. Tambin hay consecuencias para comprender las relaciones entre la comida y la cognicin.

    La evidencia analizada aqu, dicen los autores, sugiere que la ingesta de alimentos est influenciada por los procesos que restablecen la memoria y la atencin, y esa evidencia, asociada a la evidencia recientemente hallada de que las dietas occidentales daan las estructuras cerebrales que son importantes para el aprendizaje y la memoria, se puede pensar que la relacin entre la cognicin y la comida es bidireccional.

    El consumo de una dieta con elevado contenido de grasa y azcar puede tener efectos perjudiciales en el hipocampo, lo que tiene consecuencias en la funcin mnsica y el control del apetito, establecindose un crculo vicioso que mantiene el consumo excesivo de alimentos.

    Uso clnico y desarrollo de una alimentacin consciente

    Estos resultados sugieren que las estrategias conductuales para fomentar que las personas presten ms atencin a lo que comen podran ayudar a regular el consumo de alimentos. Los autores no hallaron evidencia en los estudios que probaron el uso de estrategias para una alimentacin consciente en una intervencin o un marco aplicado. Los hallazgos sugieren cuatro principios que pueden ayudar a controlar la ingesta mediante el desarrollo de estrategias de comportamiento:

    1) Comer sin estmulos distractoresLa evidencia indica que la distraccin influye ms

    tarde en la memoria de los alimentos consumidos y la ingesta de caloras, pero pueden existir algunas cuestiones prcticas relacionadas con la aplicacin de este principio. Por ejemplo, comer con otras personas podra ser una fuente de distraccin y se ha demostrado que en algunos contextos el consumo de caloras es mayor, sin embargo comer con los dems tambin tiene beneficios, porque se cree que las comidas familiares son importantes para adoptar hbitos de alimentacin saludables. Ms realistas pueden ser las instrucciones para evitar comer mientras se mira televisin. Debido a que muchas veces el tamao de las porciones se planea con anticipacin, no siempre la distraccin se acompaa de un aumento de la ingesta durante esa comida.

    2) Antes de comer, evocar el recuerdo de los alimentos consumidos previamente

    En los estudios revisados, los mtodos de laboratorio como el repaso mental de los alimentos ingeridos y el mejoramiento de la memoria redujeron

  • 24bariatrica

    la ingesta de alimentos, pero se debe considerar practicar su uso fuera del laboratorio. Es necesario desarrollar estrategias que permitan recordar, antes de comer, los alimentos que se han consumido previamente, siendo esto ms conveniente que escribir durante 5 minutos lo que se ha ingerido durante el da.

    3) Ser consciente de los alimentos que se consumen y 4) mejorar la memoria de los alimentos consumidos

    El repaso mental de los alimentos ingeridos o la aplicacin de estrategias visuales de los alimentos antes consumidos podran mejorar la memoria de los alimentos consumidos. De manera similar, instruir a las personas para que solo dispongan de recipientes de comida u otras seales de los alimentos ingeridos al final de una comida, y no durante, podra ayudar a evitar la disminucin de la atencin de los alimentos que se consumen.

    Los enfoques basados en estos principios pueden requerir el desarrollo de estrategias de comportamiento complejas con el apoyo de tcnicas para el cambio de conductas, en el caso de incluirse en un programa clnico o establecer una intervencin de alimentacin consciente autnoma. Es evidente que algunas de estas sugerencias requieren que las personas se comporten de una manera que, por empezar, puede no ser natural, de modo que esto requerir que se hallen herramientas para animar a la gente a desarrollar estas estrategias hasta que se convierten en hbitos.

    Enfoque combinadoUna intervencin de alimentacin consciente

    puede ayudar a las personas a limitar su consumo de alimentos sin tener que restringir la ingesta. Esto puede ser particularmente til para los individuos

    que tratan de mantener su prdida de peso. Debido a que los datos revisados aqu fueron de estudios experimentales, los autores admiten tener poco conocimiento de los efectos a largo plazo de estas influencias sobre la ingesta de alimentos. Sin embargo, dicen, la magnitud del efecto observado indica que si se replican en el tiempo, estos hallazgos tendran importancia clnica.

    Construccin de la evidencia clnicaDebido a que la mayora de los estudios

    incorporaron personas con un ndice de masa corporal medio en un rango saludable, es importante examinar si esos efectos tambin se observan en personas con sobrepeso (porque sta es la poblacin ms importante).

    La cantidad de comparaciones para algunos subgrupos en el metaanlisis fueron relativamente pocas, de manera que es necesario realizar ms estudios para aumentar la confianza en los patrones de los resultados observados. Por ejemplo, el anlisis del efecto de la distraccin sobre la ingesta posterior se hizo en 4 estudios, contribuyendo con 6 comparaciones.

    Aunque los autores observaron un gran tamao del efecto y resultados altamente significativos en muchos anlisis de subgrupos, tambin se requieren estudios adicionales. En los estudios revisados, las pruebas de los mecanismos de accin fueron limitadas. Se requieren ms estudios para desentraar las causas subyacentes y brindar ms evidencia del papel del recuerdo de las comidas realizadas para explicar los resultados informados en el presente artculo.

    ConclusionesLa evidencia indica que la alimentacin

    consciente puede influir en la ingesta de alimentos y la incorporacin de sus principios en las intervenciones puede ayudar a la prdida y el mantenimiento de peso sin la necesidad de contar las caloras.

    Dres. Eric Robinson, Paul Aveyard, Amanda Daley, Kate Jolly, Amanda Lewis, Deborah Lycett, and Suzanne Higgs

    Traduccin y resumen objetivo: Dra. Marta Papponettihttp://www.intramed.net

    24bariatrica

  • 25bariatrica

    Introduccin La obesidad es una enfermedad que

    actualmente se encuentra clasificada como epidmica debido a la gran cantidad de personas que la padecen y las graves consecuencias econmicas, sociales y de salud que conlleva. La ciruga baritrica se ha propuesto como uno de los mtodos de manejo ms efectivos a corto plazo, especialmente para los casos de obesidad extrema que no responde a tratamientos mdicos, sin embargo debe realizarse en manos expertas y con el cuidado de un equipo de salud especializado.

    Qu cuidados se deben tener despus de la ciruga? Cmo ser la dieta? Qu debo hacer para cuidar mi salud? Qu riesgos se corren si no hay una buena vigilancia?

    Quines pueden someterse a una ciruga baritrica?

    Las cirugas para reduccin de peso no son para todas las personas. Debe seleccionarse cuidadosamente a los candidatos para evitar riesgos y obtener los mejores resultados.

    En Argentina: 1. IMC de 40 kg./m2 (obesidad mrbida) en

    adelante.2. IMC entre 35 y 39 kg./m2 (obesidad severa)

    asociado a otras patologas como por ejemplo: hipertensin arterial, diabetes, trastornos cardiovasculares, trastornos articulares, trastornos del sueo, disfuncin sexual, etc.

    3. Edad: entre 18 y 65 aos.4. Antecedente de reiterados intentos de

    descenso de peso bajo un plan completo (dieta, ejercicio, tratamiento psicolgico, medicacin) supervisado por profesionales, sin obtener buenos resultados, ni tampoco persistentes en el tiempo.

    5. Entendimiento por parte del paciente del tipo

    de ciruga que se le indica, sus beneficios, posibles riesgos y complicaciones.

    6. Compromiso con el plan de tratamiento, que implica un profundo cambio de conductas (nutricin, actividad fsica), tanto en el prequirrgico como a largo plazo.

    7. Paciente considerado apto para operarse por parte de todo el Equipo Multidisciplinario.

    8. Sin embargo, esta respuesta se la dar su mdico luego de una detallada evaluacin por parte de todo el equipo de profesionales.

    Una persona que se opera sin cumplir estos criterios corre riesgos arrepentirse, sufrir consecuencias graves en la salud que son irreversibles y potencialmente mortales, por lo que los equipos mdicos y pacientes deben cuidar de seguirlos al pie de la letra.

    Qu cambios se presentan despus de una ciruga baritrica en cuanto al peso?

    Los cambios en el peso, las consecuencias en la funcin del intestino, el tipo de alimentacin que se puede tomar, entre otros, dependen del tipo de

    Cambios que debe esperar despusde la ciruga baritrica

    CIRUGIA BARIATRICA

  • 26bariatrica

    ciruga que se le practique, ya que no todas son iguales.

    En general, la consecuencia de estas cirugas es el que el reservorio del estmago es demasiado pequeo para llevar una dieta como la que acostumbraba, la cantidad de alimento se reduce drsticamente ya que no cabe en el nuevo y reducido estmago. Como consecuencia de la reduccin en la alimentacin, el cambio en el peso se presenta rpidamente, desde los primeros meses.

    La cantidad de peso que pierda depende de cunto exceso tiene al inicio del tratamiento, que tanto se adhiere a la dieta, su rutina de ejercicio, la tcnica quirrgica y otros factores como la edad, sexo, enfermedades asociadas, medicamentos, etc. Se pierde alrededor de un 50 a 80% del exceso de peso inicial. Por ejemplo: una persona que mide 1.70 y pesa 150 kilos, debera pesar 66 kilos, por lo que el exceso de peso es de 84 kilos. Con una ciruga baritrica puede perder entre 42 y 66 kilos, por lo que a pesar de la ciruga tendra entre 18 y 32 kilos de sobra que deber perder para lograr su peso ideal.

    Qu otros beneficios se pueden esperar en cuanto a la salud?

    Al reducir el peso, muchas enfermedades

    metablicas pueden mejorar, como: diabetes, hipertensin, colesterol elevado, asma, dolores osteoarticulares, infertilidad, etc. No siempre se curan puesto que el dao puede ser permanente, pero es posible que requieran menos tratamiento para ser controladas.

    Cuando se mejora la capacidad de movilizarse y hacer ejercicio, ste mejora aun ms las condiciones metablicas.

    Qu problemas de salud pueden desarrollarse? El riesgo de las cirugas baritricas radica en dos

    elementos: afectan la funcin normal del intestino y pueden ser irreversibles. El estmago e intestino producen sustancias que permiten el aprovechamiento de los nutrientes, adems de ser rganos vitales para la produccin de hormonas y reserva celular.

    En algunos tipos de ciruga estas capacidades se pierden lo cual lleva a situaciones como:

    - Malabsorcin: el intestino no puede absorber grasas, vitaminas y minerales vitales para la funcin del cuerpo, por lo que hay que tomarlas de por vida. Asociada a esto, algunas personas padecen diarrea crnica.

    - Poca ingesta de alimentos: el estmago pequeo no tolera excesos de alimentos y en ocasiones ni siquiera raciones normales, por lo que hay riesgo de desnutricin y deficiencia de vitaminas.

    - Reflujo: el nuevo tamao y localizacin del estmago pueden facilitar que el cido del intestino se regrese a la boca causando agruras, dolor y distensin.

    - Rebote: a pesar de la importante prdida de peso, las personas pueden volver a subir si no siguen una dieta adecuada. Muchos pacientes pueden ganar hasta un 20% del peso en los siguientes 5 aos.

    - Piedras: la prdida rpida de peso se asocia a piedras en la vescula (litiasis vesicular) y tambin se ha reportado un aumento en la formacin de clculos renales.

    Cmo puedo evitar estos problemas despus de mi ciruga?

    Lo ms importante es la prevencin. Antes de someterse a la ciruga debe informarse

    bien respecto al tipo de tratamiento que recibir y

  • 27bariatrica

    cules son los posibles efectos adversos. Tambin pregunte sobre las medidas que debe tomar para detectar estas consecuencias y a quin acudir en caso de tenerlas.

    Los grupos especializados en cirugas baritricas estn formados por varias personas: psiclogos, nutrilogos, endocrinlogo, cirujano, etc.

    Todos ellos deben dar su aprobacin para realizar la ciruga y todos ellos pueden informarle respecto a los efectos adversos potenciales.

    No se quede con dudas y somtase a la ciruga solo cuando las haya resuelto.

    Una vez que la ciruga se ha realizado asegrese de:

    Tener muy claras las indicaciones del mdico para su alimentacin durante su estancia hospitalaria y los primeros das en casa. Su dieta ir cambiando conforme pasen los meses, por lo que estas indicaciones pueden variar.

    No puede dejar pasar sus citas a laboratorio y consulta mdica. Una persona operada debe tener control mdico de por vida.

    Apguese a la dieta lo ms que pueda. As lograr una mayor prdida de peso, adems de que ser ms duradera.

    Pregunte a su mdico si va a requerir comple-men tos vitamnicos o suplementos dietticos, cuando, de qu tipo y por cunto tiempo los debe tomar.

    Estas indicaciones pueden cambiar dependiendo del estado de su nutricin.

    No se automedique, especialmente con vitaminas o complementos que pueden ser txicos.

    El apoyo psicolgico es de gran importancia para el xito de la ciruga. Dejar de comer en las cantidades acostumbradas, el cambio de imagen y actividades puede generar alteraciones emocionales.

    Los grupos de apoyo y terapia individual ayudan a mejorar su adaptacin al nuevo estilo de vida.

    Espere la aprobacin de sus mdicos antes de someterse a cualquier intervencin cosmtica ya que su estado de salud puede ser frgil.

    Consulte con su mdico antes de realizar cualquier cambio posterior a su rutina, alimentos o medicamentos.

    Su salud a largo plazo depende de la disciplina que usted tenga.

    Apyese en el grupo de expertos. No juegue con su salud o su apariencia ni se

    arriesgue a las consecuencias de suspender su tratamiento. Recuerde que sus razones para operarse fueron precisamente cuidar de su persona.

    Permita que su mdico le ayude despus de su ciruga.

    www.endocrinologia.org.mx

  • 28bariatrica

    La Obesidad mrbida, una enfermedad preocupante.

    La mayora de las personas con obesidad mrbida son personas sedentarias, con limitaciones fsicas, lo que les determina una baja capacidad fsica. Tienen dificultad para realizar diferentes actividades, les cuesta moverse, caminar, subir escaleras, sienten que les falta el aire, tienen cansancio muscular y dolores articulares, que les impide la realizacin de cualquier actividad fsica.

    El ejercicio fsico es todo movimiento corporal producido por los msculos esquelticos y que ocasiona un gasto energtico. La prctica regular y sistemtica de una actividad permite tener un mejoramiento general de la aptitud fsica y motriz. La consigna es realizaral durante el tiempo libre, de manera recreacional.

    Algunos beneficios que se obtienen con la prctica de ejercicio fsico regular son los siguientes:

    Aumentodelgastoenergtico Aumentodelacapacidadpulmonar

    Disminucindelapresinarterialelevada Disminucindelosnivelesdetriglicridosy

    colesterol Disminucindelosnivelesdeinsulina Disminucindelamasagrasa Aumentodelacapacidadaerbica AumentodelafuerzamuscularModificacindelaconductadealimentariaMejoralarelacinconelpropiocuerpo.

    La obesidad consiste en un exceso de peso corporal por un aumento de grasa, que conlleva una serie de problemas para la salud. La obesidad se origina por una ingesta de alimentos con aporte calrico superior al requerido para las necesidades energticas del individuo.

    Tanto para tratar esta enfermedad multifactorial como para prevenirla es necesario un cambio de hbitos. Cmo lo vamos hacer? A travs de un trabajo en conjunto, interdisciplinario, que va a estar dado por una estabilidad emocional, la prctica de ejercicios fsicos programados y dieta equilibrada,

    Actividad fsica en personas quepadecen obesidad mrbida

    ACTIVIDAD FISICA

  • 29bariatrica

    estas tres reas son fundamentales para lograr el objetivo de salud y el bienestar fsico, mental y social.

    No es tarea fcil ya que las personas obesas por lo general han realizado mltiples tratamientos para disminuir su peso corporal, con resultados parciales muchas veces, han descendido y han vuelto a recuperar el peso perdido al abandonar el tratamiento, provocando frustraciones y generando autoaislamiento y autodiscriminacin producto del estado de nimo reactivo a la obesidad. Por esto es necesario lograr el compromiso del paciente consigo mismo y con el equipo, ms un aliado familiar que sostenga la motivacin de la persona.

    Antes de empezar a trabajar se debe realizar una evaluacin fsica inicial, por un mdico clnico y cardilogo, para conocer aquellas enfermedades que puedan impedir la realizacin de algn esfuerzo fsico. De esta manera estamos en condiciones de realizar un programa de entrenamiento personalizado de acuerdo al exceso de peso.

    El objetivo a trabajar es aumentar la capacidad fsica de la persona obesa y la tolerancia al esfuerzo. La metodologa a emplear es: fortalecimiento de la masa muscular, aumentar la capacidad cardiopulmonar, mejorar la movilidad articular, flexibilidad y elongacin.

    Se puede comenzar a trabajar en una silla sentados por ejemplo, utilizando el propio peso del cuerpo, luego agregar bandas elsticas y/o pesitas, realizando ejercicios que fortalezcan la musculatura. El trabajo aerbico es muy importante, se iniciara con caminatas de distancias cortas, descansando cuando el cuerpo lo pida. Otra alternativa es andar

    en bicicleta fija modificando el asiento y pedaleando sentados. La natacin es otra muy buena alternativa.

    Se debe respetar un aumento progresivo en la intensidad y duracin del ejercicio, realizando actividades en das alternados de 2 a 3 veces por semana, y aumentando el tiempo de trabajo 10 15 minutos. Es muy importante proponer metas cortas y realizables para que no se abandone la prctica sistemtica de ejercicios fsicos.

    Es fundamental que el paciente modifique su conducta sedentaria e incorpore el ejercicio fsico en la vida cotidiana. Para esto se debe elegir junto con el profesional la actividad a seguir, y ser aquella que proporcione placer, seguridad y sobre todo continuidad.

    Fuente de informacin:Cecilia Betsabe Penutto, licenciada en Educacin Fsica

    del Centro Quirrgico de la Obesidad.

  • 30bariatrica

    Hospital Zonal General de Agudos Dr. C.A.BocalandroDireccin: Ruta 8 Km. 20,5 (Av. Eva Pern) N 9100Barrio:Loma Hermosa - Tres de Febrero ; Cd. Post.: B1702Telfono: 011-4841.0219

    NOS INFORMA DE SUS:

    REUNIONES MENSUALES

    EL PRIMER JUEVES DE CADA MES, 11.30 hs. En el aula del Hospital.Reunin de pacientes operados y no operados. del programa de PROTOCIM (Programa de Tratamiento de la Obesidad y Ciruga Metablica) para compartir testimonios e informacin til.

    CAMINATAS SEMANALES. LOS VIERNES 15 HORAS Caminamos en la Plaza de Villa Bosch. frente al colegio PIO XII. Tener un plan de alimentacin saludable y un programa de ejercicio fsico son los mejores aliados para lograr los objetivos.

    DESDE Ciruga Baritrica del Sanatorio Allende Servicio de Obesologa Ciruga Baritrica y Metablica Sanatorio Allende Nueva CrdobaAv. Hiplito Irigoyen 384 Crdoba (X5000JHQ)

    Servicio de Obesologa Ciruga Baritrica y Metablica Sanatorio Allende CerroPedro Simn Laplace 5749, Esq. Blas Pascal. Villa Belgrano CrdobaConmutador Central: 0351- 4269200Turnos: 0810 555 2553E-mail: [email protected]

    Nos comunican que todos los CUARTOS MIERCOLES DE CADA MES a las 20 hs. realizan su CHARLA GRATUITA ABIERTA A LA COMUNIDAD sobre TRATAMIENTO QUIRURGICO DE LA OBESIDAD.

    2, 3 y 4 de MAYO.VII CONGRESO DE CIRUGIABARIATRICA Y METABOLICA.Hotel Sheraton de la Ciudad de Mendoza. http://www.congresobariatrica.com.ar/index.php?pagina=programa#indice=descarga

    Y nos anticipan la CUARTA JORNADA INTERNACIONAL DE ACTUALIZACION INTEGRAL DE LA OBESIDAD. Que se llevar cabo en el Hotel Sheraton de la ciudad de CORDOBA los dias 2 y 3 de agosto 2013. Organizan: Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Crdoba Consejo de Mdicos de la Provincia de Crdoba.

    Y sobre la que seguiremos informando.

    AgENDA

  • 31bariatrica

    DIRECCION:Walter Vega

    EDITORA RESpONSAblEMnica Viviana Villarreal

    REDACCION publICITARIAMnica Viviana Villarreal

    ARTEEquipos creativos de MyW Solucionesy Estudio Pionero

    AREA COmERCIAl y publICIDADMnica V. Villarreal

    CONTACTO y publICIDAD: Tel.: 011-4931-8746 / [email protected]@guiabariatrica.com.arwww.bariatricarevista.com.ar

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    STAFF

    Los esperamos a todosel jueves 2 de mayo, 9:30 a 11:30 hs.

    en la sala Fader CHotel Sheraton, Mendoza

    Mesa: Redes Sociales de Apoyo a las Personas con Obesidad

    para la presentacin de nuestra

    CBSJBUSJDBGZk^hiV

  • 32bariatrica

    nuestro lugar en la web

    Encuentro Baritrico.comwww.

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