La Aventura de Discipular

8/21/2019 La Aventura de Discipular

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La Aventura de Discipular Grupo de Entrenamiento para Discipular a Otros

CONTENIDO

Módulo 1: Entendiendo el esquema

Sesión 1. La visión del discipulado 5

Sesión 2: La gran Comisión 15

Sesión 3: Descripción de un discípulo 26

Sesión 4: Ministrando de una vida a otra 39

Módulo 2: Estableciendo el fundamento

Sesión 5: Sígueme 53

Sesión 6: La oración de los padres 65

Sesión 7: La fe y las promesas de Dios 75

Sesión 8: Hábitos del corazón 89

Módulo 3: Construyendo la casa

Sesión 9: El proceso del discipulado 109

Sesión 10: La importancia del discipulado

Sesión 11: El valor de cada individuo Sesión 12: Generaciones espirituales

Apéndices

A. ¿Quién quiere tu corazón que reciba salvación?

B. Lista de posibles discípulos

C. La ilustración de la mano

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¿Quién? ¿Yo? ¿Discipular? Lee Brase

Sesión 1

La clave no está en la técnica sino en el amor.

¿Quién ha tenido suficiente influencia en su caminar con Cristo? ¿Qué cualidades tenía esa persona que hicieron posible que tuviera esa influencia en usted?

He hecho a cientos de personas estas preguntas. Nadie jamás me ha dicho recibió ayuda porque la

persona era intelectual, tenía una personalidad

dinámica, ¡o porque era bien parecida! Tampoco mencionan el programa de estudios que siguieron, o las cosas que tuvieron que pasar.

Lo que si dicen es que fue la relación de la

persona con la gente y con Dios lo que realmente importó. “Él verdaderamente se preocupó por mí”. “Ella se interesó genuinamente en mí”. “Él creyó en

mí”. “Él tenía un caminar íntimo con Dios”. “Ella se tomó el tiempo para escucharme”. “Ella era sincera y honesta”.

Cuando los discípulos escucharon decir a Jesús: “Id y haced discípulos” (Mateo 28:19), ellos respondieron: “Sí, Señor”, y lo hicieron. Hoy en día, cuando escuchamos este mismo mandamiento, respondemos: “¿Quién? ¿Yo? No soy elocuente. No he sido capacitado. Nadie jamás me enseño a hacer

eso”. No obstante, las cualidades de un discipulador están al alcance de todos nosotros. Para enfatizar esta verdad, nuestro Señor pareció enfocarse intencionalmente en capacitar a aquellos que eran “hombres sin letras e indoctos” (Hechos 4:13) y dejar su obra en manos de ellos.

He descubierto tres cualidades esenciales en un discipulador. Dios espera que estén presentes en todos los cristianos. Si usted las tiene, entonces

podrá estar seguro de que Dios lo va a usar para

ayudar a otros a que crezcan.

1. Caminar por la Fe

Cuando Dios se apareció a Moisés por medio de la zarza ardiente, el le dijo que había visto la aflicción de Israel y quería que Moisés regresara y los sacara de Egipto. La respuesta inmediata de Moisés fue cuestionar la sabiduría de Dios al haberlo escogido (Éxodo 3:11). Cuarenta años antes, Moisés había intentado ayudar a los israelitas y fracaso

rotundamente. Él había huido de Egipto con la

pregunta de un israelita retumbando en los oídos: “Quién te ha puesto a ti por jefe y juez sobre nosotros”. (Éxodo 2:14).

La mayoría de nosotros, al igual que Moisés, hemos intentado ayudar a gente con la que nos

hemos encontrado y hemos fracasado. La segunda

persona que traté de discipular me escribió una

nota después de varios de habernos reunido regularmente: “No quiero saber nada de ti o de Dios”. Quise hacer lo que hizo Moisés: correr al desierto y pastorear ovejas. Me fue difícil

entusiasmarme con la idea de discipular a la siguiente persona que necesitaba mi ayuda. ¿Dónde encontramos el valor para

involucrarnos en la vida de otras personas después que hemos fallado? ¿Y qué del valor para ayudar a la primera persona?

La respuesta se encuentra en lo que le dijo Dios a Moisés. Le dio la promesa: “Yo estaré contigo” (Éxodo 3:12).

Dios no trato de animar a Moisés a que depende

de sus destrezas y capacitación. Él simplemente le aseguro a Moisés que iba a estar presente. Jesús

hizo la misma promesa cuando comisionó a los apóstoles a que vayan y hagan discípulos. Ninguno de estos hombres tenía un buen record de logros. Sin embargo, cada uno de ellos arriesgó su vida para discipular a gente por todo el mundo. Jesús respaldó el encargo de hacer discípulos con dos

declaraciones: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra” y He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”

(Mateo 28:18,20). Si Jesucristo estuviera aquí físicamente y saliera

con nosotros a ayudar a alguien, nosotros iríamos con plena confianza de que esa persona iba a

recibir lo que necesitaba. Eso es exactamente lo que ha prometido hacer. Fe es la capacidad de creer que lo que Dios dice es más real que lo que ven nuestros ojos. Podemos depender de la promesa de su presencia.

Las personas que confían en Dios llegan a ser discipuladores excelentes. Debido a que saben que

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sólo Dios puede cambiar vidas, se convierten en gente de oración. Ven a Dios trabajando mucho más allá de las habilidades naturales que tienen. Dios recibe la gloria sólo cuando nuestros

ministerios van más allá de lo que podemos hacer por nuestra cuenta.

Creer en Dios también nos hace libres para creer en la gente. Recuerdo un tiempo en que se aceleró mi crecimiento espiritual. ¿Por qué? La persona que me estaba ayudando creía en Dios y creía en mí Creía que Dios podía hacer cosas en mi vida que jamás había soñado que fueran posibles. Yo crecí de acuerdo a su fe.

Entonces se me hizo algo natural creer que Dios bendeciría a la gente que estaba discipulando. Después de algunos años, un hombre al que había discipulado dijo que él sabía que su caminar sólido con Cristo había ocurrido porque “creíste en mí”. Él resumió nuestros cientos de horas trabajando

juntos con esa sola declaración. “Fiel es el que os llama, quien también lo

logrará” (1 Tesalonicenses 5:24). Un discipulador tiene fe de que Dios obrará a través de él para hacer discípulos.

2. Amor por la gente. Un discipulador debe amar a los que quiere ayudar.

Además, el amor ve a la gente como es, y luego les sirve.

La meta del discipulador es edificar a la gente de Cristo. El apóstol Pablo dijo: “El conocimiento

envanece, pero el amor edifica” (1 Corintios 8:1). Fue el amor de Pablo, más que su conocimiento y habilidades, lo que estableció a cientos de

cristianos por toda Asia Menor y Europa. Fue capaz

de escribir a los tesalonicenses: “…Aunque podríamos haberos sido carga como apóstoles de Cristo. Más bien, entre vosotros fuimos tiernos,

como la nodriza que cría y cuida a sus propios hijos. Tanto es nuestro cariño para vosotros que nos parecía bien entregaros no sólo el evangelio de Dios sino también nuestras propias vidas, porque

habéis llegado a ser muy amados” (1 Tesalonicenses 2:6-8).

El amor, así como la fe, se expresa por medio de la acción. Por eso Pablo prosiguió a decirle a los tesalonicenses: “Porque os acordáis, hermanos, de

nuestro arduo trabajo fatiga, que trabajando de día

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y de noche para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios” (1 Tesalonicenses 2:9). Pablo se hacía llamar servidor (1 Corintios 4:1). Servir es amor en acción.

Hace varios años, un chino cristiano se quedó con nosotros. Observó cómo traté de capacitar a la

gente usando mis programas. Mi experiencia y conocimiento limitaron la capacitación. Finalmente me confrontó: “Si entrenas a un hombre, él solo podrá llegar a ser lo que tú eres, pero si le sirves, el cielo es el límite”.

Esto me libró de la idea de que discipular es hacer que la gente participe en programas y

métodos. Comencé a pensar en cómo servir a cada persona para ayudarlo a que madure más en Cristo. La persona, no mi programa, se convirtió en mi enfoque. Aquellos que quieren trabajar juntamente con Cristo en la vida de otros no deben enseñorearse sobre ellos. (Mateo 20:25-28) sino

servirlos. Todo ser humano tiene necesidades y cargas.

Son necesarias para nuestro crecimiento. Ayudamos a que la gente crezca cuando sobrellevamos los unos las cargas de los otros (Gálatas 6:2). Para hacer esto se requiere tener el corazón de un servidor.

Tenemos una imagen hermosa de servir en la

vida de Jesús. “Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Su invitación llegó al final de un día muy difícil. Jesús había tenido que reprender a las

ciudades en las cuales se realizaron muchos de sus

milagros porque la gente no se arrepintió (Mateo 11:20). La gente cuestionó sus motivos lo había

llamado “comilón y bebedor” (Mateo 11:19). Y Juan

el Bautista acababa de enviar a algunos de sus discípulos para preguntarle a Jesús “¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?” (Mateo

11:2). Jesús había tenido suficientes decepciones ese día como para hacer que la mayoría de nosotros se retire, se ponga de mal humor y llore. Sin embargo,

invitó a otros a que traigan sus preocupaciones y cargas a él.

El amor nos da capacidad de servir a otros, incluso cuando nuestras cargas son pesadas. Eso nos capacita a que pongamos a un lado nuestras

preocupaciones en ese momento y nos




entregarnos a otro. Sin amor, jamás vamos a discipular verdaderamente a otros. Ellos tendrán que ajustarse a nuestros horarios y necesidades, y no lo harán, y no tienen por qué.

3. Una vida moldeada de acuerdo a Jesús. Un discípulo sigue a Jesucristo con la intención de llegar a ser como él. Esto implica dos cosas: Que su enfoque es Cristo y que es un aprendiz.

UN ENFOQUE EN JESÚS

Imagínese lo que hubiera pasado si Jesús hubiera llamado a Pedro y a Andrés diciéndoles: “Dejen su

barca y sus redes y vengan a mi estudio bíblico”, y tres años después hubiera dicho: “id a todas las naciones y promuevan mi programa de discipulado de tres años”. Nadie daría su vida por una clase o un programa. Estas cosas no ameritan nuestras vidas. Pero Jesucristo sí. Todo en la vida encuentra

significado cuando lo relacionamos

apropiadamente con él. Él guía, nosotros seguimos. Sabemos que somos discípulos cuando dejamos que Jesús ordene nuestras vidas: familia, finanzas, carrera, placeres, amistades, posesiones, etc.

Una vez le pregunte a J.I. Packer cuál le parecía que era la mayor necesidad de la iglesia en el mundo occidental. Su respuesta fue que debemos

regresar a la centralidad de Jesucristo. Pablo dijo a los corintios: “Pero me temo que… vuestros pensamientos se hayan extraviado de la sencillez y la pureza que debéis a Cristo” (2 Corintios 11:3). Una de las principales razones de que muchos

cristianos evitan discipular a otros es que han perdido esa devoción pura a Cristo. Se entregan a

actividades, clases y programas, y eso es todo lo

que tienen que ofrecer a otros. Uno de los mejores discipuladores que conozco

se crio como floricultor. Debido a las necesidades

de la hacienda,

Dirk

tuvo que dejar

la secundaria. Sin embargo, su mente estaba alerta y su corazón

arraigado en Cristo. Esto lo condujo a leer la Biblia. Él memorizaba un versículo cada día y luego

meditaba en él mientras trabajaba. Ese amor por el Señor era contagioso. Tiempo después, estudiantes universitarios lo buscaban para recibir ayuda en sus vidas. Era la persona de Cristo en su vida lo que atraía a otros.

UN ESPÍRITU QUE ACEPTA LA ENSEÑANZA El discipulador es un aprendiz. Está abierto al cambio. Para él el mundo entero es un salón de clases. No sólo enseña al que esta discipulando,

sino que también aprende de él. El hombre más sabio del mundo dijo: “Mejor es un muchacho

pobre y sabio que un viejo e insensato que ya no sabe ser precavido” (Eclesiastés 4:13).

El discipulador estudia a la gente y trata de llegar a ser diestro en ayudarlos. Pablo dijo que había discipulado a los corintios “como perito arquitecto” (1 Corintios 3:10). Llegó a serlo observándolos tan bien que él sabía exactamente

lo que necesitaban. Roberto y David tienen juntos un ministerio que

alcanza a varias regiones estadounidenses. Ambos son hombres bien educados y maduros. Saben lo suficiente del Señor, su Palabra y técnicas ministeriales como para dejarnos con la boca

abierta. No obstante, cuando he viajado con ellos, los he visto ponerse constantemente en la posición de aprendices en lugar de personas que tienen respuestas. Como resultado, siempre tienen gente que les hace preguntas.

¡Sí, Tú! Tres hechos sobresalen en nosotros como

pueblo de Cristo:

1. El Señor quiere que hagamos discípulos. Él nos los encargó cuando dijo: “Id y

haced discípulos a todas las naciones”

(Mateo 28:19). 2. Mucha gente necesita ser discipulada.

“La mies es mucha, pero los obreros son

pocos” (Mateo 9:37). 3. Cualquiera de nosotros puede discipular

a otros si creemos en Dios, amamos a la

gente

y

seguimos

a

Cristo

con

la intención de llegar a ser como él.

No espere hasta sentirse capaz. El corazón del discipulador es su carácter, no sus habilidades. Salga en fe, invierta su vida en la de otro y obtenga las habilidades mientras sigue adelante.

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Preguntas para reflexionar 1. ¿Quién ha tenido una gran influencia en

usted? ¿Cuáles fueron algunas de las cualidades de la gente que lo inspiró

mientras estaba desarrollando su vida espiritual?

2. ¿Quién es una de las personas que trató de discipular pero fracasó? En retrospectiva, ¿Por qué fracasó?

3. Se le pregunto a un discipulador brasileño cuál era la clave del éxito de muchas generaciones de discípulos en su país. Después de pensarlo por unos cuantos

días, replico: “Juan 13:34,35”. ¿Por qué cree usted que él pensaba que esa era la

clave?

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Nacido para multiplicarse Dawson E. Trotman

En abril de 1933, Les Spencer era un joven marinero a bordo de la nave U.S.S. West Virginia en la costa de

California. Mientras levaba platos, recibió un telegrama: “Reunámonos en el muelle San Pedro a las 4 p.m. Estaré usando un saco obscuro, pantalones claros y zapatos color canela. Dawson Trotman”.

Les estaba preocupado y tenía sospechas. No conocía a Dawson Trotman. Pero tenía mucha curiosidad, así que llego al muelle un poquito antes de las 4 p.m. De pronto salió un hombre entre la multitud de marineros. Extendió la mano y rápidamente se hizo amigo del marinero.

Durante los siguientes tres meses, Dawson pasó horas enseñando a Les acerca de la Biblia evangelización y seguimiento. Después Les llevó consigo a su amigo Gurney Harris a la casa de Trotman, Le dijo a Dawson:

-Dale a este hombre lo que me has estado dando. Dawson miró a Les y replico: -No, no lo voy a hacer. Tú le vas a dar a este hombre lo que te he estado dando. Les protestó:

-Pero yo nunca he ido a una escuela bíblica, y además no sé cómo hacerlo. No puedo. Dawson replicó: -Si no puedes darle a Gurney lo que te he dado, entonces he fracasado. Les acepto el reto. Y Dawson, fundador de los Navegantes, inicio el principio de la multiplicación espiritual. Él

creía que los cristianos no debían hacer tan solo hacer discípulos, sino que debían reproducir discípulos que fueran también discipuladores. Sólo así los obreros aumentarían en la cosecha espiritual.

Hace unos pocos años, mientras visitaba Edimburgo, Escocia, me detuve e, vi a un padre y

una madre en la calle High Street bastante cerca del castillo. Mientras me quede allí, vi a un padre y

una madre empujando un coche de bebés que se acercaba hacia donde yo estaba. Se veían muy felices, bien vestidos y aparentemente de dinero.

Los observé por un momento mientras pasaban, y pensé lo hermoso que es que Dios permita que un hombre escoja a una mujer que parece ser la

más hermosa y encantadora para él, y ella escoja entre todos los hombres que ha conocido. Luego se apartan de entre todos ellos para estar juntos, ¡y

Dios en su plan les da la manera de reproducirse!

Esto es algo maravilloso que un bebé nazca en su

familia, teniendo algunas de las características del padre y algunas de la madre, algunos de los rangos

de él y algunos de los de ella. Ver a ese bebé hizo que extrañara a mis hijos a

quienes amo con ternura y cuyos rostros no había visto en un buen tiempo. Mientras me quedé parado ahí, vi a otro coche para bebés que venía en dirección mía. Era un coche de segunda mano y muy tambaleante. Obviamente el padre y la madre

eran pobres. Ambos estaban pobremente vestidos, pero cuando les indique mi interés en ver a su

bebé, se detuvieron y con el mismo orgullo de los otros padres, me dejaron ver a su bebé de ojos

hermosos. Pensé mientras que ellos proseguían: “Dios le

dio a este bebé de padres pobres todo lo que le había dado al otro. Cinco deditos en cada mano, una boquita y dos ojos. Con el cuidado apropiado, esas manitas podrían ser las manos de un artista o

de un músico”. Luego tuve este otro pensamiento: “¿No es

maravilloso que Dios no escogió a los ricos y

educados y dijo: ‘Ustedes pueden tener hijos’ y a

los pobres y faltos de educación ‘Ustedes no

pueden tenerlos’? Todos en la tierra tienen el mismo privilegio.

La primera orden que se le dio al hombre fue la de “Sed fecundos y multiplicaos”. En otras palabras, debían reproducirse según su especie. Dios no les dijo a Adán y Eva, nuestros primeros padres, que sean espirituales. Ellos ya habían sido creados a su imagen. El pecado aún no había llegado. Él simplemente dijo: “Sed fecundos.

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Quiero tener a más seres como tú, más que sean a mi imagen”.

Por supuesto, la imagen se estropeó. Pero Adán y Eva tuvieron hijos. Ellos comenzaron a

multiplicarse. Sin embargo, llego un momento en que Dios tuvo que destruir a la mayoría de los seres

que habían nacido. Él comenzó de nuevo con ocho personas. Los más de dos mil millones de personas que están sobre la tierra el día de hoy vinieron de los ocho que estuvieron en el arca porque estos fueron fecundos y se multiplicaron.

Obstáculos En el ámbito físico sólo unas cuantas cosas e vitan que los seres humanos se multipliquen. Una de ellas es el nunca casarse. Si están unidos, se reproducirán. Esta es una verdad que los cristianos necesitan entender con respecto a la reproducción espiritual. Cuando una persona se convierte en hijo

de Dios, debe darse cuenta de que tiene que vivir

en unión a Jesucristo si es que va a ganar a otros para el Salvador.

Otro factor que puede impedir la reproducción es la enfermedad o el deterioro de alguna parte del cuerpo que sea necesaria para la reproducción. En el ambiente espiritual el pecado es la enfermedad

que puede impedir que uno se gane al perdido.

Otra cosas que puede impedir que se tengan hijos es la inmadurez. Dios en su sabiduría se encargó de cerciorarse de que los niñitos no pudieran tener bebés. Un niñito debe primero

crecer y ser lo suficientemente maduro para

ganarse la vida, y una niñita debe tener la edad suficiente como para cuidar a un bebé.

Todos deben nacer de nuevo. Este es el deseo

de Dios. Dios nunca tuvo la intención de que el hombre simplemente viva y muera, que sea un cadáver destinado a ser enterrado. La mayoría de la

gente sabe que hay algo más allá de la muerte, de manera que cada uno que nace en la familia de Dios debe buscar que otros nazcan de nuevo también.

Una persona es nacida de nuevo cuando recibe a Jesucristo. “Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio derecho de ser hijos de Dios, los cuales nacieron no de sangre, ni de voluntad de la carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:12,13). Este es el nuevo

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nacimiento. El plan de Dios es que estos nuevos bebés en Cristo crezcan. Todo se ha provisto para su crecimiento y madurez, y luego deben multiplicarse, no solo los ricos y educados, sino

todos por igual. Toda persona que nace en la familia de Dios debe multiplicarse.

En el mundo físico cuando sus hijos tienen hijos, usted se convierte en abuelo. Sus padres entonces se convierten en bisabuelos, y sus padres en tatarabuelos. Y así debe ser en lo espiritual.

Bebés espirituales Cuando usted encuentra a un cristiano que no está

guiando a hombres y mujeres a Cristo, algo anda mal. Puede que aún sea un bebé. No quiero decir que no sepa bastante de doctrina y que no esté bien informado por medio de escuchar venas prédicas. Conozco a muchas personas que argumentan la posición pre, pos y amilenarista y

que saben mucho de las dispensaciones, pero que

aún son inmaduros. Pablo se refirió a algunos de ellos en Corinto: “Y yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niñitos…” (1 Corintios 3:1).

Debido a que eran bebés, eran inmaduros, incapaces de reproducirse espiritualmente. En

otras palabras, no podían ayudar a que otros

nazcan de nuevo. Pablo continuó: “Os di a beber leche y no

alimento sólido porque todavía no podíais recibirlo…porque todavía sois carnales. Pues en

tanto…hay celos y contiendas entre vosotros…” (1

Corintios 3:2,3). Conozco a muchos miembros de la iglesia, maestros de la Escuela Dominical y

miembros de la sociedad misionera de mujeres que

se dirían entre ellos “¿Te enteraste de esto y de aquello?”, y cuentan un chisme. Ellos han cometido algo abominable ante los ojos de Dios. ¡Qué

horrible es

cuando

un

cristiano

escucha

algo

y lo divulga! La Palabra dice: “Seis cosas aborrece el

SEÑOR, y aún siete abomina su alma…lengua mentirosa…” (Proverbios 6:16,17). ¡Oh, cuántos

cristianos conozco tanto hombres como mujeres, que dejan entrar a la mentira! “El que provoca discordia entre los hermanos” (Proverbios 6:19) es otro.

Esto es caminar como bebé, y yo creo que es

una de las razones básicas por las que algunos




cristianos no son usados para que otra gente crezca en la familia de Dios a través de ellos. Están enfermos espiritualmente. Hay algo que anda mal. Hay enfermedad espiritual. Y eso, a propósito,

puede ser incluso cuando está muy joven en el Señor.

Una joven trabaja como recepcionista en nuestra oficina de Colorado Springs. Hace año y medio estaba asociada a una nueva liga comunista de la Gran Bretaña. Ella escucho a Billy Graham y acepto al Señor Jesucristo. Pero después ella y un par de chicas de la escuela de arte y drama fueron usadas por el Señor para ganar algunas muchachas

para Cristo. Nosotros enseñamos a Patricia y a algunas de las otras muchachas, y ellas enseñaron a las chicas que habían guiado a Cristo. Algunas de ellas también están capacitando a sus amigas. Patricia ya es bisabuela, aunque solo tiene como un año y cuatro meses en el Señor.

Hace un tiempo hablé con veintinueve

candidatos a ser misioneros. Se habían graduado de universidades, escuelas bíblicas o seminarios. Como miembro de la junta entrevisté a cada uno durante un lapso de cinco días, dándole a cada candidato de media a una hora de tiempo. Entre las preguntas que hice había dos que eran muy

importantes. La primera tenía que ver con su vida

devocional: “¿Cómo es el tiempo devocional que pasa con el Señor? ¿Siente que su vida devocional es lo que el Señor la gustaría que fuera?” .De todo este grupo de veintinueve, sólo uno dijo: “Creo que

mi vida devocional es lo que debería ser”. Mi pregunta para los demás fue: “¿Por qué su vida devocional no es lo que debería ser?

-Bueno, usted sabe, estoy aquí en este instituto

de verano -fue la respuesta común-. Tenemos un curso concentrado. Estudiamos el equivalente a un año en solo diez semanas. Estamos tan ocupados.

-Muy

bien.

Retrocedamos

a

la

época

cuando estaba en la universidad. ¿Tuvo victoria en su vida devocional en ese entonces? -dije yo.

-Bueno, para ser precisos, no. Retrocedimos hasta encontrar que nunca desde

que llegaron a conocer al Salvador habían tenido un periodo de victoria en sus vidas devocionales. Esa era una de las razones por las que eran estériles, la falta de comunión con Cristo.

La otra pregunta que les hacía era. “Usted va a viajar al extranjero. Espera que Dios lo use para ganarse a hombres y mujeres para Cristo. ¿No es así?”.

-Sí. -usted quiere que prosigan y vivan la vida

victoriosa, ¿no es verdad? Usted no quiere que sólo tomen la decisión y luego regresen al mundo, ¿verdad?

-No. -Entonces, ¿Puedo hacerle otra pregunta?

¿Cuántas personas conoces por nombre hoy en día que fueron ganadas para Cristo y que están

viviendo para él? La mayoría tuvieron que reconocer que estaban

listos para cruzar el océano y aprender un idioma extranjero, pero no habían ganado una sola alma que estaba siguiendo a Jesucristo. Algunos de ellos dijeron que lograron que vayan a la iglesia; otros

dijeron que habían persuadido a algunos a pasar adelante cuando se extendió la invitación.

-¿Están viviendo para Cristo ahora? –pregunte yo.

Se le salieron los ojos. Luego continué. -¿Cómo espera usted que con cruzar el océano y

hablar un idioma extranjero con gente que

sospecha de usted, cuyo estilo de vida es

desconocido, va a ser capaz de hacer allí lo que no ha hecho aquí?

Estas preguntas no sólo se aplican a misioneros y posibles misioneros. Se aplican a todo el pueblo

de Dios. Cada uno de sus hijos debe ser un

multiplicador. ¿Está usted multiplicándose? Si no lo está

haciendo, ¿por qué? ¿Es debido a una falta de

comunión con Cristo, su Señor, a una falta de esa cercanía de comunión, la cual es parte del gran plan de Dios? ¿O es algún pecado en su vida, algo

que no

haya

confesado,

que

ha

detenido

el fluir? ¿O es que aún es un bebé? “Debiendo ser ya

maestros por el tiempo transcurrido, de nuevo tenéis necesidad de que alguien los instruya…”

(Hebreos 5:12).

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Cómo producir multiplicadores La razón por la que no estamos llevando este evangelio a los confines de la tierra no es porque no sea lo suficientemente poderoso.

Hace veintitrés años tomamos a un marinero nacido de nuevo y pasamos tiempo con él enseñándole cómo reproducirse espiritualmente según su especie. Llevó tiempo, mucho tiempo. No fue un desafío apresurado de treinta minutos en un culto de la iglesia y un rápido adiós con una invitación a regresar la siguiente semana. Pasamos tiempo juntos. Nos encargamos de sus problemas y le enseñamos no sólo a escuchar la Palabra de Dios

y leerla, sino también a estudiarla. Le enseñamos a llenar la aljaba de su corazón con las flechas de la Palabra de Dios, para que el Espíritu de Dios pudiera sacar una flecha de su corazón y ponerla en el arco de sus labios y penetrar en un corazón para Cristo. Él encontró una serie de hombres en su barco, pero

ninguno de ellos se entregaba por completo al Señor. Ellos iban a la iglesia, pero cuando llegaba el momento de hacer algo, fallaban. Él se me acercó después de un mes de esto y dijo: "Dawson, no puedo lograr que estos sujetos en el barco tomen las cosas en serio". Yo le dije: "Escucha, pídele a Dios que te dé uno. No

puedes tener dos hasta que tengas uno. Pídele a Dios que te dé un hombre conforme a tu corazón". Comenzó a orar. Un día se me acercó y dijo: "Creo que lo he encontrado". Luego trajo a este joven. Tres meses después que comencé a trabajar con él, había encontrado un hombre con el mismo corazón. Este primer marinero no era la clase de

hombre que necesitaba un empujón y ganar

premios antes que hiciera algo. Él amaba al Señor y estaba dispuesto a pagar el precio para multiplicarse. Trabajó con este nuevo bebé en

Cristo, y ellos comenzaron a crecer y multiplicarse espiritualmente. En ese barco, 125 hombres encontraron al Salvador antes de que fuera hundido en Pearl Harbor. Los hombres de ese

primer acorazado fueron a cuatro continentes como misioneros. Sin embargo, fue necesario dar un inicio. La artimaña del diablo es detener cualquier cosa como esta antes que empiece, si es que puede. Él te detendrá también, si se lo

permites.

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Yo creo que esa es la razón por la cual Satanás hace todo lo posible para que el cristiano se mantenga ocupado, ocupado, pero no multiplicándose. Varones, ¿dónde está su discípulo? Mujeres,

¿dónde está su discípula? ¿Dónde está la persona a la que guió a Cristo y que ahora lo está siguiendo?

La maldición de hoy en día es que estamos demasiado ocupados. No estoy hablando de estar ocupados ganando dinero para comprar comida. Estoy hablando de estar ocupados haciendo cosas cristianas. Tenemos actividades espirituales de poca productividad. Y la productividad viene como resultado de lo que llamamos "seguimiento".

El comienzo del seguimiento

Un día, hace varios años, estaba manejando mi pequeño automóvil Ford Modelo T y vi a un joven caminado por la calle. Me detuve y lo recogí. Cuando entró al auto, pronunció el nombre de Dios

y luego dijo: "Es realmente difícil conseguir que lo

lleven a uno". Nunca escucho a alguien tomar el nombre de mi Salvador en vano, sino que escucho el dolor de mi corazón. Busqué en mi bolsillo y le dije: "Joven, lea esto". Alzó la mirada y me dijo: "¿No lo he visto en algún otro lado antes?". Lo miré de cerca. Parecía ser alguien que debería

conocer. Llegamos a la conclusión de que nos habíamos conocido el año anterior en la misma calle. Estaba camino a una cancha de golf para hacer de caddie cuando lo recogí. Había entrado a

mi auto y empezado de la misma manera con el nombre "Jesucristo". Yo rechacé su uso de ese nombre, abrí el Nuevo Testamento y le mostré el camino a la salvación. Él había aceptado a

Jesucristo como su Salvador. Al partir, le di Filipenses 1:6: "Estando convencido de esto: que el que en vosotros comenzó la buena obra, la

perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús". "Que el Señor te bendiga, hijo. Lee esto", le dije, y aceleré y me fui por mi camino. Un año después, no había mayor evidencia del nuevo nacimiento y de la nueva criatura en este joven que si nunca hubiera escuchado de Jesucristo. Yo tenía una gran pasión para ganar almas y esa fue mi gran pasión. Pero después que me encontré con

este joven la segunda vez camino a la cancha de




golf, empecé a regresar y encontrar a algunos de mis "conversos". Quiero decirles, estuve enfermo en lo más profundo de mi corazón. Parecía que Filipenses 1:6 no estaba funcionando.

Pablo le dijo a los ancianos de la iglesia de Éfeso: "Tened cuidado... por todo el rebaño, sobre el cual el Espíritu Santo os ha puesto como obispos" (Hechos 20:28). No puedes convertir a Dios en obispo. Él te ha convertido en obispo. Anteriormente, había olvidado darle seguimiento a la gente que Dios había alcanzado a través de mí. Pero de ahí en adelante comencé a pasar tiempo ayudándolos. Por eso es que tiempo después, cuando ese primer marinero vino a mí, vi el valor de pasar tres meses con él. Vi a un Isaac en él. Isaac tuvo a Jacob, y Jacob tuvo los doce, y todo el resto de la nación vino a través de ellos.

Lleva tiempo hacer la obra de Dios Usted puede guiar a un alma a recibir a Cristo entre

veinte minutos y un par de horas. Pero lleva de veinte semanas a un par de años para establecerlo en el camino hacia la madurez, que sea victorioso sobre los pecados y los problemas reincidentes que ocurren. Debe aprender a tomar las decisiones correctas. Debe estar alerta de varios "ismos" que

posiblemente extiendan sus tentáculos, lo jalen y lo

desvíen. Pero cuando usted encuentra a alguien, entonces ha doblado su ministerio, de hecho, ha logrado más que doblar su ministerio. ¿Sabe por qué? Cuando le

enseña, él ve cómo se hace y lo imita. Si fuera ministro de una iglesia y tuviera diáconos o ancianos que pasan el plato de las ofrendas y

miembros del coro que cantan, diría: "Gracias a

Dios por su ayuda. Les necesito. Alabado sea el Señor por las cosas extras que hacen", pero seguiría insistiendo en la gran obra: "Sed fecundos

y

multiplicaos".

Todas

estas

otras

cosas

son secundarias en comparación con la tarea suprema de ganar a un hombre o una mujer para Jesucristo y luego ayudar a él o ella a proseguir. ¿Dónde está su discípulo? ¿Dónde está su discípula? ¿Tiene a alguien? Puede pedirle a Dios que le dé uno. Busque en su corazón. Pregúntele al

Señor: "¿Soy espiritualmente estéril? Si lo soy, ¿por qué lo soy?". Los que ganan personas no ganan personas debido a lo que conocen, sino debido a la Persona que conocen, lo bien que lo conocen y

cuánto anhelan que otros lo conozcan. Los efectos obedecen a sus causas como resultado

de leyes irresistibles. Cuando usted siembra la semilla de la Palabra de Dios obtendrá resultados. No todos los corazones reciben la Palabra pero algunos sí lo harán y el nuevo nacimiento se llevará a cabo. Cuando nace un alma, póngale el cuidado que Pablo le puso a sus nuevos creyentes. Pablo creía en la obra del seguimiento. Era un evangelista

atareado, pero sacó tiempo para dar seguimiento. El Nuevo Testamento consiste mayormente de las cartas de Pablo, las cuales eran cartas de seguimiento para los conversos. El evangelio se difundió por todo el mundo conocido durante el primer siglo sin radio, televisión o la prensa escrita, debido a los hombres

que se habían multiplicado que estaban también multiplicándose. Pero hoy en día tenemos a muchos que calientan las sillas, gente que piensa que si son fieles en asistir a la iglesia, ponen grandes ofrendas en el plato, y logran que venga la gente, ya han hecho su parte. ¿Dónde está su discípulo? ¿Dónde está su

discípula? Llene su corazón de esta preciosa

Semilla. Descubrirá que Dios lo dirigirá a los que

usted pueda guiar a Cristo. Hay muchos corazones

que están listos para el evangelio ahora2.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

1. Dawson dijo en su artículo: "Cuando usted

encuentra a un cristiano que no está guiando a hombres y mujeres a Cristo, algo anda mal" y "¿Está usted multiplicándose? Si no, ¿por qué no?".

¿Cómo responde usted a estas declaraciones? 2. Dawson declara: "La maldición de hoy en día es que estamos demasiado ocupados... haciendo cosas cristianas... actividades espirituales

de poca productividad". Evalúe su tiempo comparando sus actividades espirituales con la productividad espiritual.

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► Consejos para discipular

En pos de discípulos

por Daryl Donovan

Jesús siempre estaba en busca de gente para el reino de Dios. ¿Ha desarrollado usted una actitud de "sentarse

a esperar" en lugar de "ir y hacer" en cuanto a discipular?

MUÉVASE

ORE

Pídale a Dios que le muestre a los que quiere que usted siga. Jesús escogió a los doce después de una noche entera de oración.

MIRE

Observe a aquellos que tienen deseo de crecer.

PREGUNTE

No espere a que los posibles discípulos vengan a usted. Una vez que Dios le muestra a alguien, acérquese a él o ella y busque una relación de discipulado.

COMPROMÉTASE

Jesús compartió más que sus enseñanzas con sus discípulos. Compartió su vida.

ANIME

Póngase al lado de la persona que Dios le dé para discipular para formar una sana

relación de amor cristiano y responsabilidad mutua

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Sesión 2

► Estudio Bíblico

LA GRAN COMISIÓN

TEMAS CLAVE

• ¿Cuál es la Gran Comisión que se encuentra en los Evangelios? • ¿Cómo resume Mateo la Gran Comisión? • ¿Cuál es la relación de todo creyente con el evangelio y la Gran Comisión?

Jesús les dijo a sus discípulos sus famosas últimas palabras:

Jesús se acercó a ellos y les habló diciendo: "Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por

tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". (Mateo 28:18-20)

La Gran Comisión es nuestro farol en medio de la neblina y de la especulación humana. GEORGE PETERS

La Gran Comisión tiene más de lo que una persona puede imaginarse, pensar o hacer, aún si tuviera diez vidas. JOHN MCGEE

¿Qué es lo que ha hecho que las palabras de la Gran Comisión sean tan motivadoras para tantos del pueblo de Dios por tanto tiempo? ¿Depende de nosotros el mandato que dio Jesús hace dos mil años? ¿Qué es lo que lo hace tan grandioso si significa salir de mi zona de comodidad, hablar con gente desconocida y tener que entregarme a otros?

El término "Gran Comisión" no se encuentra en la Biblia, pero históricamente se le ha relacionado con la misión

que Jesús encomendó a sus discípulos después de su resurrección. Es la misión expresada en cada uno de los Evangelios y en el libro de Los Hechos.

1. Defina la palabra comisión en sus propias palabras y luego compare su definición con la del diccionario. ¿Cuáles son las ideas clave de este término?

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LEYENDO LA GRAN COMISIÓN

Cada uno de los siguientes pasajes expresa la Gran Comisión de Cristo. Observe el énfasis que expresa cada uno de los escritores. Use el espacio después de cada pregunta para poner sus observaciones con respecto a las diferentes expresiones de la Gran Comisión. (Aquí tienen el trasfondo: Los Evangelios fueron escritos con la

intención de atraer de manera especial a diferentes tipos de personas, diferente público').

2a. Mateo fue escrito por un judío, para un judío, acerca de un judío. Tiene un enfoque en la autoridad y el

reinado de Dios. Fue escrito para ayudar a que los de mente religiosa acepten a Jesús como Rey. En Mateo 28:16-20: ¿Cuál es el mandato?

¿Cuáles son las ideas clave o cuál es el énfasis principal?

¿Qué recursos se describen?

2b. Marcos fue el secretario de Pedro y puso énfasis en la proclamación de las buenas nuevas. Su Evangelio se

enfoca en el servicio activo y en el sacrificio. Marcos fue escrito para que los de mente pragmática acepten a Jesús como siervo. En Marcos 16:15-20: ¿Cuál es el mandato o cuáles son los verbos imperativos?



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2c. Lucas fue un médico que escribió acerca de la continuidad del plan de Dios. Su Evangelio se enfoca en la

compasión y ternura humana. Fue escrito para que los gentiles, o los que no son creyentes, entiendan que todos están incluidos en el plan de Dios. En Lucas 24:44-49: ¿Cuál es el mandato?



2d. Juan, "el discípulo a quien amaba Jesús", escribió acerca de la universalidad de la salvación. Su libro se enfoca en la deidad del Hijo de Dios. Fue escrito temática y universalmente para que todos crean en el Hijo de Dios. En Juan 20:19-23: ¿Cuál es el mandato?



2e. ¿Qué ideas tienen en común dos o más pasajes?

2f. ¿Qué instrucciones específicas ofrecen estos pasajes en cuanto a la comunicación del evangelio?

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ESTUDIANDO LA GRAN COMISIÓN

En el original griego sólo hay un verbo imperativo en el pasaje de la Gran Comisión de Mateo 28:17-20, que está traducido "haced discípulos". Todos los demás son cláusulas que apoyan al mandato principal. Dé un vistazo más de cerca a Mateo 28:17-20 contestando las siguientes preguntas. (Pueda que necesite un

diccionario o un diccionario bíblico para ayudarlo a estudiar). 3a. ¿Qué es lo que el pasaje declara e implica en cuanto a la autoridad de Jesús?

3b. ¿Qué significa "id" o "mientras va" (otra posibilidad de traducir este verbo)?

3c. ¿Qué implica el término "haced discípulos"?

3d. ¿Cuál es el significado de "enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado" en el versículo

20?

3e. Describa el concepto de reproducción espiritual o generaciones espirituales cuando lo halle en este pasaje.

OPCIONAL, PARA MEDITACIÓN ADICIONAL: • ¿Cuál es la importancia del bautismo en discipular a otros?

• ¿Hay alguna otra pregunta que se haya quedado sin contestar?

RESUMIENDO LA GRAN COMISIÓN 4a. Usando las cuatro expresiones de la Gran Comisión, escriba una declaración que re-suma la Gran Comisión en sus propias palabras. (Por ejemplo: "El Dios Todopoderoso dice que salgas de tus cuatro paredes y le hables

a la gente acerca de él. Enséñales cómo pueden vivir para siempre. Continúa con el proceso hasta que él regrese" (escrito por un empleado de una compañía de seguros).

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4b. ¿Se aplica a usted este resumen de la Gran Comisión? ¿Cómo?

5. Dios llamó a ciertas personas en la Biblia a una misión específica. Escoja a una de las personas que se mencionan a continuación y considere el obstáculo o la resistencia que tuvieron en común a la comisión y lo que Dios dice al respecto. Elíseo (1 Reyes 19:14-20; 2 Reyes 2:1-12)

Isaías (Isaías 6:1-13)

Jeremías (Jeremías 1:4-10, 17)

Apolos (Hechos 18:24-27; 19:1; 1 Corintios 3:4-7, 22)

ADMINISTRACIÓN Y LA GRAN COMISIÓN En círculos cristianos, la administración a menudo se refiere tan sólo a las finanzas. Sin embargo, un

"administrador" en tiempos de la Biblia era generalmente un esclavo o uno que había sido liberado que tenía la responsabilidad de administrar las propiedades o la casa de otra persona. El diccionario define administrador como alguien a quien se le ha confiado el manejo de recursos. La Biblia usa el término metafóricamente para referirse a predicadores del evangelio o maestros de la Palabra. Las Escrituras tienen mucho que decir acerca

de la administración espiritual, especialmente a la luz del evangelio.

6a. ¿Qué diría usted que significa encomendado?

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6b. Tomando en cuenta la Gran Comisión, ¿qué enseñan los siguientes versículos acerca de la administración

(el rol o la responsabilidad) y el administrador (la persona encomendada)? Lucas 12:47, 48

Lucas 16:10-13

1 Tesalonicenses 2:4

2 Timoteo 1:14

2 Timoteo 2:1-2

6c. ¿Siente usted que puede presentar una expresión adecuada del mensaje del evangelio a alguien más? Explique su razonamiento.

6d. ¿Se ve a sí mismo como un administrador del evangelio? ¿Por qué sí, o por qué no?

6e. ¿Cómo puede comenzar a influir en aquellos a los que está discipulando en su función administradora?

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RESUMEN

7. Tomando en cuenta lo extremadamente atareado y la complejidad de vivir en el mundo de hoy en día, ¿qué cambios tendrán que hacer los creyentes si van a tomar en serio la Gran Comisión?

8. ¿Hay algunos ajustes que necesita hacer en su vida donde Dios le está dando un suave golpecito?

9. ¿A quién va a discipular?

No puedo amar a Cristo si no puedo amar a cada alma por la cual Cristo murió. SAN FRANCISCO DE ASÍS

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Ser mentor hasta alcanzar la madurez por Lynn Austin

"NO SÉ QUÉ HACER", me dijo mi amiga Gloria

sollozando por teléfono. "Por favor, ¿quisieras orar por mí?". Tomé mi Biblia y salí corriendo a la puerta del costado. Gloria, una cristiana bastante nueva, dependía bastante de mí para recibir consejo, cuando me hacía preguntas y cuando necesitaba

oración por ella. Después de un año y medio, había

apoyado a Gloria en varias crisis, explicado muchas

Escrituras y orado innumerables veces por ella. "Dios es tan bueno en haberme dado una vecina que es una cristiana madura", decía ella a menudo. Disfrutaba sentirme necesitada por Gloria y

regresaba a casa cada vez satisfecha de que Dios me había usado. Pero me molestaba que después de tanto tiempo Gloria aún no había aumentado su

fuerza como cristiana. Este versículo en Hebreos parecía describirla: "Debiendo ser ya maestros por el tiempo transcurrido, de nuevo tenéis necesidad de que alguien os instruya desde los primeros rudimentos de las palabras de Dios. Habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido"

(Hebreos 5:12). Algo andaba mal, pero no sabía

qué. Como maestra de escuela elemental, estaba

estudiando programas para mentores en los que maestros experimentados se juntaban en equipo con principiantes para ayudarlos a tener una transición más fácil al profesorado. La meta del mentor es guiar al principiante por medio de un proceso de crecimiento a pasar de un estado de

dependencia a uno de independencia. Pero para alcanzar esa meta, la relación del mentor debe cambiar gradualmente mientras avanza a través de

una serie de cinco roles: maestro, entrenador, colaborador, auspiciador y consejero.

Eso era lo que andaba mal, pensé. Gloria no había crecido en su caminar cristiano porque mi rol con

ella nunca había cambiado. Yo disfrutaba al ser necesitada y la había tenido dependiente de mí, impidiendo así su crecimiento espiritual. Gloria, quien creció en una iglesia que dependía mucho del clero para la oración y la enseñanza, estaba contenta con nuestra relación. Pero yo sabía que Dios deseaba que Gloria dejara "las doctrinas

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elementales de Cristo, y sigamos adelante hasta la

madurez" (Hebreos 6:1). Ese mismo año Dios envió a mi vida a Dora. Nuestros hijos se habían conocido en el jardín de infantes y rápidamente se convirtieron en muy buenos amigos. La familia de Dora no iba a la

iglesia, pero cuando su esposo tuvo que encarar la

cirugía para tratar un posible cáncer a la garganta, ella comenzó a buscar a Dios. Nos hicimos buenas amigas y ella comenzó a ir a la iglesia conmigo. Cuando aceptó a Cristo, quise ayudarla a crecer en la fe y obtener una relación

viva y dinámica con Dios. Decidí aplicar los principios que había aprendido y convertirme en la mentora de Dora.

UN MAESTRO

El primer rol del mentor es el de un maestro: dar instrucciones, explicaciones y guía. En esta fase, el mentor demuestra un proceso, y el principiante observa y hace preguntas. Nunca olvidaré la primera pregunta que me hizo

Dora: "¿Qué piensas acerca de la reencarnación?". Contesté esa y muchas más mientras pasábamos

tiempo juntas casi todos los días, hablando por teléfono, tomando café mientras jugaban nuestros hijos, yendo de compras, etc. Le dije cómo saber cuándo una persona es nacida de nuevo, le mostré dónde encontrar pasajes de la Biblia, la aconsejé sobre decisiones que tenía que tomar, oraba en voz

alta por ella. Pero más importante aún, traté de usar mi manera de vivir y el estilo de vida cristiana que demostraba para enseñar a Dora lo mismo que

indicaban mis palabras. Saber que ella estaba

observando mi vida hacía que me mantuviera de

rodillas en oración.

UN ENTRENADOR

El segundo rol que cumple un mentor es el de un entrenador. Aún desempeña el papel principal, pero esta vez es hora de que el discípulo entre a jugar el partido. La responsabilidad del crecimiento comienza a cambiar. En esta fase el mentor dice: "Ahora tú lo haces y yo observo".




Yo sabía que era el momento de cambiar mi rol cuando Dora se unió al estudio bíblico de mujeres que yo dirigía. Mientras proseguíamos con nuestras lecciones, me convertí en su entrenadora, me

quedaba atrás observándola y animándola mientras ella participaba. Ella rápidamente ganó

confianza en su capacidad de leer las Escrituras y comenzó a contribuir más y más en las discusiones. Nosotras continuábamos pasando mucho tiempo hablando juntas. Pero ahora en vez de contestar todas sus preguntas, le enseñaba dónde buscar en la Biblia y le animaba a que lo leyera ella misma. En lugar de aconsejarla qué hacer, le explicaba los

principios de Dios y le ayudaba a decidir. Yo ya no era la única que oraba; sino que comenzamos a orar juntas.

UN COLABORADOR

Gradualmente, el rol del mentor cambia al de un

colaborador. Ahora las dos personas comparten

igualmente la responsabilidad del crecimiento. Resuelven juntos preguntas y problemas en una relación de dar y recibir, con la experiencia del mentor sirviendo como protección en contra de los errores del principiante. Yo observé cómo la fe de Dora crecía rápidamente

mientras Dios trabajaba en su vida. El tumor de su

esposo resultó ser benigno. Cuando su familia entera comenzó a asistir con regularidad a nuestra iglesia, mi rol como mentora cambió otra vez. Animaba más y más a Dora a que fuera

directamente a Dios para obtener respuestas a sus

preguntas o guía y dirección en su vida. Serví como colaboradora, alguien con quien discutir las cosas y

como su red de seguridad, afirmando sus

decisiones. Después de cuatro años, el proceso como mentora había ayudado a Dora a convertirse en casi autosuficiente.

UN AUSPICIADOR

En el profesorado, el rol del mentor cambia al de un auspiciador cuando incorpora al principiante a la

gran comunidad profesional, dándole la oportunidad de relacionarse con otros y exponiéndole a recursos adicionales tales como organizaciones y seminarios. El mentor también sirve como defensor, recomendando al discípulo a

posiciones de responsabilidad.

La personalidad entusiasta y emprendedora de Dora se mezcló muy bien con su pro-funda hambre espiritual. Poco después comenzó a alcanzar a otros, haciéndose amiga de una compañera de

trabajo soltera que estaba embarazada y aconsejando a su hermano que tenía problemas en

su matrimonio. En mi nuevo rol como auspiciadora, guié a Dora a los recursos que necesitaba para profundizar su caminar espiritual y ayudar a otros. Recomendé libros y seminarios, y la introduje a modelos de conducta y recursos cristianos sobresalientes en nuestra iglesia y comunidad. La responsabilidad de su crecimiento espiritual era

casi toda suya; yo simplemente le daba un "empujoncito" de vez en cuando.

UN CONSEJERO

El último rol del mentor es el de consejero. El aprendizaje está casi completo. El discípulo asume

la responsabilidad completa por el continuo

crecimiento pero el mentor permanece a la disposición para servir como consejero y amigo. Con el transcurso del tiempo, Dora se volvió muy activa en nuestra iglesia. Cuando se enteró de que nuestro retiro anual de mujeres podría cancelarse por falta de liderazgo, ella se ofreció de voluntaria

para servir como presidenta.

"¡Debemos tener un retiro!", exclamó ella. "¡Hay alguien en la oficina que quiero invitar!". Como miembro del comité, yo era una de las consejeras de Dora, pero ella proveía el liderazgo. Su profunda preocupación por su amiga no

cristiana, juntamente con su nueva perspectiva como cristiana en desarrollo, la preparó para

planificar un retiro que bendijo a todos los que

asistieron. Unos cuantos meses después del retiro de mujeres, mi esposo aceptó una oferta de trabajo en otro

estado. Mi familia y yo tendríamos que mudarnos. Cuando llegó el momento de encontrar a alguien que guiara el estudio bíblico que había empezado, recomendé a Dora. Me sentí satisfecha de haber hecho por Dora algo más que proveer intervención de crisis y un hombro en que apoyarse. En mi rol como mentora, había ayudado en capacitarla "para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del

23




conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez" (Efesios 4:12, 13). Habíamos alcanzado la meta final del discipulado: Dora ya no dependía de mí, su mentora, sino del Señor.

UN CRISTIANO MADURO

Durante este tiempo Gloria también creció en su relación con el Señor, una vez que comencé a ser su mentora. Ella requería más esfuerzo que Dora cuando avanzábamos de una fase a otra. Pero, como una ave madre, suavemente empujaba a Gloria para que saliera de su nido cómodo. Le enseñé a tener un diario de oración, donde

registraba su crecimiento y las contestaciones de Dios a sus oraciones. También la animé a que dé

una clase en la Escuela Dominical. Su naturaleza delicada y confiadora la convirtieron en una de las maestras más queridas. Gradualmente, se volvió más dependiente de Dios y menos dependiente de

mí. Gloria y yo estuvimos paradas en mi jardín el día

que la agente de bienes y raíces puso el letrero "Se vende" en mi casa. —Voy a orar para que el Señor me envíe otra vecina que sea una cristiana madura —dijo Gloria. —No creo que Dios vaya a hacer eso —sonreí. —¿Por qué no? —¡Porque siento que va a enviar a alguien que va a

necesitar a una vecina cristiana madura como tú!2

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR 1. ¿Qué impide que un mentor pase a la siguiente fase con un discípulo? 2. ¿Qué otros roles puede desempeñar un mentor en la vida de un discípulo?

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Fase Definición Posibles actividades Relación

Maestro El mentor demuestra un proceso y ofrece ayuda directa; el discípulo observa y hace preguntas

Enseñar a leer las Escrituras, orar en voz alta; demostrar un estilo de vida cristiano

El discípulo depende del mentor

Entrenador El mentor observa y dirige mientras que el discípulo practica nuevas tareas

Animar a tener estudios bíblicos; orar con el discípulo; ayudar a que el discí- pulo tome decisiones basadas en

principios bíblicos

El discípulo es un veinticinco por ciento independiente del mentor

Colaborador El mentor y el discípulo trabajan juntos cooperati- vamente en una relación de dar y recibir

Discutir las Escrituras juntos; animar a tener un diario de oración; animar al discípulo a buscar la dirección de Dios

El discípulo es un cincuenta por ciento independiente del mentor

Auspiciador El mentor introduce al discípulo a recursos y una red mayor de contactos; el mentor auspicia al discípulo en diversas áreas de ministerio

Recomendar libros, organizaciones y seminarios para llevar estudios indepen- dientes; ayudar al discípulo a encontrar y a usar sus dones en el ministerio

El discípulo es un setenta y cinco por ciento independiente del mentor

Consejero El discípulo funciona in-

dependientemente; el mentor aconseja y provee perspectiva

Ayudar a establecer metas espirituales a

largo plazo; aconsejar al discípulo mientras que él o ella se desenvuelve como mentor

El discípulo no depende del

mentor




Consejos para Discipular

Ser mentor de nuevos discipuladores

por Karen H. Whiting

La gente que me discípulo me ofreció constante ánimo y consejos invalorables. Aquí encontrará la manera en que usted podrá recibir la clase de información que lo convertirá en un mejor discipulador y proveer información que convertirá

a su amigo en un mejor discípulo. Tome en cuenta al que lo animó a ser un discípulo.

Esa persona sin duda lo ayudó a perseverar y tener éxito en discipular a otros. Ahora es su turno de

compartir lo que Dios le ha dado. A continuación hay algunos consejos para ser mentor de aspirantes a discipuladores: Escuche las razones por las cuales quieren discipular a otros. Ayúdeles a establecer y definir metas. Esté atento a los comentarios entusiastas. Note lo que les gusta a sus amigos y alimente ese entusiasmo. Ayude a la persona que está discipulando a encontrar un ministerio donde pueda canalizar su interés. Anime a esa persona a buscar la audiencia correcta: adolescentes, jóvenes

o familias. Comparta cómo comenzó usted. Puede inculcar esperanza al contar acerca de sus éxitos y dificultades. Compartir sus momentos buenos y malos en el discipulado puede proteger a los nuevos discipuladores contra futuros desalientos. Encuentre talentos. Identifique la destreza de cada persona basado en las experiencias de la vida, pasatiempos y dones. Discuta maneras de usarlos

como puente para alcanzar a otros. Celebre los primeros logros. Invite a los nuevos

discipuladores

a

que

llamen

por

teléfono

y celebren sus logros en discipular a otra persona. Además, invíteles a que compartan sus dificultades. Discuta esos problemas con ellos y ayúdeles a decidir qué hacer después. Sea de apoyo. Escuche con sus ojos. Lea las

emociones y responda de acuerdo a ellas. Si ve señales de estrés o frustración, por ejemplo, disminuya el ritmo o dé un abrazo. Los nuevos

discipuladores son sensibles y vulnerables. Si son inseguros, las palabras equivocadas podrían desalentarlos para siempre. Trate de hacer comentarios positivos. Ponga atención a las quejas y tenga una lluvia de ideas

con sus amigos para encontrar las soluciones. Usted prepara a sus amigos a discipular a otros

cuando los ayuda a encontrar las respuestas a sus problemas. Mantenga una lista de las preguntas de

ellos y las repuestas suyas. Dé seguimiento para saber qué fue lo que ayudó. Tome notas en caso que otros hagan preguntas parecidas. . Preste sus recursos. Discuta cómo las cintas grabadas, las revistas y los libros lo han ayudado. Pídales que

tengan fichas a la mano. Cuando surge un versículo o pensamiento inspirador, escríbalo y luego páselo. Haga listas de materiales de referencia, películas, libros y revistas que lo ayudan a crecer. Además, haga una lista de los recursos que lo han preparado como discipulador. Inicie su propio centro de

recursos, o trabaje con la biblioteca de la iglesia para proveer recursos que animen a discípulos y discipuladores. Interactúe con otros discipuladores en su iglesia, iglesias vecinas, en Internet o en conferencias. Apóyense y anímense mutuamente compartiendo sus dificultades y logros. Haga un recorrido detallado del proceso. Muestre detalladamente lo que es una semana típica de

discipulado. Explique el proceso de oración, estudio bíblico y otras actividades que forman parte de ser

un

discipulador.

Discuta

cómo

mezcla

estos compromisos con el resto de su vida, trabajo y relaciones. Comparta su inspiración. Diga qué es lo que lo mantiene motivado y cómo evita comprometerse

en exceso. Comparta las Escrituras especiales, devociones o métodos de oración que inspiran su discipulado

3.

25




Sesión 3

► ESTUDIO BÍBLICO

DESCRIPCIÓN DE UN DISCÍPULO

TEMAS CLAVE • ¿Qué es un discípulo del Nuevo Testamento?

• ¿Cuál es el rol del discipulador?

• ¿Cuál es el contenido esencial para el proceso de discipulado?

El término Discípulo es usado más de doscientos cincuenta veces en los Evangelios y en el libro de Los Hechos.

Tomando en cuenta que Lucas, persona discipulada por Pablo, escribió Hechos alrededor del año 65 d. de J.C.,

ese término no se usó sólo en el ministerio de Cristo, sino que fue parte del lenguaje y entendimiento de la

iglesia del siglo uno.

Nuestra búsqueda es entender lo que quería decir Jesús con discípulo; este es un término vinculante para la

iglesia a través de la historia. No tenemos la libertad de inventar nuestra propia definición o usar lo que es

popular hoy en día o en la época de Jesús. La búsqueda del significado de discípulo y discipulado no es simple.

No se va a encontrar en una definición de tres o cuatro palabras. La búsqueda de su verdadero significado,

aunque no es fácil, es esencial para entender nuestra misión.

Explique por qué está de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente declaración: "Todo creyente es un

discípulo de Jesucristo".

Para entender lo que Jesús quería decir con discípulo, debemos ver cómo él usaba la palabra y la describía. La

palabra discípulo es más fácil describir que definir, ya que una definición precisa es difícil de encontrar en las

Escrituras. La definición más sencilla de discípulo se encuentra en Mateo 4:19 cuando Jesús dijo: "Venid en pos

de mí, y os haré pescadores de hombres". Un discípulo es un seguidor de Cristo en el nivel más fundamental.

Un discípulo es uno que sigue y por consiguiente se convierte como aquel al que se está siguiendo. El discipulado

era más que adherirse a un conjunto de enseñanzas o principios: era una relación de transformación.

En los Evangelios, Jesús describió lo que quiso decir con discipulado. Debido a que no ha anulado estos rasgos

o características, es imperativo que entendamos y estemos de acuerdo con lo que quiso decir si vamos a involucrarnos en hacer sus discípulos. Usando estas definiciones claras, podemos concluir que el discipulado

puede ser más que esto pero no menos.

Primeramente, es evidente que, si vamos a hacer discípulos, debemos ser discípulos... Para planear hacer

discípulos, necesitamos saber en qué consiste uno y cómo las personas se pueden convertir en discípulos.

Necesitamos saber estas cosas por experiencia personal, como lo hizo la primera generación de

seguidores de Jesús1.

DALLAS WILLARD

26



estimular sus observaciones.


1. Hay dos maneras principales en que podemos describir el concepto de ser un discípulo. Una es "son mis

discípulos" y la otra es "no puede ser mi discípulo". Medite en los siguientes versículos y haga observaciones

referentes a los rasgos o características de un discípulo de Jesús. Use las preguntas de acompañamiento para

2. ¿Qué enseñan los siguientes versículos acerca de hacer discípulos? Mateo 4:19

Hechos 13:52

Romanos 15:14

2 Timoteo 2:2

27

Escritura ¿Qué cualidad de

discípulo se menciona? ¿Qué significa para usted cada

cualidad o rasgo? ¿Qué implica esto en la vida de un

discípulo?

Lucas

6:40

Lucas

14:25-27

Lucas

14:33 Juan

8:31,32

Juan 13:34,

35

Juan

15:8




3. Jesús indicó que cuando uno ha sido completamente capacitado "será como su maestro" (Lucas 6:40). En el

idioma griego, la esencia de la palabra discípulo significa "el que aprende". ¿Es capacitar lo mismo que

enseñar? Explique.

EDIFICANDO LA VIDA SOBRE UN CIMIENTO SÓLIDO

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace, será semejante a un hombre prudente que edificó

su casa sobre la peña. Y cayó la lluvia, vinieron torrentes, soplaron vientos y golpearon contra aquella casa.

Pero ella no se derrumbó, porque se había fundado sobre la peña. Pero todo el que me oye estas palabras y

no las hace, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena. Cayó la lluvia,

vinieron torrentes, y soplaron vientos, y azotaron contra aquella casa. Y se derrumbó, y fue grande su ruina.

(Mateo 7:24-27)

4a. Enumere semejanzas y diferencias entre las dos casas en Mateo 7:24-27.

4b. ¿En qué se diferencia "enseñándoles" del "enseñándoles que guarden" que se usó en Mateo 28:20?

5. Escribir una definición concisa de discipulado cristiano es en verdad dificultoso. Lea las siguientes

declaraciones y luego, usando su estudio hasta el momento, escriba su propia descripción o definición de

discípulo de Cristo. Por favor tome tiempo para re-pasar lo que ha estudiado hasta el momento para realizar

esta definición.

• Real Academia de la Lengua Española: "Persona que aprende una doctrina, ciencia o arte bajo la dirección

de un maestro. Persona que sigue la opinión de una escuela, aun cuando viva en tiempos muy posteriores a los maestros que la establecieron".

• Christopher B. Adsit: "Un discípulo es una persona en proceso que está entusiasmada por aprender y

aplicar las verdades que Jesús le enseña, las cuales darán como resultado un compromiso cada vez más profundo con un estilo de vida parecido al de Cristo".

• Ron Bennett: "Discipulado es el proceso proactivo de crecer en piedad (parecerse a Cristo) por medio del ejercicio de disciplinas espirituales".

• Howard Hendricks: "Un discípulo es una persona que aprende, que está siguiendo a Jesucristo, y cuya vida

está marcada por la obediencia, amor y fructividad". • Chuck Strittmatter: "Un discípulo es un seguidor devoto de Jesucristo que vive y piensa según la Palabra de

Dios". • Eastbourne, Inglaterra, Consulta sobre discipulado (otoño 1999): "Aunque hay ver-daderas diferencias de

perspectiva sobre lo que consiste ser un discípulo, nosotros definimos al discipulado cristiano como un proceso que se lleva a cabo en relaciones responsables en el transcurso de un tiempo con el propósito de llevar a los creyentes a la madurez espiritual en Cristo. Los ejemplos bíblicos sugieren que ese discipulado es tanto relacional como intencional, tanto posición como proceso.

• George Barna: "Podríamos definir discipulado como la conversión en un seguidor completo y competente

de Jesucristo. Se refiere a la capacitación intencional de personas que se someten voluntariamente al

28




señorío de Jesucristo y que quieren convertirse en imitadores de Cristo en pensamiento, palabra y obra. En

base a la enseñanza, capacitación, experiencias, relaciones y responsabilidad, nos transformamos a la semejanza de Jesucristo"2.

Su definición: Un discípulo es:

CÓMO SE CONVIERTE LA GENTE EN DISCÍPULOS Después de anunciar el evangelio y de hacer muchos discípulos en aquella ciudad, volvieron a Listra, a Iconio y

a Antioquía. (Hechos 14:21)

La característica principal de un discípulo de Jesús es que él o ella se "parece" más a Jesús (Lucas 6:40). Cuando una persona recibe a Cristo, Dios inicia un proceso de ayuda para que esa persona se vuelva cada vez más como Jesús (ver Romanos 8:28, 29). Obviamente, parecerse a Jesús es una tarea muy difícil. ¿Cómo se lleva a cabo? El Nuevo Testamento nos

brinda un proceso que involucra tres grupos de personas:

• Una parte que sólo Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo) puede desempeñar. • Una parte que otros desempeñan en nuestras vidas. • Una parte que sólo nosotros podemos desempeñar.

LA PARTE QUE LE CORRESPONDE A DIOS EN EL PROCESO DE HACER DISCÍPULOS 6. Debido a que Dios quiere que seamos transformados a la semejanza de su Hijo, él trabaja para producir los

cambios necesarios. ¿Qué enseñan los siguientes versículos acerca del papel de Dios en el desarrollo de discípulos?

Juan 15:1, 2

Romanos 8:28, 29

2 Corintios 3:18

29




Filipenses 1:6

Filipenses 2:12, 13

Colosenses 3:10 dice que una vez que entramos en una relación con Cristo, somos "hechos nuevos" según la

imagen del que nos creó. Otra palabra equivalente a "hechos nuevos" es renovado. Renovar es deshacerse, o corregir lo que está viejo y dañado, y regresar algo a un estado como si fuera nuevo.

Cuando Dios comienza un proceso de renovación, él se compromete a terminarlo. Dios hará la obra que se ha propuesto (ver Filipenses 1:6).

LA PARTE QUE LE CORRESPONDE A OTROS EN HACER DISCÍPULOS Hijitos míos por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros... (Gálatas4:19)

7a. En el siguiente versículo, ¿cómo describió Pablo su rol en hacer discípulos? (Note los verbos y lo que

significan.) "A él anunciamos nosotros, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre con toda sabiduría, a fin de que presentemos a todo hombre, perfecto en Cristo Jesús. Por esto mismo yo trabajo, esforzándome según su potencia que obra poderosamente en mí" (Colosenses 1:28, 29).

7b. ¿A qué se parece la "labor" que hacen otros en los siguientes versículos?

Filipenses 1:1-3

Filipenses 1:9-11

Filipenses 3:17

1 Tesalonicenses 2:7-12

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1 Timoteo 4:10-13

2 Timoteo 2:2

Para este estudio, estamos llamando "discipulador" a una persona que se esfuerza intencionalmente en ayudar

a que otros se parezcan más a Jesús. Un discipulador participa en la tarea de obrar, demostrar e instruir. Él o ella es un discípulo de Jesucristo que comparte activamente su fe y discípula a otros; alguien que participa en la

Gran Comisión de Mateo 28:19, 20. Tenemos que reconciliar el hecho de que no podemos convertirnos en aquellos que "escuchan y hacen" sin

tener una capacitación específica en ello. La capacitación puede ser hasta cierto punto autoadministrada, pero siempre se necesitará algo más que eso. Es algo que aquellos que están más avanzados deben poner a nuestra disposición. Así fue claramente como lo entendió Jesús para con los suyos. Capacitar a ser como Cristo es una responsabilidad que ellos tienen para con los que se les unen. DALLAS WILLARD

LA PARTE QUE LE CORRESPONDE AL INDIVIDUO

8a. Repase Filipenses 2:12, 13, donde Dios está haciendo su parte. ¿Cuál es nuestra parte?

8b. Repase el cuadro que desarrolló en la pregunta 1. Registre las cosas que el Señor dijo que debemos hacer si queremos ser sus discípulos.

EL PERFIL DE UN DISCÍPULO

Si un discipulador hace discípulos colaborando con el Espíritu Santo, entonces, debe haber una estructura de

capacitación que cuando se domina, convierte a alguien en discípulo. Estos principios esenciales deben ser simples, identificables, realistas y alcanzables dentro de un tiempo determinado. Los pasajes de la pregunta 1 proveen la base para entender lo que Cristo enseñó en cuanto a ser su discípulo. El siguiente perfil que muestra los cuatro aspectos de la vida de un discípulo resume la enseñanza de Jesús:

• Convicción (Juan 8:31, 32)—lamente • Carácter (Juan 13:34, 35)—el corazón • Aptitud (Juan 15:8)—las manos

• Compromiso (Lucas 14:25-27)—los pies3

Un discípulo que está madurando crece en todos los cuatro aspectos, no sólo en algunos. Aunque algunos

aspectos son más difíciles y llevan más tiempo en desarrollar que otros, tanto los discípulos como los

discipuladores se deben desarrollar en los cuatro.

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La ilustración de la rueda de Los Navegantes (a la derecha) provee

otro marco de referencia práctico que muestra el proceso de hacer discípulos. Los seis componentes que forman esta ilustración captan los principios esenciales básicos del discipulado y ofrecen un punto

de referencia práctico para entender el perfil de un discípulo.

Si la esencia del discipulado es parecerse a Cristo (ver Lucas 6:40; Romanos 8:29), entonces nuestra parte comienza con convertirse en estudiante del Maestro. Necesitamos conocerlo íntimamente. A comienzos del siglo quince, un sacerdote llamado Tomás de Kempis estuvo a cargo de la capacitación de monjes novicios del monasterio del Monte Santa Agnes en Holanda. En 1441, escribió gran parte de lo que enseñó a los hombres que discípulo. Los últimos

quinientos años, sus escritos se han publicado bajo el título de La imitación de Cristo. Su libro comienza de la siguiente manera:

"El que me sigue no caminará en la oscuridad", dice el Señor. Estas son las palabras de Cristo, por medio de las

cuales se nos exhorta a imitar su vida y virtudes, si deseamos ser verdaderamente iluminados y liberados de toda ceguera del corazón. Por lo tanto, que sea nuestra ocupación principal meditar en la vida de Jesucristo. ...Si usted entiende completamente las palabras de Cristo y las saborea verdaderamente, deberá esforzarse en

formar toda su vida de acuerdo a su patrón.

MODELOS DE DISCIPULADO

9a. ¿Qué otros modelos ha visto que ayudan a describir a un discípulo?

9b. Usando un modelo descrito en este estudio o un modelo propio de usted, identifique cuatro o cinco

acciones o características de un discípulo. Quizás podría usar palabras que completen una o ambas declaraciones: (1) "Un discípulo de Cristo...". (2) "Un discípulo de Cristo es alguien que...".

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Principios de selección

por Ron Bennett

EN UNA SOCIEDAD OCUPADA, para discipular a otros, necesitamos utilizar algún tipo de criterio para

determinar a qué personas ministrar. Discipular a otros es algo intencional, enfocado y personal. Cada discipulador tiene muy limitado el tiempo, la energía emocional y la disponibilidad espiritual. Seleccionar es una parte normal de la vida. Por definición, seleccionar significa escoger uno u otro; elegir; tomar una decisión, discriminar. Nosotros constantemente estamos seleccionando y siendo seleccionados. Selección significa que de toda la variedad de opciones, podemos utilizar sólo unas cuantas. Reconoce que el

discipulador tiene limitaciones que afectan la efectividad de él o de ella. La mayor parte del Antiguo Testamento es el relato de cómo Dios llevó a cabo sus propósitos a través de la nación que seleccionó entre todas las otras. Jesús aplicó el principio de selección al escoger a los doce que llamaría apóstoles. Los Evangelios son principalmente un relato de la capacitación de los doce para el futuro

ministerio del evangelio. Ya que Jesús no sanó a todos durante su ministerio, él estaba constantemente tomando decisiones acerca de la gente con la que iba a interactuar. El principio de selección incluye un

objetivo, opciones, algunos criterios y un llamado.

EL OBJETIVO

Primero, la selección debe tener un objetivo, una razón, una meta deseada. Marcos 3:13, 14 declara que Jesús estaba determinado, e intencionalmente escogió a los doce para capacitarlos y enviarlos a predicar. El llamado de Cristo a los pescadores en Mateo 4:19 incluye un objetivo. Para seleccionar, debemos primero saber la razón por la cual estamos escogiendo a la gente. Cuando Pablo le dijo a Timoteo que seleccionara a gente clave, él estableció el propósito: "Que sean idóneos

para enseñar también a otros" (2 Timoteo 2:2). Timoteo debía seleccionar a gente para sacar adelante el proceso de multiplicación espiritual. Tenemos una variedad de razones espirituales para seleccionar a la gente. Asumiremos que el objetivo de los discipuladores es ayudar a los creyentes a que sean más maduros, a desarrollar un fundamento sólido de fe y discipulado. Este objetivo necesita estar bien en claro tanto para el discipulador como para el posible discípulo. Yo expreso el objetivo en términos que el nuevo creyente puede entender y encontrar motivador. Puede ser una meta a largo plazo para un estudiante el poder entender álgebra, pero para el niño de segundo grado, aprender las tablas de multiplicar es una meta encomiable. Aprender a expresar madurez espiritual en términos que el nuevo creyente pueda comprender es crucial para los discipuladores. Por ejemplo, yo podría decir al nuevo-cristiano que le voy a ayudar a conectarse con Dios diariamente pasando tiempo en las Escrituras y luego orando. La meta es establecer un tiempo devocional, pero lo digo en un lenguaje que el nuevo creyente pueda relacionar.

OPCIONES

Seleccionar asume que las posibilidades son mayores que las realidades. Por lo tanto, trabajo en base de un

grupo de opciones. Jesús ministró por más de un año en el ámbito público antes de seleccionar a los doce. Se estableció a sí mismo, su credibilidad y sus intereses antes de concentrarse en unos cuantos. Desarrolló su reputación como maestro, como hacedor de milagros, como el Hijo del Hombre y como proclamador de ser el Mesías. La gente

lo vio como alguien que tenía algo que ofrecer a los que seleccionó.

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Seleccionar requiere que nos establezcamos como discípulos poseedores de un caminar sólido con Dios. Desde

esta plataforma de credibilidad podemos luego seleccionar a gente para discipular de una vida a otra. Seleccionar requiere que primero establezcamos esta credibilidad ante una variedad de gente, luego podemos seleccionar a algunos de los que vamos a discipular. Esta credibilidad ante otros puede venir como resultado de

enseñar una clase o servir en un ministerio. Llega mientras vivimos nuestro discipulado de manera práctica ante otros. ¿Dónde tiene usted una "conexión interna" para seleccionar? ¿Dónde tiene contacto con creyentes jóvenes que han observado su manera de vivir y respetan su madurez? ¿En la iglesia? ¿Trabajo? ¿Vecindario? Identifique las redes de contacto donde Dios ya ha preparado el ambiente para que se lleve a cabo una selección. ¿Quiénes en esas redes podrían tener posibilidades para que usted invierta su vida en su discipulado?

CRITERIO

El siguiente paso en el proceso de selección, asumiendo que tiene bien en claro su pro-pósito y ha identificado a un grupo del cual escoger, es establecer el criterio que se va a usar para elegir. ¿Por qué seleccionar a alguien en lugar de otro? ¿Qué haría que una persona sea una mejor inversión de su tiempo y energía que otra? Jesús no nos da una lista que haya usado en seleccionar a los doce. Sin embargo, podemos hacer algunas observaciones al fijarnos en las personas. En su gran mayoría fueron de una posición social común de la vida, no de una élite o influyentes. Esa fue exactamente la observación que hizo que su ministerio en Hechos sea tan

sobresaliente para los líderes en Jerusalén: "Viendo la valentía de Pedro y de Juan, y teniendo en cuenta que

eran hombres sin letras e indoctos, se asombraban y reconocían que habían estado con Jesús" (Hechos 4:13). Cuando Dios asignó al profeta Samuel a seleccionar al rey que iba a reemplazar a Saúl, lo envió a la casa de Isaí. "De entre sus hijos me he provisto de un rey", Dios le dijo (1 Samuel 16:1). Cuando Samuel vio al hijo mayor, Eliab, pensó: ¡Ahí Tiene madera de rey. Pero Dios rechazó a cada uno de los siete hijos mayores mientras le enseñó a Samuel (y a nosotros) un principio que debe guiarnos cuando seleccionamos a la gente que queremos discipular: "Pero el SEÑOR dijo a Samuel: 'No mires su apariencia ni lo alto de su estatura, pues yo lo he

rechazado. Porque el SEÑOR no mira lo que mira el hombre: El hombre mira lo que está delante de sus ojos,

pero el SEÑOR mira el corazón'" (1 Samuel 16:7). Podemos hacer dos observaciones de esta declaración. La primera es que la prioridad de Dios es lo interno, el carácter... el corazón. Las características externas no son importantes comparadas con la esencia del corazón. La segunda es que no podemos ver al corazón; sólo podemos ver lo externo. Incluso cuando tratamos de

observar la calidad del corazón, estamos limitados a indicadores externos, así que necesitamos la guía de Dios.

Hay tres cualidades cruciales para seleccionar posibles discípulos.

1. FIEL

Pablo le indica a Timoteo el criterio para seleccionar a gente en la que hay que enfocarse: "Lo que oíste de parte mía mediante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a

otros" (2 Timoteo 2:2). La selección clave debía hacerse basada en confiabilidad o fidelidad. Pablo estaba preocupado por el carácter interno en vez de las apariencias externas o influencia. Fidelidad significa principalmente que una persona está fundamentalmente llena de fe, y en segundo lugar que se puede contar con él o ella. Posiblemente, Pablo tuvo

en cuenta la enseñanza de Jesús cuando él dijo: "El que es fiel en lo muy poco, también es fiel en lo mucho, y el que en lo muy poco es injusto, también es injusto en lo mucho. Así que, si con las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?" (Lucas 16:10-12).

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2. RECEPTIVO

Aquellos con los que Jesús pasó tiempo seguido eran personas que demostraron que querían aprender. Los discípulos fueron a menudo lentos, pero estaban buscando la ver-dad. Querían saber. Hacían preguntas. Incluso en los primeros días cuando se presentó a Jesús como el Cordero de Dios, algunos de los primeros

seguidores hicieron la pregunta superficial: "¿Dónde moras?". Sin embargo, aún respondiendo a la pregunta, Jesús extendió la invitación: "Venid y ved". No los condenó, juzgó o estorbó. Busque a gente que quiera aprender. Como ya lo hemos visto, el significado de la raíz de la palabra discípulo significa "el que aprende". Si la gente va a convertirse en discípulos maduros, entonces deben ser personas que aprenden. Debe haber hambre de saber, crecer y entender. Sus vidas puede que aún no reflejen santidad, pero quieren aprender. Se dice que hay tres cosas que son extremadamente difíciles de hacer: subir una escalera que está apoyada contra usted, besar a una persona que está alejando su rostro de usted, y discipular a alguien que no está inclinado a aprender. Ricardo es un exitoso doctor con amor al discipulado. Su ministerio se enfoca en los jóvenes internos de su

hospital. Todos están ocupados. La mayoría trabaja de setenta a ochenta horas a la semana, típico de esa profesión. "Sé que están ocupados", dice Ricardo, "así que propongo reunirme con ellos a las 5 a. m. ¡Hasta los internos no están ocupados a esa hora!".

3. DISPONIBLE

Disponibilidad no significa que la gente está desocupada u ociosa. Jesús no tenía temor de seleccionar y

reclutar a gente ocupada que estaba siguiendo sus metas de manera exitosa y activa. Para responder a Jesús, la

gente tenía que saber lo que le iba a costar, dejar lo que estaban haciendo y escoger otra prioridad (más importante). No tenga temor de escoger a gente ocupada y activa. Usted está buscando a gente que sacará tiempo para aprender lo que va a enseñar. Ellos le darán la prioridad. Tomarán el discipulado en serio y se enfocarán en ello. Discipular una vida a otra requiere contacto, lo cual significa disponibilidad. Pueda que signifique mucha flexibilidad de parte del discipulador, pero pasar el tiempo juntos interactuando alrededor de la Palabra es

esencial. En una sociedad en la que se valora estar ocupado, incluso con cosas buenas como el trabajo, la

familia y la iglesia, discipular a otros requerirá un ajuste de horarios, prioridades y enfoque. Aun cuando estamos cómodos con nuestros criterio;, nuestra selección siempre debe incluir esperar a que Dios guíe en confirmar a la gente en la cual invertir. Jesús pasó tiempo en oración: "Pasó toda la noche en oración a Dios" (Lucas 6:12) antes de escoger a los doce. Jesús quería invertir en aquellos que Dios había escogido. En

Juan 17, Jesús ora con confianza por los doce porque "Tuyos eran, y me los diste" (versículo 6).

Discipular a otros incluye el rol de administrador. Tomamos lo que Dios nos confía y hacemos una contribución. Somos servidores, no propietarios. Saber que Dios confirma este ministerio entre dos personas nos ayuda a

atravesar momentos decepcionantes cuando parece que el progreso es muy lento o inexistente. Jesús tuvo

momentos cuando pensó que los discípulos jamás entenderían. Nosotros también. La paciencia del padre viene del saber que los hijos son un regalo puesto bajo nuestro cuidado por una temporada. La selección no significa que otros no sean importantes. Jesús hizo muchas cosas con un gran número de

personas pero se enfocó

en

unos cuantos.

Además de

los doce,

estuvieron los setenta,

los quinientos y los otros individuos que Jesús tocó en su recorrido. No obstante, su estrategia fue concentrarse en unas cuantas

personas seleccionadas para que a su vez pudieran alcanzar números mayores.

RECLUTAR POR MEDIO DE UN LLAMADO

Una parte esencial del proceso de selección termina con un llamado a la persona que se está reclutando. Usted extiende la invitación y la persona debe responder. Podemos tener el ofrecimiento correcto de una vida a otra, ellos lo necesitan, y Dios está en ello, pero si no están convencidos de todo esto, nunca funcionará. El posible discípulo debe saber que la misión es enfocarse en seguir a Cristo y no al discipulador. La meta es pasar tiempo

juntos como discípulos de Cristo, no de la iglesia, de un grupo o de otra persona.

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Debemos reclutar de acuerdo a una agenda y expectativas específicas. "Me gustaría discipularte por el resto de

tu vida" podría ser amenazador para un creyente nuevo. Por otro lado, "me gustaría ayudarte a entender algunos conceptos fundamentales en tu caminar con Cristo llevando a cabo esta serie de estudios" podría ser más atractivo. El posible discípulo entonces sabe lo que se estará cubriendo, lo que se espera y un estimado del

tiempo de duración. El posible discípulo necesita saber que usted sabe a dónde va y cómo piensa llegar allí. .Usted puede hacer

ajustes en su recorrido, pero el establecimiento de parámetros le da al posible discípulo un sentido de confianza y seguridad. La manera en que recluto depende de la madurez de la gente. Si son muy jóvenes espiritualmente, lo hago simple y a muy corto plazo. Les puedo pedir que nos reunamos para tener una serie de cinco lecciones. Si les gusta, podemos tener más. Si son más maduros, hago que el ofrecimiento sea más extenso aumentando el tiempo y el material o los temas que se van a cubrir. Una ventaja de trabajar con un tiempo corto y específico es que le da a usted, el discipulador, un punto de evaluación para decidir si quiere continuar. Puede decidir que

ya ha ayudado a alguien lo más que usted o el discípulo puede hasta ese momento. Reclutar es simplemente su manera de exponer de frente su plan y permitir que la persona tenga la opción de aceptarlo o no. En resumen, la realidad es que la selección es necesaria. Significa que tenemos objetivos para dar a la persona que posiblemente será discipulada, hemos identificado a gente de un grupo de nuestra esfera de influencia, y hemos evaluado a la gente basado en los criterios de fidelidad, receptividad y disponibilidad. Finalmente, los

hemos reclutado por medio de un llamado. Pablo dice en 1 Corintios 11:1: "Sed vosotros imitadores de mí; así como yo lo soy de Cristo".


1. ¿Cuál es su muestra de credibilidad para el proceso de selección? 2. ¿Cuáles son los problemas que está enfrentando cuando selecciona a una persona en la cual va a invertir su

vida?

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► CONSEJOS PARA DISCIPULAR

Encontrando a la persona correcta para discipular por Becky Brodin

—¿Sabes qué, Catalina? Creo que estás lista para discipular a alguien. —¿De veras? —respondió ella, pestañeando de sorpresa—. ¿Crees que lo podría hacer? Yo había estado discipulando a Catalina por más de un año. Tenía un corazón sensible, un profundo deseo de conocer al Señor, y un entusiasmo por aprender. Yo sabía que si ella pudiera ayudar a crecer a una joven

creyente, su entendimiento de discipulado aumentaría tremendamente. Luego preguntó: —¿A quién debería discipular? Esa es una buena pregunta. Una nota en el tablero de anuncios de la iglesia probable-mente no funcionaría, ya que muchos creyentes ni siquiera saben lo que es discipulado. Me di cuenta de esto hace unos cuantos años,

cuando le pedí a una mujer de mi clase de Escuela Dominical que nos reuniéramos para tomar una taza de café y hablar acerca de su crecimiento espiritual. Me miró con una mirada extraviada, pero estaba deseosa y

comenzamos a reunimos semanalmente. Después de varias semanas, confesó que al principio pensó que yo quería ¡regañarla! No estaba familiarizada con el discipulado individual. Debido a que mucha gente que quisiéramos discipular se parece a Catalina, tenemos que tomar la iniciativa de empezar una relación de discipulado. Encontrar a alguien para discipular requiere tres cosas:

• involucrarse con la gente, • saber qué buscar, • y un deseo de tomar la iniciativa.

GRUPOS DE GENTE

Para encontrar a alguien a quien discipular, usted necesita involucrarse con la gente. En nuestra cultura, esto generalmente ocurre dentro de algún tipo de grupo pequeño, tal como un estudio bíblico o una clase de Escuela Dominical. Cuando Jesús seleccionó a sus discípulos, él no puso su dedo en la lista de nombres del directorio telefónico de

Galilea y escogió a gente al azar. Lucas 5 y 6 describen cómo se estableció en el área. Él predicó, sanó, ministró, y en poco tiempo tuvo un grupo de gente que lo seguía. Entonces, después de una noche de oración, "llamó a sus discípulos y de ellos escogió a doce, a quienes también llamó apóstoles" (Lucas 6:13). Jesús estaba involucrado con la gente antes de conectarse con ellos individualmente. Ellos lo conocían, y él los conocía a ellos. Catalina participaba con regularidad en una clase de Escuela Dominical en su iglesia y guiaba junto con otra

persona un estudio bíblico para una célula. También sabía que estaba estableciendo relaciones activamente. El escenario estaba listo para que Catalina busque a alguien a quien discipular.

LOS INGREDIENTES CORRECTOS

¡Qué mezcla tan interesante de hombres que escogió Jesús como sus discípulos! Obreros, políticos celosos, profesionales instruidos. Pasó por alto las personalidades y profesiones y buscó cualidades más profundas. Aunque Catalina no estaba seleccionando apóstoles, necesitaba algunos criterios que la ayudaran a evaluar lo

adecuados que eran aquellos que estaba considerando.

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Hace años, un sabio mentor me dijo que tuviera paciencia con este paso del proceso. Sugirió que buscara a

alguien que tuviera hambre de crecer y me ordenó que esperara y observara durante cuatro o seis meses antes que me acercara a alguien. Cuando le pregunté cómo podía saber si había encontrado a la persona correcta, me aseguró que yo lo iba a saber. Tenía razón. Aquellos que quieren crecer:

• estaban comprometidos al compañerismo, • estudiaban por su propia cuenta, • y tomaban la iniciativa de desarrollar relaciones.

Aunque esta lista pudiera ser subjetiva, es un buen sitio para empezar. Esta ayudará a identificar quienes están

interesados en crecer espiritualmente, y quienes no. Kathy ha estado envuelta en su grupo por varios meses. Cuando le pedí que vea quienes tienen hambre espiritual, ella nombró a dos personas de su grupo. Ella se quiso poner en contacto con ellos inmediatamente,

pero la convencí que primero orara acerca de esto, siguiendo el ejemplo de Jesús. Después de que ella lo hizo así, estaba lista a dar el siguiente paso.

LANZARSE

Una relación de discipulado es singular. Es personal. Y puede ser demandante, intensa, consumidora de tiempo y transformadora de vidas. Empezar este tipo de relación requiere iniciativa y honestidad.

Lucas 5:27, 28 describe cómo Jesús reclutó a Mateo: "Después de esto, Jesús salió y vio a un publicano llamado

Leví, sentado en el lugar de los tributos públicos. Y le dijo: 'Sígueme'. Él, dejándolo todo, se levantó y le siguió". La palabra seguidor en griego describe a alguien que trata de ser como su maestro, un compañero que "está yendo de la misma manera". Cuando Jesús les dijo a sus discípulos que lo siguieran, ellos sabían lo que eso quería decir. Cuando la gente escogía seguir a un maestro en particular, a menudo dejaban sus trabajos y su modo actual de vivir para hacerlo. Cuando Catalina y yo hablamos acerca de cómo empezar su relación con alguien que quería discipular, sugerí

que ella describiera claramente el proceso de discipulado. Lo que ella estaba pidiendo de estas mujeres iba a requerir un compromiso de tiempo y propósito. Exhorté a Catalina a que sea sincera con respecto a todo esto. Catalina y yo habíamos comenzado nuestra relación de esa misma manera.

ESTAR ALERTA

Catalina se reunió con ambas personas durante más de dos años. Luego cada una de ellas comenzó a discipular

a otras. Pero Catalina no se detuvo ahí. Ella continúa estando alerta a gente que tenga hambre de crecer, toma

la iniciativa de relacionarse con ellas, y las invita a una aventura singular de discipulado individual4.

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► ESTUDIO BÍBLICO

MINISTRANDO DE UNA VIDA A OTRA

Sesión 4

TEMAS CLAVE • ¿Qué es el ministerio de una vida a otra? • ¿Cuáles son los componentes esenciales de un ministerio efectivo de una vida a otra? • ¿Cuáles son algunas consideraciones para mí como discipulador? • ¿Cuáles son algunos valores y cualidades singulares que existen cuando se le ofrece a alguien una atención

concentrada?

El discipular a otros implica que una persona afecta o influye sobre otra. El discipular a otros es un ministerio

relacional para ayudar a que otra persona llegue a ser madura en Cristo. ¿Cómo se lleva a cabo esto? ¿Cuáles

son las dinámicas relaciónales que forman parte del discipulado bíblico? De una vida a otra es una manera de expresar el concepto relacional que existe cuando una vida toca personalmente a otra. Involucra no sólo la transmisión intencional de conocimiento y destrezas sino también de valores, amor y pasión. Es más que la transferencia de conceptos o principios. Muchos de nosotros podemos recordar el impacto transformador que tuvieron maestros o entrenadores en

nuestras vidas cuando fuimos tocados por su amor por el tema o deporte más que su enseñanza misma. Su pasión pudo haber sido el catalizador que dio inicio a una carrera o campo de estudio en particular. Puede que no recordemos una sola disertación o charla para levantar el ánimo, pero el mensaje que transmitió sus vidas nos tocó para siempre.

PARA REFLEXIONAR

Escriba un breve párrafo de alguien que haya sido un motivador y modelo personal en su vida (maestro, entrenador, amigo, padre o madre, etc.), cómo lo influyó y cómo lo hizo sentir. La frase de una vida a otra no se usa en las Escrituras, pero el concepto está presente de manera consistente. Ejemplos de palabras que se encuentran en la Biblia que comunican el concepto de una vida a otra son ejemplo: modelo, imitar, sígueme y obsérvame. Cuando se usa la frase de una vida a otra en La aventura de discipular a otros se quiere decir lo siguiente:

• Dos o más personas en una experiencia didáctica intencional y de propósito en la que cada uno se

compromete al discipulado cristiano, transparencia y completa madurez. • La dinámica relacional entre dos personas que hace posible la transferencia de conocimiento, amor, visión

y destrezas para convertirse en seguidores de Cristo maduros y entregados de todo corazón.

UN ESTUDIO DE CASO DE UNA VIDA A OTRA

De una vida a otra es más que estar juntos, o incluso compartir actividades en común. Cuando los escritores de la Biblia usan un término para referirse a un ministerio que describe algo más profundo que simplemente la transmisión de conocimiento, usan términos como ejemplo, modelo e imitar. De una vida a otra implica que

hay alguien demostrando y otro observando.

Imitar: hacer lo que se ve. Comportarse de la misma manera que otro. Provocar una comparación aun cuando

no se tiene la intención de remedar conscientemente1.

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Ejemplo: Un equivalente de "ser obediente"2.

1a. Medite en el ejemplo de una vida a otra de Pablo y Timoteo que se resume en 2 Timoteo 3:10-17. Use las

siguientes preguntas para guiar sus observaciones en cuanto a lo que se dice o implica.

¿Qué demostró el discipulador?

¿Qué debía hacer el imitador (nuevo discípulo)? ¿En qué debía convertirse?

¿De qué forma el ejemplo de la "manera de vivir" de Pablo se comparó con la enseñanza o la instrucción?

Algunos expertos en comunicación estiman que las acciones son seis veces más poderosas que las palabras. El

ejemplo espiritual y la imitación requieren de interacciones esenciales de relación con su nuevo discípulo a las que algunos llaman "dinámica relacional". Diferentes discipuladores tienen diferentes énfasis, dependiendo del ejemplo espiritual y sus personalidades. Algunas de estas dinámicas están enumeradas bajo 1c.

1b. Pablo conoció a Timoteo en Hechos 16:1-5. Subraye lo que usted vea de discipulado de una vida a otra.

Llegó a Derbe y Listra, y he aquí había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego. Él era de buen testimonio entre los hermanos en Listra y en Iconio. Pablo quiso que

éste fuera con él, y tomándole lo circuncidó por causa de los judíos que estaban en aquellos lugares, porque todos sabían que su padre era griego. Cuando pasaban por las ciudades, les entregaban las decisiones tomadas por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las observaran. Así las iglesias eran fortalecidas en la fe, y su número aumentaba cada día (Hechos 16:1-5).

1c. Lea las definiciones breves que se encuentran a continuación y haga observaciones de cómo las ve

demostradas en el estudio de caso de Pablo y Timoteo en 2 Timoteo 3:10-17.

Intención: acción de diseñar; con propósito; relacionar en base a una decisión, modelar o imitar a propósito.

Modelar: lo que se demuestra es para ser imitado.

Integración: consistencia entre lo que se enseña y lo que se vive.

Ser enseñable: receptividad a que se le enseñe; deseo de aprender de otra persona.

Disponibilidad: sacar tiempo para compartir, exponer y observar.

Transparencia: vidas que voluntariamente están abiertas a ser observadas, imitadas, compartidas y cambiadas.

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Preparación: carácter, habilidad y destreza que puede ser aprendida por otra persona.

1d. ¿Qué dinámica relacional aparte de las listadas anteriormente le parece que deberían ser parte de un

ministerio de una vida a otra! ¿Por qué?

1e. Supongamos que está entrevistando a Pablo para un artículo en el diario Jerusalén hoy en día. ¿Cómo cree

que él describiría el término de una vida a otra!

DE UNA VIDA A OTRA OFRECE ATENCIÓN CONCENTRADA

En un ministerio de una vida a otra, el discipulador valoriza mucho al individuo que está siendo discipulado. Un rayo láser tiene que estar enfocado fijamente para que sea efectivo en cirugías o para leer un CD o DVD. El discipulador necesita enfocarse de manera intencional, intensa y armonizada para que ocurra una transferencia de una vida a otra. Una atención concentrada significa satisfacer las necesidades del individuo, tocar la vida de esa persona en forma relevante. Pero no siempre significa dar atención de manera aislada. Jesús a menudo se enfocaba en un individuo dentro del contexto de otros.

2a. ¿Cómo se demuestra un centro de atención en los siguientes pasajes?

Mateo 16:13-20

Lucas 8:40-53

Lucas 19:1-10

El dar atención concentrada al nuevo discípulo significa concentrar la energía hacia la persona excluyendo otros

esfuerzos. Piense como si fuera un rayo láser, o como si estuviera jugando con un niño y dando el cien por ciento de su concentración al dejar de hacer otras actividades como ver la televisión o leer una revista al mismo tiempo. 2b. ¿Cómo se relacionan los siguientes versículos al uso de la atención concentrada?

Hechos 20:31

Colosenses 1:28

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2c. ¿Cómo sería la atención concentrada cuando:

¿Se está a solas con otra persona?

¿En el contexto de un grupo pequeño?

EL ENTRENAMIENTO Y EL CONCEPTO DE UNA VIDA A OTRA

El entrenamiento es una forma de una vida a otra y requiere una atención concentrada. El entrenador, ya sea

en los deportes, la música, los negocios o la madurez espiritual, observa, evalúa, instruye, demuestra y motiva. El entrenamiento generalmente incluye ayudar a otra persona a que desarrolle destrezas, habilidades,

conocimiento y confianza para llevar a cabo mejor una tarea.

3a. ¿Qué aspectos de un entrenador excepcional ve en los siguientes pasajes?

Deuteronomio 3:28

1 Samuel 14:6, 7

Hechos 20:28, 31

Efesios 4:11-13

1 Tesalonicenses 5:12, 13

42




Tito 2:7, 8

1 Pedro 5:1-3

3b. Haga un resumen de lo que piensa que hace efectivo a un entrenador espiritual.

De acuerdo a William Barclay:

Pablo contrasta la conducta de Timoteo, su discípulo leal, con la conducta de los herejes los cuales estaban

haciendo todo lo posible para destrozar a la iglesia. La palabra que se ha traducido ser un discípulo abarca tanto que va más allá de la traducción de cualquier palabra en español. La palabra griega que se usa es

parakolouthein y significa literalmente seguir al lado, pero se usa con un amplio y maravilloso significado. Significa seguir a una persona físicamente, estar a su lado pase lo que pase. Significa seguir a la persona mentalmente, cuidar diligentemente de su completa enseñanza para entender el significado de lo que dice. Significa seguir a una persona espiritualmente, no sólo para entender lo que dice, sino también para ejecutar sus ideas y ser la clase de persona que quisiera que seamos. Parakolouthein es en verdad la palabra que quiere decir discípulo, ya que incluye la lealtad resuelta del verdadero camarada, el entendimiento completo del

verdadero estudioso y la obediencia completa del servidor dedicado. Pablo prosigue a enumerar las cosas en las que Timoteo ha sido su discípulo... Primero, hay enseñanza. Nadie

pude enseñar lo que no sabe, y por lo tanto, antes que una persona pueda enseñar a otros acerca de Cristo,

deberá conocerlo él mismo. Cuando el padre de Carlos estaba hablando acerca de la clase de ministro que necesitaba su parroquia, dijo: "Lo que necesita esta parroquia es un hombre que no conozca a Cristo de segunda mano". La enseñanza real nace siempre de la experiencia real. Hay capacitación. La vida cristiana no consiste en tan sólo conocer algo; consiste aún más en ser alguien. La tarea del apóstol no es tan sólo decirle la verdad a la gente; también es ayudarles a que lo hagan. El verdadero líder capacita a cómo vivir. Segundo, tiene un propósito en la vida. Luego, hay fe y paciencia. La palabra aquí es makrothumia; cuando la

usaban los griegos, quería decir generalmente paciencia con las personas, no irritarse cuando parecen no ser enseñables. Hay amor. Esta es la actitud de Dios hacia las personas. Pablo termina la historia hablando de la cualidad llamada resistencia. La palabra en griego es hupomone, que no significa estar sentado de manera

pasiva y soportando cosas, sino una confrontación triunfante de tal manera que hasta puede extraer bien del mal. Describe, no al espíritu que acepta la vida, sino al espíritu que la domina

3.

RESUMEN

4. ¿Qué es lo que más lo desafió de este estudio?

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5. ¿Cómo describiría un ministerio de una vida a otra ahora?

6. ¿Qué aspecto de una vida a otra necesita aplicar a su ministerio de discipulado?

OPCIONAL, PARA LA MEDITACIÓN ADICIONAL:

¿Cómo contrastaría el ministerio de una vida a otra con un ministerio de "programa"?

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►Ser mentor de otros

por Larry Glabe

CRIAR HIJOS ESPIRITUALES DE MANERA ADECUADA ES crucial para ayudar a crecer a los nuevos creyentes,

hasta que alcancen la madurez de manera planificada en vez de una manera predeterminada por falta de alternativas. Pero pocas personas experimentan este tipo de mentoría. En los grupos que he enseñado a ser mentor de una vida a otra, a menudo pregunto cuántos han tenido personalmente ayuda individual intencional en su vida espiritual. La respuesta general es uno de cada diez, o uno de cada veinte. Pero aún sin modelos personales, los beneficios de aprender y ministrar de esta manera

son tan cruciales que vale la pena el esfuerzo de aprender. A medida que más personas comienzan a tener mentores personales, tendremos más modelos, y mayor será el potencial de que otros sean tocados por este estilo de ministerio. Estoy usando la expresión ser mentor para describir un ministerio de una vida a otra que es espiritual, personal

e intencional hacia otros. Yo defino el ser mentor de la siguiente manera:

Entusiasmarse por ayudar a que otro llegue a tener éxito por medio de ser un ejemplo, compartir su experiencia y transmitir sus destrezas de una manera animadora.

Ser mentor tiene beneficios singulares. Ser mentor tiene la habilidad de producir un nivel más alto de

confianza, respeto y profundidad entre las personas. En un ministerio de mentor, la gente está dispuesta a presentar temas que frecuentemente permanecen ocultos. Cuando los mentores y la gente a la que guían establecen un nivel profundo de confianza, las personas están dispuestas a exponer sus verdaderas preguntas, debilidades y problemas.

Pablo habla acerca de esta tarea en 1 Corintios 3:10: "Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, como

perito arquitecto he puesto el fundamento, y otro está edificando encima. Pero cada uno mire cómo edifica encima". Una persona que está alcanzando a gente es el diseño de Dios para la expansión e influencia de su reino. Podemos ver el ser mentor a la luz del modelo, potencial, proceso y promesa. Leemos acerca del modelo en Juan 17 cuando Jesús medita en oración acerca del cumplimiento de la obra que Dios le encomendó. Esta obra fue diferente a su obra en la cruz. Él está hablando de la obra completa. Ya la

había terminado. Se puede resumir esta obra de la siguiente manera:

1. Amó al mundo. 2. Enseñó a las multitudes. 3. Se entregó a doce personas.

Leemos acerca del potencial del ministerio de una vida a otra en 2 Timoteo 2:2. Las cuatro generaciones

destacadas en este versículo forman la figura de una cadena. Cada generación se convierte en un eslabón separado que mantiene unida a la cadena. ¿Dejaremos una herencia o un legado? Pablo le dijo a Timoteo que "encargara" a hombres fieles lo que se le había encargado a él. La palabra encargar implica transmitir algo que tiene valor. ¿De dónde viene ese valor? ¿Quién le asigna el valor? ¿Pablo o Timoteo? Parece que los mentores establecen el valor y luego lo transmiten a las siguientes generaciones. A

menudo podemos ser complacientes y devaluar lo que es valioso y dejar de transmitir el contenido y su valor. ¿Qué necesita usted para transmitir a otros lo que Dios le ha encargado?

Vemos una ilustración del proceso en 1 Tesalonicenses, especialmente en el capítulo 2, donde Pablo identifica

a su ministerio como el compartir tanto de la Palabra como de su vida. Se convirtió en padre y madre para

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estos nuevos conversos. Como resultado de nuestra personalidad o experiencia, la mayoría de nosotros

tendemos a ser más fuertes ya sea en el rol de ser amables, cariñosos y afectuosos, o en el rol de ser exhortadores, animadores y entrenadores. De una vida a otra requiere la habilidad de convertirse en ambas cosas para con los que estamos guiando. Cada encuentro personal que tenemos con ellos puede requerir

ambos roles. Las promesas de Dios son cruciales para mantenernos en este ministerio personal. Las promesas nos dan

poder, perspectiva y perseverancia. Personalmente, Isaías 60:21, 22 ha sido fundamental para mí a través de los años. Oro usando este pasaje con mi esposa cuando estamos desanimados, y le pedimos a Dios que lo cumpla. Nos recuerda que Dios está edificando la casa y que él está más interesado que yo en que se cumpla. Entonces tu pueblo, todos ellos serán justos; para siempre heredarán la tierra. Ellos son los vastagos de mi plantío, la obra de mis manos, para manifestar mi gloria. El más pequeño equivaldrá a mil; y el menor, a una nación poderosa. Yo, el SEÑOR, a su tiempo lo apresuraré (Isaías 60:21, 22).

LA PRÁCTICA

La verdad nunca cambia, pero el lugar donde se encuentran las personas con relación a la verdad sí. Como mentor espiritual, es útil tener esquemas sensatos que nos ayuden a guiar a los creyentes jóvenes hacia la verdad.

SELECCIÓN

La primera pregunta importante es: ¿De quién seremos mentores? ¿Cómo escogeremos a aquel con quien

vamos a invertir nuestro tiempo? Jesús pasó toda la noche orando antes de seleccionar a los doce. Por su oración en Juan 17 podemos deducir que él tenía toda la confianza de que aquellos con los que iba a invertir su tiempo eran los que Dios le había dado. Necesitamos tener la confianza de que estamos invirtiendo en aquellos que Dios nos ha dado. Un marco de referencia que he usado a través de los años como ayuda para discernir con quien voy a invertir mi tiempo es hacer la pregunta: ¿Tienen amor por Dios, su Palabra y su pueblo? Estas tres cualidades son

cruciales para convertirse en eslabón de la cadena de reproducción espiritual. La gente en cuestión quizás no

sepa mucho y tenga que vencer grandes obstáculos, pero si muestran estas tres cualidades, para mí se han convertido en candidatos para que yo sea su mentor. Me pareció que Isaías 58:10 fue muy útil en el proceso de seleccionar para ser mentor: "Si tu alma provee para el hambriento y sacias al alma humillada, tu luz irradiará en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía". Encontrar a aquellos que están hambrientos es esencial para que yo invierta mi vida. Existen varias maneras de encontrar a gente que está hambrienta, pero una que uso en el sentido espiritual, es poner alimento delante de la gente y ver si lo comen. Cuando guío a un grupo pequeño o taller, trato de ver quién está aprendiendo lo

que estoy compartiendo y qué personas están mostrando hambre. Es fácil percibir la actitud de "sabelotodo" o

una respuesta aburrida. De manera similar, aquellos que aprenden de la Palabra, hacen preguntas, o parecen meditar en ella, se convierten en posibles candidatos.

VISIÓN Presentar una visión de crecimiento es otra parte práctica de tener un ministerio de mentor. Necesitamos establecer los parámetros de la dirección hacia la que nos dirigimos, cómo vamos a llegar allí, y cuánto tiempo estamos planeando en tomar. Describir hacia dónde nos dirigimos es beneficioso tanto para el mentor como para el que está siendo guiado por él. Tener un mapa que describe el proceso ayuda a cada persona a tener un entendimiento más claro de lo que se espera. Yo uso un diamante de cuatro lados para ilustrar cuatro fases de la madurez espiritual. Explico lo que significa cada lado en términos de madurez espiritual y lo uso para presentar el panorama más completo. También ayudo a la persona a identificar dónde se encuentra en el proceso.

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También comparto la visión refiriéndome a la Gran Comisión y el Gran Mandamiento como si fueran anteojos.

Hay dos lentes pero una sola visión. No caminamos con un ojo cubierto; sino que mantenemos los dos ojos abiertos y miramos hacia adelante a través de ambos lentes al mismo tiempo. La Gran Comisión nos dice qué hacer y el Gran Manda-miento nos dice en qué nos debemos convertir. Ambos son cruciales para la madurez.

Al establecer la visión para trabajar como mentor, la persona que va a recibir su ayuda necesita contestar dos preguntas vitales: (1) ¿Quieres crecer espiritualmente? Tomando en cuenta la visión, ¿es esa la dirección que

quieres seguir y eso en lo que quieres convertirte? y (2) ¿Quieres aprender de mí? Esta pregunta va más allá de saber si el individuo quiere ser un aprendiz y se enfoca en los factores de credibilidad y confianza que permitirán que se pueda trabajar como mentor.

ESTRATEGIA

Podemos establecer cómo vamos a alcanzar la visión basados en lo que llamo una "dieta espiritual balanceada". Cuando se le pide a la gente que identifique los grupos alimenticios básicos, la mayoría de

jóvenes contestan mencionando "comidas chatarra". Sin embargo, los nutricionistas saben más. En la actualidad, se nos dice que una dieta saludable consiste de seis grupos alimenticios básicos. Cada grupo alimenticio provee algo pero no todo lo que se necesita. Una dieta saludable requiere el balance apropiado de todos los seis grupos. Ser mentor efectivo tiene cuatro ingredientes básicos para seguir una dieta espiritual saludable. Estos cuatro ingredientes forman la estructura del tiempo que vamos a pasar juntos de manera intencional, el cual puede

ser formal o muy informal. La cantidad de cada ingrediente puede variar pero la idea es que necesitamos

esforzarnos por tener un balance.

SER MENTOR—UNA DIETA ESPIRITUAL BALANCEADA

Cuando me reúno con los que guío como mentor, planifico mi tiempo alrededor de estos cuatro ingredientes: 1. Relación progresiva 2. Verdad práctica

3. Temas pertinentes

4. Preguntas personales

No tengo que poner algo de cada grupo cada vez que nos reunimos. Pero a través del tiempo, quiero

asegurarme de alcanzar una dieta balanceada. A veces vengo preparado para hablar acerca de una verdad

práctica y encuentro que el Espíritu de Dios se está enfocando en un tema pertinente. Sea sensible a lo que

Dios está haciendo. Deje que el Espíritu de Dios lo guíe en planificar y ajustar su plan. Veamos a cada uno de esos grupos alimenticios espirituales individualmente.

1. RELACIÓN PROGRESIVA

Recuerda la frase: "¿Hay alguna persona que realmente sepa o que realmente le interese?". Parece que la gente se está preguntando eso. Las personas no son solamente espirituales, son sociales, intelectuales y

materiales. En Lucas 2:52 se nos dice que Jesús creció en todas las cuatro áreas. Necesitamos relacionarnos con la persona en su totalidad. Deberíamos preguntar cómo podemos conocer mejor al que va a ser guiado por el mentor considerando todas las cuatro áreas de la vida de una persona. Esto implica una comunicación mutua, pasar tiempo juntos, hacer actividades juntos y servirse mutuamente. La palabra considerar en Hebreos 10:24, 25 significa pensar, planear o considerar anticipadamente. Como discipuladores, necesitamos conectar intencionalmente con la otra persona en un ambiente amplio de la vida real. Cuanto mayores sean las áreas de contacto, más efectivo será el impacto. Establecer el ambiente apropiado es una parte crucial del ser mentor. El ambiente contesta la pregunta: "¿Es la relación segura?". Un invernadero es un ambiente seguro para las plantas. La protección y el control permiten

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que las plantas tengan un comienzo saludable. Ser mentor debe ser un invernadero espiritual para el

crecimiento seguro. Los nuevos creyentes necesitan un ambiente en el que: • se les escuche • se les tome en serio

• sean entendidos • sean aceptados

Cada vez que me reúno con alguien del que soy su mentor, paso tiempo inicial conectándome relacionalmente, poniéndome al día de lo que le pasó desde la última vez que nos reunimos. Una vez que establecemos una relación más profunda, ponerse al día generalmente es algo apropiado. Al comienzo, puede que necesitemos pasar una mayor parte del tiempo en este ingrediente que después.

2. VERDADES PRÁCTICAS

Este ingrediente tiene que ver con las "verdades" de la vida cristiana. Estas verdades deben ser demostradas, enseñadas y desarrolladas. Esto generalmente sucede en algún tipo de estudio bíblico. Este tiempo en las Escrituras puede ser informal o formal. Puede venir a través de un estudio bíblico publicado o la meditación de algún pasaje bíblico. La ilustración de la "rueda" de Los Navegantes es un buen modelo para identificar algunos conceptos de verdades básicas y destrezas que los creyentes jóvenes necesitan para crecer como discípulos. Estos

fundamentos son como las habilidades básicas en cualquier deporte. No importa lo avanzados que sean los

jugadores, ellos siempre necesitan practicar lo básico. Este ingrediente para ayudar como mentor es crucial para el crecimiento auténtico. Pablo enfatiza esto a Timoteo en 2 Timoteo 3:16, 17: "Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra".

3. TEMAS PERTINENTES

Este ingrediente trata con temas reales y actuales de la vida. En la vida real, en tiempo real, parece que hay temas que surgen sin que lo planifiquemos. A menudo surgen como resultado de una crisis, necesidad o adversidad. Otras veces, surgen de cambios de circunstancias u oportunidades atractivas. A medida que la persona que es guiada por el mentor comparte sus preocupaciones o el mentor hace

observaciones, pueden identificar estos temas. He descubierto que por lo general los temas pertinentes tienen

que ver con carácter. Algunas veces hago una lista de los temas pertinentes que observo y dejo que la persona que guío haga su propia lista. Luego nos turnamos en discutir lo que hay en nuestras listas. De esta manera

ambos cubrimos lo que nos parece que es importante.

Tratar con temas pertinentes significa ver a los temas de la vida real con los lentes de las Escrituras. ¿Qué dice la Escritura? ¿Existen creencias, prácticas o actitudes que no están alineadas con la manera de vivir según Dios? ¿Hay algunas áreas de la vida que aún necesitan ser puestas bajo la autoridad de la Palabra? El mentor y la

persona a la que guía pueden generalmente identificar estos temas porque hay una área de la vida que se ha descompuesto y no está funcionando.

4. PREGUNTAS PERSONALES

¿Qué es lo que quiere saber la persona que usted está guiando? Esta es una oportunidad para que él pregunte lo que quiera acerca de convertirse en un seguidor maduro de Cristo. A menudo suponemos que porque se ha hablado de algún tema, la gente que está siendo guiada por nosotros lo entiende; puede que no. Necesitamos dar la oportunidad de que la gente haga preguntas aun cuando no tengamos las respuestas. Estas preguntas podrían requerir que los mentores investiguen más y regresen a tocar esos temas posteriormente.

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LA DIETA EN LA PRÁCTICA

Algunas veces cuando me reúno con una persona, cubro los cuatro grupos alimenticios espirituales en orden. Pero en otras ocasiones los mezclo. Podríamos estar discutiendo sobre alguna verdad práctica cuando abordamos algún tema pertinente. El mentor necesita sabiduría y discernimiento para asegurarse de que la

dieta permanezca balanceada. Pasar demasiado tiempo desarrollando la relación deja a la persona hambrienta por la verdad. Demasiado tiempo en la verdad práctica deja a la persona hambrienta por la relación auténtica.

Si tengo una hora asignada para pasarla como mentor, generalmente planeo pasar cerca del 25 por ciento en la relación progresiva, 50 por ciento en la verdad práctica y el otro 25 por ciento en temas pertinentes o en preguntas prácticas. El siguiente cuadro puede ser una herramienta útil para que la usen los discipuladores cuando se reúnan con un discípulo en desarrollo. Yo lo llamo "Trazando el rumbo". Esta guía de planificación lo ayuda a estar al día, especialmente si se está reuniendo con más de una persona. Yo lleno esto antes y después de reunirme con un discípulo en desarrollo. Lo puedo usar para orar sobre ello durante la semana y como una manera de verificar

si la dieta espiritual está balanceada. Usted puede copiar este formulario o crear el suyo usando estas ideas.

Trazando el rumbo

Oración

Progreso

Posibles ideas futuras

Plan

Temas de oración

Persona, Fecha y Lugar: Hechos básicos del tiempo en el que guía como mentor Oración: Estas son áreas y temas en las que oro por el discípulo en desarrollo. Pueden ser temas por los cuales el discípulo pide oración o temas que observo y me preocupan. Plan: Esto es lo que intento cubrir cuando nos reunimos. Esta agenda se

establece en acuerdo con el discípulo en desarrollo como un contrato inicial. Esto nos permite estar de acuerdo

con las expectativas. Cuando uso el plan de Dieta Espiritual Balanceada, esto me permite enfocar nuestra reunión en la parte de la dieta que es esencial en el preciso momento. Progreso: Estas son notas personales que hago después de nuestra reunión para mantenerme enfocado en lo

que está pasando. Pueden ser respuestas a oraciones, victorias ganadas o reveses temporales. Posibles ideas futuras: Aquí es donde registro ideas para discutir o estudiar. Si la nueva idea pasa la prueba del tiempo y oración, entonces puedo discutirla con el discípulo en desarrollo en el futuro. Temas de oración: La reunión podría generar nuevos temas para orar directa o indirectamente.


1. Basado en la definición de ser mentor, ¿por qué es tan vital? 2. ¿Cómo puede una persona ser proactiva en planear para seguir los elementos de una dieta espiritual de

mentor?

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Pautas y lista de control para el discipulador individual

por Jack Griffin

1. Asegúrese de estar bien preparado. Ore antes de pasar tiempo individual con alguien y organícese.

2. Recuerde que no puede guiar a alguien más allá de donde usted ha llegado. Usted no puede establecer fundamentos sólidos en la vida de alguien cuando la suya sólo tiene marcas superficiales.

3. Enseñe por medio del ejemplo de su vida. La persona que está ministrando individualmente debe ser lo que está tratando de enseñar.

4. Adapte su ayuda para satisfacer las necesidades del individuo. Todas las personas son diferentes. No trate

de que todos encajen en el mismo molde. 5. Repita todo. "Porque mandato tras mandato, mandato tras mandato; línea tras línea, línea sobre línea; un

poquito allí, otro poquito allí..." (Isaías 28:10). No se disculpe por repetir las cosas. 6. Demuestre cómo hacer todo. Generalmente tomamos demasiado tiempo en decirle a la gente qué hacer,

pero muy poco demostrándoles cómo. 7. Dé asignaciones que sean alcanzables. Si le mete con una pala todo lo que quiere darle al discípulo, bote la

pala. Saque su gotero o un dedal. 8. No dé nada por sentado. Verifique y nuevamente verifique el progreso del individuo en compromisos

anteriores. "¿Cómo te ha ido en tu tiempo devocional en estas últimas dos semanas, Juan?". 9. Enfatice el señorío de Cristo. Jesús dijo: "Y cualquiera que no toma su propia cruz y viene en pos de mí, no

puede ser mi discípulo", y "Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todas las cosas que posee, no puede ser mi discípulo" (Lucas 14:27 y Lucas 14:33).

10. Ayúdelo a establecer sus metas en la vida, las metas de conocer a Cristo y darlo a conocer. 11. Satisfaga sus necesidades por medio de las Escrituras. 12. Manténgase compartiendo con él la importancia de los principios básicos, la Palabra de Dios, oración,

compañerismo, testimonio y mantener a Cristo en el centro de todo. "Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo" (1 Corintios 3:11).

13. Explique el principio de 2 Timoteo 2:2: Concentrarse en hombres fieles que sean capaces de enseñar a otros. Enséñele a dar su vida a unos cuantos, que a su vez se multiplicarán en muchos. Manténgase compartiendo la visión de hacer discípulos (Mateo 28:19, 20).

14. Recuerde Salmo 127:1: "Si el SEÑOR no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican. Si el SEÑOR no guarda la ciudad, en vano vigila el guardia". Dios es el que forma discípulos. Él es Entrenador Maestro

4.

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ESTUDIO BÍBLICO Sesión 5

SÍGUEME

TEMAS CLAVE

• ¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: "Sígueme"?

• ¿Qué aprendieron los primeros discípulos acerca de seguir a Cristo? • ¿Cuáles son los costos y los beneficios de seguir a Cristo hoy en día?

Cuando Jesús llegó anunciando el reino de Dios, él no le dijo a la gente que simplemente dijera una oración o

que siguiera una regla de conducta. Él dijo: "Venid en pos de mí" (Mateo 4:19). El concepto de seguir ha

perdido gran parte de su significado en nuestra sociedad contemporánea. En los deportes, los fanáticos son "seguidores" de sus equipos favoritos. Ellos se informan, conocen y se emocionan de ser seguidores.

¿Pero fue esto lo que quiso decir Jesús? Jesús implicó mucho más que ser un fanático cuando desafió a la gente a que lo siguieran. ¿Qué significó para

aquellos que se convirtieron en sus primeros seguidores? ¿Qué quiere decir hoy en día? ¿Cómo afecta a un ministerio de discipular a otros? Deseamos explorar estas preguntas en el estudio que viene. Lea los siguientes párrafos de David Hazard y subraye lo que le parezca más destacado.

"Sígueme", dijo Jesús. Muchos de nosotros oímos el llamado de Jesús hoy en día y salimos tras él, ansiosos de poseer el perdón y la libertad del pecado que había prometido como lo hicieron sus discípulos en el primer siglo. Es fácil leer los Evangelios e imaginarse estar entre la gente de la época de Jesús, y sentir su entusiasmo mientras respondían a su llamado. Pedro colgó sus redes y siguió las pisadas de Jesús mientras pescaba almas durante tres años de enseñanzas, sanidad y milagros. María Magdalena dejó su vida endemoniada. Andrés, y otros discípulos de Juan el Bautista,

escucharon a su nuevo maestro repetir la expresión que generaciones de judíos habían esperado oír: "¡El reino de Dios se ha acercado!". Estos seguidores reconocieron el comienzo del camino espiritual de los discípulos. Con todo entusiasmo dejaron atrás las vidas que conocían y, literalmente, caminaron con Jesús. ¿Pero a dónde llevaría el camino del discipulado? La voluntad y la obra de Dios estaban a punto de ser difundidas por todos los pueblos, naciones y continentes y para que esto ocurra, la voluntad y la obra de Dios propagaron primeramente su gobierno en sus corazones. Después de todo, cuando hay dos voluntades compitiendo, sólo hay lucha por obtener el control. De manera que la pregunta fue esta: ¿Seguirían por medio de la imitación de Dios y del Hijo del Hombre, poniéndose humildemente —el alma y todo su ser— bajo la directiva del gobierno del Padre? ¿Se volverían de sus caminos egoístas, de determinación propia para participar en propósitos más elevados?

Para muchos discípulos, eso fue demasiado desafiante. Se desaparecieron silenciosamente, regresando a sus oficios y familias. En sus comunidades todavía podían insistir: "Sí, yo creo en Jesús". ¿Y cómo lo sabrían sus amigos más cercanos si, en lo más profundo de sus corazones, donde la vida es gobernada por motivos

invisibles, habían rehusado seguir el camino glorioso de Dios para llegar al cielo? El ofrecimiento de perdón y vida eterna de parte de Jesús es tan atractivo el día de hoy como en el tiempo en

que lo recibieron por primera vez los pescadores, soldados y marginados. Muchos de nosotros saltamos de

nuestros asientos cuando escuchamos su llamado: "Sígueme", a través de la apelación de evangelistas contemporáneos. Otros fuimos motivados por el terrible mal que las drogas, el alcohol, o las relaciones sexuales enfermizas nos habían ocasionado. Al igual que los primeros discípulos, muchos de nosotros tomamos la determinación de ser cristianos.

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Pero rápidamente nos encontramos con preguntas y confusión. ¿Es suficiente so-lamente creer, o tengo que

obedecer a Dios? ¿Cuál es la evidencia del cambio prometido en mi vida como creyente? ¿Es un cambio en mi doctrina solamente y las decisiones de mi estilo de vida? ¿Es una transformación de mi carácter y espíritu? ¿Dónde encajan mis aspiraciones personales y sueños? ¿Por dónde comienzo, cuando todos los cristianos que

encuentro parecen tener un entendimiento diferente de lo que significa ser un discípulo?1.

1a. En Mateo 6:33 Jesús dijo: "Más bien, buscad primeramente el reino [de Dios]..." ¿Por qué diría usted que es

importante que un seguidor de Cristo tenga un entendimiento del reino de Dios?

1b. ¿Qué es importante que un ciudadano del reino entienda acerca de "seguir"?

LA INVITACIÓN DE JESÚS A QUE LO SIGAN La pesca fue una de las principales industrias en los alrededores del mar de Galilea. Jacobo y su hermano, Juan,

junto con Pedro y Andrés, fueron los primeros discípulos que llamó Jesús para que trabajaran con él. El llamado de Jesús motivó a estos hombres a levantarse y dejar sus trabajos, inmediatamente. No pusieron excusas para decir que no era un buen momento. Ellos dejaron de inmediato y lo siguieron. Jesús llama a cada uno de nosotros a que lo sigamos. Ellos no estuvieron en un trance hipnótico cuando lo siguieron, sino que estuvieron totalmente convencidos de que el seguirlo cambiaría sus vidas para siempre. Jesús estaba llamándolos a que

dejaran sus oficios productivos para ser productivos espiritualmente. Jesús les dijo a Pedro y Andrés que

dejaran sus negocios de pesca y se convirtieran en "pescadores de hombres", para ayudar a otros a encontrar a Dios. En los primeros cuatro capítulos de su Evangelio, el apóstol Juan registró acontecimientos que sucedieron

durante el primer año del ministerio de Cristo. Lucas 5 y Mateo 4 registran acontecimientos a comienzos del segundo año de ministerio. Lea Mateo 4:18-22; Lucas 5:1-11 y Lucas 5:27-32, y conteste las siguientes preguntas: 2a. ¿Por qué dejaron estos hombres lo que estaban haciendo para seguir a Cristo?

2b. ¿Cómo afectó el concepto que tenían de Jesús su deseo de seguirle?

2c. ¿Qué implicaciones trajo a los primeros discípulos el seguirlo?

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2d. Recordando que ellos estaban siendo llamados a dejar algo, ¿sugiere normalmente "seguirlo" dejar algo

atrás? Si es así, ¿que podrías necesitar dejar atrás?

PEDRO APRENDE EL SIGNIFICADO DE "SÍGUEME" Pedro fue el discípulo más visible y franco. Tenemos algunos pasajes que podrían considerarse como fotos instantáneas de su caminar, incluyendo sus fracasos y sus éxitos.

3a. Lea y medite en los siguientes pasajes para enterarse de lo que Pedro necesitaba entender acerca de sí mismo, de Cristo, y del reino para seguir a Cristo. Mateo 16:13-23; Lucas 22:54-62; Juan 6:60-69; Juan 21:15-22

3b. Resuma lo que tenía que cambiar en su manera de pensar.

3c. ¿Cómo nos ayuda el Espíritu Santo con nuestro deseo de seguir a Cristo?

JESÚS ENSEÑA ACERCA DE AYUDAR A QUE OTROS LO SIGAN

Jesús no solamente enseña a que lo sigan sino también a ayudar a que otros lo sigan. Jesús estaba constantemente enseñando el significado de seguirlo. Usaba una variedad de oportunidades para ensanchar el entendimiento de los discípulos. 4a. ¿Qué enseñan los siguientes versículos acerca de seguir a Cristo y ayudar a que otros lo sigan? Juan 13:12-17

Juan 13:34-35

4b. ¿Qué involucra enseñar el principio de seguir?

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4c. Lea los siguientes pasajes y note los costos y beneficios asociados con seguir a Jesús. A veces el concepto de

seguir se traduce como "venir en pos de mí", o "venir a mí".

4d. ¿Qué consecuencias tienen los pasajes si usted quiere seguir a Cristo en su situación particular?

4e. ¿Por qué enfatizó Cristo los costos y los beneficios?

4f. ¿Es "sígueme" una invitación o un mandamiento? ¿Por qué?

"SÍGUEME", EL DESAFÍO DE HOY EN DÍA 5a. ¿Cuáles son los obstáculos para seguir a Cristo hoy en día?

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Versículos Costos Beneficios

Mateo

10:34-42 Mateo

11:28-30

Marcos 10:17-

22,28-31

Lucas

9:23-26

Juan

15:15-17




5b. ¿Qué lecciones principales ha aprendido sobre seguir a Cristo durante su caminar espiritual?

5c. ¿Qué costos y beneficios ha experimentado al seguir a Cristo?

RESUMEN 6. Escriba un resumen o una declaración de misión de lo que significa para usted seguir a Cristo en el siglo

veintiuno.

UNA PARÁBOLA Al principio veía a Cristo como mi supervisor, mi juez llevando la cuenta de las cosas que hacía mal, como para saber si al morir iba a ganarme el cielo o el infierno. Él estaba por allá, más o menos como un presidente, yo reconocía su foto cuando la veía, pero realmente no lo conocía. Pero después, cuando reconocía su presencia, parecía como si la vida fuera un paseo en bicicleta, pero una bicicleta de dos asientos, y notaba que Cristo estaba atrás ayudándome a pedalear. No sé cuándo fue que sugirió que cambiáramos de puesto, pero la vida no ha sido la misma desde entonces.

Cuando tenía el control, sabía el camino. Era bastante aburrido pero predecible. Era la distancia más corta entre dos puntos. Pero cuando él comenzó a guiar, él conocía hermosos caminos, por las montañas y por lugares rocosos, él iba a

gran velocidad. ¡Todo lo que podía hacer era agarrarme! Aunque parecía una locura, él decía: "¡Pedalea!". Yo me preocupaba, estaba ansioso y preguntaba: "¿A dónde me estás llevando?". El se reía y no me contestaba, y yo comenzaba a aprender a confiar. Me olvidé de mi vida aburrida y participé en la aventura. Cuando decía: "Tengo miedo", él se inclinaba hacia atrás y tocaba mi mano. Me llevó hacia gente que tenía dones que necesitaba: dones de sanidad, aceptación y gozo. Ellos me

entregaron sus dones para que los llevara en mi recorrido, el de Cristo y el mío. Y continuamos de nuevo. Él dijo: "Regala los dones; son un peso extra, son demasiado peso". Así lo hice con la gente que conocí, y hallé que al dar recibía, y nuestra carga aún era ligera.

Al principio no confiaban en que él tuviera el control de mi vida. Creí que la iba a arruinar. Pero él conoce los secretos de las bicicletas, sabe cómo hacer que se inclinen para dar curvas cerradas, saltar para evitar rocas altas, volar para acortar pasajes que dan miedo. Estoy aprendiendo a estar callado y pedalear en los lugares más extraños, y estoy comenzando a disfrutar del

panorama y la brisa fresca sobre mi rostro con mi encantador y constante compañero. Cuando estoy seguro de que ya no puedo más, él simplemente sonríe y dice: "Pedalea".

AUTOR DESCONOCIDO

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Preguntas que haría antes de seguir a Jesús

por Gordon MacDonald

ME HE ENAMORADO DE LOS AVIONES. Parte del atractivo ha incluido el sueño de poseer una licencia de piloto.

Una fantasía de mucho tiempo: Yo, gritando hacia la pista de aterrizaje (en un avión, por supuesto) con una mano en el timón y la otra en el acelerador. Esa fantasía tiene casi cincuenta años. Las lecciones para aprender a volar aviones siempre han estado en la lista de espera de mi vida. Tenía otras demandas más apremiantes. La universidad, criar hijos, fechas límites para escribir libros o la congregación de la iglesia. Recientemente, un amigo dijo: "Soy dueño de un avión; te daré la instrucción básica que vas a necesitar para obtener una licencia". Pensé que me había muerto y que estaba en el cielo. Incluso mi querida esposa dijo: "¡Hazlo! Has estado hablando de esto toda tu vida". De pronto ya no había obstáculos entre mi sueño y yo. Entonces, ¿por qué vacilé? ¿Por qué un repentino

arranque de incertidumbre? De repente surgieron preguntas: ¿Estaba realmente preparado para invertir el tiempo necesario? ¿Qué otras

prioridades necesitaría recortar? ¿Cuánta lectura técnica (que no me gusta) sería necesaria? ¿Cuánta información habría que dominar acerca de navegación, radios, clima, aerodinámica, tecnología y mecánica? ¿Y

si fallaba? ¿Y si tenía éxito? ¿Qué tan a menudo podría volar? ¿Podría (debería) realmente pagar los gastos de volar? Los obstáculos originales no requerían que enfrentara estos temas anteriormente. Nunca realmente los había discutido conmigo mismo Pero aquí está el golpe final. Me imaginé el día en que un instructor de vuelo saldría de un avión y me diría: "Manéjalo tú solo. Cuando (si es que) regreses, estaré aquí esperando por ti". Y me imaginé allá arriba, con miedo de aterrizar. Y me di cuenta de que me gustaba más la idea de volar que la realidad de hacerlo.

¿Quería realmente romper las ataduras de la tierra? Me escuché a mí mismo decir: "¡Noooo!". Y de manera instantánea murió un sueño. La voluntad de ir a la escuela de vuelo simplemente estaba ausente. Las preguntas habían forzado conclusiones que no había anticipado. (Mis respetos a todos los pilotos que no tienen miedo de aterrizar sus aviones).

MIRAR ANTES DE SALTAR

Mi reacción a la amable invitación de un amigo me ayudó a apreciar lo que Simón Pedro y sus amigos

enfrentaron en la playa de Galilea cuando Jesús entró a su mundo y los invitó a otro tipo de vuelo, el establecimiento del reino de Dios. Me digo ¿qué preguntas estallaron en sus mentes cuando escucharon el desafío "sígueme"? ¿Qué temas les preocupaban? ¿Preguntas prácticas? ¿Preguntas personales? ¿Preguntas de prioridad? ¿Preguntas sobre insuficiencia? ¿Ansiedad? ¿Compensación? Permítame sugerir algunas que ellos quizás se hicieron. Son las que yo haría a cualquiera que me invitara a un viaje espiritual de esta magnitud. El costo del discipulado es enorme. No deberíamos aceptarlo sin

cuestionamiento. Vean, al final de todo, cada prospecto de discípulo se encuentra en un sitio como la playa donde Jesús se acercó a Pedro, Jacobo y Juan con su desafío. En la playa decidimos seguir al Señor y a su discipulador asignado: Para volver a amoldar la vida, para llevar a cabo el potencial escondido y regalado por el cielo; para

llegar a ser alguien de influencia; para alinearse con los propósitos de Dios. ¿Qué necesitamos saber antes de

dejar nuestra playa y ponernos en acción? Aquí hay algunas ideas.

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¿POR QUÉ ME LLAMAS, CUANDO TENGO TANTAS CARGAS DE MI PASADO?

Hasta donde yo sé, ninguno de los primeros discípulos llegó a su playa con nada que valiera la pena de su pasado privado. ¡Judas Iscariote quizás hubiera sido el más prometedor! Mayormente, los candidatos del Señor para el apostolado fueron hombres simples, del campo. Unos cuantos tenían un pasado tenebroso. El

desempeño y las actitudes de este grupo en general revelaron en varias ocasiones que la formación inicial del carácter dejaba mucho que desear. Este no era un equipo de estrellas. Simón Pedro estaba presentando el tema de las "cargas" cuando dijo: "¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!". La respuesta de Jesús fue: "No temas" (Lucas 5:10). Parece aleccionador que Jesús hablara muy poco acerca del pasado de sus discípulos. Uno se imaginaría que iba a escuchar bastante acerca del estilo de vida de Mateo como recaudador de impuestos o de la asociación de Simón el zelote con un movimiento político conocido por su violencia. Pero no. Jesús nunca explota sus "testimonios". Si existían momentos oscuros en el trasfondo de los doce (y tenía que haberlos), Jesús los pasó por alto, los enterró en la redención. El Señor sencillamente no lidiaba con el pasado de la gente en público. Y,

afortunadamente, los escritores de los Evangelios siguieron la misma línea. Esto debe animar a aquellos de nosotros con currículos que son lamentables. Tenemos la tentación de creer que no tenemos futuro en el mundo apostólico. No fue así en la playa de Galilea; no es así ahora. Recuerde, Jesús tomó ese primer grupo y los convirtió en campeones del reino. Ninguno estaba fuera del alcance de la redención, fuera de la posibilidad de un cambio de vida. Ahora sí tenemos que tratar con las cargas del pasado (como las estamos llamando aquí); un llamado al discipulado implica renuncia. Tenemos que resolver nuestras cargas, no instantáneamente, pero con el tiempo

por medio del arrepentimiento y la gracia. Debe haber apertura a nuevas disciplinas, nuevos pensamientos y nuevas formas de relación. Pero el Señor siempre comenzó justo donde se encontraba la gente. El carácter superficial, la reputación cuestionable y las perspectivas pesimistas no lo disuadían para que dejara de poner en marcha su voluntad. Todo lo que era necesario era el deseo de dejar esas cargas a sus pies. Sin ese deseo, un discípulo no es un discípulo completo.

¿QUÉ HIZO QUE ME INVITARAS? En prácticamente todos los encuentros personales con la gente, Jesús parece haber comenzado con la inclinación del corazón en lugar de una evaluación del rendimiento externo. Esto no fue nada insignificante.

Jesús no fue un explorador de talento; él era un estudiante de la persona interna. Nosotros tendemos a hacer

nuestra búsqueda de talento en base a logros, habilidades sociales, educación y el potencial percibido. Tomamos pruebas, comparamos currículos y conducimos entrevistas. Afortunadamente, el Señor ve el interior y evalúa la autenticidad espiritual. Podemos suponer que cada uno de los doce comenzó a asociarse con Cristo como parte de las multitudes que

vinieron a oír sus enseñanzas. Comenzaron como espectadores. Quizás cada vez que se juntaban a un grupo de personas, se acercaban un poco más al frente y se quedaban a hacer preguntas, como buscadores. Pero debió haber llegado el día en que le hicieron entablar un diálogo privado, sus corazones misteriosamente

ardían por sus palabras y su trato. El Señor leía sus corazones como un libro abierto, y al final llegó la invitación en la playa: "¿Por qué no me siguen y comparten mi misión?". Y cuando dejaron la playa junto con él, ellos completaron la transición de espectadores a buscadores, a seguidores. Jesús los había analizado correctamente. Los corazones se emocionaron, ellos habían empezado el proceso de amarlo. ¿Cómo se vería un despertar como ese hoy en día? Quizás comenzaría con un reconocimiento de nuestra propia oscuridad espiritual y un deseo correspondiente de tener un cambio de vida. Podría continuar como una atracción magnética a Jesús como Señor, a sus caminos y palabras como la única manera sensata de creer y vivir.

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Además, podríamos demostrar curiosidad espiritual por la forma en que comenzamos a ver a nuestro mundo y

su gente, viendo el quebrantamiento de vida y percibiendo un deseo creciente de hacer algo que llame a la gente a acercarse a Dios. Sin ese amor, un discípulo no es un discípulo completo.

¿CUÁL ES EL ATRIBUTO MÁS IMPORTANTE DE UN DISCÍPULO? "Yo los haré...", fue probablemente un tema común cuando maestros invitaban a estudiantes a una relación

para que los sigan. Era el compromiso de un maestro con un seguidor. Pero el compromiso asumía que el discípulo estaba sediento de aprender, de volver a amoldar su vida. Esto implica sumisión. Obediencia no sería una palabra muy fuerte. El tema acerca de la confianza también entra en juego: la confianza de un discípulo de que el discipulador conoce el camino y es digno de que se le siga. Si resumimos todo esto, lo que encontramos es aptitud a aceptar la enseñanza. Me gusta esta expresión. Sugiere un seguidor apasionado que desea crecer y ser útil. Cuando una persona es apta para aceptar la enseñanza, él o ella no desperdicia energía con debates inútiles y resistencia. El discipulador no necesita andar de puntillas alrededor de la verdad. Él o ella puede ofrecer consejo, corrección, reprensión y oportunidad, asumiendo que los discípulos lo recibirán con gozo. Me imagino que puede haber una escasez de gente apta para aceptar la enseñanza hoy en día. Una cultura que alienta el desafío impulsivo ahoga esa aptitud. Los que se hacen pasar por discípulos y son faltos de un espíritu que acepta la enseñanza apenas pueden pasar más allá de la playa. Mejor es que nunca digan sí a la invitación hasta que se hayan examinado a sí mismos en este punto. A propósito, ser apto para aceptar la enseñanza no implica una especie de control despótico por parte del discipulador. El mismo Señor que pidió obediencia lavó los pies de los discípulos como un siervo. Eso provee el balance que preocupa a algunos. Pero el hecho sigue siendo el mismo: Sin la característica de ser apto para aceptar la enseñanza, un discípulo no es un discípulo completo.

¿A DÓNDE POSIBLEMENTE ME VA A LLEVAR EL DISCIPULADO? Mientras que sus discípulos tendían a estar atados al pasado y al presente, Jesús se enfocaba en el futuro. Él

veía todo incidente, conversación y experiencia de aprendizaje a la luz de la madurez futura. Su reprensión, por ejemplo, que podría doler uno o dos días, no estaba destinada a humillar. En cambio, estaba diseñada a formar el carácter para los días difíciles que se avecinaban. Su llamado al sometimiento estaba dirigido a producir sensibilidad de liderazgo. Sus asignaciones para ministrar en parejas estaban dirigidas a proveer una imagen clara de la misión del reino. Si usted es Jesús y sus discípulos apartan a niños a empujones porque no son significantes, recuerde el día en que ellos predicarán a las multitudes en tierras y culturas que nunca han conocido. Si usted es Jesús y sus

discípulos le dicen a una persona que está haciendo el bien que se detenga ("porque no es uno de nosotros"),

recuerde que vendrá el momento en que ellos aprenderán a regocijarse de cualquier evidencia de que la mano de Dios está obrando. Si usted es Jesús, no se desespere de la imagen incompleta de hoy en día: concéntrese en lo que viene mañana. Siempre, en cada ocasión, el Señor estaba enfocando cada vez con más claridad la

imagen de su futuro. No podemos pasar por alto esto si deseamos el discipulado. La imagen que Jesús tiene de nosotros pone en juego la personalidad, carácter, hábitos y ambiciones. Esta imagen dice que el ser como Cristo es el tema principal y la meta. Jesús hará todo el esfuerzo posible para volvernos a amoldar para que seamos gente piadosa. Este es un proceso de toda la vida, a veces doloroso, a veces lo vuelve humilde a uno, a

veces agotador... pero gratificante para el que se mantiene en la dirección correcta. Una persona que quisiera ser discípulo quizás podría preguntar: ¿Confío en su imagen más que en la que formé por mi cuenta? La pregunta no es superficial. Sin el hambre de ser como Cristo, un discípulo no es un discípulo completo.

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¿ESTARÉ SOLO SI LO SIGO?

¡Definitivamente no! Jesús no estaba en el negocio de desarrollar "estrellas" que trabajan a solas. Él estaba en las etapas iniciales de la edificación de una iglesia. Y la iglesia proveería una alternativa a una cultura dominante que se caracterizaba por la crueldad y la injusticia, la explotación y la avaricia, muerte y más

muerte. Estaba estableciendo una nueva comunidad; los primeros doce fueron el prototipo. De manera que no estamos hablando de discípulo (singular); estamos hablando de discípulos (plural). Una comunidad tiene una manera de vivir, ética y moral, disciplinas y metas. Y una comunidad, se dé cuenta o no, tiene una especie de pacto: cómo ir en busca de relaciones armoniosas y motivar lo mejor entre sus integrantes. Jesús comenzó a inculcar esto en sus discípulos desde el primer instante. El individualismo bien marcado no funcionaría aquí. No se envió a estos hombres a que hicieran nada solos. Aprendieron a trabajar en parejas, en equipos, en grupos. Jesús demostró y motivó la interdependencia; misericordia y gracia en tiempos de fracaso y conflicto que fueron la orden del día. Cuando el maestro había terminado con ellos, estos doce individuos eran una comunidad, listos para ofrecer liderazgo para la formación

de una comunidad bastante más grande. Su desenvolvimiento en el libro de Los Hechos lo comprueba. Un discípulo moderno debe preguntar: "¿Estoy preparado a llevarme bien con personas que son muy distintas a mí? ¿Estoy listo a ejercer con destreza la gracia de la apreciación, ánimo, reprensión y corrección? ¿Estaré dispuesto a aprender a perdonar, arrepentirme, someterme? ¿Estoy dispuesto a no ser la persona más importante ahora y sí serlo el día de mañana?". Puede que no estemos preparados para el discipulado si no estamos preparados para aprender las lecciones y disciplinas de la comunidad. No hay "estrellas" que trabajan a solas en la vida del Señor. ¿Entonces por qué tratamos de producirlas hoy en

día? No funciona. El discipulado genuino se comprueba en parte por la manera en que un hombre o una mujer sabe conectarse con sus hermanos y hermanas. Solamente entonces el mundo "conocerá que son mis discípulos" (Juan 13:35). Sin esa comunidad, un discípulo sencillamente no es un discípulo completo.

¿ME RECHAZARÁS CUANDO CAIGA DE BRUCES?

Un vistazo general a las veces en que los primeros discípulos no alcanzaron a cumplir con expectativas

razonables rápidamente recordará a cualquier candidato a discípulo que el proceso del desarrollo apostólico incluye la decepción. El fracaso estaba presente en muchos aspectos de la vida de los primeros doce, pero no el rechazo. Si Jesús alguna vez se decepcionó de los doce, nosotros no nos enteramos. Parece que a veces hubo algo de

enojo pero no impaciencia; hubo advertencias severas, pero no amenazas. Uno rápidamente se da cuenta de

que Jesús conocía el corazón de estos hombres mejor que ellos mismos. Él reconocía que a menudo no lo hacemos, que el camino a la madurez cristiana está lleno de miles de errores. Nosotros tendemos a

despreciarnos y continuar nuestro camino de pretensión de superioridad moral. Pero no nuestro Señor. Él nunca se rindió. Podría ser sensato dar el siguiente autoexamen: ¿Estoy preparado a ser exigido hasta el punto de sentirme insuficiente? ¿A jugar con dolor? ¿A parecer tonto? ¿A ir más allá de mi entendimiento? Porque es posible todo

esto, y puede significar derrota. Pero de estas experiencias salen los campeones del reino. Campeones fuertes, condicionados y sabios. Sin aprender humildad a través de los fracasos y errores, un discípulo no es realmente un discípulo completo.

¿DÓNDE ENCONTRARÉ LA FUERZA PARA SER Y HACER LO QUE PIDES DE MÍ? De todas las cosas que hizo Jesús en la compañía de los doce, esta parece ser la más increíble: Tomó un grupo con una mezcolanza de hombres que prometían muy poco y les delegó la misión de la evangelización del mundo.

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Mayormente los discípulos parecían haberse sentido seguros y llenos de poder mientras Jesús estaba con ellos.

Por supuesto, nosotros los vemos corriendo a la parte de atrás de la barca en medio de una tormenta que se suponía que ellos podían enfrentar (por lo menos algunos). "¡Haz algo!", es lo que le gritan al Señor. Los vemos retorciendo sus manos porque no son capaces de reprender a un demonio en la vida de un niñito.

Otra vez dicen: "¡Haz algo!". Pero al final del viaje de discipulado, Jesús diría: "¡Ustedes hagan algo!" (Como por ejemplo, discipular a las

naciones). Con ese desafío (y esta es la respuesta a la pregunta) viene la promesa de la energía de su Espíritu. Los hombres de la antigüedad entendían una promesa como esta, sin embargo, nosotros tenemos dificultad con la noción de confiar nuestro espíritu a otro. En este caso el espíritu es el Espíritu Santo, y si este Espíritu estuviera sobre los discípulos (un espíritu calmador de tormentas, reprendedor de demonios, cambiador de vidas), entonces predicar a las multitudes en el día de Pentecostés, sanar a los enfermos, llevar la iglesia a las naciones no sería imposible. Los candidatos a discípulos de los tiempos modernos necesitan que se les recuerde que la educación, talento y carisma tienen relativamente poco valor en el reino. Es verdaderamente útil poseer estas cualidades, pero sin la energía dinámica interna del Espíritu de Jesús, son inútiles cuando se refiere a hacer la obra con un propósito eterno. Sin la obra interna del Espíritu Santo, un discípulo no es un discípulo completo.

¿CUÁLES SON LOS RIESGOS DE SEGUIRTE? Jesús no les dijo todo de golpe a los doce. Él reveló una enseñanza más profunda de lo que consiste el crecimiento con las características de Cristo, las implicaciones de una misión a nivel mundial, y el martirio final en proporción directa a la madurez de los discípulos. No puso una carga sobre ellos mayor de la que podían soportar. Si les hubiera dicho todo desde el comienzo, mi impresión es que la mayoría de ellos se hubiera retirado. Así que tomó tiempo pasar de "Sígueme" a "Cuando seas viejo, extenderás las manos, y te ceñirá otro y te llevará a donde no quieras" (Juan 21:18). Es mejor que palabras como estas esperen hasta que el alma de

una persona se haya desarrollado.

Pero la respuesta a la pregunta siempre existió para aquellos que querían enfrentarla: ¿Qué tan riesgoso es? Morirás por mí. Parece que los discípulos están muriendo en nombre de Cristo casi todos los días por todo el mundo. Si usted amplía el concepto de "morir" para que incluya profesiones pérdidas, sueldos altos abandonados, amigos perdidos y una seguridad aparentemente incierta, entonces, quizás el morir ya haya

empezado por aquí. Separado de un deseo de seguirlo hasta la muerte, un discípulo no es un discípulo completo. Podemos estar seguros de esto.

CHEQUEO DE LA REALIDAD

Es demasiado fácil pintar de color de rosa al discipulado, así como yo lo hice con volar hasta que alguien me desafió a ver mi fantasía a través de los lentes de la realidad. Así también es con la invitación de seguirlo.

Piense en lo que he llamado las preguntas de la playa. Las experiencias que he tenido me convencen de que las respuestas a esas preguntas son buenas. No me lamento de no volar; y no me lamento cuando Cristo y los que me discipularon me invitaron a seguirlo

2.


1. ¿Con cuál de las preguntas de este artículo se identifica más usted? ¿Por qué? 2. ¿Qué preguntas singulares haría antes de seguir a Jesús en esta nueva etapa de convertirse en

discipulador?

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CONSEJOS PARA DISCIPULAR

Ejecutando una sesión de una vida a otra

por John D. Purvis

Reunirse para tener una reunión de una vida a otra fue una experiencia nueva para Joaquín. Él era un nuevo

creyente pero estaba un poquito escéptico de reunirse conmigo. Quería crecer en la fe pero sospechaba de mi sugerencia de reunimos para tomar el desayuno y hablar acerca de lo que es crecer en Cristo. Después de un par de sesiones, su temor se esfumó y disfrutamos muchas horas juntos. Su precaución me ayudó a repasar los elementos esenciales de un ministerio de una vida a otra que me han ayudado a discipular a otros por más de treinta años.

PREPARACIÓN

Yo paso cinco minutos orando por la persona diariamente. Esta es la parte más difícil pero beneficiosa de la preparación. Luego, una vez a la semana, cuando tengo más tiempo, paso un tiempo más largo intercediendo

por él o ella. Me gusta preparar por adelantado la porción bíblica de nuestro tiempo juntos en torno a una verdad espiritual relevante usando el acróstico PERA. Una concordancia puede ser de ayuda.

P: ¿Cuál es el principio bíblico relevante (usando un pasaje o versículos clave)?

E: ¿Qué ejemplo puedo dar de mi vida y/o de la vida de algún personaje bíblico? R: ¿Conozco algún recurso, un libro, cinta de audio, panfleto o sitio web que pueda sugerir? A: ¿Qué aplicación puedo sugerir?

INICIO

La mayoría de la gente necesita varios minutos para descargarse del peso de algunos aspectos cotidianos de

sus vidas. Este es un buen momento para practicar mi capacidad de escuchar mirando a la persona a los ojos y haciendo preguntas para mostrar que estoy entendiendo. Pregunto con una preocupación legítima acerca de las presiones o problemas de su vida. Trato de no dejar que este tiempo de calentamiento acapare la mayor parte de nuestra reunión de una vida a otra. En mi calendario, pongo algunas preguntas para hacerlas con los que me reúno. Mantengo apuntes de sus respuestas. Debido a que nuestra meta es ver el carácter de

Cristo desarrollándose en la vida de cada uno de nosotros, hago siete preguntas inquisidoras de una vida a

otra. Trato de cubrir dos de ellas en cada reunión.

1. ¿Qué cosas te fueron bien en esta semana?

2.

¿Qué cosas salieron verdaderamente horrorosas esta semana? 3. ¿Qué causó que realmente te conectaras con Dios esta semana? 4. ¿Qué te hizo alejarte de él? 5. ¿Qué cosa aprendiste de tu error más grande esta semana? 6. ¿Qué es lo más importante que aprendiste de las Escrituras esta semana?

7. ¿Necesitas que ore por ti después de esta reunión?

DESARROLLO

Yo aparto un tiempo adecuado para discutir el estudio PERA que he preparado. Uno de los pasajes que le di a Joaquín fue el de Lucas 15. Debido a que estaba pasando por una situación familiar extremadamente dolorosa,

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le pedí que viera el pasaje no como el del típico "hijo pródigo", sino que busque los principios que

caracterizaron las acciones amorosas del padre. Luego compartí con él cómo hace unos cuantos años percibí la fidelidad de Dios mientras pasaba por un cambio de trabajo dificultoso. Luego pasamos al Salmo 34 donde vimos la meditación del rey David sobre la

fidelidad de Dios. Como aplicación, sugerí que cada mañana durante la semana siguiente Joaquín leyera todo el Salmo que

habíamos discutido.

CONCLUSIÓN

Ya que este tiempo juntos de una vida a otra es un suceso que se realiza en un tiempo de guerra en el reino espiritual invisible, yo siempre tomo tiempo para orar juntos. Si estamos en un restaurante, lo cual ocurre a menudo, simplemente dejamos nuestros ojos abiertos y hablamos con Dios como teniendo una conversación con él. Si es conveniente ir al auto, lo hacemos; encuentro que allí hay mucho menos distracciones. Yo tiendo a

usar pasajes bíblicos cuando oro, para reforzar la dependencia en la Palabra de Dios. Con el tiempo, la persona aprende que es posible llevar a cabo asuntos del reino en público. Después de nuestra reunión, tomo tiempo lo más pronto posible para repasar las notas que tomé y hacer observaciones adicionales.

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LA ORACIÓN

DE

LOS

PADRES

TEMAS CLAVE

• ¿Qué es la oración efectiva? • ¿Cómo podemos estar orando por nuestros discípulos? • ¿Cuál es el contenido esencial de la oración del discipulado?

Cualquier trabajo que hagamos relacionado con hacer discípulos sólo puede ser tan efectivo como el toque de

Dios: "Si el SEÑOR no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican" (Salmo 127:1). Orar por los que estamos discipulando es parte del trabajo. La oración pone en acción el poder de Dios y nos

permite trabajar junto con su Espíritu. No necesitamos entender cómo funciona la oración para poder usarla. Se nos ha dicho que oremos, y tenemos modelos de oración. Debemos llegar a la conclusión de que la oración

no es algo opcional para el discipulador. E. M. Bounds declaró que en la escuela de la oración, nosotros estamos en el jardín de infantes. Tenemos mucho que aprender y aplicar. Si somos entrenadores, nuevos discipuladores o discípulos en desarrollo, todos somos compañeros de lucha. Se ha contado una historia acerca de J. O. Frazier, misionero en China, referente a la importancia de la oración

en la ayuda para el crecimiento de los creyentes en el Señor. Él estaba ayudando simultáneamente a dos grupos de la tribu Lisu; uno vivía lejos de Frazier y el otro cerca. Él oró más por el grupo que estaba lejos porque no podía estar con ellos para brindarles ayuda personal y ánimo. Sin embargo, en una visita posterior a ese grupo, descubrió que habían avanzado más en su crecimiento espiritual que los creyentes que estaban cerca. Fue una ilustración gráfica de la importancia primordial de la oración. La oración y las promesas de Dios formaron la base del ministerio de Los Navegantes. Dawson Trotman pasó

momentos de profundidad con Dios en la Palabra y en oración: no-ches, días, semanas. Warren Myers una vez le preguntó a Lila, la viuda de Dawson, si él alguna vez había tenido una conferencia sobre la oración. Ella dijo: "No, no precisamente, pero tuvo conferencias de oración de una semana con sólo dos personas: Jesús y él". Si usted tan sólo le puede enseñar una sola cosa a un discípulo, enséñele a orar. Su ejemplo de dependencia en Dios por medio de la oración animará a él o a ella a que haga lo mismo. Comience con alabanza y acción de gracias (ver Hebreos 13:15). Muchos pasajes producen un deseo de adoración y alabanza. Los Salmos 145—150 están repletos de expresiones de alabanza. Lea uno o dos versículos y luego úselos para orar a Dios, agregando cualquier pensamiento personal suyo. Comience con oraciones cortas que no pasen de una línea.

¿Pero para qué oramos? La mayor parte de nuestras oraciones están en la categoría de consuelo. Queremos

aliviar todo el estrés que podamos y hacer que la persona se sienta consolada. Pero si usted es padre, sabe que hay cosas más importantes que el consuelo. Esto también es cierto con los hijos espirituales. En verdad, la

oración por la prevención y la eliminación del dolor y la molestia merece nuestros esfuerzos en orar. No obstante, podemos observar algunas áreas clave de la oración en base a las Escrituras que reflejan la sabiduría

de un padre y podemos saber que estamos orando según la voluntad de Dios.

Y esta es la confianza que tenemos delante de él: que si pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. Y

si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. (1 Juan 5:14, 15)

Nada puede revestir a la oración con confianza tanto como el saber que estamos pidiendo exactamente lo

que está en el corazón de Dios, saber que estamos en el centro de la voluntad de Dios. Las Escrituras nos

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ayudan a saber por qué cosas orar mientras estamos discipulando a otros. Dios registró algunas de las

oraciones de Jesús y Pablo mientras discipulaban a otros. En base a estos modelos, podemos aprender no sólo a orar sino a saber por qué cosas orar.

Dé un vistazo a lo que estos padres/discipuladores oraron, y deje que eso lo ayude a enfocar sus oraciones

por aquellos que está discipulando. Estas oraciones demuestran que lo que oramos tiene fundamental importancia y que Dios usa la oración para llevar a cabo su plan. No importa qué buen maestro, discipulador o

mentor usted sea, la madurez requiere el toque de Dios. Basado en estos versículos, usted hará un resumen de cada oración haciendo una lista en sus propias

palabras de las razones por las cuales el padre/discipulador estaba agradecido y de lo que estaba orando. Mientras toma nota de los puntos en que se agradece, usted aprende la importancia de lo que estaba presente en estos nuevos creyentes. Cuando esté orando por su discípulo, si estas cualidades no están presentes al dar gracias, conviértalas en motivo de oración.

1. Medite en las siguientes oraciones y registre sus observaciones en el cuadro.

Ejemplo: Efesios 1:15-19: Por esta razón, yo también, habiendo oído de la fe que tenéis en el Señor Jesús y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mis oraciones. Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el pleno conocimiento de él; habiendo sido iluminados los ojos de vuestro entendimiento, para que conozcáis cuál es la esperanza a

que os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la inmensurable grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la operación del dominio de su fuerza.

Pablo estaba agradecido por: • La fe de ellos • Sus acciones prácticas de amor hacia los demás

Pablo oró: • Para conocer a Jesús de una manera directa y personal • Por sabiduría y discernimiento • Por claro entendimiento

• Para saber qué es lo que Dios los está llamando a hacer • Para entender la manera de vivir según él • Para reconocer el poder de Dios funcionando en ellos

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Escritura Motivo de

agradecimiento

Motivo de oración Resultados deseados 1 Tesalonicenses

1:2,3

1 Tesalonicenses

3:7-10

2 Tesalonicenses

1:3,4

2 Tesalonicenses

1:11,12




Jesús es nuestro modelo. Él a menudo pasaba noches enteras en oración. La oración fue lo que los discípulos le

pidieron que les enseñara.

2. Juan 17:6-26 es la oración de Jesús registrada para sus discípulos. Estudie esta oración con las mismas

observaciones de la pregunta 1

.

Haga un resumen de sus observaciones más importantes:

GOZO El apóstol Juan dijo: "No tengo mayor gozo que el de oír que mis hijos andan en la verdad" (3 Juan 4). Y el apóstol Pablo dijo: "Vosotros sois nuestra gloria y gozo" (1 Tesalonicenses 2:20). Una búsqueda de la palabra gozo en las epístolas de Juan y Pablo revela un patrón sorprendente. En casi todas las referencias, el gozo de

los apóstoles surgió directamente como resultado de una relación de discipulado. Aunque Pablo sufrió grandemente por estos creyentes jóvenes, para él el gozo de verlos crecer fue más que merecedor de su sacrificio (ver Filipenses 2:17; Colosenses 1:24).

3a. ¿Qué aspectos de estas relaciones le trajo gozo?

Romanos 16:19

2 Corintios 7:7

1 Tesalonicenses 2:19, 20

2 Timoteo 1:4

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Escritura Motivo de

agradecimiento

Motivo de oración Resultados deseados Juan 17:6-26




Filemón 7

2 Juan 4

2 Juan 12

3b. ¿Qué recompensas ha recibido por haber ayudado a crecer a otros? (Si aún no ha ayudado a alguien a empezar su senda de crecimiento, entreviste a un cristiano más maduro y pregúntele cómo el discipulado lo condujo al gozo).

3c. ¿Hay alguna otra cosa en su vida que se iguale al gozo de ver que alguien a quien está ayudando está

aprendiendo más acerca de Jesús y que está volviéndose más como él?

4. Pablo pidió que otros oraran por él. En base a los siguientes versículos, ¿qué puede aprender acerca de orar

por otros? Romanos 15:30, 31

Efesios 6:18-20

Colosenses 4:2-4

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2 Tesalonicenses 3:1,2

RESUMEN Urgencia, prioridad y expectativa, todo ello sucede en la oración. Además, hay una dependencia reconocida de Dios para que él haga lo que nosotros no podemos. En el idioma griego, hay un término que a menudo se asocia con la oración que significa tener una adicción. La palabra se traduce constante, ferviente, fiel y devoto. Pablo escribió: "Os saluda Epafras, quien es uno de vosotros, siervo de Cristo siempre solícito por vosotros en oración, para que estéis firmes como hombres maduros y completamente entregados a toda la voluntad de Dios" (Colosenses 4:12). Seamos como Epafras, quien pareció haber estado consciente de manera especial de

la importancia de la oración. 5. ¿Qué cambios necesita hacer a medida que usted ora por su discípulo en desarrollo?

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Las oraciones de un líder

por J. Oswald Sanders

EN NADA DEBERÍA EL líder estar más avanzado que sus discípulos que en el área de la oración. Pero el cristiano más avanzado está consciente de la posibilidad de nunca terminar el desarrollo de su hábito de orar. A la misma vez tampoco se siente como que "ya lo ha alcanzado". Dean C. J. Vaughan dijo una vez: "Si quisiera avergonzar a alguien lo que tendría que hacer sería preguntarle acerca de sus oraciones. No sé nada que se compare a este tema por las tristes autoconfesiones que produce". La oración es la expresión más antigua, más universal, más intensa del instinto religioso. Toca los extremos infinitos, ya que al mismo tiempo es la forma más simple de habla que los labios de un infante puede tratar de expresar y el esfuerzo más sublime que alcanza la majestad en los cielos. Es verdaderamente el aliento vital y el aire natural del cristiano.

Sin embargo, como una paradoja extraña, la mayoría de nosotros está plagado de una sutil aversión a orar. No

nos deleitamos naturalmente en acercarnos a Dios. Sólo nos ex-presamos de labios acerca del gozo, poder y valor de la oración. Afirmamos que es una ayuda indispensable para la vida espiritual madura. Sabemos que se

nos demanda y demuestra constantemente en las Escrituras. Pero a pesar de todo esto, con demasiada frecuencia fracasamos en orar. Recibamos aliento de parte de las vidas de hombres con pasiones similares a las nuestras que han conquistado su aversión natural y se han convertido en poderosos hombres de oración. El biógrafo de Samuel Chadwick escribió:

Él fue esencialmente un hombre de oración. Cada mañana estaba de pie un poco después de las seis de la

mañana, y arreglaba un pequeño cuarto que era su santuario privado para tener una hora de meditación antes de desayunar. Fue poderoso en la oración en público porque fue constante en la devoción privada... Cuando oraba esperaba que Dios haga algo. "Ojalá hubiera orado más", escribió en sus últimos días de vida, "incluso si hubiera trabajado menos; desde lo más profundo de mi corazón hubiera deseado haber orado mejor".

"Cuando voy a orar", confesó un cristiano eminente, "encuentro que mi corazón está muy renuente de ir a

Dios, y cuando está con él, está muy renuente de quedarse". Es en este momento en que la autodisciplina debe ser ejercitada. "Cuando se sientan más in-dispuestos a orar, no cedan a ello", aconsejó él, "sino esfuércense y empéñense en orar, incluso cuando crean que no pueden orar". Dominar el arte de orar, como cualquier otro arte, llevará tiempo, y la cantidad de tiempo que le asignemos será la verdadera medida de nuestro concepto de su importancia. Para la mayoría, la multitud de obligaciones son una razón para recortar el tiempo que pasamos en oración. Para el atareado Martín Lutero, el trabajo extra era un argumento convincente para pasar más tiempo en oración. Escuche su respuesta a una pregunta acerca

de sus planes para el trabajo del día siguiente: "Trabajar, trabajar desde temprano hasta tarde. De hecho tengo tanto que hacer que voy a pasar las primeras tres horas orando". Si nuestro concepto de la importancia de la oración se aproximara en algo a la de Lutero y su Señor, de algún modo sacaríamos más tiempo para ello. Es, por supuesto, cierto que la oración plantea problemas intelectuales. Pero aquellos que son escépticos de su

validez y eficacia son generalmente aquellos que no la ponen a prueba seriamente, o que no cumplen con las

condiciones que se les ha revelado. No hay manera de aprender a orar sino orando. No hay filosofía razonable que por sí misma haya enseñado a alguien a orar. Pero para el hombre que cumple con las condiciones, los

problemas son resueltos con el hecho indisputable de la oración contestada y el gozo de la comunión consciente con Dios.

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Para el ejemplo supremo de una vida de oración, el líder naturalmente se dirigirá a la vida del Señor mismo, ya

que creer en lo racional y la necesidad de oración no está basado meramente en la lógica sino preeminentemente en su ejemplo y su precepto. Si la oración pudiera haber sido exceptuada en la vida de una persona, de seguro lo hubiera sido en la del impecable Hijo del Hombre. Si la oración hubiera sido innecesaria o

irrazonable, naturalmente hubiéramos esperado que estuviera omitida en su vida y enseñanza. Al contrario, fue la característica dominante de su vida y un elemento reincidente en su enseñanza. Un examen de su

existencia revela que la oración mantuvo aguda y clara la visión de su deber moral. La oración fue lo que lo armó de valor para hacer y mantener la perfecta pero costosa voluntad de su Padre. La oración preparó el camino para la transfiguración. Para él, la oración no era un aditivo renuente, sino una necesidad gozosa. Tanto nuestro Señor como su esclavo Pablo pusieron en claro que la verdadera oración no es un sueño agradable y encantador. "Toda oración produce un agotamiento en la vitalidad de una persona. La verdadera intercesión es un sacrificio, un sacrificio derramador de sangre", escribió J. H. Jowett. Jesús llevó a cabo muchas obras poderosas sin señales externas de agotamiento, pero en cuanto a su hábito de orar se ha registrado que

ofreció "ruegos y súplicas con fuerte clamor y lágrimas" (Hebreos 5:7). ¡Qué reflejo tan pálido de las luchas y los esfuerzos de Pablo y Epafras son nuestras descoloridas y lánguidas intercesiones! "Epafras... siempre solícito por vosotros en oración", escribió Pablo a los creyentes en Colosas (Colosenses 4:12). Y al mismo grupo le dijo: "Quiero, pues, que sepáis cuán grande conflicto tengo por vosotros" (Colosenses 2:1). La palabra que significa en el idioma original lucha, conflicto, es aquella de la cual se deriva nuestra palabra agonizar. Es usada para referirse a un hombre que está trabajando duro hasta quedar

totalmente cansado (Colosenses 1:29); o compitiendo por un premio codiciado (1 Corintios 9:25). Describe al soldado peleando por su vida (1 Timoteo 6:12); o a una persona luchando por librar a su amigo de algún peligro (Juan 18:36). Basado en estas y otras consideraciones, es evidente que la verdadera oración es un ejercicio espiritual extenuante que demanda máxima disciplina mental y concentración.

EL ESPÍRITU SANTO ES LA CLAVE PARA LA ORACIÓN

Es alentador recordar que Pablo, probablemente el exponente y ejemplo más grande del ejercicio de la

oración, confesó: "Ni siquiera sabemos cómo orar". Pero añadió inmediatamente: "El Espíritu nos ayuda en

nuestras debilidades... pero el Espíritu mismo inter-cede con gemidos indecibles. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el intento del Espíritu, porque él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios" (Romanos 8:26-28). El Espíritu se une a nosotros en nuestra oración y derrama sus súplicas en las nuestras. Puede que dominemos la técnica de orar y entender su filosofía; puede que tengamos confianza ilimitada en la

veracidad y validez de las promesas en cuanto a la oración. Puede que roguemos por ellas con diligencia. Pero si ignoramos la parte que le corresponde al Espíritu Santo, hemos fracasado en el uso de la llave maestra.

Se necesita la enseñanza progresiva en el arte de orar, el Espíritu Santo es el maestro supremo. Su ayuda en la

oración se menciona con más frecuencia en las Escrituras que cualquiera de sus otras funciones. Toda oración genuina se deriva de su actividad en el alma. Tanto Pablo como Judas enseñan que la oración efectiva es "orar en el Espíritu". La frase ha sido interpretada como orar de la misma manera, por las mismas cosas, en el mismo

nombre, como

lo hace

el Espíritu

Santo.

La

verdadera

oración

surge

del

espíritu

del

cristiano

de

parte

del Espíritu que habita en él.

"Orar en el Espíritu" puede tener doble significado. Puede significar orar en el mundo del Espíritu, ya que el Espíritu Santo es la esfera y la atmósfera de la vida cristiana. Pero en realidad, muchas de nuestras oraciones

son psíquicas en lugar de espirituales. Sólo se mueven en el mundo de la mente, el producto de nuestro propio pensamiento y no de la enseñanza del Espíritu. Pero esto es algo más profundo. El tipo de oración visualizado en esta frase "utiliza el cuerpo, demanda la cooperación de la mente, pero se mueve en el mundo sobrenatural del Espíritu". Este tipo de oración lleva a cabo sus propósitos en el mundo celestial. Pero la frase "orar en el Espíritu" también puede significar orar en el poder y energía del Espíritu. "Orando en

todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego" es lo que dice Efesios 6:18. Para llevar a cabo su obra

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sobrehumana, la oración demanda más que el simple poder humano, y esto es provisto por el Espíritu Santo. Él

es el Espíritu de poder y el Espíritu de la oración. La energía humana del corazón, mente y voluntad sólo puede lograr resultados humanos, pero orar en el Espíritu Santo libra recursos sobrenaturales.

EL ESPÍRITU COMO ALIADO En cuestión de oración, el Espíritu se deleita en ayudar a la persona a la que se le ha confiado liderazgo

espiritual en su debilidad moral y física, ya que la persona que ora trabaja con tres impedimentos. No obstante, puede contar con la ayuda del Espíritu en cada uno de ellos. A veces no ora por la iniquidad consciente de su corazón. A medida que confía en él, el Espíritu Santo lo guiará y capacitará para que tome posesión de la limpieza que provee ese poderoso solvente que es la sangre de Cristo. También el líder espiritual es estorbado por la ignorancia de su mente. El Espíritu que conoce la mente de Dios compartirá ese conocimiento con la persona mientras espera receptivamente en él. Él hace esto impartiendo una clara convicción indicando que una petición está o no está

de acuerdo a la voluntad de Dios. Una vez más, el líder espiritual a menudo estará limitado de manera terrenal por la entumecedora debilidad de su cuerpo. El Espíritu avivará su cuerpo en respuesta a su fe, y lo capacitará para vencer las condiciones físicas adversas. Además de estos impedimentos personales, la persona de oración tiene que vencer la oposición sutil de Satanás, quien tratará de oprimirlo o deprimirlo para crear duda o desánimo. La persona de oración tiene un aliado celestial en el Espíritu Santo para poder luchar contra un adversario sobrenatural.

DESARMANDO AL ADVERSARIO

Los pensamientos anteriores sin duda no son algo nuevo para muchos que los han leído, pero ¿es la ayuda poderosa, el poder, del Espíritu en la oración una experiencia actual y gozosa? ¿Hemos caído en una involuntaria independencia del Espíritu en la oración? ¿Estamos habitualmente "orando en el Espíritu" y recibiendo contestación completa a nuestras oraciones? Es muy fácil que nuestro temor intelectual de las verdades espirituales sobrepase a nuestra experiencia práctica de su realidad y poder.

La oración se representa frecuentemente en las Escrituras por la imagen de una guerra espiritual. "Nuestra

lucha... contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales" (Efesios 6:12). En esta fase de la vida de oración, participan tres personalidades, no dos. Por un lado está Dios, por el otro Satanás, y en medio está el hombre. Aunque es débil en sí, el hombre ocupa un lugar estratégico en la interminable lucha entre el dragón y el Cordero. El poder y la autoridad que ejerce no son innatos sino que han sido delegados por el victorioso Cristo a aquel que está unido por fe. Su fe es el sistema regulador de la actividad cerebral por medio del que la victoria conquistada en el Calvario sobre Satanás y sus huestes alcanza a los cautivos y los libra. A través de los Evangelios, el lector pensante discernirá que Jesús estaba interesado no tanto en los perversos y

las condiciones malignas que confrontó como en las fuerzas del mal que estaban detrás. Detrás de las buenas intenciones y la palabrería de Pedro, detrás del traidor Judas, Jesús vio la mano tenebrosa de Satanás. "¡Quítate de delante de mí, Satanás!" fue la respuesta del Señor a la reprensión bien intencionada pero

presuntuosa de Pedro. Vemos a personas a nuestro alrededor que están esclavizadas al pecado y cautivos del diablo, pero nuestra preocupación en oración no debería ser tan sólo orar por ellos sino orar en contra de Satanás que los tiene cautivos. Debemos sentirnos obligados a forzarlo a que los suelte; esto se puede lograr solamente por medio de la victoria de Cristo en la cruz. Jesús enfrentó la causa en lugar del efecto, y el líder

debería adoptar el mismo método en este aspecto de su oración. Además debe saber guiar a los que están bajo su mando para obtener la victoria en esta guerra espiritual. En una ilustración gráfica, Jesús comparó a Satanás con un hombre fuerte, completa-mente armado, que cuidaba tranquilamente su palacio y pertenencias. Antes de poder quitarle sus posesiones y soltar a sus cautivos, Jesús dijo que primero tenía que ser atado, o su poder tenía que ser neutralizado. Sólo entonces se

podía efectuar el rescate (Mateo 12:28, 29). ¿Qué quiere decir "atar al hombre fuerte", si no es neutralizar su

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poder con el poder conquistador de Cristo quien se manifestó "para destruir (anular, inutilizar) las obras del

diablo"? ¿Y cómo se puede hacer esto si no es por medio de la oración de fe que se apropia de la victoria en la cruz y cree que se repite en el contexto específico de la oración? No debemos cometer el error de invertir el orden establecido por el Señor, y esperar efectuar el rescate sin primero desarmar al adversario. La autoridad

divinamente delegada que se ha puesto en nuestras manos puede ejercerse con confianza, ya que ¿no dijo nuestro Señor a sus débiles discípulos: "He aquí, os doy autoridad... sobre todo el poder del enemigo" (Lucas

10:19)?

MOVIENDO A LA GENTE POR MEDIO DE LA ORACIÓN

Ya que el liderazgo es la habilidad de mover e influir a la gente, el líder espiritual estará al tanto de descubrir la manera más efectiva de hacer esto. Una de las declaraciones de Hudson Taylor citadas con más frecuencia es su expresión de convicción de que "es posible mover a las personas, por medio de Dios, sólo a través de la oración". En el transcurso de su carrera misionera demostró esta verdad un millar de veces. Sin embargó, una

cosa es estar de acuerdo mentalmente con su lema, y otra ponerla en práctica consistentemente. Las personas son difíciles de ser movidas, y es mucho más fácil orar por las necesidades temporales que por situaciones que involucran la complejidad y la terquedad del corazón humano. No obstante, es en esas situaciones en que el líder debe demostrar su poder de mover los corazones humanos en la dirección en que cree que yace la voluntad de Dios. En la oración, tratamos directamente con Dios, y sólo de manera secundaria con los hombres y las mujeres. La

meta de la oración es ser escuchado por Dios. La oración influye en la gente al influir en Dios a que influya en

ellos. La oración no es lo que mueve a las personas, sino el Dios a quien oramos. La oración mueve el brazo que mueve al mundo para traer liberación

Para mover a las personas, el líder debe ser capaz de mover a Dios, porque él ha declarado claramente que

mueve a la gente por medio de las oraciones del intercesor. Si el maquinador Jacob pudo recibir "poder con

Dios y con los hombres", ¿entonces no será posible que cualquier líder que desee cumplir con las condiciones disfrute del mismo poder (Génesis 32:8)? Una oración perseverante de este tipo es el resultado de una relación correcta con Dios. Las razones por las cuales no se contestan oraciones están expresadas con gran claridad en las Escrituras, y todas ellas se centran

alrededor de la relación del creyente con Dios. Él no contestará peticiones meramente egoístas, tampoco

apoyará motivos impuros. Aferrarse y desear el pecado cerrará efectivamente su oído. Mucho menos tolerará la incredulidad, la madre de los pecados. "El que se acerca a Dios debe creer". En toda oración existe la condición, ya sea expresada o implicada, de que el motivo más importante de la

oración es la gloria de Dios. La eminencia de los grandes líderes de la Biblia se atribuye al hecho de que fueron grandes en la oración. No fueron líderes debido a su lucidez de pensamiento, porque tenían interminables recursos, porque tenían una

cultura magnífica o un dote natural, sino porque por medio del poder de la oración podían relacionarse con el poder de Dios1.


1. Sanders declaró: "La mayoría de nosotros estamos plagados de una aversión sutil a la oración. No nos deleitamos naturalmente en acercarnos a Dios". ¿Por qué cree que esto sea cierto?

2. En base a este artículo, ¿cuál sería una mejoría en su hábito de orar que usted cree que Dios le está indicando? ¿Hay alguien que podría ayudar a animarlo?

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Vincule el discipulado con el evangelismo

por Alice Fryling

Es importante para la persona que está discipulando que tenga un buen inicio en testificar dentro de su esfera

de influencia. He aquí la manera en que puede evaluar dónde se encuentra usted en relación con alcanzar y ayudar a otros a aprender a testificar:

1. Evalúe su sentir en cuanto a compartir su fe: • ¿Qué pensamientos y sentimientos tiene cuando escucha las palabras compartir su fe?

• ¿Cómo se compartió la fe en Jesucristo con usted? ¿Qué fue lo positivo para usted? ¿Lo negativo? • ¿Qué puede compartir acerca de sus amigos no cristianos?

• ¿Cuáles son las personas no cristianas por las que está activamente orando? • ¿Cuáles de ellos parecen estar abiertas al evangelio?

• ¿Qué le parece compartir su fe con esa persona? • ¿Cuáles podrían ser algunos pasos iniciales que podría dar usted?

2. Visite una librería cristiana y encuentre un libro de evangelismo que podría ser apropiado para leer y

discutir juntos, como Cómo testificar a sus amigos católicos, Cómo presentar el evangelio a los Testigos de

Jehová, o Enojado con Dios.

3. Estudie las Escrituras para aprender una base bíblica de evangelismo. Mire cómo se relacionó Jesús con la

gente que quería que se acercara a él. Evalúe cómo estos principios se relacionan con su situación en particular.

4. Ore regularmente por sus amigos no cristianos.

5. Si usted o la persona a la que está discipulando no tiene amigos no cristianos, considere cómo establecer

relaciones fuera de su círculo social. Comience a orar para que Dios traiga a personas no cristianas a su vida. Participe en algunas actividades que le permitirán hacer nuevas amistades con los que no van a la iglesia.

6. Busque un mentor de evangelismo. Ofrézcase a ir con aquellos cuando están pasan¬do tiempo con

personas no cristianas.

7. Aprenda algunas lecciones fáciles de cómo presentar el evangelio. Considere El puente a la vida o Cómo

tener una vida abundante y con propósito. Basado en la pre¬sentación, realice un juego de roles con un amigo o su nuevo discípulo, dejando que su amigo le presente el evangelio a usted y responda a sus preguntas y objeciones

2.

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LA FE Y LAS PROMESAS DE DIOS

TEMAS CLAVE • ¿Cómo reflejan las promesas de Dios su persona y sus propósitos? • ¿Cuál es el patrón de Dios para clamar sus promesas?

• ¿Cómo basamos el ministerio del discipulado en las promesas de Dios?

¿Merodeamos las premisas o permanecemos en las promesas?

TÍTULO DE UN SERMÓN, AUTOR DESCONOCIDO

Promesa: Expresión de la voluntad de dar a alguien o hacer por él algo. Ofrecimiento solemne... equivalente al

juramento. DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA

Todos hemos sido afectados por promesas. Todos los días nos prometen algo por todos lados, desde la publicidad hasta los jefes. Nuestra experiencia con las promesas a menudo nos deja escépticos. Algunas promesas se cumplen, otras no. La palabra promesa en las Escrituras a menudo significa regalo otorgado con gentileza, no una garantía asegurada por negociación. Es principalmente un término legal y denota un llamado o asumir la

responsabilidad de hacer o dar algo. Seguir las promesas de Dios debería ser la manera normal de vivir de un seguidor de Cristo. Discipular a otros crea un área adicional de vida y ministerio en el cual necesitamos captar el poder de vivir por la fe en las promesas de Dios.

PARA REFLEXIONAR

Describa una de las primeras experiencias en la que le tomó a Dios la palabra y creyó una promesa.

LA IMPORTANCIA DE LAS PROMESAS DE DIOS La promesa divina es un tema que está presente a lo largo de las Escrituras, y es fundamental para vivir y ministrar en el reino de Dios. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, se nos presentan las promesas de Dios en

su trato con la gente. El cumplimiento final de todo lo que ha prometido Dios es Cristo mismo (ver 2 Corintios 1:20; Efesios 3:6). Algunas de las principales promesas del Antiguo Testamento son:

• La promesa a Adán y Eva de que su simiente vencería a Satanás (Génesis 3:15). • La promesa a Noé de que nunca volvería a destruir la tierra con un diluvio (Génesis • 8:21, 22; 9:1-17). • La promesa a Abraham de convertirlo en una gran nación en quien todas las familias de la tierra serían

bendecidas (Génesis 12:2, 7; Éxodo 12:25; Deuteronomio 1:8, 11; 6:3; 9:26-28). • La promesa a David de continuar su reinado (2 Samuel 7:12, 13; 1 Reyes 2:24).

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• La promesa de la restauración de Israel, del Mesías, del reino nuevo y eterno, del nuevo pacto y el

derramamiento del Espíritu (Isaías 2:2-5; 4:2; 55:5; 66:13; Jeremías 31:31-34; 32:37-42; 33:14; Ezequiel 36:22-31; 37:11 ss.; 39:25 ss.).

1a. ¿Cuáles son otras promesas importantes que de acuerdo a usted sobresalen en las Escrituras?

A lo largo de la historia, como lo registran las Escrituras, Dios ha usado consistente-mente promesas junto con

mandamientos en su trato con su pueblo. Dios usa promesas (para guiar o revelar su voluntad, etc.) por diversidad de razones.

1b. ¿Qué implican los siguientes versículos en cuanto a su propósito detrás de sus promesas?

Deuteronomio 6:3

Romanos 4:20, 21

1 Corintios 15:57, 58

Hebreos 6:17

2 Pedro 1:3,4

1c. ¿En qué otras razones puede pensar que se nos revele el porqué Dios usa las prome¬sas? (Pensar en la razón por la cual nosotros hacemos promesas puede ayudarlo a empezar).

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Tome las promesas de Dios. Deje que un hombre se alimente de las promesas de Dios por un mes, y él no

volverá a hablar de lo pobre que es. Uno escucha decir a la gente: "Oh, mi pobreza. ¡Qué pobre que soy!". No es su pobreza, es su pereza. Si tan sólo leyeran desde Génesis hasta Apocalipsis y vieran las promesas que Dios hizo a Abraham, Isaac, Jacob, a todos los judíos, a los gentiles y a todo su pueblo en todas partes. Si pasaran un

mes alimentándose de las valiosas promesas de Dios, no estuvieran quejándose de lo pobre que son. Alzarían la frente y proclamarían las riquezas de su gracia, ¡porque no lo podrían evitar!

D. L. MOODY

CLAMAR Y VIVIR POR MEDIO DE SUS PROMESAS Clamar o vivir por medio de las promesas de Dios es simplemente cuestión de identificar lo que él nos ha prometido y luego vivir por fe tomando en cuenta esa promesa. Nosotros encontramos pocas fórmulas en la Biblia para vivir la vida cristiana, pero a veces un bosquejo puede ayudarnos a entender conceptos importantes. Vivir por medio de las promesas de Dios implica fe y obediencia. A continuación hay seis

preguntas que pueden ayudarnos a entender, clamar y vivir por medio de sus promesas.

1. ¿Quién hizo la promesa?

2. ¿Cuál es la promesa? 3. ¿Para quién es la promesa? 4. ¿Qué se debe creer?

5. ¿Cuáles son las condiciones?

6. ¿Qué resistencia se requiere?

¿QUIÉN HIZO LA PROMESA?

Detrás de las promesas de Dios están su carácter y sus recursos. El principio de vivir por medio de las promesas de Dios es poderoso porque el carácter de Dios garantiza que sucederá. La base de nuestra fe cristiana depende de lo que Dios haya dicho, y que él cumple sus compromisos.

Yo (John) le prometí a mi hija que iba a pagar varios miles de dólares por sus gastos de estudios universitarios.

Lo que yo no sabía era que vendrían dificultades médicas, espirituales y emocionales y agotarían nuestra cuenta bancaria hasta casi dejarla en cero. Parecía imposible que pudiera cumplir con mi palabra. La única opción era un préstamo que no había querido hacer. Pero debido a que lo habíamos prometido, queríamos honrar nuestra promesa de la mejor manera que podíamos. Dios no sólo desea honrar sus promesas, sus recursos nunca están en duda. Nuestros recursos o habilidades

pueden dificultar, y en algunos casos imposibilitar el cumplir con nuestras promesas. Pero la habilidad y los recursos de Dios no tienen límites, y convierten a sus promesas en algo seguro.

Ninguna de las buenas promesas del Señor para la casa de Israel fallaron; todas se cumplieron (Josué 21:45).

El Señor no es lento para cumplir con su promesa, como algunos lo creen. Él es paciente con usted, porque no

quiere que nadie perezca, sino que procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9).

El valor de una promesa depende sólo del carácter del que está haciendo dicha promesa. Antes de aceptar o

confiar en una promesa de alguien, nos preguntamos en forma natural: "¿Qué tan confiable es su palabra?".

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2a. ¿Qué es lo que nota en los siguientes versículos referente a la Palabra de Dios y su carácter?

Números 23:19

1 Reyes 8:56

Proverbios 30:5

Mateo 24:35

Romanos 4:20, 21

Hebreos 10:23

¿CUÁL ES LA PROMESA? Entender lo que Dios ha dicho en sus promesas es crucial para vivir por medio de ellas. Generalmente el contexto de la promesa nos ayuda a saber su significado.

¿PARA QUIÉN ES LA PROMESA?

Vivir por medio de sus promesas requiere que identifiquemos para quién fue hecha la promesa. Algunas promesas fueron dadas a personas específicas; otras, a grupos de gente. Algunas son para un tiempo específico y otras para cualquier tiempo. Sin embargo, la mayor parte de lo que Dios promete sigue aún en vigencia hoy

en día. Si dejamos de reconocer estas promesas, nos perdemos de experimentar la bendición y el plan de Dios.

2b. Lea los siguientes pasajes y escriba cuál fue la promesa y para quiénes fue.

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2c. En base a los siguientes pasajes, escriba la promesa y la condición.


¿QUÉ SE DEBE CREER? Cada promesa requiere fe y esta fe en última instancia está basada en el carácter de Dios. Se requiere fe

porque una promesa se refiere al futuro. A veces la fe que se requiere toca más que la promesa misma. Como dice Hebreos 11:6: "Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan".

¿CUÁLES SON LAS CONDICIONES?

Las promesas generalmente vienen con requisitos, a manera de "condiciones" o "cláusulas condicionales". Las condiciones no contradicen la naturaleza bondadosa de la promesa. Las condiciones no implican una relación

con la promesa en base a méritos; sino que, en cambio, identifican a aquellos que califican para recibir el beneficio de las promesas. La condición principal, en lo que se refiere a las promesas de Dios, es la fe. La fe no es un factor basado en méritos que causa que se dé la promesa, sino que es un vehículo a través del cual se deriva la promesa. Las condiciones son a las promesas lo que el plantar y cultivar son a las semillas. No causan el crecimiento pero hacen que este sea posible.

2d. ¿Conoce alguna otra promesa de Dios que tenga condiciones?

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Pasaje ¿Qué es lo que se promete? ¿Para quiénes fue la promesa? Hechos

2:38, 39

Romanos 4:16, 17 2 Corintios

1:20-22

Efesios

3:6

2 Pedro

1:3,4

Pasaje Promesa Condición

Génesis

12:1-3

Josué

1:8

Proverbios

3:5,6

Juan

16:24

Romanos

8:28




¿QUÉ RESISTENCIA SE REQUIERE?

Dios raramente ofrece y cumple sus promesas al mismo tiempo. Esperar es parte del obrar de Dios para vivir por medio de sus promesas: "Porque os es necesaria la perseverancia para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis lo prometido" (Hebreos 10:36).

Cuando omitimos cualquiera de estos cinco pasos, corremos peligro de perdernos del diseño de Dios para darnos sus promesas.

Dos muchachos, con un mapa del mundo entre ellos, se reunieron por cuarenta y dos días y oraron delante

de una fogata temprano en la mañana... Dawson Trotman, uno de esos hombres, había llegado a la conclusión de que algo que podría o debería estarse haciendo no se estaba haciendo, de lo contrario la Gran Comisión estuviera más cerca de cumplirse. Él puso su dedo sobre la mayoría de los países del mundo, pidiendo a Dios que levante gente joven para que sea usada en dar a conocer a Cristo. Finalmente, ciertas promesas de la Palabra se hicieron más claras. Una fue Isaías 58:12: "Levantarás los cimientos que

estaban destruidos de generación en generación". Otra fue Isaías 45:14: "Hombres de alta estatura... se pasarán a ti". Dawson estaba admirado de estas promesas, y aunque se daba cuenta de que en su contexto eran proféticas, también sabía que eran las promesas de Dios para él y estaba sorprendido por lo que ellas implicaban.

LORNE SANNY

El desarrollo y crecimiento de Los Navegantes llegó como cumplimiento de promesas específicas de Dios que

involucraban al mundo entero.

ESTUDIOS DE CASOS Dos estudios de casos del Antiguo Testamento pueden darnos información de cómo vivir por medio de las promesas. Escoja por lo menos uno y haga observaciones.

ISRAEL BAJO EL LIDERAZGO DE MOISÉS

Lea el resumen de Deuteronomio 1:19-46 sobre la respuesta que dio Israel a la promesa de Dios de la tierra prometida (recuerde que Dios había ofrecido y declarado la promesa a través de tres generaciones: Abraham, Génesis 18:18-21; Isaac, Génesis 26:2-4; y Jacob, Génesis 35:11, 12). 3a. Mientras usted lee el repaso que hizo Moisés, busque respuestas a las siguientes preguntas:

¿Por qué se perdieron de recibir lo que se les había prometido?

¿Cuáles no fueron las razones de su falla?

¿Qué resultados experimentaron?

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¿En qué se diferenció del liderazgo de Josué que tomó lugar cuarenta años después?

DAVID Y LA PROMESA DE DIOS DE UNA CASA

David desea construir una casa para Dios; y en el proceso, Dios le hace una promesa a David. 3b. Lea 1 Crónicas 17:1; 22:1 y 2 Crónicas 6:1-21; conteste las siguientes preguntas: ¿Qué promesa se dio?

¿Qué creía David?

¿Cuál fue su respuesta?

¿Cuál fue el resultado?

3c. Haga un contraste entre la vida de una persona que vive por fe en las promesas de Dios y la de uno que no

hace esto. Imagínese la forma de ser de cada uno y descríbalo en el siguiente cuadro:

Si algunas de las personas con las que usted estaba contando han decidido querer hacer otras cosas este año, o si su sueldo ha estado tambaleando, pídale a Dios que busque en su corazón si hay cualquier pecado o error. Confiéselo, corríjalo y entonces clame por las promesas de Dios... Yo conocí a un gran misionero que preguntó poco después de la muerte de Dawson: "¿Qué promesas de Dios está usted clamando en estos días?". Sin clamar las promesas de Dios, el ministerio de Los Navegantes nunca hubiera empezado, y sin ello, la obra se

hubiera desvanecido y acabado.

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Describa cómo sería la vida si una persona viviera su vida basado en fe en las promesas de Dios

Describa a alguien que no vive su vida basado en

fe en las promesas de Dios




Permítame recordarle que las promesas de Dios, al menos para mí, no vienen por haber leído la Biblia a la

ligera, sino que nacieron como producto de un conflicto y lucha. Surgieron como resultado de mucha oración y pasar tiempo en la Palabra. Recuerde que usted no obedece una promesa; usted la cree. Dios la ejecuta, no usted. Debido a sus promesas

obedecemos sus mandamientos. Nosotros creemos una promesa, obedecemos un mandamiento. LORNE SANNY

ESTRATEGIAS QUE SOCAVAN EL VIVIR POR MEDIO DE LAS PROMESAS DE DIOS

Todos nosotros usamos mecanismos o estrategias, conscientemente e inconscientemente, para vivir nuestra vida. Algunas de estas reemplazan e impiden que dependamos de Dios y no nos permiten establecer nuestra vida en base a las promesas de Dios. De acuerdo a una encuesta, aquí tenemos algunos de los recursos que otras personas han indicado que tienden

a usar en lugar de depender de Dios y reclamar sus promesas:

• Crear y ejecutar nuestros propios planes. • Experiencias pasadas: "Pasé por eso anteriormente". • Circunstancias: "Le sucedió esto a ellos. ¿Por qué va a ser diferente conmigo?". • Usar nuestra propia lógica o intelecto: "Confío en el Señor algunas veces, pero me apoyo mucho en mi

propio entendimiento. No pagué en vano ochenta mil dólares por mi educación; voy a usarla".

Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Pero nosotros confiamos en el nombre del SEÑOR nuestro Dios (Salmo 20:7).

4. ¿En qué estrategias tiende a confiar usted? ¿Qué le impide caminar por fe en las promesas de Dios?

VIVIR POR MEDIO DE LAS PROMESAS DE DIOS PARA EL MINISTERIO Es interesante notar que el ministerio en las Escrituras a menudo comienza con una palabra o promesa de Dios. 5a. A medida que usted reflexiona en algunas de las personas más conocidas de las Escrituras, ¿qué

observaciones generales puede hacer?

Abraham (Génesis 12:1-3)

Josué (Josué 1:1-9)

Gedeón (Jueces 6:11-16)

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Ana(l Samuel 1:12-18)

Jeremías (Jeremías 1:1-10)

María, la madre de Jesús (Lucas 1:30-33)

Como estudiante universitario, yo (Ron) comencé a desarrollar un amor y una visión por discipular a otros. En mi último año de estudios, mientras asistía a una conferencia nacional universitaria, escuché un mensaje sobre 1 Corintios 15:58. Se convirtió en una promesa fundamental que me ha dado aliento por más de treinta años.

Cuando pierdo el ánimo, el enfoque o no veo muchos resultados, repaso y oro usando esta promesa.

5b. ¿Por qué debería usted clamar las promesas de Dios para su ministerio de discipulado?

5c. ¿Qué promesas está clamando usted por fe para su vida y ministerio?

5d. ¿Qué implicaciones tiene este estudio en la manera en que usted vive y discípula a otros?

5e. ¿Qué otros temas puede usted presentarle en estos momentos a Dios? Clame su promesa.

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Vivir por medio de sus promesas

Por Skip Gray

EL CONCEPTO GRIEGO DE conocimiento incluye el concepto de la adquisición de la verdad proposicional, es

decir información obtenida y almacenada en la mente. No obstante, los hebreos consideraban al conocimiento como algo que tenía que ver con relación y experiencia. El Antiguo Testamento dice que Adán "conoció" a su esposa (Génesis 4:1). "Conocer" a ella quería decir que él tuvo una relación íntima de esposo y esposa con ella. El apóstol Pedro en el Nuevo Testamento escribió en griego, pero tenía una mentalidad hebrea. Él escribió: "Su divino poder nos ha concedido todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad por medio del conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia" (2 Pedro 1:3). Él estaba diciendo que nuestra relación íntima y personal con Cristo nos provee de todo lo que necesitamos para vivir una vida piadosa. ¿Entonces, cómo mejoramos nuestro "matrimonio" con Cristo? ¿Cómo profundizamos nuestra experiencia con él? En el siguiente versículo, Pedro escribió que Dios nos ha dado "sus

preciosas y grandísimas promesas", para que por medio de ellas podamos participar de la naturaleza divina y huir de la corrupción que hay en el mundo debido a las bajas pasiones.

A medida que nos apropiamos de las promesas de Dios por fe, enriquecemos nuestra comunicación con Cristo, nuestra confianza y adoración a él y nuestra obediencia a él. Este es un proceso de toda una vida. Cuanto más lo conocemos, viéndolo hacer y cumplir sus promesas, mayor será la confianza que tendremos en su fidelidad en el transcurso de los años. Un matrimonio bello es una obra de arte que requiere toda una vida en terminar, y así también lo es la bella vida cristiana.

UNA PROMESA DE DIOS ES UN HECHO

Otro pasaje importante que habla acerca de las promesas de Dios es 2 Corintios 1:20. "Porque todas las promesas de Dios son en él 'sí'". Por lo tanto, por medio de él decimos "Amén" para la gloria de Dios. Dios no

hace promesas positivas y negativas al mismo tiempo. Todas sus promesas son positivas, y en Cristo, son "Así sea" y "Dalo por hecho". Cuando Dios promete hacer algo, él lo hace. Todo esto es para la gloria de Dios. No es para que seamos reconocidos como los más grandes proclamadores de promesas. Es para la gloria de Dios, pero es "a través de nosotros". Usted y yo somos el medio, el vehículo y el canal por medio del que Dios se glorifica a sí mismo a medida que nosotros experimentamos, tomamos posesión y clamamos sus promesas. Debemos clamar estas promesas para nosotros mismos, para nuestras familias y para otros a quienes ministramos.

PROMESAS GENERALES La Biblia contiene dos clases de promesas: promesas generales, las cuales se aplican a todos los cristianos todo el tiempo bajo todas las circunstancias; y promesas específicas, las cuales se aplican solamente en ciertas circunstancias. Ejemplos de promesas generales son 1 Juan 5:11, 12 ("Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo") y Juan 3:16 ("Todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna"). Si usted escucha el evangelio de Cristo y lo cree, recibe vida eterna. Esta promesa siempre es verdad. Cuando somos

tentados a dudar en ella, podemos dirigirnos a la Palabra de Dios y preguntar: "¿Qué dice Dios al respecto?". Otra promesa general es 1 Juan 1:9, la cual es conocida como la barra de jabón del cristiano: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad". Si usted es un cristiano, nunca existirá un momento en el que 1 Juan 1:9 no sea verdad y que no esté disponible cuando lo

necesite. El Espíritu Santo quiere que confesemos los pecados que él nos indica. Cuando somos sensibles y

receptivos, confesando y haciendo restitución si es necesario, entonces, Dios nos limpia de toda maldad. Se ha borrado nuestra pizarra y nuestro canal de comunicación con el Padre está completamente abierto y perfecto. Nuestra intimidad con él crece.

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A propósito, la diferencia entre la convicción del Espíritu Santo y la acusación de Satanás es triple. Cuando el

Espíritu Santo convence de pecado, la convicción es específica, amable y nos da esperanzas. Sin embargo, la acusación de Satanás es incierta, dura y desalentadora. Si usted está lidiando con la culpabilidad, el reconocer esta diferencia puede ayudarlo a determinar si es la obra del Espíritu Santo o del diablo.

Otra promesa general es Gálatas 5:22, 23: "El fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio". ¿Alguna vez se ha encontrado con un cristiano cuya vida no

manifestaba todas estas cualidades? Probable-mente sí, quizás al mirarse en el espejo esta mañana. Sin embargo, ¿por qué no experimentamos todas ellas? ¿No son el fruto del Espíritu que Dios prometió? Sí, pero quizás no "experimentamos este fruto porque no estamos clamando este pasaje en oración, ni dejando que el Espíritu Santo nos controle. Clamar las promesas de Dios es la esencia de nuestro hábito de orar. Simplemente le presentamos a Dios las promesas de lo que él dijo que haría. No tratamos de forzarlo y persuadirlo a que haga algo que no está inclinado a hacer. No decimos: "Bueno, probablemente no quieres hacer esto por mí, pero de todas maneras

quisiera pedírtelo". No, Dios ha dicho que lo hará. Trae gozo al corazón del Padre cuando sus hijos vienen a él y le dicen: "Por favor cumple esta promesa mientras vivo el día de hoy". Otra promesa general es 1 Corintios 10:13, la cual nos dice que tenemos una salida para escapar de la tentación. Todos somos tentados, y cuando viene la tentación debemos preguntarnos: "Padre, muéstrame ahora la salida para escapar de esta situación en particular". Cuanto más específicos seamos con Dios en la manera en que clamamos nuestras promesas, más específico será él con nosotros. Orar: "Señor, bendice____"

quizás sólo apacigüe nuestra conciencia. Eso es todo. Dawson Trotman solía mencionar al hombre cuyo hábito

de oración consistía en ver la copia del Padre Nuestro que tenía enmarcada sobre la pared cada noche antes de apagar la luz para irse a dormir, y decía: "Esos son mis sentimientos". No había sustancia real. No había verdadera profundidad. Por lo tanto, no había una relación profunda con Cristo. La Biblia contiene una abundancia increíble de promesas de Dios que quiere que nosotros nos apropiemos y usemos. Muchos cristianos pasan la vida "regateándola". Tienen millones de dólares en el banco, pero no hacen efectivo el cheque. Tienen miedo de que Dios se vaya a la bancarrota. Ellos nunca admitirían esto, pero

así es como viven.

PROMESAS ESPECÍFICAS

Dios frecuentemente da guía y dirección a cristianos en áreas particulares de la vida de una manera que no se aplica a todo el cuerpo de Cristo o a todos los cristianos en una comunidad. Una ilustración se encuentra en

Hechos 13:47. El apóstol Pablo había predicado el evangelio a los judíos, pero habían rechazado su mensaje.

Por lo tanto, él dijo que se dirigiría hacia los gentiles. "Porque así nos ha mandado el Señor: Te he puesto por luz a los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra".

El pasaje que citó Pablo fue una promesa mesiánica de Isaías 49. Esta promesa se había cumplido en Jesucristo.

Luego Dios guió a Pablo a una nueva dirección en su ministerio a través de un uso secundario de la promesa. Toda enseñanza de las Escrituras tiene una interpretación básica, pero puede tener varias aplicaciones, y este es un ejemplo. La promesa de Isaías tenía una interpretación: Jesucristo. Tuvo una aplicación en la venida de

Cristo, pero también tuvo una aplicación (no una interpretación) secundaria al ofrecerle guía a Pablo mientras hacía la transición de ministrar principalmente a los judíos a ministrar a los gentiles. Este versículo no se aplicaba de esta manera a todo el cuerpo de Cristo, pero sí a Pablo y su equipo.

PERMANACER SEGUROS

Cuando nos encontramos con una promesa de este tipo, varias pautas pueden evitar que caigamos en el error, falta de balance, herejía o cualquier otra aplicación dañina y subjetiva. Primero, muchas promesas vienen con la condición de que obedezcamos a Dios. Segundo, Dios nunca lo va a guiar a través de un versículo de la Biblia para hacer algo que claramente prohíbe

en otras partes de las Escrituras. Debemos tener cuidado de no manipular un pasaje de tal manera que

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digamos: "Dios me guió a que haga esto", relacionado con algo que Dios no permite. Tome en cuenta el

testimonio total de las Escrituras cuando use una promesa específica como base para tomar una decisión. Tercero, no decida cuándo ni cómo se va a cumplir una promesa. No prejuzgue a Dios, ni trate de acorralarlo. Recuerde quién está sirviendo a quién. Dios no es mi sirviente; yo soy su sirviente. Él me da el privilegio de orar

y clamar por sus promesas. Pero al hacer eso, él no se convierte en mi sirviente. Dios no es el muchacho que hace mis mandados. Yo soy su sirviente y el que hace sus mandados.

Dios quiere que sepamos que él es amoroso, bondadoso, sabio y lleno de gracia. Quiere que creamos que él es así, responda o no a nuestras oraciones de la manera que nos parece. Cuarto, presente su necesidad a Dios en oración y deje que Dios escoja la promesa. No se apresure. No esté ansioso. No convierta la Biblia en un libro mágico o un fetiche poniéndolo a la brisa del aire y dejando que las páginas volteen hasta quedarse en cierto lugar. Simplemente continúe teniendo su tiempo devocional, leyendo y estudiando la Biblia y asistiendo a la iglesia, y deje que su corazón se dirija a Dios en cuanto a su necesidad. En algún momento, puede ser un día, una semana, un mes o varios meses después, el Espíritu Santo se hará

sentir en usted a medida que avanza en la Palabra de Dios. Y él le dirá: "Esto es para ti". Usted le ha estado presentando sus necesidades a él, y de pronto el Espíritu de Dios le testifica a su corazón y dice: "Clama esta promesa en oración". Dios le ha hablado. Finalmente, recuerde que Dios hace y cumple sus promesas para su gloria: "A fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que el SEÑOR es Dios" (1 Reyes 8:60)'.


1. ¿Podemos tener la tendencia a "presumir" de Dios al clamar de manera ligera e inapropiada sus promesas? Explique su razonamiento.

2. En cuanto a las promesas específicas, ¿cuáles son las pautas que estamos más predispuestos a ignorar? ¿Cuáles recuerda constantemente?

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Promesas que declarar para que las reciba un discípulo

por John D. Purvis

A continuación tenemos una muestra de las promesas bíblicas que usted puede orar en la vida de su discípulo.

Las promesas pueden aplicar a más de una categoría. Es muy efectivo que usted prepare su propia lista y personalice sus oraciones tomando en cuenta las necesidades de sus discípulos.

PARA EL CAMINAR DE ÉL O ELLA CON DIOS

Mateo 11:28-30

"Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga".

Juan 15:5 "Yo soy la vid, vosotros las ramas. El que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto. Pero separados de mí, nada podéis hacer".

PARA EL CARÁCTER DE ÉL O ELLA

2 Pedro 1:3, 4 "Su divino poder nos ha concedido todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad por medio del conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia. Mediante ellas nos han sido dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas seáis hechos participantes de la naturaleza divina, después de haber huido de la corrupción que hay en el mundo debido a las bajas pasiones".

Santiago 1:12 "Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba; porque, cuando haya sido probado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman".

PARA LAS RELACIONES DE ÉL O ELLA

Filipenses 4:6, 7 "Por nada estéis afanosos; más bien, presentad vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús".

1 Juan 1:7

"Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado".

PARA EL TRABAJO O LA CARRERA DE ÉL O ELLA

Proverbios 3:5, 6

"Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus

caminos, y él enderezará tus sendas".

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Josué 1:8

"Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley; más bien, medita en él de día y de noche, para que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Así tendrás éxito, y todo te saldrá bien".

Proverbios 16:3 "Encomienda al SEÑOR tus obras, y tus pensamientos serán afirmados".

PARA EL MINISTERIO DE ÉL O ELLA

1 Corintios 15:58 "Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro arduo trabajo en el Señor no es en vano".

Juan 12:24

"De cierto, de cierto os digo que a menos que el grano de trigo caiga en la tierra y muera, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto".

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> ESTUDIO BÍBLICO Sesión 8

HÁBITOS DEL CORAZÓN

"La vida sin disciplina es un desastre" (Proverbios 25:28, paráfrasis libre del traductor)

Lograr una perspectiva correcta de las disciplinas espirituales no es fácil. Al tratar de caminar por la senda de la

verdad, tendemos a errar al caer por el abismo de la pasividad, o el abismo del legalismo por el otro. Richard

Foster trata sobre este asunto en su libro clásico acerca de las disciplinas espirituales. Lea los siguientes párrafos de Foster y marque las ideas que a su parecer sobresalen.

Cuando nos desesperamos por lograr una transformación interna por medio del poder humano de la voluntad

y determinación, quedamos expuestos a una nueva realización maravillosa: la justicia interna es un don de Dios

que debe ser recibido con gracia. El cambio necesario dentro de nosotros es la obra de Dios, no nuestra. La demanda es de una obra interna y sólo Dios puede trabajar desde adentro. No podemos conseguir o ganar la

justicia del reino de Dios; esto es una gracia concedida. En el libro a los Romanos, el apóstol Pablo hizo lo posible por demostrar que la justicia es un don de Dios. Él usa el término treinta y cinco veces en esta epístola y cada vez insiste en que la justicia no se consigue y no se puede conseguir por medio de esfuerzos humanos. Una de las declaraciones más claras es Romanos 5:17: "Reinarán en vida los que reciben la abundancia de su gracia y la dádiva de la justicia mediante aquel uno, Jesucristo". Esta enseñanza, por supuesto, no sólo se encuentra en el libro de Romanos sino a través de toda la Escritura y permanece como una de las piedras angulares de la fe cristiana. En el momento en que entendemos esta sobrecogedora perspectiva corremos el peligro de cometer un error

en la dirección opuesta. Somos tentados a creer que no hay nada que tengamos que hacer. Si todos los esfuerzos humanos terminan en bancarrota moral (y habiéndolo intentado, sabemos que así es), y si la justicia es un don de gracia de parte de Dios (como claramente lo indica la Biblia), ¿entonces, no es lógico concluir que

debemos esperar a que Dios venga y nos transforme? Aunque parezca extraño, la respuesta es no. El análisis es

correcto: el esfuerzo humano no es suficiente y la justicia es un don de Dios; pero la conclusión es falsa. Felizmente, podemos hacer algo. No necesitamos quedarnos colgados entre estos dos puntos, el dilema de la ociosidad y el de las obras humanas. Dios nos ha dado las disciplinas de la vida espiritual como medio para

recibir su gracia. Las disciplinas nos permiten ubicarnos delante de Dios para que él nos pueda transformar. El apóstol Pablo dice: "El que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra

para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna" (Gálatas 6:8). La analogía de Pablo es instructiva. Un agricultor no puede hacer crecer el grano; todo lo que puede hacer es proveer las condiciones apropiadas para el crecimiento del grano. Él cultiva la tierra, planta la semilla, riega las plantas y, entonces, las fuerzas naturales de la tierra toman control y sale el grano. Así es con las disciplinas espirituales; son una manera de sembrar

para el Espíritu. Las disciplinas son la forma en que Dios nos pone dentro de la tierra, nos pone en el lugar donde él puede trabajar interiormente con nosotros y transformarnos. Por sí solas, las disciplinas espirituales no pueden hacer nada, sólo nos pueden poner en el lugar donde se puede hacer algo. Son los medios de la gracia de Dios. La justicia interna que buscamos no es algo que es derramado en nuestras cabezas. Dios ha ordenado que las disciplinas de la vida espiritual sean un medio por el cual nos ubicamos en el lugar donde él

pueda bendecirnos1.

Las disciplinas espirituales son las cosas que hacemos para que Dios pueda hacer lo que nosotros no podemos. DALLAS WILLARD

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1. ¿Qué significa para usted el concepto de "disciplinas espirituales"?

R. Paul Stevens define las disciplinas espirituales como las prácticas cristianas que animan el crecimiento y la

transformación espiritual2. Aunque las Escrituras no nos ofrecen una lista completa de las disciplinas espirituales, Foster categoriza algunas de las disciplinas espirituales clásicas en tres áreas:

Las disciplinas internas

Meditación Oración Ayuno

Estudio

Las disciplinas externas Simplicidad Soledad Sometimiento

Servicio

Las disciplinas corporales

Confesión Adoración Guía Celebración

ACTITUDES Y EL CULTIVO DE LAS DISCIPLINAS Lea Isaías 58:1-14.

2a. ¿Cuáles son los efectos y los resultados para aquellos que tienen una actitud impropia (w. 1-6)?

2b. ¿Cuál es el efecto cuando la gente tiene la actitud correcta (vv. 7-14)?

Disciplina y discípulo vienen de la misma palabra en el original. Ejercicio viene de la palabra griega gumnasia,

de donde sale nuestra palabra gimnasio y tiene que ver con poner manos a la obra. En términos bíblicos, disciplina significa entrenamiento o ejercicio.

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2c. ¿Qué enseñan los siguientes pasajes acerca del entrenamiento, práctica o ejercicio espiritual?

Deuteronomio 6:5-8

Lucas 6:47-49

1 Timoteo 4:7-9

DISCIPLINA REQUIERE DOMINIO PROPIO Y DILIGENCIA 3. ¿Qué enseñan los siguientes versículos acerca de la importancia de entrenarse en el dominio propio? 1 Corintios 9:24-27

1 Timoteo 4:12-15

Hebreos 5:14—6:1

Hebreos 12:11

1 Pedro 5:8-10

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LIBERTAD POR MEDIO DE LA DISCIPLINA

"Libertad es la recompensa final de la disciplina", dijo Elisabeth Elliot. Ella reconoció que las disciplinas no sólo crean el ambiente para que el Espíritu de Dios obre sino que también nos guían hacia una libertad mayor. Cualquiera que haya persistido en la disciplina de tocar el piano, por ejemplo, tiene una libertad mayor para

tocar música que aquellos que nunca han practicado. Una de las principales razones para desarrollar hábitos o disciplina espiritual es para que podamos responder a

las circunstancias inmediatas e imprevisibles de nuestras vidas con las acciones correctas. Los acontecimientos repentinos de la vida pueden formarnos o destruirnos. La manera en que actuamos durante dos segundos llenos de incidentes podría determinar nuestro destino entero.

4a. En Daniel 6:3-10, ¿cómo ilustra Daniel los beneficios de la disciplina?

4b. En Marcos 14:37, 38, 69-72, ¿cómo ilustra Pedro la necesidad de disciplina?

4c. ¿Qué enseña Efesios 6:13 acerca de la libertad y la disciplina?

4d. Haga un resumen de sus ideas acerca de la libertad y la disciplina.

Los hábitos pueden convertirse en algo dañino y llegar a ser perjudiciales. Espiritual-mente, esto se conoce

como "legalismo".

5a. Lea los siguientes pasajes y complete la afirmación de cada uno: Los hábitos o las prácticas nos esclavizan

cuando...

Isaías 29:13

Mateo 7:1-5

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Mateo 12:9-14

5b. ¿Cómo podemos evitar que las disciplinas espirituales se conviertan en costumbres esclavizantes?

SER CAPTURADO

Lo que hace que las disciplinas espirituales sean importantes es que proveen un ambiente en el que Dios puede capturar y cambiar nuestros corazones.

Dios no nos toma la temperatura espiritual debajo de la lengua por medio de las palabras que decimos, ni en nuestros oídos por las enseñanzas impresionantes que escuchamos, ni en las axilas por el servicio que hacemos. Dios nos toma la temperatura espiritual directamente del corazón3.

BETH MOORE

6a. ¿Qué es lo que estos pasajes nos enseñan evitar? Mateo 15:1-9

Apocalipsis 2:1-10

6b. ¿Cómo nos ayuda el Espíritu Santo?

Juan 14:26

1 Corintios 2:9-12

Efesios 1:17-19

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DISTRACCIONES

Una dificultad común es que nosotros nos distraemos fácilmente con varias cosas: la tiranía de lo urgente, el estar atareado, la televisión o el periódico, la lista de quehaceres diarios. Los ejemplos son casi innumerables. Las disciplinas espirituales nos pueden ayudar a aclarar las complejidades de nuestra vida.

7a. ¿Qué puede usted discernir de las siguientes definiciones?

Distraído: Tener la atención apartada; considerado incapaz de comportarse, reaccionar, etc., de manera

normal, como si estuviera preocupado, con remordimiento de conciencia o algo parecido; irracional; perturbado; 1. Empañado; falto de enfoque; 2. Falto de un propósito o dirección clara. Sinónimos: desenfocado, preocupado, descarriado, desviado, turbado.

Preocupado: 1. Completamente ensimismado en pensamiento; absorto; 2. Ocupado previamente; tomado; lleno.

Desviado: Puesto a un lado o fuera de una senda o camino; reorientado; encarrilado a un curso o propósito

diferente, etc.; distraído de una ocupación seria; entretenido o divertido.

7b. ¿Qué dicen los siguientes versículos acerca de las distracciones? Salmo 119:37

Proverbios 24:30-34

Lucas 10:40, 41

2 Corintios 7:1

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Hebreos 12:1, 2

LA GRACIA Y LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES

8. ¿Qué relación ve usted entre el esfuerzo y la gracia en los siguientes pasajes? 1 Corintios 15:10

2 Corintios 12:9

Hebreos 12:15

2 Pedro 3:18

La gracia no se opone al esfuerzo sino al merecimiento. DALLAS WILLARD

RESUMEN

9. ¿En qué maneras ha encontrado usted la disciplina que conduce a la libertad en su propia vida, ya sea en el ambiente natural o en el espiritual?

10. ¿Cuáles disciplinas espirituales le parecen que son fundamentales para convertirse en un discípulo maduro

de Cristo?

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11. ¿Cómo están sus disciplinas espirituales en estos momentos? ¿Cuáles son fuertes? ¿Cuáles son débiles?

12. ¿Cuáles son algunas de las cosas prácticas que ha aprendido para ayudarlo a cultivar la disciplina y el

dominio propio?

Un modelo simple pero efectivo de capacitación de otros en las disciplinas espirituales es: • Dígales el porqué.

• Muéstreles cómo. • Hágales que empiecen. • Manténgalos avanzando.

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Las disciplinas espirituales

por Donald Whitney

LA DISCIPLINA SIN DIRECCIÓN ES una carga. Imagínese a Kevin, un niño de seis años, cuyos padres le han provisto de un maestro para que tome clases de

guitarra. Después de la escuela todas las tardes, se sienta en la sala y renuentemente ejecuta sus ejercicios en la guitarra, mientras mira a sus amigos

jugar en el parque al otro lado de la calle. Eso es disciplina sin dirección. Es una carga. Ahora suponga que una tarde un ángel visita a Kevin durante su práctica de guitarra. En una visión, se lo lleva

a un hermoso lugar, en donde se presentan conciertos de guitarra clásica. Ahí se le muestra a un guitarrista virtuoso dando un concierto. Aunque generalmente se aburre con la música clásica, Kevin se sorprende de lo que está viendo y escuchando. Los dedos del músico danzan emocionadamente sobre las cuerdas con fluidez y

gracia. Kevin piensa en lo estúpido y torpe que se sienten sus manos cuando se detienen y tropiezan con las cuerdas. El músico virtuoso mezcla notas claras y altas para producir un aroma musical que brota de su

guitarra. Kevin recuerda las notas irritantes y desentonadas que salen de su guitarra. Pero Kevin está encantado. Su cabeza se inclina ligeramente a un lado mientras escucha. Lo absorbe todo.

Nunca se imaginó que alguien pudiera tocar la guitarra de esa forma. "¿Qué te parece, Kevin?" le pregunta el ángel. La respuesta es un suave y lento "¡Fa-bu-lo-so!". La visión se desvanece, y el ángel está nuevamente delante de Kevin en la sala. "Kevin", dice el ángel, "el

músico maravilloso que viste eres tú en unos cuantos años". Luego el ángel declara, señalando a la guitarra: "¡Pero debes practicar!".

De pronto el ángel desaparece y Kevin se encuentra solo con su guitarra. ¿Cree que su actitud hacia la

práctica será diferente ahora? Mientras recuerde en quién se va a convertir, la disciplina de Kevin tendrá una dirección, una meta que lo impulsará hacia el futuro. Sí, involucrará esfuerzo, pero difícilmente se le podrá llamar carga.

En lo que se refiere a la disciplina en la vida cristiana, muchos creyentes se sienten como Kevin se sentía en relación a practicar la guitarra: una disciplina sin dirección. La oración amenaza con convertirse en una carga. El valor práctico de la meditación en las Escrituras parece incierto. El propósito real de una disciplina como la del ayuno a menudo no es claro.

Primero, debemos entender en quién nos vamos a convertir. En Romanos 8:29, se dice de los elegidos de Dios: "Sabemos que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo". El plan eterno de Dios asegura que todo cristiano al final se conforme a la imagen de Cristo. Seremos cambiados "cuando él sea manifestado" para que "seamos semejantes a él" (1 Juan 3:2). Esto no es una visión, esto es usted, en unos cuantos años.

¿Entonces por qué toda esta conversación acerca de la disciplina? Si Dios ha predestinado que nos conformemos a la imagen de Cristo, ¿dónde encaja la disciplina?

Aunque Dios nos concederá el parecemos a Cristo cuando Jesús regrese, hasta ese entonces él quiere que nosotros crezcamos en esa semejanza. Nosotros no debemos tan sólo esperar por la santidad; debemos ir en pos de ella. "Procurad la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" se nos manda en Hebreos 12:14. Lo cual nos conduce a preguntar lo que todo cristiano debería preguntar: "¿Entonces, cómo vamos a ir en pos

de la santidad? ¿Cómo podremos ser como Jesucristo, el Hijo de Dios?". Encontramos una respuesta clara en 1 Timoteo 4:7: "Ejercítate para la piedad".

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LOS MEDIOS PARA LOGRAR LA PIEDAD

Las disciplinas espirituales son aquellas disciplinas personales y corporales que promueven el crecimiento espiritual. Son los hábitos devocionales y la experiencia cristiana que el pueblo de Dios ha practicado desde tiempos bíblicos.

Las disciplinas espirituales son: leer la Biblia, la oración, la adoración, el evangelismo, el servicio, la mayordomía, el ayuno, el silencio y la soledad, el llevar un diario y el aprender. Esto no es en ninguna manera

una lista completa de las disciplinas de la vida cristiana. Un sondeo de otros materiales sobre este tema revelan que la confesión, responsabilidad, simplicidad, sometimiento, dirección espiritual, celebración, afirmación, sacrificio, cuidado y varios más también califican como disciplinas espirituales. Cualquiera que sea la disciplina, su característica más importante es su propósito. Así como es de poco valor practicar las escalas con una guitarra o un piano sin el propósito de tocar música, también es de poco valor practicar las disciplinas espirituales sin el propósito único que las une (Colosenses 2:20-23, 1 Timoteo 4:8). Ese propósito es la piedad. Se nos dice en 1 Timoteo 4:7 que nos ejercitemos "para la piedad".

Las disciplinas espirituales son los medios que Dios ha dado para que los usemos en la búsqueda ungida de la piedad. La gente piadosa es gente disciplinada. Siempre ha sido así. Recuerde a algunos de los héroes de la historia de la iglesia: Agustín, Martín Lutero, Juan Calvino, John Bunyan, Susanna Wesley, George Whitefield, Lady Huntingdon, Jonathan y Sarah Edwards, Charles Spurgeon, George Muller. Todos ellos fueron gente disciplinada. En mi experiencia cristiana personal y pastoral, puedo decir que jamás he conocido a un hombre o

una mujer que haya llegado a la madurez espiritual sin haber pasado por la disciplina. La piedad viene a través

de la disciplina. En realidad, Dios usa tres catalizadores principales para cambiarnos y conformarnos a la imagen de Cristo, pero sólo uno está ampliamente bajo nuestro control. Un catalizador que usa el Señor es la gente. "El hierro con hierro se afila, y el hombre afina el semblante de su amigo" (Proverbios 27:17). A veces Dios usa a nuestros amigos para afilarnos para que vivamos más como Cristo, y a veces usa a nuestros enemigos para limar nuestras asperezas y falta de piedad. Padres, hijos, esposos, compañeros de trabajo, clientes, maestros, vecinos, pastores, Dios nos cambia por medio de estas personas.

Otro agente de cambio que Dios usa en nuestras vidas son las circunstancias. El texto clásico de esto es Romanos 8:28: "Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito". Las presiones financieras, condiciones físicas y hasta el clima son usados por las manos de la Divina Providencia para estimular a sus elegidos a que se encaminen hacia la

santidad. También tenemos el catalizador de las disciplinas espirituales. Este catalizador se diferencia de los primeros dos en que cuando Dios usa las disciplinas, él trabaja de adentro hacia afuera. Cuando él nos cambia por medio de

gente y circunstancias, el proceso funciona de afuera hacia adentro. Las disciplinas espirituales también se

diferencian de los otros dos métodos de cambio en que Dios nos concede cierta capacidad de elegir en cuanto a nuestra participación en ellas. A menudo tenemos poco que elegir en cuanto a la gente y las circunstancias que Dios trae a nuestras vidas; sin embargo, nosotros podemos decidir, por ejemplo, si vamos a leer la Biblia o

ayunar el día de hoy. De manera que por un lado, reconocemos que hasta la autodisciplina más fuerte no nos va a hacer más santos ya que crecer en santidad es un don de Dios (Juan 17:17, 1 Tesalonicenses 5:23, Hebreos 2:11). Por otro lado, podemos hacer algo para llevar más allá el proceso. Dios nos ha dado las disciplinas espirituales como un

medio para recibir su gracia y crecer en la piedad. A través de ellas, nos ponemos delante de Dios para que él obre en nosotros. El Nuevo Testamento se escribió primero en griego. La palabra que se traduce disciplina en la Biblia de las Américas es la palabra griega gumnasia de la cual se derivan las palabras españolas gimnasio y gimnasia. Esta palabra significa "ejercitar o disciplinar", motivo por el que la versión Reina-Valera Actualizada traduce 1

Timoteo 4:7: "Ejercítate para la piedad".

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Trate a las disciplinas espirituales como si fueran ejercicios espirituales. Ir a su lugar favorito para orar o tomar

apuntes de lo que Dios le revela, por ejemplo, es como ir al gimnasio y levantar pesas. Así como disciplinas físicas como esta promueven la fortaleza, así también las disciplinas espirituales promueven la piedad. Hay dos historias de la Biblia que ilustran otra manera de considerar el papel de las disciplinas espirituales.

Lucas 18:35-43 narra la historia de un mendigo ciego llamado Bartimeo y su encuentro con Jesús. Cuando Bartimeo estaba sentado junto a un camino cerca de Jericó, una multitud muy numerosa y llena de emoción

pasó por su lado. Cuando preguntó qué estaba sucediendo, le dijeron que Jesús de Nazaret estaba pasando. Aún un marginado social como Bartimeo había escuchado las historias increíbles de Jesús que habían llegado de todas partes de Israel durante los últimos dos o tres años. De pronto, comenzó a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!". Aquellos que estaban dirigiendo la procesión, posiblemente algunos de los dignatarios locales, se avergonzaron del comportamiento perturbador del mendigo y le dijeron con severidad que se callara. Pero él clamó aún más: "¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!". Para el asombro de todos, Jesús se detuvo y

llamó al que lo estaba llamando. Como respuesta a la fe del pobre hombre, Jesús sanó milagrosamente la ceguera de Bartimeo. La segunda historia de la Biblia se encuentra inmediatamente en el siguiente párrafo, Lucas 19:1-10. Es el famoso relato de la conversión del recaudador de impuestos, Zaqueo. Quizás sucedió sólo minutos después de la sanidad de Bartimeo. Debido a que Zaqueo era pequeño de estatura, no podía ver a Jesús a causa de la multitud. Así que corrió y subió a un árbol sicómoro para poder ver a Jesús pasar por ahí. Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba, llamó a Zaqueo por nombre y le dijo que bajara. Los dos fueron a la casa del recaudador de impuestos, donde creyó en Cristo como Salvador y resolvió entregar la mitad de sus posesiones a los pobres y devolver con intereses todo el dinero de los impuestos que había recolectado incorrectamente. Piense en las disciplinas espirituales como maneras en que podemos ponernos en el camino de la gracia de Dios y buscarlo como lo hicieron Bartimeo y Zaqueo al ponerse en el camino de Jesús y buscarlo. Como sucedió con estos dos buscadores, nosotros lo encontraremos deseoso de extendernos su misericordia y tener comunión con nosotros. Y con el transcurso del tiempo seremos transformados por él de un nivel de semejanza

a Cristo a otro (2 Corintios 3:18).

Las disciplinas espirituales son entonces como canales de la gracia transformadora de Dios. Mientras nos ponemos dentro de ellas para buscar comunión con Cristo, su gracia fluye hacia nosotros y somos cambiados. Esa es la razón por la cual las disciplinas deben convertirse en nuestra prioridad si vamos a ser piadosos. El gran predicador británico del siglo diecinueve, Charles Spurgeon, enfatizó la importancia de esta manera: "Debo cuidar, sobre todas las cosas, mi comunión con Cristo, porque aunque eso nunca podrá ser la base de mi paz —marquen eso— sin embargo, será el canal de ello". Los canales de la paz y todo lo que da Cristo que nos conduce a la santidad son las disciplinas espirituales. Tom Landry, entrenador por más de tres décadas del equipo de fútbol americano de los Dallas Cowboys, en

Texas, Estados Unidos de América, dijo: "El trabajo de un entrenador de fútbol americano es hacer que los hombres hagan lo que no quieren hacer para lograr lo que siempre han querido ser". De la misma manera, los cristianos son llamados a hacer algo que normalmente no harían —ir en pos de las disciplinas espirituales—

para

convertirse

en

lo

que

siempre

han

querido

ser,

esto

es,

ser

como

Jesucristo.

Dicen

las

Escrituras: "Ejercítate para la piedad"4.

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Las disciplinas espirituales

por Jerry Bridges

CUANDO POR PRIMERA VEZ me presentaron la idea del discipulado, me dieron una lista de siete disciplinas espirituales que debía practicar cada día, cosas como tener tiempo devocional diario, memorización de las Escrituras, estudio bíblico y oración. Aunque la lista fue abrumadora, me las ingenié para sobrevivir y ahora estoy sumamente agradecido por las disciplinas espirituales que aprendí en el proceso. Sin embargo, rápidamente llegué a creer que mi relación diaria con Dios dependía de lo fiel que era en ejecutar estas

disciplinas. Nadie me dijo en realidad que la bendición de Dios sobre mi vida estaba basada en mi desempeño. No obstante, había desarrollado una impresión vaga pero muy real de que la sonrisa o el fruncimiento de Dios dependía de lo que yo hacía. El desafío frecuente de "ser fiel" en mi tiempo devocional, aunque bueno

intrínsecamente, probablemente ayudó a crear esta impresión. De pronto, estuve pasando esta actitud legalista a aquellos que estaba tratando de discipular.

En los últimos años he notado un énfasis aún más fuerte en el discipulado basado en el legalismo. No sólo algunas personas transmiten la idea de que la sonrisa o el desagrado de Dios dependen del desempeño de la

persona, sino que comunican a través de la actitud y las acciones que su propia aprobación se basa en la ejecución fiel de ciertas disciplinas o la asistencia a ciertas actividades cristianas. El mensaje es: Las personas que no hacen fielmente estas cosas no son tan "espirituales" o "comprometidas" como las que sí las hacen. Sin embargo, no son las reglas las que discipulan efectivamente a una persona, es la gracia de Dios. Como dijo el apóstol Pablo: "Porque la gracia salvadora de Dios se ha manifestado a todos los hombres, enseñándonos a vivir de manera prudente, justa y piadosa en la edad presente, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas" (Tito 2:11, 12). Note que Pablo dice que es la gracia de Dios, no un régimen de reglas y actividades, la que nos enseña o discípula. Si queremos discipular a otros de manera bíblica, debemos discipular por la gracia de Dios, no por el legalismo. Pero esto plantea un problema.

PROCLAME LAS BUENAS NUEVAS Demasiada gente pone a la gracia y la disciplina (o el discipulado) en lados opuestos. Así como hay un elemento fuerte de discipulado legalista dentro de los evangélicos, hay también un elemento fuerte de la enseñanza que

enfatiza que las disciplinas espirituales niegan la gracia de Dios. ¿Cómo entonces podemos aplicar Tito 2:11, 12 a nuestros ministerios de discipulado? ¿Cómo podemos discipular por gracia? Primero, debemos continuar enseñando el evangelio a la gente que estamos discipulando. Nuestra tendencia es proclamar estas "buenas nuevas" a la gente hasta que acepten a Cristo; entonces comenzamos a enseñarles las demandas del discipulado. Pero el evangelio son las buenas nuevas de que Dios envió a su Hijo al mundo a morir por nuestros pecados, no sólo los pecados que cometimos antes de aceptar a Cristo, sino por todos nuestros pecados, los del pasado, presente y futuro.

¿Qué quiero decir cuando digo que debemos continuar predicando el evangelio a los cristianos? Un creyente le dijo recientemente a un amigo mío: "Soy un fracaso". Para tratar de animarlo, mi amigo le dijo a esta persona: "No, no eres un fracaso". Aunque aprecio la compasión de mi amigo, yo sugeriría una respuesta diferente a esa declaración y la actitud de desesperación que está detrás. Yo sugeriría que digamos algo así como: "Es cierto.

Eres un fracaso y yo también. Pero esa es la razón por la cual vino Jesús. Él vino a morir por las personas que

son un fracaso". Como pueden ver, esta persona querida necesitaba escuchar el evangelio tanto en ese día como en el día en que aceptó a Cristo como su Salvador. Jesús vino por los fracasados espirituales, no por los espiritualmente exitosos. Él dijo: "Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al

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arrepentimiento" (Lucas 5:31, 32). No nos gusta admitir que somos fracasados, ¡pero sí lo somos! Jesús dijo

que debemos amar al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, alma y mente, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:3, 38). De acuerdo a ese estándar, todos nosotros somos fracasados. Ninguno de nosotros ni siquiera se aproxima a amar a Dios con todo su corazón y a su prójimo como a sí

mismo.

MÉRITO SE DESCRIBE COMO "RIQUEZAS DE DIOS A COSTA DE CRISTO" Creo que los dos obstáculos más grandes del discipulado son la justicia de acuerdo a nosotros mismos y la culpabilidad. Algunos creyentes no están interesados en seguir el discipulado verdaderamente bíblico porque no están satisfechos con su propio desempeño. Han reducido la vida cristiana a actividades que se pueden medir. Supuestamente, son los espiritualmente sanos a los que se refirió Jesús los cuales no necesitan de médico (Lucas 5:31, 32). Otros creyentes están abrumados por la culpabilidad, a menudo por cosas equivocadas. Se preocupan de que no han tenido tanto éxito en las disciplinas espirituales como parece que otros han tenido, o verdaderamente fracasaron en un área importante de sus vidas y se sienten culpables por ello. Ellos aún no han aprendido que Jesús murió por aquellos que han fracasado. El evangelio nos despoja de la justicia de acuerdo a nosotros mismos y nos libra de la culpabilidad. El evangelio, reiterado todos los días, recuerda al discípulo que aparente-mente es "exitoso" que es realmente un pecador

porque "sin pecador no hay Salvador". Recuerda al discípulo que aparentemente "no es exitoso" que Jesús

murió por todos sus fracasos en practicar las disciplinas del discipulado. Una vez que una persona puede poner sus fracasos en perspectiva, ¿qué sigue? Debemos ayudar a aquellos que discipulamos a que se den cuenta de que incluso sus esfuerzos más diligentes en seguir las disciplinas espirituales nunca les amerita ni un ápice del favor de Dios. Las bendiciones de Dios nos llegan por su gracia, por el mérito de Jesucristo. La gracia de Dios se ha definido como: "Riquezas de Dios a costa de Cristo". Esto significa que Jesucristo ya ameritó por nosotros toda bendición y toda respuesta a la oración que vayamos a

recibir. La manifestación práctica de esta verdad significa que cuando soy "fiel" en mi tiempo devocional no me

gano la bendición de Dios. Recíprocamente, cuando no he sido fiel no pierdo la bendición de Dios. Esta verdad necesita enfatizarse una y otra vez, porque todos somos legalistas por naturaleza. No se nos tiene que enseñar a relacionarnos con Dios en base al desempeño; eso lo hacemos naturalmente. En cambio, se nos tiene que enseñar una y otra vez que la única manera en que podemos verdaderamente relacionarnos con Dios

es por medio de su gracia, a través del mérito de Jesucristo. ¿Por qué, entonces, debemos preocuparnos en

practicar las disciplinas espirituales?

EL CAMINO HACIA LA SALUD ESPIRITUAL Aunque las disciplinas espirituales no ganan el favor de Dios, son absolutamente necesarias para el crecimiento espiritual. Una analogía que a veces uso es la del niño que come comida nutritiva que su madre le ha preparado. Comer

ese alimento

no

gana

la aprobación

de

su

madre

(aunque

a ella

sin

lugar

a dudas

le agrada

que

la esté comiendo), pero es vitalmente necesario para su desarrollo físico y su salud. De la misma manera, practicar las

disciplinas espirituales no ganan la aprobación de Dios (aunque a él le agrada), pero es vitalmente necesario para nuestro desarrollo espiritual. Estar en contacto con las verdades de la Palabra de Dios por medio de la enseñanza de otros, su propio estudio personal, oración constante y la comunión con otros creyentes son algunas de las disciplinas básicas que Dios nos ha dado para nuestro desarrollo espiritual. Sencillamente no vamos a crecer sin tener consistencia en estas disciplinas más que el crecimiento sano de un niño que no recibe comida nutritiva. No se trata de la aprobación o desaprobación de Dios (y no debe tratarse de nuestra aprobación o desaprobación). Es simplemente un asunto de crecimiento.

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LA GRACIA NO ES LO MISMO QUE LA INDULGENCIA

Pero suponga que la gente no quiera crecer o, quizás para ser más precisos, no quiera pagar el precio de las disciplinas espirituales necesarias para el desarrollo. ¿Qué hacemos entonces? Hacemos lo que hizo Pablo. Amonestamos y enseñamos (Colosenses 1:28). Les advertimos de los riesgos de ser flojos espiritualmente. Les

enseñamos el verdadero significado y la intención de la gracia de Dios como se muestra, por ejemplo, en Tito 2:11, 12. Les señalamos que Jesús murió, no sólo para rescatarnos de la condenación eterna sino "para

redimirnos de la iniquidad y purificar para sí mismo un pueblo propio, celoso de hacer lo que es bueno" (Tito 2:14). Cuando amonestamos y enseñamos, debemos hacerlo con una actitud de aceptación total. Nunca debemos implicar que el favor de Dios es dependiente de la fidelidad de aquellos que estamos discipulando; sino que está basado en el mérito de Jesucristo en representación de ellos. Y verdaderamente nunca debemos indicar por medio de nuestra actitud o acciones que nuestra aceptación de ellos está basada en su desempeño. ¿Pero no conduce esta enseñanza del amor incondicional de Dios para con nosotros en Cristo a una actitud

descuidada de parte de algunos? Sí, así es, a veces hasta el punto de desobedecer voluntaria y flagrantemente. A estas personas debemos enfatizar que la gracia de Dios no niega los principios espirituales de que "Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará" (Gálatas 6:7), y que "El Señor disciplina al que ama" (Hebreos 12:6). El amor incondicional de Dios no se debe comparar con la permisividad e indulgencia. De la misma manera, nuestro amor debe ser incondicional pero no permisivo. Debe ser como el amor de Pablo expresado a los corintios: "Porque os escribí en mucha tribulación y angustia de corazón, y con muchas

lágrimas; para no entristeceros, sino para que sepáis cuan grande es el amor que tengo por vosotros" (2

Corintios 2:4). En todas nuestras relaciones de discipulado, debemos recordar que sólo somos ministros de Dios. Si Dios acepta a una persona por su gracia, nosotros debemos aceptar a una persona en base a lo mismo, amándolo incondicionalmente pero no permisivamente. El fundamento de nuestro discipulado debe ser el evangelio, no las disciplinas espirituales. Sólo una persona que está firmemente establecida en el evangelio puede manejar las disciplinas importantes de la vida cristiana sin caer en el legalismo5.

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Disciplinas espirituales

por Alan Andrews

ESTA SEMANA ESTUVE reflexionando en la idea de las disciplinas espirituales. Después de todo, palabras como

disciplina van en contra del posmodernismo y nuestra cultura orientada hacia la conveniencia. Debido a que a Los Navegantes se les ha conocido por mucho tiempo por su práctica de las disciplinas espirituales (las básicas), estas son algo en que todos pensamos y pasamos mucho tiempo practicando. El año pasado, leí otra vez el libro de Dallas Willard: Divine Conspiracy (La conspiración divina). En este libro, Willard habla acerca de cómo el mundo que experimentamos con nuestros sentidos no es el mundo real. El mundo real es el reino de Dios. Una de las dificultades que enfrentamos nosotros y los que ministramos es que el mundo que perciben nuestros sentidos está en conflicto con el mundo real que Dios inauguró con el Señor Jesús. Mantener nuestras mentes, pensamientos y acciones centradas en el mundo real requiere mucho trabajo. Ahí es donde las disciplinas espirituales pueden servirnos realmente. Willard ve a las disciplinas como herramientas o medios para permitir que la gracia de Dios fluya en nuestras vidas. Las disciplinas no permiten

que nos ganemos el favor de Dios, sino que en cambio, ayudan cada vez más a someter a nuestras mentes y cuerpos (conjuntamente con el Espíritu) para que podamos crecer en "presentar nuestros cuerpos como

sacrificio vivo" (Romanos 12:1). Pero el valor de las disciplinas sólo se siente cuando se llevan a cabo con la mentalidad correcta: "Se confirman a sí mismas cuando se llevan a cabo con fe y humildad", dice Willard. "Y usted realmente no necesita mucha fe y humildad si tan sólo permanece en ellas. Ellas harán el resto porque nos hacen receptivos al reino". ¿Entonces dónde debemos empezar? Yo aprecio cómo Willard desglosa las disciplinas en dos categorías principales: abstinencia y acción. Algunos de los ejemplos de la abstinencia son la soledad (es esencial estar fuera del contacto humano por largos períodos de tiempo para darle tiempo a nuestra carne para que deje de

responder a nivel "epidérmico"), silencio (quietud, hasta de nuestra propia voz), y otros que yo añadiría incluyen el ayuno (aprender que la comida no es lo que satisface y nos llena) y descanso (dejar toda actividad y estar quietos para escuchar al Señor Jesús). Necesitamos practicar disciplinas de abstinencia para librarnos de la constante información de la falsa realidad que nos transmite el mundo. Nosotros tendemos a estar más familiarizados con las disciplinas de acción. Estudiar, memorizar Escrituras y la meditación que son esenciales no simplemente para aumentar nuestro conocimiento o sentirnos más cerca a Dios, sino también para poder internalizar el orden y la naturaleza del reino en nuestros pensamientos, sentimientos y finalmente nuestras acciones. Si las disciplinas de abstinencia purifican nuestras mentes y corazones de la suciedad de la realidad del mundo, entonces estudiar (y las otras disciplinas de acción como la adoración y oración) nos llenan con la verdadera realidad de la presencia de Dios en nuestras vidas. Nuestro mundo está alejándose cada vez más de la realidad del reinado y gobierno de Dios. En esta época posmoderna y poscristiana en que vivimos, las disciplinas (las básicas) son ahora probablemente más valiosas y necesarias que nunca antes6.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR 1. ¿Cómo explica la relación entre la gracia y la disciplina? 2. ¿Cómo explicaría la importancia de las disciplinas espirituales a un discípulo en desarrollo?

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Los hábitos marcan la diferencia

por Randy D. Raysbrook

No se frustre la próxima vez que su discípulo no esté tan disciplinado como usted quisiera. En cambio, use estas

sugerencias para desarrollar hábitos piadosos en usted y otros. ¿Qué es lo que separa a los hombres y las mujeres grandiosas de Dios de los creyentes que pasan al olvido, dejando apenas una marca en la vida de alguien? Por lo menos parte de la diferencia está en sus hábitos. La gente que influye a otra se ha vuelto competente en los "principios básicos". Ellos determinan cuáles son los

patrones necesarios para mantener intimidad con Cristo y los convierten en prioridad en sus vidas. Dios nos diseñó para que, cuando no estemos completamente fuertes, los hábitos que hayamos establecido en nuestras

vidas puedan comenzar a tomar control. "Ya que los hábitos se convierten en poder", escribió E. Stanley Jones, "haga que trabajen con usted, no en contra de usted". Los hábitos en los principios básicos son importantes

porque: • Sirven a Dios. Dios es digno de nuestra continua atención. Los hábitos nos mantienen enfocados en él. • Nos ayudan. Sólo a través de pasar tiempo de manera regular con el Señor, con su Palabra y con su

pueblo podemos tener una experiencia con la plenitud de la vida que Jesús promete en Juan 10:10. • Ayudan a otros. No podemos ayudar a satisfacer las necesidades de otros a menos que estemos

creciendo en nuestra intimidad con el Señor. A través de la intimidad con Dios encontramos la gracia, fortaleza y el entendimiento necesario para amar a otros. Nuestro amor por los demás exige que nos disciplinemos.

Aquí tiene usted diez maneras para ayudarlo a desarrollar hábitos en los principios básicos. Muéstreselos y

explíqueselos a los discípulos que está capacitando.

1. TOME UNA DECISIÓN

Nuestra vida cristiana es un tapiz tejido con los hilos de las decisiones diarias. J. Oswald Sanders nos recuerda que nosotros nos clasificamos a nosotros mismos en la vida cristiana: La decisión es nuestra. Somos lo que escogemos. De manera que el punto de partida para tener una vida de consistencia piadosa siempre yace en las decisiones que tomamos. Por ejemplo, un momento devocional en las mañanas es una cuestión de voluntad. Nuestros sentimientos no son el problema. Una persona que maneja hacia una gran ciudad llena su automóvil con gasolina cuando lo necesita, no cuando a él se le antoja. De la misma manera, nosotros necesitamos regularmente satisfacer ciertas necesidades de nuestra vida espiritual ya sea que tengamos las

ganas o no. Las emociones son sirvientes de la mente, y la mente es sirviente de la voluntad. A menudo debemos escoger en contra de nosotros mismos para poder escoger a Dios.

2. DAR CUENTAS A OTROS Dar cuentas a otros nos protege de nuestras debilidades naturales y nos permite ministrar a otros ya que ellos

se convierten en parte de nuestro crecimiento. La responsabilidad hacia otros significa invitar a que otra persona le haga preguntas acerca de su caminar con Dios y de su vida. Su vida se convierte en un libro abierto

para discutir conjuntamente. El discipulado se trata de peregrinos que están en el mismo camino, alentándose, fortaleciéndose y amándose mutuamente. No obstante, esto se necesita hacer con creatividad. Usted necesita adaptar el método exacto de responsabilidad que usa a la personalidad y las necesidades de los individuos. Todos son diferentes, no hay la muy conocida "talla única".

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3. EMPIECE CON UN SISTEMA

Cualquiera que sea la disciplina con la que está trabajando, trate de encontrar un sistema regular que otros han usado con éxito. En la memorización de las Escrituras, por ejemplo, el Sistema de memorización de versículos bíblicos de Los Navegantes promueve el progreso consistente en la memorización y repaso de las Escrituras.

También hay a disposición una cantidad de herramientas excelentes para estudios bíblicos de discipulado y materiales afines. Hacer que un nuevo discípulo empiece con un sistema da a esa persona previsibilidad y

estructura, y esto ayuda a desarrollar hábitos de toda una vida. Al final, usted puede decidir crear sus propios sistemas. Si es así, que sean simples, y evalúelos regularmente para asegurarse de que estén estableciendo su consistencia y lo acerque a la meta de ser como Cristo.

4. RECUERDE LA LEY DE LA ABUELA

¿Se acuerda cuando era más joven y su abuela le prometía un pastel de manzana si usted se comía toda la espinaca? Esa es la ley de la abuela. Podemos usar el mismo principio para motivarnos a nosotros mismos y a

los demás. Muchos han adoptado el lema: "No hay Biblia, no hay desayuno". Un amigo mío sólo veía la televisión la misma cantidad de tiempo que pasaba leyendo y estudiando la Biblia.

5. IMPROVISE

Si se olvidó del tiempo de oración que tenía programado para esta mañana, no crea que ha echado a perder el día y que no se puede recuperar. Improvise y divida su tiempo de oración en varios segmentos cortos que

pueda incluir durante el programa de todo el día. Usted siempre puede encontrar maneras creativas de

disciplinarse para la piedad (1 Timoteo 4:7).

6. USE ASOCIACIÓN

Tengo un amigo que se comprometió a orar por mí diariamente. Lo hace cuando toma su pastilla diaria para la tiroides. Al vincular su oración con su pastilla siempre se acuerda de orar por mí. Sé de estudiantes que oran en la escuela o universidad cada vez que escuchan la campana indicando el término de alguna clase. Usted

también puede usar lugares de referencia por los cuales pasa camino al trabajo todos los días, y tomarlos como

una señal para orar o repasar versículos memorizados.

7. COMIENCE POR LO PEQUEÑO Y DESARROLLE

Su meta es la consistencia, no la cantidad. Comience con una meta pequeña, razonable y desarrolle de ahí en

adelante. Una meta que es demasiado baja es mejor que una que es demasiado alta. Usted siempre puede

aumentar su meta después, pero si la pone demasiado alta y falla, su desánimo puede impedir mayor crecimiento. "La esperanza que se demora es tormento del corazón" (Proverbios 13:12).

8. SI FALLA, PROSIGA

Cuando fallamos, Satanás hará que pongamos atención a nuestra insuficiencia, pero Cristo siempre hará poner nuestra atención en su suficiencia. Si usted se convierte en una persona indisciplinada, reconózcalo en oración,

pida en fe la ayuda del Señor para cambiar y prosiga. Proverbios 24:16 dice: "Porque siete veces cae el justo y se vuelve a levantar".

9. EMPIECE CON UNA ÁREA A LA VEZ

Sugiero que la primera disciplina espiritual con la que se enfrente sea un tiempo devocional regular o un programa de memorización de las Escrituras. A medida que desarrolle consistencia en esta área y comience a tener una mayor intimidad con el Señor, extiéndase hacia otras áreas. No trate de trabajar con todas al mismo tiempo. Dios puede guiarlo a través de la oración y su Palabra mientras crece en otras disciplinas espirituales.

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10. ESTÉ DISPUESTO A PAGAR EL PRECIO

Sin dolor no hay victoria. La piedad nos va a costar, pero si no costara nada no valdría nada. "Uno de los misterios de vivir", dijo Ted Engstrom, "es que aquello que se consigue fácilmente brinda muy poca satisfacción interna".

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Sesión 9

ESTUDIO BÍBLICO

EL PROCESO

DEL

DISCIPULADO TEMAS CLAVE

• ¿Cuáles son algunas de las interrelaciones entre el discipulado y la transformación?

• ¿Cuáles son los ingredientes principales que son cruciales para el proceso del discipulado? El proceso del discipulado no es una serie de sucesos, sino que es un recorrido. Incluye una serie sistemática de acciones dirigidas hacia el caminar con Cristo en una intimidad profundizante que resulta en una transformación a su semejanza. Así como ocurre con el crecimiento de un niño, implica etapas. Complete la siguiente declaración: "Si los discípulos se hacen, no nacen, entonces..."

TRANSFORMACIÓN

Con demasiada frecuencia la vida cristiana es considerada como un boleto al cielo en lugar de un recorrido de

transformación. "Cambio" es la letra pequeñita del contrato que olvidamos leer. Ser adoptados y formar parte de la familia de Dios, haber sido perdonados de nuestros pecados y recibir un nuevo estatus como coherederos con Cristo es en verdad parte del regalo. Pero seguir a Cristo demanda cambio, un cambio que viene de adentro. El cambio significa más que adquirir un nuevo punto de vista o una nueva teología. Involucra nuestra mente, emociones y voluntad. Afecta nuestro comportamiento, valores y creencias esenciales. El recorrido del discipulado consiste en conformarse a la imagen de Cristo.

La palabra transformar viene del griego metamorphoo de donde se origina la palabra morfo. La imagen en la naturaleza es la de una oruga transformándose en mariposa.

1a. Los siguientes versículos usan la palabra transformar. ¿Qué observaciones puede hacer en base a estos

versículos en cuanto al proceso de cambio? Romanos 12:1-3

2 Corintios 3:18

Filipenses 3:21

1b. Lea 1 Tesalonicenses 1. Note la correlación entre el cambio de vida y su impacto.

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1c. ¿Cómo ha experimentado usted el proceso de transformación en su recorrido espiritual?

1d. ¿Qué áreas cambian más lentamente de lo que usted quisiera?

1e. ¿Quién o qué cosa es el agente de cambio en los siguientes versículos? ¿Qué parte nos corresponde?

¿Cuáles son los resultados? Ezequiel 18:31

Ezequiel 36:26

Romanos 13:14

1 Corintios 15:51-54

2 Corintios 4:16

Efesios 4:22-24

Colosenses 3:9, 10

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Tito 3:5

1 Pedro 1:14-16

1f. Resuma en una sola declaración las ideas principales en cuanto a la transformación.

MODELOS QUE DESCRIBEN EL PROCESO DEL DISCIPULADO

MODELO FÍSICO

Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados han sido perdonados por causa de su nombre. Os

escribo a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, niñitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. (1 Juan 2:12-14, énfasis añadido)

Madurar a través de las etapas de crecimiento físico involucra cambio. No es fácil distinguir cuando uno pasa

de una etapa a la otra pero existen algunos indicadores.

2a. Basado en el pasaje anterior, ¿cuáles son los indicadores de madurez de cada una de sus etapas? Añada otros que usted crea que son importantes. Hijo/hijos espirituales

Jóvenes/adultos espirituales

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Padre o madre espiritual

MODELO DEL EVANGELIO

En su libro Jesús Christ Disciple Maker (Jesucristo el hacedor de discípulos), Bill Hull hace la observación de que en el entrenamiento de los doce discípulos hubo cuatro fases en el proceso. Fase 1: Ven y mira (Juan 1:35-39) Fase 2: Sígueme (Mateo 4:19) Fase 3: Quédate conmigo (Marcos 3:14) Fase 4: Permanece en mí (Juan 15:7, 8)1

2b. ¿Cómo cambió el entrenamiento de Cristo a los doce discípulos a través del tiempo?

2c. ¿Qué cambios observa usted en los apóstoles a través del tiempo?

MODELO DEL DIAMANTE Un diamante puede servir como gráfica para ilustrar el proceso de madurez. Con este modelo, el proceso se

ilustra en cuatro fases con los correspondientes resultados:

Discípulo 1. Evangelice para desarrollar al creyente. 2. Establezca para desarrollar un discípulo. 3. Prepare para desarrollar un discipulador. 4. Comprometerse para desarrollar un embajador.

Note que el proceso empieza en el mundo y regresa al mundo. Discipular a otros debe resultar en alcanzar a otros para Cristo. Cada fase se forma en base a la anterior. Las fases no están en secuencia sino que son acumulativas. Así como el llegar a ser padre se añade a la etapa de madurez de un adulto, así también el llegar a ser un discipulador se añade a la etapa de madurez de un discípulo. No dejamos una etapa a medida que maduramos.

Siempre somos hijos de Dios incluso cuando llegamos a ser padres espirituales.

METÁFORA DE LA CARRERA

Hay también una metáfora atlética del proceso de maduración. 2d. ¿Qué observaciones puede hacer en base a estos versículos en cuanto a los principios esenciales para una carrera o un proceso espiritual exitoso?

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Hebreos 12:1-3

1 Corintios 9:24-27

2e. Haga un resumen de las ideas principales de estos modelos.

INGREDIENTES PARA EL PROCESO DE CRECIMIENTO ¿Qué se requiere para desarrollar la madurez? Aunque es difícil crear una fórmula precisa de crecimiento, nosotros podemos identificar los ingredientes principales.

3a. ¿Cuáles son algunos de los ingredientes más obvios basado en los siguientes versículos?

Proverbios 27:17

Juan 14:21

Juan 17:17

Romanos 8:28

2 Corintios 12:9, 10

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Gálatas 3:3

Efesios 3:14-16


Hebreos 5:12

Hebreos 12:11

3b. ¿Cuál diría usted que fue el ingrediente principal en momentos de su mayor crecimiento espiritual?

3c. ¿Qué ingredientes cree usted que en este momento son importantes para aquellos que está discipulando?

RESUMEN 4. ¿Qué dicen estos versículos que es la parte que le corresponde a Dios y a usted en el proceso de transformación espiritual?

Lucas 24:25, 26, 31, 32, 45

114




Efesios 1:18, 19

Filipenses 2:12, 13

Hebreos 3:8, 12

5. ¿Cómo afectará su estudio del proceso de discipulado su manera de discipular a otros?

Nuestro Cristo resucitado dejó este legado —la Carta Magna de la iglesia— "hacer discípulos". Él proveyó tanto el modelo como el método. Su vida —y muerte— vuelven a formar la vida de los hombres. Él demostró que

usted no ha hecho nada hasta que no haya cambiado la vida de los hombres. HOWARD HENDRICKS

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Estamos juntos en todo esto

por Robert N. Nielsen

El discipulado no es tanto algo que le hacemos a las personas sino algo que somos con ellas.

COMIENZA LA CARRERA. Mis dos hermanos, Tomás y Miguel, se deslizaron en pi-cada por el río delante de mí, y se dirigían salpicando agua y gritando rumbo al mejor sitio para pescar. Yo fui el último en

salir del auto. Cuando llegué al río, después de tropezar con mis zapatos deportivos varias veces, ellos ya se habían ido. Después de varios intentos vanos de golpear a

alguna incauta trucha de río, tiré mi caña de pescar a la orilla y salí disparado. Mientras tropezaba

entre los arbustos al dirigirme hacia donde estaba mi papá, estaba seguro de que no había una sola

trucha amistosa en todo el riachuelo. Mi papá se había movido unos treinta metros del lugar donde habíamos entrado al río. Él estaba tranquilamente de pie con las aguas hasta las pantorrillas con un cigarrillo medio encendido, fumando de un lado de su boca, su caña y su sedal moviéndose entre los remolineantes grupos de

peces de manera perezosa, sin ningún apuro. Yo me acercaba a él por detrás y me quejaba. —No hay peces aquí —murmuraba yo, mirando

hacia abajo. —¿De veras? —sonreía él mientras levantaba la

parte de arriba de su cesta de pescar. Una mirada a la cesta y salió un chillido de mis

labios. Estaba casi llena de peces de arroyo. —¿De dónde sacaste estos? —pregunté con los

ojos muy abiertos. —¡Shhhh! —dijo él—. Mira hacia abajo donde

están tus pies. Ahora dime, ¿dónde vivirías si fueras un pez hambriento?

—Donde hubiera comida, por supuesto.

—Mira la roca que está aquí. ¿Ves la manera como el agua se hace un remolino a su alrededor? Si yo fuera un pez, esperaría al otro lado de la roca a que saliera flotando un gusano gordo. ¿Por

qué no lo intentas?

—Muy bien, pero ya lo intenté allí, ¡y no hay peces!

Usted sabe el final de la historia. El gusano no tenía

la menor posibilidad de sobrevivir. La trucha

116

hambrienta se lo tragó de golpe y yo saqué mi primer pez del viaje, junto con una lección que nunca olvidaré. Esta también fue mi primera lección en discipular, al estilo pescador. Momentos como este viaje de pesca me enseñaron que el discipulado significa relación. No hay mejor manera de aprender a pescar estos peces astutos que estar junto a

alguien que ya los pasó en astucia. Desde luego, discipular no es un proceso de saber más y atrapar

a la gente. Pero es el proceso de acercarse lo suficiente a la gente como para compartir su vida

por medio del ejemplo. Compartir por medio del ejemplo se convirtió en parte de mi vida desde muy temprano, y este proceso de discipulado de una vida a otra continuó cuando era estudiante- discipulador en la universidad.

DISCIPULADO DE UNA VIDA A OTRA

Lo que comenzó en noviembre de 1980 como una conversación durante una cena sobre el tema de

los

peligros

del

infierno,

lentamente

y

a

veces dolorosamente se convirtió en una amistad comprometida de toda una vida entre Donaldo y

yo, con Jesús de por medio. Comenzamos a reunimos formalmente así como informalmente. Pasamos mucho tiempo juntos, ganando un campeonato de baloncesto entre las

residencias estudiantiles, hablando hasta tarde en las noches, quejándonos de la comida de la cafetería y payaseando. Tratamos de guiar a la gente a que acepte a Jesús, hablamos acerca de las

luchas que teníamos en común para mantener la

pureza sexual, y a menudo expresábamos nuestro mutuo amor fraternal. Al final nos mudamos juntos a otra ciudad para iniciar un nuevo ministerio. Pocos son los amigos que tengo que me conocen como me conoce Donaldo. Desde aquella época estudiantil, Donaldo se mudó a otra ciudad, conoció y se casó con Abigail y siguió

una carrera en pedagogía. No los veo con la frecuencia que me gustaría pero nuestras vidas




están irremoviblemente entretejidas con transparencia, compromiso y honestidad. Durante los últimos quince años de discipulado, ciertas cosas se han vuelto más evidentes para mí:

La gente cambia porque quiere cambiar; generalmente no necesitan más conocimiento; y la

barrera para convertirse más como Cristo es mucho más emocional y espiritual que intelectual. Por lo tanto el discipulado es un proceso que necesita estar profundamente contextualizado por medio de la relación en vez de la transmisión de datos. El discipulado no es algo que hacemos con alguien sino algo que podemos ser con esa persona. Esta

distinción afecta mi manera de ver mi papel como discipulador. El viejo cliché que dice que algo se "entiende por medio del ejemplo en lugar de la enseñanza" aún es cierto. Nosotros animamos a que la gente crezca por medio del contexto de lo que decimos, así como el contenido de lo que enseñamos. Es difícil encontrar un balance, pero la vida de Pablo lo ilustra maravillosamente.

PABLO, EL MISIONERO MENTOR

El método balanceado de discipular de Pablo se ilustra claramente en 1 Tesalonicenses 2. Pablo demostró su amor para los tesalonicenses no sólo

por medio de la verdad que les enseñó, sino por la profundidad y pureza de su amistad. En 1 Tesalonicenses 2:3-5, Pablo afirma las razones por las cuales se está haciendo amigo de los tesalonicenses. Él quería agradar a Dios, no a los hombres. Él estaba siendo lo que Dios quería que

fuera, y haciendo lo que Dios quería que hiciera. En ese contexto, Pablo no sólo podía ofrecer la verdad del evangelio sino su vida entera debido a

su amor por ellos (1 Tesalonicenses 2:7, 8). Él fue como un padre y una madre para ellos;

cuidándolos, exhortándolos y animándolos a cada uno de ellos. Desde la perspectiva bíblica, la verdad expresada dentro de una relación amorosa siempre

es el mejor balance.

UNA CUESTIÓN DE CONFIANZA

¿Por qué es tan importante para el discipulado estar más que impartiendo conocimiento o

definiendo principios? Aquí hay dos respuestas que he descubierto a medida que trabajo con la gente.

LA GENTE NECESITA CONGRUENCIA

En la primera clase de comunicación verbal, aprendí que cuando una persona da dos mensajes, uno verbal y otro no verbal, el que es no verbal generalmente es el verdadero. Por ejemplo, si hago una mueca cuando digo: "Te quiero", usted probablemente cuestionaría la sinceridad de mis palabras. Cuando este doble mensaje ocurre en el proceso de discipulado, el discípulo no confía en el proceso o en el discipulador. Esto no quiere decir que el discipulador tiene que ser perfecto o esconder cualquier dificultad que él o ella esté pasando. De hecho, cuanto más revelamos de nosotros mismos, más demostramos integridad y tenemos un mayor impacto en las vidas de otros. Por eso es esencial que la gente vea nuestras faltas.

De lo contrario, ellos sospecharán que algo anda mal, ya sea con nosotros o con ellos. Ellos saben que sus vidas están llenas de faltas, de manera que si no nos ven desde todos los ángulos, ellos creerán que tenemos una fórmula mágica que necesitan encontrar, o saben intuitivamente que no somos

tan perfectos como aparentamos.

Cuando la gente nos ve fallar y aún así crecer, esto los libera para hacer lo mismo. Esto quita el candado de sus cadenas emocionales de temor y orgullo y los lanza hacia nuevas zonas de la vida. Cuando conocí a Pablo Drake, él era un ex marino

de mucho ímpetu. Él parecía comunicar por medio de sus palabras y de su vida que el éxito como

cristiano significaba ser tan disciplinado e

implacable como lo era ser parte del ejército. Esto era un tipo desenfrenado de fe sin mucha compasión. Francamente, eso no me atraía gran

cosa; pero Dios estaba a punto de intervenir. Al año siguiente, Dios usó problemas médicos angustiosos en su querida esposa, Georgia, para ablandar el corazón de acero de Pablo. El dolor de

Georgia fue el martillo que Dios usó en la vida de Pablo. Hoy en día, él es uno de los hombres piadosos más compasivos que conozco. Al observar este proceso de fracaso y cambio en su vida, quedé convencido de que yo también podía cambiar.

117




Como discipuladores, necesitamos abrirnos conscientemente a los que discipulamos para que nos vean por dentro, tanto nuestros éxitos como nuestros fracasos. Esta integridad y congruencia

proveen una plataforma tremenda para el cambio en su vida.

DAR Y RECIBIR

Otro aspecto del discipulado que va de la mano con el que nos vean internamente es dejar que el discípulo dé. Esto quiere decir que el discipulador está dispuesto a que el discípulo le enseñe. Como "discipuladores receptivos", somos llamados

a ser vulnerables y tener necesidad, mientras que permanecemos, de cierta manera, como representantes de autoridad. Contrariamente al instructor tradicional, quien tiende a estar alejado y da poca participación, nosotros dejamos que los discípulos sepan que estamos "en proceso de

formación" al igual que ellos. Debemos tragarnos la

"pastilla de la humildad" cuando admitimos que no lo sabemos todo y podemos aprender grandes lecciones espirituales y prácticas de nuestros estudiantes. No obstante, tanto el estudiante como el maestro crecen cuando dejamos que el estudiante dé. Ayudar a Braulio con su vida espiritual me animó

simplemente por la persona que él era. Sin embargo, el día que decidí dejar que me enseñara acerca de su pasión: amaestrar halcones, fue un momento decisivo en nuestra relación. Braulio es

un maestro halconero, y el proceso de convertirme

en un halconero nos dio la oportunidad de pasar mucho tiempo juntos. Pasamos horas en el campo

trabajando con pájaros y aprendiendo los detalles

de las correas de cuero. Estos fueron momentos que Braulio me dio, y permitieron que sintiera mayor libertad y profundidad para compartir otras

áreas de

su

vida

así

como

ofrecer

consejo

en

las áreas débiles de mi vida.

CREAR UN CONTEXTO PARA EL CAMBIO

Además de la transparencia y la capacidad de aceptar la enseñanza, un discipulador tiene que crear un contexto en el cual la gente quiera cambiar. Este contexto es el amor. A veces la gente simplemente necesita ayuda para resolver las

cosas. O necesitan ánimo para arriesgarse.

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Cuando conocí a Gregorio por primera vez, él era un creyente alto, bastante torpe que yo había comenzado a animar para que creciera en su fe. También era susceptible a avergonzarse. Un día, lo

inevitable sucedió durante un partido de fútbol con otros cristianos. Gregorio se sintió humillado y

dolido debido a su torpeza en medio de una jugada fuerte. Mientras que Gregorio y yo salíamos de la cancha de fútbol haciendo patinar las ruedas de su automóvil, él se puso a decir una serie de malas palabras, y todos los demás jugadores se nos quedaron mirando con la boca abierta. Yo no

estaba seguro de si real-mente quería estar sentado en ese carro. Afortunadamente, paramos casi inmediatamente en una tienda donde vendían refrescos. Comenzamos a gritarnos, y al final lloramos. No tenía la menor idea de cómo ayudar a este tipo, pero sabía que lo quería. De manera que

eso fue lo que le dije. Este fue un momento decisivo en nuestra relación. Al saber que era amado cuando se sentía menos amoroso, Gregorio se sintió libre para ser más honesto conmigo y hacer cambios adicionales en su vida.

EL COSTO DE DISCIPULAR

Discipular de una vida a otra es costoso. Significa que el discipulador tiene que compro-meterse más con el doloroso proceso de cambio en su propia vida que con ver que ese cambio se lleve a cabo en

la vida de otros. No funciona decir: "Haz como te lo

digo, no como lo hago". Quiere decir que nos vamos a involucrar con otras personas, no para

evitar lidiar con nuestra propia necesidad de

cambio o para ganar autoestima, sino porque amamos a Dios. También quiere decir invertir tiempo y ajustar

nuestro

propio

estilo

de

vida.

Eso

implica

sacar tiempo cuando ellos estén disponibles, especialmente si tienen un trabajo exigente. Tres días a la semana, me reúno con hombres de

negocios temprano a las 6 a. m. La gente de otro restaurante en la siguiente calle reserva un puesto cada jueves en la mañana. No es mi hora favorita para manejar en el tremendo tráfico de la mañana (California, en los Estados Unidos de América, es

famosa por el tráfico urbano de las 6:30 a. m.),




pero es la hora en que la gente ocupada está libre. Así que esa es la hora en que nos reunimos. Discipular de una vida a otra trae consigo la posibilidad de desilusión.

Mi compañero de cuarto de la universidad, a quien guié para que aceptara al Señor, se mudó de

habitación después de seis semanas de haber comenzado el semestre. Estaba hastiado de la presión de vivir con un "fanático seguidor de Jesús" como yo. Su salida súbita dificultó que yo viviera tranquilo por un buen tiempo. Hubo noches en que dudaba de mí mismo y me sentía culpable, me preguntaba si lo había lastimado y contribuido a

que tuviera un corazón duro. Yo no les caía bien a sus nuevos amigos y ellos dibujaban símbolos, muchos de ellos ofensivos, en la puerta de mi habitación. La rebelión de mi ex compañero de cuarto al final lo condujo de regreso a las drogas y a dejar la

universidad. Una noche muy tarde, sin embargo, me despertó un grito indescifrable y golpes en mi puerta, era mi ex compañero de habitación, quien estaba drogado y necesitaba de mi ayuda. Lo tuve que llevar rápidamente a una sala de emergencia

Fue alentador saber que confiaba en mí lo suficiente como para venir a pedir ayuda. Pero a menudo siento dolor de que él nunca haya seguido al Señor después de eso.

Involucrarse en la vida de las personas en lugar de solamente impartir información nos abre al verdadero dolor. Cuando amamos bastante y crecemos con la gente que estamos ayudando, es aún más doloroso si ellos eligen dejar de crecer y cambiar. Discipular de una vida a otra me ha dado grandes recompensas a través de los años, y no cambiaría mis experiencias por nada. Verdaderamente

implica un sacrificio de todo lo que somos. Como el apóstol Pablo, necesitamos estar dispuestos a dar "no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas". Nosotros podemos dar nuestra vida a otros sólo en el contexto de estar en una relación con ellos. Eso

fue lo que saqué, junto con mi trucha, de mis viajes

de pesca con mi papá, un concepto de presentar la verdad en el contexto de las relaciones. Si usted puede hacer eso mientras pasa un buen tiempo de pesca en un frío riachuelo, ¡mejor!

en el hospital más cercano para que limpiaran su estómago de las drogas.


1. ¿Puede recordar algún momento en el que usted aprendió una lección importante por medio del ejemplo; "algo que se entiende por medio del ejemplo en lugar de la enseñanza"?

2. ¿Por qué cree que tendemos a esconder nuestros defectos y fallas?

3. Discipular significa ajustar nuestro estilo de vida incluso cuando es doloroso. ¿Qué ajuste doloroso ha hecho desde que comenzó a discipular a otros?

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> CONSEJOS PARA DISCIPULAR

Maneras de ayudar a un discípulo apático

por Rebecca Livermore

A pesar de nuestros mejores esfuerzos, siempre tendremos momentos en que la apatía ataca a la gente a la

que discipulamos. Sus tiempos devocionales consistentes quizás fallen. Puede que dejen de completar sus estudios bíblicos, pongan excusas para no asistir, o lleguen pero se rehúsen a participar. Su celo por testificar puede desvanecerse. Después de un tiempo puede que hasta lo eviten a usted, rehusando incluso a contestar sus llamadas telefónicas y expresando irritación cuando trata de contactarlos. Hebreos 10:24, 25 nos exhorta a motivarnos hacia el amor y las buenas obras. La oración es una de las mejores

maneras para motivar a un discípulo apático. Ore, como lo hizo Pablo en Efesios 1:17-19, para que "habiendo sido iluminados los ojos de vuestro entendimiento, para que conozcáis cuál es la esperanza a que os ha

llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la inmensurable grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la operación del dominio de su fuerza". Colosenses 1:9- 12 es otro buen pasaje bíblico para orar.

A VECES LA APATÍA ES EL RESULTADO DE LA FATIGA

Si usted cree que este podría ser el caso, diga, como Jesús dijo a sus discípulos en Marcos 6:31: "Venid aparte a

un lugar desierto, y descansad un poco". Tengan un retiro de fin de semana juntos. Dejen la agenda, las tarjetas de memorización de Escrituras y el estudio bíblico. Caminen y hablen. Lean, oren, ya sea juntos o separados. Siéntense en silencio. Escuchen música relajante. Si todo lo que quiere hacer su compañero es dormir, deje que lo haga. Su objetivo es descansar, sea como sea.

A VECES LA APATÍA SURGE DE LA FALTA DE ENFOQUE

Hebreos 12:3 nos revela el secreto de la perseverancia: "Considerad, pues, al que soportó tanta hostilidad de

pecadores contra sí mismo, para que no decaiga vuestro ánimo ni desmayéis". A veces cuando estamos discipulando a la gente, tratamos de alimentarlos tanto en tan poco tiempo que no pueden absorberlo todo. Simplifique su enfoque y el de ellos haciendo a un lado todos los demás objetivos para concentrarse en Jesús. Estudien la vida de él juntos. Hablen de cómo su ejemplo lo inspira a continuar. Cuando venga la apatía, baje sus expectativas, ofrezca la opción del descanso, apóyese en Dios a través de la oración, y enfóquese en la fuente de la vida que está dentro de usted.

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Sesión 10

> ESTUDIO BÍBLICO

LA IMPORTANCIA

DE

LA

PALABRA

TEMAS CLAVE

• ¿Son las Escrituras el único fundamento seguro para la vida y el ministerio? • ¿Qué es lo que dice la Biblia acerca de su autoridad y suficiencia? • ¿Cómo puede plantar profundamente la Palabra de Dios dentro del corazón de un nuevo discípulo?

INTRODUCCIÓN

Cuando se ayuda a establecer a nuevos discípulos, nada es tan crucial en sus relaciones con Cristo como el arraigarlos en la Palabra de Dios. Pedro implica que el apetito por la Palabra de Dios es un indicador del nuevo

nacimiento: "Desead como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación" (1 Pedro 2:2). El hambre por la Palabra es esencial para el crecimiento y la vida saludable. Existen muchos sustitutos, pero nada alimenta la vida como la Palabra de Dios. Para muchos, la Palabra es una opción simpática, un libro histórico o una formulación religiosa. No podemos asumir que los nuevos creyentes sostienen un punto de vista que realza la autoridad y suficiencia de las Escrituras. Ellos generalmente comienzan su recorrido espiritual como ignorantes de la Biblia o con conceptos equivocados con respecto a las verdades que ella

contiene. Ellos pueden venir de un punto de vista que dice que toda verdad es relativa, que no hay absolutos. Para ellos, la Biblia es una entre muchas fuentes, pero no la autoridad sobre sus vidas y prácticas. Cuando discípula a otros, necesita aclarar dos cosas:

1. Las Escrituras son su autoridad en la vida. Usted debe creer y demostrar que la Palabra de Dios es la

autoridad final y que está sometido a lo que ella dice. Es autoritaria y suficiente para usted. 2. Las Escrituras son esenciales y suficiente para ellos. La transformación a la imagen de Cristo no puede

ocurrir sin la obra purificadora y recreadora de la Palabra.

Suficiente: "Bastante para lo que se necesita. Apto, idóneo". Autoridad : "Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o derecho. Potestad, facultad, legitimidad. El poder o derecho de dar mandatos, reforzar la obediencia, tomar acción, o tomar decisiones finales" (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).

Hay dos métodos para demostrar la autoridad y suficiencia de las Escrituras. Uno es defenderla, debatirla y

presentar un argumento apologético de su verdad. El otro es usarlo, demostrando directamente su poder.

Hebreos 4:12 dice: "Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las

intenciones del corazón". Usted puede debatir el poder de una espada o usarla. Pero es mucho más

convincente simplemente usar una espada que explicar la superioridad de la estructura molecular del acero. Con tantos recursos a la mano hoy en día, es fácil enfrentar los asuntos de la vida refiriéndose a lo que dicen

otras personas en lugar de lo que dicen las Escrituras. Los nuevos creyentes necesitan saber que pueden ir a las Escrituras, con el poder del Espíritu Santo, y escuchar hablar a Dios directamente a ellos. Necesitan ver a la Biblia como la carta de amor de Dios para ellos. Necesitan desarrollar la confianza de que la Biblia habla hoy en día, que les habla a ellos y que pueden entenderla.

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1. En base a estos versículos, ¿cuáles son algunos de los símbolos que usan las Escrituras para describirse a sí

mismas? Explique las implicaciones. Salmo 119:105

Hebreos 4:12

Santiago 1:23-25

2. ¿Cómo vio la Biblia Jesús?

Mateo 4:3-11

Mateo 5:17-20

Marcos 2:24-26

Juan 8:55, 56

Juan 10:34, 35

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ARRAIGÁNDOSE EN LA PALABRA DE DIOS

Como discipulador de otros, un tema clave no sólo es la autoridad de las Escrituras sino también su suficiencia.

LA PALABRA COMO CLAVE PARA LA ESTABILIDAD Lea Salmo 1:1-3 y haga un dibujo que represente lo que se

describe.

4. Mire su dibujo y conteste las siguientes preguntas: ¿Qué representa el árbol?

¿Qué representan las raíces?

¿Qué representa el agua?

¿Qué se ve, que no se ve?

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¿Cómo se compara esto a la vida espiritual?

¿En qué se parece a un árbol una persona que medita en las Escrituras?

LA PALABRA COMO PODER PARA CONSEGUIR LA VICTORIA 5a. ¿Qué observaciones puede hacer en cuanto a la autoridad y suficiencia de las Escrituras cuando Cristo se

enfrenta a Satanás en Mateo 4:1-11?

5b. ¿Cuáles son las implicaciones para el discipulado de otros?

LA PALABRA COMO LO ESENCIAL PARA LA VIDA

El libro de Deuteronomio es una colección de discursos que dio Moisés al final de su tiempo como líder de Israel. Los discursos fueron un resumen de las lecciones aprendidas del período rocoso (y polvoriento) de

cuarenta años andando en el desierto. Mientras Moisés hablaba, el pueblo habría estado reflexionando en: • Cómo llegaron a Egipto setenta personas unos cuatrocientos años antes y ahora son cientos de miles de

personas. • Cómo cambiaron la esclavitud por la libertad para reclamar la tierra prometida. • Cómo se dio la ley en el monte Sinaí. • Cómo se estableció el tabernáculo y la adoración. • Cómo no le creyeron a Dios en Cades Barnea. • Cómo Dios disciplinó a Moisés por su falta de fe. • Cómo una vez más estaban en el umbral de la entrada a la tierra prometida y estaban siendo honrados

con un nuevo comienzo.

6a. Deuteronomio 32:44-47 es un resumen del resumen. Son las palabras finales de Moisés. Lea los versículos

cuidadosamente y fíjese: ¿Qué está diciéndole a la gente que haga?

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¿Por qué les está diciendo esto?

6b. Parafrasee en sus propias palabras este resumen final.

LA PALABRA COMO LA CLAVE PARA LA PROSPERIDAD Y EL ÉXITO Cuando Moisés muere, él deja a cargo a Josué. Josué ahora se enfrenta al reto más grande de su vida: lograr lo

que Moisés no pudo. Su misión es guiar a este pueblo nómada, rebelde, independiente e impredecible hacia lo desconocido. Él debía guiarlos a la tierra que sus padres habían temido tomar cuarenta años antes.

A medida que Josué reemplaza a Moisés en este momento crucial, Dios le habla utilizando las palabras que se encuentran en Josué 1:1-9.

7a. En este pasaje, ¿qué promesas le hizo Dios a Josué?

7b. ¿Cuáles fueron las condiciones de las promesas?

7c. ¿Cuáles fueron las instrucciones para Josué? ¿Qué debía hacer?

7d. ¿Qué cosas en común ve entre Josué 1:1-9 y Deuteronomio 32:45-47?

7e. ¿Qué implicaciones tiene todo esto en su vida?

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ARRAIGANDO A OTROS EN LA PALABRA DE DIOS

Como discipulador de otros, transmitir la creencia en la autoridad y suficiencia de la Biblia es de vital importancia. A medida que usted piensa en su ministerio de discipulado, ¿tiene usted plena confianza y

depende de la Palabra para causar cambios en la vida de otros? ¿Cree usted que las Escrituras son poderosas

para cambiar vidas desde dentro hacia afuera? ¿Contesta usted preguntas, trata problemas, o enseña principios basados en las Escrituras o en la lógica, experiencia y la opinión de otros? ¿Está enseñando a otros a

nutrirse en base a las Escrituras o dependen de la comida que usted ha digerido con anticipación?

LA PALABRA, SE NECESITAN TRABAJADORES CON DESTREZA

8. Tome en cuenta 2 Timoteo 2:15 y describa en sus propias palabras lo que debería ser un trabajador que maneja correctamente la Palabra de verdad.

LA PALABRA, EQUIPO COMPLETO PARA EL MINISTERIO 9. Lea 2 Timoteo 3:14-17 y 2 Timoteo 4:1, 2. Defina las palabras clave de estos pasajes, y haga un resumen de lo que Pablo esperaba de Timoteo.

LA PALABRA PARA LA SABIDURÍA DE UN NUEVO DISCÍPULO Nosotros fallamos en nuestro deber de estudiar la

Palabra de Dios no tanto porque sea difícil de entenderla, no tanto porque sea monótona y aburrida, sino porque es trabajo. Nuestro problema no es la falta de inteligencia o de pasión. Nuestro problema es que somos perezosos.

R. C. SPROUL

10a. Lea Proverbios 2:1-11. En este pasaje, ¿qué acto se requiere del "hijo"?

10b. ¿Qué promesas hace el Señor?

10c. Compare y contraste una búsqueda de un tesoro escondido con obtener la verdad que cambia vidas que

se encuentra en las Escrituras.

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RESUMEN

11. Reflexione en estas preguntas: • ¿Está usted demostrando la realidad que quiere transmitir a otros? • La cuestión no es tanto si usted cree que la Biblia es la verdad, sino ¿lo tiene cautivado?

• Cuando habla la Biblia, ¿debate, racionaliza o ignora usted sus enseñanzas? • ¿Sabe cómo excavar en pos de la verdad bíblica, explotar sus riquezas y buscar su tesoro?

• ¿Le da energía y lo sostiene? • ¿Es su mapa vial, su manual de vida, su fuente diaria de alimento esencial? • ¿Es su protección y espada? • ¿Tiene la destreza y la confianza en su habilidad de manejarla para ayudarle en la vida?

12.Deduciendo de lo que ha estudiado, escriba una declaración referente a la autoridad y suficiencia de las

Escrituras.

13. Haga una lista de las formas en que usted puede ayudar a que un discípulo llegue a apreciar y reconocer la

autoridad y suficiencia de la Palabra de Dios.

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Hablando el idioma de Dios

por Joni Eareckson Tada

LA GRAN VENTANA DEL Aeropuerto Internacional de Baltimore en Washington en los Estados Unidos de

América, era el marco de una tarde gris. Nuestro vuelo se atrasó, y los asientos de la sala de espera estaban llenos. Judy y Bárbara estaban de pie junto conmigo para orar, algo que a menudo hacemos antes y después de los vuelos. Estaba triste por varias razones, incluyendo la noticia de que nos faltaba dinero para iniciar un

programa para alcanzar a niños con capacidades diferentes de varios orfanatorios de Europa Oriental. Al leer la tristeza en mis ojos, Bárbara extendió sus manos a las de Judy y las mías. Después de alabar y dar gracias, ella oró con una suave voz revestida de confianza: "Señor, envía el

grano, el vino y el aceite. Envía la lluvia temprana... la lluvia tardía... y produce una maravillosa cosecha

de bendiciones". Reconocí los rastros de Joel 2:19: "El SEÑOR respondió a su pueblo diciendo: 'He aquí yo os envío granos, vino nuevo y aceite; y seréis saciados'". Mientras Bárbara estaba repitiendo la parte referente al grano, aceite y vino, sentí la presencia de una cuarta persona que se puso entre Judy y yo. Luego una quinta persona se juntó a nosotros y juntos los que recién llegaron acentuaban la oración de mi amiga con "amén". Cuando terminamos, prácticamente no tuvimos tiempo para intercambiar nombres con nuestros inesperados compañeros de oración, un matrimonio. Antes de ir rápidamente a tomar

nuestro vuelo, el esposo dobló un billete de cien dólares en la mano de Bárbara. Ella sacudió el billete en el aire como si fuera una bandera de victoria. "Sí, aún mientras estaba hablando en oración, ¡el ángel vino con la respuesta!". "Joni", continuó ella mientras ponía el billete en el bolsillo de mi saco, "¡estos son los primeros frutos

de lo que Dios va a proveer!". Tenía razón. Y no me sorprendió. Cuando Bárbara ora, suceden cosas. He aprendido a través de los años de interceder con ella, que las oraciones de

Bárbara tienen poder con Dios.

EL ACENTO DE DIOS

Creo que la efectividad de Bárbara en la oración es,

por lo menos en parte, porque ella ha aprendido a

128

orar en el idioma del Padre. Bárbara incluso responde usando el idioma de Dios: Su "aún

mientras estaba hablando en oración" era una paráfrasis de Daniel 9:21. He aprendido a seguir la dirección de Bárbara y sazonar mis oraciones con la Palabra de Dios. Es

una manera de hablar a Dios en su idioma; hablando su dialecto, usando sus palabras,

utilizando sus expresiones idiomáticas (he fastidiado frecuentemente a Bárbara diciendo que

escucho el acento de Dios cuando ella ora). Si orar "en el nombre de Jesús" sale con tanta naturalidad como respirar, entonces necesitamos orar "en la Palabra" así de natural. La Biblia enfatiza que Dios honra dos cosas sobre todas las demás: Su nombre y su Palabra. "Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas", escribió David en Salmo 138:2. La oración condimentada con la Palabra de Dios es una oración exaltada. Esto no es simplemente un asunto de vocabulario divino. Es asunto de poder. Cuando traemos la Palabra de Dios directamente a nuestra oración, estamos trayendo el poder de Dios. Hebreos 4:12

declara: "Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos". La Palabra de Dios es viva, de manera que hace una infusión de vida y vitalidad en nuestras oraciones. La Palabra de Dios es también activa, inyectando energía y poder a nuestras oraciones. Escuchen cómo Dios describe sus palabras a Jeremías: "¿No

es mi palabra como el fuego, y como el martillo que despedaza la roca?" (Jeremías 23:29). Las Escrituras le dan consistencia y poder a nuestras oraciones.

SU LIBRO DE ORACIÓN

Estoy convencida de que Dios se goza cuando conscientemente utilizamos su Palabra en nuestras

oraciones. Eso le muestra la importancia que le ponemos a nuestras peticiones. Demuestra que




hemos pensado con detenimiento en nuestras peticiones y alabanzas y las hemos alineado con la cuerda de plomada que son las Escrituras. Esto subraya la gran importancia y apreciación que

tenemos por su Palabra y demuestra que sinceramente buscamos su corazón en el asunto

por el cual estamos orando. Usar la Palabra de Dios en oración, oración de las Escrituras, como a veces se le llama, ofrece una familiaridad divina a nuestras palabras, marcándonos como sirvientes que poseen un conocimiento básico del libro más poderoso de oración jamás escrito: la Biblia. Los santos de las Escrituras practicaron este tipo de

oración. El profeta Habacuc apeló a Dios en base a su Palabra durante un tiempo de profunda angustia nacional: el ejército despiadado de Babilonia estaba listo para arrasar con el país como agua que sale de una represa. Sí, el profeta estaba de acuerdo con el Señor de que Judá se merecía su

juicio. ¿Pero cómo podía Dios usar a un pueblo aún

más malvado que ellos como su vara de disciplina? Habacuc citó pequeñas porciones de Salmos y Proverbios mientras hablaba con Dios: "Eres demasiado limpio como para mirar el mal; tú no puedes ver el agravio. ¿Por qué, pues, contemplas a los traidores y callas cuando el impío destruye al más justo que él?" (Habacuc 1:13).

David le suplicó a Dios en oración basado en lo que sabía que era cierto del Señor usando las Escrituras: "Acuérdate, oh SEÑOR, de tu compasión y de tu misericordia, que son perpetuas... Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu

bondad, oh SEÑOR" (Salmo 25:6, 7). ¿Suena atrevido recordarle a Dios su carácter y sus

promesas? ¿Parece presuntuoso? Quizás, si usted

no está familiarizado con los hábitos de oración de los santos como Habacuc y David. No obstante, el Señor desearía que clamáramos su amor,

imploremos

a

su

santidad,

le

recordemos

su bondad, contemos su longanimidad, le presentemos su firmeza y oremos en su poder. En Isaías 1:18, Dios nos invita: "Venid y razonemos

jun-tos". Él nos anima a que le hablemos.

ORACIONES ENTRETEJIDAS CON LA PALABRA

A menudo asisto a reuniones de oración donde se distribuyen varias peticiones de sanidad, finanzas,

seguridad para un viaje o ascensos de trabajo. Naturalmente, nosotros deseamos orar por esas cosas. Pero un vistazo más de cerca a la Palabra de Dios revela maneras más profundas y más

divinamente inspiradas de orar por los amigos y la familia. ¿Hay cáncer? Sí, hay que orar por sanidad, pero también hay que orar por las muchas bendiciones del Salmo 119:140: "Sumamente pura es tu palabra; tu siervo la ama". Qué fuerte es orar: "Señor, este cáncer está probando tus promesas en la vida de mi amiga que está enferma, pero tú eres fiel a todas las promesas que le has hecho. Que tu

sierva ame tus promesas en este tiempo de prueba". ¿Hay necesidad por las finanzas? Sí, hay que orar por la necesidad de dinero, pero también hay que orar por las recompensas de Proverbios 15:17: "Mejor es una comida de verduras donde hay

amor, que de buey engordado donde hay odio". Qué vigorizante es orar: "Señor, la bendición financiera no es el enfoque; tu Palabra dice que el amor debería serlo. Que aprendamos a vivir con poco si eso significa apoyarse más en ti y el uno en el otro". Cuando oro por niños discapacitados que conozco, intercedo con Mateo 19:14 en mente: "Jesús les

dijo: 'Dejad a los niños y no les impidáis venir a mí, porque de los tales es el reino de los cielos'". En Mateo 19:15 se nos muestra la imagen de Jesús poniendo tiernamente sus manos sobre cada niño. "Señor Jesús", diría yo, "Tu corazón estaba lleno de

amor para con los niños cuando caminaste sobre la tierra. Puedo imaginarte despeinando sus cabellos, haciéndolos brincar sobre tus rodillas y poniendo

tus manos sobre sus cabezas para darles una bendición. Si tu corazón estaba lleno de amor para con los niños y niñas que podían caminar hacia ti,

cuánto

más

debe

rebozar

tu

corazón

por

la pequeña Juanita que tiene espina bífida o Benjamín que tiene parálisis cerebral. Que hoy día sientan tu mano de bendición sobre sus cabezas". A menudo, es apropiado citar un pasaje entero, reemplazando el pronombre del pasaje con el nombre de la persona. Colosenses 1:9-12 es un buen ejemplo bíblico para orar de esta manera: "Le ruego a Dios que llene a Susana del conocimiento

de su voluntad en toda sabiduría y plena

129




comprensión espiritual; para que Susana ande como es digno del Señor, a fin de agradarle en todo; de manera que produzca fruto en toda buena obra y que crezca en el conocimiento de Dios; y

que sea fortalecida con todo poder, conforme a su gloriosa potencia, para toda perseverancia y

paciencia. Con gozo doy gracias al Padre". Recuerde, la Palabra de Dios es viva, activa y poderosa. Las oraciones cubiertas con la Palabra de Dios no sólo producen cambios fundamentales en gente y situaciones, sino que esas oraciones nos mantienen en contacto con las prioridades de Dios. Entretejer la Palabra de Dios con nuestras

oraciones pone sus propósitos al frente de toda petición.

CLASES DE IDIOMA

Bárbara es una buena instructora de cómo orar usando las Escrituras. Ella sugeriría que, primero, debamos leer porciones largas de la Palabra de

Dios, no necesariamente como estudio bíblico, sino para buscar entendimiento que pudiésemos aplicar a las peticiones o alabanzas. Luego, debemos meditar en aquellas porciones que revelan una verdad en particular y que podemos aplicar en oración. Evalúe cómo un pasaje podría traducirse a una petición específica, pregúntese: "¿Me motiva

este versículo a orar por alguien que esté teniendo esa necesidad? ¿Es posible usar algunas palabras de las Escrituras mientras oro?". Entonces formo una oración personal, enriquecida por el pasaje que he escogido. Suponga que su hermano esté sintiendo como si la

vida se hubiera acabado desde que falleció su

esposa. Una mañana usted está leyendo Filipenses

1:6: "El que en vosotros comenzó la buena obra, la

perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús". ¡Aja! piensa usted. Esto es justo lo que necesita mi

hermano. Así que usted ora: "Señor, me aferró a este pasaje por mi hermano. Ayúdalo a ver la buena obra que quieres realizar en su vida a través

de este doloroso evento. Complétalo, Señor Jesús. Sé que serás fiel a la promesa que se encuentra en Filipenses 1:6, y aunque mi hermano puede que esté demasiado deprimido para pedir, te hago responsable por tu Palabra".

130

A medida que usted centra sus oraciones en la Palabra de Dios, su poder y vida se convierten no sólo en parte de aquellos por los que ora sino también como parte suya. Enfóquese en citar las

misericordias de Dios en oración como lo hizo David, y usted se volverá más misericordioso. Ruéguele que le dé de su sabiduría, citando Proverbios 4, y la sabiduría será suya. Centre sus peticiones en su santidad, y usted crecerá en santidad.

UN ENGRANDECIMIENTO DE SUS PROMESAS

E. M. Bounds era conocido por su extraordinario hábito de orar. Una vez él testificó:

La Palabra de Dios es el punto de apoyo sobre el cual se pone la palanca de la oración, y por medio del cual las cosas se mueven con gran

poder. Su Palabra se convierte en la base, la

inspiración de nuestra oración, y hay circunstancias en que por la oración inoportuna, podemos conseguir un... engrandecimiento de sus promesas.

Bárbara diría: "¡Amén!", y yo también. Nunca olvidaré el momento en que recibí un "engrandecimiento de sus promesas" por haber orado en base a las Escrituras. Fue a comienzos de la década de los 80, no mucho después de la luna

de miel de dos recién casados: Ken y yo. Me enteré de que mi flamante esposo prefería pasar los lunes en la noche delante del televisor con rodajitas fritas de tortilla mexicana, salsa picante y los partidos de fútbol americano en lugar de ser mis manos para escribir el estudio bíblico por mí. ¡Qué horror! Pensé, ¡no es un hombre de la Palabra! Tenía muchas ganas de que mi esposo cambie, pero mis quejas y reprensiones sólo empeoraban

las cosas. Me sentí como una mártir, busqué ayuda en la Palabra de Dios y me tropecé con estas

palabras de Filipenses 2:3, 4: "Nada hagáis por rivalidad ni por vanagloria, sino estimad humildemente a los demás como superiores a

vosotros mismos; no considerando cada cual solamente los intereses propios, sino considerando cada uno también los intereses de los demás". ¡Ay!, eso era para mí, pensé. Quería que Ken cambiara por razones egoístas, para que cumpliera con mis expectativas. Y para ser sincera, yo no lo




consideraba "mejor que yo". Sentía que yo era la que tenía la razón. Sentía que yo era la que entendía todas las cosas espirituales, no él. Al sentirme convicta de pecado, estos versículos

me impulsaron a progresar mucho en la oración por Ken. Yo sinceramente quería seguir la Palabra

de Dios y tener humildad, así como también considerar a Ken como superior a mí. ¿Cómo podía estar al tanto de sus intereses? Me puse a hojear ansiosamente la Biblia hasta que encontré el pasaje perfecto para orar por mi esposo.

¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién

permanecerá en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón, que no ha elevado su alma a la vanidad ni ha jurado con engaño. Él recibirá la bendición del SEÑOR, y la justicia del Dios de su salvación. Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. (Selah). ¡Levantad, oh puertas, vuestras cabezas!

Levantaos, oh puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? ¡El SEÑOR, el fuerte y poderoso! ¡El SEÑOR, el poderoso en la batalla! (Salmo 24:3-8).

Me pasaba noches en nuestro cuarto, orando: "Señor, tú quieres que Ken esté en tu lugar santo,

que tenga manos limpias y corazón puro. Que provoques en él elevar su alma a ti y recibir tu bendición. Que busque tu rostro. Levanta las puertas del corazón de Ken para que tú, el Rey de

gloria, ¡puedas entrar! Señor, dile: 'Yo, el Rey de

gloria, entraré y gobernaré tu vida. Yo, el SEÑOR, el fuerte y poderoso'".

es evidente que Cristo está sentado en el trono del corazón de mi esposo (él está en el proceso de memorizarse todo el Sermón del monte; y yo no lo forcé, ¡de veras!). Otra cosa es evidente: A Ken le

siguen encantando los partidos de fútbol americano los lunes en la noche. ¡Lo que ha

cambiado es que a mí también me encantan! Y he encontrado otras "manos" para que me ayuden a escribir mis estudios bíblicos en otras noches. Comencé a orar el Salmo 24 por mi esposo, creyendo que Dios lo cambiaría; pero Dios hizo mucho más que eso, él me cambió a mí. Fue, como diría E. M. Bounds, "un engrandecimiento de sus

promesas". Estoy convencida de que aún estamos sintiendo las repercusiones de la oración de esa Escritura. Eso es porque estaba basada en el Salmo 24 y era viva, activa y poderosa, produciendo cambios fundamentales en mí cuando más se necesitaba; y en mi esposo también. La Biblia es nuestro libro de oración, y seríamos

negligentes si descuidáramos sus riquezas. Tiene la llave para encontrar la voluntad de Dios cuando oramos, proveyendo balance y significado. Abundan los temas grandiosos; la santidad de Dios, sabiduría, fidelidad, soberanía, amor y misericordia, todo lo cual embellece nuestras alabanzas, adorna

nuestras intercesiones, cubre de bordados a

nuestras peticiones y da peso y significado a cada súplica. Por encima de todo, usar la Palabra de Dios en oración es prácticamente lo más cercano que

podemos estar a la Palabra viva, el Señor

Jesucristo. Si vamos a orar en su nombre, tiene sentido que hablemos en su idioma.

No les puedo decir la cantidad de veces que oré de

esta manera. Pero ahora, después de varios años,

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR 1. ¿Por qué es beneficioso orar en base a las Escrituras? (Incluya sus propias ideas así como también perspectivas presentadas en el artículo).

2. ¿Cómo podría usted hacer que la oración de las Escrituras sea una práctica más constante en su vida?

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Cómo orar por su discípulo usando las Escrituras

por John D. Purvis

Lo que sigue a continuación son algunas lecciones que mi esposa y yo hemos aprendido al orar por otros, especialmente usando el poder de la Biblia. Sabemos que estamos a salvo si recurrimos a Dios en base a lo que él ya ha dicho acerca de algún desafío o problema en la vida de un nuevo discípulo.

A. USE UNA CONCORDANCIA PARA BUSCAR LAS ESCRITURAS

Digamos que mi discípulo tiene el problema de hablar con dureza. Voy a la concordancia de mi Biblia y busco el tema. Pueda que encuentre palabras relacionadas como hablar, lengua, palabras. Encuentro los versículos que ofrecen promesa, súplica o un principio. Pongo los versículos que me gustan en mis páginas de oración para el discípulo.

B. ORE ESTAS ESCRITURAS POR UN NUEVO DISCÍPULO Ejemplo: Pedir a Dios que ablande la manera dura de hablar de Joaquín:

• Proverbios 21:23 "El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias". • Proverbios 25:15 "Con larga paciencia se persuade al jefe, y la lengua blanda quebranta los huesos". • Efesios 4:29 "Ninguna palabra obscena salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación

según sea necesaria, para que imparta gracia a los que oyen". • Colosenses 4:6 "Vuestra palabra sea siempre agradable, sazonada con sal, para que sepáis cómo os

conviene responder a cada uno". • Santiago 3:9-10 "Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han

sido creados a la semejanza de Dios. De la misma boca sale bendición y maldición. No puede ser, hermanos míos, que estas cosas sean así ".

Que (NOMBRE DE LA PERSONA) ore por todo y sea agradecido bajo todas las circunstancias: • Filipenses 4:6 • 1 Tesalonicenses 5:18

Que (NOMBRE DE LA PERSONA) vea cosas maravillosas cuando él/ella lea la Palabra de Dios:

• Salmo 119:18

Que (NOMBRE DE LA PERSONA) crezca en su entendimiento de quién es Jesús: • Colosenses 1:15-17

Que

(NOMBRE

DE

LA

PERSONA)

se

arraigue

y

se

establezca

en

Cristo,

fortalecido

en

su

fe,

y

que

sea agradecido: • Colosenses 2:6, 7

Que la sangre del Cordero rompa la cadena de Satanás en la vida de (NOMBRE DE LA PERSONA):

• 1 Pedro 1:18, 19

132




Que (NOMBRE DE LA PERSONA) lleve fruto que perdure y vea a Dios contestar sus oraciones:

• Juan 15:16

Que (NOMBRE DE LA PERSONA) lo tenga todo como pérdida comparado con ganar el conocimiento de Cristo:

• Filipenses 3:7, 8

Que (NOMBRE DE LA PERSONA) busque a Dios con todo su corazón: • Deuteronomio 4:29 • Jeremías 24:6, 7

Que (NOMBRE DE LA PERSONA) refleje la gloria de Cristo ante un mundo que necesita desesperadamente ver

de manera más clara quién es Dios realmente: • 2 Corintios 3:18

• 2 Corintios 5:15

C. ORAR POSITIVAMENTE EN LA VIDA DE LAS PERSONAS EN LUGAR DE QUEJARSE

Usando el siguiente cuadro, ore para que Dios bendiga a él o ella con lo positivo cuando nos damos cuenta de lo negativo.

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Qué cualidades nos parecen negativas Motivos por los cuales ser agradecidos a Dios positivamente

Categórico, franco Honestidad

Exclusivista, ambicioso social Hospitalidad

Competitivo, exageradamente ambicioso Aspiración

Comprometedor, maquinador Cooperativo

Consentido, orgulloso Confiado

Malhumorado, quisquilloso Detallista Dependencia, servil Respetuoso

Distraíble Espontáneo

Dominante Liderazgo

Halagador Agradecimiento

Duro, autoritario Sincero

Se cree superior moralmente; cree

según su propia justicia

Espiritual

Impaciente Eficiencia

Independiente Determinación

Indeciso, sin personalidad Flexibilidad

Inferioridad Humildad

Inflexible Decidido

Insensible, poco amoroso Objetividad

Insultante, falto de tacto Franqueza

Intenso Enfocado

Irresponsable

Juzgador Justo




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Perezoso

Legalista Respeta las reglas

Baja autoestima, se humilla a sí mismo Humildad

Manipulador, intrigante Planificador

Meticuloso, escrupuloso Especialista

Malicioso, astuto Creativo

Derrochador de dinero, gastador Generosidad

Despreocupado, indiferente Paciencia

Entrometido Inquisitivo

Nervioso Alerta

Sin convicciones Afable

Mente cerrada Diligencia

Dogmático Convicciones fuertes

Atención exagerada a los detalles Analítico Autoritario Entusiasta

Demasiado diligente, fanático Sincero

Perfeccionista Ordenado

Posesivo Lealtad

Prepotente, con mucha labia Persuasivo

Imprudente, temerario Valor

Rígido, tiránico Disciplina

Hermético Leal

Hace lo que quiere, inflexible Persistencia Sentimental, se derrite Compasión

Serio Seriedad

Tacarjo, avaro Moderado

Terco, cabeza dura, inflexible Determinado

Superioridad, sofisticación Positivo

Hablador, parlanchín Expresivo

De codo apretado Mesurado

Tímido, cauteloso, cuidadoso Discreción

Susceptible, se ofende con facilidad Sensible

Débil, aprueba todo Perdona





EL VALOR DE CADA INDIVIDUO

TEMAS CLAVE

• ¿Cómo vemos el valor que tiene cada individuo?

• ¿Qué impacto pueden tener unos cuantos en la sociedad y finalmente en el mundo? • ¿Cuál es nuestro compromiso de invertir en otros?

En la actualidad, más de seis mil millones de personas viven en este planeta. ¿Entonces, qué importancia tiene

una sola persona? Cuando usted es parte de un grupo de cinco y uno no se presenta, la ausencia es obvia.

Usted siente la falta de esa persona. ¿Pero, y qué de la persona en una iglesia de quinientos? ¿O una persona en una ciudad de cuatro millones? ¿Qué tan valiosa es una persona para Dios entre los miles de millones que

ahora viven en este planeta? ¿Y qué de una persona de todas las que jamás hayan vivido? El punto de vista de Dios es a menudo muy diferente al nuestro. Dios no sólo ve a las masas sino a los individuos. Él no sólo ve lo

obvio, lo que está a la vista, sino lo oculto. Él no sólo ve lo talentoso sino también lo simple. Los propósitos de Dios también a menudo son diferentes a los nuestros. Dios tiende a escoger a los pequeños, a los tipos comunes en lugar de los altos, imponentes, altamente educados y los que nacieron en la opulencia. Isaías 60:21, 22 tiene esto que decir en cuanto al gran potencial de un individuo: "Entonces tu pueblo, todos ellos serán justos; para siempre heredarán la tierra. Ellos son los vástagos de mi plantío, la obra de mis manos, para

manifestar mi gloria. El más pequeño equivaldrá a mil; y el menor, a una nación poderosa. Yo, el SEÑOR a su tiempo lo apresuraré".

LA GENTE TIENE UN VALOR INTRÍNSECO

Puede ser tentador valorizar a la gente de acuerdo a lo que puede hacer por nosotros, o el beneficio que

representa para el mundo. No obstante, Dios dice:

No porque vosotros seáis más numerosos que todos los pueblos, el SEÑOR os ha querido y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos. Es porque el SEÑOR os ama y guarda el juramento que hizo a vuestros padres, que os ha sacado de Egipto con mano poderosa, y os ha rescatado de la casa de esclavitud, de mano del faraón, rey de Egipto. Reconoce, pues, que el SEÑOR tu Dios es Dios: Dios fiel que guarda el pacto y la misericordia para con los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones (Deuteronomio 7:7-9).

Yo (John) puedo recordar, como creyente joven, a un hombre cuya vida estaba saturada de la evangelización.

Le pregunté por su intenso amor por la gente. Me dijo que por dos años él como cristiano literalmente se

quedaba mudo cuando trataba de hablarle a alguien acerca de Jesucristo. Luego tuvo una idea que cambió su vida. Decidió ver a todo al que conocía como si fuera el siguiente Billy Graham, o la siguiente madre Teresa de Calcuta. Después de eso, no le fue difícil hablarle a la gente. Y, en verdad, él ha influenciado a personas que

han llegado a ser grandes e influyentes en el reino de Dios.

EL AMOR DE DIOS POR LA GENTE

No hay un tema que se haya destacado más a través de las páginas de las Escrituras que el amor de Dios por la gente.

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1. Mire la siguiente muestra de versículos y note el lugar que ocupa la gente ante Dios.

Salmo 8:3-8

Salmo 116:15

Isaías 43:4

2 Pedro 3:9

DIOS ES RELACIONAL Dios no sólo se relaciona con grupos de personas, naciones y clanes, sino también con individuos. Dios no sólo ama a la gente, sino también a las personas. Las Escrituras revelan a Dios quien anhela relacionarse con cada persona individualmente. Las genealogías en el Antiguo Testamento, aunque aburridas para la mayoría de

nosotros, muestran la relación de Dios con los individuos. 2a. ¿Cómo demuestran los siguientes versículos la participación de Dios con los individuos?

2 Crónicas 16:9

Jeremías 32:19

Ezequiel 22:30

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Hebreos 4:13

2b. Dios está íntimamente familiarizado con cada uno de nosotros. ¿Cómo se demuestra el conocimiento

íntimo de Dios de cada persona en los siguientes versículos? 1 Samuel 16:7

2 Crónicas 16:9

Salmo 139:1-6

Salmo 139:13-18

Efesios 2:8-10

2c. ¿Cómo deben afectar nuestras actitudes y comportamiento la participación de Dios con cada individuo?

EL IMPACTO DE LAS VIDAS COMUNES No hay gente común1. C.S. LEWIS

Dios no sólo se relaciona con nosotros como individuos, sino también ve el potencial y la importancia de cada

uno de nosotros. El valor de una persona dentro de los propósitos de Dios, aunque imposible de comprender, es inmenso.

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3a. Reflexionando en su conocimiento de personajes bíblicos, resalte la contribución y la influencia que cada

persona tuvo en su mundo. ¿En qué forma fue cada persona "común"? Seleccione por lo menos dos de las ilustraciones que vienen a continuación y conteste las siguientes dos preguntas: (1) ¿Qué contribuyeron o qué clase de impacto tuvieron?, y (2) ¿En qué forma fueron comunes?

Noé (Génesis 6—10)

José (Génesis 37—47)

Rajab (Josué 2; 6:23; Mateo 1:5; Hebreos 11:31)

Bernabé (Hechos 4:36; 9:27; 11:22-30; 13)

Lidia (Hechos 16:11-40)

3b. Las Escrituras con frecuencia nos sorprenden con el uso por parte de Dios de la persona común y corriente. ¿Cómo ilustran estos versículos el valor de cada persona? 1 Corintios 1:26-29

1 Corintios 12:14-26

2 Corintios 4:7

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2 Timoteo 2:20, 21

1 Pedro 2:5

3c. ¿Qué ejemplos en base a su propia experiencia demuestran su valor como persona común?

JESÚS DEMUESTRA EL VALOR DEL INDIVIDUO Usando el siguiente cuadro, reflexione en la vida de los individuos que Jesús tocó.

RESUMEN 5. ¿Cuál ha sido una idea clave que Dios le ha enfatizado en base a este estudio?

6. ¿Cómo puede usted aplicar lo que ha aprendido de este estudio?

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Persona ¿Cómo demostró Jesús el valor del individuo? ¿Cuál fue el resultado de su atención

personal?

Endemoniado

(Marcos 5:1-20)

Zaqueo (Lucas 19:1-10)

La mujer en el pozo

(Juan 4:3-30, 39-42)




La importancia de cada individuo

Por Lome Sanny

IMAGÍNESE POR UN MOMENTO que usted es propietario de un valioso tesoro. Usted, por supuesto, lo valorará muchísimo. Y suponga que obtener este tesoro le hubiera costado muy caro. Usted lo apreciaría con mayor razón. Y suponga que supiera que en el futuro su tesoro sería aún más bello y valioso. Usted, si fuera posible, lo consideraría aún más valioso. Usted es todo esto, y más, para Dios. Pensemos, por un momento, en usted. La Biblia amonesta a cada uno de nosotros: "Digo, pues, a cada uno de vosotros, por la gracia que me ha sido

dada, que nadie tenga más alto concepto de sí que el que deba I tener; más bien, que piense con sensatez, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno" (Romanos 12:3). Es necesario discutir la importancia de cada individuo, su importancia, porque muchos de nosotros simplemente no pensamos sobria- I mente acerca de nosotros mismos. Parece que fluctuáramos de un extremo a otro. Me enteré de un hombre que fue al psiquiatra y se quejaba de que todos sus amigos lo estaban evitando. El psiquiatra le pidió que tomara asiento y le contara todo desde el principio.

"Muy bien", dijo el hombre. "En el principio, yo creé los cielos y la tierra". Eso era sólo un cuento, pero hay algunos cristianos que son como el gato que a cada rato le pisan la cola. Su

autoimagen era tan baja que se resignó a vivir el resto de su vida con su cola pisada. Cuando se acercaba alguien, él simplemente se volteaba y extendía su cola. Muchos de nosotros, muy en el fondo de corazón, podemos sentirnos de esa manera. ¿Y usted? Quizás se sienta incómodo por dentro, inseguro, temeroso o frustrado. Se sonríe cuando pasa junto a otros y se ríe con sus amigos, pero usted sabe la verdad de Proverbios 14:13: "Aun en la risa tendrá dolor el corazón, y el final de la alegría es tristeza". ¿Alguna vez ha sonreído para cubrir un dolor en su corazón? A veces, como usted sabe, la valentía externa simplemente oculta la inseguridad interna. ¿Por qué tenemos estas actitudes para con nosotros mismos? Una razón es porque nos comparamos con otros. La Biblia dice que esto no es sensato. El resultado es invariablemente malo: Pensamos que somos mejores que otros, así que nos volvemos orgullosos; o pensamos que somos peores y nos volvemos inseguros. También nos vemos a nosotros y a los demás desde un punto de vista meramente humano. No obstante, leemos en 2 Corintios 5:16: "De aquí en adelante, a nadie conocemos según la carne". En este capítulo Pablo estaba explicando lo que significa ser una nueva creación en Cristo. Él dijo que aún había conocido a Cristo según la carne, pero no más. Ahora también podemos ver a Cristo, así como los unos a los otros y a nosotros

mismos, desde el punto de vista de Dios. Dios está interesado en los individuos. Me gusta la parábola de Jesús en Lucas 15 acerca de las noventa y nueve ovejas y la que se perdió. El pastor dejó las noventa y nueve y se fue hasta encontrar a la que se había perdido. Jesús nos estaba enseñando de la importancia que Dios le da a una persona. En otra instancia, Jesús estaba llegando a Jericó. Las calles estaban repletas de gente así es que un hombre pequeño de estatura, Zaqueo, se trepó a un árbol a verlo. Cuando Jesús pasó por ahí, escogió de entre toda la multitud, a este pequeño sujeto y dijo: "Baja, Zaqueo, ¡voy a ir a tu casa el día de hoy!".

Y cuando Lázaro, el hermano de María y Marta, había muerto en Betania, Jesús fue para allá. Después que

Marta habló con Jesús, se fue a donde estaba María y dijo: "El Maestro está aquí y está preguntando por ti". Eso es cierto para con nosotros. El Señor está aquí y está preguntando por usted. No es como ver a alguien que está saludando y haciendo señas en dirección suya, y luego descubrir que era a otra persona. No, el Señor

pregunta por usted, porque usted es importante para él. Le puedo dar tres razones por las cuales usted es importante para Dios: (1) Simplemente por ser usted quien

es; (2) por lo que usted costó; y (3) por lo que usted puede llegar a ser.

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USTED HA SIDO CREADO A LA IMAGEN DE DIOS

"Entonces dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza...'. Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó" (Génesis 1:26, 27). La gente a menudo pregunta: "¿Quién soy yo?". He llegado a la conclusión de que esta pregunta es imposible

de contestar sin mencionar una relación con otra persona. Y la respuesta final es quien soy yo en relación con Dios. ¿Quién es usted? Usted es un ser creado a la imagen de Dios. Eso quiere decir primero que usted tiene una personalidad singular y reconocible. No solamente usted es una personalidad original, sino que Dios le dio el poder del pensamiento abstracto. Usted puede hacer preguntas como: "¿Quién soy yo?" o "¿Por qué estoy aquí" y "¿Hacia dónde me dirijo?". Usted también tiene una facultad moral. Usted puede escoger entre el bien y el mal. De hecho, el concepto del bien y el mal ha sido puesto dentro de usted. Los Diez Mandamientos son la expresión del carácter de Dios, y

están escritos en las leyes del universo y en la constitución de cada ser humano. Esto se evidencia por el hecho de que la gente no se contenta con sólo pecar, sino que tiene que justificarlo. Pueden hacer todo lo posible para justificar sus pecados, porque existe una ley moral dentro de ellos. Uno de mis hijos, antes de que tuviera cinco años, estaba sentado en el sofá junto a mí, miró hacia arriba y me soltó esta bomba: "Papito, ¿qué es lo que me hace malo?". Aún no tenía cinco años, pero sabía que hay una

diferencia entre el bien y el mal. Dios ha puesto eso dentro de todo ser humano. No sólo usted tiene personalidad, el poder del pensamiento abstracto y la facultad moral, sino que usted también tiene una naturaleza espiritual. Algo dentro de nosotros nos hace sentir vacíos e insatisfechos hasta

que tenemos una experiencia con Dios. Estamos inquietos hasta que descubrimos lo que está más allá de nuestro alcance. Eclesiastés 3:11 dice que Dios "ha puesto eternidad en el corazón de los hombres". Algo dentro de nosotros nos dice que fuimos creados para la eternidad. Una flor florece y muere; pero una persona continúa siendo, pensando, sintiendo para siempre. Usted es valioso. De hecho, un individuo vale más que toda la tierra. Jesús dijo: "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su alma? Porque, ¿qué dará el hombre en rescate por su alma?" (Marcos 8:36,

37).

USTED ES IMPORTANTE POR LO QUE COSTÓ

Durante una visita a Hawai, vimos colchas que estaban a la venta por $800 dólares. Preguntamos por qué costaban tanto y nos dijeron que eran hechas a mano por isleños del mar del Sur que pasaban de siete a ocho meses haciendo una sola. Esas colchas requerían cientos de horas de trabajo en hacerse y el valor de algo está

determinado por su costo. Ahora piense lo que usted le costó a Dios: "De tal manera Dios amó al mundo [¡usted!] que dio a su Hijo unigénito". Usted le costó a Dios lo mejor que tenía el cielo. Cuando estuve con el equipo de Billy Graham en una cruzada en Escocia, uno de los reporteros que estaba cubriendo las reuniones había regresado a su oficina donde otros miembros del personal estuvieron criticando

la cruzada. Este reportero se encontró defendiendo a Billy Graham. "Pero si Billy Graham predica que Cristo murió por los pecadores", dijo él, comenzando a tocar este tema. "De hecho", dijo él, "Cristo murió por mí". En

ese instante, de repente se dio cuenta por primera vez de que Cristo había, en verdad, muerto por él; él creyó y

nació de nuevo. ¿Ha visto a Cristo en la cruz por usted? Eso es lo que le costó a Dios, y usted le es valioso a causa de ese costo. Pedro escribió: "Tened presente que habéis sido rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual heredasteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1 Pedro 1:18, 19).

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Nunca diga que usted u otra persona no vale nada. Ese es un punto de vista humano. Una persona puede ser

perezosa, aburrida, irritante o hasta repulsiva; pero no carece de valor. Fue creada a la imagen de Dios y comprada con la sangre de Cristo.

USTED ES IMPORTANTE POR LO QUE PUEDE LLEGAR A SER. Esto sucede bajo el poder transformador del Espíritu Santo. Otro de mis versículos favoritos es Juan 1:42: "Él lo

llevó a Jesús, y al verlo Jesús le dijo: 'Tú eres Simón hijo de Jonás. Tú serás llamado Cefas' —que significa piedra—". Jesús vio a Simón y dijo: "Tú eres... pero serás..." Jesús vio en Simón lo que podía llegar a ser bajo el poder del Espíritu Santo: Tú eres Simón; tú serás Pedro. Tú eres una piedrecita; serás una roca grande. Eres un cobarde ahora; serás valiente. Eres inconstante e inestable; serás estable y firme. Vemos lo que quiso decir Jesús cuando Pedro cobardemente negó a su Señor, pero después predicó valientemente de Cristo a los líderes de Jerusalén.

Usted puede estar lleno de hostilidad, pero Dios puede llenarlo de perdón. Puede estar lleno de pensamientos impuros, pero Cristo puede hacer que sus pensamientos sean puros. Puede ser temeroso, pero él puede llenar su vida de paz. Hace unos cuantos años, recibí una carta de un hombre de negocios que me reprendió por algo que en realidad yo no había hecho. Pude haberle escrito explicándole que no tenía nada que ver con esa situación. Pero oré al respecto y en cambio lo llamé por teléfono y le pregunté si podríamos almorzar juntos. Cuando así lo hicimos, apenas habíamos ordenado la comida, cuando sus labios comenzaron a temblar. —Lome —dijo él—, siento mucho haber escrito esa carta. He estado lleno de hostilidad durante años. Mi esposa y yo no nos comunicamos y no lo hemos hecho durante años, he ahuyentado a mis hijos, estoy en

guerra con mis vecinos y parece que siempre estoy en contra de la gente con la que trabajo. La hostilidad ha invadido mi vida entera, y me parece que si no lo corrijo pronto esta será mi última oportunidad. Luego dijo: —Necesito un oficial que controle mi libertad condicional, alguien a quien rendirle cuentas. —Si quieres, yo seré tu oficial de libertad condicional —contesté yo—. Puedes reportarte conmigo. Él comenzó a venir a mi casa, y lo primero que le pedí que hiciera fue memorizar Efesios 4:30-32: "Y no

entristezcáis al Espíritu Santo de Dios en quien fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos y calumnia, junto con toda maldad. Más bien, sed bondadosos y misericordiosos los unos con los otros, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo". Él comenzó a escribir cartas a la gente que había ofendido. Les pidió disculpas a sus hijos y corrigió las cosas que tenía en contra de su esposa. Ellos comenzaron a comunicarse, los hijos comenzaron a llegar a casa, y hasta bajó su presión arterial. Así es el poder transformador del Espíritu Santo. Tú eres... pero tú serás... Tú eres importante para Dios Padre debido a la creación, a Dios Hijo debido a la redención y al Espíritu Santo debido a la santificación. Tomando en cuenta todo esto, ¿qué deberíamos hacer? Romanos 12:1 nos dice: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo,

santo y agradable a Dios, que es vuestro culto racional". Debido a que él lo creó a su imagen, debido a que usted le costó la sangre de su Hijo, y debido a que su Espíritu Santo puede transformarlo poderosamente, ofrézcase a Dios. Una vez escuché a un líder cristiano de jóvenes hablar de una conferencia donde todos se juntaron alrededor de una chimenea al final de la reunión. Estaban lanzando palitos al fuego como una especie de símbolo de lo que estaban entregando al Señor. Luego uno de los individuos dijo: "Estoy dando mis cigarrillos al Señor", y tiró un paquete de cigarrillos. El líder de jóvenes rápidamente agarró un palo y sacó el paquete antes de que se quemara. Se lo entregó al sujeto y le dijo: "Dios no quiere o necesita tus cigarrillos. Dios te quiere a ti".

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Dios quiere que humildemente nos rindamos a él. Me gusta un himno, que en parte dice que no somos

represas, sino canales. No somos plantas de electricidad, sino cables de transmisión. Dios tiene el poder, Dios es la represa, nosotros debemos rendirnos a él para que pueda trabajar a través de nosotros. En el intercambio de votos matrimoniales la mujer no se dirige al hombre y le dice: "Te entrego mi habilidad

culinaria". Ni él le dice ella: "Te entrego mi cuenta bancaria". No, en la boda ellos prometen: "Me entrego a ti". De eso se trata Romanos 12:1. Significa decirle a Dios: "Me entrego a ti".

Dios te ha dado lo mejor de él. ¿Le ha dado lo mejor de usted? Lo mejor suyo comienza entregándose totalmente a él. Entonces Dios tendrá sus pies para llevarle donde él quiere que vaya. Tendrá sus oídos para escuchar a aquellos que necesitan que se les escuche. Tendrá su boca para hablar lo que él quiere que se hable. Tendrá también su tiempo, su carrera y su dinero. ¿Alguna vez le ha dicho de una vez por todas sí al Señor, como el sí que se dice durante una boda? No sólo eso, sino que como sacrificio vivo ¿está siguiendo el gran sí con muchos sí pequeñitos? Estoy convencido de que la rendición continua es la llave para ser usado por Dios. Eso es lo que quiere decir llevar su cruz todos los días, un

compromiso de una vez por todas de seguir a Jesucristo como su discípulo, seguido de muchos pequeños compromisos, ajustes y rendiciones en el trayecto. Al darse a sí mismo, usted está entregándole a Dios lo más valioso que puede ofrecerle.


1. ¿Cómo responde a la declaración del autor: "La valentía externa simplemente oculta la inseguridad interna"?

2. ¿Cuáles de las tres razones ofrecidas acerca del valor de cada individuo le parece ser más relevante para los que usted está discipulando? ¿Por qué?

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Aún no te rindas

por Kathy Kelly

Discipular a otros creyentes a menudo es gratificante, ¿pero qué sucede cuando la persona en la que ha

invertido tanto comienza a deslizarse? Es frustrante y rompe el corazón ver a aquellos que ha discipulado regresar a las viejas conductas o perder su deseo de seguir el crecimiento cristiano. También es difícil saber qué hacer después.

He aquí algunos consejos para revitalizar una relación de discipulado que puede estar camino a la destrucción.

1. NO SE RINDA

Puede ser tentador lavarse las manos y orientar sus esfuerzos hacia otro nuevo creyente. Recuerde que Dios

nunca se rinde ni deja de trabajar con usted, ¡no importa lo lejos que usted se desvíe! Aunque usted no es responsable de la falta de interés de otro y su falta de deseo de ser discipulado, no deje de esforzarse en llevar

de regreso a esta persona a la senda del crecimiento cristiano.

2. SEA PACIENTE CON LA INMADUREZ

Cuando usted aceptó a Cristo, Dios no trató inmediatamente con todos los pecados en su vida. Su vida cambió gradualmente y continúa cambiando a medida que se acerca al Señor. Al discipular a nuevos creyentes, sea paciente mientras que estos luchan con el concepto de conformarse a la imagen de Cristo.

3. CONFRONTE EL PECADO

Por otro lado, sin embargo, no vacile en confrontar amorosamente a sus discípulos cuando caigan en pecado.

La verdad, presentada con delicadeza, puede ayudar a un discípulo descarriado a comprometerse nuevamente con Cristo.

4. VARÍE SUS MÉTODOS

Usted puede volver a captar el interés de su discípulo y nuevo creyente, al variar ocasionalmente su método. Si su patrón es usar su tiempo estrictamente para llevar a cabo su estudio bíblico, tenga en cambio una sesión de preguntas y respuestas. Deje sus apuntes en casa, para variar, y vayan a comer juntos a algún lado y así tener

una discusión de temas personales.

5. PRESENTE DESAFÍOS NUEVOS

Es difícil saber cuándo un creyente está listo para tomar un nuevo paso de fe, pero una aparente falta de progreso fijo puede indicar que es tiempo para un nuevo desafío. Pídale a su amigo que dé una clase de la Escuela Dominical, guíe en oración o dé su testimonio en su siguiente reunión de grupos pequeños. Recuérdele que el aumento de responsabilidad requerirá mayor compromiso.

6. ORE

Por encima de todo, ore por los que está discipulando. No hay nada que a Satanás le gustaría más que ver a creyentes nuevos rendirse y permanecer como sirvientes inefectivos de Cristo. Usted puede ayudar a ganar la batalla por la vida en problemas de estos creyentes al luchar de rodillas.

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Discipular no es fácil, pero las recompensas de ver a un nuevo creyente comenzar a vivir una vida cristiana

victoriosa no tienen precio. Si usted está teniendo dificultades en sus relaciones de discipulado, ¡anímese! Con oración, creatividad y perseverancia, usted podrá ver a su amigo desanimado regresar a la senda de justicia.

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GENERACIONES ESPIRITUALES

TEMAS CLAVE

• ¿Qué significa "generaciones espirituales"? • ¿Cómo se usa el concepto de generaciones espirituales en las Escrituras? • ¿Cómo se relacionan la fructificación y el discipulado de otros con las generaciones espirituales?

Generaciones espirituales, multiplicación, reproducción, fructificación, descendientes, hijos, linaje... todas estas

palabras son usadas en las Escrituras para transmitir un concepto que va desde el Génesis hasta el Apocalipsis. En el siguiente estudio, queremos aprender este concepto tan importante para Dios y ver cómo puede afectar

nuestras vidas. Las generaciones se forman en el propio ADN de la naturaleza. Toda criatura viviente tiene en su interior el poder de reproducirse, desde la ameba de una sola célula hasta el complicado ser humano. Lo vemos cada primavera como nuevos retoños de plantas inactivas. Los animales dan a luz a sus crías de acuerdo a un ciclo fijo. La reproducción es esencial a nuestro mundo natural. ¿Esperaríamos que fuera diferente en el mundo espiritual? La pasión de Dios es traer bendición a las naciones por medio de Jesús. Él mismo dijo que vino a buscar y salvar

lo que se había perdido. El Padre desea que nuestra vida y ministerios sean fructíferos y que nuestro fruto se multiplique en muchas generaciones. La fructificación está arraigada en la bendición de Dios para la humanidad. El evangelio es un depósito generacional de inversiones, un legado transmitido a través de los descendientes. El ir en pos de transmitir el evangelio a la siguiente generación es la esencia misma de la Gran Comisión.

Definiciones generales • Generación: el proceso de producir hijos, una etapa en la sucesión de la descendencia natural. • Multiplicar: causar un incremento en número. • Reproducir: hacer una copia, duplicar; producir por propagación, suscitar algo.

Definiciones funcionales • Reproducción espiritual: el concepto de que Dios trabaja a través de creyentes para producir nueva vida

espiritual en otros. • Generaciones espirituales: el concepto de que cada creyente debería involucrarse en producir una

nueva generación de creyentes. • Multiplicación espiritual: el concepto de la reproducción espiritual funcionando a través del tiempo y

por medio de generaciones espirituales sucesivas.

1. ¿Cuáles de los siguientes versículos contribuyen al concepto de generaciones espirituales?

Génesis 17:7-10

146




Deuteronomio 6:4-9

Salmo 103:17, 18

Isaías 44:3

FUNDAMENTO DE LA GENERACIÓN La reproducción en la naturaleza es tan axiomática que raramente nos detenemos a preguntar el porqué. Los científicos en medicina han utilizado este poder para los avances en el área de la salud, y los investigadores en agricultura lo han usado para aumentar la producción de alimentos. ¿Pero cómo lo hemos usado para el establecimiento del reino de Dios?

2a. "Sed fecundos y multiplicaos" se repite a través del libro de Génesis Vea estas referencias y note los

resultados que surgen de este mandamiento. Génesis 1:22

Génesis 8:17

Génesis 9:1

Génesis 35:11

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El apóstol Pablo usó frecuentemente en sus cartas la metáfora de la familia para ilustrar las nuevas relaciones

que tenemos como seguidores de Cristo. En Romanos 4, Pablo presenta a Abraham, quien era considerado el patriarca de la raza judía, como padre de la familia de la fe. Esta nueva familia de la fe consiste de quienes, como Abraham, creen en las promesas de Dios. Este nuevo

linaje está integrado de varias generaciones espirituales, es decir padres e hijos. Como parte de esa herencia espiritual, Pablo luego se refiere a aquellos que creyeron en las promesas de Dios por medio de su ministerio

como sus hijos.

• Gálatas 4:19: "Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en

vosotros...". • 1 Timoteo 1:2: "A Timoteo, verdadero hijo en la fe...".

La gran familia de Abraham es espiritual, una familia de la fe. Se expande a través de la historia de una

generación, una persona, a la vez. Involucra a padres y madres, hermanas y hermanos. Desgraciadamente, este modelo de familia, con padres e hijos espirituales, con responsabilidades de generar cuidado amoroso, ha sido reemplazado en su mayoría por el modelo del orfanatorio cristiano, uno con muchos hijos pero pocos padres, los hijos tratan de desarrollar mirando a sus compañeros en lugar de estar bajo la guía de un padre espiritual.

2b. Mire algunos de los pasajes acerca de la generación del Nuevo Testamento. ¿Qué asuntos acerca de la

generación están involucrados en estos versículos?

Juan 17:20

Romanos 4:16-18

Gálatas 3:7-9

Hebreos 11:12

Apocalipsis 7:9

148




2c. Haga un resumen de sus observaciones clave acerca del rol de la generación en el establecimiento del reino

de Dios.

GENERACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN La mayor parte de la enseñanza de Jesús acerca de la fructificación y generaciones espirituales vienen de los ejemplos en la naturaleza.

3a. ¿Qué enseñan estos pasajes acerca de la fructificación?

Mateo 13:18-23

Juan 12:24, 25

Juan 15:1-16

3b. ¿Cómo se relacionan estos principios con la multiplicación espiritual?

La prueba de cualquier obra evangelística no está en lo que se ve en el momento sino en la efectividad con la

que la obra continúa en la siguiente generación. ROBERT COLEMAN

GENERACIONES MÚLTIPLES

Las Escrituras a menudo se refieren a las generaciones múltiples. Dios aparentemente pone un gran valor a las generaciones sucesivas que le siguen. Su diseño es que cada generación transmita una dinámica espiritual a la siguiente generación.

4a. Identifique las generaciones a las que se refieren los siguientes pasajes.

Ejemplo: Job 42:16, 17 Job, hijos, nietos, cuarta generación

149




Deuteronomio 6:4-9

Deuteronomio 32:45, 46

Salmo 78:1-4

Salmo 145:4, 5

Isaías 59:21

Joel 1:1-3

Mateo 28:19, 20

2 Timoteo 2:2

1 Tesalonicenses 1:5-9

150




4b. En 1 Corintios 4:14-17, Pablo se ve a sí mismo como padre/madre en vez de instructor de su ministerio para

los nuevos creyentes en Corinto. ¿Por qué? ¿Cuál es el beneficio?

La primera vez que conocí a Carlos, él era estudiante en la universidad. Le gustaba divertirse, tenía una gran sonrisa y sentido del humor y caía muy bien a la gente de la universidad. Pero había mucho más en su historia... Años antes, un hombre que se llamaba Miguel había ayudado a Ronaldo a comenzar una relación personal con Jesucristo. Ronaldo, en fidelidad a Dios, transmitió el mensaje del evangelio a un joven llamado Carlos Meyer. Carlos, un chico de campo, se había criado en una hacienda, y ahora estaba en la universidad porque quería hacer que su vida contara para Dios. Durante las primeras semanas de estudio, Carlos se hizo amigo de Javier. Ellos desarrollaron una buena amistad y, como lo había hecho Miguel con Ronaldo, y Ronaldo lo había hecho con Carlos, Carlos compartió su recorrido espiritual con Javier. Javier, también, acogió el evangelio de

Jesucristo y le entregó su corazón. Carlos influyó a otros como Juan, Braulio y Ken. Eso fue hace veintidós años. Javier prosiguió a servir a los jóvenes de su iglesia y recientemente se ha ido a un viaje misionero de corto plazo. Juan, Braulio y Ken continúan compartiendo sus vidas a través de nuevas generaciones espirituales. El mes pasado, a los cuarenta y tres años de edad, Carlos se fue con el Señor después de una dura batalla

contra el cáncer. No tuvo una larga vida, pero sí fue exitosa. A su muerte dejó a su esposa y dos hijos jóvenes. También dejó una continua herencia espiritual que aún sigue haciendo impacto para el reino de Dios.

4c. ¿Cómo afecta el pensar en términos de tres a cuatro generaciones la manera en que ministramos (enseñamos, actuamos, preparamos, capacitamos) comparado con tan sólo anticipar una o dos generaciones?

PODER EN EL CONCEPTO GENERACIONAL Considere el diagrama que está a continuación, en el que un modelo de adición se compara con un modelo de multiplicación doble.

5a. Compare los dos modelos a los tres años, a los doce años y a los treinta y tres años. ¿Qué observaciones

puede hacer al comparar los dos modelos?

151



El principio de la multiplicación


5b. ¿Cuáles son los riesgos y los beneficios de cada uno?

5c. ¿Cómo se relacionaría una ilustración como esta a su multiplicación espiritual?

5d. ¿Por qué no ha funcionado este principio de multiplicación?

152

Fin de año Modelo de adición diaria Multiplicación anual 0 1

2 3

4

5

6

7

8

9

10

11

12 13

14

15

20

25

30

33

1 365

730 1.095

1.460

1.825

2.190

2.555

2.920

3.285

3.650

4.015

4.380 4.745

5.110

5.475

7.300

9.125

10.950

12.045

1 2

4 8

16

32

64

128

256

512

1.024

2.048

4.096 8.192

16.384

32.768

1.048.576

33.554.432

1.073.741.824

8.589.934.592




RESUMEN

6. ¿Qué importancia tiene el concepto de generaciones espirituales para usted personalmente?

7. ¿Cuál es un paso práctico que puede dar para aplicar lo que ha aprendido en este estudio?

Eslabones múltiples y continuos son los que sostienen a una cadena. Cada persona puede ser un eslabón en

una cadena espiritual que llega hasta el futuro. La cadena crea un legado de descendientes espirituales que

permite que "uno se convierta en mil" y "un pequeñito, en una nación poderosa".

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Motivación: Por una vida entera de discipulado

por Jim White

VER UN EJEMPLO, OBSERVAR la necesidad, lograr el éxito, todo esto puede motivarnos en la obra de ayudar a

que otros crezcan como discípulos. Pero mejores motivadores son: • El amor de Dios llenando nuestro corazón • Nuestro propio deseo de crecer • Acoger la Palabra de Dios con nuestra mente • Nuestro anhelo de ver a Dios glorificado

Al recordar mi época mientras criaba a mis hijos, puedo ver que algunas cosas que diseñé para motivar a mis

hijos tuvieron exactamente el efecto opuesto. Nuestro esfuerzo por motivar a otros en la vida cristiana puede ser igual de inefectivo. Podemos enseñarles y entrenarles, pero sólo el Espíritu Santo verdaderamente puede

motivarlos a tener toda una vida de discipulado y a hacer discípulos.

Necesitamos motivación. Es demasiado fácil quedarnos sentados en nuestro hogar y oficina haciendo de todo menos el duro trabajo de hacer discípulos. Pero incluso una vez que tenemos motivación, la podemos perder. Muchas personas que al comienzo estuvieron motivadas para ser discipuladores ahora ya no lo están. Un hombre que estuvo a cargo de un ministerio universitario con el que estuve invo-lucrado cuando era estudiante me dio la impresión de ser uno de los hombres más espirituales que jamás haya conocido. Pero años más tarde me dijo que estaba convencido de que nada era importante en su vida excepto la televisión y el sexo. Uno de los otros hombres que estaba en el mismo equipo discipulador ahora es un maestro universitario liderando un grupo anticristiano. Pablo escribió casi al final de sus días que su discípulo Demás lo había desamparado "porque había amado el mundo presente" (2 Timoteo 4:10). Y Jesús dijo que en los últimos días, "se enfriará el amor de muchos" (Mateo 24:12). Usted probablemente está motivado a ser un instrumento en las manos de Dios en la vida de otros, pero según las palabras de Jesús, vemos que el mundo es una gran congeladora que puede adormecer su deseo. Todas las estratagemas de Satanás están diseñadas a impedir que llevemos a cabo toda una vida de discipulado. ¿Qué nos va a motivar a continuar?

UN EJEMPLO

Ver a otro hacer discípulos es una motivación. Albert Schweitzer dijo que dar el ejemplo no es el principal medio de influenciar a otro, sino el único. Yo no lo diría tan tajantemente, pero sí es un medio poderoso. Recuerdo escuchar a Billy Graham en una reunión en un estadio, en la ciudad de Dallas, Texas, Estados Unidos de América, en 1953. Recién había asistido a una conferencia de una semana de Los Navegantes donde

escuché a Dawson Trotman hablar durante toda la semana. Me conmovió grandemente el amor que Dawson

tenía por la gente. Después que Billy Graham concluyó su mensaje e hizo la invitación para que la gente pasara adelante, ubiqué a Dawson en la cancha usando un traje de vaquero. Él era como un general de campo, dirigiendo confiadamente a la gente para que se reunieran con sus consejeros que estaban listos para ayudarlos. Yo estaba sentado en los graderios del estadio, viéndolo trabajar. Luego lo vi mirar a los costados donde una anciana estaba sentada en una silla de ruedas, aparentemente esperando por alguien. Dawson llamó a un asistente para que tomara su lugar, y se fue hacia ella, tomó su

mano, luego puso su mano en su bolsillo y sacó un Nuevo Testamento. El se arrodilló a su lado, leyó unos cuantos versículos y oró con ella. Después se puso de pie, le dio unas palmaditas en la mano y regresó a la

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cancha a retomar sus labores. Ese ejemplo se ha quedado conmigo desde entonces para recordarme lo que

significa tener amor por la gente. Cuando estaba en mi último año de secundaria, un estudiante universitario que había predicado en nuestra iglesia me llamó desde su universidad, que estaba a cientos de kilómetros de mi casa. Me pidió que fuera con

él a un viaje ministerial de fin de semana a una iglesia a tan sólo una hora al norte de su universidad. Le pregunté cómo llegar y me dijo que iba a venir a recogerme. Así que después de sus clases de los viernes en la tarde, manejó hasta mi casa y llegó después de la medianoche. Temprano a la mañana siguiente salimos hacia la iglesia, y todo el fin de semana lo vi ministrar a la gente. Me llevó de regreso a casa el domingo en la noche, llegando a la una de la mañana. Me dormí en el camino para poder así descansar algo y poder levantarme para ir a la escuela a la mañana siguiente. Él manejó el resto de la noche de regreso a la universidad para llegar a tiempo para sus clases. Él manejó un total de dieciocho horas ese fin de semana, en lugar de solamente dos, para poder pasar un tiempo conmigo en el auto viajando, y dejando que lo viera ministrar a la gente. Nunca me olvidaré de ello. Los

ejemplos realmente motivan.

VER LAS NECESIDADES

Hace unos años, un hombre suficientemente mayor como para ser mi padre se me acercó y me dijo que quería

saber cómo conseguir ayuda de discipulado en su vida. Yo vacilé porque en nuestro ministerio sólo trabajábamos con estudiantes universitarios, y no conocía a nadie que lo podría ayudar. Pero él era persistente y vi el hambre y deseo tremendo que tenía. De manera que por alrededor de seis meses me levantaba a las 4:30 cada lunes en la mañana y manejaba casi una hora para llegar a su casa y pasar tiempo con él y otro hombre. Lo hice simplemente por su hambre, la necesidad que expresaba en su vida.

ÉXITO

Durante doce años, mi esposa y yo tuvimos hasta siete jóvenes varones y mujeres al mismo tiempo en nuestra

casa para que recibieran capacitación de parte de nosotros. Mi principal ministerio era sencillamente

entregarme a ellos. Estos hombres y mujeres han proseguido a servir en ministerios no sólo en los Estados Unidos de América sino también en Austria, Canadá, Argentina, Corea, Nueva Zelanda, Holanda, las Filipinas y Nigeria. Es tan emocionante para mi esposa y para mí pensar cuánto verdaderamente recompensa compartir la vida y el hogar con otros. Ver un ejemplo, ver las necesidades, y ver el éxito, todo esto nos puede motivar. Pero creo que nada de esto es suficiente. Todo nos puede fallar. Si son nuestra única motivación, el calor de la devoción al discipulado se desvanecerá.

CORAZONES REBOZANDO DEL AMOR DE DIOS

Esta puede ser la motivación más importante de todas. Pablo escribió: "Porque el amor de Cristo nos impulsa, considerando esto: que uno murió por todos" (2 Corintios 5:14). Se ha dicho que nadie puede amar al prójimo hasta que primero haya sido amado. Si cada uno de nosotros

supiera cuánto verdaderamente lo ama Dios, estuviéramos cautivados por el gozo y nunca volveríamos a tener otro momento de inseguridad. Seríamos verdaderamente libres para amar a otros. Nuestro problema es que, por nuestra propia cuenta, no tenemos esa sensación abrumadora de lo mucho que Dios nos ama. Pero Dios ha hecho algo al respecto, como lo vemos en Romanos 5:3-5:

Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce

perseverancia, y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter probado produce esperanza. Y la esperanza no acarrea vergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.

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El Espíritu Santo debe revelamos cuánto Dios nos ama. Entonces nuestras inseguridades comenzarán a

desaparecer y podemos libremente dejar que nuestra vida se derrame hacia los demás.

DESEO GENUINO DE CRECER

Pablo escribió a los romanos: "Porque deseo veros para compartir con vosotros algún don espiritual a fin de que seáis afirmados. Esto es, para ser animado jumamente con vosotros por la fe que nos es común a vosotros

y a mí" (Romanos 1:11, 12). Pablo anhelaba estar personalmente involucrado en la formación de la gente como discípulos, pero esto también sería para su propio crecimiento y ánimo. Dudo que la persona que piensa que tiene todo empaquetado para el establecimiento y preparación de discípulos continuará en toda una vida de discipulado. Pero alguien que quiere crecer sabe que debe escuchar y aprender

LA PALABRA DE DIOS ARDIENDO EN NUESTROS CORAZONES

Tarde o temprano, todos nosotros pasaremos por momentos difíciles. Jeremías estaba pasando por uno de esos momentos como se registró en Jeremías 20:7-9, y respondió de la siguiente manera: "Tú me has

persuadido, oh SEÑOR, y yo fui persuadido. Fuiste más fuerte que yo, y has prevalecido. Todo el día he sido objeto de risa; cada cual se burla de mí. Porque cada vez que hablo, grito; proclamo: '¡Violencia y destrucción!'. Pues la palabra del SEÑOR me ha sido afrenta y escarnio todo el día. Digo: 'No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre'. Pero hay en mi corazón como un fuego ardiente".

La Palabra de Dios ardiendo en nuestros corazones nos hará perseverar. Conozco a un hombre llamado Hubert Mitchell quien hace varios años terminó de memorizarse todo el Nuevo Testamento. Como un ex misionero de algo más de sesenta años de edad, pasaba sus días en el centro de la ciudad de Chicago, en los Estados Unidos de América, yendo de edificio en edificio. Preguntaba a las secretarias

si podía tener unos minutos con su jefe para hablar de un asunto personal. Con frecuencia lo llevaban a la oficina del jefe y decía: "Solamente tengo cinco minutos, pero quiero preguntarle: ¿Leyó su Biblia antes de venir a trabajar esta mañana?". El jefe lo miraba como si estuviera loco y decía: "No".

Hubert sonreía y contestaba: "Señor, de seguro se perdió de una bendición, ¿no es verdad? Sólo me gustaría compartir con usted lo que Dios me dijo en la Biblia esta mañana". Él abría el Nuevo Testamento y se lo entregaba al jefe y decía: "Empecemos aquí mismo". Luego Hubert se sentaba y comenzaba a citar el versículo palabra por palabra. El jefe escuchaba asombrado. Después de cinco minutos, Hubert decía: "Se acabó mi tiempo y tengo que irme. ¿No fue eso una bendición?". En muchas ocasiones, el jefe le pedía que se quedara un poco más de tiempo, y

hablaban. Hubert Mitchell guió a hombres a Cristo de esa forma por toda la ciudad de Chicago, porque la Palabra de Dios estaba ardiendo en su corazón.

DESEO DE VER A DIOS GLORIFICADO

Esto puede ser engañoso porque, como me dijo un líder cristiano hace varios años, hay tanto en el liderazgo cristiano que está dirigido a las necesidades de la personalidad en la vida del líder que es difícil que sepa cuáles

son sus motivos. Podemos meternos en toda clase de introspección y confusión psicológica al pasar demasiado tiempo cuestionando nuestros motivos. Pero lo más pronto posible tenemos que resolver este asunto: "Dios, voy a hacer esto para tu gloria de la mejor manera que pueda. Si alguna vez lo comienzo a hacer para mi gloria, ¿me podrías tocar el hombro antes de que vaya demasiado lejos?". Cuando otros acuden a usted para contar con su liderazgo, si no tiene cuidado usted puede empezar a dejar que esto satisfaga una necesidad de seguridad en su vida. Si está formando discípulos que se van a apoyar en

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Cristo y no en usted, entonces sabrá que su motivo es la gloria de Dios, aunque puede haber un tiempo en que

ellos deben apoyarse en usted hasta cierto punto. Hace unos años, en una conferencia de prensa después de una ceremonia donde a Corrie ten Boom le concedieron un título honorario, uno de los reporteros le preguntó si era difícil permanecer humilde mientras

se escucha tanta aclamación. Ella replicó inmediatamente: "Joven, cuando Jesucristo entró a Jerusalén el Domingo de Ramos montado en un burro, y todos estaban agitando ramos, lanzando vestiduras en el camino y

cantando alabanzas, ¿usted cree que por un momento le pasó por la mente al burro que todo eso era para él?". Ella continuó: "Si puedo ser el burro sobre el cual Jesucristo se monta en su gloria, a él le doy toda la alabanza y toda la honra". Nuestros corazones deben tener muy en claro que lo que estamos haciendo es porque queremos que Cristo sea glorificado. Estas son las motivaciones correctas que nos mantendrán haciendo discípulos a través de los años: El amor de Dios, el deseo en nuestros propios corazones de continuar creciendo, la Palabra de Dios

ardiendo dentro de nosotros y un sincero deseo de ver a Dios glorificado. ¿Qué puede quitarnos nuestra motivación? Una cosa que produce esto es convertirse en una persona centrada en un sistema en lugar de en Dios. Hay una línea divisoria muy delgada aquí. Creo que mucha gente no está haciendo discípulos porque no tienen un sistema y no saben qué hacer. Pero si se toma la estructura con exageración, Dios queda excluido. Eso es lo que pasó con los fariseos. Ellos se memorizaban las Escrituras, pero no había pasión brotando de sus

vidas, y los discípulos que hicieron fueron discípulos de un sistema en vez de discípulos de Dios. Jesús dijo: "En

vano me rinden culto, enseñando como doctrina los mandamientos de los hombres" (Marcos 7:7). Al pastor presbiteriano y autor Richard Halverson le preguntaron qué diría si pudiera dar un consejo a alguien que está entrando en el ministerio cristiano. Él contestó: "No te vuelvas profesional. No existe una vocación en el mundo donde sea más fácil volverse una persona de 'cuello blanco' que el ministerio cristiano". Jesús nos advirtió acerca de otro factor que ataca nuestra motivación en Marcos 4:19: "Las preocupaciones de este mundo" que entran y ahogan la Palabra de Dios y esta queda sin fruto. Esta ansiedad significa que

estamos ensimismados en lugar de estar conscientes de Dios o de los demás.

Yo encontré que con el aumento de mis responsabilidades a través de los años una de las tentaciones más grandes que impiden que me entregue a otras personas en momentos oportunos es mi preocupación de alguna decisión que necesito tomar o un problema que necesito resolver. Pero la Palabra de Dios nos dice que echemos nuestra ansiedad sobre él. La lujuria también nos descarrila. Antes de mudarme a África en 1967, en una conferencia de Los Navegantes,

un hombre con arrugas en su rostro que revelaban años de dificultades físicas y emocionales se me acercó. Me dijo que había estado junto con Dawson Trotman y otros de Los Navegantes en los años de la guerra, pero

después comenzó a dejar a su esposa y entregarse al dinero y las posesiones. Después perdió a su esposa y su

salud. Dijo que los últimos veinte años habían sido un infierno. Su lujuria lo desvió de una vida de hacer discípulos. Nunca olvidaré la mirada en su rostro. No deje que esto le ocurra a usted. Pídale a Dios que deje que su Espíritu Santo inunde su corazón con su amor, que le muestre lo

mucho que lo ama para que usted se dirija a otros y los ame. Y hágale esta promesa: "Señor, sé que soy humano y que romperé esta promesa antes de mañana por la mañana si no tengo tu gracia. Pero por el resto de mi vida y de la mejor manera que pueda, haré lo que tenga que hacer para tu gloria". Pídale también al Señor que lo ayude a responder en fe a su Palabra, con emoción y obediencia. Y finalmente, pídale a Dios que envíe a alguien o alguna experiencia que le llame la atención cuando comience a desviarse, para que usted pueda corregirse antes de que sea demasiado tarde. No se me ocurre una mejor oración que esta: "Señor, en el día que regreses o en el día que me lleves, que nunca haya existido un día en mi vida en que te haya amado más o te estaba obedeciendo más rápidamente

que en ese último día"1.

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1. Al repasar las posibles motivaciones enumeradas en este artículo, ¿cuáles parecen influenciarlo más? 2. ¿Cuáles piensa usted que lo mantendrán discipulando por toda una vida? ¿Por qué?

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Discipulando a largo plazo

por Francisco Arzadon IV

Discipulé a Enrique cuando estaba en la universidad. Nos reuníamos todas las semanas para tener estudio

bíblico, consejería y capacitación individual. Cuando se llenó de tareas durante su último año de estudios, él lentamente comenzó a desligarse de la participación intensa que tenía antes. Pero de vez en cuando nos veíamos y hablábamos brevemente de lo que estaba pasando en nuestras vidas. Posteriormente me invitó para que lo ayudara con los preparativos para su boda, y cuando abrió un negocio de alimentos, me convertí en uno de sus clientes que iba de vez en cuando. Un día, decidió invertir bastante en su negocio. Desde ese entonces, él y su esposa han estado pidiendo mis consejos en cuanto a las decisiones que enfrentan. Me siento como en los viejos tiempos cuando realmente nos involucrábamos mutuamente. De mi experiencia con Enrique y otros que he discipulado, he aprendido el valor de tener una mano abierta. Después de establecer los fundamentos bíblicos básicos en sus vidas, debemos dar a nuestros discípulos

suficiente espacio para que decidan por sí mismos el nivel de relación que necesitan de nosotros. Ese nivel puede cambiar con frecuencia a través de los años. Un peligro común entre los discipuladores es la tendencia de constantemente ejercer control. Podemos convertirnos en dominantes en nuestro esfuerzo por mantener a la gente "en línea". Ese tipo de relación puede ser sofocante y ofensiva, de manera que tan pronto la gente que discipulamos pueda escaparse de nuestro

control, lo hará. Como discipuladores, podemos aprender del agricultor que planta la semilla, luego paciente- mente espera que su cultivo crezca y lleve fruto. A veces ese fruto viene después de años de discipulado, si mantenemos una mano abierta. A continuación tenemos algunos principios para mantener una relación de "mano abierta".

Vea su relación de discipulado como algo a largo plazo. Esto quitará la presión de depositar demasiada

información en un joven discípulo en un corto tiempo.

Sea sensible. Note el nivel de hambre espiritual en la persona que está discipulando. Escúchelo y entérese de lo

que le encanta. No le dé más de lo que está ansioso por recibir.

No se decepcione. Cuando alguien no está al nivel de sus expectativas, ofrézcale la libertad de crecer a su

propio ritmo.

Sea una persona de recursos. Mantenga una relación abierta. Manténgase en contacto aún después de que

termine su relación formal de discipulado.

Esté presente en los momentos cruciales. Use puntos de entrada natural en su vida (bodas, cambio de carrera, primer bebé, muerte en la familia, etc.).

Manténgase orando. Pídale a Dios que convierta a su discípulo en lo que Dios quiere que sea

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La Aventura de Discipular