Corresponsabilidad, camino ISSN: 2463-0438. Balance ... · aporta el programa IRACA y se gestiona con actores locales ... aquellas ubicadas en las riberas de los ríos o del ... canta

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Corresponsabilidad, camino para el desarrollo

La escuela, un escenario para crecer

¿Cómo podemos aportar a la paz?

ISSN

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COMUNIDAD RECONCILIACIÓN EMPODERAMIENTO

Edición 002Enero- marzo de 2016

Publicación de la Fundación Panamericana para el Desarrollo

FUPAD Colombia

DirecciónSoraya Osorio

Dirección de Relaciones Corporativas, Comunicaciones y

Desarrollo SocialLuz Cristina Pinzón

Coordinación editorialDiana Forero

Corrección de estiloDiana Forero

América Bermudez

Comité EditorialAmérica Bermúdez

Lida DíazLinda ChavesEdna Oliveira

Adriana LaitonAlejandra C. Callejas

Cristian PiramanriqueDavid Carrero

FotografíaCristian Piramanrique

Laura Rodrígez NudelmanDavid Carrero

Janeth BastidasAlejandra C. Callejas

Diseño y diagramación Alejandra C. Callejas

Fundación Panamericana para el DesarrolloFUPAD Colombia

Carrera 21 No. 164 - 88 Bogotá D.C., Colombia

(571) 651 3838 (571) 651 3818

CONTENIDOEditorial


InstitucionalIRACA, ejemplo de transformación social

Crónicas de las iniciativasChinulito, le apuesta a la acción colectiva para

cumplirle a los niños

Un nuevo comienzo en Carmen de Atrato


Compromiso empresarialMi Bici: transportando soñadores en

La Guajira

GaleríaEmpoderando comunidades

Opinión¿Cómo podemos aportar a la paz?

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buenas obras, el compromiso, las ganas de salir adelante y la creatividad de los colombianos y colombianas son las que mueven a este país.

Hemos podido evidenciar que la corresponsabilidad se constituye en motor de acción, que es posible gestionar recursos que, incluso, pensamos imposibles; que cuando los resultados son concretos, evidentes, la comunidad se motiva, apropia y participa, siendo gestores de su propio desarrollo.

* Por Soraya OsorioDirectora General. FUPAD Colombia

Más de 300 Iniciativas con Balance Positivo© desarrolladas en el país durante 2015 nos deja la satisfacción de estar contribuyendo a la reconstrucción del país con el aporte de todos. La cifra es importante pero más aún lo son los casos exitosos donde evidenciamos que, en contraste con las situaciones problemáticas que se viven día a día, las


EDITORIAL

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EDITORIAL

Nuestro sueño es retar el asistencialismo y vencerlo. Estamos convencidos de que es posible y por eso invertimos recursos, trabajo, tiempo, y sobre todo, la responsabilidad que como ciudadanos nos compete por el progreso de nuestra sociedad.

Es por eso que hoy contamos con 163 experiencias en las que hombres y mujeres trabajaron en la recuperación de espacios comunitarios, casetas y malocas donde ellos mismos adelantan el arreglo de vías y puentes que conectan comunidades, el mejoramiento de casas de cultura o escuelas para que los niños estudien dignamente.

Alcanzamos 49 procesos de formación y capacitación para recuperación de saberes; 51, en recreación y deporte; 21, en los que se exalta el arte y la cultura, y se salvaguardan tradiciones; 28 procesos ambientales y en salud, en los que

las personas decidieron gestionar talleres de agua, jornadas médicas, limpieza de zonas, reciclaje, entre otros.

No podemos pensar que somos ajenos a las diferentes situaciones que aquejan nuestra sociedad y dejar en responsabilidad de “otros” la solución a circunstancias que, por derecho, nos competen; ni descuidar elementos que son nuestros como bienes públicos. En nuestras manos está la posibilidad y corresponsabilidad de mejorar las condiciones del entorno, tomar conciencia y acción.

Reconociendo el potencial de las Iniciativas con Balance Positivo©, seguimos fieles al deseo de construir país desde el aporte de todos. Los invitamos a ser parte de las soluciones, no de las poblemáticas, y movilizarnos en beneficio de las comunidades.

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* Por Sergio Mejía EscobarGerente de convenios FUPAD

Existen factores sociales que afectan a la población indígena y afro de nuestro país. Uno de los más relevantes y de mayor impacto es el conflicto armado, porque rompe el tejido social y afecta negativamente la vida y territorio de las comunidades. Esto representa una amenaza que los coloca en riesgo de desaparición y vulnera sus derechos, genera miedo, estigmatización, exclusión, desconfianza y desintegración familiar.

Ante esta situación, es necesario actuar entre todos y hacerlo de forma oportuna y pertinente. Es por ello que IRACA, programa del gobierno nacional que lidera Prosperidad Social en convenio con FUPAD y realizado en el marco de la Política Pública de Enfoque Diferencial Étnico, ha venido desarrollando acciones en torno a las Iniciativas con Balance Positivo© (IBP) con miras a incentivar el trabajo colectivo, a partir de priorizar necesidades y concertar acciones concretas

IRACA, ejemplo de transformación socialque contribuyan a generar confianza, aspecto fundamental para reconstruir tejido social.

Las IBP son una oportunidad para que las comunidades recuperen tradiciones ancestrales, preserven su identidad y cultura, sean visibilizadas y reconocidas en su valor étnico y sabiduría milenaria, como patrimonio de la humanidad y, desde su cosmovisión, mejoren condiciones de vida.

Mediante esta estrategia se optimizan los recursos que aporta el programa IRACA y se gestiona con actores locales e instituciones recursos que contribuyen a concretar la iniciativa. Las personas se organizan, planean actividades, propias desde su cultura, como mingas y mano cambiada, en las que participan mujeres, hombres, niños y adultos mayores, dispuestos a ser autogestores.

Es importante valorar el diálogo de saberes que surge durante el proceso, puesto que los momentos de reflexión, concertación e implemetación de las acciones propician

INSTITUCIONAL

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espacios para compartir conocimientos, sabiduría, oralidad y mitos, que contribuyen a preservar cultura e identidad en las nuevas generaciones. Así, la acción colectiva es el motor de las IBP, es el apoyo y actuar de todos con compromiso, corresponsabilidad y sinergia.

En IRACA se han puesto en marcha un número significativo de iniciativas que contribuyen a fortalecer aspectos fundamentales para el desarrollo propio; la diversidad de éstas da cuenta del enfoque diferencial étnico. En las comunidades indígenas hay actividades relacionadas con la recuperación de conocimiento y sabiduría ancestral, lengua propia, tradiciones y valoración de los jóvenes hacia los ancianos, quienes soportan el legado de su identidad cultural. En cuanto a las comunidades afrocolombianas, están relacionadas con la recuperación de espacios colectivos para reuniones, festividades, encuentros religiosos, entre otros; aquellas ubicadas en las riberas de los ríos o del mar, desarrollan iniciativas relacionadas con tema ambiental respecto al manejo de residuos sólidos.

Cada IBP se realiza en tres momentos: el antes, durante y después, lo que permite identificar trasformaciones con

resultados concretos. Los siguientes son algunos aspectos que muestran el impacto generado por región:

En Putumayo, municipio de Sibundoy, participaron seis cabildos Inga y Katmensa. El objetivo fue fomentar espacios deportivos entre las autoridades tradicionales, la niñez, la juventud y la comunidad. Se realizaron mingas para adecuar la cancha de fútbol, conformar equipos, comprar uniformes y organizar un torneo relámpago intercuadrillas. A través de la acción colectiva se contribuyó a la unificación y empoderamiento de los pueblos indígenas, y se fortalecieron procesos de resistencia.

En La Guajira, las comunidades de Kooloyosu y Kachareleo identificaron un espacio llamado YosUsi para el cuidado, protección de la salud y nutrición de los niños, donde se les brinda atención integral a ellos y a las madres gestantes. Este espacio, consistente en una pequeña enramada construida por la comunidad, hoy se readecúa mediante la concertación de acciones orientadas a conseguir materiales y el trabajo comunitario. Los participantes se convencen de su capacidad de gestión y los líderes conocen la oferta institucional para mejorar el cuidado, nutrición y atención de estos grupos poblacionales.

INSTITUCIONAL

Las personas se organizan, planean acciones concretas y propias desde su cultura, como mingas, mano cambiada, acciones en las que participan mujeres, hombres, niños y adultos mayores, dispuestos a ser autogestores

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Enclavado en los Montes de María y circundado por hermosos manantiales, adornado por montañas se encuentra Colosó… Así canta una de las estrofas del himno de este municipio ubicado en Sucre, territorio en el que sus habitantes reconocen la importancia del trabajo e integración comunitaria.

Hace 15 años, habitantes del corregimiento de Chinulito fueron desplazados en medio de amenazas y hechos violentos que marcaron la memoria de quienes hoy han ido regresando a estas tierras. Este territorio designado, como muchos en la subregión de los

Chinulito, le apuesta a la acción colectiva para cumplirle a los niños

CRÓNICA DE LA INICIATIVA

Montes de María, como una zona de paso estratégico para favorecer el desarrollo de acciones armadas fue escenario de disputa entre distintos grupos al margen de la ley, dada la riqueza de sus recursos y su naturaleza geográfica.

Así, a pesar de que años atrás Chinulito fue comparado con un pueblo fantasma, hoy ha ido recobrando la esperanza a través de la confianza y el trabajo que líderes y habitantes vienen realizando con el propósito de reconstruir su tejido social y emprender una vida nuevamente en las tierras de sus ancestros.

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Como fruto de ese anhelo nace la construcción de un parque infantil para permitir a niños y niñas recrearse de manera segura. La acción, enmarcada en las actividades del programa Sumando Paz liderado por el Ministerio del Trabajo con sujetos de reparación colectiva, es una Iniciativa con Balance Positivo© que durante su desarrollo logró convocar a diversos actores de la comunidad obteniendo aprendizajes y hechos significativos.

Y es que no hay mayor certeza para unir a la comunidad que trabajar por los más pequeños, por ello Wilberto Luna, habitante del corregimiento e integrante de la Asociación Asochinulito, relata: “esta idea nació con las madres comunitarias. En la reparación hay que tener también en cuenta a los niños, para que ellos vayan aprendiendo y tengan un futuro emprendor, pues este parque ha dejado un impacto al unir a las personas, ahora muchos traen a sus niños en la noche para recrearse”.

Para el desarrollo de esta Iniciativa, la comunidad se reunió y organizó el trabajo distribuyendo roles entre todos, y dispusieron la mano de obra para el montaje, realizando jornadas de aseo, dando color a las llantas y decorando el espacio de manera creativa con la participación de niños y niñas. Asimismo, se organizaron ollas comunitarias para brindar alimentos e hidratación a los colaboradores.

Desde que empezó la violencia aquí, hace 20 años, no había visto un parque. Es una bendición para los niños, ellos estaban

locos por subirse, tocó cuidarlo durante un día para que no se subieran y que pudiese secar el cemento… Este parque

es favorable para ellos, por ejemplo, yo tengo mi hijo y puedo estar pendiente de él aquí y de que no esté en otro lugar con

miedo de que le pase algo

Jorge Abel Arroyo

Con la participación activa de la comunidad desde todos los actores que la componen, se gestionaron recursos e insumos complementarios con otras entidades, lo que permitió identificar capacidades colectivas frente a la organización, responsabilidad, identidad y autonomía comunitaria, así como aprendizajes que contribuyen a reconstruir la autoconfianza e integración en el territorio. La realización de esta Iniciativa permitió además reconocer por parte de la comunidad, la importancia de tener espacios dirigidos a los niños para fomentar la sana recreación, al respecto Jorge Abel Arroyo, participante de la actividad opina: “desde que empezó la violencia aquí, hace 20 años, no había visto un parque. Es una bendición para los niños, ellos estaban locos por subirse, tocó cuidarlo durante un día para que no se subieran y que pudiese secar el cemento… Este parque es favorable para ellos, por ejemplo, yo tengo mi hijo y puedo estar pendiente de él aquí y de que no esté en otro lugar con miedo de que le pase algo”.

A través de la Iniciativa desarrollada, los pobladores de Chinulito además de generar un espacio de recreación y sano esparcimiento para los niños y las niñas, recuperó un lugar que les permite reencontrarse y rescatar sus saberes y tradiciones. La comunidad volvió a confiar en el otro, a unir familias a favor de un bien común y a sembrar esperanza para volver a soñar y generar acciones autónomas acorde con sus necesidades.


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Luego de años de retos y desafíos la población de Carmen de Atrato está recuperando la confianza y credibilidad en el otro, en sus vecinos, en el trabajo en minga. A finales del año 2015, los habitantes de este municipio ubicado al noroccidente del departamento del Chocó, se reunieron en comunidad, liderados por los miembros del Sujeto de Reparación Colectiva-SRC, con el fin de priorizar una de sus necesidades que además de generarles bienestar les permitiera superar las dificultades de relacionamiento con la administración local, ya que por años existió el miedo y la desconfianza.

Fue así como líderes del SRC se reunieron con los funcionarios de la Unidad para las Víctimas y FUPAD

Colombia en el marco del Programa Entrelazando para desarrollar la Iniciativa con Balance Positivo©, planteada para generar un espacio de recreación a los niños y niñas a través del embellecimiento del parque central, y de la instalación de un parque infantil que luego se convirtió en un lugar de encuentro para todos: adultos, ancianos, jóvenes, niños y niñas.

Una de las principales barreras que tuvieron que vencer fue la desconfianza que existía entre unos y otros. Como lo expresa un integrante de la comunidad, “aun cuando somos compañeros y todos vivimos los mismos problemas por la violencia, no confiábamos entre nosotros y siempre pensábamos que el otro era el enemigo,” y esto lo lograron en el momento que

Nosotros solos no lo logramos, necesitábamos de alguien que nos orientara, pero lo más importante es que nos dimos cuenta que juntos somos equipo

y que siempre seremos amigos, porque somos un pueblo que superó la guerra

Saudy Roa Mendoza, lideresa comunitaria

Un nuevo comienzo en Carmen de Atrato

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decidieron “creer” y que se articularon con la alcaldía municipal, a través de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica- Umata, la Inspección de Policía, la Comisaría de Familia, entre otras entidades, para trabajar unidos en la adecuación del espacio recreativo.

El interés y compromiso fue evidente. Hacía finales del mes de diciembre la comunidad de siete veredas Sujetos de Reparación Colectiva se reunió en el parque central para realizar las actividades propuestas y activar el trabajo en minga, que por años habían dejado de hacer en beneficio de un bien colectivo en la cabecera municipal. Una vez reunidos, se organizaron en grupos de trabajo para hacer la limpieza y desmonte de la maleza, la siembra de 500 plántulas en los jardines, la instalación de macetas en cemento, el cercado de los jardines en madera y la jornada de pintura para embellecer con colores “vivos” los espacios que años atrás fueron escenario de violencia y abandono, y que hoy gracias al compromiso de sus habitantes y al deseo de tener un nuevo comienzo, es un espacio de paz y reconciliación para todos.

Al final, los niños y niñas en la jornada de integración plasmaron sus sentimientos a través de mensajes de amor y de reconciliación. “Ahí nos dimos cuenta de quién es quién, ahí nos dimos cuenta que todos somos iguales, que

todos somos carmeleños”, cuenta Eeleen participante de la comunidad.

La Iniciativa con Balance Positivo©, le permitió a los pobladores de Carmen de Atrato identificar por sí mismos el gran valor del trabajo en equipo. El embellecimiento del parque central les permitió reunirse e interactuar como hace años no lo hacían, recordar que son una comunidad unida a pesar de los conflictos y de las distancias, y comprobar que cuando se trata de trabajar por el bienestar de la comunidad, todos participan. Según Maria Virgelina lideresa y exsecretaria de la comisaría de familia “ese es un principio comunitario que la violencia no ha podido borrar”.

Asimismo, identificaron los recursos propios con los que cuentan, las herramientas que tienen para el fortalecimiento de los lazos sociales, las oportunidades de articulación con las instituciones locales y el poder de la acción colectiva que los impulsa al desarrollo de sus comunidades. Por medio de la actividad los habitantes del municipio reconocieron que cerraron un capítulo de tristeza y amargura de su historia, y que por tanto pueden volver a empezar sin resentimientos, enseñando a las nuevas generaciones a tener responsabilidad de lo propio y lo comunitario, a construir un Carmen de Atrato mejor para todos.

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No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias

Mahatma Gandhi

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En el marco del Programa de Respuesta Rápida de la Dirección de Gestión Territorial de Prosperidad Social en asocio con FUPAD Colombia y en articulación con el Ejército Nacional de Colombia y la Escuela Superior de Guerra- Esdegue, se desarrolló la Iniciativa con Balance Positivo© en beneficio de los Niños, Niñas y Adolescentes- NNA de la vereda Santa Ana en Puerto Asís, Putumayo.

Como parte de la Iniciativa enfocada a mejorar las capacidades de los niños y niñas a través de incentivar la lectura y el buen uso de su tiempo libre con actividades lúdico- pedagógicas se realizó la dotación de la biblioteca de la Institución Educativa Rural Santa Ana, la entrega de kits escolares y balones de fútbol y baloncesto a los niños y niñas, así como la realización de un mural artístico.

Este ejercicio se realizó de forma participativa por grupos de trabajo, mediante los cuales la comunidad identificó las necesidades de la escuela y cómo se la sueñan en un futuro no tan lejano. Fue así como uno a uno de los asistentes señaló que soñaban la escuela con mejores espacios para crecer y desarrollarse, y como

un escenario de diálogo, participación y concertación a través del cual se forje el camino para construir la paz desde el territorio.

El resultado más importante para los habitantes de Santa Ana fue el trabajo en equipo, aprendiendo que eran ellos los verdaderos empoderados al ser parte de un proceso que les permita resignificar sus proyectos de vida, disminuir su vulnerabilidad como víctimas del conflicto armado y mejorar sus condiciones de vida.

Esta jornada contribuyó a descubrir las capacidades de autogestión y cogestión de la comunidad, en torno a la apropiación de espacios y temas de interés públicos para la colectividad.

Tal como lo expresa Carlos Arturo Vargas (Coordinador del I.E.R. Santa Ana) “La apropiación de espacios para el beneficio de los niños y por ende para el beneficio de todos, deben ser cuidados y protegidos, con la intención de asegurar su permanencia, ya que son ellos, los que nos recuerdan quiénes somos y hasta dónde podemos llegar, si trabajamos como comunidad”.


Balance Positivo

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Uno de los principales logros de la Iniciativa fue el rol que asumió cada uno de los actores que se involucraron, como el personal del “S5” y del Gaula del ejército que participaron en la construcción del mural y en apoyar a la comunidad en trasladar los elementos requeridos para la adecuación de la biblioteca, demostrando así la importancia de articular e integrar a todas las personas en el desarrollo de las actividades sin importar las diferencias.

Uno de los principales aprendizajes fue descubrir la fortaleza que se haya en los lazos familiares para crear y soñar mejores posibilidades de vida a las futuras generaciones de la comunidad.

Concluyeron que es vital contar con la presencia del Estado, no sólo esperando su ayuda, sino aportando desde los recursos propios como lo afirma Maria Benavides habitante de la vereda, “trabajando hombro a hombro se puede recuperar la confianza en el Estado”.

La comunidad construyó tejido social y entendió la importancia de apropiarse de su región, no solo para mejorar sus espacios, sino para fortalecer sus acciones comunitarias enfocadas a generar entornos protectores, prevenir cualquier tipo de violencia y adecuar lugares que permitan la recreación y el sano esparcimiento a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.


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COMPROMISO EMPRESARIAL

Es así como nació Mi Bici, un programa que entrega bicicletas a niños y jóvenes, especialmente en áreas rurales, con el fin de facilitar el transporte de los hogares a las escuelas y disminuir los niveles de deserción escolar, mejorar el acceso a la educación, promover ahorros en la economía del hogar y nuevas dinámicas sociales y económicas.

Postobón está comprometido con aportar progreso a La Guajira, por ello se articuló con FUPAD y Prosperidad Social, a través del programa IRACA, para hacer entrega de 202 bicicletas a estudiantes del Colegio Kamüsüchiwou, ubicado en el municipio de Uribia, sector de Media Luna.

Mi Bici: transportando soñadores en La Guajira

Niños y niñas que antes debían caminar largos trayectos, a veces incluso horas, cuentan hoy con un medio que les permite ir a la escuela, motiva su asistencia y mejora su rendimiento académico, dado que el tiempo que ahorran en transporte, lo pueden invertir en horas de estudio.

La entrega de las bicicletas implica el compromiso de padres y estudiantes a darles buen uso y cuidarlas. Para el mantenimiento, se nombró a uno de los profesores del plantel educativo como mecánico encargado. Además, se seleccionó un comité de seguimiento, conformado por un representante de los padres de familia, un beneficiario y el docente mecánico.

La reconocida empresa de bebidas Postobón tiene en su Fundación “Haciendo Equipo” el compromiso de empoderar y crear valor en las comunidades vulnerables del país, a través de

programas sociales que promueven el desarrollo cultural, deportivo, social y ambiental

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* Por Lida DíazPeriodista. FUPAD Colombia

Como colombiana me pregunto si el proceso de paz va a ser exitoso, si podremos entender qué es dejar atrás el conflicto y vivir pacíficamente. Sin embargo, cuando veo el irrespeto de normas sencillas, como hacer fila o pedir permiso, parece algo difícil de conseguir.

La paz no es la firma de un acuerdo, sino las acciones que cada uno de nosotros podemos desarrollar desde la cotidianidad: ¿por qué no aportar con acciones pequeñas como pedir el favor, dar las gracias, respetar la fila, compartir con los vecinos, perdonar al otro, ceder la silla? Es un cambio que debemos hacer en nuestra vida diaria, en la educación que les damos a nuestros hijos, en resolver los conflictos a través del diálogo, en el trato que damos a las demás personas, en educar con valores pero también con deberes. En este proceso todos jugamos un papel fundamental: los maestros, desde la escuela; los líderes, desde su trabajo comunitario; los estudiantes, desde su aprendizaje; la familia, desde el hogar.

Un ejemplo de esto lo podemos ver en el campo, donde las personas que vivieron el conflicto han logrado forjar un nuevo futuro, han dejado el pasado atrás para emprender un nuevo camino, retornando a sus tierras, pensando en


OPINIÓN

construir de nuevo su vida, se han reencontrado con sus amigos, vecinos y familiares; han recordado momentos duros que los llenan de fuerza, compromiso y les permiten sobreponerse de forma positiva a todo lo vivido.

Ellos valoran cada momento que comparten en comunidad y en familia, realizan actos pequeños para generar perdón y reconciliación. Es grato ver cómo los abuelos, madres, padres y jóvenes hablan de la guerra y lo dura que fue pero ahora viven en armonía, sin odio, sin rencor; han logrado desde su diario vivir perdonar a los actores armados y empezar de nuevo con berraquera, enseñandonos que realmente la paz se construye desde cada uno.

Son muchas las acciones que podemos generar desde nosotros mismos, desde nuestros valores, actitudes, comportamientos, actos de respeto, diálogo, cooperación, formas de vida basadas en la promoción de la vida, en la práctica de la no violencia. Entonces, como colombianos es hora de preguntarnos ¿cómo le aporto a la paz?, ¿con qué acción empiezo hoy?

Los ciudadanos debemos ser conscientes de que la paz empieza

con las acciones cotidianas

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es posible gracias a:

¡Tu también puedes ser parte!


Alcaldía de Río Iro - Chocó“Por la unidad y desarrollo del Iro”

Alcaldía de El Carmen de Atrato - Chocó“El Carmen agrario, equitativo y social”

Alcaldía de Vigía del Fuerte - Antioquia“Porque el desarrollo de vigía no se puede detener”

Alcaldía de Tumaco - Nariño“Tumaco nuestra pasión”

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Corresponsabilidad, camino ISSN: 2463-0438. Balance ... · aporta el programa IRACA y se gestiona con actores locales ... aquellas ubicadas en las riberas de los ríos o del ... canta