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    Por la reconquistaPor la reconquistaPor la reconquistaPor la reconquista

    Mendoza, noviembre 2012- Ao II - Nmero 15

    Matrimonio y FamiliaMatrimonio y FamiliaMatrimonio y FamiliaMatrimonio y FamiliaMatrimonio y FamiliaMatrimonio y FamiliaMatrimonio y FamiliaMatrimonio y Familia

    En el Magisterio de la IglesiaEn el Magisterio de la IglesiaEn el Magisterio de la IglesiaEn el Magisterio de la IglesiaEn el Magisterio de la IglesiaEn el Magisterio de la IglesiaEn el Magisterio de la IglesiaEn el Magisterio de la IglesiaSegunda entregaSegunda entregaSegunda entregaSegunda entregaSegunda entregaSegunda entregaSegunda entregaSegunda entrega

    Festividad de Todos losFestividad de Todos losFestividad de Todos losFestividad de Todos losFestividad de Todos losFestividad de Todos losFestividad de Todos losFestividad de Todos losSantos y ConmemoracinSantos y ConmemoracinSantos y ConmemoracinSantos y ConmemoracinSantos y ConmemoracinSantos y ConmemoracinSantos y ConmemoracinSantos y Conmemoracin

    de los fieles Difuntosde los fieles Difuntosde los fieles Difuntosde los fieles Difuntosde los fieles Difuntosde los fieles Difuntosde los fieles Difuntosde los fieles Difuntos

    Para que l reine!Para que l reine!Para que l reine!Para que l reine!

    Da de la SoberanaDa de la SoberanaDa de la SoberanaDa de la SoberanaDa de la SoberanaDa de la SoberanaDa de la SoberanaDa de la SoberanaNacionalNacionalNacionalNacionalNacionalNacionalNacionalNacional

    Solemnidad de

    CRISTO REY

    Mi voluntad es conquistarMi voluntad es conquistartodo el mundo y todos los enemigos,todo el mundo y todos los enemigos,

    y as entrar en la gloria de mi Padre;y as entrar en la gloria de mi Padre;por tanto, quien quisiere venir conmigopor tanto, quien quisiere venir conmigo

    ha de trabajar conmigo,ha de trabajar conmigo,porque siguindome en la penaporque siguindome en la pena

    tambin me siga en la gloriatambin me siga en la gloriaEj. espirituales, N 95Ej. espirituales, N 95

    Adems:Adems:Adems:Adems:

    Revista mensual de inters general noviembre de 2012 Ao II N 15 - Mendoza - Argentina

    Proyecto de Ley sobre Aborto no Punible en MendozaProyecto de Ley sobre Aborto no Punible en MendozaProyecto de Ley sobre Aborto no Punible en MendozaProyecto de Ley sobre Aborto no Punible en MendozaProyecto de Ley sobre Aborto no Punible en MendozaProyecto de Ley sobre Aborto no Punible en MendozaProyecto de Ley sobre Aborto no Punible en MendozaProyecto de Ley sobre Aborto no Punible en Mendoza --------Doctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la IglesiaDoctrina Social de la Iglesiae Ideologase Ideologase Ideologase Ideologase Ideologase Ideologase Ideologase Ideologas--------XXVII Encuentro de mujeres auto convocadasXXVII Encuentro de mujeres auto convocadasXXVII Encuentro de mujeres auto convocadasXXVII Encuentro de mujeres auto convocadasXXVII Encuentro de mujeres auto convocadasXXVII Encuentro de mujeres auto convocadasXXVII Encuentro de mujeres auto convocadasXXVII Encuentro de mujeres auto convocadas

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    Jess tiene ahora muchos enamorados de su reinocelestial, pero muy pocos que quieran llevar su Cruz.

    Tiene muchos que desean los consuelos y pocos latribulacin Todos apetecen gozar con l, pero po-

    cos sufrir algo por lToms de Kempis

    Martirio. Qu palabra tanviolenta para los tiempos quecorren! Qu palabra que provo-ca la sistemtica sordera de tan-tos! Pero al mismo tiempo, quactual, qu vigente, sobre todopara quienes, por la gracia deDios, nos honramos con el ttulode catlicos, a sabiendas de quepor nuestra profesin de fe debe-mos justamente disponer nuestraalma para el mismo.

    Significa en griego TESTIMONIO,y en el cristiano se manifiesta enuna triple proyeccin: el de lapalabra, el de la conducta y el dela sangre.

    Consecuentemente, debemos

    ser testigos de Cristo con nuestrapalabra. Cmo? Sencillamenteno siendo cmplices de la menti-ra o del error, llamando a lascosas por su nombre, hablando claramente con el s, s; no,noque el mismo Jesucristo enseara.

    Pero ese testimonio de la palabra tiene que estar apoyadoen el de la conducta, en el ejemplo, en una recta eleccin devida, siendo coherentes con nuestra fe, capaces de nadar in-cluso contra la corriente y, como ensean nuestros obispos,dispuestos a navegar mar adentro, sin temor a las borrascasy tempestades que implican el enfrentar las falacias de estatan mentada posmodernidad.

    Hasta aqu estos dos testimonios revisten un carcter ordi-nario, pero resta uno, el de la sangre, que es extraordinario. Yprecisamente por estar revestido de esa naturaleza excepcio-nal, queda reservado solo para algunos, por lo que no sabe-mos si Dios nos lo pedir, tanto como tenemos la certeza deque s nos reclama el de los otros dos.

    Aunque esa entrega suprema supone el dar la vida mismapor Dios y por Su Iglesia, concretando el mximo acto de laCaridad (Nadie tiene mayor amor que aquel que da la vida por

    sus amigos Jn. 15, 13); tambin podemos afirmar que impli-ca la culminacin de una secuencia cotidiana en el testimonio,plasmada en la fidelidad de cada da cumpliendo con los de-beres del propio estado (con la familia, el trabajo, el estudio,el apostolado, etc), porque todo esto supone un acto de ver-dadero herosmo, atento a este particular tiempo de aposta-sa.

    Nuestra patria est sufriendo undemonaco ataque. La mentadareforma al cdigo civil no signifi-ca otra cosa ms que la destruc-cin de la familia1. Debemos, en-tonces, con todos los medios,

    oponernos a esto. Y esta nuevalucha nos da la posibilidad detestimoniar con la palabra y elejemplo que queremos vivir nues-tra vocacin de catlicos y deargentinos.

    En nuestra alma debe estar lanatural disposicin a la dacinsuprema, con prescindencia deque Dios nos la pida; pues lo tras-cendente radica justamente enesa disponibilidad constante aofrecernos en una entrega total,

    segn la Divina Voluntad. Podrparecer que tal actitud no es mar-tirio en el sentido estricto de la

    palabra, pero lo es.

    Pidamos entonces a Nuestro Seor Jesucristo, Rey de reyesy Seor de seores, ser siempre fieles a ese testimonio silen-cioso, constante, difcil, incomprendido y heroico

    Daniel Omar Gonzlez Cspedes

    1Vase al respecto el excelente artculo de nuestro amigo R ICARDO S. CURUTCHETLa

    destruccin del orden social y moral de la nacin. En: Para que l reine, junio 2012,Mendoza, pgs. 5 a 7. Asimismo lase el Mensaje de los Obispos de Argentina. 162

    Comisin Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina. 22 de Agosto de 2012 .

    Sumario

    EditorialEditorialEditorialEditorial ---- EL MARTRIOEL MARTRIOEL MARTRIOEL MARTRIOpor Daniel Omar Gonzlez Cspedes 02

    MATRIMONIO Y FAMILIA EN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIAMATRIMONIO Y FAMILIA EN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIAMATRIMONIO Y FAMILIA EN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIAMATRIMONIO Y FAMILIA EN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA - segunda entrega 03

    CONSAGRACIN A CRISTO REYCONSAGRACIN A CRISTO REYCONSAGRACIN A CRISTO REYCONSAGRACIN A CRISTO REY 05

    LEY DE ABORTO EN URUGUAYLEY DE ABORTO EN URUGUAYLEY DE ABORTO EN URUGUAYLEY DE ABORTO EN URUGUAY La Iglesia declar la excomunin 05DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA E IDEOLOGASDOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA E IDEOLOGASDOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA E IDEOLOGASDOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA E IDEOLOGAS (1ra PARTE)por Rodolfo L. Gallardo 06

    CRISTO REYCRISTO REYCRISTO REYCRISTO REY ----por Ricardo S. Curutchet 08

    XXVII ENCUENTRO DE MUJERES AUTO CONVOCADASXXVII ENCUENTRO DE MUJERES AUTO CONVOCADASXXVII ENCUENTRO DE MUJERES AUTO CONVOCADASXXVII ENCUENTRO DE MUJERES AUTO CONVOCADAS ----por Francisco Ochoa 10

    PROYECTO DE LEY SOBRE ABORTO NO PUNIBLE EN MENDOZAPROYECTO DE LEY SOBRE ABORTO NO PUNIBLE EN MENDOZAPROYECTO DE LEY SOBRE ABORTO NO PUNIBLE EN MENDOZAPROYECTO DE LEY SOBRE ABORTO NO PUNIBLE EN MENDOZA ----por Valentn Vallone 11

    FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS Y CONMEMORACIN DE LOS FIELES DIFUNTOSFESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS Y CONMEMORACIN DE LOS FIELES DIFUNTOSFESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS Y CONMEMORACIN DE LOS FIELES DIFUNTOSFESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS Y CONMEMORACIN DE LOS FIELES DIFUNTOS ----por P. Silvio Ojeda 14

    20 DE NOVIEMBRE20 DE NOVIEMBRE20 DE NOVIEMBRE20 DE NOVIEMBRE DIA DE LA SOBERANIA NACIONALDIA DE LA SOBERANIA NACIONALDIA DE LA SOBERANIA NACIONALDIA DE LA SOBERANIA NACIONAL ----por Rodolfo L. Gallardo 18

    OBLACIN DEL REINOOBLACIN DEL REINOOBLACIN DEL REINOOBLACIN DEL REINO 16

    2 Editorial

    P a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n e

    Para que l reineRevista mensual de

    inters generalNoviembre de 2012

    Ao II - N 15Mendoza - Argentina

    EQUIPO DE TRABAJOEQUIPO DE TRABAJOEQUIPO DE TRABAJOEQUIPO DE TRABAJODirector:Director:Director:Director:

    Rodolfo L. Gallardo.

    Jefe de Redaccin:Francisco Ochoa.

    Revisin:Rubn Blanch

    Diagramacin y Diseo:Rubn Villegas

    Administracin:Marcos Daniel Guevara

    Distribucin:Alejandro Lpez - Bruno Cneo

    Quers unirte aQuers unirte aQuers unirte aQuers unirte aPara quePara quePara quePara que l reine?l reine?l reine?l reine?

    Escrbenos aEscrbenos aEscrbenos aEscrbenos [email protected]@[email protected]@gmail.com

    El Cirineo ayuda a Nuestro Seora cargar la cruz

    EEEEDITORIALDITORIALDITORIALDITORIALEl MartirioEl MartirioEl MartirioEl Martirio

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    2222---- Fines del matrimonio:Fines del matrimonio:Fines del matrimonio:Fines del matrimonio:Primero, procreacinPrimero, procreacinPrimero, procreacinPrimero, procreacin

    y educacin de la proley educacin de la proley educacin de la proley educacin de la prole

    segunda entregasegunda entregasegunda entregasegunda entregaPABLO VI, enc Humanae Vitae, 25-7-68, n 8

    La verdadera naturaleza y nobleza delamor conyugal se revelan cuando ste esconsiderado en su fuente suprema, Dios,que es Amor (I Jn 4,8), "el Padre de quienprocede toda paternidad en el cielo y en latierra" (Ef 3,15). El matrimonio no es, portanto, efecto de la casualidad o producto dela evolucin de fuerzas naturales incons-cientes; es una sabia institucin del Creadorpara realizar en la humanidad su designio deamor. Los esposos, mediante su recproca

    donacin personal, propia y exclusiva deellos, tienden a la comunin de sus seres enorden a un mutuo perfeccionamiento perso-nal, para colaborar con Dios en la genera-cin y en la educacin de nuevas vidas. Enlos bautizados el matrimonio reviste, ade-ms, la dignidad de signo sacramental de lagracia, en cuanto representa la unin deCristo y de la Iglesia.JUAN PABLO II, Carta a las familias, 2-1994, n9 y 16

    9. Mediante la comunin de personas,que se realiza en el matrimonio, el hombre yla mujer dan origen a la familia. Con ella se

    relaciona la genealoga de cada hombre: lagenealoga de la persona. La paternidad y lamaternidad humanas estn basadas en labiologa y, al mismo tiempo, la superan. ElApstol, doblando las rodillas ante el Pa-dre, de quien toma nombre toda paternidaden los cielos y en la tierra, poneante nuestra consideracin, en cier-to modo, el mundo entero de losseres vivientes, tanto los espiritua-les del cielo como los corpreos dela tierra. Cada generacin halla sumodelo originario en la Paternidadde Dios. Sin embargo, en el caso delhombre, esta dimensin csmicade semejanza con Dios no bastapara definir adecuadamente la rela-cin de paternidad y maternidad.Cuando de la unin conyugal de losdos nace un nuevo hombre, stetrae consigo al mundo una particu-lar imagen y semejanza de Diosmismo: en la biologa de la genera-cin est inscrita la genealoga de lapersona.

    Al afirmar que los esposos, encuanto padres, son colaboradoresde Dios Creador en la concepcin ygeneracin de un nuevo ser huma-

    no, no nos referimos slo al aspectobiolgico; queremos subrayar msbien que en la paternidad y mater-nidad humanas Dios mismo estpresente de un modo diverso decomo lo est en cualquier otra ge-

    neracin sobre la tierra. En efecto, sola-mente de Dios puede provenir aquellaimagen y semejanza, propia del ser huma-no, como sucedi en la creacin. La genera-cin es, por consiguiente, la continuacin de

    la creacin.As, pues, tanto en la concepcin como

    en el nacimiento de un nuevo ser, los padresse hallan ante un gran misterio (Ef 5, 32).Tambin el nuevo ser humano, igual que suspadres, es llamado a la existencia comopersona y a la vida en la verdad y en elamor. Esta llamada se refiere no slo a lotemporal, sino tambin a lo eterno. Tal es ladimensin de la genealoga de la persona,que Cristo nos ha revelado definitivamente,derramando la luz del Evangelio sobre elvivir y el morir humanos y, por tanto, sobreel significado de la familia humana.

    Los esposos desean los hijos para s, yen ellos ven la coronacin de su amor rec-proco. Los desean para la familia, como donms excelente. En el amor conyugal, ascomo en el amor paterno y materno, seinscribe la verdad sobre el hombre, expresa-da de manera sinttica y precisa por el Con-cilio al afirmar que Dios ama al hombre pors mismo. Con el amor de Dios ha de armo-nizarse el de los padres. En ese sentido,stos deben amar a la nueva criatura huma-na como la ama el Creador. El querer huma-no est siempre e inevitablemente someti-do a la ley del tiempo y de la caducidad. En

    cambio, el amor divino es eterno. Antes dehaberte formado yo en el seno materno, teconoca escribe el profeta Jeremas, yantes que nacieses, te tena consagra-do (Jer 1, 5). La genealoga de la personaest, pues, unida ante todo con la eternidad

    de Dios, y en segundo trmino con la pater-nidad y maternidad humana que se realizaen el tiempo. Desde el momento mismo dela concepcin el hombre est ya ordenado ala eternidad en Dios.

    16. En qu consiste la educacin? Pararesponder a esta pregunta hay que recordardos verdades fundamentales. La primera esque el hombre est llamado a vivir en laverdad y en el amor. La segunda es que cadahombre se realiza mediante la entrega sin-cera de s mismo. Esto es vlido tanto paraquien educa como para quien es educado.La educacin es, pues, un proceso singularen el que la recproca comunin de las per-sonas est llena de grandes significados. Eleducador es una persona que engendraen sentido espiritual. Bajo esta perspectiva,la educacin puede ser considerada un ver-

    dadero apostolado. Es una comunicacinvital, que no slo establece una relacinprofunda entre educador y educando, sinoque hace participar a ambos en la verdad yen el amor, meta final a la que est llamadotodo hombre por parte de Dios Padre, Hijo yEspritu Santo.

    La paternidad y la maternidad suponenla coexistencia y la interaccin de sujetosautnomos. Esto es bien evidente en la ma-dre cuando concibe un nuevo ser humano.Los primeros meses de su presencia en elseno materno crean un vnculo particular,que ya tiene un valor educativo. La madre,

    ya durante el embarazo, forma no slo elorganismo del hijo, sino indirectamentetoda su humanidad. Aunque se trate de unproceso que va de la madre hacia el hijo, nodebe olvidarse la influencia especfica que elque est para nacer ejerce sobre la madre.

    En esta influencia recproca, que semanifestar exteriormente despusde nacer el nio, no participa direc-tamente el padre. Sin embargo, ldebe colaborar responsablementeofreciendo sus cuidados y su apoyodurante el embarazo e incluso, si esposible, en el momento del parto.

    La educacin es, pues, ante todouna ddiva de humanidad porparte de ambos padres: ellos trans-miten juntos su humanidad maduraal recin nacido, el cual, a su vez, lesda la novedad y el frescor de lahumanidad que trae consigo al mun-do. Esto se verifica incluso en el casode nios marcados por limitacionespsquicas o fsicas. Es ms, en talcaso su situacin puede desarrollaruna fuerza educativa muy particular.

    Con razn, pues, la Iglesia pregun-ta durante el rito del matrimonio:Estis dispuestos a recibir de Diosresponsable y amorosamente loshijos, y a educarlos segn la ley deCristo y de su Iglesia?. El amor con-yugal se manifiesta en la educacin,como verdadero amor de padres.

    MATRIMONIO Y FAMILIAMATRIMONIO Y FAMILIAMATRIMONIO Y FAMILIAMATRIMONIO Y FAMILIAEN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIAEN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIAEN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIAEN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA

    3333Magisterio

    [email protected] - noviembre - N 15

    En los bautizados el matrimonio reviste, adems, la dignidadde signo sacramental de la gracia, en cuanto representa la unin

    de Cristo y de la Iglesia.JUAN PABLO II, Carta a las familias, 2-1994, n 9 y 16

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    La comunin de personas, que al co-mienzo de la familia se expresa como amorconyugal, se completa y se perfecciona ex-tendindose a los hijos con la educacin. Lapotencial riqueza, constituida por cada hom-bre que nace y crece en la familia, es asumi-da responsablemente de modo que no de-genere ni se pierda, sino que se realice enuna humanidad cada vez ms madura. Estoes tambin un dinamismo de reciprocidad,

    en el cual los padres educadores son, a suvez, educados en cierto modo. Maestros dehumanidad de sus propios hijos, la apren-den de ellos. Aqu emerge evidentemente laestructura orgnica de la familia y se mani-fiesta el significado fundamental del cuartomandamiento.

    El nosotros de los padres, marido ymujer, se desarrolla, por medio de la gene-racin y de la educacin, en el nosotros dela familia, que deriva de las generacionesprecedentes y se abre a una gradual expan-sin. A este respecto, desempean un papel

    singular, por un lado, los padres de los pa-dres y, por otro, los hijos de los hijos.

    Si al dar la vida los padres colaboran enla obra creadora de Dios, mediante la edu-cacin participan de su pedagoga paterna ymaterna a la vez. La paternidad divina, se-gn san Pablo, es el modelo originario detoda paternidad y maternidad en el cosmos(cf. Ef 3, 14-15), especialmente de la mater-nidad y paternidad humanas. Sobre la peda-goga divina nos ha enseado plenamente elVerbo eterno del Padre, que al encarnarseha revelado al hombre la dimensin verda-dera e integral de su humanidad: la filiacin

    divina. Y as ha revelado tambin cul es elverdadero significado de la educacin delhombre. Por medio de Cristo toda educa-cin, en familia y fuera de ella, se inserta enla dimensin salvfica de la pedagoga divi-na, que est dirigida a los hombres y a lasfamilias, y que culmina en el misterio pas-cual de la muerte y resurreccin del Seor.De este centro de nuestra redencinarranca todo proceso de educacin cristia-na, que al mismo tiempo es siempre educa-cin para la plena humanidad.

    Los padres son los primeros y principales

    educadores de sus propios hijos, y en estecampo tienen incluso una competencia fun-damental: son educadores por ser padres.Comparten su misin educativa con otras

    personas e instituciones, como la Iglesia y elEstado. Sin embargo, esto debe hacersesiempre aplicando correctamente el princi-pio de subsidiariedad. Esto implica la legiti-midad e incluso el deber de una ayuda a lospadres, pero encuentra su lmite intrnsecoe insuperable en su derecho prevalente y ensus posibilidades efectivas. El principio desubsidiariedad, por tanto, se pone al serviciodel amor de los padres, favoreciendo el bien

    del ncleo familiar. En efecto, los padres noson capaces de satisfacer por s solos lasexigencias de todo el proceso educativo,especialmente lo que atae a la instrucciny al amplio sector de la socializacin. Lasubsidiariedad completa as el amor paternoy materno, ratificando su carcter funda-mental, porque cualquier otro colaboradoren el proceso educativo debe actuar ennombre de los padres, con su consentimien-to y, en cierto modo, incluso por encargosuyo.

    Sobre esta perspectiva se perfila, demanera nueva, el significado del cuarto

    mandamiento: Honra a tu padre y a tu ma-dre (Ex 20, 12), el cual est relacionadoorgnicamente con todo el proceso educati-vo. La paternidad y maternidad, elementoprimero y fundamental en el proceso de darla humanidad, abren ante los padres y loshijos perspectivas nuevas y ms profundas.Engendrar segn la carne significa prepararla ulterior generacin, gradual y compleja,mediante todo el proceso educativo. Elmandamiento del Declogo exige al hijo quehonre a su padre y a su madre; pero, comoya se ha dicho, el mismo mandamiento im-pone a los padres un deber en cierto modo

    simtrico. Ellos tambin deben honrar asus propios hijos, sean pequeos o grandes,y esta actitud es indispensable durante todoel proceso educativo, incluido el escolar. Elprincipio de honrar, es decir, el reconoci-miento y el respeto del hombre como hom-bre, es la condicin fundamental de todoproceso educativo autntico.

    En el mbito de la educacin la Iglesiatiene un papel especfico que desempear.A la luz de la tradicin y del magisterio con-ciliar, se puede afirmar que no se trata slode confiar a la Iglesia la educacin religioso-moral de la persona, sino de promover todoel proceso educativo de la persona juntocon la Iglesia. La familia est llamada adesempear su deber educativo en la Igle-sia, participando as en la vida y en la misineclesial. La Iglesia desea educar sobre todopor medio de la familia, habilitada para ello

    por el sacramento, con la correlativa graciade estado y el especfico carisma de lacomunidad familiar.

    Uno de los campos en los que la familiaes insustituible es ciertamente el de la edu-cacin religiosa, gracias a la cual la familiacrece como iglesia domstica. La educa-cin religiosa y la catequesis de los hijossitan a la familia en el mbito de la Iglesiacomo un verdadero sujeto de evangeliza-cin y de apostolado. Se trata de un derechorelacionado ntimamente con el principio dela libertad religiosa. Las familias, y ms con-cretamente los padres, tienen la libre facul-tad de escoger para sus hijos un determina-do modelo de educacin religiosa y moral,de acuerdo con las propias convicciones.Pero incluso cuando confan estos cometi-dos a instituciones eclesisticas o a escuelasdirigidas por personal religioso, es necesarioque su presencia educativa siga siendo cons-tante y activa.

    No hay que descuidar, en el contexto de

    la educacin, la cuestin esencial del discer-nimiento de la vocacin y, en ste, la prepa-racin para la vida matrimonial, en particu-lar. Son notables los esfuerzos e iniciativasemprendidas por la Iglesia de cara a la pre-paracin para el matrimonio, por ejemplo,los cursillos prematrimoniales. Todo esto esvlido y necesario; pero no hay que olvidarque la preparacin para la futura vida dematrimonio es cometido sobre todo de lafamilia. Ciertamente, slo las familias espiri-tualmente maduras pueden afrontar demanera adecuada esta tarea. Por esto sesubraya la exigencia de una particular soli-daridad entre las familias, que puede expre-sarse mediante diversas formas organizati-vas, como las asociaciones de familias paralas familias. La institucin familiar sale refor-zada de esta solidaridad, que acerca entre sno slo a los individuos, sino tambin a lascomunidades, comprometindolas a rezarjuntas y a buscar con la ayuda de todos lasrespuestas a las preguntas esenciales queplantea la vida. No es sta una forma ma-ravillosa de apostolado de las familias entres? Es importante que las familias traten deconstruir entre ellas lazos de solidaridad.Esto, sobre todo, les permite prestarse mu-tuamente un servicio educativo comn: los

    padres son educados por medio de otrospadres, los hijos por medio de otros hijos. Secrea as una peculiar tradicin educativa,que encuentra su fuerza en el carcter deiglesia domstica, que es propio de lafamilia

    Magisterio

    La paternidad divina, el modelo originario detoda paternidad y maternidad en el cosmos

    Familia, la iglesia domsticaFamilia, la iglesia domsticaFamilia, la iglesia domsticaFamilia, la iglesia domsticaFamilia, la iglesia domsticaFamilia, la iglesia domsticaFamilia, la iglesia domsticaFamilia, la iglesia domstica

    P a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n e

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    Oh Jesucristo, Rey de reyes y Seor de seores!, acepta esta humilde entrega de tu siervo.Yo, delante de vuestra Soberana Majestad, de la Santsima Virgen, tabernculo viviente de la divinidad, de la cortecelestial de ngeles y Santos, y unindome a todos los justos de la tierra, quiero alistarme bajo el estandarte de tu

    Cruz, decidido a seguirte e imitarte. Tus enemigos sern mis enemigos, y, contando con la ayuda de tu gracia y con laasistencia del Espritu Santo, declaro que luchar con todo rigor contra m mismo, contra el mundo y contra el demo-nio.

    Te ofrezco, Dios mo, mis pensamientos para pensar en Ti; mis palabras para hablar de Ti; mis obras para actuarsegn tu Ley; mis trabajos para padecerlos por Ti; y poder reparar as tanta ingratitud y olvido, reduciendo mi vida

    toda a una sola accin interior: amarte a Ti, Seor mo, slo a Ti, y en Ti, a todas las cosas. Las virtudes que practiquesern slo aspectos parciales de mi amor hacia Ti; mi Fe ser mi amor que cree; mi esperanza, mi amor que aguar-

    da; mi oracin, mi amor que habla; mi acto de culto, mi amor que adora; mi arrepentimiento, mi amor que siente; mipenitencia, mi amor que castiga; mi caridad, mi amor que te sirve; y mi sacrificio, mi amor que se inmola.

    Seor mo Jesucristo, stos son mis propsitos, mi plan de lucha. Acepta sta mi consagracin para que, perseverandoen tu servicio, pueda en mi muerte recibir el galardn de tu Gloria y contemplarte por toda la eternidad. Amn.

    Viva Cristo Rey!

    Actualidad

    Consagracin a Cristo Rey

    JUAN

    PABLO

    II pronunci excathedra la malignidad del aborto.En su carta encclica EvangeliumVit (62), Juan Pablo II declarsolemnemente que el aborto essiempre un desorden moral grave:

    "Ante semejante unanimidad en latradicin doctrinal y disciplinar dela Iglesia, Pablo VI pudo declararque esta enseanza no haba cam-biado y que era inmutable.

    Por tanto, con la autoridad queCristo confiri a Pedro y a sus Su-

    cesores, en comunin con todos losObispos -que en varias ocasioneshan condenado el aborto y que enla consulta citada anteriormente,aunque dispersos por el mundo,han concordado unnimementesobre esta doctrina-, declaro queel aborto directo, es decir, queridocomo fin o como medio, es siem-pre un desorden moral grave, encuanto eliminacin deliberada deun ser humano inocente.

    Esta doctrina se fundamentaen la ley natural y en la Palabra deDios escrita; es transmitida por laTradicin de la Iglesia y enseada

    por el Magisterio ordinario y uni-versal.

    Ninguna circunstancia, ningu-na finalidad, ninguna ley del mun-do podr jams hacer lcito un acto

    que es intrnsecamente ilcito, porser contrario a la Ley de Dios, escri-ta en el corazn de cada hombre,reconocible por la misma razn, y

    proclamada por la Iglesia".

    Por otro lado, en el mismoartculo de ese documento, refi-rindose al canon 1398 que dice"Quien procura el aborto, si ste se

    produce, incurre en excomuninlat sententi (automtica y re-

    servada al obispo)", aclara "Laexcomunin afecta a todos los quecometen este delito conociendo la

    pena, incluidos tambin aquelloscmplices sin cuya cooperacin eldelito no se hubiera producido"

    Antes, en el artculo 59, habadicho: "La responsabilidad implicatambin a los legisladores que han

    promovido y aprobado leyes queamparan el aborto y, en la medidaen que haya dependido de ellos,los administradores de las estruc-turas sanitarias utilizadas para

    practicar abortos".

    Los obispos del Uruguay, luegode aprobada por el Parlamento lainicua ley del aborto, han aplicadola doctrina arriba expuesta. Segninforma EL OBSERVADOR, MonseorHeriberto Bodeant, secretario dela Conferencia Episcopal, explic a

    El Observador que los legisladoresque votaron este mircoles por ladespenalizacin del aborto seapartan de las creencias de la Igle-sia Catlica, por lo que quedanexcomulgados.

    "La excomunin automtica espara quien colabora en la ejecu-cin de un aborto de manera dire-cta, y directa es que se haga eseacto en concreto [...] Si un catlico

    vota (una ley) con una manifiestaintencin de que le parece que laiglesia est mal en eso, se apartal mismo de la comunin de laiglesia", dijo el obispo; quien ade-ms explic en qu consiste laexcomunin en trminos religio-sos: "Solo tiene sentido en aquellosque son catlicos, que son practi-cantes. La excomunin significadecir usted no est en comunincon la comunidad eclesial a la quemanifiesta abiertamente pertene-cer y al hacer algo que lo poneafuera de la comunin, y por lotanto no puede participar en laeucarista".

    Era lo que haba que hacer y seanimaron a hacerlo

    fuente:http://pagina-catolica.blogspot.com.ar

    [email protected] - noviembre - N 15

    LEY DE ABORTOLEY DE ABORTOLEY DE ABORTOLEY DE ABORTOEN URUGUAYEN URUGUAYEN URUGUAYEN URUGUAY::::

    LA IGLESIA DECLAR LA EXCOMUNIN

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    En las notas anteriores vimos cmo la

    Iglesia Catlica tiene autoridad, competen-cia y obligacin de entender en los temastemporales; cmo la Doctrina Social es lasolucin propuesta por la Iglesia a los dife-

    rentes problemas de la sociedad actual;hemos repasado sus fuentes, contenido,

    alcance y obligatoriedad. Corresponde aho-ra su comparacin con las ideologas que

    rigen al mundo contemporneo.

    -

    Diversas propuestas de solucin

    para los problemas del

    mundo moderno

    Algunas veces se ha dicho que la Doc-trina Social es una teora que propone unmodelo de solucin a los problemas actua-les, a la par de otras particularmente lasideologas liberal y marxista. Ms an: Algu-nos han sostenido que la misma se consti-tuye como una solucin eclctica, con unaposicin intermedia entre los postuladosdel liberalismo y del marxismo, fundamen-talmente en el orden econmico. Pero estono es as.

    En un sentido restringido, la DoctrinaSocial constituye efectivamente una pro-puesta terica concreta para ordenar lasrelaciones sociales, como tambin lo sonlas ideologas liberal y marxista. Pero no seencuentran estas en pie de igualdad con

    aqulla, sino ms bien enfrentadas a laDoctrina Social. Tampoco se las puede si-tuar en el mismo plano, en virtud de susorgenes, fundamentos y concepcin de larealidad y, por ltimo, la Doctrina Social

    tiene su origen y fundamento en la Revela-cin y el Orden Natural y a partir de alldesarrolla todos sus contenidos; por tanto,no toma de las distintas corrientes ideol-

    gicas aquello que pueda parecerle bueno

    para reunirlo en una sntesis superadora,ni intenta determinar el punto medio deposturas extremas como si buscase unanueva virtud. Por el contrario, son las dis-tintas ideologas hoy en boga las que en

    algn punto recogen un principio conteni-

    do ya en la Doctrina Social, lo mal inter-

    pretan, tergiversan y corrompen y con ellointentan justificar e imponer su propia vi-

    sin de la realidad.Lo cual implica adems que, as como la

    Doctrina Social no resulta de la fusin delos eventuales aciertos de diversas ideolog-as, as tampoco puede intentarse conciliarsus principios con los postulados de aque-

    llas. Pero esto ya es tema para otro lugarms oportuno; en todo caso, advertir lasdiferencias entre Doctrina Social e ideolog-as, perfilarlas y researlas aunque mas no

    sea de modo conciso, nos permitir valorarmejor toda la riqueza y superioridad de laDoctrina Social de la Iglesia.

    La permanente necesidad de

    conocer el sentido de las cosasDesde el principio los seres humanos

    hemos buscado respuestas a preguntas queconsideramos fundamentales: de dndevenimos? quines somos? cul es nues-tro fin? Respuestas que dan sentido a nues-tra existencia y modelan nuestras vidas,nuestras familias, hasta nuestras institucio-nes econmicas, sociales y polticas; tal y

    como lo mostraron, por ejemplo, FUSTEL DECOULANGES en La ciudad antigua o CALDERNBOUCHET en La ciudad griega y en Forma-cin, apogeo y decadencia de la ciudadcristiana.

    Pues la convivencia social implica lainteraccin de un conjunto de personas conarreglo a una serie de normas que regulansus conductas, cuyo fundamento ltimoson creencias y valores compartidos, inte-grados por una serie de elementos diversosque provienen de la reflexin filosfica y lascreencias religiosas, y que nos dan unavisin de la realidad en su totalidad o COS-

    MOVISIN

    1

    .Y es que esta necesidad de conocer

    nuestro origen y nuestro destino es, enltima instancia, el eco en nuestra propianaturaleza del llamado que Dios nos hizo;de la nada a la existencia primero y a su

    contemplacin beatfica tras esta vida, des-pus.

    Por ello es que los hombres siempre sehan interrogado acerca de sus orgenes yde su destino final; del sentido del dolor;del bien y del mal; del por qu de esta viday sobre la existencia de otra vida despusde la muerte. Ciertamente, por su intelectoel hombre puede llegar a conocer la raznde su existencia y del mundo en el que vive,interrogando a todas las cosas por sus prin-cipios para llegar por ellas al fundamentode todo. Este proceso histricamente severific en el desarrollo de la filosofa grie-ga, cuya cumbre se alcanz con ARISTTE-

    LES, quien explic la ntima realidad de losseres analizando su composicin de mate-ria y forma, sustancia y accidente, potenciay acto; que concibi al universo como unapluralidad de seres reales ordenados segnsus distintos grados de perfeccin desde elnfimo de todos, el ente corpreo ms sim-ple, hasta llegar a ser ms perfecto, simpley nico, , Dios.

    Sin embargo, existen respuestas que larazn por s sola de ningn modo puedealcanzar. Pero es que en el estado actual enel que se encuentra la naturaleza humana,herida por el pecado, la razn encuentramuchos obstculos para alcanzar an aque-llas verdades pertenecientes al plano natu-ral: Porque, aun cuando la razn humana,hablando absolutamente, procede con susfuerzas y su luz natural al conocimientoverdadero y cierto de un Dios nico y perso-nal, que con su providencia sostiene y go-bierna el mundo y, asimismo, al conoci-miento de la ley natural, impresa por elCreador en nuestras almas; sin embargo[...]para adquirir tales verdades, el entendi-miento humano encuentra dificultades, ya acausa de los sentidos o de la imaginacin,ya por las malas concupiscencias derivadas

    del pecado original2. El mismo Aristteles,que sostuvo que el fin del hombre es lafelicidad y que slo se alcanza con una vidavirtuosa; que pudo explicar la unin decuerpo y alma, demostrando la falsedad dedoctrinas tales como la reencarnacin; querealiz un gran esfuerzo para demostrar lainmortalidad del alma; nada dijo acerca dela vida del ms all; ni pudo vislumbrar enDios a la causa eficiente creadora del uni-verso mundo, ni al fin ltimo del ser huma-no.

    Por eso, por parte del hombre, era ne-cesario que Dios le diera una revelacin, nosolo para que pudiese acceder a las verda-des del orden sobrenatural, sino tambinpara que con facilidad, con firme certeza ysin ningn error, todos puedan conocer lasverdades religiosas y morales que de por sno se hallan fuera del alcance de la razn

    3.

    Doctrina6

    Doctrina Social de la Iglesiae ideologas 1ra parte

    por Rodolfo L. Gallardo

    P a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n e

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    La cosmovisin de la Doctrina

    Social de la IglesiaAs, esta visin de la realidad sobre la

    que se apoya la Doctrina Social est dadapor las verdades tanto de orden naturalcomo sobrenatural que se contienen en laRevelacin, que constituyen la fe que pro-fesamos y que confesamos en el Credo:Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Crea-dor del cielo y de la tierra.... Desde su fun-

    dacin, la Iglesia las ha enseado y transmi-tido a todos sus fieles: Los primeros cristia-nos comienzan formando sus comunidadescon arreglo a las mismas, viviendo en unapura espera en la segunda venida del Se-or.

    Mas cuando la fe cristiana sale del m-bito hebreo, donde encontraba una culturabastante coherente con sus principios, bienpronto aparece la necesidad de su acepta-cin por parte de la civilizacin pagana. LaIglesia nunca intent imponer la fe de ma-nera arbitraria o ciega; antes bien recurria los mismos instrumentos nocionales des-arrollados por el pensamiento pagano paramostrar la razonabilidad y veracidad de la

    misma, recurriendo a las verdades natura-les alcanzadas por la filosofa griega(particularmente por la escuela Platnica)y apoyndose en ellas para corregir erroresy explicar, hasta donde ello es posible, lasverdades de orden sobrenatural. Surge astodo un movimiento apologtico, LA PATRS-TICA, que ordena, sistematiza y precisa lasverdades de la Revelacin, desarrollandoteolgicamente la doctrina y disciplina ca-tlica y, al mismo tiempo, realizando unaclarificacin y distincin de lo armonizabley lo rechazable del mundo antiguo: susideas, valores, costumbres, gustos, etc.

    A la par de la Fe, la cosmovisin catlicase va explicitando, fortaleciendo y arraigan-do por obra de los PADRES DE LA IGLESIA, en-tre los que resalta SAN AGUSTN, verdaderopuente de oro entre el mundo antiguo y lanueva civilizacin naciente.

    Con todo, muchos de los problemasplanteados por la cultura pagana quedarnsin resolver hasta que surja, en el siglo XIII,SANTO TOMS DE AQUINO, cuando el cris-tianismo haba producido ya sus instrumen-tos gnoseolgicos. El genio de Santo Tomsconcibi finalmente una autntica filosofacatlica, que se aprovecha ampliamente dela herencia platnico agustiniana y del Aris-tteles redescubierto en la edad media,alumbrando una nueva metafsica, quepresta a la teologa un doble y sorprenden-

    te servicio: La sistematiza de un modo per-fecto y la abre a progresos insospechadossin el peligro de desviaciones en la fe. Noen vano los Papas han insistido en dar altomismo un lugar preeminente dentro detoda la doctrina filosfico teolgica delcatolicismo, abierto al progreso y fiel a laortodoxia, que ofrece en el campo del co-nocimiento y la investigacin la mximaseguridad dentro de la mxima libertad4.

    As, la cosmovisin de la Doctrina Socialse funda en la Revelacin y el Orden Natu-ral, esto es, un conocimiento objetivo eimparcial de la realidad toda y que com-prende: una concepcin de la sociedad que se

    apoya en una concepcin del hombre; una concepcin del hombre que se fun-

    da en una concepcin metafsica; una concepcin tica, dependiente tan-

    to de la concepcin antropolgica comometafsica y que, a su vez, fundamenta laconcepcin econmica, poltica y social;

    elaboradas todas ellas por una reflexinfilosfica inspirada por la fe y ordenada porella sin menoscabo de la autonoma propiade la inteligencia.

    El rechazo de la cosmovisin catlicaen el origen de las ideologas moder-

    nasPrecisamente, es en esta visin de la

    realidad donde encontramos la diferenciafundamental entre Doctrina Social e ideolo-gas, y de donde se derivan posteriormentelas diferencias en la formulacin de princi-pios, postulados y propuestas para ordenarlas relaciones sociales. Pues mientras laDoctrina Social se funda en la cosmovisindada por la Fe Catlica, las modernas ideo-logas nacen precisamente del rechazo dela Fe Catlica y de su concepcin de larealidad.

    Histricamente, este rechazo fue unlargo y tortuoso proceso que se verific conuna serie de revoluciones a travs del tiem-po: La revolucin del nominalismo; la revo-lucin protestante; la revolucin francesay, finalmente, la que llamaremos revolucinmarxista.

    Cada una de estas revoluciones consti-tuyen los diversos hitos que jalonan el ca-mino por donde la humanidad abandon laCristiandad. La primera con el desprecio dela filosofa catlica sent las bases donde sefundan las modernas ideologas; la segun-da, con el rechazo del Magisterio, rompe

    definitivamente los lazos que mantenan alintelecto humano en puerto seguro y lo

    lanza al extravo de la tempestad moderna;la tercera fue una llaga purulenta que des-parram por toda Europa y desde Europahacia Amrica la peste ideolgica queinfest definitivamente la vida de las socie-dades y de las naciones catlicas que sub-sistieron tras la rebelin protestante; y laltima la que llev al intelecto humano alas antpodas de la cosmovisin catlica yabri las puertas a las ms terribles perse-cuciones de cuanto vestigio de lo sagradoan pudiera quedar en el mundo moderno.

    Y todas ellas se realizaron animadas porun espritu comn: El rechazo de la Fe Cat-lica y el odio; a la Autoridad del Sumo Pon-

    tfice y a su Magisterio las dos primeras; aJesucristo y a la Iglesia Catlica la tercera ya Dios la restante.

    La revolucin del nominalismoLa primera de las revoluciones se llev a

    cabo en el plano filosfico, con GUILLERMODE OCKHAM (1280/1288? 1349) cuyosprincipios filosficos y teolgicos lo acredi-tan como uno de los fundadores si no elms importante de la modernidad 5, padredel nominalismo y del liberalismo.

    Santo Toms nos ensea que la univer-

    salidad de nuestros conceptos resulta delmodo humano de conocer, que comienzapor los sentidos, y en el paso de lo sensiblea lo intelectual, nuestra inteligencia extraelos aspectos inteligibles separndolos de lamateria concreta de los individuos. El hom-bre, as, tiene un verdadero conocimientode lo que el mundo es; aunque el modoque la realidad tiene en nuestra inteligencia(universal) sea distinto del que tiene en smisma (individual). Ockham en cambiosostuvo que nada hay en las cosas que co-rresponda a nuestros conceptos universa-les, los cuales slo son signos que inventa-

    mos para nombrar una multitud de indivi-duos semejantes (nominalismo).

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    Doctrina 7777

    San Agustn, doctor de la IglesiaSan Agustn, doctor de la IglesiaSan Agustn, doctor de la IglesiaSan Agustn, doctor de la Iglesia

    [email protected] - noviembre - N 15

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    Dos amores construyerondos ciudades: el amor propiohasta el desprecio a Dios hizo laciudad terrena; el amor de Dioshasta el desprecio de s mismo,la ciudad del cielo

    1. Que debeconvivir, en el tiempo, con aqu-lla.

    No nos equivoquemos ni nosdejemos engaar. Cuando elSeor le dijo a Pilato que su rei-nado no era de este mundo2 loque afirm es que su Majestadno le ha sido conferida por los

    poderes del mundo sino porDios. Se refiri al origen de supotestad y no al mbito univer-sal de sus alcances.

    As, pues, Cristo Jess, nues-tro Redentor, debe reinar ennuestras almas pero debe tam-bin hacerlo en nuestras fami-lias, en nuestras costumbres, ennuestras instituciones, en nues-tras leyes, en nuestra Patria.

    Y hoy, tristemente compro-bamos que as como Cristo noreina en las almas, tampocoreina en nuestra sociedad.

    Cristo no reina en nuestrasfamilias. An quienes nos llama-mos cristianos y nos decimos susdiscpulos hemos excluido a Je-sucristo de nuestros hogares,dejando que en ellos entrenotros seores; hemos silenciadola voz de su Palabra dejando queotros ruidos la sustituyan;hemos arrinconado sus imge-nes, dejando que sean otras las

    que llenen nuestro espacio vi-sual. Pero Cristo tampoco reinaen la vida de nuestras casas,donde no se lo invoca, donde nose lo honra, donde no se cumplesu ley. Otros, blasfemos y obsce-nos, han sustituido su adorable yamorosa presencia.

    Cristo Jess ha sido desterra-do de nuestras calles y de nues-tras instituciones. Reina Cristoverdaderamente en nuestrasociedad? reina Cristo eneste pas?, se preguntaba Cas-tellani e irnicamente responda:Y cmo no va a reinar? Somosbuenos todos. Y si no reina, ququiere que le hagamos?

    3.

    Muchos hombres buenos,

    pero l no reina.

    Y si no reina qu quiere

    que le hagamos?

    Vemos cmo las antiguasnaciones cristianas reniegan deCristo y de su Iglesia, blasfemany se burlan de sus leyes. Y, mien-tras, con cierta curiosidad dis-tante e indiferente observamoslo que ocurre en otras tierras,dejamos que crezcan en nuestraPatria las mismas flores veneno-

    sas y los mismos frutos de po-dredumbre. Qu quiere que lehagamos?, responderamos talvez, resignados y vencidos, situviramos que contestar aqulinterrogante.

    Cristo no reina en nuestrafamilia no slo porque lo hemosechado de ella, sino porquehemos echado a la misma fami-lia de nuestra organizacin so-cial. Hace tiempo, mucho tiem-po, que venimos hacindolo,alegremente. Primero dejamos

    que el Estado se metiera en ella,regulndola con el matrimoniocivil. Luego permitimos que seinmiscuyera con las primerasleyes inicuas de educacin que,en los albores del siglo XX, co-menzaron a sustituir la autori-dad de los padres en la forma-cin de sus hijos. Permitimosque se pusiera en crisis el princi-pio de autoridad y jerarqua, enun grado mayor, al aceptar quese destruyera la autoridad pater-na.

    No hace tanto, luego deotras claudicaciones, aceptamosque esa familia, ya regulada porel Estado, se fundara sobre unaunin inestable al admitir eldivorcio, primero en nuestrasleyes y, luego, en nuestros hbi-tos sociales, admitindolo, si nosiempre como una solucin pti-ma a los problemas inevitablesde la convivencia conyugal, scomo un mal menor tolerable y,an, beneficioso.

    Y finalmente, pero no final-mente del todo, nos habituamosa prescindir del matrimonio co-mo institucin fundante de lafamilia y permitimos que se lla-

    mara familia cualquier unin, yadmitimos como normales yhasta buenas las uniones de

    hecho y la paternidad o materni-dad extramatrimonial. Ququiere que le hagamos?, respon-dimos. Y nos conformamos conque nuestros jvenes aceptarana los hijos concebidos fuera delmatrimonio, tambin como unmal menor frente al aborto.

    Pero se dio un paso ms, enesa paulatina y creemos que yadefinitiva expulsin de la familiade nuestra organizacin institu-cional, con la sancin de la mal

    llamada ley de matrimonioigualitario, mal llamada ley,porque no lo es propiamente,sino una corrupcin de la ley yuna perversin de la justicia. Ymal llamada de matrimonioigualitario porque, al legalizar launin homosexual y equipararlaal matrimonio, se ha fabricadouna caricatura siniestra y unamofa de la sagrada institucindel matrimonio, fundado por elmismo Dios en los albores de lacreacin.

    Con el homomonio, porqueno podemos llamar matrimonioa ese infernal engendro, noshemos lanzado al abismo.

    Nuestra sociedad, que debaestar basada en los slidos fun-damentos de la familia y de la

    autoridad paterna, ha quedadoempantanada en las sucias are-nas de la unin homosexual es-tril y de la parodia de una pa-ternidad sin padres verdaderos ysin hijos propios. Ya no slohemos aceptado que se cuestio-nara la potestad de Dios y elreinado de Cristo en el gobiernode nuestra sociedad, de nuestrasinstituciones y de nuestras leyes,sustrayndonos a su Ley; sinoque abiertamente la hemos con-culcado, sancionando normas y

    fabricando instituciones que noslo la ignoran sino que directa yalevosamente la violan en suraz. Porque esto es el homomo-nio, una repugnante y diablicainversin de la ley de Dios.

    Y si no reina, qu quiereque le hagamos?,

    Pero, como la cada al abis-mo no tiene fondo y se abre alinfinito, nuestra precipitacin nose detiene en esas inmundiciassino que se lanza raudamente

    hacia las ms hondas negruras alincorporar al sistema de nues-tras leyes no ya la contranaturacomo norma, sino el crimencomo derecho.

    CRISTO REYCRISTO REYCRISTO REYCRISTO REYpor Ricardo S. Curutchet

    P a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n e

    25 de noviembreFestividad de Cristo Rey

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    999925 de noviembreFestividad de Cristo Rey

    Hoy, ms que nunca, el abor-to est a nuestras puertas. No elaborto como crimen individual,como una de las ms tristes ygraves consecuencias del pecadooriginal, sino el aborto comoderecho, como derecho de lamadre, con lo cual se llega a ladestruccin del nudo mismo detodo el orden social, porque noslo se devastan el matrimonio yla familia sino que se destruye lamaternidad, el principio mssagrado de la vida, en el ordennatural.

    El aborto no slo es el asesi-nato de la ms inocente e inde-fensa de las criaturas del hom-bre, no slo es el ms grave abu-so de poder frente a la mayordebilidad, no slo es la ms gra-ve infidelidad a la ms alta de lascustodias, sino que es la destruc-

    cin de la mujer y de lo mssagrado y alto de la mujer, quees la maternidad. El Estado, alotorgar a la mujer el derecho dematar a su hijo, a su hijo no naci-do que reposa en el claustro desu vientre, destruye la esenciade la feminidad, la maternidad ylos restos de toda institucinmatrimonial y social. Qu quie-re que le hagamos?

    Tengo miedo deca el pa-dre Castellani, comentando esarespuesta de los grandes casti-gos colectivos que amenazannuestros crmenes colectivos.

    El aborto, como derechosocial, es el ms grande de nues-tros crmenes colectivos y suadopcin nos har acreedoresde los ms grandes castigos.

    Con su sancin, ya vigente,los protocolos de abortos nopunibles que han sancionadoya muchas provincias y ciudades,entre ellas la de Buenos Aires,

    mediante leyes, decretos o reso-luciones ministeriales, no hayvalor que merezca respetarse.

    Pero el aborto, medianteesos protocolos, ya no slo es unacto no punible, ya no es slo underecho de la mujer, ahora es

    ms todava, es un deber delEstado, una carga de los estable-cimientos de salud, pblicos yprivados, una obligacin para losfuncionarios pblicos y una exi-

    gencia para los mdicos y losprestadores de servicios de sa-lud. Cuando se cae al vaco, lacada no termina nunca; y esa esla situacin de nuestra Patria,hoy.

    Si la vida del nio por nacernada vale y puede disponerse deella qu habremos de decir dela vida del anciano, del discapa-citado, del enfermo? Ya es leynacional la eutanasia disfrazadade bien, bajo el eufemismo demuerte digna. Si admitimosque los padres maten a los hijosno deseados qu impide con-sagrar a los hijos el derecho dedisponer de la vida de los padresintiles y gravosos; a los padresy hermanos asesinar a los prji-mos enfermos o discapacitados;a los fuertes eliminar a los dbi-les? Qu lmite hay en todoesto si ya se ha transpuesto elms sagrado de los lmites?

    Qu derecho de educar asus hijos pueden reivindicar

    unos padres que han admitidouna sociedad en la que es legti-mo y un derecho matarlos?Qu autoridad pueden preten-der quienes han admitido serellos mismos eliminados cuandose convierten en una carga?

    Todo esto va acompaadode mucho ms. Junto con la re-forma del Cdigo Civil, se deba-ten y estudian leyes que regla-menten la fabricacin de hijos agusto y placer, industrialmente ycomo si fueran cosas; se instru-mentan las formas de penetrarms y mejor en el alma de losnios sobrevivientes, mediantela educacin organizada por unEstado enemigo de Dios y de suley. Se procura eliminar los ras-

    tros de la Cristiandad y las mani-festaciones de la fe y la devocinpopular. Se intenta legislar lle-vando al extremo el principio deigualdad, de modo tal que se

    haga imposible distinguir lo dis-tinto convirtiendo en delito eluso racional de la discrimina-cin, indispensable para separarel bien del mal, lo justo de loinjusto, lo conveniente y necesa-rio de lo nocivo. Se convierte a lajusticia, a la administracin dejusticia, en instrumento de lavenganza y del rencor. Y as va-mos...

    Qu quiere que le

    hagamos?

    Si no es por amor a nuestroRey amable que nos cre y nosredimi y que conquist con suSangre el poder que como Diosle pertenece, al menos temble-mos y actuemos para evitar quecaiga sobre nosotros y sobrenuestra Patria la ira de Dios.

    Pongmonos virilmente depie, afinemos nuestras inteligen-cias, fortalezcamos nuestroscorazones, dispongamos nuestroespritu porque vivimos un tiem-

    po agonal, un tiempo de lucha yde martirio. Porque es necesarioque hoy estemos dispuestos adecir toda la verdad, y a defen-der toda la verdad, an connuestras vidas. No slo es nece-saria nuestra paciencia, comoexpresin pasiva de la virtud dela fortaleza. Es hoy, ms quenunca necesaria, junto con ella,nuestra firme determinacin dehacerle frente a la cada hacia elabismo de nuestra Patria y denuestras familias, para nuestra

    propia salvacin y para el bien yla salvacin de nuestros hijos.

    Tengamos presente al me-nos, si nos falta el fuego delamor, la admonicin del padreCastellani. Tengo miedo de los

    grandes castigos colectivos queamenazan nuestros crmenescolectivos.

    Ante la apostasa general,ante el silencio de los cobardes,frente a la torpeza de los necios,afirmemos nuestra Fe, levante-mos nuestras voces, agudicemosnuestras inteligencias.

    Hoy, ms que nunca, es ne-cesario instaurar todo en Cristoy para hacerlo, debemos instau-rarlo y hacerlo reinar en nues-tras almas y en nuestras casas ydebemos militar para restaurarsu reinado en nuestra sociedad yen nuestra Patria. Hoy nosotros,ms que nunca y como tantosotros lo han hecho en Espaa yen Rusia, en Mxico y en Cuba, yen tantas otras regiones de latierra, en los ltimos tiempos,debemos lanzar nuestro gritoardiente Viva Cristo Rey! ancuando en ello nos vaya la hon-ra, la fortuna y la vida.

    Qu quiere que le haga-mos? Pongmonos de pie, enorden de combate, bajo las ban-deras santas y gloriosas del Reyvencedor. Y al amparo de suMadre Reina, en su Iglesia San-ta.

    Esa es nuestra respuesta!Esa es nuestra misin! En ese

    combate debemos empearnuestro tiempo y jugar nuestravida!

    VIVA CRISTO REY!VIVA CRISTO REY!VIVA CRISTO REY!VIVA CRISTO REY!

    NNNNOTASOTASOTASOTAS * ste artculo es una reproduccin,

    adecuada a las actuales circunstancias,de una comunicacin pblica pronuncia-da en San Rafael, Mendoza, el 20 denoviembre de 2011, con motivo de lafiesta de Cristo Rey.1 Ciudad de Dios, San Agustn.2 (Jn 18, 33-36)3Cristo, vuelve o no vuelve?

    Cristo y la Virgen como protectores de la infanciaCristo y la Virgen como protectores de la infanciaCristo y la Virgen como protectores de la infanciaCristo y la Virgen como protectores de la infanciade Esteban Mrquez (1694)

    La Ciudad de Dios de San Agustn

    [email protected] - noviembre - N 15

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    Actualidad

    El 25 de Marzo de 1615, SAN RO-QUE GONZLEZ DE SANTA CRUZ, misionero

    jesuita de origen paraguayo, plant entierra misionera la Cruz de Cristo, a

    orillas del Paran. Tiempo despus,entreg su vida valientemente, comotestimonio de amor a Cristo y su Igle-sia. En ese lugar fue fundada la capitalde Misiones, POSADAS, la cual duranteel ltimo fin de semana largo de Octu-bre recibi el XXVII ENCUENTRO NA-CIONAL DE MUJERES AUTO CONVOCA-

    DAS. La ciudad fundada por un santomrtir de Cristo, recibi el ataque deSatans de manos de un numerosogrupo de enfervorizadas mujeres queinvocando presuntos derechos, se dedi-caron a pedir por la legalizacin delcrimen del aborto.

    En este encuentro, como siempresucede, se realiz una marcha deescrache a la Iglesia Catlica, parapedir por el aborto libre y gratuito. Ycomo nos tienen acostumbrados, de-sataron una violencia satnica contraNuestra Madre.

    Improperios insultantes hacia laIglesia de Cristo, grafittis por doquier, yun feroz ataque contra un grupo de

    fieles heroicos que, con sus brazos en-trelazados, impidieron con sus cuerposque las hordas invadieran el sagradorecinto de la Catedral y lo profanaran.

    Fueron insultados, golpeados, escu-pidos, pintarrajeados en sus rostros yvestimenta, rociados con combustible(tiner), ofendidos en su credo, mano-seados hasta en sus partes ntimas,agraviados en su integridad masculinay hasta desnudados (un joven fue total-mente despojado de su vestimenta). Demodo insultante, mujeres con el torso

    desnudo se paseaban delante de ellos,provocndolos satnicamente, besu-quendose impdicamente y burlndo-se de un modo provocativo. Profirieroninsultos contra el sacerdocio y habapancartas con la leyenda La nica igle-

    sia que ilumina es la que arde.

    De un modo ejemplar los heroicosdefensores resistieron el embate, y cualotros Cristo no devolvieron la ofensa,no profirieron insulto y mostraron laotra mejilla, segn el consejo evangli-co.

    Recordamos cuando Mendoza, hace

    ya ocho aos, recibi la misma visita.En aquella oportunidad haban amena-zado con profanar distintos templos,los cuales fueron custodiados para pro-tegerlos. Y la marcha pro-aborto ame-naz la profanacin del Templo de laORDEN DE LA COMPAA DE JESS, en SanMartn y Coln de Ciudad, el cual tam-bin fue preservado por la custodia devarias personas que vivaban a la Vir-gen, a Cristo Rey y a la Iglesia y se un-an en el rezo del rosario.

    El ao entrante el encuentro ser en

    San Juan, donde nuevamente las hor-das satnicas pro-aborto intentarnprofanar el Sagrario; el cual, con todaseguridad, nuevamente ser protegido.

    Y con seguridad, el ataque diablicoser ms violento, como ya nos tienenacostumbrados.

    Todo esto, ante el silencio de losmedios de comunicacin, la TV pblicay hasta los pastores (con algunas ex-cepciones). Sin embargo, nuevamentelos heroicos defensores sern convoca-dos, los cuales nuevamente mostrarnla otra mejilla. Gloria a los valientesdefensores de Cristo y su Iglesia! que,al parecer, no tienen derecho a no serofendidos, escupidos, golpeados o in-sultados; ni siquiera a ser defendidospor sus pastores

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    P a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n e

    Valientes esperan al enemigoValientes esperan al enemigo

    Escupidos, pintarrajeados, insultados,vejados fsicamente durante tres

    horas, as quedaron los valientes soldadosde Cristo que defendieron el recin-

    to sagrado slo con el rezo del rosario

    Viendo la forma que tienen de manifestar-se, y cmo su arma es la descalificacin, el

    ataque, el insulto y la agresin, uno nopuede menos que decir que estamos ante

    un grupo de mujeres desequilibradas

    XXVII encuentro deXXVII encuentro deXXVII encuentro deXXVII encuentro demujeres auto convocadasmujeres auto convocadasmujeres auto convocadasmujeres auto convocadas

    por Francisco R. Ochoa

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    11111111Legislacin

    El polmico fallo de la Corte Suprema

    El pasado 13 de marzo de 2012 la CorteSuprema de Justicia de la Nacin convalid la

    sentencia dictada por el Superior Tribunal dela Provincia de Chubut donde se solicit laprctica de aborto a una menor encuadrandoel hecho dentro de la causales de no punibili-dad del art. 86 inc. 2 del Cdigo Penal, y en elmismo acto se permiti exhortar a las autori-dades Nacionales, Provinciales y de la CiudadAutnoma de Buenos Aires, para que imple-menten y hagan operativos, mediante nor-mas del ms alto nivel, protocolos hospitala-rios para la concreta atencin de los abortosque denomina como no punibles y para laasistencia integral de toda vctima de violen-cia sexual; y, dirigindose al Poder JudicialNacional y a los Poderes Judiciales Provincia-

    les y de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires,les requiri abstenerse de judicializar el acce-so a los abortos no punibles previstos legal-mente.

    Como consecuencia de esta situacin, seest produciendo un efecto cascada provo-cado por la idea de que hay que acatar elfallo..., y por tanto cada Provincia se encon-trara obligada a dictar protocolos, o regla-mentar el acceso a este supuesto derechodando lugar a proyectos de ley como el quese encuentra en tratamiento en la LegislaturaProvincial.

    La justicia que imparten los tribunales esla del caso concreto y la sentencia slo obligaen el caso respecto del cual se dicta y a aqu-llos que han intervenido en condicin departe. El fallo de la Corte no es apto paracrear normas generales porque los Tribunalesde Justicia no son rganos de legislacin yestn inhabilitados por su misma esenciapara dictar normas o reglas de esa ndole.Adems, la Corte es un rgano de naturalezafederal y, sea cual fuere el poder al que per-tenece carece por esa naturaleza de faculta-des para imponer reglas generales de actua-cin a las Provincias o a la Ciudad Autnoma

    de Buenos Aires, por lo que el acatamientoacrtico de las exhortaciones contenidas en elfallo implica la expresa renuncia al declama-do federalismo y una expresa sumisin alPoder Central que, en este caso, burlando elSistema Republicano, se vale de la Corte de la

    Justicia Nacional para imponer sus criterios.

    El Estado no puede poner su infraestruc-tura para cometer delitos, aun cuando fuerenno punibles, pues su funcin es evitar que secometan delitos, no realizarlos.

    La reglamentacin que por esta va sepretende que se legisle, desconoce los mselementales principios jurdicos, morales,sociales y culturales de nuestra Argentina.Puntualmente afecta el principio republicanode gobierno consagrado en nuestra Constitu-cin Nacional, que define como sistema degobierno la divisin e independencia de po-deres, o como la doctrina moderna los en-

    tiende, de divisin de funciones.

    Este tipo de pseudo-legislacin transgre-de gravemente los derechos y garantas cons-titucionalmente reconocidos. Otorgar facul-tades legislativas al rgano judicial perjuragravemente el sistema de control de poderesdel estado y nuestro sistema republicano degobierno.

    El proyecto de ley mendocinoCon la excusa del fallo de la CSJN, se en-

    cuentra en tratamiento en la Legislatura Pro-vincial el proyecto de ley N 62.797 presenta-do por la Diputada Provincial LILIANA VIETTI,

    para la adopcin de un protocolo para laactuacin de profesionales de la salud en loscasos de abortos no punibles previstos en elart. 86 inciso 1 y 2 del Cdigo Penal.

    El mismo consta de seis artculos. El pri-mero tiene como fin que la Provincia adhieray adopte la GUA TCNICA PARA LA ATEN-CIN INTEGRAL DE LOS ABORTOS NO PUNI-BLES del Programa Nacional de Salud Sexual yProcreacin Responsable del Ministerio deSalud de la Nacin, elaborada en el mes deJunio del ao 2010; el segundo determinaque el Ministerio de Salud de la Provinciaser la Autoridad de Aplicacin; el terceroincorpora el modelo de Declaracin Juradapara Vctima de Delito o Representante Legal;el cuarto incorpora el modelo de Solicitud yConsentimiento Informado para la Vctima deDelito o Representante Legal; el quinto paraque en caso de producirse progresos en laciencia y tcnica mdica en los mtodos deinterrupcin de embarazo, la autoridad deaplicacin adecue la gua tcnica para la aten-cin integral de los abortos no punibles, que-dando establecido que hasta que no se pro-duzca esa actualizacin regir la vigente y elsexto de forma. El texto de la Gua Tcnica seagrega y es parte integrante del proyecto de

    Ley.

    En estos seis artculos la Provincia adhierea una gua tcnica de 65 fojas donde se pro-mueve, bajo la apariencia de reglamentaruna interpretacin de una disposicin del

    Cdigo Penal, abiertamente la prctica del

    aborto libre.

    La gua tcnica para la atencin de abor-

    tos no punibles

    Esta gua, que el proyecto de ley en cues-tin pretende que la provincia de Mendozaadopte, es una revisin y actualizacin deldocumento elaborado por el Programa Na-cional de Salud Sexual y Procreacin Respon-sable (PNSS y PR) del ao 2007, redactada enJunio de 2010 por el Ministerio de Salud,Presidencia de la Nacin, donde se desarro-llan los fundamentos y contenidos de losprocedimiento de Aborto No Punibles (ANP).

    A pesar de que en sus fundamentos yjustificacin se mencione que tiene como finreglamentar el acceso al supuesto derechofundamental de aborto no punible esto enverdad no es as; de la simple lectura, surgenclaramente los propsitos de la misma, o ensu defecto por la redaccin, contenido e in-existencia de mecanismos de control, permi-te en muchos casos supuestos de violacin oatentados al pudor fabricados.

    Se realiza una interpretacin amplia delartculo 86 inc. 2 del Cdigo Penal, descui-dndose gravemente los antecedentes legis-

    lativos (que deberan darle sentido y alcan-ce), la naturaleza jurdica propia de la legisla-cin en cuestin y la condicin de instituto dederecho penal, pretendiendo ampliar el tipopenal a situaciones no previstas por la norma,violentando gravemente el principio de latipicidad en materia penal, en cuanto hacereferencia a la rigidez de la normas de dere-cho penal y a la no comunicabilidad de lasmismas (en relacin a la extensin por analo-ga puntualmente).

    [email protected] - noviembre - N 15

    PROYECTO DE LEY SOBRE ABORTOPROYECTO DE LEY SOBRE ABORTOPROYECTO DE LEY SOBRE ABORTOPROYECTO DE LEY SOBRE ABORTONO PUNIBLE EN MENDOZANO PUNIBLE EN MENDOZANO PUNIBLE EN MENDOZANO PUNIBLE EN MENDOZA

    por Valentn ValloteAbogado - Miembro activo de la Comisin Jvenes Abogados

    del Colegio de Abogados y Procuradores - 1ra Circunscripcin - Mendoza

    Naciste? Es decir no te abortaron...Djame nacer

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    El cdigo penal no necesita normas regla-mentarias para ser operativo, todo lo contra-rio, la tcnica legislativa enuncia el tipo penalque se traduce en la proteccin de determi-nado bien jurdico (en el caso de marras laproteccin del fruto de la concepcin huma-na), para luego a modo de excepcin de laregla antes referida, tipificar nuevamenteconductas que considera colisionan con esebien jurdico protegido, a las que debe darle

    especial consideracin, es por ello que taxati-vamente propone una solucin para el casoconcreto. Por ello y al igual que la tipificacinde la conducta antijurdica que reprime, reglalas conductas que por excepcin relega de lasancin establecida en el tipo en cuestin.

    En el caso que nos ocupa, justamente sise trata de una conducta prohibida, y en ra-zn de las particulares circunstancias se afec-ta el inters legtimo de un tercero(nasciturus) deberan extremarse las medidasde control para evitar todo posible abuso delos derechos sobre estos terceros. Esto queacabamos de enunciar hace referencia al

    principio de interpretacin restrictiva de lasexcepciones del derecho penal para el casode no punibilidad de ciertas acciones.

    En base a lo expuesto, reiteramos que elCdigo penal es el cuerpo legal que por elprincipio de la tipicidad ms operatividadtiene, ya que su aplicacin debe siempre limi-tarse al bien jurdico que protege y a la con-ducta tpica normativizada, siendo toda otraconducta ajena al tipo penal, y los casos deinimputabilidad y no punibilidad deben siem-pre leerse en funcin del bien jurdico que seprotege y claramente con interpretacin res-tringida. Siempre la norma debe dilucidarse

    en armona con el bien jurdico que protege.

    Luego de apoyarse en las consideracionesque en forma similar efectuara la CSJN (queen absoluto son vinculantes en ningn orden)y despus de enunciar genricamente princi-pios de orden constitucional y tratados inter-nacionales, dando valor de ley a recomenda-ciones de comits internacionales en materiade salud reproductiva e igualdad de trato dela mujer, ordena toda la gua para que conexcusa de las supuestas concesiones del art-culo mentado se practique cualquier tipo deaborto, desconociendo los antecedentes de la

    Corte Interamericana.Especficamente habilita la prctica del

    aborto sin tener en cuenta la edad gestacio-nal, por tanto podra practicarse un abortohasta con 38 semanas (ningn mdico en uso

    de razn hara un aborto despus de las 22semanas pues el nio a partir de esa edadpuede sobrevivir fuera del vientre materno),es decir la persona por nacer se encuentracompletamente desarrollada, con las seriascomplicaciones que puede tener un aborto detales condiciones para la salud de la gestante.

    Tambin otorga pleno consentimiento ala mujer mayor de 14 aos, solicitando sola-mente el consentimiento paterno o de repre-

    sentante legal cuando es menor de esa edad,incluso sometiendo la decisin a curatelaespecial cuando este no sea otorgado. En estesentido, la gua proclama un principio de au-tonoma de la voluntad soberano, por sobrelos derechos y deberes de la patria potestad.Reza la Gua: Por lo tanto en los casos demenores de 14 aos se debe requerir la asis-tencia de los padres, tutores o encargados, amenos que la urgencia del caso exija una in-tervencin inmediata. La decisin, si la niatiene capacidad de comprender qu est deci-diendo, es de ella, toda vez que se procuraconciliar el derecho de la paciente a la auto-

    determinacin con la proteccin de la salud,respetando las previsiones del artculo 61 delCdigo Civil, el artculo 3 de la Ley NacionalN 26.061 y la Convencin sobre los Derechosdel Nio. En relacin a este caso puntualpreocupa gravemente la posibilidad de meno-res que cursando un embarazo regular (fuerade los casos previstos por el artculo 86 inc.2) acudan a realizarse esta prctica sin noti-cia de sus padres, y sin obligacin del centrode salud tratante, inclusive bajo prohibicinexpresa, de tomar contacto con los padres uotro familiar sobre el aborto que solicitare.

    El consentimiento del tutor solo es vlido

    para realizar la prctica, en cualquier otrocaso puede prescindirse de este para el ANP.Es decir ante la negativa, siempre cabe laposibilidad de otorgar la venia judicialmente,nunca en sentido contrario.

    Queremos hacer ver el hecho concreto ypuntual que la gua permitira: el cual es quela misma persona que pudo concretar el abu-so sobre la menor podra ser la que estuvierafirmando el consentimiento para que se pro-duzca el aborto y as, eliminar cualquier prue-ba que lo incrimine.

    Por otro lado establece responsabilidad

    administrativa, civil y penal ante la negativainjustificada de practicar un aborto. Esto apesar de que reconoce vagamente el derechoa la objecin de conciencia, obliga en todoslos casos al profesional a intervenir en laprctica abortiva en caso de ausencia de pro-fesional no objetor, estableciendo un lmitede tiempo para ejercerlo de 5 das frente a los10 das corridos en los que debe practicarse elaborto desde la solicitud de la gestante o dequien se encuentre autorizado a solicitar lamedida. Reza la gua: ninguna objecin deeste tipo, aunque sea fundada en los trminosde este punto [Objecin de Conciencia], pue-de ser invocada para eludir el deber de parti-cipar en un tratamiento que sea de carcterurgente [no define cuando se da esta situa-cin dejndolo al criterio arbitrario del profe-sional tratante]. En ningn caso, la sustitucinde un profesional objetor de conciencia puederealizarse en un plazo mayor al de 5 (cinco)

    das contados desde la constatacin de lascausales de no punibilidad previstas en elartculo 86 del Cdigo Penal de la Nacin.Esdecir ante esta situacin, debe obligatoria-mente todo profesional intervenir, en francaviolacin a las garantas reconocidas pornuestro sistema constitucional.

    Tambin parece un tema preocupante elde la realizacin de Ecografas ya que la guadesaconseja su prctica, sin justificar tal

    enunciacin; da la sensacin de que no seraconveniente que la gestante tomara contactocon el fruto de su concepcin (Ver Pto.6.5.2.4.) en franca contradiccin con lo queaconseja la tcnica medicinal en materia detratamiento de casos de embarazos.

    Otro principio que confunde es el de la nojudicializacin donde es competencia exclusi-va de los mdicos tratantes (aclara mas ade-lante que de solo un mdico sera suficiente ypuede ser cualquier mdico o hasta un profe-sional habilitado legalmente para la prcticaprofesional de la psicologa) decidir si el casoencuadra en las previsiones de no punibilidadcontempladas en el Cdigo Penal;profesional de la salud abarca al mdicotratante, y el mdico o el profesional de lapsicologa con quien se realice la Interconsul-taotorgndole la calidad de juez para decidirsi encuadra o no dentro del tipo penal.

    La decisin de la mujer es incuestionabley no debe ser sometida a juicios derivados deconsideraciones personales, religiosas o devalor por parte del profesional de salud. Pa-recera que el profesional no puede tenerjuicio crtico de lo que hace y sabe hacer. Porotra parte es guardin de quien encuadra en

    el tipo penal y quien no. La Gua en ningnmomento propone el tratamiento de los ca-sos de violacin en comits, o equipos inter-disciplinarios que sera lo ms convenientepara este tipo de situacin, sino todo lo con-trario propone un mecanismo de celeridad,beneficio de la duda y favorabilidad para queel aborto se realice sin dilacin de tiempo.Paradjico.

    12 Legislacin

    P a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n e

    Todos tenemos derecho a la vidaTodos tenemos derecho a la vidaTodos tenemos derecho a la vidaTodos tenemos derecho a la vida Mapa aborto no punible en ArgentinaMapa aborto no punible en ArgentinaMapa aborto no punible en ArgentinaMapa aborto no punible en Argentina

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    Otro punto preocupante es el plazo.Deber realizarse dentro de los primeros 10das de solicitado por la mujer o quien estu-viera autorizado para solicitarlo [inclusive encontra del consentimiento de la gestante]para la prctica de ANP. Deberamos pre-guntarnos si en el afn y premura de practi-car un aborto, no estamos avasallando losms elementales criterios de prudencia an-tes de realizar este tipo de prctica. La mujer

    no tiene la estabilidad emocional y afectivanecesaria (en el momento post-abuso) paratomar una decisin de tanta importancia ymagnitud.

    Otros principios de la Gua Prctica con-tradictorios con el derecho vigente son:

    Favorabilidad: En caso de dudas acercadel sentido de una norma o de su aplicacin,debe adoptarse la interpretacin o la aplica-cin que mejor se compadezca con los dere-chos de las mujeres. Es un principio quepretende despejar toda duda acerca de cualsera el valor ms importante en juego, so-

    metiendo el derecho fundamental de la vidahumana del concebido a segundo grado. Asu vez sigue contradiciendo los principiosque en materia penal rigen para este tipo deexcepciones.

    Beneficencia: Debe respetarse la obliga-cin tica de maximizar el beneficio y mini-mizar el dao (hacer el bien). Parecieraolvidarse que el dao es terminal para quienes vctima del aborto y como bien sabemosLA MUJER TAMBIN ES VCTIMA EN ELABORTO, pues hay un dao para ella tantofsico como psicolgico. El beneficio real sealcanzara procurando la salud completa

    tanto de la mujer como del nio en procesode gestacin.

    Oportunidad: Los servicios de ANP de-ben prestarse en el momento en que las mu-jeres o quienes en cada caso se encuentrenautorizados para requerirlo soliciten la inte-rrupcin del embarazo. Todas las personasque participan en un ANP, incluida la aten-cin que debe brindarse antes y despus delprocedimiento, no deben evadir ni manteneren suspenso e incertidumbre a la pacienteque solicita o requiere un ANP. Segn esteprincipio toda solicitud de aborto sera UR-GENTE per se.-

    Celeridad: A las mujeres que soliciten orequieran un ANP se les garantiza una aten-cin gil e inmediata. La instituciones en lascuales se practiquen deben prestar toda lacolaboracin necesaria para que el ANP pue-da ser brindado lo ms pronto posible y seprohbe en todo caso la imposicin por partede las instituciones o su empleados/as derequisitos adicionales o innecesarios. Reite-ramos la necesidad de un abordaje interdis-ciplinario que no est contemplado.

    In Dubio Pro Aborto: En caso deque existan dudas acerca de si debe prestar-

    se el servicio o no, o si debe continuarse, porno existir certeza acerca del cumplimiento delos requisitos siempre debe continuarse.Remitimos al comentario sobre el carcterde excepcin de las causales de no punibili-dad y a la naturaleza delictiva del aborto.

    Deber de confidencialidad: Esto signifi-ca que nada de lo ocurrido en la consultadebe ser develado a otras personas [otrosintegrantes del equipo de salud e incluso lafamilia] salvo en situaciones en las que com-partir esta informacin sea de suma impor-tancia para la atencin de la mujer. Es decirque si la mujer confiesa que el embarazo noproviene de un atentado al pudor o viola-cin, el mdico en ningn caso puede deve-

    larlo, aunque con ello se encubra el delito defalsa denuncia, o de falso testimonio en elcaso de mentir en una declaracin jurada.Supuesto de complicidad delictual en mate-ria penal.

    Consentimiento Informado: El principiotico fundamental que gua el proceso deconsentimiento informado es el respeto porla autonoma de la persona y por lo mismo,no requiere el consentimiento (autorizacin)de un tercero, como el marido o la pareja,para acceder a un servicio de salud. Por en-de, los servicios de salud no deben imponercomo requerimiento la autorizacin del mari-

    do o compaero/a. Este principio violentagravemente el fundamento de la incapaci-dad legal establecido por el Cdigo Civil de laRepblica Argentina que justamente entien-de que el menor de 18 aos no tiene el gra-do de discernimiento necesario para llevar acabo ciertos actos de la vida civil, por tantomal puede llamarse consentimiento infor-mado si prescinde de la participacin de surepresentante legal (entre los 14 y los 18aos). Tampoco requiere consentimiento dela pareja, ni supone ningn trato intrafami-liar. Esto deja la puerta abierta a la mujerpara mentir (a espaldas de su cnyuge/pareja) en la declaracin jurada.

    Otro de los fundamentos es el derechohumano fundamental de la Accesibilidad(Acceso a la Salud): Definida esta por la Or-ganizacin Mundial de la Salud como uncompleto estado de bienestar fsico, psqui-co y social, y no solamente la ausencia deenfermedades o afecciones. Definicin am-plia y genrica. Cualquier estado de desequi-librio aparente es insalubre para la OMS. Encualquier caso peligrara la salud de la mujery por tanto encuadrara en el tipo de abor-tos no punibles. La misma gua aconsejaque en todos los casos en que peligre la sa-lud de la mujer en el proceso de gestacin

    encuadrara en la excepcin de no punibili-dad. Esto generara una marea de casos don-de mujeres contrariadas con su embarazoargumenten dao psicolgico para realizarseel aborto.

    Como ltimo considerando, y sin preten-der con ello agotar el tratamiento de la mis-ma, notamos que la gua tcnica no proponeningn mecanismo de apoyo psicolgico nide contencin posterior al aborto, comotampoco da tratamiento a la violencia ejerci-da contra la mujer; lo cual indica a todasluces la finalidad ltima del reglamento encuestin que no es ms que introducir la

    prctica del aborto libre y gratuito en nues-tro pas mediante los casos de aborto senti-mental sin preocuparse verdaderamente porla salud de la gestante.

    Lo cierto es que el aborto es una nueva

    forma de violencia contra la mujer y un signode deshumanizacin de la sociedad. La ma-yora de las mujeres abortan por presinsocial, violencia o maltrato psicolgico. Pro-mover el aborto no es ayudar a la mujer sinoperpetuar la violencia hacia ella. El proyectode aborto no punible es una cuestin polticaque agrava la situacin de las vctimas aldesmotivar la denuncia y obligarlas a volversin apoyo estatal al entorno familiar.

    Conclusiones

    Consideramos que el fallo de la Corte esms bien poltico que jurdico y por tantodesconoce el reconocimiento internacionalde los derechos del nio por nacer, como elacceso a un sistema sanitario que procuretanto la salud de la gestante como del nio.

    La Gua Tcnica viola derechos constitu-cionalmente reconocidos y principios ele-mentales del orden jurdico nacional e inter-nacional, por tanto es antijurdica.

    El aborto no puede ser nunca una solu-

    cin al problema del abuso, sino ms bienque perpeta la violencia contra la mujer. Lasolucin viene de la mano del abordaje in-terdisciplinario y la contencin de la mujervctima de violacin. El Estado debe asegurarmecanismos de acceso a la mujer vctima deabusos tanto como a la mujer que tiene con-flicto con su embarazo a un sistema integra-do para el seguimiento de su embarazo pro-poniendo soluciones alternativas y procuran-do en todos los casos el derecho a la vida delnio por nacer.

    Debe respetarse en trminos absolutosel derecho a la objecin de conciencia de

    todo profesional.En consonancia con las normas de orden

    interno como los Tratados Internacionalesque rigen la materia el Estado debe promo-ver acciones concretas para el reconocimien-to y respeto de la condicin de seres huma-nos y por tanto sujetos de derechos a todoslos hombres sin distincin de accidentesdesde el momento de la concepcin.

    Por todo lo expuesto, consideramos queel criterio rector en materia de interpreta-cin y regulacin, debera estar siempreorientado bajo los ms elementales princi-

    pios de prudencia, verdadero sentido dejusticia, procurando siempre el bien comn,respetuoso de la legalidad y de la vigencia delas instituciones.

    Ni vctimas de violacin, ni vctimas deaborto

    13131313Legislacin

    [email protected] - noviembre - N 15

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    Calendario Litrgico

    Festividad de todos los Santos

    SSSSon incontables los santos quehan sido canonizados o beatificados; osea, reconocidos oficialmente por laIglesia, por haber llevado una vida devirtudes heroicas. Pero stos, no sonms que una mnima parte de tantosservidores del Seor, que con su graciasupieron ser fieles a su vocacin cris-tiana, y ahora gozan del Reino celes-tial. Por eso existe una solemnidad quePor eso existe una solemnidad quePor eso existe una solemnidad quePor eso existe una solemnidad quelos agrupa a todos: la del 01 de No-los agrupa a todos: la del 01 de No-los agrupa a todos: la del 01 de No-los agrupa a todos: la del 01 de No-viembreviembreviembreviembre.

    Para que no nos olvidemos de nin-guno, la Iglesia une a todos en estacelebracin, y les rinde el debido reco-nocimiento; ya que ellos estn anteDios y ruegan por todos nosotros.

    Pongamos un ejemplo. En nuestrasIslas Malvinas, existe un cementerio enDarwin, en donde reposan los cuerposde 237 argentinos que cayeron luchan-do por la Patria en 1982.

    All estn las tumbas de varios delos nuestros que estn perfectamenteidentificados; pero tambin, muchasde ellas contienen los restos de com-

    batientes, que se sabe que son argen-tinos sin haber logrado la identifica-cin. Entonces, en sus tumbas, se hapuesto un letrero que dice: SoldadoSoldadoSoldadoSoldadoargentino solo conocido por Diosargentino solo conocido por Diosargentino solo conocido por Diosargentino solo conocido por Dios.

    De esa misma manera, se hace paralos catlicos la festividad de todos lo

    Santos, el da 01 de Noviembre; como

    un reconocimiento a los valientes quecon su herosmo supieron conquistarseel Reino de los cielos. Para los soldadosPara los soldadosPara los soldadosPara los soldadosde Cristode Cristode Cristode Cristo, conocidos o desconocidos(pero reconocidos por l) es el home-es el home-es el home-es el home-naje de esta celebracinnaje de esta celebracinnaje de esta celebracinnaje de esta celebracin.

    Qu son los Santos, que misincumplen? Muchos son los favores denuestros hermanos celestiales; peropodramos resumirlos en dos: interce-sores y modelos o ejemplos.

    1- IntercesoresIntercesoresIntercesoresIntercesores: Ellos, al estar ms

    cerca de Dios, pueden lograr grandesbeneficios para los hombres. Por ejem-plo cuando los tres jvenes, que cuen-ta el libro de Daniel, fueron arrojadosa un gran horno de fuego por no ado-rar a otro Dios que al Seor. En esemomento, protegidos por un ngel,imploraban el perdn y la bendicinpara su pueblo cado en el pecado, yhumillado. Rogaban por intercesin delos Santos Patriarcas: Por Abraham,tu amigo; por Isaac, tu siervo; porIsrael, tu consagrado.Y fueron escu-chados.

    Cuando la gente sacaba a los enfer-mos para que la sombra de San Pedrola sombra de San Pedrola sombra de San Pedrola sombra de San Pedrolos curara (Hechos 5, 15); o cuando lospauelos y cinturones usados por Sanpauelos y cinturones usados por Sanpauelos y cinturones usados por Sanpauelos y cinturones usados por SanPabloPabloPabloPablo curaban enfermos y expulsabandemonios (Hechos 19, 11-12). Si estoeran capaz de hacer los amigos deDios aun en vida aqu en la tierra,cunto ms ser su fuerza poderosadesde el cielo!

    Una vez un nio pregunt a su ma-dre, al entrar en una Iglesia tradicional

    con vitrales bblicos y de santos, qui-nes eran esas figuras que vea en losventanales y que brillaban tanto con elsol. Su mam le dijo que eran los san-tos. Tiempo ms tarde un catequistapregunt qu era un santo. El mismonio que estaba presente contest:un santo es un hombre por dondeun santo es un hombre por dondeun santo es un hombre por dondeun santo es un hombre por dondepasa la luzpasa la luzpasa la luzpasa la luz. Muy buena definicin deun nio.

    Eso son los santos: seres transpa-rentes, espejos de la luz de Dios, gran-des amigos de Dios, y por lo tanto po-

    derosos intercesores para nosotros.

    2- Modelos o ejemplosModelos o ejemplosModelos o ejemplosModelos o ejemplos: En la Cartaa los Hebreos, captulos 11, y 12, SanPablo anima a los cristianos a seguiradelante en pos del cielo poniendo

    como modelo la fe de los antiguos,

    desde Abel en adelante hasta la venidade Cristo. Ellos por la fe hicieron mara-villas incontables, y eso que todava nohaban recibido a Cristo. Por lo tanto,ahora nosotros teniendo tan gran can-tidad de ejemplos no debemos aflojar.Por tanto, tambin nosotros, teniendoen torno nuestro tan gran nube de testi-gos, sacudamos todo lastre y el pecadoque nos asedia, y corramos con fortale-za la prueba que se nos propone, fijoslos ojos en Jess, el que inicia y consu-ma la fe, el cual, en lugar del gozo que

    se le propona, soport la cruz sinmiedo a la ignominia y est sentado ala diestra del trono de Dios. (Hebreos12, 1-2).

    Se ha dicho que un santo es unEvangelio viviente. El Evangelio puedeser ledo o vivido, como una partiturapuede ser leda o cantada. Pues bien,

    la vida de un santo es la partitura delEvangelio magnficamente interpreta-da. Es el fiel reflejo de Cristo encarna-do en una creatura puramente huma-na. Es la prueba irrebatible que nosdice: la imitacin de Cristo es posi-ble. Los santos de tal manera inter-pretan fielmente el seguimiento deNuestro Seor, que si por algn moti-vo se llegara a perder el Evangelio, alobservar la vida de ellos se podra vol-ver a escribir.

    Los santos son una ayuda incalcula-Los santos son una ayuda incalcula-Los santos son una ayuda incalcula-Los santos son una ayuda incalcula-

    bleblebleble para nosotros. Ejemplos concretosdel triunfo del Seor sobre el poderdemonaco en el mundo, y garantadel triunfo nuestro, tambin.

    14

    FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOSFESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOSFESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOSFESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOSY CONMEMORACIN DE LOS FIELES DIFUNTOSY CONMEMORACIN DE LOS FIELES DIFUNTOSY CONMEMORACIN DE LOS FIELES DIFUNTOSY CONMEMORACIN DE LOS FIELES DIFUNTOS

    por P. Silvio Ojeda

    Islas MalvinasIslas MalvinasIslas MalvinasIslas MalvinasCementerio Militar de Darwin

    P a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n eP a r a q u e l r e i n e

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    Todos los que estn en el cielo sonhermanos, y por lo tanto intercesoresante el Trono de Dios; pero con mayorcon mayorcon mayorcon mayorrazn, los que han vivido en nuestrorazn, los que han vivido en nuestrorazn, los que han vivido en nuestrorazn, los que han vivido en nuestrosuelosuelosuelosuelo, porque el Todopoderoso les en-comienda como misin principal cuidarde los suyos, de sus compatriotas; conlos cuales hay una unin de sangre, detradicin, de tierras, de cultura, de tra-

    bajo comn, de destino final. Todas lasalmas del cielo son portavoces denuestras necesidades, no hay duda;pero mucho ms las almas guardianaslas almas guardianaslas almas guardianaslas almas guardianasde nuestra Patriade nuestra Patriade nuestra Patriade nuestra Patria, por razn del vnculocon esta tierra.

    Es lo que expresaba aquel granmrtir rumano Cornelio Codreanucuando preparaba a los suyos, los le-gionarios del Arcngel San Miguel,para restaurar una verdadera Nacincristiana en su tierra. Dice que el cris-tiano si quiere vencer en esa gran lu-

    cha espiritual, tiene necesariamenteque recurrir a los de arriba. Las gue-rras las vencen aqullos que han sabi-do atraer de los cielos las fuerzas mis-teriosas del mundo invisible y asegu-rarse el concurso de estas fuerzas. Es-tas fuerzas misteriosas son los espritusde los muertos, los espritus de nues-tros antepasados, los que han estadotambin, en otro tiempo, ligados anuestra tierra y han muerto en defensade ella, permaneciendo todava hoyligados a ella por el recuerdo de suvida terrena y por intercesin nuestra,

    sus hijos, nietos y biznietos. Pero msalto que el espritu de los muertos estDios.

    Estas fuerzas, una vez atradas,harn inclinarse la balanza de tu parte,te defendern, te infundirn valor, vo-luntad y todos los elementos n