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Dios mira desde su trono y con una leve sonrisa suspira quedo “Oh, pueblo, huerfanito mío” 2 1 2 1 1 1 0 1 9 T E A T O R E SAGI O del R P A Y O T N O M O D N A N R E F O G E I D : N Ó I C C E R I D

Programa Ivanov

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Programa para teatro Ivanov

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Page 1: Programa Ivanov

Dios mira desde su trono y con una leve sonrisa suspira quedo “Oh, pueblo, huerfanito mío”

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Page 2: Programa Ivanov

partes de

una jirafa

partes de

un actor

cabeza

ojos

cachos

cola

lomo

barbilla

manos

pie

cuello

piernas

Recibí, está misma noche, de la manera más inesperada, un telegrama en el que los Altos Espíritus Dadá (ALESDA) sin rodeos de ningún tipo me comunican estas resoluciones y me encomiendan dirigirlas a todos los actores miembros del Colectivo Funambulesco del Teatro del Presagio, con motivo y en consecuencia de lo visto esta tarde en su burla de los Sagrados Juegos Dadá. Sin más preámbulo paso a sus palabras.Estimados Funámbulos:Deberán realizar lo siguiente:Rasurarán su sexo, axilas y piernas, cuidando de no perder ni uno sólo de los vellos extraídos de esta operación, los cuales deberán guardar cuidadosamente en una pequeña caja de cartón, elaborada con suma belleza y artesanía por ustedes mismos y adornada de acuerdo a los conceptos de “adorno y decoración de cajas Dadá”. Como mínimo la caja debe tener el tamaño de una caja “grande” de fósforos de madera y estar llena de vellos, por lo menos, en sus tres cuartas partes.Deberán salir a la calle, a un sitio de amplio tránsito, y elegir al azar (esto es importante) a una persona completamente desconocida a quien se le presentarán diciendo estás palabras exacta y textualmente: “Yo soy dadá, hoy es tu día de suerte, porque yo soy tu genio y he de cumplir tus deseos. Como muestra de humildad y servicio he rasurado los vellos de mi cuerpo, de las partes consideradas inmundas, los he puesto en esta caja y te los obsequio. Debes abrir la caja, tocar su contenido, cerrarla y guardarla por siempre. Puedes pedirme tres deseos que no te concederé. Pero a cambio puedo hacer una de estas tres cosas por ti: cambiarte el nombre y llamarte Dadá, fingir que te quiero y besarte, o llevarte en mis hombros y que me llames caballito blanco”La persona elegida, por ningún motivo, debe rehusarse. Si lo hace, deberán convencerla y como último recurso decirle: “Una maldición caerá sobre nosotros, todo tu cuerpo se llenará de pelos como estos y te enamorarás de mí, mientras que yo seré aplastado por un mamut”Y así, hasta que finalmente encuentren a alguien que permita el cumplimiento exacto de todo el mandato.Todo esto, como prueba reina para lograr quitar la mancha ante Dadá, deberá ser grabado en video en su totalidad y visto en conjunto por los honorables funámbulos del Teatro del Presagio.Sin embargo, el gran Dadá en su inmensa sabiduría, ha dispuesto que, quienes lo consideren, tengan la posibilidad de conmutar esta pena realizando, a cabalidad y con toda exactitud, lo siguiente:-Escribir un ensayo basándose en la biografía y la obra de Witolt Singer, el único Dadá que llegó a Sudamérica y trabajó su obra a partir de lo latinoamericano. -Leer públicamente el cuento de Kafka en el que un espectador apoya el rostro en la barandilla y llora sin saberlo.-Encontrar el nombre que le daban los nativos australianos al Tigre de Bengala, y pronunciarlo en la próxima sesión Dadá.Con afecto,Diego Fernando MontoyaEmisario