Diversidad Religiosa Y Politicas Publicas En America Lati

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    Diversidad Religiosa y Polticas Pblicas en Amrica Latina

    Religious diversity and Political Public in Latin America

    Dr. Carlos Garma Navarro1.

    Resumen

    Este ensayo contiene las siguientes secciones. Comienza con una breve descripcin del camporeligioso actual en Latinoamrica. Enseguida aporta datos cuantitativos y censales sobre la religin en 4pases seleccionados; Mxico, Cuba, Argentina y Brasil. En la siguiente seccin sobre diversidadreligiosa, polticas pblicas y conflicto, se muestra como cada pas tiene un tipo diferente de relacinestado iglesia; Mxico - proyecto de laicidad, Cuba -marxismo social, Argentina - concordato y Brasil -mnima intervencin estatal. Se ver en cada caso ejemplos de conflictos religiosos. Al final dar unabreve conclusin.

    Palabras claves: Religin, diversidad religiosa, polticas pblicas y conflictosAbstract

    This essay contains the following sections. It begins with a brief description of the religious currentfield in Latin America. At once contribute quantitative information and register them on the religion in4 chosen countries; Mexico, Cuba, Argentina and Brazil. In the following section on religious diversity,political public and conflict, it appears like every country has a type different from relation beenchurch; Mexico - project of laicism, Cuba - social Marxism, Argentina - concordat and Brazil -minimal state intervention. Examples of religious conflicts will be seen in every case. In the end I willgive a brief conclusion.

    Key words: Religion, religious diversity, policies you publish and conflicts

    marzo 2007

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    Introduccin

    Cambios histricos en la regin. Del monopolio catlico colonial a la diversidad religiosa actual.

    Durante siglos, la institucin religiosa que ha dominado en la regin ha sido la Iglesia Catlica.Esta institucin religiosa era la nica que poda negociar directamente con el estado monrquico ibricodurante casi cuatrocientos aos. Recurdese que una de las metas de la colonizacin espaola fue laconversin de los nativos "paganos". Para lograr esta tarea se estableci el Regio Patronato Indiano,concedido por el Papa Alejandro VI a los Reyes Catlicos en 1501, como sostn necesario para laempresa misionera y poltica en las Amricas. Al ser reprimidas las religiones autctonas, los indgenasadoptaron prcticas sincrticas, retomando elementos de la tradicin cristiana y fundindolos con susritos y creencias nativas. Los indios especialistas del conocimiento sagrado fueron clasificados comobrujos y hechiceros. De manera parecida. La poblacin afro-americana que lleg tuvo que ocultar suscreencias y practicas originales combinado el culto a los santos catlicos con elementos de la tradicindevocional africana que no fueran perceptibles abiertamente al amo esclavista o al clrigo hispano(Ortiz, 1975). Los grupos protestantes, considerados como herejes durante la Colonia, no podanestablecerse o divulgar su doctrina. La poblacin judaica era severamente perseguida ( Meyer, 1989).

    Las guerras de independencia y la conformacin de los nuevos estados - naciones cambidrsticamente esta situacin. La confrontacin entre liberales y conservadores se dio a travs de toda laregin. El estado del Vaticano estuvo inicialmente renuente en formar nuevas relaciones directas conlas nuevas naciones americanos por medio de Concordatos (tratado directo entre una entidad poltica yla Santa Sede). Los liberales tomaron posiciones anticlericales en la contienda, mientras que losconservadores generalmente, buscaban una estrecha colaboracin estado - iglesia. Como veremos msadelante los diversos resultados regionales de la contienda tuvieron profundas implicaciones para laspolticas pblicas actuales con respecto al pluralismo religioso. La entrada de grupos protestantes fuetolerada nicamente por los gobiernos liberales que consideraban su presencia como una manera dedisminuir o equilibrar el peso tan fuerte de la institucin catlica (Bastian, 1994). Los procesos msrecientes de modernizacin y globalizacin si han influido para la aceptacin ms amplia de ladiversidad religiosa.| El protestantismo se ubic primero en enclaves de poblaciones extranjeras en zonas deasentamientos locales (Bastian, 1994). Tendra poco impacto en las sociedades nacionales, hasta lamitad del siglo pasado. A partir de entonces la llegada del pentecostalismo cambiara esta situacin. Elpentecostalismo traera un protestantismo con fuertes elementos afro- americanos que enfatizaban eltrance y posesin por el Espritu Santo (Garma, 2004). Su aceptacin en las comunidades indgenas ysectores urbanos pobres fue creciente y cambi notablemente la configuracin religiosa de toda laregin, si bien ha sido ms notable en Brasil, Chile y Centroamrica (Bastian, 1994, Martn, 1990).Otros movimientos religiosos como los mormones, Testigos de Jehov, y adventistas han prosperadoen algunos pases. La importancia de los procesos de migracin tanto rural urbana como internacionalse debe destacar como un factor que apoya el cambio religioso.

    El campo catlico latinoamericano tambin se ha diversificado. La existencia de una separacindel catolicismo institucional y del catolicismo popular ha sido considerada por muchos autores comouna caracterstica de religin en esta parte del mundo (Marzal, 2002 y Parker, 1996, por slo mencionarlos ms conocidos) y esta separacin se ha mantenido durante varios siglos. La iglesia institucional havariado su posicin pastoral con respecto a las prcticas populares, aceptando cada vez ms algunos

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    elementos para evitar el cambio religioso a otros grupos. Menos flexible ha sido la aceptacin delVaticano hacia otras corrientes. La teologa de la liberacin, impulsada por pensadores importantes dela regin, como Enrique Dussell y Leonardo Boff, no ha sido aceptada por el Vaticano. El difuntopontfice Karl Woytila siempre manifest su antipata hacia esta posicin y busco remover a cardenalesy obispos que la alentaban. El Papa actual, Joseph Ratzinger, mantiene este rechazo a lo que consideracomo una doctrina extrema, que cuestiona la universalidad de la institucin por su opcin preferencialhacia los pobres. La posibilidad de una teologa india dentro del catolicismo tambin fue atacada porWoytila y Ratzinger como una desviacin inadecuada y particularista. La jerarqua catlica slo haaceptado la Renovacin Carismtica en el Espritu Santo, una imitacin abierta del pentecostalismoprotestante, pero dentro de los limites de parroquias supervisadas por obispos designados (Garma,2004).

    La diversificacin del campo religioso ha trado tambin un repunte notable en la presencia delas religiones afro americanas, que se han convertido en actores dinmicos en Cuba y Brasil, donde laSantera (en el primer caso), el Candomble y la Umbanda ( para el segundo caso) son una parteimportante de la cultura popular nacional. Tambin se han extendido estas religiones de origen africanoa pases vecinos como es el caso del Umbanda en Argentina y Uruguay ( Frigerio, 1999). Curiosamenteno se ha dado una expresin de religiosidad tnica indgena autnoma equivalente. Si existe la entradade los movimientos de la llamada espiritualidad de la nueva era en los sectores mas adinerados y decierto nivel adquisitivo como escolarizados, lo cual ha preocupado la Iglesia catlica (Carozzi, 1999).Sin embargo, ya existan antecedentes de la heterodoxia de creencias de este tipo en la difusin dedoctrinas espiritualistas que se dio en Brasil, Cuba y Mxico desde principios del siglo pasado. Lasagrupaciones espiritualistas destacan la posesin por los espritus de los difuntos y se mantienen ensectores populares de los pases mencionados (Ortiz, 2003). Actualmente se puede destacar que existe ya un pluralismo religioso latinoamericano, que sebasa en una creciente diversidad de expresiones culturales heterogneas. Esto implica la existencia devarios credos en una misma sociedad. La pertenencia a una determinada religin permite mantener unadistincin importante de alteridad entre el grupo propio y los dems. El pluralismo religioso expresa noslo la identidad del grupo, sino tambin las diferencias propias con respecto al resto de la sociedad.Cabe sealar que no obstante el monopolio del catolicismo, siempre ha existido una diferencia decreencias en Amrica Latina, debido a la existencia de procesos de sincretismo e hibridacin,particularmente (aunque no exclusivamente) entre los sectores populares (Greenfield y Droogers,2001). Sin embargo, las diferencias ahora ya no se ocultan, sino que se presentan abiertamente. Laposibilidad de diversidad de creencia se ha ampliado como nunca haba sucedido antes. Ahora elcreyente puede literalmente escoger su fe, algo que no suceda antes. Esto nos lleva a la discusinsobre el mercado religioso. Es claro que el modelo clsico europeo de la secularizacin como perdidade religin no se puede aplicar en la regin, como demostr hbilmente Parker (1996). Sin embargo, lamodernizacin y globalizacin si han trado un campo religioso donde algunos creyentes escogen suafiliacin religiosa por motivos personales. Incluso existen individuos que han cambiado de credo nouna, sino varias veces en su vida. Pero habra que tener cuidado antes de pensar que ya todos loscreyentes escogen su religin como se fuera un producto comercial, digamos una pasta de dientes.Muchas personas no cambian de religin, an cuando pueden dejar cumplir estrictamente con los ritoso normas. Estos creyentes "nominales" son muy frecuentes en toda la regin. Si bien existen adeptosque si participan en un mercado religioso, falta por ver que tanto pueda predominar en la poblacingeneral en el futuro.

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    Datos censales y cuantitativos sobre religin de 4 casos escogidos

    Mxico - Segn el censo del 2000, Mxico tiene una poblacin total de 97 483 412 personas.Para los propsitos de los agrupamientos censales slo se cuentan personas de 5 y ms aos. El 88 %de la poblacin se declara catlica. Protestantes y evanglicos son el 5.2 de la poblacin. Testigos deJehov, Mormones y Adventistas del Sptimo Da son clasificados como Bblicos no evanglicos. Sonel 2.1 % del total. Las personas que respondieron no tener una religin son el 3.55%. Los nmerosrestantes corresponden a otras religiones y no especificado. Cabe sealar que en Mxico las variacionesregionales en religin son notables (INEGI, 2005). El estado ms singular es sin duda es el de Chiapas,en la frontera sur, donde la poblacin catlica es del 63%, siendo este el porcentaje mas bajo del pas.La poblacin protestante y evanglica es del 13.5, Bblicos no evanglicos son el 8.5 y los no creyentesalcanzan un sorprendente 13.15. Los estados del sur como Tabasco, Quintana Roo, Campeche yVeracruz, presentan todos una disminucin notable del catolicismo, donde por lo menos la cuarta partede la poblacin ya no presenta afiliacin a este credo. Tambin los municipios donde predomina lapoblacin indgena presenta una disminucin del catolicismo donde el porcentaje de afiliacin catlicallega al 80 % y protestantes y evanglicos ascienden al 10.3. En cambios los estados de Aguascalientes,Jalisco, Guanajuato y Zacatecas del centro occidente son casi totalmente catlico con una poblacinmuy urbana y de cultura regional que se considera a si misma de tradicin hispnica. La ciudad capital,el Distrito Federal o ciudad de Mxico, en esta materia es prcticamente igual al promedio nacional.

    Cuba - La poblacin en el 2000 fue de 11 millones. No existen datos oficiales censales sobre lareligin en la isla, lo cual no quiere decir que sea inexistente. Segn los datos de Jorge RamrezCalzadilla, jefe del departamento de Estudios sociorreligiosos del Centro de InvestigacionesPsicolgicas y Sociolgicas (CIPS), que esta ubicado en la ciudad de La Habana, existen las siguientesagrupaciones en Cuba; Iglesia Catlica, Iglesias protestantes histricas, numerosas iglesiaspentecostales, grupos de origen africano (Santeria, Palo Monte y Abaku), espiritismo, Vod haitiano,judasmo y algunas expresiones orientalistas (Ramrez, 2000). El informe del departamento de Estadode los EE.UU. sobre libertad religiosa calcula que la poblacin catlica es del 40% al 45 %. Seala laexistencia de 500,000 creyentes de iglesias protestantes. No precisa sus fuentes. Esta muy extendida enla poblacin la participacin en las agrupaciones afro-cubanas. Cabe recordar que para la Santera(tambin llamada Regla de Och) el creyente tambin puede estar bautizado en la Iglesia Catlica.Ramrez Calzadilla, 2000 presenta una encuesta nacional del CIPS que ubica el grado de religiosidaden la poblacin en el ao de 1992. El 27.76 % de la muestra mostr no tener creencias religiosas o noreconocerlas. El 51.72 % de la muestra practicaba formas de religiosidad popular (fiestas yperegrinaciones) y sostena creencias de este tipo (milagros, adivinos, vida despus de la muerte). El20.51 % de la muestra manifest ir regularmente a un centro religioso y seguir las normas establecidasde su credo.

    Argentina - La poblacin en el 2000 fue 36,260, 130 personas. El censo oficial no recogeinformacin sobre religin. La pgina web de la Secretaria de Cultos tampoco da informacincuantitativa al respecto. Los clculos para este rubro varan segn la fuente. Veamos dos estimaciones.La Conferencia Episcopal Argentina, un organismo de la Iglesia Catlica aporta estos datos. El 77 % dela poblacin es de catlicos bautizados, de los cuales el 18.5 % es practicante asiduo, el 35 % no asisteregularmente a los ritos. La poblacin evanglica conforma el 12 % de poblacin. La secularizacin es

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    fuerte en Argentina, con un 16% de agnsticos y 4% de ateos. Espiritistas, islmicos y judos tienenalrededor de 2% cada uno. El informe de Departamento de Estado de los EE.UU. sobre libertadreligiosa considera que los catlicos son el 70 %, los protestantes 9%, musulmanes 1.5 %, judos 0.8,otras religiones 2.5, y ubica como no creyentes a la poblacin restante. Cabe sealar que tanto el grupojudaico como el islmico de Argentina son considerados como los mayores de Amrica Latina de hablahispana.

    Brasil - La poblacin censada en el 2000 fue de 169, 872,856 personas. Los datosproporcionados por el Instituto Brasileo de Geografa e Estadstica son muy precisos en este rubro. El74 % de la poblacin tiene una afiliacin Catlica. El 15% de la poblacin se ubica bajo el rubro deEvanglico, y dentro de este grupo el 85 % es pentecostal, destacando en particular las Asambleas deDios y la Iglesia Universal del Reino de Dios. De las minoras religiosas restantes, destacan losEspiritistas con el 1.3%, los Testigos de Jehov con el 0.6, y los budistas con el 0.1. Llama la atencinel porcentaje muy bajo de personas que se ubicaron con afiliados a las religiones de origen africano,esto es la Umbanda y el Candomble. Apenas llegan al 0.3% del total. Pero hay que recordar que lamayor parte de los adeptos de los cultos afro- brasileos mencionados son adems catlicos bautizados,por lo tanto deben estar "escondidos" entre la mayoritaria poblacin catlica. Cabe suponer quetambin hay personas que van a las casas de culto o "terrieros", pero que no quisieran ser identificadoscon estas religiones por el bajo estatus social que an implican (Greenfield y Droogers, 2001). Por otraparte, son muchos los brasileos que se ubican como no- creyentes, llegan a ser el 7.3 % de lapoblacin. Las religiones con mayores porcentajes de poblacin no alfabetizada son la Catlica ( 17%)y las iglesias pentecostales (16%). La religin con mayor porcentaje de poblacin alfabetizada (96%)es curiosamente la Espiritista.

    Polticas Pblicas y conflictos

    Mxico - La religin ha sido un motivo fuerte de conflicto en la historia mexicana. Durante elsiglo XIX los liberales anticlericales lucharon contra los conservadores que apoyaban la IglesiaCatlica. La victoria fue para sectores nacionalistas como la del presidente Benito Jurez que todava seidentifican con una orientacin anticlerical que suele ser anticatlica La separacin de estado - iglesiaes promovida por Jurez desde 1857 dio como resultado el primer estado laico en Amrica Latina. Sepermite entonces la entrada de instituciones protestantes (Bastian,1994). Posteriormente, el gobierno dePorfirio Daz busca un entendimiento con la Iglesia catlica. Cuando empieza la Revolucin mexicanaen 1910, se vuelve a considerar a la Iglesia Catlica como un enemigo reaccionario que busca imponerun orden conservador. La constitucin mexicana de 1917 toma una posicin claramente restrictivahacia la Iglesia Catlica y la prctica religiosa en general. Las instituciones religiosas quedaron sinningn reconocimiento legal o jurdico, las iglesias no podan oficialmente tener propiedades oadministrar escuelas, las ceremonias religiosas pblicas eran ilegales; Los sacerdotes y los miembros derdenes religiosas no podan votar o estar involucrados en actividades polticas. En realidad, estas leyesfueron muy difciles de aplicar. Fueron ocasin de una revuelta popular, la guerra cristera, durante ladcada de los treinta del siglo pasado (Meyer, 1989). Posteriormente se opt por el llamado "modusviviendi" que implic la aplicacin simulada de las leyes por parte de las autoridades gubernamentales

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    (Blancarte, 1992). Asombrosamente esta situacin permanece hasta 1991, cuando el presidente CarlosSalinas de Gortari enva al congreso una propuesta de modificaciones constitucionales que resultan enla nueva "Ley de asociaciones religiosas y culto pblico" que entra en vigor en 1992.

    La nueva ley cre una categora legal para todas las iglesias, la de Asociacin Religiosa ( AR).Todas las AR deban de registrarse ante la Secretaria de Gobernacin, que les dara reconocimientooficial. Deben presentar para tal efecto una lista completa de todos sus ministros de culto y bienes. LasAR no pagan impuestos. Los ministros de culto no pueden ocupar cargos de eleccin popular. Las ARtampoco pueden ser dueos de medios de comunicacin masiva, pero si pueden rentarlas. Actualmentehay ms de seis mil asociaciones registradas, de las cuales casi mil corresponden a la iglesia catlicadebido a las diferentes ordenes religiosas y las dicesis, que tienen su propio registro. Se exige registrolegal de todas las asociaciones religiosas desde 1992. (Garma, 1999)

    La implementacin de la nueva ley no ha sido sencilla. La resolucin de conflictos religiosos haimplicado la mediacin del estado, cuya intervencin ha sido desigual. Un caso muy notorio fue ha sidola expulsin de disidentes religiosos de comunidades rurales. El ejemplo mas conocido fue la expulsinde 30,000 creyentes protestantes por "tradicionalistas" catlicos tzeltales de la comunidad chiapanecade San Juan Chamula. Esta lamentable persecucin persisti por ms de veinte aos debido a lanegligencia de las autoridades oficiales a intervenir. A partir de la nueva ley hubo intervencin oficialmilitar para terminar esta situacin. La llegada de un gobernador evanglico al estado de Chiapas,Pablo Salazar Mendicucha en el 2000, implic el final definitivo de este conflicto, con la creacin deinstancias mediadoras en el mbito de municipios para atender diferencias de credos. Otra situacinproblemtica se dio con respecto a los Testigos de Jehov, una agrupacin con poco ms de un millnde miembros a nivel nacional. Las creencias milenaristas de este credo prohben a sus miembrosparticipar en los saludos a la bandera en actos cvicos, lo cual ocasion la expulsin de sus nioscreyentes de los planteles escolares pblicos (Garma, 1999. Aqu destacaron los esfuerzos de laComisin Nacional de Derechos Humanos en criticar estas expulsiones como actos de intolerancia queviolaban el derecho a la libertad de creencia, y actualmente estos actos se dan cada vez menos. Cabesealar que la tradicin laica de la poltica mexicana esta siendo cuestionada por el gobiernoconservador del presidente Vicente Fox que triunf a nivel federal en 2000, que ha mostradoclaramente una preferencia hacia la Iglesia Catlica, as como el uso de sus smbolos y ha sido menosdispuesto a asumir las tareas de la intermediacin y negociacin para la resolucin de conflictos.

    Cuba - La situacin de la religin en Cuba fue marcada por aspectos histricos importantes. Laisla fue una colonia espaola durante ms tiempo que otros pases latinoamericanos. Si bien la religincatlica mantuvo su posicin monoplica en Cuba, la clereca residente era en su gran mayora deorigen ibrico. Su atencin se volc sobretodo hacia la burguesa hispana y criolla. La mayor parte dela poblacin era indiferente al catolicismo institucional. Oficialmente las religiones afro - cubanas erantratadas como supersticiones y con frecuencia fueron perseguidas (Ortiz, 1984). La independencia deCuba de Espaa en 1898 cambia esta situacin. Desaparece el concordato entre Cuba y el Vaticano. Seestablece en la Constitucin de 1902 la separacin de estado e iglesia, as como la libertad de culto.Sin embargo, se mantienen leyes y sanciones contra la "hampa de los negros brujos" (Ortiz, 1975).Bajo el intervencionismo norteamericano durante este periodo poscolonial llegan iglesias protestantes ysociedades espiritistas procedentes de los EE.UU. Ambas formaran rpidamente agentes locales. LaIglesia Catlica tambin se recuper. La revolucin cubana retom el marxismo leninismo comoideologa oficial y promulg un ateismo oficial rgido que no reconoca a la religin. Las iglesias notenan reconocimiento jurdico y sus propiedades se convierten en bienes del estado. Esto llev a la

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    Iglesia Catlica a una confrontacin directa con el estado castrista, que result en la expulsin de unnmero importante clrigos catlicos (en su mayora an de origen hispano) de 1961 a 1965. La IglesiaCatlica se convirti en una institucin de resistencia contra el rgimen y hubo varios sacerdotes ymonjas encarcelados en este periodo.

    La constitucin cubana actual reconoce la libertad de credo y las asociaciones religiosas sonregistradas por el gobierno. Sin embargo, durante muchas dcadas la discriminacin contra creyentesera fuerte, porque no podan acceder a puestos polticos o de enseanza. Esta situacin cambi por elllamado "periodo especial", provocado por la disolucin de la URSS y la cada del muro de Berln. Elestado castrista se vio forzado a reconsiderar su posicin sobre la religin y su papel en una sociedad encrisis. A partir de 1992 se da una reforma constitucional que establece el derecho a la no -discriminacin por razones religiosas y que permite la entrada de creyentes al Partido ComunistaCubano (Ramrez, 2004). Aparece entonces un crecimiento religioso insospechado. La visita papal deKarol Woytyla a la isla en 1998 marca un cierto deshielo entre las relaciones del estado y la IglesiaCatlica.

    Sin embargo, en la actualidad la institucin religiosa que mantiene la relacin ms delicada conel gobierno castrista sigue siendo la Iglesia Catlica. Ha mantenido su posicin como una voz crtica alo que considera abusos del sistema. Ha apoyado abiertamente a algunos sectorescontrarrevolucionarios debido a que considera que es necesario dar una defensa verdadera de losderechos humanos de todos los cubanos. Algunos actos catlicos pblicos han sido prohibidos en losltimos aos, as como tambin hay presos polticos que les han sido negados la visita de un sacerdote.Las iglesias protestantes mantienen una relacin ms cordial con el estado, no obstante su origennorteamericano. Tienen una instancia mediadora reconocida, el Consejo Cubano de Iglesias, vinculadaal World Council of Churches, un organismo con orientacin ecumnica de cierta tendenciaizquierdista. Algunos ministros protestantes tienen vinculacin con el partido oficial. Hay un grancrecimiento del pentecostalismo. Mencin especial merece la situacin particular de la religiosidad deorigen africana. La Santera o Regla de Ocha es reconocido ahora como una parte del folklore ytradicin popular islea, la llamada "Cubana". Su origen Yoruba (etna nigeriana) se ha hibridizado ymezclado con elementos caribeos para conformar parte del patrimonio nacional cubano. Por lo tanto,la Santera ahora es aceptada como nunca antes. Pero esto ha implicado la comercializacin de lareligin, que aparecen en las escenificaciones de ritos para hoteles y turistas as como en toques detambor en espacios abiertos para no creyentes ( Argyriadis, 2005). Como se podra esperar, tambinhay actualmente santeros vinculados al partido comunista.

    Argentina - Histricamente la Iglesia catlica ha tenido claramente una situacin de prive ligiofrente a otras agrupaciones religiosas. Despus de la independencia de Espaa en 1811, hubo variosintentos de los gobiernos argentinos por reestablecer relaciones con el Vaticano, lo cual se logra en1828. Desde entonces las relaciones con la Iglesia Catlica se fortalecen, salvo interludios algunos deadministraciones liberales en el siglo XIX. Entre 1825 y 1850 se establecen las primeras agrupacionesprotestantes en Argentina, toleradas por los liberales. "Las primeras iglesias se desarrollaron con elobjeto de asistir espiritualmente a europeos residentes, y en consecuencia no tenan un mayor afnproselitista "( Wynarczyk y Semn, 1994: 30) Es muy fuerte el peso del Concordato (acuerdo oficialentre estados) con la Iglesia Catlica y la Santa Sede. La constitucin de 1853 reconoce la libertad decredo, pero tambin destaca que la Iglesia Catlica tiene un reconocimiento jurdico especial comoinstitucin pblica. A partir de la mitad del siglo pasado comienzan a crecer iglesias pentecostales enreas urbanas populares. La dcada de los sesenta del siglo pasado encontr a Argentina en una severa

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    crisis social y poltica. "La dictadura militar que produjo 30,000 desaparecidos limit severamente laexpresin de muchas formas de cultura popular y la religin fue una de ellas" ( Frigerio y Wynarczyk,2004: 455). Es bien sabido, que esta coyuntura tan difcil si fue aprovecha por algunas cpulas del clerocatlico, que avalaron la represin militar. El retorno a la democracia ha implicado tambin labsqueda gradual de estructuras ms laicas y seculares para la sociedad argentina.

    La reforma constitucional de 1994 reconoce la libertad de religin y de creencia, pero ansostiene que el estado debe apoyar a la Iglesia Catlica, incluso econmicamente. El Cdigo Civilreconoce a la Iglesia Catlica como una "persona jurdica de carcter pblico", por lo cual recibe untrato especial. La Secretaria de Culto tiene una Direccin General del Culto Catlico la cual propone yejecuta planes y programas para aplicar los acuerdos entre la Santa sede y Argentina, as como proponeel presupuesto anual para el sostenimiento del culto catlico (ver www.culto.gov.ar/dircatolico.php ).Aparte existe la Direccin General de registro de cultos que se encarga del cumplimiento de lanormatividad oficial y reconocimiento jurdico para todas las confesiones no - catlicas ( verwww.culto.gov.ar/dircultos.php). Cabe sealar que apenas en 1994 se aboli l artculo constitucionalNo. 76 que obligaba el presidente y vice- presidente de la nacin a pertenecer a la Iglesia Catlica.

    Las agrupaciones evanglicas ms prominentes del pas, entre las cuales destaca laConfederacin Evanglica Pentecostal, han criticado con frecuencia a la poltica del registro oficialsealando que efectivamente es muy discriminatoria contra las confesiones no - catlicas, ubicando areligiones "de segunda" contra un credo privilegiado. Efectivamente, existen minoras religiosas comolos Espiritistas y religiones de origen afro-brasilea, que difcilmente pueden cumplir los requisitospara el registro. Durante las ltimas dcadas del siglo pasado han habido diversos intentos deorganizaciones privadas y del clero catlico conservador para formar un frente actuar contra unasupuesta "invasin de sectas peligrosas". Es importante sealar que este movimiento no ha obtenidouna respuesta afirmativa de la sociedad y del estado, como han mostrado claramente Frigerio yWynarcyzk ( 2004) . El gobierno actual ha suspendido, desde 2005, algunos apoyos al clero catlico enl ejrcito, lo cual ha causado irritacin en el Vaticano. Agrupaciones judaicas han expresado supreocupacin por expresiones ocasionales de anti - semitismo. En general, si hay una tendencia clarahacia una mayor diversificacin y pluralismo religioso en Argentina, que ha rebasado claramente unalegislacin obsoleta.

    Brasil - La relacin de la religin y la poltica en Brasil en general esta marcada por unatolerancia y apertura notable en Latinoamrica. Durante el largo periodo imperial (1808 - 1889) semantuvo el concordato con la Iglesia Catlica. Sin embargo, el emperador Pedro II fue un liberal quepermiti la entrada de grupos protestantes de origen extranjero. As se establecen en Brasilagrupaciones e iglesias de luteranos (1823), presbiterianos (1859) y bautistas (1882). La FederacinEspiritista Brasilea fue fundada en 1884. La Repblica independiente establece rpidamente laseparacin legal de estado - iglesia en 1890, prohibiendo la enseanza religiosa en escuelas yadoptando el matrimonio civil. En comparacin con otros pases de la regin son relativamente pocoslos conflictos fuertes entre grupos religiosos y el estado en Brasil. Destacan dos. Cabe sealar la brutalrepresin de los movimientos milenaristas campesinos en el nordeste o "sertao" en 1897 y 1916,estudiados en la obra clsica de Periera de Queroiz, 1978. Otra fue el enfrentamiento de la Teologa dela Liberacin contra la dictadura militar por la defensa de los derechos humanos que se dio en la dcadade los sesentas del siglo pasado. La Teologa de Liberacin ha tenido una fuerte influencia en elpensamiento social brasileo, sobre todo por los escritos de los hermanos Leonardo y Clovis Boff, quean son figuras destacadas en el pas, muy ledos y citados. Sin embargo, en el plano social la pastoral

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    fomentada por la Teologa de Liberacin, impulsadas por las Comunidades Eclesiales de Base oCEBs, ha enfrentado la creciente competencia de las iglesias pentecostales por el reclutamiento de lossectores de menos recursos. Como han sealado autores (como Burdick, 1996 y Martin, 1990), noobstante la "opcin por los pobres" de clero catlico comprometido, muchos pobres optaron por elpentecostalismo.

    En Brasil si se puede postular la existencia de un mercado religioso abierto y desregulado sinninguna intervencin estatal (Greenfield y Droogers, 2001). La libertad religiosa realmente es muyamplia en el pas. No existe ningn registro obligado de asociaciones religiosas por parte del gobierno.Ningn credo es favorecido por el estado. Todas las religiones pueden establecer lugares de culto,formar ministros o agentes, y desempear libremente su proselitismo. Las visitas religiosas sonpermitidas en las crceles. La discriminacin por religin es prohibida por ley. La nica limitacin,muy razonable por dems, es para el trabajo misionero en las comunidades indgenas, el cual requieredel aval de las autoridades nativas locales.

    En todo caso, los conflictos religiosos que han surgido han sido ms bien por la competenciaintensa que se ha dado entre las asociaciones religiosas por el reclutamiento de fieles. Veamos el casode una agrupacin que se puede considerar como particularmente agresiva contra sus competidores, laIglesia Universal del Reino de Dios. Esta asociacin religiosa es sin duda (como sealan Oro, Corten yDozon, 2001), la mas importante iglesia multinacional surgida del tercer mundo, pero ya con unimpacto global. Surgi apenas en 1977, fundado por un ministro pentecostal de Ri de Janeiro, llamadoEdir Macedo. La IURD utiliza eficazmente los medios de comunicacin masiva para desarrollar suproselitismo. Compra antiguos cines y teatros para convertirlos en espacios de culto. Su proselitismo selleva acabo mediante la televisin, la radio, y los peridicos. En muchas partes de Latinoamrica sonconocidos como los "Pare de Sufrir", nombre de su programa de televisin, que se transmite ( conproducciones locales variadas) desde Mxico hasta Argentina. En 1990 la IURD compr en Brasil lacompaa de telecomunicaciones Rede Record. El sobrino de Macedo, obispo Marcelo Crivella, es nosolo un destacado cantante "cristiano" brasileo, es adems un Senador electo de la Repblica. LaIURD tiene templos en todos los pases de Amrica Latina, en frica, especialmente Angola yMozambique, y en Portugal. Tiene iglesias que atienden inmigrantes latinoamericanos en EE.UU.,Inglaterra y Japn. Todos sus pastores son brasileos con una lealtad absoluta al obispo Macedo. LaIURD es intolerante con otras religiones. Es famoso el incidente del "chute na santa" (Oro, Corten yDozon, 2001). El 12 de Octubre de 1995, da feriado de "Nossa Senhora Aparecida", patrona nacionaldel Brasil, el obispo Sergi Von Helde, pate una imagen de la Virgen en un programa de televisin deRede Record, llamndola "mueco feo, horrible y desgraciado". La IURD fue condenada a pagar unamulta fuerte por fomentar el odio y la discriminacin religiosa, lo cual es penado por ley. Von Heldefue condenado por el mismo motivo a crcel, pero por no tener antecedentes criminales fue absuelto.La IURD mand rpidamente al clrigo polmico a un exilio africano permanente. Ya lasagrupaciones afro-brasileas se haban quejado de que la IURD calificabas sus ritos y creencias dedemonacas, fomentando prejuicios sociales contra su religin. Sin embargo, sus quejas no tuvieron elmismo resultado que el incidente del "chute la santa", lo cual si provoc una reaccin fuerte de partedel estado.

    Conclusiones

    Un elemento que aparece despus de las comparaciones anteriores es que no hay una

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    correspondencia entre la religiosidad de una sociedad y las relaciones estado - iglesia. Las normasjurdicas como tal no siempre parecen coincidir con la realidad social para el cual se aplican. Puede seren parte un desfase histrico, que parte de una coyuntura particular, pero tambin es posible que lanormatividad no fue adecuada desde un principio. Veamos, Mxico es el pas con mayor porcentaje decatlicos (pero no muy practicantes) a pesar de tener la primera separacin estado - iglesia de la regin.En Cuba, el estado impuso la negacin de la religiosidad, para despus tener que dar marcha atrs anteuna sociedad que en parte si desea seguir siendo creyente. Argentina, en cambio, tiene una legislacinque favorece el catolicismo, cuando su sociedad ya es muy diversa y contiene un sector ajeno a lacreencia. Solo Brasil presenta cierta congruencia, ya que la libertad amplia a la religin que ofrece elestado corresponde a una sociedad de creencias muy heterognea, con una gran movilidad. Sin duda,esto amerita una reflexin mas profunda.

    El desarrollo de las distintas religiones es variado. El catolicismo sigue predominando, aunqueen todos los casos presenta una perdida de creyentes, que simplemente es mas acelerado en algunospases que otros (mas en Brasil que en Mxico, por ejemplo. En toda la regin el crecimiento de lospentecostalismos es tambin muy evidente. A diferencia de la institucionalidad catlica, elpentecostalismo se adapta bien a la diversidad religiosa y a la competencia. Las religiones de origenafricano han mostrado su persistencia, aunque es curioso notar que son ms activas en las difcilescondiciones de cuba, que en el Brasil. Tambin es notable la discreta existencia del espiritismolatinoamericano que se esta acercando a las creencias del "new age".

    Un futuro de diversidad religiosa creciente aguarda la regin. Esto es evidente en todos loscasos. Es claro que es necesario que se de un amplio respeto a los derechos humanos y en particular ala libertad de creencia. Existe una necesidad de impulsar la negociacin para lograr la resolucin deconflictos. Esto implica una intervencin desinteresada del estado. Las iglesias en si no tienen unpasado de aceptacin de otros credos, y es probable que la diversidad religiosa va implicar unacompetencia mayor entre los credos. Por lo tanto es mejor que sea una instancia terrenal quienestablece claramente las reglas.

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    Notas

    1 Departamento de Antropologa. Universidad Autnoma Metropolitana Iztapalapa. Mxico, D.F. Mxico