BESTA BERRI

BESTA BERRIJuan Antonio Urbeltz es el autor de la idea original, de la coreografía, del vestuario y director del montaje que pone sobre el escenario a 100 bailarines. Además de arreglar varias melodías tradicionales, Marian Arregi ha creado la atractiva música del espectáculo, que reúne a un nutrido y versátil grupo de 15 músicos. Junto al grupo Argia, y bajo la coordinación de cuatro maestros de danza experimentados, los mejores bailarines de varias de las tradiciones más vivas del País Vasco conforman un elenco irrepetible de artistas, representantes de la actual creación cultural vasca.

En el plano de lo sagrado, el cristianismo ha celebrado el poder calorífico del Sol en la Besta-Berri o Corpus Christi. Fiesta de gran exuberancia y esplendor por los cortejos de monstruos, de tarascas, gigantes, enanos y otras estrafalarias invenciones de la cultura popular que abrían el desfile, de danzantes representativos de las cofradías artesanas, de los cabildos religiosos y autoridades que desfilaban en tan importante fiesta.

Cuestión de gran alcance simbólico era el corte que se daba al ecosistema vegetal de las orillas fluviales, hábitat de la muy molesta fauna formada por combativas legiones de mosquitos, tábanos y moscas de todo pelaje. La vegetación citada, compuesta por gladiolos, juncos tiernos, espadañas y colas de zorro, era troceada y arrojada sobre las vías públicas de villas y ciudades por las que pasaba la procesión.

El cuerpo de Cristo en forma de hostia consagrada, es colocado dentro de la imagen solar de la custodia y paseado por las calles, adorándolo como Sol invictus. La alegoría no presenta ninguna dificultad para ser comprendida: en su caminar como Sol Invictus, Cristo triunfante humilla a tan molestos y peligrosos insectos pisando y destruyendo el ecosistema donde viven.

En su celebración anual, la fiesta de Corpus Christi es un poco anterior a la del solsticio, y aunque no lo sabemos, podemos entender que su instauración por el Papa Urbano IV en 1264 fuera un intento de cristianizar las muy paganas celebraciones del 24 de junio alrededor de la figura de San Juan Bautista.

SINOPSIS

Fiesta de la mañana

El paseo de la Tarasca

Danza de Espadas de Gipuzkoa y Danza de Broqueles

Auto Sacramental matutino

Besta Berri en Heleta

Soka-dantza de los Apóstoles de Oteiza

Auto Sacramental vespertino

Muriska

Duración: 1 h. 15'

PROGRAMA

RITUAL COREOGRÁFICO Y PRESENCIA MUSICAL PROGRAMA

Comienza el espectáculo con el tradicional volteo de campanas de la Parroquial de Oñate sonando en la mañana de Corpus-Christi. Sobre la corbata del escenario hierba fresca cortada y puesta en la forma en que ha sido tradicional en las celebraciones de este día. Comienza a sonar una vieja melodía festiva guipuzcoana conocida como Iriyarena, “la del toro”, propia de los juegos taurinos de la llamada Sokamuturra o “toro ensogado”. Festejo muy querido por nuestros tatarabuelos en sus años jóvenes.

En tanto esta melodía suena, niños y niñas se afanan en arreglar la hierba del suelo, a la vez que sobre la escena aparece la temida Tarasca, monstruo tradicional en las procesiones cívico-religiosas de este día en distintas ciudades de Europa. Los niños y niñas se enfrentan al monstruo, por momentos se escapan de él, en otro momento lo acosan, hasta que una niña «amansa» a la fiera dándole de comer de su mano un manojo de hierba. Niños y Tarasca se despiden de la escena bailando Iriyarena.

El Paseo de la Tarasca

El Paseo de la Tarasca

Comienza a sonar una vieja melodía, propia de los juegos taurinos. Niños y niñas se afanan en arreglar la hierba del suelo, cuando sobre la escena aparece la temida Tarasca...

Danza de Espadas de Gipuzkoa y Danza de BroquelesInmediatamente se rompe el color y ritmo musical de la escena anterior, y en una combinación instrumental de trompeta, acordeón y violines se da paso a una melodía de sabor militar, tradicional del pueblo nabarro de Leitza y como diana en los sanfermines de Pamplona, con la que entra la Ezpatadantza de Gipuzkoa. La danza es bailada con espadas cortas tomadas con pañuelos al son de una melodía tradicional tocada con txistu y tamboril.

A su terminación, y con un nuevo cambio en el color de la música, entra en acción tañendo sus castañuelas un grupo de ocho bailarines con su capitán, acompañados por cuatro sargentos armados con rústicas alabardas. Golpeando pequeños broqueles de madera y palos este grupo baila dos variantes guipuzcoanas de este género coreográfico conocido como brokeldantza: una transmitida por la familia Pujana de Ordizia, continuadora del maestro de danza del siglo XIX Juan Ignacio de Iztueta, en tanto que la otra es propia del carnaval del pueblo guipuzcoano de Lizartza, donde se conoce como paladantza.

Danza de Espadas de Gipuzkoa

En una combinación instrumental de trompeta, acordeón y violines se da paso a una melodía de sabor militar, tradicional diana en los sanfermines de Pamplona. Entra la Ezpata-dantza de Gipuzkoa.

Danza de BroquelesUn grupo de ocho bailarines con su capitán, acompañados por cuatro sargentos armados con rústicas alabardas, baila dos variantes guipuzcoanas del género coreográfico conocido como Brokel-dantza.

Besta Berri en Heleta En primer lugar el cortejo procesional de Heleta. Es una colorista procesión con matices barrocos en la expresión de sus trajes de factura ingenuamente militar. Precedidos por la figura de un Makilari, un remedo de tambor mayor de los distintos ejércitos que se forman a partir de la Revolución Francesa, es seguido por un cortejo de personajes del Carnaval.

Bandelari o abanderado, que marca un paso ceremonial llevando la bandera vasca, Zapurrak o zapadores con morriones de piel, delantales y hachas de madera sobre el hombro, Oilarrak o gallos, personajes armados con alabardas, un Suizo, una compañía de jóvenes armados con fusiles con bayoneta calada, los oficiales con sus sables. Todo el cortejo desfila al ritmo de las marchas de tipo militar propias de la comuna de Heleta, muy singulares dentro de las tradiciones folclóricas de la Baja-Nabarra.

Besta Berri en Heleta

Una colorista procesión con matices barrocos en la expresión de sus trajes de factura ingenuamente militar, que se forman a partir de la Revolución Francesa.

Soka-dantza de los Apóstoles de Oteiza

La segunda entrada del Auto Sacramental matutino es el Aurresku o Soka-dantza de los Apóstoles de Jorge de Oteiza. Este es un homenaje al escultor Jorge Oteiza (Orio 1908-Donostia 2003), primer premio en 1956 de la Vienal de Escultura de Sao Paulo, y uno de los máximos impulsores del renacimiento cultural vasco de la década de los 70 del pasado siglo XX. En la década de los sesenta Oteiza situó sobre la puerta principal de la Basílica de Aranzazu (Gipuzkoa), un polémico friso con catorces Apóstoles. En nuestra recreación coreográfica hay una danza en cadena o Soka-dantza con los Apóstoles según la tradición de Oñati, junto con las danzas del día de Corpus-Christi de esa misma localidad: el Zortziko de San Miguel y un laberíntico Uztai-dantza o baile de arcos.

Soka-dantza de los Apóstoles de Oteiza

Danzas del día de Corpus-Christi de Oñati el Zortziko de San Miguel y un laberíntico Uztai-dantza o baile de arcos.

Soka-dantza de los Apóstoles de Oteiza: Bourrée de San Miguel Un grupo de niños y niñas que han hecho su Primera Comunión bailan una bourrée de Gascuña, de ritmo y color musical cercano a nuestros Ingurutxos.

Soka-dantza de los Apóstoles de Oteiza

En las procesiones de Corpus-Christi, ha sido proverbial el desfile de niños y niñas que en fecha tan solemne han realizado su Primera Comunión. Para esta representación centrada en las tradiciones de Oñate, hemos puesto en escena un grupo de pequeños para bailar una Bourrée de Gascuña, de ritmo y color musical cercano a nuestros Ingurutxos, que hemos dado en llamar Bourrée de San Miguel, dado que el arcángel es un personaje de primera fila en la procesión de Oñate. Una danza coral de los Apóstoles alrededor de la figura de Cristo, dos danzas de dos figuras femeninas en la vida de Jesús: Salomé y Verónica. La coreografía la remata un Branle cuya cuerda de danzantes es dirigida por Jesús, seguido de Salomé, los Apóstoles y San Miguel. Con un solo de violín entonando el Aita Gurea o ‘Padre Nuestro’ tradicional de la liturgia vasca, la Soka-dantza o cuerda de danza con Cristo al frente sale del escenario.

Una danza coral de los Apóstoles alrededor de la figura de Cristo, dos danzas de dos figuras femeninas en la vida de Jesús: Salomé y Verónica.

Soka-dantza de los Apóstoles de Oteiza

Muriska

Tomando como fundamento la Pastoral del teatro popular suletino, Muriska es una recreación danzada de esa vieja tradición teatral. Bajo la puertas del Cielo y el Infierno plantadas al fondo de la escena, el nudo dramático está formado por un Ángel y el Diablo, que simbolizan la arquetípica dualidad del bien y el mal, con el fondo de una vieja melodía suletina, Txoritua norat hua, romance inacabado que sustenta todo el nudo dramático. Forman la comitiva de la coreografía, hasta formar un grupo de 70 bailarines: un rey Cristiano con su Dama y un rey “Turco” con la suya, las Damas del Día para el rey y la dama cristianos, las Damas de la Noche para el rey y la reina “turcos”, un Capitán y Abanderado por parte cristiana más sus fuerzas de infantería y caballería, igualmente por parte “turca”: Capitán, Abanderado junto con infantes y fuerzas de caballería. El azul es el color “cristiano” en tanto que el rojo es de los “turcos”.

Tomando como fundamento la Pastoral del teatro popular suletino, un Ángel y el Diablo, que simbolizan la arquetípica dualidad del bien y el mal, con el fondo de una vieja melodía.

Muriska

Muriska Todo se inicia con la presentación de los personajes. En la primera danza, las Damas del Día “iluminan” al rey y la reina cristianos en el primer Branle. El seductor rey “turco”, acompañado por las Damas de la Noche toca el violín para su Dama, ambos reyes se desafían y combate.

Al son de flautas y tambores, con melodías de sabor militar dieciochesco tomadas de la tradición popular vasca, desfila la infantería cristiana y se presenta la caballería. Por parte “turca” su caótica presencia en la escena es acompañada por una banda de reminiscencias mehter que interpreta dos melodías alla turca que hemos hallado en la música popular vasca.

Entre combates y descargas de fusilería la representación toma un sesgo trepidante al dar paso a un enloquecido carrusel entre los caballitos “turcos” y cristianos. Los “turcos” son derrotados.

Con la melodía de comienzo, Txoritua norat hua, ambos cortejos se retiran de la escena: los cristianos desaparecen por las puertas del Cielo en tanto que los “turcos” lo hacen por las del Infierno.

Al son de flautas y tambores, con melodías de sabor militar dieciochesco tomadas de la tradición popular vasca, desfila la infantería cristiana y se presenta la caballería. Por parte “turca” su caótica presencia en la escena es acompañada por una banda de reminiscencias mehter que interpreta dos melodías alla turca que hemos hallado en la música popular vasca.

Muriska

Muriska

Tras el espectáculo, y como es habitual en numerosos teatros y espectáculos, junto con los maestros de danza de la i Argia, Juan Antonio Urbeltz comenta el espectáculo y comparte impresiones en directo con el público, tomando un aperitivo.

Conversando con Urbeltz

COMPAÑÍA ARGIA El espectáculo es ejecutado por un elenco de 100 bailarines y 15 músicos de diferentes partes y grupos del País Vasco organizados en torno al grupo Argia, que cuenta con una dilatada trayectoria en el ámbito de la investigación y recuperación de las danzas tradicionales así como en la propuesta y producción de espectáculos inspirados en la cultura tradicional del país.

Uno de los rasgos principales de nuestros espectáculos es la presencia de la música en vivo, que dota a estos de una especial vitalidad, fuerza y viveza que se ha convertido ya en una seña de identidad inconfundible. Bajo la dirección y creación de Marian Arregi, un grupo musical compuesto por acordeón, violines, grupo de txistularis, metales, diferentes tipos de percusiones, grupo de instrumentos de púa, grupo de dulzainas, etc. conforman diferentes combinaciones orquestales en función de las necesidades coreográficas y creativas; encargándose de la adaptación, armonización y ejecución de las melodías y piezas musicales seleccionadas para los espectáculos.

COMPAÑÍA ARGIA

El espectáculo es ejecutado por un elenco de 100 bailarines de diferentes partes y grupos del País Vasco organizados en torno al grupo Argia, que cuenta con una dilatada trayectoria en el ámbito de la investigación y recuperación de las danzas tradicionales así como en la propuesta y producción de espectáculos inspirados en la cultura tradicional del país. Los dantzaris de los grupos Kezka, Duguna, Haritz, Gure Kai, Arkaitz Maritzuli y Xingola componen la mejor muestra de la actual escena de bailarines, y recreaciones tradicionales del País Vasco. Orientados a la creación y dinamización artística, cultural y social, transmiten el espíritu de lo aprendido de las generaciones anteriores, adaptándolo a los parámetros de la actual sociedad, siempre con el futuro en el punto de mira. Bajo la dirección de Juan Antonio Urbeltz, su actividad es coordinada y dinamizada por cuatro Maestros de Danza que con la ayuda de los responsables de los grupos implicados en el proyecto se encargan de la preparación técnica del cuerpo de baile, su formación en los diferentes elementos coreográficos y la realización de los necesarios ensayos para la puesta en marcha y representación de los espectáculos.

COMPAÑÍA ARGIA