28
COMENTARIO DEL TEXTO “DIÁSPORA” MANUEL VICENT, EL PAÍS, ENERO 2013

Diáspora 2

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Diáspora 2

COMENTARIO DEL TEXTO “DIÁSPORA”MANUEL VICENT, EL PAÍS, ENERO 2013

Page 2: Diáspora 2

Ningún cerebro humano es mejor que otro al nacer, en cualquier rincón del mundo. El cerebro es, sin duda, la principal fuente de riqueza, la única energía realmente sostenible, renovable e inagotable. España se ha permitido el lujo de tirar cerebros a la basura durante siglos, lo que equivale a un crimen histórico contra la inteligencia, el mismo delito que se comete hoy cuando se recorta el presupuesto de educación. Recuerdo a algunos compañeros de escuela en el pueblo, cuyo talento fue desperdiciado por la pobreza y la incuria de la posguerra. Eran inteligentes, despiertos, ávidos por aprender. Pudieron haber sido ingenieros, médicos, científicos. A varias generaciones de niños como aquellos con los que yo jugaba en el recreo, la España negra solo les dejó las manos para trabajar. En pleno franquismo tres millones tuvieron que irse de peones a Europa. Sucedió lo mismo cuando en plena fiebre del ladrillo España se vio inundada por oleadas de inmigrantes. Nuestro territorio se hallaba situado en el lugar geográfico ideal: a solo 11 kilómetros de África, con la ventaja del mismo idioma para los latinoamericanos y un sol de invierno radiante contra el frío de los países del Este y encima en este caso tampoco se requería ninguna preparación, ninguna ciencia, solo las manos para subir al andamio, servir copas, recoger fruta y limpiar retretes. El desprecio de nuestro país por la inteligencia ha producido varias diásporas. En el siglo XV los cristianos expulsaron a los judíos; la Inquisición llevó a la hoguera o metió en las mazmorras a quienes se atrevían a investigar. Los sucesivos espadones del siglo XIX llenaron Francia e Inglaterra de liberales españoles que huyeron para salvar el pellejo, entre ellos Goya y Blanco White, pero eso no fue nada si se compara con el medio millón de republicanos que fueron brutalmente condenados al exilio al final de la Guerra Civil junto con nuestros mejores intelectuales, escritores y científicos. Ahora llega la última diáspora. La desidia y el desprecio por la inteligencia están produciendo una fuga de cerebros. Jóvenes científicos, biólogos, ingenieros, tenazmente preparados aquí, cuya energía intelectual es la única fuerza genuina para salir de la crisis, se van fuera a dar sus frutos. La maldición de siempre.

Page 3: Diáspora 2

IDEAS PRINCIPALES

Page 4: Diáspora 2

Ningún cerebro humano es mejor que otro al nacer, en cualquier rincón del mundo. El cerebro es, sin duda, la

principal fuente de riqueza, la única energía realmente sostenible, renovable e inagotable. España se ha permitido el lujo de tirar cerebros a la basura durante siglos, lo que equivale a un crimen histórico contra la inteligencia, el mismo delito que se comete hoy cuando se recorta el presupuesto de educación. Recuerdo a algunos compañeros de escuela en el pueblo, cuyo talento fue desperdiciado por la pobreza y la incuria de la posguerra. Eran inteligentes, despiertos, ávidos por aprender. Pudieron haber sido ingenieros, médicos, científicos. A varias generaciones de niños como aquellos con los que yo jugaba en el recreo, la España negra solo les dejó las manos para trabajar. En pleno franquismo tres millones tuvieron que irse de peones a Europa. Sucedió lo mismo cuando en plena fiebre del ladrillo España se vio inundada por oleadas de inmigrantes. Nuestro territorio se hallaba situado en el lugar geográfico ideal: a solo 11 kilómetros de África, con la ventaja del mismo idioma para los latinoamericanos y un sol de invierno radiante contra el frío de los países del Este y encima en este caso tampoco se requería ninguna preparación, ninguna ciencia, solo las manos para subir al andamio, servir copas, recoger fruta y limpiar

retretes. El desprecio de nuestro país por la inteligencia ha producido varias diásporas. En el siglo XV los cristianos expulsaron a los judíos; la Inquisición llevó a la hoguera o metió en las mazmorras a quienes se atrevían a investigar. Los sucesivos espadones del siglo XIX llenaron Francia e Inglaterra de liberales españoles que huyeron para salvar el pellejo, entre ellos Goya y Blanco White, pero eso no fue nada si se compara con el medio millón de republicanos que fueron brutalmente condenados al exilio al final de la Guerra Civil junto con nuestros mejores

intelectuales, escritores y científicos. Ahora llega la última diáspora. La desidia y el desprecio por la inteligencia están produciendo una fuga de cerebros. Jóvenes científicos, biólogos, ingenieros, tenazmente preparados aquí, cuya energía intelectual es la única fuerza genuina para salir de la crisis, se van fuera a dar sus frutos. La maldición de siempre.

Page 5: Diáspora 2

IDEAS SECUNDARIAS

Page 6: Diáspora 2

Ningún cerebro humano es mejor que otro al nacer, en cualquier rincón del mundo. El cerebro es, sin duda, la principal fuente de riqueza, la única energía realmente sostenible, renovable e inagotable. España se ha permitido el lujo de tirar cerebros a la basura durante siglos, lo que equivale a un crimen histórico contra la inteligencia, el mismo delito que se comete hoy cuando se recorta el presupuesto de educación. Recuerdo a algunos compañeros de escuela en el pueblo, cuyo talento fue desperdiciado por la pobreza y la incuria de la posguerra. Eran inteligentes, despiertos,

ávidos por aprender. Pudieron haber sido ingenieros, médicos, científicos. A varias generaciones de niños como aquellos con los que yo jugaba en el recreo, la España negra solo les dejó las manos para trabajar. En pleno franquismo tres millones tuvieron que irse de peones a Europa. Sucedió lo mismo cuando en plena fiebre del ladrillo España se vio inundada por oleadas de inmigrantes. Nuestro territorio se hallaba situado en el lugar geográfico ideal: a solo 11 kilómetros de África, con la ventaja del mismo idioma para los latinoamericanos y un sol de invierno radiante contra el frío de los países del Este y encima en este caso tampoco se requería ninguna preparación, ninguna ciencia, solo las manos para subir al andamio, servir copas, recoger fruta y limpiar retretes. El desprecio de nuestro país por la inteligencia ha producido varias diásporas. En el siglo XV los cristianos expulsaron a los judíos; la Inquisición llevó a la hoguera o metió en las mazmorras a quienes se atrevían a investigar. Los sucesivos espadones del siglo XIX llenaron Francia e Inglaterra de liberales españoles que huyeron para salvar el pellejo, entre ellos Goya y Blanco White, pero eso no fue nada si se compara con el medio millón de republicanos que fueron brutalmente condenados al exilio al final de la Guerra Civil junto con

nuestros mejores intelectuales, escritores y científicos. Ahora llega la última diáspora. La desidia y el desprecio por la inteligencia están produciendo una fuga de

cerebros. Jóvenes científicos, biólogos, ingenieros, tenazmente preparados aquí, cuya energía intelectual es la única fuerza genuina para salir de la crisis, se van fuera a dar sus frutos. La maldición de siempre.

Page 7: Diáspora 2

TEMA

Crítica a la actitud sistemática de España de despreciar la inteligencia y no invertir en (potenciar) su desarrollo.

Page 8: Diáspora 2

RESUMEN

Tomamos las ideas principales y las secundarias y las reinterpretamos (sin añadir elementos propios valorativos), consiguiendo un nuevo texto en un solo párrafo en el que aparezca lo sustancial y esencial del texto original.

Page 9: Diáspora 2

RESUMEN

España mantiene, a lo largo de la historia, una constante actitud de menosprecio por la inteligencia, que ha favorecido siempre la salida del país de los intelectuales más sobresalientes y las mentes anónimas mejor preparadas. Así pasó por ejemplo, con Goya o Blanco White, y, hoy en día, como resultado de los recortes en la educación, volverá a suceder con tantos otros jóvenes cuya preparación intelectual podría ser la única salida a la crisis que actualmente nos atenaza.

Page 10: Diáspora 2

ESTRUCTURA

Page 11: Diáspora 2

INTRODUCCIÓN Ningún cerebro humano es mejor que otro al nacer,

en cualquier rincón del mundo. El cerebro es, sin duda, la principal fuente de riqueza, la única energía realmente sostenible, renovable e inagotable.

España se ha permitido el lujo de tirar cerebros a la basura durante siglos, lo que equivale a un crimen histórico contra la inteligencia, el mismo delito que se comete hoy cuando se recorta el presupuesto de educación

Page 12: Diáspora 2

DESARROLLO Recuerdo a algunos compañeros de escuela en el pueblo, cuyo talento fue

desperdiciado por la pobreza y la incuria de la posguerra. Eran inteligentes, despiertos,

ávidos por aprender. Pudieron haber sido ingenieros, médicos, científicos. A varias generaciones de niños como aquellos con los que yo jugaba en el recreo, la España negra solo les dejó las manos para trabajar. En pleno franquismo tres millones tuvieron que irse de peones a Europa. Sucedió lo mismo cuando en plena fiebre del ladrillo España se vio inundada por oleadas de inmigrantes. Nuestro territorio se hallaba situado en el lugar geográfico ideal: a solo 11 kilómetros de África, con la ventaja del mismo idioma para los latinoamericanos y un sol de invierno radiante contra el frío de los países del Este y encima en este caso tampoco se requería ninguna preparación, ninguna ciencia, solo

las manos para subir al andamio, servir copas, recoger fruta y limpiar retretes. El desprecio de nuestro país por la inteligencia ha producido varias diásporas. En el siglo XV los cristianos expulsaron a los judíos; la Inquisición llevó a la hoguera o metió en las mazmorras a quienes se atrevían a investigar. Los sucesivos espadones del siglo XIX llenaron Francia e Inglaterra de liberales españoles que huyeron para salvar el pellejo, entre ellos Goya y Blanco White, pero eso no fue nada si se compara con el medio millón de republicanos que fueron brutalmente condenados al exilio al final de la Guerra Civil junto con nuestros mejores intelectuales, escritores y científicos.

Page 13: Diáspora 2

CONCLUSIÓN

Ahora llega la última diáspora.

La desidia y el desprecio por la inteligencia están produciendo una fuga de cerebros. Jóvenes científicos, biólogos, ingenieros, tenazmente preparados aquí, cuya energía intelectual es la única fuerza genuina para salir de la crisis, se van fuera a dar sus frutos. La maldición de siempre.

Page 14: Diáspora 2

TESIS

Al fomentar los recortes en educación volvemos a cometer el mismo error de siempre: el desprecio por la inteligencia que obliga a nuestras mentes más preparadas a buscar refugio en otros países.

Es una tesis paralela e implícita (o explícita pero enunciada de formas diferentes).

Page 15: Diáspora 2

ARGUMENTOS

Page 16: Diáspora 2

EXPERIENCIA PERSONAL Ningún cerebro humano es mejor que otro al nacer, en cualquier rincón del mundo. El cerebro

es, sin duda, la principal fuente de riqueza, la única energía realmente sostenible, renovable e inagotable. España se ha permitido el lujo de tirar cerebros a la basura durante siglos, lo que equivale a un crimen histórico contra la inteligencia, el mismo delito que se comete hoy

cuando se recorta el presupuesto de educación. Recuerdo a algunos compañeros de escuela en el pueblo, cuyo talento fue desperdiciado por la pobreza y la incuria de la posguerra. Eran inteligentes, despiertos, ávidos por aprender. Pudieron haber sido ingenieros, médicos, científicos. A varias generaciones de niños como aquellos con los que yo jugaba en el recreo, la España negra solo les dejó las manos para trabajar. En pleno franquismo tres millones tuvieron que irse de peones a Europa. Sucedió lo mismo cuando en plena fiebre del ladrillo España se vio inundada por oleadas de inmigrantes. Nuestro territorio se hallaba situado en el lugar geográfico ideal: a solo 11 kilómetros de África, con la ventaja del mismo idioma para los latinoamericanos y un sol de invierno radiante contra el frío de los países del Este y encima en este caso tampoco se requería ninguna preparación, ninguna ciencia, solo las manos para subir al andamio, servir copas, recoger fruta y limpiar retretes. El desprecio de nuestro país por la inteligencia ha producido varias diásporas. En el siglo XV los cristianos expulsaron a los judíos; la Inquisición llevó a la hoguera o metió en las mazmorras a quienes se atrevían a investigar. Los sucesivos espadones del siglo XIX llenaron Francia e Inglaterra de liberales españoles que huyeron para salvar el pellejo, entre ellos Goya y Blanco White, pero eso no fue nada si se compara con el medio millón de republicanos que fueron brutalmente condenados al exilio al final de la Guerra Civil junto con nuestros mejores intelectuales, escritores y científicos. Ahora llega la última diáspora. La desidia y el desprecio por la inteligencia están produciendo una fuga de cerebros. Jóvenes científicos, biólogos, ingenieros, tenazmente preparados aquí, cuya energía intelectual es la única fuerza genuina para salir de la crisis, se van fuera a dar sus frutos. La maldición de siempre.

Page 17: Diáspora 2

CONOCIMIENTO HISTÓRICO-ENCICLOPÉDICO (DATOS GEOPOLITICODEMOGRÁFICOS) Ningún cerebro humano es mejor que otro al nacer, en cualquier rincón del mundo. El cerebro es, sin duda, la

principal fuente de riqueza, la única energía realmente sostenible, renovable e inagotable. España se ha permitido el lujo de tirar cerebros a la basura durante siglos, lo que equivale a un crimen histórico contra la inteligencia, el mismo delito que se comete hoy cuando se recorta el presupuesto de educación. Recuerdo a algunos compañeros de escuela en el pueblo, cuyo talento fue desperdiciado por la pobreza y la incuria de la posguerra. Eran inteligentes, despiertos, ávidos por aprender. Pudieron haber sido ingenieros, médicos, científicos. A varias generaciones de niños como aquellos con los que yo jugaba en el recreo, la España negra solo les dejó las manos

para trabajar. En pleno franquismo tres millones tuvieron que irse de peones a Europa. Sucedió lo mismo cuando en plena fiebre del ladrillo España se vio inundada por oleadas de inmigrantes. Nuestro territorio se hallaba situado en el lugar geográfico ideal: a solo 11 kilómetros de África, con la ventaja del mismo idioma para los latinoamericanos y un sol de invierno radiante contra el frío de los países del Este y encima en este caso tampoco se requería ninguna preparación, ninguna ciencia, solo las manos para subir al andamio, servir copas, recoger fruta y limpiar retretes.

El desprecio de nuestro país por la inteligencia ha producido varias diásporas. En el siglo XV los cristianos expulsaron a los judíos; la Inquisición llevó a la hoguera o metió en las mazmorras a quienes se atrevían a

investigar. Los sucesivos espadones del siglo XIX llenaron Francia e Inglaterra de liberales españoles que huyeron para salvar el pellejo, entre ellos Goya y Blanco White, pero eso no fue nada si se compara con el medio millón de republicanos que fueron brutalmente condenados al exilio al final de la Guerra Civil junto con nuestros mejores intelectuales, escritores y científicos. Ahora llega la última diáspora. La desidia y el desprecio por la inteligencia están produciendo una fuga de cerebros. Jóvenes científicos, biólogos, ingenieros, tenazmente preparados aquí, cuya energía intelectual es la única fuerza genuina para salir de la crisis, se van fuera a dar sus frutos. La maldición de siempre.

Page 18: Diáspora 2

ESQUEMA ORGANIZATIVO

Page 19: Diáspora 2

INTRODUCCIÓN En la introducción, que va desde “Ningún cerebro” (línea 1) hasta

“presupuesto de educación” (línea x) el autor comenta que España se ha caracterizado tradicionalmente por despreciar la inteligencia de sus ciudadanos más preparados sin potenciarla y sin sacarle partido (idea principal en las líneas x-x) y hoy en día vuelve a hacer lo mismo al recortar los presupuestos de educación (idea principal, en las líneas y-y).

Cree el autor que la inteligencia es la única fuente de energía sostenible, inagotable y renovable (idea secundaria en las líneas z-z), lo que le sirve de base para su tesis (al fomentar los recortes en educación volvemos a cometer el mismo error de siempre: el desprecio por la inteligencia que obliga a nuestras mentes más preparadas a buscar refugio en otros países). Esta tesis viene a coincidir con la idea principal de este apartado, así como con las de los otros dos, resultando así una estructura paralela, pues aparece la tesis y sui justificación en cada apartado, como veremos también en el desarrollo y en la conclusión. Asimismo, resulta una tesis implícita por cuanto la deducimos a partir de las ideas del autor, no viene de forma literal en el texto.

Page 20: Diáspora 2

DESARROLLO (1)

El desarrollo o cuerpo argumentativo de este texto va desde “Recuerdo a algunos compañeros” (línea x) hasta “escritores y científicos. “ (línea y). Aquí aparece de nuevo la tesis implícita desarrollada en la idea principal “El desprecio de nuestro país por la inteligencia ha producido varias diásporas” (línea x).

Este apartado presenta diferentes ideas secundarias, algunas a modo de argumentos de distinta índole. Destacamos de modo especial la idea secundaria de que durante el franquismo la necesidad económica impedía a muchos niños desarrollar sus capacidades intelectuales por tener que ponerse a trabajar a muy temprana edad (líneas x-x).

Page 21: Diáspora 2

DESARROLLO (2) En cuanto a los argumentos, hay que indicar que ninguno aporta datos

concluyentes, contrastados, sino que se apoya en el conocimiento general del lector medio para conducirlo hacia sus conclusiones y la defensa de su tesis. Así pues, todos son argumentos de conocimiento enciclopédico, de carácter histórico, con algunos datos poco precisos. Podemos destacar:

En pleno franquismo tres millones tuvieron que irse de peones a Europa. (También argumento de datos, aunque muy impreciso.) (línea x).

Sucedió lo mismo cuando en plena fiebre del ladrillo España se vio inundada por oleadas de inmigrantes. (línea x).

En el siglo XV los cristianos expulsaron a los judíos (línea x). la Inquisición llevó a la hoguera o metió en las mazmorras a quienes se

atrevían a investigar (línea x). Los sucesivos espadones del siglo XIX llenaron Francia e Inglaterra de

liberales españoles que huyeron para salvar el pellejo, entre ellos Goya y Blanco White (línea x).

medio millón de republicanos que fueron brutalmente condenados al exilio al final de la Guerra Civil junto con nuestros mejores intelectuales, escritores y científicos (También argumento de datos, aunque muy impreciso.) (línea x).

Page 22: Diáspora 2

CONCLUSIÓN En la conclusión el autor plantea que ahora se está

produciendo una nueva diáspora (idea secundaria/principal en la línea x) debido a esa actitud sistemática de nuestro país con respecto a las mentes más desarrolladas que las obliga a refugiarse en otros países para poder desarrollar su potencial intelectual (idea principal, en la línea x) lo que potencia esa paradoja que se da en España sistemáticamente y que denuncia Manuel Vicent de que no se invierte en inteligencia porque no hay dinero y no hay dinero porque no se genera por sus cerebros más destacados. Esto coincide con la tesis que hemos planteado al inicio. El autor finiquita esta conclusión aludiendo al hecho inevitable que platea nuestro sistema en este sentido, “. La maldición de siempre”.

Page 23: Diáspora 2

COHESIÓN GRAMATICALDEÍXIS, ANÁFORAS, CATÁFORAS, ELIPSIS

Page 24: Diáspora 2

COHESIÓN LÉXICA

Page 25: Diáspora 2

Ningún cerebro humano es mejor que otro al nacer, en cualquier rincón del mundo. El cerebro es, sin duda, la principal fuente de riqueza, la única energía realmente sostenible, renovable e inagotable. España se ha permitido el lujo de tirar cerebros a la basura durante siglos, lo que equivale a un crimen histórico contra la inteligencia, el mismo delito que se comete hoy cuando se recorta el presupuesto de educación. Recuerdo a algunos compañeros de escuela en el pueblo, cuyo talento fue desperdiciado por la pobreza y la incuria de la posguerra. Eran inteligentes, despiertos, ávidos por aprender. Pudieron haber sido ingenieros, médicos, científicos. A varias generaciones de niños como aquellos con los que yo jugaba en el recreo, la España negra solo les dejó las manos para trabajar. En pleno franquismo tres millones tuvieron que irse de peones a Europa. Sucedió lo mismo cuando en plena fiebre del ladrillo España se vio inundada por oleadas de inmigrantes. Nuestro territorio se hallaba situado en el lugar geográfico ideal: a solo 11 kilómetros de África, con la ventaja del mismo idioma para los latinoamericanos y un sol de invierno radiante contra el frío de los países del Este y encima en este caso tampoco se requería ninguna preparación, ninguna ciencia, solo las manos para subir al andamio, servir copas, recoger fruta y limpiar retretes. El desprecio de nuestro país por la inteligencia ha producido varias diásporas. En el siglo XV los cristianos expulsaron a los judíos; la Inquisición llevó a la hoguera o metió en las mazmorras a quienes se atrevían a investigar. Los sucesivos espadones del siglo XIX llenaron Francia e Inglaterra de liberales españoles que huyeron para salvar el pellejo, entre ellos Goya y Blanco White, pero eso no fue nada si se compara con el medio millón de republicanos que fueron brutalmente condenados al exilio al final de la Guerra Civil junto con nuestros mejores intelectuales, escritores y científicos. Ahora llega la última diáspora. La desidia y el desprecio por la inteligencia están produciendo una fuga de cerebros. Jóvenes científicos, biólogos, ingenieros, tenazmente preparados aquí, cuya energía intelectual es la única fuerza genuina para salir de la crisis, se van fuera a dar sus frutos. La maldición de siempre

Page 26: Diáspora 2

ESFERAS CONCEPTUALES: INTELIGENCIA

Inteligencia cerebro cerebro cerebros inteligencia educación talento escuela inteligentes despiertos científicos médicos

ingenieros aprender trabajar recreo peones ciencia preparación limpiar retretes recoger fruta servir copas andamio inteligencia

investigar intelectuales escritores científicos inteligencia preparados ingenieros biólogos científicos cerebros energía

intelectual

Page 27: Diáspora 2

ESFERAS CONCEPTUALES: GEOGRAFÍA HISTORIA

Geografía e historia

fiebre del ladrillo

España España negra franquismo posguerra España mundo países del

Este África Europa latinoamerica

nos país cristianos judíos Inquisición españoles Inglaterra

Francia Goya Blanco White Guerra Civil republicanos

Page 28: Diáspora 2

ESFERAS CONCEPTUALES: MOVIMIENTOS/DESPLAZAMIENTOS DE GENTE

generaciones inmigrantes geográfico idioma metió huyeron exilio expulsaron diáspora Fuga fuera