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335 RUDESINDUS 2019, n. 12 LA VIEJA ESTIRPE M e crié entre personas muy mayores. Todas han muerto, ya. Como también murieron casi todos mis grandes amigos, que para mí eran otra familia. (Incluso su mundo ha muerto, ese mundo que era el mío.) Pero yo sigo oyendo las voces de todos ellos, que vienen hasta mí desde la otra orilla; y a veces sus sombras caminan a mi lado, entre los personajes de mis libros. Tengo el orgullo de descender de una vieja estirpe de grandes contadores de historias y de verdaderos creedores, y sé muy bien que volveré a ver a todos los míos al otro lado del rio. Soy consciente de que nadie me recordará cuando por fin me haya ido, pero nada de malo hay en ello: entonces, cuando el tiempo haya borrado mi nombre, yo ya estaré de vuelta allí donde el aire huele a pan, donde la flor de los cerezos bravos se deja acariciar por la brisa del atardecer mientras las golondrinas hacen acrobacias alrededor de sus nidos y el cantar del grillo macho se escucha en cada esquina, donde las truchas nadan hasta en los más pequeños ríos, donde los desvanes están repletos de tesoros de papel y terciopelo, donde los grandes palomos de buche saludan al sol desde los tejados y donde los Reyes Magos vuelven siempre, a lomos de grandes camellos, siguiendo la estela de una estrella que les seDala el camino. Allí tendré un caballo rubio de crines trenzadas, con el que a veces atravesaré sin prisas, siguiendo la ruta de las campanas, la Última de Todas las Bretañas Posibles. Escucharé las viejas historias de los míos al calor del animal llamado fuego. Y tal vez un día pueda darle allí la mano a Cervantes, o incluso ver a Dios. Mi Leica vendrá conmigo. La vieja estirpe RAMÓN LOUREIRO Sumario Ramón Loureiro (Sillobre, Fene, 1965), Premio Julio Camba de Periodismo y académico de número de la Academia de San Rosendo, regresa al mundo del fotodocumentalismo, de la fotografía humanista, con este trabajo en color en el que, tomando como referencia el universo literario de sus novelas, prescinde de todas las convenciones del lenguaje fotográfico para diluir las fronteras entre la imagen fija, que es un fragmento de eternidad, y el eterno presente de la literatura. En colaboración con Daniel Díaz Trigo, que se ha encargado de la edición gráfica de este trabajo, Loureiro, a través de sus propias fotografías, apuesta por una nueva forma de mirar. Abstract Ramón Loureiro (Sillobre, Fene, 1965), Julio Camba Prize for Journalism and academic number of the San Rosendo Academy, returns to the world of photofocumentalism, of humanistic photography, with this color work in which, taking as reference the literary universe of his novels, dispensing with all the conventions of photographic language to dilute the boundaries between the fixed image, which is a fragment of eternity, and the eternal present of literature. In collaboration with Daniel Díaz Trigo, who has been responsible for the graphic edition of this work, Loureiro, through his own photographs, is committed to a new way of looking.

La vieja estirpe€¦ · de la Academia de San Rosendo, regresa al mundo del fotodocumentalismo, de la fotografía humanista, con este trabajo en color en el que, tomando como referencia

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LA VIEJA ESTIRPE

Me crié entre personas muy mayores.

Todas han muerto, ya. Como también murieron casi todos mis grandes amigos, quepara mí eran otra familia.

(Incluso su mundo ha muerto, ese mundo que era el mío.)Pero yo sigo oyendo las voces de todos ellos, que vienen hasta mí desde la otra orilla;

y a veces sus sombras caminan a mi lado, entre los personajes de mis libros.Tengo el orgullo de descender de una vieja estirpe de grandes contadores de historias

y de verdaderos creedores, y sé muy bien que volveré a ver a todos los míos al otro ladodel rio.

Soy consciente de que nadie me recordará cuando por fin me haya ido, pero nada demalo hay en ello: entonces, cuando el tiempo haya borrado mi nombre, yo ya estaré devuelta allí donde el aire huele a pan, donde la flor de los cerezos bravos se deja acariciarpor la brisa del atardecer mientras las golondrinas hacen acrobacias alrededor de susnidos y el cantar del grillo macho se escucha en cada esquina, donde las truchas nadanhasta en los más pequeños ríos, donde los desvanes están repletos de tesoros de papel yterciopelo, donde los grandes palomos de buche saludan al sol desde los tejados y dondelos Reyes Magos vuelven siempre, a lomos de grandes camellos, siguiendo la estela deuna estrella que les seDala el camino.

Allí tendré un caballo rubio de crines trenzadas, con el que a veces atravesaré sinprisas, siguiendo la ruta de las campanas, la Última de Todas las Bretañas Posibles.

Escucharé las viejas historias de los míos al calor del animal llamado fuego.Y tal vez un día pueda darle allí la mano a Cervantes, o incluso ver a Dios.Mi Leica vendrá conmigo.

La vieja estirpe

RAMÓN LOUREIRO

SumarioRamón Loureiro (Sillobre, Fene, 1965), Premio Julio Camba de Periodismo y académico de númerode la Academia de San Rosendo, regresa al mundo del fotodocumentalismo, de la fotografía humanista,con este trabajo en color en el que, tomando como referencia el universo literario de sus novelas,prescinde de todas las convenciones del lenguaje fotográfico para diluir las fronteras entre la imagenfija, que es un fragmento de eternidad, y el eterno presente de la literatura. En colaboración conDaniel Díaz Trigo, que se ha encargado de la edición gráfica de este trabajo, Loureiro, a través de suspropias fotografías, apuesta por una nueva forma de mirar.

AbstractRamón Loureiro (Sillobre, Fene, 1965), Julio Camba Prize for Journalism and academic number ofthe San Rosendo Academy, returns to the world of photofocumentalism, of humanistic photography,with this color work in which, taking as reference the literary universe of his novels, dispensing withall the conventions of photographic language to dilute the boundaries between the fixed image, whichis a fragment of eternity, and the eternal present of literature. In collaboration with Daniel DíazTrigo, who has been responsible for the graphic edition of this work, Loureiro, through his ownphotographs, is committed to a new way of looking.

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