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1 MUNICIPALISMO CON PERSPECTIVA DE GÉNERO * Observaciones desde América Latina Alejandra Massolo * El municipalismo latinoamericano representa una polifacética corriente que fue creciendo alimentada de diversas afluentes, tomando distintos caminos a partir de contextos de cambios que dieron lugar a una nueva visibilidad de los municipios en la escena política y social. Como institución de gobierno local denominada municipalidad, alcaldía, intendencia (en Argentina, Uruguay y Paraguay), ayuntamiento (en México), comuna (en Chile), prefeitura (en Brasil), continúa la difícil, y hasta lenta, transición del tradicional y obsoleto modelo heredado del acentuado centralismo y crónica debilidad de los municipios, a la refundación de instituciones de gobierno local con bases más sólidas, democráticas, autónomas y eficaces. Se concibe al municipio como la célula primaria del gobierno de las comunidades y la institución política-administrativa de base territorial con personalidad jurídica expresada en el derecho público, que se encuentra más próxima y visible a la ciudadanía. En América Latina el régimen de gobierno municipal tiene como base el modelo español, predominando el tipo “clásico” o “dual” compuesto por dos órganos de gobierno y administración: el ejecutivo representado por el alcalde y el deliberativo representado por el Cabildo o Consejo Municipal 1 . En algunos países como Argentina, la división de poderes entre el ejecutivo y el deliberativo está legalmente establecida, el alcalde no es miembro del Concejo Deliberante; en otros como México no existe la división de poderes, el alcalde forma parte del Cabildo y tiene voto de calidad. El Cabildo es el órgano colegiado de gobierno integrado por el ejecutivo, los regidores 2 y síndicos. 3 El Cabildo es una herencia política y cultural arraigada en los países de América Latina desde la época colonial, cuando fue el primer sistema de gobierno local, pero nunca funcionó como una “escuela de la democracia”. Desde la década de 1980, ampliándose en los 90’, la mayoría de los países emprendieron reformas del estado encaminadas a la descentralización y la reorganización política-administrativa del territorio. Estas reformas estuvieron * Ponencia presentada en el Seminario Internacional “Género y Políticas Locales”. Fundación Europa de los Ciudadanos, Secretaría de Políticas de Igualdad de IU Federal, Área de la Mujer de IU del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, España, 10 de febrero, 2007. * Investigadora y Consultora en temas de equidad de género y gobierno locales. 1 En Argentina se denomina Concejo Deliberante; Cámara en Brasil. 2 En la mayoría de los países se denominan consejales, o concejales; en Brasil vereadores. 3 El rol de síndico se encuentra en algunos países, cumple la función de representante legal del gobierno local y vigilancia del manejo de las finanzas públicas municipales. Existe en México, El Salvador y Guatemala.

Municipalismo Con Perspectiva de Género. Observaciones Desde América Latina

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    MUNICIPALISMO CON PERSPECTIVA DE GNERO* Observaciones desde Amrica Latina

    Alejandra Massolo*

    El municipalismo latinoamericano representa una polifactica corriente que fue creciendo alimentada de diversas afluentes, tomando distintos caminos a partir de contextos de cambios que dieron lugar a una nueva visibilidad de los municipios en la escena poltica y social. Como institucin de gobierno local denominada municipalidad, alcalda, intendencia (en Argentina, Uruguay y Paraguay), ayuntamiento (en Mxico), comuna (en Chile), prefeitura (en Brasil), contina la difcil, y hasta lenta, transicin del tradicional y obsoleto modelo heredado del acentuado centralismo y crnica debilidad de los municipios, a la refundacin de instituciones de gobierno local con bases ms slidas, democrticas, autnomas y eficaces.

    Se concibe al municipio como la clula primaria del gobierno de las comunidades y la institucin poltica-administrativa de base territorial con personalidad jurdica expresada en el derecho pblico, que se encuentra ms prxima y visible a la ciudadana. En Amrica Latina el rgimen de gobierno municipal tiene como base el modelo espaol, predominando el tipo clsico o dual compuesto por dos rganos de gobierno y administracin: el ejecutivo representado por el alcalde y el deliberativo representado por el Cabildo o Consejo Municipal1. En algunos pases como Argentina, la divisin de poderes entre el ejecutivo y el deliberativo est legalmente establecida, el alcalde no es miembro del Concejo Deliberante; en otros como Mxico no existe la divisin de poderes, el alcalde forma parte del Cabildo y tiene voto de calidad. El Cabildo es el rgano colegiado de gobierno integrado por el ejecutivo, los regidores2 y sndicos. 3 El Cabildo es una herencia poltica y cultural arraigada en los pases de Amrica Latina desde la poca colonial, cuando fue el primer sistema de gobierno local, pero nunca funcion como una escuela de la democracia.

    Desde la dcada de 1980, amplindose en los 90, la mayora de los pases emprendieron reformas del estado encaminadas a la descentralizacin y la reorganizacin poltica-administrativa del territorio. Estas reformas estuvieron

    *

    Ponencia presentada en el Seminario Internacional Gnero y Polticas Locales. Fundacin Europa de los Ciudadanos, Secretara de Polticas de Igualdad de IU Federal, rea de la Mujer de IU del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, Espaa, 10 de febrero, 2007. *

    Investigadora y Consultora en temas de equidad de gnero y gobierno locales. 1 En Argentina se denomina Concejo Deliberante; Cmara en Brasil.

    2 En la mayora de los pases se denominan consejales, o concejales; en Brasil vereadores.

    3 El rol de sndico se encuentra en algunos pases, cumple la funcin de representante legal

    del gobierno local y vigilancia del manejo de las finanzas pblicas municipales. Existe en Mxico, El Salvador y Guatemala.

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    signadas por la crisis econmica y las polticas de ajuste estructural, alentadas por la creciente oleada mundial a favor de la descentralizacin (cuyos orgenes y propsitos son motivo de controversias y distintas lecturas), reformas dirigidas a la revitalizacin del nivel local de gobierno que surgieron del poder ejecutivo nacional, expresando el fuerte presidencialismo imperante en Amrica Latina, y el carcter inducido desde arriba de las reformas modernizadoras hacia abajo.

    El municipio latinoamericano va redefiniendo su perfil de pobre administrador de servicios pblicos en el ltimo y ms dbil eslabn del estado, a un autntico gobierno local lo cual implica no solamente la legitimidad basada en la eleccin democrtica sino: ejercicio de la autonoma, eficiencia, eficacia, gestin participativa, promocin del desarrollo local integral, y contribucin a la estabilidad de las instituciones democrticas nacionales. Sin embargo, como el municipio es una institucin inserta en un determinado estado, orden social y sistema poltico, no se le debe atribuir cualidades esenciales e intemporales, por lo que la transformacin en autntico gobierno local depende de procesos, contextos y factores sociopolticos muy diversos, segn los pases.

    El protagonismo social de las mujeres vinculado al municipalismo fue impulsado por diferentes factores y procesos de cambio; algunos dramticos como la crisis econmica de la dcada de los 80, la polticas de ajuste estructural y la reformas neoliberales impuestas. Los espacios locales y las mujeres adquirieron fundamental importancia para soportar los efectos de los ajustes y mantener la sobreviviencia de las familias. El involucramiento masivo de las mujeres en programas de subsistencia alimentaria, asociaciones vecinales para el mejoramiento del hbitat popular, comits de salud, etc, reconstruy y dinamiz el tejido social comunitario en los espacios locales y mostr la fuerza de las mujeres como agentes mediadoras del bienestar social e interlocutoras de las autoridades municipales. Las experiencias, el prestigio y liderazgo adquirido en la participacin informal, son los antecedentes que vincularon a algunas mujeres a la participacin formal en los gobiernos locales, ya se sea en cargos de concejalas (regidoras), alcaldesas, o en puestos de la administracin municipal. En Per este proceso se denomin la municipalizacin de lo vecinal.

    Sin duda, es el marco democrtico el que propici la nueva dinmica de relacin de las mujeres con el gobierno local: la transicin a la democracia a partir de la cada de las dictaduras militares, as como la consolidacin aunque frgil - de la democracia como rgimen de gobierno, han sido condiciones fundamentales. Sin embargo, este marco democrtico no ha garantizado la igualdad de gnero ni la democratizacin de la relaciones de poder entre hombres y mujeres.

    Principalmente han sido partidos de izquierda el vehculo poltico de mujeres de sectores populares que tomaron la decisin de ingresar a la competencia

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    electoral y disputar el poder municipal. No porque sean partidos que se distingan por promover, fomentar y apoyar a candidaturas femeninas, sino porque son lo que han tenido mayor insercin y adhesiones entre los nuevos movimientos sociales y las organizaciones de base territorial. La revalorizacin poltica del municipio por parte de partidos de izquierda, ms las polticas de descentralizacin y reformas municipales que emprendieron los estados nacionales desde la dcada de los 80, gestaron cambios que favorecieron un entorno de acercamiento de las mujeres a los asuntos de a gestin pblica municipal, ampliando su horizonte de intereses y espacios de participacin.

    Testimonios, experiencias y anlisis revelan aspectos y problemticas que ponen en cuestin al municipalismo con perspectiva de gnero. Como:

    El municipio no es un espacio social igualitario y justo para las mujeres, puesto que contiene realidades de opresin, violencia y discriminacin.

    La cultura del machismo, los prejuicios y estereotipos sobre la mujer, as como el empeoramiento de las condiciones de pobreza, representan obstculos al despliegue de la libre participacin femenina en la vida poltica municipal.

    Prevalecen en los gobiernos locales polticas pblicas que conciben a las mujeres siempre asociadas a la asistencia social y la vulnerabilidad, independientemente que sean hombres o mujeres las autoridades que toman las decisiones. Polticas asistenciales que no favorecen la progresiva efectiva igualdad de las mujeres y que refuerzan la concepcin tradicional de los roles asignados a las mujeres: madres, esposas, amas de casa.

    La participacin social de las mujeres tiende a mantener el patrn de extensin de los papeles domsticos sobre el espacio pblico local, y el carcter de servicio pblico gratuito siempre disponible.

    La autoridades municipales apelan a la participacin de las mujeres por su eficiencia, entrega y honestidad, demandando mayores esfuerzos de trabajo en triples jornadas y limitndolas a los espacios tradicionales asignados a la participacin femenina.

    Las mismas mujeres retroalimentan el vnculo asistencial para obtener ayuda y servicios, establecen relaciones instrumentales con el gobierno local, y refuerzan sus roles y espacios tradicionales, no tendiendo a demandar servicios y programas que respondan a sus derechos y problemticas especficas de gnero.

    La debilidad institucional de los municipios, la dependencia del gobierno central, las carencias de recursos financieros, humanos y tcnicos, el autoritarismo, corrupcin y falta de responsabilidad (accountability), los conflictos polticos de los partidos, los pleitos y rivalidades entre las mujeres, son factores adversos que entorpecen o impiden la formulacin e implementacin de polticas pblicas municipales con perspectiva de gnero e igualdad de oportunidades.

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    Podemos afirmar que la revalorizacin poltica e institucional de los espacios y gobiernos locales, no ha corrido pareja con la revalorizacin de las mujeres como ciudadanas y sujetos de derechos. Una paradjica dinmica de inclusin-exclusin envuelve la presencia y participacin femenina, alentada tambin por las propias ambivalencias, miedos y limitaciones que tienen las mujeres ante las oportunidades y desafos de la esfera pblica local. Por lo cual, conviene matizar la afirmacin que el espacio local es el mbito privilegiado para la construccin de la ciudadana plena de las mujeres, para la participacin en igualdad de oportunidades y para la democratizacin de las relaciones sociales de gnero.

    La perspectiva crtica de gnero - si bien han destacado la importancia de los espacios locales y el mbito municipal para la participacin pblica de las mujeres debido a la proximidad espacial y la mayor flexibilidad de tiempo - , tambin ha sealado las trampas del concepto de comunidad y la ideologa conservadora que naturalizan el lugar de la mujer en lo estrechamente comunitario y local, adems de ocultar e ignorar situaciones y relaciones de opresin, discriminacin y violencia de gnero. Lo local puede significar un infierno cotidiano para las mujeres. Depender del contenido de los cambios socioculturales y polticos, que el significado de lo local adquiera un significado de espacios de emancipacin y equidad para las mujeres. El espacio local es relativo y diverso, en s mismo no posee una esencia que le atribuya ciertas bondades, ni ciertas perversidades. Tampoco las mujeres poseen una esencia femenina que le atribuye a su participacin cualidades inmejorables. Pero sin duda, es un mbito relevante y estratgico para la promocin de mujeres y el avance de la igualdad entre los gneros.

    Las luchas de los movimientos y organizaciones de las mujeres latinoamericanas, as como los aportes conceptuales, analticos y metodolgicos de los estudios de gnero, le han dado un viraje radical al enfoque y relacin tradicional de los gobiernos locales hacia las mujeres, concebidas nicamente en sus roles de madre, esposa, ama de casa, como beneficiarias pasivas de la poltica social, y como incondicionales trabajadoras voluntarias al servicio de los otros . La fuerte triloga: paternalismo-asistencialismo-clientelismo que arrop las interrelaciones entre las autoridades municipales y las mujeres durante largo tiempo (incluso todava), se ha logrado quebrar gracias al impacto del enfoque de gnero y la diseminacin de la concepcin de las mujeres como ciudadanas sujetas de plenos derechos, en todos los mbitos de las vida municipal.

    Cambio de perspectiva y relaciones sobre un terreno muy duro de trabajar para la equidad de gnero, como es el municipal. Paradjicamente, por un lado, es potencialmente el ms adecuado y estratgico para dirigir polticas pblicas de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y realizar acciones afirmativas, para fomentar la ciudadana y participacin de las mujeres, para prevenir la violencia contra las mujeres, para potenciar su capacidades. Pero

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    por el otro, es un terreno donde se manifiestan las resistencias ms retrgradas y las hostilidades ms virulentas contra los derechos y los cambios de la posicin de las mujeres. La proximidad de lo local no representa ninguna garanta de acceso igualitario a la toma de decisiones, a la participacin poltica en los cargos electivos, ni a la inclusin de polticas y programas de equidad de gnero en la agenda del gobierno local. Y la descentralizacin, por su parte, tampoco garantiza la promocin de la equidad de gnero ni el empoderamiento de las mujeres. El municipalismo con perspectiva de gnero comprende dos campos estratgicos de accin y discusin: la participacin poltica y las polticas pblicas locales.

    Participacin poltica de las mujeres en los gobiernos locales

    Amrica Latina cuenta con aproximadamente 16,000 municipios, que se caracterizan por su amplia heterogeneidad y por la carencia de pluralidad de gnero: son municipios gobernados abrumadoramente por hombres. Quiere decir que la corriente municipalista no ha producido el resultado democrtico de impulsar mayor igualdad de acceso y ejercicio del poder poltico municipal entre hombres y mujeres. Lo que demuestra que el hecho de constituir el nivel de gobierno ms prximo a la ciudadana y ms vinculado a las necesidades e intereses de la vida social cotidiana, no se traduce en apertura y fomento al acceso de las mujeres a los cargos electivos municipales. Ni se traduce el activismo, la eficacia y liderazgo de las mujeres en el campo de los servicios comunitarios y organizaciones territoriales o funcionales, en oportunidades que faciliten su reconocimiento e incorporacin equitativa, tanto a las candidaturas para las elecciones locales como a la estructura poltico-administrativa del gobierno local, excepto en los puestos de menor jerarqua.

    Claramente no se verifica una correlacin positiva entre mayor cercana del gobierno y mayor participacin poltica formal de las mujeres. Por lo cual, el principio de proximidad que legitima particularmente al gobierno local, no funciona como principio que favorece la equidad de gnero en el acceso al poder municipal. Los gobiernos locales estn marcados por la inequidad de gnero, aunque algunos cambios y avances estn ocurriendo.

    En cuanto al cargo de alcaldesa de acuerdo a la informacin recabada de 16 pases - con un total de 15,828 municipios - las mujeres slo representan 5,3% de ese total, la distribucin por pases se observa en el siguiente Cuadro.4

    4 Este porcentaje de 5,3% es cercano al 5,5% que aporta la informacin del Programa Global

    Women in Local Decisin Making de la organizacin mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), para Amrica Latina, aunque con menor cantidad de municipios y sin especificar las fuentes de los datos. Los hombres ocupan el 94.5% del cargo de alcalde. Ver www.cities-localgovernments.org

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    MUNICIPIOS Y ALCALDESAS DE AMERICA LATINA Informacin de 16 pases

    Pas Total municipios

    % Alcaldesas

    Ao

    Argentina 2,130 6,4 1999 Brasil 5,559 5,7 2000 Bolivia 314 6,0 2002

    Colombia* 1,091 7,0 2002 Costa Rica 81 12,3 1998

    Chile 341 11,4 2000 Ecuador 215 2,3 2000

    El Salvador 262 8,3 2000 Guatemala 331 0,9 1999 Honduras 298 9,7 2002

    Mxico 2,430 3,3 2002 Nicaragua 151 7,2 2000 Panam 74 14,8 1999

    Paraguay 213 5,6 2002 Per** 2002 2,6 2002

    Venezuela 336 4,7 2000 Total Municipios 15,828

    Total Alcaldesas 842 5,3

    * El total de municipios de Colombia es de 1103 pero 15% de los mismos se encuentran fuera del calendario electoral debido a destitucin o muerte de alcaldes, delitos administrativos y el control territorial de los actores armados. Informacin proporcionada por la Fundacin BUENGOBIERNO, Bogot. ** Los municipios de Per se dividen en Provinciales, 193, y Distritales, 1809. Informacin proporcionada por la Unin Peruana de Municipalidades (UPM). Fuente: Elaboracin de Alejandra Massolo en base a la informacin obtenida de las siguientes fuentes: Subsecretara de Asuntos Municipales, Ministerio del Interior, Argentina; IBAM, Brasil; ACOBOL, Bolivia; FCM, Colombia; UNGL-Costa Rica; SERNAM, Chile; CPME/AMUME, Ecuador; ANDRYSAS/Las Dignas, El Salvador; ANAM, Guatemala; ANAMMH, Honduras; INAFED, Secretara de Gobernacin, Mxico; AMUNIC, Nicaragua; AMUPA, Panam; UPM, Per; OPACI, Paraguay; Directorio Poder Legislativo y Municipal/Centro PROHOMBRE, Venezuela.

    La proporcin promedio en Amrica Latina y la proporcin en cada pas poco ha variado desde la dcada de los aos 80.5 Tampoco ha variado significativamente el patrn territorial de ubicacin de las alcaldesas, casi la mayora en municipios rurales y pequeas ciudades. Son excepciones las que acceden a gobiernos locales de ciudades capitales o metrpolis.

    En cuanto al cargo de concejala o regidora se observa un paulatino aumento de la participacin femenina, atribuible a la combinacin de un nuevo inters de sectores de mujeres por participar en la poltica formal a nivel municipal, y el

    5 Mxico es un caso pattico de estancamiento durante las dos ltimas dcadas de la

    proporcin de mujeres alcaldesas en alrededor del 3.5%, nunca superando el 4% del total de municipios. En abril de 2006 haba slo 88 alcaldesas entre 2,438 municipios que gobernaban a 4,6% de la poblacin.

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    efecto de acciones afirmativas como el establecimiento de cuotas, que permiten el incremento de la presencia femenina dentro de los rganos de representacin local, como en los casos de Ecuador, Bolivia y Per.

    Una significativa novedad es la aparicin en la escena pblica local, nacional e internacional de asociaciones de mujeres municipalistas. Esta nueva visibilidad y empoderamiento de las mujeres autoridades locales a travs de sus propias asociaciones y redes, es uno de los cambios cualitativos ms importantes e innovadores, junto con la introduccin de la perspectiva de gnero en las polticas y los programas de la agenda municipal, que estn sucediendo en el nuevo panorama de los gobiernos locales latinoamericanos. La conformacin de las asociaciones y redes responde en cada pas a distintos contextos y procesos polticos y sociales, que de una u otra manera han facilitado la toma de decisiones de las mujeres involucradas, con el apoyo de ONGs y de la cooperacin internacional. Ejemplos de estas asociaciones y redes son la: Asociacin de Concejalas de Bolivia (ACOBOL); Asociacin Nacional de Regidoras, Sndicas y Alcaldesas Salvadoreas (ANDRYSAS); la Asociacin de Mujeres Municipalistas de Ecuador (AMUME); la Red de Mujeres Muncipes del Paraguay.

    La iniciativa pionera de asociacin a escala regional es la Federacin de Mujeres Municipalistas de Amrica Latina y el Caribe (FEMUM-ALC), creada en la ciudad de Quito, Ecuador, en septiembre de 1998. La FEMUM-ALC cuenta con su Estatuto que la define como una organizacin regional de derecho propio, sin fines de lucro, con finalidad social y pblica, tcnica y poltica, cuyos objetivos entre otros son:

    Servir de interlocutora entre las municipalidades de Amrica Latina y el Caribe y las Asociaciones Nacionales de Mujeres Municipalistas.

    Exigir e impulsar en los gobiernos, parlamentos y partidos polticos el derecho al porcentaje equitativo de participacin, a travs de cuotas electorales alternadas en los procesos de eleccin popular.

    Contribuir al mejoramiento del nivel de eficiencia y eficacia en la gestin de las Concejalas o Regidoras en las municipalidades de la regin.

    Propiciar y facilitar la participacin en el mbito municipal de las ciudadanas en la toma de decisiones, en los presupuestos y en la ejecucin de obras.

    La FEMUM-ALC forma parte de la Federacin Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones (FLACMA www.flacma.org), pero se encuentra prcticamente desactivada desde hace tiempo, su pgina web no se actualiza (www.femum.org) y no provee informacin de la participacin poltica de las mujeres en los gobiernos municipales de los pases. El asociativismo de las mujeres municipalistas es un proceso indito e incipiente, que avanza entre obstculos y limitaciones, siendo indispensable y urgente impulsarlo por varias razones:

    Para lograr mayor equidad de gnero en la visibilidad pblica y protagonismo, entre los actores municipales de la escena local, nacional e internacional.

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    Para demostrar que las mujeres autoridades locales electas en funciones y ex autoridades, s son capaces de articular consensos y establecer redes asociativas de carcter plural y democrtico, independientemente de la pertenencia a partido poltico, credo religioso, clase social, etnia, raza y lugar de residencia.

    Para contar con un mecanismo de defensa propia y de empoderamiento, frente al contexto hostil en el que desempean sus funciones.

    Para promover y apoyar la capacitacin y formacin de las mujeres con el fin de mejorar as como fortalecer sus capacidades, compartir espacios de intercambio de experiencias y retribuir a la ciudadana el voto otorgado, con una gestin femenina eficaz, exitosa y de buenas prcticas en equidad de gnero.

    Para contribuir al fortalecimiento institucional de los municipios y de las asociaciones nacionales e internacionales, aprovechando las enseanzas de las experiencias existentes y las oportunidades del contexto internacional, actualmente muy favorable a la promocin de la participacin de las mujeres en la toma de decisiones de los gobiernos locales.

    Polticas pblicas locales de equidad de gnero

    La agenda de los gobiernos municipales latinoamericanos comnmente est marcada por las urgencias y emergencias de las coyunturas, por el inmediatismo de las acciones, la gestin de corto plazo, la presin de las demandas sociales y de los compromisos polticos. No contiene proyectos integrales de desarrollo ni planeacin de los objetivos, recursos y acciones, aunque deban cumplir con el trmite de elaborar un plan de desarrollo municipal. La tradicional agenda municipal refleja la programacin de la prestacin de los servicios, la ejecucin de obras de infraestructura y las acciones de asistencia social. La ventaja de la proximidad del gobierno local se distorsiona, al confundir la proximidad con la rutina de la improvisacin, la accin puntual y el clculo del rdito poltico inmediato.

    La incorporacin de la perspectiva de gnero en la agenda de las polticas pblicas de los gobiernos municipales es, sin duda, una de las principales innovaciones que se han introducido, gracias sobre todo a la incidencia de los movimientos y organizaciones de mujeres y a nuevas coyunturas de cambios polticos progresistas en los municipios. Es tambin un proceso indito e incipiente, que avanza entre obstculos y limitaciones, pero que ya caracteriza el nuevo perfil emergente de gobierno local abierto y sensible a las problemticas de gnero, dispuesto a la promocin de los derechos de las mujeres y la igualdad de oportunidades. Son los menos pero existen e influyen.

    La agenda pblica municipal es un espacio de relaciones de poder donde se confrontan los intereses representados ms influyentes, donde se negocian necesidades, prioridades y recursos, y donde se pone a prueba la capacidad

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    de inclusin de la diversidad de intereses y propuestas de las colectividades. La nueva agenda municipal debe ser abierta, flexible, incluyente, programada, consensuada y sujeta a compromisos compartidos. As, en esta nueva agenda tienen cabida y acogida la perspectiva de gnero, los derechos de las mujeres y la gestin para la equidad de gnero. Siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos bsicos:

    1. La voluntad poltica efectiva y sostenida del Alcalde o Alcaldesa.

    2. La presencia en los Consejos Municipales o Cabildos de mujeres y hombres, sensibles o sensibilizados hacia los derechos de la mujer y la equidad de gnero.

    3. La presencia e incidencia de organizaciones locales y regionales de mujeres, que trabajan con perspectiva de gnero y capacidad de propuestas.

    El primer requisito de voluntad poltica es indispensable, pero no suficiente. El trabajo de equidad de gnero es de largo plazo y largo aliento, no puede depender de la buena voluntad coyuntural del Alcalde o Alcaldesa en turno, sino que requiere de varios soportes a la vez que permitan impulsar y consolidar los procesos. Por ello, la sensibilizacin institucional es de suma importancia, as como la presencia activa de organizaciones locales, regionales, incluso nacionales, de mujeres que luchan por los derechos humanos de las mujeres y la equidad de gnero. A falta de estas organizaciones - lo que ocurre en gran parte de los municipios - las instancias nacionales de la mujer (y las instancias provinciales o estaduales de la mujer en los pases federales: Argentina, Brasil, Mxico, Venezuela) deben cumplir el importante papel de apoyo, asesora y acompaamiento a los gobiernos municipales sensibles y sensibilizados, evitando establecer relaciones de dependencia y clientelismo.

    De manera que se sienten bases slidas de la incorporacin y la institucionalizacin las polticas, planes y programas de equidad de gnero en la gestin de los gobiernos municipales, hay que empezar por: el conocimiento de las y los actores institucionales que toman las decisiones; la estructura y funcionamiento del gobierno municipal; la sensibilizacin en equidad de gnero; y el diagnstico de la situacin de las mujeres en el municipio con enfoque de gnero. Esta no es una secuencia lineal ni mecnica, es una ruta metodolgica de orientacin del proceso. La heterogeneidad de los municipios presentar distintas condiciones favorables, seales de apertura y sensibilidad, experiencias y avances, as como seales de resistencia y todo por empezar a hacer con voluntad poltica.

    Las polticas pblicas locales requieren de capacidad de gestin, sin la cual difcilmente se pueden implementar y resultar eficaces. La gestin municipal para la equidad de gnero (GMEG) es el conjunto de objetivos y acciones sistemticas que incluyen los intereses y necesidades de mujeres y hombres

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    en la planeacin, programacin, organizacin, implementacin y control de las actividades y funciones del gobierno local, de manera de contribuir a la eliminacin de las brechas de gnero y de potenciar la igualdad de oportunidades basadas en el principio de equidad de gnero. La GMEG alienta procesos incluyentes y participativos, tanto individuales como colectivos, que vinculan e integran a la ciudadana en sus diversas formas sociales e institucionales de expresin. Asimismo, fomenta la construccin de alianzas entre diferentes actores y actoras de la sociedad civil con el gobierno municipal, a fin de realizar los objetivos y acciones.6

    La gestin municipal con equidad de gnero implica emprender cambios para:

    Incorporar procesos incluyentes y participativos, individuales y colectivos, que integren a la ciudadana en todas sus manifestaciones sociales e institucionales.

    Construir alianzas entre diferentes actores de la sociedad civil, del gobierno local, del mbito nacional, para articular objetivos y acciones hacia el logro de la equidad e igualdad de oportunidades.

    Fortalecer la formacin de redes sociales diversas, como estrategia de difusin y concientizacin de la equidad como valor del desarrollo humano local.

    Generar y mejorar los sistemas de evaluacin y control de la gestin, considerando los objetivos logrados y propuestos en el marco de la equidad de gnero.

    Hacer la gestin ms transparente, utilizando instrumentos de rendicin de cuentas que permitan mostrar las decisiones, acciones y recursos de equidad de gnero.

    Asimismo, la inclusin del principio de equidad de gnero en la gestin municipal implica la redefinicin de:

    Los objetivos: el qu y para qu hacer. La definicin de prioridades: el qu hacer antes. La definicin de las polticas: cmo hacerlo, con qu y por qu. La identificacin de sujetos que intervienen: el quin y con quin.

    De las experiencias conocidas, algunas sistematizadas, de incorporacin de polticas de equidad de gnero en la agenda municipal y el proyecto poltico del gobierno local, se encuentran ciertos obstculos comunes as como factores comunes que facilitan, tales como:7

    6 Equidad de Gnero en el Modelo de Gestin Municipal Participativa, ACOBOL, F-DDPC, La

    Paz, Bolivia, 2004. 7 Massolo, Alejandra. El gobierno municipal y la equidad de gnero. En Gua para la equidad

    de gnero en el municipio, GIMTRAP/INDESOL, Mxico, 2004. www.gimtrap.org Palacios, Patricia, Las mujeres innovando la gestin de las ciudades, UN-HABITAT ROLAC/PGU-ALC, Ro de Janeiro. www.unhabitat-rolac.org

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    Obstculos:

    Poltico administrativos. Son los ms frecuentes y se deben a:

    a) El sistema de relaciones de poder entre las/los actores del gobierno local, y las rivalidades polticas entre partidos o fracciones de los mismos.

    b) La falta o dbil voluntad poltica del alcalde/sa.

    c) La oposicin de mujeres concejalas (regidoras), sndicas o funcionarias.

    d) La oposicin de hombres concejales (regidores), sndicos o funcionarios.

    e) La dificultad de establecer alianzas entre las mujeres dentro del gobierno local y en la sociedad local.

    f) Las tradicionales prcticas clientelares de las autoridades municipales y los privilegios instituidos (gremiales, polticos, familiares).

    g) Las limitadas capacidades y falta de capacitacin de las/los actores involucrados en la implementacin de las polticas.

    h) Las limitaciones y falta de experiencia en el manejo de los instrumentos de la gestin pblica municipal con equidad de gnero.

    i) La incapacidad de gestin innovadora de las/los actores polticos-administrativos.

    Materiales. Los ms frecuentes se refieren a la escasa disponibilidad de recursos financieros, falta de infraestructura y equipamientos, y a la rigidez de las funciones administrativas. Sin embargo, en la mayora de las experiencias de gestin municipal promotora de la equidad de gnero, se reconoce que estos no son de los obstculos ms duros y difciles de superar. Se comprueba lo discutible del argumento de la falta de recursos para no comprometerse con las polticas y acciones de equidad de gnero

    Culturales. Estos obstculos principalmente son:

    a) El machismo. b) La discriminacin de gnero y tnica en los municipios. c) La violencia intrafamiliar que afecta a las mujeres. d) Los sistemas de Usos y Costumbres de las comunidades indgenas que limitan

    o excluyen la participacin de las mujeres.

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    Factores Facilitadotes: Los que facilitan la incorporacin e implementacin de polticas de equidad de gnero son los siguientes:

    Movilizacin y presin social de las organizaciones locales y nacionales de mujeres.

    Aprovechamiento de coyunturas electorales y procesos de cambios polticos, que ofrecen proyectos democrticos y alternativos de gobierno local.

    Sensibilidad y voluntad poltica efectiva del alcalde/sa.

    Articulacin entre el gobierno local y las organizaciones de mujeres.

    Presencia de concejalas (regidoras) y/o funcionarias de trayectoria feminista, o sensibles a la problemtica de gnero y los derechos de las mujeres.

    Apoyo y compromiso de concejales (regidores) y/o funcionarios sensibles a la problemtica de gnero y los derechos de las mujeres.

    Ampliacin de competencias y funciones de los gobiernos locales.

    Instrumentos facilitadores y portadores de la equidad de gnero: legales, normativos, consultivos, participativos, de planeacin estratgica, planes de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

    Apoyo y compromiso de organizaciones no gubernamentales profesionales en temas de gnero y derechos de las mujeres.

    Influencia y apoyo de organismos de las Naciones Unidades, como el (extinto) Programa de Gestin Urbana para Amrica Latina y el Caribe (PGU-ALC); el Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM); El Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos-Oficina Regional para Amrica Latina y el Caribe (UN-HABITAT-ROLAC).

    Respaldo de asociaciones internacionales de gobiernos locales, como la Federacin Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones (FLACMA); y la organizacin mundial Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU).

    Influencia y apoyo de las instancias nacionales de las mujer, y de las instancias estatales o provinciales en pases federales.

    Apoyo financiero y tcnico de la cooperacin descentralizada, como la Red URB-AL 12 Mujer y Ciudad, coordinada por la Diputacin de Barcelona.

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    Observaciones finales

    El municipalismo con perspectiva de gnero ha alcanzado avances notables, pero an carece de suficiente fuerza de presencia e incidencia dentro de la corriente polifactica que recorre los municipios latinoamericanos, as como los espacios acadmicos y polticos que orientan las propuestas y toma de decisiones. Sigue siendo un municipalismo predominantemente masculinizado, incluso con mujeres que, por distintas causas, no apoyan ni se adhieren a la perspectiva de gnero y la promocin de la igualdad entre los gneros.

    Un factor que en Amrica Latina desempea una papel importante en el apoyo e impulso al municipalismo con perspectiva de gnero, es la cooperacin descentralizada de proyectos de la Unin Europea y las agencias del sistema de Naciones Unidas como UNIFEM, INSTRAW y HABITAT. Sin duda, las redes de financiamiento, de intercambio de experiencias y proyectos son necesarias para respaldar y estimular los esfuerzos y las iniciativas que, todava de manera dispersa y en contextos difciles, se estn haciendo en nuestros pases.

    Como hemos sealado anteriormente, el terreno municipal es el ms duro de trabajar para los derechos de las mujeres y la igualdad de oportunidades, pero es donde se encuentran las relaciones de la vida cotidiana de mujeres y hombres, y el ms frtil potencial para enraizar los cambios de igualdad, equidad, justicia y dignidad en la vida de las mujeres, cambios que beneficiarn el desarrollo del conjunto de las colectividades locales, as como fortalecern y prestigiarn a las instituciones de gobierno municipal.