Ciutat Abierta - Edición 1

Ciutat Abierta Barcelona, febrero de 2016

CIUTAT ABIERTA


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Ciudad Abierta es un espacio crítico. Un fanzine de expresión y reflexión creativa, autónomo, sincero y

valiente. Nuestro énfasis está en la literatura, las artes visuales, la poesía y el ensayo; pero también nos encantan la música, el cine, el teatro, las drogas, la política, las series de tv y el amor. Buscamos rescatar lo extraordinario de lo cotidiano, y que las obras que publicamos tengan esa capacidad de sacarnos de la anestesia del día a día, para poder volver a maravillarnos con lo que nos rodea y abrir espacios de reflexión, poniendo en tensión los límites y pateando las fronteras. No estamos sujetos a un idioma. Hay días en que hablamos en castellano, algunos otros escribimos en catalán y a veces nos revelamos en inglés. Estamos aprendiendo, viviendo diferentes ciudades, aplanando calles en un vagabundear constante, felices pero desafiantes, configurando nuestro mundo. Este es nuestro trabajo, aquí vamos al todo o nada, como esas vidas desbordadas de los poetas, como salvajes, como detectives, en peligro, escupiendo, amando.

Marcello Dinali

(Ciudad Abierta)

Editorial


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Karate Kid BesòsJúlia Bacardit

Era amic del meu pare quan eren joves al Besòs, els dos feien karate. Era molt moreno i semblava gitano

però era paio i sempre es barallava amb els gitanos que al barri eren majoria. La primera vegada que mon pare el va portar a karate i el sensei el va veure li va dir que tenia un suke admirable i que havia d’aprofitar-ho perquè un cop net i un retrocés com el del seu puny no es veia gaire sovint. Guiat pel mestre va enfrontar-se en combat amb un cinturó marró. No sabia res de les regles del joc però va alçar el braç amb la força i la precisió adequades i va colpejar l’altre al pit amb l’energia neta d’atac i de retrocés del seu suke i el va fer caure rodó.

Una vegada un dels gitanos el va ofendre i ell va obrir-li la boca amb una mà i amb l’altra el va agafar per la nuca com si fos un cadell de gatet i va fer repicar la mandíbula oberta del gitano indefens repetides vegades sobre una vorera de ciment. Parlaven de futbol i bevien cerveses, amb el meu pare, es veien de tant en tant. A un gitano que se li va posar més xulo del compte va llençar-li una estufa plena de brases, d’aquestes estufes de brases velles que es veien al Besòs a finals dels setanta, el gitano bramava i la seva pell deu recordar aquella tarda encara ara.

El tio sempre estava ficat amb problemes de drogues i de baralles amb tothom, gitanos o moros, catalans o de Castella la Manxa, li era igual. Un dia va començar a anar de putes de forma compulsiva fins que va acabar treballant per elles, les protegia dels que eren com ell. Punxava els culs dels clients amb la navalla i així els que no pagaven s’animaven a pagar i els que es portaven malament amb les putes l’endemà els enviaven rams de roses a casa. Van passar els anys, els meus pares van tenir crisis perquè el meu pare és gelós i viu tancat en si mateix, ma mare el va deixar després de molts anys de baralles. Temps més tard el meu pare va perdre’s una noia argentina jove i preciosa que també feia karate i que es volia casar amb ell i formar una família; s’alimenta de rencor i ni oblida ni perdona la meva mare, encara avui després de vint-i-cinc anys de separació recorda amb odi com ella es menjava només algunes galetes de xocolata i deixava la resta dintre la capsa.

Ara tots ens hem fet grans, ma mare ha trobat un altre home i el meu pare viu sol. Després de vint anys de no saber res del karateka-paio-matagitanos, una tarda mon pare va veure el que havia estat el seu amic en un portal qualsevol a la zona franca. Diu que duia una barba llarga i que estava assegut a terra entre cartrons. Que no el va voler saludar perquè qui sap si el vagabund el reconeixeria, que ells dos ja no tenen res més a dir-se.

Banda gástricaLiz R. Rey

Don Jamón le decían en el colegio. Ahora observaba su cuerpo flácido, vacío. La

piel colgante, como queriendo tocar el suelo, lo avergonzaba. La ropa, más pequeña y algo ajustada, parecía sostener parte de un pasado, que aún no lograba irse. Su rostro evidenciaba el cambio, más no sus ojos desconcertados, que se preguntaban dónde realmente estaba. Cuesta acostumbrarse a ser otro, pensaba. Mientras sus tripas tímidamente le recordaban que aún quedaba un espacio, un pequeño lugar libre para saciar ese añorado placer...

Liz es artista visual y músico. Actualmente vive en Santiago de Chile. http://lizrreyart.blogspot.com /@lizrrey / [email protected]

Ficcion

TALLER LITERARIOde Taller Ciudad Abierta

Taller relatos ciudadanos

Lectura y análisis de referentes, estructuras y formatosnarrativos. Creación de relatos que intenten mostrar lo extraordinario en

lo cotidiano de nuestra ciudad.

Taller permanente de literatura latinoamericana

Seminario I - Cuento chileno en el siglo XXUna sesión durante marzo de 2016.

‡1 sesión semanal, 4 sesiones por mes. Martes , miércoles o jueves, de 19:00 -

20:45.Valor mensual 35€

Inicio de sesiones: marzo de 2016.Carrer Enric Granados con Carrer de París. [email protected] 645381229


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3Todos los días se arriesga el pellejo en este juego ya no hay versos para dedicarle a nadiesólo unas cuantas palabras durasque se hacen añicos contra las murallasde esta tierra envilecida por el cemento.En la reconstrucción del origen destrozadode una república que nunca existiónuestra madre canta a pata peladasobre una lomamaldiciendo al cosmosantes de pegarse un tiro en la nucaque la dejará infinita

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No cabemos en la palabra Chile este es un país roto

tartamudo a puras patadas en el hocico.Desde que nacírecojo pedazos

de algo que no sé lo qué es

Javier Peralta es narrador, poeta y vocalista de la banda de rock crossover Abisal. Su último libro se llama Caídos de alquitrán. Los poemas 3 y 9 son parte de su próxima publicación. Actualmente vive en Santiago de Chile. [email protected]

La vida en los iglús

Cuando la gente de los iglús queda sin aguaSe acuestan en sus camas Y se la comen

Para no resfriarseColocan la piel de una foca entre medioY las bacterias de la focaLuchan contra las bacterias de la nieve

A veces las bacterias de la gente de los iglúSe enamoran de las bacterias de la nieveEntonces las bacterias de la focaSe casan entre ellas mismas

Las bacterias de la nieveSe aburren de pelear con las bacterias de la focaLas bacterias de la foca aprovechan Y entran al cuerpo de la gente de los iglús

La gente de los iglús se enfermaCuando sus propias bacterias Se traicionan amorosamenteCon las bacterias de la foca

Cada vez que están tristesLas focas comparten a sus parejas Y entre todos se hacen cargoDe las focas que quedan embarazadas

Para mejorarse de sus resfríosLa gente de los iglúsSe toma el líquido de la placentaDe las focas recién paridas

Benjamín Villalobos es dramaturgo, actor y poeta. La vida en los iglús es un poema inédito. Actualmente vive en Santiago de Chile. www.facebook.com/benjamin.villalobos

Poesia


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VISCERA(Nombre femenino)1. Órgano interno del cuerpo de personas o animales, contenido

en la cavidad craneana, torácica o abdominal.2. La parte de la anatomía que estudia las vísceras es la

esplacnología.3. Las cavidades esplácnicas son el tórax, el abdomen y la pelvis.

Toda convocatoria a escribir es a la vez que un acta de defunción, la propuesta de una conjuración sagrada.

¿Cuál es el lugar movedizo desde donde nos enunciamos en las corrientes del naufragio histórico neoliberal?, ¿cómo nos hemos posicionado en medio de la tempestad espaciotemporal planetaria?, ¿cómo hemos sobrevivido al atravesar el desierto de la era que ya era? ¿cuál es nuestro amanecer en el afterhorur de la noche del siglo?.

La invención de VISCERA ha sido una de esas tantas pequeñas respuestas. Escribir como una contestación visceral ante la catástrofe de la época. Escribir como pequeño acto de resistencia biopolítica ante la guerra global en curso que es guerra total y molecular, sin frente ni fronteras, sin cuartel ni refugio. En donde es el cuerpo el que responde escribiendo-se y la poética inmanente que despliega en el gesto inscrito en la escritura emerge como el acto de poner el cuerpo, de arrojar el cuerpo en la escritura y el posterior diseño, impresión, maquetación, encuadernamiento, publicación y distribución de ese acto escritural, el cual nos instala materialmente en medio del espesor de nuestros entornos, tal vez como un vector de fuerza micropolítica, de potencialidad microfísica en la inscripción de nuestras verdades, nuestras luchas, nuestros deseos y nuestras pesadillas.

Quizás ese es el espaciamiento que nos hemos abierto durante estos años con esta publicación menor, habitada por múltiples rupturas y anacronismos, y por lo mismo, tan coyuntural como extemporánea. La escritura en el tiempo de la devastación desastrosa contiene en sí misma la impronta de un acto intempestivo y póstumo, potencia en acto que se auratiza en la trascendencia de su aquí y ahora intersticial, más acá del nihilismo, más allá del mesianismo. En este interregno, nos hemos respondido señalándonos que es lo que nos piensa, y, por lo mismo, que es lo digno de ser pensado, es decir, todo aquello que intenta oprimirnos y dominarnos, producirnos y gobernarnos, por eso han ido emergiendo los pliegues de una escritura en las antípodas de lo real, anticarcelaria, antisistema, anticapitalista y antipatriarcal y antidesarrollista, libertaria, anarkomarxista y transfeminista, genealógica y deconstructiva. Escritura heterodoxa, descentrada, hereje, atópica, proscrita, en fuga constante de las identidades que nos encuadran y de la representaciones que nos enmarcan. Ejerciendo nuestro derecho a no tener rostro, y a la vez, a exhibir el rostro desfigurado del

no sujeto que humea desde las cenizas de la memoria calcinada y echada a las fosas comunes de la historia, allí donde emerge nuestra condición de supervivientes, en donde los muertos son sol y sombras de nuestros pasos deportados al destierro y el exilio, y son también las heridas de las mil peripecias y las cicatrices de tantas batallas, de las que por suerte hemos podido arrancar, porque el que arranca sirve para otra batalla.

De allí que arrancado, desarraigado, extirpado, erradicado, desmembrado el cuerpo ensamblado de VISCERA en tanto en cuanto cuerpo sobreviviente de una catástrofe histórica inenarrable es un proyecto indeciblemente precario, débil y vulnerable y quizás la única potencia de este cuerpo paria resida en mantenerse de pie ante la intemperie, suspendidos en la destemplanza de la exterioridad constitutiva, allí donde se chocan las distintas fuerzas en pugna de los antagonismos y las resistencias, de la insurgencia rebelde y la intransigencia subversiva imperturbable frente a la megamáquina y sus secuaces.

En la traza de este camino recorrido, VISCERA se ha instituido anacrónicamente como una heterografía que nombra y enuncia a los múltiples territorios que nos habitan, punto de contacto entre la otredad de la realidad chilena y las alteridades del contexto glocal, entre Barcelona y Latinoamérica, entre los centros periféricos y las metrópolis marginales, manteniéndose abierta a la experimentalidad en el modo de ensamblar las derivas de nuestro presente, de convocar nuestras experiencias y al hecho de que los acontecimientos no queden diluidos en el líquido amniótico de nuestras memorias que están cada día más plagadas de olvido y desaparición, en el trance de esa inscripción afrontamos y confrontamos la imposibilidad de encontrar refugio en esta tierra sin pan, arrostramos y desafiamos esa tierra (com)-prometida que se desplaza siempre un paso no más allá de nuestras trayectorias errantes, de nuestras transhumancias apátridas, aquellas que nos enseñan que por eso seguimos nomadeando precisamente para no perder nuestros territorios.

Suspendidos en ese borde transfronterizo, el pasaje al acto de la escritura opera el desborde de los acontecimientos que nos atraviesan y hacen estallar nuestras vidas. Escribir como un perrobomba que practica la esplacnologia callejera del capitalismo, es decir el análisis de la anatomía sistémica y sistemática de las formas de vida que engendra a través de la

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organicidad de sus aparatos. Escribir como el animal matado que expone sus visceras presto para la casqueria de sus entrañas y entresijos, mitosis y meiosis de los cartílagos somáticos que tejen el biopoder, allí donde la escritura visceral comparece como un tratado de histología que trata con lo intratable de la animalización y lumpenización producida en las zonas de transición acelerada y desbocada del capital, donde coalicionan las interacciones morfofisiologicas entre vida y política y sus conjunciones disyuntivas de carácter endoexocrino y sus componentes de distribución generalizada en los órganos y sistemas corporales de tejido epitelial, entre las migraciones y las invaginaciones del cuerpo social, del cuerpo político, del cuerpo erótico, del cuerpo fenomenológico, del cuerpo como mensaje.

Cuerpo del mundo que se encarna en los cuerpos de los refugiados, allí donde su desplazamiento territorial coincide con el de la guerra que no sabe de fronteras, que se encarna en los cuerpos migrantes excluidos segregados y confinados por el solo hecho de ejercer su libertad de movimiento, en los cuerpos precarios que deambulan a la deriva de los nuevos ciclos de explotación y por esto son encarcelados, prisionizados y guetificados, en los cuerpos mortificados por la violencia machista, en donde el femicidio es la máxima expresión de como el patriarcado sostiene al capitalismo y viceversa. Cuerpo del mundo que encarna las heridas que le asesta la historia Ayotzinapa, Ferbuson, Siria, Palestina, mientras tanto los océanos zurcados por la muerte en las pateras, los mapas perforados por los trenes de la muerte, pasajes que nos ponen de manifiesto como la frontera sur se expande y extiende, deviene global y remodela el universo carcelario concentracionario a escala planetaria con sus guerras de ocupación, sus economías financieras de extracción y su desmantelamiento de los bienes comunes.

En medio de este atolladero convocamos a escribir para el sexto inédito de VISCERA. Recordamos que

toda víscera se compone de un armazón intersticial que es el tejido que la sostiene, matriz extracelular que se extiende como un tapiz, sustancia fibrilar conectiva, conjuntiva y reticular, una cápsula envolvente que la protege, morfología de cavidades membranosas que protegen el tejido noble de la víscera que la dota del tipo de función específica:

Las ideas y sus constelaciones.

El devenir y sus flujos.

Entre la resistencia y la desistencia.Entre lo constituyente y lo destituyentela contestación incontestablede la praxis instituyentede permanecer refractariosno entregarse como instrumentos a la clase dominan-te, no caer en el juego de la subalternidad en el que tantas veces se ha pasado de ser clase dominantes de los dominados a clase dominada de los dominadores.

En medio de esta debacle, en donde el mundo se cae a pedazos, la realidad se desmorona, el planeta se destruye.

El deseo se mantieneintactode tanto desear sin falta Insiste en la voz y el poema.

Persiste en el delirioy mantiene la tensión utópica de lo político, entendido como ese resto que no puede ser captura-ble, reducible, ni subsumible.

es decir de la politización como gesto inédito.L@s Ensamblador@as.

RevistaVISCERAhttp://revistaviscera.blogspot.com.es/

[email protected]

ensayo


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Exégesis ontológica del amigo del amigo

El ser del amigo, que no es otro que el amigo de uno mismo ahí en el mundo, es el ente que cae a

uno mismo desde la mundanidad del mundo como res cogitans o cumpita. El problema estriba cuando el ser palatino del amigo del amigo cae o salpica desde la mundanidad del mundo del amigo de uno mismo sobre uno mismo, que no es otro ya que el príncipe del amigo del amigo; ese que uno mismo otorga por ser el amigo del amigo, pero que en su fuero devolvería a la mundanidad en su justo caer de patada en la raja. Lorenzo, medio ebrio y con los botones de la camisa desajustados, abría de este modo la Conferencia de Amigos del Arte de 1997.

SIDEREVS NVNCIVS

Fuerzas siderales empujaban al foso literario. Las musas o deudas bien valían el puesto del escribano,

en tanto que librara en público un poema que no escociera al vate.

Luchando contra sí, habló: «onjo3s pxt dopsct3isxqs mtcsepzlq»

–¡Qué chorrada es ésta!, −exclamó el vate luego de escupir una pepa de sandía.

–¡Poesía de cuerdas!–¿Qué chuchas dice?–Cuando el presente choca con el futuro.–¿Me está tomando el pelo?–Si gusta le hago un dibujo, −y de un plumazo trazó un

círculo del radio de su brazo.–¡Eso es Giotto!, −se apresuró en acusar, y al guiñar el

acierto, el vate estalló en ira.Galileo siguió dibujando y cuando hubo terminado la

esfera dijo: «rgb 3xpst cmyk xztckrs imtc2ps uvjstkrs»; no sin antes, «crtjsrvz atviosjrp n2fsictjsv»; para agregar: «gfuysr trdkl tpfrswlke» (Así expuso Galileo sus ideas de escritura durante cincuenta y seis minutos que parroquianos, vate y escribano escucharon en sepulcro silencio).

A los sesenta, el vate sobre la silla y mirando a la gallada encandilada, dictó:

–CON-TRA-TA-DO–¿?, −lo miró encogido su ayudante.–¡Usted está despedido Bertoni!Acto seguido una explosión de júbilo selló el brindis

entre Cosimo V de Médici, cuarto Gran Duque de El Manzano y el joven antipoeta...

–Poeta de cuerdas, -le dijo–Ah! sí, esa mierda. ¡Salud!

Cartas de Lorenzo

Lorenzo ató a la cintura el bronce del poeta y saltó al río. Lorenzo no le guardaba rencor a su maestro,

pero el día que tostó sus libros en la Biblioteca Nicanor Parra, lo declararon como ausente.

Antes del lenguaje, Redolés, Bertoni y Parra, comieron aludes de mierda en Inglaterra.

"NO EXISTE ARTE PRECOLOMBINO EN ESPAÑA", escribió Lorenzo en la pared de la embajada, mientras se alisaba el pelo con lava del Villarrica.

(Lorenzo) se siente incómodo cuando no puede romper las cosas, no porque sean de otros, sino porque no siente nada como cuando quema las propias.

«Con frío en la sonrisa trizada cedo el eje lloroso de almíbares gástricos desde el vaso colindante al recto sulfuroso de pelos chamuscados que yacen entre el torbellino de sangre goteada y el picante de chunchules», invocando el martirio, Lorenzo, abrazado a la estufa, escribe:

humillacióngolpe que tiñe la miradaparaliza las nubes y baja el humor,desacraliza el barniz de uñas,revienta el hígado y convierte el daseinen pan;dime,noble pulsión dinosauriacáscara lechuguina de mis andanzas¿Hace cuánto xuxa tenías planeada tu venganza?

Carlos Zuñiga es pintor. Actualmente vive en Barcelona.

Ciutat Abierta.Director: Marcello DinaliDiseño: David SánchezComité Editorial: Jùlia Bacardit, David Sanchez, Marcello DinaliIlustraciones: Sara Kovacs, Jorge Menares.Colaboradores: Revista Viscera, Liz R. Rey, Carlos Zuñiga, Benjamín Villalobos, Javier Peralta.Fotografías: Jorge MataContacto: [email protected]

narrativa


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