EL_HALCON_MAS_RARO

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AECCA /ANUARIO 2010 96EL HALCN MS RARO DEL MUNDO:LA FORMA PLIDA DEL HALCN PEREGRINOAUSTRAL1David H. Ellis, Miguel D. Saggese, R. Wayne Nelson, Isabel C. Caballero,Ana Trejo, Agustin I. QuagliaDavid H. Ellis: Sus primeros encuentros con aves rapaces y experiencias en la caza con halcones comenzaron a la temprana edad de 10 aos. Estas experien-cias fueron determinantes a la hora de defnir su vocacin y carrera profesional, llevndolo a estudiar aves de presa en diversos pases. Sus investigaciones in-cluyen estudios a largo plazo sobre el comportamiento de guilas reales Aquila chrysaetos, la ecologa reproductiva del halcn peregrino en Arizona, y la ecologa de halcones sacre Falco cherrug y guilas reales en Mongolia. Miguel D. Saggese: Docente e investigador en el College of Veterinary Medicine, Western University of Health Sciences, Pomona, California. Mdico veterinario, 97microbilogo y ornitlogo especializado en aves rapaces, su principal inters esta focalizado en comprender el impacto que las enfermedades infecciosas y parasitarias, pesticidas y metales pesados ejercen sobre la dinmica poblacional de las aves de presa, entre ellas la amenazada guila coronada Harpyhaliaetus coronatus y el halcn peregrino austral Falco peregrinus cassini. R. Wayne Nelson: Nacido y criado en una pequea granja de Canad, Wayne se inicio en la prctica de la cetrera a los 13 aos, al mismo tiempo que vea crecer su pasin e inters por la observacin de las aves y la naturaleza. Despus de realizar estudios de postgrado sobre los halcones peregrinos de las islas Haida Gwaii (Queen Charlotte Islands, British Columbia, Canad) contino estudiando y anillando pollos de halcones peregrinos durante los siguientes 40 aos. Tambin ha estudiado la ecologa reproductiva de los auras cabeza roja Cathartes aura en las praderas de Alberta. Isabel C. Caballero: Est fnalizando sus estudios de doctorado que cubren temas desde reconstruccin de relaciones de parentesco usando algoritmos com-putacionales, hasta flogeografa en halcones peregrinos. Est interesada en ge-ntica evolutiva en aves rapaces y en el desarrollo de mtodos computacionales focalizados en gentica poblacional.Ana Trejo: Es profesora de ornitologa en la Universidad Nacional del Comahue, Argentina y tiene un especial inters sobre las especies de rapaces que habitan la Patagonia.Sus investigaciones permitieron conocer los principales aspectos de la biologa reproductiva y comportamiento del Aguilucho andino Buteo albigula, la distribucin de la lechuza concn o bataraza Strix rufpes y la dieta de numerosas especies de rapaces.Agustin I. Quaglia: Estudiante avanzado de medicina veterinaria en la Univer-sidad de Buenos Aires. Su acercamiento a las aves rapaces se produjo de peque-o y acompaado de los documentales de Flix Rodrguez de la Fuente. Como estudiante de veterinaria participen numerosos proyectos de rehabilitacin de rapaces y enestudios de campo sobre guilas Arpa Harpia harpija, guila coronada y tambin sobre rapaces urbanas,integrando los enfoques biolgico y mdico con la conservacin.En la imagen: Grupo de trabajo en el campo, temporada 2009 (de izquierda a derecha): R. Wayne Nelson, Isabel C. Caballero, David H. Ellis y Miguel D. Saggese.1 Nota del editor: Los autores insistenen utilizar el trmino Austral (sureo) dado que en la Patagonia continental, Tierra del Fuego e islas cercanas, estos halcones peregrinos representan la poblacin reproductora ms austral de esta especie con distribucin global. Es sabido que los halcones peregrinos que habitan Sudamrica no se encuentran nicamente en las zonas australes del continente; de hecho, tambin se los encuentra en latitudes tropicales, incluso al norte de la lnea del Ecuador. As, la denominacin Austral sera aplicable si, de acuerdo a la interpretacin del primer autor (Ellis), los halcones peregrinos de la Patagonia (incluyendo las poblaciones fueguinas) constituyen unasubespecie diferente, separada de la que habita latitudes norteas e Islas Malvinas.EL HALCN MS RARO DEL MUNDO: LA FORMA PLIDA DELAECCA /ANUARIO 2010 98English Abstract: Three decades ago there was a surge in efforts to determine the taxonomic affnities of the Pallid Falcon (then also known as Tierra del Fuego Falcon, Kleinschmidts Fal-con, and (Falco kreyenborgi). At that time, only a handful of specimens were known to science. In 1979, the bird was frst photographed in the wild.In 1980, a recently fedged Pallid Falcon was found in a brood of Peregrine Falcons (F. peregrinus cassini) and a mixed pallid-normal pair (albeit without offspring) was found. Finally, in 1981, several eyries were found in southern Argentina and Chile with various combinations of pallid and normal adults and young.Pheno-type frequencies of offspring and parents led to theconclusionthatPallidFalconsarehomo-zygous recessive expressions of a single pair of genes (or gene cluster).With that discovery, Pallid Falcon research nearly ceased for almost three decades.Only recently have Pallid Fal-con studies (outlined in this paper) begun anew. From our 2009 survey in Argentinean Patago-nia, we present eyrie occupancy rates after a 29 year hiatus.We illustrate the hyper-variability of plumage in Peregrines from Patagonia and discuss food preferences and reproductive ra-tes.We discuss the need for molecular genetics research to identify rare alleles and differentiate races across South America.We also present plans to determine exposure levels to selected avianpathogensandparasitesandenviron-mental contaminants. Finally, we discuss con-servation options to promote survival, especially of the rare pallid morph.LA HISTORIA DEL HALCN PEREGRINO P-LIDO El halcn peregrino austral Falco peregrinus cassini, es una de las subespecies menos co-nocida de esta cosmopolita especie de halcn. Esta subespecie austral podra estar amena-zada como resultado del comercio y trfco ile-gal de la que es objeto, si bien se carece de informacin precisa y exacta cuantifcacin de este problema. En esta subespecie se pueden hallar individuos de coloracin plida (tambin denominada clara o blanca, forma nica de la Patagonia), la cual parece ser particularmente vulnerable como resultado de este trfco. Acontinuacinpresentamosunaresea de las investigaciones que estamosllevando acabosobreestaespecieenlaPatagonia argentina. Estos estudios incluyen no slo la Fig 1.Plidocolectadoen 1961 porCarlosKovacs en laPatagonianorte.Algunasplumasadultas sonvisiblessobre larabadilla.Foto:DavidH. Ellis.99investigacin de sus aspectos demogrfcos y genticos, sino tambin la investigacin de su exposicin a enfermedades infecciosas, para-sitarias y contaminantes ambientales con el fn dedeterminarsuestadosanitario.Enltima instancia, nuestros estudios buscan identifcar posibles problemas de conservacin que pue-dan estar impactando negativamente sobre las poblaciones de esta especie en laPatagonia argentina y en particular, sobre la forma plida. Los halcones peregrinos plidos, presentes en ArgentinayChile,sonconocidosparala ciencia solamente desde los ltimos 85 aos. Hasta 1980, su exacta relacin con los halco-nes peregrinos australesera desconocida. A continuacin resumimos la serie de descubri-mientos que permiti resolver el enigma gene-rado por esta forma plida de halcn peregrino.En 1925, cazadores de nutrias capturaron porcasualidadunavedesconocidaparala ciencia. Se trataba de un halcn plido, pero la localidad exacta de captura nunca pudo ser identifcada con precisin. Esta ave, an viva, fue vendida en Punta Arenas, Chile, terminan-do ms tarde en el zoolgico de la ciudad de Mnster, Alemania. Algunos aos despus, dos volantones plidos fueron capturados en el mis-mo sitio de nidifcacin, siendo ambos ejempla-res una vez ms vendidos en Punta Arenas y despus enviadosde nuevo al zoolgico de la ciudad de Mnster. All, el Dr. Kreyenborg, cetrero de nacionalidad alemana, fue el que le informalornitlogoOttoKleinschmidtdela presencia en el zoolgico de estas interesan-tes aves cautivas. En el ao 1929, Kleinschmidt describi a esta ave de coloracin plida como una nueva especie, Falco kreyenborgi, denomi-nada as en honor a su amigo. Eventualmente, una de las tres ave plidas se apare con un peregrino austral de pigmentacin normal tam-bin presente en este zoolgico (Kleinschmidt, 1937). Al morir, los halcones plidos fueron de-positados en dos museos alemanes. Esta serie de eventos fueron previamente resumidos por Bud Anderson (Anderson y Ellis 1981).Desdeelcomienzo,eldescubrimiento de estas aves caus bastante confusin, du-dndosedesuprocedencia,dadoqueestos ejemplares se asemejaban ms a los halcones de los desiertos de frica y Oriente Medio (se parecenbastantealoshalconeslanarios[F. biarmicus] y tambin se asemejan un poco a los halcones peregrinos de nuca roja [F. p. bab-ylonicus] y al halcn sacre[F. cherrug]), que a otros especmenes conocidos de halcn pere-grino austral. Esta confusin fue aclarada en 1940 cuando el ornitlogo Claes Olrog (1948) coleccion un cuarto espcimen en Tierra del Fuego, Argentina. De ah en adelante, se acu-mularon numerosos registros visuales de este halcn. Un quinto espcimen fue coleccionado porlafamiliaKovacsen1961enPatagonia norte, Argentina (Fig. 1) (Kovacs 1962-1963), quienes tambin reportaron posteriormente la observacin de una pareja de halcones plidos con un volantn bien emplumado, tambin en Patagonia norte, en enero de 1977 (Kovacs et al. 2005).Durante todo este tiempo, los halcones p-lidos recibieron numerosos nombres comunes EL HALCN MS RARO DEL MUNDO: LA FORMA PLIDA DELFig 2.Juvenilplido aldejar elnido porprimeravez,provenientede unanidada conotros 3pollos decoloracinnormal.Diciembre1980,Patagonia.Foto:David H.EllisAECCA /ANUARIO 2010 100y cientfcos (halcn de Kleinschmidt, halcn de Tierra del Fuego, F. peregrinus kreyenborgi, F. kreyenborgi). A pesar que el halcn plido fue considerado simptrico con el halcn peregrino austral, la denominacin F. p. kreyenborgi pare-ca ser injustifcada. El nombre halcn de Tierra del Fuego tambin era completamente inapro-piado, dado que numerosos ejemplares haban sido observados o colectados en numerosos si-tios de la Patagonia, no solo en la Isla Grande de Tierra del Fuego. La colecta de un quinto espcimen y algunas observaciones visuales fueron realizadasa ms de 1000 kilmetros al norte del estrecho de Magallanes. Finalmente, dos reconocidos taxonomistas examinaron la evidencia disponible y fnalmente concluyeron que los halcones plidos, si bien extremada-mente diferentes en coloracin, eran similares en sus proporciones a los halcones peregrinos australes (Stresseman y Amadon 1963).En los aos siguientes se llevaron a cabo un gran nmero de expediciones con el fn de resolverelmisteriodeloshalconesplidos. Algunas fracasaron incluso en observar ejem-plares de esta coloracin. Sin embargo, hace 30 aos, tres expediciones llevadas a cabo en formasimultnealograronsucometido.Fue en1979, cuando la primera imagen de uno de estos halcones plidos en libertad fue tomada porprimeravezenlaIslaGrandedeTierra del Fuego (Ellis y Glinski 1980).En 1980, una expedicin compuesta por 3 personas (Ellis et al. 1981) encontr un pareja mixta (un halcn plido macho junto a una hembra de peregrino australconsuclsicacoloracin)habitando un barranco de la Patagonia central. En esta oportunidad no se observaron huevos ni pollos, pero la presencia de esta pareja sugera una vez ms que el halcn plido y el halcn pere-grino eran conspecfcos. Otra importante evi-dencia, si bien no concluyente, fue el hallazgo por parte del mismo grupo de investigadores, de un volantn de halcn plido (Fig. 2) en una nidada con otros tres pollos de peregrino austral de morfo normal y atendido por una pareja de peregrinos tambin de coloracin normal en la Patagonia sur. Debido a la posibilidad de que esta ave plida se hubiera unido a esta familia de coloracin normal, los autores, al reportar estas observaciones, titularon la publicacin: Falco kreyemborgi: more pieces for the puzzle.Fig 3.Nidadamixta depollosplidos ynormales,atendida porpadres decoloracinnormal. Estanidadaaport lasolucindefnitiva almisterio.Foto:DavidH. Ellis.101Entusiasmados con la idea de que una nue-vaexpedicinpodraaportarfnalmenteuna solucin defnitiva a este rompecabezas, tres grupos independientes se abocaron a estudiar esta especie en 1981. Numerosas observacio-nesfueronhechaseneseao,establecin-dose una relacin entre los halcones plidos y peregrinos. El 17 de Noviembre de 1981, la observacin crucial fue fnalmente hecha. Un nidofueencontradoenlazonacentraldela Patagonia norte (Fig. 3) donde dos peregrinos normales atendan una nidada mixta, incluyen-do dos pollos normales y dos plidos (Ellis y Peres 1983). Como a veces ocurre al perseguir-se un objetivo esquivo con inusitada energa, ocurri un pequeo milagro que acompa el descubrimiento; el cartel apostado en el camino justo al pie del sitio de nidifcacin deca (Fig. 4) Fin Camino Sinuoso.El fnal de una bs-queda extremadamente difcil es muchas veces denominado Fin de un camino largo y sinuoso. Nada ms apropiado en este caso. De hecho, las tres expediciones realizadas ese ao, inclu-yendo una liderada por Martin y Cesar Peres Garat y otra liderada por John Mc Nutt (1984), obtuvieron slida evidencia no solo de que el halcn plido era simplemente una forma de co-loracin del halcn peregrino austral, sino que adems, la aves plidas eran genticamente homozigotas recesivas, y que la forma plida eracontroladaporunsimpleparogrupode genes que se manifestan y comportan como si fueran heredados en una unidad nica (McNutt 1984). Aparentemente, el gen que codifca para este fenotipo plido podra ser inestable, como lo evidencia la observacin de aves con plumaje intermedio, es decir, no completamente plidos. En particular, algunos ejemplares jvenes (Ellis et al. 1981, Ellis y Peres 1983, McNutt 1984) pueden presentar un importante barreado ven-tral, en comparacin con aquellos claramente plidosyconotrosquetambinpresentan reasconmayorpigmentacin. Adems,un ejemplar plido tena algunas plumas completa-mente oscuras en los fancos, similares a lo que se observa en juveniles de coloracin normal. Un ejemplar macho adulto observado en dos aos consecutivos (1980 y 1981) exhiba una cua de 20 plumas oscuras en el lado derecho del pecho, exactamente igual al color de los pe-regrinos de fenotipo oscuro. Todo esto parece sugerir que durante la embriognesis los genes plidos sufren mutacin somtica y retorno a la coloracin normal. Si bien no pudimos observar plumas plidas en peregrinos de morfo oscuro, estas observaciones sugieren que el gen o los genes que codifcan para la coloracin oscura serian la forma ms estable. Una vez resuelto el misterio de los peregri-nos plidos en 1981, los estudios posteriores sobre estas aves fueron limitados. Cesar y Mar-tin Peres Garat continuaron los monitoreos en la Patagonia argentina al mismo tiempo que co-menzaron la cra en cautiverio a partir de aves coleccionadas en 1981 (Peres y Peres, 1985, Peres 1986).Desde entonces, no han sido pu-blicados nuevos trabajos cientfcos al respecto ni reportes de investigaciones de campohasta que en el ao 2009, Andreani y nuestro equipo retomaron los estudios sobre esta especie en el campo. EL HALCN MS RARO DEL MUNDO: LA FORMA PLIDA DELFig 4. Elnido de lafgura 3 esvisto aqusobre unaseal quedice: FinCaminoSinuoso.Foto:JamesK. Fackler.AECCA /ANUARIO 2010 102A continuacin resumimos el conocimiento actual sobre los formas y coloracin de la es-pecie, al mismo tiempo que describimos bre-vementelosestudiosqueestamosllevando actualmenteacabosobreladieta,gentica, demografa, estado de conservacin y conoci-miento biomdico de la especie en Argentina.VARIACIONES DE COLOR EN LOS HALCO-NES PEREGRINOS AUSTRALESLos halcones peregrinos australes de colo-racin normal en la Patagonia son extremada-mente variables (Ellis 1985). Algunas aves es-tn ricamente pigmentadas ventralmente (Figs. 5, 6 y 7), al igual que se observa en muchas subespeciesdeestaespecie.Sinembargo, algunas aves en la Patagonia presentan ven-tralmente una coloracin ms clara (Figs. 8 y 9) e incluso ciertos ejemplares son de plumaje blanco en el pecho(Fig. 10). Otras variaciones observadas en los peregrinos australes norma-les son la presencia de lnea o bigote malar (Fig. 10) ymanchas blancas (ocelli) en la nuca u occipucio. Las aves ms oscuras parecen ser ms comunes en el norte y noroeste de la Pata-gonia (son frecuentemente vistas en los Andes), los ejemplares de coloracin normal ms claros (Fig. 10) han sido observados en reas estepa-rias del norte de Chubut.Considerando estas variaciones extremas en aves de morfo normal en la Patagonia, re-sultasorprendenteelhechoqueenlaforma plida, tanto los ejemplares jvenes como los adultos muy raramente presenten variaciones de coloracin. Por ejemplo, cuatro halcones con plumaje de pollospueden observarse y com-pararse en las fguras 1, 2, 3 y 11. Halcones adultos de la forma plida pueden observarse en las fguras 13 y 14. En forma consistente, si biensutil,seobservanciertastendenciasen pigmentacin. En primer lugar, la coloracin p-lida de garras y pico son menos evidentes en los adultos que en los pollos (Figs. 1, 2, 3 y 11). En segundo lugar, las hembras adultas suelen tener una ligera coloracin ocre o beige en la coronaycara(Fig.12).Enlosmachos(Fig. 13)estonofueobservado.Sinembargo,el examen cercano de algunas remeras mudadas provenientes de ejemplares plidos (pertene-cientes a ambos sexos) revela esta coloracin en los vexilos internos de algunas de ellas.GENTICA DE POBLACIONES EN EL HALCN PEREGRINONuestro equipo tambin se encuentra estu-diando el papel que juegan la dispersin y mi-gracin en la estructura gentica evolutiva de los halcones peregrinos, una especie con una capacidad alta de dispersin y amplia distribu-cin mundial. Especfcamente, examinaremos lasrelacionesevolutivasentrepoblaciones migratorias y residentes y, usando esos datos como base, examinaremos qu papel juegan la dispersin y la migracin en la distribucin geo-grfca actual. Esto requiere colectar muestras genticas para cuantifcar la diversidad gentica en halcones peregrinos sudamericanos, inclu-yendo el halcn plido y caracterizar totalmente sus poblaciones usando marcadores molecula-res. Adicionalmente, estamos planeando usar esos datos para detectar diferencias genticas Fig 5. Unmacho dehalcnperegrinoextremadamenteoscuro,rescatadode pollo porleadoresen la basede losAndes,Noroestede laPatagonia,1980.Foto:DavidH. Ellis.103con respecto a dos subespecies que habitan Norteamrica (F. p. tundrius y F. p. anatum) al mismo tiempo que mediremos el fujo gentico entre poblaciones norteamericanas y sudame-ricanas.Las poblaciones de halcones peregrinos en el hemisferio norte han sido ampliamente estu-diadas en el aspecto ecolgico y hasta cierto puntogentico,especfcamente,enNortea-mrica (Brown et al. 2007) y Europa (Nesje et al. 2000; Jacobsen et al. 2008). Por otro lado, losperegrinosoriundosdeSudamricahan sido investigados ecolgicamente (Ellis et al. 1981; McNutt 1981; McNutt 1984; Vasina and Straneck 1984; Ellis 1985; Schoonmaker et al. 1985; Ellis et al 2002; Kry 2002 and 2007) pero no genticamente. Contando con muestras de variaspoblaciones(verFig.15),incluyendo aquellas colectadas por nosotros, estamos tes-tando diferentes hiptesis de expansin pobla-cional en el hemisferio occidental usando dos genes mitocondriales y marcadores nucleares. Estos deberan revelar procesos demogrfcos recientes e histricos que han contribuido en la distribucin de esta especie. El cido desoxi-rribonucleico (ADN) mitocondrial puede ser til para discernir relaciones genealgicas histri-cas entre poblaciones (Avise 2000; Zink y Ba-rrowclough 2008)mientras que los marcadores nucleares son tiles para investigar procesos demogrfcos recientes asociados con cambios en la estructura poblacional de la especie de inters (Ashley and Dow 1994; Jarne y Lagoda 1996). Un benefcio adicional de los estudios ge-nticos realizados previamente, es que ahora existenveintemarcadoresmolecularesque tambin pueden ser usados para identifcar el origendeindividuos,estatcnicaseconoce comogenticaforense.Lacuantifcacinde la diversidad gentica en el halcn plido es asimismo una herramienta importante que te-nemos para determinar la salud de las pobla-ciones silvestres.ESTADO SANITARIO Y SALUD DE LOS HAL-CONES PEREGRINOS AUSTRALESLas aves rapaces son susceptibles a estar expuestas a un amplio nmero de agentes infec-ciosos y parasitarios, tanto en cautiverio como envidalibre(Cooper2002). As,muchosde estospatgenos y las enfermedades por ellos causadas, han sido consideras en el pasado EL HALCN MS RARO DEL MUNDO: LA FORMA PLIDA DELFig 6.Ejemplaradulto, muyoscuro, dehalcnperegrinoaustralcerca de suterritoriodenidifcacinenPatagoniacentral,Noviembre2009.Foto:DavidH. Ellis.AECCA /ANUARIO 2010 104como factores contribuyentes en la reduccin del xito reproductivo y declinacin de ciertas poblaciones de aves de presa. Estas enferme-dades tambin pueden afectar el bienestar de aves rapaces cautivas utilizadas en programas deconservacinexsitu(Friendetal.2001; Cooper 2002; Oaks et al. 2005). Sin embargo, la prevalencia de agentes bacterianos, fngicos, virales y parasitarios causantes de enfermeda-des en rapaces silvestres, ha sido escasamente investigado en Argentina (Saggese 2007), y en el caso de los halcones peregrinos australes se carece por completo de informacin sobre la posible exposicin a estos patgenos en di-chas poblaciones. La lista de patgenos a los que estas aves son susceptibles es extensa, e incluye: (1) bacterias tales como Chlamydo-phila psittaci, Salmonella spp., Campylobacter spp., Mycoplasma spp., Mycobacterium spp., y Pasteurella multocida, (2) virus (Paramyxovirus, Adenovirus, Herpesvirus, Poxvirus, Infuenza vi-rus, y Arboviruses [como el virus del Oeste del Nilo]), (3) hongos (por ejemplo Aspergillus spp., causante de aspergilosis), (4) protozoarios (Tri-chomonas spp. y Plasmodium spp.), (5) ectopa-rsitos, y (6) endoparsitos gastrointestinales y respiratorios.Tampocohansidoreportadosparalos halcones peregrinos australes los valores de referencia para bioqumica y hematologa san-gunea.Estoscontribuyenaldiagnsticode numerosasenfermedadesyeldesuspobla-ciones. Al mismo tiempo, permiten establecer unpronsticoenavescautivasenfermasy evaluar la respuesta a un tratamiento instaura-do, ayudan a determinar su estado nutricional, y posibilitan el evaluar disrupcin endcrina e incluso determinar el estado inmunitario de los individuos investigados. Numerosospesticidas(organofosforados, organoclorados,estricnina,carbamatosypi-retrinas,entreotros)sonbienconocidospor afectar la reproduccin en las aves de presa y causar episodios de mortalidad e incluso ser responsables por la declinacin de ciertas po-blaciones. En el pasado, ciertas poblaciones de rapaces incluyendo al halcn peregrino sufrie-ron severas reducciones por el uso de DDT y otros organoclorados (Cooper 2002), habiendo sido tambin reportada la exposicin a orga-nocloradosenloshalconesperegrinosaus-trales (Ellis 1985). En la Patagonia argentina, loshalconesperegrinospodransertambin susceptibles al uso de organofosforados y es-tricnina utilizados para combatir zorros, pumas y otros carnvoros acusados por los ganaderos de depredar el ganado ovino y bovino. Ms aun, el uso de municin de plomo para la caza de-portiva, subsistencia y control de carnvoros en esta zona, genera inquietud sobre el potencial efecto de este metal en estas aves. As, nues-tros objetivos incluyen (1) establecer valores de referencia basales de hematologa, bioqumica clnica y colinesterasa plasmtica, (2) investigar la prevalencia de exposicin a agentes infeccio-sos y parasitarios seleccionados, (3) evaluar el papel que estos patgenos pueden tener sobre las poblaciones de peregrinos y (4) investigar la exposicin al plomo y otros contaminantes ambientales. Fig 7.Halcnperegrinoaustral demorfonormal ymoderadamenteoscuro.Foto:DavidH. Ellis.105Desdeelao2009iniciamoslatomade muestras biomdicas en pollos mayores a las tres semanas de vida y en volantones. Todas las aves examinadas son sometidas a un exa-menfsicocompleto,determinacindelpeso corporal y morfometra. Una muestra de sangre equivalente a no ms del 1% del peso corporal del ave es colectada de las venas baslica y/o yugularconjeringas,yempleandoheparina comoanticoagulanteparahematologa,bio-qumica sangunea, determinacin de la activi-dad de la colinestarasa plasmtica y serologa. Hisopados cloacales, conjuntivales, farngeos y esofgicos son examinados, cultivados e in-vestigados por tcnicas moleculares para de-tectar la presencia de patgenos bacterianos comoSalmonellaspp.y/oparsitarioscomo Tricomonasspp.,entreotros,enestasaves. Una vez completados estos anlisis, espera-mos que los resultados obtenidos, sumados a la informacin biolgica y gentica obtenida, nos permitan evaluar el potencial impacto que las enfermedades infecciosas y parasitarias y los contaminantes ambientales puedan tener sobre los peregrinos australes en la Patagonia. OCUPACIN DE LOS SITIOS DE NIDIFICA-CIN Y PRODUCTIVIDADEn el ao 2009, revisamos 20 territorios don-de ejemplares adultos de este halcn haban sido previamente encontrados en los aos 1980 y/o 1981, con el fn dedeterminar si despus de 30 aos stos continuaban siendo ocupa-dosporhalconesperegrinos(Fig.16).Dado que los pollos dejan el nido aproximadamente a las seis semanas de edad, como tambin al hecho de que los territorios monitoreados es-tnubicadosaconsiderablesdistanciasuno de otros (por ejemplo, hay aproximadamente 1.300 kilmetros de separacin entre los terri-torios ms extremos conocidos por nosotros), la oportunidad de investigar todas estas reas po-tenciales con sufciente tiempo en la Patagonia es logsticamente bastante limitada. Por ello, en el 2009 preferimos centrar nuestros esfuer-zos en evaluar cuidadosamente 17 de estos 20 territorios donde ejemplares adultos ya haban sido vistos previamente, y en donde los barran-cosestabanbiendelimitadospermitiendosu completa investigacin, y donde la ocupacin de los mismos por halcones peregrinos poda EL HALCN MS RARO DEL MUNDO: LA FORMA PLIDA DELFig 8.Halcnperegrinoaustral demorfonormal ymoderadamenteoscurodefendiendosuterritorioen laPatagoniasur.Foto:R. WayneNelson.AECCA /ANUARIO 2010 106ser determinada con seguridad. En 11 de estos 17territorioshabamosconfrmadoactividad reproductiva(huevosy/opollos). As,encon-tramos parejas ocupando ocho (72%) de estos territorios, pudiendo evaluar productividad en 7 de ellos. Cuatro parejas (57%) estaban crian-dopollos. Adems,nuevosterritoriosfueron investigados, incluyendo 3 reas encontradas en el 2008 y en el 2009 unas 12 nuevas parejas fueron detectadas, mientras que en los otros 3 territorios adicionales se observaron tambin individuos.As,enestaprimeratemporada pudimos evaluar productividad en 14 de estas nuevas 15 parejas; 11 (70%) de las 14 tenan pollos. Combinando el xito de cra de estos 7 sitios previamente conocidos y los 14 nuevos nos demuestra que 15 de 21 sitios fueron pro-ductivos (71%). Debido a las limitaciones de tiempo y de las grandes extensiones a recorrer, apenas la ocu-pacin de los sitios y productividad eran deter-minadas, nos desplazbamos al prximo sitio sin posibilidad de retornar. Esto no nos permiti evaluar cuantos pollos abandonaron el nido. Sin embargo, para siete de estos sitios donde los pollos tenan 35 o ms das de edad y haban dejado el nido o estaban prximos a hacerlo, pudimos contabilizar un total de 18 pollos, lo que indicara un promedio de 2,6 pollos/pareja exitosa. En el 2009 visitamos seis territorios con uno o dos halcones plidos (P) adultos. Por tanto, deberaserposibleenelfuturocompararla productividad de parejas ( P x P) con otras mix-tas (P x normal [N] y N x P) como tambin con parejas (N x N). A continuacin presentamos algunos datos preliminares de nuestro estudio combinadosconlainformacinobtenidapor otros investigadores en el pasado. Resultados de nuestras investigaciones a realizarse duran-telacampaa2010permitirobtenernueva informacin y probablemente comparar mejor productividad entre diferentes formas de este halcn.Combinando todos los estudios realizados desde1981hastaelao2009(EllisyPeres 1983,McNutt1984,PeresandPeres1985, Andreani 2009, y nuestras observaciones), so-lamente podemos reportar productividad para 8 intentos de cra realizados por parejas de la forma plida (Tabla 1). Los resultados obtenidos son promisorios: 7 de estas 8 parejas produ-jeron al menos un pollo. Para 6 de los 7 sitios exitosos, el nmero de pollos producidos fue de 11. As, los valores de productividad obtenidos fueron de 1,6 pollos (11/7) por pareja o de 1,8 pollos (11/6) por pareja exitosa.PRESAS DE LOS HALCONES PEREGRINOS AUSTRALESLa dieta de los halcones peregrinos en la Patagonia (McNutt 1981, Peres y Peres 1985, Fig 9.Halcnperegrinoaustral demorfonormal, conel pechonotoriamenteblanco, enPatagoniasur.Foto:DavidH. Ellis.Fig 10.Halcnperegrinoaustral demorfonormal,extremadamenteclaro,en laPatagonianorte,1981.Foto:DavidH. Ellis.107Ellis et al. 2002), si bien ha sido estudiada a partir de un nmero de muestras relativamen-tepequeo(solo200muestrasprovenientes de restos de presa) incluye una sorprendente variedad de aves (55 especies pertenecientes a 26 familias). Si las observaciones realizadas por McNutt (1981) de halcones peregrinos per-siguiendo otras especies de aves fueran inclui-das en esta lista, podra extenderse aun ms. Sin embargo, es bien conocido que los pere-grinos adultos pueden realizar ataques sobre EL HALCN MS RARO DEL MUNDO: LA FORMA PLIDA DELaves que no suelen formar parte de su dieta ni son presas de ellas, al redirigir o desplazar su agresin territorial hacia ellas cuando las perso-nas se acercan a sus sitios de nidifcacin. Por ejemplo, ejemplares adultos de bandurria aus-tral Theristicus melanopis rara vez parece estar presente entre los restos presa, por lo tanto el ataque observado a esta especie en la fguras 17 y 18la interpretamos como una respuesta a la presencia cercana de nuestro equipo, al sitio de nidifcacin de este halcn.Fig 11.Polloplido.Patagonia sur,Diciembre2009.Las reasblancaspresentesen losadultos sonde un colorocre oacaneladoen losejemplaresjvenes.Fig 12.Hembraadulta demorfoplido.Patagonia sur,Diciembre2009.Fotos:DavisH. Ellis.AECCA /ANUARIO 2010 108Lasobservacionesdecazaincluyendos tcnicas normalmente no asociadas con halco-nes peregrinos. Hemos podido confrmarlas observaciones de McNutt (1981), quien descri-be el vuelo sobre el borde de los acantilados (rim fying en ingles). Utilizando este mtodo, el halcn recorre la lnea del acantilado frente al mismo y justo por debajo de su borde, despus a intervalos barre el borde del acantilado y con-tinua volando rpidamente paralelo al mismo. Despus de recorrer 50 metros por encima del borde se lanza nuevamente y contina volando ahora por debajo del mismo, alternando este patrnrepetidamente.Nuestraimpresinfue que estos intentos serviran para mantener ve-locidad mientras vuela y se oculta debajo del acantilado,paraluegoelevarseporencima del borde y sorprender a la posible presa en lavegetacinexistentealolargodelacima del mismo. La utilizacin de esta tcnica podra resultar muy ventajosa, dependiendo de la di-reccin del viento por encima y debajo del borde del acantilado.La segunda y sorprendente tctica de caza fue nuestra observacin de halcones adultos fotando enfrente del acantilado mientras in-vestigbamos los nidos de bandurria. Tambin encontramos cras de bandurria muertas en si-tios de nidifcacin de peregrinos y cercanas. McNutt (1981) describi la tcnica de ataque de los halcones peregrinos a las cras de ban-durria. Incluso observo un adulto de peregrino matando y alimentndose de una cra de ban-durria en su nido.Conestosantecedentes,enel2009co-lectamosrestosdepresasdebajodetodos los sitios de nidifcacin, adems de aquellos encontrados dentro de los nidos a los que se pudo acceder con el fn de comparar las listas depresas entre halcones plidos y normales vecinos. Nuestra hiptesis es que las extremas diferenciasdeaparienciaentrelasavesnor-males y plidas se refejaran tambin en una diferente habilidad para aproximarse y captu-rar algunas especies de presa. Los peregrinos plidos en vuelo se asemejan ventralmente a gaviotas, siendo mucho ms difcil su deteccin contra el cielo cuando este est cubierto por nubes grises que para el caso de los halcones peregrinos de coloracin normal. Los estudios sobre la dieta estn aun en progreso, habin-dose colectado hasta el 2009 unos 100 restos Fig 13.Machoadulto dehalcnperegrinoaustralformaplida.Foto:R. WayneNelson.109de presas. Estos provienen en su mayora de parejas de coloracin normal, muy alejadas de aquellas de coloracin plida, no permitindo-nosporelmomentorealizarcomparaciones entre ambas formas. Sin embargo, el anlisis preliminar de estos restos y remanentes de pre-sa permiti hasta ahora agregar 10 nuevas es-pecies de aves a la lista de presas consumidas por los halcones peregrinos en la Patagonia. Esperamosenfatizarlacomparacinplido-normal, a travs del hallazgo de nuevos sitios de nidifcacin ocupados por parejas plidas en nuestra campaas del 2010 y 2011.CONSERVACIN DE LOS HALCONES PERE-GRINOS AUSTRALESLos halcones peregrinos en la Patagonia ar-gentina estn distribuidos en forma espaciada y remota, y parecieran estar reproducindose sin problemas. A priori estaramos inclinados a pensar que no habra razones evidentes para estar preocupados por su situacin poblacional. De hecho, es considerada no amenazada en Argentina (Lpez Lans et al. 2008). Sin em-bargo, el halcn peregrino no ha sido sufcien-temente investigado en este pas y recin ahora estamos develando lentamente su estado de conservacin en la Patagonia. Esperamos que nuestros estudios permitan tener un mejor en-tendimiento del mismo. Si los halcones peregrinos australes, inclu-yendo su forma plida, fueran utilizados para ce-trera en Argentina y extrados de la naturaleza en gran nmero, existe el riesgo de que esta subes-pecie, y en particular los halcones plidos, pue-dan pasar a estar amenazados o en peligro muy rpidamente. Adems, esto tendra un impacto seguramente negativo sobre el balance a largo plazo entre estas formas, con implicaciones para su ecologa difciles de determinar. Es importante sealar que en Argentina existen leyes naciona-les y provinciales que no permiten la extraccin de ejemplares de esta especie ni de ninguna otra ave de presa. Sin embargo, la extraccin y trfco ilegal de pollos y adultos de halcn peregrino para suplir demandas a nivel nacional e internacional, se sabe que ocurre en numerosos sitios donde estas aves nidifcan en Argentina. Dado las carac-tersticas ilegales de este trfco, la extensin de este problema no es completamente entendida, pero genera gran preocupacin.Fig 14.Hembraadulta demorfoplido.Patagoniaargentina.Foto:DavidH. Ellis.EL HALCN MS RARO DEL MUNDO: LA FORMA PLIDA DELAECCA /ANUARIO 2010 110Muchas especies de halcones estn y han estado amenazadas o en peligro a nivel mun-dial. Los cetreros ciertamente han jugado un papel esencial en la conservacin del halcn peregrino y otras especies de aves de presa a travs de sus esfuerzos para promover la prc-tica responsable de esta actividad y hacer res-petar las legislaciones existentes dedicadas a la conservacin de las aves rapaces. Los cetreros han tenido tambin un papel sumamente impor-tante en el desarrollo de tcnicas aplicadas a la rehabilitacin de ejemplares y en la implemen-tacin de programas de cra en cautividad como medidas de conservacin ex situ que en mu-chos casos han contribuido a la recuperacin de especies seriamente amenazadas. Adems, los practicantes de este arte juegan un papel fundamental en todos los aspectos relaciona-dos con la educacin de aspirantes a cetreros y del pblico general, sobre los problemas de conservacin de las aves rapaces. Lamentable-mente, en los ltimos aos, la sobreexplotacin de algunas especies para su uso en cetrera, comoeselcasodeloshalconessacresen Asia,condujoaladeclinacineinclusoala extirpacin total de ciertas poblaciones de esta especie a lo largo de su distribucin en lo que constitua antes la Unin Sovitica y en otros pases de Asia. Nunca antes en la historia la cetrera habra puesto en peligro a la poblacin de una especie de ave de presa. Contamos con que los cetreros y la prctica responsable de la cetrera estn naturalmente asociados a la con-servacin de las aves rapaces. Sinceramente esperamos que todos aquellos que leen este artculo y comparten estos ideales, nos acom-paen y apoyen en nuestros esfuerzos para es-tudiar y proteger este maravilloso y nico tesoro que nos pertenece a todos: El halcn plido de la Patagonia.AGRADECIMIENTOSEste proyecto ha recibido el generoso apo-yodenumerosasinstituciones,entreellasel SchubotExoticBirdHealthCenter,Western University of Health Sciences, Field Museum of Natural History y Lafeber Company. Los au-tores agradecen tambin a John M. Bates, Lora-Kim Joyner, Ted Lafeber, Teresa Morishita y Ian Tizard por su permanente apoyo. Un donante annimo aporto fondos para la participacin de David Ellis y Wayne Nelson en la campana 2009 y 2010. La Fundacin de Historia Natural Flix De Azara, Direccin de Fauna de la Republica Argentina, Museo Argentino de Ciencias Natu-rales Bernardino Rivadavia y las direcciones de Fauna de las provincias de Chubut y Santa Cruz contribuyeron con diferentes aspectos de nuestro estudio en la Patagonia. Finalmente, agradecemos a todos los propietarios de estan-cias en la Patagonia, por permitirnos acceder a las mismas. Fig 15.Zonasgeogrfcasdonde sehancolectadomuestras dehalconesperegrinosparaanlisisgenticos(httpwww.arcgisonline).Mapa:Isabel C.Caballero yMiguel D.Saggese.Fig 16. Losparedones ybarrancosde la estepapatagnica,son el lugaradecuadopara lanidifcacinde halconesperegrinos.Foto:R. WayneNelson yDavidH. Ellis.111BIBLIOGRAFAAdreani, P.2009.Status of the Peregrine Falcon in Tierra del Fuego, Argentina.Pages 419-430 in J. Sielicki and T. 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