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Imperiali Genève – Ficha Técnica – Página 1 de 12
Ficha Técnica
La máxima de Imperiali Genève: innovar, transformar, sorprender
En los orígenes de Emperador —la caja de puros más prestigiosa del mundo—
había dos hombres, dos buenos amigos, David Pasciuto y Stéphane Nazzal:
los fundadores de Imperiali Genève. Sus valores: innovar, transformar y
sorprender dando vida a los objetos imaginados en los sueños más
disparatados, concebir lo inconcebible, realizar lo irrealizable...
Solo era necesario rigor y audacia, con una pizca de locura, para idear un
proyecto de tales magnitudes. El resultado es esta excepcional caja de 70 cm
de longitud, 45 cm de anchura y 30 cm de altura. Para su realización, David
Pasciuto y Stéphane Nazzal no estaban solos , sino que formaron un equipo
con los mejores: los mejores ingenieros, los mejores artesanos y los mejores
profesionales de la industria de Romandía con el objetivo de conseguir la
unión perfecta entre mecánica y precisión, materiales de excepción, alta
relojería y electrónica punta.
La fabricación de este objeto sin parangón ha precisado una serie de
competencias excepcionales, procedentes de 27 artes y oficios diferentes,
para el montaje de sus 2675 piezas. El equipo de élite ha trabajado bajo la
ejemplar tutela de los dos fundadores de Imperiali Genève y la ayuda de unos
diez ingenieros y diseñadores. Todos los colaboradores se han movilizado
durante más de dos años para poner a punto la caja y sus tres accesorios: un
cortapuros, un encendedor de mesa y un cenicero. Un minucioso proceso en
toda regla. Cada etapa ha requerido una reflexión intensa. Cada elemento es
fruto de un enfoque original. Una incesante labor de trabajo, de casi día y
noche, ha sido necesaria para producir esta creación.
«Nadie está obligado a hacer lo imposible», reza un adagio contrariado por
todos los que han participado en la elaboración de este proyecto.
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Técnicas vanguardistas al servicio de la belleza
En la elaboración de Emperador, la clave radica en la pluridisciplinari edad.
El proceso demostró ser indispensable para superar todos los desafíos
marcados, ya fuera en el intercambio de calor, en el ajuste térmico entre el
exterior de la caja de puros y el compartimento de puros, en la elección de
los diferentes materiales y aislantes, en la incorporación del sistema
electrónico —completamente oculto— en el mecanismo, en los prototipos
de los accesorios y, finalmente, en la parte puramente relojera que introduce
el reloj tourbillon original. Sin olvidar un elemento fundamenta l, sin el cual
la magia no habría sido posible: la noción de placer. Desde el estudio de la
viabilidad hasta los últimos retoques, se ha pensado en todo. Las partes
implicadas no solo han puesto sus conocimientos al servicio del proyecto,
también toda su ilusión.
1/ El ajuste de temperatura y humedad: un desafío arduo
Al igual que una caja fuerte de lujo, este cofre atesora en su interior dos
compartimentos protegidos y climatizados. En ellos tienen cabida los 24
puros cubiertos por cuatro hojas de fino oro, preservados en tubos de cristal
y presentados de manera radial. Para dar con el modo ideal de conservación,
no se ha escatimado en detalles técnicos. Por esta razón ha sido necesario
lograr controlar la tasa de humedad y temperatura. Los valores
recomendados para ambos parámetros son los siguientes: 70 % para el
primero y un rango de 16 a 18 ºC para el segundo. Estos valores pueden
modificarse en función de las necesidades y deseos del consumidor. ¿Cómo
ha sido posible alcanzar tal proeza en un entorn o tan limitado, teniendo en
cuenta las variaciones potenciales de la temperatura exterior? Para
satisfacer estas exigencias, los diseñadores de Emperador han decidido
emplear células de una naturaleza muy particular, de refrigeración
termoeléctrica. Se trata de pequeños módulos que generan un movimiento
del calor cuando se alimentan por electricidad. Sobre una de las superficies,
este movimiento genera un aumento de la temperatura, mientras por la otra,
produce frío y condensación en forma líquida. Dos módu los han sido
instalados, uno para la humidificación de los compartimentos de los puros y
el otro para la gestión de la temperatura. Los tres flujos de ventilación, que
sirven para la refrigeración pasiva del conjunto, permiten regular el objeto.
Del mismo modo, cabe destacar la presencia de un condensador en el mismo
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compartimento: un pequeño tubo vertical que permite disminuir la tasa de
humedad en caso necesario.
Pero esto no es todo. Para que el dispositivo pueda funcionar garantizando
la máxima satisfacción, incluso en las condiciones atmosféricas más difíciles,
ha sido necesario crear un sistema de aislamiento óptimo. Tras realizar
numerosas pruebas, la utilización de un compartimento de aluminio
mecanizado en la masa ha resultado la solución óptima. Otros materiales
aislantes completan esta pieza esencial de la caja (ver detalles en el capítulo
3).
Garantizar el buen funcionamiento del sistema requiere un cerebro o, en
este caso, un módulo electrónico. El firmware permite controlar el
condensador y su célula termoeléctrica para alcanzar el punto de
condensación deseado. El sistema de ajuste actúa sobre los radiadores y las
células midiendo una vez por minuto la temperatura y la higrometría de cada
compartimento de los puros. En resumidas cuentas, es e l encargado de
repartir las instrucciones entre los componentes funcionales. Por último, las
tres esferas equipadas de agujas permiten al cliente comprobar parámetros
importantes, como la temperatura y la humedad de los compartimentos (dos
agujas en una esfera), la cantidad de puros en cada uno de los
compartimentos (dos agujas en una esfera) y la reserva de marcha de la
batería (una aguja en una esfera). Ninguna de estas operaciones necesita la
mano humana. Emperador es capaz de controlar todo por sí mismo .
2/ El reloj: un tourbillon volante de excepción
Emperador es, ante todo, una caja de puros, sublimada por un gran número
de accesorios igualmente lujosos. Pero también esconde un sinfín de
sorpresas. El objeto presenta un reloj de excepción. En su i nterior, el
mecanismo de bloqueo alberga un reloj con una gran complicación realizada
completamente en Suiza: un tourbillon de cuerda manual diseñado y
desarrollado íntegramente para la ocasión por una manufactura de Franches -
Montagnes. Se trata de un movimiento de 21 600 A/h y una reserva de
marcha de 80 horas. Tradicionalmente, la caja del tourbillon efectúa una
rotación por minuto. La visualización de las horas y los minutos se realiza a
través de dos agujas centrales.
El reloj ha sido realizado por completo de manera artesanal, como dictan los
cánones, por un maestro relojero del Jura suizo. Además, los acabados y los
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aderezos han sido diseñados para cumplir los requisitos más rigurosos de la
alta relojería, al igual que la esfera, de color negro y lac ada finamente, que
presenta un guilloqueado «Clous de Paris».
Todo resulta inédito en la caja. El reloj está equipado con varias funciones
originales, como por ejemplo, el sistema de cuerda. El tourbillon, situado en
el centro del objeto, inmóvil la mayor parte del tiempo, no podía estar
dotado de un calibre automático, por lo que el movimiento de cuerda manual
ha resultado la opción elegida. Entonces, ¿cómo hacer para que este último
no se detenga nunca, por ejemplo, cuando el propietario se ausenta dura nte
mucho tiempo? En palabras de los diseñadores de Emperador: la acción de
la mano humana ha sido remplazada por un sistema original encargado de
activar la corona. Ingenioso. Otro detalle interesante es que, sobre el reloj,
la corona de cuerda no es externa, sino que está situada por debajo de la
caja, integrada en una capa de reducción en contacto con el dispositivo
descrito anteriormente. El sistema, accionado por vía electrónica, está
programado para limitar el par que se puede aplicar sobre el remontu ar.
Interviene en este último mecanismo a intervalos regulares, garantizando
una reserva de marcha suficiente en todo momento.
3/ Materiales utilizados: del aerogel al rodio
Ya lo advertimos, tanto en el diseño como en la fabricación de Emperador,
todo es original. Cada una de las piezas que componen la caja ha requerido
un enfoque específico. Los materiales existentes han sido adaptados al
objeto y componen un verdadero inventario a lo Prévert: cristal,
Alucobond®, Alucore® con plantillas soldadas con láser, fibras de materiales
compuestos, aleación de aluminio envejecido, aleación de aluminio, zinc y
cobre de alta resistencia, poliuretano expandido, poliestireno expandido,
Flexathene®, tejido antibacteriano y antifúngico, y, por supuesto, aerogel. El
aerogel goza de un uso extendido en la NASA para proteger los monos
espaciales y los robots exploradores de Marte. La lista no se acaba aquí.
También hay que sumar los tratamientos de superficie que revisten todas las
piezas metálicas, como por ejemplo, anodización, dorado, níquel y paladio,
rodio, pulido y grabado a máquina con lacado negro.
Debido a la complejidad del conjunto, las dificultades fueron aumentando
con cada etapa. En cuanto al cierre, por ejemplo, la colocación de cada pieza
debe realizarse de manera extremadamente precisa, teniendo en cuenta el
exceso de espesor provocado por el tratamiento de la superficie. En otras
palabras, los elementos han sido fabricados con un tamaño más pequeño
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para alcanzar las dimensiones deseadas tras la aplicac ión del dorado o el
níquel y paladio. Todo un ajuste milimétrico.
La tapa de Emperador es otro ejemplo interesante para destacar. Para su
elaboración, el desafío radicaba en que la estructura debía ser sumamente
rígida a la par que ligera para reducir la presión sobre el motor, que se
encarga de la apertura y del cierre. La utilización de placas de Alucore®
permitió a los técnicos superar con creces el reto. Este material compuesto
está constituido por dos finas chapas que aprisionan la estructura de panal ,
también compuesta por aluminio. El conjunto se monta por encolado, al igual
que sucede en el sector aeronáutico, sobre todo en la fabricación de suelos.
El aislamiento de los compartimentos de los puros también es digno de
mención. Para que esta parte de la caja pueda funcionar sin incidencias a
temperaturas exteriores de más de 28 ºC, se ha utilizado un material más
eficaz que la espuma empleada en el diseño del prototipo. Finalmente, se ha
elegido el aerogel por sus propiedades aislantes excepcionales . Esta
sustancia ha sido utilizada por la NASA para salvaguardar los robots
exploradores de Marte del calor extremo. El único defecto es que, debido a
su rigidez y alta volatilidad, no es posible emplearlo en la fabricación de
formas 3D complejas.
4/ Mecatrónica: la unión perfecta
Lujoso y pulido hasta el más mínimo detalle, Emperador guarda celosamente
parte de sus secretos. En los pliegues de su hermoso atavío negro y dorado,
la caja cultiva un lado misterioso. Mientras los principales elementos
mecánicos están a la vista, como el cierre y el reloj tourbillon, ninguno de
los componentes eléctricos o electrónicos se puede detectar. Los sensores,
por su parte, se esconden bajo botones táctiles. Todas las piezas que lo
componen han sido integradas con total sutileza para lograr un diseño
coherente en todo el conjunto.
La estructura y la mecánica dan prueba de ello. La caja está compuesta por
una estructura de apoyo en metal, capaz de albergar los elementos restantes
y soportar las cargas que generan las piezas móviles. En el interior de este
marco se encuentra otra estructura en aluminio, que esconde el cajón y su
sistema de desplazamiento, los compartimentos para puros y el mecanismo
de apertura de la tapa. A lo largo del proceso de fabricación, los dife rentes
elementos se montan antes de colocar la cubierta realizada en un material
compuesto (una aleación de fibra y cobre). La idea original de utilizar madera
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preciosa se abandonó por el camino, ya que se trata de un material
demasiado sensible a la temperatura y a la humedad. Cualquier deformación
habría podido generar dilataciones nefastas en los puntos más vulnerables
de la caja.
Posteriormente tiene lugar la construcción del puzzle en tres dimensiones.
Para ello se instalan sucesivamente tres calibradores de agujas y la tapa. En
el interior de esta última está presente el sistema electrónico de gestión,
mientras que en la superficie superior están dispuestos los botones táctiles,
que a su vez componen el nombre de la empresa, «Imperiali». Los botones
están conectados al módulo electrónico. Para abrir la caja, el usuario debe
introducir el código pulsando en las letras, también numeradas del 1 al 9.
Finalmente, el cierre y el reloj dominan majestuosamente en la cúspide de
la caja. Al mismo tiempo, el circuito impreso del compartimento de puros
está conectado con los LED de iluminación del cierre y su módulo
termoeléctrico.
Esta unión armoniosa entre mecánica y electrónica solamente ha sido
posible con la ayuda de los 33 microprocesadores, de los cuales 21 alimentan
los motores. Los datos pueden modificarse en cualquier momento gracias al
mando de programación entregado a los titulares de la caja. El mando
presenta la forma de un elegante tubo cromado de dimensiones reducidas,
equipado con un circuito impreso, una toma jack de 3,5 mm, una funda y un
botón de activación. Se conecta en el inferior de la caja, en la parte delantera
derecha, junto al interruptor principal y al conector de diagnóstico. Todas
las tomas están ocultas cuando el objeto reposa en l a base, siempre con
arreglo a las exigencias estéticas más estrictas.
La puesta en marcha de Emperador se realiza con total suavidad al pulsar
una de las teclas táctiles de la tapa. En primer lugar se ilumina la pantalla
LCD, que está integrada en la misma tapa y se oculta en reposo. Para llegar
aún más lejos, el usuario deberá desbloquear la apertura introduciendo su
código secreto, siempre mediante las teclas táctiles doradas. Un flash
luminoso en pantalla confirmará si la secuencia es correcta. El proce so
prosigue con el movimiento del cierre y la apertura de la tapa.
Más tesoros se esconden en el interior de Emperador en forma de tres
accesorios diseñados y desarrollados con el mismo cuidado que la caja
principal, conjugando los elementos mecánicos y la gestión electrónica: un
cortapuros, un encendedor de mesa y un cenicero.
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5/ El cortapuros: la elección del cliente
De los tres, el cortapuros reviste la mayor dificultad a nivel técnico. En
efecto, permite realizar dos operaciones. Por un lado, un m ecanismo se
encarga de cortar los puros. Por el otro, los perfora como un sacabocados.
Todo ello sin importar el tamaño o el diámetro del puro. El punzón está
disponible en tres tamaños, de 6, 10 o 14 milímetros. La parte de la perilla
eliminada se expulsa por la rotación de un barrilete. El ajuste de cualquiera
de los modos se efectúa por medio de un cursor mecánico situado a la
derecha de la ventanilla central. Estas dos operaciones, no obstante,
requieren seis movimientos diferentes. El primero, también el más simple,
consiste en abrir manualmente la trampilla lateral para insertar el puro. Este
gesto sirve también para poner en marcha el sistema electrónico del
dispositivo. El segundo permite apretar el puro, con el objetivo de
mantenerlo en el lugar adecuado sin dañarlo ni deteriorar su capa. A
continuación, tiene lugar otra operación delicada: la elección del corte o del
punzonado. El primer modo está señalado por una luz blanca, mientras que
un rayo láser indica la longitud del corte. El segundo modo e stá señalado por
un sistema de LED rojos. Como cabe esperar, los pequeños motores
utilizados para cada una de las operaciones se controlan de manera
electrónica. Para el usuario será un juego de niños, ya que todas las etapas
pueden controlarse a través de la placa táctil dorada: la captura del puro
previamente seleccionado, la confirmación y la ejecución del corte o del
punzonado y, finalmente, la puesta en marcha del accesorio, siempre que no
se haya manipulado durante algunos minutos.
En el cortapuros, al igual que en los relojes mecánicos, el baile de las piezas
móviles ofrece un espectáculo fascinante. El usuario podrá contemplarlo a
través de la ventanilla en la superficie del objeto. Los desechos del corte
pasan a depositarse en una bolsa pequeña, fácil de extraer gracias a la
trampilla situada por debajo de la caja. Esta misma apertura permite el
acceso a las cuchillas cuando haya que realizar reparaciones o tareas de
mantenimiento.
6/ El encendedor de mesa: en busca de la llama perfecta
El encendedor de mesa se revela como el segundo accesorio. Todos los
fumadores de puros están de acuerdo en que el encendido representa un
auténtico ritual, de suma importancia y precisión para determinar la calidad
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de la degustación. Una llama demasiado corta no permite al cigarro exhalar
todos sus perfumes y demasiado intensa quema rápidamente las hojas y
asfixiará los aromas. De ahí la necesidad de poseer un encendedor con la
llama perfecta. Tal es el desafío que se han marcado los diseñadores del
objeto. Su funcionamiento es el siguiente: para encender el mechero, basta
con accionar de abajo a arriba el cursor situado a la derecha de la corona
con el logotipo de Imperiali Industries. Técnicamente hablando, el encendido
se obtiene al abrirse la válvula de gas, g racias al motor eléctrico y a la
producción de una chispa por encima de las tres boquillas de la antorcha.
Además, el segundo motor hace girar la corona, que deja entrever una
apertura mecánica por rotación. Se ha prestado especial atención en la
fabricación de la reserva de gas de acero inoxidable, que ocupa la mayor
parte del interior de la caja. Esta integra a su vez varios dispositivos
mecánicos, como la válvula de relleno y la de alimentación de las boquillas y
del ajuste de flujo. La reserva tiene un volumen de 25 ml, que permite
alimentar una llama media durante varias decenas de minutos.
Por último, el encendedor de mesa alberga un sistema de medición
optoelectrónico que permite visualizar el estado de la reserva de gas,
además del estado de reserva de las baterías de los demás accesorios. Para
los amantes de los detalles técnicos, el sensor funciona gracias a la
combinación de un emisor y receptor infrarrojos y una óptica particular, que
permite la detección del nivel de gas licuado como resultado de la refracción.
7/ El cenicero: un ejemplo de inteligencia artificial
El cenicero, tercer y último accesorio, se revela como sus hermanos mayores
en una lujosa caja lacada en negro y oro. También posee parte de magia, ya
que su apertura, en la forma de diafragma, está motorizada e iluminada por
LED camuflados. Y lo que es más importante, está dotado de una serie de
sensores de proximidad para detectar los puros. Estos sensores están ocultos
al ojo humano, puesto que están integrados en el corazón del mecanismo,
dispuestos en el contorno del diafragma. Basta con acercar un puro al
dispositivo para activar el mecanismo y que se abra la caja, lista para recoger
las cenizas. Un puro, sí. ¿Pero qué sucede, por ejemplo, si una sola partícula
de ceniza se deposita sobre el sensor? Pues bien, el cenicero no se abrirá de
manera repentina, ya que la estrategia de detección ha sido desarrollada
para evitar tales incidentes.
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Cuando las cenizas penetran en el interior del cenicero, se almacenan en un
depósito extraíble fijado por una conexión en bayoneta. El usuario podrá
retirar dicho depósito en el fondo de la caja. ¿Cómo se acciona el diafragma
de apertura del cenicero? Por un mecanismo con gran capacidad de reacción,
cuya activación despierta la admiración de todos. Una vez más, la precisión
y la estética del dispositivo han requerido un cuidado sumamente preciso.
Por este motivo, la corona central está fijada en el motor sobre su diámetro
exterior, lo cual permite que todos los pétalos del diafragma se muevan a l
mismo tiempo.
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Comunicado de Prensa
Imperiali Genève desvela la caja de puros Emperador, una unión inédita de
alta tecnología, mecánica y fabricación 100 % suiza
Imperiali Genève ha desvelado hoy en primicia mundial el humidor
Emperador. Miles de horas de trabajo, varias patentes internacionales, 3500
piezas de alta calidad, un mecanismo complejo y la tecnología más
vanguardista conforman la caja de puros más prestigiosa d el mundo,
valorada en un millón de francos suizos.
Emperador es una invitación a lo superlativo. Un proyecto con tintes de
locura. Más que una creación de lujo, es una experiencia que deleita a los
cinco sentidos. Un momento de placer obsequiado en exclus iva a unos pocos
afortunados; solamente una docena de ejemplares numerados verán la luz
cada año. Esta obra única en el mundo —dotada de un reloj tourbillon—
conjuga el arte ancestral de la relojería suiza y el talento de los miles de
expertos, procedentes de 27 oficios diferentes, que han participado en su
realización.
En los comienzos de Emperador, Imperiali Genève nace como una empresa
joven con el deseo de reinventar los objetos existentes superando los límites
de la razón. «Innovar, transformar y sorprender», tal es su razón de ser. El
estuche, que trasciende lo común, es fruto de una desbordante imaginación
y ambición. Manufacturada en Suiza con materiales nobles, la caja mide
70 cm de longitud, 45 cm de anchura y 30 cm de altura.
Una joya de la alta tecnología y de la mecánica más compleja
El reloj tourbillon, compuesto por 323 piezas y una esfera que presenta un
guilloché «Clous de Paris», da vida al prestigioso cofre. Es obra de un
maestro relojero del Jura suizo. El acceso a los 24 puros exc epcionales Grand
Cru, enrollados en cuatro hojas de oro y dispuestos en tubos de cristal
individuales alrededor de esta creación tan sofisticada, está protegido por
un código secreto personal. Al pulsar una de las nueve teclas táctiles de la
tapa, que componen el nombre «Imperiali», la pantalla LCD integrada, oculta
en reposo, se activa. El usuario deberá introducir a continuación la secuencia
en las teclas táctiles doradas.
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Emperador, rico en detalles lujosos y deslumbrantes, desvela el mecanismo
del bloqueo y del reloj tourbillon, sin dar a conocer ninguno de sus
componentes electrónicos. Solamente los tres indicadores con aguja
mecánica se presentan al usuario mostrando en tiempo real la humedad
relativa y la temperatura del interior de la caja, la rese rva de marcha y el
stock de puros. Enmarcado en el perfeccionismo y la innovación, Imperiali
Genève ha concebido por primera vez en la historia un sistema de
autorregulación de la humedad sin aporte de agua ni necesidad de
intervención humana. Este mecanismo garantiza una tasa de higrometría
estable del 70 % y un rango de temperatura de 16 a 18 ºC, con independencia
de las condiciones climáticas del exterior. Además, el usuario podrá
configurar estas variables fácilmente en función de sus deseos.
La degustación del puro, un momento que roza lo sagrado, se ve sublimada
por los tres accesorios de alta gama de Emperador, que aúnan de nuevo la
tecnología y la mecánica más avanzada. Un discreto cajón, perfectamente
integrado en la parte frontal del estuche, los alberga con aspecto
majestuoso. El cortapuros practica un corte en el puro de manera mecánica
y su punzón lo perfora a modo de sacabocados. El encendedor de mesa y sus
tres boquillas nos obsequian con la llama perfecta. Por último, el cenicero
se abre por la magia del mecanismo al acercar el puro al dispositivo.
El tiempo es oro, el puro también
Centenares de combinaciones de tabaco minuciosamente seleccionadas han
sido necesarias para alcanzar el resultado final. Rico, complejo y equilibrado,
el producto procede de las fértiles plantaciones de los valles de Jamastrán,
en el sur de Honduras, y de Jalapa, en el norte de Nicaragua, El Dorado de
los inmigrantes cubanos que llevaron consigo sus granos y su maestría.
El puro Emperador es una obra de calidad superior, cuya elaboración no deja
nada al azar. Tras 48 meses de maduración, las hojas se fabrican con el mayor
respeto por el producto para dar origen a un Grand Cru de excepción.
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Imperiali Genève: www.imperiali-geneve.com
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