2. Bendigo a Dios, que por su gracia, otorga santos
sentimientos! Me siento devorado por el amor a Dios y el amor por
el prjimo. Dios est siempre presente en mi mente, y lo llevo
impreso en mi corazn. Nunca lo pierdo de vista. Es necesario
cultivar con solidez estas dos virtudes: la dulzura con el prjimo y
la santa humildad con Dios.
3. S dcil a los impulsos de la gracia, secundando sus
inspiraciones y sus llamadas. No te avergences de Cristo y de su
doctrina. En todos los acontecimientos , aprende a reconocer y a
adorar la voluntad de Dios. Busquemos servir al Seor con todo el
corazn y con toda la voluntad. Nos dar siempre mucho ms de lo que
merecemos. Las cosas humanas necesitan ser conocidas para ser
amadas; las divinas necesitan ser amadas para ser conocidas.
4. Oh, qu precioso es el tiempo! Felices los que saben
aprovecharlo. Oh, si todos llegasen a comprender el valor del
tiempo! Seguro que se esforzaran por usarlo de forma! Deberemos dar
cuenta rigurossima de cada minuto, de cada actuacin de la gracia,
de cada santa inspiracin, de cada ocasin que se nos presentaba de
hacer el bien. Hagamos el bien mientras disponemos del tiempo, y
daremos gloria a nuestro Padre del cielo, nos santificaremos a
nosotros mismos, y daremos buen ejemplo a los dems. Piensa siempre
que Dios lo ve todo!
5. No lo olvidis: El eje de la perfeccin es el amor. Quien est
centrado en el amor, vive en Dios, porque Dios es Amor, como lo
dice el Apstol. El corazn de nuestro divino Maestro no conoce ms
que la ley del amor, la dulzura y la humildad. Poned vuestra
confianza en la divina bondad de Dios, y estad seguros de que la
tierra y el cielo fallarn antes que la proteccin de vuestro
Salvador. Caminad sencillamente por la senda del Seor, no os
torturis el espritu.
6. La oracin es la mejor arma que tenemos; es la llave al
corazn de Dios. Debes hablarle a Jess, no solo con tus labios sino
con tu corazn. En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle
solo con el corazn Cuanto ms te vaces de ti mismo, es decir, de tu
amor propio y de toda atadura carnal, entrando en la santa
humildad, ms lo comunicar Dios a tu corazn. Ama el silencio, porque
en el mucho hablar hay siempre algo de culpa.
7. Mantente en el retiro cuanto te sea posible, porque en el
retiro el Seor habla al alma libremente y el alma est en mejor
situacin para escuchar su voz. Reduce tus visitas y soprtalas
cristianamente cuando te las hagan a ti. A Dios se le busca en los
libros, se le encuentra en la meditacin. Siempre humllense
amorosamente ante Dios y ante los hombres. Porque Dios le habla a
aquellos que son verdaderamente humildes de corazn, y los enriquece
con grandes dones.
8. Casi todos vienen a m para que les alivie la Cruz; son muy
pocos los que se me acercan para que les ensee a llevarla. En todo
pobre est Jess agonizante; en todo enfermo est Jess sufriente; en
todo enfermo pobre est Jess dos veces presente. La murmuracin me da
nuseas. Tenemos tantos defectos que criticarnos a nosotros mismos.
Por qu perder tiempo en lo de los hermanos?
9. Para crecer, necesitamos del pan bsico: la cruz, la
humillacin, las pruebas y las negaciones. Los ngeles slo nos tienen
envidia por una cosa: ellos no pueden sufrir por Dios. Slo el
sufrimiento nos permite decir con toda seguridad: Dios mo, mirad
cmo os amo. El sufrimiento de los males fsicos y morales es la
ofrenda ms digna que puedes hacer a aquel que nos ha salvado
sufriendo. Acepta todo dolor e incomprensin y as te perfeccionars y
te santificars.
10. El demonio es como perro encadenado; si uno se mantiene a
distancia de l, no ser mordido. Las tentaciones contra la fe y la
pureza son mercanca que ofrece el enemigo; pero no hay que tenerle
miedo sino despreciarlo.
11. La caridad es la reina de las virtudes. Como el hilo
entrelaza las perlas, as la caridad a las otras virtudes; cuando se
rompe el hilo caen las perlas. Por eso cuando falta la caridad, las
virtudes se pierden. La caridad es la medida con la que el Seor nos
juzgar a todos. La humildad y la caridad van de la mano. La primera
glorifica, la otra santifica.
12. Mantente siempre con alegra en paz con tu conciencia,
dndote cuenta de que ests al servicio de un Padre infinitamente
bueno, que, impulsado slo por su ternura, desciende hasta su
criatura para elevarla y transformarla en l, su Creador. Y huye de
la tristeza, porque sta entra en los corazones que estn apegados a
las cosas mundanas.
13. Es difcil hacerse santos Difcil pero no imposible. El
camino de la perfeccin es largo, como es larga la vida de cada uno.
El consuelo es el descanso en el camino; pero, apenas recuperados,
hay que levantarse con solicitud y reemprender la carrera. La palma
de la gloria est reservada para el que combate con valenta hasta el
fin. Comencemos, pues, este ao, nuestro santo combate. Dios nos
asistir y nos coronar con un triunfo eterno.
14. Al final de los tiempos me pondr en la puerta del paraso y
no entrar hasta que no haya entrado el ltimo de mis hijos. La
escalera al cielo: Sin obediencia no hay virtud. Sin virtud no hay
bien. Sin bien no hay amor. Sin amor no hay Dios. Y sin Dios no hay
Paraso.
15. Qudate Conmigo Qudate conmigo, oh Jess, pues necesito
tenerte presente para no olvidarte. T sabes con cuanta facilidad te
olvido. Qudate conmigo, oh Jess, porque soy dbil y necesito Tu
fuerza, para no caer tan a menudo. Qudate conmigo, oh Jess, porque
T eres mi vida y sin Ti no tengo fervor. Qudate conmigo, oh Jess,
porque T eres mi luz, y sin Ti estoy en la oscuridad.
16. Qudate conmigo, oh Jess, para que me muestres cul es Tu
Voluntad. Qudate conmigo, oh Jess, para que yo pueda or Tu voz y
seguirte. Qudate conmigo, oh Jess, porque deseo amarte mucho y
estar siempre contigo. Qudate conmigo, oh Jess, si deseas que te
sea fiel. Qudate conmigo, oh Jess, porque, pobre como es mi alma
deseo que sea un lugar de consuelo para Ti un nido de amor.
17. Qudate conmigo, Oh Jess, porque solo a Ti, te busco Tu
Amor, Tu Gracia, Tu Corazn, Tu Espritu, porque te amo y no pido ms
recompensa que la de amarte ms y ms. Con un amor firme, te amar con
todo mi corazn mientras viva y seguir amndote por toda la
eternidad.
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