12
I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 1 L a M aN d r ag o R a Año II ~ Nº 7 (Enero, 2.002) del «LEÓN FELIPE»

LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2 #21

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Resvista del IES León Felipe de Benavente (Zamora)

Citation preview

Page 1: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

I. E. S. León Felipe - Benavente

Pág. 1

La MaNdragoRa Año II ~ Nº 7 (Enero, 2.002)

del «LEÓN FELIPE»

Page 2: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

La Mand ragoRa

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 2

CLONA-2, ¿AMENAZA O AVANCE?

Tras la oveja Dolly, las mentes ca-

lenturientas han imaginado almacenes llenos de hombres y mujeres perfectos, hechos a la carta, como los mejores menús del Palace, y aunque eso éti-camente no es deseable, sí es científi-camente factible. De forma que la Igle-sia y la Ciencia se ven enfrentadas una vez más, debe ser una ley natural, aunque pensándolo bien ¿la Iglesia tie-ne razón?, pensemos en la Inquisi-ción...

Sea como fuere, la clonación en estos mo-mentos se quiere utilizar para fines terapéuticos (más concretamente: tejidos para transplantes, aunque también para curar: cáncer, Parkinson, Al-zehimer, entre otras enfermedades). Esto lo vemos como algo muy beneficioso y un gran paso para la humanidad, sin duda, pero la clonación es algo desconocido, peligroso y todavía anclado en técni-cas imperfectas. Como argumento en contra, los detractores de la clonación advierten que si se im-plantara una célula madre en un útero humano se podría crear un ser humano semejante a otro ya existente, además de que según otros estudios la modificación genética de alimentos podría ser al-tamente cancerígena, por lo que se produce una contradicción ¿si dicen que mediante la manipula-ción genética podría curarse el cáncer, entonces por qué lo crea? Esto, sin duda, reafirma la idea de que la clonación y la manipulación genética son algo todavía imperfecto. Lo que está claro es que si las ideas de clonación siguen adelante, sí hablarán de nosotros cuando hayamos muerto, pero quizá no por lo que hayamos hecho, sino por lo que habrán hecho con nosotros.

A R G O S

CARTA A UN CONDENADO A MUERTE

Desde el mismo día de tu nacimiento sabías que este iba a ser tu fin, que tarde o temprano ibas a morir así, condenado. Tras dos meses en el corredor de la muerte regresaste, de casualidad, por unas horas. Cuando comenzó a escribirse la última frase de tu vida yo corrí a abrazarle, temiendo que te fueses antes de tiempo. Mas tarde apagué la luz creyendo que la borrosa sombra del alcohol había transformado a la nada en ti y en él. Temía dormir porque pensaba que al desper-tar tú no serías aquel sueño con el que había cerrado los ojos, mas entre un temor horrendo oí tus crueles palabras en un bello susurro. Entonces pronuncié su nombre para creer que aún te teníamos, aunque aquello no fuese cierto. Jamás había visto un abismo mayor entre el cuerpo y el alma: su cuerpo, allí con-migo, su alma, su ser allá, lejos; yo sabiéndolo llora-ba, él acariciándome, buscaba a ella, y yo, mientras, luchando por ocultar mis lágrimas. Al levantarme le miro y para mi desgracia hallo la respuesta que esperaba: hace mucho que falleciste.

Clarisse

¿PROFESOR BUENO? ¿PROFESOR MALO?

Profesores, ¿qué son? O mejor dicho, ¿qué queremos que sean? ¿Qué esperamos de ellos? Llevo mucho tiempo preguntándome qué es un buen profesor, tal vez el que se preocupa por mí, o el que se ríe conmigo y paso un buen rato entre explicación y explicación...; otras veces pienso que es el que hace la clase amena, diferente, que explica de aquella manera que entiendo y disfruto sin poder distraerme aun-que no me tenga en cuenta y no seamos para él mas que una masa a la que dar clase y no alumnos indi-viduales y diferentes. Tal vez es un poco de todo esto, o quizá, para otros, nada de lo que he dicho, pero en lo que creo y espero que coinci-damos es en lo que no buscamos.

No creo que nadie sea capaz de soportar a un profesor prepotente y orgulloso que se cree el rey de la clase y el intocable que tiene en sus manos, en cierto modo, tu futuro. Es verdad que en algunos momen-tos tiene que ser difícil ejercer su profesión, y queriendo mantener el orden de la clase se les escape de las manos la situación, pero ¿acaso tiene alguien derecho a faltar al respeto al alumno, humillarle en clase, juzgarle antes de tiempo o dejarle ver que puede destrozarle el curso si quiere? NO, nadie puede, y menos una persona que no te cono-ce. Muchas veces dicen que ellos están aquí para educar, pero ¿a quién queremos engañar? ¿Es tal vez éste el modelo que queremos seguir? Yo por lo menos NO.

Con esta redacción que sé que es muy pobre en lo que a riqueza literaria se refiere no busco otra cosa más que hacer pensar a mu-chos sobre lo qué están haciendo en las clases; ya que nunca podremos decir todo esto directamente al profesor porque, recordemos, nun-ca permitirán una crítica de este tipo, interpretándola como una falta de respeto digna de un parte de expulsión.

Inconformista

NOTICIA Uno de los dos equipos

del Ciclo Superior de Ad-ministración y Finanzas formados en el I.E.S. «León Felipe» para participar en el certamen M.E.S.E. (Manage-ment and Economic Simulati-no Exercise) ha pasado a la fase final, a la que sólo acce-den los ocho mejores equipos de Institutos y Universidades de todo el país. El acceso a esta fase, que se desarrolla en Madrid, les da derecho a participar en el mismo certa-men pero organizado para los ochos mejores equipos de ca-da país de la Comunidad Eu-ropea.

A todo el Ciclo Formativo y a su organizador, Tino, les deseamos lo mejor y mucha suerte.

Sound on the Underground

There is an old verb "to busk", meaning "to improvise", and it is from this word that "busker" is derived to describe a street musician or performer. There have been buskers on the London Under-ground for as long as anyone can re-member. You do not always see them but you can hear them: the sound travels for miles along the subterranean tunnels. Some are serious musicians attracted by near-perfect acoustics. Others are little more than beggars who see it as an easy way of making money. The guitar is probably the most common choice of instrument but you can also hear Ameri-can banjos and Irish bagpipes. Busking on the Underground is always illegal, it does not matter which instru-ment you play. Fines, which can be any-thing up to 200 pounds, are regularly imposed by the London Transport Police. Why it is illegal is unclear. The police maintain that buskers obstruct the corri-dors and their music interferes with in-formation from the loudspeakers. Busk-ers say that they help passengers in dif-ficulty and make women travelling alone feel more secure. What so you say?

PEPA

Page 3: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

La Mand ragoRa CREACIÓN LITERARIA

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 3

MIKRA (Historias de una adolescente)

7.- Quedé con Guy a las siete y media en la esqui-

na de El Indo, un bar para “gente ya casada y con hijos”, como solíamos decir nosotros, que estaba un par de manzanas más abajo de mi casa. Guy siempre se retrasaba cinco minutos, así que no me extrañó que aún no estuviera allí. A esas horas de la mañana no había casi nadie rondando por las calles. Me gustaba ese ambien-te. Sólo el camión de la limpieza había pasado por delante de mis narices cuando al fin llegó Guy.

—¿Qué pasa compañera de batalla?! —Guy aparecía sonriente y risueña, como solía apare-cer todas las mañanas. Aunque yo nunca pude comprender cómo podía conseguirlo. Yo por las mañanas ni siquiera era capaz de articular pala-bra hasta bien entrado el día, y mejor no hacerlo porque seguramente soltaría alguna bordería; pero Guy era así, de buen rollo todo el día.

—Ya ves, lista para largarme de esta mierda de pueblo —sonreí.

—Oye Mikra... ¿tú llevas muchas pelas? —la pregunta me pilló un poco de improviso.

—Pues... la verdad es que no. Con lo que me dan los viejos no tengo ni para el fin de semana, pero últimamente he estado gorroneando y esta mañana, al salir, le cogí algo prestado a mi padre —sonreí.

—Así se hace, loca —Guy también sonrió y me dio una palmadita en la espalda para indicarme que podíamos empezar a andar. Porque, la verdad, si seguíamos en ese plan allí plantadas seguramente perderíamos el autobús.

—Oye Mikra...un momento... —se calló. Eso de que la gente se pare al hablar siempre me ha puesto nerviosa y en Guy no podía significar nada bueno—. Ayer cuando iba a coger el bus para irme a casa me encontré con Shock.

¡Mierda! Espero que Shock no le dijese nada de lo que les conté en el Speed. La verdad es que lo iba a echar de menos. Pobre Shock.

—¿Y...? —la miré esperando impaciente una respuesta. Ella también me miró.

—Pues que estaba jodido. ¿Qué le hiciste cha-vala?

—Jodido ¿por qué? ¿Yo? ¿Por qué? —me quedé sin saber qué decir.

—Pues como no sabía de qué iba la cosa y como creía que los tiros iban por ahí, le dije que no se preocupase por lo de la escapada, porque yo te cuidaría la mar de bien. Y entonces el chaval se quedó más jodido todavía. Él no sabía nada ¿verdad?

—Pues... (continuará)

MIKRA

HOTEL REÚMA 5.-

-Buenas noches, señora, ante todo le ruego disculpas por tan intempestiva visita. Estas no son horas ni modales, me hago cargo. Pero si me da un se-gundo —temía con todo mi ser que me cerrara la puerta en las narices y, acto seguido, llamara por teléfono al vecino para que me soltara sus amables pe-rros— le explicaré lo que me ha aconte-cido... (y, mientras, Wenceslao por ahí riendo y pasándoselo bien, rodeado de chicas, muy intelectuales, pero chicas, y de martinis, y contándoles la anécdota de cómo se había deshecho de un pel-mazo aspirante a novelista).

Al tiempo que intentaba dar una apa-riencia de normalidad, escruté el rostro de la ancianita para comprobar que me contemplaba con una sonrisa dulce y serena. Tanto que se me cayeron las explicaciones de los labios y los temores del corazón. Por un momento no pude pensar en nada y sólo la lluvia habló en-tre nosotros. Reí al mismo tiempo que ella y suspiré. En ese momento supe que me comprendía y se hacía cargo, y sobre todo que no iba a salir corriendo bosque a través, gritando histérica.

-Pase, joven, pase —me invitó cor-dialmente— se va usted a poner perdido con lo que está cayendo. Pase al za-guán. No se quede más tiempo a la in-temperie o cogerá una pulmonía de pa-dre y muy señor mío, como la que se llevó por delante a mi Aníbal —susurró con tono triste—. Como habrá compro-bado, esto dejó hace muchos años de ser un hotel. Ah si usted lo hubiera co-nocido cuando mi Aníbal lo dirigía.... Pero no nos quedemos aquí, que hay mucha corriente. Pase a la salita...

-No quisiera causarle molestia algu-na...

-Qué disparate.... -Sólo venía buscando la residencia del

señor Emilio Zotal, el editor, ¿le conoce usted?

-No conozco a nadie con semejante nombre —comentó pensativa—. Ningún Emilio ha vivido en los alrededores, al menos durante los treinta años que hace que mi Aníbal y yo decidimos invertir todos nuestros ahorros en este hotel... pero dejemos la charla para más tarde. Se va a constipar. Póngase cómodo. Caliéntese en la chimenea. Enseguida vuelvo. En toda la extensión húmeda y profunda de la noche, pudo oírse la car-cajada de Wenceslao, sí, tuve que haberme dado cuenta antes, el muy im-bécil me la había jugado.

-Señora... -¿Sí? -¿Puedo hacer una llamada telefóni-

ca? -Lo siento mucho, pero no va a ser po-

sible. Nunca pusimos teléfono, ni conec-tamos aparatos de radio, ni instalamos televisores en este edificio... era parte del encanto del lugar. Un balneario de silencio. Mi Aníbal tenía ideas muy lu-minosas. Vendía silencio, fíjese usted, y la gente venía a tomar el aire y el silen-cio. Ande joven, entre en la salita y no me entretenga o conseguirá su resfriado.

Entré en la habitación como si lo hiciera en la celda luminosa de miel y ámbar de una dulce abeja. Y me pe-gué a la chimenea. Fuera arreciaba la lluvia. La oscuridad y la niebla cerraban la noche. Al poco apareció de nuevo la ancianita con una aromática toalla y un pijama. Tendiéndomelos me señaló un biombo abierto en un ángulo de la habi-tación. Luego hizo un gesto inconfundi-ble: quería que me quitase la ropa húmeda, que me secara y me abrigara con la seca.

-El pijama era de mi Aníbal, igual le estará algo grande... Él era un hombre antiguo, corpulento, —evocó de nuevo a aquel señor. Ella no conocía mi nom-bre, ni yo el suyo, pero el tal Aníbal no cesaba de salir en la conversación, como si fuera su nombre el único que importara en el mundo.

-Mientras se cambia, prepararé algo bien calentito.

Con lo cual, lo del anuncio televisivo se acababa de cumplir, como la certeza de que era maravilloso contar con un amigo que se llamara Wenceslao. Po-co después, ella apareció con unos tazones humeantes sobre una bandeja.

-Acomódese —me dijo indicándome un silloncito que había junto a su me-cedora—. Siento mucho no tener telé-fono. Además, dudo que encontrara uno en kilómetros a la redonda. Ande, tómese esta hierba luisa. La cultivo yo misma. Mi marido, Aníbal, dejó unas semillas en un sobrecito... —dijo y guardó un furtivo silencio. Movía la miel en el fondo de su taza. En la infu-sión parecía estar viendo un largome-traje con final feliz entre música de vio-lines.

–Por navidad hizo diez años que mu-rió —comentó bajando la voz.

-Tome —dijo al poco con voz despe-jada— endulce su infusión con miel de romero.

Tomamos las infusiones en silencio. El uno frente al otro sentados junto al crepitar del fuego. Ella me hacía ges-tos de asentimiento con los párpados, adivinando cuánto me reconfortaba la infusión, y yo me entretenía en recorrer con la mirada la acogedora estancia. Una abeja reina, caldeándose en miel —recuerdo que pensé acerca de tan peculiar anciana—, en el corazón de una colmena abandonada. Al imaginar las habitaciones vacías del hotelito que nos rodeaban, arriba y a los lados, y al oír de tanto en tanto el silbar del viento por los largos pasillos, me estremecí sin poder evitarlo. La anciana, al ver mi temblor, sin mediar palabra, se levantó y salió. Al cabo del rato aparecía con un precioso batín de terciopelo rojo, acolchado y forrado con lana fina.

-Era de Aníbal —comentó ofrecién-domelo.

Luego se sentó en su mecedora y comenzó a señalarme aquí y allí con un bastoncito de marfil, los detalles de la salita. (continuará)

EVA Mª FERNÁNDEZ

Page 4: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

La Mand ragoRa CREACIÓN LITERARIA

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 4

LIBRE ELECCIÓN A LA VIDA

Lucas era un chico normal, como cualquier otro; joven, con ganas de comerse el mundo, de disfrutar... lo típico. Tenía todo lo que quería, y si por algún motivo le faltaba algo, sus "papis" se encar-gaban de dárselo en cuanto lo pedía. Era lo que solemos llamar un niño de papá.

Pero su vida dio un giro de 180 grados el día que sufrimos el accidente, ¡vaya accidente! No recuerdo muy bien la fecha, era una noche de verano, Lucas había tenido una fuerte discusión con sus padres y para evadirse de sus problemas nos propuso irnos a Ma-drid unos días. Era su forma de solucionar los obstáculos de su vida, huía.

Por el camino, Lucas hablaba con Bea, y Juan conmigo, aunque había momentos en los que rondaba un absoluto silencio, sólo roto por el ruido del tráfico.

Pasamos un puente, y lo último que vi fue una luz (creo que el muy cabrón llevaba las largas...) y gracias a ese "buen conductor" sufrimos un aparatoso accidente. Todos nuestros planes sobre Madrid y algunos más se habían esfumado. Pero aún faltaba lo peor. Después de ver cómo mi vida pasaba por mi mente en un instante tras haber dado siete vueltas de campana, descubrí que Bea, mi mejor amiga, no estaba en el coche. Había salido despedi-da (no llevaba el cinturón) y se encontraba tirada en medio de la carretera, como un pobre perro al que acaban de atropellar. Traté de salir, al fin y al cabo, yo me encontraba bien (o al menos eso creía) pero no pude, estaba atrapada en el coche, tenía partidos los dos tobillos y una brecha en la ceja. Una débil voz me sobresaltó, era Juan, me decía que estaba bien, pero que Lucas no se movía. Yo no me había percatado de todo eso, sólo había transcurrido un minuto y estaba totalmente ida. Lo cierto es que Juan sangraba abundantemente por la cabeza, y a mí la sangre... Mientras, Lucas seguía sin moverse.

Al fin paró un coche, recogió a Bea de la carretera, se acercó a nosotros y llamó a una ambulancia. Media hora más tarde todos estábamos sentados en la ambulancia, nos dirigíamos al hospital. Pero en medio de mi confusión no me encajaban las cosas, me percaté de que Juan estaba a mi lado, Lucas en la camilla, ¿y Bea? ¿dónde estaba?... no me lo quisieron decir, pero era evidente, había muerto. Días mas tarde, Juan y yo tiramos sus cenizas en el lago, como ella quería. Es curioso, Bea era muy insegura, siempre dudando sobre todo, pero con solo 18 años tenía muy claro dónde quería estar si moría, lo había comentado varias veces.

En cambio Lucas tuvo más suerte (o no), se salvó aunque es-taba en coma. Juan y yo le visitábamos todos los días, pero no despertaba; era muy duro ver cómo un amigo está en una cama, día tras día sin moverse, sin hablar, ¡sin abrir los ojos!

Después de un año, cuatro meses y dieciocho días, recibí una llamada del hospital, ¡Lucas había despertado!

Fui inmediatamente a su habitación pero la imagen que me en-contré no era tan buena como esperaba. Lucas estaba totalmente desanimado, y aunque se alegró al verme, en cuanto los médicos nos dejaron solos comenzamos una conversación que aún hoy recuerdo.

Me decía que ya sabía que no volvería a caminar, tenía todo el cuerpo, del cuello para abajo en estado vegetal, le habían contado que Bea había fallecido y él se culpaba de todo.

-Nehela, ¿sabes lo que es vivir inmovilizado en una habitación mientras hacen latir mi débil corazón?

-No, supongo que es muy duro Lucas, pero tienes que luchar y seguir para adelante, ¡tienes que superarlo! —no se me ocurrió nada mejor que decirle-.

-Es que sólo están consiguiendo matarme lentamente, no se pa-ran a pensar en que mi puto cuerpo inerte no despertará jamás -—me gritó entre sollozos y lágrimas.

Lucas se odiaba a sí mismo, no le importaba nada, y por prime-ra vez no podía conseguir lo que quería (no todo lo compra el dine-ro). Además, sus padres (si se les puede llamar así) se comporta-ron como cualquier individuo de la calle, le abandonaron, no esta-ban dispuestos a aguantar una carga el resto de su vida, y mucho menos después de la discusión que habían tenido. (A mi no me jodáis, pero eso ni son padres ni son nada).

-¡Eh! y Juan, ¿dónde está? —me preguntó -Estuvo visitándote a diario durante los siete primeros meses,

más tarde se enamoró de Belén, una chica estupenda pero que vivía en Alemania y, como te puedes imaginar, se fue con ella. Me pidió que te diera un beso cuando despertaras.

-O sea, que no volveré a verle, ¿no?

-Quizá se case pronto y tendremos que ir... -¡No!, yo no iré a ningún lado, creo que aún no me has mirado.

¡Mira! ¡Soy un vegetal!... -Perdona, sí que te he mirado, y por primera vez veo a un Lu-

cas al que no conocía. Tú siempre te ibas comiendo el mundo ¿Qué pasa ahora?.

-Pero, ¿no lo ves?, creo que es evidente... -Yo sólo veo que no estás dispuesto a luchar. Con un poco de

esfuerzo puedes llegar a superarlo, además yo voy a estar conti-go siempre. Sólo tenemos que esperar algún tiempo, seguro que nos reiremos de todo esto.

-¿Esperar? ¿cuánto hay que esperar?.Aquí el tiempo pasa más lento de lo normal.

Al oír esto no pude soportarlo y lloré, lloré todo lo que no había llorado hasta ahora, nos abrazamos y me fui.

Ya en casa me puse a pensar en lo que puede cambiar la vi-da de una persona por un "despiste" de otra. Lucas sólo pensaba en morir, y de algún modo me pedía ayuda para hacerlo. Yo, por supuesto no pensaba hacer nada que le causara daño o que fuera perjudicial para su vida.

Día tras día pasaba el tiempo y Lucas seguía en aquella fría habitación de hospital. Cada segundo que transcurría estaba más desanimado, más triste y yo empezaba a comprenderle. No sabía lo que había sucedido en un año, cuatro meses y dieciocho días de su vida (estaba inconsciente...). Desde el día del accidente no había salido de la habitación, sin recibir visitas, ni cariño...ni na-da. Y eso es muy triste, más aún cuando se repite durante cuatro años que llevaba allí.

Un día como cualquier otro, cuando le visité me volvió a decir: -Por favor, ¡ayúdame a morirme! Esto no es vida. Sabes que

sólo tendrías que acercarme un vaso con ese licor celestial: "eu-tanasia".

-¡Venga Lucas!, no me vengas con estupideces, ya hemos hablado de eso.

-Sólo quiero envenenar mi cuerpo ¡no lo aguanto más!.Creo que es justo poder elegir, esto no es un juego y existe el derecho a la vida, deja que tome mi propia decisión, por favor.

Lucas pensó que yo era muy egoísta porque sólo pensaba en lo mal que lo iba a pasar si él también me faltaba, y no me impor-taba todo el sufrimiento y dolor que él había y estaba pasando. Esto me hizo recapacitar, y el 6 de Mayo fui, como todas las tar-des, a verle. Pero esta vez era la última y él lo sabía. Estuvimos hablando y él me dijo:

-Bueno, ¿la has traído? -Si, pero...no estoy segura. -No te preocupes, estás haciendo lo mejor, tú no me estás ma-

tando, me estás dando la vida que perdí aquella noche. Nunca te olvidaré.

Acto seguido, yo le puse el vaso con "el licor" a su alcance, pero no pude ver si llegó a tomárselo. Lo cierto es que me fui como los cobardes, no estaba preparada para verle morir, y más aún sabiendo que yo le había proporcionado los medios para hacerlo.

Hoy, 20 años después, aún no sé si Lucas se tomó "el licor", no tuve valor de preguntar por él, quizás en el último momento cambió de decisión y hoy tiene una familia. es feliz... o quizás no, pero eso no lo sé. De lo único que estoy segura es de que sobre mi actuación habrá muchas opiniones (morales), pero nadie es perfecto.

¿Qué hubieras hecho tú? Quizá si le hubiese explicado que la manera de solucionar los

problemas no era huir de ellos, sino enfrentarse y tratar de vivir... Pero lo cierto es que cada segundo era sufrimiento en él y no

quería seguir así... Creo que actué correctamente y si no es así: ¡Lucas, lo siento!

NEHELA

Page 5: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

La Mand ragoRa

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 5

No quiero ir si allá también hay árboles. Me gusta verlos aquí. Para luego, espero lo nuevo. Ni siquiera ver lo viejo de otra manera. Quiero dejarlo todo al partir, lo vivido y el ser que lo vivió. Me horroriza la idea de una eternidad de colores, formas y dimensiones limitadas, la pervivencia de un yo o muchos sucesivos, peor que imperfectos, conocidos. Quiero una renovación total; ser otro o no ser, que viene a ser lo mismo.

OFELIA

Ojalá encuentre a alguien en quien pueda confiar y además de ser un amigo sea un amor de verdad, pero lo mejor de todo es que creo haberlo encontrado y espero que seas tú al que tanto he buscado yo.

JANE BARRERO GUTIÉRREZ ........................................................................ Nos fuimos los dos agarraditos de la mano y cuando nos fuimos a dar la otra mano nos caímos los dos al hoyo encantando.

ADRIÁN CREGO ALONSO ..............................................................

AMOR Amor, qué bien suena la palabra amor cuando se ama, amor amor amor quisiera estar siempre contigo.

NURIA .............................................................

EL AMOR Si tú supieras cómo te amo compartirías conmigo todo lo que en común tenemos y unas espuelas de oro nos saldrían con las que galopar felices por la vida.

MARÍA .............................................................. No te vayas mi amor, no te vayas todavía, espera unos minutos a que me despida de mi mida, pues si tú te vas se me van los días. ¡Hasta siempre, amada mía!

ESAÚL GUTIÉRREZ GARCÍA ............................................................

Yo contemplaba un caudal enorme de llantos por estar solo tan solo, tan solo que ni mi propio yo me acompañaba solamente me quedaba mi propio eco que al chocar de lejos debilitado me rebotaba.

JONATHAN NOVOA ALONSO ............................................................... Si es verdad que me quieres aprende a demostrármelo, porque yo te quiero y me estoy desesperando. Sin tu amor no puedo, sin tu amor me muero, dime si me quieres, porque esto es un infierno.

BASEMATH BARRIO ACEDO ............................................................. Un querer que crece si es curado, un calor abrasador, un helado sentir, sentimiento que aumenta si no es olvidado, un noble sentir de amistad, un admitir sin antes ser querido, una duradera pasión desde el postrero.

JORGE

Su piel me cautivó, Sus ojos me llenaron de ilusión, Y su sonrisa me enamoró. Cada amanecer, cada nuevo día, Recuerdo con placer Aquella noche de amor. ¡Qué pena!¡Qué dolor! No poder tenerte cuando quiero, Y tener que esperarte Tener que aguantar sin ti Tener que soñar... sin ti. Tengo y tendré esperanza De que me vuelvas a buscar. No te busqué y me encontraste, Ahora te espero y no vienes a buscarme.

LAU

“NO SOY QUIÉN PARA...”

No soy quién para decir ni para criticar nada, sólo soy quién para escribir y para ser ignorada. No soy quién para opinar no soy quién para ser escuchada, sólo soy una persona para aguantar y ser aguantada. No soy quién para respirar no soy quién para vivir, lo único que deseo es no tener despertar en un eterno dormir. (Dedicado a N.C., F.M., H., A.C., y a todas las personas que me animan a seguir viviendo. Gracias.)

MELPÓMENE

Page 6: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

La Mand ragoRa opinión, CURIOSIDADES y CONFESIONES

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 6

VIVA EL CONSUMISMO Espero que los días pasados hayan sido especiales para voso-

tros, sobre todo si sois dueños de «El Corte Inglés», y si no lo sois seguro que habéis contribuido a que los que lo son hayan tenido unas Navidades excepcionales, a base de “Pley Esteision” o “Pe-Cés”.

Tras unas Navidades de bajura, debido a las bajas ventas ge-neralizadas en toda Europa a Causa del Euro, los grandes almace-nes están metidos ya en las rebajas, aun cuando no nos hemos recuperado de la resaca de Noche Vieja. Lo peor de todo es que después vendrá la “Semana Fantástica” y “Los 8 días de oro”,

seguido todo ello de las habituales ofertas de aniversario de cada centro, y los más que rentables cambios de estación, ya sabéis a lo que me refiero: “Ya es otoño, invierno, primavera, verano en El Corte Inglés”; ¿y qué me decís de la vuelta al cole? Te ponen de barato las cosas que resultan ser más caras, como si nuestros padres no hubiesen tenido suficiente con las vacaciones de verano.

Yo me pregunto, ¿hay algo de lo que las ‘grandes superficies’ no saquen beneficio? Espero que alguno de vosotros queráis, podáis o simplemente sepáis responderme. Un saludo y con Dios

JAIME

LA MANDRÁGORA

«Mandrágora»: planta cuyas raíces y hojas, cocidas en poción, utilizaban las brujas en sus mágicas noches de aquela-rre.

«Mandrágora» (Mandrágora Atumnalis Berto): de esta plan-ta se ha escrito mucho, aunque pocos son los que la han visto. La forma antropomorfa de sus raíces reforzó la credibilidad de sus poderes mágicos, de ahí que fuera comúnmente em-pleada en la fabricación de ungüentos con diversas aplica-ciones terapéutico-mágicas. El

médico del siglo XVI Andrés Laguna, señala: «Pitágoras llamó “anthropomorphon” a la Mandrágora, que significa “figura humana”, por cuanto su raíz por la mayor parte consta de dos piernas semejantes a las del hombre, aunque no contentos muchos burladores con esto, quieren persuadir que se nos parecen en todos los miembros; y ansí para engañar al pueblo ignorante y crédulo suelen, en la raíz de la caña, entretallar todas las partes del hombre, enxiriendo ciertos granitos de trigo en aquellos lugares que quieren que naz-

can hierbas, en vez de cabellos o pelos».

Lo cierto es que la Mandrágora posee sustancias como hiosciami-na, escopolamina, cuscohigrina y atropina, que producen efectos alucinógenos. Fue tal la importan-cia que tomó esta planta que en 1690 una única raíz llegó a costar el sueldo anual de un artesano, a pesar de que, en no pocas ocasio-nes tal y como señala Laguna no fuera más que un peligroso sucedáneo, como la nueza (Bryoni-ca Cretica) de nulas propiedades eteógenas, pero de gran toxicidad, que le podía costar la vida al inge-nuo comprador.- JONATHAN

Mandrágora

A veces uno tiene manías un tanto extrañas, y conserva, pues, un ticket de un autobús o una referencia de cuando viajó a Italia, o tal vez una servilleta en la que anotaste algo concreto cuando estabas con él. Al cabo de los años, un buen día intentas poner orden en ese desastre de cajones que tienes y de repente aparece y es como un soplo cargado de emoción y de vivencia, mientras te preguntas por qué lo guar-darías... Esa noche lo entendí mientras lo tenía en mis manos, esa noche supe que el odio crece de las fuerzas de nuestras propias emociones; y que cuando una mujer llega casi a odiar a un hombre, debe estar atenta porque ello significa que sus sentimientos están profundamente comprometidos, pues hay veces que el amor y el odio van juntos. Yo sólo espero que guardes el verso del viento y el recuerdo de mi última sonrisa, la verdad es que ocupa muy poco espacio en tu álbum de recor-tes.

MISERY

Me dirijo a todos los leyentes

de La Mandrágora con el fin de explicaros lo mucho que cuesta hacer un grupo musical. Hasta hace unos días yo era un chico que estudiaba, jugaba al fútbol, etc., pero ahora todo ha cambia-do, y supongo que ha sido por la sangre musical que nos ha dado mi padre a toda la familia.

Desde hace un año toco la guitarra melódica. Desde hace sólo 7 meses canto, y más recien-temente compongo canciones que tienen un claro estilo pop-rock. Ahora, mi meta es conseguir formar un grupo, hacer que suene mediante el esfuerzo de todos y, cómo no, cumplir mi sueño que es compartir mis canciones con toda la gente que esté dispuesta a oírlas. Supongo que pido mucho, pero sólo espero que algún día, el grupo que hemos formado, en el León Felipe, pueda subirse a un escenario a demostrar que la música no sólo es bonita por fuera, sino también dura y difícil por dentro, y por ello que se nos valore según lo que merezcamos. Esto ha sido todo. Espero que cualquier otra persona que piense como yo, no se rinda y siga adelante.

ANÓNIMO

SCOPE: “¡A la guillotina!”

En 1792 Joseph-Ignace Guillotin, promovió ante la Asamblea Nacional de Francia un método de ejecu-ción para "decapitar sin dolor" Guillotin se basó en un instrumento utilizado para la pena capital en la Esco-cia del siglo XIV. El nombre que recibió proviene del nombre de su creador, Guillotin, cuando presentó su invento, lo vendió como un método de ejecución más rápido y menos doloroso, el cual igualaba a nobles y a pueblo llano. Años más tarde, con las decapitaciones de Luis XVI y Maria Antonieta, la guillotina paso a llamarse “Lousiette o le Lousion”

Muchos años después, la neurofisiología moderna descubrió que los decapitados, tras ser decapitados, eran conscientes de cómo su cabeza rodaba hasta la cesta, situada escalones abajo de la guillotina. La guillotina, por raro que resulte, no fue abolida hasta 1981 por el presidente francés Mitterrand. Los herede-ros de Guillotin, quisieron cambiar el nombre al maca-bro artefacto, pero el gobierno francés solo les dio como solución cambiar su apellido, con lo que se quedaron como estaban. - SCOPE

Page 7: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

La Mand rago Ra pasatiempos.

I. E. S. León Felipe – Benavente Pág. 7

EL EURO

Encuentre el camino que conduce al euro:

SÚPER RAYADA Coloca las palabras en su lugar correspondiente

C O C H E O V I E D O Y O Y O R E J A

HECHO por Myriam García Huerga (1º A-ESO)

PALABRAS De 4 letras:

- Dado - Yoyó De 5 letras: - Avión

- Coche - Hilar - Jamba

- Oreja - Osito - Ratón - Yegua

- Coche De 6 letras: - Oviedo - Tejado De 7 letras: - Iglesia - Rodilla De 8 letras:

- Elefante De 9 letras: - Actuación De 11 letras: - Rinoceronte

Page 8: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

La Mand ragoRa viñetas de humor

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág. 8

Page 9: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

La Mand ragoRa

del LEÓN FELIPE

Pág. 9

Page 10: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

I. E. S. León Felipe - Benavente

Pág. 10

POESÍA: SOPHIA DE MELLO BREYNER Antología Poética (Texto bilingüe) Col. La Rama Dorada Editorial Huerga&Fierro, Madrid, 2000

MULTICINES BENAVENTE

Programación hasta el 24 de Enero: Sala 1: «HARRY POTTER» (Fantástico) e «AMELIE» (Comedia). Sala 2: «BANDITS» (Come-dia). Sala 3: «KIRIKO Y LA BRU-JA» (Animación) y «JASÓN X» (Ciencia-ficción). Sala 4: «HORA PUNTA 2» (Acción). El 25 de Enero: estreno de «EL SEÑOR DE LOS ANI-LLOS». Sorteamos entradas para el ci-ne entre todos los alumnos del Instituto. Se lo comunicaremos personalmente a los agracia-dos. Suerte.

POESÍA:

JAIME SABINES Uno es el poeta. Antología

Colección Visor de Poesía. Ed. Visor

Madrid, 2001

Es una poesía de acompañamien-to, guía de las emociones del alma del poeta. El lector va siguiendo las pisadas en la tierra; las huellas han pasado a los poemas. /Nos mori-mos, amor, muero en tu vientre / que no muerdo ni beso / en tus mus-los dulcísimos y vivos.../

La angustia, la soledad, el amor..., forman un cerco del que el poeta mexicano no sale: /Los amorosos andan como locos / porque están solos... / Esperan / no esperan nada, pero espe-ran. /

¿Y la muerte? /Cantemos la muerte, la muerte, la muerte, / hija de puta,

viene. / La tengo aquí, me sube, me agarra / por dentro /. Carmen Alemany halla “resonancias del Antiguo Testamen-

to”. Se podría añadir que la poesía de este autor chiapaneco rezuma misticismo epicúreo. Estábamos en el paraíso. En el paraíso no ocurre nunca nada... Eva, levántate... Ven. Estoy desnuda, macerada, y huelo a ti.

Cada poema es asaltado por el amor; pocas veces es festi-vo, las más, adolorado.

¿Dios? Por cualquier rincón del libro asoma. Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente.

TOMAS N. MARTÍNEZ

MOTOR: «TUNING»

En estos últimos años los coches ya no son lo que eran. Antes el coche era un medio de desplazamiento casi

necesario, ahora ha pasado a ser un elemento de identificación del propietario. En el mercado podemos encontrar coches de diferentes estilos, que se adecuan más o menos a la necesidad

y al gusto del comprador. Pero, además, el comprador puede personalizar su coche de tal manera que el acabado no tenga nada que ver con la base o coche en sí.

Distintos artículos y complementos, como bajos, alerones, llantas, entradas de aire, pestañas o máscaras, pueden hacer de la carrocería de un coche una auténtica obra de arte. Pero eso no es todo, tapicerías, pedales, pomos, alfombrillas, equipos de sonido… pueden darle al interior de un coche una imagen atractiva e incluso a veces futurista.

Los distintos complementos que podemos añadir al motor de nuestro coche nos asegurarán una mejor res-puesta de éste y, ¿por qué no?, un aumento del caballaje, junto con un sonido más armónico.

Así que, ya sabéis, si queréis tener un coche único y completamente a vuestro gusto, sólo tenéis que propo-néroslo (¿?) y ahorrar unas pesetas o, ya, unos euros.

JAIME

Page 11: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

La Mand rago Ra E J E R C I C I O S , N O T I C I A S y A G E N D A

I. E. S. León Felipe - Benavente Pág.11

EJERCICIOS MATEMÁTICOS

Prueba tu capacidad para cazar números enfrentándote a estas dos buenas piezas.

Ejercicio 1.- Engañando a la balanza: Cinco niñas que descubrieron que pesándose de a dos, e intercambiándose de a una por vez, podían conocer el peso de todas gastando una sola moneda, encontraron que de a pares pesaban 129 libras, 125, 124, 123, 122, 121, 120, 118, 116, y 114. Hay que des-cubrir ahora el peso de cada una por separado. Ejercicio 2.- Jaimito generoso. Jaimito sale con un montón de cromos y vuelve sin ninguno. Su madre le pregunta qué ha hecho con los cromos. - A cada amigo que me encontré le di la mitad de los cromos que llevaba más uno. - ¿ Con cuántos amigos te encontras-te?. - Con seis. ¿ Con cuántos cromos salió Jaimito ? (soluciones en el próximo número)

ASOCIACIÓN DE ALUMNOS Queridos mandragoroadictos:

Con motivo de la excursión de fin de curso de los alumnos de 1º y 2º de Bachillerato, y con el fin de recaudar ingresos para dicho viaje, desde la Asociación de Alumnos os convocamos para que deis rienda suelta a vuestra capacidad creadora y realicéis dibujos, los cuales irían destinados a las camisetas y sudaderas que se confeccionarían para su poste-rior venta. Estos dibujos son de creación libre, y el único re-quisito es que en el dibujo se ponga alguna frase que haga re-ferencia a la excursión: «viaje fin de curso a Italia», por ejemplo. Para entregar los dibujos debéis hacerlo en la Aso-ciación de Alumnos (frente al Aula de Música) durante el primer recreo. Tan sólo deciros que sean originales para po-der ponerlos en dichas prendas. Se elegirán dos dibujos (uno para la camiseta y otro para la sudadera). La fecha tope de entrega será el 15 de febrero. A cada ganador se le dará a ele-gir entre una de las dos prendas. Para cualquier sugerencia o aclaración, dirigiros a la Asociación de Alumnos en horas de recreo. Recibid un saludo de la Asociación, que os da las gra-cias anticipadas por colaborar.

Asimismo, queremos recordaros que la «Operación Clavel» tendrá lugar el 22 de Enero.

INFORMACIÓN DE INTERÉS

En el BOLETÍN OFICIAL DE CASTILLA Y LEÓN (B.O.C.Y.L. del 15 de enero de 2002) tenéis las siguientes convocatorias:

Concurso de Pintura.- ORDEN de 9 de enero de 2002, de la Consejería de Educación y Cultura, por la que se convoca el Octavo Concurso de Pintura «Día de Castilla y León» para alumnos de centros docentes no universitarios de la Comunidad de Castilla y León. pág. 746

Concurso de Fotografía.- ORDEN de 9 enero de 2002, de la Consejería de Educación y Cultura, por la que se convoca el Segundo Concurso de Fotografía «Día de Castilla y León» para alumnos de centros docentes no universitarios de la Comunidad de Castilla y León.Pág.748

Concurso de Prosa.- ORDEN de 9 enero de 2002, de la Consejería de Educación y Cultura, por la que se convoca el Octavo Concurso de Prosa «Día de Castilla y León» para alumnos de centros docentes no universita-rios de la Comunidad de Castilla y León.Pág.750

Ayudas. Jóvenes.- ORDEN de 9 de enero de 2002, de la Consejería de Educación y Cultura, por la que se convoca concurso público para la concesión de ayudas a jóvenes destinadas a la realización de estudios o actividades en el campo de la cultura.Pág.755

A G E N D A PROTECCIÓN CIVIL DE BENAVENTE: impartirá prácticas

y charlas teóricas de Primeros Auxilios a los alumnos del Primer Ciclo, los Lunes en horas de Tutoría. Desde al 10 de enero hasta el 17 de marzo para 1º ESO A/B/C. Des-de el 11 de abril hasta el 6 junio para 2º ESO A/B/C.

VOLUNTARIOS DEL «PROYECTO HOMBRE»: impartirán en hora de Tutoría una serie de charlas sobre drogadic-ción. 4º ESO A y B....... 24 de enero. 4º ESO C y D........31 de enero. 3º ESO A y B........25 de enero. 3º ESO C y D........1 de febrero. 2º ESO A.............21 de febrero. 2º ESO B y C.......28 de febrero.

CAMPAÑA DE AYUDA AL PUEBLO SAHARAUI: Durante el mes de Enero y la primera quincena de Febrero conti-nuamos la recogida de alimentos, material escolar y ju-guetes que la Caravana de Castilla y León transportará a los Campamentos Refugiados. Os recordamos que el pueblo saharaui lleva 25 años fue-ra de su territorio y que la presente campaña pretende recoger: 1.- Alimentos no perecederos (azúcar, arroz, le-gumbres...); 2.- Material escolar (cuadernos, lápices, gomas de borrar, bolígrafos..., excepto libros de texto); y 3.- Juguetes. Podéis dejar vuestra contribución en Conserjería. La «Caravana de ayuda» pasará recogerlos en febrero y sus responsables aprovecharán la oportunidad para hablarnos de la cultura y situación de este pueblo en los últimos 25 años.

REUNIÓN PREPARATORIA DEL VIAJE DE FIN DE CUR-SO: El 23 De Enero a las 5,30 horas de la tarde está convocada una reunión de representantes de cursos y acompañantes para el viaje de estudios de 1º y 2º de Bachillerato y Ciclos Formativos.

TERTULIAS LITERARIAS LeónFe: Continuarán el jueves 24 de enero en el Blues de Benavente. A las 5 de la tar-de. Tema: EL SUFISMO Y LA LITERATURA.

Las colaboraciones para La Mandrágora podéis dejarlas en el buzón de Biblioteca.

También tenéis el siguiente «buzón electrónico»: [email protected]

Y si queréis consultar la revista en internet: http://centros5.pntic.mec.es/ies.leon.felipe2

Page 12: LA MANDRAGORA Nº 7 - AÑO 2  #21

La Mand ragoRa

COLABORA:

I. E. S. León Felipe - Benavente

Hecho por Sergio Castrillo

Abre bien el pico, bípedo emplumado, mira con ojo de saeta todo aquello que se arrastra por la tierra acumu-lando ponzoña tras un diente retráctil, clava al fin tu espolón mortífero, como caído del cielo, y vuela alto, hasta que se mueran de envidia los cohetes de la NASA. Y que de nada les sirva tenerte en su escudo plateado.

—Estos animales tienen una mirada espeluznante dice el urbanita tras sus gafas oscuras. —Sí, parecen como de la familia —aclara el mafioso mostrando una abultada pistola en el sobaco.

El-del-fín