Del Evangelio según San Juan 10, 11Del Evangelio según San Juan 10, 11Del Evangelio según San Juan 10, 11---181818

“Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estra-go y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo reba-ño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperar-la. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre”.

Jesús Resucitado, Buen PastorJesús Resucitado, Buen Pastor

Año II. Nº 63 - 22 ABRIL 2018

CUARTO DOMINGO DE PASCUA

CICLO - B

Seguir a Jesús, Buen PastorSeguir a Jesús, Buen Pastor

El cuarto domingo de Pascua, llamado «domingo del Buen Pastor», cada año nos invita a redescubrir, con nuevo asombro, esta definición que Jesús dio de sí mismo, leyéndola a la luz de su Pasión, Muerte y Resurrección. «El buen Pastor da su vida por las ovejas»: estas palabras se realizaron plenamente cuando Cristo, obedeciendo libremente a la voluntad del Padre, se inmoló en la Cruz. Entonces se vuelve completamente claro lo qué significa que Él es «el buen Pastor»: da la vida, ofreció su vida en sacrificio por todos nosotros: por ti, por mí ¡por todos! ¡Por eso es el buen Pastor! (…) En la figura de Jesús, Pastor bueno, contemplamos la Misericordia de Dios, su amor por cada uno de sus hijos. ¡No nos deja solos!... Dándonos a Jesús como Pastor que da la vida por nosotros, el Padre nos entrega lo más gran-de y precioso que nos podía donar. Es el amor más alto y más puro. (…) Ante este amor de Dios, experimentamos una alegría inmensa y nos abrimos al reconocimiento por lo que hemos recibido gratuitamente. Pero contemplar y agradecer no bas-ta. También hay que seguir al buen Pastor.

Papa Francisco. Regina Coeli, 26 abril 2015)

Viviendo la Pascua con MaríaViviendo la Pascua con María Desde el Domingo de Resurrección estamos viviendo un tiempo litúrgico de gran alegría, recorriendo el camino que nos conduce desde la Pascua hasta la Fiesta de Pentecostés; queremos recorrerlo de la mano de María, teniendo en Ella un modelo de escucha y disponibilidad, obediencia y oración. De esa manera intentaremos imitar en nuestra vida, la misma vida de María, nuestra Madre, con Ella nos unimos a su oración en un canto de alabanza al Señor por las maravillas que realizó en la Virgen, Madre de Jesús y Madre nuestra y por las maravillas que también va realizando en cada uno de nosotros. En este tiempo Pascual le cantamos:

Exhortación Apostólica del Papa Francisco

Algunos puntos que nos animan a su lectura

La llamada a la santidad. destinada a todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo, a cada uno de nosotros cualquiera que sea nues-tro estado de vida.

Las Bienaventuranzas. Son como el carnet de identidad del cristia-no. En las bienaventuranzas se dibuja el rostro misericordioso del Maestro, “que estamos llamados a transparentar en lo cotidiano de nuestras vidas”

La santidad es alegría. No puede haber verdadera alegría sin santi-dad, así como no puede haber verdadera santidad sin alegría. Santa Teresa de Jesús decía aquello de un santo triste es un triste santo.

La santidad implica audacia evangelizadora. El que ama Cristo desea con todo su corazón dar a conocer ese amor a todos los hom-bres. No es posible quedarse un tesoro tan grande sin compartirlo.

La santidad es un fruto de la comunidad. No podemos vivir nues-tra fe por libre, no podemos ser santos viviendo aislados de una comunidad cristiana, es el lugar adecuado para que un cristiano sea santificado por el Señor.

La oración constante. El Santo Padre nos anima a todos a vivir santamente, por ello nos invita a orar siempre, es imposible ser san-tos si no tenemos una vida de oración y relación diaria con Dios.

Reflexión final con la que el Papa termina su Exhortación

“Quiero que María corone estas reflexiones, porque ella vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús. Ella es la que se estremecía de gozo en la presencia de Dios, la que conservaba todo en su corazón y se dejó atravesar por la espada. Es la santa entre los santos, la más bendita, la que nos enseña el camino de la santidad y nos acompaña.

Ella no acepta que nos quedemos caídos y a veces nos lleva en sus brazos sin juz-garnos.

Conversar con ella nos consuela, nos libe-ra y nos santifica. La Madre no necesita de muchas palabras, no le hace falta que nos esforcemos demasiado para explicar-le lo que nos pasa. Basta musitar una y otra vez: «Dios te salve, María…».

Intensivos de fin de semana en las siguientes fechas:

9-10 -11 de noviembre 2018 Dirige D. José Sánchez. Párroco de San Pedro

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Media hora antes de las Misas.

Todos los jueves de 7 a 8 de la tarde

Todos los días, a las 19 h.

PÁGINA WEB DE LA PARROQUIA: sanpedrodemurcia.com — TELÉFONO: 968 21 00 81

Próximo cursillo para MUJERES: 19 al 22 de Abril 2018

Más información en el Tfo. 665 05 02 67

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