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SOCIAL FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO CURSO: LÓGICA FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL CURSO: LÓGICA RESUMEN: I UNIDAD

I Unidad

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Guia de lectura Nº 01

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SOCIAL

FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL

CURSO: LÓGICA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL

CURSO: LÓGICA

RESUMEN: I UNIDAD

Í N D I C E

Presentación .............................................................................................. 9 Introducción .............................................................................................. 11 Indicadores editoriales ................................................................................. 13

PRIMERA UNIDAD Conceptos básicoa ......................................................................................

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Lección 1

La lógica y sus problemas......................................................................... 17 1.1. ¿Qué es la lógica? ........................................................................... 17 1.2. Premisas y conclusiones ................................................................... 19

Lección 2

Proposiciones e inferencias .......................................................................

29 1.1. Concepto de proposición .................................................................. 29 1.2. Expresiones que no son proposiciones................................ 30

Lección 3 y 4

Los principios lógicos ...............................................................................

39 Los símbolos para la conjunción,la negación y la disyunción .......................... 39 1. Conjunción ..................................................................................... 40 2. Negación........................................................................................ 42 3. Disyunción ..................................................................................... 43 4. Puntuación ..................................................................................... 44

Actividades de la Primera Unidad ................................................................... 47

P R E S E N T A C I Ó N

El Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega

participa como editor de libros de ciencias, humanidades, artes y textos

universitarios principalmente para sus alumnos de pregrado y posgrado

de las diferentes modalidades de estudio que se imparten en nuestra

institución y para el público en general. Dicho trabajo comprende la

búsqueda de autores, la coordinación con las áreas académicas de la

Universidad, el diseño, corrección de estilo e impresión de las obras.

Esta labor de producción editorial se realiza bajo los más altos

estándares de calidad que una institución superior, seria como la nuestra,

debe cumplir, todo ello bajo una visión sistémica, pro desarrollo de la

mente y del pensamiento crítico.

Aunque en los últimos años, producto del proceso de digitalización

que el mundo experimenta, se ha considerado la posibilidad de extinción

de los libros en medio físico, se ha podido comprobar que este siempre

mantendrá su mercado cautivo, y más bien los medios digitales han

contribuido a expandir más su mercado, posibilitando incluso alcanzar

nichos a los que anteriormente no se llegaba.

Por todo ello, el Rectorado, a través del Fondo Editorial, reitera

su compromiso con nuestra Universidad y con el País, de participar

activamente y con su mejor disposición, en esta gran tarea que es la

difusión del conocimiento entre su alumnado y en la sociedad en general,

obra que debe ir acorde a las nuevos requerimientos y parámetros que

el mundo en estos tiempos actuales demanda.

Fondo Editorial

z 11 z

I N T R O D U C C I Ó N

Durante mucho tiempo se ha concebido a la lógica como una

disciplina propedéutica y obligada en los estudios generales. También se

ha identificado la lógica con su versión simbólica, al punto de creer que

las inferencias lógicas y su simbolización lo eran todo. Consideramos que

la lógica, en sentido general, es sumamente provechosa, pero para poder

comprender al máximo este punto debemos indicar que hay una variedad

de posibilidades para la lógica. En las cuatro unidades presentadas en

este libro, veremos la lógica simbólica, la lógica de predicados, la teoría

de la argumentación y la lógica deóntica. Ahora, debemos dejar en claro

que son presentaciones a cada lógica. Luego es tu tarea profundizar más

y usar la lógica que mejor te sirva y aprovecharla al máximo.

En el caso de la primera parte del curso (primera y segunda unidad)

se analizan aspectos básicos de la lógica. Te sugiero que prestes mucha

atención a lo expuesto allí.

Luego, en el caso de la segunda parte del curso (tercera y cuarta

unidad), se exploran dos elementos importantes que actualmente han

ido revitalizando su importancia: la teoría de la argumentación y la lógica

deóntica. Se trata de dos elementos nuevos y no muy usuales en estos

cursos, así que te pediría que te mantengas alerta.

El material que compone este libro ha sido tomado de distintos libros

de autores especializados en el tema de la lógica. Cada uno tiene, en

este sentido, su estilo propio y también sus técnicas didácticas. Por ello

también hay que mantenerse alerta en la lectura, anotando pasajes clave,

así como definiciones. Completa las actividades al final de cada unidad y

sigue las sugerencias para el estudio.

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SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO

Recuerda

Para aprender es necesario un aprendizaje activo y reflexivo para lo

cual tienes que:

a. Activar la información previa que tienes con relación al tema y

sobre la base de ella iniciar la construcción de tu aprendizaje:

¿qué sé sobre este tema?, ¿qué tarea me solicitan, es fácil o

difícil?; ¿qué materiales necesito?

b. Marcar y anotar las palabras nuevas a fin de que busques

su significado y entiendas mejor el tema. En este libro no

usamos glosario, pues eres tú quien debe construirlo para

de esa forma fomentar el aprendizaje activo.

c. En este libro los ejercicios están basados en el uso del lenguaje.

Debes leer y resolver las interrogantes oportunamente,

también debes disponer un tiempo en particular para ello.

d. Al finalizar tu estudio la pregunta siempre debe ser: ¿Qué

de nuevo aprendí?, ¿qué tema sigue? ¿Para qué me sirve lo

aprendido?

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i n d i c a c i o n e s E D I T O R I A L E S

Para poder mantener la fluidez de la sesiones, colocaremos aquí las

referencias bibliográficas de los textos incluidos.

Priemra unidad:

Copi, I., & Cohen, C. (2007). Introducción a la lógica.

México D.F.: Limusa. pp. 17-30.

García Zarate, Ó. (2003). Introducción a la lógica. Lima :

Fondo Editorial UNMSM. pp. 71-81.

Copi, I., & Cohen, C. ( 2 0 0 7 ) . Int r od uc c ión a la lóg ic a.

México D.F.: Limusa. pp. 322-331.

Segunda unidad:

Copi, I., & Cohen, C. (2007). Introducción a la lógica.

México D.F.: Limusa. pp. 245-249.

Tercera unidad:

Perelman, C., & Oldbercht-Tyteca, L. (1989). Tratado de la argumentación.

Madrid: Editorial Gredos. pp. 47-52.

Bustamante, A. (2009). Lógica y argumentación.

México D.F.: Pearson. pp. 9-22.

Perelman, C., & Oldbercht-Tyteca, L. (1989). Tratado de la argumentación.

Madrid: Editorial Gredos. pp. 52-64.

z 14 z

Cuarta unidad:

Alarcon, C. (1989). Las lógicas deónticas de Georg

H. von Wright. Alicante: Universidad de

Alicante.

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p r i m e r a

UNIDAD

Conceptos básicos

¿Qué es la lógica? ¿Qué es razonamiento?

¿Qué son premisas y conclusiones?

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L e c c i ó n I

LA LÓGICA Y SUS PROBLEMAS

1.1 ¿Qué es la lógica?

La lógica es el estudio de los métodos y principios que se usan para distinguir

el razonamiento bueno (correcto) del malo (incorrecto). Esta definición no implica

que sólo el estudiante de lógica pueda razonar bien o correctamente. Pensar así

es tan erróneo como creer que para correr bien se requiere estudiar la física y la

fisiología asociadas con esa actividad. Algunos atletas excelentes ignoran por completo

los procesos complejos que tienen lugar en el interior de su cuerpo cuando están

compitiendo. Sobra decir que los viejos profesores que saben mucho al respecto no

se atreverían a incursionar en el terreno atlético. Aun con el mismo aparato nervioso

y muscular básico, la persona que posee tales conocimientos no puede sobrepasar al

“ e a natural”. Pero dada la misma inteligencia nata, es más probable que una persona

que ha estudiado lógica razone correctamente y menos probable que así razone una

persona que nunca ha reflexionado acerca de los principios generales involucrados en

esa actividad. Hay varias razones que explican esto. Primera, el estudio apropiado de

la lógica la entenderá lo mismo como un arte que como una ciencia, y el estudiante

se ejercitará en cada una de las partes de la teoría que está aprendiendo. En este

como en cualquier otro caso, la práctica llevará al perfeccionamiento. Segunda, una

parte tradicional del estudio de la lógica ha sido el examen y el análisis de las falacias,

que son errores muy frecuentes y “ urales” del razonamiento. Esta parte del tema

proporciona una visión más cabal acerca de los principios del razonamiento en general

y de que la familiaridad con esas trampas nos ayuda a evitar caer en ellas. Por último,

el estudio de la lógica proporcionará a los estudiantes, técnicas y métodos para verificar

la corrección de muchos tipos diferentes de razonamiento, incluyendo el suyo propio;

y cuando los errores se pueden detectar fácilmente, es menos probable que perduren.

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l óg i c a

En ocasiones, la apelación a las emociones es un recurso eficaz. Pero la apelación a

la razón es más efectiva a la larga y se puede verificar y evaluar mediante criterios que

definen la corrección de un argumento. Si estos criterios no se conocen, entonces no

se pueden aplicar. El estudio de la lógica ayuda a descubrir y utilizar estos criterios de

corrección de argumentos que pueden usarse.

Frecuentemente, se ha definido a la lógica como la ciencia de las leyes del pensamiento.

Pero esta definición, aunque proporciona una clave para comprender la naturaleza de la

lógica, no es apropiada. En primer lugar, el pensamiento es estudiado por los psicólogos.

La lógica no puede ser “ ” ciencia de las leyes del pensamiento porque la psicología

también es una ciencia que trata de las leyes del pensamiento (entre otras cosas). Y la

lógica no es una rama de la psicología; es un campo de estudio diferente e independiente.

En segundo lugar, si “pe m e o” se refiere a cualquier proceso que tiene lugar en la

mente de las personas, no todos los pensamientos son objeto de estudio de los lógicos.

Todo razonamiento es un pensamiento, pero no todo pensamiento es razonamiento. Así,

uno puede pensar en un número del uno al diez, como sucede en un juego de salón,

sin hacer “razo m e o” alguno acerca de él. Hay varios procesos mentales o tipos de

pensamiento que son diferentes del razonamiento. Uno puede recordar algo, imaginarlo

o lamentarse de él, sin hacer razonamiento alguno en torno a ello. O puede dejar que

los pensamientos “ su ur o” en un ensueño en una fantasía, haciendo lo que los

psicólogos llaman asociación libre, en la cual una imagen reemplaza a otra en un orden

que no es lógico. La secuencia de pensamientos en esa asociación libre frecuentemente

tiene mucho significado y algunas técnicas psiquiátricas recurren a ella. El conocimiento

que se logra del carácter de una persona al internarse en el curso de su flujo de ideas es

la base de una técnica literaria muy eficaz iniciada por James Joyce en su novela Ulises.

Por el contrario, si de antemano se conoce bien el carácter de una persona es posible

reconstruir, o aun anticipar, el curso del flujo de ideas de esa persona. Sherlock Holmes,

recordemos, acostumbraba romper los silencios de su amigo Watson para responder la

misma pregunta a la que el doctor Watson se había visto “ ev do” en sus meditaciones.

Esto parece mostrarnos que hay algunas leyes que gobiernan la asociación, pero éstas

no son objeto de estudio de los lógicos. Las leyes que describen el curso de la mente en

el sueño son premisas y conclusiones psicológicas, no lógicas. La definición de la “ ó ”

como la ciencia de las leyes del pensamiento, la presenta como incluyendo demasiado.

A veces se define a la lógica como la ciencia del razonamiento. Esta definición es

mucho mejor, pero también resulta inapropiada. El razonamiento es una forma especial

de pensamiento en la cual se resuelven problemas, se realizan inferencias, esto es, se

extraen conclusiones a partir de premisas. Es un tipo de pensamiento, sin embargo, y

por lo tanto, forma parte de los temas que interesan al psicólogo. Tal como los psicólogos

examinan el proceso de razonamiento, encuentran que es extremadamente complejo,

altamente emotivo, consistente de procedimientos de ensayo y error iluminados

por momentos súbitos, y en ocasiones en apariencia irrelevantes, de comprensión o

intuición. Estos destellos son muy importantes para la psicología. El lógico, empero,

está interesado esencialmente en la corrección del proceso completo de razonamiento.

El lógico pregunta: ¿Tiene solución el problema?, ¿se sigue la conclusión de las premisas

que se han afirmado o supuesto?, ¿las premisas proporcionan buenas razones para

aceptar la conclusión? Si el problema queda resuelto, si las premisas proporcionan las

bases adecuadas para afirmar la conclusión, si afirmar las premisas constituye una

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C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

verdadera garantía para afirmar la verdad de la conclusión, entonces el razonamiento es

correcto. De lo contrario, es incorrecto.

Esta distinción entre el razonamiento correcto e incorrecto es el problema central con el

que trata la lógica. Los métodos y técnicas del lógico se han desarrollado con el propósito

fundamental de aclarar esta distinción. Todo razonamiento (independientemente de

su objeto) es de interés para el lógico, pero fijando su atención especialmente en la

corrección como punto central de la lógica

1.2. Premisas y conclusiones

Para aclarar la explicación de la lógica que se ofreció en la sección anterior, será útil

enunciar y discutir algunos de los términos especiales que usan los lógicos en su trabajo.

Inferencia es el proceso por el cual se llega a una proposición y se afirma sobre la base

de una o más proposiciones aceptadas como punto inicial del proceso. Para determinar

si una inferencia es correcta, el lógico examina las proposiciones que constituyen los

puntos inicial y final de este proceso, así como las relaciones que existen entre ellos.

Las proposiciones son o verdaderas o falsas, y en esto difieren de las preguntas,

órdenes y exclamaciones. Solamente las proposiciones se pueden afirmar o negar; las

preguntas se pueden responder, las órdenes se pueden dar y las exclamaciones pueden

pronunciarse, pero ninguna de ellas se puede afirmar, negar o juzgarse como verdadera

o falsa. Es usual distinguir entre las oraciones y las proposiciones que expresan.

Dos oraciones, que son claramente distintas porque constan de diferentes palabras

ordenadas en distintas formas, pueden en el mismo contexto tener el mismo significado

y emplearse para afirmar la misma proposición. Por ejemplo,

Juan ama a María. María

es amada por Juan.

Son dos oraciones diferentes, porque la primera contiene cuatro palabras mientras que la

segunda contiene cinco; la primera comienza con la palabra “Ju ”, la segunda con “M r ”,

y así sucesivamente. Pero las dos oraciones tienen exactamente el mismo significado.

Usamos el término proposición para referirnos al contenido que ambas oraciones afirman.

La diferencia entre oraciones y proposiciones puede entenderse mejor si se hace notar que

una oración es siempre oración de un lenguaje particular, del lenguaje en el cual se emite,

mientras que las proposiciones no son propias de ningún lenguaje. Las cuatro oraciones:

It is raining.

Está lloviendo.

Ji pleut.

Es regnet.

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l óg i c a Ciertamente son diferentes, porque están escritas en lenguajes diferentes: inglés,

español, francés y alemán, pero tienen el mismo significado, y en un contexto apropiado

se pueden usar para afirmar la proposición de la cual cada una es una formulación

distinta. En diferentes contextos puede emitirse exactamente la misma proposición para

establecer diferentes enunciados. Por ejemplo, uno puede emitir la oración:

El actual presidente de Estados Unidos es un ex congresista.

Que en 1990 correspondía a un enunciado verdadero acerca de George Bush, mientras

que en 1987 correspondía a un enunciado falso sobre Ronald Reagan. En esos contextos

temporales diferentes, se puede emitir dicha oración para afirmar diferentes proposiciones

o establecer diferentes enunciados. Los términos “propo ó ” y “e u do” no

son exactamente sinónimos, pero en el contexto de la investigación lógica se usan

en un sentido muy parecido. Algunos autores prefieren el término “e u do” al de

“propo ó ”, si bien este último ha sido más común en la historia de la lógica. En esta

obra se usarán ambos términos. En correspondencia con cada inferencia posible hay un

argumento, y el principal interés de los lógicos concierne a los argumentos. Desde el

punto de vista del lógico, un argumento es cualquier conjunto de proposiciones de las

cuales se dice que una se sigue de las otras, que pretenden apoyar o fundamentar su

verdad. Por supuesto, la palabra “ r ume o” se usa frecuentemente en otros sentidos,

pero en lógica tiene el sentido que se ha explicado.

Un argumento, en el sentido lógico, no es una mera colección de proposiciones,

sino que tiene una estructura. Al describir esta estructura, suelen usarse los

términos “prem ” y “ o u ó ”. La conclusión de un argumento es la proposición

que se afirma con base en las otras proposiciones del argumento, y estas otras

proposiciones, que son afirmadas (o supuestas) como apoyo o razones para aceptar

la conclusión, son las premisas de ese argumento. El tipo más simple de argumento

consiste sólo de una premisa y una conclusión, que se dice está implicada por, o

se sigue de, la primera. Un ejemplo en el que cada una de ellas se enuncia en una

oración independiente es el siguiente:

Estados Unidos es en lo fundamental un importador de energéticos. Por tanto, hay

una certeza matemática de que la nación en su totalidad mejora, no empeora, con la

baja de los precios del petróleo.

Aquí se enuncia primero la premisa y luego la conclusión. Pero el orden en el que

son enunciadas no es importante desde el punto de vista lógico. Un argumento en el

que la conclusión se enuncia en la primera oración y la premisa en la segunda es: los

casos que provocan escándalos, así como los difíciles, perjudican la aplicación de la ley.

Los casos escandalosos se llaman así a causa de algún accidente de interés inmediato

o sobresaliente que apela a los sentimientos y distorsiona la capacidad de apreciación

de los jueces.

En algunos argumentos, la premisa y la conclusión se enuncian en la misma oración.

El siguiente es un argumento de una sola oración cuya premisa precede a su conclusión:

Como las sensaciones son esencialmente privadas, no podemos saber cómo es el mundo

para otras personas.

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C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

En ocasiones, la conclusión precede a la premisa en un argumento de una sola oración,

como en el siguiente ejemplo:

Cuando se ofrecen razones en un esfuerzo por persuadirnos a realizar una acción

determinada, se nos presenta algo, que es, en efecto, un argumento aun cuando la

“ o u ó ” se pueda expresar como una orden o un imperativo. Consideremos, por

ejemplo, los siguientes dos pasajes:

La sabiduría es lo principal; por tanto, hay que buscar la sabiduría.

No hay que prestar ni pedir prestado; porque al hacerlo pierde uno mismo y pierde

también a su amigo.

Aquí la orden puede igualmente preceder o seguir a la razón o razones ofrecidas para

persuadir al oyente o lector de hacer lo que se ordena. Por razones de uniformidad y

simplicidad, es útil considerar las órdenes, en estos contextos, de forma indistinguible

de las proposiciones en las que los oyentes (o lectores) reciben el mensaje de que

deben o deberían actuar de determinada forma. La diferencia exacta que existe, si es

que realmente la hay, entre una orden de hacer tal o cual cosa y el enunciado de que se

debe hacer tal o cual cosa es un intrincado problema que no necesitamos explorar aquí.

Ignorando la diferencia (si es que existe realmente) somos capaces de reconocer ambos

tipos de argumentos como grupos estructurados de proposiciones.

Algunos argumentos ofrecen varias premisas en apoyo a sus conclusiones.

Ocasionalmente, estas premisas se enumeran como primera, segunda, tercera, o a), b),

c), como en el siguiente argumento en el cual el enunciado de la conclusión precede a

los enunciados de las premisas:

Decir que los enunciados acerca de la conciencia son enunciados sobre procesos

cerebrales es una falsedad manifiesta. Esto se muestra a) por el hecho de que uno puede

describir las propias sensaciones e imágenes mentales sin saber nada acerca de los procesos

cerebrales, ni siquiera de que existen, b) por el hecho de que los enunciados acerca de la

propia conciencia y los enunciados acerca de los propios procesos cerebrales se verifican de

maneras completamente distintas, y c) por el hecho de que no hay nada contradictorio en

el enunciado “X siente un dolor pero no tiene ningún problema en el cerebro”.

En el siguiente argumento la conclusión se enuncia al final, precedida por tres premisas:

Puesto que la felicidad consiste en la paz de la mente y puesto que la paz mental

perdurable depende de la confianza que tengamos en el futuro y la confianza se basa en

el conocimiento que tenemos de la naturaleza de Dios y del alma, se sigue que la ciencia

es necesaria para la verdadera felicidad.

Saber contar las premisas de un argumento no es tan importante en esta etapa de

nuestro estudio, pero adquirirá importancia más adelante a medida que avancemos en

el análisis y la diagramación de argumentos más complicados. Para listar las premisas

del argumento precedente, no podemos apelar simplemente al número de oraciones

en las que están escritas. Si estuvieran todas ellas en una misma oración, no por ello

deberíamos negar su multiplicidad.

z 22 z

l óg i c a

Debemos notar que “prem ” y “ o u ó ” son términos relativos: una y la

misma proposición puede ser una premisa en un argumento y una conclusión en otro.

Consideremos, por ejemplo, el argumento: las leyes humanas son apropiadas para la

gran mayoría de los seres humanos. La mayoría de las personas no son perfectamente

virtuosas. Por lo tanto, las leyes humanas no prohíben todos los vicios.

Aquí, la proposición de que las leyes humanas no prohíben todos los vicios es la

conclusión y las dos proposiciones anteriores son sus premisas. Pero la conclusión de

este argumento es una premisa en el siguiente argumento (diferente):

...los actos viciosos son contrarios a los actos virtuosos. Pero las leyes humanas no

prohíben todos los vicios,... Por lo tanto, tampoco prescriben todos los actos virtuosos.

Ninguna proposición por sí misma, considerada en forma aislada, es una premisa

ni una conclusión. Es una premisa solamente cuando aparece como supuesto de un

argumento. Es una conclusión solamente cuando aparece en un argumento y pretende

fundamentarse en otras proposiciones del argumento. Así, “prem ” y “ o u ó ”

son términos relativos, como “emp e dor” y “emp e do”. Una persona en sí misma no

es empleador ni empleado, pero puede ser cualquiera de las dos cosas en diferentes

contextos: empleador de nuestro jardinero, empleado de la firma para la que uno trabaja.

Los argumentos precedentes o bien tienen sus premisas seguidas de su conclusión,

o a la inversa. Pero la conclusión de un argumento no necesita enunciarse como su

parte final o al principio del mismo. Puede suceder, y frecuentemente sucede, que se

halle en medio de diferentes premisas que se ofrecen en su apoyo. Este arreglo se

ilustra como sigue:

Puesto que la libertad y el bienestar son las condiciones necesarias de la acción y en

general de la acción exitosa, cada agente debe reconocer estas condiciones como bienes

necesarios para sí mismo, puesto que sin ellas no sería capaz de actuar para conseguir

un propósito determinado, sea en absoluto o con las oportunidades generales de lograr

el éxito”.

Aquí la conclusión de que cada agente debe reconocer estas condiciones como bienes

necesarios para sí mismo se afirma sobre la base de las proposiciones que la preceden

y de las que la siguen.

Para cumplir la meta del lógico de distinguir los argumentos buenos de los malos,

uno debe ser capaz de reconocer los argumentos cuando ocurren y de identificar sus

premisas y conclusiones. Dado un pasaje que contiene un argumento, ¿cómo puede uno

decir cuál es su conclusión y cuáles sus premisas? Hemos visto ya que un argumento

se puede enunciar poniendo primero su conclusión, colocándola al final o en medio de

varias premisas. Por tanto, la conclusión de un argumento no se puede identificar en

términos de su posición en la formulación del argumento. Entonces, ¿cómo se puede

reconocer? A veces, por la presencia de palabras especiales que aparecen en diferentes

partes de un argumento. Algunas palabras o frases sirven de manera característica para

introducir la conclusión de un argumento.

z 23 z

C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

Llamaremos “ d dore de la o u ó ” a tales expresiones. La presencia de

cualquiera de ellas las anuncia frecuentemente, pero no siempre, que lo que sigue es

la conclusión de un argumento. Esta es una lista parcial de indicadores de conclusión:

• por lo tanto

• de ahí que

• así correspondientemente

• en consecuencia

• consecuentemente

• lo cual prueba que

• como resultado

• por esta razón

• por estas razones

• se sigue que

• podemos inferir que

• concluyo que

• lo cual muestra que

• lo cual significa que

• lo cual implica que

• lo cual nos permite inferir que

• lo cual apunta hacia la conclusión de que

Otras palabras o frases sirven de manera característica para señalar premisas de un

argumento. Llamaremos a tales expresiones “ d dore de premisas”. La presencia

de cualquiera de ellas señala frecuentemente, pero no siempre, que lo que sigue es la

premisa de un argumento. Esta es una lista parcial de indicadores de premisas:

• puesto que como es indicado por

• dado que la razón es que

• a causa de por las siguientes razones

z 24 z

l óg i c a

• porque se puede inferir de

• pues se puede derivar de

• se sigue de se puede deducir de

• como muestra en vista de que

Una vez que se ha reconocido un argumento, estas palabras y frases nos ayudan a

identificar las premisas y la conclusión. Pero no cualquier pasaje que contiene un argumento

necesita contener estos términos lógicos especiales. Consideremos, por ejemplo:

Dentro de 20 años, la única hoja de maple que quede en Canadá podría ser la del

emblema nacional. La lluvia ácida está destruyendo los árboles de maple de la zona

central y oriental de Canadá, lo mismo que de Nueva Inglaterra.

Si bien no aparecen en el pasaje anterior los indicadores de premisas o de conclusión,

se trata claramente de un argumento cuya conclusión está enunciada primero y se sigue

de una premisa que se ofrece en su apoyo.

La misma estructura aparece en el siguiente ejemplo:

Un pequeño descuido puede ocasionar un gran problema... por falta de un clavo se

perdió la herradura; por falta de herradura se perdió el caballo y por no haber caballo

se perdió el jinete.

Aunque lo anterior se podría considerar como la enunciación de una bien conocida

verdad popular que se ilustra con la pérdida de la herradura y la consecuente pérdida

del jinete, puede igualmente entenderse como un argumento cuya conclusión está

enunciada primero y seguida por tres premisas que se dicen para apoyarla. Un ejemplo

algo más complicado de un argumento en cuya formulación no aparecen indicadores de

premisas ni de conclusión es el siguiente:

Muestra de razonamiento obtuso es introducir el tema del “ bre ejer o” de la religión

en el presente caso. Nadie está forzado a ir a las clases de religión y ninguna institución

religiosa va a llevar su culto y su credo a los salones de clase de las escuelas públicas. Un

estudiante no está obligado a tomar instrucción religiosa. En sus propios deseos están

la forma o el momento de expresar su devoción religiosa, si la hay.

Aquí la conclusión, que se puede parafrasear como “el caso presente no tiene nada

que ver con el libre ejercicio de la religión”, está enunciada en la primera oración. Las

últimas tres oraciones ofrecen bases o razones en apoyo a esa conclusión. ¿Cómo

podemos saber que la primera oración enuncia la conclusión y las restantes expresan

las premisas? El contexto es de enorme ayuda aquí, como siempre suele serlo. También

resultan útiles algunas de las frases usadas para expresar las diferentes proposiciones.

La frase “mue ra de razonamiento obtuso es introducir...” sugiere que la cuestión de si

el “ bre ejercicio” de la religión está involucrado en este caso es precisamente el punto

de desacuerdo. Sugiere que alguien ha reclamado que hay un problema de libertad

religiosa en el caso y que la Corte rechaza el reclamo y, por tanto, arguye contra él.

z 25 z

C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

Las otras proposiciones se enuncian en términos de cuestiones de hecho, sugiriendo

que no hay discusión acerca de ellos y, por tanto, no se cuestiona su aceptabilidad

como premisas.

No todo lo que se dice en el curso de un argumento es una premisa o la conclusión

del mismo. Un pasaje que contiene un argumento puede también contener otros

materiales que a veces pueden carecer de importancia, pero frecuentemente

proporcionan importante información contextual que permite al lector o al oyente

entender de qué trata el argumento. Por ejemplo, consideremos el argumento

contenido en el siguiente pasaje:

El glaucoma no tratado es causa principal de una ceguera progresiva sin dolor. Se

dispone de métodos para la detección oportuna y el tratamiento efectivo. Por esta razón,

la ceguera por glaucoma es especialmente trágica.

La tercera proposición contenida en este pasaje es la conclusión, como se muestra

por la presencia del indicador de conclusión “por esta razón”. La segunda proposición es

la premisa. La primera proposición no es parte del argumento, estrictamente hablando.

Pero su presencia nos permite entender que los métodos disponibles a los que se refiere

en la premisa son métodos para la detección oportuna y el tratamiento efectivo del

glaucoma crónico.

Si quisiéramos proporcionar un análisis completo del argumento anterior, podríamos

reformular las proposiciones que lo constituyen como sigue:

PREMISA: Existen métodos para la detección oportuna y el tratamiento eficaz del

glaucoma crónico

CONCLUSIÓN: La ceguera por glaucoma crónico es especialmente trágica.

Otro ejemplo de este punto se encuentra en uno de los ensayos de Schopenhauer:

Si el derecho penal prohíbe el suicidio, esto no es un argumento válido para la Iglesia;

y, además, la prohibición es ridícula, pues ¿qué pena puede atemorizar a una persona

que no tiene miedo ni siquiera a la muerte? Aquí, el material de la frase que precede

al punto y coma no es una premisa ni una conclusión. Pero sin esa información, no

podríamos saber a qué prohibición se refiere la conclusión. En este caso la conclusión

es que la ley criminal que prohíbe el suicidio es ridícula. La premisa ofrecida en apoyo

de ella es que ninguna pena puede atemorizar a una persona que no tiene miedo a la

muerte. Este ejemplo muestra también que las proposiciones se pueden afirmar en

forma de preguntas retóricas, que se usan para hacer afirmaciones más bien que para

plantear preguntas, aun cuando se expresan en forma interrogativa.

Otros ejemplos de argumentos que contienen enunciados formulados como preguntas

retóricas son los siguientes:

...si nadie desea ser miserable, nadie, Menón, desea el mal, pues ¿qué es la miseria

sino el deseo y la posesión del mal?

z 26 z

l óg i c a

Si una persona dice, amo a Dios y odio a mi hermano, está mintiendo: porque si no

ama a su hermano, a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios, a quien no ha visto?

Al analizar el argumento de Schopenhauer, y el anterior que se refiere al libre

ejercicio de la religión, fue útil reformular algunas de sus proposiciones constituyentes.

El propósito en cada caso fue el de minimizar nuestra dependencia de sus contextos para

comprender el argumento y los papeles que en él desempeñan sus partes constituyentes.

Este interés estará presente a lo largo de este libro. Frecuentemente, queremos centrar

nuestra atención en una proposición en particular, queremos saber si es verdadera o

falsa, lo que ella implica, si es implicada por otras proposiciones, o si es la premisa o

la conclusión de un determinado argumento. En tales casos, será útil contar con una

formulación de la proposición que nos permita entenderla en forma tan independiente

del contexto como sea posible.

A veces, la naturaleza proposicional de un elemento constitutivo de un argumento se

oculta bajo su expresión como frase nominal en lugar de como oración declarativa. Esto

ocurre en el siguiente caso.

Ethan Nadelmann, profesor asistente en la Escuela de Relaciones Públicas e

Internacionales Woodrow Wilson, de la Universidad de Princeton, argumenta que la

prohibición (de las drogas fuertes) ha sido un error. Cita las oleadas de asesinatos

por motivos de narcotráfico en ciudades como Washington y Nueva York, el

congestionamiento de los tribunales y prisiones federales y estatales con prisioneros

acusados de narcotráfico, los disturbios políticos en Colombia provocados por traficantes

de drogas y la corrupción relacionada con el narcotráfico en todo el mundo.

El hecho de que este pasaje contiene un argumento está parcialmente obscurecido

por la forma gramatical de sus premisas, que son precedidas por la conclusión. Estas

premisas pueden reformularse como oraciones declarativas, y entonces quedarían

como sigue:

Se ha incrementado el número de asesinatos por narcotráfico en ciudades como Nueva

York y Washington; los tribunales y prisiones federales y estatales están atestados de

prisioneros acusados de narcotráfico; Colombia ha sido políticamente desestabilizada

por los traficantes de drogas; y en todo el mundo hay corrupción relacionada con el

narcotráfico.

Resulta así evidente que la proposición que precede a estas premisas es la conclusión

del argumento:

La prohibición (de las drogas fuertes) ha sido un error. Aunque todo argumento tiene

una conclusión, las formulaciones de algunos argumentos no contienen enunciados

explícitos de sus conclusiones. ¿Cómo se puede entender y analizar un argumento de

este tipo? La conclusión no enunciada de un argumento de este género frecuentemente

está indicada por el contexto en el cual el argumento ocurre. Algunas veces las premisas

enunciadas sugieren inequívocamente cuál debe ser la conclusión no enunciada, como

en el siguiente caso: Si él es una persona lista, no va a ir por ahí disparando sobre una

de esas personas, y él es una persona lista.

z 27 z

C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

Aquí necesitaríamos conocer el contexto para saber quién es “u de esas personas”.

Pero no necesitamos del contexto para saber que la conclusión es: Él no va a ir disparando

por ahí sobre una de esas personas.

Otro ejemplo de un argumento con una conclusión no enunciada es: La belleza

espectacular de las costas de Mendocino y Humboldt del norte de California provoca

cada ario enormes flujos turísticos hacia esos lugares, provenientes de otras partes de

Estados Unidos y de todo el mundo... La región abunda en diversa flora y fauna marina,

incluyendo las amenazadas ballenas, focas, morsas y pájaros marinos, y las riquezas

pesqueras de esa región son de las más importantes de la costa occidental. El servicio

de pesca y fauna ha dicho que el desarrollo petrolero tendría “efectos potencialmente

devastadores” sobre estos recursos.”

A partir de las cuatro premisas enunciadas de este argumento, puede inferirse su

conclusión no enunciada: El desarrollo petrolero no se debe permitir en las aguas de las

costas Mendocino y Humboldt del norte de California.

Algunos lectores habrán quedado muy sorprendidos al leer que para analizar un

argumento con una conclusión no enunciada, uno debe saber de antemano qué es lo

que se seguiría lógicamente de las premisas enunciadas. Después de todo, ¡se supone

que en este libro se está aprendiendo lógica! ¿Cómo se puede presuponer entonces que

el lector ya sabe lógica? Si es así, ¿cuál es el objeto de leer este libro? Esta objeción no

es difícil de responder. Se presupone alguna habilidad lógica para el estudio de cualquier

tema, incluyendo la lógica misma. El estudio de la lógica puede ensanchar o agudizar

la habilidad del lector para analizar argumentos y proporcionar técnicas efectivas para

evaluar argumentos como buenos o malos, como mejores o peores. Pero debe existir

alguna capacidad lógica que se pueda agudizar o ensanchar. Como escribió C. I. Lewis,

un importante lógico del siglo XX:

El estudio de la lógica no apela a criterios que no están presentes de antemano en la

mente del estudiante... porque la tarea misma de aprender mediante la reflexión o la

discusión supone ya que nuestro sentido lógico es una buena guía.

En resumen: un argumento es un grupo de proposiciones de las cuales una, la

conclusión, pretende derivarse o seguirse de las otras, que son las premisas. Las

proposiciones son típicamente enunciadas en oraciones declarativas, pero en ocasiones

aparecen como órdenes, preguntas retóricas o frases nominales. Un argumento

completo se puede enunciar en una sola oración, pero frecuentemente varias oraciones

se utilizan en su formulación. En la presentación de un argumento, su conclusión

puede ir antes o después de las premisas, o en medio de ellas. La conclusión puede no

enunciarse explícitamente, pero puede aclararse por el contexto, o quedar implicada

por las premisas enunciadas explícitamente. La presencia de términos especiales

que funcionan como indicadores de premisas o de conclusión a menudo ayudan a

identificar y distinguir las premisas y la conclusión de un argumento. Un pasaje que

contiene un argumento puede también contener proposiciones que no son premisas

ni conclusión de ese argumento, pero que contienen información que ayuda al lector

o al oyente a entender de qué tratan las premisas y la conclusión del argumento. Al

analizar un argumento, a menudo es útil distinguir por separado las premisas que se

pueden conjuntar en una oración simple. Y al reportar el resultado de nuestro análisis

z 28 z

l óg i c a

de un argumento en su premisa (o premisas) y conclusión, es frecuente y útil formular

cada premisa independiente y la conclusión en una oración declarativa que se pueda

entender sin importar el contexto.

z 29 z

L e c c i ó n I I

PROPOSICIONES E INFERENCIAS

1.1. concePto de ProPosición

El lenguaje, en sentido estricto, es un sistema convencional de signos, es decir, un

conjunto de sonidos y grafías con sentido, sujeto a una determinada articulación interna.

Sirve para afirmar o negar (oraciones aseverativas o declarativas); expresar deseos

(oraciones desiderativas); formular preguntas (oraciones interrogativas); expresar

sorpresa o admiración (oraciones exclamativas o admirativas) e indicar exhortación,

mandato o prohibición (oraciones exhortativas o imperativas).

De todas estas clases de oraciones la lógica sólo toma en cuenta las declarativas

o aseverativas, las únicas que pueden constituir proposiciones, según cumplan o no

determinados requisitos. La proposición es una oración aseverativa de la que tiene

sentido decir que es verdadera o falsa. Ejemplos:

a) Dolly fue la primera oveja clonada.

b) El átomo es una molécula.

‘ )’ y ‘b)’ son ejemplos de proposiciones, porque tiene sentido decir que ‘ )’

es verdadera y que ‘b)’ e falsa. En consecuencia, la verdad y la falsedad son sus

propiedades, es decir, sólo las proposiciones pueden ser verdaderas o falsas

z 30 z

l óg i c a

1.2. exPresiones lingüísticas Que no son ProPosiciones

Todas las proposiciones son oraciones, pero no todas las oraciones son proposiciones.

En efecto, las oraciones interrogativas, las exhortativas o imperativas, las desiderativas

y las exclamativas o admirativas no son proposiciones porque ninguna de ellas afirma o

niega algo y, por lo tanto, no son verdaderas ni falsas. Asimismo, las oraciones dubitativas,

así como los juicios de valor —no obstante afirmar algo— no constituyen ejemplos de

proposiciones, pues su verdad o falsedad no puede ser establecida. Ejemplos:

c) El cuadrilátero es un polígono de cuatro lados.

d) ¿Qué es la lógica?

e) Debemos honrar a nuestros héroes.

f) Sea en hora buena.

g) ¡Por Júpiter! ¡Casi me saco la lotería!

h) Quizá llueva mañana.

i) Valentín es bueno.

‘ )’ es proposición porque es una oración aseverativa verdadera;

‘d)’ no es proposición porque es una oración interrogativa;

‘e)’ no es proposición porque es una oración imperativa o exhortativa;

‘f)’ tampoco es proposición porque es una oración desiderativa;

‘ )’ no es proposición porque es una oración exclamativa o admirativa;

‘h)’ no es proposición porque es una oración dubitativa, y finalmente;

‘ )’ no es proposición porque constituye un juicio de valor.

Finalmente, toda proposición es una oración aseverativa, pero no toda oración

aseverativa es una proposición. Ejemplos:

j) El triángulo es inteligente.

k) Eduardo es un número racional.

l) x + 3 = 5

m) a es la capital del Perú.

z 31 z

C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

‘j)’, ‘k)’, ‘ )’ y ‘m)’ son ejemplos de oraciones aseverativas, mas no de proposiciones.

‘j)’ e ‘k)’ son expresiones lingu ísticas que tienen apariencia de proposiciones, pero

que realmente no lo son porque no tiene sentido decir de ellas que son verdaderas o

falsas. Son pseudoproposiciones, es decir, falsas proposiciones. ‘ )’ y ‘m)’ son también

ejemplos de oraciones aseverativas, pero no de proposiciones; no son verdaderas

ni falsas porque en ellas figura una o más letras sin interpretar, son ejemplos de

funciones proposicionales.

n) El principal sospechoso de los atentados del 11 de setiembre de 2001 en los

Estados Unidos.

o) El actual Presidente de la República del Perú.

‘ )’ y ‘o)’ no son proposiciones; son descripciones definidas, es decir, frases especiales

que pueden ser reemplazadas por nombres propios. ‘ )’ puede ser sustituida por Osama

bin Laden y ‘o)’ por Alejandro Toledo.

p) ‘L realidad es dur ó ’ (Bergson).

q) ‘L materia se mueve en un ciclo e er o’ (Engels).

r) ‘L condiciones de posibilidad de la experiencia en general son al mismo tiempo

las de la posibilidad de los objetos de la exper e ’ (Kant).

s) ‘Co dera bien quién eres. Ante todo, un hombre, es decir, un ser para el que

nada existe más importante que su propia capacidad de op ó ’ (Epicteto).

t) ‘F o of r (...) es el extraordinario preguntar por lo extra-ord r o’

(Heidegger).

u) ‘Nu filósofo alguno ha demostrado algo. Toda pretensión es espuria. Lo

que tengo que decir es simplemente esto: los argumentos filosóficos no son

deductivos, por lo tanto no son rigurosos, por lo que nada prueban; sin embargo,

tienen fuerz ’ (F. Waismann).

v) La ciencia y la religión son, ambas, vías respetables para adquirir creencias

respetables, no obstante tratarse de creencias que son buenas para propósitos

muy diferentes (R. Rorty).

‘p)’, ‘q)’, ‘r)’, ‘ )‘, ‘ )’, ‘u)’ y ‘v)’ no son proposiciones, sino filosofemas, es decir,

enunciados filosóficos. Ninguna de ellos puede calificarse de verdadero o falso. Su

verdad o falsedad no puede ser establecida lógica o empíricamente. En filosofía no

hay verdades, pues los enunciados filosóficos o filosofemas sólo expresan opiniones

racionalmente fundamentadas.

z 32 z

l óg i c a

EN CoNCLUSIóN:

Para que una expresión ística sea proposición debe cumplir con los siguientes

requisitos:

1) Ser oración.

2) Ser oración aseverativa, y

3) Ser o bien verdadera o bien falsa.

Por esto, no son ejemplos de proposiciones:

1) Las oraciones interrogativas, imperativas

exclamativas o admirativas y las dubitativas. o exhortativas, desiderativas,

2)

Los juicios de valor.

3)

Las pseudoproposiciones.

4)

Las funciones proposicionales.

5)

Las descripciones definidas, y

6)

Los filosofemas.

PRoPoSICIóN, oRaCIóN Y ENUNCIaDo

Es necesario distinguir una proposición (objeto conceptual o constructo) de las

oraciones (objetos ísticos) que la designan, expresan o formulan, así como es

preciso distinguir una oración de sus diversas enunciaciones (acto psicofísico) orales,

escritas, o por ademanes. En efecto, cuando enuncio, o escucho, o escribo, o leo una

oración, por ejemplo, ‘Tres es mayor que dos’, ejecuto un acto psicofísico.

En consecuencia, la enunciación y la percepción de una oración son procesos y, como

tales, objetos físicos en sentido lato. No así la oración misma: ésta puede considerarse

como una clase de enunciaciones concretas en circunstancias particulares. Una misma

oración podrá ser pronunciada por diversos sujetos, en distintas circunstancias y con

diferentes tonos de voz. Cámbiese el sujeto, o las circunstancias, o el tono de voz, y se

tendrán enunciaciones diferentes de la misma oración. Piénsese en la oración ‘3 > 2’

dicha en lenguaje interior, susurrada, gritada, o escrita en diversos lenguajes.

Asimismo, ciertas oraciones designan o expresan proposiciones. Por ejemplo, las

oraciones ‘3 > 2’, ‘III > II’, ‘Three is greater than wo’ y ‘Tres es mayor que do ’ expresan

o designan una misma proposición. Pero si bien toda proposición es expresable por una

o más oraciones, la recíproca no es cierta. En efecto, hay oraciones gramaticales que

z 33 z

C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

no formulan proposición alguna, como por ejemplo ‘E número cinco e eó’ y ‘L raíz

cuadrada de una melodía es igual a un sueño’.

En resumen, tenemos tres clases de objetos y dos relaciones entre ellos: enuncian expresan.

Enunciados Oraciones Proposiciones

(acto psicofísico) (objeto ístico) (objeto conceptual)

CLaSES DE PRoPoSICIoNES

Éstas pueden ser de dos clases: atómicas y moleculares.

Las proposiciones atómicas (simples o elementales) carecen de conjunciones

gramaticales típicas o conectivas (‘y’, ‘o’, ‘ ... entonces’, ‘si y sólo ’) o del adverbio de

negación ‘ o’. Ejemplos:

a) San Marcos es la universidad más antigua de América.

b) La lógica es distinta a la matemática.

Las proposiciones atómicas de acuerdo a sus elementos constitutivos pueden

clasificarse en predicativas y relacionales.

Las proposiciones predicativas constan de sujeto y predicado.

Ejemplos:

c) El número 2 es par.

d) El espacio es relativo.

Las proposiciones relacionales constan de dos o más sujetos vinculados entre sí. Ejemplos:

e) Silvia es hermana de Angélica.

f) 5 es mayor que 3.

Las proposiciones moleculares (compuestas o coligativas) contienen alguna conjunción

gramatical típica o conectiva o el adverbio negativo ‘ o’. Ejemplos:

g) La lógica y la matemática son ciencias formales.

h) El tiempo es absoluto o es relativo.

i) Si dos ángulos adyacentes forman un par lineal, entonces son suplementarios.

z 34 z

l óg i c a

j) Este número es par si y sólo si es divisible por dos.

k) El Inca Garcilaso de la Vega no es un cronista puneño.

CLaSIfICaCIóN DE LaS PRoPoSICIoNES MoLECULaRES

Las proposiciones moleculares, según el tipo de conjunción que llevan, se clasifican

en conjuntivas, disyuntivas, condicionales y bicondicionales; si llevan el adverbio de

negación ‘ o’ se llaman negativas.

• Las proposiciones conjuntivas llevan la conjunción copulativa ‘y’, o sus expresiones

equivalentes como ‘e’, ‘pero’, ‘ u que’,

‘ u cuando’, ‘ o... como...’, ‘ o’, ‘ ... ‘, ‘ embargo’,

‘ demá ’, etc. Ejemplos:

a) ‘E ’ es un artículo y ‘de’ es una preposición.

b) El número dos es par, pero el número tres es impar.

c) Silvia es inteligente, sin embargo es floja.

d) Tanto el padre como el hijo son melómanos.

e) Manuel e Ismael son universitarios.

f) La materia ni se crea ni se destruye.

g) Iré a verte aunque llueva.

h) Ingresaré a la universidad aun cuando no apruebe el examen de admisión.

En las proposiciones conjuntivas no es necesario que sus proposiciones componentes

estén relacionadas en cuanto al contenido; es suficiente la presencia de la conjunción ‘y’.

Una proposición conjuntiva es conmutativa, es decir, se puede permutar el orden de

sus proposiciones componentes sin alterar la conjunción. Esto es posible en la lógica,

pero no en el lenguaje natural. En efecto, la proposición ‘Angélica se casó y tuvo diez

h jo ’ no significa lo mismo que ‘Angélica tuvo diez hijos y se casó’. En el lenguaje natural,

la primera sugiere una relación de causalidad, en cambio la segunda no. Sin embargo,

desde el punto de vista lógico, las dos proposiciones conjuntivas son equivalentes.

Las pseudoproposiciones conjuntivas son proposiciones que se presentan como si

fuesen proposiciones conjuntivas, pero que en realidad son proposiciones atómicas

relacionales. La ‘y’, de los ejemplos, tiene carácter de término relacional y no propiamente

de conjunción copulativa o conectiva. Ejemplos:

z 35 z

C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

a) Sansón y Dalila son hermanos.

b) Sansón y Dalila son primos.

c) Sansón y Dalila son vecinos.

d) Sansón y Dalila son compadres.

e) Sansón y Dalila son contemporáneos.

f) Sansón y Dalila son condiscípulos.

g) Sansón y Dalila son paisanos.

h) Sansón y Dalila son colegas.

i) Sansón y Dalila son cuñados.

j) Sansón y Dalila son enamorados.

k) Sansón y Dalila son novios.

l) Sansón y Dalila son esposos.

m) Sansón y Dalila son amantes.

n) Sansón y Dalila son mellizos.

o) Sansón y Dalila son siameses.

p) Sansón y Dalila comparten sus ganancias.

q) Sansón y Dalila obsequian una bicicleta a su sobrina Cleopatra.

• Las proposiciones disyuntivas llevan la conjunción disyuntiva

‘o’, o sus expresiones equivalentes como ‘u’, ‘ya... ya’, ‘b e ...b e ’, ‘ora... ora’, ‘ e ...

sea’, ‘y/o’, etc.

En español la disyunción ‘o’ tiene dos sentidos: uno inclusivo o débil y otro exclusivo

o fuerte. La proposición disyuntiva inclusiva admite que las dos alternativas se den

conjuntamente.

z 36 z

l óg i c a

La proposición disyuntiva exclusiva no admite que las dos alternativas se den

conjuntamente. Ejemplos:

a) Pedro es tío o es sobrino.

b) Elena está viva o está muerta.

c) Roberto es profesor o es estudiante.

d) Silvia es soltera o es casada.

‘ )’ y ‘ )’ son proposiciones disyuntivas inclusivas o débiles porque en ellas no se

excluye la posibilidad de que Pedro pueda ser al mismo tiempo tío y sobrino o de que

Roberto sea profesor y estudiante a la vez; en cambio ‘b)’ y ‘d)’ son proposiciones

disyuntivas exclusivas o fuertes porque en ellas se excluye la posibilidad de que Elena

pueda estar viva y muerta al mismo tiempo y que Silvia sea soltera y casada a la vez.

En español no existe un signo especial para la disyunción inclusiva y otro para la

exclusiva, es decir, en ambos casos se usa la misma partícula ‘o’; mientras que en lógica

sí existen signos especiales para distinguirlas, como veremos más adelante.

• Las proposiciones condicionales llevan la conjunción condicional compuesta ‘si...

entonces...’, o sus expresiones equivalentes como ‘ ’, ‘ empre que’, ‘ o tal que’,

‘pue o que’, ‘ya que’, ‘porque’, ‘ u do’, ‘de’, ‘ menos que’, ‘ no ser que’, ‘ vo

que’, ‘ ó o ‘, ‘ o me e si’. Ejemplos:

a) Si es joven, entonces es rebelde.

b) Es herbívoro si se alimenta de plantas.

c) El número cuatro es par puesto que es divisible por dos.

d) Se llama isósceles siempre que el triángulo tenga dos lados iguales.

e) Cuando venga Raúl jugaremos ajedrez.

f) De salir el sol iremos a la playa.

g) La física relativista fue posible porque existió la mecánica clásica.

h) Nuestra moneda se devalúa solamente si su valor disminuye.

Toda proposición condicional consta de dos elementos: antecedente y consecuente.

La proposición que sigue a la palabra ‘ ’ se llama antecedente y la que sigue a la palabra

‘e o e ’ se denomina consecuente.

Toda proposición implicativa es condicional, pero no toda proposición condicional

es implicativa. En efecto, sólo las proposiciones condicionales que son tautologías son

implicativas. Para que una proposición condicional sea lógicamente correcta no es

z 37 z

C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

necesario que haya relación de atingencia entre el antecedente y el consecuente, es

decir, que la verdad en una proposición condicional es independiente de las relaciones

que puedan existir o no entre los significados del antecedente y el consecuente. Por

ejemplo, la proposición “S tierra gira alrededor del sol, entonces Lima es capital del

Perú” es verdadera no obstante no existir relación alguna entre los significados de sus

proposiciones componentes.

Finalmente, en toda proposición condicional el consecuente es condición necesaria del

antecedente y el antecedente es condición suficiente del consecuente. Por ejemplo, en la

proposición condicional ‘ los cuerpos se calientan, entonces se dilatan’, el consecuente

‘ e d ’ es condición necesaria del antecedente ‘ e e ’ y el antecedente ‘ e

ca e ’ es condición suficiente del consecuente ‘ e dilatan’.

• Las proposiciones bicondicionales llevan la conjunción compuesta ‘... sí y sólo si...’,

o sus expresiones equivalentes como ‘ u do y sólo cuando’, ‘ ..., entonces y sólo

entonces...’, etc.

Ejemplos:

a) Nunca he oído esa música.

b) Jamás he visto al vecino.

c) Es imposible que el átomo sea molécula.

d) Es falso que el juez sea fiscal.

e) Al papá de Nelly le falta carácter.

z 39 z

L e c c i ó n I I I y I V

LOS PRINCIPIOS LÓGICOS

los símbolos Para la conjunción,

la negación y la disyunción

En este capítulo estaremos involucrados con argumentos relativamente simples como

los que se muestran a continuación:

El prisionero ciego tiene un sombrero rojo o un sombrero blanco.

El prisionero ciego no tiene un sombrero rojo.

Por lo tanto, el prisionero ciego tiene un sombrero blanco.

Y

Si el señor Robinson es el vecino del maquinista, entonces el señor

Robinson vive entre Detroit y Chicago.

El señor Robinson no vive entre Detroit y Chicago.

Por lo tanto, el señor Robinson no es el vecino del maquinista.

z 40 z

l óg i c a

Cada argumento de este tipo general contiene por lo menos un enunciado compuesto.

Al estudiar tales argumentos, dividimos todos los enunciados en dos categorías generales:

simples y compuestos. Un enunciado simple es uno que no contiene ningún otro

enunciado como componente. Por ejemplo, “C r o es mp o” es un enunciado simple.

Un enunciado compuesto es un enunciado que contiene otro enunciado como parte.

Por ejemplo, “C r o es limpio y Carlos es du e” es un enunciado compuesto, porque

contiene dos enunciados simples como componentes. Por supuesto, los componentes de

un enunciado compuesto pueden ellos mismos ser compuestos.

La noción de un componente de un enunciado es sencilla, aunque no es exactamente

lo mismo que “u parte que es ella misma un enunciado”. Por ejemplo, las últimas

cuatro palabras del enunciado “E hombre que disparó a Lincoln era un actor” podrían

de hecho considerarse como un enunciado por sí mismo. Pero ese enunciado no es un

componente del enunciado mayor del cual esas cuatro palabras forman parte. Porque una

parte del enunciado será un componente de ese enunciado solamente si se cumplen dos

condiciones: primera, que la parte debe ser en sí misma un enunciado y, segunda, que

si la parte en cuestión se reemplazara por otro enunciado el resultado sería significativo.

Aunque la primera condición se satisface en el ejemplo dado, la segunda no. Porque si

reemplazamos la parte “L o era un actor” por “Hay leones en África”, el resultado es

la expresión carente de sentido: “E hombre que disparó hay leones en Áfr ”

1. conjunción

Hay varios tipos de enunciados compuestos; cada uno requiere de su propia notación

lógica. El primer tipo de enunciado compuesto será considerado como la conjunción.

Podemos formar la conjunción de dos enunciados colocando la palabra “y” entre ellos:

los dos enunciados así combinados se llaman conjuntos. Así, el enunciado compuesto

“C r o es limpio y Carlos es du e” es una conjunción cuyo primer conjunto es “C r o

es mp o” y su segundo conjunto es “C r o es dulce”.

La palabra “y” es una palabra corta y conveniente, pero tiene otros usos aparte del

que consiste en conectar enunciados. Por ejemplo, el enunciado “L o y Grant fueron

o emporá eo ” no es una conjunción sino un enunciado simple que establece una

relación. Para contar con un símbolo único cuya función exclusiva sea la de relacionar

enunciados conjuntivamente introducimos el punto “•” como nuestro símbolo para la

conjunción. Así, la conjunción previa se puede escribir como “C r o es limpio Carlos

es dulce”. En términos más generales, donde p y q son cualesquiera enunciados, su

conjunción se escribe p • q.

Sabemos que cada enunciado es o bien verdadero o bien falso. Por lo tanto, decimos

que cada enunciado tiene un valor de verdad, donde el valor de verdad de un enunciado

verdadero es verdadero y el valor de verdad de un enunciado falso es falso. Usando

este concepto de “valor de verd d” podemos dividir los enunciados compuestos en dos

categorías distintas, según si el valor de verdad del enunciado compuesto está o no

determinado completamente por los valores de verdad de sus partes, o bien por alguna

otra cosa diferente.

z 41 z

C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

Apliquemos esta distinción a las conjunciones. El valor de verdad de la conjunción

de dos enunciados está determinado exclusiva y totalmente por los respectivos valores

de verdad de sus componentes. Si ambos conjuntos son verdaderos, la conjunción es

verdadera; en cualquier otro caso es falsa. Por ello, se dice que una conjunción es

un enunciado compuesto veritativo funcional y sus conjuntos son sus componentes

veritativo funcionales.

Sin embargo, no todos los enunciados compuestos son veritativo funcionales. Por

ejemplo, el valor de verdad del enunciado “O e o cree que Desdémona ama a Casio” no

está en modo alguno determinado por el valor de verdad de su enunciado componente

“De démo ama a Casio”, porque Otelo puede creer que eso es cierto aun cuando no

lo sea. Así, el componente “De démo ama a C o” no es un componente veritativo

funcional del enunciado “O e o cree que Desdémona ama a C o” y este último no es un

enunciado compuesto veritativo funcional.

Para nuestros propósitos, definimos un componente de un enunciado compuesto como

veritativo funcional si cuando todas las apariciones del componente se reemplazan en

el enunciado por otro componente con Los símbolos para la conjunción, la negación y la

disyunción el mismo valor de verdad (sustituyendo uniformemente todas las apariciones

iguales del componente), el enunciado resultante tendrá el mismo valor de verdad que

el enunciado original. Definimos ahora un enunciado compuesto como un enunciado

compuesto veritativo funcional si todos sus componentes son componentes veritativo

funcionales.

Aquí estamos interesados solamente en aquellos enunciados compuestos que son

veritativo funcionales. Por tanto, en el resto del libro usaremos el término “e u do

mp e” para referirnos a cualquier enunciado, que no es un enunciado compuesto,

veritativo funcional.

Una conjunción es un enunciado veritativo funcional, así que nuestro símbolo es

una conectiva veritativo funcional. Dados dos enunciados, p y q, hay solamente cuatro

conjuntos posibles de valores para ellos, que se pueden exhibir como siguen:

si p es verdadera y q es verdadera, p • q es verdadera

si p es verdadera y q es falsa, p • q es falsa

si p es falsa y q es verdadera, p • q es falsa

si p es falsa y q es falsa, p • q es falsa

Si representamos los valores de verdad “verd dero” y “f o” mediante las letras

mayúsculas V y F, la determinación del valor de verdad de una conjunción por los valores

de verdad de su conjunto se puede representar brevemente y con mayor claridad por

medio de una tabla de verdad como la siguiente:

Esta tabla de verdad se puede tomar como definición del símbolo de punto, puesto

que explica qué valores de verdad toman p • q en cada caso posible.

z 42 z

l óg i c a

Encontraremos conveniente abreviar los enunciados simples por medio de letras

mayúsculas; generalmente usaremos para este fin una letra que nos ayude a recordar

el enunciado que abrevia. Así, abreviaremos

“C r o es limpio y Carlos es du e” como L • D. Algunas conjunciones cuyos conjuntos

tienen el mismo sujeto, como por ejemplo “Byro fue un gran poeta y Byron fue un gran

aventurero”, se enuncian más brevemente y quizás de manera más natural colocando

la “y” entre los predicados y no repitiendo el nombre de Byron, como sucede en “Byro

fue un gran poeta y gran aventurero”. Para nuestros propósitos, reconocemos la última

formulación como el mismo enunciado que el anterior y simbolizamos cada uno de ellos

indiferentemente como P • A. Si los dos conjuntos de una conjunción tienen el mismo

predicado, omo “Lewis fue un famoso explorador y Clark fue un famoso explorador”, de

nuevo usualmente escribiríamos más bien “Lew y Clark fueron exploradores famosos”.

Su formulación simbólica es L • C.

Como muestra la tabla de verdad que define el símbolo de punto, una conjunción es

verdadera si y sólo si sus dos conjuntos son verdaderos. Pero la palabra “y” tiene otro

uso en el cual significa no la mera conjunción (veritativo funcional) sino que tiene el

sentido de “y subsecuentemente”, esto es, significa sucesión temporal. Así, el enunciado

“Jo e entró al país por Nueva York y luego fue directamente a Ch o” es significativo

y puede ser verdadero, mientras que Jones fue directamente a Chicago y entró al país

por Nueva York” es ininteligible, dada la ubicación geográfica de ambas ciudades. Y hay

una diferencia entre “ omó sus zapatos y se fue a la m ” y “ e fue a la cama y tomó

sus zapatos”. Estos ejemplos enfatizan la necesidad de contar con un símbolo especial

para representar exclusivamente la conjunción veritativo funcional.

Debemos enfatizar que las palabras “pero”, “m e ras que”, “ mb é ”, “ embargo”,

“má aún”, y otras, incluso los signos de puntación de “ om ” y de “pu o y om ”

se pueden usar para conjuntar dos enunciados y, por tanto, se pueden representar

mediante el símbolo de punto.

2. negación

La negación (o contradictoria) de un enunciado en español frecuentemente se forma

insertando un “ o” en el enunciado original. Alternativamente, uno puede expresar la

negación de un enunciado prefijando la frase “e falso que”, o “ o es el caso que”. Es

usual usar el símbolo “—” (llamado tilde) para formar la negación de un enunciado. Así,

donde M simboliza el enunciado “Todos los humanos son mortales”, los enunciados “No

todos los humanos son mor e ” , “Algunos humanos no son mortales”, “E falso que

todos los humanos son mortales”, “No es el caso que todos los humanos son mor e ” se

simbolizan por igual como —M. Más generalmente, donde p es un enunciado cualquiera

su negación se escribe —p. Es obvio que la tilde es un operador veritativo funcional.

Puede reconocer como la definición del símbolo de negación “–”.

z 43 z

C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

3. disyunción

La disyunción (o alternación) de dos enunciados se forma en español insertando la

palabra “o” entre ellos. Los dos componentes combinados de esta forma se llaman disy Un

tos (o alternativas). La palabra “o” es ambigua, tiene dos significados relacionados pero

distintos, uno de ellos se ejemplifica en el enunciado “Se otorgarán compensaciones en

el caso de enfermedad o desempleo”, porque aquí la intención obviamente es que estas

compensaciones se otorgarán no solamente a las personas que enferman o que queden

sin empleo, sino a las que les suceden los dos contratiempos a la vez. Este sentido de la

palabra “o” se llama débil o inclusivo. Una disyunción inclusiva es verdadera solamente

cuando uno o los dos disyuntos son verdaderos: solamente si los dos disyuntos son

falsos, la disyunción inclusiva es falsa. El “o” inclusivo tiene el sentido de “ u qu er,

posiblemente ambos”. Donde es vital la precisión, como en el caso de los documentos

legales, esta disyunción se puede representar como “y / o”.

La palabra “o” se usa también en un sentido fuerte o exclusivo, en el cual el significado

no es “por lo menos u o” sino “u o y sólo uno”. Cuando un restaurante pone en su menú

“e d o postre”, es claro que el precio especificado es para uno de los dos platillos,

pero no ambos. Cuando la precisión es vital, se escribe “pero no mbo ” para referirse

a este tipo de disyunción.

Interpretamos la disyunción inclusiva de dos enunciados como una afirmación de que

por lo menos uno de ellos es verdadero, y la disyunción exclusiva es una afirmación de

que por lo menos uno de los enunciados es verdadero pero no los dos al mismo tiempo.

Observemos aquí que los dos tipos de disyunción tienen una parte de significado en

común. Ese significado parcial común, en que por lo menos uno de los disyuntos es

verdadero, es el significado total del “o” inclusivo y una parte del significado del “o”

exclusivo.

Aunque las disyunciones se enuncian ambiguamente en español, no hay esa

mb edad en latín. El latín tiene dos palabras diferentes que corresponden a los

dos sentidos de la palabra en español. La palabra vel significa la disyunción débil o

inclusiva, mientras que la palabra a ut corresponde a la disyunción fuerte o exclusiva.

Se acostumbra usar la letra inicial de la palabra “ve ” para representar la disyunción en

su sentido débil o inclusivo. Si p y q son dos enunciados cualesquiera, su disyunción

débil o inclusiva se escribe como p v q. El símbolo para la disyunción inclusiva (una y)

es también una conectiva veritativo funcional. Una disyunción débil es falsa solamente

en el caso de que ambos disyuntos sean falsos. Podemos reconocer la definición de esta

conectiva en la siguiente tabla:

p q p v q

V V V

V F V

F V V

F F V

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l óg i c a

El primer ejemplo de argumento que se presentó en esta sección fue un silogismo

disyuntivo:

El prisionero ciego tiene un sombrero rojo o un sombrero blanco.

El prisionero ciego no tiene un sombrero rojo.

Por lo tanto, el prisionero ciego tiene un sombrero blanco.

Su forma se caracteriza diciendo que su primera premisa es una disyunción:

su segunda premisa es la negación del primer disyunto de la primera premisa y su

conclusión es el segundo disyunto de la primera premisa. Es evidente que el silogismo

disyuntivo así definido es válido bajo cualquier interpretación de la palabra “o”, esto es,

independientemente de si se trata de una disyunción inclusiva o exclusiva.’ Puesto que el

argumento típico válido que descansa en una premisa disyuntiva es, como el silogismo

disyuntivo, válido bajo cualquier interpretación de la palabra “o”, se puede efectuar

una simplificación traduciendo la palabra “o” con el símbolo lógico “y” sin importar qué

significado en español tenga la “o”. En general, solamente un examen más detallado

del contexto o de las intenciones del hablante o escritor puede revelar el sentido de “o”

que está usando. Este problema, frecuentemente difícil y hasta imposible de resolver, se

puede evitar si acordamos tratar toda ocurrencia de “o” como inclusiva. Por otra parte,

si se dice explícitamente que la disyunción es exclusiva, por medio de la frase “pero

no ambos “, por ejemplo, tenemos la maquinaria para formular indirectamente esa

condición en forma simbólica.

En todos los casos en que los dos disyuntos tienen el mismo sujeto o el mismo

predicado, frecuentemente es natural comprimir la formulación de su disyunción en

español colocando el “o” de manera tal que se evite la repetición. Así, “O bien Smith

es el propietario o Smith es el administrador” se puede escribir como “Sm h es el

propietario o el administrador” y se simboliza como O v M. Y “Red es el culpable o

Butch es el culpable” se enunciaría como “Red o Butch es el culpable” y se simboliza

como R v B. Se puede observar que las palabras “a menos que” se pueden usar para

formar la disyunción de dos enunciados. Así, “Se hará el picnic a menos que llueva” y

“A menos que llueva se hará el picnic” equivalen a “Se hará el almuerzo o lloverá” y

se simbolizan A y L.

4. Puntuación

En español la puntuación se requiere para aclarar el significado de enunciados

complejos. Se usa una gran variedad de signos de puntuación, sin los cuales muchas

oraciones serían muy ambiguas. Por ejemplo, “E maestro dice Juan está o o” tiene

significados muy diferentes dependiendo de la puntuación que tenga. Otras oraciones

requieren de la puntuación para ser entendidas. De igual manera, la puntuación es

necesaria en matemáticas. En ausencia de una convención especial, ningún número

es denotado de manera única por 2 x 3 + 5, aunque cuando se aclara cómo están

agrupados sus constituyentes significa 11 o 16, lo primero cuando se puntúa (2 x 3)

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C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s + 5 y lo segundo cuando se puntúa 2 x (3 + 5). Se requiere de la puntuación tanto en

matemáticas como en español para evitar la mb edad y aclarar el significado.

También se requiere de la puntuación en el lenguaje de la lógica simbólica, pues los

enunciados compuestos pueden ellos mismos estar compuestos de otros enunciados

complejos. Así, p•qvr es ambiguo, o bien significa la conjunción de p con la disyunción

de q y r o puede significar la disyunción cuyos disyuntos son la conjunción de p y q y

el enunciado r. Distinguimos entre estos dos sentidos diferentes puntuando la fórmula

dada como p • (q v r) o bien como (p • q) v r. En lógica simbólica, los paréntesis, llaves

y corchetes se usan como signos de puntuación. La diferencia que implican diferentes

formas de puntuar es clara si conocemos el caso en que p es falso y q y r son ambos

verdaderos. En este caso, la segunda fórmula puntuada es verdadera (puesto que su

segundo disyunto es verdadero) mientras que la primera es falsa (puesto que el primer

conjunto es falso). Aquí, la diferencia en la puntuación hace toda la diferencia entre

la verdad y la falsedad, pues diferentes puntuaciones producen diferentes valores de

verdad del enunciado ambiguo p • q v r.

Las palabras “o b e ” tienen una variedad de significados y usos en el español. Tienen

una fuerza conjuntiva en la oración “Hay peligro o bien de un lado o de otro “. Más

frecuentemente se usan para introducir el primer disyunto de una disyunción, como

sucede en “O bien el prisionero ciego tiene un sombrero rojo, o el prisionero ciego tiene

un sombrero b o”:

Ello contribuye al balance retórico de la oración pero no afecta su significado. Quizás

el uso más importante de las palabras “o b e ” es puntuar el enunciado compuesto.

Así la oración:

La organización se reunirá el martes y Alicia será electa o bien la elección será

pospuesta.

puede tener su ambigu edad resuelta en una dirección colocando las palabras “o

bien” en el comienzo, o en la otra dirección, insertando “o bien” antes de “Alicia”. Tal

puntuación se efectúa en el lenguaje simbólico por medio de paréntesis. La fórmula

ambigua p • q v r discutida en el párrafo precedente corresponde a la oración ambigua

examinada. Las dos puntuaciones distintas de la fórmula corresponden a las dos

puntuaciones diferentes de la oración que se efectúan mediante las dos diferentes

inserciones de las palabras “o bien”.

La negación de una disyunción frecuentemente se forma usando la frase “ ... ni”.

Así, el enunciado “O bien Fillmore o Harding fue el mayor presidente or e mer o” se

puede contradecir por medio del enunciado

“N Fillmore ni Harding fue el mayor presidente norteamericano”. La disyunción se

simbolizaría como F v H y su negación o bien como —(F v H) o como (—F) • (—H). (La

equivalencia lógica de estas dos fórmulas simbólicas se discutirá en la sección 8.5.)

Será claro que para negar una disyunción que enuncia que uno de los dos disyuntos es

verdadero se requiere que ambos sean enunciados falsos.

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l óg i c a

En español, la palabr “ mbo ” desempeña varios papeles. Uno es cuestión de

énfasis. Decir que “Ambos, Lewis y Clark, fueron exploradores f mo o ” es meramente

enunciar con mayor énfasis que “Lew y Clark fueron exploradores famosos”, pero la

palabra “ mbo ” también tiene una función de puntuación, comparable a la de “o bien”.

Notamos en el párrafo anterior que “Ambos no son...” se puede usar para formularme

mismo enunciado que “N ... ... es...”. El orden de las palabras “ mbo ” y “ o” es muy

importante. Hay una diferencia considerable entre:

Jane y Dick no serán ambos elegidos.

Y

Jane y Dick ambos no serán elegidos.

La primera niega la conjunción J • D y se simbolizan como -(J • D).

La segunda dice que ninguno de los dos será electo, y se simboliza como (-J) • (-D).

Para fines de brevedad, esto es, de disminuir el número de paréntesis que se requiere,

es conveniente establecer la convención de que en cualquier fórmula el signo de negación

se entenderá como aplicable al enunciado más reducido que permite la puntuación. Sin

esta convención, la fórmula -p v q es ambigua, significa o bien (-p) v q o bien -(p v q).

Pero por nuestra convención adoptamos la primera de estas alternativas, pues la tilde

puede (y de hecho así es por nuestra convención) aplicarse al primer componente, p,

más bien que a la fórmula mayor p v q. Dado un conjunto de signos de puntuación para

nuestro lenguaje simbólico, es posible escribir no solamente conjunciones, negaciones y

disyunciones débiles, sino también disyunciones exclusivas. La disyunción exclusiva de

p y q afirma que por lo menos uno de ellos es verdadero, lo cual se escribe simplemente

como: (p v q) • (p • q).

La frase “ menos que” se usa en español para formar la disyunción de dos enunciados.

Así, “E picnic se hará a menos que lluev ” y “A menos que llueva se hará el p ”

equivalen a “O bien el picnic se hará o llueve” y se simboliza como P v R.

Cualquier enunciado compuesto construido a partir de enunciados simples usando

solamente las conectivas veritativo funcionales punto, tilde y o, tiene su valor de verdad

completamente determinado por la verdad o falsedad de sus enunciados componentes

simples. Si conocemos los valores de verdad de los enunciados simples, el valor de verdad

de cualquier compuesto veritativo funcional de ellos se puede calcular fácilmente. Al

trabajar con tales componentes, siempre comenzamos con sus elementos más internos

y trabajamos hacia afuera. Por ejemplo, si A y B son verdaderos y X y Y son falsos,

calculamos el valor de verdad del enunciado compuesto -[-( A •X)•( Y v -B)] como sigue.

Puesto que X es falso, la conjunción A • X es falsa y su negación -(A • X) es verdadera.

B es verdadera, su negación -B, por ende, es falsa, y puesto que Y es falsa también, la

disyunción de Y con -B también es falsa, Y y -B es falsa. La fórmula [-(A • X) • (Y y -B)]

es la conjunción de un enunciado verdadero y otro falso y, por ello, es falsa. Por tanto,

su negación, que es el enunciado completo, es verdadera. Tal procedimiento paso a paso

siempre nos permite determinar el valor de verdad de un enunciado compuesto a partir

de los valores de verdad de sus componentes.

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C h r i s t i a n C ó r d o v a r o b l e s

Actividades de la Primera unidad

a. Reflexiona sobre que parte te llamó más la atención de esta unidad.

b. Identifica 3 casos comunicación en noticias e identifica su estructura

lógica.

c. Indaga sobre la lógica de predicados.

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