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Retos y Oportunidades en el Sector de la Energía Autor: Eleodoro Mayorga Alba, Socio En colaboración con Ronald Martínez y Vladimir Sánchez, Profesionales Senior de L&Q Consultores y Abogados Documento Confidencial A ser expuesto en la segunda sesión del Día de la Energía 2013. INTRODUCCION El sector de la energía en el Perú nunca ha pasado un periodo tan confuso, con tan pocos logros y con tantos actores insatisfechos. Los proyectos de infraestructura energética no avanzan. Observamos el abandono o el retraso de proyectos, con el consiguiente riesgo que el sector se convierta en un cuello de botella para el crecimiento económico. No solo podría faltar electricidad, sino que seguramente su costo va aumentar. Al mismo tiempo, disminuiría la producción de hidrocarburos y aumentaría la importación de petróleo y combustibles, con el consiguiente deterioro de la balanza comercial. Lo más lamentable es postergar los beneficios que estos proyectos pueden traer. En las decisiones parece ignorarse el costo de oportunidad, es decir el costo que tiene dejar de obtener los réditos esperados de un proyecto. Se postergan producción y empleos descentralizados. Se pierden regalías e impuestos, y por ende canon, así como utilidades que las empresas dejarían de percibir. Nuestra economía no crecerá adecuadamente sin un abastecimiento de energía seguro y a buen precio. Sin nuevas infraestructuras seguiremos importando mas, centralizándonos y postergando oportunidades de desarrollar el interior del país. Los hidrocarburos continuarán representando más de las dos terceras partes de nuestra matriz energética. Hoy vemos que su producción declina y las reservas no aumentan mientras un buen número de proyectos esperan licencias o están en situación de fuerza mayor. Todos los días la prensa comenta las posibles deficiencias del suministro eléctrico en una u otra ciudad. Paradoxalmente nuestro país pasa por un buen momento. Disponemos de más recursos, las empresas pueden acceder a financiamientos adecuados y los precios de la energía, excepto del gas del lote 88, están a niveles correctos. Pareciera que nos faltan estudios técnicos, un plan sectorial y capacidad empresarial que sustenten decisiones políticas racionales que permitan llevar adelante los proyectos a los cuales empresas calificadas están dispuestas a comprometerse. UNA PROYECCION DE MEDIANO PLAZO Al 2016, según las autoridades del sector, el balance entre la demanda y la oferta de energía eléctrica no presenta déficits que podrían comprometer la actividad económica. Sin embargo, si no se aumenta la oferta, antes del 2020 no tendríamos energía suficiente para asegurar la continuación del crecimiento económico. Las decisiones de inversión en el sector de la energía requieren varios años para materializarse. Sin embargo aun el sector de la energía no tiene un plan consensuado con los actores públicos y privados, responsables de las regulaciones y de los proyectos. En nuestro país los plazos de ejecución de los proyectos se han alargado. La participación de nuevas entidades del Estado encargadas de permisos y licencias socioambientales no está siendo coordinada de manera eficiente. Estas entidades no están en manos de profesionales con criterio y

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Retos  y  Oportunidades  en  el  Sector  de  la  Energía  

 Autor:  Eleodoro  Mayorga  Alba,  Socio  

En  colaboración  con  Ronald  Martínez  y  Vladimir  Sánchez,  Profesionales  Senior    de  L&Q  Consultores  y  Abogados  

 Documento  Confidencial  

 A  ser  expuesto  en  la  segunda  sesión  del  Día  de  la  Energía  2013.    

 

INTRODUCCION  

El  sector  de  la  energía  en  el  Perú  nunca  ha  pasado  un  periodo  tan  confuso,  con  tan  pocos  logros  y  con   tantos   actores   insatisfechos.     Los   proyectos   de   infraestructura   energética   no   avanzan.    Observamos   el   abandono   o   el   retraso   de   proyectos,   con   el   consiguiente   riesgo   que   el   sector   se  convierta  en  un  cuello  de  botella  para  el  crecimiento  económico.    No  solo  podría  faltar  electricidad,  sino   que   seguramente   su   costo   va   aumentar.   Al   mismo   tiempo,   disminuiría   la   producción   de  hidrocarburos   y   aumentaría   la   importación   de   petróleo   y   combustibles,   con   el   consiguiente  deterioro  de  la  balanza  comercial.  

Lo  más  lamentable  es  postergar   los  beneficios  que  estos  proyectos  pueden  traer.  En  las  decisiones  parece   ignorarse  el   costo  de  oportunidad,  es  decir  el   costo  que   tiene  dejar  de  obtener   los   réditos  esperados  de  un  proyecto.  Se  postergan  producción  y  empleos  descentralizados.  Se  pierden  regalías  e  impuestos,  y  por  ende  canon,  así  como  utilidades  que  las  empresas  dejarían  de  percibir.  

Nuestra   economía   no   crecerá   adecuadamente   sin   un   abastecimiento   de   energía   seguro   y   a   buen  precio.     Sin   nuevas   infraestructuras   seguiremos   importando  mas,   centralizándonos   y   postergando  oportunidades  de  desarrollar  el  interior  del  país.    

Los   hidrocarburos   continuarán   representando   más   de   las   dos   terceras   partes   de   nuestra   matriz  energética.   Hoy   vemos   que   su   producción   declina   y   las   reservas   no   aumentan  mientras   un   buen  número   de   proyectos   esperan   licencias   o   están   en   situación   de   fuerza   mayor.     Todos   los   días   la  prensa  comenta  las  posibles  deficiencias  del  suministro  eléctrico  en  una  u  otra  ciudad.    

Paradoxalmente   nuestro   país   pasa   por   un   buen   momento.   Disponemos   de   más   recursos,   las  empresas  pueden  acceder  a  financiamientos  adecuados  y  los  precios  de  la  energía,  excepto  del  gas  del  lote  88,  están  a  niveles  correctos.  Pareciera  que  nos  faltan  estudios  técnicos,  un  plan  sectorial  y  capacidad  empresarial  que  sustenten  decisiones  políticas  racionales  que  permitan  llevar  adelante  los  proyectos  a  los  cuales  empresas  calificadas  están  dispuestas  a  comprometerse.  

 

UNA  PROYECCION  DE  MEDIANO  PLAZO  

Al   2016,   según   las   autoridades   del   sector,   el   balance   entre   la   demanda   y   la   oferta   de   energía  eléctrica  no  presenta  déficits  que  podrían  comprometer  la  actividad  económica.  Sin  embargo,  si  no  se  aumenta  la  oferta,  antes  del  2020  no  tendríamos  energía  suficiente  para  asegurar  la  continuación  del  crecimiento  económico.  

Las  decisiones  de  inversión  en  el  sector  de  la  energía  requieren  varios  años  para  materializarse.    Sin  embargo   aun   el   sector   de   la   energía   no   tiene   un   plan   consensuado   con   los   actores   públicos   y  privados,  responsables  de  las  regulaciones  y  de  los  proyectos.  

En  nuestro  país  los  plazos  de  ejecución  de  los  proyectos  se  han  alargado.  La  participación  de  nuevas  entidades   del   Estado   encargadas   de   permisos   y   licencias   socio-­‐ambientales   no   está   siendo  coordinada  de  manera  eficiente.  Estas  entidades  no  están  en  manos  de  profesionales  con  criterio  y  

autoridad   suficiente   para   entender,   corregir   de   ser   el   caso,   y   aplicar   correctamente   las   normas.    Como  resultado  se  alargan  plazos  para  concluir  contratos,  cerrar  financiamientos  y  empezar  obras.  

Una   proyección   al   2020   requiere   identificar   tendencias,   darnos   supuestos   para   variables   que   no  controlamos   y   plantear   escenarios   contrastados   para   evaluar   las   decisiones.     Con   este   fin  proponemos  los  siguientes  supuestos:  

• El  PBI  –  como  todos  deseamos  -­‐  que  siga  creciendo  alrededor  del  5%.    • El  precio  del  petróleo  crudo  de  referencia  (WTI)  se  mantiene  cercano  a    100  USD/Barril,  y  el  

precio   del   gas   en   la   región   comienza   a   estar   influenciado   por   el   desarrollo   del   gas   de  esquistos  en  los  Estados  Unidos.  

• La  producción  de  hidrocarburos  se  proyecta  solo  en  base  a  reservas  probadas  y  probables.  Todo  nuevo  descubrimiento  podrá  entrar  en  producción  después  del  2020.  

• No  hay  en  aplicación  proyectos  significativos  de  ahorro  de  energía,  ni  mejoras  notables  en  la  infraestructura  del  sector  transporte    

• La  exportación  de  gas  continúa  según  el  contrato  vigente  de  Perú-­‐LNG.  • Los  calendarios  para  el  desarrollo  de  nuevos  proyectos  siguen   iguales  a   lo  experimentado:  

i.e.   Un   proyecto   hidroeléctrico   necesita   de   4   a   5   años   para   obtener   permisos   y   para  completar  los  trabajos  de  exploración,  y  de  10  a  12  años  para  su  puesta  en  explotación.  

 Al   2020,   la   falta   de   decisiones   nos   estaría   conduciendo   al   Escenario   1,   mientras   si   hacemos   lo  adecuado  terminaremos  la  década  en  el  Escenario  2,    que  es  lo  óptimo.    

Escenario  1: • Sin  Gasoducto  al  Sur    y  por  consiguiente  sin  nodo  energético  e  industria  petroquímica;  la  

producción  de  gas  y  de  LGN  queda  restringida  a  lo  que  puedan  transportar  los  ductos  de  TGP.  • La  modernización  de  las  refinerías  continua  pendiente,  y  • La  producción  de  petróleo    continúa  a  declinar.

Escenario  2:    • Con  Con    el  Gasoducto  al  Sur  abasteciendo  el  nodo  energético  y  una  naciente  industria  petroquímica  

en  base  a  una  mayor  producción  de  gas  y  de  LGN.   • Completada  la  modernización  de  las  refinerías.   • Con  un    aumento  en  la  producción  de  petróleo  en  base  a  un  aporte  significativo  de  crudos  pesados  

y  de  nuevas  inversiones  en  el  Noroeste  y  Aguaytia  (Horizontes  Profundos).  

Se   trata  de  escenarios  contrastados.   La  verdad  estará  en  el  medio,  dependiendo  de   las  decisiones  que  se  tomen  para  ejecutar  uno  u  otro  proyecto.    Sería  muy  lamentable  quedarnos  en  la  inacción  y  ver   que   el   Escenario   1   prevalece   con   todos   los   proyectos   retrasados.     Lo   óptimo   es   lograr   que   el  Escenario  2  se  cumpla  plenamente.  

Evaluaremos  en  ambos  escenarios   las   inversiones  y  discutiremos  si   realistamente  existen  opciones  de   financiamiento   tanto   para   aquellas   inversiones   que   son   responsabilidad   de   empresas   privadas  como  aquellas  que  corresponden  al  Estado.  Los  impactos  que  vamos  a  cuantificar  son:    

• El   costo   de   la   electricidad,   que   en   el   Escenario   1   aumentaría   al   tener   que   generarse   con  centrales  a  diesel  con  el  riesgo  adicional  de  tener  que  restringir  el  suministro  con  un  impacto  negativo  en  la  actividad  económica.    

• Las  menores  rentas,  pues  no  se  puede  hablar  de  desabastecimiento  de  productos  derivados  del  petróleo,  pues  siempre  se  les  puede  importar.  Una  menor  producción  de  petróleo,  gas  y  LGN  significaría  menores  regalías,  impuestos  y  canon.  

• Un  consumo  adicional  de  combustibles  líquidos,  la  demanda  que  el  gas  dejaría  de  abastecer  en  sectores  como  la  minería  y  la  industria  provocaría  un  mayor  consumo  de  diesel,  que  sin  haber  modernizado  las  refinerías  se  tendría  que  importar.  

 

LA  DEMANDA  Y  LA  OFERTA  DE  ELECTRICIDAD  

El  Comité  de  Operación  Económica  del  Sistema  Eléctrico  Nacional   (COES)  analiza  varios  escenarios  de  crecimiento  de  la  demanda;  adicionando  los  requerimientos  de  electricidad  que  corresponden  a  un   crecimiento   tendencial   de   la   economía   de   5%   y   los   requerimientos   específicos   de   nuevos  proyectos  industriales  y  mineros.  El  COES  considera  el  caso  base  aquel  remarcado  en  color  verde.    

   

EL   COES   define   como   generagenera ciónción     ef ic ienteefic iente   aquella   de   bajo   costo,   sea   hidroelectricidad   o   sea  térmica   a   gas.   Al   horizonte   del   2020,   asume   que   entre   los   proyectos   que   conformarían   la   oferta  eléctrica,  junto  con  proyectos  hidroeléctricos  en  ejecución  como  Chaglla,  Cerro  del  Águila  y  Pucará,  estará  la  central  térmica  de  Quillabamba  con  200  MW.    Comparada  con  la  demanda  del  caso  base,  esta   oferta   nos   estaría   dejando   un   déficit   de   generación   del   orden   de   980  MW.     EL   COES   en   su  proyección  al  2020  incluye  las  etapas  siguientes  de  la  central  de  San  Gabán  y  la  central  de  Molloco  que  sabemos  corren  el  riego  de  estar  operativas  más  tarde.  

De   no   concluirse   a   tiempo   los   proyectos   de   generación   eficiente   tendremos   que   recurrir   a   una  generación  de  más  alto  costo  incluyendo  la  contribución  de  nuevas  centrales  solares,  eólicas  y  la  que  provendrá  de  centrales  a  diesel  que  forman  parte  de  la  reserva  fría.      

 

Nos  preguntamos  entonces:  

¿Cuánto  costaría  la  electricidad  al  2020  en  ambos  Escenarios?  

El  costo  promedio  actual  del  MWh  está  en  menos  de  50  USD.    En  el  Escenario  1,  tendremos  un  SEIN  en  stress  que  va  a  tomar  en  horas  de  punta  una  electricidad  cada  vez  más  cara.  El  Costo  Marginal  de  Corto   Plazo   estaría   alrededor   de   200   a   250   USD/MWh.     Con   el   Gasoducto   del   Sur   y   el   nodo  energético,  el  costo  promedio  se  mantendría  probablemente  alrededor  de  60  USD/MWh.    

¿Cuál  sería  la  tasa  de  crecimiento  del  PBI  que  se  podría  alcanzar  con  una  menor  oferta?  

El  crecimiento  del  PBI  se  reduciría  a  4%  o  menos.  

¿Qué  cantidad  de  gas  natural  se  requeriría  para  cubrir  el  déficit?  

Los  980  MW  de  déficit  del   SEIN  pronosticado  por  el  COES,  y   los  200  MW  de   la   central   térmica  de  Quillabamba   requieren   un   suministro   de   gas   del   orden   de   200   millones   de   pies   cúbicos   al   día  (mmpcd),   el   cual   junto   con   el   consumo   de   la   petroquímica   y   el   de   otros   usuarios   deberá   ser  abastecido  por  el  Gasoducto  al  Sur.    

 

LA  DEMANDA  DE  GAS  NATURAL  

Internacionalmente  el  sector  de  la  energía  transita  el  llamado  cic lo  de  oro  del  gascic lo  de  oro  del  gas .    La  adición  de  recursos  convencionales  y  no-­‐convencionales  (shale  gas)  y  el  número  creciente  de  proyectos  de  LNG  permiten   pensar   que   el   gas   –   el   combustible   fósil   más   limpio   -­‐   será   el   energético   clave   para   la  transición  energética   a   cumplirse  en   las  dos  o   tres  próximas  décadas.     El   disponer  de   gas  de  bajo  costo  nos  ofrece  una  gran  ventaja  de  competitividad.  

En  el  proceso  de  implementación  de  la  Nueva  Matriz  Energética  Sostenible  (NUMES),  para  la  década  en   curso   la   nueva   capacidad  de   generación   debería   comprender   un  máximo  número  de   centrales  hidroeléctricas  con  la  diferencia  a  cubrirse  con  centrales  térmicas  al  gas.    En  la  década  de  los  20  a  los  30   se   tendrá   que   hacer   nuevas   centrales   hidroeléctricas   y   algunas   centrales   a   gas   en   adición,  dependiendo  que  se  confirmen    en  esta  década  más  reservas.    Para  la  década  subsiguiente,  de  los  30  a   los   40   se   debería   poder   operar   un   mayor   número   de   centrales   que   hagan   uso   de   energías  renovables  y  que  cuenten  con  un  back-­‐up  adecuado  de  centrales  a  gas  que  compense  las  variaciones  que  normalmente  tienen  estas  energías.  

Un  uso  más   intensivo  de  gas  natural  en   las  próximas  décadas  no  debería  significar  sin  embargo  un  deterioro   del   volumen   de   nuestras   emisiones   de   CO2.     Para   reducirlas   es   crucial   implementar  políticas  que  reduzcan  la  deforestación  y  que  aseguren  mejoras  de  eficiencia  energética  en  el  sector  transporte   y   en   el   sector   residencial,   incluido   el   beneficio   que   representa   que   el   GLP   siga  sustituyendo  la  leña  y  otros  combustibles  tradicionales.  

 Entre  los  sectores  de  rápido  crecimiento  se  proyecta  el    Gas  Natural  Vehicular  tanto  en  el  centro  del  país  (Lima  e  Ica)  como  en  los  mercados  de  ciudades  que  se  logre  servir  por  ductos  virtuales.    En  el  

MMPCD 20122020  -­‐ Escenario  1Sin  Gasoducto  

Andino

2020  -­‐Escenario 2Con  Gasoducto  

AndinoResidencial-­‐Comercial 3 16 17

Vehicular 53 72 73

Industrial 110 160 212

Petroquímico -­‐-­‐-­‐ -­‐-­‐ 120  

Sub Total 166 248 422

sector   residencial   -­‐   comercial   se   incluye   el   impacto   de   proyectos   de   masificación   de   gas   con  gasoductos  virtuales.  

Una   mayor   disponibilidad   de   gas   en   el   sur   favorecería   la   realización   de   proyectos   industriales   y  mineros  y  serviría  a  dar  inicio  al  desarrollo  de  la  petroquímica,  elevando  el  consumo  nacional  de  gas,  fuera  del  sector  eléctrico,  a  422  mmpc/día.    En  nuestra  proyección  suponemos  que  al  año  2020  se  pondría  en  operación  una  planta  petroquímica  de  base,  sea  de  etileno  –  polímeros;  o  de  amoniaco  –  urea/nitratos.  

   

El  desarrollo  de  una  nueva  infraestructura  de  transporte  es  indispensable  para  satisfacer  la  demanda  del   sector   eléctrico   y  de   la  petroquímica.   Sin  un  nuevo  gasoducto   la  demanda  de  gas   tendría  que  satisfacerse   parcialmente   con   ampliaciones   del   gasoducto   de   TGP;   incrementándose   la  vulnerabilidad   del   sistema   y   postergándose   el   desarrollo   del   interior   del   país.     La   oferta   de   gas  disponible   está   limitada   por   la   capacidad   de   los   ductos   existentes.   La   última   ampliación   de   TGP  permitió   alcanzar   una   capacidad   de   transporte   de   1150   mmpc/día.   Se   espera   llegar   con   las  ampliaciones  en  el  tramo  Malvinas  –  Chinquintirca  a  1540  mmpc/día.      

Este  sería  el  aporte  de  los  yacimientos  de  Camisea  en  el  Escenario  1,  a  lograrse  en  base  a  la  mayor  producción   de   los   lotes   56,   88   y   58.   Para   alcanzar   la   oferta   de   gas   requerida   en   el   Escenario   2  debemos  contar  con  un  nuevo  gasoducto.    El  Gobierno  ha  decidido  que  este  sea  el  Gasoducto  al  Sur  y  para  ello  ha  pasado  la  Ley  29970  y  está  por  lanzar  una  licitación.      

Consecuentemente,   el   Gobierno   debe   estar   dispuesto   a   participar   en   la   cobertura   de   costos  adicionales   y   deberá   por   lo   tanto   entender   las   incertidumbres   de   los   precios   en   los   distintos  mercados.   En   la   práctica,   el   Gobierno   tiene   un   rol   central   para   llevar   adelante   los   procesos   de  licitación  para  seleccionar  nuevos  concesionarios  y  colaborar  en  la  estructuración  de  tarifas,  precios  y   esquemas   de   financiamiento,   y   con   ello   balancear   geográficamente   el   acceso   al   gas,   a   la  generación  de  electricidad  y  a  oportunidades  de  industrialización.    

En  el  Escenario  2  la  oferta  de  gas  al  2020  debe  bordear  los  1800  mmpc/día  y  ser  capaz  de  alcanzar  unos   2200  mmpc/día   en   los   años   subsecuentes.     A  más   largo   plazo,   una   vez   que   se   disponga   de  reservas  adicionales  que  puedan  sustentar  una  producción  de  gas  del  orden  de  2500  mmpc/día  por  20   años,   se   podrá   licitar   un   nuevo   gasoducto,   esta   vez   al   centro   norte   del   país   y   posteriormente  completar  una  red  nacional  de  gasoductos.  

 El  consumo  del  mercado   interno  más   los  compromisos  de  exportación  en   los  próximos  años  van  a  demandar  20  TCF,  es  decir  la  suma  de  las  reservas  de  gas  probadas  y  probables  al  31  de  Diciembre  del  2011.      Los  expertos  del  sector  estiman  sin  embargo  que  nuestros  recursos  de  gas  son  al  menos  iguales  al  doble  de   las   reservas  actualmente   identificadas   (40  TCF).    Consecuentemente,  el   Estado  debería  evaluar  las  oportunidades  que  abre  la  integración  gasífera  regional.    Como  parte  de  ella,  una  alianza  estratégica  con  Bolivia  permitiría  a  ambos  países  desarrollar   infraestructuras  de   transporte  de   gas   interconectadas   y   con   ello   la   posibilidad   de   encarar   proyectos   de   exportación   con  compromisos   de   reservas  más   seguros   en   los  mercados   del   Cono   Sur   dispuestos   a   pagar  mejores  precios  o  en  su  defecto  en  proyectos  de  GNL.  Entre  Puno  y  La  Paz  hay  solo  300  Kilómetros.    

LA  DEMANDA  DE  PRODUCTOS  DERIVADOS  DEL  PETROLEO  

Nuestra   proyección   al   2020   es   que   la   demanda   total   pase   de   200   mil   barriles   por   día   (MBPD)  actualmente  a  más  de  250  mil  barriles  por  día.    

• El  producto  cuyo  consumo  ha  aumentado  más  en  la  última  década  es  el  GGas  as   LL icuado   de  icuado   de  PPetróleo   (GLP)etróleo   (GLP)  a  una  tasa  anual  de  11%  en  promedio.  El  crecimiento  en  Lima  fue  de  5%  mientras  que  en  provincias  fue  por  encima  del  18%.    Proyectamos  de  manera  conservadora  que   el   consumo     de   GLP   continúe   en   aumento   a   una   tasa   inferior   (5%),   sobre   todo   en  provincias  en  remplazo  de  los  combustibles  biomasa  tradicionales.    

• Las  gasolinasgasolinas  en  el  Perú  se  expenden  innecesariamente  en  cinco  niveles  de  octano  (84,  90,  95,  97  y  98).  A  mediano  plazo  podría  reducirse  estos  niveles  a  dos  (90  y  95).    En  la  medida  que   no   se   desarrolle   una   mejor   infraestructura   vial,   ni   se   construyan   mas   soluciones   de  transporte   de   masas,   y   el   crecimiento   del   ingreso   se   refleje   en   un   mayor   número   de  vehículos  habrá  un  aumento  del  consumo  de  gasolinas  y  otros  combustibles  motor.    

• La  demanda  de     turboturbo     jetjet  –  combustible  de  aviación  -­‐    debería  seguir  la  tendencia  positiva  del  crecimiento  de  la  economía.    

• El  dieseldiesel  usado  tanto  en  industrias  como  combustible  motor  es  un  combustible  clave  en  la  matriz  energética.    El  diesel  B5  contiene  5%  de  biodiesel,  y  es  en  su  mayoría  importado.    La  norma  actual  obliga  a  comercializar  en  Lima  y  en  algunas  ciudades  diesel  con  menos  de  50  partes  por  millón  de  azufre.  La  norma  sería  aplicada  en  todo  el  país  en  el  2016  y  por  ello  la  urgencia    de  las  inversiones  para  modernizar  las  Refinerías  de  Talara  y  La  Pampilla.    

• Los   residualesresiduales     han   sido   casi   por   completo   sustituidos   por   el   gas   natural,   y   se   espera  tengan  un  crecimiento  nulo.    

En  nuestra  proyección  el  consumo  de  combustibles  líquidos  tendrá  el  siguiente  comportamiento:    

   

LA  OFERTA  DE  COMBUSTIBLES  LIQUIDOS  

La  oferta  de  combustibles   líquidos  comprende   la  producción  de   las   refinerías,   loslos     condensadoscondensados    (GLP,   nafta   y   diesel)(GLP,   nafta   y   diesel)   provenientes   de   las   plantas   de   tratamiento   de   gas   natural   y   los   bio-­‐combustibles.     La   fuente  más   importante   de   condensados   es   la   planta   de   separación  de  Malvinas  cerca   a   los   campos   de   Camisea,   que   ha   crecido     por   módulos   hasta   alcanzar   con   una   última  ampliación  una  capacidad  del  orden  de  1600  mmpc/día.  

De  aumentarse  según  el  Escenario  2  la  producción  de  gas  con  la  finalidad  de  abastecer  el  mercado  del   Sur   se   necesitará   ampliar   una   vez   más   la   capacidad   de   la   Planta   Malvinas   para   procesar   la  producción  adicional  de  los  lotes  de  esta  zona  (88,  56,  58,  y  57).    

 

 

Además  de   los   condensados,  en   la  oferta  de  derivados  está   la   producción   de   las  la   producción   de   las   refineríasrefinerías .    Las  tendencias  del  mercado  de  combustibles  y  la  calidad  de  los  crudos  disponibles  obligan  a  pensar  en   la  urgencia  de   inversiones  para  su  modernización.  Si  se  desea  tener  una   industria  de  refinación  

0

50

100

150

200

250

300

2000 2005 2010 2011 2012 2015 2020

Demanda  de  productos  derivados  (MBPD)

Turbo

GLP

Residuales

Gasolinas

Diesel

0

500

1000

1500

2000

2500

MMPCD

Escenario  1 Escenario  2

hay   que   pagar   el   costo   de   estos   proyectos,   así   sean   elevados.     Políticamente   nadie   considera  aceptable  cerrar  las  refinerías.    

Hoy  ya  es  imposible  completar  al  2016  los  proyectos  de  reducción  del  azufre  en  el  diesel  en  nuestras  refinerías.  Si  se  desea  acelerar  los  proyectos,  habrá  quizás  que  considerar  algún  soporte  de  parte  del  Estado  que  ayude  a  financiarlos;  soporte  que,  a  fin  de  cuentas  hubiera  que  pasar  a  los  consumidores.    Un  incremento  a  S/.  0.20    por  galón  del   Impuesto  Selectivo  al  Consumo  de  las  gasolinas  y  el  diesel  puede  generar  un  fondo,  que  podría  llamarse  Fondo  del  Aire  Limpio,  que  anualmente  reditúe  entre  USD   160   a   200   millones.     Es   conveniente   -­‐   de   darse   esta   subvención   -­‐   que   se   monitoree  cuidadosamente   las   cuentas  de   las   refinerías  de  manera  a   limitar  el  uso  del   Fondo  a   solventar   los  flujos  de  caja  que  permanezcan  negativos  y  que  provengan  de  los  proyectos  de  reducción  del  azufre.  Las   normas   de   calidad   de   los   combustibles   seguirán   siendo  más   estrictas   y   de   seguro   aparecerán  otras  aplicaciones  para  tal  Fondo.  

Es   difícil   decidir   la   creación   de   un   nuevo   impuesto   por   imperceptible   que   sea.     El   incremento  propuesto  representa  el  1.5%  del  precio  al  público,  incremento  que  a  menudo  se  da  por  variaciones  en   los   precios   internacionales   sin   que   lo   note   el   público   consumidor.   La   dificultad   de   tomar   tal  decisión  se  incrementa  con  la  voluntad  expresada  por  REPSOL  de  querer  vender  su  parte  (51%)  en  la  Refinería   La  Pampilla   y   la  decisión  del  Gobierno  de  dejar  que  esta   refinería   siga   siendo  propiedad  exclusiva  de  privados.  

Sumando   el   volumen   de   condensados   extraídos   del   gas   con   la   producción   de   las   refinerías  podríamos  alcanzar  una  oferta  de  hidrocarburos   líquidos  comercializables  que  en  el  Escenario  2  se  eleve  de  270  mil  barriles  por  día  a  por  encima  de  350  mil  barriles  por  día  al  2020.    

   

Conviene  precisar  que  esta  proyección,  así  como  la  proyección  de  la  producción  de  petróleo  crudo  (desarrollada   en   la   sección   que   sigue)   parten   del   supuesto   que   se  mantiene   la   actual   política   de  precios  de  la  energía,  así  como  la  actual  norma  de  uso  de  bio-­‐combustibles  (7.8%  de  etanol    en  las  gasolinas  y  5%  de  biodiesel  en  el  diesel).    Los  esquemas  de  subsidio  restan  marginales  y  las  empresas  reciben  pagos  en  relación  a  costos  de  oportunidad  por  importación  y/o  exportación.    

El  único  ajuste  de  precios  al   consumidor  que  convendría  hacer,  además  del  Fondo  del  Aire  Limpio  propuesto,   es  un   incremento  en  el  precio  del   gas  del   lote  88  que  mejore   la   competitividad  de   las  hidroeléctricas   y   que   ayude   al   financiamiento   de   los   gasoductos   y   a   la   puesta   en   aplicación   de  programas  de  ahorro  en  la  industria  y  el  sector  transporte.    

 

LA  OFERTA  DE  PETROLEO  CRUDO  

La  producción  petrolera  declina  porque  no  ha  habido  un  descubrimiento  de  petróleo  importante  en  los  últimos  treinta  años.  Las  reservas  más  importantes  con  las  que  contamos  son  de  crudos  pesados  concentradas  en  la  Selva  Norte,  que  esperan  inversiones  de  confirmación  y  desarrollo  significativas.    En  el  Nor  Oeste  es  muy  poca   la   inversión  exploratoria  obtenida  con   los  contratos  en   las  diferentes  áreas  en  que  se  subdividió  en   los  años  90  esta  cuenca  petrolera.  De  más  de  120  mil  barriles  al  día  que  producíamos  a  comienzo  de  los  90,  actualmente  producimos  62  mil  barriles.  Es  decir  la  mitad!  

La  producción  de  petróleo  corre  el  riesgo  de  continuar  disminuyendo  si  no  se  dan  los  incentivos  para  relanzar   inversiones   en   exploración   y   sobretodo  en  desarrollo.   En   todas   las   áreas   productoras   del  país   hay   posibilidades   de   aumentar   la   producción.     En   el   NoroesteEn   el   Noroeste   empresas   como   Interoil   y  Olympic  han  demostrado  que  es  posible  poner  en  producción  áreas  vecinas  consideradas  fronteras  en  la  región.    Se  puede  intensificar  la  perforación  en  las  áreas  tradicionales  (Lote  10  –  Petrobras),  o  aun  se  pueden  explorar  Horizontes  Profundos  como  en  el   Lote  31-­‐  C  Aguaytia.     Idem  en  el  Zócalo  Continental.   El   Noroeste   espera   una   decisión   crucial:   Cómo   va   a   continuar   la   explotación   de   los  viejos  campos  que  están  revirtiendo  al  Estado,  incluido  el  rol  que  podría  jugar  Petroperú?  

La   opción   más   importante   para   incrementar   la   producción   está   en   la   Selva   Nortela   Selva   Norte .  .   Una  explotación  integrada  de  las  reservas  de  crudos  pesados  traería  una  contribución  muy  significativa.  Esto  en  un  proyecto  que   involucre   los   lotes  1AB,  8  y  64  además  de   las  reservas  de  PERENCO  en  el  lote  67  y   las  de  REPSOL  en  el   lote  39,  y  que  saque  provecho  a  la   infraestructura  de  transporte  que  ofrece  el  oleoducto  norperuano.  

 Vecinos   a   esta   zona   hay   lotes   del   lado   del   Ecuador   que   están   siendo   licitados   y   cuya   eventual  producción   necesita   un   acceso   a   los   mercados.     Petroperú   ha   concedido   la   opción   de   utilizar   la  capacidad  ociosa  del  Oleoducto  y  podría  poder  participar  en  la  licitación  asociándose  a  una  empresa  privada.   Actualmente   la   selva   norte   produce   menos   de   30   MBD   de   los   cuales   transitan   por   el  oleoducto  20  a  22  MBD  solamente,  con  lo  cual  las  tarifas  han  subido  y  la  operación  es  difícil.  

 Una   buena   parte   de   la   responsabilidad   de   aumentar   la   producción   de   crudo   esta   basculando   a  manos  de  PERUPETRO  y  Petroperú  al   seguir   sin  decisión  el   futuro  de   los   lotes  que   revierten  en  el  Noroeste,  al  haberse  concretado  la  cesión  de  posición  contractual  de  Talisman  y  Hunt  del  Lote  64  y  estando  próxima  también  la  reversión  del  Lote  1AB  –  convertido  en  Lote  192.  Este  lote  es  el  mayor  productor  y  probablemente  también  el  lote  con  mas  pasivos  ambientales.      

Predecir  la  evolución  de  la  producción  de  petróleo  no  es  fácil.  Lo  que  si  en  la  industria  se  sabe  muy  bien   que   una   vez   caída   la   producción   de   un   campo   cuesta  mucho   recuperarla.   En   el   escenario   1,  pesimista,  al    esperarse  menos  inversiones  en  todas  las  regiones  se  tendrían  bajas  de  la  producción.  Esto  podría  revertirse  –  en  especial  si  Petroperú  juega  su  rol  eficientemente  y  consigue    socios  que  aporten  tecnologías  y  financiamiento  –  tal  cual  se  muestra  en  el  escenario  2.    La  producción  puede  bajar  a  menos  de  50  MBD  o  puede  al  2020,  en  el  caso  óptimo,  volver  a  alcanzar  los  120  MBD.  

 

RESULTADOS  A  NIVEL    DEL  SECTOR  

Bajo   estas   premisas   veamos   de   aquí   al   2020   que   inversiones   se   necesitan   y   que   resultados  obtendríamos   en   términos   de   ingresos   (Government   Take:   suma   de   regalías   e   impuestos)   y   de  balanza  comercial.  

11 -­‐-­‐     Las   inversiones   requeridasLas   inversiones   requeridas     en   el   escenario   2  en   el   escenario   2   son   obviamente   superiores   a   aquellas  requeridas   en   el   escenario   1escenario   1 ;   la   diferencia   tal   cual   muestra   el   cuadro   adjunto   es   bastante  significativa.      

 

0

20

40

60

80

100

120

140

MBPD

Escenario  1 Escenario  2

Escenario 1 2

Electricidad   Generación   6,700 7,300

Transmisión  y  distribución   1,700

Gas  Upstream 785 2,365

Gasoductos    y  distribución   500   3,500  

Petroquímica -­‐ 3,500  

Petroleo   Upstream 2,684   4,165  

Downstream (refinerías) 240   4,000  

Total  (MM  US$)   12,609   26,530  

 

Tomando   en   cuenta   que   el   Gobierno   ha   definido   su   participación   como   minoritaria   en   distintos  proyectos   (aprox.  20%  en   los   lotes  que   revierten  y  en  el  gasoducto  al   Sur,  el  nodo  energético  y   la  petroquímica)   y   conservado   una   responsabilidad   de   100%   en   la   inversión   de  modernización   de   la  Refinería  de  Talara,  el  monto  de   la   inversión  total  a  cuenta  de   las  empresas  estatales  ascendería  a  USD  5,500  millones  en  el  Escenario  2.  

Las   inversiones  en  el  sector  de  la  electricidad  deberán  en  su  mayoría  ser  financiadas  por  empresas  privadas.    ELECTROPERU  por  su  lado  tendrá  que  contribuir  a  la  construcción  de  la  central  térmica  de  Quillabamba  proyecto  con  un  buen  avance,  y   tendrá  además  una  participación  minoritaria  –  en  el  llamado  nodo  energético  del   sur,  es  decir  en   las   centrales  a   colocar  al   final  del  gasoducto  del   sur.  Adicionalmente  conviene  que  lleve  adelante  un  proyecto  que  permita  la  inspección  e  incremente  la  confiabilidad   de   la   central   hidroeléctrica   del   Mantaro.     ELECTROPERU   dispone   de   recursos  financieros  propios  y  puede  obtener  el  financiamiento  para  desarrollar  a  tiempo  estos  proyectos.  

La   política   en   vigor   deja   las   inversiones   upstream   a   la   responsabilidad   de   los   privados.   La  participación   de   PETROPERU   será   en   los   lotes   que   están   revirtiendo,   de   manera   minoritaria,   sin  incurrir  en  inversiones  de  riesgo.  Aquí  preocupan  la  obtención  de  licencias  ambientales  y  en  las  áreas  de  selva  los  procesos  de  consulta  previa.    Existen  empresas  dispuestas  a  invertir  en  estos  proyectos  de  darse  las  condiciones  fiscales  adecuadas  y  hasta  de  financiar  inicialmente  la  parte  de  la  empresa  petrolera  nacional.    

En  donde  se  tiene  necesidad  de  mecanismos  de  financiamiento  adecuados  es  para  las  inversiones  en  infraestructuras  de   transporte  y  procesamiento.    Para   los  ductos  se   tiene  el   régimen  de  concesión  que  pasa   la  responsabilidad  del   financiamiento  a   las  empresas  privadas  ofreciéndoles  una  garantía  tarifaria.    Al  respecto,  se  espera  que  se  ponga  en  práctica  un  régimen  de  tarifa  estampilla  única  para  todo  el  sistema  de  ductos  tal  cual  existe  para  la  operación  del  sistema  eléctrico  integrado.  

Es  en  el   financiamiento  de   las   inversiones  en   refinerías  en  que   la   intervención  del  Estado  aparece  como   cuasi-­‐indispensable,   y   ello   debería   encararse   cuanto   antes.   Para   la   petroquímica   el   tema  sustancial   es   la  definición  de   las   condiciones   suministro  de   la  materia  prima  y   la   forma  en  que   se  construirá  las  facilidades  comunes  de  un  futuro  complejo.  Para  cumplir  su  rol  Petroperú  ha  recibido,  según   la   Ley   No   29970,   un   aporte   de   capital   de   hasta   USD   400   millones.     Las   definiciones  corresponden  sobre  todo  a  la  localización  y  a  la  manera  en  que  el  estado  está  dispuesto  a  facilitar  la  fijación   de   precios   para   las   materias   primas   de   manera   competitiva,   frente   a   la   perspectiva   de  precios  bajos  resultante  del  avance  del  gas  de  esquistos.  

Sin   lugar   a   dudas   es   en   el   sector   de   la   energía   en   que   la   inversión   pública   debe   tener   un   efecto  multiplicador.     Los   privados   solos   tardaran   varios   años   en   implementar   proyectos   que   el   país  requiere  con  urgencia.    

2-­‐  Al  haber  una  menor  producción  se  estaría  comprometiendo     el  Government   TakeGovernment   Take ,  es  decir  de  las   regalías   e   impuestos   que   recibe   el   país   y   que   se   comparten   bajo   la   ley   del   canon   entre   el  Gobierno   Central   y   los   gobiernos   regionales   y   las   municipalidades.     En   el   año   2012   los   ingresos  fueron   del   orden   USD   3,500   millones,   sumando   las   regalías   y   el   impuesto   a   la   renta   de   las  operaciones   de   producción   de   petróleo   y   gas   natural.     De   esta   suma,   USD   1,120   millones  aproximadamente  se  transfirieron  a  los  gobiernos  sub-­‐nacionales.      

     Suponiendo   que   los   precios   no   cambian,   los   ingresos   provenientes   de   la   producción   de  hidrocarburos,  y  con  ellos  las  transferencias  del  canon  aumentarían  aun  en  el  2013  como  resultado  de  la  mayor  producción  de  gas  y  condensados  de  los  lotes  56,  88  y  58  (estructura  Kinteroni)  y  gracias  a   las   inversiones   de   ampliación   de   las   plantas   de   Malvinas   y   Pisco.     De   ahí   en   adelante,   en   el  Escenario  1,  el  Government  Take    casi  no  va  a    incrementarse.  Los  volúmenes  de  producción  de  gas  continuarían   promediando   los   1600  mmpc/día   y   aquellos   de   petróleo   crudo   declinarían;  mientras  que  en  el  Escenario  2  la  mayor  producción  de  petróleo,  gas  y  LGN  elevaría  el  Government  Take  en  más   mil   millones   de   dólares.     Mientras   que   el   escenario   1   las   rentas   en   los   anos   subsecuentes  continuarían  a  disminuir  en  el  escenario  2  las  rentas  seguirían  en  aumento.          La   perspectiva   del   sector   eléctrico   en   el   Escenario   1   apunta   a   una   electricidad  más   cara   y   a   una  posible  falta  de  electricidad  que  de  hecho  tendrá  un  impacto  sobre  el  crecimiento  de  la  economía.    La   perspectiva   del   sector   hidrocarburos   apunta   a   obtener   menores   ingresos,   con   lo   cual   al  disponerse  de  menos  se  hace  más  difícil  repartir,  y  esto  se  traduciría  en  un  deterioro  del  clima  social.  De   continuar   en   el   Escenario   1   estaríamos   postergando   la   posibilidad   de   descentralizarnos   y   de  empezar  a  crecer  de  manera  armónica  a  nivel  nacional.    

33 -­‐-­‐     La   balanza   comercialLa   balanza   comercial   del   sector   energía   está   actualmente   en   posición   de   superávit   con   la  contribución  de  las  exportaciones  de  gas  licuado;  pero  podría  en  los  años  que  restan  a  esta  década  caer  a  una  posición  de  déficit  si  no  se  logran  sacar  adelante  los  proyectos  claves  del  sector.      

Si   la   exportación   de   gas   no   aumenta   o   no   se   logra   mejores   precios   y   seguimos   sin   relanzar   la  producción   de   crudo   y   gas   natural   y   no  modernizamos   las   refinerías   tendremos   que   afrontar   una  caída   en   la   balanza   comercial   de   cerca   de   USD   3,500   millones   al   año   pasando   del   confortable  superávit  actual  a  un  costoso  déficit.  

Tal   deterioro   –   resultante   de   pasar   del   Escenario   2   al   1   -­‐   tendrá   un   efecto  mayor   en   la   posición  macro-­‐económica  del  país,  haciendo  que  baje  nuestra  cotización  frente  a  las  instituciones  crediticias  y  que  se  encarezcan  las  tasas  de  interés  en  general  de  algunos  puntos.  

0

1000

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3000

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5000

2012 Escenario  1 Escenario  2

2020

MM  US$ Goverment  Take

Regalías  -­‐ Petróleo Impuestos  -­‐ PetróleoRegalías  -­‐ Gas  Natural Impuestos  -­‐ Gas  Natural

 ¿QUE  NOS  FALTA?  

Por   qué   Colombia   y   Brasil   están   logrando   aumentar   su   producción   de   petróleo   y   gas,   y   por   qué  Venezuela,  Bolivia,  Argentina  y  Ecuador  con   recursos  geológicos   tan  o  más  significativos  no   logran  aumentar  su  producción.  

¿Por   qué   con   los   recursos   geológicos,   con   las   posibilidades   de   financiamiento   de   fuentes   tanto  privadas  como  públicas  no  logramos  apuntar  más  decididamente  al  Escenario  2?    

Además   de   declaraciones   de   voluntad   política   del   Gobierno   y   de   leyes   y   reglamentos   que   han  aparecido   últimamente,   hace   falta   (i)   un   plan   sectorial   cuya   preparación   sea   una   práctica  institucionalizada  con  participación  privada,  y  (ii)  elevar   la  capacidad  del  Estado  para  asociarse  con  las   empresas   de   manera   creativa,   sin   temores   ingenuos   de   corrupción,   sacando   el   máximo   de  provecho  de   los  recursos  que  disponemos  y  de   las  posibilidades  de  financiamiento  que  hoy  se  nos  ofrecen.      

Estamos    en  L&Q  convencidos  que  si  se  puede!  Nos  rehusamos  a  pensar  que  lo  único  que  nos  queda  es  aceptar  pasivamente  que  el  sector  de  la  energía  evolucione  en  el  Escenario  1.  Pensamos    que  el  Escenario  2  no  solo  es  deseable  sino  que  es  muy    posible  de  alcanzar.      

Es  así  que  proponemos  para  la  discusión  tres  temas:  

1-­‐  Hace   falta  una  alianza  con   las  empresas  privadas  serias  que  desean   invertir  en  el  país,  en  especial   con   aquellas   dispuestas   a   tomar   riesgos   geológicos   y   riesgos   comerciales.    Institucionalizar   y   poner   en   práctica   un   mecanismo   de   planificación   concertada   donde   el  Estado   y   el   sector   privado   examinen   las   mejores   decisiones   técnicas   y   establezcan   los  consensos  que  hacen  falta.    En  L&Q  estamos  convencidos  que  apoyar  a  que  a  esto  se  logre  es  parte  de  nuestro  compromiso  como  firma  consultora  dispuesta  a  servir  al  país.  

2-­‐   Tenemos   que   convertir   a   nuestras   empresas   estatales   en   instrumentos   que   agreguen  sistemáticamente  valor  a  nuestros  proyectos.    La   inversión  pública  cumple  en  este  sector  un  rol   multiplicador.   En   cada   uno   de   los   segmentos   de   la   industria   en   lugar   de   pasar   días  discutiendo   en   cómo   cumplir   con   la   Constitución,   especulando   si   se   está   respetando   el   rol  subsidiario   definido   por   la   constitución   y   leyes   de   hace  más   de   20   años;   debemos   pasar   al  pragmatismo  y  examinar   cómo  en  el   sector  eléctrico,  o  en  el   upstream  y  en  el   downstream  petrolero  o  en   la  petroquímica  un  ELECTROPERU  y  un  PETROPERÚ   reforzados  pueden  hacer  que  los  proyectos  avancen  y  que  se  tengan  mayores  utilidades,  tanto  para  beneficio  nacional  como  para  las  empresas  que  arriesguen  con  ellas.      

De  hecho  un  pre-­‐requisito  aquí  es  exigir  a  las  empresas  estatales  un  estricto  cumplimiento  de  normas   de   buen   gobierno   corporativo   y   dotarlas   de   directorios   independientes   y   de   un  personal   calificado   –   que   se   tenga   que   atraer   no   solo   en   base   a   buenos   sueldos   sino  igualmente  en  base  a  un  trato  más  considerado.    

3-­‐  Necesitamos  finalmente  un  entendimiento  de  ancha  base  entre  ambientalistas,  autoridades  de  gobiernos  regionales  y  municipales,  sociedad  civil  y  otras  partes  interesadas  en  un  manejo  adecuado   de   los   impactos   socio-­‐ambientales.   Estamos   seguros   que   en   adelante   las   reglas  ambientales   solo   van   a   ser   más   estrictas   y   vamos   a   tener   que   brindar   respeto   y   una  compensación   cada   vez   mayor   a   las   comunidades   con   las   cuales   conviven   nuestras  operaciones.    Es  también    tarea  del  Estado  representado  por  gente  calificada  y  con  capacidad  de  dirimir  para  que  esto  se  logre.    Pretender  que  de  aquí  en  adelante  todos  los  proyectos  se  ejecutarán   bajo   estándares   ambientales   y   sociales   estrictos   a   nivel   óptimo   es   una   utopía  costosa  que  corre  el  riesgo  de  seguir  paralizando  las  inversiones.    Necesitamos  aplicar  criterios  para  asegurar   la   transición  y  dar   tiempo  para  que  se  eleve  el  nivel  de   las  autoridades  en   los  distintos   ámbitos   del   Gobierno.   Las   políticas   ambientales   solo   tienen   sentido   si   se   aplican  dentro  de  una  estrategia  de  largo  plazo.  

 

 

Lima,  3  de  Junio  2013