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Nicaragua recibió con gran fervor
reliquia de Santa Faustina Kowalska
Rodolfo & Olga de González,
Divina Misericordia de Costa Rica
Afiches de invitación confeccionados para la ocasión por la Parroquia Jesús de la Divina Misericordia
El pasado domingo 31 de octubre -2010-, la Iglesia de Nicaragua estuvo de
fiesta, al recibirse en la Parroquia de Jesús de la Divina Misericordia, de la
Arquidiócesis de Managua, una reliquia de primer orden de Santa Faustina
Kowalska, Secretaria y Apóstol de la Divina Misericordia.
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Relicario llegado del Santuario de Cracovia-Lagiewniki, Polonia
La reliquia fue colocada permanentemente en el nuevo altar de esta iglesia, el cual fue
dedicado en tan grata ocasión por el Excmo. Monseñor Leopoldo José Brenes
Solórzano, Arzobispo de Managua, con la distinguida presencia del Nuncio Apostólico
en Nicaragua, Excmo. Monseñor Henryk Jozef Nowacki, gestor de la reliquia.
Momento en que el Padre Félix Pedro Reyes y Monseñor Leopoldo José Brenes extraen la reliquia de su relicario original para colocarla en el altar. Atrás Monseñor Nowacki
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Reliquia en su sitio permanente, en la cara frontal del altar;
donde quedó disponible para la veneración pública
“Siento muy bien que mi misión no terminará con mi muerte, sino que empezará. Oh almas que dudan, les descorreré las cortinas
del cielo para convencerlas de la bondad de Dios, para que ya no hirieran más el Dulcísimo Corazón de Jesús
con desconfianza. Dios es Amor y Misericordia.” Sor Faustina (D281)
El movimiento de la Divina Misericordia de Costa Rica, representado por la Asociación
Apostolado de la Divina Misericordia de Costa Rica y, por los Cenáculos
Contemplativos de la Divina Misericordia en Costa Rica, en el matrimonio de Rodolfo
& Olga Sáenz de González, tuvo la bendición de poder participar de tan grato evento.
Sirva este documento, elaborado con amor y como un tributo a la amistad, a la
hermandad y a la paz entre los pueblos de Nicaragua y Costa Rica, para compartir “en
familia”, con todos ustedes, devotos y apóstoles de la Divina Misericordia de habla
hispana, alrededor del mundo entero, lo vivido en tan grata ocasión.
Olga y Rodolfo junto a Monseñor Brenes
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Lo vivido…
El organizador del evento fue el cura párroco, padre José Felix Pedro Reyes Moreno, y,
la solemne santa misa del día domingo 31 de octubre estuvo presidida por el Arzobispo
de Managua, Monseñor Leopoldo José Brenes. También participó el Nuncio
Apostólico en Nicaragua, Monseñor Henryk Jozef Nowacki, providencialmente polaco,
que fue quien les gestionó la reliquia.
Por su acento y rasgos físicos, Monseñor Henryk hace recordar al Papa Juan Pablo II en
sus primeros años de papado. Monseñor Henryk se veía radiante, feliz, y, creo que
podemos estar seguros que así ha de haberlo estado Juan Pablo II, quien, como
Monseñor Henryk señaló en su mensaje, estuvo espiritualmente con nosotros en ese
momento.
La verdad es que todos estuvimos felices. Monseñor Brenes y el Padre Felix Pedro
también irradiaban felicidad. La santa misa, con la ceremonia de la dedicación del altar
y la colocación de la reliquia fue simplemente bellísima, solemne, sobria.
Ingreso a la Iglesia:
Inicio del ingreso
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Reliquia de Santa Faustina ingresando en manos del Padre Félix Pedro, Atrás, el cuadro de Santa Faustina
Inicio de la Santa Misa presidida por Monseñor Brenes. A la derecha, Monseñor Nowacki
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Homilía a cargo de Monseñor Leopoldo José Brenes, Arzobispo de Managua, Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y, en la actualidad,
Presidente del SEDAC (Secretariado Episcopal de América Central)
Durante la ceremonia, la reliquia de Santa Faustina fue sacada del relicario original y
colocada dentro del altar, luego de que Monseñor Brenes la llevara en procesión dentro
de la iglesia, quedando visible en la cara frontal del altar a través de un cristal.
Monseñor Brenes mostrando en alto la reliquia antes de llevarla en procesión por la Iglesia y colocarla en su sitio permanente en el altar
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El Padre Félix preparando el altar para introducir la reliquia mientras Monseñor Brenes lleva la reliquia en procesión
Monseñor Brenes llevando la reliquia en procesión
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Ceremonia de dedicación del nuevo altar
Ungiéndolo con el oleo
¡Qué nuestra oración ascienda al Cielo como este incienso!
Revistiéndolo
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La asistencia
La iglesia estaba completamente llena, y, como ya se había previsto que esto sucedería,
en la parte exterior de la iglesia se habían colocado toldos y sillas, así como una pantalla
gigante y sonido, para que las personas de afuera también pudieran participar de la
ceremonia, la cual también fue transmitida por radio y televisión.
Vista general de la concurrencia dentro de la Iglesia
Vista general desde el coro
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Gran cantidad de fieles participando con mucha devoción, desde las afueras de la
Iglesia, gracias al sistema de video y sonido que se había colocado,
complementado con las demás facilidades necesarias.
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La iglesia
La iglesia, que es amplia y muy bonita, tiene, entre otros rasgos distintivos, una preciosa
imagen de la Divina Misericordia traída desde Polonia, como de dos metros de altura,
acompañada de una imagen de la Virgen María, a la izquierda, y, una imagen de Santa
Faustina, a su derecha. El altar recuerda el altar de la Capilla del Convento, en el
Santuario de Cracovia-Lagiewniki, donde reposan las reliquias de Santa Faustina.
Altar principal de la iglesia en Managua. El cuadro de la Divina Misericordia fue traído por el Padre Félix desde Polonia, y, es una fotografía del cuadro que se conserva en la
Capilla del Convento, en el Santuario de Cracovia-Lagiewniki. Obsérvense las semejanzas de los altares.
Papa Juan Pablo II, orando delante de la Imagen de la Divina Misericordia y reliquias de Santa Faustina. Capilla del Convento. Santuario Cracovia-Lagiewniki, Polonia. 1997
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En su pared frontal, la Iglesia también tiene un hermoso vitral con la Imagen de la
Divina Misericordia.
Vitral frontal
Interesantemente, esta iglesia fue construida en un terreno que, según indicó el Padre
Félix, había sido anteriormente un botadero de basura… Interesante simbolismo de
cómo la misericordia de Dios lo transforma todo… incluso lo que, ante los ojos del
mundo, no tiene valor alguno… Recordemos lo que nos relata Santa Faustina en el
numeral 1448 de su Diario: “Aunque un alma fuera como un cadáver
descomponiéndose, de tal manera que desde el punto de vista humano no existiera
esperanza alguna de restauración y todo estuviese ya perdido; no es así para Dios. El
milagro de la Divina Misericordia restaura a esa alma en toda su plenitud”.
Vista frontal de la Iglesia, con toldos colocados para la ocasión
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Costado de la Iglesia que da al parqueo interno.
En el extremo izquierdo se observa la Capilla de Adoración Perpetua.
Cuadro de Santa Faustina con Jesús de la Divina Misericordia, proyectados sobre el
mundo entero (Esta es una réplica del cuadro desplegado en la Basílica de San Pedro
con ocasión de la beatificación de Santa Faustina, 1993)
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El día de la dedicación… (Domingo 31 del tiempo ordinario, Ciclo C)
Nos comentaba el Padre Félix algo que, en lo personal, impresiona muchísimo. Dice él
que, sin haber revisado la liturgia de la palabra que correspondía a este día, al momento
de plantearle a Monseñor Brenes la celebración que estaba organizando, le indicó la
conveniencia de buscar textos que se adecuaran bien al propósito de la celebración. Nos
dice que Monseñor Brenes le respondió que, por ser domingo, el prefería conservar los
textos que correspondían a este domingo. Bueno… al llegar a revisar la liturgia de la
palabra, resultó impresionante ver que ella giraba precisamente en torno a la
Misericordia de Dios… Impresiona muchísimo, porque la razón para esto es que Dios
ya lo había pensado y había dispuesto esta liturgia para esta celebración…
¡simplemente impresionante!
En cuanto a esta liturgia:
En la primera lectura, del Libro de la Sabiduría, encontramos frases como: “Pero te
compadeces de todos, porque todo lo puedes, cierras los ojos a los pecados de los
hombres, para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no odias nada de lo
que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado. ( …) Pero a
todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida. Todos llevan tu soplo
incorruptible. Por eso, corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y
los reprendes, para que se conviertan y crean en ti, Señor. ¡Simplemente
impresionante! Justo de esto se trata el mensaje de la Divina Misericordia enviado al
mundo entero por medio de Santa Faustina.
En el salmo responsorial, encontramos frases como: “El Señor es clemente y
misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es
cariñoso con todas Sus criaturas. (…) El Señor es fiel a Sus palabras, bondadoso en
todas Sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se
doblan. Y bien, el salmo nos invita a bendecir, a ensalzar, a reconocer a Dios como
Rey. Y esto es justo a lo que nos invita la devoción a la Divina Misericordia, a tributar
nuestro culto a Jesucristo, reconociéndole como Rey de Misericordia.”
En el Evangelio, encontramos en la historia de Zaqueo la misión redentora de Cristo,
“Porque el Hijo del Hombre ha venido a salvar lo que estaba perdido”. Jesucristo,
Divina Misericordia encarnada, que le indica a Zaqueo que desea alojase en su casa, así
como desea alojarse en el corazón de todo hombre y mujer; Zaqueo que le abre la puerta
de su casa y lo recibe. Zaqueo que nunca más vuelve a ser el mismo Zaqueo de
siempre, luego de conocer a Cristo. “Hoy a sido la salvación de esta casa; también este
es hijo de Abrahán”. En Zaqueo estamos representados todos los seres humanos que
abrimos la puerta de nuestro corazón a Cristo, y con ello, Él nos abre las puertas de la
salvación.
Así es que, en Managua, en lo que hace un tiempo era un basurero, hoy en día hay un
hermoso templo donde resuena el mensaje del amor misericordioso de Dios, del Dios
que es Amor y Misericordia, y que ha venido a salvar lo que estaba perdido.
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El mensaje de Monseñor Nowacki
Hacia la última parte de la misa, el señor Nuncio Apostólico en Nicaragua, Monseñor
Henryk Jozef Nowacki Nowacki, dio un precioso mensaje donde recordó las palabras
del Papa Juan Pablo II al momento de dedicar la nueva Basílica del Santuario mundial
de la Divina Misericordia en Cracovia – Lagiewniki, Polonia.
Lo anterior es muy hermoso, porque, en buena medida, podemos considerar que esta
parroquia de Jesús de la Divina Misericordia, en Managua, Nicaragua, con tantos
elementos que recuerdan el Santuario de Polonia, viene a ser una extensión del
santuario mundial de Polonia, y, en consecuencia, también podemos considerar que lo
que afirmó el Papa Juan Pablo II en la dedicación de esta Basílica también aplica para
esta parroquia.
Monseñor Nowacki dando su mensaje y recordando las palabras del Papa Juan
Pablo II al momento de dedicar la nueva Basílica en Cracovia - Lagiewniki
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Recordemos las memorables palabras de Su Santidad, Juan Pablo II, al momento de
dedicar la nueva Basílica en el Santuario de la Divina Misericordia de Lagiewniki:
3. Hermanos y hermanas, mientras dedicamos esta nueva
iglesia, podemos hacernos la pregunta que afligía al rey
Salomón cuando estaba consagrando como morada de
Dios el templo de Jerusalén: "¿Es que verdaderamente
habitará Dios con los hombres sobre la tierra? Si los
cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte,
¡cuánto menos esta casa que yo te he construido!" (1 R
8, 27). Sí, a primera vista, vincular determinados
"espacios" a la presencia de Dios podría parecer
inoportuno. Sin embargo, es preciso recordar que el
tiempo y el espacio pertenecen totalmente a Dios.
Aunque el tiempo y todo el mundo pueden considerarse
Su "templo", existen tiempos y lugares que Dios elige
para que en ellos los hombres experimenten de modo
especial Su presencia y Su gracia. Y la gente,
impulsada por el sentido de la fe, acude a estos lugares,
segura de ponerse verdaderamente delante de Dios,
presente en ellos.
Con este mismo espíritu de fe he venido a Lagiewniki,
para dedicar este nuevo templo, convencido de que es un
lugar especial elegido por Dios para derramar la gracia
de Su misericordia. Oro para que esta iglesia sea
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siempre un lugar de anuncio del mensaje sobre el amor
misericordioso de Dios; un lugar de conversión y de
penitencia; un lugar de celebración de la Eucaristía,
fuente de la misericordia; un lugar de oración y de
imploración asidua de la misericordia para nosotros y
para el mundo. Oro con las palabras de Salomón:
"Atiende a la plegaria de tu siervo y a su petición, Señor
Dios mío, y escucha el clamor y la plegaria que tu
siervo hace hoy en tu presencia, que tus ojos estén
abiertos día y noche sobre esta casa. (...) Oye, pues, la
plegaria de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren
en este lugar. Escucha tú desde el lugar de tu morada,
desde el cielo, escucha y perdona" (1 R 8, 28-30).
4. "(…) Creo firmemente que en este nuevo templo las
personas se presentarán siempre ante Dios en Espíritu y
en verdad. Vendrán con la confianza que asiste a cuantos
abren humildemente su corazón a la acción misericordiosa
de Dios, al amor que ni siquiera el pecado más grande
puede derrotar. Aquí, en el fuego del amor divino, los
corazones arderán anhelando la conversión, y todo el que
busque la esperanza encontrará alivio.
5. "Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el
alma y la divinidad de Tu amadísimo Hijo, nuestro
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Señor Jesucristo, por los pecados nuestros y del mundo
entero; por Su dolorosa pasión, ten misericordia de
nosotros y del mundo entero" (Diario, 476, ed. it., p.
193). De nosotros y del mundo entero... ¡Cuánta
necesidad de la misericordia de Dios tiene el mundo de
hoy! En todos los continentes, desde lo más profundo del
sufrimiento humano parece elevarse la invocación de la
misericordia. Donde reinan el odio y la sed de venganza,
donde la guerra causa el dolor y la muerte de los
inocentes se necesita la gracia de la misericordia para
calmar las mentes y los corazones, y hacer que brote la
paz. Donde no se respeta la vida y la dignidad del
hombre se necesita el amor misericordioso de Dios, a
cuya luz se manifiesta el inexpresable valor de todo ser
humano. Se necesita la misericordia para hacer que toda
injusticia en el mundo termine en el resplandor de la
verdad.
Por eso hoy, en este santuario, quiero consagrar
solemnemente el mundo a la Misericordia Divina. Lo
hago con el deseo ardiente de que el mensaje del amor
misericordioso de Dios, proclamado aquí a través de
santa Faustina, llegue a todos los habitantes de la tierra
y llene su corazón de esperanza. Que este mensaje se
difunda desde este lugar a toda nuestra amada patria y
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al mundo. Ojalá se cumpla la firme promesa del Señor
Jesús: de aquí debe salir "la chispa que preparará al
mundo para Su última venida" (cf. Diario, 1732, ed. it.,
p. 568). Es preciso encender esta chispa de la gracia de
Dios. Es preciso transmitir al mundo este fuego de la
misericordia. En la misericordia de Dios el mundo
encontrará la paz, y el hombre, la felicidad. Os
encomiendo esta tarea a vosotros, amadísimos hermanos y
hermanas, a la Iglesia que está en Cracovia y en
Polonia, y a todos los devotos de la Misericordia
Divina que vengan de Polonia y del mundo entero. ¡Sed
testigos de la misericordia! (…)
Basílica del Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia-Lagiewniki dedicada por el Papa Juan Pablo II
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Vista general interna de la Basílica
Altar de la Basílica
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Preparación espiritual previa
A fin de preparar espiritualmente a los feligreses para el acontecimiento de la
dedicación del nuevo altar y recibimiento de la reliquia, desde el día miércoles se
bridaron charlas en torno a la Divina Misericordia y a la vida de Santa Faustina.
Las charlas estuvieron a cargo del movimiento de los Cenáculos Contemplativos de la
Divina Misericordia, que tienen una fuerte presencia en Nicaragua.
Estandarte de los Cenáculos Contemplativos de la Divina Misericordia confeccionado por el movimiento de Nicaragua
Desde Miami viajaron María de los Ángeles Expósito OCV, fundadora de los
Cenáculos, así como Guillermina Fuenmayor, quien fue la conferencista principal, y,
María del Socorro, quien es un ángel del Señor. La anfitriona fue María del Carmen
Báez de Astorga, coordinadora de los Cenáculos en Nicaragua, y a quien ya hemos
tenido la bendición de tener en Costa Rica, en Radio Fides, en el programa de la Hora
de la Misericordia.
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María de los Ángeles Expósito OCV, fundadora de los Cenáculos Contemplativos de la Divina Misericordia. Atrás, a la izquierda, María del Carmen Báez de Astorga, Coordinadora de los Cenáculos en Nicaragua. Adelante, hincada a su derecha, Olga Sáenz de González, Coordinadora de los Cenáculos en Costa Rica. Las acompañan el grupo de guías de los Cenáculos de Nicaragua.
Guillermina Fuenmayor impartiendo una de sus charlas de formación
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Otras actividades previas:
La charla de Monseñor Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua
Monseñor Silvio Báez impartiendo su charla
El viernes por la noche el obispo auxiliar de Managua y Vicario General, Monseñor
Silvio José Báez Ortega, dio una bellísima conferencia. Habló de la misericordia, y
luego, señaló que existe la misericordia porque existe la miseria, y profundizó entonces
en el tema de la miseria, que es un tema en el que rara vez se profundiza en detalle en la
charlas de la Divina Misericordia.
Monseñor Báez clasificó la miseria en cuatro tipos:
La miseria material
La miseria moral (aquel que ha perdido sus valores morales)
La miseria del “ciego”, tal como Monseñor Báez la llamó, refiriéndose a la
persona que ha caído en la ceguera del relativismo: no “ve” que esté actuando
mal
La miseria del no evangelizado, incluyendo en esta categoría tanto a aquellos
que nunca han escuchado el mensaje de Cristo, como aquellos que hoy en día
son “post-cristianos”, es decir, aquellos que fueron bautizados, que hicieron la
primera comunión, que por varios años participaron de la iglesia, pero, que en
este momento ya no lo hacen.
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Fue realmente una conferencia muy hermosa, que Monseñor Báez concluyó enfatizando
en que estas cuatro clases de miseria claman hoy en día por misericordia; misericordia
que debe ser encauzada a través de nosotros.
Charla en torno a los elementos de la Devoción a la Divina Misericordia
El día sábado, el apostolado de Costa Rica también tuvo la bendición de tener la
oportunidad de impartir una charla en torno a los elementos devocionales de la Divina
Misericordia y al tema de la confianza. ¡Qué hermoso cómo la Devoción a la Divina
Misericordia hermana a los pueblos!
Llevando a Nicaragua el “fuego de la Misericordia”
A solicitud de María de los Ángeles Expósito, el Apostolado de Costa Rica llevó hasta
este evento el fuego de la misericordia que Costa Rica recibió en el Santuario Mundial
en Polonia, en representación de toda América Latina, durante la clausura del II
Congreso Internacional del Apostolado de la Divina Misericordia (2005). Dicho fuego
fue entregado durante una misa presidida por el Padre Félix Pedro el día sábado.
Ingreso de las lámparas; Rodolfo González con la lámpara encendida traída del
Santuario de Cracovia-Lagiewniki, y, María del Carmen Báez de Astorga,
coordinadora nacional de los Cenáculos en Nicaragua, con la lámpara -un corazón
con aceite rojo- que sería encendido posteriormente.
A la derecha María de los Ángeles Expósito, impulsora de esta iniciativa.
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Encendido de la lámpara de Nicaragua en presencia del Padre Félix Pedro
Olga dando lectura a la carta elaborada por Monseñor Jan Zajac,
Rector del Santuario de Cracovia-Lagiewniki,
con la explicación y motivación para la distribución del fuego.
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Recordemos las palabras de Monseñor Zajac leídas por Olga:
Monseñor Jan Zajac, acompañado del Cardenal Macharski y de Sor Siepak, durante el II Congreso Internacional de la Divina Misericordia
Queridos en Cristo:
Reciban un afectuoso saludo desde el Santuario de la Divina
Misericordia de Cracovia – Lagiewniki. Exactamente aquí, en la
capilla de adoración perpetua, el “fuego de la misericordia” arde día
y noche; y fue encendido por el Siervo de Dios, Juan Pablo II, en
el Vaticano, en el año 2003. Este fuego recuerda -a todos los
numerosos peregrinos que vienen a la “Colina de la Misericordia”-
a encender sus corazones con un genuino amor a Dios y al prójimo,
a través de sus oraciones delante del Santísimo Sacramento; y a
llevar desde aquí a sus familias y lugares de trabajo el mensaje de
Misericordia escrito en las páginas de la Biblia y que Santa
Faustina escuchó de Jesús en sus encuentros.
En el II Congreso Internacional de Apóstoles de la Divina
Misericordia, que tuvo lugar en este Santuario en el 2005 con
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ocasión del centenario del nacimiento de Santa Faustina,
representantes de cinco continentes recibieron las lámparas con la
“Llama de la Misericordia”. Desde entonces, esta luz ha llegado
a varios países del mundo como un signo simbólico. Desde aquí,
personas actuando individualmente o en grupos han llevado esta
“llama de la misericordia” a sus hogares, comunidades parroquiales,
a lugares de trabajo y de oración.
Este “fuego de Lagiewniki”, que ustedes están recibiendo hoy
desde el lugar que recuerda a grandes apóstoles de la Divina
Misericordia: Santa Faustina y Juan Pablo II, tiene un
significado muy profundo. Nos recuerda el don del Espíritu Santo
que desea introducirnos dentro del misterio de la misericordia de
Dios, que desea fortalecernos en nuestra vida de oración y en la
práctica de obras de misericordia si somos capaces de abrirnos a la
acción transformadora de la gracia de Dios.
Los apóstoles de la Divina Misericordia están llamados a
ser una familia espiritual que vive diariamente en el espíritu de una
total confianza en Dios y de un amor activo al prójimo. Conforme
nos pasamos unos a otros esta “llama de la misericordia” queremos
ser como las mujeres prudentes de la parábola del Evangelio, que
esperan la llegada de Su Señor. Esperamos a Cristo que en este
momento particular, aquí y ahora, nos espera en el prójimo que se
encuentra en necesidad. Que estas llamas representen nuestras vidas
llenas de buenas obras, nuestras vidas que se consumen en el
sacrificio por el prójimo. Santa Faustina fue llamada a preparar el
mundo para la venida final de Jesús; de la misma forma, cuando con
nuestros corazones llenos de amor llevamos este mensaje de esperanza
al mundo, estamos preparando el camino al Señor!
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A partir de ahora, les paso simbólicamente esta “llama de la
misericordia” desde la capital mundial de la devoción a la Divina
Misericordia en Lagiewniki. Acéptenla con coraje para que puedan
ser testigos con sus vidas de la verdad de que Dios es amor.
Traigamos al mundo el mensaje de esperanza ya que, en palabras de
Juan Pablo II, “en la misericordia de Dios el mundo encontrará
la paz, y el hombre, la felicidad”.
Monseñor Jan Zajac
Rector del Santuario de la Divina Misericordia
El Papa Juan Pablo II encendiendo la llama de la Misericordia, en el Vaticano,
diciembre del 2003, en manos de Monseñor Jan Zajac, Rector del Santuario de
Cracovia – Lagiewniki. Observa desde atrás Monseñor Estanislao Dziwisz, secretario
del Papa por 40 años y actual Arzobispo Metropolitano de Cracovia
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El Padre Félix Pedro y María del Carmen distribuyendo el fuego
Monseñor Brenes durante la misa del domingo 31, con la lámpara de la
Llama de la Misericordia, traída por el Apostolado de Costa Rica
desde el Santuario de Cracovia-Lagiewniki
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Misericordia que une y hermana
El Padre Félix Pedro agasajando con un almuerzo en su casa, el día sábado, a los
colaboradores. De izquierda a derecha: Olga, costarricense; Laura, el Padre Félix
Pedro, María del Carmen, nicaragüenses; María del Socorro, nicaragüense residiendo
en Miami; María de los Ángeles, cubana residiendo en Miami;
Guillermina, venezolana residiendo en Miami.
El Padre Félix, Rodolfo y María del Carmen
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Un capítulo especial… Capilla de Adoración Eucarística perpetua…
Un hermosísimo e importante aspecto es que la Parroquia de Jesús de la Divina
Misericordia, en Managua, tiene, a semejanza del Santuario en Polonia, una bellísima
capillita de Adoración Eucarística perpetua.
Quiera Dios que cada vez vayan habiendo más y más capillas de adoración perpetua en
el mundo, y, ¡qué hermoso que estén al amparo de parroquias dedicadas a la Divina
Misericordia!
Letrero colocado en la acera, en el costado externo de la Iglesia, anunciando la Adoración Eucarística Perpetua
“Oh Jesús oculto, en Ti está toda mi fuerza. Ya en los años más tempranos
Jesús en el Santísimo Sacramento me ha atraído hacia Si. A los siete años,
cuando estaba en las vísperas y el Señor Jesús estaba expuesto en la custodia,
entonces, por primera vez se me comunicó el amor de Dios y llenó mi pequeño
corazón y el Señor me hizo comprender las cosas divinas; a partir de aquel día
hasta hoy mi amor al Dios oculto ha crecido hasta alcanzar la más estrecha
intimidad. Todo el poder de mi alma procede del Santísimo Sacramento.
Todos los momentos libres los paso conversando con Él; Él es mi Maestro.”
Santa Faustina (D1404)
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Entrada a la Capilla de Adoración Perpetua
Vista interna de la Capilla de Adoración Perpetua
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Recordemos que toda la vida de Santa Faustina giró en torno a la Eucaristía, y así se lo
declaraba al Señor:
Permanecer a Tus pies, oh Dios oculto,
Es el deleite y el paraíso de mi alma.
Allí Te revelas a mí, oh Infinito,
Y me dices dulcemente: dame el corazón, dámelo.
Una silenciosa conversación Contigo, a solas,
Es como vivir momentos celestiales,
Y decir a Dios: Te daré mi corazón, Señor, Te lo
daré,
Y Tu, grande e infinito, lo aceptas amablemente.
El amor y la dulzura, he aquí la vida de mi alma
Con Tu continua presencia en ella.
Vivo en la tierra en un éxtasis perenne
Y como un Serafín repito Hosanna.
Oh, Oculto, con el cuerpo, el alma y la divinidad,
Bajo las tenues apariencias del pan,
Tú eres mi vida, de Ti las gracias brotan para mí en
abundancia,
Tú eres para mí por encima de las delicias del cielo.
Cuando Te unes a mí en la Comunión, oh Dios,
Entonces siento mi grandeza inconcebible,
Que me viene de Ti, oh Señor, lo reconozco humildemente,
Y, a pesar de mi miseria, con Tu ayuda puedo volverme santa.
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Justo frente a la entrada de la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua se encuentra el
rancho donde comenzó esta parroquia…
Rancho con que inició la Parroquia años atrás
Manta que anunciaba la actividad
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Desde lo más profundo del corazón… … del álbum de fotos familiar…
Este documento no podría ser difundido, sin compartir con ustedes algunas fotos del
álbum familiar… ya que ellas nos remontan a los orígenes mismos de la difusión de la
devoción a la Divina Misericordia en Costa Rica, que, por voluntad de Dios, pone de
manifiesto la hermandad entre los pueblos de Nicaragua y de Costa Rica.
Esta hermandad, que ya se había evidenciado en Sor María Romero Meneses, la reiteran
también dos grandes mujeres, a quienes Dios confió la misión de iniciar todo esto, allá
por el año 1977: la Hermana Sor Dolores Larios, y, doña Claudia Muñoz de Gambassi.
Quien escribe estas palabras desea testimoniar su amor y su gratitud hacia ambas, ya
que gracias a ellas encontré el mayor tesoro sobre la tierra: ¡a Jesús Misericordioso! Y,
también… a mi amiga del alma: ¡Santa Faustina!
En aquellos años, Sor Dolores, nacida en Nicaragua, se encontraba en Costa Rica. Ahí
inició todo… con los años Sor Dolores volvió a Nicaragua, y actualmente vive en la
ciudad de Masaya donde hemos tenido la bendición de visitarla. Para ella, con todo
amor…
La familia González Sáenz, Olga y Rodolfo con sus cuatro hijos, visitando a Sor Dolores Larios, durante la Semana Santa del año 2005.
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Sor Dolores y Rodolfo, a la sombra de un guayacán real… Colegio Santa Teresa, Masaya, Semana Santa del 2005
“Por la noche, apenas me acosté, me dormí, pero si me dormí rápidamente, más rápidamente todavía fui despertada. Vino a mí un Niño pequeño y me despertó. Este Niño podía tener cerca de un año y me sorprendí de que hablara muy bien, ya que los niños de esta edad no hablan nada o hablan de manera poco comprensible. Era indeciblemente bello, parecido al Niño Jesús y me dijo estas palabras: Mira al cielo. Y cuando miré al cielo, vi las estrellas brillantes y la luna. Ese Niño me preguntó: ¿Ves la luna y las estrellas? Contesté que las veía y Él me replicó con estas palabras: Aquellas estrellas son las almas de los cristianos fieles y la luna son las almas consagradas. ¿Ves la gran diferencia de luz que hay entre la luna y las estrellas?, igual de grande es en el cielo la diferencia entre el alma de un religioso y la de un cristiano fiel. Y continúo que la verdadera grandeza está en amar a Dios y en la humildad.” Santa Faustina
D424
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“Hoy, después de la Santa Comunión, Jesús me dijo: Hija Mía, dame almas; has de saber que tu misión es la de conquistarme almas con la oración y el sacrificio, animándolas a la confianza en Mi misericordia”. D1690
“En el mismo momento vi también a cierta persona y en parte el estado de su alma y grandes pruebas que Dios enviaba a esta alma; esos sufrimientos tenían relación con su mente y en una forma tan aguda que me dio lastima y dije al Señor: ¿Por qué la tratas así? Y el Señor me contestó: Por su triple corona. Y el Señor me dio a conocer qué gloria más inefable le espera al alma que es semejante a Jesús doliente aquí en la tierra; tal alma será semejante a Jesús en Su gloria. El Padre Celestial honrará y estimará nuestras almas en cuanto vea en nosotros la semejanza a Su Hijo. Comprendí que esta semejanza con Jesús nos es dada aquí en la tierra. Veo almas puras e inocentes a las cuales Dios administra su justicia y estas almas son las víctimas que sostienen el mundo y completan lo que ha faltado a la Pasión de Jesús; son pocas estas almas. Me alegro enormemente de que Dios me haya permitido conocer a tales almas.” D604
¿Y qué decir de doña Claudia??? Bueno, creo que para ella hay un numeral del Diario
que lo dice todo:
“A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa [protege] a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino (21) Salvador misericordioso. En esta última hora el alma no tiene nada en su defensa fuera de Mi misericordia. Feliz el alma que durante la vida se ha sumergido en la Fuente de la Misericordia, porque no la alcanzará la justicia. D1075
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Además, estoy seguro de que también le dijo lo mismo que le dijo a Santa Faustina, y
que ella, escuchándole en su corazón, le respondió con amor, fidelidad y generosidad:
“Hija mía, haz lo que esté en tu poder para difundir la devoción a Mi misericordia. Yo supliré lo que te falta. Dile a la humanidad doliente que se abrace a Mi Corazón misericordioso y Yo la llenaré de paz.” D1074
Con todo amor…
Doña Claudia, fundadora y Presidenta Honoraria de la Asociación Apostolado Divina Misericordia de Costa Rica, sosteniendo en sus manos la Novena a la Divina
Misericordia, con la cual inició su labor de difusión en el año 1977. Foto tomada en su casa de habitación en noviembre del 2005.
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La Dra. Leonor Gambassi de Alfaro, Olga Sáenz de González, y, doña Claudia.
La Dra. Gambassi es hija de doña Claudia, es ex presidenta de la Asociación
Apostolado Divina Misericordia de Costa Rica, y, “mano derecha” de doña Claudia en
sus labores de difusión a lo largo de varias décadas.
Rodolfo González, doña Claudia, y, el Dr. Adrián Alfaro. El Dr. Alfaro, esposo de la Dra. Gambassi, ha sido miembro de la Junta Directiva de la
Asociación Apostolado Divina Misericordia de Costa Rica, y un insigne colaborador con el movimiento desde sus inicios.
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Reliquia de Santa Faustina, llegada a Costa Rica después de su beatificación, por gestión del Padre Erick Fallas; con la lámpara de la llama de la misericordia recibida en Polonia, y las otras dos lámparas traídas del Santuario para su difusión internacional.
Entrega del fuego de la misericordia, en octubre del 2005 en el Santuario de Cracovia-
Lagiewniki, como parte del acto del clausura del II Congreso Internacional de los
Apóstoles de la Divina Misericordia. La Dra. Leonor Gambassi de Alfaro, del
Apostolado de Costa Rica, recibe la lámpara en representación de América Latina, con
la misión apostólica de realizar “Oración y sacrificio con la intención de que todos los
cristianos y los no creyentes lleguen a conocer a Dios
como el Padre que es rico en Misericordia”
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Los matrimonios Alfaro Gambassi y González Sáenz, con la Madre Superiora, y, el fuego de la Divina Misericordia. II Congreso Internacional. Octubre 2005.
Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia-Lagiewniki II Congreso Internacional. Octubre 2005
Dibujo elaborado por una niña de 12 años, como parte de un concurso de pintura para niños escolares, cuyo tema era relacionado con la Divina Misericordia… ¡me fascinó!
Pienso que, como la hoja de papel no podía ser tan extensa, no pudimos salir todos nosotros, pero… definitivamente… ahí vamos nosotros en la fila…
¡Que Dios les bendiga abundantemente!!! Con todo amor,
Rodolfo González Suárez, Costa Rica, 29 de noviembre del 2010
