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CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO

CAPÍTULO II MARCO TEÓRICOvirtual.urbe.edu/tesispub/0097846/cap02.pdf · 2014. 7. 25. · CAPITULO II MARCO TEÓRICO 1. ANTECEDENTES DE L A INVESTIGACIÓN En este capítulo, se toman

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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

En este capítulo, se toman como referencia trabajos que han antecedido a

esta investigación, los cuales brindan apoyo en esta oportunidad, luego se

presentarán postulados teóricos generales, constituidos en doctrinas, leyes y

jurisprudencias; los cuales servirán de referencia para ordenar el

conocimiento de los hechos concernientes al problema objeto de estudio.

También es importante resaltar los aportes de los autores donde se

incorporarán sus propios análisis, críticas o conclusiones.

Los antecedentes de la investigación, sirven de orientación al proceso

investigativo, pero en el caso del objeto de estudio, es importante destacar,

que no se localizaron antecedentes.

2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA-LEGAL –JURISPRUDENCIAL

Las bases legales y doctrinales de la presente investigación se enfocan en

profundizar, los aspectos más relevantes en cuanto a la comparación del

contrato de mandato según la legislación venezolana con la colombiana ,

realizando un enfoque legal –doctrinal y jurisprudencial, así como también

10

11 una extensa revisión bibliográfica. En este mismo orden de ideas, en la

realización de este capítulo, se hacen connotaciones específicas y

analíticas.

2.1. EL CONTRATO DE MANDATO EN LA LEGISLACIÓN VENEZOLANA

Y LA COLOMBIANA

El mandato es un contrato donde una persona se encarga de desempeñar

o realizar determinados actos, negocios en nombre de la otra, en el cual

responde por su actuación como consecuencia necesaria del acto objeto de

su encargo, pero en esta investigación se estudiará comparativamente esta

figura en la legislación venezolana y colombiana.

Por otra parte, la necesidad de estudiar comparativamente el contrato de

mandato en Venezuela y Colombia, con el objeto de identificar las

semejanzas y diferencias desde el punto de vista legal y doctrinal se

desarrollan en ambas naciones, en pro de garantizar los derechos de las

partes y observar la evolución de esta figura en ambas legislaciones a los

fines de fundamentar los conocimientos en el tema .

2.1.1. EL CONTRATO DE MANDATO SEGÚN LA LEGISLACIÓN

VENEZOLANA

El contrato de mandato en Venezuela consiste en una gestión que realiza

un mandatario en nombre del mandante, mediante la cual se obliga a

12 responder por su actuación frente a él y el mandante frente a terceros, pues

se tienen como si la hubiese realizado el mismo.

Para Milani (2004, p. 73), “el mandato es un contrato por el cual el

mandatario se obliga a ejecutar, por cuenta del mandante, los actos jurídicos

que éste le encarga”.

Según el Código Civil Venezolano, en su artículo 1.684, “el mandato es un

contrato por el cual una persona se obliga gratuitamente, o mediante salario,

a ejecutar uno o más negocios por cuenta de otra, que la ha encargado de

ello…”

A este respecto, Aguilar (2012, p. 519), está de acuerdo con dicha

definición prevista en el Código Civil Venezolano, expresa que es esencial

para el mandato:

a) Que sea un contrato.

b) Que exista encargo de una de las partes a la otra.

c) Que el encargo tenga por objeto la ejecución de uno o más actos

jurídicos.

d) Que los actos en cuestión vayan a ser ejecutados por cuenta del

mandante (sin que sea esencial que lo sea en nombre de éste).

e) Que el mandatario se obligue a ejecutar el encargo.

Por su parte, continúa el autor expresando que desde la concepción

civilista el mandato es un contrato mediante el cual una persona (mandante)

encarga a otra (mandatario) el desempeño o realización de determinados

negocios o actos jurídicos, en su representación.

13

Para los investigadores, el mandato es un contrato donde una persona

denominada mandatario, se encarga de desempeñar o realizar determinados

actos, negocios en nombre de la otra llamada mandante, en el cual responde

por su actuación como consecuencia necesaria del acto objeto de su

encargo.

2.1.1.1. CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE MANDATO SEGÚN LA

LEGISLACIÓN VENEZOLANA.

Las características del mandato en la legislación venezolana, constituyen

el elemento fundamental donde se enmarca la configuración del contrato, es

decir, son los elementos que determinan si existe o no, o los que señalan los

elementos distintivos de esta figura con otras .

Para Aguilar (2.012, p.519) el mandato se caracteriza por ser:

- Unilateral: porque una sola de las partes (mandatario) se obliga, aunque

hechos posteriores pueden originar también obligaciones para el mandante.

Sin embargo, cuando el mandante ha prometido una remuneración al

mandatario, el contrato es bilateral. En efecto, el Código Civil Venezolano

(1982), en su artículo 1.134, expresa: “el contrato es unilateral, cuando

una sola de las partes se obliga; y bilateral, cuando se obligan

recíprocamente”.

Con respecto a la capacidad que debe contener todas las partes en el

contrato de mandato, señala Aguilar (2012, p 525) que se requiere la misma

capacidad que se requiere para realizar el acto objeto del mandato, es decir

14 según la gestión o negocio a realizar se determina que facultades debe

poseer el individuo.

Asimismo expresa que es un contrato consensual, aunque existen algunas

excepciones:

a) El mandato judicial (mandato para comparecer en juicio) está

sometido a reglas formales, según lo establece el Código de Procedimiento

Civil.

b) El mandato para contraer matrimonio es solemne; requiere para su

existencia que sea otorgado ante un Registrador Público o ante el funcionario

competente, si se confiere en el extranjero (articulo 85 Código Civil

Venezolano de 1982)

c) El mandato para realizar un acto solemne debe cumplir las mismas

formalidades que el acto en cuestión, siempre que las solemnidades de éste

hayan sido establecidas en protección de las partes, o por lo menos de la

parte que confiere el mandato. Una aplicación expresa del principio se

encuentra en materia de donaciones cuando se dispone que el mandato para

donar debe otorgarse en forma autentica si se trata de cosas o derechos

cuya donación debe hacerse en dicha forma (articulo 1.438 Código Civil

Venezolano de 1982).

d) El mandato para celebrar en nombre de otro un acto para el cual la

ley exija instrumento otorgado ante un Registrador Público debe ser otorgado

en la misma forma; pero si el poder se refiere a actos para los cuales es

necesaria y suficiente la escritura privada, puede ser otorgada en la misma

15 forma, aunque el acto se otorgue ante un Registrador (artículo 1.169, aparte

único, del Código Civil Venezolano de 1982). Indica al respecto, Aguilar

(2012, p. 524), que el alcance de tales preceptos es dudoso por las

siguientes razones:

• En cuanto al supuesto de hecho, puede discutirse el alcance de las

expresiones “un acto para el cual exija la ley instrumento otorgado ante un

Registrador Subalterno” y “actos para los cuales es necesaria y suficiente la

escritura privada”. En efecto, podría sostenerse que la ley se refiere a actos

en que dichos instrumentos se exijan “ab solemnitatem”, o que se refiere a

actos en que dichos instrumentos se exijan “ab solemnitatem”, “ad

probationem” o para ser oponibles a terceros.

Si se adopta la primera interpretación, el alcance de la norma se

reduce prácticamente a exigir para el mandato la misma solemnidad

que se requiere para el acto en orden al cual se confiere. En el

segundo caso, habría que concluir que la ley también exige para el

mandato la forma “ab probationem”, predomina la segunda interpretación.

En cuanto a la consecuencia jurídica, se puede discutir a su vez si la

forma requerida para el mandato se exige “ab solemnitatem” o “ab

probationem”. Debe sostenerse que la forma requerida para el mandato sea

de la misma naturaleza que la requerida para el acto en orden al cual se

confiere.

16

- Por su naturaleza, el mandato es gratuito, pero nada obsta para

que se convenga lo contrario (articulo 1686 Código Civil Venezolano de

1982).

- Es “intuito personae” respecto de ambas partes, lo que tiene

consecuencias especialmente en cuanto a la relevancia del error en la

persona y en cuanto a la existencia del contrato.

- Puede ser de ejecución instantánea, donde se realiza la gestión

inmediatamente o de tracto sucesivo por realizarse en partes y en un período

de tiempo.

- El mandato engendra obligaciones principales, porque responde

por sus actuaciones como si las hubiese hecho para sí mismo.

En relación al objeto de todo mandato, señala Aguilar (2012, p 526) que

por antonomasia es el acto jurídico, que el mandante encarga al

mandatario y que éste se obliga a ejecutar por cuenta de aquél. Así

pues, se puede conferir mandato para realizar toda clases de actos

jurídicos, salvo para aquéllos respecto de los cuales no cabe

representación.

Para los investigadores, el contrato de mandato se caracteriza por ser un

contrato unilateral cuando no exista remuneración y bilateral en caso

contrario; consensual porque en él se expresan la voluntad de las

partes de obligarse; puede ser ejecutado inmediatamente o en partes

y en principio es gratuito aunque las partes puedan decidir lo

contrario.

17 2.1.1.2. OBLIGACIONES DEL MANDANTE SEGÚN LA LEGISLACIÓN

VENEZOLANA

Las obligaciones son determinadas actitudes que están obligado a cumplir

para consolidar el mandato, porque tienen que ver con lograr formas más

equilibradas en donde todos acceden del mismo modo a sus derechos. Las

principales obligaciones que puede tener el mandante frente al mandatario

son:

a) Obligación de reembolsar al mandatario avances y gastos:

El mandante está obligado a reembolsar al mandatario los avances y

gastos que éste haya hecho para la ejecución del mandato (articulo 1.699

Código Civil Venezolano de 1982).

La obligación se extiende a la totalidad de los avances y gastos de

referencias, ya que si no media culpa del mandatario, el mandante no puede

excusarse de hacer el reembolso por el hecho de que “el negocio no haya

salido bien”, ni puede hacer reducir el monto del reembolso bajo pretexto de

que los avances y gastos hubiera podido ser menores (artículo 1.699, aparte

único, Código Civil Venezolano de 1982).

Por lo demás, sin necesidad de pacto expreso, el mandante debe al

mandatario los intereses de las cantidades que éste ha avanzado, a contar

del día en que hayan hecho los avances (artículo 1.701, Código Civil

Venezolano de 1982).

b) Obligación de pagar al mandatario su salario, si se ha prometido:

18

Al respecto Aguilar (2012, p. 536), siendo el mandato de naturaleza

gratuito, el mandante no debe ninguna remuneración al mandatario,

salvo pacto en contrario. Este pacto puede ser tácito, se considera

oneroso el mandato cuando su ejecución constituye parte del ejercicio de

la profesión que ejerce normalmente el mandatario a titulo lucrativo, salvo

que medien circunstancias especiales. La carga de la prueba de que el

mandato es remunerado, corresponde al mandatario.

Continua el autor expresando que la remuneración debida, es la

fijada en el contrato, si éste no determina su monto, se aplica por analogía

lo dispuesto para el contrato de obras (artículo 1.632, Código Civil

Venezolano de 1982). Es decir, pagarán lo que se pague normalmente

por una gestión como la encomendada y a falta de ese monto el que

un experto o perito establezca considerando los elementos concretos del

caso.

En el caso particular, del mandato judicial, rigen las normas especiales

sobre la remuneración prevista en el Código de Procedimiento Civil (1987) y

en la Ley de Abogados (1985).

c) Obligación de indemnizar al mandatario por las pérdidas sufridas sin

su culpa en la ejecución del mandato:

El mandante debe indemnizar al mandatario de las pérdidas que éste

haya sufrido en la ejecución del mandato, si no se le puede imputar culpa

alguna (artículo 1.700, Código Civil Venezolano de 1982). En ese sentido, si

bien el mandato es por naturaleza gratuito no debe ser fuente de

19 empobrecimiento para el mandatario a quien no pueda imputarse culpa en su

ejecución.

d) Obligación de cumplir todas las obligaciones contraídas por el

mandatario dentro de los límites del mandato o ratificados por el mandante

(artículo 1.698, Código Civil Venezolano de 1982).

En principio, el mandante sólo queda obligado a cumplir las obligaciones

contraídas por el mandatario dentro de los límites de su mandato; pero dicha

obligación se extiende también a las obligaciones derivadas de actos

cumplidos por el mandatario fuera de los límites de su mandato si el

mandante lo ratifica.

Cuando se trata de un mandato sin representación, la obligación de

referencias es del mandante , frente al mandatario (no frente al tercero) y por

ende constituye un efecto interno del mandato; pero cuando se trata de

mandato con representación, la obligación del mandante es frente al tercero

(no frente al mandatario) y por lo tanto constituye un efecto externo del

contrato.

A criterio de los investigadores, las obligaciones del mandante,

garantizan los derechos del mandatario a recibir una remuneración si

así se ha pactado, a recibir el reembolso de los gastos de su gestión,

además del derecho de recibir indicaciones claras de la gestión para la

cual fue contratado, destacando cada una de las etapas de esa gestión

para no incurrir en ambigüedades que puedan entorpecer la ejecución

del mandato.

20 2.1.1.3. OBLIGACIONES DEL MANDATARIO SEGÚN LA LEGISLACION

VENEZOLANA

Los deberes u obligaciones, están orientados a lograr la autogestión del

mandatario, en busca de enfatizar el carácter fundamentalmente

participativo de la gestión. En base a ello se determinan las siguientes

obligaciones:

A) Obligación de ejecutar el mandato:

El mandatario está obligado a ejecutar el mandato con la diligencia de un

buen padre de familia (artículo 1.692, Código Civil Venezolano de 1982).

Para Aguilar (2012, p. 531) el alcance de esa obligación queda limitado por la

facultad que tiene el mandatario de renunciar al mandato y de sustituirlo

convendrá distinguir diversos casos:

Cuando se trate de un mandato único que no ha renunciado ni sustituido

el mandato, el mandatario responde no sólo del dolo, sino también de la

culpa en la ejecución del mandato; pero su responsabilidad en caso de culpa

es menor cuando el mandato es gratuito que en caso contrario (articulo 1.693

Código Civil Venezolano de 1982). De acuerdo, con esta norma la gratuidad

del mandato no excusa el dolo del mandatario, ni implica tampoco que el

mandatario sólo responda por dolo o culpa grave.

En todo caso, para apreciar la culpabilidad del mandatario debe tomarse

en cuenta sus condiciones personales (por ejemplo: su calidad de

especialista, profesional) si el mandatario debe responder conforme a lo

21 expuesto, se aplica el derecho común en cuanto a todos los demás aspectos

de la obligación, salvo que el contrato dispusiere otra cosa. En efecto, son

válidos los pactos en los cuales se exonere, atenué o agrave la

responsabilidad del mandatario, con la salvedad de que, conforme al derecho

común, la exoneración o limitación de responsabilidad no surten efectos

cuando media dolo o culpa grave del mandatario.

Si el mandatario ha sustituido el mandato, debe distinguirse dos hipótesis:

• Si no tenia facultad para sustituir, el mandatario responde de la gestión

del sustituto (artículo 1.695, ord inal 1°, del Código Civil Venezolano de 1982),

en todo caso,

• Si el mandatario tenía la facultad para sustituir hay que distinguir

nuevamente:

ü Cuando la facultad de sustituir le fue conferida sin designación de

persona, el mandatario responde solamente de la culpa cometida en la

elección del sustituto y en las instrucciones que necesariamente debió

comunicarle (artículo 1.695, ord inal 2° del Código Civil Venezolano de 1982).

ü Cuando la facultad de sustituir le fue conferida con designación de la

persona en quien sustituir y el mandatario ha sustituido en ella, el mandatario

no responde de la gestión del sustituto (artículo 1.695, “a contrario sensu”,

Código Civil Venezolano de 1982).

ü Cuando el mandatario renuncia al mandato, debe indemnizar al

mandante si la renuncia lo perjudica, a menos que dicho mandatario no

22 pueda continuar en ejercicio del mandato sin sufrir un perjuicio grave (artículo

1.709, ap. único, Código Civil Venezolano de 1982).

ü Cuando el mandato ha sido conferido a dos o más personas, a falta de

pacto expreso, no existe entre ellas solidaridad salvo que el mandato sea

mercantil.

B) Obligación de mantener informado al mandante:

Según Aguilar (2012, p. 533) está obligación está comprendida dentro de

la anterior, ya que es parte de la ejecución diligente del encargo. En realidad

el mandante tiene el interés especial de estar informado (p.ej.: para no cobrar

nuevamente un crédito pagado al mandatario).

C) Obligación de no hacer de contraparte

De acuerdo al artículo 1.171 del Código Civil Venezolano (1982), ninguna

persona puede, salvo disposición contraria de la ley, contratar consigo mismo

en nombre de su representado, ni por cuenta propia ni por cuenta de otro, sin

la autorización del representado.

D) Obligación de rendir cuentas:

En principio, todo mandatario está obligado a dar cuenta al mandante de

sus operaciones, así lo establece el artículo 1.694 del Código Civil

Venezolano (1982). Sin embargo el Código Civil Venezolano no regula la

forma de rendición de cuentas; pero el Código de Procedimiento Civil (1990),

dispone para el caso de rendición judicial de cuentas, que ésta deben

presentarse en términos claros y precisos, año por año, con cargos y abonos

en orden cronológico de modo que puedan ser examinadas fácilmente, y con

23 todos los libros, instrumentos, comprobantes y papeles que pertenezcan a la

cuenta (artículo 676, Código de Procedimiento Civil de 1990).

Debe advertirse que el mandato puede ser dispensado de la obligación de

rendir cuentas, incluso anticipadamente y que dicha dispensa puede ser

expresa o tácita.

La exoneración del deber de rendir cuentas o la aprobación de las

mismas, libera al mandatario de todas sus obligaciones (dentro de los límites

de la dispensa o de la aprobación); pero siempre pueden rectificarse las

cuentas por errores, omisiones, falsedades o duplicaciones, incluso cuando

la aprobación haya sido judicial (artículo 689, Código de Procedimiento

Civil de 1990) salvo que, expresamente se renuncie al derecho de

rectificarlas.

La rectificación por parte del mandante no equivale a la aprobación de las

cuentas. Dicha rectificación sólo produce efectos frente al tercero que ha

contratado por el mandatario sin afectar en nada las relaciones entre

mandante y mandatario.

E) Obligación de abonar al mandante lo recibido en virtud del mandato:

Al respecto, establece la norma que el mandatario está obligado a abonar

al mandante cuanto haya recibido en virtud del mandato, aun cuando lo

recibido no se debiera al mandante (artículo 1.694, Código Civil Venezolano

de 1982). Así pues, no se deja al mandatario la facultad de apreciar los

derechos que tenía el mandante a recibir el pago.

24

Señala Aguilar (2012, p.534) que la mencionada obligación se extiende no

solo a lo que haya recibido el mandatario en virtud del mandato, sino

también a los bienes que se hayan subrogado a los bienes recibidos por tal

motivo.

En principio, el mandatario no debe intereses por el tiempo durante el cual

retiene en su poder lo recibido en virtud del mandato, salvo que esté en mora

de restituir o cuando ha aplicado tales bienes a usos propios, caso en el cual

debe intereses desde el día en que lo hizo (artículo 1.696, Código Civil

Venezolano de 1982).

F) Obligación de restituir al mandante las cosas que son objeto del

mandato:

A este respecto, Aguilar (2012, p.535) explica que la obligación de

restituir al mandante las cosas que son objeto del mandato se

extiende a los respectivos bienes subrogados, pero tiene su límite en

el derecho de retención que la ley acuerda al mandatario. En tal

sentido indica la norma que el derecho de retención que tiene el

mandatario frente al mandante (artículo 1.702, Código Civil Venezolano

de 1982).

Para los investigadores, las obligaciones del mandatario no están

limitadas al cumplimiento de su gestión, si no que va más allá, pues debe

rendir cuentas de ese mandato y devolver las cosas objeto de la misma o

que ha usado para ejecutar dicha gestión, en las condiciones más propicias

según el uso que se les ha dado.

25 2.1.1.4. DERECHOS DEL MANDANTE SEGÚN LA LEGISLACIÓN

VENEZOLANA

Los derechos del mandante, son las facultades que este posee frente al

mandatario para exigir se le demuestre los resultados de la gestión

encomendada. En sentencia del 12 de Febrero de 1970 la Sala de Casación

Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia venezolana, expresó que el

mandante tiene derecho a que el Mandatario:

a) Le entregue cuenta al mandante de sus operaciones; el derecho a pedir

rendición de cuentas pertenece al mandante, que sólo a él corresponde

ejercerlo o no.

b) Recibir la restitución de las cosas que son objeto del mandato:

c) Recibir información durante el mandato.

El artículo 1.696 del Código Civil Venezolano (1982), establece que “El

mandante debe cumplir todas las obligaciones contraídas por el mandatario

dentro de los límites del mandato. En lo que el mandatario se haya excedido,

no queda obligado el mandante, sino cuando lo ratifica expresa o

tácitamente”.

Para los investigadores, los derechos de los mandantes, consisten en la

facultad y el derecho de exigir la rendición de cuentas de la gestión del

mandatario, ser informado de todos y cada uno de los aspectos de dicha

gestión y a que se le devuelvan las cosas que se han usado para la gestión o

que son objeto del mandato.

26 2.1.1.5. DERECHOS DEL MANDATARIO SEGÚN LA LEGISLACIÓN

VENEZOLANA

Los derechos del mandatario, son las garantías que debe tener frente al

mandante para que este pueda obtener los resultados deseados, mediante la

libertad y verdadera encomienda de gestión que el mandante realiza,

mediante as herramientas necesarias para el mandatario.

En sentencia del 12 de Febrero de 1970 la Sala de Casación Civil de la

extinta Corte Suprema de Jus ticia venezolana, expresó que el mandatario

tiene derecho a que el mandante:

a) Le realice el pago de la suma de que se considere acreedor en virtud de

la gestión realizada en su nombre. Pueden existir casos de gestión que por

su complejidad y naturaleza, ponen al mandante en la necesidad de ocurrir a

la rendición de cuentas para conocer el monto de su crédito.

b) Ser informado de las gestiones que debe hacer.

Aguilar (2012, p 521) señala que el mandato puede conferir al mandatario

el poder de representar al mandante; pero también puede no conferírselo. De

modo pues, que el mandato civil puede ser fuente de representación; pero no

lo es siempre. Por lo tanto, la representación puede tener una fuente distinta

del mandato: La ley, decisiones judiciales e incluso actos jurídicos que no

constituyen mandato.

Respecto al mandatario, la norma es que “si el mandato ha sido conferido

a un incapaz, éste debe representar válidamente al mandante, pero no

27 queda obligado como incapaz” (artículo 1.690 Código Civil Venezolano de

1982).

Se suelen citar como los principales actos que no admiten representación:

el testamento (con la advertencia que la aparente excepción del artículo 966

del Código Civil Venezolano no se relaciona con la materia); la firma con el

nombre de otro (que en realidad no es un acto jurídico); el juramento

decisorio o deferido (1.406 Código Civil Venezolano de 1982); y los hechos

ilícitos.

Para los investigadores, el mandatario básicamente tiene el derecho de

percibir a remuneración si así se ha dispuesto, de obtener información

detallada de lo que debe hacer durante la gestión y a obtener el respeto del

mandante.

2.1.2. EL CONTRATO DE MANDATO SEGÚN LA LEGISLACIÓN

COLOMBIANA.

El contrato de mandato según sentencia C-1178/01 de la Corte

Constitucional Colombiana en fecha 8 de noviembre de 2001, es uno

entre los diversos negocios jurídicos de gestión y consiste en que el

mandatario se encarga de adelantar negocios jurídicos o actos de

comercio, por cuenta del mandante, con representación o sin ella. En

tanto el apoderamiento es un acto unilateral, que puede ser aceptado

o no, en virtud del cual una persona (comitente o mandante) autoriza a

28 otra (apoderado o mandatario) para actuar a su nombre y

representación.

Establece el artículo 2142 del Código Civil Colombiano (1970), que

el mandato es un contrato en que una persona entrega la gestión de

uno o más negocios a otra, que se obliga a ellos por cuenta y riesgo

de la primera. La persona que concede el encargo se llama

comitente o mandante, y la que lo acepta apoderado o

mandatario.

Para los investigadores, el contrato de mandato en la legislación

colombiana comporta, una gestión con o sin representación de negocios

jurídicos que el mandante necesita realizar y encomienda al mandatario para

su comisión.

2.1.2.1. CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE MANDATO SEGÚN LA

LEGISLACIÓN COLOMBIANA.

Las características del contrato de mandato en la legislación colombiana

están íntimamente relacionadas o mejor dicho son las mismas que impulsan

el contrato de mandato en Venezuela, aunque con un enfoque más

especifico.

Según la Sentencia C-1178/01 de la Corte Constitucional Colombiana en

fecha 8 de noviembre de 2001, las características del contrato de mandato

son:

29

1) Es generalmente consensual: por lo que se perfecciona por el

consentimiento de mandante y mandatario. La voluntad de una u otra parte

puede manifestarse tácitamente cuando ejecuta el mandato.

2) El mandato es conforme al artículo 2143 del Código Civil Colombiano

el mandato puede ser gratuito o remunerado. La remuneración es

determinada por convención de las partes, antes o después del contrato, por

la ley o por el juez.

3) El mandato es un contrato unilateral o bilateral: porque el mandato en

principio es unilateral, solo se obliga el mandatario, si es gratuito, pero se

puede generar obligaciones para el mandante, se convierte en bilateral

sinalagmático imperfecto.

Cabe destacar que existen diversas clases de mandato y cada uno con

sus propias características:

a) En cuanto a la extensión de los negocios: General y Especial.

Establece el artículo 2130 del Código Civil Colombiano (1970) que el

especial comprende uno o más negocios determinados, y es general si se da

para todos los negocios del mandante, o con excepciones determinadas.

b) En cuanto a las facultades concedidas al mandatario, el mandato puede

ser: Definido e Indefinido.

En el indefinido se lo concibe en términos generales sin precisar poderes o

facultades. En el definido se contemplan las atribuciones del mandatario.

Distintos aspectos:

30

• Facultades del mandatario: Se plantea el problema en el indefinido,

que es resuelto por el artículo 2132 del Código Civil Colombiano (1970), que

los limita a los actos de administración, requiriendo poder especial para los

actos que no lo sean. En caso, a que se le faculte a obrar como mejor le

pareciere no lo autoriza a alterar la sustancia del mandato, ni actuar en actos

que exigen poderes especiales, según el artículo 2133 del Código Civil

Colombiano (1970). La cláusula de libre administración sólo faculta a ejecutar

los actos que las leyes designan como autorizados por dicha cláusula.

• Concepto del acto de administración: Administrar es adoptar las

medidas de carácter material o jurídico tendientes a conservar los bienes,

incrementarlos y obtener las ventajas que pueden procurar.

De ellos se desprende, que los actos de administración comprenden actos

de conservación (impedir pérdida o menoscabo). Pueden se r de

conservación material (reparar un edificio) o jurídica (interrumpir

prescripción).

Asimismo, abarcan los actos tendientes a obtener de los bienes

administrativos el provecho que están llamados ordinariamente a brindar. No

se incluyen los actos de disposición, que son los que alteran la composición

del patrimonio. Si se venden frutos es de administración, pero si se vende el

bien no lo es. Se concluye que los actos de disposición deben ser del giro

ordinario del negocio para que sean actos de administración, ello se refleja

en los artículos 387 y 397 del Código de Comercio Colombiano.

31

• Actos que requieren un poder especial: según el artículo 2132

ordinal 2 del Código Civil Colombiano (1970), todos los actos que

salgan del límite del mandato se requiere de poder especial o expreso. Pero

hay casos en que se requiere por orden de la ley, como para : poder

transigir.

• Facultades especiales que el Código Civil Colombiano (1970)

reglamenta: La facultad de transigir no comprende la de comprometerse y

viceversa; La facultad de vender comprende la de recibir el precio (si es que

la facultad de vender no se comprende en el mandato ordinario).

Para Rentería (2006, p. 29), es un contrato que se caracteriza por ser:

a. Unilateral: en el caso en que sea gratuito. El mandante está obligado a

proveerle al mandatario lo necesario para la ejecución del mandato (art 2184

Código Civil Colombiano).

b. Bilateral: si es remunerado.

c. Conmutativo: cuando es remunerado.

d. Intuito personae: se basa fundamentalmente en la confianza que tiene

el mandante sobre el mandatario.

e. Principal: subsiste por sí mismo, sin la necesidad de otro.

f. Típico o nominado: está regulado en la ley.

g. Consensual: se perfecciona por el consentimiento de las partes.

Para los investigadores, el mandato en la legislación colombiana, se

caracteriza primeramente por ser consensual y de allí su carácter de

32 bilateralidad pues depende del acuerdo de las partes para determinar si es

remunerado, en caso de no serlo se está en presencia de un contrato

unilateral, es típico pues está expresamente establecido en la legislación

colombiana y es intuito personae.

2.1.2.2. OBLIGACIONES DEL MANDANTE SEGÚN LA LEGISLACIÓN

COLOMBIANA.

En caso de que haya una ejecución parcial del mandato no obliga al

mandante sino en cuanto el cumplimiento del encargo le reportare beneficio,

todo ello, en concordancia con el artículo 2161 del Código Civil Colombiano

(1970). Pero en general se obliga a:

a) Entregar provisión de lo necesario para cumplir el mandato : el

mandatario no está obligado a emplear recursos propios en el cumplimiento

del encargo, si faltan los fondos puede desistirse del encargo.

b) Obligación de indemnizar al mandatario: el mandatario debe quedar

intacto de los resultados del desempeño del mandato. La indemnización

comprende:

• Gastos razonables causados por la ejecución del mandato (artículo

2158 nº2 del Código Civil Colombiano de 1970).

• Reintegro de anticipaciones de dinero con intereses corrientes,

artículo 2158 Nº 4 del Código Civil Colombiano (1970).

33

• Pérdidas en que haya incurrido sin culpa y por causa del mandato,

artículo 2158 Nº 5 del Código Civil Colombiano (1970).

d) Obligación de remunerar al mandatario. Está obligado a remunerar la

cantidad acordada, o sino la usual. En caso de desacuerdo lo soluciona el

juez. No puede renunciar a pagar honorarios, gastos y anticipos o perjuicios

a pretexto de que no resulto exitosa la gestión, salvo que se le pruebe culpa.

Ello porque el mandatario no se obliga al éxito, sino a poner todo de su parte

(buen padre de familia).

e) Otros aspectos de las obligaciones de las partes:

Incumplimiento de las obligaciones del mandante: el mandatario puede

excusarse del desempeño del cargo, artículo 2159 del Código Civil

Colombiano (1970).

1) Derecho legal de retención del mandatario: artículo 2162 del Código

Civil Colombiano (1970).

f) El mandatario obra por cuenta y riesgo del mandante:

El mandante soporta los beneficios y las pérdidas como si él hubiere

hecho la gestión personalmente, esto es evidente cuando el mandatario

representa al mandante, pero aunque actúe a nombre propio y no invista la

representación del mandante, en definitiva igual el mandante recibe

beneficios y sufre las pérdidas.

El mandato confiere la facultad de representación y como no requiere de

una especial mención en el contrato de mandato, es un elemento de la

naturaleza.

34

En caso de que obre a nombre propio se obliga él y no el mandante, pero

sus relaciones con el mandante se rigen por las reglas del mandato.

1) Requisitos del mandato:

1) Objeto del mandato:

El encargo debe consistir en la realización de actos jurídicos, lo que se

comprueba con las facultades naturales del mandatario. El encargo que

consiste en la ejecución de un hecho material es un arrendamiento de

servicios o confección de obra material.

Para los investigadores, en la legislación colombiana se establece la

obligación de entregar las provisiones necesarias para realizar el mandato

incluso la información detallada de lo que se requiere, además de pagar los

gastos de la gestión y los gastos en que ha incurrido el apoderado sin culpa

alguna y la remuneración acordada si fuere el caso.

2.1.2.3. OBLIGACIONES DEL MANDATARIO SEGÚN LA LEGISLACIÓN

COLOMBIANA

Para Rentería (2006, p. 32), la principal obligación del mandatario es

la de cumplir la gestión encomendada, ciñéndose estrictamente a los

términos del mandato, y de procurar actuar de la manera en que más

convenga a los intereses del mandate. Si al mandatario se le hace

imposible cumplir con la gestión, por circunstancias de fuerza mayor o

caso fortuito, debe probar dichas causales de exoneración de

culpabilidad.

35

Por su parte , afirma Botero (1980, p.63) que se obliga a:

• Cumplir el mandato

(a) Es lógico, aunque no salga en el Código Civil Colombiano (1970). Si

por la inejecución hay un perjuicio para el mandante, tiene derecho a

indemnización

(b) El mandatario debe ceñirse a los términos del mandato, según el

artículo 2131 del Código Civil Colombiano (1970), al mismo tiempo que al

artículo 2160, en virtud del cual son inoponibles al mandante , si se sale de

sus límites. También el mandatario debe emplear los medios que el

mandante ha querido que se empleen para lograr los fines del mandato,

(Artículo 2134 del Código Civil Colombiano de 1970).

(c) Excepciones:

• Artículo 2149 del Código Civil Colombiano (1970): debe

abstenerse de cumplir el mandato cuya ejecución sería manifiestamente

perniciosa al mandante.

• Si el mandatario se ve imposibilitado de actuar conforme las

instrucciones, no está obligado a realizarlo de manera equivalente, sino sólo

al tomar providencias conservativas, artículo 2150 del Código Civil

Colombiano (1970).

Pero si es imposible dejar de obrar sin grave compromiso para el

mandante, debe tomar el partido que más se acerque a las instrucciones y

36 convenga al negocio. El mandatario debe probar el caso fortuito o fuerza

mayor que no le permitieron cumplir, según el Código Civil Colombiano.

• En cuanto a los medios, puede apartarse de ellos y usar medios

equivalentes, si hubiere necesidad y se logrará el objeto del mandato

(Artículo 2134 del Código Civil Colombiano (1970).

• Las facultades se interpretan con más latitud cuando el mandatario

no está en situación de consultar al mandante (Artículo 2148 del Código Civil

Colombiano (1970)

(d) Pluralidad de mandatarios: Hay que ver cómo se dividen entre ellos la

gestión del mandato. Primero se está a la voluntad del mandante, si no la

hay, la pueden dividir entre ellos, a menos que el mandante haya dicho que

obren de consuno, artículo 2127 del Código Civil Colombiano (1970).

(e) Prohibiciones impuestas al mandatario en la ejecución del

mandato:

• Prohíbe comprar para sí lo que el mandante ha ordenado vender y

vender de lo suyo al mandante que le ha ordenado comprar. Ello por el

conflicto de intereses. Puede darse con aprobación del mandante, artículo

2144 del Código Civil Colombiano (1970).

• Puede prestar dinero al mandante que le encarga tomar dinero

prestado, pero no puede tomar para sí el dinero cuya colocación le ha sido

confiada, excepto con autorización, artículo 2145 del Código Civil

Colombiano (1970).

37

• Si expresa autorización no puede colocar a interés dineros del

mandante, si lo coloca a un interés superior al designado debe abonárselo, a

menos que esté autorizado para apropiarse del exceso, art ículo 2146 del

Código Civil Colombiano (1970).

• Puede aprovechar las circunstancias y hacer el encargo con mayor

beneficio y menor gravamen para el mandante, pero no pude apropiarse de

la diferencia, pero si lo hace con menor beneficio o más gravamen, responde

por la diferencia, artículo 2147 del Código Civil Colombiano (1970).

• Responsabilidad del mandatario: Diligencia de un buen padre de

familia (culpa leve), ello en el mandato remunerado artículo 2129 del Código

Civil Colombiano (1970). Será menos estricta si el mandatario ha

manifestado repugnancia al encargo y se ha visto en cierto modo forzado a

aceptarlo, inciso 2 y 3, representa una simple recomendación para el juez.

• Responsabilidad del mandatario por la insolvencia de los deudores: En

general no es responsable al ser un simple intermediario. Pero puede

estipularse que lo tome bajo su responsabilidad, artículo 2152 del Código

Civil Colombiano (1970), no hay verdadero mandato al no actuar por cuenta y

riesgo del mandante. Por este pacto se constituye principal deudor y son de

su cuenta el caso fortuito y fuerza mayor.

• Delegación del mandato: Se permite, salvo que mandante la prohíba.

Hipótesis:

38 ü Delegación no autorizada ni prohibida: terceros carecen de acción

contra el mandante por actos del delegado, artículo 2136 del Código Civil

Colombiano (1970). Mandatario responde como si fueran hechos suyos,

artículo 2135 del Código Civil Colombiano (1970).

ü Autorizada, pero sin indicar persona del delegado: mandatario no es

responsable del delegado a menos que sea notoriamente insolvente o

incapaz, artículo 2135 inciso 2 del Código Civil Colombiano (1970).

ü Autorizada con indicación de la persona: mandato se constituye entre

mandante y delegado, artículo 2137 del Código Civil Colombiano (1970).

ü Prohibida: no puede delegar, no obligan al mandante a menos que

ratifique, pero igual puede ejercer sobre el delegado las acciones del

mandatario que le confirió el encargo, artículo 2138 del Código Civil

Colombiano (1970).

ü Delegación del mandato judicial: Puede delegar a menos que se le

haya prohibido, y los actos del delegado lo obligan, artículo 7 CPC.

• Obligación de rendir cuenta:

ü Rendición de cuentas: la impone el artículo 2155 del Código Civil

Colombiano (1970), ello porque obra a cuenta del mandante. Las partidas

importantes de la cuenta deben ser documentadas, ordinal 2. Se lo puede

exonerar de la obligación, pero no de los cargos contra el mandatario que

justifique el mandante, ordinal 3.

ü Debe restituir lo que recibió por el mandante en el encargo: artículo

2157 del Código Civil Colombiano (1970), e igualmente lo que el mandatario

39 recibió y no se debía al mandante. También se incluye lo que el mandatario

ha dejado de recibir por su culpa.

ü Especies metálicas que mandatario tiene por cuenta del mandante: las

debe restituir. El artículo 2153 reglamenta la pérdida de las especies por

caso fortuito, recayendo sobre el mandatario a menos que estén en sacos o

cajas cerrados y sellados. Es depositario de los dineros del mandante

(depositario irregular, artículo 2221 del Código Civil Colombiano de 1970).

ü Intereses que debe el mandatario: los cuales se deben por dineros del

mandante que haya empleado en su propio beneficio (intereses corrientes,

artículo 2156 ordinal 1 del Código Civil Colombiano de 1970) y por el saldo

contrario en su cuenta (intereses legales, que son lo mismo que los

corrientes).

Para los investigadores, las obligaciones del apoderado en la legislación

colombiana al igual que en la venezolana, consiste en cumplir con la gestión

como un buen padre de familia, entregando cuentas y cumpliendo con la

restitución de lo recibido.

2.1.2.4. DERECHOS DEL MANDANTE SEGÚN LA LEGISLACIÓN

COLOMBIANA

a) Cumplimiento de las obligaciones contraídas con el mandatario. Debe

cumplir con las obligaciones que contraiga el mandatario, a su nombre,

dentro de los límites del mandato, art 2160 inc 1 del Código Civil Colombiano

(1970). Requiere dos condiciones:

40

1) El mandatario debe obrar a nombre del mandante por lo tanto el

mandante se obliga a responder por él: El art ículo 2160 del Código Civil

Colombiano (1970) es concluyente (“a su nombre”), en concordancia con el

artículo 1448 del mismo Código. Conforme al artículo 2151 en caso de que

obre a nombre propio no obliga al mandante respecto de terceros, pero en

las relaciones con el mandante, se reputará haber obrado a nombre de éste,

por lo que debe rendir cuentas y puede exigirle que le ceda las acciones

contra terceros.

2) Establecer los límites del mandato: porque si el mandatario lo excede

carece de poder y no obliga al mandante, pero el mandante se pude obligar

por una ratificación, artículo 2160 inc iso 2 del Código Civil Colombiano

(1970). Es tácita la ratificación cuando ejecuta actos que importen su

propósito de apropiarse de lo hecho por el mandatario.

En caso de que se extralimite no obliga al mandante. El mandatario en

principio no se obligaría por el artículo 2154 del Código Civil Colombiano

(1970), y para que responda debe ocurrir una de las hipótesis:

i) Responde si ha asumido la responsabilidad frente a terceros,

artículo 2154 Nº 2 del Código Civil Colombiano (1970).

ii) No dar a conocer a terceros debidamente sus poderes, por lo que

induce a éstos a creer que los límites del mandato no eran sobrepasados,

artículo 2154 Nº 1 del Código Civil Colombiano (1970).

En algunos casos el mandatario se convierte en agente oficioso:

41

1) Si ejecuta de buena fe un mandato nulo (ignora que el mandato es

nulo).

2) Si excede los límites del mandato por imperiosa necesidad, artículo

2122 del Código Civil Colombiano (1970).

En caso de que haya una ejecución parcial del mandato no obliga al

mandante sino en cuanto el cumplimiento del encargo le reportare beneficio,

artículo 2161 del Código Civil Colombiano (1970). Además el mandatario

debe indemnizar lo perjuicios por la ejecución parcial.

Aducen los investigadores, que la obligación del mandante consiste en

responder por la gestión del apoderado frente terceros y de asumir las

cargas que el mandatario ha asumido en su propio nombre para realizar el

mandato .

2.1.2.5. DERECHOS DEL MANDATARIO SEGÚN LA LEGISLACIÓN

COLOMBIANA

Las obligaciones para González (2005, p.89), se relacionan con

determinadas actitudes que están constreñidos a cumplir para consolidar la

gestión para la que han sido contratados. Los derechos del mandatario

según Botero (1980, p. 52) consisten en:

a) Recibir abastecimiento de lo necesario para cumplir el mandato.

d) Recibir remuneración. En caso de desacuerdo lo soluciona el juez. No

puede renunciar a pagar honorarios, gastos y anticipos o perjuicios a pretexto

de que no resulto exitosa la gestión.

42

e) Otros aspectos de las obligaciones de las partes:

Incumplimiento de las obligaciones del mandante: el mandatario puede

excusarse del desempeño del cargo, articulo 2159 del Código Civil

Colombiano (1970).

A criterio de los investigadores, los derechos del mandatario, consisten en

recibir las provisiones necesarias por parte del comitente para realizar el

mandato y en caso de haberlo acordado a recibir la remuneración

correspondiente; cabe destacar que debe recibir los gastos en los que

incurrió sin culpa.

2.1.3 SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS EN EL CONTRATO DE MANDATO

EN AMBAS LEGISLACIONES.

Las semejanzas y diferencias permiten comparar las particularidades de

cada ordenamiento jurídico sobre la misma figura, a los fines de realizar una

coyuntura que permita obtener los beneficios o las regulaciones positivas de

cada legislación y hacer una legislación más sólida de esa fusión.

2.1.3.1. NORMATIVA JURÍDICA

En Venezuela la normativa jurídica aplicable a este contrato es el Código

Civil venezolano (1982), iniciando en el artículo 1.684 expresa que el

mandato es un contrato por el cual una persona se obliga gratuitamente, o

mediante salario, a ejecutar uno o más negocios por cuenta de otra, que la

ha encargado de ello.

43

Asimismo, en el artículo 243 del Código de Comercio (1955), establece

que los administradores no responden sino de la ejecución del

mandato y de las obligaciones que la ley les impone; y no contraen por

razón de su administración ninguna obligación personal por los

negocios de la compañía. No pueden hacer otras operaciones que las

expresamente establecidas en el estatuto social; en caso de transgresión,

son responsables personalmente, así para los terceros como para la

sociedad.”

El Código de Comercio venezolano fijó de manera precisa las facultades

del mandatario en el artículo 243: no puede hacer otras operaciones que las

expresamente establecidas en el estatuto social.

Mientras que en Colombia el artículo 142 del Código Civil Colombiano

(1970), lo define como un contrato en que una persona confía la gestión de

uno o más negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de

la primera. La persona que concede el encargo se llama comitente o

mandante, y la que lo acepta apoderado, procurador, y en general

mandatario.

Asimismo, el Código de Comercio Colombiano de (1971), señala que el

mandato comercial es un contrato por el cual una parte se obliga

(mandatario) a celebrar o ejecutar uno o más actos de comercio por cuenta

de otra (mandante).

Ambas legislaciones contemplan normas de derecho civil, para la

ejecución de un contrato de mandato, pero cada uno de ellos está dirigido a

44 culturas diferentes, por lo tanto tienen características especiales, que serán

estudiadas a continuación señalando algunos autores de cada país.

2.1.3.2. OBJETO

En Venezuela el objeto del mandato según Gelman (1993, p. 150) expresa

que consiste en el acto o los actos jurídicos, que el mandante encarga al

mandatario y que éste se obliga a ejecutar por cuenta de aquel, no

comprende más que los actos de administración, para los de disposición

necesita una autorización especial.

Para Felioga (21/11/2013), puede ser objeto del mandato todos los actos

jurídicos lícitos, susceptibles de producir alguna adquisición modificación o

extinción de derechos. En cuanto al mandato de acto ilícito, imposible o

inmoral, el mismo es nulo y no da acción alguna al mandante contra el

mandatario, ni a este contra el mandante, salvo si el mandatario no supiere o

no tuviere razón de saber que el mandato era ilícito.

En Colombia para Rentería (2006, p. 25), el propósito de la gestión; es el

contenido de la declaración de voluntad debe versar sobre la ejecución de

actos jurídicos, y no sobre actos materiales. No constituyen mandato:

1. Los actos materiales, que se regulan ya sea por el arrendamiento de

servicios o por el contrato de trabajo.

2. El negocio que sólo interesa al mandatario, se tiene como mero

consejo que no produce los efectos propios del mandato (artículo 2145 del

Código Civil Colombiano).

45

3. La simple recomendación de negocios ajenos.

4. La ejecución de un mandato nulo, pero de buena fe.

Asimismo, Botero (1980, p. 61), el mandato puede tener por objeto actos o

negocios en interés exclusivo del mandante y del mandatario en o del interés

del mandante y un tercero o exclusivos de un tercero, pero si fuera interés

exclusivo del mandatario, se tratará de un simple consejo o recomendación,

salvo que fuera hecho de mala fe y que de él hubiera derivado un

perjuicio.

Lo que para los investigadores indica, que en cuanto a semejanzas esto

contratos son muy parecidos, ambos se enfocan en el objeto que el

mandante allá encargado al mandatario, pero también se diferencian

claramente porque en Venezuela los actos pueden ser jurídicos o materiales

mientras que en Colombia sólo jurídicos.

2.1.3.3. OBLIGACIONES DE LAS PARTES

(A) MANDANTE

En Venezuela a criterio de Gelman (1993, p. 154), refiriéndose al artículo

1699 del Código Civil (1982), señala que solo está obligado a reembolsar los

gastos, pagar su salario si se ha convenido de esa manera y a indemnizarlo

por las pérdidas sufridas sin su culpa durante la gestión del mandato.

Mientras que, según el Código Civil Colombiano (1970) en su artículo

2189, el mandante es obligado:

46

1. A proveer al mandatario de lo necesario para la ejecución del mandato. 2. A reembolsarle los gastos razonables causados por la ejecución del mandato. 3. A pagarle la remuneración estipulada o usual. 4. A pagarle las anticipaciones de dinero con los intereses corrientes. 5. A indemnizarle de las pérdidas en que haya incurrido sin culpa, o por causa del mandato. No podrá el mandante disculparse de cumplir estas obligaciones, alegando que el negocio encomendado al mandatario no ha tenido buen éxito o que pudo desempeñarse a menos costo; salvo que le pruebe culpa

Para los investigadores, el mandante en ambas legislaciones tiene las

mismas obligaciones, pero el Código Civil Venezolano (1982), no establece

el pago de las anticipaciones de dinero con los intereses corrientes, pero

tampoco lo prohíbe por lo tanto , es procedente.

(B) MANDATARIO

Para Gelman (1993, p. 152) en Venezuela el mandatario debe:

1. Ejecutar el mandato con la diligencia de un buen padre de familia. Por

ello en caso de sustitución responde por la actuación de su sustituto .

2. Mantener informado al mandante para la ejecución diligente de la

gestión

3. No hacer contraparte, es decir, no contratar consigo mismo sin la

autorización del representado.

4. Rendir cuentas en términos de precisión, año por año, gestión por

gestión si es el caso.

5. Restituir las cosas objeto del mandato.

47

Para Rentería (2006, p. 25), el mandatario en Colombia tiene que: 1)

Conservar: aquello que tiende a evitar que los derechos que existen

desaparezcan o destruyan, es decir, asegurar el cumplimiento de esos

derechos.

2) Administrar: sirven no sólo para asegurar el caudal patrimonial sino

también para obtener una producción por lo menos normal de dicho

patrimonio.

3) Disponer: los que persiguen una enajenación patrimonial. Para estos se

requiere de poder especial. Ya que al mandatario se le prohíbe vender o

gravar bienes del mandante cuando no se le han conferido facultades en ese

sentido.

4) Rendir cuentas, para ello requiere una relación pormenorizada del

ingreso y egreso, pero con las pruebas que lo acrediten.

Cabe destacar, que se prohíbe aprovecharse de las cosas que el

mandante le entrega o de las que recibe de la gestión, en beneficio personal,

la autocontratación: por ejemplo, si se le confiere encargo para vender y el

mandatario la compra y colocar dineros del mandante a interés y hacer

donaciones de bienes del mandante.

Para los investigadores son bastante semejantes las regulaciones de

ambas legislaciones sobre estos contratos respectos a sus obligaciones, con

la diferencia que en Colombia la rendición de cuentas tiene carácter

obligatorio mientras que en Venezuela el mandante decide si solicita la

rendición de cuentas o no.

48 2.1.3.4. ALCANCE

En Venezuela según Gelman (1993, p. 151), el mandatario actúa bajo la

imagen del mandante, es decir, habla por boca del mandatario dentro de los

límites de sus poderes de administración o de disposición si hay alguna

autorización expresa, los efectos legales del contrato se realizan activa y

pasivamente por el mandatario.

Para Boscán (21/11/2013), el alcance del contrato de mandato en la

legislación venezolana dependerá de la gestión que ha sido

encomendada y la capacidad de las partes para la misma, pero en general

va dirigida al cumplimiento de un contrato, y por tanto para resolverlo se

deberán considerar las disposiciones establecidas para los contratos en

general

En Colombia, Rentería (2006, p. 65), expresa que en el contrato de

mandato colombiano el mandatario responde de su actuación y es el

acreedor o deudor frente a la persona con quien realiza la gestión aún

cuando actúa por mandato.

Asimismo, Botero (1980, p. 68), el alcance de dicho contrato, va más allá

de una simple contratación, porque se encomienda la gestión y una persona

realiza la gestión por el mandante como si fuera el mismo, generando

responsabilidades frente a terceros y además el mandatario se obliga a

entregar cuentas de esa gestión que en principio se considera gratuita.

49

Para los investigadores, se asemejan en las obligaciones de las partes,

pero en el contrato de mandato venezolano es mucho más amplio y

específico acerca de los deberes y derechos de las partes, por ejemplo con

respecto a la capacidad para disponer ambos establecen que es una

autorización especial pero en Venezuela, esta autorización debe ser expresa

y en Colombia puede ser tácita.

3. SISTEMA DE CATEGORÍAS

A continuación se presentan los conceptos referenciales al objeto de

estudio.

3.1. DEFINICIÓN NOMINAL

Contrato de Mandato .

3.2. DEFINICIÓN CONCEPTUAL

Para Milani (2004, p. 73), “el mandato es un contrato por el cual el

mandatario se obliga a ejecutar, por cuenta del mandante, los actos jurídicos

que éste le encarga”.

3.3. DEFINICIÓN OPERACIONAL

Para los investigadores, el mandato es un contrato donde una persona se

encarga de desempeñar o realizar determinados actos, negocios en nombre

50 de la otra, en el cual responde por su actuación como consecuencia

necesaria del acto objeto de su encargo.

51

CUADRO 1 OPERACIONALIZACION DE LA CATEGORÍA

OBJETIVO GENERAL: Analizar Comparativamente el Contrato de Mandato en la Legislación Venezolana y la Colombiana

OBJETIVOS ESPECÍFICOS CATEGORÍA SUB

CATEGORÍA UNIDAD DE ANÁLISIS

Analizar el Contrato de

Mandato en la Legislación Venezolana

Contrato de Mandato en la

Legislación Venezolana y la

Colombiana

Contrato de Mandato en la

Legislación Venezolana

-Características -Obligaciones del Mandante -Obligaciones del Mandatario -Derechos del Mandante -Derechos del Mandatario

Analizar el Contrato de

Mandato en la Legislación Colombiana

Contrato de Mandato en la

Legislación Colombiana

-Características -Obligaciones del Mandante -Obligaciones del Mandatario -Derechos del Mandante -Derechos del Mandatario

Analizar las Semejanzas y

diferencias en el Contrato de Mandato en

ambas Legislaciones

Semejanzas y diferencias en el

Contrato de Mandato en

ambas Legislaciones

-Normativa Jurídica -Objeto -Obligaciones de las Partes -Alcance

FUENTE: Borrero, Carrillo, Quintero y Parra (2013)