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Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
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Citar como:
CCA (2017), Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte, Comisión para la Cooperación Ambiental, Montreal, Canadá, 66 pp.
Los contenidos que integran el presente documento se extrajeron del apartado 9 del informe de base titulado: Characterization and Management of Food Loss and Waste in North America [disponible sólo en inglés], elaborado por Tetra Tech, en colaboración con Robins Environmental y Cascadia Consulting, para el Secretariado de la Comisión para la Cooperación Ambiental. La información que se presenta es responsabilidad de los autores y no necesariamente refleja los puntos de vista de la CCA o de los gobiernos de Canadá, Estados Unidos o México.
Se permite la reproducción de este material sin previa autorización, siempre y cuando se haga con absoluta precisión, su uso no tenga fines comerciales y se cite debidamente el informe original (con el título mencionado en el párrafo anterior), dando el correspondiente crédito a la Comisión para la Cooperación Ambiental. La CCA apreciará que se le envíe una copia de toda publicación o material que utilice este trabajo o el informe de base Characterization and Management of Food Loss and Waste in North America como fuente.
A menos que se indique lo contrario, el presente documento está protegido mediante licencia de tipo “Reconocimiento – No comercial – Sin obra derivada”, de Creative Commons.
© Comisión para la Cooperación Ambiental, 2017
Si desea más información sobre ésta y otras publicaciones de la CCA, diríjase a:
Comisión para la Cooperación Ambiental
393 rue St-Jacques Ouest, bureau 200 Montreal (Quebec), Canadá, H2Y 1N9 Tel.: 514.350.4300 fax: 514.350.4314 [email protected] / www.cec.org
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Índice
1. Introducción ................................................................................................................. 1
2. Estudios de caso ............................................................................................................ 2
2.1 Reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos en la fuente ...................... 2
2.1.1 Estrategia 1: Reducción del tamaño de las porciones ................................. 2
2.1.2 Estrategia 2: Incremento de la comerciabilidad de los productos
alimenticios frescos ...................................................................................... 5
2.1.3 Estrategia 3: Normalización de etiquetado de caducidad ........................... 6
2.1.4 Estrategia 4: Implementación de ajustes en el empacado o embalaje ......... 8
2.1.5 Estrategia 5: Mejoramiento de la gestión de cadenas de frío ................... 10
2.1.6 Estrategia 6: Impulso y ampliación del procesamiento o transformación
con valor agregado .................................................................................... 12
2.2 Recuperación de alimentos ................................................................................... 14
2.2.1 Estrategia 1: Incremento de la recuperación de alimentos saludables
y en buen estado ......................................................................................... 14
2.2.2 Estrategia 2: Instrumentación de mejoras en los procesos
de almacenamiento y transporte ................................................................ 20
2.2.3 Estrategia 3: Protección contra responsabilidad para donadores
de alimentos ............................................................................................... 22
2.2.4 Estrategia 4: Apoyo a plataformas en línea para la recuperación
de alimentos ............................................................................................... 24
2.2.5 Estrategia 5: Alimentación de animales .................................................... 25
2.3 Medición, seguimiento y registro ......................................................................... 28
2.3.1 Estrategia 1: Análisis de la composición de los desechos ......................... 28
2.3.2 Estrategia 2: Diarios y bitácoras ............................................................... 33
2.3.3 Estrategia 3: Encuestas ............................................................................. 36
2.3.4 Estrategia 4: Modelación y extrapolación de datos sustitutos o indirectos38
2.4 Políticas y programas de educación o sensibilización .......................................... 45
3. Apéndice ....................................................................................................................... 58
4. Bibliografía ................................................................................................................. 59
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 1
1. Introducción
La pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA) constituyen, de la mano, un tema que cobra cada vez
mayor relevancia en Canadá, Estados Unidos y México, países donde anualmente se pierden y
desperdician —en toda la cadena de abasto alimentaria— casi 170 millones de toneladas de alimentos
producidos para consumo humano. Los desechos alimentarios que van a parar a rellenos sanitarios
generan enormes cantidades de metano, gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el
dióxido de carbono. La PDA tiene, además, otros efectos ambientales y socioeconómicos, como uso
ineficiente de los recursos naturales, pérdidas económicas, pérdida de biodiversidad y problemas de
salud pública.
En América del Norte y el resto del mundo se pueden observar numerosos ejemplos de entidades,
desde negocios —como procesadores, restaurantes y supermercados— hasta organismos del sector
público y organizaciones no gubernamentales (ONG) —como bancos de alimentos y organismos de
recuperación de alimentos—, que trabajan con miras a reducir la PDA mediante la aplicación de
cambios en sus operaciones cotidianas o la creación de programas especiales. En este folleto se
describen algunas de las más destacadas iniciativas al respecto en marcha en Canadá, Estados Unidos
y México, así como en otras regiones del mundo. Con la creación de programas innovadores —y a la
vez viables y rentables—, estas entidades pueden inspirar a otras organizaciones y empresas de la
industria alimentaria a preparar sus propias iniciativas que, además de ahorrarles dinero, ayuden a
mitigar la PDA y fomenten la recuperación de excedentes alimentarios.
Las 36 iniciativas que conforman esta serie de “estudios de caso” se presentaron inicialmente en el
informe de base (extendido) Characterization and Management of Food Loss and Waste in North
America [“Caracterización y gestión de la pérdida y el desperdicio de alimentos en América del
Norte”; disponible sólo en inglés] que la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) publicó en
2017. Al operar en distintas etapas de la cadena de abasto alimentaria, las organizaciones
seleccionadas son representativas de una muestra transversal de empresas del sector privado,
entidades de gobierno y ONG. Cada uno de estos estudios de caso contiene una descripción de los
aspectos principales de la iniciativa en cuestión, seguida de una enunciación de sus efectos positivos e
ideas clave. Las iniciativas compiladas se han agrupado en cuatro categorías: reducción de la pérdida
y el desperdicio de alimentos en la fuente; recuperación de alimentos; medición, seguimiento y
registro, y políticas y programas de educación o sensibilización.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 2
2. Estudios de caso
2.1 Reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos en la fuente
Los estudios de caso en este apartado se centran en acciones encaminadas a minimizar la generación
de excedentes alimentarios y prevenir la PDA evitable. Las seis estrategias aplicables a las iniciativas
aquí descritas son las siguientes:
Reducción del tamaño de las porciones: abatir las sobras de los platos, atendiendo aspectos
como las porciones muy grandes, la composición del plato y el uso de charolas.
Incremento de la comerciabilidad de los productos alimenticios frescos: aceptar
productos alimenticios “de segunda”, así como ajustar los requisitos de clasificación por
tamaño y calidad, incrementar las normas para la comercialización y disminuir los embarques
rechazados.
Normalización de etiquetado de caducidad: reducir los volúmenes de alimentos
desechados como resultado confusión relacionada con fechas de conservación (consumo
preferente y caducidad), mediante la normalización y la educación de actores clave en todas
las etapas de la cadena de abasto alimentaria.
Implementación de ajustes en el empacado o embalaje: adecuar el tamaño de las
porciones, disminuir la cantidad de productos dañados durante el transporte y mejorar la vida
de anaquel.
Mejoramiento de la gestión de cadenas de frío: evitar el rechazo de embarques debido a
descomposición, así como subsanar las deficiencias en la cadena de frío por cuanto a
infraestructura, manejo y condiciones de transporte y almacenamiento inadecuadas.
Impulso y ampliación del procesamiento o transformación con valor agregado: crear o
promover mercados secundarios para productos dañados, excedentes alimentarios o
subproductos, mediante su transformación en productos de duración estable.
2.1.1 Estrategia 1: Reducción del tamaño de las porciones
Estudio de caso 1. Canadá: Adaptación de las órdenes de comida a las necesidades de los clientes |
Neighbourhood Group of Companies
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: servicios alimentarios (restaurante)
El grupo empresarial Neighbourhood Group of Companies
opera cuatro restaurantes en la ciudad de Guelph, Ontario,
que promueven alimentos y bebidas sustentables, cultivados
y elaborados localmente. Con 150 empleados tanto de tiempo
completo como de tiempo parcial, esta cadena de restaurantes
es un miembro activo de la comunidad. El propietario ha
adoptado una serie de iniciativas para entender cómo y dónde se
genera la pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA), así como
la manera de reducirla.
Así, durante un periodo de tres meses se midió todo el
desperdicio que se generaba en la cocina y aquel que quedaba en
los platos que se sirven en los restaurantes de la cadena. Los
resultados mostraron un desperdicio promedio de 0.6 kilogramos
por cliente, de los cuales alrededor de 80% correspondía a PDA y el 20% restante era de materiales
reciclables y basura. Del total de desechos de alimentos generados, 45% provenía de la cocina (por
Fuente: Neighbourhood Group
of Companies, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 3
ejemplo, recortes de vegetales y de carne, cáscaras de huevo) y el resto correspondía a los platos
servidos.
El propietario empezó por tomar nota de cuáles eran los platillos que más PDA generaban y cómo se
preparaban. Sus observaciones revelaron que la pérdida y el desperdicio más comunes correspondían,
en la cocina, a las cáscaras de papa, que resultaban de la preparación de puré de papa, mientras que en
los platos servidos provenían de las papas a la francesa. En respuesta, el propietario decidió dejar de
pelar las papas (optó por usar papas con cáscara tanto para el puré y la ensalada como para las papas
a la francesa) y también redujo las porciones de papas a la francesa (véase la foto). Además, en sus
restaurantes se dejó de ofrecer pan debido a que 40% acababa desechándose. Hoy, si los clientes lo
piden se les da, pero el pan ya no se anuncia.
Luego del éxito de este primer monitoreo, el propietario puso en marcha, con la Universidad de
Guelph, un proyecto de seguimiento de PDA. El estudio mostró que, dependiendo del platillo,
de 10 a 15 por ciento de la comida, en promedio, quedaba en los platos como desperdicio. Por
ejemplo, el platillo que generaba más PDA era el cerdo desmenuzado (especialidad de la casa)
servido con guarnición de puré de papa, pan y ensalada de col. Como resultado de este hallazgo,
el propietario redujo las porciones de la guarnición, y ahora el platillo genera una cantidad
insignificante de PDA. Los condimentos (como la salsa cátsup) constituyen otro ejemplo comprobado
de PDA. Ahora el personal pregunta a los clientes si desean condimentos y se los proporciona en
recipientes pequeños, lo que ha reducido en un tercio su consumo. También se detectó que las
porciones de postre eran demasiado grandes, por lo que se las redujo a la mitad, con el
correspondiente ajuste en el precio para reflejar el cambio. Esto ha dado lugar a una reducción
importante en el desperdicio y un significativo aumento en la venta de postres.
Efectos positivos: El propietario ha constatado un ahorro global en los costos operativos, con una
disminución tanto en el trabajo asociado con la preparación de alimentos (por ejemplo, no tener que
pelar papas) como en los costos, lo que ha hecho a sus restaurantes más rentables. Además, la
decisión de apoyar actividades sustentables y el consumo de alimentos locales ha tenido como
resultado un mayor crecimiento del negocio y una mejor atención al cliente.
Ideas clave: Existe la necesidad de educar a los clientes acerca de la PDA, así como de promover
el manejo de porciones más pequeñas y otras iniciativas de reducción del desperdicio en restaurantes.
Cada establecimiento tiene que medir la PDA que genera, a fin de identificar oportunidades para
reducirla (por ejemplo, disminuyendo las porciones servidas) y, de ese modo, incrementar los ahorros
globales del negocio y su impacto ambiental.
Fuente: Entrevista Ca17; NGC, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 4
Estudio de caso 2. Canadá: Comedores sin charolas y uso de platos más pequeños | Universidad
Dalhousie
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: servicios alimentarios (sector institucional)
En 2007, la Universidad Dalhousie llevó a cabo
una investigación para determinar los índices de
generación de pérdida y desperdicio de alimentos
(PDA). Se descubrió que la cafetería más grande
de la universidad generaba un promedio diario de
227 kilogramos de desechos de alimentos. Poco
más de la mitad de esa PDA provenía del
desperdicio de la comida servida en los platos, y el
resto, de la cocina.
Los resultados de la indagación también mostraron
que el mayor volumen de PDA posconsumo se
generaba en la cena, y el menor, en el almuerzo. En promedio, cada estudiante producía
aproximadamente 0.3 kilogramos de desechos de alimentos durante las tres comidas.
Cuando se realizó el estudio, se usaban charolas en la cafetería. En una encuesta realizada entre
los estudiantes que ahí comían, 55% reconoció que solía dejar en la charola un cuarto de la comida,
y 69% era consciente de que la comida no consumida se desechaba. Además, 47% atribuyó a la mala
calidad y sabor de la comida la principal razón de PDA y 33% admitió que su desperdicio era
resultado de servirse porciones excesivas. Casi todos los estudiantes encuestados (97%) contaban con
un plan de alimentos. Cuando se les preguntó qué se podía hacer para reducir dicho volumen de PDA,
las respuestas más frecuentes fueron mejorar la calidad y el sabor de la comida (38%), introducir un
control en el tamaño de las porciones y cambiar el tipo de plan de alimentos proporcionado.
Efectos positivos: En marzo de 2008, a casi un año de la investigación, la universidad eliminó el uso
de charolas en sus cuatro comedores. En palabras del responsable de la empresa Aramark, proveedora
del servicio de alimentos de la universidad: “Eliminar el uso de las charolas es una de las varias
iniciativas ecológicas que Aramark ha puesto en marcha recientemente. Por medio de esta acción
se dejarán de gastar el agua y los detergentes que se utilizaban para limpiar y esterilizar las 3,000 a
4,000 charolas que circulaban a diario en Dalhousie.” Aramark detectó que cuando se dejó de usar
charolas en los colegios y universidades, el volumen de PDA se redujo entre 25 y 30 por ciento.
Además de esta medida, el uso de platos más pequeños se ha convertido también en una práctica
habitual: Aramark ha reemplazado los platos de 33 centímetros con otros de 23 centímetros para
reducir aún más el desperdicio de alimentos servidos en los platos.
Ideas clave: Existen muchas oportunidades para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos
en los comedores de los campus universitarios y otras grandes cafeterías institucionales mediante
procedimientos simples como la eliminación del uso de charolas y el manejo de platos más pequeños.
Es fundamental monitorear dicha PDA en todos los frentes, a fin de recopilar los datos necesarios
para apoyar el cambio.
Fuentes: Smulders, 2008; Wright, 2007.
Fuente: Universidad Dalhousie.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 5
2.1.2 Estrategia 2: Incremento de la comerciabilidad de los productos alimenticios frescos
Estudio de caso 3. Canadá: la Campaña de The Misfits (Los inadaptados) | Cooperativa RedHat
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: poscosecha
RedHat es una cooperativa de agricultores del
sur de Alberta dedicada al cultivo de vegetales
en invernaderos. Más de 50 agricultores
producen ahí aproximadamente 36 mil
toneladas de vegetales al año, de las cuales
entre 3 y 5 por ciento corresponden a
productos de segunda categoría, no aptos para
la venta. Al no haber mercado para ellos, se
apartan y, como no es posible reintegrarlos a
la tierra por haberse producido en
invernadero, suelen acabar simplemente
desechados.
Ante esta situación, la cooperativa RedHat
lanzó en 2014 The Misfits [“Los
inadaptados”], una línea de productos
inspirada en el programa Fruits et légumes
moches [“Frutas y vegetales imperfectos”] de
Intermarché, la prestigiada cadena francesa de tiendas de alimentos. En vez de descartar sus
productos de menor calidad, RedHat los empaca y vende con descuento a mayoristas y tiendas de
comestibles. El programa inició como piloto en Calgary, Alberta, con dos cadenas de tiendas,
Safeway y Co-op, y un mayorista, Freestone Produce. Actualmente funciona ya también en Regina,
Saskatchewan, con Save-on-Foods, empresa que planea extenderlo a 35 establecimientos en Alberta.
Asimismo, RedHat comenzó a vender productos de The Misfits a mayoristas y distribuidores, entre
los que se incluye Loblaw’s con su línea de productos vegetales Naturally Imperfect [“Naturalmente
imperfectos”].
Efectos positivos: Tan sólo con los primeros programas piloto de la iniciativa The Misfits se
vendieron 23 toneladas vegetales que, de otra forma, se habrían desechado. La respuesta de los
consumidores fue tan entusiasta que los productos se agotaron en la mayoría de las tiendas. Los
agricultores se beneficiaron al incrementar sus ingresos y su moral se elevó al librarse del sentimiento
de culpa que les provocaba tirar a la basura vegetales comestibles que antes no habrían podido
vender. Debido a la demanda de productos de The Misfits, la cooperativa no sólo ha crecido, sino
que además comenzó a adquirir productos de segunda calidad de Estados Unidos y México con el fin
de complementar su producción y revenderlos, especialmente vegetales que no se pueden cultivar en
climas muy fríos ni fuera de temporada. Más recientemente la distribuidora estadounidense Robinson
Fresh compró una licencia de la marca The Misfits, con la que está extendiendo el programa a más
de 400 tiendas de alimentos.
Ideas clave: Existe demanda e interés de agricultores, mayoristas y consumidores por The Misfits;
sin embargo, los establecimientos de venta al menudeo se mantienen reticentes a extender el
programa más allá de la fase piloto actualmente en curso.
Fuente: Meinhardt, 2015.
Fuente: Meinhardt, 2015.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 6
Fuente: Pingree, 2016.
2.1.3 Estrategia 3: Normalización de etiquetado de caducidad
Estudio de caso 4. Estados Unidos: Leyes sobre recuperación de alimentos y etiquetado de
caducidad de alimentos | Gobierno de Estados Unidos
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: procesamiento, distribución, venta al menudeo
Con el propósito de atender simultáneamente
los temas de la pérdida y el desperdicio de
alimentos (PDA), y la inseguridad
alimentaria, la congresista estadounidense
Chellie Pingree encabezó dos proyectos
legislativos:
H.R. 4184: Ley de Recuperación de
Alimentos (Food Recovery Act), de 2015, y
H.R. 5298: Ley de Etiquetado de Caducidad
Alimentos (Food Date Labeling Act), de
2016.
De acuerdo con un análisis realizado de manera conjunta por la Clínica de Políticas y Leyes
Alimentarias de la Universidad de Harvard (Harvard Food Law and Policy Clinic), la Liga Nacional
de Consumidores (National Consumers League) y el Centro Johns Hopkins para un Futuro Habitable
(Johns Hopkins Centre for a Livable Future), 84% de los estadounidenses desechan alimentos
perfectamente comestibles. La iniciativa de Etiquetado de Caducidad Alimentos aborda
las confusiones que provocan las fechas de conservación (caducidad y consumo preferente) en las
etiquetas, problemática que los consumidores señalan como una de las principales causas por las que
tiran a la basura alimentos que podrían estar en condiciones de comerse. De aprobarse este proyecto,
remitido al Congreso el 18 de mayo de 2016, podrían estandarizarse a escala nacional los términos
para el etiquetado de caducidad y se prohibiría a los estados impedir que los minoristas donen a
organizaciones caritativas alimentos seguros que hayan rebasado las fechas de consumo
recomendadas.
La iniciativa de Ley de Recuperación de Alimentos, recibida por el Congreso el 12 de julio de 2015,
es complementaria de la Ley de Etiquetado de Caducidad Alimentos, ya que tiene por fin promover
y apoyar el rescate de alimentos en cada etapa o elemento del sistema alimentario (entre los que se
incluyen la producción agrícola, la venta al menudeo y la preparación y consumo de alimentos en
escuelas, el ejército e incluso el propio Congreso). La nueva disposición propuesta prevé, también,
promover más investigación sobre prevención y reducción de la PDA, así como manejo sustentable
de los desechos de alimentos. Plantea, asimismo, instituir un fondo que financie proyectos
de infraestructura para impedir que los desperdicios de comida vayan a los tiraderos de basura.
La Ley de Recuperación de Alimentos (en su propuesta original de 2015) no fue promulgada por la
CXIV Legislatura del Congreso estadounidense, por lo que se le reintrodujo mediante dos proyectos:
el S. 3108, de 2016, y el H.R. 3444, de 2017. La Ley de Etiquetado de Caducidad Alimentos de 2016
tampoco se promulgó en su momento, y hasta principios de 2018 no se le había reintroducido.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 7
Efectos positivos: De aprobarse, ambas iniciativas contribuirían a alcanzar el objetivo nacional
de reducir a la mitad la PDA para 2030. Aun cuando no hayan todavía culminado en leyes, ambas
propuestas resultan útiles para generar debates y llamar la atención hacia el tema de la PDA en
Estados Unidos. Los dos proyectos de ley han recibido el apoyo de algunos chefs de renombre,
como Tom Colicchio, y diversos grupos, como el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales
(Natural Resources Defense Council, NRDC), la red multisectorial “Repensar el Desperdicio de
Alimentos a Través de la Economía y la Información” (Rethink Food Waste through Economics
and Data, ReFED), la Clínica de Políticas y Leyes Alimentarias de la Universidad de Harvard y
la Asociación de Fabricantes de Comestibles (Grocery Manufacturers Association, GMA).
Ideas clave: La propuesta de estas nuevas leyes puede atraer más atención al tema de la pérdida
y desperdicio de alimentos, antes incluso de ser aprobadas.
Fuente: Pingree, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
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Fuente: Wegmans Food
Markets, Inc., 2016.
2.1.4 Estrategia 4: Implementación de ajustes en el empacado o embalaje
Estudio de caso 5. Estados Unidos: Ajustes de empaque para modificar estilos de vida | Wegmans
Food Markets, Inc.
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: procesamiento,
distribución, venta al menudeo
La cadena de supermercados Wegmans Food Markets, Inc., con
sede en Nueva York, cuenta con 89 tiendas a lo largo y ancho de
Estados Unidos, y sigue encabezando las iniciativas para reducir la
pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA) en la industria
alimentaria minorista.
En Wegmans se advirtió una tendencia hacia familias u hogares
de tamaño más reducido y, por consiguiente, a la preferencia de
empaques de alimentos más reducidos, por parte de consumidores
que estaban buscando cocinar de manera más eficiente en casa. A
fin de satisfacer las necesidades de sus clientes y, al mismo tiempo,
disminuir la PDA, la empresa adaptó sus empaques a
presentaciones individuales, listas para su consumo o para cocinar.
En el caso de la carne, por ejemplo, al introducir porciones
individuales selladas, Wegmans aumentó la durabilidad de los
empaques en las estanterías y apoyó la reducción de la pérdida y el
desperdicio en casa, ya que con esa modalidad el consumidor podía
sacar una porción a la vez para prepararla.
Antes, la empresa vendía empaques a granel con descuentos, etiquetándolos como “Club Pack”.
Mientras que el descuento incentivaba la compra de grandes cantidades de carne, el desperdicio
por parte de los consumidores se hacía más frecuente, así que Wegmans decidió reducir el volumen
de sus empaques “Club”, para hacerlos “tamaño familiar”, y llegar al consumidor adecuado. Además
de disminuir la pérdida y desperdicio de carne, esta iniciativa comportaba el beneficio adicional de
educar a al cliente en el consumo de porciones, priorizando la calidad por encima de la cantidad.
En colaboración con los chefs y los equipos que preparan alimentos en las tiendas, Wegmans
empezó a aprovechar productos “imperfectos” o con algún daño a fin de ofrecer frutas y vegetales
precortados, así como ensaladas, sándwiches y otros platillos tipo “gourmet”. Esta práctica traía
el doble beneficio de reducir el desperdicio y poner a disposición de los compradores bocadillos
o comidas preparadas saludables y de rápida preparación.
Efectos positivos: Algunas de las iniciativas de Wegmans han redundado en consumidores que
compran cantidades de alimento más pequeñas. Como empresa fincada en valores, fijó su prioridad
en ver por las necesidades de sus clientes en casa, y no tanto en perseguir ventas y rendimientos más
elevados. La compañía ha logrado mantener sus finanzas sólidas y, al mismo tiempo, ajustar sus
empaques para reducir la PDA de los hogares. Lo que distingue a Wegmans de sus competidores
es su enfoque integral para aprovechar integralmente los alimentos, así como prevenir y reducir el
desperdicio de comida. La empresa participa, además, en el Reto para la Recuperación de Alimentos
(Food Recovery Challenge), del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (US Department of
Agriculture, USDA) y la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA).
El compromiso de Wegmans se ha traducido en ideas para educar a sus empleados; en un mejor
apoyo a los productores agropecuarios al poder anticipar con más precisión y mejorar sus
adquisiciones, y también en colaboración con otros minoristas. La empresa se ha enfocado, asimismo,
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 9
en mejorar sus métodos de medición y seguimiento mediante el Estándar PDA, del Protocolo sobre
Pérdida y Desperdicio de Alimentos.
Ideas clave: Ajustar los empaques para reducir la PDA en tiendas y en el hogar puede llevar a un
menor rendimiento económico general (menores ganancias), pero aun así es posible mantener la
empresa con finanzas sólidas. La demostración de congruencia con sus valores y el firme compromiso
de Wegmans con el servicio al cliente, por encima de las cifras de venta, produce beneficios mutuos y
evidencia cómo un minorista puede influir de manera positiva en la reducción de la PDA en el sector
residencial. El reto a futuro será buscar maneras de utilizar empaques que se puedan reciclar o
convertir en composta y, así, minimizar la producción general de desechos.
Fuentes: Barnes, 2015; entrevista EU39.
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2.1.5 Estrategia 5: Mejoramiento de la gestión de cadenas de frío
Estudio de caso 6. México: Base de datos de la cadena de transporte en frío | Instituto Mexicano
del Transporte (IMT)
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: distribución
El Instituto Mexicano del Transporte (IMT), organismo
sectorizado de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes (SCT), se instituyó en 1987 con el objetivo
de atender temas del transporte aéreo, terrestre,
marítimo y ferroviario, relacionados con investigación,
desarrollo tecnológico, normatividad, servicios
especializados, entrenamiento, transferencia de
tecnología y conocimientos, así como asistencia
técnica.
El IMT elaboró una base de datos que concentra la
información captada por la SCT, incluida la que se
refiere al origen y destino de la carga transportada en el país, empresas de transporte y transportistas
individuales, tipos de carga y costos de transportación por kilómetro recorrido.
También creó una metodología para ubicar las instancias en que se precisa transporte en frío y,
por consiguiente, poder saber dónde se requiere la gestión de cadenas de frío, al dar seguimiento a
la carga perecedera que se moviliza en el territorio nacional e identificar la que necesita refrigeración.
De esta forma pudo determinar cuáles regiones del país —la del sureste fue un ejemplo— padecen
vacíos en la gestión de cadenas de frío.
Aunque esta base de datos genera datos preliminares acerca de la cobertura y debilidades de la
gestión de cadenas de frío, persisten inexactitudes debido a aspectos como la inconsistencia en la
clasificación de la carga, por lo que puede no ser representativa del conjunto del transporte nacional.
Sin embargo, a pesar de sus posibles imprecisiones y lagunas de información, esta base de datos
puede contribuir a enfocar el esfuerzo por ampliar la cobertura de la gestión de cadenas de frío
en México.
Efectos positivos: El seguimiento que ha dado la base de datos del IMT a la gestión de cadenas
de frío en México revela que el transporte en frío se ha quintuplicado entre 2005 y 2015, al pasar de
11,951 a 54,904 unidades y que, de todas éstas, 37% pertenecen a empresas de transporte, mientras
que 63% son de transportistas individuales. También, que la edad promedio de los camiones del
primer grupo es de 14 años, y de 22 años para las unidades de transportistas individuales. La gestión
de cadenas de frío se concentra (56%) en tan solo seis estados: Nuevo León, Sinaloa, Estado de
México, Guanajuato, Sonora y Jalisco, en los que se concentran todas las unidades de transporte
en frío (los dos primeros, Nuevo León y Sinaloa, registran cada uno 12% de todas las unidades).
La cobertura la gestión de cadenas de frío es escasa en los estados del sureste, donde ha crecido poco
en el periodo 2005-2015.
Ideas clave: Aunque es posible que la base de datos no ofrezca una muestra representativa del país
en su conjunto, y se encuentre aún en proceso de desarrollo, el análisis de sus resultados provee
algunas conclusiones relevantes a considerar en la elaboración de estrategias para mejorar la gestión
de cadenas de frío en México.
Fuente: Morales, 2016.
Fuente: Maines Paper and Food Service, s.f.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 11
Estudio de caso 7. México: Almacenamiento de piñas | Instituto Mexicano del Transporte
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: distribución
La gestión de cadenas de frío es
fundamental para productos frescos,
como las piñas, ya que su transporte en
frío es la única medida preventiva para
desacelerar la maduración. Con el fin
de probar los efectos de este modo de
traslado, el Instituto Mexicano del
Transporte evaluó dos maneras de
empacar piñas frescas para la
exportación, y comparó los daños que
se registran con cada método.
En el primer caso, las piñas se
cosecharon directamente y luego se
transportaron hacia la ciudad desde
donde se venderían o distribuirían sin almacenamiento o empaque frío, como con frecuencia lo hacen
las empresas exportadoras de mediano tamaño, mismas que además utilizan con regularidad caminos
de terracería para movilizar el producto desde el campo hasta el centro de empaque, lo que contribuye
a dañar la fruta. Los procesos de cosecha, manejo, empaque y almacenamiento también lastiman el
producto.
Para el segundo método, el empaque se realizó en una plantación cercana a un almacén frío, antes de
su transportación. La bodega se encontraba a menos de dos kilómetros de distancia, lo que representó
un daño significativamente menor para el producto. El enfriamiento de las piñas a poco de cosechadas
prolongó también su vida en los estantes.
El estudio reveló que se necesita una temperatura de 12 °C para mantener las piñas en condiciones
adecuadas para su exportación al mercado internacional, con un periodo de almacenamiento antes
de su venta de alrededor de un mes.
Efectos positivos: El uso de almacenamiento en frío inmediatamente después de la cosecha extiende
de manera significativa la vida de las piñas en los estantes y reduce los daños que llevan a su
desperdicio.
Ideas clave: La exportación de piñas mediante un riguroso proceso de almacenamiento en frío
inmediatamente después de la cosecha, puede resultar en menores daños para la fruta y una vida
más prolongada en las estanterías.
Fuente: Torre, 2008.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 12
2.1.6 Estrategia 6: Impulso y ampliación del procesamiento o transformación con valor agregado
Estudio de caso 8. Canadá: Sidra Broken Ladder | British Columbia Tree Fruits
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: poscosecha, procesamiento
Con sede en la región de Okanagan, Columbia Británica, BC Tree
Fruits es una de las cooperativas de productores de fruta más
grandes de Canadá. Está integrada por más de 500 agricultores
y trece establecimientos de empacado. Los principales cultivos de
sus miembros comprenden manzanas, cerezas, duraznos y peras.
El producto anual bruto promedio es de cerca de 77 millones de
kilogramos de fruta.
Alrededor de 80% de la producción se vende como fruta fresca,
en tanto que el 20% restante se separa y suele destinarse en su
mayor parte a la elaboración de jugos o alimento para animales.
Pese a que hay mercado para la fruta “eliminada” y destinada a
estos usos finales, los precios a los que se compra suelen ser
muy bajos. Con objeto de encontrar un mejor uso para las frutas
descartadas, BC Tree Fruits decidió incursionar en la industria de la sidra: se asoció con la
procesadora Lonetree Cider Company para empezar a producir una línea de sidras de manzana, pera y
durazno a la que se denominó Broken Ladder. La sidra se anuncia comercialmente como un producto
mínimamente procesado, hecho cien por ciento con fruta de Columbia Británica y sin azúcar
agregada, lo que atiende una creciente demanda de bebidas artesanales más locales por parte de los
consumidores.
Efectos positivos: En las etapas iniciales de Broken Ladder, BC Tree Fruits ha aprovechado 5%
de sus frutas descartadas y tiene previsto elevar este porcentaje a 25 (cerca de 5% de la producción
bruta) a medida que aumente la producción de sidra. Como las bebidas se producen bajo la marca BC
Tree Fruits, las ganancias se destinan no sólo a la empresa procesadora, sino también a los miembros
de la cooperativa, lo cual eleva el valor de mercado de su fruta.
Fuentes: Entrevista Ca7; McLeod, 2015.
Fuente: BC Tree Fruits Cider
Co., 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 13
Fuente: CSC Brands, L.P., 2013.
Estudio de caso 9. Estados Unidos: Just Peachy Salsa | Campbell Soup Company
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: poscosecha, procesamiento
La cooperativa agrícola Eastern ProPak
desperdiciaba anualmente unos 38,500 kilogramos
de duraznos, sobre todo por motivos estéticos. Se
trataba de duraznos más pequeños o con manchas
que no se podían vender en los supermercados. La
cooperativa gastaba al año 80,000 dólares
estadounidenses ($EU) para deshacerse de frutas
perfectamente sanas y comestibles. Mientras tanto,
el Banco de Alimentos del Sur de Nueva Jersey
(Food Bank of South Jersey) debía atender a una
creciente población en condiciones de inseguridad
alimentaria, lo que hacía necesario distribuir un
millón de kilogramos adicionales de alimentos,
donados por organizaciones de beneficencia. Para
empeorar las cosas, pendían sobre el banco
amenazas de recortes financieros.
Al descubrir que en los alrededores se tiraban duraznos perfectamente comestibles, el banco de
alimentos empezó a comprar los duraznos a sumamente bajo precio. Sin embargo, el volumen de
duraznos frescos maduros era demasiado grande y pronto empezó a resultar difícil distribuirlos antes
de que se echaran a perder. El banco de alimentos se puso entonces en contacto con la Campbell Soup
Company (su donante regular) y surgió la idea de procesar la fruta para convertirla en salsa de
durazno (producto no perecedero).
En 2012, la Campbell Soup Company, la cooperativa Eastern ProPak, Summit City Farms y el Banco
de Alimentos del Sur de Nueva Jersey se asociaron para crear la salsa de durazno “Just Peachy Salsa”
con la fruta que de otra manera se habría desperdiciado. Este caso es un excelente ejemplo de un
modelo de asociación de los sectores público y privado. Los establecimientos con capacidad para
fabricar productos estacionales personalizados podrían aprovechar esta clase de oportunidad. Con
todo, cabe señalar que semejante solución podría resultar difícil de replicar en otras instalaciones
cuyos procesos sean menos flexibles y no puedan modificarse por un corto periodo (durante la
cosecha de duraznos, por ejemplo).
Efectos positivos: Con esta novedosa idea, el banco de alimentos logró conservar sus programas
de combate al hambre y, a la vez, dar otro destino a comida que de otra manera se habría convertido
en basura. La empresa creadora de la marca Campbell’s donó el costo de manufactura y embalaje de
la salsa. En 2012, el banco de alimentos logró rendimientos por $EU100,000 y en 2013 se produjeron
52 mil frascos de “Just Peachy Salsa”. Este programa benefició a numerosos grupos y actores clave a
lo largo de la cadena de abasto alimentaria, desde agricultores hasta procesadores y consumidores.
Ideas clave: El Banco de Alimentos del Sur de Nueva Jersey encontró la manera de conectarse con la
cooperativa de agricultores para impedir que se tiraran los duraznos y contó con un donador generoso
dispuesto a ayudar al procesamiento de los duraznos. No obstante, hay cantidades inmensas de frutas
y verduras que no se salvan y muchos otros agricultores y bancos de alimentos sin recursos o redes
de apoyo similares. La sensibilización y el convencimiento por cuanto al imperativo de reducir el
desperdicio de alimentos permitirán que otras empresas procesadoras utilicen productos comestibles
rechazados por los minoristas en apoyo del sector de beneficencia.
Fuentes: CSC Brands, 2013; Donnelly, 2015; entrevista EU37.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 14
Fuente: Entrevista Mx44.
2.2 Recuperación de alimentos
Las iniciativas descritas en este apartado se centran en “interceptar” y desviar excedentes alimentarios
seguros y comestibles que, de otra manera, se eliminarían y enviarían a disposición final. La
recuperación de alimentos se define como toda acción encaminada a rescatar alimentos seguros y
nutritivos, primero para consumo humano y luego para alimentación animal, mediante la recepción,
almacenamiento, procesamiento o transformación, y distribución, con o sin pago, de alimentos que
de lo contrario se habrían desechado o desperdiciado. Los estudios de caso seleccionados
ejemplifican cinco distintas estrategias para recuperar alimentos, a saber:
Incremento de la recuperación de alimentos saludables y en buen estado: rescatar
alimentos “de segunda” o excedentarios.
Instrumentación de mejoras en los procesos de almacenamiento y transporte: ampliar
la infraestructura con refrigeración (control de temperatura) para la distribución y el
almacenamiento de alimentos donados.
Protección contra responsabilidad para donadores de alimentos: salvaguardar a los
donadores contra toda responsabilidad relacionada con sus donaciones e informar a posibles
donadores de la reglamentación en vigor.
Apoyo a plataformas en línea para la recuperación de alimentos: facilitar el contacto
entre generadores de excedentes de alimentos y compradores u organizaciones que deseen
aceptar donaciones.
Alimentación de animales: aumentar la captación de excedentes o subproductos de
alimentos para su transformación en pienso o productos nutritivos de consumo animal.
2.2.1 Estrategia 1: Incremento de la recuperación de alimentos saludables y en buen estado
Estudio de caso 10. México: Recuperación de alimentos nutritivos | Banco de Alimentos de México
(BAMX)
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: mercado secundario
Asociación privada sin fines de lucro
fundada en 1995, con un primer banco de
alimentos ubicado en el estado de Jalisco, el
Banco de Alimentos de México (BAMX) es
una red que actualmente comprende más de
60 bancos de alimentos en la mitad de los
estados mexicanos, y que opera un centro de
distribución en Tepeji del Río, Hidalgo. El
BAMX es también miembro fundador de
la Red Global de Bancos de Alimentos (The
Global Foodbanking Network), de carácter
internacional.
El BAMX recupera alimentos que ya no son
comerciables, pero que aún son aptos para el
consumo humano y que, de otra manera, se
desperdiciarían. Los alimentos se
distribuyen a comunidades en situación de
inseguridad alimentaria para reducir el
hambre y mejorar la nutrición. El BAMX
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 15
recupera alimentos de varias partes de la cadena de abasto alimentaria entre las que se incluyen
centros de distribución, mercados de alimentos, instalaciones de fabricación de alimentos,
supermercados, hoteles y restaurantes.
Para 2014, el BAMX había recuperado 117,094 toneladas de alimentos y los había distribuido
semanal o quincenalmente. En 2013, el valor total de los alimentos transferidos ascendió a 2.28
millones de pesos. Casi 60% de los alimentos distribuidos son frutas y legumbres, y el resto consiste
en granos, cereales y diversas proteínas. El BAMX distribuye alimentos a más de un millón de
personas que representan cerca de 1% de la población mexicana.
Más de 10,000 personas trabajan en la red del BAMX: 46% con carácter voluntario, 40% a cambio de
una remuneración en especie, y el resto como personal de planta o en ejercicio de servicio social. El
BAMX opera a escala nacional y, por ende, actúa como punto de contacto único para los donantes, lo
que permite un mejor financiamiento y un apoyo más eficiente a múltiples bancos de alimentos en
todo México. El BAMX coordina su red de bancos de alimentos y ha estandarizado métodos para la
distribución eficaz de alimentos en todas las regiones, a fin de optimizar el aprovechamiento de las
donaciones recibidas. Asimismo, proporciona adiestramiento operativo a sus bancos de alimentos
afiliados y coordina la fuerza de trabajo en toda la red. El BAMX realiza encuestas periódicas entre
sus clientes para asegurar un estrecho contacto y una comunicación adecuada.
En 2014, el BAMX comenzó la construcción del Centro Nacional de Acopio y Distribución (Cenadi),
en participación conjunta con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). En 2015, la instalación, de
3.8 hectáreas, distribuyó a escala nacional 2,564 toneladas de alimentos, con lo que logró cubrir 90%
de la red de bancos de alimentos en México.
Más de 4,000 empresas en México donan al BAMX, a cambio de recibos para la deducción de
impuestos por un monto equivalente a 5% del valor de la donación. Además de consolidar las redes
de donadores, el BAMX ha establecido acuerdos con empresas que no están directamente ligadas
con la producción o el servicio de alimentos. Aparte de los fondos donados, estos socios participan en
los programas de responsabilidad corporativa y contribuyen con voluntarios, liderazgo y servicios
empresariales, con miras a fortalecer la capacidad de los bancos de alimentos de la red. Un beneficio
adicional para los socios es la publicidad positiva por parte del BAMX mediante canales en línea y
de redes sociales. Organizaciones como la Corporación Mexicana de Restaurantes (CMR), el Bank of
America y Merril Lynch participan en alianzas más estrechas para enfocarse en proyectos específicos,
entre los que se incluye la recuperación de alimentos en restaurantes. La cadena Carl Junior’s y sus
socios se han comprometido a luchar contra el hambre mediante un programa de donaciones a través
de sus establecimientos de servicios alimentarios. Existe también el Programa Social de Rescate
Alimentario que desde 2011 ha recuperado directamente de agricultores cerca de 45,000 toneladas
de frutas y legumbres frescas.
Efectos positivos: En 2014, como parte de la Cruzada Nacional Contra el Hambre y a través de
Sedesol y la Sagarpa, el BAMX obtuvo 237.5 millones de pesos con el propósito de aumentar la
infraestructura de sus bancos de alimentos y la recuperación de alimentos en áreas rurales. Los
recursos se utilizaron para construir diez bancos de alimentos y el Centro Nacional de Acopio y
Distribución (Cenadi), y recuperar más de 18,000 toneladas de frutas y legumbres en áreas rurales
de México.
Ideas clave: Si bien aún existen barreras de orden laboral y logísticas que hacen difícil aumentar la
distribución, una red de bancos de alimentos financiada y operada a escala nacional ha demostrado
ser un instrumento eficaz para recuperar alimentos en las diversas etapas de la cadena de abasto
alimentaria y repartirlos entre comunidades y grupos de población que se hallan en situación de
inseguridad alimentaria a lo largo del país.
Fuente: Entrevista Mx44.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 16
Estudio de caso 11. México: Banco de alimentos céntrico en la Ciudad de México | Alimento para Todos
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: mercado secundario
Con apoyo de la red Cáritas Ciudad
de México, organismo social de la
Arquidiócesis de México, en 1994 se
fundó Alimento para Todos, I.A.P.,
hoy el banco de alimentos
independiente más grande del país.
Ubicado cerca de la Central de
Abasto (Ceda) de la Ciudad de
México, Alimento para Todos
recupera alimentos que de otra forma
se perderían o desperdiciarían, junto
con aparatos electrónicos, ropa,
zapatos y otros artículos domésticos que se pueden reutilizar.
Los principales donantes del banco de alimentos son la Ceda misma, así como diversos
supermercados, industrias de alimentos, panaderías y algunos restaurantes. Puesto que lo que la Ceda
maneja principalmente son frutas y legumbres, Alimento para Todos aprovecha las donaciones de las
otras organizaciones donantes para armar los paquetes nutricionalmente balanceados que distribuye.
Por ejemplo, como la Ceda no suele donar frijoles y arroz, éstos se adquieren por separado a fin de
balancear los paquetes de alimentos. Los donantes obtienen recibos que les permiten obtener una
deducción de impuestos de 5% del valor de la donación.
Más de 82 empleados y voluntarios operan el banco de alimentos, con el apoyo de un nutricionista
para garantizar que los paquetes de alimentos sean balanceados y que se sigan las mejores prácticas
para la seguridad de los alimentos. Puesto que las comunidades que reciben los alimentos rescatados
envían al menos dos voluntarios cada mañana, mantener los estándares del flujo de producción
requiere vigilancia permanente. Se cuenta con sistemas de gestión que permiten llevar registros
actualizados de las entradas de alimentos y, con el apoyo de trabajadores sociales, determinar a dónde
y cómo distribuir los paquetes entre distintos grupos en función de su condición socioeconómica.
Alimento para Todos cobra a los destinatarios de los alimentos recuperados 10% de su valor
comercial, a fin de mantener el valor percibido de los alimentos, con un costo mínimo para los
beneficiarios. Aun sin una reglamentación específica para el manejo de los alimentos en vigor, la
Junta de Asistencia Privada de la Ciudad de México realiza auditorías periódicas a Alimento para
Todos; además, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) visita
de manera regular las instalaciones del banco de alimentos.
Efectos positivos: Alimento para Todos recupera y distribuye aproximadamente dos toneladas de
alimentos a la semana, en beneficio de 32,000 personas en comunidades vulnerables de la Ciudad
de México, el Estado de México, Puebla, Morelos y Tlaxcala. La participación de voluntarios
procedentes de diversas empresas, escuelas y grupos de exploradores (boy scouts y girl scouts),
es crucial para el éxito del programa. Unos 40 voluntarios apoyan diariamente el programa.
Desde 2014, Alimento para Todos y la Universidad Iberoamericana (campus Ciudad de México) han
organizado el coloquio anual “Estrategias para reducir la inseguridad alimentaria”, en el que expertos
abordan diversos temas en torno a la recuperación de alimentos. Asimismo, en alianza con productores
de Milpa Alta, se han puesto en marcha esfuerzos para recuperar de 1 a 1.5 toneladas de nopal
consumible, en excelentes condiciones.
Fuente: Bergua, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 17
Por último, Alimento para Todos trabajó con instituciones del gobierno con el propósito de reforzar
su base de donantes y recolectar más eficientemente las donaciones gracias a su exención del
programa Hoy No Circula.
Ideas clave: Una mayor concientización entre los dueños de puestos de la Ceda contribuiría a
aumentar el número de donadores y el alcance de los bancos de alimentos. Organizaciones como
Alimento para Todos trabajan en forma independiente y no tienen recursos para acceder a programas
de apoyo del gobierno e incentivos fiscales que ayuden a compensar los gastos operativos.
Fuentes: Alimento para Todos, s.f.; entrevista Mx43; Hoy No Circula, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 18
Estudio de caso 12. Estados Unidos: Nutrir a Los Ángeles | L.A. Kitchen
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: mercado secundario
L.A. Kitchen comenzó en 2013 como un proyecto piloto
inspirado en D.C. Central Kitchen, empresa social sin fines
de lucro que usa los alimentos recuperados para capacitación
laboral y distribución de comidas y meriendas en zonas con
condiciones de inseguridad alimentaria. En 2015, L.A.
Kitchen abrió un establecimiento en gran escala de más de
1,800 metros cuadrados y se convirtió en el principal
locatario de la central de procesamiento de alimentos LA
Prep. Las instalaciones, que se financiaron con una
combinación de subvenciones y créditos blandos, incluyen
espacio para capacitación, almacenamiento, preparación de
alimentos, cocina, procesamiento y embalaje. Hoy en día,
doce empleados trabajan en L.A. Kitchen, junto con 40 organizaciones aliadas, para ofrecer
capacitación culinaria, distribución de alimentos y programas de voluntarios.
Al amparo de L.A. Kitchen funcionan varios programas:
Reclaim L.A.: Recuperación de productos invendibles de agricultores y mayoristas
Empower L.A.: Capacitación culinaria para impulsar a jóvenes y ex presidiarios
Nourish L.A.: Distribución de alimentos saludables a dependencias de servicios sociales
Engage L.A.: Programa intergeneracional de voluntarios por el que la gente se reúne a
preparar comida colectivamente
Strong Food: Contratos con empresas sociales para alimentar a ancianos y agregar valor
a productos alimenticios
Nourish L.A. [“Nutrir a Los Ángeles”] distribuye comidas, bocadillos y productos alimenticios
saludables —elaborados todos con alimentos recuperados— entre diversas dependencias de servicio
social de Los Ángeles, incluidos centros de rehabilitación, centros de atención a personas de la tercera
edad, programas de actividades fuera del horario de clases en las escuelas, y programas de empoderamiento
para poblaciones indigentes (sin hogar). Una vez entregados a L.A. Kitchen o recogidos, los alimentos
rescatados se transportan al establecimiento de procesamiento, para su almacenamiento en frío.
El personal de L.A. Kitchen trabaja con nutriólogos, estudiantes de gastronomía y voluntarios para
elaborar productos o alimentos no perecederos —sobre todo a base de vegetales—, que cumplen
las normas sanitarias locales y estatales.
Efectos positivos: Al “brindar comida saludable, local en gran medida, y sabrosa”, Nourish L.A.
cubre la creciente demanda de comida gratuita, barata o de bajo precio para poblaciones vulnerables
que desean alimentos nutritivos de mayor calidad. La organización tiene como meta suministrar
anualmente 900,000 comidas, bocadillos y productos alimenticios a dependencias de servicio social.
De igual modo, contribuye a que dichas entidades ahorren millones de dólares, que pueden emplear
para ampliar sus programas, en lugar de pagar por servicios de preparación de alimentos.
Ideas clave: Existe no sólo la demanda, sino también una necesidad real, de contar con servicios
sociales integrados que ofrezcan a sus beneficiarios comida que, más allá de satisfacer el hambre,
sea nutritiva y digna. Las organizaciones de recuperación de alimentos pueden aspirar a mejorar
la calidad de la comida que ofrecen y la salud de las poblaciones vulnerables, generar trabajos
especializados para gente con dificultades para conseguir empleo y crear una comunidad diversa
mediante programas de voluntarios que derriben estratos socioeconómicos.
Fuentes: Entrevista EU33; L.A. Kitchen, 2016.
Fuente: L.A. Kitchen, 2015.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 19
Fuente: The Daily Table, 2015.
Estudio de caso 13. Estados Unidos: Supermercado a precios bajos | Daily Table
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: mercado secundario
Fundado por un veterano de la industria de
alimentos, Daily Table es un supermercado sin
fines de lucro que abrió sus puertas en junio de
2015 en Dorchester, Massachusetts, con el
objetivo de canalizar a barrios de bajos recursos
alimentos rescatados y donados por fuentes
diversas. Una de las misiones más importantes
de Daily Table es competir con las opciones de
comida preparada y comida rápida
acostumbradas al brindar alimentos “listos para
cocinar” y “listos para comer” a precios
competitivos. Ello incluye la oferta de
alimentos sanos a precios que igualen los de la
comida rápida al tiempo de crear un entorno
animado y digno para las compras al menudeo. Como parte de tal esfuerzo, Daily Table prepara en
sitio grandes cantidades de comida, con cocineros y ayudantes de chef, en su mayoría habitantes del
barrio.
El fundador de Daily Table, Doug Rauch, confía en que su empresa —todavía en fase piloto y
sin haber alcanzado la autosuficiencia— consolide su presencia y logre un manejo de volúmenes
suficientes como para reducir los costos de los bienes que ofrece, a tal grado que pueda cumplir su
misión y cubrir los gastos de operación. La empresa tiene muy clara su intención de hacer frente a
un problema doble: el desperdicio de alimentos y la inseguridad alimentaria. Daily Table se encuentra
en un barrio de habitantes de bajo a medio ingreso que padecen el efecto del “desierto de alimentos”,
que se define como la dificultad para hacerse de alimentos saludables y nutritivos a precios razonables
en la localidad. Rauch señala: “Daily Table es en realidad una iniciativa de salud disfrazada de
supermercado”.
Para abastecer su operación, Daily Table recibe alimento donado o a muy bajo precio proveniente
de un amplio abanico de fuentes. Ello incluye sobrantes de los supermercados y productos de granjas
locales recolectados por grupos de voluntarios. El supermercado también compra alimentos a precios
de mercado cuando son necesarios para ampliar la oferta o para completar los ingredientes de una
receta. Cerca de la mitad de los alimentos que se mueven en Daily Table son donados y el resto se
compra, por lo general a muy bajo costo.
Efectos positivos: Los beneficios sociales de la iniciativa consisten en ofrecer alimento saludable a
precios reducidos a comunidades de bajos ingresos. En términos de desperdicio de alimentos, Daily
Table lleva a cabo un modelo piloto que crea un nuevo mercado secundario para bienes alimenticios
básicos que de otra manera se destinarían a la basura. Aún en sus primeras fases de desarrollo,
pero en espera de ampliarse, Daily Table recurre a la recuperación de alimentos para abordar la
inseguridad alimentaria mediante la oferta de comidas preparadas sanas en un entorno de ventas
al menudeo.
Ideas clave: Daily Table está probando la viabilidad de usar alimentos donados y comprados a través
de mercados secundarios. Mediante su preparación y cocción cuidadosas, estos productos se
transforman en productos comestibles atractivos y sanos que se venden al menudeo en comunidades
desatendidas.
Fuentes: Daily Table, 2015; Kazda, 2016; Luna, 2015; Mott, 2015.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 20
2.2.2 Estrategia 2: Instrumentación de mejoras en los procesos de almacenamiento y transporte
Estudio de caso 14. Canadá: Programas de recuperación de carne en supermercados y en la central de
abastos de Montreal (Place de Producteurs, Marché Central) | Moisson Montréal
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: mercado secundario
Moisson Montréal es un banco de alimentos
especializado en la recuperación de productos
alimenticios perecederos como carne, vegetales y
fruta. Gran parte del alimento recuperado (85%) debe
mantenerse frío o congelado, lo cual contrasta con la
situación de la mayoría de los bancos de alimentos,
que suelen ocuparse principalmente de la recuperación
de comida seca. Como casi ningún banco de alimentos
tienen los recursos para invertir en la adquisición de
camiones con capacidad refrigerante y de unidades
donde almacenar alimentos fríos o congelados,
Moisson Montréal ha asumido el papel de central de
recolección, almacenamiento y distribución de Fuente: Moisson Montréal, 2015b. productos alimenticios perecederos. Por su gran
tamaño, Moisson Montréal usa un sistema de rastreo basado en una aplicación que le permite dar
seguimiento a las entradas y salidas de donaciones. La organización redistribuye alimentos perecederos a
los bancos de comida ubicados en toda la provincia de Quebec; sin embargo, es preciso que dichos bancos
acudan al centro de distribución de Moisson Montréal a recoger los alimentos. Cuando las organizaciones
comunitarias recogen la comida, pasan por una especie de caja registradora vinculada a la aplicación
digital, de manera que Moisson Montréal lleva un registro preciso de cuánta comida se distribuye.
En 2015, Moisson Montréal trabajó con 293 proveedores de productos agroalimentarios (incluidos
fabricantes de bienes alimenticios, distribuidores y supermercados) para recolectar alimentos perecederos que
se distribuyen de manera regular a más de 250 organizaciones comunitarias. Este alimento ayuda a
alimentar a más de 146 mil personas al mes.
La carne y el pescado son los alimentos de mayor demanda entre los bancos de alimentos y demás
organizaciones comunitarias. Para ayudar a cubrir esta necesidad, Moisson Montréal emprendió en 2013
un proyecto piloto con diez supermercados (Loblaws) para rescatar la carne con fecha de caducidad
cercana y que, por tanto, se habría descartado. El éxito del proyecto se tradujo en su expansión a tiendas
ubicadas en toda la zona de Montreal. Hoy en día, cerca de 110 establecimientos participan en el proyecto
de rescate de carne y otros productos perecederos de supermercados.
La carne que el supermercado descarta se coloca en contenedores de plástico y se mete al congelador hasta
que la organización pueda recogerla. Moisson Montréal tiene tres camiones de transporte de productos
congelados destinados al programa, y agenda entre 200 y 220 recogidas por semana en las tiendas
participantes, o el equivalente a alrededor de 40 palets o tarimas cada día. Si bien lo prioritario es la carne,
Moisson Montréal también recoge de las tiendas otros productos alimenticios (pan, frutas y verduras).
La organización confiere gran importancia al control de calidad en todas las paradas; cada contenedor está
identificado por un número y se rastrea manualmente. Al llegar al centro de distribución de Moisson
Montréal, la carne se vuelve a empacar y se clasifica; esta información se captura en un programa
computarizado para control del almacén. Este sistema se desarrolló en respuesta a inquietudes
manifestadas por algunos donadores sobre posibles riesgos de afectación de imagen respecto de marcas
registradas.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 21
En las instalaciones de Moisson Montréal la carne se almacena en un congelador hasta el momento de ser
recogida por las organizaciones comunitarias, en que se le coloca en neveras de poliestireno portátiles para
su transporte. Moisson Montreal da seguimiento a todos los movimientos de redistribución de la carne y
otros alimentos, y una vez al mes envía la información correspondiente a cada tienda.
La carne se redistribuye sólo a entidades relacionadas con la transformación de alimentos (cocinas
comunitarias y proveedores de comidas, como el Ejército de Salvación, Meals-on-Wheels, etc.), que tienen
personal capacitado para manejar y cocinar la carne de manera segura. Por razones de salud y seguridad, la
carne no se dona para canastas de alimentos. Cerca de 90 organizaciones comunitarias participan en el
programa, cuyas donaciones cubren en cien por ciento las necesidades de carne de dichas entidades.
Cabe señalar que al inicio de la fase piloto, Moisson Montréal no recibió tanta carne como se había
anticipado. Se descubrió que gran parte del personal de los supermercados no comprendía la naturaleza del
proyecto ni sabía a quiénes se beneficiaba. Por tanto, Moisson Montréal preparó un programa de
capacitación para los empleados, a fin de explicar en qué consistía el programa, quiénes eran los
beneficiarios y cómo participar en el mismo. Se filmó un video animado de siete minutos y se elaboró un
programa de capacitación interactiva para los empleados. La capacitación redundó en la duplicación de las
donaciones de carne.
Además de los supermercados participantes, Moisson Montréal comenzó a trabajar con vendedores de la
Place de Producteurs del Marché Central, principal punto de venta y distribución de frutas y verduras de
la ciudad de Montreal, para recolectar los productos que al finalizar el día no se habían vendido. En esta
central de abasto se generan diariamente alrededor de 50 toneladas de desperdicio de alimento. Moisson
Montréal cuenta con un camión dedicado a recolectar todos los días de 20 a 25 palets de perecederos,
equivalentes a entre ocho y diez toneladas de alimentos. De la comida rescatada, cerca de 85% se considera
comestible y el restante 15% no comestible. Los choferes de las unidades de recolección deben evaluar la
calidad del producto para asegurar que los establecimientos comerciales no traten de incluir alimentos no
comestibles. Si esto sucede, Moisson Montréal envía a un representante a hablar con el donador para tratar de
resolver el problema; si no se resuelve, entonces Moisson Montréal elimina al establecimiento de su lista
de donadores por un tiempo determinado. La Place de Producteurs suministra 70% de las frutas y
verduras recolectadas por la Moisson Montréal.
Efectos positivos: Gracias a la participación de los supermercados, cada mes se rescatan de 60,000
a 65,000 kilogramos de carne. A ello hay que sumar las donaciones de otros alimentos perecederos de la Place de Producteurs (35%) y otros proveedores (55%). El éxito del proyecto de recuperación de carne ha sido
tal que Moisson Montréal trabajan en expandirlo a otros supermercados en la zona metropolitana de
Montreal. Asimismo, la organización trabaja para ayudar a otras organizaciones fuera de Quebec (como
Second Harvest) a establecer programas similares en sus regiones. Moisson Montréal tiene en puerta un
proyecto de importancia para determinar la manera de rescatar al cien por ciento las frutas y verduras no
vendidas en la Place de Producteurs del Marché Central de Montreal, con lo que se aseguraría el rescate
de 50 toneladas diarias de productos frescos que hoy por hoy se siguen desperdiciando.
Ideas clave: El gobierno de Quebec ha anunciado que en los próximos cinco años pronunciará una ley
provincial que prohibirá la disposición de material orgánico en toda la provincia. El personal de Moisson
Montréal anticipa que antes de poder ponerse en marcha dicha disposición legislativa, tendrán que
sortearse enormes obstáculos, incluida la necesidad de desempacar todos los alimentos antes de enviarlos
para su transformación en alimento para animales o composta. El proceso para sistematizar el desempaque
seguramente resultará muy caro, ya que será preciso crear la infraestructura necesaria. Los reglamentos
vigentes tendrán que reexaminarse para garantizar que el alimento ya empacado pueda transportarse,
almacenarse y destinarse a otros fines.
Fuentes: Entrevista Ca32; Moisson Montréal, 2015a y 2015b.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 22
Fuente: BCCDC, 2015.
2.2.3 Estrategia 3: Protección contra responsabilidad para donadores de alimentos
Estudio de caso 15. Lineamientos para la donación de la industria alimentaria | Centro
para el Control de las Enfermedades de Columbia Británica
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: poscosecha, venta al menudeo, servicios alimentarios
(preparación de alimentos y servicios de restauración)
El Centro para el Control de las Enfermedades
de Columbia Británica (British Columbia
Centre for Disease Control, BCCDC) es una
dependencia de la Autoridad Provincial de
Servicios de Salud responsable de investigar y
evaluar la presencia de enfermedades
transmisibles en Columbia Británica. La
organización brinda orientación en materia de
salud pública mediante la vigilancia,
detección, prevención y consulta, así como
servicios de diagnóstico y tratamiento directos
a los habitantes con enfermedades relevantes
para la salud pública provincial y nacional. En
vista del número de habitantes de la provincia
que dependen de la ayuda de bancos
alimentarios y de otras organizaciones de
beneficencia en materia de alimentación, el
BCCDC formuló dos directrices sobre
seguridad alimentaria y donación de alimentos.
El primer documento, Guidelines for Food Distribution Organizations (FDOs) with Grocery or Meal
Programs [“Directrices para organizaciones distribuidoras de alimentos que cuenten con programas
de distribución de comestibles o de comida preparada”], se formuló para brindar asistencia sobre
cuestiones de responsabilidad y relaciones con voluntarios y otros organismos de distribución alimentaria,
así como orientación en torno a alimentos nutritivos y seguros que se consideran adecuados para la
donación. El documento ofrece ejemplos de memorandos de entendimiento aplicables y presenta
diagramas de flujo para la evaluación de alimentos congelados, fríos y envasados.
El segundo documento, Industry Food Donation Guidelines [“Lineamientos para donaciones de
la industria alimentaria”], dirigido específicamente a dueños, gerentes o encargados de negocios,
se formuló con objeto de establecer principios rectores para la donación de alimentos; orientar
sobre la manera de poner en operación y gestionar un programa de donación de alimentos; explicar
qué clases de alimentos son adecuados para la donación; abordar inquietudes relativas a asuntos de
responsabilidad, y ayudar a la industria a establecer contacto con organizaciones de distribución
de alimentos.
Efectos positivos: Desde su publicación original en 2015, ambos conjuntos de lineamientos se han
ampliado para incluir más y mejor información sobre una gama de servicios diversos que ofrece la
iniciativa del BCCDC. Además de plantear la importancia de establecer relaciones entre los organismos
de distribución de alimentos y los donadores, los lineamientos actualizados orientan sobre la manera
en que estos organismos pueden lograr una comunicación eficaz y eficiente entre sí, con sus contrapartes
de la industria y con los voluntarios participantes.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 23
Los lineamientos han demostrado su utilidad como plataforma de asociación y colaboración. De hecho,
su formulación fue resultado del trabajo conjunto de organizaciones de beneficencia y bancos de alimentos
como Greater Vancouver Food Bank y Food Banks BC con el Distrito Regional del Gran Vancouver.
Ideas clave: Nadie cuestiona la importancia de rescatar y redistribuir alimentos seguros y saludables,
ni el creciente interés por fomentar su donación. Con tal propósito, la asociación nacional Restaurants
Canada, organismo sin fines de lucro que representa a los restaurantes y servicios de preparación de
alimentos de todo el país, promueve en su página web los lineamientos del BCCDC para facilitar la
donación de alimentos. La clave del éxito estriba en sensibilizar a los posibles donadores y convencerlos
de que la donación de alimentos saludables es un proceso relativamente fácil, para el que se cuenta
con un creciente apoyo y recursos de organizaciones como el BCCDC.
Fuente: BC Centre for Disease Control, 2015.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 24
2.2.4 Estrategia 4: Apoyo a plataformas en línea para la recuperación de alimentos
Estudio de caso 16. Estados Unidos: Aplicación para teléfonos inteligentes | Food Cowboy
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: mercado secundario
Food Cowboy es una de tantas aplicaciones para
teléfonos inteligentes creadas en los últimos años
para llenar un vacío en el sistema de recuperación
de alimentos de Estados Unidos. Dirigida a
conectar mejor a millones de entidades que
generan alimentos sobrantes y no deseados
en negocios de comestibles y restaurantes con
la gente que los necesita, la aplicación pone
en contacto directo a los donadores con las
organizaciones de beneficencia receptoras.
Los donadores con excedentes de alimentos y
las organizaciones de beneficencia que apoyan
iniciativas contra el hambre se registran mediante
la aplicación. Cuando los donadores anuncian
comida disponible, las entidades de beneficencia reciben la alerta junto con la ubicación, información de
contacto y detalles sobre el tipo y tamaño de la donación. Una de las condiciones es que la organización
receptora acepte únicamente lo que desea y puede usar o distribuir. La aplicación incluye también un
sistema de calificación mutua, similar al de otras aplicaciones entre pares que incorporan evaluaciones
mutuas y comentarios públicos.
En Estados Unidos el código del impuesto sobre la renta (Internal Revenue Code) permite a las empresas
de alimentos deducir 50% del precio justo de mercado menos el costo de producción cuando el alimento
sobrante se dona en lugar de enviarse a vertederos o rellenos sanitarios. Por cada donación realizada a
través de la aplicación, Food Cowboy carga una comisión de 15% de esa “ganancia por pérdida”, cargo
que permite a la iniciativa financiar sus operaciones y crear servicios. Asimismo, Food Cowboy tiene
previsto donar dos tercios de los ingresos, hasta por 50 millones de dólares estadounidenses ($EU) al año,
a efecto de ayudar a las organizaciones de beneficencia a cubrir los costos de horas adicionales de
operación para obtener las donaciones y del incremento de su capacidad de almacenamiento en frío.
En julio de 2016, Food Cowboy comenzó a destinar parte de sus ganancias a dos iniciativas que
financiarán empresas emergentes (compañías startups), así como tecnologías para reducir la pérdida
y desperdicio de alimentos. Food Cowboy estableció The No Waste Promise Alliance [Alianza por la
Promesa del No Desperdicio] y el Food Waste Innovation Fund [Fondo para la Innovación en Materia
de Desperdicio de Alimentos] con objeto de invertir hasta $EU75 millones anuales en la concreción de
soluciones de los sectores público y privado para hacer frente al desperdicio alimentario.
Efectos positivos: A junio de 2016, Food Cowboy tenía como usuarios más de 400 organizaciones
de beneficencia y 200 donadores. Los dueños y creadores de Food Cowboy y otras aplicaciones
consideran que sus iniciativas, basadas en la tecnología móvil, son empresas emergentes (startups
tecnológicas) en fase de prueba y que, como tales, dependen en gran medida de que consigan una mayor
presencia a fin cumplir sus metas y tener un efecto significativo en el problema del desperdicio de
alimentos.
Ideas clave: La ubicuidad y la facilidad de uso de la tecnología móvil, junto con el gran potencial que los
estímulos fiscales representan, han facilitado la comunicación directa entre donadores y receptores. Si se
adoptan de manera generalizada, aplicaciones como Food Cowboy podrían incrementar radicalmente las
donaciones de alimentos sobrantes y brindar un mecanismo sistemático tanto para donadores de alimentos
como para las entidades de beneficencia que buscan este tipo de donación.
Fuentes: Entrevista EU32; Food Cowboy, 2015; Strom, 2016
Fuente: Food Cowboy, s.f.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 25
2.2.5 Estrategia 5: Alimentación de animales
Estudio de caso 17. Canadá: Alimento para peces elaborado a base de larvas de insectos criados
en desperdicio de alimentos | Enterra
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: mercado secundario
El alimento tradicional para peces se elabora
mediante el cultivo de pequeños peces marinos
silvestres que se mezclan con soya y se transforman
en bolitas de comida. Sin embargo, la producción
de soya para elaborar dicho alimento exige recursos
de suelo y agua que son cada día más preciados y
escasos. A raíz de estas preocupaciones, Enterra
tiene por misión contribuir a “asegurar el futuro del
suministro global de alimentos resolviendo dos problemas mundiales: el desperdicio de alimentos y la
escasez de nutrientes”. Para ello, la empresa se dedica a elaborar alimento seco a base de larvas para
alimentar a peces y aves de corral, así como fertilizantes orgánicos para las granjas locales. Enterra
reaprovecha nutrientes del desperdicio y la pérdida de alimentos en fases preconsumo: recolecta los
desechos en los sitios que los generan —granjas, supermercados, invernaderos y panaderías— y los
emplea para nutrir a larvas de moscas soldado negro. Las larvas se cultivan y convierten en productos
alimenticios. De hecho, las larvas mismas son comestibles para los humanos, lo que las convierte
en una potencial fuente eficaz de proteína si los consumidores estuviesen más abiertos al consumo
de insectos (y si éstos estuviesen ya aprobados para consumo humano en Canadá). La empresa
produce actualmente más de 110 millones de larvas de mosca soldado negro diarias.
Efectos positivos: El reaprovechamiento y la recuperación de alimentos desperdiciados en fases
preconsumo son elementos clave de esta iniciativa y permiten hacer frente a numerosos problemas,
como la sobrepesca, la degradación del suelo y la escasez de agua. Enterra desempeña un importante
papel en la recuperación de alimentos al devolver el producto del manejo de los residuos a la
producción alimentaria. Otro efecto colateral de dar de comer desperdicios de alimentos a las larvas
es que en el proceso se produce también una especie de estiércol que puede usarse como fertilizante
natural. En términos de métodos de procesamiento de residuos orgánicos, el de Enterra es de enorme
valor, en comparación con el compostaje en hilera o la digestión anaeróbica, además de resultar
favorable en cuanto a mitigación del cambio climático al no producir metano y sólo un mínimo de
dióxido de carbono.
Ideas clave: Enterra ha logrado cerrar el circuito del desperdicio alimentario mediante un proceso
de reaprovechamiento de los nutrientes de desechos de alimentos generados en fases preconsumo
y su reintroducción en la cadena alimentaria. Este proceso permite no sólo producir una fuente
sustentable de proteína para peces y aves de corral, sino también generar una gran cantidad de
fertilizantes para la agricultura. Hoy día, la empresa se expande a otros países y sus ventas son
crecientes, sobre todo en Estados Unidos. Enterra se ha convertido en el primer fabricante de un
producto de proteína de insectos en haber completado el proceso de registro como ingrediente para
alimentación de animales en Canadá. El producto está ya aprobado para usarse en alimentos para aves
de corral, y la solicitud de autorización para su uso en alimento para peces está en proceso.
Fuentes: Cook, 2014; Enterra, 2016; Tamminga, 2015.
Fuente: Enterra Feed Corporation, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 26
Estudio de caso 18. México: Producción de harina de pescado con residuos de pescado | Mercado
de pescados y mariscos La Nueva Viga
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: mercado secundario
La Nueva Viga es el más grande mercado de pescados y mariscos
en México y Latinoamérica, y el segundo más grande del mundo.
La Nueva Viga distribuye —principalmente a pequeños mercados
y restaurantes, no sólo en la capital sino también en otras ciudades
del país, y en venta directa al menudeo— 1,500 toneladas de
pescado y mariscos (frescos y congelados) por día, lo que
corresponde a entre 70 y 80 por ciento de la producción pesquera
total de México.
Con una superficie de aproximadamente nueve hectáreas, cerca de
la Central de Abastos de la Ciudad de México, La Nueva Viga
tiene 422 productores y distribuidores, 202 locales de venta al
mayoreo, 55 puestos de venta al menudeo y 165 locales medianos
de venta al mayoreo llamados tianguis (de los cuales 132 son
restaurantes),
Los pescados y mariscos a la venta en La Nueva Viga provienen
sobre todo de la producción nacional, pero también de
importaciones. Entre 30 y 40 por ciento del producto se envía congelado de su lugar de origen, y el
resto llega fresco en transportes refrigerados (la distribución desde las costas mexicanas a veces
implica viajes de hasta doce horas).
En promedio, los productos frescos se venden en un lapso de dos días, y para el manejo de los
pescados sobrantes que no se venden, La Nueva Viga cuenta con dos estrategias: por un lado, una
pequeña cantidad del producto fresco recibido se congela para venderse luego in situ; por el otro,
el pescado sobrante y en buena condición se mezcla con restos de pescado para procesamiento y
se vende a empresas productoras de harina de pescado.
Efectos positivos: Antes de 2013, La Nueva Viga pagaba a transportistas para que recogieran los
desperdicios de pescado para su disposición final. La cantidad de desperdicio representaba cerca
de 2% (11,000 toneladas) del total del volumen del producto que entraba anualmente al mercado,
y el costo de la recolección ascendía a alrededor de 160,000 pesos mensuales. A partir de 2013,
en vez de pagar por la recolección, La Nueva Viga recibe alrededor de 215,000 pesos mensuales por
la venta de los residuos de pescado para procesamiento. Debido al éxito de este proyecto, La Nueva
Viga tiene planes de ampliar y formalizar el sistema de recolección de desechos alimentarios,
evaluar otros mecanismos internos de recuperación de alimentos y estudiar opciones adicionales de
distribución de subproductos. Hoy día, en vez de enviarse a rellenos sanitarios, los residuos de pescado
se recuperan como un producto alimentario, con el correspondiente efecto ambiental positivo.
Ideas clave: Una buena práctica para el manejo de la sobreoferta de pescado es congelar el producto
y luego venderlo. Cuando no es viable congelar, una opción secundaria consiste en procesar el
pescado para convertirlo en productos derivados más duraderos, tales como la harina de pescado,
lo cual a su vez resulta en la creación de mercados adicionales para los mismos.
Fuentes: Compesca, 2013; entrevista Mx56.
Fuente: Bergua, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 27
Estudio de caso 19. México: Un ejemplo de recuperación de alimentos para alimentación
de animales | Mercado Medellín
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: mercado secundario
El mercado Melchor Ocampo,
mejor conocido como Mercado
Medellín, se ubica en el corazón
de la Ciudad de México. Con 504
puestos, este mercado ofrece una
amplia variedad de productos
alimenticios perecederos, entre los
que se incluyen frutas y
legumbres, carne, aves, pescado
y granos. Aproximadamente 20%
de los productos en este mercado
se importan de Colombia, Perú,
Argentina, Cuba, Venezuela y otros países latinoamericanos. La diversa gama de inmigrantes
representados en los productos a la venta en el mercado puede explicar por qué organizaciones sin
fines de lucro de apoyo a inmigrantes participan activamente en la recuperación de alimentos en este
sitio.
Frutas, legumbres y restos de pescado se suelen tirar en el área de eliminación de desechos del
mercado, de donde cada dos días “pepenadores” o recolectores de basura rescatan los alimentos aún
consumibles. Cada vendedor o locatario genera un estimado de cinco a diez kilogramos de desechos
alimentarios, lo que representa entre 5 y 10 por ciento del volumen adquirido para venta en su puesto.
Los alimentos sobrantes se donan a organizaciones sin fines de lucro que ayudan a inmigrantes en
necesidad. Algunos vendedores regalan comestibles y carnes frías excedentes directamente a los
visitantes del mercado.
Los subproductos de pollo del Mercado Medellín y un mercado cercano de la colonia Juárez se
envían a una granja de puercos en Texcoco, Estado de México, para consumo animal. Los restos
de pescado también se emplean para la alimentación de animales o como insumos en otras industrias
procesadoras de alimentos.
Efectos positivos: Un estimado de 30 toneladas de restos o subproductos de pollo y pescado se
desvían para su aprovechamiento en la alimentación de animales, y existe el potencial de aprovechar
un volumen aún mayor.
Ideas clave: Otros mercados mexicanos presumiblemente generan un volumen considerable de
desechos de alimentos que, hoy por hoy, se siguen depositando en rellenos sanitarios en vez de
recuperarse para usos alternativos. Estas prácticas se podrían gestionar de mejor manera si se
introdujeran iniciativas y regulaciones en materia de recuperación de alimentos, en coordinación con
sectores interesados y actores clave, tales como las empresas procesadoras de pienso. La coordinación
entre diversos sectores puede contribuir a garantizar una gestión segura de cadenas de frío, así como
manejo de equipo y uso del espacio adecuados, a efecto de desviar alimentos sobrantes para su
procesamiento con fines de consumo animal.
Fuentes: Entrevistas Mx71 y Mx72.
Fuente: Bergua, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 28
2.3 Medición, seguimiento y registro
Las tareas de medición, seguimiento y registro brindan herramientas que permiten orientar con
mayor eficacia acciones para contribuir a la consecución de objetivos en materia de reducción de
los desechos de alimentos y su recuperación. La medición consiste en cuantificar la PDA: determinar
la cantidad de alimentos perdidos y desperdiciados, ya sea utilizando un instrumento o dispositivo
de conteo o medición directa en unidades estándares, o bien deduciéndola mediante cálculo o
modelación a partir de datos y cantidades conocidas (WRI, 2016). El seguimiento es el registro
continuo y sistemático de información detallada y su comparación con valores de referencia o metas
(WRI, 2016). El seguimiento facilita el establecimiento de valores de referencia, la visualización de
tendencias y el diagnóstico de problemas para identificar las razones que motivan el desperdicio
de alimentos; sirve de base, asimismo, una mayor sensibilización en torno a los volúmenes e
implicaciones de la PDA (LeanPath, s.f.). El registro permite compartir los resultados obtenidos de
la medición y el seguimiento, con lo que se fomenta una mayor rendición de cuentas y el compromiso
con actores internos y externos clave, incluidos los responsables de definir las metas en materia de
reducción de la PDA (WRI, 2016). Cuatro distintas estrategias se aplican a los estudios de caso
contenidos en este apartado:
Análisis de la composición de los desechos: distinguir los desechos alimentarios para
separarlos físicamente de otros materiales y poder determinar su peso y composición.
Diarios y bitácoras: mantener un registro o bitácora diaria de PDA y otra información.
Encuestas: recopilar datos sobre cantidades de desechos alimentarios u otro tipo
de información pertinente, a partir de cuestionarios estructurados aplicados a un elevado
número de personas o entidades.
Modelación y extrapolación de datos sustitutos o indirectos: usar datos disponibles para deducir
cantidades mediante la aplicación de un enfoque matemático basado en la interacción de los múltiples
factores y procesos que influyen la generación de PDA.
2.3.1 Estrategia 1: Análisis de la composición de los desechos
Estudio de caso 20. Canadá: Estudio de caracterización del desperdicio alimentario | Distrito
Regional del Gran Vancouver
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: procesamiento, venta al menudeo, servicios alimentarios
El Distrito Regional del Gran Vancouver
(Metro Vancouver Regional District) encarga
de manera regular la realización de estudios de
caracterización de residuos generados por todos
los sectores, a fin de obtener datos sobre las
cantidades de alimentos perdidos y desperdiciados
que terminan en la basura. Tal caracterización
incluye también los desechos de alimentos del
sector residencial unifamiliar que se aprovechan
como materia orgánica para compostaje. Los
resultados de estos estudios sirven también para
medir los avances hacia las metas de desvío y
aprovechamiento establecidas: 70% de todos los
residuos orgánicos en 2015 y 80% para 2020.
Los estudios más recientes fueron oportunos, ya
que el Distrito Regional del Gran Vancouver
aprobó en 2015 una prohibición por cuanto a la Fuente: Metro Vancouver 2015.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 29
eliminación o disposición final de residuos orgánicos (Organics Disposal Ban). Dicha disposición
exige a residentes y empresarios separar los desechos alimentarios y otros residuos orgánicos
(incluida la madera limpia), y prohíbe mezclarlos con la basura.
El estudio sobre la composición de los residuos de Vancouver y su zona metropolitana en 2014
se dedicó a los sectores institucional, comercial y de la industria ligera (ICI), con atención a cuatro
grupos en particular, por ser los que generan la mayor parte de los residuos sólidos y presentan más
oportunidades para su reducción: servicios de hospedaje y de preparación de alimentos, empresas
comerciales, manufactura y establecimientos de venta al menudeo. Se examinaron los residuos
contenidos en 98 muestras de basura, mismos que se separaron manualmente en 130 subcategorías de
materiales. La mayor parte (90%) de las muestras se recolectó directamente de negocios participantes,
lo que permitió una clasificación más precisa y detallada. El estudio de 2014 introdujo una nueva
subcategoría de caracterización de residuos: “desechos de alimentos donables”, como subcategoría
distinta de la usada previamente para “desechos alimentarios compostables”. Se consideran alimentos
donables los productos envasados o enlatados, productos alimenticios frescos y granos empacados
procedentes de supermercados y tiendas de comestibles que ya no se consideran vendibles, pero
cuya fecha de “caducidad” o “consumo preferente” aún no está vencida; los alimentos preparados
y artículos comestibles que minisúperes y cafeterías descartan, y también la parte de los desechos
alimentarios de restaurantes que resulta de compras de insumos excesivas.
El informe sobre la composición de los residuos sólidos del Distrito Regional del Gran Vancouver
correspondiente a 2015 examinó una gama más amplia de sectores: ICI, residencias unifamiliares,
residencias multifamiliares y clientes que llevan sus residuos directamente sitios de acopio o
recolección determinados. Los contenidos de un total de 107 muestras de basura se clasificaron a
mano en 138 subcategorías de materiales. El estudio de 2015 introdujo subcategorías específicas para
la identificación de desechos alimentarios “evitables” o “inevitables”. Para fines del estudio, evitable
se refiere a los alimentos que podrían haberse consumido, tales como sobras o restos de un plato;
en tanto que inevitable alude a los desechos o partes de los alimentos (o bebidas) que no son
consumibles en condiciones normales, como huesos, cáscaras de huevo y bolsas de té. Las
subcategorías correspondientes a desechos de alimentos evitables incluyeron frutas y verduras
enteras; trozos completos de carne y pescado, y alimentos preparados, productos horneados,
sándwiches y otros platillos tipo “gourmet”, así como líquidos (bebidas y aceites empacados),
completos o que no se han usado.
Efectos positivos: A raíz de la participación de los sectores ICI en el estudio de 2014, el Distrito
Regional del Gran Vancouver descubrió que numerosos administradores y empresarios estaban
interesados en unirse a la iniciativa, ya fuera para informarse mejor sobre el desempeño de sus
programas en curso para el manejo de residuos orgánicos, o bien porque buscaban oportunidades
para instrumentar nuevos programas, sobre todo anticipándose al cumplimiento de la prohibición
relativa a la eliminación de residuos orgánicos (entonces en proceso de aprobación). Los datos del
estudio sirvieron también para evaluar el efecto que los programas de reducción de la PDA y de
desviación de residuos orgánicos puestos en marcha por los sectores ICI tenían en las cantidades
y clases de materiales eliminados en las instalaciones de manejo de residuos sólidos, así como dar
seguimiento a los avances en las metas de desviación. Las categorías detalladas para caracterizar
mejor la pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA) contribuyeron a que el Distrito Regional Gran
Vancouver se concentrara en los sectores que generan los mayores volúmenes de desechos alimentarios
y en las posibles razones de tal desperdicio. Las categorías detalladas por clase de alimento (por ejemplo,
distinguir carne de vegetales), permitieron calcular con mayor precisión las emisiones de gases de
efecto invernadero (GEI) provenientes de la PDA.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 30
Ideas clave: Los análisis de composición de los residuos generados por los sectores ICI sirvieron
no sólo como herramienta de medición de los desechos de alimentos, sino también como instrumento
de comunicación para ayudar a los empresarios a ser más eficientes en el desvío de sus residuos
orgánicos. En el caso del sector residencial, al estudiar no sólo la basura generada, sino también los
materiales orgánicos recolectados para compostaje, el Distrito Regional Gran Vancouver obtuvo un
cálculo más completo de la PDA. Conforme más y más jurisdicciones incluyen el aprovechamiento
de desechos de alimentos en sus programas de compostaje para áreas verdes públicas, realizar
estudios de la composición de los residuos orgánicos adquiere mayor relevancia, con miras a evitar
una subestimación en las cantidades de la PDA.
Fuentes: Metro Vancouver, 2015 y 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 31
Estudio de caso 21. Estados Unidos: Datos sobre desperdicio de alimentos empleados para apoyar
la prohibición de eliminar residuos orgánicos comerciales en el estado de Massachusetts |
Departamento de Protección Ambiental de Massachusetts (MassDEP)
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: procesamiento, venta al menudeo, servicios alimentarios
En octubre de 2014, el Departamento de Protección
Ambiental de Massachusetts (Massachusetts Department
of Environmental Protection, MassDEP) prohibió la
eliminación o disposición final de residuos orgánicos
generados por establecimientos comerciales mediante
la Commercial Organics Waste Ban, prohibición por la
que se exige a las empresas e instituciones que generan
más de una tonelada corta (0.9 toneladas métricas) de
residuos orgánicos por semana que desvíen tal material
orgánico para su aprovechamiento, en lugar de su
eliminación o disposición final como basura. El
MassDEP encontró que 25% de los residuos eliminados corresponde a desechos alimentarios
derivados de la pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA), así como a otros productos orgánicos. El
estado de Massachusetts fijó la meta de desviar de su disposición final al menos 35% de los desechos
de alimentos para 2020, lo que incrementaría los volúmenes de aprovechamiento (procesamiento y
transformación) en más de 385,000 toneladas anuales. Los sectores empresariales e institucionales
objetivo de la prohibición incluyen hoteles, supermercados, centros de convenciones, instituciones
grandes, procesadores de desechos alimentarios y proveedores institucionales de servicios de
preparación de alimentos.
A fin de planificar y gestionar la prohibición, el MassDEP y los actores clave e interesados directos
requerían más información sobre generación y disposición de residuos orgánicos. Por ello, el MassDEP
presentó actividades detalladas de medición y análisis de datos en su Estudio y Plan de Acción sobre
Residuos Orgánicos (cuya actualización más reciente data de 2016). Entre las iniciativas de medición
identificadas destacan:
Mapeo de la densidad de la pérdida y el desperdicio de alimentos. Identifica las fuentes
principales de PDA y ayuda a las empresas transportistas y procesadoras al brindarles rutas
y ubicaciones de los establecimientos.
Caracterización del desperdicio. Analiza las porciones correspondientes a material orgánico
del flujo de residuos, a partir de datos del estudio de composición de los residuos que cada
tres años se realiza en Massachusetts.
Datos de generación de pérdida y desperdicio de alimentos. Cuantifica la actual
desviación de PDA por parte de dependencias y establecimientos estatales mediante el
programa Predicar con el Ejemplo, y recopila información sobre cómo aumentar dicho desvío
en instituciones que generan grandes volúmenes de desechos de alimentos, como
universidades, correccionales y hospitales; asimismo, estudia la situación de fabricantes,
procesadores y otros grandes generadores de residuos orgánicos.
Monitoreo de iniciativas estatales. Permite establecer una línea base y formular un
protocolo de medición para monitorear programas e iniciativas estatales; las mediciones
incluyen elementos como la capacidad de compostaje permitida y las toneladas desviadas.
Fuente: Biocycle, 2013.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 32
Efectos positivos: La información recolectada por el MassDEP contribuyó a que generadores,
recolectores y procesadores de material orgánico hicieran las inversiones pertinentes en infraestructura.
La información también ayudó a determinar a qué programas destinar ayuda gubernamental para la
prevención de la PDA y la recuperación de alimentos. El Departamento de Protección Ambiental
de Massachusetts actualiza su plan de acción periódicamente, lo que ayuda a rastrear los avances
logrados en el desvío de residuos orgánicos para su aprovechamiento, y brinda datos sobre la eficacia
y eficiencia de las correspondientes estrategias en Massachusetts.
Ideas clave: A fin de ayudar a las empresas a determinar si generan más de una tonelada corta de
residuos orgánicos a la semana, el programa RecyclingWorks de Massachusetts, creado y financiado
por el citado MassDEP, ofrece en forma gratuita asesoría técnica y talleres informativos, así como
herramientas y lineamientos en línea, con los cuales las empresas pueden calculen los volúmenes de
la PDA que generan. El subcomité sobre materia orgánica del MassDEP es parte del Comité Asesor
sobre Residuos Sólidos (Solid Waste Advisory Committee), que contribuyó a la elaboración del
Estudio y Plan de Acción sobre Residuos Orgánicos de Massachusetts de 2016.
Fuente: MassDEP, s.f.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 33
2.3.2 Estrategia 2: Diarios y bitácoras
Estudio de caso 22. México: Enfoque centrado en la población dirigido a la gestión de desechos
alimentarios en el ambiente urbano en México | Tesis doctoral
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: consumo
Un método para evaluar la pérdida y el
desperdicio de alimentos (PDA) en viviendas de
la Ciudad de México y el poblado de Jiutepec,
Morelos, se formuló y puso en práctica, como
parte de una tesis doctoral. Con la ayuda de
herramientas para la obtención de datos se generó
información cualitativa y cuantitativa de las
viviendas que permitió registrar comportamientos
respecto a la PDA, tipos de alimentos
desperdiciados y cantidad de alimento desechado.
El proceso de obtención de datos incluyó la
aplicación de una encuesta domiciliaria.
Asimismo, se pidió a los participantes llevar un
diario de PDA en el cual los participantes
registraban y anotaban el peso de los alimentos
que desechaban en sus casas.
Con miras a garantizar una representación diversa de los hogares en la Ciudad de México y Jiutepec,
se decidió incluir en el estudio viviendas de zonas de distintos estratos económicos. Se obtuvo
información demográfica detallada de las viviendas (120 en total) a fin de analizar diversos factores
socioeconómicos que pueden tener un efecto en la PDA, a saber: tipo de vivienda, acceso a
suministro de agua potable y saneamiento, frecuencia de limpieza de las vías públicas, educación,
tamaño promedio de la residencia, tipo(s) de comidas que se comparten con mayor frecuencia en
el hogar, ubicación de la casa y tamaño promedio de la vivienda.
La encuesta domiciliaria también incluyó preguntas sobre los patrones de manejo de residuos,
con elementos como la separación de desechos alimentarios de otros tipos de basura en la vivienda,
el uso de sistemas de compostaje y la frecuencia de los servicios de recolección. En relación con la
participación comunitaria, se preguntó sobre la percepción que se tiene de la colaboración de la
comunidad y el grado personal de apego al vecindario.
Durante un periodo de siete días, un miembro de cada vivienda participante llevó registros en el diario
de PDA. Para cada comida consumida en casa, se registró el peso y el tipo de los distintos desechos
generados (cáscaras de frutas y verduras, restos de carne y otros alimentos crudos, bebidas, alimentos
echados a perder, alimentos cocinados y alimentos excedentes). Asimismo, se registró la modalidad
de disposición o destino de los desperdicios (por ejemplo, composta, drenaje de la cocina, bote de
basura). De acuerdo con los resultados, los tipos más comunes de desechos alimentarios fueron
cáscaras de frutas y verduras. Con los datos recabados se estimó que la eliminación o disposición
final de desechos de alimentos fue de 0.2 kg por habitante/día en áreas con ingresos más bajos y de
0.14 kg por habitante/día en áreas con ingresos mayores.
Efectos positivos: Este estudio proporcionó información valiosa a los gobiernos locales, ONG y
otros actores clave del sistema alimentario que trabajan para comprender y atender la problemática
de la PDA. El análisis socioeconómico detallado resaltó las correlaciones entre PDA y factores
sociales, así como los comportamientos que dan forma a la pérdida y desperdicio de alimentos en
los distintos barrios o vecindarios.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 34
Ideas clave: La combinación de encuestas socioeconómicas con estudios específicos sobre la PDA
puede proporcionar información que sirva de base para la acción, en la medida en que permite
establecer vínculos entre los comportamientos respecto a desechos alimentarios y la información
demográfica. Además, la aplicación de un enfoque centrado en la comunidad permite a los actores
clave crear estrategias “a la medida”, en función de las necesidades y comportamientos específicos
de los distintos grupos socioeconómicos.
Fuente: Jean-Baptiste, 2013.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 35
Estudio de caso 23. Estados Unidos: Reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos,
y menores costos de operación | Gold Strike Casino Resort, MGM Resorts International
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: servicios alimentarios (preparación de alimentos y
servicios de restauración)
El complejo Gold Strike (hotel y casino), en Robinsville,
Misisipi, Estados Unidos, recibe cada año a más de 650
mil huéspedes. Cuenta con diferentes opciones para
comer, incluidos un restaurante de carnes a la parrilla,
cafeterías con servicio de comida rápida, bares y servicios
de buffet. Desde hace algún tiempo, entre los integrantes
del equipo Gold Strike empezaron a surgir inquietudes
respecto de la pérdida y el desperdicio de alimentos
(PDA) que su sistema de buffet “todo lo que pueda comer”
generaba. El incremento en los precios de los alimentos
fue el elemento que obligó a tomar medidas y que puso en
evidencia que la metodología en curso —uso de hojas de
preparación, listas de insumos y guías de producción— resultaba insuficiente.
Como parte de una iniciativa para identificar el desperdicio y ayudar a reducir la PDA, Gold Strike
empezó en 2014 a rastrear los desechos de alimentos con el programa LeanPath 360, tras instalar los
correspondientes dispositivos de monitoreo en dos de sus cocinas. Cuando el equipo administrativo
presentó el programa a su personal, las reacciones fueron encontradas: algunos empleados mostraron
entusiasmo, mientras que otros sospecharon que se trataba de un programa para medir el desempeño
individual. Con el fin de animar al personal a usar el programa LeanPath, se introdujeron recompensas
por participación, con las que se reconocía al trabajador con el mayor número de operaciones de monitoreo
como el “mejor rastreador” de la semana, y que incluían además una comida gratuita en el buffet. En
la reunión previa al cambio de turno, el equipo comentaba acerca de quién iba más adelantado, lo cual
creó una competencia amigable entre el grupo que dio como resultado la participación generalizada y
una recolección precisa de datos.
Ya con el proceso de rastreo avanzado, uno de los hallazgos más importantes del equipo administrativo
fue que los productos para el desayuno representaban una parte importante de la PDA. Descubrieron
que los equipos de las cocinas producían de manera continua lotes completos del producto hasta el final
del horario de desayuno, a las once de la mañana. En ese momento, procedían a tirar cacerolas llenas de
productos de cerdo, huevos y hot cakes, todo debido a la sobreproducción. Una vez que el personal empezó
a ver la relación entre las cifras de la PDA y la sobreproducción, procedió a reducir la producción. Algunos
alimentos —incluidos hot cakes, pan francés y otros productos que no se pueden guardar y reutilizar al final
del turno— empezaron a ofrecerse sólo “bajo pedido”. Esta modificación dio como resultado productos más
frescos para los clientes y un desperdicio significativamente menor al final del horario de comidas.
Efectos positivos: Después de usar el programa LeanPath 360 durante todo un año, el buffet del Gold
Strike había reducido la pérdida y el desperdicio de alimentos en más de 80% en la etapa previa al
consumo; además, los costos de operación (por insumos) disminuyeron de 5 a 6 por ciento en promedio
cada mes. Como ganancia adicional, la participación del personal se ha incrementado también, al
igual que su conciencia respecto a la problemática de la PDA.
Ideas clave: El volumen de lo que se desperdicia no siempre resulta evidente, hasta que se mide.
Al establecer sistemas de medición de la PDA, las cocinas pueden identificar dónde y en qué grado
se está dando la pérdida y desperdicio de alimentos, para luego usar esa información en la
formulación de soluciones viables.
Fuente: LeanPath, s.f.
Fuente: Gold Strike Casino Resort., s.f.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 36
2.3.3 Estrategia 3: Encuestas
Estudio de caso 24. Estados Unidos: Estudio de desperdicio de alimentos | Alianza sobre Reducción
de Desperdicios de Alimentos
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: procesamiento, venta al menudeo, servicios
alimentarios (preparación de alimentos y servicios de restauración)
En 2011, la Alianza para la Reducción del Desperdicio
de Alimentos (Food Waste Reduction Alliance,
FWRA), conjuntamente con un comité de expertos de
la BSR [red mundial de consultoría sin fines de lucro
para la sustentabilidad y la responsabilidad social de
los negocios], emprendió un plan trienal con el fin de
evaluar el panorama de la industria alimentaria en
Estados Unidos y entender mejor tanto la magnitud de
la pérdida y desperdicio de alimentos (PDA) como los
factores que contribuyen a ésta. El plan incluyó la recopilación de datos cuantitativos sobre
donaciones de alimentos comestibles, reutilización y reciclaje de alimentos y otros tipos de
eliminación de desechos alimentarios, directamente de las compañías participantes pertenecientes a
los sectores de fabricación de alimentos, venta al menudeo y servicios alimentarios. La investigación
también abordó los retos que supone incrementar las donaciones, la reutilización y el reciclaje.
Los tres estudios realizados por la FWRA y la red BSR emplearon datos cada vez más amplios para
elaborar estadísticas y estimaciones nacionales sobre la PDA de los sectores cubiertos:
Evaluación del desperdicio de alimentos de la BSR de 2012. Estudio inicial para estimar la PDA,
con base en información disponible al público.
Análisis del desperdicio de alimentos en Estados Unidos por parte de fabricantes, minoristas
y mayoristas de 2013. Segundo estudio, con base en datos primarios recopilados entre compañías
alimentarias por medio de encuestas, con la respuesta de:
13 fabricantes, que representaron aproximadamente 17% de las ventas proyectadas
del sector manufacturero de Estados Unidos, y
13 minoristas y mayoristas, que representaron cerca de 30% de las ventas al menudeo
y al mayoreo proyectadas de la industria de los supermercados de Estados Unidos.
Análisis del desperdicio de alimentos entre fabricantes, minoristas y restaurantes de Estados
Unidos de 2014. Tercer y último estudio, también basado en datos básicos recolectados entre
compañías alimentarias mediante encuestas, con la respuesta de:
16 fabricantes, que representaron aproximadamente 17% de las ventas proyectadas
del sector manufacturero de Estados Unidos;
13 minoristas y mayoristas, que representaron aproximadamente 32% de las ventas
proyectadas del sector de venta al menudeo (supermercados y tiendas de comestibles)
y al mayoreo en Estados Unidos, y
27 restaurantes (14 compañías sin más de diez locales cada una), que representaron
aproximadamente 32% de las ventas proyectadas de la industria restaurantera estadounidense.
Fuente: Food Waste Reduction Alliance, 2013.
(2013)
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 37
Efectos positivos: Esta evaluación de la industria alimentaria de Estados Unidos —la primera en su
género— permitió a los miembros de la FWRA analizar el estado actual de las prácticas de gestión de
la PDA de la industria y proporcionar datos de referencia para medir el avance en la reducción de la
PDA. El estudio de la FWRA demuestra que la colaboración entre las industrias es una opción para
recopilar datos sobre pérdida y desperdicio de alimentos.
Ideas clave: Los datos reunidos en los informes de la FWRA permiten a las compañías comparar
su desempeño con el de sus pares en lo que toca tanto a mejores prácticas como a generación de PDA.
Los informes y los datos de la FWRA sobre cómo superar los retos de la PDA pueden ayudar a la
industria alimentaria y a los responsables de la formulación de políticas a determinar en qué áreas
se requiere de mayor colaboración y mejores soluciones.
Fuentes: BSR, 2012; BSR, 2014; BSR, 2013.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 38
2.3.4 Estrategia 4: Modelación y extrapolación de datos sustitutos o indirectos
Estudio de caso 25. Canadá: La importancia de cuantificar el desperdicio de alimentos en Canadá |
Journal of Agriculture, Food Systems and Community Development
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: venta al menudeo
Los autores del artículo “The Importance of
Quantifying Food Waste in Canada” [“La importancia
de cuantificar el desperdicio de alimentos en
Canadá”], publicado en el Journal of Agriculture,
Food Systems and Community Development
(JAFSCD) en 2013, resaltaron que cuantificar la
pérdida y el desperdicio a lo largo de la cadena de
abasto alimentaria en el país era de enorme relevancia.
Estimaron los volúmenes de la pérdida y el
desperdicio de alimentos (PDA) generados de 1961 a
2001 para diversas categorías de alimentos a escalas
del consumidor y de la venta al menudeo. A fin de
obtener las estimaciones propusieron una metodología
de cuantificación de la PDA que aplica datos
secundarios del ministerio de Estadística de Canadá
(Statistics Canada) sobre disponibilidad de alimentos,
pérdida de alimentos y gasto en alimentos, para
complementar la falta de datos detallados sobre PDA
en el país.
El ministerio de Estadística de Canadá recopila datos
a partir de una amplia gama de fuentes —incluidas
encuestas y registros administrativos— y de diferentes
divisiones al interior del ministerio, así como de otros
departamentos gubernamentales, sobre la
disponibilidad de alimentos de las siguientes
categorías principales: frutas, verduras, productos
animales (incluidas carnes rojas, aves de corral, huevos, leche y queso), cereales, azúcar y jarabe,
aceites, grasas y bebidas. Statistics Canada calcula la pérdida de alimentos a partir de factores de
ajuste formulados por el Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura
(Department of Agriculture Economic Research Service) de Estados Unidos.
Asimismo, los autores emplearon datos del ministerio de Estadística de Canadá sobre ingresos
personales y gastos de consumo para analizar el total del gasto en alimentos, por un lado, y el gasto
en comida adquirida en tiendas en comparación con la adquirida en restaurantes, por el otro. El análisis
mostró el gasto en alimentos en restaurantes ha registrado mayores incrementos que el gasto en alimentos
en tiendas; sin embargo, los autores concluyeron que se requieren estudios adicionales para evaluar si
este cambio ha tenido efectos en la PDA y, de ser así, de qué manera.
Este estudio arrojó los siguientes resultados:
Se estima que la PDA se incrementó 40% de 1961 a 2009.
El incremento de la PDA fue mayor que el incremento en alimentos disponibles
para el consumo en el mismo periodo.
El mayor porcentaje de la PDA correspondió a frutas y verduras, en tanto que
el menor se observó en legumbres y nueces.
Source: Journal of Agriculture, Food
Systems and Community Development
2013.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 39
La conclusión de los autores fue que el aumento en el consumo de verduras y frutas frescas —ambos
productos perecederos— ha probablemente contribuido al incremento en la pérdida y el desperdicio
de alimentos.
Efectos positivos: Este estudio de cuantificación ayudó a obtener datos muy necesarios acerca de la
PDA (incremento de 1961 a 2009) en el ámbito nacional. Además de identificar los volúmenes de la
PDA, plantea la posibilidad de que los alimentos disponibles para consumo por persona, el PIB per
cápita y el nivel de ingresos por habitante sean factores que incrementen la pérdida y el desperdicio
de alimentos. Al usar datos históricos, la metodología empleada permitió a los investigadores evaluar
las tendencias de la PDA del pasado al presente, a diferencia de las metodologías que requieren la
recopilación de datos nuevos. Los autores manejan la hipótesis de que los datos de cuantificación
incrementarán la conciencia en torno a la PDA, la adquisición de alimentos y las costumbres
alimentarias. Esta sensibilización podría, en suma, contribuir a reducir la PDA y mejorar la seguridad
alimentaria, la calidad de los alimentos y la sustentabilidad ambiental, económica y de las
comunidades.
Ideas clave: Si bien la aplicación de datos del ministerio de Estadística de Canadá resultó de utilidad,
esta metodología tiene sus limitaciones; por ejemplo, haber usado los datos sobre PDA de Estados
Unidos, en vez de los de Canadá. Los autores recomiendan reproducir el estudio piloto para recopilar
datos básicos con base en los cuales cuantificar la PDA a lo largo de la cadena de abasto alimentaria
de Canadá. La metodología permite comparar la PDA con otros factores —como la población
canadiense o diversas categorías de alimentos— con el fin de ayudar a evaluar las tendencias y
determinar en dónde se deben centrar los esfuerzos para atender la problemática de la pérdida y el
desperdicio de alimentos.
Fuente: Abdulla et al., 2013; JAFSCD, 2013.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 40
Estudio de caso 26. Canadá: ¿“$C27,000 millones”… realmente?: el costo anual del desperdicio
de alimentos en Canadá | Value Chain Management International
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: poscosecha, procesamiento, distribución, venta al
menudeo, servicios alimentarios
En 2014, la empresa consultora Value Chain Management
International (VCMI) revisó las estimaciones sobre pérdida
y desperdicio de alimentos (PDA) contenidas en su informe
de 2010 sobre desperdicio de alimentos en Canadá (Food
Waste in Canada). De acuerdo con el cálculo actualizado, el
costo anual del desperdicio de alimentos en el país asciende
a 31,000 millones de dólares canadienses ($C), lo que significa
un aumento de 15% respecto de la cifra de $C27,000 millones
estimada en 2010. Tal incremento de 15% obedeció a la
disponibilidad de nuevos datos y hallazgos sobre la PDA en relación con productos del mar (incluidos
elementos de captura y procesamiento), y también a la inclusión de aspectos del desperdicio generado
de servicios de comida internacionales (catering) que no se habían incluido en el estudio anterior.
VCMI generó sus estimaciones a partir del análisis de datos disponibles —principalmente
del ministerio de Estadística de Canadá (Statistics Canada)— y de información obtenida de
comunicaciones con integrantes de la industria alimentaria comercial, así como de otros supuestos.
La metodología aplicada para estimar el valor económico de la PDA a lo largo de la cadena de abasto
alimentaria (sitios de producción agropecuaria, procesamiento, transporte y distribución, venta al
menudeo, consumidores, servicios de preparación de alimentos y restauración —restaurantes,
hoteles— y servicios internacionales de catering) se resume en el siguiente cuadro.
Métodos usados para estimar el valor del desperdicio en los segmentos de la cadena alimentaria
Segmento de la
cadena de abasto
alimentaria
Método para estimar el valor del desperdicio de alimentos
Sitios de producción
agropecuaria;
procesamiento;
transporte y
distribución
Las estimaciones de actores clave de la industria sobre el porcentaje
promedio de desperdicios generados en el campo, así como durante el
procesamiento, empaquetado, transporte y distribución, se aplicaron al
valor en dólares estimado de los productos agrícolas y de mar vendidos en
Canadá en 2012.
Venta al menudeo Se aplicaron estadísticas de la industria, con consideraciones de
confidencialidad; no se brindaron detalles adicionales sobre el método de
estimación.
Consumidores
Las estimaciones del ministerio de Estadística de Canadá sobre la PDA, en
kilogramos por persona, correspondientes a 2007 se aplicaron a la
población actual. Para obtener el valor estimado en dólares de los
alimentos desperdiciados se aplicaron supuestos en cuanto a los precios
por kilogramo (alimentos sólidos y líquidos por separado).
Fuente: Gooch et al., 2014.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 41
Segmento de la
cadena de abasto
alimentaria
Método para estimar el valor del desperdicio de alimentos
Restaurantes y hoteles
Las estimaciones de actores clave de la industria sobre el porcentaje de la
PDA en un “restaurante bien administrado”, más un adicional
correspondiente al porcentaje supuesto de sobras en el plato, se aplicaron
al valor en dólares estimado de los alimentos adquiridos por restaurantes
en Canadá en 2011.
Servicios de comida
internacionales
(catering)
Se establecieron supuestos con respecto al número promedio de alimentos
servidos en los viajes aéreos (comidas por pasajero y por vuelo), el
porcentaje de la PDA generada y el valor estimado en dólares de cada
comida. Los valores supuestos obtenidos se aplicaron al número de
pasajeros internacionales que tuvieron a Canadá como origen o destino en
2012.
Efectos positivos: Al presentar la PDA en términos de su costo en dólares, en vez de en tonelaje,
este estudio expuso claramente la rentabilidad para las empresas derivada de evaluar o rediseñar
sus operaciones a fin de prevenir la pérdida de alimentos evitable y el correspondiente desperdicio.
Asimismo, éste es a la fecha el único informe en Canadá que desglosa las fuentes de PDA por etapa
o fase de la cadena de abasto alimentaria.
Ideas clave: Aunque en este informe se estimó el valor cuantificable de la PDA, es muy probable
que el valor real sea mayor, ya que en el estudio no se incluyeron otros sectores de la cadena de
abasto alimentaria en virtud de lo limitado de los datos disponibles. La PDA entraña costos importantes
para las empresas y los consumidores en Canadá; sin embargo, estos costos suelen esconderse o no
resultar evidentes. Esta metodología de cuantificación podría ser más amplia de obtenerse datos de
sectores institucionales adicionales.
Fuente: Gooch et al., 2014.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 42
Estudio de caso 27. México: Pérdida y desperdicio de alimentos | Banco Mundial
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: poscosecha, procesamiento, distribución, venta al menudeo,
servicios alimentarios (preparación de alimentos y servicios de restauración)
El Banco Mundial llevó a cabo un estudio para
evaluar la pérdida y el desperdicio de alimentos
(PDA) en México y los impactos ambientales
derivados.
Con datos obtenidos de la Encuesta Nacional de
Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), la
industria restaurantera, la industria de la defensa
(militar) y el Atlas agroalimentario 2016 del
Servicio de Información Agroalimentaria y
Pesquera (SIAP) de México, el estudio aplicó
una metodología derivada de diversas investigaciones internacionales, entre ellas una de la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Para calcular la PDA a escala nacional, se revisaron y extrapolaron las estimaciones de tonelaje de
producción de 79 productos alimentarios que se seleccionaron de la ENIGH por ser representativos de
una típica dieta mexicana. Los desechos alimentarios correspondientes a cada uno de estos productos
se calcularon como el resultado de restar la suma de las exportaciones y el consumo a la suma de la
producción nacional y las importaciones. Es decir, la diferencia obtenida de dicha substracción se
considera comida perdida o desperdiciada. Cabe señalar que este modo de cálculo no incluye las
porciones no comestibles de los alimentos, mismas que son parte de la PDA, ni tampoco establece
una diferencia entre los desperdicios de alimentos que se desechan y los que se emplean para
compostaje o para alimentar animales. Por medio de este método, el volumen total de la PDA en
México se estimó en 20.4 millones de toneladas por año.
Asimismo, se calcularon la huella ecológica y la huella hídrica asociadas con una porción selecta
de los 79 grupos de productos: la huella ecológica de 29 grupos de productos fue equivalente a 37
millones de toneladas de dióxido de carbono, y el agua desperdiciada de 24 grupos de productos
fue equivalente a 40 billones de litros.
Efectos positivos: Este estudio a escala nacional (sin precedente en México) identificó algunas de
las causas, los volúmenes y los impactos ambientales de la PDA. La información resultante será de
utilidad para formular estrategias de intervención con un enfoque integrado para el manejo de la PDA
que maximicen la recuperación y rescate de alimentos.
Ideas clave: Al aplicar un enfoque por producto para estimar los volúmenes de la PDA y los
impactos ambientales asociados a ésta se logra un mayor nivel de detalle que permite determinar
cuáles son los alimentos que se desperdician más, así como identificar soluciones específicas para
cada tipo de alimento en vez de abordar la PDA en general.
Fuente: Aguilar Gutiérrez, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 43
Estudio de caso 28. Estados Unidos: Serie de datos sobre disponibilidad de alimentos con ajuste a
desperdicios | Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA)
Etapa de la cadena de abasto alimentaria: venta al menudeo
El Servicio de Investigación Económica (Economic
Research Service, ERS) del Departamento de Agricultura
de Estados Unidos (United States Department of
Agriculture, USDA) creó y mantiene una base de datos
sobre disponibilidad de alimentos con ajuste en función de
las pérdidas estimadas. La Loss-Adjusted Food
Availability Data Series (LAFA) abarca más de 200 tipos
de productos agrícolas. Las pérdidas de alimentos
incluyen todas las que se generan después de la cosecha:
productos dañados o echados a perder, partes no
comestibles, restos de comida o alimentos desperdiciados,
y también las pérdidas que resultan de los procesos de
preparación de los alimentos o por deshidratación. Los
datos de la LAFA se utilizan, principalmente, para ajustar
las estimaciones sobre disponibilidad real de los alimentos
y también para monitorear su consumo, así como la
calidad de la dieta, mediante el cálculo de las calorías
ingeridas per cápita y los patrones de consumo de los
cinco grupos más importantes de alimentos, más los
azúcares, edulcorantes, grasas y aceites añadidos. El ERS
también ha empleado la serie de datos LAFA para estimar
el volumen y el valor de los alimentos que se pierden en la
venta al menudeo y en el consumo individual. El volumen de las pérdidas se obtiene al multiplicar la
cantidad de determinado alimento disponible en el mercado por la correspondiente pérdida estimada.
El ERS comenzó a integrar sus coeficientes de pérdida de alimentos en 1992, para lo cual se valió
de informes publicados y de la participación de expertos. Sin embargo, la información de que entonces
se disponía correspondía e informes de mediados de los años setenta o incluso anteriores, y no registraba
las pérdidas a escala de establecimientos minoristas o de los consumidores. Así es que en 2005 el ERS
dio inicio a un estudio sistemático para actualizar los coeficientes con información más fresca. Trabajó
con organizaciones agrícolas e instituciones académicas a fin de poner al día factores de conversión
básicos (por ejemplo, en relación con los cultivos), y recurrió a asesores para actualizar las pérdidas
en el mercado minorista comparando datos correspondientes a los puntos de embarque con datos de
los puntos de venta en cadenas nacionales de supermercados. Las pérdidas en la escala de consumo
se estimaron al confrontar los datos sobre compra de alimentos registrados por el banco de datos de
investigación de mercados Nielsen Homescan con los datos de consumo derivados del Estudio
Nacional sobre Salud y Nutrición (NHANES).
Efectos positivos: La serie de datos LAFA es un importante recurso del Servicio de Investigación
Económica del USDA para cuantificar las variaciones de la pérdida y la disponibilidad de alimentos
a través del tiempo. Estas estimaciones pueden ayudar a los gobiernos de los estados y a la industria
alimentaria a perfeccionar sus iniciativas para prevenir y reducir la pérdida y el desperdicio de
alimentos (PDA) a partir de información más precisa sobre montos por grupo alimentario. Los
investigadores de otros países, como Canadá, emplean los coeficientes elaborados por el USDA,
ya que son los mejores modelos de que se dispone actualmente para estimar la pérdida de alimentos.
Fuente: Buzby et al., 2014.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 44
Ideas clave: En el informe de 2014, The Estimated Amount, Value, and Calories of Postharvest Food
Losses at the Retail and Consumer Levels in the United States [“Volúmenes, valores y calorías estimados
de las pérdidas de alimentos poscosecha, en las etapas de venta al menudeo y consumo en Estados
Unidos”], del Departamento de Agricultura, se calculó por primera vez la cantidad de calorías
asociadas a la pérdida de alimentos en ambas etapas de la cadena de abasto alimentaria en ese país.
El monto estimado para 2010 fue de 141 billones de calorías al año, equivalentes a 1,249 calorías per
cápita al día. Los tres principales grupos alimentarios, en términos de su contribución al valor total
de la pérdida de alimentos, fueron carne, aves y pescado (con 30%), vegetales (19%) y lácteos (17%).
Fuente: Buzby et al., 2014.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 45
2.4 Políticas y programas de educación o sensibilización
Existen numerosas oportunidades promisorias para la formulación de políticas y la implementación
de programas de educación o sensibilización con miras a reducir la PDA e impulsar la recuperación
de alimentos. En este apartado se presenta una selección de iniciativas de alcance regional y nacional,
lo mismo de América del Norte que de otras partes del mundo.
Estudio de caso 29. Canadá: Conjunto de herramientas y prácticas para reducir el desperdicio
de alimentos | Provision Coalition
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: procesamiento, distribución y venta al menudeo
Provision Coalition es una asociación canadiense de
fabricantes de alimentos y bebidas que ha creado un
portal en línea gratuito para facilitar las prácticas
sustentables entre quienes elaboran alimentos sólidos y
líquidos. En el portal se ofrecen información, estudios
de caso y herramientas para reducir el desperdicio de
alimentos que ayudan al fabricante a evaluar,
monitorear y mejorar tanto su desempeño como el
logro de sus objetivos sociales, ambientales y
económicos.
El Grupo de Trabajo sobre Desperdicio de Alimentos de esta asociación lanzó el conjunto de
herramientas y prácticas con el fin de ayudar a las empresas alimentarias a cuantificar el desperdicio
de alimentos que puede evitarse; estimar el valor de sus desechos alimentarios (en términos del costo
de su eliminación o disposición final); instrumentar mejores prácticas que reduzcan en su origen el
desperdicio prevenible de alimentos y bebidas, y con ello contribuir a disminuir la reducción de las
emisiones de gases de efecto invernadero resultantes de sus desechos. Disponible a través del portal en
internet de Provision Coalition, este kit de herramientas y prácticas se puede adaptar a otros sectores
que participan en la cadena de abasto alimentaria. Los elementos que integran el kit están organizados
para apoyar a los usuarios en cinco etapas consecutivas:
Cuantificación de la pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA)
Identificación de la causa principal de PDA
Selección y evaluación de las posibles soluciones
Puesta en marcha de las soluciones
Monitoreo de las soluciones
Efectos positivos: El conjunto de herramientas y prácticas para reducir el desperdicio de alimentos se
concibió para ayudar a los fabricantes de alimentos y bebidas a medir y manejar de mejor manera su
PDA. Una vez que los fabricantes comiencen a utilizar la herramienta, Provision Coalition espera
reunir la información agregada. Al ir más allá de mera medición, para identificar causas, elegir
soluciones y monitorear resultados, esta herramienta ofrecerá información valiosa en torno a la
eficacia de las diversas estrategias para reducir la pérdida y el desperdicio en la elaboración de
alimentos y bebidas.
Ideas clave: Provision Coalition está fortaleciendo sus relaciones de colaboración con la industria y
otros actores clave a fin de ofrecerles herramientas y otros recursos educativos y de sensibilización de
utilidad para reducir y prevenir la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Fuente: Provision Coalition, 2017.
Fuente: Provision Coalition, 2017.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 46
Estudio de caso 30. México: Programas piloto para cambios operativos | Simapro
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: procesamiento, servicios alimentarios (preparación
de alimentos y servicios de restauración)
El Sistema Integral de Medición y Avance
de la Productividad (Simapro), metodología
desarrollada por la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) para promover la creación de
empleos y la sustentabilidad, es resultado de un
diálogo entre directivos, representantes de los
trabajadores, mandos medios y personal operativo
en torno al mejoramiento de la productividad, las condiciones laborales y la equidad al interior de las
organizaciones. La metodología se centra también en la capacitación en el lugar de trabajo con el
propósito de desarrollar las aptitudes del personal para identificar oportunidades de mejora de los
procesos y para asegurar la comunicación permanente entre el personal operativo y los directivos.
Uno de los temas revisados con el Simapro fue el de la pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA),
identificada como una de las oportunidades más rentables (mediante ahorros derivados de la reducción
de los insumos) para optimizar el rendimiento.
Efectos positivos: En un programa piloto realizado en Bahía de Banderas (en la costa de Nayarit) se
implementó la metodología en cinco restaurantes y un hotel. Como resultado se obtuvo una reducción
promedio de 32% en la PDA (532 kilogramos en total entre todos los participantes de la fase piloto),
lo que permitió un ahorro total de 36,000 dólares estadounidenses. La adquisición de alimentos, el
almacenamiento y la preparación de platillos se identificaron como áreas de intervención clave para
satisfacer mejor las necesidades de los clientes. Los cambios que se implementaron como resultado
del programa piloto incluyeron:
mejorar la organización en los refrigeradores a efecto de lograr un mayor control
de las provisiones de alimentos;
estandarizar las opciones de menú, recetas y tamaños de las porciones;
mejorar la presentación de los platillos;
ofrecer a los clientes libertad de opción por cuanto a guarniciones;
controlar el costo total mediante un adecuado seguimiento de los suministros, y
sensibilizar al personal acerca de la optimización de los recursos.
En el estado de Chihuahua, el programa se instrumentó en pequeñas y medianas empresas de la
industria lechera, así como en varios restaurantes. Algunas mejoras que redujeron la PDA en una
empresa lechera fueron:
saneamiento mejorado en la producción de leche para asegurar que el producto no esté
contaminado;
regulación de los termostatos en las salas de incubación que previamente tenían temperaturas
variables;
modificación del proceso de producción de queso manchego para reducir las pérdidas
de 12 kilogramos por lote de producción a sólo cuatro kilogramos, y
modificación del proceso de producción de queso Chihuahua, con un aumento de 2.5%
en la productividad.
Ideas clave: La asistencia técnica para identificar e implementar mejoras en los sectores de procesamiento
de alimentos y de servicios alimentarios contribuye a reducir la PDA y aumenta la productividad.
Fuente: Entrevista Mx12
Fuente: Flores, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 47
Estudio de caso 31. Estados Unidos: Mapa de oportunidades para el aprovechamiento
de excedentes de comida | Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: poscosecha, procesamiento, distribución, venta
al menudeo, servicios alimentarios (preparación de alimentos y servicios de restauración)
La Agencia de Protección Ambiental
(Environmental Protection Agency,
EPA) de Estados Unidos publicará
próximamente un mapa de
oportunidades para el
aprovechamiento de los excedentes
de comida (Excess Food
Opportunities Map) junto con un
informe que estima los índices de
generación de excedentes de comida
de fuentes industriales, comerciales
e institucionales, agrupadas por
sectores: fabricantes y procesadores
de alimentos, mayoristas y
distribuidores de alimentos,
instituciones educativas, servicios
de hostelería, centros penitenciarios,
instituciones de salud y servicios alimentarios.
En el mapa y el informe se identificará tanto a los generadores de pérdida y desperdicio de alimentos
(PDA) como a los “receptores” de desechos alimentarios producidos en todo el país, incluidos bancos de
alimentos, digestores anaeróbicos y plantas de compostaje. Ello con base en un conjunto de datos doble:
por un lado, 500,000 posibles “generadores” de excedentes de comida en Estados Unidos (con el nombre
de la empresa o institución, su ubicación geográfica, y un estimado de los volúmenes generados); por el
otro, alrededor de 4,000 posibles destinatarios de tales excedentes y desechos de alimentos. Las fuentes
de datos y las metodologías que la EPA utilizó para estimar los índices de generación de excedentes de
comida de fuentes industriales, comerciales e institucionales se describen en el informe.
Efectos positivos: La EPA espera que gobiernos locales y promotores de proyectos utilicen
la herramienta para evaluar las posibles fuentes de la pérdida y el desperdicio de alimentos en áreas
geográficas específicas, de manera que puedan orientar mejor sus esfuerzos para prevenir la PDA e
impulsar procesos más eficaces de donación y recuperación de alimentos excedentes aún comestibles.
La herramienta también servirá a fin de que sectores interesados y actores clave intercambien
información e identifiquen oportunidades de colaboración para prevenir la PDA. Además,
probablemente influya en la creación de infraestructura en función de la disponibilidad de insumos.
Ideas clave: El modelo sobre PDA de la EPA se basó e inspiró en el éxito de la herramienta
cartográfica interactiva creada por la propia Agencia para promover una alianza entre actores clave
en la producción de biogás rico en metano (Waste to Biogas Mapping Tool). Los estados de Massachusetts,
Connecticut, Carolina del Sur y Vermont han empleado metodologías similares para estimar índices
de generación de pérdida y desperdicio de alimentos.
Fuentes: Entrevistas EU6 y EU22.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 48
Estudio de caso 32. Estados Unidos: Objetivo nacional de reducción de la pérdida y el desperdicio
de alimentos | EPA y USDA
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: poscosecha, procesamiento, distribución, venta al
menudeo, servicios alimentarios (preparación de alimentos y servicios de restauración)
El 16 de septiembre de 2015, la Agencia de
Protección Ambiental (Environmental
Protection Agency, EPA) y el Departamento de
Agricultura de Estados Unidos (United States
Department of Agriculture, USDA) anunciaron
el primer objetivo nacional para reducir a la
mitad la pérdida y el desperdicio de alimentos
(PDA) para el año 2030. Este objetivo de
reducción de la PDA (National Food Loss and
Waste Reduction Goal), el primero en su género
en Estados Unidos, va de la mano con la meta
12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas; para alcanzarlo, tanto la
EPA como el USDA buscan formar alianzas con comunidades, empresas, instituciones de
beneficencia y comunidades religiosas, así como con socios de todas las instancias de gobierno
(estatal, tribal, local).
El objetivo de reducción de la PDA se fijó tres metas principales: la primera es reducir el desperdicio
para contribuir a alimentar a quienes sufren hambre; la segunda, crear un incentivo económico para
que familias y empresas ahorren dinero, y la tercera, proteger el medio ambiente.
Un componente importante de este objetivo es la medición y el seguimiento. Con base en datos
disponibles correspondientes a 2010, que ubican la PDA en unos 99 kilogramos por persona en los
sectores residencial, comercial e institucional, el objetivo se propuso reducir el volumen de los
desechos alimentarios a la mitad, es decir, a 49.6 kilogramos por persona. En cuanto a la pérdida de
alimentos, ésta ascendió a 60,300 millones de kilogramos en total en 2010, de manera que el objetivo
es abatir este desperdicio en 30,000 millones de kilogramos.
Efectos positivos: El compromiso nacional de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos a la
mitad para 2030 ha generado mejoras en la medición y seguimiento de la problemática, así como un
aumento de los recursos destinados a investigación e innovación. Cabe destacar que dos años antes de
que se anunciara el objetivo nacional de reducción de la PDA, el USDA dio a conocer el Reto para la
Reducción de los Desechos Alimentarios (Food Waste Challenge), plasmado en una plataforma que
los actores clave de toda la cadena de abasto alimentaria pueden utilizar con fines de colaboración e
intercambio de prácticas idóneas de reducción, recuperación y reciclaje. En 2014 esta plataforma
contaba ya con más de 4,000 participantes y había rebasado su objetivo original de llegar a 1,000
participantes para el año 2020. Asimismo, con anterioridad al desafío para reducir los desechos
de alimentos, la EPA había lanzado el Reto para la Recuperación de Alimentos (Food Recovery
Challenge), herramienta también basada en incentivos, que ha dado buenos resultados y cuenta
con 950 participantes.
Ideas clave: El histórico anuncio del objetivo estadounidense en materia de desechos de alimentos
dio pie a una serie de metas que contribuirán a atender el cambio climático, el hambre y la
sustentabilidad ambiental. Si se toman en cuenta los elevados volúmenes de PDA que genera Estados
Unidos, este cambio en políticas es importante, y resulta fundamental para continuar haciendo frente
a la pérdida y el desperdicio a lo largo de la cadena de abasto alimentaria.
Fuentes: EPA, 2016; Geiling, 2015; USDA, 2015.
Fuente: USDA, 2015.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 49
Estudio de caso 33. Internacional: El Compromiso Courtauld | Programa de Acción sobre
Residuos y Recursos, Reino Unido
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: venta al menudeo, servicios alimentarios (preparación
de alimentos y servicios de restauración)
En 2000, el gobierno del Reino Unido creó
el Programa de Acción sobre Residuos y
Recursos (Waste and Resources Action
Programme, WRAP), organismo no
gubernamental financiado con fondos
públicos, con el propósito de asesorar a
empresas sobre opciones para reducir los
residuos y a hacer un uso más eficiente de
los recursos.
Algunos años después, en 2007, el gobierno
británico publicó la Estrategia Nacional
sobre Residuos para Inglaterra (National
Waste Strategy for England), uno de cuyos
objetivos fue centrar esfuerzos y atención
en los desechos domésticos y el sector residencial como elemento de especial importancia en la
jerarquía de la generación de residuos. A fin de contribuir al logro de los objetivos de la nueva
estrategia, se confirió al WRAP mandato y autoridad para formular y supervisar políticas y programas
dirigidos a diferentes sectores de la industria y a los hogares.
En 2005, el gobierno lanzó el Compromiso Courtauld, programa voluntario que exhorta a minoristas,
fabricantes y propietarios de marcas a disminuir sus residuos, más específicamente: reducir el
embalaje y también la pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA). Reconociendo que el comercio al
menudeo desempeña un papel preponderante en cómo y por qué se genera PDA en el hogar, el
Compromiso Courtauld ha estrechado sus vínculos con la campaña Love Food, Hate Waste [“Ama la
comida, odia el desperdicio”] del WRAP, programa lanzado posteriormente con el objetivo específico
de reducir la PDA en el sector residencial.
La implementación del Compromiso Courtauld tuvo lugar en cuatro fases:
Fase 1 (2005-2010) y fase 2 (2010-2012): Las dos primeras fases se centraron en la búsqueda de
soluciones para reducir tanto los desechos de alimentos como los residuos de envases primarios en
tiendas de abarrotes y comercios de venta de alimentos al menudeo. Para la fase 1 el propósito fue
lograr que más de 40 comerciantes minoristas se sumaran al acuerdo de reducir la PDA, así como
minimizar el aumento de los residuos de embalajes y abatir su volumen total. Los dos primeros
objetivos se cumplieron, con la reducción de 270,000 toneladas de desechos alimentarios en 2009-2010,
en comparación con el año anterior, y un crecimiento cero en residuos de embalaje en 2008; sin embargo,
las medidas para abatir el volumen total de embalajes se vieron neutralizadas por un crecimiento de
6.4% en las ventas de comestibles. La fase 2 pretendía partir de la fase 1 y abocarse a la PDA doméstica,
al impacto en términos de emisiones de carbono derivadas de los envases de comestibles, y a los
residuos de productos y embalajes en toda la cadena de abasto. El WRAP apoyó a los participantes
para que alcanzaran sus objetivos de reducción facilitándoles actualizaciones oportunas, herramientas
en línea, investigaciones y otros recursos en su sitio web. Como resultado, la PDA doméstica se redujo
3.7% (ligeramente por debajo del objetivo de 4%), pero la PDA prevenible se redujo 5.3%, lo que se
traduce en ahorros anuales de más de 700 millones de libras (£) para los consumidores y superiores a
£20 millones para los gobiernos locales. Además, la fase 2 alcanzó su objetivo de reducción de 10% por
cuanto al impacto en emisiones de carbono derivadas del embalaje de comestibles y superó su objetivo
de reducción del embalaje en la cadena de abasto: 7.4% en vez de su meta de 5 por ciento.
Fuente: Moore, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 50
Fase 3 (2013-2015): Se fijó como meta reducir la magnitud (peso) y el impacto en emisiones de
carbono de la PDA doméstica, y de los residuos de productos comestibles y embalajes, tanto en el
hogar como en el sector abarrotero del Reino Unido: alcanzar en 2015 una reducción de 3% en los
residuos tradicionales de ingredientes, productos y embalajes en la cadena de abasto de comestibles,
y de 5% en el desperdicio de alimentos y bebidas en los hogares (con base en valores de referencia
correspondientes a 2012), para una reducción total de 9% con respecto al valor de referencia de 2010.
Esta fase contó con 45 participantes del Reino Unido, incluidos comerciantes al menudeo, fabricantes
y propietarios de marcas.
Fase 4 (2016-2025): Esta fase consta de múltiples objetivos encaminados a: 1) un mejor
aprovechamiento de recursos en la fabricación de alimentos; 2) la reducción de la PDA, y 3) la
disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a través de iniciativas de
reducción de la PDA. El primer objetivo intenta obtener reducciones de 20% lo mismo en los recursos
utilizados en la producción de alimentos y bebidas a lo largo del periodo que en la PDA en todos los
sectores con actividad en las etapas poscosecha: producción, fabricación, distribución, venta al
menudeo, hotelería y servicios de preparación de alimentos y restauración, así como el sector
residencial. Al mes de marzo de 2016 se habían afiliado más de cien comerciantes minoristas de
alimentos, marcas, compañías de servicios alimentarios, organizaciones mercantiles y autoridades
locales con sede en el Reino Unido. Los participantes del sector de venta de alimentos al menudeo
representan más de 93% del mercado minorista de alimentos del Reino Unido en 2016.
A efecto de ayudar a la industria a obtener el máximo provecho de las medidas para prevenir la PDA,
en 2015 el WRAP formó un Grupo de Trabajo sobre Fabricación de Alimentos y Venta al Menudeo
(Manufacturing and Retail Working Group) que, para el desempeño de sus funciones, se apoya en
diversos documentos de orientación, herramientas y estudios de caso centrados en la reducción de
la PDA (primera prioridad); en la redistribución de excedentes de alimentos (segunda prioridad), y
en la desviación de excedentes en buen estado hacia la alimentación animal (tercera prioridad). La
información y los conocimientos que se obtengan ayudarán al WRAP a formular nuevas estrategias
para alcanzar objetivos de reducción de la PDA y apoyarán el cumplimiento del Compromiso
Courtauld 2025.
Efectos positivos: Según el WRAP, el Compromiso Courtauld ha logrado una amplia aceptación
entre gobiernos e industria. El programa “recibe el respaldo ministerial de los cuatro gobiernos:
Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales […] apoya la meta de política de una ‘economía con
cero residuos’ y los objetivos de la Ley sobre Cambio Climático (Climate Change Act) por cuanto
a reducir las emisiones de GEI en 34% para 2020 y en 80% para 2050 […], y los principales
minoristas, marcas y proveedores se han comprometido a brindarle su apoyo”.
La relación del WRAP con la industria alimentaria ha sido decisiva para el éxito de la campaña,
ya que esta industria ayuda a transmitir importantes mensajes ambientales a los consumidores
(justo en el lugar donde los consumidores esperan recibir información para tomar mejores decisiones
de compra); además, ha permitido introducir cambios a escala de los establecimientos de venta al
menudeo que facilitan la acción por parte del consumidor. Los siguientes son ejemplos de iniciativas
que varias de las principales cadenas de supermercados han emprendido:
Campaña Love Your Leftovers [Ama tu comida sobrante], de la gran cadena de
supermercados Sainsbury.
Eliminación por parte de la panificadora Warburton de las “fechas límite de venta”
de todos sus productos, lo que da mayor visibilidad a la “fecha de consumo preferente”.
Reducción de porciones y tamaños de los productos de la panificadora Kingsmill
(por ejemplo, su pan de caja Little Big Loaf).
Programa promocional BOGOFL: “Buy One Get One Free Later” [Compra uno
y llévate dos más adelante] de Tesco.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 51
En su fase 2, el Compromiso Courtauld alcanzó una reducción de 1.7 millones de toneladas en residuos
de alimentos y embalajes, con un valor económico de £1,800 millones, o $EU2,200 millones, más una
disminución en emisiones de GEI de 4.8 millones de toneladas de CO2-eq. Y estos logros han seguido
con un sorprendente avance. Para 2015, los participantes habían logrado una reducción de 3.2% en
los residuos de ingredientes, productos y embalajes de comestibles, lo que a su vez arrojó una
disminución de 3.9% en CO2-eq.
Ideas clave: Tras el éxito inicial del Compromiso Courtauld, el WRAP comenzó a trabajar con la
industria hotelera, de preparación de alimentos y de restauración para hacer frente a la PDA. En junio
de 2012, el WRAP lanzó su Acuerdo con los Sectores Hotelero y de Servicios Alimentarios
(Hospitality and Foodservice Agreement, HaFSA), en el que la industria hotelera y de preparación de
alimentos y restauración se comprometía voluntariamente a reducir en 5% sus residuos de alimentos
y embalajes e incrementar el reciclaje a 70%. El WRAP ha creado diversos recursos sobre PDA
dirigidos al sector de hotelería y servicios de preparación de alimentos y restauración, a saber:
Una página web titulada “Supporting resources for the Hospitality and Foodservice sector”
[Recursos de apoyo para el sector hotelero y gastronómico], que ofrece numerosos recursos
para ayudar a reducir la pérdida y desperdicio de alimentos.
Un paquete de recursos dirigido al sector hotelero y de servicios de preparación de alimentos
y restauración, con el fin de ayudar a sus miembros a sensibilizar a los consumidores para que
reduzcan el desperdicio en el plato.
Hojas de trabajo para ayudar en la medición y seguimiento o monitoreo de la PDA.
Estudios de caso sobre compañías de servicios de preparación de alimentos y restauración
que han tenido éxito en la reducción de la PDA.
Fuentes: Moore, 2016; WRAP, 2010, 2013, 2015 y 2016a.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 52
Estudio de caso 34. Internacional: Cuantificación de excedentes de alimentos, residuos y
materiales relacionados en la cadena de abasto | WRAP, Reino Unido
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: venta al menudeo, servicios alimentarios (preparación
de alimentos y servicios de restauración)
El Programa de Acción sobre Residuos y Recursos (Waste
and Resources Action Programme, WRAP), organización
de beneficencia registrada que trabaja con los gobiernos
del Reino Unido y otros donantes para ayudar a aplicar
políticas y programas de prevención de residuos y uso
eficiente de los recursos, es responsable de la principal
iniciativa de reducción de la pérdida y el desperdicio de
alimentos (PDA) en el Reino Unido: el Compromiso Courtauld 2025, acuerdo voluntario de
la industria de alimentos y bebidas por el que los interesados y actores clave de toda la cadena
de valor alimentaria del Reino Unido participan en la consecución de objetivos establecidos de
reducción y prevención de la PDA, además de ayudar al país a cumplir con la Meta 12.3 de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
En 2015, el WRAP creó un Grupo de Trabajo sobre Fabricación de Alimentos y Venta al Menudeo
(Manufacturing and Retail Working Group) que se encargaría de hacer investigaciones y formular
estrategias de prevención de la PDA en dichas etapas de la cadena de abasto alimentaria. Bajo la
supervisión de este grupo de trabajo, el WRAP emprendió en 2016 un estudio integral con miras a
comprender mejor los datos sobre PDA en empresas de producción y venta al menudeo, así como dar
seguimiento al avance del Reino Unido hacia el cumplimiento de sus metas de reducción de la
pérdida y desperdicio de alimentos.
La investigación, que culminó con la publicación del informe Quantification of Food Surplus, Waste
and Related Materials in the Supply Chain [Cuantificación de excedentes de alimentos, residuos y
materiales relacionados en la cadena de abasto], se planteó como objetivos principales:
estimar el volumen de los excedentes y el desperdicio de alimentos en supermercados
y tiendas de comestibles (venta al menudeo) y entre fabricantes de alimentos;
estimar el volumen de desperdicio que podría evitarse, ya sea donando alimentos para
consumo humano o desviándolos con fines de elaboración de alimento para animales, e
identificar las principales causas de los excedentes y el desperdicio de alimentos.
Las metodologías de cuantificación de la PDA y las definiciones empleadas en la investigación del
WRAP siguen las directrices del proyecto FUSIONS de la Unión Europea (descrito en el estudio de
caso 35). Los datos y conocimientos reunidos se obtuvieron de numerosos informes y estadísticas
publicadas, entrevistas y encuestas, así como visitas a sitios y auditorias de residuos de empresas
individuales. En particular, los conjuntos de datos sobre PDA del sector de venta al menudeo
provienen de tres de los principales minoristas del Reino Unido, que aportaron detalles de suma
utilidad para la evaluación. En cuanto a los datos sobre volúmenes de producción, las fuentes fueron
permisos ambientales, el Catálogo Europeo de Residuos, registros mercantiles y encuestas a empresas
de la industria.
Efectos positivos: El informe Quantification of food surplus, waste and related materials in
the grocery supply chain del WRAP es la más amplia evaluación que se ha llevado a cabo de
los volúmenes de excedentes de alimentos y de PDA generados por los fabricantes de alimentos
y comerciantes minoristas de abarrotes del Reino Unido. El estudio presenta un nuevo enfoque
para estimar la PDA prevenible de los sectores y subsectores de fabricación y venta al menudeo de
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 53
alimentos, y sugiere cómo usar la información para adoptar medidas de prevención de residuos. La
participación de los principales comerciantes minoristas, que proporcionaron conjuntos de datos sobre
desperdicio de alimentos a escala de producto, permitió a los investigadores formular estimaciones
detalladas de la PDA y del potencial de estrategias específicas para evitarla.
Ideas clave: El informe destaca que la prevención de la PDA, la donación de alimentos para consumo
humano y su desviación para alimentación de animales por parte de fabricantes y comerciantes
minoristas de alimentos podría reducir en 42% la PDA prevenible, lo que ahorraría a las empresas
el equivalente a millones de dólares estadounidenses al año. Los principales comerciantes minoristas
de abarrotes del Reino Unido, que representan más de 90% del mercado de dicho país, suscribieron
todos el Compromiso Courtauld. Para seguir contando con la cooperación de la industria, el WRAP
maneja los datos con estricta confidencialidad y aplicando fuertes medidas de seguridad; de hecho,
sólo difunde estimaciones agregadas y a escala de sector. El WRAP revisa que los datos “tengan
sentido”, pero no los verifica o valida “en el terreno”.
Fuente: WRAP, 2016b.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 54
Estudio de caso 35. Internacional: Manual para cuantificar los desechos alimentarios | Proyecto
FUSIONS, Unión Europea
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: poscosecha,
procesamiento, distribución, venta al menudeo, servicios
alimentarios (preparación de alimentos y servicios de
restauración)
El proyecto de uso de alimentos para la innovación social
mediante la optimización de las estrategias de prevención
del desperdicio (Food Use for Social Innovation by Optimizing
Waste Prevention Strategies, FUSIONS) es una iniciativa de
colaboración de 21 aliados de trece distintos países de la Unión
Europea más 170 actores clave de toda la cadena de abasto
alimentaria del continente que han asumido el compromiso
de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA).
FUSIONS no exige a sus integrantes y aliados declarar sus
desechos alimentarios, pero sí alienta a los estados miembro
a medir regularmente sus niveles de PDA para evaluar su
avance hacia el cumplimiento de la meta 12.3 de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. También
busca homologar las definiciones y metodologías de medición
de la PDA, a fin de facilitar la obtención de datos más
confiables y uniformes a los que pueda darse seguimiento a lo
largo del tiempo.
En 2016 FUSIONS publicó un manual sobre cuantificación de los desechos alimentarios, con miras a
monitorear la magnitud y el avance de la PDA en las diferentes etapas de la cadena de abasto. Este
documento (Food Waste Quantification Manual to Monitor Food Waste Amounts and Progression)
provee directrices para cuantificar la PDA, con base en el marco del estándar mundial establecido por
el Protocolo sobre Pérdida y Desperdicio de Alimentos. Define de manera explícita lo que significa
“pérdida y desperdicio de alimentos” y sugiere (mas no prescribe) métodos de cuantificación que se
pueden utilizar. El manual cubre tres actividades principales:
establecer la magnitud de la PDA que se genera en cada sector de la cadena alimentaria;
combinar el cómputo de los distintos sectores empleando un marco común a escala nacional,
y
comunicar los resultados de los estudios de cuantificación de la PDA a escala nacional, de
manera que resulten coherentes y se puedan comparar.
En el siguiente cuadro se presentan ejemplos de estrategias identificadas en el manual de FUSIONS
para cuantificar la pérdida y desperdicio de alimentos.
Ejemplos de metodologías para cuantificar la pérdida y desperdicio de alimentos
Tipo de metodología
de cuantificación Sector Ejemplo
Uso de datos existentes Producción primaria
(agricultura y ganadería)
Utilizar registros nacionales o de los
propios ganaderos sobre animales enviados
a sacrificio y animales fallecidos antes del
sacrificio.
Fuente: CE, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 55
Tipo de metodología
de cuantificación Sector Ejemplo
Realización de un estudio
que implique nuevas
mediciones
Procesamiento y
producción
Utilizar datos estadísticos sobre producción
de bienes manufacturados de la Unión
Europea (base de datos Prodcom) para
combinar porcentajes de PDA y estadísticas
de producción.
Pesaje directo o
evaluaciones volumétricas
Comercio al mayoreo y
venta al por menor
(incluidos mercados y
tiendas de comestibles)
Hacer visitas in situ y auditorías de residuos
a lugares que conformen una muestra
significativa; escalar a nivel nacional.
Escaneo o recuento Comercio al mayoreo y
venta al por menor
(incluidos mercados y
tiendas de comestibles)
Escanear alimentos envasados que se
desecharán y enviarán a disposición final,
a fin de que queden registrados
electrónicamente, como parte de un sistema
de mantenimiento de inventarios.
Análisis de la composición
de los residuos
Comercio al mayoreo y
venta al por menor
(incluidos mercados y
tiendas de comestibles)
Separar físicamente, pesar y categorizar los
elementos de los flujos de residuos sólidos
a los que se pueda tener acceso (mezclas de
residuos aún no compactados).
Diarios Servicios alimentarios
(preparación de alimentos
y restauración)
Anotar y registrar qué tipos de alimentos se
desechan y por qué.
Encuestas Producción primaria
(agricultura y ganadería)
Aplicar una encuesta confidencial a una
muestra de agricultores que cultivan
productos representativos del 80% de la
producción nacional; escalar los resultados
a agricultores no encuestados para
extrapolar resultados a escala nacional.
Balance de masas Producción primaria
(agropecuaria)
Calcular la cantidad de trigo desperdiciado
a partir de datos de rendimiento de cultivos
y de importaciones a los cuales se restan las
“salidas” (es decir, los volúmenes vendidos
a consumidores o como exportaciones).
Modelos Organización nacional Usar información sobre la relación entre
volúmenes de desechos de alimentos
generados y factores económicos, para
estimar los niveles de PDA al interior de un
sector.
Datos sustitutos Organización nacional Utilizar si la medición y obtención de datos
directos no son factibles debido a
restricciones presupuestales o a un limitado
acceso directo a información sobre PDA
(por ejemplo, volúmenes de desechos
alimentarios generados por sitios
individuales).
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 56
Efectos positivos: El manual para cuantificar los desechos alimentarios con miras a monitorear
los volúmenes y el avance de la PDA (Food Waste Quantification Manual to Monitor Food Waste
Amounts and Progression) se elaboró en colaboración con expertos de los estados miembro de
FUSIONS y diversos actores clave, incluidos algunos integrantes del equipo que formuló el Estándar
PDA (estándar mundialmente reconocido de cuantificación y registro, establecido por el Protocolo
sobre Pérdida y Desperdicio de Alimentos). El manual es una herramienta útil que, además, pueden
usar como referencia los investigadores encargados de reunir datos para departamentos de estadística
y autoridades nacionales. En este sentido, cabe destacar el proyecto de investigación de la Unión
Europea sobre alimentos y bebidas con eficiencia de recursos en toda la cadena de abasto (Resource
Efficient Food and Drink for the Entire Supply Chain, Refresh), cuyo propósito estriba en aprovechar
los resultados y la experiencia del proyecto FUSIONS para emprender nuevas acciones en contra
de la pérdida y desperdicio de alimentos. Integrado por 26 aliados de doce países europeos y China,
el proyecto Refresh recibirá financiamiento hasta 2019 de Horizonte 2020, el Programa Marco de
Investigación e Innovación de la Unión Europea.
Ideas clave: Bélgica y el Reino Unido utilizaron ya el manual de FUSIONS para cuantificar la PDA
que generan. En una conferencia organizada por la iniciativa FUSIONS, estos países destacaron la
claridad de lenguaje del manual y su metodología, así como su flexibilidad en el empleo de datos y
estrategias elaborados con anterioridad.
Fuentes: CE, 2016; WRI, 2016.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 57
Estudio de caso 36. Internacional: Informes obligatorios de desperdicio de alimentos | Japón
Etapas de la cadena de abasto alimentaria: poscosecha, procesamiento, distribución, venta al
menudeo, servicios alimentarios (preparación de alimentos y servicios de restauración)
La pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA)
reciben desde hace tiempo una atención especial
en Japón, toda vez que solían significar una
cuarta parte del flujo de residuos sólidos
municipales del país, con los consecuentes
impactos ambientales, sociales y económicos.
En 2001 se promulgó la Ley de Fomento de la
Utilización de Desechos Alimentarios
Reciclables (también denominada Ley de
Reciclaje de Alimentos) de Japón, con el
propósito de aumentar el índice de
aprovechamiento de residuos de comercios e
industrias y reducir tanto el desperdicio de
alimentos como la generación de otros
desechos. La Ley de Reciclaje de Alimentos define la PDA como: 1) materiales alimentarios que se
desechan luego de haberse servido como comida —o sin haberse servido—, y 2) materiales que no se
pueden ofrecer como comida, obtenidos como subproducto en procesos de fabricación, preparación o
distribución de alimentos, por parte de fabricantes, mayoristas, minoristas y proveedores de servicios
de catering.
En 2007, la Ley de Reciclaje de Alimentos se modificó con miras a dar mayor impulso al
procesamiento de desechos alimentarios para convertirlos en pienso o en fertilizante. La enmienda
también exigió a los operadores de empresas alimentarias que producen más de cien toneladas de
desperdicios por año registrar y presentar informes anuales sobre el volumen de PDA generado en sus
procesos de fabricación y distribución. Conforme a la normatividad nipona, las empresas alimentarias
deben además rendir informes sobre sus iniciativas de reciclaje al ministerio de Agricultura,
Silvicultura y Pesca. Si se determina que los esfuerzos de reducción de la PDA de un negocio son
insuficientes o están fuera del cumplimiento, el gobierno japonés puede entonces desde brindar
recomendaciones e instrucciones para introducir mejoras hasta hacer público el nombre de la empresa
o incluso imponer sanciones. Junto con los resultados de encuestas de muestreo a operadores de
alimentos que generan 100 toneladas de desechos o menos, los datos contenidos en los informes
obligatorios presentados se utilizan para calcular la PDA del sector de empresas alimentarias del país
entero.
Efectos positivos: La Ley de Reciclaje de Alimentos ayuda a sensibilizar a las empresas alimentarias
respecto de la magnitud de la PDA causada por sus prácticas empresariales e influye positivamente
sobre sus acciones. Los informes obligatorios que deben proporcionar las empresas alimentarias
responsables de las mayores cantidades de desperdicios proveen una más sólida estimación nacional
de la PDA, a diferencia de los informes voluntarios.
Ideas clave: Desde que se aprobara la Ley de Reciclaje de Alimentos, la mayor parte de los residuos
alimentarios asociados con actividades empresariales en Japón son ahora objeto de reciclaje y, por
consiguiente, se aprovechan. El país depende en gran medida de la importación de productos
agrícolas y recursos alimentarios del extranjero; esta enorme dependencia es uno de los factores de
motivación que subyacen a la reducción de la PDA y el aumento de la autosuficiencia alimentaria
para protegerse mejor en caso de una posible crisis del sistema alimentario mundial y sus
consecuentes impactos en términos de inseguridad alimentaria.
Fuentes: Marra, 2013; Parry et al., 2015.
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 58
3. Apéndice
En apoyo para la compilación de estos estudios de caso, se llevó a cabo —en un marco de estricta
confidencialidad— una serie de entrevistas con actores clave, con el objetivo de reunir una diversidad
de opiniones y adquirir un conocimiento más claro en relación con todas las etapas de la cadena de
abasto alimentaria y los distintos tipos de actores clave. En el siguiente cuadro se incluye un listado
de las entrevistas mencionadas como fuente en las descripciones de los estudios de caso. Se indican el
cargo de la persona entrevistada, el país de origen y el tipo de actor clave o sector al que corresponde,
pero —a fin de proteger información sensible y confidencial— se omiten los nombres y las
organizaciones participantes.
Número
de
entrevista
Cargo País Tipo de actor clave
Ca7 Gerente de recursos humanos Canadá Producción agrícola
Ca17 Dirigente de grupo y director ejecutivo
de operaciones
Canadá Servicios alimentarios
(preparación de alimentos
y restauración)
Ca32 Director de fomento empresarial Canadá Organización
no gubernamental
EU6 Cofundador y director ejecutivo Estados Unidos Consultor
EU22 Especialista en ciencias de la vida Estados Unidos Gobierno
EU32 Fundador Estados Unidos Organización
no gubernamental
EU33 Presidente Estados Unidos Organización
no gubernamental
EU37 Especialista en responsabilidad social
corporativa
Estados Unidos Procesamiento
o transformación
EU39 Gerente de sustentabilidad Estados Unidos Venta al menudeo
Mx12 Coordinador México Gobierno
Mx43 Coordinador México Organización
no gubernamental
Mx44 Director México Organización
no gubernamental
Mx71 Distribuidor México Venta al menudeo
Mx72 Distribuidor México Venta al menudeo
Estudios de caso sobre pérdida y desperdicio de alimentos en América del Norte
Comisión para la Cooperación Ambiental 59
4. Bibliografía
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