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CAPITuLo XYI. Ligo Je Fac,i' - Mnnantt:ile c;'IieaiLes de M m¡ ;ila . - Citidaddc Noea V31c11e13 del Rey Bjada hein las cuilas de I'orto (:,bIl,. Los valles de Aragua cu yas ricas producciones y ad ¡ni rable kcuuclidad acaba i nos (Ir describir. forman un recinto, circundado (le montañas grit - n ticas y calcáreas de diferentes alturas. Al norte la Sierra 1\lariara les separa de las costas del Océnno ; liícia el sud , la ccleiia del G;taciino y del Yustna les sirve de baluarte contra los vien- tos abrasados de los llanos; y varios grupos de colinas basiajiteelevadas para deterininarel curso de las agitas cierran el circuito por el este y el oeste. como diques transversales. Se ven colinas de esta especie entre el Tuy y la Victoria , así C01110 en (11 camino de Valencia á Nirgua y en las montañas del Torito. Por consecuencia de la extraordinaria contiguracioti (lel sucio, los ria- cli niios (le los valles (le Aragua forman un sis- lezna particular, dirijcu sus corrientes hAcia

CAPITuLo XYI. · Los valles de Aragua cuyas ricas producciones y ad ¡ni rable kcuuclidad acaba i nos (Ir describir. ... sud estni i desnudas y casi inhabitadas bajo ti u

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CAPITuLo XYI.

Ligo Je Fac,i' - Mnnantt:ile c;'IieaiLes de M m¡ ;ila . -

Citidaddc Noea V31c11e13 del Rey Bjada hein las cuilas

de I'orto (:,bIl,.

Los valles de Aragua cu yas ricas producciones

y ad ¡ni rable kcuuclidad acaba i nos (Ir describir.

forman un recinto, circundado (le montañas grit -n ticas y calcáreas de diferentes alturas. Al norte

la Sierra 1\lariara les separa de las costas delOcénno ; liícia el sud , la ccleiia del G;taciino

y del Yustna les sirve de baluarte contra los vien-

tos abrasados de los llanos; y varios grupos decolinas basiajiteelevadas para deterininarel curso

de las agitas cierran el circuito por el este y eloeste. como diques transversales. Se ven colinasde esta especie entre el Tuy y la Victoria , así

C01110 en (11 camino de Valencia á Nirgua y en las

montañas del Torito. Por consecuencia de laextraordinaria contiguracioti (lel sucio, los ria-

cli niios (le los valles (le Aragua forman un sis-

lezna particular, dirijcu sus corrientes hAcia

328 LIBRO V.

hondura cerrada por todas partes; y no ptulietido

sus aguas llegar al Océano, se reunen en un

lago interior, donde sometidas á la poderosa ¡u-

¿menda de la evaporacion, se pierden, por de-cirio así , en la admósfera.

De la existencia ?le aquellos dos depende la

fertilidad del terreno, y ci producto de la cu l

-tura de estos valles. El aspecto del lago y la

experiencia de medio siglo, liz'n probado que no

es constante el nivel de las aguas y que Lilta ya

el equilibrio entre el producto de la evaporaciony el (le los afluentes. .Co,no el lago está loco piesmas elevado que las llanuras vecinas de Cala-

bozo y de 1,332 pies sobre el mar, se ha creidoque existçn algunas comunicaciones ó filtrado-tres subterráneas. La aporicion de huevas islas

y la retirada progresiva de las aguas, han hecho

creer que el lago podría secarse enteramente ; y

la misma reuniori de circunstancias físicas tannotables ha debido fijar muestra atencioni sobre

aquellos valles, donde la hermosura silvestre de

la naturaleza está adornada por las artes y la in-dustria agrícola de una civilizaciomi naciente.

El lago de Valencia que los indios llamazi 'Fa-

C&PITtJJ.O XVI. 5ag

cariqiza, excede en extciisiori al lago de NeucliA-tel cii Suiza, pero su forma general se parece

mas ¿t la del lago de Génova , cuya altura sobre

ci mar es casi la misma. En las orillas del lago

de Valci 'cia se observa un raro can traste;; las del

sud estni i desnudas y casi inhabitadas bajo ti u

aspecto sonbr ío N. on ol orto que las da itria

cortina (le altas montañas. Las orillas septentrio-nales suri ¡)OI' el cor ira rio fértiles , pi u torescas '

Con tUlle u aS Y ricas plantaciones de azocar, café

y algodoti. Los caminos l,orlaqlos (le cestruin (le

Azedanre y otras zanas sierripre floridas, cruzanlas llanuras y reunen las linetendas esparcidas

cu yas casas estan rodeadas (le Ufl grupo de ár-boles. Estos herniosos puntos (le vista, estos con-

trastes entre las dos orillas de¡ lago (lC Valencia,me liati recordado muchas veces las riberas delpais de Vaud , donde el terreno cultivado y fr-cutido por todas partes, ofrece al labrador, alViñero, y al pastor, los frutos de sus llanuras,

mientras que la costa op it esta del C habIais no es

Sifil) un pais montañoso y casi desierto.

Mas no son solas las bellezas pintorescas lasque Ita u ciado celebridad ¿ti lago de Valencia

550 LLURO Y.

aquel reciri to ofrece ta ruinen iii ¡jeitos fc'núineiios.

cuya explicacioii es interesante a la lisien grite-

ial y al biesi de los babilan les. ¿Cuales pueden

ser las causas de Li dismiiiiieioii de las ugiiis (le!

lago? ¿Es mas rápida en e! dia esta d ¡si ninucion,

de lo que Ita sido cii los siglos pasados? ¿ Pode-

mos esperar que se restablezca el equilibrio en-

tre los afluentes y las pérdidas, A es de temer ijue

el lago desaparezca cuterarnenite ?

Segun las observaciones astrononticas ,

en la Victoria , liacietda de Cura , Nueva Valen-

cia, y Guigue , resulta ser la largura del lago, en

su estado actual , (lcscic Cagun 5 Gua yos, de ¡o

leguas ú 28,800 toesas; su aiichuira es desigual.

Para formar u na idea exacta de la d is ¡ni ti ucio u

de las aguas, parece bastaria compa-

rar la extension actual de) lago 5 'la que leatri-

buyen los antiguos croniqitistas, corno por ejcnl-

pio Oviedo en su historia de la provincia de Ve-

nezuela publicada el año ¡.5. Este escritor

en su estilo cubIjen y pomposo, dá 14 leguas

de largo, sqbre seis tic ancho á este titar interior,

á este monstruoso cuerpo (le la laguna de Valencia.

Nos cuenta que 5 corta distancia de la orilla, va

CAViTL!L() XVI. 331

la sonda no halla fondo , y la superficie (le las

agttzts , agitadas con linnamente por los vientos,

esta cul,ierta (le islas flotan te. 'No se puede ¿lar

ninguna ¡ iii portancia it unas evaluaciones (jite

sobre no esta)' tiittdadas sobre medid a agttna

estan indicadas por leguas que cii l a s COIOIIIZ*S Se

cuentan 4 3,000 varas. 4 5.000) ,yú 6,65o.

Lo que debe fijar nuestra atencion en la obra

de este autor que debe haber recorrido varias

veces los valles de Aragua es la asvrcioui de que

la ciudad de Nueva Va/circuí. del Pry fiut cons-

truida cii t 555 á inedia legua (le distancia del

la-o, y q tic la nixon entre la loni tud y la lati-

tud del ni isu ro 1 ago era cm no de 7 3. En el di a

cst4 la ciudad cicYalencia separada de las orillas

por un terreno liso de ma ls (le 2 1 700 IIt!S , 9* le

Oviedo hubiera sin duda estimado en legua y

media, y las dituetisioties citadas dci lago, en la

razón de lo 2, 3, 6 (le i, 6.

La vista del suelo entre Valencia y Guiqu e. los

flu)fltCCjlJØS que se I.IeVan mr medio de la llanura

al este del caño de Carnbiirv, \. de los cuales al-

gunos, Como ci islote y la isla (le la Negra 6 Cara-

tt1)OiUt hin conservado el iionibtt de islas

532 tiBhio V.

1)r t Lcl)an bastante que las aguas se han retiradomucho desde el tiempo de Oviedo. En cuantoal cambio cii la figura general del lago, mc pa-rece J)OCO probable (lite en el siglo diez y sieteha ya sitio su nchura casi la mitad de su largura.

Los valles (le Aragua son los paises di: pobl:icion]¡las antiguos de lit provincia de Vcnetitcl a ; Y

embargo, ni Oviedo ni ninglin otro historiadoranticuario hablan de u ji a LI 151111 flhlCi GUI MMI Sil)] een lago. ¿Es de suponer CjIIC este icuoiiieno hayaeseUpa(14) Su atencion , en una época en que la

poblacion india excedia todavía mocito íu la delos I)laticOS y en que estaban huellos li;ibi tadas

las orillas dci lago? De ¡indio siglo á esta parte

y especialmente en los Últimos treinta años hachocado y aun sorprendido u todos el d esagile

natural de aquella grande balsa. Varios terrenos

cubiertos cii otro tiempo por las aguJas, estan yaen seco, cultivados en bananos sr en caña ciuke

6 CII algoLlon de quiera que se construye tina

cabaña en el borde del lago, se advierte pie las

aguas hu yen, por decirlo as¡ de las orillas.Los habitantes poco instruidos sobre los efec-

tos de la evaporacioli , se han iznainado (WC el

ciriruto xvi. 353

lago tiene un desagüe subterranco por ci cual

sale una cantidad de agua igual á la q ue entra

1 10v los nos. Los tinos dicen (JUC estas salidas

vierieci :1 couiuiiic;trsP con grutas que SUOUCfl

varias profundidades; otros admiten que ciagua por un canal oblicuo s'icne ú caer en ci

Océano.

Por tiria partc, las inutaciotres que la destu'uc-

ciøii de IOS bosques, el desmonte de las tierras

y ci cultivo del añil lian producido cii los

afluentes, (le ci nc u ci ita alzOS U esta parte; porotra, la cvaporacion del sol y la sequedad de la

aclmósfera ofrecen iuioLivos nuty poderosos, quedan razón de la (lis iflitiuCion SilecesiVa (1 ci lato (le

Valencia.Cuando los hombres destruyen los (u-

boles que cubren las cimas y, faldas de las

montañas, bajo cualquier clima que sea, pre-paran á un tiempo dos calamidades ú las gene-

raciones futuras; la Falta ' le combustible y la se-quia. Cuando se aniquilan los bosques cuit unaimprudentedcii te preci pi tacioi , como lo han hecho

los colonos europeos por toda la América, los

manantiales se secan repentinamente , o al me-

nos se hacen menos abundantes. Los alveos de los

334 LIBRO Y.

nos permanecen en seco tina gran parte del 3(10,

y se coi) viet' len cii tui re rites cada Vez que caen

lluvias copiosas cii las alt unas..

De aquí resulta que la dcstniccion (lo los bus-ques, la falta de aguas permanentes y la exis-

tericia (le los torrentes , son tres ienujneiios es-irecliamente ligados entre SÍ; Se presentan P" 1 -has evidentes de la exactitud (le esta asercion , capaises que estan situados en hemisknios opues-

tos, como la Lombardia limitada 1101' los Alpes, yel bajo Perú entre el Océano pacífico y la cor-

dillera de los Andes.

Cori la destruccion de los rboIcs y con el cul-

tivo del azucai• . del añil y del algod un los tu a-gjaiitiales y los afluentes del lago de Valencia,han ido di sm iii ti yen do de a Ño en a ¡lo. Es di (idIthrm arse una idea del excesivo producto de laeva po raci oui en la zo, ¡a [orn la , cii un valle ro-

deado de iiion lañ as de íhl das rápidas, cii el cita!

se experimentan por las tardes, los aires (leSCen-

dientes y las brisas, y cu yo fondo está liso y

como nivelado por las aguas. Ya hemos indicado

en otro lugar, que el calor que reina todo elafio en Cura , Guacara , Nueva Valencia y las

CAI'iTUL() XVI. 355

orilla, del lago es semejante al que SC experi-

menta cii lo fuerte del verano en Nápoles y cii

Sicilia. La temperatura media anual del aire, enlos valles de Aragua es poco mas 6 menos de250. 5 las observaciones higrométricas me dan

en el mes de febrero tomando la media del

dia Y de la noche, 71°. . del higrómetro (le

pelo. En este aire tan caliente, y sin embargo tan

poco húmedo, es mu y considerable la cantidad

de agua evaporada.Como el terreno que rodca al lago de Valen-

cia es sumamente plano s. resulta cinc asícorno lo he observado en los lagos de Méjicu.La di smin ucion de algunas pulgadas en el nivel¿le las aguas, deja en seco un vasto trecho delsuelo , Cubierto de limo fértil y (le despojos or-gánicos. A medida queel lago se retira, los colo-

nos adelantan luicia rl nuevo l,orde estos ciesa-gues naturales tan imporUuttcs para la agricul-tura colonial , han sido muy considerables sobre

todo en los diez años últimos, en que la América

entera ha sufrido grandes scquias. Yo he acon-

sejado t algunos proprielarios que en vez de

marcar las sinuosidades dci lago, colocasen den-

336 LIBRO Y.

1ro del agua algunas columnas de granito , parapoder observar de año en nilo la altura inedia de

las aguas el marques (le Toro quedó en ejecu-tar este proyecto estableciendocrido Iii)??? ¿nne/ros sobre

un lbndo de roca de griciss, y empleando para

ellos el hermoso granito (le la Sierra (le Mariara.

En tanto que los cultivadores de los valles de

Aragua temen, los unos la desaparicion total del

lago, y los otros su regreso licia las orillas, se

gua sériarncrit en Caracas la cuestion , de siseria conveniente para dar mayor extension A laagricultura , conducir la ,; del lago á los

Llanos abriendo un canal de d esiiq tic 1 i:Çcia elrin Pan. No podria iwgarse la posibilidad (le esta

empresa, sobre todo suponiendo el cIii l)lCO (legale ria s ó canales subterráneos. A la retirada,

progresiva de bis zqu;is se deben las hermosas yricas campiñas de !l araeay, Cura Mccii ndo,

Guigue ' Santa Cruz del Escoval , plantadas (letabaco, caña dulce, café, añil y cacao; ¿pero

quien pml di dudar que el lago sola mcii te , es elque derrama la fertilidad en aquel cauton ? Sinla enorme masa (le vapores que diariamente se

vierten en la admúsícra, los valles de Aragua se-

.Á%iTUt.0 XVI. 33;

riari tan secos y áriados conio las IflOistafias que

¡OS circundan.

La profundidad media dci lago, es de i 2:1 1 5brazas los sitios mas proítui dos no tienen toas

de 35 ¡1 40 brazas, segilu el resultado de las son-

das echadas con ci ma yos' cuidado Don

A n tnn in Manzano. CuandoO SC considera la grande

prof nisilidad de los lagos de la Suiza, que á Pe-

sar de sus posicion en salles elevados descienden

A las veces hasta el nivel del Mediterráneo , se

extraña mucho no encontrar grandes concavi-

dades en el lago de Yalrimcia , que es (arnbicn sin

lago al pi no. La tem pera (tira en 1,1la superficie de

sus aguas era, durante mi inansion en los valles

de Chagua, en el mes (le febrero, de 23 A 3° 71,

y constas) temen Fe estaba por Co nsiguierite , fu

poco unas baja que la temperatura inedia del

aire fuese porque una itiasa de CIgua tau consi-

derable no puede seguir con igual rapidtz tus

nutitacioites de la adiii6slk:ra , ó porque e1 lago

recibe arroyes frios de las montañas inmediatas.

El lago (le Valencia está lleno de islas, que huer-

moscan el punto 'le vista por la forma pinto-

resca <le sus rocas y de la vegetacion que lasII.

338 LIBRO V

cubre; esta es una ventaja que no tienen los delos Alpes. Hay hasta quince islas, sin contar las(los del Morro y la Cabrera, por estar ya unidasa las orillas ; en parte estan cultivadas y son in uyfértiles, causa (le los vapores que despide ellago. La del Burro que es la mayor, tiene dosnulas de largo , y está habitada por algunas fa-rnilias de mestizos que cuidan sus cabras. Aquel-los hombres visitan pocas veces las riberas deMocuiido ; el lago les parece de una extensioninmensa , y se contentan con sus bananos, leche,yuca y un poco de pescado. Una cabaña he-elia de cañas, algunas hamacas tejidas cid al-godou que producen los campos vecinos, unapiedra ancha en que ¡tacen fuego y el fruto II-noso del Tutuma , para tornar agua , son todossus enseres.

Un viejo mestizo que nos ofreció leche (le SUS

cabras, tenia tina hija de una herniosa figurasupimos por nuestro guia que la soledad babiahecho i este hombre tan dccocrflado como lohubiera podido hacer la sociedad. La vispera denuestra llegada habiari visitado la isla algunoscazadores, y habiéndoles sorprendido la noche,

Cfl'ITFLt) X; f. 339

preflriéron dormir al raso á volverse Ñ Mocundo.

Esta noticia I)u50 en alarll)a toda la isla ; el pa-

dre obligó 5 la j úven muchacha, it que se subiese

it uit zaiiiang ú Acacia muy elevado, que se halla

Cii la llanura Li alguiita distancia de la cabaña, y

bechólldose ?,l al pié, no dejó bajar á su bija

hasta que 'os cazadores hubióron partido. No

siempre han hallado los viagerus esta temerosa

precailctotI , ni esta austeridad de costumbres

cutre los insulares.

El lago produce , coa bastante abuudancia

tres especies de 1)eSCacl() de una carne blanda y

POCO agradable al gusto , y son la Guaviiza , el

va re y la sard iria, Los <los uI Lii Itus ha; ai 1 al l%u

por los arroyos. La Guavina que lic cliseíacIu

ah1 mismo , tiene 20 pulgadas (le largo sobre

3, 5 de ancho; tiene grandes escamas plateadas,

bordadas de verde. Este pescado sumamente vo-

raz, ha destruido todas las dcinas especies ; los

pescadores nos han rIIirJUaCIO, que lii) pequeño

cocodrilo llamado 11am , que varias veces se nos

acercaba al haríamos, contribu ye laminen á la

destruccion del pescado. 'o hemos podido pro-

curarnos este reptil para examinarlo de cerca

lleno V.

parece no pasi de tres ; cuatro pies de largo;

se dice que es ni IR lic ICCI 1 Le , 11H15 sus liahi ttides

S, $ u forma se parecen iiiiichc á las del Caytnaii

4 Crocodilus acutus. Nada de una manera que

no deja ver sino la punta del hocico, s' la extre-

midad de la cola; y cii el medio del cija se sale

it las playas áridas. Ciertamente 110 05 un Mo-

nitor, pues que los verdaderos Monitores solo se

hallan en el antiguo continente, ni la Salva-

duz de Seba, Laceria Teguixin, que se sumerge

y no nada. Otros viageros ciccidir.n esta cues-

nosotros nos contentamos con añadir, que

es bastante notable que el lago cte Valencia y

todo el sistema (le SUS afluentes, no producen

Ca ymanes grandes, u pesar de tpic este ;iiiiinal

peligroso, abunda it pocasleguas de allí, en las

aguas que desembocan cii el Apure, en cf Ori-

noco, ó directamente cii el mar de las Antillas,

entre Puerto Cabello ' la Guayra.

La isla de Chambcrg es notable por su altura

es un peñasco con dos cimas, elevado de 200 pies

sobre la superficie de las aguas, y cuyas cuestas

son áridas, mas la vista sobre el lago y los ricos

cultivos (le los valles vecinos. Son admirables,

C?.VflLLO xVt. i

s)ectaline%iLLt cuauilc al ponerse d sol • sr veninilc (It; aves aeit:ti ilCs . CoillO IIainC'nCos yal VaCS , (fUe atravicaun CI lago Pflflh irse á clar-

luir :c I(IS islas. Al II!IS300 tte:iipo, los hal)it.lfltt:s.sugilli I!CVaU)OS indicado. (jUerfl.Ii los pasLos CII

aquella larga h;tniia II< inotit;iñas (jiW rodiJaelh nr ¡xml te. 1 as grii m incas . thund an cii ellas, yaquellos vaston ¡teetidius , que tt VCCÚS oCtipZttLmil toesas (it largo se preseit tan como corrien-tes de lavas que bajan d las alturas. En una (lelas noches apacibles de los tr\picos , enamidudescansa litio á la tirilla del hu4 o 1 para respirarla Iresnura del auhieote, es ¡riuS' ciinnso cotiICnt-piar cmi las ondas , la imagen tic los fueg os ralos(l t ' itillamnan el Ilori7.ohlte.

Las iiitm,cdiavinimes clii lago ¡lib son ¡ pal A.nas.

sino en la poca de las grandes sequías, cuandolas aguas al retirarse . dejan un terreno cena-gosa expuesto a los ardores del sol. Las orillaspobladas de CoccolobeL barbadensis. son semejan-tes cmi ci aspecto de las plantas acuiitiles . ¿t lasde nuestros lagos ' le Europa. Se ven espigas deagua ( Potamnogeton ) cintra y niasetas de trespies de altas, que apenas se distinguen d pi Titb

342 LIBRO Y.

augustifolia de nuestros pantÑnos solo por me-dio de un exúmen mu y escrupuloso, se viene

conocer cada una de estas plantas , corno espe-cies diferentes , propias al nuevo continente.

¡Cuantos vegetales del estrecho de Magallanes, de

Chile s de las Cordilleras, de Quito, han sido

confundidos en otro tiempo, á causa de su ana-

logía de forma y de su fisononiia, con los vege-

tales de la zona templada boreal!

Entre los afluentes del lago de Valencia, hay

algunos que deben su erigen 4 (tientes termales,(fUC merecen una particular atencion. Estas

fuentes brotan en tres puntos de la cordillera

granítica de la costa, y son cerca de Onoto,entre Turmero y Maracay; cerca de Mariara, al

nordeste de Ja hacienda (le cura; y cerca de lastrincheras en el carniio de Nueva Valencia áPuerto Cabello. Yo lic' lic podido examinar sino

las de Mariara y las de las trincheras, en cuanto

sus relaciones flsicas y geológicas. Remontando

húcia ci origen cJél pequeño rio de Cura, se venlas njqntafjas de Marjara adelantarse en la ha-

mira en forma de. un vasto arnhiteatro, coni-

CAI'IIULU xvi. 543

puesto de peñascos cortados verticalmente,cuya parte central tiene el nombre tic nUCO??

del (tu/tío. Los montes que se unen al riricoli del

diablo por la parte cid este , son mucho me-

nos altos, y contienen gnciss y lnieaes(IuJta gra-

nat ¡feto.

En estos montes menos elevados, it dos 6 tresmillas al nordeste de Mariara , se baila la Que-

¿'rada de aguas calientes. Este barranco tiene va-rios pozitos. (le los cuales los dos superiores, que

no se comunican entre si, no tienen riias de

ocho puiqzulas , y los tres irikriores, dos o trespies de diajuétro su prohiitdid;td varia de tres

fl quince pulgadas. 1..a temperatura 'le estos po-zos es (le 360 it 50 centesimales, y lo que es muyparticular es, que los pozos inferiores son mas

calientes que los superiores, aUli(pI' la c4iícrcti-

cia del nivel no es ma yor de j ñ 8 j ittlidas. Las

aguas calientes Se FCUTICI) formando un arroyo,

.11w de Q4'UUS calientes que treinta pies ritas abajo,solo tiene !80 (le temperatura.

En los tiernJ)os tic ¿zrarules sc(l IJiaS que fue

cuando nosotros visitamos ci barrauco , toda l

3 ,4 ¡a-' '.

ivas. de lan aguas termales no flri:ia sitio un

perfil de 36 pulgadas cuadradas ; iflas este att-

mm La considerablemente en la estacion de las

lluvias. El arroyo entonces se convierte en un

torrente y d ¡SII1II1U\C (le ca lar , }iUC3 parece que

las fuentes calientes no cstati silj etas :S variacio-

nes IItUy sensibles. Todas estas fuentes estati dé-

bihuente cat-adas de gaz hidrogeno sulfurado

el olor de este gal. , semejante al de huevos po-

dridos, no se peten te su iu aproximñ ¡iclose rnti-

cha ¿i los inaiiaiiti.iles. Solo en twa (le los pozos

Llega la teni peraL u ¡a t 560, 2 e 1 ci cual se ini-

niflc.sta la salida (le globtdillos de aire, pat' in -

térvalos unir regulares de dos 5 tres ItILILtILOS

y observé que aquellos salian cotistaiiteiuente de

los mismos puntos : que eran cuatro, Y

lflOViCfl(lO COl! UIt pULO el fondo del pozo, rio se

cambiaban apenas los puntos de donde salia el

gaz. Estos corresponden 5W «luda a otras tantas

aberturas en el giieiss ; asi es que cuando los gb-

bulillos (le gaz parecian entina, innied iatziinente

segirian las otras.

Los pocitos e53mi cubiertos tic una película ti-

c:\iaraLc) Xvi.

4cr3 &lr ai.tilre, que sedt:sjnjsita pi.it la lenta (011)

bustton del hidrógeno stdSiirado, cii 511 cvr acto

con el nigeao de ¡a adniosfcra algunas yerbas

1 timed latas , es tan t ami) ¡en cubiertas de azufre.fre.

En el barranco de las aqilas calienTes. de Manaza,

entre los pequeños pOZOSCU%Zt ICIIipL'rattira se ele-

va de -)GV it 5q0, vegetan dos especies (le plantas

aett t lles; la una ni cmb ranos;t y que co u licite

.n mpotli tas de aire, y la olla (le libras IK1L'a1das.

La pri theta se asemeja mucho it la Viva labyrin-

zi/rznis de Vanii tdli . que ofrecen las aguas ter-

niales (le En ropa.

Las aguas de :\lariara se cm pleati con buen

éxito t , ri las oi)strt1cctort(s (le garganta en las

úlceras envejecidas,

'

s. en aquellos horribles afec-

ciones de l:t piel que llaman bubas, y cuyo ori-

gen rio es Siompre siuilitico. Como los maria lit jales

no esta it ni u y cargados de hidrógeno 5 iii fmi mac 10.

(:5 IicCCS3nO I)flñAVsC CII el ILIISITIO parage (tunde

nacen un 1)000 mas lejos, ya estas aguas sirven

para regar los cZILIipOS de añil. Don Domingo

Tovar, rico proprietario de Mariara, leiiia proyec-

to de hacer construir tina casa (It: baños, y

'34 C, LIBIO Y.

fundar un establecimiento que ofreciese ñ las

personas acomodadas algunas conveniencias de

mas, que la carne de lagarto por alimento, y los

cueros extendidos sobre bancos por único ¡CellO

de reposo.

En ¡a noche dci 91 de febrero sali iiios ¡le la

herniosa ha CiCt ida de C ti ni para Guacara y Nueva

Valencia, prefiriendo viajar (le noche á causa delCXCC5IVO calor (le) din, y pasando 10r la pequeñaaldea de Punta Z;tm tiro, al pie de las altas III (Ui-

tañas de las Viruelas. El caunno esin adoriiulo

de altos y grandes árboles de Zamang 6 iliniosascuyo tronco se eleva ix Go pies de altura y cuyas

ramas, casi horizontales, se eiieiicntrau ix mas de

i 5 pies de distancia, formando la mas hermosay mas frondosa bi,vccla de verdor. En el tiiistnositio cii que las breñas eran mas espesas se es-

pantáron nuestros caballos por ¡os gritos de unanimal que pnrceia seguirnos de cerca, y quesupimos ser un tigre muy grande queh5cia tres

años recorria aquellas itiontafias; el cual habien-

dose constantemente escapado it las diligentespersecuciones de los mas atrevidos y valientes

cazadores, despedazaba los caballos ' mulas en

CATIJELO XVI. 347

niedio de los cercados; pero que no faltando dr

alimento no lizll)ja hasta entonces atacado á los

ltwnhres. El negro que nos guiaba daba gritos

salvajes erevend o espantar ci tigre, in:is este

dio quedó naturalmuviue sin (feetn. El .Jaguar y

el lobo de Europa siguen a tos vi ageros amicuando no quieran atacarlos; ci lobo en campo

abierto ven parages descubiertos; ye! ja guar cos-

teando el camino y no pareciendo sino por inter-

valos en las malezas y matorrales.Pasamos ci día 23 en la casa cid iiiarq mies de

Toro, en la villa de (Juacara, y jurisdiccion mu;'

considerable. Una calle (le :irhoics de Caro-liiií'a conduce (le U tiacara a 31w icudo. Era la

primera vez que vela al aire libre este magimifleoveetal que hace UHU tic los principales adornos

de los vastos mvcrnaderos (le SetióribrucmnMocundo CS lilia flCZl plauitacioit de cañas deazucar que pertenece ñ la faitillia de Toro. En

¡ « todos las cato/ini a pflflreps de SChOÚbFUIIrI (villa ira-

penal en Aus'ria) proceden de graiws ó simiente3 cojimlas

por los Seimores Lose y flredeni ev en nI mmii cola .irbot , deU U eh rirhili: porte, cerca de Cljaeao, al este de C3raea.

5 j.t::o Y.

ella Le iiuila lo 9UC C$ muy raro CII aqieIo

liashi al . lujo (le la agricultura, un jal-

, busqucciltos u la orilla (1 ' :! a!ua sobre

lID peñase n de 8n c i5 5, un pribellon con un ni ¡ra-

dar ( belvedere. Se goza allí tic ;iIt:i vlsi:, (leh-

CIOSa sobre la parte occidental ilel lago. sobre las

iiiun(nñas vecinas y sobre una floresta de indws

que separa Guacara de l:.i ciudad de Nueva Va-

lencia. Los caminaOS (le cañas de azuca r recen

pl a titad os se semejan por su verde Claro,.'¡ una e -

tensa pradería. Todo aitullcifl allí la abundancia,

pero es a costa de la libertad de los labradores.

La &ibricacion del azticar, la cocedura y ci ter-

rage son UIUV imperfectos en Tierra Firme, })or-

que solo se fabrica para el consumo interior, y

porque para el despacito por mayor. se pre-

fiere el paeIon, tanto al azucar refinado como

al azucar bruto. Este pape/ozi es un azucar ¡ni-

puro, formado en muy pequeños pancs, de un

color pajizo obscuro que está mezclado de melote

y de materias mucilaginosas. El hombre sitas

pobre come ¡tape/oit corno en Europa se come

queso.

La caña (le azocar no ha pasado SItIO muy

(:Aiq n)Lo XVI. 349

tarde, verosiniilnicnte al flit del siglo XVI ,de las

islas Antillas á los valles de Aragua. Hace algu-nos afios. que ci cultivo y la fhbricacion del azu-

car han sido muy perfeedosia(las en Tierra Fir-

me; y como las tu a quinas (le 1.1 armadura no

esta n permitidas, segun las leves, cii la Jamaica,se (:rec poder contar sobre la exportacioli frau-

dulenta del azucar refinado ñ las colonias ingle-

sas. Pero el consumo de las provincias de \'enc-zuda , sea cii papelon sea en azucar bruto, em-pleado CII la fabt'icacioti (101 chocolate y dulces,

es tau considerable, que basta ahora la expor-mcmii ha sido ;ihso1ivaiutriientila. las mas

musas plantaciones de azucar se eticuentrati cii

los valles de Aragua y (le Iny 7; junto al Pao eleZarate, entru la Victoria y San Seinstian ; y muy

proximo á Guatirc, Guarimtas y Cauritnare. Si las

primeras cañas (le azticar han vestido al Nuevo

3luziclo (le las islas Canarias, tambiesi son gene-raliticote los Canarios ó istengos los que se hallan

to(lavaadueños de las grandes plantaciones, ylos

quedirijen los trabajos del cultivo, el (le los iigc-

nios, y (le la afinacion.

Tapatapa 6 ia Trinidad. Cura, Mocutidu y cI Palmar.

35o LIBRO V.

El 22 en l itla u ud ie continuamos nuestro ca-

fimo (lC5(IC Mocundo, por Los Guasos, fi la Villa

de Valencia la Nueva , ' pasamos por un pe-

queño bosque de palmeras que por su porte y

sus hojas en foimna de abanico. se seine;an alCliaincrops buinilis de las costas de Berberia.

La aridez del suelo aumenta á medida ( l i La $(

aproxima íi la ciudad y que se pasa la extremni-

dad occidental del lago, el cual es un terreno

gredoso que ha sido nivelado y abandonado porlas aguas. Las colinas vecinas llamadas los Morros

de Videncia, estan compuestas de tobas blancas,

formnacioiu c;ilc:rea muy reciente que recubreinmediatamente el gneiss que vuelve ú CJICOn-

(nNe en Victoria y en otros mimelios puntos :1

lo largo de la cadena del litoral. La blanemu n tic

estas tobas en que reflejan los rayos del sol,commtri-

buye iriuchoal CXCCSLVt) calor que se experirnenta

en aquellos lugares en donde todo parece tocado

de la esterilidad y en donde ápenas se encuen-

tran algunas pies de cacaotero en las orillas delrio de Valencia ; mas en el resto de la llanuratodo está desnudo y desprovisto de vegetacion.

La ciudad de Nueva Valencia ocupa una con-

CAPITULO XVI. 351

siderahie uxtensiort de terreuo , pero su

cion apenas es de 6 z ooti , ¿dinas. I4as calles son

nitiv anchas, la plaza mayor de un grandor de-

mesurado, y corno las casas son extremadamente

bajas, la des pro porcioli entre la poblacioii de la

ciudadS. el CSjnICI() que CICII pa. ('5 ilinelio lzi;iVOr

que eldeCaracas. Mtieltosblaiicos dv raza euro-

pea priu3CijialmnCne TOS iilflS pobres , viven la

may or parte del año cii sus pequeñas plantacio-

nes de añil s. algodoi i en las cuales se atre-

ven Ñ trabajar con sis Iiia;InS. Ii que, segun al-

ennas preocripaciónes inveteradas en aquel pis,

seria deshonroso para ellos en la ciudad. La in-

dustria de los liahitajites comienza en general á

dispertarse. y ci cultivo 1e1 nigúdon ha aulneui-

tado cunsiderubleniente desde que se han ¡icor-

(13(10 nuevas libertades al comercio ile Por-lo

Cabello. y que este puerto ha sido abierto cii

COLII(I 1uin'to niaVr, a los buques que van çhrec-

taint'iilc tIC la liit.!trOpult.

Nueva Valencia. Fundada en 15,55 ba3o el go-

bierno de Villacinda por Alonso 1 )iaz Moren, es

doce años mas anLigita que Caracas. Es segura-

ineute muy sensible que Valencia no sea la ca-

O;,? FlIlitO Y.

pital del pais: su sitizaciori cli Ulia llau:t ñ la orilla

de una lagw ta, UVCOV( Liria la SIL uacioii de Méjico.

Cuando se reflexiona sobre la fiicil cornuni-

cacioti que ojrccen las valles de Aragua con

los Llanos y COfl tos nos que dcsetiibocan cii el

Un i toco , cuando se recoiioz'e la posibilidad de

abrir la navegaCioli interior por ci Rio Pao y laPortuguesa hasta las bocas del Orinoco Casi-

q uiare y A i ilciZOfla se concibe que la capital de

las vastas provincias de Venezuela hubiera es-tado mejor situada cerca del soberbio puerto de

Puerto Cabello, bajo un delo puro y sereno, que

juntoto . la poco resguardada pla ya de la Guaira

en un val le templado,o. upero constantementete no-huloso. S, triada la ciii dad de Valencia entre los

ki'tiles campos de la Virtoria y de Barquiesirnetopróxima al reino de la Nueva Granada hubiera

debido prosperar; pero á pesar de todas venta-jas no ha podido luchar con Caracas que le haquitado durante dos siglos hija ya o parte desus habitantes. Las familias de Mantuanos han

preferido la morada de una capital zi la de unaciudad de provincia.

1_os 9UC no conocen la ¡ rmnicrable cantidad

CAPITULO fl(. 553

de hormigas que infestan todos los paises bajo

la zona tórrida, tienen mucha dificultad cñ for-

marse una idea (le las destrucciones y hundi-

micuitos, causados [)Ot estos insectns, que ah un-

dan de tal modo en la ciudad de Valencia que

las excavaciones hechas por ellos parecen canales

siuhierrancos que se llenan de agua durante la

estacion de las lluvias Y son muy peligrosas para

los edificios.

Valencia ofrece recuerdos histuricos. LupLz de

Aguirre, cuyas fechorías y aventuras forman uno

de los episodios mas dranifuticos (It' la historia

de la cónqui5ta, pasó en iSGi, desde el Perú, por

el Rio de las Amazonas, á la isla de la Marga-

rita, y de este por el puerto de Burburata á los

valles de Aragua. A su entrada en Valencia, que

se glorifica con el titulo (le la ciudad 'le! Rey, pro-

clarnó la independencia del pais y la irs:ri pciontic Felipe II.

El segundo acontecimiento histórico que se

une al nombre de Valencia es la grande incur-

sion hecha por los Caribes dci Orinoco en v5- 3

s' 1 580. Esta horda antropófaga que subió lo

largo 'le las orillas del Gua rico. atravesando los:5

LIBRO Y.

llafl(n% fué fdtzniciite rechazada por el valor (le

Gnci-Gonzakz , tino de los capitanes cuyo lioni-

bit es todavía sumamente respetado en aquellas

Es seguramente muy grato traer 5 lain)aginaeion que los descendientes de estos mis-tilos Caribes viven hoy en las misiones corno pa-

cíficos cultivadores, y que ninguna nacion sal -

vaje de la Guayana osa atravesar los llanos que

separan la region de los bosques de la de lastierras labradas.

El 27 por la mañana visitamos los manantiales,cálidos de la Trinchera situados tres leguas de

Valencia. La Trinchera toma su nombre de unaspequeñas fortificaciones'de tierra construidas en

¡677 por los filibusteros, que saqueít-

ron y ticstruvérou la ciudad de Valencia. Estosmanantiales, que son mucho mas abundantesque todos los que li;ibiatitos visto hasta entúnces,

forman un riachuelo que, aun cii turn})o (le lamayor sequedad, tiene dos pies de profundidad

y diez y ocho (le ancho. Fuera de los manantialesde Urijiuo , en el Japon, que se asetlr;t ser deagua pura, y estar.( t oo°de temperatura, las aguasde la Trinchera de Puerto-Cabello parecen ser

C4\PIÍCLQ \%1. 355

las ritas c'iil(IUS del nitujilo. Oesaviinanios cerca

de aquel mismo inaiiajilial , en calvas ¡tenas ter-

males se cuecen los huevos en tres ú cuatro mi-

mitos. Estas aguas, fuertemente cargadas de

hydrógeno sulfurado, brotan de la cumbre de

una colina elevada t So pies del futidu del IRlE-

rauco y dir'ijida del sud-sudeste al iuflr-uiororsti'.

La peña donde salen estos manantiales es un ver-

da( len) rau ¡(o con -r tiesos granos scmej otiLe u

del .líurg del Diablo cii las mo itaüas (le M anam.

En donde las aguas se evaporan al aire forman

denositos é incrustaciones (le carbonate do cal

pasando quizá por medio (te las camas de calizaprimitiva, tau çoiiiiiii cii el \licacsqiiitru y giieiss

de las costas (le Canacas. Sorprcnd kn os el lujo

(le la vegctaciozt que rodea d estanque- A Igri ¡tasMjrutosas ÇCJII delgadas y plumosas hojas, Clucias

C. Higueras han echarlo sas ralees en el fondo de

una I)aIsa cu ya tem p.ra tu ro se elevaba 85'. Lasvainas de estos árboles se extendian sobre la su-

perficie de las agitas t dos ú tres pulgadas de

distancia. La frondosidad (le las \íiuuuos;us

a u; ui u tc consta uteincute humedecida por los a-pones eñlidos estaba SIIL etnbargt li2rItiosainczute

356 LIBRO Y.

erdc. Un Arum con tronco leñoso y con grandeshojas en forma de saeta, se elevaba tambien cte

una charca cu ya temperatura estaba á 70°. Estas

mismas especies de plantas Vegetan en otras partes

(le aquellas montañas junto á torrentes en que el

teriiióinetro no sube mas de i

Hay mas todavia; á 4o pies de distancia del P lla-to en que brotan los manantiales que tienen o de

temperatura, se encuentran tamlnen otros ente-

rarnente frios. Siguen unos y otros durante alguntiempo titia clireccion paralela; y los tndigcnos

nos enseñárori corno, cavando un agujero entrelos dos arroyos, se podia, al gusto (le cada uno,

proporcionarse un baño de tina temperatura

(lada. Sorprende yerbajo los climas mas ardientes

y mas frios, como el pueblo indica Ja mismaprelileccton por el calor. Cuando se intrndujoel cristianismo en Isiancla no querian ser bauti-zados los habitantes sino en los manantiales cá-lidos del Hecla; y bajo la zona tórrida, tanto enlos llanos como en las Cordilleras, acuderi. losincligenos de todas partes hácia las aguas ter-

males. Los enfrmos que vienen ú la Trinchura

para tomar baños (le vapor, construyen sobre

c.tVITULO XVI. 357

el manantial una especie de mirej:ado hecho con

ramas (le (;rholes y cañas ifllL'V delgadas, sobre

el cual, aunque me ha parecido POCO sólido y

bastante peligroso, se extienden desnudos y to-

man su bario. El rio de aguas calientes se dirije

al nordeste, y se hace junto. it las costas mm rio

bastante considerable, poblado tic grandes :ø-codillos y contribuyendo por sus inundacionesfi la insal tib dci ad del litoral.

Bajamos hAcia o dejando siempree l rio de agua caliente á u uest ni derecha. El ca-

mino es mu y piritoresco y las aguas se precipitanSobre los bancos del peñascos. Se erce ver las

cascadas de !a lleuss , que bajan del inonit Saiiit-Gothard ¡ Pero ((une conitraste en la fuerza y ri-

queza de la vegetación En medio de arbustosfloridos, cicBigrionia.s y de Melastonus se elevan

majestuosamente los troncos blancos del Ceero-¡Ha, que solo desaparecen á una altura (le menos

de n oo toesas sobre el nivel del Océano.

El calor se liiw sufocanite á medida que nos

aproxirnabamos it las costas. Un vapor rojizo cu-

bria el horizonte; y aunque el sol estaba prúxiiuo

-1 - ponerse, la brisa ti(> soplaba todavía. El rio de

368 LIithO Y.

¿A l, (¡:] czilida que costeamos era cada vez mas pro-

fundo. Quisimos examinar los dientes y el inte-

rior de la boca de un cocodrilo de mas de

nueve pies de largo que encontraiiios muerto en

la playa; pero habiendo estado expuesto al soldii rau te ni u chas sem ni ias, exhalaba un olor tau

fétido (JLIC nos iii é Jirceiso a haud OU8 r este provecto

y volver A montar A caballo. Cuando se llega -Al

nivel del mar, el camino vuelve al este y atra-

viesa una playa anda de legua y inedia (le ancho

que se parece i la (le Curnautú y en donde seencuentran raquetas esparcidas, SCSUVLUm al-

gunos pies de Coceoloba uviferu y á lo largo de

la CUS Itt , Aviceñtis y Paletuveros. Lii esta planiciese elevan, como escollos, per1iiefi:is rocas de

Meandrites, de Madrcporitas y otros corales ni-inificados ' Con superficie bonibeada, que aun-

que parecenali atestiguar la reciente retirada de[mar, estas masas de poliperos 110 son masfragmentos embutidos co tiria especie de mArinolcon cimento caleArco.

Fuimos recibidos en Puerto-Cabello con el

mayor agasajo en casa de un IIi&liCO írarl(;csllamado Juiiac, que babia hecho niiiy buenos

csrfrcLo v i. 559

estudios en Ml)ntpeIlier; en cu ya casa se encon-

traba un conjunto de dikrentes cosas que todasinteresaban á los viageros ; tales eran algunasobras de literatura é histúria natural, notas so-bre la nieteonilogia, pieles de jaguar, grandes

serpientes acuaticas, animales vivos Inonac.arma_

dillos y pájaros. Era nuestro liucsped el primer

cirujano del hospital real de Puerto-Cabello y ven-

taiosanlerlte conocido en el Nis por el profundo

estudio que habia hecho de la fiebre amarilla.El clima de Puerto-Cabello es menos ardiente

que el de la G1lavra y la brisa es allí mas fuerte

y mas regular. Las casas no estan apoyadas con-

tra rocas que absorben durante el dia los rayosdel sol y expenden el calórico durante la noche.

El aire puede circular mas libremente entre lascostas y las montañas de ¡Liria. Las causas de

la salubridad de la atmósfera deben ser busca-das en las playas que se extienden al oeste á pér-

dida de vista lI'tciu la Punta de 'lucacos cercadel hermoso Puerto de Ciiichirjbiche.

Las salinas de Puerto-Cabello se semejan ints-tante á las de la periitiula de Araya cerca deCumaná. La tierra que se logia reuniendo las

36o LIBRO Y.

aguas J)lLfllaIeS en puquefios estanques, está sinenibargo menos cargada (le sal. Como el trabajo

de )as salinas de Puerto-Cabello es extremada-

mente mal sallo, solo los hombres mas pobresse dedican a ¿:1 , los cuales reunen la sal en pe-

queños depósitos y despues la venden á los alma-

C(flCS (le la ciudad.

La defensa militar (le las costas de Tierra-Firme FCJ)OSfl sobre seis puntos que son el casti-llo (le San Antonio de Cumaná, el Morro deNueva-Barcelona, las fortificaciones de la Guayra

( COfl i34 cañones) , Puerto-Cabello, el fuerteSan Carlos en la embocadura de la laguna deMaracaybo y Cartagena de Indias. A excepción

de estñ (iltiina, Puerto-Cabello es la plaza forti-

ficada mas importante. La ciudad es muy mo-

derna y su puerto es uno de los mas hermososque se conocen en los dos inundos en vi cita!casi nada ha tenido que añadir el arte ñ las ven-

tajas que presenta la naturaleza del sitio. Por Ja

extraordinaria disposición del terreno so semeja

el puerto it un estanque ó laguna interior cuya

extremidad meridional está llena de islotes cu-

biertos de ciianglios. La abertura del puerto

CANTULO xv:. 36*

húcia ci oes te con t ribuye u jueli o 4 la tran q -iulad de las aguas; y aunque zio puede cutrar

tilaS 11 11 SOlO buque á la Vez los LWIOt'CS

naviófi de linea pueden anclar muy cerca de

tierra para hacer agua. No hay otro peligro para

la entrada en el puerto dito los recifes ele Pun La

Brava, enfrente de los cuales se ha establecidoUna bateria de 3 caiioncs. Hácia el oeste y el

sudoeste se percibe el fuerte que es 'iiiguao regular con cinco bastiones, la l)atcrta del

recife y las fortificaciones que circundan Ja an-

tigua ciudad fundada sobre un islote (le forma

trepazoide. Un puente y la puerta fortificada de

la estacada reunen la antigua ciudad á la nueva,que va es mayor, a U 1*911 C si empre se la Iii ¡ ra

como un barrio. La ciudad, que ya tiene hoy

cercade 9000 hnbitantes,debc su origen al ilicito

comercio atraulo huccia aquellos parages por laproximidad de la ciudad de Bu rburata , que se

fundó en ¡ 54q. Puerto-Cabello, que no era mas

que una pcqueüa aldea, se couvirtió ea unciudad bien fortificada bajo el rúgititen de losVizcaitius y de la compuñía de Guiptizcoa. Losbuques de la G U4.1\ ni . ( tic (:5 LI ICHOS 1111 puerro

561 i,CI;Ú y.

que una ni ala rada abierta vienen ú Puerto-Ca-

bello para calafatearse y repararse.

¡,,a defensa del Puerto consistc en

las baterias bajas (le l;I lengua (le tierra de Punta

Brava y del recik ; y solo desconociendo este

principio ha pod ido construirse t grandes gastos

sobre las inon tañas que d orn j ¡jan el barrio bácia el

sud un nucv6fuertc, llamado el JiéradordeS o/ano.

Encontramos la plaza de Puerto-Cabello CI! 1111

estado de defensa poco seguro. Las fortificaciones

del puerto y el recinto ó iuittralla de la ciudad

que tienen Unos 6o cañunes,exijc,z una gua rnicion

de 1 O0 ú aouo hombres v solo habla ; la sazori

Goo; todo parecía anunciar en Puerto-Cabello

el aumento (le la poblacion y de la industria.

Entre todas las coin un ¡endones fraudulentas que

se ejecutan en el ,nunclo. ningu uiaS son mas activas

que las que se hacen con las islas (le Cii rayo y

de la Jaula¡(-.). $e exportan ni i nal inen te t!2a5 de

¡o.000 machos. Es un espectáculo bastante cu-

rioso ser embarcar estos animales que derriban

con lazos y suben á bordo de los buques por

medio de una máquina que se semeja á una grua.

Al salir el so] del i <le marzo (lejalimos Puerto-

II

CAPITULO xvi. 565

Cabello y vimos con sorpresa ci gran número (lebarcos cargado ,, <le frutas que se venden en el

mercado; lo que me hizo recordar Ufl3 de las

hermosas mañanas de Venecia. La ciudad ofrece

en ge rieral par la par e del mar, ini aspecto ri-

Stiefto 3' agradable. Montañas cubiertas (le vege-

tucion y sol,rcrnontadas de picos, que, por SUS

perfiles se ej-cenan de roca trapcana, fori-nan ci

fondo del paisage. Cerca de la costa todo está

desnudo, l)lanCO y fuertemente fllLifl)bflldo ; al

puso que ],a de raen tañas esL cubierta

de frondosos y espesos ñrbolcs ({IIC delinean sus

vastas sombras sobre terrenos obscuros N-gases. Al salir de la ciudad visitamos ci acue-

ducto que se acababa (le construir, ci cual tiene

5000 varas de largo y conduce por un encañado

las aguas del rio Estevan A la ciudad. Esta obra

ha costado mas de 3o,000 pesos fuertes; pero

ha proporcionado que i)rotc el agua en codas las

calles..Volvimos de Puerto-Cabello á los valles de

Aragua deteniéndonos de nuevo en la plaiitaciort

j,; tetas de liada.

364 L113fl0 Y.

LIC Iki II) LII .1 por la e(].'¡] se traza el un evo ca-

mino de Valencia. Hacia muchas sernarns quehabiamos nido hablar de un árbol, cu yo sucoes una leche nutritiva y que le llaman el ti;-bol

ele la vaca asegitróscuos que los negros de lahacienda que beben abundantemente de esta

lec he vegetal, la miran çojiin un alimento sa-

ludable. Esta asercion nos pareció tanto mas ex-traordinaria cuanto que todos los sucos lactici-

nosos son ásperos, acres, amargos y mas ó menos

venenosos. La experiencia nos ha probado dti

rante nuestra mansion en 13;trlula que no eranponderadas las virtudes del Palo ¡le Faca. Estehermoso árbol es (le! tamaño del Caintitero

cuyas hojas oblongas terminadas en punta , cor-reosas y alternas, estari mareadas de nervosi-

dades laterales, salientes por debajo y paralelas,

y tienen hasta io pulgadas de largo. No pu-dimos ver su flor, pero si su fruta que es car-

nosa y contiene una y aun dos nueces. Cuando

se hacen incisiones ca el tronco de¡ árbol de

la vaca, dá abundantemente una leche gluti-

£ Chrywphyfluin Gamito.

CAPiTULO XVI. 365

tiosa, bastante espesa, desprovista .dc toda aeri-

tud y que exhala tui olor de balsarno muy agra-

dable, Y de la cual nos Presentaron en frutos

del Tuimno. Nosotros u tis titos bebiamos ca itt ¡ -

dades considerables de ella por las noches antesde acostarnos Y. las madrugadas sin haber

experimentado ningun efecto nocivo. La visco-

sidad de esta leche la hace un poco desagradable.Los negros y las gentes libres que trabajan Ci) las

plantaciones la beben mojando en ella pan ctemaiz, y de yuca, el arepa y !a casava.

El úrhol extraordinario (le que acahanios de

hablar, parece propio de la Cordillera del litoraly particularmente desde Barbula hasta la laguna

de Maracaybo. Algunos l)ICS de 5l existen tambien

cerca del pueblo de San Mateo, y segun Al. Bre-dcinoyer, cuyos viajes han enriquecido tanto los

hermosos invernaderos ó estufas tic Sellonibrun

y de Viena, en el valle de Caucagna , tres or-

nadas al este de Caracas. Este naturalista ha en-contrado, collil) nosotros, en la leche vegetal delPalo de Vaca un gusto agnulable y. u olor aro-

mático. En Caucagna llaman los indigcaios aJ

árbol que da este ji u (nl ¡ve suco, irl'ol de (a

366 LUUIC) V.

leche, y pretçndcn conocer en la grosura y color

(le las hojas los troncos que contienen mas sitvia

así corno el pastor distingue por señales exteriores

nuia buena vaca lechera. N iiigti it 1)0 tít nico ha

conocido hasta ahora la existencia (le este vgetal

cu yas partes de la fnictificacion será facil pr o-curarse.

Sobre el llaneo árido de una roca crece este

Arbol cuyas hojas son secas y correosas; sus

,gruesas ralees leñosas apenas penetran cii lapiedra. Durante muchos meses del año ni ¡insolo chaparron riega sus hojas y sus ramas pare-

cen inuci tas S. pero cuando se penetra oselince una abertura cii ci tronco sale de él una

leche dulce y n u tuitiva .Al salir el sol es cuando

este i narian [ial vegetal esta ti las al) ti ud n te; y en-tónees es cuando se ve llegar de todas partes á

los negros é irtilígenos provistos con grandes va-

sijas para recibir !a leche que a,narillea y seespesa á la superficie. Los uno vacian sus cuen-

cos bajo riel mismo ;írbol y otros los llevan ú sus

hijos. Parece estarse viendo la thiuilia de uit pastor

(jtlC distribuye la lcclze de su ganado.

Si el Palo (le Vaca nos descubre la iniiiensa

CV1LL'LO X\I. 367

fccun(lcdad y la leneflcieitcja de la naturaleza

bajo la ¿0118 tórrida , tillO! lICO 1 ios ncw;rda las

liumerosas causas pie favorecún aquellos her-

musas climas al descuido é iJtdoleLlcia del hom-bre. Mongo -Pack nos ha hecho conocer el drI;oi

de la manteca, del bu lubalTa que M. de Can-

clolk sospecha ECI' tl(' la Ltiitili,t de los Sapotéos,

CORlO nuestro (U'I' OI de fre/te. Los bananeros y Sa-uteros, y los Jíauritiiz del Orinoco son árbolos.

de pan corno la Rima del mar dci Sud. Las fru-

tas de Ci'csceucia y del I.ecvtli is sirven de VLISOS

los espatos 'le imln seras y cortezas de árboles

ofrecen gorros y vestido s st costura. Los inicios,

) IIWS bien las separaciones interiores del troncode los bnutbureros u ha itihues, proporcionan es-

calas y facilitan (le tuil titado5 la jabricacion (Le

las sillas, cantas y otros muebles que hacen lariqueza dci salvaje. En medio de iin;i vegetacion

tau ;iliiziid L!itC y tan variada en 5115 producciones,

es preciso motivos fui)' poderosos para excita!'

el hombre al trabajo, jura dispertar!e de su le-

targo y desenvolver sus facultades intelectuales.En Barbilla que st: cultiva el cac;to(çfl, y el al-

godonero, encontramos, lo que es muy raro en

368 LItRO Y.

aquel país, (los grandes m.qiiinas Cori cilindros

para separar el algodon de su semilla; la tina mo-

vida por tina rueda hidraulica y otra 1)0r un ha-ritel s mulas. El ma yordomo (le la hacienda que

lialna construido estas máquinas, era natural deMérida coriocia el camino que conduce de-Nueva

Valencia por Guanare y Misagual á Varinas, y

(le aquí, por el barranco de los callejones, al Pá-

ramo (le Mucuchies y á las nio ntafias (le Méridacubiertas de perpetuas nieves. Las nociones queél nos dió sobre el tiempo necesario para ir de

Valencia por Varinas á la Sicrra Nevada y de estapor el puertodeTorunos ve] rio Santo Domingo,

San Fernando de Apure, nos fuéron infinita-mente preciosas. Nadie puede ituaginarse en Eu-ropa cuan dificil es adquirir informes exactos

en un pais en que las comunicaciones son tan

poco frecuentes y donde se complacen en disnii-nuir ú exagerar las distancias s-un ci deseo que

se tiene de animar al viagcro ó de disuardirie (lesus provectos. Al partir de Caracas babia depo-sitado rondes entre las manos del intendente (le

la provincia para serme pagados por los oficiales(le la tesoreria real cii Varinas. Resolvi visitar la

CAI'iTUI.<' XVI. 36}

extremidad oriental (le las cordilleras de la NuevaGranada, y el mismo sitio en que ellas se pier-

deit cii los iúratnos de íimotcs y de Niqiiitaopero supe el) Rurbula CpIC esta exeursion retar-daria de treinta y cinco dias nuestra llegada alOrinoco; retraso,que me pa mas largo,cuanto que se esperábaii ver comenzar las prime-ras aguas mas pronto que de ordinario. Espera-liamos examinar cicspiuts ttrt gran numero de

montañas cubiertas de perpótitas jueves en Qui-to. Perú y Méjico y me pareció tanto mas pru-dente abandonar el provecto de visitar las mocita-fas de Mérida cuanto que debinmos perder elverdadero objeto de raueslro viage pie era ci lijarpor observaciones astroninuicas, el punto de co-municacion del Orinoco con el Dio Negro y el delas Amazonas. Volvimos por consecuencia desdeBarbizla d Gitacara para despedirnos de la respe-table thmilia del marques de foro, y pasar auntres dias mas en las orillas del lago.

De Guacara volvimos á Nueva-Valencia co

donde encontramos algunos emigrados franceses,los únicos que hablamos visto durante cinco aiiosrr i la s colonias españolas. j pesartle los vinculas

3o i.iitn' V.

de sangre que unen las lantilias reales (le Francia

N- España no era permitido á los sacerdotes írari-

ceses refugiarse cii esta parte del Nuevo-\l nudo

en que el Itoinhie encuentra tan facIl mente su

stiSteflt() y su abrigo. Del otro lado del Océano

solo los Estados-Unidos del América ofrecian un

asilo al desgraciado. Un gobierno que es fuerte

porque es libre, y confiado porque es )tistu , no

podia temer acojer «t, los proscriptos.

Ya hemos procurado mas arriba (lar algunas

nociones sobre el cultivo del añil, del algodon y

del a/AICd e de la )WovWcia de Caracas. Antes (le

dejar ci valle de Aragua 1.. las costas iuiuediatas,

tenemos que hablar (le los cacahuales como la

fijenle principal de la prosperidad de aquellas

reeioiics. La provincia de Caracas 1 producia, a

¡ La provincia , no la Captunhi general , excluyeu do por

coibecIIecICsa los ctcaotcros de C unian;i de la prov mcii deBarcelona, de Maraciho, de. Vaimaa tic la Grhiy;irma e4pht-

12)13. Durante la guerra. en ibo, el pi ecio ti e la fanega era

en la provhieia de Caneas de 12 pesos fuentes y de o enLpafia. Desde ¡,-Si lmata i se ha visto var tr Cu Cadiz

desde 4o á ioo pesos fuertes por lanegd. los gastos detranspone desde lo Guaira Cadiz, en tiempo de pa¿, :i3

c.ArTULO XVI. 371

fines del siglodiezv ocho, t ho,000 fincgasanuaies,

(le las cuales se consumian So.000, en la provin-

CI V 1 OÓ ,000. cii Espa fía. Calcuhiudo «un fu iea

de cacao. precio de Cadiz, solamente h 25, pesos

Inertes, se halla que el valer tdta) de la exporta-

cioii de este giSiiero por los seis puertos de la Ca-

pitunia general de, Caracas', zisdendc á 4,Soo.000

pesos fuertes. Un objeto tan importante merece

ser discutidp con cuidado ; y yo me lisonjeo, se-

«ini gran número (le materiales que u y reco-

jido sobre todos los ramosos de la agricultura co-

loiiial,tle jnnlerafiadjr inuchofu lo que M. Dcpons

ha publicado en su estimable obra sobre las pro-

vincias de Venezuela.

E] ñrbol (111e pIO4UCC ci cacao ya no es salvage

en las selvas de Tierra-Firme, al norte de.¡ Ori-tinco; á lo menos nosotros no le liemos empe-

peso, y en el de gticl ri, i u 12 por fanega. El precio

ir di: e'I e De ra eta C raca es de 1 2 .us í. la tan egi

CII tietupti di: paz.

San Tomas (le la Nueva ( uayana AÁng ' stn ta. Cii-

Nueva )hitceioza , La Guaira, Puerio Cabello y

Maracaibo.

372 LIBRO Y.

yacio it encontrar sino mas allá (le las cataratas

de Atures y Maipures es mu y abundante prin-

cipalmente cerca de las márgenes del Ventuari

en el Alto-Orinoco, entre el Pedaino y el Cc-hette. Está rar&a de cacaotcros salvages en la

América meridional, al norte (le! paralelo de 60,

es un fenómeno de la geografía botánica, muy

curioso y poco conocido hasta aquí. Parece tanto

mas chocante este fenómeno que, segun el pro-

ducto anual de las cosechas, se ha calculado á

mas (le 16 millones ci número (le árboles en llena

sazcni en los cacahuales (le Cumaná. de Nueva-Barcelona, Venezuela, Yarivas, y Maracaibo. Elcacaotcro salvaje es muy ramoso y cubierto de

un íollnge frondoso y sombrío: proci ncc un fruto

sumamente pequeño, parecido á la variedad quelos antiguos Méjicniuos llamaban Tlalcacalinatl.

Transplantado á los conucos ele los Indios delCasiquiare y del Rio Negro conserva durante

muchas generaciones, esta fuerza de Ja vida ve-

getal que le hace dar fruto al cuarto afio, al pasoque en las provincias de Caracas no empiezan

las cosechas hasta ci sexto, septiino , ú octavoatio, porque estas son alli mas tardías en lo ¡u-

CAPITULO XVI. 3;5

tenor de las tierras que en las costas N . ci valle

de Guapo. No hemos e rico u Lru do ni ng una tribudel Orinoco que prepare una J)chlda con ci grano

del cacao (ero los salvajes chupan la pulpa de

la vaina y arrojar! los gr l u 1osr que se encuentran

ú menudo en el mismo sitio en que ellos han

vivaqueado. Aunque en la costa se mira el clic-

rote, que es tina inlusion de cacao extremada-

mente floja , como una medula mu y aiitiçua

ningutu hecho histórico prueba que, los ¡uWge-

nos de Venezuela hayan conocido ci chocolate6 alguna otra preparacion del cacao antes de la

llegada de los Españoles. Me Parece mas pro-

bable que las plantaciones (le los cacaoteros hansido hechas A iwitacioui de las de i\léjico y Goa-

ten)ala y que los espaüolcs habitantes (le Tierna-

Firme han enseriado el cultivo de los caraoteros

enresguardíindolos . sir juventud con las hojas

del Ervthrina y del Bananero, la fabnicarion de

las pastillas ú ladrillos del choco/alt y el tuso de

la bebidabebida dci 1 fliSfliO n ombrere ¡unu' SUS Comu u ¡ ea-

ciones cori Méjico, Goatemala , Nicaragua.

tres paises , cu yos habitantes eran d' origentoltt'ra y azteca.

374 nitro Y.

• Hasta ci siglo ¡0 difertan mucho los viageros

en el juicio que teniari sobre el chocolate. Ben-

zoni en su estilo franco dice que es mas bien una

bebida da porci, clic tía huomini. El jesuita Acosta

asegura que los españoles qe llal)itait la Amé-

rica gustan del chocolate basta el extremo, P'°que es preciso estar acostumbrados á está negrabebida para no tener náuseas al solo ver la es-

puma que sobrenada como la hez, o escoria de

ita licor fermentado. • Atade (1 cacao es una

1)0tp011 de los méjicanos, como la coca lo

es tanI)idn (le los jieruvianos. • llernarm Cortés

Y SU pago, o el grntil-/unnbre del gran Con-quistador, Cu yas memorias ha publicado Rama-

sin, alaban por el contrario ci chocolate no so-

la me» te como una bebida ag radablc aunque

preparada fi li'io ¡ , sino como una substancia

LI padre Ciii ha probado muy bien con la dos p*sages

' le Tu rquecn ad ( ¿ilonoi'q un indiana, liii X IV. cal). ¡4 y

4 ) que los Mejicanos bacian la inÇuion 1t frw, y que son

los Espaüolts los que bu introducido el uso de preparar elçhocolaje liuciendu, hervir el agua ccci la pasta ó co itijjosi-

con del cacao.

CÁrIFCLO 'vi. 375

ahiitien ucia el que Ita tolI)a(lo u bebido ¡oua ji_

cara, dice el page de Coi'tis, puede Ca(IIIII;Ir LIII

dia cntci'o sin tomar niro ;iliiiiciito, particular-

mente cii los cliii ¡as tu u y cálidos; pues que el

clwcolate es ¡)io y rc/ri,Lteran/e ¡'or su nalura/e:u.

i\.o subscribiremos a la última parte lc esta aser-

cioii ; pero bien pro u lo tcnd renios ocasi on , en

iiiit:stra ii.ivegacioii sobre el Orinoco y en ¡mes-

tras exturscumncs hacia la ciunlue de las Cordille-

ras, de celebrar las propiedades saludables del

chocolate. Igitalmente fiteil para trarusportarse y

para en plearse como a II Limen tu , contiene en unu ri

volumen pequeño partes mit ritivas y excitantes.

Se ha dicho con razoii que iii Africa el arroz, la

Pina y la manteca des/tea ayudan á los IiWlil)res

A atravesar los desiertos. En el Nuevo-Mundo ci

chocolate y la harina de maiz han hecho acce-

sibles las llanuras de lo.s Andes y las vastas fores-

tas inhabitadas.

La cosecha (lel cacao es sumamente variable

El árbol vegeta con tal fuerza que salen las lb-

res hasta cmi las raices leflusas (tfl toda parte cii

que la tierra las deja Ir descubierto. Sube los

VICIItOS del iiol'(lrste aun citanri o estos no haga ni

376 LIUflO Y.

bajar la temperatura mas que algunos grados.Los chaparonnus que caen irregularmente des-pues de la estacion de las lluvias durante los me-

ses de invierno, ck diciembre á inane, SOR tain-

bien muy nocivos al cacaotero. Sucede inueltas

veces que en una hora, el ¡)rnprietario (le tiliaplantación de 5n,c.00 PCS pierde por mas de

cuatro zi cinco mil duros de cacao. Una grande

humedad no es útil al árbol Sino cuando au-

menta progresivamente y que durante largo tiem-

po no es interrumpida. Si en ci tiempo de las

sequedades las hojas y las tiernas frutas 110 sonmojadas por un fuerte aguacero, se desprende

el fruto del tronco. Si la cosecha de cacao es delas atas inciertas, si este ramo de cultivo tienela desventaja de no hacer gozar al nuevo

tador del fruto de sus trabajos sino despues de

ocho ó diez años, y de dar un género de unaconservacion muy difícil, no debe tampoco ol-

vidarse que los cacaoteros exigen un númeromenordeesçlavos que la mayor parte de los otros

cultivos. Esta consideracion es de una alta im-portancia en unauna época cii que todos los pueblos

de Em opa han resuelto noblemente poner fu

cÁriTvr.o xv'!. 577

al comercio de los negros. Un solo ectavo es su-

ficiente paracultivar 1000 pies, qtIC pueden pro-

ducir uit año con otro doce fanegas de cacao.

Las mas licrniosas plantaciones de este género

se eiicueittrau en la provincia 'le Caracas á 30largo de la costa , catre Caravaliera Y la embo-

cadura del rio Tocuyo c , en los valles de Cauca-

gua, Capaya , Curiepe y Guapo; en los de Cu-

pica, entre el cabo Codera y el cabo Unare, cerca

de Aroa Barqitesinicto , G uigue y Uritueti. El

cacao que se cria en las orillas del Uritucu, it laentrada de los llanos en la ¡urisdiccion (le SanSebastian de los ltcycs, cstñ considerado corno

de primera calidad. En el comercio de Cadiz se

da el primer lugar al cacao de Caracas inmedia-tamente des pues del de Socointisco. Su precio esgeneralmente de 3o 1 4o por ciento mas caro que

el de Guayaquil.

Hasta mediados del siglo XVII. no han disper-tado los holandeses, tranquilos posedores (le la

isla de Curaçao, por medio del comercio de con-

1 Lai dos provincias de Caracas y Nueva Barcelona se

j'tilan tste Lejaena exircurndauienie flflil.

38 LIBRO Y.

trabando, la industria dçricola (le los habitantesde las costas inmediatas, y que el cacao se hahecho un objeto de oxportacion en la provin-cia (le Caracas. Sabemos que está ix rclias era alprincipio del siglo XVIII de 30,o(J0 fanegas poraío. Desde i 3o it ¡7,'f 8 la compaflia envió it Es-paña 358,9 7 3 fanegas. lo que hace tui año conotro 47.700 fanegas. El precio de cada tiria deestas bajo en 732 it 45 pesos fuertes, mientrasque se babia sostenido a it Les ít So. En 2 763, elcultivo habla aumentado de tal ¡nodo que la ex-portacion SC tilevabi ñ $0,659 IrteQas 1 . Scgiinlos registros de la aduaua de Ja Giiavra que po-seo. la salida era, sin contar ci producto (le ¡licito

coii IeIcio.Lo i;Sq. de ....¡oS.655 fjnrjt

I;92 .......100,592

r4 ..... . 11 1,155

5,55S

Segun un escrito de oficio sacado del ininiste-

• De cMas8o,55g ínntgas Se etidilon 5o,Siq Jiteclainente

Espafl.t. iG,36j Vera Cruz. 1 ', t4Jo para ia5 islas Canarias

y 2516 par.: J3ç Antillas.

CAPITULO XVI. 379

rio de hacienda • el producto anual ' le la Co-

secha la provincia de Caracas es estimado cii

i 55,000 fanctçts (!e cacao, de las cuales se ciii-

pIcan 33.000 Cfl ci consumo interior, 10,000 en

otras colonias españolas, 77.000 cii las nicrú-

pOlis, 1 5,00o CII CI coii)erciO ¡licito con las colo-

nias francesas, holandesas y dinamarquesas. De

1780 A 1 795. la iniporlacioti del cacao (IC Cara-

cas en España ha sido ni¡ aÑo con otro de 77:7 1 9fanegas. de las que G5.GG Iuuri sido c013511111111a5

CII e! Isilis 3' 11 .Q33 exportadas cii l'r;tni;ia . Italia

y Alemania 2

trdorzúe uin,iO401t0 dci conde de Casa Valencia, con-

sejero de 1ndLs. 1 Don Pedro Varela, rnjniflro de hacienda,

sobre el coinerci!) de. Carai:a, el 15 de junio de

tol. ,6.

a Segun los rcgislrc' ; de 11 ptIertn4 le 1:9:ña , ti iil)por-

U1c151i del c:icao de (:arilc, Ii., ido cii la peiin'iia

En uc ;S, joG inc;.iS 5

4.(1S9 :;1 ,I

r'n s,65(; 34;G.983

Un año cciii oh o:19

330 I.II10 Y.

Segun númerosos indicios que he tomadosohro

los lugares mismos estas evaluaciones son toda-

vía un poco bajas. Los registros de la aduana

de la Guavra dan, año medio, en tiempo depaz de So it 100,001) fanegas. Puede fraucainente

aumentarse esta caniidad de ú de - causa

de] ¿oincrcio ¡lícito con la isla de la Trinidad y

las otras Antillas. Paréceme probable quede i Son

ú tSoG, última época de la tranquilidad interior

de las colonias españolas, el producto anual do

De estas 77,719 fanegas, 60,202 han sido consumlik5 en

las provincias voniribuycrue de Espafia, y 556.i en

exentas, como la Navarra, la Vizcaya, cte. La exportseion

fuera de España ha sido,

En ¿ —8'j de s 3,;¡ 8 S io.i..

64n Sor2jt 3;,46¡93 1.j52 4S

23

Un ano con otro:u ,3 í.nt;.s

Como en el sistema complicado de Aduanas espaúolas

el cacao de Caracas paga derechos muy difcretes si es con-

sumido en la peninsula tS si es exportado fuera del veino

(en el primer caso Sa Z , yen el segundo 29 -1 por Ciento),

mucha parte del osco es reimportada co Espafia.

CAPfTULO XVi.

los cacaoteros (le la Capizania general de Caracasha sido al menos de i95.000 finesas de las que,

La provincia de Caracas .....

de Maracaibo. 20,000

Je Cumaná .... . 1 S,000

de Nueva-Barcelona, 5.000

Las cosechas que se hacen dos veces por año, áfitiesde junio y de diciembre. varian mucho, aun-

(ItIC Iflçuos sin embar-O que las del olivo y dela viña

en Europa. De las 395,000 fanegas (le cacao que

produce la Ca1'iiania general de Caracas. i 45.00u

vienen a Europa tanto por los puertos de la pe-

ninsula como por el comercio de contrabando.

Creo poder probar aqui ( y estas evaluaciones

son el resultado de un gran flhlllLeIo (le datos

parciales), que la Europa consume en ci estado

actual de su civilizacion

23 Millones de. litlra5 de cacao 1,1 121) g ia,icos Ia4

ioo ti ¡iras ........... 27.6(10, 0OOt*7

5 Millones de libras de té á i ir.

la libra ..............¿S,000,000

5,6nn.nnn

382 LIBRO Y.

Sa rna c:ntc,ior . 55.Goo. rviarei

40 M:lloucs de libias de café

t4o fr. las ioo libras . 25,600,000

/So Millones de libras de ,i.ucar 5

54 fi ¡Ct ioo libias . 2439000,1100

Valor total ' tS.too.Úo4 (tIccÓ

1)e todo el cacao que se cousuinc en la parte

occidental y ineridiot ial tic. E i ropa, las prov1 ¡cias

ituiiidns (le Caracas stJ1)mjnistraTi cerca de los

dos tercios ele él. El conde de Casa-Valencia ¿Va-

1 El jrceio de cacao fu en Londres vi iS aS de 6 l—¡ 6 1.

Lo eh. ¡:1 Caracas, y de 4 1. ¡u cli. ;i 51. ¡o eh. cal,-

d,idcs inferiores cada ,00 libras de peso. E! precio toedio

(le las ¡uo libras tic ra/'c .i q& cit. las de araCcr de

(jo 5 50 cit. Los pici:ins de estas 'ioi pro ' lucc)ones han

ai in en ta'Jo cç'usidci ahleijien te (ial vez de iii i jo por

eii:nto) , desde la publicacion da: la obra de M. (:rjlcjuhtitn.

¡la sido dificil fijarse en mí d,.to getiri u! acere.' de] precio

cid U • ti camisa de las ¿Ii íeienci,is la;, grandes que o rrecen

lis IIiver.;ls calidaIlc4. Para formarse iit,,i ida;, 111.14 ci;irj

del co; ti cid o Europeo c 1 az u ca r, e,. f. . té y caej o, harem os

pi esci: te que el valot de todas las irnporacknes de Ingla-

terra ha sido, desde 1805 A 1810, un ai:o en otro, de

1 1 200.000,000 de francos.

CAPITIJIÁ) xvi. 583

loa el ('Mflsttiiifl de la España it 6 u -' millones

de libras ; pero el abad llervas lo fija ú 9 millo-nes. todas las personas que han habi Ludo In fl40

lictil po la España, la Francia y la Italia habránl)bs(i'S;í(LU (jttC el dISO (It!) chocolate entre las

clases menos acomodadas del pueblo no escuente sino en el pninero de estos paises y po-drán diíieilmente persttadiisc pie la España

solo consumido el tercio del cacao importado enEuropa.

Airitque las plantaciones de cacao, hayan no-titentado cii las provitidas de C1tmnii Barce-lona y Maracaibo, ; medida que lian <iisinitii,idocii la provincia de Caracas se crec no obstanteTIC en general este antiguo ramo de industria

agá cola ti isn ¡nove progrcsivauieuute. Los árboles

del euk y del :ulgoclúui reelnplaLarl. CII IIIIR:liaS

lugares, el caenotero, cu yas lardias cos:-chas can-

san Li i.IcietH1a tIC1 etlltivaC]ut'. Se aSetut'a 1a111-hico (JIIU las nuevas plantaciones de cacao Son

ItIPILOS productivas pie las antiguas. Los arboles

no adquieren va Li misma íuierza (jilu antes y danel fruto timas tarde y cnt, ullcliostl)utuilaIici;m. ES

tcclav in el terreno que acusan <le ser Iqo Lid o

3S/ LIRRO Y.

pero pensamos que es mas bien ci attuósíera que

ha mudado por los progresos del cultivo y de los

lesm o u La W1CJ) tos.En los terrenos antiguamente abiertos y (les-

vastadns y por consecuencia poco Iavnrahles alcultivo del cacaotero, por ejemplo en las islasAntil]as, es casi tan pequeño el fruto cuino el del

salvaje. Es como ya hemos dicho, en las margenesdel alto Orinoco, (lespucs de haber atravesadoJos Llanos, donde se encuentra la verdadera pa-tria y bosques espesos y frondosos; en los cuales.sobre un suelo virgen, rodeado de una atmós-fera continuamente húmeda, ofrecen los árbolesdesde el cuarto año abundantes cosechas ; y

donde el suelo no está cntcramcut: aniquiladoel fruto se ha hecho mas grueso, menos amargo,pero tainhien mas tardio. A medida que la civi-]izaciofl se propaga hacia los bosques húmedosdel interior, hcia las orillas del Orinoco y delAmazona, 6 Itácia los valles pie surcan la laderaoriental de los Andes, encontráran los colonostierras y una atmósfera igualmente ventajosaspara el cultivo del cacao.

Sáhesi! que 105 españoles temen en general la

CAIilUli) xvi. 385

ti ¡ezcia de la vanil la con ci cacao cotito i vn La ti te

para el sistema nervioso Y llor esta ¡37.011 ci fruto

tI': esta herniosa Orcliidea esta eulrt';ititcii( '; des-

ciLidaclo a pesar ¿le que poclri;Ui liaCerSC hermo-

sas cosechas de él sobre la costa h ñmcda y fe-

In-o s a, entre Puerto- Cal nill o y Oc u mare , pu u-

cipal mu en te cii Tui niamo dondee los fnu tos del

cpidcnilrwn raniLla llegan ¡insta once ó doce pul-

gadas de largo. LOS Ingleses los Anglo-Ameri-

canos desean lrecutcii tVIueti FC hacer CCIITipPaS (le

yanilla al punto tic la Cuayrn,y es con mucha

pelma que los negociantes pueden procurarse ciI-11 titl:lS IIiII\' eatiticlalt,s de ella. En tos

valles que tlescicinleii tic la ca(lCtii costera h:cia

(1 mmi' (le Ia' Antillas 7 tanto en la provincia de

Trujillo. cOmo en las misiones (le la Guayaría

cerca de las Cataratas del Oil tinco , pod da reco-

gerse muncha v.inilla cuYo producto Sena rimas

bundarute aun , si á ejemplo de los rite;iCaliOS

dese tui harazacen la planta (le e ¡ini td o en citando

de las ti tred aderas A vc 3 ¡iCús que la cnt relazan y

ahogan. Al fin (le este capitulo reuniré las ijocio-

Ites ('un he podido recoger acerca tic la calidad

del suelo y de las riquezas iiiut :ilicas (le los (lis-''. 15

386 LIBRO Y.

nitos (le Acra , de larquesiineto y (le Carora.

Desde la Sierra Nn'ada de ilierida, y los Pá-ramos de Niquitao , (le Bocono y de Las Rosas,que contienen el precioso árboíde la quina, sebaja tan rápidamente la cordillera oriental de la

Nueva Granada, que entre los 90 y ao° de latitud

no forma ya sino una cadena (le pequeñas WOB-

tañas que prolongadas al nordeste del Altar y

Torito, separan los confluentes del rio Apure yele! Orinoco, de les numerosos iios que desaguan

ya en el mar de las A u tillas. ó ya en la la g una ile

Maracaybo. Sobre este pUtito tic particion (le las

aguas estan situadas la ciudades de iSirgua, SanFelipe ci Fuerte, Barquesimeto y Tocuyo. Lastres primeras tienen un clima muy cálido

el ultimo goza de una grande frescura y admira

veI* que bajo un tau hermoso ciclo tengan los

habitantes una grande propenci cm al suicidio.

El suelo se eleva liñcia el sud , PUCS(I % LC Trujillo,la lag una (ir Vract , (le que se saca el ca rboi tatede sosa, y la Grita, situadas al este de la Cor-dillera tienen ya de 400 á 5oo toesas de altura'.

Mas al sudoeste se encuentra laciudad de PaInpIo!Ia Cuya

C1\VÍTUL0 XVI. 38

Entre los nos que (lcscicndcrt al nordestehñcia

la costa ch: Puerto-Cabello y la Punta de ffwacos,

los iii;ts notables son los de Tocuyo, de Aroa y

de Yaracu y-. Sin las miasmas que infestan la aL-

ritósfera, los valles de Aroa de Yaracu y serian

quiz't mas poblados que los de Aragua '. Las

minas de que se saca el cobre en un valle lateral

(jite descnhl}nea CII el tic Aroa Y que es menos

cúlido y menos malsano q;tc los barrancos mas

inmediatos al mar. En estos últimos es dondelos Indios tienen lavaderos de oro y que el sudomanifiesta ricos minerales de cobre que hastaahora un se ha intentado el elal)nrarlcjs_ Las ari-

minas de .kroa , dcspues de haber estado

largo tiempo dese uicladas liati sido elaborada4

de nuevo por el ¿do y cuidados de Don Antoniolienriqtiei que hemos encontrado en San Fer-

nando en lasm:rgenes del Apure, y todas ellas

elevacion sobre el nivel del Océano es, seguti Ni. Caldas, de

1255 t3C5a5.

, Citinse tambiencorno sitioz l fl :i mente tu al sati os,

Urarna, Aloron ,Cabria, Sari Nicolas y los valles de Álpar-

gal un y de Caraviti..

IIflR() 'Y.

son elaboradas por esclavos. La inina ma yor 16-

!ua(la ],-1 V;zca:na solo tiene treinta Oi)FCFOS , y

el número total de los esclavos, empleados en laextraccion (le los minerales y en la fundicion.

no suhd mas pque «'l Go 4 70. Corno la galería del

desague cte los líquidos tiene solo 3o toesas (le

piofuinlidad las aguas impiden trabajar las

partes mas ricas (id nwn(On que se encuentranbajo la galería; y basta ahora no se ha pensado en

contruir ruedas hidranlicas. El producto total del

cobre rojo es de 1200 it i 5oo quintales anuales. El

cobre conocido en Cadiz con el nombre de cobre

'le Caracas es de una enlutad excelente y aun pre-ferible á los de Suecia y (le Coquimbo en Chile'.

Una parte del cobre deAroa se emplea alli mismo

para la íundicion de campanas. Se han descu-bierto últimamente entre Aroa y Nirgua, cerca

de Guanita en la montaña 4c San Pablo algunosminerales de plata. Eneuntranse tainbtcn al-

La exportacion del cobre de ¡troj solo ha ;ido en la

Guayra en 1794, de ¡ 1,525 libras registradas en 'a aduana;

Cfl 179(3, de 51,149 libras, y en 1797 de 2,400; en coyas

épocas ce pagaba 2 pe'OS fuerles el quintal.

CAI1 II ¡.0 Xt 1.

ginios granos de oro cli todos Jet' t ¿:rt'clios 111011

lañosos cUIL'e Ci no Yhracuv la ciudad de San

Felipe, N ¡ r u y fla 19 tiesi meto, particli Inri ¡Ci ile

en ci vio ile Sniila Cri,,. cli CJIJC los orpaflcros

indios ¡hUL recogido algunas veces pepitas ¿i

nos tl) valer di; cuatro o CInCO ¡WSÚS fuertes.

,,Las rocas vecinas dc niicaesquita Y de giieiss

contienen verdaderas vetas ó bien ci oro está di-

seminado allí como en los granitos del Guadar-

rallia cii España y del Ficlitdberg en Franconia

cii toda la iiitiSa ' le la roca? Acaso i; 1 traud ose

las aguas. retiniji las gratules ile oto

]],¡das, y en este caso todos los ensayos ¿le

lrnrac,ones sur j an infructuosos.

Si el lujo de la vegetacion y la extrema liii-

ineclad de la al inC,sfcva ¡lace lebrosos los valles

cálidos de Aroa , de \:ivacny ' ¿tel vio Tucvo

Célebres por la excelencia de sus maderas cte Cous-

truiccon , no sucede lo mismo en las Sñvatias ó

llanos Jlíonai y de Caroni. Estos llanos estan sr-

pa'los po!. el teneito uneutafioso (le Tnciivc, y

• El quL: Liene pol •,flcit, .uuui los gíaujitos de no de entre,le los 1105.

Sgo 1.111110 Y.

de Nirgua , de los grandes llanos de la Portuguesa

y de Calabozo. Es seguramente un fenómeno muy

extraordinario ver las Sábanas Andas cargadas de

miasmas; y aunque no se encuentre alli terreno

alguno pantanoso , ha y sin embargo algunos fc-

nóincrios que indican un despreud imicnlc de gas

hidrogeno . Cuando se acompaña á los 'iageros

• ¿ Que cosa es el fenómeno lnrniuoo conocido ton el

nombre de [al-Ql tic Maraca ylu, que todas las iiocbesse ve

M ludo del mar como en lo interior del pats, por ejemplo

en Mérida donde el zefior de Palacios le ha observado durante

dos años ' La ilislancia 'le mas de jo leguas 4 que se disliit-

gLie la luz, ha hecho creer que podria ser el efecto de una

Lernpesta.l 6 de explosiones eléctricaS que tuviese» lugar

diariamente en una garganta 'le u' Oiitaíias y aun se ase-

gura que se oye el ruido del trueno citando se a;'rosirna

uno al farol. Otros pretenden vagamente que estos es un

volean de aire y que terrenos asftticos. parecidos 4 los de

Mena, causan exhalaciones inflamables y tan constantes en

su aparicion. El sitio en que este feniuneno se presenta, es

un pais montaíuc,so é inhabitado en las orill as riel rio Cal;'-

tumbo, cerca tIc su union con ci rió Suilia. La pu4cion ilcI

tirol es tal que, siflinilo ca,i en el meridiano de la boca de

la laguna de Maracaybo, dh-ige 1 lds navegantes coutio lun

fanal. -

c.uirtto xvi. Sqi

que 110 conocen los tufos iutl;ttnables cii la Cun'ez

(iEICrrr'to de iJi,'mg i se les espanta poniendo ftieo

a la mezcla gaseosa que cst constantemente acu-

m ulada cii la parte superior (le la caverna.

¿ Deben suponerse aquí las zntsiiias causas de iii-

salubridad de la atwóslera , que en las llanuras

entre Tivoli y 101iia , i it los dcsprciidiiiiicxitos

di• hidr•úgitrw sulfurado ? Quiza los terrenos

montaÑosos que avectilati los Llanos di: Motial

tieticii tainbicn una ¡u fi ucu cia nociva sobre las

llanuras que les rodean. Es mu y posible que los

vientos sudesi it atraigan las exlia!ac:ioncs 1iutridas

que se levantan cli: Lis arro yadas de Villegas y

rlc la S jerie;i cli Cabra, ttiitrc (IIONI y CkInielte.

Las áridas, Sábanas , y por lo mismo tan fe-briles,

que se extienden desde Barq uesi nieto á

la costa oriental de la laguna (le Maracaybo

Don Carlos (101 Pozo ha descubierto en este distrito vii

rl foi II] (1 iJC j qat;I.rada r/e Mito! aro 11 1 1 :1 capa de tierra

gredosa, negra que mancha niticlio tos iledos, que eslial;tUn olor fuerte de iitifre.vq:ie se inflaiva p ,-. r Si rflisiuifl

cuando está ligeraunerile lítuiiieciceiula y expuesta ti los rayos

M sol de los tr6pico : ti deloitacioti ó estampido de enamateria gredosa es muy violenta.

39 _.> LILiKO Y.

estai i cubiertas en p ¿irte de raq uetas ; pero la

1)uciia cochinilla silvestre, que es coIIoci(la

bajo el n ombre vago d e graua de Carora pro-

Cede de una region mas tC1111)l;Kla entre Carora

Tv u j ¡1k, Y prinCi pai mcii le del valle del vio

M ucii) it ' al este (le Menda. Los habitantes (les-

cuidan enteramente esta prodii cejoti tan esti-

mada y buscada cii el comercio.

Este pequero rio hola del Pai'auio tic los Couejn y de-

semboco en ciRio All;arrcgas.