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7. Elfundamentalismo Recordemos que el denominado fundamentalismo clásico era la concep- ción epistemológica que aceptaba el reto escéptico más severo, que aceptaba todos los requisitos que éste imponía y no obstante pretendía obtener un conoci- miento que los satisficiese todos y fuese por tanto invulnerable. Como exponía- mos en el capítulo 6, dedicado al escepticismo, Descartes fue el introductor de este planteamiento epistemológico, que tanta influencia ha ejercido en filosofía, y tanto predicamento tuvo en la primera mitad del siglo xx en su versión empirista. Esta corriente se caracteriza por estos tres rasgos, que analizaremos a con- tinuación: 1) Una concepción arquitectónica del conocimiento. 2) El rechazo, tanto de la idea de que la justificación pueda incurrir en un regreso infinito, como de que suponga un círculo vicioso. 3) La distinción entre dos tipos de creencia, de acuerdo con su justifica- ción: creencias básicas y creencias derivadas. 7. 1 La concepción arquitectónica del conocimiento Para los fundamentalistas clásicos, el conocimiento es como un edificio que hay que asentar sobre fundamentos firmes y sólidos. El edificio sólo se man- tendrá estable, si se parte de una base sólida y se construye el resto del edificio sobre ella. Esta metáfora del edificio, conlleva una concepción jerárquica del conocimiento, y la necesidad de buscar un fundamento inamovible. Sólo si se encuentra este fundamento, se podrá asentar después el conocimiento en él. Una de las características de este fundamentalismo, es la de postular unos criterios de 101

Blasco y Grimaltos Fundamentalismo 7

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  • 7. El fundamentalismo

    Recordemos que el denominado fundamentalismo clsico era la concep-cin epistemolgica que aceptaba el reto escptico ms severo, que aceptabatodos los requisitos que ste impona y no obstante pretenda obtener un conoci-miento que los satisficiese todos y fuese por tanto invulnerable. Como expona-mos en el captulo 6, dedicado al escepticismo, Descartes fue el introductor deeste planteamiento epistemolgico, que tanta influencia ha ejercido en filosofa,y tanto predicamento tuvo en la primera mitad del siglo xx en su versinempirista.

    Esta corriente se caracteriza por estos tres rasgos, que analizaremos a con-tinuacin:

    1) Una concepcin arquitectnica del conocimiento.2) El rechazo, tanto de la idea de que la justificacin pueda incurrir en un

    regreso infinito, como de que suponga un crculo vicioso.3) La distincin entre dos tipos de creencia, de acuerdo con su justifica-

    cin: creencias bsicas y creencias derivadas.

    7. 1 La concepcin arquitectnica del conocimiento

    Para los fundamentalistas clsicos, el conocimiento es como un edificioque hay que asentar sobre fundamentos firmes y slidos. El edificio slo se man-tendr estable, si se parte de una base slida y se construye el resto del edificiosobre ella. Esta metfora del edificio, conlleva una concepcin jerrquica delconocimiento, y la necesidad de buscar un fundamento inamovible. Slo si seencuentra este fundamento, se podr asentar despus el conocimiento en l. Unade las caractersticas de este fundamentalismo, es la de postular unos criterios de

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    conocimiento muy estrictos, como hemos dicho, y buscar despus las creenciasque puedan satisfacerlos. Podramos decir que el procedimiento utilizado parauna construccin as est caracterizado por estos dos puntos:

    - Una vez asumido el reto escptico, no aceptar ms que aquello que seaauto-evidente.

    - El resto del sistema de conocimiento obtendr su justificacin de esasverdades indubitables. Por tanto, cabe reconstruir el sistema cognitivo apartir de ellas.

    Descartes, el artfice de esta posicin, as lo recomienda en los Principiosde filosofa:

    [...) es preciso comenzar por la investigacin de las primeras causas, esdecir de los Principios que [...)deben satisfacer dos condiciones: de acuerdocon la primera han de ser tan claros y tan evidentes que el espritu humanono pueda dudar de su verdad cuando atentamente se dedica a examinar-los; de acuerdo con la segunda, el conocimiento de todas las otras cosasha de depender de estos principios, de modo que pudieran ser conocidossin que las otras cosas nos fueran conocidas, pero no a la inversa, esto es,stas sin aqullos; adems es preciso intentar deducir de tal forma de es-tos principios el conocimiento de las cosas que dependen de ellos, quenada haya en toda la serie de deducciones efectuadas que no sea muymanifiesto.'

    En la concepcin axiomtica del conocimiento de Descartes, que toma elmtodo de la geometra (el conocimiento se deriva a partir de axiomas), es preci-so encontrar esas verdades indubitables, para poder derivar deductivamente elresto. Podemos observar as que, en esta concepcin fundamentalista del conoci-miento, la justificacin es un proceso de un solo sentido, es asimtrica. Unasproposiciones son ms bsicas y justifican a las dems, pero nunca puede darseel caso de que el proceso se invierta. Las creencias bsicas deben proporcionarsoporte a las dems, pero no pueden recibirlo de ellas. De esta manera, el esque-ma fundamentalista de la justificacin sera ms o menos el siguiente: dada unacreencia cualquiera, p, sta recibira su soporte de otras creencias, como q y r,que a su vez lo recibiran de s, t, u, v, etctera. As,

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    1. Descartes, 1644, p. 8.

    El fundamentalismo

    La justificacin siempre va de las creencias ms bsicas (bsicas en lo querespecta a la justi ficacin), a aqullas que lo son menos y adquieren su justifica-cin condicionalmente, dependiendo de aquellas creencias que les proporcio-nan soporte. Como puede inferirse de lo que decamos, y como veremos al apar-tado 7.3, las creencias bsicas (ltimas) no reciben su justificacin de ningunaotra creencia: se justifican a s mismas, son auto-evidentes. El fundamentalistaclsico cree en la necesaria existencia de creencias bsicas por una doble razn:1) ponen trmino a la cadena de las justificaciones,' y 2) segn el dictum de unode sus ms dignos representantes en el siglo xx, Clarence Lewis (1883-1964), amenos que algunas cosas sean ciertas, nada puede ser ni tan siquiera probable.'

    Comenzaremos por esta segunda parte de la razn. Cualquier creencia, apar-te de las bsicas, recibe su soporte de otras creencias, que suponen evidencias orazones para adoptarla. Su justificacin, por tanto, depende de ellas, como unaconclusin de sus premisas. As, una creencia es probable en relacin a sus creen-cias-prernisas, que a su vez son probables en relacin a otras creencias. De estamanera, si no encontramos unas premisas ciertas en s mismas, justificadas por smismas, que sean garanta del resto, no hay nada que est bien asentado. Ade-ms, como el proceso es unidireccional, si no tenemos la certeza de que aquelloque nos ha servido de fundamento es verdadero, nos quedaremos con el resque-mor de que nuestros razonamientos nos alejen cada vez ms de la verdad.

    7.2 El rechazo del regreso al infinito y del crculo vicioso

    Desarrollaremos ahora la primera parte de la razn aludida por los funda-mentalistas, que como veremos, est muy relacionada con lo que acabamos dedecir. Est claro que las creencias bsicas ponen fin a la cadena de justificacio-nes. sta es una de las razones que mayor fuerza intuitiva ha prestado a estaposicin: si no hay creencias bsicas que no necesiten ser justificadas, la justifi-cacin se convierte en un regreso infinito. Y la idea de que las justificaciones noacaben nunca jams nos repugna, nos parece inconcebible e inquietante. Si lacadena fuese infinita, cmo podramos saber si estamos verdaderamente justifi-cados? Nuestra mente es finita, y si no podemos saber si nuestras creencias estnjustificadas, realmente lo estn? Parece que una justificacin que nos resultadesconocida es un pobre consuelo para nuestras inquietudes epistemolgicas.No slo queremos que haya razones, creencias o lo que sea, que proporcionensoporte a lo que mantenemos: queremos saber que las hay y cmo proporcionansu soporte. Queremos mantener creencias por las razones adecuadas, y por tanto,queremos saber qu razones son esas. Casi nos atreveramos a decir que la justi-ficacin que nos es desconocida, no es verdaderamente una justificacin. Noqueremos decir que en todo momento haya que recordar cules son las razones olos procesos que nos han conducido a determinada creencia, pero s que, de al-

    2. Vase Chisholm, 1977.3. Lewis, 1929, cap. X.

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    guna manera, debemos tenerlas cuando las adoptamos. Es obvio que normal-mente no reproducimos en nuestra mente la cadena de razones que justifican laadopcin de determinada creencia. No adoptamos la creencia porque seamosconscientes de todos esos pasos. Pero s es cierto que, cuando se nos preguntapor las razones de nuestras creencias (inferenciales, no-bsicas) o cuando stasse ponen en duda, debemos ser capaces de dar (al menos a nosotros mismos) al-gn tipo de justificacin, por elemental que sea. No slo tenemos que estar justi-ficados, sino sentimos justificados. Sin embargo, dependiendo de cmo entenda-mos ese esfuerzo y ese proceso de reproduccin de la cadena de justificaciones,esta pretensin fundamentalista podra estar destinada al fracaso. LaurenceBonjour (1985) expone claramente una razn en la siguiente cita:

    Por ejemplo, yo creo que la hoja de papel en que estoy escribiendo a m-quina es la misma hoja de papel en que estuve escribiendo a mquina ayerpor la tarde. Estoy convencido de que esta creencia est justificada, yparece ineludible que, si est verdaderamente justificada, su justificacines de carcter inferencia!. Pero no estoy del todo seguro, a primera vista almenos, de cmo procedera la inferencia que la justifica. Alguna de laspremisas son bastante obvias, pero cualquier argumento adecuado habrade apelar a principios generales relativos a la individuacin de objetosfsicos que, simplemente, yo no s cmo formular. Si pasase cierto tiem-po reflexionando sobre ello, no dudo de que me acercara a la formula-cin del argumento, e incluso podra lograrlo ms o menos por completo.Pero tambin parece bastante claro que cualquier intento efectivo podraalejarse seriamente de obtener un xito completo.'

    'Pero aunque no reproduzcamos de hecho la cadena de justificaciones, stenemos que pensar que, si hicisemos el esfuerzo, sera posible reproducirla, ytendra un punto y final. Si la cadena fuese infinita, entonces no sabramos sinuestras creencias tienen el fundamento que consideramos necesario, y segn lodicho, eso sera casi como no estar justificados -o no estarlo, directamente. Elprecio a pagar bien podra ser el escepticismo.

    No obstante, existe otro problema. Quiz no siempre es posible reproducirla cadena de justificaciones hasta llegar a las creencias bsicas en las que descan-sara determinada creencia, pero parece que esa imposibilidad no afectara a sujustificacin. Yo s que Cristbal Coln descubri Amrica en 1492 -o al me-nos s que eso es lo que dice la historia. Ahora bien, no recuerdo cmo adquiresa creencia, no recuerdo qu profesor me lo dijo, ni en qu libro lo le. No tengouna creencia bsica (perceptiva, introspectiva o mnmica) en la que basar sujustificacin. Por ejemplo, no tengo recuerdo alguno (aparente o real) de m mis-mo leyndolo en un libro determinado, o escuchndolo en boca de algn profe-sor en particular. Y sin embargo, no pienso que ese hecho afecte a mi seguridado a mi justificacin.'

    4. Bonjour, 1985, p. 20.5. Un fenmeno frecuente entre creencias, como veremos en el captulo 9.

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    De todos modos, el fundamentalista todava puede considerar otra posibili-dad, o podra considerarla si no defendiese que la justificacin siempre se da enun mismo sentido, si admitiese la posibilidad de que creencias menos bsicasjustifiquen creencias ms bsicas. Por qu el esquema de la justificacin nopodra ser as?

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    Por qu no es lcito que nuestras justificaciones involucren este tipo decrculo? La razn que los fundamentalistas dan en contra de esta posibilidad, esque, si para justificar p necesitamos otras creencias, y stas a su vez necesitan p,entonces nunca podremos justificar esta ltima. Si p slo puede justificar v si ellamisma est previamente justificada, y para justificarla necesitamos v, que a suvez necesita p, entonces estamos incurriendo en un crculo vicioso.

    7.3 Distincin de dos tipos de creencias

    Por todo ello, los fundamentalistas piensan que la cadena de justificacio-nes debe tener trmino y que las creencias ltimas deben justificarse a s mis-mas. Defienden entonces que hay dos tipos de creencias, respecto de la justifi-cacin:

    a) creencias derivadas o mediatas, que son inferidas y reciben su justifica-cin de otras, y

    b) creencias bsicas o inmediatas, que, dada su naturaleza, no necesitanms justificacin, se justifican ellas mismas, resultan evidentes por smismas.

    En opinin del fundamentalista, estas creencias bsicas deben ser creen-cias ciertas y conocidas de manera inmediata, esto es, sin mediacin de procesoinferencial alguno. Por tanto, esa distincin equivale a decir que hay dos tipos decreencias: inferenciales y no inferenciales, cada una con sus propias caractersti-cas. En la tradicin empirista de este siglo (que hereda de Descartes la necesidadde un fundamento indubitable, pero rechaza el innatismo y explcitamente pre-tende proporcionar un fundamento al conocimiento emprico), las proposiciones

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    objeto de tales creencias deben cumplir los siguientes requisitos:" deben ser pro-posiciones informativas, deben ser proposiciones sobre la experiencia entonces,ya que las verdades lgicas o las analticas no seran informativas (y ellos nieganla existencia de proposiciones sintticas a priori); deben ser directamente veri-ficables, su verificacin se efectuar de forma inmediata y deber servir comocontrol de la verdad de las otras; por tanto, son proposiciones que se conocendirectamente, que no se someten a contrastes o controles ulteriores. Finalmente,debern ser incorregibles, lo que viene a entenderse como inmunes al error. Paralos empiristas. por tanto, las creencias bsicas debern ser las creencias percep-tivas. Pero no las creencias perceptivas sobre las cosas materiales que vemos,tocamos, etctera. Todos sabemos que los sentidos pueden jugamos malas pasa-das. Debern ser creencias ms bsicas, no sobre las cosas, sino sobre la aparien-cia de las cosas. El fundamentalista suele aplicar un principio que identifica laposibilidad de error con la inferencia, un principio que nunca aparece explcita-mente pero tiene gran poder intuitivo. A este principio implcito, podramos de-nominarlo Principio del origen inferencial del error (POIE) y enunciarlo as:

    (POIE): Si una creencia (o una proposicin) puede ser falsa (si cabe laposibilidad de que sea falsa), entonces es fruto de una inferencia.

    De esta manera, identifica inmediatez e incorregibilidad, y extrae comoconsecuencia que no podemos tener un conocimiento inmediato de los objetosfsicos, ya que obviamente podemos equivocamos respecto de las cosas materia-les: podemos sufrir ilusiones, alucinaciones, etctera. Como ya decamos en elcaptulo sobre el escepticismo, el recurso consiste en retrotraer nuestras afirma-ciones respecto del ser, a la mera apariencia. Segn los fundamentalistas clsi-cos, ~e puedo equivocar respecto de lo que veo, pero no respecto de lo que meparece ver. Me puedo equivocar respecto de si veo un tomate, pero no respectode si creo ver un tomate o respecto de si veo una mancha ms o menos roja,redonda y voluminosa. Las creencias sobre objetos fsicos son creenciasinferenciales, basadas en la apariencia, en la experiencia inmediata, que es expe-riencia de meros datos sensibles o experiencias subjetivas no comprometidascon el mundo. En realidad, cuando afirmamos que estamos viendo una cosa, esaafirmacin ha sido fruto de un proceso inferencial parecido a ste:

    Me parece que hay un XEn condiciones normales, cuando me parece que hay un X, verdadera-mente hay un XLas condiciones son normalesEntonces hay un X.

    Al hablar del escepticismo, ya hemos dicho que no est tan claro que lascreencias sobre la experiencia sensorial, si las hay y cuando las hay, sean inco-rregibles. Ya lo veremos cuando nos ocupemos de la percepcin. Ahora, comoya hemos dicho, el principal problema es qu podemos hacer a partir de aqu. Elconocimiento emprico no puede ser deductivo, y aunque este tipo de creencias

    6. Seguiremos a Ayer, 1956, cap. 11.

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    ELfundamentaLismo

    verdaderamente supusiese un fundamento slido, el proceso de justificacinque, partiendo de ellas, nos llevara a afirmaciones sobre el mundo, nunca estaralibre de la posibilidad de error. El fundamentalismo clsico se ha caracterizadoentonces por emprender un enorme esfuerzo para conseguir algo imposible. Suproblema ha sido aceptar todas las premisas del escptico e intentar negar su con-clusin. Pero est claro que, si aceptamos todas las premisas del escptico, ya nohay salida.

    Los propios fundamentalistas ya fueron conscientes de que la labor de de-ducir las creencias inferenciales de las creencias bsicas no poda llevarse a cabo.Eso mismo pareca desprenderse de la mencionada recomendacin de Lewis:las creencias inferidas no eran ciertas, sino probables, porque la inferencia de laspremisas a la conclusin no es deductiva. Si fuese deductiva y las premisas fue-sen ciertas, las creencias inferidas tambin lo seran. No obstante, seguan pen-sando que las premisas deban ser ciertas, entendiendo eso en el sentido de que,adems de no necesitar justificacin, fuesen inmunes al error. Pensaban que laauto-justificacin equivala a imposibilidad de error.

    7.4 Otros fundamentalismos

    Si reflexionamos sobre lo dicho, veremos que el fundamentalismo clsicomantena en su vertiente ms contempornea los siguientes supuestos:

    - Las creencias bsicas eran creencias sobre datos sensibles.- Las creencias bsicas deban ser creencias ciertas, tanto en un sentidopsicolgico (el sujeto de la creencia no tiene duda alguna), como en unsentido lgico (el error es imposible).

    - Las creencias bsicas eran creencias inmediatas, yeso tambin en undoble sentido, psicolgico y lgico: no slo se revelaban como inmedia-tamente ciertas al sujeto, y por tanto ste senta que ya no era necesarioapelar a nada ms parajustificarlas (se mostraban como verdaderas en smismas), sino que adems, no existan premisas ms bsicas de las quese pudiesen derivar.

    - De esta forma, tambin se equiparaba la inferencia psicolgica con lainferencia lgica. Slo se poda creer algo sin tener que realizar procesoinferencial alguno, si la creencia en cuestin era incondicional, esto es, si.no dependa de otras creencias que pudiesen actuar como premisas parasu justificacin.

    - Por ltimo, figurara el supuesto implcito de que slo una creencia (ovarias, pero creencias) puede servir como justificacin de otra creencia(si bien ambas pueden ser la misma).

    No obstante, si consideramos que lo nico que necesita postular un plan-teamiento fundamenta lista, es que hay unas creencias ms bsicas que otras, yque las primeras pueden servir de fundamento a las segundas en la cadena dejustificacin (como suele ocurrir en las ltimas caracterizaciones de esta posi-

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    cin), ninguno de esos supuestos es esencial al fundamentalismo. Diversas posi-ciones fundamentalistas podran renunciar entonces a alguno de esos supues-tos, e incluso a todos. Si siguisemos la clasificacin de Bonjour,? adems delfundamentalismo clsico del que hemos hablado, podramos distinguir unfun-damentalismo moderado, y unfundamentalismo dbil.

    Elfundamentalismo moderado es aquel que defiende que las creencias b-sicas deben tener una justificacin primafacie, pero que no tienen por qu resul-tar infalibles. Es decir, para que una creencia bsica pueda servir de justificacinal resto de creencias que dependen de ella, no tiene por qu ser infalible, slodebe estar justificada sin apelar a otras creencias.

    Elfundamentalismo dbil, por su parte, sera aquel que defendera que lascreencias bsicas poseen cierto grado de justificacin, que no es suficiente paras mismas, ni mucho menos para sustentar las otras creencias, pero que puedenrecibir justificacin adicional de las otras creencias, en la medida en que stasconstituyen un sistema coherente. A esta posicin, mezcla de fundamentalismoy coherentismo, Susan Haack (1993) la denominafundherentismo, y la caracte-riza as:

    (FH 1)La experiencia del sujeto es importante para la justificacin de suscreencias empricas, pero no es necesario que exista una clase privilegia-da de creencias empricas justificadas exclusivamente por el apoyo de laexperiencia, independientemente del apoyo de otras creencias;

    y:(FH2) La justificacin no es exclusivamente unidireccional, sino queinvolucra relaciones omnipresentes de apoyo mutuo."

    Cuando en estos fundamentalismos se habla de experiencia, se est hablan-do ya de experiencia ordinaria, la de objetos pblicos y no la de datos sensiblesprivados. Por tanto, estos dos tipos de fundamentalismos han rechazado cuandomenos dos de los supuestos del fundamentalismo clsico: que las creencias b-sicas versan sobre datos sensibles, y que las creencias bsicas deben ser ciertas.De hecho, la clasificacin de Bonjour est elaborada de acuerdo con el grado decerteza que sus defensores confieren a las creencias bsicas.

    Aunque en realidad, el fundamentalismo moderado no necesita renunciar ala certeza respecto de las creencias bsicas, siempre que distinga claramente en-tre certeza lgica y certeza psicolgica. Consideremos a continuacin el resto delos supuestos del fundamentalismo clsico.

    Ya hemos dicho que la certeza lgica es probablemente imposible de con-seguir respecto de las creencias empricas, pero que la certeza psicolgica esalgo que se da continuamente en las creencias perceptivas. Que ahora, a plenaluz del da y a medio metro de distancia, veo un libro de tapas de color amarillo,es algo de lo que tengo certeza. Es una creencia que obtengo de una manera noslo cierta sino inmediata. Es una creencia que se me impone y de la cual ni

    7. Bonjour, 1985, cap. 2.8. Haack. 1993, p. 37.

    El fundamentalismo

    puedo ni s cmo dudar. En qu podra consistir la duda respecto de que eso esas?, qu podra alegar adems como justificacin de esa creencia? Que loveo. Algo ms? No s qu ms podra aducir parajustificarla, ni veo necesidadalguna de hacerlo. Si alguien dudase o fingiese dudar de la verdad de ese enun-ciado en las circunstancias mencionadas, sabiendo qu es ser un libro y qu esser amarillo, no habra nada que pudiese convencerlo. Estara atentando contranuestro juego de lenguaje, el dilogo con l sera imposible. Qu puedo ofreceryo como justificacin de mi creencia de que hay una mesa frente a m, mientrasescribo? Que la veo?, y si alguien me pregunta Cmo lo sabes?. Qu pue-do decirle? Si no tengo razones para dudar, cmo puedo encontrar razones pa-ra justificarla? Para adoptarla, no tengo que efectuar ninguno de los esfuerzosinferenciales que supona el fundamentalista clsico. No tengo que descartar laposibilidad de estar sufriendo una alucinacin, de estar viendo el reflejo en uncristal, etctera. La creencia de que no estoy sufriendo una alucinacin, la creen-cia de que no se trata de un reflejo, no son creencias que yo barajo como premisaspara llegar a esa conclusin. La adopto de manera inmediata, sin tener que apelara razones. Podramos decir que esa creencia descansa ms en causas que en razo-nes. Podra haber otras creencias que sirviesen de razones para su justificacin?La cuestin es que, si las hay, ni las necesito ni las tengo en cuenta: la creencia seapodera de m, ni me puedo negar ni veo motivo alguno para negarme. Quiz lacreencia no sea incondicional, en un sentido lgico, pero yo no he hecho esfuer-zo alguno para adoptarla. El fundamentalista clsico piensa que todas las creen-cias son culpables si no se demuestra su inocencia, es decir, que una creenciaslo est justi ficada si es evidente por s misma, o descansa en buenas razones ystas se han tenido en cuenta al adoptarla. Pero el principio que adoptamosmayoritaria mente en nuestro proceder ordinario, es pensar que toda creenciaperceptiva es inocente mientras no haya motivos para considerarla culpable; estoes, slo pensamos en justificarlas si algo nos hace pensar que no lo estn. Lascreencias perceptivas son el lmite, o uno de los lmites, de la justificacin. Elproceso perceptivo no es tal y como lo conceba el fundamentalista clsico, sinoque suele ser inmediato; en realidad, slo atendemos a las condiciones de obser-vacin cuando tenemos alguna razn para pensar que hay alguna anomala. Pen-samos que la inferencia slo tiene lugar retroductivamente, una vez se ha descu-bierto alguna peculiaridad anormal relevante. Es decir, el proceso sera ms bienel siguiente:

    - Se afirma directamente, por ejemplo, Aqu hay un coche rojo.- Como ser rojo = aparecer (parecer) rojo en condiciones normales deobservacin a observadores normales,

    - si una observacin posterior, ms fiable (y la fiabilidad no se establecearbitrariamente), prueba que el coche no es rojo,

    - concluiremos que las condiciones de observacin no eran normales.

    Y ser entonces cuando busquemos cul ha sido la causa el error. Tambinpuede ocurrir que simplemente sospechemos que hay alguna anomala y enton-ces observemos ms detenidamente, antes de hacer una primera afirmacin. La

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    duda necesita razones, de otra forma la experiencia conlleva una creencia inme-diata. Respecto de la mayora de nuestras percepciones, la duda, y no la creencia,sera la que necesitara razones. Hacen falta razones para pensar que existe algu-na anomala, no para pensar que no la hay.

    Por tanto, podemos decir que esas creencias, o bien se justifican a s mis-mas, en el sentido de que aparecen como inmediatamente evidentes, o bien noestn justificadas, en el sentido de que no necesitamos razones (otras creencias)para mantenerlas. Ni hace falta que las justifiquemos, ni sabemos como justifi-carlas, porque donde no hay duda posible, no ha) razones que ofrecer.

    Est claro que las creencias perceptivas pueden ser falsas. El error percep-tivo existe; que yo no dude, no quiere decir que no est equivocado. Pero enciertas circunstancias la posibilidad de estar equivocado no tiene ningn sentidoCmo sera la duda respecto del hecho de que hay un ordenador frente a m,mientras escribo estas palabras? Qu podra contar como prueba de que hayuno? Si estoy escribiendo con un ordenador, no puedo dudar de que existe, miconducta no tendra sentido. Como hemos dicho, tambin podra ser que estascreencias no fuesen bsicas desde un punto de vista lgico, sino que involucrasenen su justificacin otras muchas creencias, que conforman nuestra cosmovisin:que hay objetos fsicos estables, que la vista es un buen mecanismo de adquisi-cin de creencias, etctera. Sin embargo, son psicolgicamente inmediatas y cier-tas. Que hay objetos fsicos estables o que la vista es un buen mecanismo deadquisicin de creencias, son ms bien presupuestos, parte de los supuestos lgi-cos (

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    Que existan estas creencias perceptivas bsicas, no quiere decir que seanbase y asiento del resto de nuestras creencias, tan obviamente como pretenda elfundamentalista clsico. Como creencias sobre la experiencia perceptiva inme-diata, muy posiblemente fracasaran en el intento, aunque s parecen ser bsicasen lo que se refiere a poner fin a la justificacin. Segn como entendamos lascreencias bsicas, y en consecuencia el fundamentalismo, esas creencias sernposibles y el fundamentalismo ser o no una posicin Correcta. La creencia deque tengo una mesa delante de m, ahora, mientras estoy escribiendo, parece quees ms bsica que la que expresa la frmula E=mc2; pero eso no quiere decir quela primera sea una creencia libre de teora, es decir, que no involucre todo unconjunto de creencias sobre el mundo, que no involucre una imagen del mun-do. Quiz uno de los problemas del fundamentalismo empirista, ha sido quererasentar el conocimiento en lo dado en la experiencia, pensar que existe algoque est libre de toda inferencia terica o conceptual y puede servir de funda-mento.

    Distinguir entre estas cuestiones puede ayudamos a resolver algunos delos problemas en los que se ha visto atrapada la discusin entre fundarnentalis-las y coherentistas, problemas en los que cada uno de ellos ha enfatizado unextremo de la discusin. Veamos ahora en qu consiste el otro extremo: el cohe-rentismo.

    8. El coherentismo

    Si el fundamentalismo se caracterizaba por la metfora del edificio, elcoherentismo utiliza la metfora de la red para dar cuenta de las relaciones dejustificacin de nuestras creencias. Eso supone una oposicin frontal a la con-cepcin asimtrica de la justificacin de su rival. Para el coherentista, la justifi-cacin no es algo que se d en un solo sentido y, digamos, de abajo arriba, sinoque se da en todos los sentidos y direcciones: desde el punto de vista de la justi-ficacin, todas las creencias estn al mismo nivel, y se apoyan las unas en lasotras de forma recproca, sin que ninguna de ellas disfrute de un status especial.Nuestro sistema cognoscitivo, nuestro conjunto de creencias, no es un edificioque haya que asentar sobre fundamentos inamovibles, sino un entramado de re-laciones de soporte mutuo que vara y se reconstruye una y otra vez. No es unedificio, sino una barca que hay que ir reparando en alta mar, en la medida en queva necesitndolo, segn la metfora de Otto Neurath.'

    As, si los rasgos definitorios del fundamentalismo eran:

    1) una concepcin arquitectnica del conocimiento;2) el rechazo de la idea de que la justificacin pueda incurrir, tanto en un

    regreso infinito, como en un crculo vicioso;3) la distincin entre dos tipos de creencias, de acuerdo con su justifica-

    cin.

    el coherentismo se caracteriza por:

    l. Vase el captulo 2. Adems de Neurath, Bonjour y SeIlars. que se mencionan explcitamenteen este captulo, otros ejemplos de coherentismo son: B. Blanshard (1939): The Nature of Thought,Londres, AIlen & Unwin; F. H. Bradley (1914): Essays 011 Trut and Reality, Oxford, OxfordUniversity Press; A. C. Ewing (1934): ldealism: A Critical Survey, Londres, Methuen; K. Lehrer(1990): Theory of Knowledge, Londres, Routledge; N. Rescher (1973): The Coherence Theory ofTruth, Oxford. Clarendon Press.

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