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La revista de expresión creativa en la cultura decadente ediciones impresión: publidisa dirección y promoción: http://elpicudoblanco.blogspot.com Diseño logo libro y arreglos: colaboradores: Modesto Tomás Saavedra (Elche, 1979) Álvaro Fuentes Rocamora Ana Gómez Penalva Conchita Rivera Toribio Antonio Zapata Pérez Verónica Pedemonte Carmen Reche Carrillo José Esteve Rico Sogorb Miguel Pastrana de Almeida Salvador E. Troncoso Curivil Eva María Palenzuela Martínez José Manuel Sanrodri Félix González Moreno Francisco J. Gómez Rodríguez Germain Droogenbroodt Jesús Graván Sánchez Siracusa Bravo Guerrero Julio Castelló Alonso Manuel Valero Gómez Pedro Vicente Agulló Pedro J. Serrano Federico Crow Elisabeth Castro Martínez Antonella Rojas Auda Inma Vidal Laguía Hector José Savery Soto Sergio Martín Alicia García Núñez Este primer número confeccionado con ese cariño espumoso del descorche de una botella de hojas, caprichosamente escogida para mostrar esa amalgama de bombillas encendidas sobre su luz de ceniza, distinta luz de cada fuerza adoptiva e ilusionada de cada creador interminable que enseña sus pequeñas porciones intravenosas de uno mismo. Este primer número que no tiene más presentación que la que da sus páginas hundidas, de ese realismo inmerso en la adopción alternativa que ha reunido cual espejo, ha cada persona con inquietudes, que se marchaban por las sendas perdidas de quien al final no son descubiertos por ese duende censurador de las letras y de la líneas, guardián de los castillos de naipes y señor del triste traje. Este es el escaparate que deja ver las vísceras de cada creador porque el picudo blanco es un coleóptero curculiónido camaleónico (escarabajo gorgojo), de tamaño pequeño, entre dos y cinco milímetros, y de color blanco nacarado que lo hace inconfundible. Su larva perfora galerías de más de un centímetro de longitud en los hojas de los libros, las revistas, los periódicos, etc... Cuando se ven afectadas por la plaga, sufren amarilleamiento y marchitamiento, pudiendo llegar a producirse la muerte de la palabra que hay escrita. El control de esta plaga es complicado y por el momento, a falta de método seguro, acaba con la eliminación de todas las hojas que lleven algo escrito y las que se sospechan que pudieran escribirse, pero también se come las líneas, las ilustraciones, los trazos... Esta plaga se extiende como consecuencia del letargo que sufren los libros de no ser leídos, hay quienes piensan que la similitud que existe entre el libro de «la historia interminable» del escritor alemán, Michel Andreas Helmut Ende (12 de Noviembre de 1929 al 28 de Agosto de 1995) y el afable huésped, no es mera coincidencia y cada año en nuestra cultura empobrecida, los libros quedan cadáveres a merced de la alimentación variada del insecto que devora incansablemente desde poesía hasta ensayos, novela, teatro, libros infantiles... la situación es mucho más grave de lo que se creía. Aunque también se descubrió en una posterior investigación, que la vacuna contra este plaga era innecesaria, pues el picudo blanco a pesar de lo que se pueda creer no era dañino, pues realmente este escarabajo simpático lo que intentaba hacer era introducirse en la cultura con grandes dosis de conocimientos y cómo nadie nunca le hizo caso, tuvo que convertirse en una plaga que engulliría la palabra escrita y los dibujos, así fue, como se le rescató del olvido encontrando el antídoto de la palabra escrita en voces nuevas, de los dibujos con trazos inesperados y en definitiva, el encuentro entre el creador y el que observa la creación con su breve suministro de atención. Diseño de portada y letras: Elisabeth Castro Martínez David Montero López Marta Petite Juan José Morillas Diez Elisabeth Castro Martínez Gustavo Faro Eloy Bohan Alfredo Jimenez Fotografía Artística: depósito legal: ISSN Josep Manel Sánchez 2 Presentación

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Portada ilustrada por Elisabeth Castro Martinez (Granada, 1982)

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La revista de expresión creativa en la cultura decadente

ediciones impresión: publidisa

dirección y promoción:

http://elpicudoblanco.blogspot.com

Diseño logo libro y arreglos:

colaboradores:

Modesto Tomás Saavedra(Elche, 1979)

Álvaro Fuentes Rocamora

Ana Gómez Penalva

Conchita Rivera Toribio

Antonio Zapata Pérez

Verónica Pedemonte

Carmen Reche Carrillo

José Esteve Rico Sogorb

Miguel Pastrana de Almeida

Salvador E. Troncoso Curivil

Eva María Palenzuela Martínez

José Manuel Sanrodri

Félix González Moreno

Francisco J. Gómez Rodríguez

Germain Droogenbroodt

Jesús Graván Sánchez

Siracusa Bravo Guerrero

Julio Castelló Alonso

Manuel Valero Gómez

Pedro Vicente Agulló

Pedro J. Serrano

Federico CrowElisabeth Castro Martínez

Antonella Rojas Auda

Inma Vidal Laguía

Hector José Savery Soto

Sergio Martín

Alicia García Núñez

Este primer número confeccionado con ese cariño espumoso del descorche deuna botella de hojas, caprichosamente escogida para mostrar esa amalgama debombillas encendidas sobre su luz de ceniza, distinta luz de cada fuerza adoptivae ilusionada de cada creador interminable que enseña sus pequeñas porcionesintravenosas de uno mismo. Este primer número que no tiene más presentaciónque la que da sus páginas hundidas, de ese realismo inmerso en la adopciónalternativa que ha reunido cual espejo, ha cada persona con inquietudes, que semarchaban por las sendas perdidas de quien al final no son descubiertos por eseduende censurador de las letras y de la líneas, guardián de los castillos de naipesy señor del triste traje. Este es el escaparate que deja ver las vísceras de cadacreador porque el picudo blanco es un coleóptero curculiónido camaleónico(escarabajo gorgojo), de tamaño pequeño, entre dos y cinco milímetros, y decolor blanco nacarado que lo hace inconfundible. Su larva perfora galerías demás de un centímetro de longitud en los hojas de los libros, las revistas, losperiódicos, etc... Cuando se ven afectadas por la plaga, sufren amarilleamiento ymarchitamiento, pudiendo llegar a producirse la muerte de la palabra que hayescrita. El control de esta plaga es complicado y por el momento, a falta demétodo seguro, acaba con la eliminación de todas las hojas que lleven algo escritoy las que se sospechan que pudieran escribirse, pero también se come las líneas,las ilustraciones, los trazos...Esta plaga se extiende como consecuencia del letargo que sufren los libros de noser leídos, hay quienes piensan que la similitud que existe entre el libro de «lahistoria interminable» del escritor alemán, Michel Andreas Helmut Ende (12 deNoviembre de 1929 al 28 de Agosto de 1995) y el afable huésped, no es meracoincidencia y cada año en nuestra cultura empobrecida, los libros quedancadáveres a merced de la alimentación variada del insecto que devoraincansablemente desde poesía hasta ensayos, novela, teatro, libros infantiles...la situación es mucho más grave de lo que se creía. Aunque también se descubrióen una posterior investigación, que la vacuna contra este plaga era innecesaria,pues el picudo blanco a pesar de lo que se pueda creer no era dañino, puesrealmente este escarabajo simpático lo que intentaba hacer era introducirse en lacultura con grandes dosis de conocimientos y cómo nadie nunca le hizo caso,tuvo que convertirse en una plaga que engulliría la palabra escrita y los dibujos,así fue, como se le rescató del olvido encontrando el antídoto de la palabra escritaen voces nuevas, de los dibujos con trazos inesperados y en definitiva, el encuentroentre el creador y el que observa la creación con su breve suministro de atención.

Diseño de portada y letras: Elisabeth Castro Martínez

David Montero López

Marta Petite

Juan José Morillas Diez

Elisabeth Castro Martínez

Gustavo Faro

Eloy Bohan

Alfredo Jimenez

Fotografía Artística:

depósito legal:ISSN

Josep Manel Sánchez

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Presentación

Page 2: El Picudo Blanco 1 (Tripa).pdf

Es causa mayor que (yo) me desasista de existenciasEs causa mayor que (yo) me desasista de existenciasEs causa mayor que (yo) me desasista de existenciasEs causa mayor que (yo) me desasista de existenciasEs causa mayor que (yo) me desasista de existencias

que el ciclo desusado de la vida me derribe

de días, horarios y otras series de veranos

malhadados y entonces me rrrrredima

hasta otras luces que creía ya arrumbadas.

Así yo apuntando en lúgubres minutas

el paso de los tiempos y mentiras

y reglamentos temporales anotando…

Sí, yo, que no sé de engaños,

que se me dan mal las cuentas,

las balanzas y otras notas importantes…

Es justo y de cumplimiento obligado que yo me haga ya mayor

como todos los adultos de mis años…

y me intoxique de una vez de esto que es la vida

mísera y diaria. Alicia García NúñezAlicia García NúñezAlicia García NúñezAlicia García NúñezAlicia García Núñez

(Elche,1981) (Elche,1981) (Elche,1981) (Elche,1981) (Elche,1981)

FFFFFederico Crowederico Crowederico Crowederico Crowederico Crow(Buenos Aires, 1978)(Buenos Aires, 1978)(Buenos Aires, 1978)(Buenos Aires, 1978)(Buenos Aires, 1978)

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LA CHICA DEL CARTEL Te veo con esa sonrisa tan clara, tan profiden y pienso que todos mis sueños son quimeras.Si pudiera conocerte de manera personal, en cuerpo y alma mortal, en una fiesta, en unacelebración social, en un encuentro cultural de lo que fuera, pasarías directamente de mí.Tus ojos esgrimirían una mirada rápida para ipso facto fusilarme.Verías a un tipo normal, ni muy alto ni muy bajo, ni muy gordo o flaco, tampoco superlistoni rematadamente tonto. Moreno, de mediana estatura y ojos oscuros, nariz algo grande,labios finos y poco culo. Este último detalle lo observarías en una primera ojeada rápida yes probable que te incomodara. Un hombre a quien no se puede agarrar por detrás es unhombre poco interesante. ¡Bah!, dirías,«uno de tantos y tantos».Nada digno de reseñar en tus pupilas y yome sentiría otra vez defraudado y otrae x p e r i e n c i a desamparada. Una nuevahistoria de amor truncada desde el inicio.Por tu parte. Cuando tu mirada secruzara con la mía y abrieras levemente tusonrisa a mis expectativas, unoempezaría a construir con sigilocastillos de arena. Las cosas quepodríamos hacer juntos...los viajes, lase s c a p a d a s inesperadas, las nochesrománticas a la vera de la playa, lasconversaciones a media tarde, los besosapasionados, las caricias embriagadoras.Todo se iría a la mierda cuando te viera alfondo de la fiesta besando a otro, cogiéndotede su mano, acercándote a su cuerpo,hablándole al oído y tú riéndotecompulsiva.Tu sonrisa traicionera me habríaengañado o tal vez uno quería creer loimprobable. Que tu mirada sensual meinvitara a entrar al jardín de tu vida. Un edénvetado para un simple mortal que nuncapodrá aspirar a tus besos.Me fui y te dejé plantada en mitad de lacalle, antes que lo hicieras tú conmigo. Ahíte quedas, guapa, con tu sonrisa clara y tum i r a d a embrujada. A éste no leengañas con tus luces dentales. Hasta másver, preciosa y distante como el metal.

Francisco J.Gómez Rodríguez (Elche. 1966)

Ilustración de la Mujer David Montero López (Madrid. 1978)

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Amanecer

Lentamenteigual como se escribe un poema

surge de la nadael amanecer

se desprende del silencioy otorga luz

por todas partes aparece el verdeviático para el sol

que de la tierrano aparta otra oscuridad

salvo la noche.

DAGERAAD

Traag

zoals een gedicht zichzelf schrijft

ontstaat de dageraad

uit het niets

ontdoet zich van de stilte

en brengt licht

alom duikt op het groen

teerspijs voor de zon

die van de aarde

geen ander duister neemt

dan de nacht.

Germain Droogenbroodt (Rollegem, Bélgica)

Actualmente vive en Altea (Alicante)

OH, mar que lloras,

bésame suave mi figura

dibújame en tu piel danzante

abrázame con tus olas

rodéame de espuma blanca

ámame hasta matarme

con tu exceso de amor,

con tu fuerza de desarme,

(¿quien no quisiera morir de amor?) Ana Gómez Penalva

(26·11·06}

Cuestión de léxico

Si digo libertad me pones los grilletes.Si dices libertad oigo libre comercio.

Tu corazón sólo tiene un huecoen un punto cardinal leonardianodebajo de tu ombligo.

¿Te tomas la libertad por tu mano?

Me tomo mi libertad por mi boca.

Verónica Pedemonte (Montevideo)Actualmente vive en Cádiz

Marta Petite5

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Telepatía urbana

Ese chico de enfrente me acaba de pedir un poema, lo miré y seguí hacia delante;¿cómo podía saber que necesitaba escribir?, no lo entendía!, suspiré y me di lavuelta para hablar con él, pero mi sorpresa fue que me recitó el poema quetenía en mente:

Cerezas desplomadasTus ojos tristes

Caminan cansadosSin apenas reír

Quiero coser tu rotoY arreglar el atardecer

Grabar sin más este momentoY perderme en los consejos de los duendes

No me lo podía creer lo que estaba pasando, llegue a mi casa, me tumbé y metapé la cabeza y no supe más de aquel chico tirado en el suelo.

Álvaro Fuentes Rocamora (Elche,1981)

Sergio Martín6

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UN DÍA EN EL ASEO

La impronta de un ovoide blanco cóncavo es unexcusado que no podemos eludir, pues a diario

asistimos a su concurso placentero.En una ocasión tuve la saludable intención de pernoctar todo un día encerrado en elcuarto de baño, rodeado de azulejos color lapislázuli y mobiliario sanitario inmaculado.A tal fin, introduje abundantes provisiones de alimentos, consistentes en latas deconservas variadas, pan de molde, dos piezas de fruta, una botella de rioja, un termode café hirviendo y la cubertería necesaria para la comodidad culinaria.

El tiempo pasa en cualquier parte: En el trabajo agotador de una fábrica de buñuelosde viento, de compras con la familia por Carrefour, en tertulias con amigos pasadosde copas….¿Por qué no subsistir como una monja macho, enclaustrado en unentrañable habitáculo rectangular de seis metroscúbicos? De todas maneras, convivir con los objetosmás íntimos que puedas frecuentar a lo largo y ancho detu vida no es una locura sino una normalidad ineludible,como ineludible es cagar.

Todas las posturas que se despliegan en el servicio sonactos de soledad fisiológica y estética. De ellossobresale el de la ablución de manos, pies, rostro,nuca y pelvis. El agua apacigua el exceso de energía,produciendo la sensación de un orgasmo dosificado eninfinitos instantes; como el resto de actos menores, comoson la micción y la defecación. Añádanle ladeglución y el sistema será perfecto.Si saben observar, comprobarán que todos losprocesos biológicos se pueden consumar en este sencilloreducto imprescindible: círculo completo de vida.

Aliviar la tripa, después de haber comidosuculentamente, sobre la esmaltada taza de piedradolomítica, es un goce excesivo para los mortales, porque ningún mortal es capaz deresistir veinticuatro horas contemplando un retrete, por muy fontanero que sea. Y yopregunto: ¿Acaso defecar no es el final más placentero de todas las funcionesorgánicas?. Créanme, la deyección, tras toda una cohorte de platos de fina lozacargados bárbaramente, obtiene su plenitud en el lechoso contacto para traserossibaritas. Cuando el excremento se desprende, el individuo adquiere un rostrobeatífico, actitud de santo bien cagado; y un silencio ceremonial sólo interpeladopor el chapoteo del agua remansada al impacto de la pulida pieza. Ya dije que en elcuarto de aseo discurren los acontecimientos más importantes de nuestras vidas; yque intercalados entre los aparatos de higiene corporal se transforman en arte.

El sumidero excretor es una analogía de la muerte; todo lo que alimenta al mundohumano es engullido por él. El acto de morir es el acto de excretar. Y es que estarencerrado veinticuatro horas a cal y canto, da la escalofriante sensación de habitarun sepulcro egipcio. Te sientes un faraón en tránsito hacia el otro lado de la vida, contodas las comodidades y ofrendas alimenticias que te permitan resistir hasta queaparezca la barca que te eleve hacia ese sol de los espejos dorados y calientes. Espejospor donde ves el paso lento del engranaje del tiempo que hace girar con sus dientesminúsculos tus células; y escuchas el goteo de la cisterna cómo se transforma enhúmedas interpretaciones de Bach; y la improvisada taberna de sanitarios se convierteen una majestuosa catedral acristalada con mármol florentino…Y concluye mi encierromemorable, despertando a la cotidianeidad y al tedio de las insoportables obligacioneshorarias; a las angustias de las muchedumbres y urgencias, manicomio de las afueras.

Antonio Zapata Pérez (Elche,1952) Ilustración de Juan José

Morillas Diez (Elche, 1984)7

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TU BELLEZA CONDUCE

A Elena, mujer atemporal.

Tu belleza conduce de nuevo a tu hermosura,es seguro camino de aquél que busca y halla.Perderte y encontrarte, todo es una batallade amor y más amor, de amor y de tortura.

Vuelves en otra imagen de idéntica frescura,vuelves sin haberte ido y sin que nadie vaya;regresas de mi lado y el universo estallavulneradas sus reglas; en ti su ley no dura.

Sin forma, que es tu forma; sin nombre, que es tu nombre;quien crea en el futuro, escarbe y desescombre:de los muros del tiempo por dentro sombra creces.

Porque por vez primera de nuevo apareces,si es el hombre animal que en la piedra dos vecestropieza, a dios gracias, gracias doy por ser hombre.

Elisabeth Castro Martínez (Granada, 1982)

Una copa de fuego en tu rostro.

Qué cosa más extraña comer sentimientos,masticarlos como si fueran chiclepara luego mandarlos al pozo recónditoque formamos cada uno dentro del cuerpo,sin haber probado su sabor exacto.Qué extraño digerir tu mirada,encerrar tu voz en mi bocay desnudarla poco a pocohasta poder sentirla deshecha por la lejanía.Qué extraño encender un cigarrilloy que el humo dibuje la ciencia exactaque perfila tu figura.Qué extraño tocar ese humoy creer que eres tú enlazadade materia inerte.Qué extraño esta multitud de sensacionesagolpándose en mi garganta:El Puerto, Algarve, Madrid:uma taça de fogo e rosto.

Jesús Graván Sánchez(Puerto de Santa María (Cádiz),1983)

Miguel Pastrana de Almeida(El Puerto de Santa María, Cádiz, 1975)

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Lo más dulce y lo más amargo

Un rey ordenó cierto día a su visir: «¡Corre y consigue para mí una comida tan dulce que notenga par en la tierra ni en el mar!» El visir salió por el ancho mundo, degustó todos losalimentos y los manjares más dulces y sabrosos y, finalmente, compró una lengua muytierna. De vuelta en palacio, la cocinó con primor y la presentó al rey como el plato másdulce y exquisito. El monarca quedó satisfecho, pues, ciertamente, la lengua sabía a gloria. Después de degustar el rico plato, el rey ordenó de nuevo a su visir: «¡Sal de nuevo ytráeme algo que sea tan amargo como no haya otra cosa semejante en todo el mundo!»El visir salió y compró de nuevo una lengua, la cocinó y la presentó a su rey. El monarcaquedó sorprendido: «Me trajiste una lengua como lo más dulce del mundo. Y ahora quepido de tí lo más amargo, me vuelves a traer una lengua!» El visir le preguntó al rey: «Señor, ¿hay en el mundo algo más dulce que una lengua? ¿Yhay algo en el mundo que sea más amargo que una lengua?» Una sola palabra puede salvar una vida y protegerla, puede hacer bien a un alma y curarheridas. Y otra sola palabra basta para matar y enfermar, para destruir y sembrar amarguraen derredor. Nuestra lengua puede producir la dulzura del amor y puede provocar laamargura del odio y del rencor. Una revista como EL PICUDO BLANCO contiene muchaspalabras para el bien o para el mal, para destruir o edificar. Por mi parte, deseo utilizar lapalabra para crear y hacer bien. Un hombre sabio escribía hace dos mil años: «La lengua es un miembro pequeño, perose jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y lalengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros,y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamadapor el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres delmar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puededomar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal...Deuna misma lengua proceden bendición y maldición. Esto no debe ser así. ¿Acaso algunafuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?»

Félix González Moreno (Bollullos del Condado (Huelva), 1953) Actualmente vive en Elche (Alicante)

Hector José Savery Soto(Caracas (Venezuela),1975)

VIIIMicroclimaAhora todo me parece mucho más frío (sin ti)me muevo por inercia, sin vida.Sólo respiro humo, y me molesta.Mis pulmones también te echan de menos.Y no fumo.

XXVSoy feliz.Estoy llena, completa.Sudo,reboso por los poros;lloro,reboso por los ojos;y ahora mismo ...... también me estoy meando,reboso. Siracusa Bravo Guerrero (Sevilla, 1983)9

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recuerdo cicatricesy un olor fluorescente de cadáver

y tan solo recuerdo

he nacido del pánicodel pánico a morir indefinidodel pánico a olvidar que había muerto

he nacidoinjerto de tu vientreplantado por tus manos de teca centenariaen su cartografía sólida

he nacido de tus labiosde su magia y su acechoque despiertan durmientes

de la nube que se instala entre tus ojoscuando preparas la lluviay el olor de la tierra se extiende por tu cuerpoy tus dedos gotean

impacientesy tu risa destruye las paredes del mundoy un ritmo de mbalaj se escurre de tus piernasy te irrumpe el olvido

y el tiempo se desata yhuye

al fin y al caboque es el tiempo sino huir

y qué el amorsino abrazar la muerte.

Julio Castelló Alonso (Madrid, 1963).

Respiró

Respiró y no encontró nadamas su respiro se volvió airepara el aire que habita en su pulmones.

Respiró y no sintió descansomas su respiro se convirtióen piedra pesada para el alma.

Respiró y permaneció calladomas su respiro se sintió mudopara las nubes que emigran en las madrugadas.

Respiró, simplemente respiró,para dejar de hacerloen alguna mañana gélida de precipitada agonía.

Eva María Palenzuela Martínez (Santander, 1975)

Inma Vidal Laguía (Alicante, 1977)

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NI GORDA NI FLACA: «FEA»

Había una vez, una mujer que estaba gordita. A ellano le importaba, se encontraba bien, y era feliz.

Un día, empezaron a llegarle rumores sobre ella. La gente decía que estaba gorda:«Pobrecilla, tan joven y tan gorda, como siga así, se pondrá horrible.»Los comentarios no dejaban de llegarle. Es más, los recibió de su propia madre: «Hija,deberías ponerte a dieta, como no te controles llegará un día en que te arrepentirás.»

Empezó a coger complejo y decidió ponerse a dieta.Le resultó muy difícil acostumbrarse a comer lo que le marcaban y casi siempre estaba demal humor. No podía dejarse la dieta, porque enseguida volvía a engordar.Era tal el mal humor y la depresión en la que cayó, que los médicos le recomendaron quese hiciera una reducción de estómago.Ella, así lo hizo. Al cabo de un año, consiguió encontrarse bien. Su cuerpo se fueadaptando y adelgazó.Consiguió volver a sentirse feliz. Era fantástico, toda la ropa de antes, le estaba¡grandísima!Un día, iba por la calle, y se encontró a una antigua compañera de trabajo, que, trassaludarla muy efusivamente, le dijo: « ¡Pero chica, que delgada estás! ¿Es que estásenferma?»Para ella aquello fue como echarle un jarro de agua fría por la cabeza.

Una vez más, su madre le dijo: «¿Sabes?, me han preguntado quesi es que estás enferma, que te venmuy delgada.»

No cogió complejo, su miedoa engordar la hizo caer en unadepresión.

Un día, al volver su marido deltrabajo, la encontró muerta, sehabía suicidado.

En la mano tenía una cartaque decía: «Para vivir la vida así,prefiero morir.»A veces, no nos damos cuenta delo crueles que podemos ser connuestras pretendidas gracias. Haypersonas que son felicesdiciéndoles a los demás losdefectos que tienen. Así creen quetapan los suyos propios. Dejemosque cada uno viva su vida comoquiera.

Dejemos de desear tener un cuerpo como el de esa modelo que sale el la tele, que paraese momento la han maquillado y peinado tan perfectamente que nos provoca tanta envidia:Eso sin olvidarnos de los sacrificios que tienen que hacer para conservar su cuerpo enperfecto estado; sin arrugas y sin un gramo de más. Pero eso tampoco es nuestro problema,ella vive de su cuerpo y si es feliz así, pues mejor para ella.También había que preguntarle a esa modelo si es feliz o ya no le queda más remedio quetirar para delante. Habrá de todo, unas serán felices y otras no tanto.No pretendamos que los demás sean lo que ni nosotros llegamos a ser.Una vez leí que si no tienes nada bonito que decirle a una persona, es mejor que no ledigas nada, ni siquiera un cumplido. Carmen Reche Carrillo

(Cúllar (Granada),1957) Actualmente vive en Ibi (Alicante)

Ilustración de Antonella Rojas Auda

(Valparaiso, Chile)11

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ZONAS OSCURAS

Peregrino imprudente

que promueves el camino a través de tu mente,

huye del precipicio y la negrura,

y no te acerques a las zonas oscuras

que allí no encontrarás jamás la luz

que alumbre tu sendero.

Sólo hay oscuridad eterna

y aciagos agujeros, tan

profundos,

como un túnel sin salida.

Insectos y alimañas se

alimentan

de la ignorancia, la vanidad

y la soberbia

y engendran soledad y

desaliento.

¡Escapa peregrino!, camina

por la luz

en la grata compañía del

amor,

de la ilusión y de la sabiduría,

pues llegarás al final de tu destino

saturado de luz y de alegría.

Peregrino indolente: ¡nunca te acerques

a las zonas oscuras de tu mente!

I«La Vida es como una vieja alfombra,por mucho que la sacudas de mañana,nunca la dejarás totalmente vacía de polvo».

II «La magia de un poeta es, hacer bailar su pluma al son de la música que sale de su alma. Por eso, mi música es desgarradora. Por ello, mi pluma se desahoga bailando enloquecida a un ritmo frenético...»

IX«...La noche sabe a jazz,oscura como el alma sombríade quien sueña despierto.La noche sabe a whisky,a barras empapadasde sudores y alcohol.La soledad me reconforta:la noche siempre sabrá a jazz,a sudor y alcohol....»

Josep E. Rico Sogorb (Elche)

Conchita Rivera Toribio (Madrid, 1926)Actualmente vive en Elche (Alicante)

Gustavo Faro (Uruguay, 1959)

12

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MADRE SÓLO HAY UNA (O DOS)

Rafael era un hombre de mediana edad, de mediana estatura, de mediana cultura...pero de entera bondad. Vivía en una ciudad de la costa, en Bari, con su esposa (que,cuentan, era una mujer muy bella y moderna) y un hijo de dos años. La mujer deRafael procedía de Milán, de donde vino a Bari debido al traslado al sur de la empresaen la que trabajaba. Un día vino la abuela, la madre de Rafael, a quedarse unos días con ellos «a ayudarun poco en la casa ya que mi nuera siempre está fuera por su trabajo y mi hijo es undesastre cuidando del niño y la casa».Al principio todo fue bien pero poco después la buena señora empezó a inmiscuirseen las conversaciones del matrimonio e incluso en las cuestiones conyugales. «Ya tedecía la máma que esta milanesa no era una chica para ti y no me hiciste caso, hijomío, no sabe hacer nada en la casa y apenas ve al niño. Las chicas ejecutivas no sonmujeres ni madres, son como cerebros de hombre metidos en cuerpo de mujer, unaespecie de monstruas...» solía espetarle a su hijo al quedarse a solas con él. Un día Inés, la esposa de Rafael, le dijo a su marido que ya no aguantaba más lasituación. «Rafito mío, si no fuera por mí os moriríais de hambre tú y mi nieto ya queesa pelandrusca no sabe cocinar, a saber dónde estará a estas horas, deberías tenermás carácter y ponerte en tu lugar» fue lo que Inés escuchó en el grabador que ellaescondió en casa para espiarles. Fue la gota que colmó el vasl. «O ella o yo» le gritó entono de desafío a su confuso marido, él no supo qué decir y no dijo nada… Ella, laabuela, era el problema, seguro. ¿O tal vez no, tal vez la que sobraba allí era ella? Díasdespués Inés abandonó la casa para no volver « Te podías acostar con ella, ya sólo tefalta eso, ¡pedazo de Edipo!, inmaduro! Te puedes quedar también con tu hijo» leescupió a la cara al marcharse. Eso ocurrió, según me contaron, un día de otoño dehace 20 años en el que Rafael y su pequeño habían perdido en un momento, sin hacernada (o tal vez por eso, por no hacer nada para remediarlo) a una eficiente ejecutivaque les atiborraba de comida basura a los dos y les regateaba mimos ( viajaba muchoy llegaba siempre tarde a casa y muy cansada para artes amatorias con ellos) y, encambio, sus estómagos y su hogar habían ganado una mamá como las de antes (erade las de antes) que no sabía el significado de la palabra «Edipo» ni falta que le hacíapero que, en cambio, era una experta en la buena gastronomía «de la abuela» y enmimos para con ellos, hombres (padre e hijo) «destetados» precozmente y obligadosa dejar de ser niños en un mundo moderno en el que nadie los había adiestrado paradar el salto al exterior y fueron expulsados sin su permiso de un paraíso llamadouniverso materno. También me contaron que el niño crecía a la vez que su mamá-abuela envejecía.Creció y , según cuenta mi padre, (Rafael Vittorini,) crecí hasta hacerme mayor y ...despedirme de ella, de esa buena vieja madre.A veces voy al cementerio a llevarle un ramo de magnolias blancas a Victoria Tamaro,mi «mamá vieja», la que tan dulcemente me malcrió dándome todo lo que una mamámoderna y culta no hubiera permitido nunca. A Inés , mi otra madre, la que dicen queme parió con «epidural» y me daba biberones para que no se le estropearan las pechos,la que dicen que se emborrachó de triunfo profesional; no sé si hoy debería perdonarlao pedirle yo perdón a ella por haber entrado en su vida. ¿Existió Inés? ¿Existe? Mi padreme contó que murió en un accidente de avión al poco de abandonarnos y no quedó deella ni rastro. Algunas veces pienso en la probabilidad de que papá me mintiera y queella vive todavía, ¿en este caso debería odiarla? La verdad es que no lo tengo del todoclaro. Lo cierto es que yo no la recuerdo, no tengo en mi mente la imagen de una madrejoven como la de todos. Tengo memorizados en mi piel los besos recibidos asociados auna arrugada cara encantadora y tierna pero nunca joven y guapa. No sabría definir conexactitud las emociones extrañas y contradictorias que este hecho ocurrido en miinfancia me produce ahora, sobre todo a la hora de ligar con las chicas. A veces no lo

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Y ahora, yo contesto

al huracán de imágenes que ha pasado ante mí,

mi brío me abandona

para volver con ímpetu más tarde

cuando los detectives y las putas

follan en los asientos traseros de los coches,

en las habitaciones oscuras de los burdeles

o bajo los tenderetes donde toca la orquesta,

y el protagonista con gafas de nómada,

cruza desiertos y ciudades

buscando su nombre.

Pasaba su experiencia vital

en una partida de poker a tres bandas

con la miseria y la muerte

ganando en el último momento

gracias al comodín de la literatura

de vuelta al mundo bajo tierra

sigue pegado el día a su ataúd

día que trae letras y esperanza,

día eterno de paz ya lejos de este infierno

mil hojas nos lo traen por saber cuántos años

las portadas se lucen en los escaparates

gritan un sólo nombre: Roberto Bolaño.

Eloy Bohan (Lugo, 1957)

quiero reconocer, o no soy consciente plenamentede ello pero el caso es que no me atraen las chicasmás bellas, modernas y cultas (las más «cotizadas»por todos), es complicado de explicar pero es una sensación en la que, como si un sextosentido me previera de que a esas chicas nunca podré besarle los pechos y que no meacariciarán con verdadera ternura. Ya se que eso es una estupidez que a nadie contaríapero algo así a veces siento. A pesar de la educación recibida hoy no me considero unretrógrado e intelectualmente entiendo y apruebo que las mujeres modernas de estesiglo XXI hayan avanzado y sean tan distintas de sus bisabuelas.Ahora papá es víctima del alzheimer, ha olvidado casi todo. Pero el día en que yo leenseño el ramo de magnolias para el cementerio, entonces sonríe y me dice, con losojos humedecidos, «son para ti, mamá, tú si que me quisiste» y las enfermeras, esasotras «mamás santas» que lo cuidan, lo ven emocionarse y le acarician el rostro, entoncesparece sentirse bien, casi como en la seguridad del útero materno que todos hemosperdido por crecer, por la dichosa manía de crecer.

Pedro Vicente Agulló (Elche, 1956)

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Silva nº19

La bota ajada dentro del caminoy de la anciana recogiendo floresde color limón sobre su regazo.La imagen de la lluviaen la boca de cada esquina, mansocaminar, manso andar.Y es verdad que el sueño advierte llanto,y es verdad que el llanto posterga al sueño;verdad…dice el poeta;que la tierra húmeda sabe a tu cuerpo,que las manos vírgenes tiemblan fríodueñas de toda ausencia,que el silencio se rompepor los tejados y por tu recuerdo,que la soledad tardeavisa y pronto olvida.…verdad…dice el poeta;que la hiedra verde se enreda en tus ojos,que los altos cipreses siempre envidianel calor de tu sombra,que el bullicio se rompepor la boca saciada de tu sangre,que la tempestad fuertecomienza y suave termina.…verdad…dice el poeta;que verdad son tus labios,que verdad son tus besos,que verdad el alma mía despiertatoda noche tu pelo acariciando,que verdad el obscuro amanecerhablando con la lunapasa por no morir la dulce muerte.…verdad…dice el poeta;que verdad son tus labios,que verdad son tus besos,que verdad son mis versosen la página más negra del alba.

Manuel Valero Gómez (Alicante, 1986)

Antonia XXI

NeonesUna a unase encienden las luces en las callesel invierno tibio de cama compartida perdió dos cerocontra el temporal que diluyó el café humeante.

Es la hora de la siniestra partida despeinadacuando los peones juegan a rey.

Flotamos sobre rieles magnéticoscon el as de corazones clavado en el tablero.

Es una larga noche en Antonia XXIdesde que comenzamos a respirar licoresdesde que perdimos la inocenciajugando a escondernos en el subterráneodesde que cayó en nuestras manos el espermiciday arrojamos nuestra suerte como un puñal de dados.

(Las ventosas en Antoniaacostumbran chupar la sangre cuando se pierde).

Son la 5:30 AMy es cada vez más insoportable clonar dinosaurios.

Se termina el juegose quema el dioxirraptor.

Hemos perdido el trabajo de treinta minutos en un segundose nos fue la vida en el juego de ilusionesnos tocó la muerteescapó el tiempo en arrebatos de cartas.

Salvador Ernesto Troncoso Curivil (Santiago de Chile, 1975)

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Sabes que acabaré pidiendo perdón

por todas mis putas verdades, que sólo fueron mías,

dentro de veinte, o quizás treinta años,

dependiendo tanto de ti, como del prozac

o como del pañal de una gran absorción.

Te consideraré como a una diosa

que danza en el humo de su cigarro,

porque seguirás felizmente enganchada a él,

y como a una diosa, como no puede ser menos,

te pediré el último coito

para que te rías en mi cara, y dances, la danza

de los siete cuernos con los dedos doblados

en un signo inequívoco de amor.

Pues donde hubo amor

siempre queda un gesto, por muy cabrón que sea,

que te invita a vivir. A morir con dignidad

sobre la arena de reloj que está cayendo.

Sabes que acabaré poco antes de la parca

arrodillado ante ti, sin criterio previo, de

una primavera recién estrenada, recitando a Neruda

como ese animal agotado que te mira con sus ojos

que perdieron su luz, sumiso en el mármol. Muerto

por la propia inhalación de un beso sin oxígeno

de costumbre.

Pues donde

hubo amor

siempre

queda el

azar, tan

canalla,

que te invita

a vivir...

Pedro J. Serrano (Pinoso, 1963)

Actualmente vive en Elche (Alicante)

Ilustración de Alfredo Jimenez 16

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EN EL OMBLIGO DE...

En el ombligo versan, las palomas de viento

cerillas blancas, sobre la bóveda celeste,

y vuelan, en los comienzos; leídas en las exfoliadas

porque a través del ombligo, atisba la otoñada.

Espigan las rimas desde las fachadas

por las calles acolchadas que protegen los hierros

desnutridos desagües de palabras

destellos huecos en el bandullo del espejo,

solamente en el ombligo se dibuja la nada

y de él, la tinta que muestra estos versos

aquellos, que salen sin centelleos de la caverna,mueca del guiño etéreo que del plectro llena de besos.

José Manuel Sanrodri Limorte-Córcoles (Alicante, 1975)

Actualmente vive en Elche (Alicante)

FFFFFederico Crowederico Crowederico Crowederico Crowederico Crow(Buenos Aires, 1978)(Buenos Aires, 1978)(Buenos Aires, 1978)(Buenos Aires, 1978)(Buenos Aires, 1978)17

Marta Petite