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Gaceta Optica 22 enero 422 Palabras claves: Baja visión, RD, DMAE, microscopios, filtros fotocromáticos. INTRODUCCIÓN En 1989 la Organización Mundial de la Salud (OMS) diferencia el concepto de ceguera y baja visión (BV) basándose en los parámetros de agudeza visual y campo visual. Así, pode- mos definir los sujetos con BV como aquellos cuya agudeza visual con la mejor corrección óptica es inferior a 0.3 y/o con un campo visual menor de 10º 1 . Se considera que estas personas tienen un resto visual suficiente para ver la luz, orientarse por ella y utilizarla con propósitos funcionales. Según estimacio- nes de la OMS, al menos el 1% de la pobla- ción mundial está afectada de BV. En diversos países europeos este porcentaje se acerca al 2%. Por lo tanto, en España el número de afectados oscilaría entre 400.000 y 800.000 personas 2 . El propósito de la unidad de BV es ofrecer atención especializada a pacientes con defi- ciencias visuales con el fin de facilitar la inte- gración familiar, social, laboral o educativa, así como la normalización en su vida cotidiana. Para ello, es muy importante tomar contacto con el paciente desde el primer momento, cuando todavía es posible una labor rehabili- tadora con ayudas sencillas y el paciente siente que dicha rehabilitación es útil 3 . La población con BV tiene muchas dificultades en actividades de la vida diaria. Estas perso- nas cada vez se van apartando más de activi- dades sociales y se vuelven socialmente soli- tarias 4 . Una de las actividades que se ve particularmente afectada en estos pacientes ARTÍCULOS CIENTÍFICOS Rehabilitación visual de pacientes con enfermedades retinianas que cursan con baja visión Objetivo: Evaluar la eficacia del tratamiento rehabilitador en los casos leves y moderados de baja visión (BV) por enfermedades retinianas, analizando las patologías que con más frecuencia producen esta deficiencia visual. Métodos: Estudio transversal realizado sobre 65 pacientes de la Unidad de Baja Visión. Valoramos la agudeza visual de cerca y lejos con optotipos específicos para BV, sin y con corrección óptica, la sensibilidad al contraste y las alte- raciones del campo visual central con la rejilla de Amsler. Realizamos la rehabilitación visual y un control un mes des- pués de la adaptación de la ayuda para ver su eficacia. Resultados: Los pacientes afectados de BV en nuestro estudio se encuentran, con más frecuencia, entre 60 y 80 años. Afectó por igual a hombres y mujeres. Las patologías predominantes en BV fueron la retinopatía diabética (RD) (41%), seguida de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) (21%) y la degeneración miópica (DM) (13%). La RD produjo deficiencias visuales en los pacientes antes que la DMAE y la DM afectó con más frecuencia a las mujeres. En la mayoría de la muestra la agudeza visual de cerca mejoró de A12-13 sin corrección, a lectura de letra periódico con corrección (P0.001). Los pacientes con DMAE presentaron las agudezas visuales de cerca más bajas, pero tras la rehabilitación alcanzaron lectura de letra periódico con mayor frecuencia. La ayuda principal más pres- crita para tareas de cerca fueron los microscopios (gafa prismática) en el 74% de los casos. Los filtros fotocromáti- cos fueron la ayuda secundaria más demandada. Conclusiones: Los pacientes con enfermedades retinianas que cursan con BV pueden mejorar mucho en las tareas de cerca y en las actividades diarias con ayudas visuales sencillas y fáciles de manejar por el paciente. Irene Verde López O.D. nº 15.781 - Lema Gesto I. - Piñeiro Ces A.

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Palabras claves:

Baja visión, RD, DMAE, microscopios, filtrosfotocromáticos.

INTRODUCCIÓN

En 1989 la Organización Mundial de la Salud(OMS) diferencia el concepto de ceguera ybaja visión (BV) basándose en los parámetrosde agudeza visual y campo visual. Así, pode-mos definir los sujetos con BV como aquelloscuya agudeza visual con la mejor correcciónóptica es inferior a 0.3 y/o con un campovisual menor de 10º1. Se considera que estaspersonas tienen un resto visual suficientepara ver la luz, orientarse por ella y utilizarlacon propósitos funcionales. Según estimacio-nes de la OMS, al menos el 1% de la pobla-ción mundial está afectada de BV. En diversos

países europeos este porcentaje se acerca al2%. Por lo tanto, en España el número deafectados oscilaría entre 400.000 y 800.000personas2.El propósito de la unidad de BV es ofreceratención especializada a pacientes con defi-ciencias visuales con el fin de facilitar la inte-gración familiar, social, laboral o educativa, asícomo la normalización en su vida cotidiana.Para ello, es muy importante tomar contactocon el paciente desde el primer momento,cuando todavía es posible una labor rehabili-tadora con ayudas sencillas y el pacientesiente que dicha rehabilitación es útil3. Lapoblación con BV tiene muchas dificultadesen actividades de la vida diaria. Estas perso-nas cada vez se van apartando más de activi-dades sociales y se vuelven socialmente soli-tarias4. Una de las actividades que se veparticularmente afectada en estos pacientes

ARTÍCULOSCIENTÍFICOS

Rehabilitación visual de pacientescon enfermedades retinianas que cursan con baja visión

Objetivo: Evaluar la eficacia del tratamiento rehabilitador en los casos leves y moderados de baja visión (BV) porenfermedades retinianas, analizando las patologías que con más frecuencia producen esta deficiencia visual.

Métodos: Estudio transversal realizado sobre 65 pacientes de la Unidad de Baja Visión. Valoramos la agudeza visualde cerca y lejos con optotipos específicos para BV, sin y con corrección óptica, la sensibilidad al contraste y las alte-raciones del campo visual central con la rejilla de Amsler. Realizamos la rehabilitación visual y un control un mes des-pués de la adaptación de la ayuda para ver su eficacia.

Resultados: Los pacientes afectados de BV en nuestro estudio se encuentran, con más frecuencia, entre 60 y 80años. Afectó por igual a hombres y mujeres. Las patologías predominantes en BV fueron la retinopatía diabética (RD)(41%), seguida de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) (21%) y la degeneración miópica (DM) (13%).La RD produjo deficiencias visuales en los pacientes antes que la DMAE y la DM afectó con más frecuencia a lasmujeres. En la mayoría de la muestra la agudeza visual de cerca mejoró de A12-13 sin corrección, a lectura de letraperiódico con corrección (P≤0.001). Los pacientes con DMAE presentaron las agudezas visuales de cerca más bajas,pero tras la rehabilitación alcanzaron lectura de letra periódico con mayor frecuencia. La ayuda principal más pres-crita para tareas de cerca fueron los microscopios (gafa prismática) en el 74% de los casos. Los filtros fotocromáti-cos fueron la ayuda secundaria más demandada.

Conclusiones: Los pacientes con enfermedades retinianas que cursan con BV pueden mejorar mucho en las tareasde cerca y en las actividades diarias con ayudas visuales sencillas y fáciles de manejar por el paciente.

Irene Verde López O.D. nº 15.781 - Lema Gesto I. - Piñeiro Ces A.

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es la movilidad independiente. Paralas personas mayores el deseo deser autosuficiente es uno de los estí-mulos psicológicos más fuertes5. Lastareas que presentan realmente difi-cultades son aquellas en las que elalto o bajo contraste entra en juego oen las que el detalle visual sea el fac-tor determinante para desem-peñarlas, como por ejemplo: leer,maquillarse, afeitarse, cortarse lasuñas, cocinar, coser6...Actualmente las patologías que oca-sionan la mayoría de los casos de BVson las patologías retinianas. Dentrode ellas podemos destacar la dege-neración miópica (DM), la degenera-ción macular asociada a la edad(DMAE), la retinopatía diabética(RD), el desprendimiento de retina(DR) y la retinosis pigmentaria, entreotras7.El objetivo del trabajo es evaluar laeficacia del tratamiento rehabilitadoren los casos leves y moderados deBV debido a enfermedades retinia-nas, analizando las patologías quecon más frecuencia producen estadeficiencia visual y las ayudas pres-critas.

SUJETOS, MATERIAL Y MÉTODO

Estudio transversal realizado entreenero de 2004 y enero de 2005sobre 65 pacientes de la Unidad deBaja Visión del Instituto Gallego deOftalmología (INGO), Hospital Pro-vincial de Conxo, Santiago de Com-postela. El estudio incluyó a todoslos pacientes que acudieron por pri-mera vez a la consulta durante esteperiodo y a los pacientes ya rehabili-tados que necesitaron nueva valora-ción de la ayuda prescrita. Lospacientes fueron citados al mes paraevaluar de nuevo el manejo de laayuda y su uso real. Conseguimosmejorar la visión con el tratamientorehabilitador en el 93.44% de lamuestra, con edades comprendidasentre 31y 88 años. Cuatro pacientes,con resto visual mínimo, los remiti-mos a la ONCE, ya que no dispone-

mos de medios para estas rehabilita-ciones tan laboriosas, ni es el objeti-vo de esta consulta. De los 61pacientes que rehabilitamos, 31 fue-ron mujeres y 30 hombres. Se inclu-yeron en el estudio todos aquellospacientes con un resto visual sufi-ciente para realizar la rehabilitaciónen la consulta, adaptar ayudas ópti-cas sencillas y el enfermo podermanejarlas. Excluimos del estudio lospacientes con una agudeza visual decerca de A20 o inferior o que mostra-ron desinterés por la rehabilitación. El material utilizado en la exploracióny en la rehabilitación fue casi todomaterial específico de BV. El optotipoutilizado para medir la agudeza visuallejana (AVL) fue el test ETDRS,“Early Treatment Diabetic Retino-paty”. La sensibilidad al contraste seexploró con el test Gradual de Opsiapara discernir qué pacientes necesi-taban filtros de absorción comoayuda principal o secundaria. Laexploración de la agudeza visual pró-xima la realizamos con el test de Kee-ler, que indica junto a la notación elaumento necesario para conseguiruna AV comparable al tamaño de laletra de periódico (aproximadamente0.4 en la escala decimal). Utilizamosla rejilla de Amsler para valorar altera-ciones del campo visual central(escotomas positivos, relativos oabsolutos) y el test de Ishihara paradescubrir las posibles alteracionesen la visión de los colores. Las ayu-das ópticas utilizadas en la Unidad ypara este estudio son las de la cajade pruebas completa para BV deAVS, caja de pruebas de Keeler, cajade pruebas de Eschenbach, ayudasde Novovision (sobre todo microsco-pios asféricos y lupas) y kit de prue-ba de filtros fotocromáticos (CorningCPF). En la consulta no disponemosde ayudas electrónicas. Dentro delas ayudas ópticas manejadas desta-caremos, por su utilidad en nuestraconsulta, los microscopios (6 gafasprismáticas de prueba, desde +4,00D con 6 Δ base interna AO hasta+12,00 D con 14 Δ y 7 microscopios

premontados asféricos de 2x hasta8x), lupas (de apoyo, de costura, coniluminación) y 6 suplementos de fil-tros fotocromáticos. Las ayudas noópticas utilizadas fueron los flexos deluz fría fluorescente, rotuladores depunta gruesa, atriles y tiposcopios. Con respecto al método seguido enel estudio, todos los pacientes fueronincluidos en un protocolo, que serealizó entre el primer día de la con-sulta y la valoración al mes (este pro-tocolo se ajustó con valores numéri-cos para la base de datos delprograma estadístico SPSS). Endicho protocolo se incluyeron: losdatos de filiación, motivo de la con-sulta (destacando las tareas en lasque los pacientes acusaban más eldéficit visual y desde cuándo), diag-nóstico principal y edad de inicio,posibles diagnósticos secundarios,tratamientos oculares previos yactuales. Además del interrogatoriorealizado por nosotros, los pacientesde primera vez acudían a la consultacon un informe de su oftalmólogo, en elque habitualmente nos informaban delos CV periféricos. También incluimosen el protocolo los datos del estudiofuncional del resto visual: AVL y test desensibilidad al contraste (monocular ybinocular) sin corrección, con su gafa ycon la mejor corrección adquirida obje-

Figura 1.

Otras

ptgretinianas

Despr de retina

Atrofia del N

O

Degn.m

iopica

DM

AE

RD

r c j e

50

40

30

20

10

0

13

10

13

21

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tiva y subjetivamente; estado del campo visualcentral con rejilla de Amsler; valoración de lavisión de los colores y AVP sin corrección o consu gafa de cerca, a la distancia elegida por elpaciente. Con estos datos comenzamos la reha-bitación visual, preferentemente para visión pró-xima, registrando en el protocolo la ayuda o ayu-das ópticas y no ópticas preferidas por elpaciente, la agudeza visual próxima alcanzada yvelocidad lectora, así como la mejoría en lastareas de la vida diaria.El estudio estadístico se realizó con la ayuda delprograma SPSS para Windows versión 11.5. Elanálisis estadístico descriptivo se valoró con ladeterminación de medias, desviaciones típicas,máximos y mínimos, medianas y percentiles paralos datos cuantitativos y el porcentaje para loscualitativos.La comparación entre los valores cualitativos serealizó con la prueba del chi-cuadrado y lastablas de contingencia. La comparación entredos variables relacionadas no paramétricas serealizó con el test de Mann-Whitney-Wilcoxon.Consideramos con significación estadísticauna diferencia poblacional de P≤0.05.

RESULTADOS

La edad media de la muestra estudiada fue de66.6 ± 13.2 años (de 31 a 88 años, con unrango de 57). Podemos destacar que el 60%de los pacientes se encuentra en un rango de20, entre 60 y 80 años. El 50.8% fueron muje-res y el 49.2% varones. Observamos que el45.2% de las mujeres se ve afectado entre los60-70 años y el 40% de los varones una déca-da más tarde.

El análisis de las patologías retinianas que cur-saron con BV se representa en la Figura 1;podemos ver que la RD fue la patología más fre-cuente de la muestra. El 38% de los pacientesposeía un diagnóstico secundario asociado a lapatología principal, en la mayoría de los casoscatarata. Los pacientes con RD fueron los que,con mayor frecuencia, eran ya pseudofáquicos.La correlación de las variables diagnóstico pri-mario y sexo nos destacó la mayor presencia enmujeres de DM (75%) y de RD (56%).Las agudezas visuales de lejos fueron muybajas: un 25% poseía una agudeza visual menorde 0.100, sólo un 5% superaba el 0.500. El46% de los pacientes con RD presentaba unaagudeza visual de lejos menor de 0.100 y sóloen un 16% de la muestra la agudeza visual delejos llegó 0.300-0.400. El análisis de la sensibi-lidad al contraste evidenció pérdida de contras-te en todas las frecuencias. En el grupo de fre-cuencias bajas la mayoría de los pacientestienen AVL inferior a 0.100 y el contraste tam-bién es muy bajo (19 pacientes en el contrastemás bajo, C1; 8 en C2; 3 en C3 y 3 en C4). Enel grupo de frecuencias medias las AVL sonmejores pero sigue predominando el contrastebajo (32 pacientes se quedan en el C1 y 8 enC2 y 1 en C6). En las frecuencias altas sóloencontramos 5 pacientes en C1, 6 distribuidosentre C2 y C3 y 2 en C6.En el análisis de la alteración del campo visualcentral evidenciamos que un 32% de la muestraposeía un Amsler normal en monocular. Al anali-zarlo en binocular observamos que este porcen-taje de Amsler normal aumentó a un 52%, en el13% detectamos metamorfopsias, en el 11%,escotomas paracentrales, en otro 11%, escoto-mas con afectación del punto central, en el10%, escotomas y metamorfopsias y el 3% nologró ver el test. Al analizar la relación entre laspatologías analizadas y los resultados del Ams-ler observamos que el 69% de los pacientescon DMAE, el 48% con RD y el 50% con DMpresentó alguna alteración en el test. En la RDdestacaron los escotomas paracentrales(58%).En el 36% de los pacientes observamos alte-ración de los colores mediante la realizacióndel test de Ishihara. De ellos, el 3% no logródistinguir ninguna letra o color. La alteraciónen este test implicó a todas las patologíasestudiadas. La AVP sin corrección se expresa en porcen-tajes en la Figura 2. Destacaremos que el11% de la muestra tenía agudezas visuales

Figura 2.

A18-19-20

A16-17

A14-15

A12-13

A10-11

A8-9

Periódico

403020100

10

11

21

34

11

6

5

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muy bajas, entre A20-A16; estospacientes fueron los más difíciles derehabilitar. La mayoría de la muestrapresentó una agudeza visual de A12-13, formato que se corresponde conel utilizado en los titulares de losperiódicos y de A10-11. Un ejemplorepresentativo del tamaño de estaletra es un modelo entre el tamaño deun subtítulo y de una entradilla perio-dística. El 11% tenía una agudezavisual de A8 (consiguen ver letraperiódico con un +4.00 o +5.00) y el10% leyó el periódico ajustando sugafa de cerca y con la ayuda de luzfluorescente.La correlación entre la agudeza visualde cerca y el diagnóstico, analizadacon tablas de contingencia y chi-cua-drado, mostró una significación esta-dística de P<0.012. La agudeza visualde cerca más frecuente, de A12-13,fue para todas las patologías. El 23%de los pacientes con DMAE presentólas agudezas visuales más bajas(A18-20). En la Figura 3 se representa la distri-bución de las ayudas ópticas princi-pales prescritas, las proporcionadas alos pacientes como primera opción olas más demandadas por ellos. Conrespecto a la valoración de la rehabili-tación visual podemos destacar, ennuestros casos, como ayuda ópticaprincipal los microscopios en formade gafa prismática (de +6.00 D y+8.00D principalmente), que fueronprescritos en un 74% de la muestra.En el 10% prescribimos una gafa con-vencional para cerca. Otro 10% lorehabilitamos con lupas (lupas deapoyo y de costura), en pacientes alos que no les interesaba la lectura.Sólo se prescribíó un microscopioasférico monocular de 5x en unpaciente con un resto visual muy bajo.El 5% mejoró su capacidad lectoracon filtros fotocromáticos CPF 450,que les aumentaban el contraste ydisminuían el deslumbramiento. Al analizar la relación entre la ayudaóptica y la etiología de la BV observa-mos que en un 92% de los pacientescon RD y en un 77% con DMAE

adaptamos microscopios (gafas pris-máticas) como ayuda óptica principalpara tareas de cerca. En los pacientescon RD esta ayuda óptica no se pres-cribió siempre para lectura. Enmuchos casos fue para poder ver lasdosis de insulina. Los pacientes conDM mejoraron la visión próxima congafas convencionales, disminuyendoen 6-7 dioptrías su corrección delejos. A todos los pacientes se lesindicó la necesidad del uso de flexosde luz fluorescente enfocando lapágina de lectura, el uso del atril paralecturas prolongadas y tiposcopiosen algunos pacientes con escotomas. El estudio comparativo (tablas decontingencia) entre la ayuda ópticaprincipal y la alteración de campovisual central mostró que la prescrip-ción de gafas convencionales fuehecha en pacientes con campo visualnormal y en un paciente con meta-morfopsias. Las gafas prismáticas,con distintos aumentos, fueron pres-critas con el campo visual normal, asícomo en pacientes con escotomascentrales, paracentrales y metamor-fopsias.El análisis de la agudeza visual decerca rehabilitada (Figura 4) nos evi-denció que más de la mitad de lamuestra alcanza la lectura de letraperiódico (0.4). Todos los pacientescon una agudeza visual de cerca pre-via de A11 alcanzaron lectura de letraperiódico, excepto dos. Aquellos conuna agudeza previa de A12-13 alcan-zaron, en un 72%, la lectura de letraperiódico. Los enfermos con visiónde cerca de A16-20 tuvieron peorpronóstico y alcanzaron tan sólo, trasla rehabilitación, una agudeza visualde A14-15. La Figura 5 representa,mediante diagramas de cajas, lamejoría en la AVP rehabilitada.Observamos que la mediana de laAVP previa se sitúa en el valor 4(A14-15) y en la rehabilitada lamediana sube al valor 7 (letra periódi-co). La diferencia entre la agudezavisual de cerca previa y rehabilitadamuestra (chi-cuadrado) una significa-ción estadística de P<0.0001.

La relación entre la agudeza visual decerca rehabilitada y el diagnóstico tam-bién nos muestra una significación esta-dística de P=0.041, destacando labuena AVP que alcanzan patologíascomo la RD o la DMAE. Casi el 70% delos pacientes con estas patologíasalcanzó AVP de A8-9 o lectura de letraperiódico. Las mejorías de los pacien-tes, tras la rehabilitación, las podemosver sobre todo en tareas de cerca,como leer el periódico, revistas, afeitar-se, coser, manejo de la insulina o cubrirdocumentos. Además de estas ayudas principales,también se prescribieron para comple-tar la rehabilitación otras ayudas ópti-cas (magniclips en un 3%, lupas en un8%, telescopios en un 3%, filtros foto-cromáticos para exteriores en el 30%,actualización de la gafa covencional delejos en el 15%). La rehabilitación de laagudeza visual de lejos es más difícil,los pacientes normalmente mejoraronsólo una línea de visión tras el ajuste dela refracción, pero sí mejoraron el con-traste y les disminuyó el deslumbra-miento con los filtros fotocromáticos.

DISCUSIÓN

Los pacientes analizados en este estu-dio no incluyen enfermos en edadpediátrica, ya que los niños con BVsuelen acudir a centros especializados

Figura 3.

Filtros

Lupas(apoyo,costura)

Gafa

decerca,norm

al

Microscopio asférico

Gafa

prismática

r c e n t a j e

80

60

40

20

0

51010

74

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de aprendizaje6,7. Esto nos da un sesgo a lamuestra para compararla con otros estudios,sobre todo los realizados en el entorno de laONCE y grandes centros de rehabilitaciónvisual integral. Consideramos que nuestramuestra aporta un número de casos suficientespara el análisis efectuado, teniendo en cuentala incidencia de la BV en la población y que esun estudio transversal de un año. Para la reco-gida de datos de los pacientes elaboramos unprotocolo (ya comentado en métodos) en elque incluimos todos los datos que considera-mos necesarios para el estudio de las deficien-cias visuales y su posible rehabilitación y quenos facilitó el estudio comparativo estadístico.La Unidad de Baja Visión del INGO se creócomo una consulta para apoyar las Unidadesde Retina Médica y Quirúrgica, donde tratan unvolumen muy importante de pacientes quenecesitan rehabilitación visual, pero que enmuchas ocasiones todavía no entran en los cri-terios de inclusión o filiación de la ONCE. Ade-más, sobre todo al principio, la mayoría de lospacientes rechaza esta opción y siente quenuestra consulta es como una prolongación deltratamiento y seguimiento que reciben con suoftalmólogo habitual. El hecho de recibir apacientes desde que comienzan con las dificul-tades en VP explica las buenas visiones alcan-zadas en la muestra y el manejo de ayudas sen-cillas, como los microscopios (gafasprismáticas). Como comentamos anteriormente, enfocamosla rehabilitación preferentemente para tareas decerca y con ayudas fáciles de manejar para elpaciente. No prescribimos ayudas electrónicas

porque los enfermos con deficiencias visualesque necesitaban este tipo de rehabilitación losremitimos a la ONCE. Nuestra Unidad no dis-pone de medios ni de personal para estas reha-bilitaciones con restos visuales mínimos. Valo-ramos el resto visual, la agudeza visual antes ydespués de la rehabilitación y proporcionamosal paciente la mejor ayuda en función de susexpectativas y su mejoría. El aumento de la esperanza de vida en los paí-ses desarrollados es determinante entre otrasrazones en el incremento de la frecuencia depacientes afectados de baja visión por DMAE.En este grupo de pacientes, el importante défi-cit visual producido por su patología oftalmoló-gica, que a menudo se incluye en la considera-ción de “ceguera legal”, puede ser parcialmentealiviado mediante el empleo de ayudas visualesópticas y no ópticas2, 7 ,8. En nuestro estudio lapatología más frecuente no fue la DMAE, sinola RD. Estos resultados no coinciden con lamayoría de los estudios hechos sobrepatologías que causan baja visión, en los quedestaca la DMAE como la patología más fre-cuente7-10. En nuestro caso, la frecuencia tanalta de RD se debe a un sesgo, ya que ungrupo importante de pacientes procede de laUnidad de Retina Médica del Servicio de Oftal-mología, donde consultan un volumen muy altode pacientes diabéticos.El estudio realizado muestra que el tramo deedad más frecuente de los pacientes afectadosde Baja Visión fue entre 60 y 80 años, edadcomprendida entre la prejubilación y la jubila-ción. Resultados similares fueron descritos enotros estudios2, 4, 8-10. En nuestro trabajo la reti-nopatía diabética afectó a los pacientes a eda-des más tempranas que la DMAE. Esta obser-vación ya se había hecho en otras series7, 9, 11. El sexo no fue un factor determinante a la horade diagnosticar la baja visión, aunque se asocióa algunas patologías. Resultados similares fue-ron encontrados en un estudio de la Universi-dad de Valencia12.Dentro de las pruebas funcionales que realiza-mos, el test de Ishihara tenía como objetivo fun-damental saber si el paciente presentaba algu-na afectación del color. Esto nos ayudaría paraorientar al paciente con el color del rotuladorque debería utilizar, color de los utensilios decocina, etc3, 5. Sin embargo, estudios publica-dos por el Instituto de Oftalmobiología Aplicadade la Universidad de Valladolid13 ponen en dudala validez de este test para la detección de alte-

Figura 4.

A14-15

A12-13

A10-11

A8-9

Periódico

6050403020100

53

15

13

13

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raciones adquiridas de la visión cromá-tica en pacientes diabéticos. Pareceque, para el estudio de la visión de loscolores en población de riesgo comodiabetes, cataratas, glaucoma y neuritises más fiable con el test de Farns-worth-Munsell13, 14. Nosotros no lo utili-zamos porque en ese momento no dis-poníamos de él en la Unidad porconsiderarlo muy largo para un pacien-te al que le realizábamos ya muchaspruebas y no teníamos conocimientode la superioridad de este test. Portanto, en nuestro estudio es posibleque no detectásemos algunas altera-ciones de los colores. Otra de las pruebas realizadas, impor-tante para valorar la visión central, fuela de la rejilla de Amsler. Este test, muysencillo para el manejo en la consulta,nos permitió detectar escotomas cen-trales o paracentrales. Por tanto, nosorientó para la forma de rehabilitar laVP y en la utilización de ayudas no ópti-cas, como el tiposcopio o papel raya-do. Cuando un paciente con BV tieneun trastorno grave e intenso de lavisión central debemos utilizar técni-cas de rehabilitación diferentes,todas ellas encaminadas a aumentarel tamaño que va a ocupar la imagenen la retina y situando dicha imagenfuera de los límites del escotoma5. Las mejorías obtenidas con la rehabi-litación visual fueron sobre todo enayudas para visión de cerca. Losestudios del IOBA13, 15 encontraronresultados similares, al igual que seconfirman en otras publicaciones8, 9, 16.Muchos pacientes de nuestra serietenían muy buen resto visual cuandoacudieron a la consulta y se rehabili-taron casi siempre hasta letra periódi-co. Creemos que es muy importanteno dejar que el paciente llegue atener visiones muy bajas para empe-zar la rehabilitación, ya que los resul-tados positivos hacen que aceptenmejor su enfermedad y colaborenmás en el proceso de rehabilitación.Los microscopios, en nuestro casolas gafas prismáticas, fueron las ayu-das que más se prescribieron entodas las patologías, excepto en la

DM. Esta patología se rehabilitó, en lamayoría de los casos, con gafa con-vencional de cerca. En diversos estu-dios, con este tipo de patologías,también utilizaron preferentementelos microscopios para la visión próxi-ma2, 4, 7-10, 12, 13, 15. La razón de la pres-cripción tan elevada de gafas prismá-ticas es que la mayoría de lospacientes todavía no se había menta-lizado de su problema visual y acepta-ba esta ayuda como una gafa depresbicia, con buenos resultados fun-cionales y estéticos. Además, todavíael deterioro visual permitía su utiliza-ción. Los pacientes afectados deDMAE fueron los que poseían unasagudezas visuales sin corrección másbajas, pero sin embargo respondieronmuy bien a la rehabilitación. Resulta-dos similares se publicaron en otrosestudios13, 16, 18.En el año 2020 se estima que más deun 20% de la población será mayorde 65 años19. Con el aumento de laesperanza de vida, hay un incrementoasociado de las enfermedades cróni-cas, de la necesidad y coste del cui-dado de la salud y de los problemasen las actividades diarias17, 18, 20. Portanto, la rehabilitación visual adquiereuna gran relevancia, ya que puede

devolver la independencia a pacien-tes con agudezas visuales muy bajas.Podemos concluir que la DMAE fue lapatología con más deterioro en VPque alcanzó mejores resultados trasla rehabilitación con microscopios(gafas prismáticas). En general, lospacientes con enfermedades retinia-nas que cursan con BV pueden mejo-rar mucho en las tareas de cerca y enlas actividades diarias con ayudasvisuales sencillas y fáciles de manejarpor el paciente.

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