Coordinator 01

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Parte del contenido corresponde a “Saboreando el Acento Latino” ‐ © 2009 Gentile Pont www.drumsweb.com.ar

The Coordinator – Gentile Pont / Drumsweb / Página 3

THE COORDINATOR Herramientas y consejos para nuestra coordinación

Nuestro instrumento ha evolucionado en los últimos años considerando la cantidad de conceptos que músicos bateristas han aportado al panorama musical contemporáneo. La cantidad de información a la que podemos acceder (revistas especializadas, métodos audiovisuales e internet) es gigantesca superando toda imaginación. Sin duda alguna esto representa un tremendo avance en la educación musical y las comunicaciones, pero hablando con corazón de baterista, es lo mejor que nos podía pasar ya que hay material para todos los gustos y preferencias. Sin embargo, este masivo flujo de información puede resultar contraproducente cuando se fija la mirada en estereotipos, modismos o tendencias que no permiten ver que la solución a nuestros problemas musicales radica en la confección de un orden determinado y la simplicidad de los conceptos… (KGP – 2003) Entre las múltiples facetas que comprende la tarea del “profe” (incluyendo “psicólogo autodidacta”) está el trabajo de romper mitos. Uno de los más comunes entre el círculo de nóveles, destaco el imaginar que los problemas actuales de coordinación serán resueltos en un futuro cuando se llegue a cierto grado de complejidad rítmica. Debo aclarar que esta idea equívoca no es exclusiva de principiantes dado que al compartir ejercicios integradores en distintas clínicas, participantes con un tiempo en el instrumento observan que no poseen control sobre situaciones muy básicas y elementales, tanto en lo técnico como lo intelectual (aquella parte del crecimiento que no necesita palillos). Dentro del mismo contexto, uno de los errores frecuentes en los que solemos incurrir es estudiar “métodos de batería” donde la comprensión del contenido (valores, métricas, elementos participantes) es correcta pero su reproducción resulta ser ineficaz, encontrándose muy alejada de lo real y necesario para el plano profesional. Aquí la cuestión de “ver y entender” no es garantía de éxito en absoluto porque fallamos el camino que lleva hacia la madurez. Por tal motivo, ningún medio del “mundo virtual” (Ricardo Iorio tiene toda la razón) podrá reemplazar la instrucción personalizada porque el maestro cubre ese rol faltante en los textos. Y como no hay dos sin tres, no puedo dejar de mencionar la pretensión impaciente de tocar un ejercicio de una vez y que suene… ¿Podemos comer un “sánguche e’ milanesa” de un solo bocado? Creo que no. Por eso, Arnoldo viene otra vez del futuro a protegernos “contra todos los males que no permiten que coordinemos bien” en este mundo y como organismo Cyberdyne que posee archivos detallados del comportamiento humano, a través de estas entregas sugerirá cuales son los caminos para satisfacer las necesidades del baterista donde hoy existe dificultad. El primer paso en este periplo es contemplar detenidamente algunas consideraciones o tips que conforman parte del entorno en cualquier ejercitación:

1. Relajación. Nuestro instrumento demanda un alto grado de concentración y rendimiento físico, por tal motivo un momento de relajación previo al estudio correspondería ser una rutina diaria. Échele mano a ejercicios de elongación que devuelven al sistema muscular su flexibilidad o si su deseo es “hilar fino”, busque información relacionada a la respiración utilizada en disciplinas como Tai Chi o Yoga, dado que una buena calidad de la misma, aumenta la circulación sanguínea aportando más oxigeno al cuerpo y genera un aumento en resistencia corporal disminuyendo la fatiga muscular.

2. ¡Tómese su tiempo! La paciencia debe ser una virtud durante el proceso natural de integración. Cada individuo es un mundo diferente donde conviven aciertos y debilidades en la personalidad musical. Todo ritmo, frase o idea rítmica concebida necesita su correspondiente tiempo de madurez. Organice su plan de trabajo entendiendo que el tiempo de permanencia en cada etapa del desarrollo es exactamente el que deba durar. No existen fórmulas mágicas ni atajos en esto…


3. ¿“Click”, “Claqueta” o “Track”? Es imperativo para el músico actual encontrarse en total comodidad junto al metrónomo. Nuestro ritmo biológico o natural es algo impreciso para la realización de ciertas actividades, razón por la que debemos ajustarnos a su cualidad exacta con objeto de desarrollar un buen reloj interno para precisar los movimientos. Los “apurados” deben saber que no es tarea resuelta de un día para otro, necesitamos reprogramar nuestros hábitos de estudio “sin palillos de por medio” concentrándose en distintas cuentas, dominando y reconociendo sus marcas y espacios. En estos tiempos tecnológicos, provéase de secuencias de percusión (loops) porque son eficaces complementos del metrónomo en próximas etapas de crecimiento, porque brindan la atmósfera ideal para la concepción de alguna figuración particular o estilo. Por eso, estimado amigo: Si en el pasado te has peleado con “Don Click”… ¡Es hora de amigarse nuevamente!

4. ¡Contar en Voz Alta! En lo cotidiano impera una resistencia a realizar dicha tarea por la sencilla razón que contar en voz alta e interpretar simultáneamente, no es algo sencillo. Durante cualquiera de los procesos presentados, cuente hasta en los momentos que considere no necesitarlo y deshágase de la idea de realizarlo mentalmente (solo conduce a olvidar de hacerlo). La presencia de nuestra voz en el ambiente genera un bonus de energía ubicándonos exactamente en el lugar que debemos estar. Pero... ¡No vocifere a gritos! solo hará que se canse más rápido, debemos procurar la continuidad de la acción en forma distendida...

5. En mi “salita” pasan cosas raras... Sin importar nuestro “status baterístico” por los laureles conseguidos, siempre debemos comenzar lentamente ante un nuevo desafío. La práctica sobre espacios pronunciados de tiempo es el terreno más difícil para expresarse, pero es la única velocidad que permite ejercer el control total de la situación. ¿Alguna vez se ha detenido a reflexionar cuantas actividades simultáneas surgen a la hora de estudiar? Si usted quiere ser buen intérprete, considere la velocidad inicial de 40 pulsos por minuto como óptima para ordenar y ajustar las tareas integradoras: cuentas, coordinación, lectura, audición, balance, respiración; mientras que la marca de 60 pulsos por minuto (nuestro tiempo humano) será vista como tope de velocidades durante este primer período. Si el ejemplo suena preciso y relajado sobre estos intervalos largos y pesados, la aceleración será un paso natural porque conoce el fundamento del mismo en su totalidad. Incrementar gradualmente la velocidad es parte de nuestro entrenamiento, recordando que cada escala intermedia del asunto solicitará su correspondiente “tiempo de ablande”. No se apure... ¡Trabaje calidad!

6. ¡Una y otra vez! La repetición constante es la madre de todo aprendizaje. Nuestro complejo aparato fisiológico debe interiorizar el concepto de loop o secuencia sin pausa, entendiéndolo como elemento crucial en la formación de nuestro diagrama motor. Frente a cada ejercicio es necesario conocer la acción individual de los elementos involucrados por más sencillo que parezcan, debiendo aislar sus partes para comprender su actividad dentro del conjunto. Antes de interpretar un ritmo, desmenúcelo como lo demuestra la próxima forma sugerida ya que es de suma utilidad para la comprensión de situaciones más complejas.


Los ejercicios deben realizarse por largos períodos de tiempo. En la intimidad de mis clases llamamos a este proceso “La gran Ringo Starr”: Interpretar por espacio de tres minutos sin caerse del pulso ni perder intensidades, recordando que todas las figuras son importantes desde la primera hasta la última.

7. Espejito, videíto... ¿Quién es el más bonito? (Incluye bonitas) Es muy recomendable y práctico estudiar frente a un espejo para observar nuestra postura y movimientos (Expresiones faciales NO porque ya conocemos tu belleza) Citando consejos del maestro internacional Dom Famularo: “¡Uno se convierte en maestro y alumno! El estudiante está en el espejo observando cuidadosamente lo que hace y corrige con lo aprendido”. Un cuaderno para anotaciones y la posibilidad de grabarse y/o filmarse ayudan en sobremanera a organizarse, corregirse y crecer. Mate, agua, “cafecito” y toalla “pal’ sudor” siempre a mano para el confort del espíritu…

Bonus. ¡Basta de “cháchara”! Un consejo muy antiguo: Una cosa es tocar la batería y otra muy distinta es estudiar el instrumento. Durante el estudio toda nuestra energía, concentración y sentidos deben estar puestos para ese momento. Camino a la sala de ensayo o rumbo al escenario, hay que olvidarse de todo lo aprendido. No perder tiempo cuando estudio, no estudiar cuando toco… ¡Solo es diversión!

I – SENTIDO RÍTMICO Cuando un alumno comenta sus problemas de interpretación en su primera clase, sugiero que hagamos un “formateo” del intelecto desechando toda información confusa y abocarse en conocer el proceso de “cultivo y riego” de nuestro sentido rítmico: La destreza para realizar un acto a una frecuencia concreta que refleje precisión en la actividad. Cuando escuchamos música percibimos muchas formas rítmicas con distintas alturas (graves ‐ agudas), intensidades (sonidos fuertes y débiles) y duraciones, pero un latido constante sobresale del entorno al que respondemos con algún movimiento “involuntario” de nuestra parte. Mediante este acto reflejo reconocemos el PULSO de la canción, el cual se desenvuelve en intervalos fijos y regulares. La teoría musical enseña que dichos pulsos pueden fraccionarse básicamente en mitades y tercios. Estilos como rock, pop, funk y música latinoamericana emplean comúnmente valores binarios con su pulso representado por la Figura de Negra. Músicas con raíces negras claramente definidas como el blues, la esencia rítmica del jazz o parte de nuestro folklore argentino utilizan formas ternarias con su pulso representado por la Figura de Negra con puntillo.

Entre las muchas divisiones existentes prevalece un grupo específico de figuras a las que llamaremos Células Rítmicas Fundamentales. El criterio de selección está basado en la subdivisión del pulso (valor mínimo que resulta práctico para trabajar) junto al concepto matemático de Permutación, o sea, la posibilidad de alterar la ubicación de los elementos en un conjunto establecido. Dividimos un segmento en cuatro partes iguales contando cada una en voz alta: Un Dos Tres Cuá...

Al completar esos espacios con uno, dos o tres elementos que intercambian su posición hasta agotar las posibilidades, abarcar completamente al conjunto o dejar el vacío total en la fracción, las


combinaciones resultantes son dieciséis (16). Batiendo palmas o entrechocando los palillos a modo de claves realice la tarea:

Así mismo, las posibilidades de permutación dentro de un tercio son ocho (8). Partiendo de la fracción dividida en tres partes iguales contamos Un Dos Tres...

Reemplazando los veinticuatro (24) segmentos por las figuraciones coincidentes establecemos las…

Células Rítmicas Fundamentales


Consideremos los compases de dos tiempos como medida natural de integración:

Siguiendo el más sabio y preciado consejo de los maestros que afirman que “el estudio de la batería comienza por los pies” trazamos el siguiente plan de trabajo: A) Asignamos la velocidad de inicio (40 – 60 pulsos por minuto) contando en voz alta la subdivisión correspondiente, la cual no debe omitirse en ningún momento: ¡Siempre debe estar presente! B) Sobre la misma realizaremos distintas “coreografías” con los pies sirviendo de bases para la interpretación de las células en el tambor. Recuerde el versito: La tarea de las manos se acopla al trabajo de los pies, no lo debo hacer al revés. Respecto a la digitación de las manos, primero conservar el 1 y 1 (single strokes) de las cuatro semicorcheas: DIDI (los zurdos deben invertir el orden)…

O sea que todas las primeras y terceras figuras serán interpretadas con la mano derecha, mientras que las segundas y cuartas serán realizadas con la mano izquierda. Algunos ejemplos:

La indicación previa responde a un modo natural por así decir, pero para mayor fluidez de las figuras recomiendo alternar la digitación de las figuras manteniendo el 1 y 1 como se demuestra a continuación.


1. “Estéreo”. Unísonos en extremidades inferiores. Ambos pies producen un sonido destacado...


2. “Caminado el pulso” Marcamos alternando bombo y hi hat para reforzar la noción del tiempo fuerte (1º) y débil (2º)...


3. “El rengo” Con el bombo sobre el primer tiempo, resaltamos los contratiempos o upbeats con el hi hat...


Incrementar gradualmente la velocidad sin superar la marca de 90 pulsos por minuto.

4. “Yo nací para cantar” En su obra “New Breed”, Gary Chester habla sobre la importante presencia de nuestra voz como la “quinta extremidad” en el estudio. Pasado la velocidad de 90bpm, llegamos a una situación donde nuestra cuenta e interpretación será una labor algo incómoda. La acción lógica inmediata indica que debemos reemplazar la subdivisión por la cuenta de los tiempos del compás (Un – Dos) que además de relajar nuevamente la tarea, asegura la interpretación de las figuras sin la contención o “el bastón” (ayuda para caminar) que representa la subdivisión. La idea aquí es reemplazar dicha cuenta numeral por un “canto” del pulso empleando vocablos cortos como “Pa” “Ta” o “Chi” permitiendo acercarse hacia un pulso más musical distanciándose de la conocida actitud mecánica. Hasta 132 bpm tiene chances de ser un campeón, la superación de esa marca requiere otro enfoque (próximas entregas). Tómese el tiempo necesario para dominar este concepto... ¡Aquí el metrónomo es usted!


En las repeticiones, incluya la posibilidad de interpretar todo al unísono sin producir apoyaturas (flams)

Etc.

Etc. Estas veinticuatro figuraciones representan el fundamento del lenguaje rítmico. Debemos conocerlas en todos sus aspectos, variedad de dinámicas y velocidades para poder expresarse en cualquier situación artística. Tómese el tiempo necesario en realizar y dominar las etapas, considérelas como “rutinas para todos los días”… Fáciles en su concepción pero “duras de sonar”... Domine las bases inferiores porque brindan el fundamento técnico completo para encarar cualquier ritmo en adelante. Grabe en su mente cada figura por el número asignado, será de mucha utilidad para resolver problemas futuros.

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