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[2010] Comercio Internacional 12/01/2010 BRASIL: Política Comercial y Relaciones Bilaterales Ecuador-Brasil INTEGRANTES: Ana Crespo Gabriela Mora Gabriela Vera

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[2010]

Comercio Internacional

12/01/2010

BRASIL: Política Comercial y Relaciones Bilaterales Ecuador-Brasil

INTEGRANTES:

Ana Crespo

Gabriela Mora

Gabriela Vera

Lissette Dàvila

Jackeline Tumbaco

INTRODUCCION

Brasil

Es uno de los países que conforman el continente Americano, forma parte del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y está clasificado por el Fondo Monetario Internacional como un país en vías de desarrollo.

Evolución

La situación económica de Brasil se ha caracterizado por un crecimiento moderado en los últimos años del 2,63%. El futuro económico de Brasil muestra unas perspectivas a medio y corto plazo moderadas, que comparadas con la coyuntura actual suponen un incremento del ritmo de crecimiento.

Sector Exterior

Haciendo referencia a la faceta de comercio exterior de Brasil, éste puede ser considerado como una economía muy abierta, como consecuencia del peso que sus operaciones comerciales con el exterior tienen sobre el Producto Interior Bruto. El nivel de sus intercambios comerciales representa el 1,082% de las exportaciones mundiales y el 0,789% para las importaciones. Por un lado las exportaciones de Brasil han presentado en los últimos años un perfil evolutivo muy elevado y por otro la tasa de crecimiento de las importaciones ha seguido una pauta de crecimiento muy elevada.Brasil es uno de los principales receptores de las exportaciones procedentes de España y posee una considerable presencia de empresas exportadoras españolas.Los principales socios comerciales de Brasil en lo referente a sus importaciones son EE.UU. (20,0%), Argentina (9,7%), Alemania (8,6%), Japón (5,2%), China (4,6%) (2003), y con relación a sus exportaciones destacan EE.UU. (23,1%), Argentina (6,2%), China (6,2%), Países Bajos (5,8%), Alemania (4,3%) (2003).A continuación se detallan los productos más relevantes en los intercambios comerciales realizados por Brasil. El producto con mayor volumen de exportación es Vehículos automóviles, tractores, ya que representa el 8,27% del flujo total de exportaciones.

Principales productos exportados 2003

Productos – Participación en exportaciones del país (%)

Vehículos automóviles, tractores 8,27Máquinas y aparatos mecánicos 7,66Fundición, hierro y acero 6,43Semillas oleagi.; plantas industriales 5,94Combustibles, aceite mineral 5,19Minerales, escorias y cenizas 4,99

Fuente: TradeMap de Comercio Internacional

Haciendo referencia a sus compras en el exterior, Máquinas y aparatos mecánicos es el segmento que con un 15,82% lidera el intercambio comercial.

Principales productos importados 2003

Producto – Participación en importaciones del país (%)Máquinas y aparatos mecánicos 15,82Combustibles, aceite mineral 15,77Aparatos y material eléctricos 13,88Productos químicos orgánicos 6,33Vehículos automóviles, tractores 5,18 Mat. plásticas; sus manufact. 3,83

Riesgo

Al analizar los factores de riesgo, podemos afirmar que Brasil se encuentra en una posición de baja variabilidad respecto a su senda de crecimiento. En cuanto a la situación interna, Brasil cuenta con una estabilidad institucional moderada. Del estudio de su nivel de precios, se observa una tasa de inflación alta. La balanza comercial presenta a su vez un elevado superávit. El riesgo de impago por parte de las empresas locales se considera cierto y el ambiente político y económico poco estable.

Normativa empresarial

El marco normativo de la actividad empresarial en Brasil, se caracteriza por un muy alto número de días necesarios para abrir un negocio, siendo el coste muy bajo. La rigidez del mercado laboral se considera media y el coste de despedir a un empleado medio. El entorno normativo de las empresas en el país se caracteriza por:

•Apertura negocio:El tiempo requerido para abrir una empresa es de 152 días.El coste asociado es de 9,9% del ingreso per cápita.

•Mercado Laboral:El Índice de la rigidez del mercado laboral es de 35 (0 - totalmente flexible 100 muy rígido).El coste de despedir un empleado es de 44 semanas salariales.

•Registro de la propiedad:El tiempo empleado en registrar una propiedad es de 101 días.El coste de registrar una propiedad es del 8,4% del valor de la propiedad.

•Cumplimiento de los contratos:El tiempo requerido para hacer cumplir un contrato es de 695 días.El coste que supone es del 10,6% del valor de la deuda.

•Cierre de un negocio:El tiempo necesario para liquidar un negocio es de aproximadamente 3 años.El coste de este cierre es del 8,0% del valor del estado del negocio en bancarrota.

EVOLUCIÓN DE LA POLÍTICA COMERCIAL

El principal instrumento comercial del Brasil es el arancel, cuya estructura y nivel vienen determinados en gran medida por un programa de convergencia con el arancel exterior común del MERCOSUR (AEC). En 1997 el Brasil procedió a aumentar temporalmente el arancel en 3 puntos porcentuales. Además, los aranceles sobre los bienes de capital no producidos en el país se aumentaron del 0 al 5 por ciento.

En 1999 se dejaron sin efecto las normas de financiación de las importaciones impuestas en 1997. Estas disposiciones obligaban con frecuencia a los importadores a comprar divisas para pagar las importaciones, en el momento de la importación o 180 días antes. Todavía están en vigor el “derecho de faro”, aplicado solamente a las embarcaciones

de pabellón extranjero, y el impuesto para la renovación de la marina mercante (AFRMM), que grava las importaciones transportadas por mar.

Existen licencias automáticas de importación con fines estadísticos y para el seguimiento de las corrientes comerciales. Entre las importaciones en régimen de licencias no automáticas figuran las de productos sujetos a derechos nulos de importación, contingentes arancelarios, el régimen de desgravación fiscal o la “Ley de productos similares”. Esta última tiene por finalidad impedir la importación de mercancías cuando se producen mercancías similares en el país; de ordinario se aplica a casos concretos, por ejemplo, ciertas importaciones del sector público o importaciones de bienes de capital.

El Brasil ha celebrado consultas con algunos Miembros de la OMC acerca de su régimen de licencias de importación, que está siendo reconsiderado. Algunas prohibiciones a la importación parecen imponerse principalmente por motivos económicos, como la prohibición de importar automóviles de segunda mano y otros varios bienes de consumo.

El Brasil recurre activamente a las medidas especiales, principalmente las medidas antidumping: hay unas 46 medidas antidumping en vigor. Entre 1996 y 1999 se iniciaron 72 investigaciones antidumping, que dieron lugar a la imposición de derechos definitivos en 36 casos.

El Brasil apoya las negociaciones sobre el Acuerdo Antidumping de la OMC. Se aplican medidas de salvaguardia a los juguetes -excepto los importados de algunos países en desarrollo- que se han prorrogado hasta el final del año 2003. Durante el período en examen el Brasil aplicó también la salvaguardia de transición del Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido.

Desde 1996 la protección de los derechos de propiedad intelectual se fomenta mediante la promulgación de nuevas leyes y la intensificación de las medidas destinadas a garantizar su observancia. El Brasil no es miembro del Acuerdo sobre Contratación Pública de la OMC. En general, la ley prevé un trato no discriminatorio para todos los ofertantes, pero en algunos casos se da preferencia a proveedores o productos nacionales.

POLÍTICA COMERCIAL E INTERLOCUTORES COMERCIALES EXTRANJEROS

El principal objetivo de su política comercial es llevar a la práctica los acuerdos comerciales negociados a comienzos de los años noventa, o sea la Ronda Uruguay y el MERCOSUR.

Otro elemento fundamental de esa política es la mejora de las condiciones de acceso a los mercados de los productos brasileños.

El Brasil es Miembro fundador de la OMC. Los acuerdos multilaterales son parte integrante de la legislación brasileña y están al mismo nivel jerárquico que las leyes corrientes.

Desde 1996 el Brasil ha participado en 16 casos de solución de diferencias en el marco de la OMC, 7 como demandante y 9 como demandado; además, ha intervenido en condición de tercero en 4 diferencias.

El Brasil participó activamente en las negociaciones multilaterales sobre servicios financieros y en las negociaciones sobre las telecomunicaciones básicas, haciendo ofertas en ambos sectores que mejoraban los compromisos contraídos en la Ronda Uruguay.

En julio de 2000, el Brasil informó al Consejo del Comercio de Servicios de la OMC de su decisión de no ratificar el Cuarto Protocolo sobre Telecomunicaciones Básicas, y sometió una nueva lista de compromisos a la consideración de los Miembros de la OMC. A mediados del año 2000, el Congreso del Brasil estaba debatiendo todavía el Quinto Protocolo sobre Servicios Financieros.

El Brasil atribuye gran importancia a la profundización de la integración en América del Sur; es la mayor economía y el principal país comerciante de la región y desempeña un papel fundamental en este proceso.

Por consiguiente, uno de sus principales objetivos comerciales es que se complete el MERCOSUR, mediante la inclusión en el régimen de libre comercio de los sectores actualmente excluidos (o sea, los automóviles y el

azúcar), la eliminación gradual de las excepciones al AEC, la coordinación de las políticas económicas y la profundización de la integración en nuevos sectores.

Otro elemento fundamental de la política del Brasil es la continuación de las negociaciones con la Unión Europea; las operaciones en que participan los Estados Unidos, que es el principal interlocutor comercial del Brasil, se realizan principalmente en el contexto de la iniciativa para la Zona de Libre Comercio de las Américas.

La política comercial y los acuerdos regionales

El gobierno brasileño apoya la opinión de que la economía internacional se caracteriza actualmente por la existencia de un proceso muy dinámico de creciente internacionalización y la integración de las economías nacionales. La globalización es probable que continúe marcando la evolución de la economía internacional en el futuro previsible.

La promoción de las exportaciones ha sido un elemento fundamental de la política comercial en Brasil, en parte para compensar las deficiencias nacionales como la falta de infraestructura, la baja eficiencia de la intermediación financiera, un sistema de impuestos en cascada y, en 1999, uno más de la moneda de valor. Hay varios programas de financiación de las exportaciones y los fondos de garantía para la exportación, entre ellos el PROEX, programa de crédito a la exportación que ha generado controversia en la OMC. Brasil tiene a menudo recurre a apoyar los programas regionales en forma de incentivos, incluidas las exenciones de impuestos y gravámenes para las actividades seleccionadas, en particular la industria del automóvil.

El informe del examen de políticas comerciales de los Acuerdos de la OMC en 2000, mostró que el principal objetivo de la política comercial de Brasil a la aplicación de los acuerdos comerciales negociados en los años noventa, es decir, la Ronda Uruguay y el MERCOSUR. Brasil otorga gran importancia a la promoción de la integración en América del Sur, es la mayor economía y distribuidor principal del país en la región y desempeña un papel clave en este proceso.

Otro elemento clave en esta política es la mejora de las condiciones de acceso a los mercados para los productos brasileños y la continuación de las negociaciones con la Unión Europea y el ALCA. Uno de los más discutidos es la limitación en el uso de medidas antidumping, así como "estándar" de salud, el trabajo y por razones medioambientales con fines proteccionistas. Dentro de la UE, existen diferencias de procedimiento entre los

Estados, en particular en la legislación ambiental que afecta proteccionistas. En el mercado europeo, las exportaciones brasileñas frente a diferentes tipos de obstáculos: las restricciones sanitarias y fitosanitarias, las cuotas (azúcar, plátanos, pescado, carne de vacuno, los textiles y las aves de corral), antidumping y derechos compensatorios (el hierro y el glutamato monosódico) y los obstáculos técnicos ( por ejemplo, en las etiquetas). Junto a la consolidación del MERCOSUR, el fin de establecer, para el año 2001, una zona económica que se extiende en la mayor parte de América del Sur mediante la celebración de un acuerdo de libre comercio entre el MERCOSUR y la Comunidad Andina, como un conjunto de principales socios comerciales de Brasil. Brasil utiliza activamente la adopción de medidas especiales, sobre todo antidumping medidas. Hay 46 medidas antidumping medidas. Entre 1996 y 1999 se iniciaron 72 investigaciones antidumping, que dio lugar a la imposición de derechos definitivos en 36 casos. De productos brasileños también ha sido objeto de investigaciones antidumping en varios mercados extranjeros. Brasil apoya las negociaciones sobre el Acuerdo Antidumping de la OMC.

Marco de política comercial y de inversiones

El Brasil considera que el sistema multilateral de comercio es el fundamento de su régimen comercial. Miembro original de la Organización Mundial del Comercio y participante activo en sus trabajos, el Brasil ha presentado numerosas propuestas a los diversos órganos de la OMC y ha intervenido en las negociaciones sobre telecomunicaciones y servicios financieros del AGCS. En cambio, no ha ratificado el Cuarto Protocolo, sobre telecomunicaciones, y, en noviembre de 2008, seguía el proceso de ratificación del Quinto Protocolo, sobre servicios financieros. El Brasil ha presentado un gran número de notificaciones a la OMC, pero, al final de 2008, seguían pendientes otras, por ejemplo en el marco del Acuerdo sobre la Agricultura. Desde su último Examen, el Brasil ha recurrido al mecanismo de solución de diferencias de la OMC en una ocasión como reclamante y en dos ocasiones como demandado. El Brasil ha participado activamente en el desarrollo del proceso de Ayuda para el Comercio, en el que ha desempeñado una doble función, como beneficiario y como donante.

El Brasil considera que los acuerdos comerciales preferenciales son un complemento valioso del sistema multilateral de comercio. A pesar de su condición de miembro pleno del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), que es, con mucho, el acuerdo preferencial más importante del Brasil por el valor de los intercambios realizados en su marco, sólo el 10 por ciento del comercio brasileño de mercancías se lleva a cabo con interlocutores del MERCOSUR.

Como miembro del MERCOSUR, el Brasil mantiene acuerdos comerciales preferenciales con Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, el Perú y

Venezuela. Mantiene además acuerdos preferenciales bilaterales con algunos miembros de la ALADI. También como miembro del MERCOSUR, el Brasil se halla en diferentes fases de negociación o ratificación de acuerdos comerciales preferenciales de diverso alcance con el Consejo de Cooperación del Golfo, Egipto, la India, Israel, Jordania, Marruecos, la Unión Aduanera del África Meridional, la Unión Europea y Turquía.

Durante el período objeto de examen no se introdujeron cambios importantes en el régimen de inversiones extranjeras del Brasil. En principio, los inversores extranjeros y brasileños reciben el mismo trato, pero determinadas leyes pueden imponer restricciones a las inversiones extranjeras; por consiguiente, la participación extranjera está sujeta a limitaciones en sectores tales como propiedad rural, salud, medios de comunicación, y transporte marítimo y aéreo.

El Brasil ha firmado acuerdos bilaterales sobre inversiones con varios países, incluso dentro del MERCOSUR; sin embargo, ninguno de esos acuerdos está en vigor, debido a las preocupaciones expresadas en el Congreso acerca de su constitucionalidad. Habida cuenta de la capacidad de la legislación nacional para restringir las inversiones extranjeras y de las limitadas obligaciones internacionales del Brasil en ese terreno, la aceptación de nuevos compromisos en el marco del AGCS permitiría al Brasil aumentar la previsibilidad de su régimen de inversiones.

El Brasil impone prohibiciones de las importaciones de la casi totalidad de los bienes de consumo usados, con inclusión de los vehículos automóviles, así como de determinados tipos de uva y jugos de uva destinados a la producción de vinos, y los vinos transportados en recipientes de capacidad superior a cinco litros. El Brasil utiliza licencias automáticas y no automáticas; estas últimas afectan a algo más de la tercera parte del total de líneas arancelarias. No se expiden licencias no automáticas para la importación de neumáticos recauchutados, excepto para neumáticos remoldeados procedentes del MERCOSUR; esta medida fue impugnada en el marco del mecanismo de solución de diferencias de la OMC.

Medidas que afectan a las exportaciones

Los procedimientos de exportación del Brasil no han sido objeto de modificaciones importantes desde su último Examen, excepto en lo que respecta a la supresión del requisito de suscribir contratos de venta de divisas exigido a los exportadores. La legislación brasileña autoriza la aplicación de un impuesto a la exportación del 30 por ciento, que puede reducirse o aumentarse (hasta el 150 por ciento). En principio, pueden aplicarse impuestos a todas las exportaciones, pero en la práctica sólo se gravan los cueros y pieles, las armas y municiones, y los cigarrillos.

Las exportaciones de productos de doble uso están sujetas a licencias no automáticas.

El Brasil trata de lograr un régimen de neutralidad fiscal para sus exportaciones mediante mecanismos tales como la devolución de derechos y la ausencia de impuestos indirectos a la exportación.

El Brasil utiliza varios sistemas de financiación, seguro y garantía destinados a promover las exportaciones. El Programa de Financiación de las Exportaciones (PROEX) es uno de sus principales instrumentos de ayuda a la exportación. El objetivo de ese programa es ofrecer acceso al crédito a empresas que, al margen del programa, tendrían dificultades para obtener ese crédito, o que únicamente podrían obtenerlo a los altos tipos de interés de mercado predominantes en la economía nacional. El modo de aplicación del PROEX a las exportaciones de aeronaves fue impugnado ante la OMC, por lo que el procedimiento se ha modificado en dos ocasiones durante el período objeto de examen, tras haber determinado el OSD que constituía una subvención a la exportación. En ciertos casos, el programa BNDES-EXIM ofrece créditos preferenciales a la exportación, supeditados a requisitos de contenido nacional.

Otras medidas que afectan al comercio

En general, la ayuda a la producción y la inversión se instrumenta principalmente mediante créditos oficiales. Aproximadamente el 30 por ciento del total de los créditos otorgados en 2008 se destinaron a actividades específicas, de las que el banco nacional de desarrollo (BNDES) administra más de la mitad. Los créditos se conceden a tipos de interés considerablemente inferiores a los que prevalecen en el mercado nacional; en algunos casos, el crédito oficial está sujeto a prescripciones en materia de contenido nacional.

El Brasil ha notificado a la OMC varios programas regionales de ayuda que conceden subvenciones para el desarrollo de determinadas regiones y para actividades de investigación y desarrollo. También se otorgan incentivos para el desarrollo regional a través del régimen de zonas francas.

Durante el período objeto de examen, el Brasil ha reforzado su régimen de política de competencia, pero sigue habiendo dificultades para aplicarlo. El Brasil tiene en estudio una nueva legislación destinada a reforzar las facultades de la autoridad responsable de la competencia, incluso para llevar a cabo exámenes previos a las fusiones. El marco jurídico aplicable a la producción y a las inversiones es algo complejo, debido al gran número de impuestos, programas de incentivos y procedimientos. La adopción de medidas para reducir la complejidad del sistema

tributario y eliminar las distorsiones y la competencia fiscal, entre otras reformas del régimen de impuestos, podría redundar en grandes beneficios económicos.El Estado controla un número significativo de entidades que abarcan una gran diversidad de actividades. La propiedad estatal es resultado de una decisión de política según la cual el control público es conveniente para lograr objetivos estratégicos, aunque sin excluir la posibilidad de privatización.

El Brasil ha tomado medidas para incrementar la transparencia de su régimen de contratación pública. Cuando se recurre a procedimientos de licitación, la contratación se basa en el criterio del mejor precio, aunque, en la práctica, más del 40 por ciento de los contratos se suscriben al amparo de algún tipo de exención de los requisitos de licitación. En general se otorga trato nacional a los proveedores extranjeros legalmente establecidos o representados en el Brasil, excepto cuando la decisión se refiere a ofertas idénticas. En 2006 se introdujo un margen de preferencia del 10 por ciento, como máximo, para las microempresas y las pequeñas empresas. El Brasil no es parte en el ACP; con la adhesión a ese Acuerdo aumentaría la previsibilidad de su régimen comercial y podría resultar ventajosa para los contribuyentes, al reducir los costos de contratación, y para los productores nacionales, que podrían competir de modo realista para obtener contratos en los mercados extranjeros.

La legislación del Brasil abarca todos los aspectos más importantes mencionados en el Acuerdo sobre los ADPIC. En 2007, el Brasil aprobó una nueva legislación sobre esquemas de trazado de los circuitos integrados. No están permitidas las importaciones paralelas de productos en los que se hayan incorporado derechos de propiedad intelectual amparados por la Ley de Propiedad Industrial, al tiempo que las decisiones sobre importaciones paralelas abarcadas por la Ley de Derecho de Autor se examinan en función de las circunstancias de cada caso. El Brasil expidió una licencia obligatoria en relación con un medicamento contra el VIH, que permite la importación de versiones genéricas del fármaco o la fabricación de una versión nacional en laboratorios estatales.

Políticas sectoriales

La producción agrícola tiene un nivel de protección arancelaria relativamente bajo, pero se beneficia de varios programas de ayuda interna, muchos de ellos destinados a proporcionar créditos a bajo costo, especialmente a los pequeños agricultores. También se aplican precios garantizados a varios productos como forma de ayuda a la agricultura. Aunque el valor de esa ayuda es bajo en el Brasil, en comparación con el promedio de los países de la OCDE, las intervenciones en los mercados nacionales crediticio y agrícola son formas de ayuda con efectos de distorsión. Además, las medidas de asistencia podrían afectar a los mercados

mundiales de productos agropecuarios de los que el Brasil es exportador a gran escala.

Las empresas privadas establecidas en el Brasil pueden, mediante concesiones, desempeñar su actividad en el sector del petróleo y del gas. En la práctica, la empresa PETROBRAS, controlada por el Estado, tiene una posición dominante en el sector, al poseer casi toda la capacidad de refinado del Brasil y ser uno de los principales agentes determinantes del precio de los combustibles derivados del petróleo en el mercado nacional. Las concesiones de prospección y extracción y la construcción de nuevas plataformas petroleras de PETROBRAS están sujetas a prescripciones en materia de contenido nacional. Tras los recientes descubrimientos de petróleo, se estudia la posibilidad de introducir cambios en el marco normativo del sector. El Estado tiene también una presencia dominante en el sector eléctrico.

Tradicionalmente, el Brasil ha dado prioridad al desarrollo de su sector manufacturero. Con ese objetivo, establece condiciones favorables para la financiación a largo plazo; proporciona ayuda en forma de medidas en la frontera, con inclusión de crestas arancelarias y progresividad arancelaria; y aplica instrumentos internos, por ejemplo, bonificaciones fiscales. Será importante asegurar que la aplicación de la política industrial no haga más difícil la captación de factores de producción para los demás sectores, ya que se frenaría su crecimiento. Además, particularmente en los sectores en los que los productores brasileños tienen ya categoría mundial, la reducción de los niveles de protección arancelaria efectiva contribuiría a reducir los precios de consumo y favorecería el aumento de la productividad.

El sector de los servicios representa casi dos terceras partes del PIB brasileño. El Brasil es importador neto de servicios, y su cuenta en ese tipo de comercio arroja un saldo tradicionalmente deficitario. Los compromisos específicos asumidos por el Brasil en el marco del AGCS abarcan sólo 38 de los 160 subsectores de servicios, o 7 de los 12 sectores generales definidos en la Lista de Clasificación Sectorial de los Servicios.

Como se ha indicado, el Brasil no ha ratificado el Quinto Protocolo, pero las modificaciones introducidas en 2007 en su legislación sobre seguros hacen posible esa ratificación. Entre otras cosas, las modificaciones permiten, en determinadas condiciones, el suministro transfronterizo de servicios de seguros, que anteriormente estaba prohibido. Aunque en la práctica está permitido, el establecimiento de nuevas instituciones financieras extranjeras requiere autorización mediante Decreto Presidencial.

Durante el período objeto de examen aumentó el grado de intermediación financiera en el Brasil. El margen entre los tipos de interés se redujo, pero sigue siendo amplio y, en noviembre de 2008, se situaba en torno a 28 puntos porcentuales. Además, puede decirse que la financiación a medio y largo plazo sólo puede obtenerse en el Brasil a través de los bancos estatales, a tipos de interés considerablemente más bajos de lo que, probablemente, serían en condiciones de libre mercado. Estas medidas paliativas no pueden ser un sucedáneo para la identificación y corrección de las causas del elevado costo del crédito en el Brasil.

El Brasil no ha asumido compromisos específicos para el sector de las telecomunicaciones en el marco del AGCS. Aunque el Poder Ejecutivo está facultado para limitar la nueva participación extranjera en ese sector, en la práctica, cualquier compañía, con independencia del origen de su capital, ha podido realizar inversiones en el sector. La participación extranjera en servicios de televisión por cable de pago está limitada al 49 por ciento de las acciones con derecho a voto. La estructura normativa del sector de las telecomunicaciones del Brasil se basa en la mejor práctica internacional, y, durante el período objeto de examen, las autoridades han tratado de mejorar esa estructura mediante la introducción de varios cambios. El fortalecimiento del organismo de reglamentación consolidaría ese proceso de mejoras.

Durante el período objeto de examen, el sector de la aviación comercial del Brasil siguió teniendo diversos problemas. La concentración del mercado continúa siendo elevada, lo que puede deberse en parte al requisito de que sólo las empresas gestionadas por brasileños y en las que el 80 por ciento de los derechos de voto correspondan a brasileños pueden suministrar servicios de transporte aéreo nacional. El Estado es propietario de todos los grandes aeropuertos y se encarga de su explotación. Además, a pesar de las revisiones introducidas en ellos para hacerlos más flexibles, los acuerdos bilaterales sobre transporte aéreo suscritos por el Brasil establecen condiciones relativamente estrictas para el suministro de servicios. Por consiguiente, los consumidores saldrían beneficiados si se adoptasen medidas para promover una mayor competencia y calidad de los servicios, incluida la atenuación de las vigentes restricciones a la inversión extranjera.

En principio, sólo los buques de pabellón brasileño pueden participar en actividades de cabotaje o en el transporte de cargas de entidades públicas, de mercancías que se beneficien de programas fiscales o crediticios oficiales, y de importaciones y exportaciones de petróleo crudo y sus derivados producidos en el Brasil. El Brasil exige reciprocidad en lo que respecta a los servicios internacionales de transporte marítimo. Asimismo, aplica un impuesto (el AFRMM) al costo del flete marítimo; el tipo aplicado al transporte internacional es del 25 por ciento, mientras que el aplicado al cabotaje es del 10 por ciento, y las

exportaciones están excluidas del impuesto. El impuesto no se aplica a las empresas de países con los que el Brasil mantenga acuerdos al respecto. Los ingresos procedentes del AFRMM se utilizan para financiar la industria nacional de construcción naval; la financiación mediante esos ingresos está sujeta en algunos casos a prescripciones en materia de contenido nacional. El Brasil recauda un derecho de faro (TUF) aplicable exclusivamente a los buques de pabellón extranjero.

Medidas que afectan directamente a las importaciones

Procedimientos aduaneros y documentación

Durante el período objeto de examen, el Brasil siguió adoptando medidas graduales para simplificar y modernizar sus procedimientos aduaneros. Por ejemplo, estableció un régimen para declaraciones de importación urgentes destinado a importadores frecuentes, y redujo en un 26 por ciento el número de declaraciones de importación rechazadas.

En el Brasil sólo pueden actuar como agentes de aduanas los ciudadanos brasileños.

Para utilizar el SISCOMEX, el importador debe solicitar la autorización de la RFB; el tipo de autorización depende del tipo de importador. Para tratar de modernizar más los procedimientos aduaneros, en enero de 2008 se sustituyó la contraseña empleada para acceder al SISCOMEX por un

"certificado electrónico" basado en el registro fiscal general mantenido por la RFB; la cancelación de ese registro da lugar a la suspensión del acceso al SISCOMEX. El "certificado electrónico" puede obtenerse en línea de un organismo de certificación acreditado.

Los importadores pueden utilizar uno de tres tipos principales de declaraciones de importación (DI): a) la declaración de importación ordinaria; b) la declaración simplificada de importación (DSI); o c) la declaración de envío urgente (DRE-I). La más comúnmente empleada es la DI ordinaria; se tramita a través del SISCOMEX y debe contener la identificación del importador y la identificación, la clasificación, el valor en aduana y el origen de la mercancía importada. En el informe de la Secretaría del anterior examen de las políticas comerciales del Brasil se enumeran los documentos que deben acompañar a dicha declaración. Se exige un certificado de origen cuando el importador solicita una preferencia arancelaria en el marco de un acuerdo preferencial. Se exige asimismo un certificado sanitario para los envíos de determinados productos . Los derechos de importación se pagan cuando se registra la DI en el SISCOMEX.

En 2004, con el fin de mejorar su eficiencia, la Administración de Aduanas estableció el régimen de "línea azul", a través del cual las mercancías de los importadores autorizados se asignan con carácter preferencial al canal verde . Para poder beneficiarse de ese régimen los importadores deben tener sólidos sistemas de control interno y cumplir otros requisitos establecidos en la legislación; la concesión de las autorizaciones está a cargo de la RFB. De manera similar, las importaciones destinadas a actividades de investigación tecnológica que entran en régimen de franquicia arancelaria en virtud de la Ley Nº 8.010, de 1990, se asignan automáticamente al canal verde y, en caso de inspección, reciben un trato prioritario.

Entre 2004 y 2007 el número de DI rechazadas disminuyó un 26 por ciento. En diciembre de 2007, el Servicio de Aduanas autorizó, en los 30 días siguientes a la fecha de registro, el 94,5 por ciento de las DI, frente al 93 por ciento en diciembre de 2003. Según las autoridades, en promedio el despacho de aduana llevó en 2007 entre 0,8 y 35,7 días, según las verificaciones que fue necesario realizar. Las autoridades han señalado que las actividades de facilitación del comercio en curso en 2008 deberán reducir ese tiempo.

En 2007 alrededor del 85,5 por ciento del total de las declaraciones de importación se tramitó por el canal verde, un 5,0 por ciento por el canal

amarillo, un 9,3 por ciento por el canal rojo y un 0,2 por ciento por el canal gris.

Desde 2006 puede no exigirse la descarga de las mercancías importadas para su inspección física cuando los recintos aduaneros están equipados con escáneres que permiten llevar a cabo inspecciones no invasivas. Existen nueve puertos y puntos de entrada fronterizos (en los que se realiza el 90 por ciento aproximadamente de los procedimientos aduaneros aplicados a la carga importada) equipados con escáneres, que, entre otras cosas, se espera reduzcan el tiempo de despacho de aduana.

En noviembre de 2006 el Brasil suprimió la imposición de multas a los importadores que no cumplían los plazos de los pagos. Esas multas se imponían, por ejemplo, si no se respetaban los plazos y otras condiciones que fijaba el Banco Central para las operaciones en divisas o, en el caso de las importaciones financiadas, si no se efectuaba el pago en un plazo de 180 días a partir del primer día del mes siguiente a la fecha de vencimiento del pago.

La legislación brasileña dispone que los importadores deben encargarse de todas las formalidades aduaneras y del pago de los derechos correspondientes, por lo que no se permiten los contratos de importación en los que se estipula la "entrega en el destino convenido libre de derechos" (términos de comercio internacional).

Las decisiones de la Administración de Aduanas pueden ser recurridas en primera instancia ante los Tribunales Federales Fiscales del Ministerio de Hacienda y en segunda instancia ante el Consejo de los Contribuyentes.

En el período objeto de examen entró en vigor el acuerdo de cooperación aduanera concluido entre el Brasil y los Estados Unidos. El Brasil participa también en acuerdos similares con la Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, el Ecuador, El Salvador, España, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay, el Perú, Portugal, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela. Además, tiene acuerdos bilaterales sobre cuestiones aduaneras con Francia, los Países Bajos y Rusia.

Durante el período 2003-2007, la economía brasileña creció con rapidez, impulsada por la fuerte demanda interna y las condiciones favorables del entorno exterior. En el período 2004-2007, el crecimiento alcanzó un promedio anual del 4,5 por ciento y una tasa anualizada del 6 por ciento en el primer semestre de 2008; sin embargo, habrá disminuido en los meses siguientes, reflejando la contracción de la actividad mundial. Las políticas

macroeconómicas siguieron centrándose en lograr objetivos relacionados con el equilibrio fiscal primario y con la inflación. La tasa de inflación disminuyó hasta 2007, pero, en el período de los 12 meses precedentes a septiembre de 2008, volvió a crecer hasta alcanzar el 6,25 por ciento. A pesar de haber registrado superávit primarios y menores pagos de intereses, el sector público global consolidado siguió siendo deficitario (con un déficit estimado en el 2,1 por ciento del PIB en el primer semestre de 2008). El Brasil mantiene un régimen cambiario flotante, en cuyo marco el real experimentó una apreciación del 60 por ciento en valores nominales entre 2004 y mediados de 2008. La reglamentación cambiaria se ha liberalizado, pero sin establecer la plena convertibilidad del real.

Las exportaciones brasileñas registraron buenos resultados entre 2003 y 2007, y aumentaron a una tasa nominal media anual de casi el 22 por ciento en dólares EE.UU. Durante el mismo período, las importaciones crecieron a un ritmo incluso más acelerado, a una tasa nominal media de aproximadamente el 26 por ciento. A lo largo del período 2003-2007, el Brasil registró un superávit por cuenta corriente de la balanza de pagos, aunque en el primer semestre de 2008 se produjo un déficit. La estructura de las exportaciones del Brasil se mantuvo relativamente estable durante el período objeto de examen. El Brasil es un importante exportador de productos tanto manufacturados como primarios, y se ha beneficiado de la fuerte demanda mundial y de los altos precios de los productos básicos. El sector de los productos manufacturados siguió registrando el mayor volumen de importaciones, con casi el 71 por ciento del total de las importaciones en 2007. Las Comunidades Europeas continuaron siendo el principal destino de las exportaciones de mercancías del Brasil, aunque su participación en el volumen total de las exportaciones disminuyó. La participación de los Estados Unidos también declinó, a la vez que aumentaron las partes de la Argentina y China. Las partes de Asia y África en las importaciones aumentaron durante el período que se examina, en tanto que disminuyeron las de los Estados Unidos y Europa. Sin embargo, las importaciones de todos esos orígenes aumentaron en términos de valor.

EVOLUCIÓN FUTURA DE LA POLÍTICA COMERCIAL

El Gobierno brasileño comparte la opinión de que la economía internacional se caracteriza actualmente por la existencia de un proceso sumamente dinámico de creciente internacionalización e integración de las economías nacionales. La mundialización, como se suele denominar a ese proceso,

probablemente continuará marcando la evolución de la economía internacional en el futuro previsible.

El Brasil, a causa de la diversidad de su comercio exterior, desde el punto de vista tanto de los productos como de los interlocutores comerciales, viene participando tradicionalmente de forma activa en todos los trabajos encaminados a reforzar el sistema multilateral de comercio.

De esas condiciones objetivas se desprenden los elementos centrales de la política comercial del Brasil, dirigida a minimizar los riesgos y maximizar las oportunidades que el proceso de mundialización entraña para las actividades nacionales orientadas al desarrollo socioeconómico, con ayuda del continuo mejoramiento de las disciplinas que rigen el comercio exterior.

En el plano exterior, el objetivo fundamental de la política comercial del Brasil es la expansión de las oportunidades de que el sector privado brasileño participe en las corrientes del comercio internacional. La política de apertura de la economía brasileña, aplicada a lo largo de todo el decenio de 1990, ha reportado innegables ventajas en materia de modernización, de productividad y de competitividad. Ahora bien, también ha llevado a un considerable aumento de las importaciones. Para que ese proceso sea sostenible será necesario, a largo plazo, que los bienes y servicios brasileños tengan un acceso paralelo a los mercados extranjeros.

Las sucesivas rondas de negociación del GATT, junto con las políticas nacionales de liberalización del comercio, han llevado en los últimos decenios, por una parte, a una reducción considerable del nivel de los derechos de aduana, derechos que, con pocas excepciones son el principal obstáculo al comercio internacional.

Por otra parte, en la mayoría de los países desarrollados se han establecido una serie de reglamentaciones y de medidas no arancelarias que son sutiles y no totalmente transparentes y que actualmente constituyen la principal restricción al acceso al mercado internacional.

Los países en desarrollo tropiezan todavía, para el acceso de sus productos agropecuarios a los mercados, con discriminaciones tales como el no reconocimiento automático de las zonas libres de enfermedades, los requisitos previos adicionales para la certificación, los controles injustificables en las fronteras, la determinación de la procedencia, los rigurosos requisitos impuestos a los productores extranjeros, y otras medidas.

El proceso de amplia apertura del mercado emprendido por el Brasil desde principios del decenio de 1990 no ha llevado a un acceso proporcional a los mercados extranjeros, como se esperaba, desde el punto de vista de la reducción de los obstáculos al comercio en sus principales mercados de exportación. Por el contrario, en muchos sectores, especialmente aquellos en los que el Brasil es muy competitivo, los países desarrollados han mantenido o incluso reforzado sus medidas proteccionistas.

Esta situación se refleja en los déficit registrados en el curso de los últimos cinco años en el comercio del Brasil con sus principales mercados de importación. En el período 1995-1999, el comercio con la Unión Europea, los Estados Unidos y el Japón fue constantemente negativo, con unos déficit acumulados de, respectivamente, 6.526 millones, 12.215 millones y 1.655 millones de dólares de los EE.UU.

En lo que se refiere al comercio con los Estados Unidos, los principales productos de exportación afectados por medidas restrictivas son los siguientes: textiles, azúcar y tabaco (contingentes); jugo de naranja, calzado y alcohol etílico (derechos de aduana específicos elevados); acero y jugo de naranja (derechos antidumping); y frutas y verduras, carne de bovino y aves de corral (restricciones sanitarias y fitosanitarias).

El proceso encaminado a una mayor integración de la economía mundial se desarrolla en varios frentes. El MERCOSUR constituye la primera frontera exterior de la economía brasileña, cuyo objetivo actual es completar y mejorar la unión aduanera mediante la inclusión de nuevos sectores, la consolidación progresiva del Arancel Exterior Común y la profundización de la integración en nuevas esferas, tales como la contratación pública, los servicios, las normas técnicas y la coordinación de las políticas macroeconómicas.

Fuera del MERCOSUR, se está tratando de establecer, para fines del año 2001, una zona económica más amplia dentro de Sudamérica mediante la conclusión de un acuerdo de libre comercio entre el MERCOSUR y la Comunidad Andina, dado que Sudamérica es uno de los principales interlocutores comerciales del Brasil.

Al nivel del Hemisferio, está previsto que las negociaciones para la creación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) concluyan en 2005. Se trata de un proyecto de gran envergadura, con profundas repercusiones para la economía brasileña.

Además, el MERCOSUR ha iniciado negociaciones con la Unión Europea para mejorar las relaciones comerciales entre las dos uniones aduaneras. Para el Brasil, tales negociaciones no deben excluir, en un principio, ningún bien ni ningún servicio, y deben adoptar la concepción del todo único. La conclusión de esas negociaciones debería coincidir con la de las negociaciones en el contexto del Hemisferio en el año 2005.

Los proyectos del Brasil en materia de política comercial en los planos subregional, regional e interregional no se consideran, ni se pueden considerar, como una alternativa al sistema multilateral de comercio. Los Acuerdos de la OMC constituyen el marco normativo fundamental para la inserción del Brasil en la economía internacional. El enfoque adoptado por el Brasil en lo que se refiere a la función central del sistema multilateral de comercio se reflejó en el apoyo que prestó, en la Tercera Conferencia Ministerial de la OMC, a la celebración de una nueva ronda de negociaciones comerciales multilaterales.

El Brasil cree que tal ronda sería una oportunidad de redoblar los esfuerzos por mejorar el sistema multilateral de comercio, particularmente mediante la posibilidad de corregir las distorsiones persistentes en el sistema, que han resultado evidentes en la aplicación de los Acuerdos de la Ronda Uruguay, especialmente en el sector agropecuario y en ciertas disciplinas.

Relaciones Brasil Ecuador

Brasil tiene una importante y tradicional presencia en el Ecuador, en cuatro áreas principales:

En el plano político, en el que contribuyó para la solución del conflicto con el Perú; En el financiamiento y en la construcción de grandes proyectos de infraestructura; En los programas de cooperación en diversos campos, tales como energía, telecomunicaciones, agricultura, educación y salud; y En el avance del proceso de integración de América del Sur.

             Entre 1995 y 1998, el relacionamiento bilateral Brasil-Ecuador estuvo fuertemente

influenciado por la actuación del Gobierno brasileño en el ámbito de las negociaciones territoriales Ecuador-Perú. El papel desempeñado por Brasil, en el plano diplomático, como coordinador de los Países Garantes del Protocolo de Río de Janeiro, y, en el plano estratégico, en la Misión de Observadores Militares Ecuador-Perú (MOMEP), predominó, por cierto tiempo, sobre otros aspectos de la relación bilateral. Una vez concluido el proceso de paz, el relacionamiento Brasil-Ecuador se enfocó hacia la profundización del diálogo bilateral, con énfasis en la búsqueda de una coordinación regional de posiciones en pro de la integración regional, objetivo prioritario de la política externa brasileña. Esta coordinación se realiza en los ámbitos del Acuerdo CAN-Mercosur, del Grupo de Río, en el proceso negociador de la ALCA, en la esfera de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica y en la de la UNASUR. El relacionamiento también se ha caracterizado por una intensa cooperación técnica, científica y educativa. La visita del Presidente Lula al Ecuador, en agosto de 2004, contribuyó, en forma decisiva, para reafirmar la importancia de la asociación con Brasil y para elevar el nivel de las relaciones bilaterales. Prueba de ello son los acuerdos de cooperación suscritos en las áreas de salud, energía y telecomunicaciones. De un lado, representan el proseguimiento del Programa de Políticas Sociales y, de otro, el inicio de una asociación que deberá contribuir al crecimiento económico y al desarrollo sustentable del Ecuador, además de los beneficios derivados de las inversiones en tecnología. Estas y otras iniciativas de cooperación fueron ratificadas durante la Visita de Estado que el Presidente Rafael Correa realizó al Brasil en abril de 2007. La solidez de las relaciones bilaterales se refleja también en los acuerdos orientados a garantizar el financiamiento de bienes y servicios destinados a proyectos de infraestructura, como el Nuevo Aeropuerto de Quito, y la compra de aeronaves comerciales de la empresa “EMBRAER” por parte de TAME. En los últimos diez años, los créditos otorgados por las agencias brasileñas de financiamiento (Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social” – BNDES - y el  “Banco do Brasil”) para la ejecución de obras públicas de infraestructura en el Ecuador, suman alrededor de US$ 1,500 millones. Hace más de veinte años, las empresas constructoras brasileñas vienen trabajando en el Ecuador en obras de infraestructura, tales como carreteras, puentes, canales de riego y hasta una hidroeléctrica. 

Petrobras invirtió más de US$ 500 millones en el país. Produce cerca de 30 mil barriles diarios en el Bloque 18 y el Campo Unificado Palo Azul.  En el 2008, Petrobras se situó en el tercer lugar entre las empresas que más impuesto a la renta pagaron en el Ecuador.

 En cuanto al comercio bilateral, Brasil llegó a ser el segundo mayor exportador para el Ecuador (1989), después de Estados Unidos. A partir de ese año, Brasil alterna entre el tercero y quinto lugar entre los proveedores del Ecuador. Los datos de 2008 contabilizan exportaciones ecuatorianas por US$ 45 millones e importaciones de US$ 894,3 millones.  En el período enero-noviembre de 2009, Ecuador vendió al Brasil productos por un total de US$ 34,1 millones e importó US$ 596,8 millones en bienes brasileños.   Desde el 2004, el comportamiento de las exportaciones ecuatorianas al Brasil evidencia que el comercio bilateral presenta oportunidades concretas que, si son bien aprovechadas, permitirán que el Ecuador aumente sus ventas al Brasil. El Programa de Sustitución Competitiva de Importaciones (PSCI), iniciativa del Gobierno brasileño, puede convertirse en una medida eficaz para alcanzar tal objetivo. Entre las compañías brasileñas que actúan en el Ecuador se destacan: Petrobras Energia S.A., AmBev, Grupo Synergy (con las empresas Pacifpetrol, Petrobell y VIP), Grupo Vicunha y las constructoras Andrade Gutierrez, Camargo Correa, Norberto Odebrecht y OAS.