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13 Arequipa Lunes, 1 de Junio de 2015 CULTURAL “A quella vez en Cuba íbamos a empezar una función y no había nada —al habla Miguel Alme- yda—. Un grupo de acto- res nos habíamos reunido para la función; acomoda- mos unas cuantas sillas y un escenario impro- visado, y a medida que íbamos preparándonos, empezaba a llegar la gen- te, y traían sillas, mesas, murmullo expectante. De pronto, ante nosotros había más de trescientas personas, mesas con co- mida, agua para los acto- res y parte de la esceno- grafía. Fue algo realmente impresionante”. Miguel Almeyda creció en los arenales de Villa el Salvador y ha recorrido casi todo el mundo. París. Quebec. Montreal. Ma- drid. Ámsterdam. New York. Cuba. Casi todo el Perú. Los ha visitado to- dos y en todos ha hecho lo que más le gusta: actuar. El teatro es la pasión de su vida. Por él ha reco- rrido muchos países y actuado en infinidad de escenarios. Dicen que solo hay un requisito para ser el mejor: ser apasionado. ACTOR INCURSIONA EN LA POESÍA. SU NUEVO LIBRO “OLD MAN” SALDRÁ POR LA EDITORIAL AREQUIPEÑA “DOCE ÁNGULOS” Por: Carlos Valenzuela OBJETIVO 20 MIL “Objetivo 20 mil” es el más reciente proyecto de Miguel Almeyda y lo que intenta es que a través de “Las aventuras de Angelito” (su obra de teatro), los niños aprendan técnicas para poder defenderse del bullying en las escuelas. “Quiero que 20 mil niños lo vean; ya voy por 7 mil”. Y Almeyda actúa, dirige talleres de teatro, escri- be y produce sus propias obras. Hay que ver lo feliz que hace sus presentacio- nes delante de los niños y las sonrisas que les saca con El Señor Pokua, uno de sus personajes. Solo basta verlo un par de mi- nutos para darse cuenta que es un hombre que ama lo que hace. Y de esos, ya quedan pocos. Cuando la Comisión Nacional de Derechos Humanos le pidió la crea- ción de un personaje, Mi- guel Almeyda dio vida a Verita Cala, su personaje más popular: una repre- sentación de la muerte, máscara de calavera, tra- je sastre color marfil con camisa negra y un som- brero, que irrumpe como la muerte, aparece en los lugares menos pensados y se apropia del escenario. “En el Festival de Jazz de Montreal había una des- file, un pasacalle, enton- ces, me vestí como Verita Cala y salí al pasacalle”, o como en aquella mesa re- donda organizada contra la televisión basura en la Biblioteca MVLL, en la que Verita Cala entró a la sala y dio su discurso. Y es que la muerte siempre está presente y hasta se Miguel Almeyda: podría decir que es el mo- tor de lucha de muchos. Moreno, reconcentra- do, casi siempre vestido de colores oscuros, imponen- te, Miguel Almeyda puede parecer una persona dura, de pocos amigos, pero al cruzar las primeras pala- bras uno se da cuenta de que está ante una perso- na sencilla, carismática, afable. El momento justo, estar en el lugar correcto a la hora indicada es casi una utopía. “Uno tiene que buscársela, uno mismo tiene que abrirse cami- no”. Miguel Almeyda está hace dos años en Arequi- pa, y una visión privile- giada que le da el haber visto muchos países hace que vea a la ciudad en pro- ceso. “Arequipa es como la Lima de los ochenta. Lima de los ochenta tuvo que aceptar sus diferencias y generar una intercultura- lidad de aceptación y eso generó una cultura nueva. Arequipa aún no se acep- ta en sus diferencias”. Ahora en Arequipa dirige el Arts Club en El Cultural, ya ha sacado su primera representación de “Cuento de Navidad” y ahora en junio saldrá a la luz “Alicia en el país de las maravillas”. Almeyda es un actor nato, desde niño se dio cuenta de su vocación, ha participado en obras de Yuyachkani, también ha incursionado en la escritura, es dramatur- go y escritor de novelas (a la fecha tiene 12 libros publicados, de los cuales dos han sido traducidos al francés). “Un artista corresponde al tiempo en donde está y debe generar una reflexión, un compro- miso, una alternativa des- de su posición de artista”. —¿Qué opina de las obras de teatro inter- pretadas con actores mediáticos, muchas ve- ces sin estudios en arte dramático? —Creo que en todos lados es igual. En Broad- way, la mayoría de acto- res son los que hacen te- levisión, cine; se trata de llenar el teatro porque es un asunto comercial. Me parece bien si a alguien se le ocurre traer una obra de teatro con actores de telenovela, porque es un asunto comercial, el objetivo es ganar plata, no es hacer que la gente se vaya pensando. Acabo de ver “Japón” de Calapata con Teatrando y he salido llorando de ese espectácu- lo, porque es una pequeña joya de teatro hecha por arequipeños y ahí no hay ningún actor de televi- sión. Que seas un actor de TV no genera que traigas un espectáculo maravi- lloso, depende de la expe- riencia, del talento. Ahora lo conocen como el “Achorado Cul- to”, apelativo ideado por Mario Solezi, sociólogo de la PUCP. “Achorado porque nací en el barrio, crecí en el barrio; y culto porque en un momento determinado elegí ser una persona culta, orga- nizarme alrededor del estudio y aprender de dis- tintos temas para generar mis propias opiniones”. Ese también es el nombre de su página en un diario local, donde entrevista a poetas y artistas; y pronto será un programa de TV, donde mezclará buena música con poesía y cul- tura. “Nosotros tenemos que ser protagonistas de nues- tra propia historia”. For- mó sus propios grupos de teatro en el barrio donde creció, Villa el Salvador, y ahora es un ejemplo de empuje y una apuesta por la cultura. “Los artistas somos gente disciplinada, que la gente piense que somos unos dispersos es su problema, no el de no- sotros”. —¿ Qué opina del tea- tro arequipeño? —Es extraordinario, hay muy buenos actores y ac- trices, he visto montones de obras. Acá hay una di- námica que me gusta mu- cho, cada semana hay un espectáculo, me invitan a ver una obra y voy. Are- quipa es una ciudad que podría tener una gran proyección mundial más allá de Lima, de eso estoy seguro. Acá hay artistas maravillosos, hay gente que hace cosas extraor- dinarias, el asunto está en que se convenzan a sí mismos de lo que pueden hacer. Para la FIL de la UNSA se publicará su último libro de poemas “Old man”, que trata acerca de la sentimentalidad de volverse viejo, de llegar a los 50 y seguir luchando. Almeyda incluirá a Are- quipa en sus siguientes novelas. El poder de la voluntad Fotografía : Romina Castillo Turpo

Miguel Almeyda en el VP Semanario

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13ArequipaLunes, 1 de Junio de 2015CULTURAL

“Aquella vez en Cuba íbamos a empezar una

función y no había nada —al habla Miguel Alme-yda—. Un grupo de acto-res nos habíamos reunido para la función; acomoda-mos unas cuantas sillas y un escenario impro-visado, y a medida que íbamos preparándonos, empezaba a llegar la gen-te, y traían sillas, mesas, murmullo expectante. De pronto, ante nosotros había más de trescientas personas, mesas con co-mida, agua para los acto-res y parte de la esceno-grafía. Fue algo realmente impresionante”.

Miguel Almeyda creció en los arenales de Villa el Salvador y ha recorrido casi todo el mundo. París. Quebec. Montreal. Ma-drid. Ámsterdam. New York. Cuba. Casi todo el Perú. Los ha visitado to-dos y en todos ha hecho lo que más le gusta: actuar. El teatro es la pasión de su vida. Por él ha reco-rrido muchos países y actuado en infinidad de escenarios.

Dicen que solo hay un requisito para ser el mejor: ser apasionado.

ACTOR INCURSIONA EN LA POESÍA. SU NUEVO LIBRO “OLD MAN” SALDRÁ POR LA EDITORIAL AREQUIPEÑA “DOCE ÁNGULOS”

Por: Carlos Valenzuela

OBJETIVO 20 MIL“Objetivo 20 mil” es el más reciente proyecto de Miguel Almeyda y lo que intenta es que a través de “Las aventuras de Angelito” (su obra de teatro), los niños aprendan técnicas para poder defenderse del bullying en las escuelas. “Quiero que 20 mil niños lo vean; ya voy por 7 mil”.

Y Almeyda actúa, dirige talleres de teatro, escri-be y produce sus propias obras. Hay que ver lo feliz que hace sus presentacio-nes delante de los niños y las sonrisas que les saca con El Señor Pokua, uno de sus personajes. Solo basta verlo un par de mi-nutos para darse cuenta que es un hombre que ama lo que hace. Y de esos, ya quedan pocos.

Cuando la Comisión Nacional de Derechos Humanos le pidió la crea-ción de un personaje, Mi-guel Almeyda dio vida a Verita Cala, su personaje más popular: una repre-sentación de la muerte, máscara de calavera, tra-je sastre color marfil con camisa negra y un som-brero, que irrumpe como la muerte, aparece en los lugares menos pensados y se apropia del escenario. “En el Festival de Jazz de Montreal había una des-file, un pasacalle, enton-ces, me vestí como Verita Cala y salí al pasacalle”, o como en aquella mesa re-donda organizada contra la televisión basura en la Biblioteca MVLL, en la que Verita Cala entró a la sala y dio su discurso. Y es que la muerte siempre está presente y hasta se

Miguel Almeyda:podría decir que es el mo-tor de lucha de muchos.

Moreno, reconcentra-do, casi siempre vestido de colores oscuros, imponen-te, Miguel Almeyda puede parecer una persona dura, de pocos amigos, pero al cruzar las primeras pala-bras uno se da cuenta de que está ante una perso-na sencilla, carismática, afable.

El momento justo, estar en el lugar correcto a la hora indicada es casi una utopía. “Uno tiene que buscársela, uno mismo tiene que abrirse cami-no”. Miguel Almeyda está hace dos años en Arequi-pa, y una visión privile-giada que le da el haber visto muchos países hace que vea a la ciudad en pro-ceso. “Arequipa es como la Lima de los ochenta. Lima de los ochenta tuvo que aceptar sus diferencias y generar una intercultura-lidad de aceptación y eso generó una cultura nueva. Arequipa aún no se acep-ta en sus diferencias”.

Ahora en Arequipa dirige el Arts Club en El Cultural, ya ha sacado su primera representación de “Cuento de Navidad” y ahora en junio saldrá a la luz “Alicia en el país de las maravillas”.

Almeyda es un actor nato, desde niño se dio cuenta de su vocación, ha participado en obras de Yuyachkani, también ha incursionado en la escritura, es dramatur-go y escritor de novelas (a la fecha tiene 12 libros

publicados, de los cuales dos han sido traducidos al francés). “Un artista corresponde al tiempo en donde está y debe generar una reflexión, un compro-miso, una alternativa des-de su posición de artista”.

—¿Qué opina de las obras de teatro inter-pretadas con actores mediáticos, muchas ve-ces sin estudios en arte dramático?

—Creo que en todos lados es igual. En Broad-way, la mayoría de acto-res son los que hacen te-levisión, cine; se trata de llenar el teatro porque es un asunto comercial. Me parece bien si a alguien

se le ocurre traer una obra de teatro con actores de telenovela, porque es un asunto comercial, el objetivo es ganar plata, no es hacer que la gente se vaya pensando. Acabo de ver “Japón” de Calapata con Teatrando y he salido llorando de ese espectácu-lo, porque es una pequeña joya de teatro hecha por arequipeños y ahí no hay ningún actor de televi-sión. Que seas un actor de TV no genera que traigas un espectáculo maravi-lloso, depende de la expe-riencia, del talento.

Ahora lo conocen como el “Achorado Cul-to”, apelativo ideado por Mario Solezi, sociólogo

de la PUCP. “Achorado porque nací en el barrio, crecí en el barrio; y culto porque en un momento determinado elegí ser una persona culta, orga-nizarme alrededor del estudio y aprender de dis-tintos temas para generar mis propias opiniones”. Ese también es el nombre de su página en un diario local, donde entrevista a poetas y artistas; y pronto será un programa de TV, donde mezclará buena música con poesía y cul-tura.

“Nosotros tenemos que ser protagonistas de nues-tra propia historia”. For-mó sus propios grupos de teatro en el barrio donde creció, Villa el Salvador, y ahora es un ejemplo de empuje y una apuesta por la cultura. “Los artistas somos gente disciplinada, que la gente piense que somos unos dispersos es su problema, no el de no-sotros”.

—¿ Qué opina del tea-tro arequipeño?

—Es extraordinario, hay muy buenos actores y ac-trices, he visto montones de obras. Acá hay una di-námica que me gusta mu-cho, cada semana hay un espectáculo, me invitan a ver una obra y voy. Are-quipa es una ciudad que podría tener una gran proyección mundial más allá de Lima, de eso estoy seguro. Acá hay artistas maravillosos, hay gente que hace cosas extraor-dinarias, el asunto está en que se convenzan a sí mismos de lo que pueden hacer.

Para la FIL de la UNSA se publicará su último libro de poemas “Old man”, que trata acerca de la sentimentalidad de volverse viejo, de llegar a los 50 y seguir luchando. Almeyda incluirá a Are-quipa en sus siguientes novelas.

El poder de la voluntad

Fotografía : Romina Castillo Turpo