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LA INVENCI ´ ON MATEM ´ ATICA HENRI POINCAR ´ E La g´ enesis de la invenci´ on matem´ atica es un problema que debe inspirar mucho inter´ es al psic´ ologo. Es el acto en el cual el esp´ ıritu humano prescinde as del mundo exterior, en el que no obra m´ as que por ´ el mismo y sobre ´ el mismo, de manera que estudiando los procesos del pensamiento geom´ etrico, podemos tener esperanzas de alcanzar lo m´ as esencial de ´ el. Se ha comprendido desde hace mucho tiempo; no hace muchos meses una revista titulada La ense˜ nanza matem´ atica, dirigida por los se˜ nores Laisant y Fehr, emprendi´ o una encuesta sobre las costumbres del esp´ ıritu y los m´ etodos de trabajo de los diferentes matem´ aticos. Hab´ ıa ya esbozado los principales trazos de este art´ ıculo cuando los resul- tados de la encuesta fueron publicados; no pude por consiguiente utilizarlos; me limitar´ e a decir que la mayor´ ıa de los testimonios confirman mis conclu- siones, no digo que la totalidad, puesto que cuando se consulta el sufragio universal no puede uno vanagloriarse de reunirla. Un primer hecho debe sorprendernos, o m´ as bien deb´ ıa sorprendernos si no estuvi´ esemos tan acostumbrados. ¿C´ omo es que hay gentes que no comprenden las matem´ aticas? Si las matem´ aticas no invocan m´ as que las leyes de la l´ ogica aceptadas por todos los esp´ ıritu centrados; si su evidencia est´ a fundada sobre los principios comunes a todos los hombres y que ninguno podr´ ıa negar sin estar loco, ¿c´ omo existen tantas personas refractarias a ellas? Que no todo el mundo tenga capacidad de inventiva no tiene nada de par- ticular. Que no todos puedan retener una demostraci´ on que hayan aprendido anteriormente, pase aun, pero que no todos puedan comprender un razona- miento matem´ atico, cuando se expone, he aqu´ ı lo que al reflexionar parece sorprendente. Sin embargo, la mayor´ ıa no puede seguir este razonamiento sino con gran trabajo; esto es indudable y la experiencia de los maestros de ense˜ nanza secundaria no me contradecir´ a seguramente. Hay m´ as a´ un. ¿C´ omo es posible el error en matem´ aticas? Una inteligencia sana no debe cometer una falta de l´ ogica y, sin embargo, hay esp´ ıritus muy

[Matematicas].La.invencion.matematica.(Henri.poincare)[MadMath]

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LAINVENCIONMATEMATICAHENRIPOINCARELa genesis de la invencion matematica es un problema que debe inspirarmucho interes al psicologo. Es el acto en el cual el espritu humano prescindemas del mundo exterior, en el que no obra mas que por el mismo y sobre elmismo, de manera que estudiando los procesos del pensamiento geometrico,podemos tener esperanzas de alcanzar lo mas esencial de el.Se ha comprendido desde hace mucho tiempo; no hace muchos meses unarevista titulada La ense nanza matematica, dirigida por los se nores Laisant yFehr, emprendio una encuesta sobre las costumbres del espritu y los metodosde trabajo de los diferentes matematicos.Haba ya esbozado los principales trazos de este artculo cuando los resul-tados de la encuesta fueron publicados; no pude por consiguiente utilizarlos;me limitare a decir que la mayora de los testimonios conrman mis conclu-siones, no digo que la totalidad, puesto que cuando se consulta el sufragiouniversal no puede uno vanagloriarse de reunirla.Unprimerhechodebesorprendernos, omasbiendebasorprendernossi noestuviesemostanacostumbrados. Comoesquehaygentesquenocomprendenlasmatematicas?Si lasmatematicasnoinvocanmasquelasleyes de la logica aceptadas por todos los espritu centrados; si su evidenciaesta fundada sobre los principios comunes a todos los hombres y que ningunopodranegarsinestarloco, comoexistentantaspersonasrefractariasaellas?Que no todo el mundo tenga capacidad de inventiva no tiene nada de par-ticular. Que no todos puedan retener una demostracion que hayan aprendidoanteriormente, pase aun, pero que no todos puedan comprender un razona-miento matematico, cuando se expone, he aqu lo que al reexionar parecesorprendente. Sinembargo, lamayoranopuedeseguiresterazonamientosino con gran trabajo; esto es indudable y la experiencia de los maestros deense nanza secundaria no me contradecira seguramente.Hay mas a un. Como es posible el error en matematicas? Una inteligenciasana no debe cometer una falta de logica y, sin embargo, hay espritus muyLaInvencionMatematica. HenriPoincare 2nosquenotropezaranenunrazonamientomuycorto, tal comolosquedebenefectuarenlosactoscomunesdelavida, incapacesdeseguiroderepetir sin equivocarse las demostraciones de matematicas, que si bien sonmas largas, no son despues de todo mas que una acumulacion de peque nosrazonamientos, analogosalosquesehacencontantafacilidadtodoslosdas. Es necesario agregar que los matematicos tampoco son infalibles? Larespuesta nos parece necesaria. Imaginemos una larga serie de silogismos enlos cuales las conclusiones de los primeros sirvan de premisas a los siguien-tes: seremos capaces de comprender algunos de estos silogismos; y no es alpasardelaspremisasalaconclusiondondecorreremosel riesgodeequi-vocarnos. Pero entre el momento en que encontramos por primera vez unaproposicion como conclusion de un silogismo y aquel en que la volvemos aencontrar como premisa de otro silogismo, habra transcurrido a veces muchotiempo, habremos desarrollado numerosos anillos de la cadena; puede ocu-rrir tambien que se haya olvidado y lo que es peor a un, que nos hubieramosolvidadodelsentido. Puede, pues,entonces, acontecer queselareemplacepor una proposicion diferente, o que, conservando el mismo enunciado, quese le atribuya otro sentido; as es como se esta expuesto al error.Amenudoel matematicodebeservirsedeunaregla: naturalmenteco-mienzaademostrarestaregla; mientraslademostracionestafrescaenlamemoria, comprendeperfectamentesusentidoysualcanceynocorreelriesgo de alterarla; pero en cuanto confa en su memoria y no la aplica masque de una manera mecanica, entonces si la memoria le llega a faltar puedeaplicarla al reves. Es de esta manera, presentando un ejemplo simple y casivulgar, como a veces nos equivocamos en operaciones de calculo por haberolvidado nuestra tabla de multiplicar.De esta manera la aptitud especial hacia lasmatematicas sera debida aunamemoriamuyel, obienaunafuerzadeatencionprodigiosa. Seraunacualidadanalogaaladel jugador dewhist, querecuerdalas cartastiradas, obien, paraponerotroejemplo, aladel jugadordeajedrezquepuede encarar un n umero de combinaciones muy grande y conservarlas en sumemoria. Todo buen matematico debera ser al mismo tiempo buen jugadorde ajedrez y viceversa; todo buen jugador de ajedrez debera ser igualmenteun buen calculador numerico. Cierto que esto ocurre a veces: Gauss era a lavez un geometra de genio y un calculador muy rapido y seguro.Perohayexcepciones,omasbienmeequivoco:nopuedollamaraestoexcepciones, pues si no las excepciones seran mas numerosas que los casosajustadosalaregla. EsGauss, porel contrario, quieneraunaexcepcion.LaInvencionMatematica. HenriPoincare 3En cuanto a m, estoy obligado a confesarlo, soy incapaz de hacer una sumasin faltas. Sera igualmente muy mal jugador de ajedrez; calculara bien quejugando de tal manera me expongo a tal peligro; pasara revista a muchosotrosgolpesquerechazaraporotrastantasrazones,yacabaraporjugarla combinacion examinada al principio, habiendo olvidado en el intervalo elpeligro previsto.En una palabra, mi memoria no es mala, pero es insuciente para hacerde m un buen jugador de ajedrez. Por que no me falla en un razonamientomatematico en el que la memoria de los jugadores de ajedrez se perdera? Esevidente: porque esta guiada por la marcha general del razonamiento. Unademostracion matematica no es una simple yuxtaposicion de silogismos; sonsilogismos colocados en un cierto orden, y el orden en el cual estan colocadosestos elementos es muchomas importantequeellos mismos. Si tengoelsentimiento, la intuicion de este orden, de manera que me pueda dar cuentarapidamente del conjunto del razonamiento, no debo temer mas olvidarmede uno de los elementos, pues cada uno vendra a colocarse en el cuadro quele he preparado, sin que haya hecho ning un esfuerzo de memoria.Mepareceentonces, repitiendounrazonamientoaprendido, quelohu-biera podido inventar; esto no es con frecuencia mas que una ilusion; pero,asimismo, aunque no soy bastante fuerte para crear por m mismo, lo vuelvoa inventar a medida que lo repito.Se concibe que este sentimiento, esta intuicion del orden matematico quenos hace adivinar las armonas y las relaciones ocultas, no puede pertenecera todo el mundo. Los unos no poseeran ni este sentimiento delicado difcil dedenir, ni una fuerza de memoria y de atencion por encima de lo vulgar, yentonces seran incapaces de comprender las matematicas un poco elevadas;estoocurreenlamayora. Otrosnotendranestesentimientomasqueenpeque no grado, pero estaran dotados de una memoria poco com un y de unagran. capacidad de atencion. Aprenderan de memoria los detalles, unos des-pues de otros, podran comprender las matematicas y alguna vez aplicarlas,pero seran incapaces de crear. Los otros, en n, poseeran en un grado maso menos elevado la intuicion especial de que acabo de hablar, y entonces nosolamente podran comprender las matematicas aunque su memoria no tenganada de extraordinario, sino que podran llegar a ser creadores y trataran deinventar con mas o menos exito, seg un que esta intuicion este en ellos maso menos desarrollada.Que es, en efecto, la invencion matematica? No consiste en hacer nuevascombinacionesconotrosseresmatematicosyaconocidos. EstocualquieraLaInvencionMatematica. HenriPoincare 4podrahacerlo, perolas combinaciones quesepodranformar as seraninnitas y la mayor parte estara totalmente desprovista de interes.Inventar consisteprecisamenteennoconstruir combinaciones in utiles,sinoenconstruirsololasquepuedenser utiles, quenosonmasqueunanma minora. Inventar es discernir, es elegir.Ya explique antes como debe hacerse esta eleccion; los hechos materialesdignos de ser estudiados son los que por su analoga con otros resultan ca-paces de conducirnos al conocimiento de una ley matematica, de la mismamanera que los hechos experimentales nos conducen al conocimiento de unaley fsica. Son los que nos revelan parentescos insospechados entre otros he-chos conocidos desde hace mucho tiempo, pero que erroneamente se creyeronextra nos entre s.Entrelascombinacionesqueseescogeran, lasmasfecundasseranfre-cuentementelas queestanformadas por elementos procedentes desitiosmuyalejados;ynoquierodecirqueseasucienteparainventarelacercarlos objetos mas dispares posibles; la mayor parte de las combinaciones quese formaran de este modo seran totalmente esteriles, pero algunas de ellas,muy pocas veces, seran las mas fecundas de todas.Inventar, lohedichoenotraoportunidad, eselegir, perolapalabranoesdeltodojusta,hacepensarenuncompradoralqueselepresentanungran n umero de muestras, que examina una despues de la otra a n de hacersueleccion. Enestecasolasmuestrasserantannumerosasqueunavidaentera no bastara para examinarlas. No es as como suceden las cosas. Lascombinacionesesterilesni siquierasepresentaranal espritudel inventor.Enel campodesuconciencianoapareceranmasquelascombinacionesrealmente utilesyalgunasquerechazara, peroqueparticipanunpocodelos caracteres de las combinaciones utiles. Todo sucede como si el inventorfueraunexaminadordesegundogrado,quenotuvieraqueexaminarmasque los candidatos declarados admisibles despues de una primera prueba.Lo que he dicho hasta aqu es lo que se puede observar e inferir leyendolos escritos de los geometras, con la unica condicion de reexionar sobre estalectura.Pero ya es hora de entrar mas en el tema, a n de ver que es lo que pasaenelalmamismadelmatematico.Paraestocreoquelomejorquepuedohacer es apelar a recuerdos personales.LaInvencionMatematica. HenriPoincare 5Voy a limitarme a contaros como escrib mi primer trabajo sobre las fun-ciones fuchsianas. Os pido perdon, voy a emplear algunas expresiones tecni-cas, peronoosdebeisasustar, puesnohaynecesidadalgunadequelascomprendais. Dire, porejemplo, queencontrelademostraciondetal teo-remaentalescircunstancias,esteteorematendraunnombrebarbaroquemuchosdeentreustedesdesconoceran. Estonotieneimporcia; loqueleinteresa al psicologo no es el teorema, son las circunstancias.Desde haca quince das me esforzaba en demostrar que no peda existirninguna funcion analoga a lo que yo mas tarde llame funciones fuchsianas;en aquella epoca era muy ignorante; todos los das me sentaba en mi mesa detrabajo, pasaba una hora o dos, ensayaba un gran n umero de combinacionesynollegabaaning unresultado. Unanochetomecafe, contrariandomiscostumbres, y no me pude dormir; las ideas surgan en masa, las senta comochocaban, hasta que dos de ellas se engarzaron, por as decir, para formarunacombinacionestable. Alama nanasiguienteyahabaestablecidolaexistencia de una clase de funciones fuchsianas: las que derivan de la seriehipergeometrica; no hice mas que redactar los resultados; no tarde mas quealgunas horas.Quiseacontinuacionrepresentarestasfuncionesporel cocientededosseries; estaideafueperfectamenteconscienteyreexionada: laanalogaconlasfuncioneselpticasmeguiaba. Mepreguntecualesdebanserlaspropiedades de estas series si existiesen, y llegue sin dicultad a formar lasseries que he llamado thetafuchsianas.Enesemomentomefui deCaen, dondeviva, paratomarparteenunconcurso geologico emprendido por la Escuela de Minas. Las peripecias delviaje me hicieron olvidar mis trabajos matematicos; al llegar a Coutances,subimosenunomnibusparadarnosequepaseo; enel momentoenquepona el pie en el estribo la idea me vino sin que nada en mis pensamientosanterioresmehubierapodidoprepararparaella,quelastransformacionesde que haba hecho uso para denir las funciones fuchsianas eran identicas alas de la geometra no-euclidiana. No hice la vericacion; no hubiera tenidotiempo, puesto que apenas sentado en el omnibus prosegu la conversacioncomenzada, pero tuve en seguida la absoluta certidumbre. De regreso a Caenverique el resultado mas reposadamente para tranquilidad de mi espritu.Me puse entonces a estudiar las cuestiones aritmeticas sin gran resultadoaparenteysinsospechar quepudieratener lamas mnimarelacionconmisanterioresdescubrimientos.Disgustadopormifracaso,mefuiapasaralgunosdasal marypenseenotrascosas. UndapaseandomesobreelLaInvencionMatematica. HenriPoincare 6tajamar,laideamevino,siempreconlosmismoscaracteresdebrevedad,instantaneidad y certeza inmediata, que las transformaciones aritmeticas deformas cuadradas ternarias indenidas eran identicas a las de la geometrano-euclidiana.Yadevuelta, enCaen, reexionesobreesteresultadoysaquelascon-secuencias;elejemplodelasformascuadraticasmeense nabaqueexistanmasgruposfuchsianosquelosquecorrespondanalaseriehipergeometri-ca; vi que poda aplicarlos a la teora de la serie thetafuchsiana y que, porconsiguiente, existan otras funciones fuchsianas ademas de las que se deri-vaban de la serie hipergeometrica, las unicas que conoca hasta entonces. Mepropuse,naturalmente, formartodasestasfunciones;realiceunasediosis-tematico y fui sacando una tras otra todas las obras avanzadas; sin embargohaba entre ellas algunas que se me resistan y cuya cada deba acarrear lade los cuerpos de plaza. Pero todos mis esfuerzos no sirvieron primero nadamas que para hacerme conocer mejor la dicultad, lo cual ya era algo. Todoeste trabajo fue perfectamente consciente.Despues de esto part para Mont-Valerien, donde tena que hacer mi ser-vicio militar; tuve por lo tanto preocupaciones muy diferentes. Un da, atra-vesando el bulevar, la solucion de la dicultad que me haba detenido se meaparecioderepente. Notratedeprofundizarlainmediatamenteyfuesolodespues de mi servicio cuando prosegu la cuestion. Tena todos los elemen-tos, no tena mas que juntarlos y ordenarlos. Redacte entonces mi memoriadenitiva de un tiron y sin ninguna dicultad.Me limitare a este unico ejemplo, pues es in util multiplicarlos; en lo queconcierne a mis otros descubrimientos, tendra que contar hechos analogosy las objeciones aportadas por otros matematicos en la encuesta de La en-se nanza matematica no podran mas que conrmarlos.Lo que sorprendera, primero, son estas apariencias de iluminacion s ubita,signomaniestodeunlargotrabajoinconscienteanterior;elpapeldeesetrabajo inconsciente en la invencion matematica me parece indudable y sehallaran huellas en otros casos donde es menos evidente. A menudo cuandose trabaja en una cuestion no se hace nada bueno la primera vez que se poneuno a trabajar; tras esto se toma un reposo mas o menos largo y vuelve denuevo a sentarse a trabajar delante de su mesa. Durante la primera mediahora se contin ua no encontrando nada, y despues, de golpe la idea decisivasepresentaalamente. Sepodradecirqueel trabajoconscientehasidomas fructfero, puesto que ha sido interrumpido y el reposo ha devuelto alespritu su fuerza y su frescor. Pero es mas probable que este reposo haya sidoLaInvencionMatematica. HenriPoincare 7reemplazado por un trabajo inconsciente y que el resultado de este trabajose haya revelado en seguida al geometra, lo mismo que en los casos citados;solamente que la revelacion, en vez de efectuarse en un paseo o en un viaje,se produce durante un perodo de trabajo consciente, mas con independenciade este trabajo, que desempe na ademas un papel de desprendimiento, comosi fuera el aguijon que hubiera excitado los resultados, ya adquiridos duranteel reposo, que subsistan inconscientes, a tomar la forma consciente.Hay otra observacion que hacer respecto a las condiciones de trabajo delatareainconsciente: quenoesposible, oentodocasoquesolamenteesfecundo,si esprecedido,porunaparte,yseguidoporotra,deun perododetrabajoconsciente. Jamas(ylosejemplosqueyahecitadolopruebanbastante) estas inspiraciones repentinas se producen sino al cabo de variosdas de esfuerzos voluntarios, que han parecido absolutamente infructuosos ydonde se ha credo no hacer nada bueno, en los que da la impresion de haberhechounarutatotalmentefalsa. Estosesfuerzosnohansidotanesterilescomo se piensa, han puesto en marcha la maquina inconsciente; sin ellos nohabra marchado ni, por lo tanto, producido nada.La necesidad del segundo perodo de trabajo consciente despues de la ins-piracion se comprende mejor a un. Hace falta poner en orden los resultadosde esta inspiracion, deducir las consecuencias inmediatas, ordenarlas, redac-tarlasdemostraciones,perosobretodovericarlas.Hablodelsentimientode certeza absoluta que acompa na a la inspiracion; en los casos citados estesentimiento no era enga noso, y frecuentemente se presenta as: no hay quecreer que esto sea una regla sin excepcion; con frecuencia este sentimientonos enga na sin que por ello sea menos vivo, y uno no se da cuenta de ello sinocuandosehaestablecidolademostracion.Observesobretodoestehecho,por las ideas que me han venido por la ma nana o por la noche en mi lecho,en un estado semihipnagogico.Tales son los hechos. He aqu ahora las reexiones que nos inspiran. El yoinconsciente, o como hemos dicho, el yo subconsciente desempe na un papelcapital en la invencion matematica. Pero se considera vulgarmente el yo sub-consciente como puramente automatico. Ademas hemos visto que el trabajomatematico no es mas que un simple trabajo mecanico, que no podramosconaraunamaquinapormasperfeccionadaqueselasupusiera. Nosetratasolamentedeaplicarlasreglas, defabricartodaslascombinacionesposibles, de acuerdo con ciertas leyes jas. Las combinaciones as obtenidasserandemasiadonumerosas,in utilesyembarazosas.Elverdaderotrabajodel inventorconsisteenelegirentreestascombinacionesandeeliminarLaInvencionMatematica. HenriPoincare 8las que son in utiles, o mas bien para no tomarse el trabajo de hacerlas. Lasreglasquedebenguiarestaeleccionsontannasydelicadasqueespocomas o menos que imposible enunciarlas en un lenguaje preciso; mas bien sesienten que se formulan. Como, en estas condiciones, pensar en una cribacapaz de aplicarlas mecanicamente?Entonces se nos presenta una primera hipotesis: el yo inconsciente no esinferior al yo consciente; no es solo automatico, es capaz de discernir, tienetacto, delicadeza, sabe elegir y adivinar. Que digo, mas a un, sabe adivinarmejor que el yo consciente, puesto que ha tenido exito all donde el otro hafracasado. Enunapalabra, el yoinconsciente, noessuperioral yocons-ciente? Ustedes comprenden toda la importancia de esta pregunta. El se norBoutroux, en una conferencia reciente, ha mostrado como se ha presentadoen diferentes ocasiones y que consecuencias entra nara una respuesta arma-tiva.Esta contestacion armativa nos es impuesta por los hechos que acabodeexponer?Conesoquepor mi partenolaaceptarasinrepugnancia.Revisemos los hechos y busquemos si no tienen otra explicacion.Esciertoquelascombinacionesquesepresentanal espiritucomounaespecie de iluminacion s ubita, despues de un trabajo inconsciente un pocoprolongado, son generalmente combinaciones utiles y fecundas que parecenel resultado de la primera tra. Se deduce que el yo subconsciente, habiendoadivinadoporunaintuiciondelicadaqueestascombinacionespodranserin utiles, no ha formado mas que estas, o mas bien, ha formado muchas otrasque estaban desprovistas de interes y que han permanecido en el inconscien-te.Enestesegundopuntodevistatodaslascombinacionesseformaranaconsecuencia del automatismo del yo subconsciente, pero solamente las quefueraninteresantespenetraranel campodelaconsciencia. Yestoa unesmuymisteriosaCualeslacausaquehacequeentrelosmilproductosdenuestra actividad inconsciente haya algunos que puedan franquear su atrio,mientras que otros permanecen dentro? Es un simple azar el que les conereeste privilegio? Evidentemente, no; entre todas las excitaciones de nuestrossentidos,porejemplo,sololasmasintensaslograranretenernuestraaten-cion, a menos que esta atencion no haya sido atrada hacia ellas por otrascausas. Pero generalmente los fenomenos subconscientes privilegiados, aque-llos susceptibles de tornarse conscientes, son los que directa o indirectamenteafectan mas profundamente nuestra sensibilidad.LaInvencionMatematica. HenriPoincare 9Podemos sorprendernos de ver invocar la sensibilidad con motivo de de-mostraciones matematicas que aparentemente no podran interesar mas quea la inteligencia. Esto sera olvidar el sentimiento de la belleza matematica,delaarmonadelosn umerosydelasformas,delaeleganciageometrica.Es un autentico sentimiento estetico que todos los verdaderos matematicosconocen. He aqu una verdadera sensibilidad.Seg unesto, cualessonlosseresmatematicosalosqueatribuimoses-tecaracterdebellezayeleganciayquesonsusceptiblesdedesarrollarennosotrosunaespeciedeemocionestetica?Aquelloscuyoselementosestanarmoniosamentedispuestos, demaneraqueel espritupuedasinesfuerzoabarcartodoelconjuntopenetrandoenlosdetalles.Estaarmonaesalavez una satisfaccion para nuestras necesidades esteticas y una ayuda para elespritu que sostiene y gue.Al mismo tiempo poniendo ante nuestros ojos un todo bien ordenado, noshace presentir una ley matematica. Puesto que ya antes lo hemos dicho, lossolos hechos matematicos dignos de retener nuestra atencion y susceptiblesde ser utiles son los que pueden hacernos conocer una ley matematica. Detal manera que llegamos a la conclusion siguiente: las combinaciones utilesson precisamente las mas bellas, quiero decir, las que pueden encantar masa esa sensibilidad especial que todos los matematicos conocen, pero que losprofanos ignoran hasta el punto de sonrerse.Que sucede entonces? Entre las numerosas combinaciones que el yo sub-consciente ciegamente ha formado, casi todas carecen de interes y de utilidad;pero por eso mismo no excitan la sensibilidad estetica; la conciencia no lasconocera jamas; algunas solamente son armoniosas, y por consiguiente, a lavez in utiles y bellas, seran capaces de conmover esa sensibilidad especial delgeometra, que acabo de referirme y que una vez excitada llamara sobre ellanuestra atencion y le dara as ocasion de volverse consciente.Esto no es mas que una hipotesis. Mientras tanto he aqu una observacionquepodraconrmarla: cuandounailuminacions ubitainvadeel espritudel matematico, sucede con frecuencia que lo enga na; pero acaece tambienalgunas veces, lo he dicho, que no soporta la prueba de una vericacion; ybien!,seadviertecasisiemprequeestaideaesfalsa;sihubierasidojustahabra halagado nuestro instinto natural de elegancia matematica.De este modo es esta sensibilidad estetica especial la que juega el papel dela criba delicada a la que me refera antes, y esto hace comprender, por otraLaInvencionMatematica. HenriPoincare 10parte, porqueel queestedesprovistodeellanoserajamasunverdaderoinventor.Todas las dicultades no han desaparecido, sin embargo; el yo conscienteestaestrechamentelimitado; encuantoal yosubconscientenoconocemossuslmites, yesporesolomuchoquenosrepugnasuponerqueel hayapodidoformarentanpocotiempomascombinacionesquelavidaenterade un ser consciente podra abarcar. Estos lmites existen, sin embargo; esverosmil que pueda formar todas las combinaciones posibles cuyo n umeroaterrara a la imaginacion? Esto parecera necesario, no obstante, porque sino produce mas que una peque na parte de estas combinaciones y si lo hacealazar,tendrapocasposibilidadesparaquelabuenaquedebaescogerseencuentre entre ellas.Puedeserqueseanecesarioencontrarlaexplicacionenesteperododetrabajoconscientepreliminarqueprecedesiempreatodotrabajoincons-cientefructfero.Permtasemeunagroseracomparacion.Representemonoslos elementos futuros de nuestras combinaciones como parecidos a los ato-mosganchudosdeEpicuro.Duranteelreposocompletodelespritu,estosatomos permanecen inmoviles, estan, por as decirlo, enganchados al muro;estereposocompletopuedeentoncesprolongarseindenidamentesinqueestosatomosseencuentren, yporconsiguiente, sinquepuedaproducirseninguna combinacion entre ellos.Por el contrario, duranteunperododereposoaparenteydetrabajosubconsciente, algunos se desenganchan y ponen en movimiento. Surcan entodos los sentidos el espacio, iba a decir el reducto donde estan encerrados,como podra hacerlo, por ejemplo, una nube de moscardones o, si preerenunacomparacionmassabia, comolohacenlasmoleculasgaseosasenlateora cinetica de los gases. Sus choques mutuos, pueden entonces producircombinaciones nuevas.Cual va a ser el papel del trabajo consciente preliminar? Evidentementemovilizar alguno de estos atomos, desengancharlos del muro y ponerlos enmovimiento. Se cree que no se ha hecho nada bueno, porque se han movidoestos elementos de mil maneras diferentes para tratar de reunirlos y no se hapodido encontrar un conjunto satisfactorio. Pero despues de esta agitacionqueleshasidoimpuestapornuestravoluntad,estosatomosnovuelvenasu reposo primitivo, contin uan su danza libremente.Seg un esto, nuestra voluntad no los ha elegido al azar, sino que persigueun objeto perfectamente determinado; los atomos movilizados no son, por loLaInvencionMatematica. HenriPoincare 11tanto,atomoscualesquiera,sonaquellosenloscualespodemosrazonable-mente encontrar la solucion buscada. Los atomos movilizados van entoncesasufrirchoques,quelosharanentrarencombinacion,seaellos,oseaconotros atomos que han permanecido inmoviles. entrey que han chocado en su curso.Pido perdon una vez mas. Mi comparacion es grosera: pero como podrahacer comprender mi pensamiento de otra no se forma.Sealoquefuere, lassolascombinacionesquetienenposibilidaddefor-marse, sonaquellasenqueunodeloselementosporlomenos, esunodeestosatomosescogidospornuestravoluntad. Seg unesto, esevidentequeentre ellos se encuentra lo que llame antes la buena combinacion. Puede serqueall hayaunmediodeatenuarloquetenadeparadojicalahipotesisprimitiva.Otra observacion.No sucede nunca que el trabajo subconsciente nos provea, todo hecho, elresultado de un calculo un poco largo, en el que tenemos que aplicar reglasjas. Se podra creer que el yo subconsciente, automatico, es particularmen-teaptoparaestegenerodetrabajo, esenciertamaneraexclusivamentemecanico. Parecequepensando por la noche en losfactores de una multi-plicacion, sepodraesperarel productohechoal despertar, otambienuncalculo algebraico; una vericacion, por ejemplo, podra hacerse inconscien-temente. Estoesfalso, comopruebalaobservacion. Todolomasquesepuedeesperardeestasinspiraciones,frutosdeltrabajosubconsciente,sonlos puntos de partida para calculos parecidos; en cuanto a los calculos mis-mos hace falta hacerlos en el segundo perodo de trabajo consciente, el quesucede a la inspiracion y en el que se verican los resultados de esta inspi-racion, del que se sacan las consecuencias. Las reglas de estos calculos sonestrictasycomplicadas;exigendisciplina,atencion,voluntady,porconsi-guiente,consciencia.Enelyosubconscientereina,porelcontrario,loqueyo llamara la libertad, si se puede dar este nombre a la simple ausencia dedisciplinayaldesordennacidodelazar.Solamenteestedesordenpermitelos acoplamientos inesperados.Hare una ultima observacion. Cuando he expuesto antes algunas observa-ciones personales, he hablado de una noche de excitacion en que trabajabacontra mi voluntad; los casos en que esto sucede son frecuentes y no es nece-sario que la actividad cerebral anormal este causada por un excitante fsicocomo el que he citado. Pues bien, me parece que en ese caso asiste uno mismoLaInvencionMatematica. HenriPoincare 12a su propio trabajo inconsciente, que se ha vuelto perceptible a la conscien-cia sobreexcitada y que no por esto cambia de naturaleza. Se da uno cuentaentonces vagamente de lo que distingue a los dos mecanismos, o si se quiere,los metodos de trabajo de los dos yos. Las observaciones psicologicas que hepodido hacer de esta manera parecen conrmar en sus lneas generales lospuntos de vista que acabo de presentar.El interes de la cuestion es tan grande que no me arrepiento de haberlasometido al lector.Digitalizacion: [email protected]