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I JORNADAS DE PRODUCCIÓN Y RECREACIÓN DE SABERES UBV-SEDE ZULIA TEMA CENTRAL: UNIVERSIDAD, REVOLUCIÓN Y CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR Línea de trabajo: Geopolítica, Integración Regional, Seguridad Integral, Hábitat, Ecodesarrollo y Ordenamiento Territorial. PROYECTO HOMBRES DE BARRO: EL USO DE LA TIERRA CRUDA COMO MATERIAL CONSTRUCTIVO EN COMUNIDADES INDÍGENAS DEL MUNICIPIO MARA, ESTADO ZULIA. Jiménez, Ruth . Licenciada en Letras. Tesista Maestría en Intervención Social (LUZ). Estudiante del Doctorado en Ciencias para el Desarrollo Estratégico (UBV), Docente de la Universidad Bolivariana de Venezuela. E-mail: [email protected] . Co investigador: Mundo, José. Licenciado en Gestión Ambiental Co investigador: Arcia, Luis. Licenciado en Gestión Ambiental Resumen El Proyecto Hombres de Barro fue concebido por un grupo conformado por estudiantes y profesores interesados en generar dinámicas de apropiación de prácticas heredadas de nuestros antepasados en materia de construcción con materiales naturales. Surgió en marzo de 2007 como una iniciativa de estudiantes de Comunicación Social y Gestión Ambiental de la Universidad Bolivariana de Venezuela sede Zulia y profesores y profesoras vinculados con comunidades indígenas en su praxis socioeducativa. Bajo la orientación metodológica de la investigación-acción el proyecto indaga en la utilización de la tierra cruda bajo la modalidad de las técnicas constructivas conocidas como bahareque, adobe y tapia como solución viable a los problemas de calidad habitacional en contextos deprimidos. El desarrollo de la investigación ha incorporado además la depuración de los efluentes sanitarios mediante un sistema natural de tratamiento a través de baños secos ecológicos para la elaboración de compost. Se busca revalorizar y enriquecer técnicas utilizadas tradicionalmente y reafirmar su transferencia generacional. En esta ponencia se presentará el avance obtenido desde el año 2007 hasta la actualidad. Palabras claves: tierra cruda, técnicas constructivas, ecovivienda. 1

Proyecto Hombres de Barro

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I JORNADAS DE PRODUCCIÓN Y RECREACIÓN DE SABERES

UBV-SEDE ZULIA

TEMA CENTRAL: UNIVERSIDAD, REVOLUCIÓN Y CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR

Línea de trabajo: Geopolítica, Integración Regional, Seguridad Integral, Hábitat, Ecodesarrollo y Ordenamiento Territorial.

PROYECTO HOMBRES DE BARRO: EL USO DE LA TIERRA CRUDA COMO MATERIAL CONSTRUCTIVO EN COMUNIDADES INDÍGENAS DEL MUNICIPIO

MARA, ESTADO ZULIA.

Jiménez, Ruth. Licenciada en Letras. Tesista Maestría en Intervención Social (LUZ). Estudiante del Doctorado en Ciencias para el Desarrollo Estratégico (UBV), Docente de la Universidad Bolivariana de Venezuela. E-mail: [email protected].

Co investigador: Mundo, José. Licenciado en Gestión Ambiental

Co investigador: Arcia, Luis. Licenciado en Gestión Ambiental

Resumen

El Proyecto Hombres de Barro fue concebido por un grupo conformado por estudiantes y profesores interesados en generar dinámicas de apropiación de prácticas heredadas de nuestros antepasados en materia de construcción con materiales naturales. Surgió en marzo de 2007 como una iniciativa de estudiantes de Comunicación Social y Gestión Ambiental de la Universidad Bolivariana de Venezuela sede Zulia y profesores y profesoras vinculados con comunidades indígenas en su praxis socioeducativa. Bajo la orientación metodológica de la investigación-acción el proyecto indaga en la utilización de la tierra cruda bajo la modalidad de las técnicas constructivas conocidas como bahareque, adobe y tapia como solución viable a los problemas de calidad habitacional en contextos deprimidos. El desarrollo de la investigación ha incorporado además la depuración de los efluentes sanitarios mediante un sistema natural de tratamiento a través de baños secos ecológicos para la elaboración de compost. Se busca revalorizar y enriquecer técnicas utilizadas tradicionalmente y reafirmar su transferencia generacional. En esta ponencia se presentará el avance obtenido desde el año 2007 hasta la actualidad.

Palabras claves: tierra cruda, técnicas constructivas, ecovivienda.

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Introducción

El proyecto “Hombres de Barro” es producto de la iniciativa de estudiantes y profesores vinculados directa o indirectamente con la lucha de los indígenas zulianos en la defensa de su territorio ancestral. A partir de esta experiencia de acompañamiento social surge la necesidad de trascender hacia la construcción de espacios que permitieran el diálogo de saberes y la relación intercultural necesaria donde la visión y concreción de “otro mundo posible”1 tuviera expresiones en prácticas concretas.

Nosotros y nosotras, como “alijunas”, “labagdog” y “watias”2, tenemos una deuda con nuestros antepasados y pese a la intervención de los nodos significativos de nuestra memoria, como colectivo de trabajo relacionamos de manera integral la develación de las estructuras de poder que históricamente han generado la desigualdad social, política y económica en el mundo y sus expresiones locales, con la crisis mundial en materia de energía y el uso irracional de los bienes naturales, factores que actuando como sistema fungen como responsables del agotamiento del planeta y la desaparición de especies de la flora y fauna silvestre.

Esta preocupación nos acercó como colectivo a la ecología y la necesidad de preservar el ambiente para el goce y disfrute de las generaciones futuras desde una perspectiva que garantice el bienestar común. Unimos la necesidad de construcción de infraestructuras para la atención de la demanda social de salud, vivienda y educación en comunidades indígenas en los espacios rurales del municipio Mara del estado Zulia, con nuestra inquietud por ejercitar y experimentar prácticas alternativas de producción y ahorro de energía dentro de la perspectiva del desarrollo sostenible y sustentable.

El Proyecto Hombres de Barro se constituyó entonces a principios del año 2007 con estudiantes pertenecientes a los Programas de Formación de Grado Gestión Ambiental y Comunicación Social, y con el apoyo de docentes de los programas Gestión Ambiental, Estudios Políticos y de Gobierno y docentes asignados a la Coordinación de Cultura. Bajo la dinámica del grupo de estudio se intercambiaron ideas e información sobre el uso de ecotecnologías cuya aplicación dependiera del uso de materiales naturales e instrumentos de trabajo de fácil acceso para nosotros y las comunidades indígenas.

Según la premisa enunciada en el párrafo anterior orientamos el proyecto fundamentalmente a la recuperación de la memoria y práctica de nuestros ancestros, el fortalecimiento de nuestra identidad y el reconocimiento del acumulado de saberes utilizados por nuestros originarios pobladores para dotarse

1 Asumimos esta expresión en los términos que la usan las redes sociales en contra de la globalización y el neoliberalismo, dícese la lucha en contra de la hegemonía del capital, la destrucción de las culturas y la degradación de la naturaleza por efecto del modo de producción de las corporaciones transnacionales.

2 Término con el que se designa en las diferentes lenguas indígenas del estado Zulia al criollo, o persona no indígena.

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del hábitat humano con los recursos que tenían al alcance de su propio espacio natural y, sobre todo, con una cosmovisión que respetaba y protegía la necesaria armonía en la relación hombre-ambiente.

A nivel institucional el Proyecto “Hombres de Barro”, se concibe como un espacio extracurricular de la universidad donde la comunidad ubevista puede intercambiar experiencias desde una perspectiva lúdica, sobre el uso de tecnologías alternativas para la solución de problemas de hábitat en comunidades indígenas adaptadas a las posibilidades de sus propios contextos.

Nuestros antepasados dejaron muestras de una concepción bioenergética de sus edificaciones, generalmente estas formas de vivienda han sido totalmente autogestionarias, con una visión integral y un reducido impacto en el ambiente y su entorno.

El barro, como materia prima, es una alternativa sustentable al alcance de las comunidades más deprimidas, nuestros habitantes como producto del modelo tecnocrático han sustituido sus prácticas tradicionales por el uso del cemento y otros materiales altamente contaminantes. Numerosos estudios dan cuenta de las ventajas del sistema constructivo de nuestros antepasados y los beneficios de sus condiciones bioclimáticas. Sensibilizar a la comunidad universitaria a través del trabajo con el barro sobre prácticas emancipadoras al alcance de nuestras posibilidades y como un acervo que podemos aportar a las comunidades desde la unidad de Proyecto y otras unidades curriculares de los diferentes Programas de Formación de Grado, es una de las orientaciones esenciales de este proyecto.

Iniciamos esta experiencia con la indagación del uso de la tierra cruda como material constructivo y aspiramos en etapas sucesivas abordar la producción y uso de energías limpias, producción de alimentos y tratamiento sostenible de los desechos generados por el hombre. Es nuestra intención, aprovechar este espacio para abordar la socialización de la experiencia ocurrida desde el año 2007 hasta la actualidad.

1) El uso de la tierra cruda como material constructivo En América las sociedades prehispánicas usaban los productos de la tierra

para garantizarse cobijo y protección de la intemperie y esta característica se encuentra tanto en sociedades de mayores niveles de complejidad en cuanto a su organización social y procesos productivos como en aquellas de estructuras más llanas y rudimentarias3.

En Venezuela los pueblos indígenas utilizaron básicamente la madera y la paja para construir espacios que les protegieran del sol y la lluvia durante el día y les garantizaran cobijo y resguardo durante la noche. Las características de los sistemas constructivos utilizados por las diferentes etnias indígenas para

3Civilizaciones inca, maya y aztecas como referencia primera y los pueblos nómadas del resto de las culturas indígenas autóctonas, como referencia segunda.

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resguardarse de la intemperie están estrechamente ligadas a la estructura social de cada grupo étnico y a los mecanismos utilizados para garantizar su subsistencia. En pueblos recolectores y cazadores por ejemplo -por su carácter nómada-, el espacio de la vivienda era de fácil y desmontable construcción, mientras que en los pueblos agricultores asentados en la cordillera andina con sistemas de riego y canalización de las aguas, las viviendas eran construidas con materiales más duraderos como el barro.

En el caso de las construcciones que implican cerramientos4, en la América precolombina se utilizó básicamente la técnica del bahareque tanto en estructuras simples como en estructuras complejas, entendiendo en este caso el grado de complejidad por la magnitud y el diseño estructural de la construcción. El bahareque es una técnica vernácula que consiste en el “envarillado”5 de una estructura generalmente de forma rectangular o cuadrada que luego se rellena con barro amasado y mezclado con materia orgánica de origen vegetal y animal.

La arquitectura de tierra cruda constituye una manifestación tecnológica y cultural que nos identifica con el medio natural y con el devenir histórico; en ella, se conjugan la satisfacción de las necesidades de cobijo del ser humano y las respuestas tecnológicas inherentes al lugar. Una de sus ventajas más significativas en zonas tropicales frente al modelo de construcción con materiales industriales consiste en su capacidad de actuar como excelente regulador térmico, manteniendo el espacio interior de las estructuras mucho más fresco que el exterior y disminuyendo la necesidad del uso de artefactos eléctricos para aclimatar las viviendas.

Con la llegada del europeo a nuestro continente se incorporaron las técnicas conocidas como el adobe y el tapial, aunque la mayoría de los registros de edificaciones en las que se usaron estas técnicas en la América hispana datan de la época colonial hasta comienzos de 1900; algunos autores señalan que en sociedades indígenas prehispánicas con formas sociales más complejas se observa también el uso de las mismas, (Orozco, 2005).

En 19086 se comienza a fabricar en Venezuela el cemento conocido como portland7 que aunado a las políticas de modernización urbana del país contribuyó a la sustitución rápida de las formas autóctonas de construcción por el uso del concreto armado y el zinc, sobre todo en las localidades de mayor concentración

4 Estructura que se interpone para separar un área de otra.

5 Término que no está aún registrado en el diccionario de la RAE, pero es utilizado en algunos países latinoamericanos para designar un entramado o tejido de caña, bambú, guadua, cañizo u otras especies de troncos y ramas de plantas.

6 En 1907 Alberto Smith, funda en el país la Compañía Anónima Fábrica Nacional de Cementos

7 Conglomerante hidráulico inventado en Inglaterra en 1824.4

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demográfica. Las instituciones de salud y vivienda, por ejemplo, señalaron como causa de la crisis de salud en los años 40 los insectos y demás microorganismos que anidaban en las construcciones con barro y paja.

Esta aseveración que se instaló como concepción predominante hasta nuestros días, tiene un sesgo determinista y reduccionista, puesto que si fuera absolutamente cierto la historia de la humanidad sólo se circunscribiría a los materiales impresos hallados y gran parte de las ruinas de civilizaciones milenarias no las hubiéramos podido observar en la actualidad, puesto que hubieran sido destruidas en su totalidad por el proceso natural de descomposición de la materia orgánica.

Por otro lado, la mayoría de los estudios detractores del barro como material constructivo se basan en el análisis de estructuras que datan como mínimo de cien años de antigüedad y sin haber sido objeto de refacciones y mantenimiento sistemático; la mayoría de estos estudios están dirigidos a la comparación de las ventajas que diferencian los materiales naturales de los materiales producidos industrialmente. Evidentemente es un problema de paradigmas, poder e intereses, puesto que lo que hoy conocemos como cemento se produjo para el consumo de la sociedad a partir de 1824 en la sociedad europea y norteamericana, en nuestro continente estuvo disponible para el acceso de la población a partir de 1920 aproximadamente (Orozco, 2005); así que las primeras edificaciones construidas con estos materiales apenas cumplen con su centena de antigüedad y demandan mantenimiento anual como mínimo para evitar su deterioro.

La mayoría de los problemas que le asignan al barro como material constructivo se producen por el uso inadecuado de las técnicas constructivas y por carecer de precauciones e indicaciones básicas que la materia le impone a la técnica, condición básica válida para múltiples procesos donde el hombre transforma la naturaleza para la satisfacción de sus necesidades.

2) Metodología y apropiación de saberes

Iniciamos en enero de 2007 con una etapa de sensibilización dirigida fundamentalmente a reunir las voluntades necesarias para conformar el equipo de trabajo. Se generaron encuentros y espacios para la presentación del proyecto en diferentes escenarios: Comité Conservacionista UBV, febrero 2007, ambiente educativo de la Misión Cultura, Centro del Poder Popular, febrero 2007 (Parroquia Juana de Ávila, Municipio Maracaibo), Comunidad Wayuumana, enero 2007 (Parroquia Marco Sergio Godoy, Municipio Mara); Unidad de Proyecto, PFG-Gestión Ambiental, enero 2007 (Comunidad Juyasirain, Parroquia Marco Sergio Godoy, Municipio Mara).

Luego de estas actividades se organizó un grupo de estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela sede Zulia, quienes forman a partir de este momento el equipo de investigación del proyecto, ellos son: José Mundo, Luis

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Arcia, Reinaldo Fernández, José Ortega, Williams Fernández, Orlando Medina y José Miquilena (PFG-Gestión Ambiental-grupo ecologista Jeyuu)8; Luis González, Astrid Arévalo, Renza Zabaleta (PFG-Comunicación Social) y Milena Frontado (LUZ, tesista Facultad de Ciencias, Escuela de Biología) bajo la coordinación de Ruth Jiménez del Programa de Formación de Grado Gestión Ambiental.

Los docentes de UBV incorporados como apoyo y asesoría del proyecto

han sido hasta los momentos: María Isabel Portillo (PFG-Estudios Políticos y de Gobierno), Elaine Centeno (Cultura), Nicanor Cifuentes (PFG-Gestión Ambiental) y José Javier León (PFG-Comunicación Social).

El voluntariado se constituyó con miembros de organizaciones sociales ecologistas de distintas partes del país, entre ellos: La Voz del Monte (Equipo comunicacional adscrito a Radio Vereda Libre 104.7 F.M, emisora comunitaria de la parroquia Juana de Ávila, (Maracaibo); Sociedad Homo et Natura (Zulia); Colectivo Ojos Rojos (Caracas); Equipo de producción audiovisual de Ávila TV (Caracas) y estudiantes provenientes de la UCV sedes Caracas y Mérida y estudiantes de LUZ.

Bajo la orientación metodológica de la investigación-acción el proyecto se estructuró en tres fases para su desarrollo: a) una primera fase de investigación y exploración, b) una segunda fase de acercamiento a las técnicas constructivas donde se relacionó teoría y praxis a través de experiencias lúdicas y, c) una tercera fase de construcción de una infraestructura para baños ecológicos secos con la técnica del tapial. Cabe destacar que el desarrollo de las fases trasciende la visión lineal del tiempo de realización, entendiendo las fases como procesos que se dieron simultáneamente en algunos casos.

Fase 1

En la primera fase de investigación y exploración se revisaron materiales bibliográficos9 sobre experiencias previas, seguidamente se hizo un encuentro con los estudiantes que están participando del proyecto para discutir cómo planificar y desarrollar una experiencia en los terrenos de UBV y las fechas para su realización. Esta experiencia contribuyó a la consolidación del grupo, como forma de acercamiento a las técnicas constructivas desde una experiencia vivencial donde se confrontaran los aspectos teóricos con la actividad práctica. Se procedió a realizar la prueba de la tierra en terrenos de la universidad siguiendo el procedimiento que se señala en el documento Construcciones de Adobe Resistentes a los Terremotos (Blondet et. al, 2003), (Figura1).

8 Grupo ecologista conformado por estudiantes de la primera cohorte de Gestión Ambiental, UBV Zulia en apoyo de la lucha indígena y la protección de las fuentes de agua y la biodiversidad en la Cuenca del lago de Maracaibo.

9 Material básico trabajado: Arquitectura de tierra cruda en Venezuela, por Graziano Gasparini y LuiseMaterial básico trabajado: Arquitectura de tierra cruda en Venezuela, por Graziano Gasparini y Luise Margolies (1998). Manual de construcción con tierra, Gernot Minke (2001), Manual para la construcción deMargolies (1998). Manual de construcción con tierra, Gernot Minke (2001), Manual para la construcción de viviendas de adobe, Roberto Morales et al (1985) y Construyendo casas de adobe más resistentes, PREDESviviendas de adobe, Roberto Morales et al (1985) y Construyendo casas de adobe más resistentes, PREDES (2002).(2002).

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Se hicieron ensayos de campo simples con métodos artesanales siguiendo indicaciones del manual de MInke (2001:26), para describir las propiedades físicas del terreno en las adyacencias de UBV. Los resultados indicaron que era propicio continuar hacia los siguientes pasos puesto que la consistencia del terreno era apta para la construcción con barro. Cualidad empíricamente observada por la presencia de algunas construcciones con barro en las parcelas cercanas a la universidad. En dos de las viviendas circundantes realizamos entrevistas a sus ocupantes sobre la antigüedad de las edificaciones y la procedencia de los materiales resultando que la tierra utilizada era seleccionada en la misma parcela, las maderas eran adquiridas en los municipios Lossada y Mara. Ambas construcciones excedían los 15 años de antigüedad, sin haberles practicado durante este tiempo ningún tipo de mantenimiento ni refacción.

Aprovechamos los hoyos ubicados a la entrada del edificio central de UBV donde se realizaban reparaciones a las tuberías de aguas blancas, tomamos un puño de barro para realizar bolitas, o pelotas de 2 cm de diámetro aproximadamente y otras de mayor tamaño para realizar la prueba táctil. Las expusimos al sol durante un día completo y luego procedimos a presionarlas según las indicaciones de los manuales, en este procedimiento todas las muestras resultaron resistentes a la presión del dedo pulgar.

Según (Figols, 2006: 11) las propiedades que debe tener la tierra para el trabajo de construcción se basan específicamente en los elementos de textura y plasticidad, cuya proporción idónea de componentes oscila en los valores siguientes, (Tabla 1):

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Para Gasparini (1998, 66) la proporción adecuada es la siguiente (Tabla 2):

Estas proporciones podían ser identificadas artesanalmente con la prueba de la botella (Morales et al, 1985) sin recurrir a las pruebas de laboratorio, pero para iniciar nuestra experimentación partimos de los resultados de resistencia y plasticidad obtenidos al practicar la prueba de la presión a las bolitas de barro, (Blondet et al,2003).

Con el objetivo de Con el objetivo de conocer las posibilidades y aplicaciones del barro comoconocer las posibilidades y aplicaciones del barro como materia prima de los sistemas constructivos alternativosmateria prima de los sistemas constructivos alternativos se abordó la planificación se abordó la planificación de los talleres experimentales, iniciando con la técnica del adobe en lasde los talleres experimentales, iniciando con la técnica del adobe en las instalaciones de la Universidad Bolivariana de Venezuela.instalaciones de la Universidad Bolivariana de Venezuela.

Seleccionamos el área para iniciar las prácticas de elaboración de adobes, recorrimos el lugar, y se aplicaron los criterios siguientes: un área que estuviera fuera del campo donde está trabajando el personal de PDVSA, accesible y con árboles cercanos para aprovechar la sombra que nos resguardara del sol durante la faena, suficiente paja alrededor, así como un espacio adecuado para el secado de los adobes.

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Fase 2

En la fase 2 se realizaron 4 talleres para la elaboración de adobes, 2 en UBV en los meses de marzo y junio de 2007, siguiendo las indicaciones contenidas en materiales bibliográficos varios10; y 2 talleres en la comunidad Wayuumana en los meses de agosto y octubre de 2007 donde se contó con la participación y la asesoría de artesanos adscritos al Instituto de Patrimonio de Coro, estado Falcón.

La técnica del adobe es usada en Venezuela a partir de la llegada de los europeos a nuestro territorio, aunque existió en sociedades prehispánicas como la Inca en el Perú, en nuestro país no existe registros de su utilización sino hasta el período colonial (Orozco, 2005).

En el occidente del país se observa una tradición arraigada en el uso de esta técnica constructiva, sobre todo en los estados Falcón y Lara. En Lara aún se conserva esta práctica como expresión de su identidad urbana y también como modo de vida de los artesanos locales.

El adobe consiste en la elaboración de piezas de forma cúbica realizadas con barro compactado introducido en moldes y posteriormente secados al sol. Sus dimensiones varían de acuerdo al lugar donde se fabrique y el uso que culturalmente le ha otorgado cada localidad. Su origen es diverso y aunque se le atribuye a los pueblos antiguos de Egipto, muestras de su uso se encuentran desde tiempos remotos en pueblos de diferentes culturas en todo el planeta.

Locación: Universidad Bolivariana de Venezuela, sede Zulia.

Marzo 2007 (días 20, 21,22). Iniciamos el cavado de un hoyo. Medidas: 1mt cuadrado x 54 c.m de profundidad, cernimos (colamos) la arena que extrajimos del hoyo hasta formar cuatro montículos, finalmente echamos agua dentro del hoyo y luego le hicimos una tapa con paja seca para que se mantuviera húmedo hasta el día siguiente.

Procedimos a juntar la arena con agua y luego paja para iniciar el apisonado de la mezcla. Proporción de la mezcla: 4 tobos de agua, 4 montículos de arena, 1 de paja.

Se realizaron los primeros adobes con dos moldes de diferentes medidas, un molde individual con las siguientes medidas: 10 cm altura X 40 cm de largo X 18 cm de ancho (Soria, S/A), y un molde con tres cavidades que denominaremos molde múltiple para elaborar adobes con la siguiente medida: 10 cm altura X 25 cm de largo X 12 cm de ancho (Figura 2).

10 Mencionados en la referencia anterior.9

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Se elaboraron los primeros adobes con la mezcla sin adición de paja, los segundos con la mezcla a la que se le adicionó la paja. Los moldes se humedecieron primero con agua y luego con gasoil, según lo aconsejaron los obreros de PDVSA que se acercaron al sitio. Aún húmedos se identificaron con la fecha de elaboración y la siguiente nomenclatura: S/B (sólo barro); B/P (barro y paja).

Al final del día se habían elaborado 7 adobes, seis del molde de tres, y uno del molde individual. Tres de los múltiples (molde de 3 cavidades) con sólo barro, 3 de los múltiples con barro y paja y el individual con barro y paja.

Los estudiantes de Gestión Ambiental (Jeyuchon) en una segunda jornada, conjuntamente con estudiantes de otros programas, cavaron otro hoyo, profundidad 70 c.m. repitieron el procedimiento descrito anteriormente y elaboraron seis adobes más con el molde múltiple.

Junio 2007 (días 18, 19, 20). El segundo taller lo realizamos en el mes de junio siguiendo el mismo procedimiento, se elaboraron 40 adobes secados bajo sombra.

Locación: Wayuumana, parroquia Marcos Sergio Godoy, municipio Mara

Agosto 2007 (días 16, 17, 18). En el período vacacional de la universidad, trabajamos en una comunidad indígena del municipio Mara, Wayuumana, contamos con la participación de los artesanos del estado Falcón: Jesús Morillo y José Luis Ventura quienes nos dictaron el taller sobre la elaboración de adobes, participamos en el mismo el equipo de investigación del proyecto y miembros de la comunidad.

Los artesanos observaron nuestro trabajo anterior a través del registro fotográfico y luego de esto nos hicieron observaciones en cuanto a las medidas

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de los moldes y el tamaño del corte de la paja. Para el taller en la comunidad incorporamos las observaciones realizadas.

Se elaboró un nuevo molde para adobes con capacidad para cuatro cabinas que producirían adobes con la siguiente medida: 12 cm altura X 40 cm de largo X 10 cm de ancho (Figura 3).

La paja recogida se cortó manteniendo la medida de 10 cm de longitud, la paja debe estar seca y deshidratada para evitar adicionar humedad a la mezcla lo que facilitaría que aniden insectos y otros microorganismos que aceleran el deterioro del material e influyen en la calidad de los resultados.

La paja se adiciona -nos explicaron los artesanos-, para facilitar la cohesión, flexión y resistencia del adobe, pues ella crea un tejido o entramado dentro de la estructura que fortalece su unidad.

Se realizó la prueba de la tierra y se seleccionó el lugar para recolectarla, luego se realizó un círculo con la arena y se distribuyó del centro hacia los bordes utilizando una escardilla mientras se le adicionaba agua hasta formar una mezcla pastosa, una vez que la mezcla empezó a producir burbujas de oxígeno se le incorporó la paja cortada para iniciar la compactación de los componentes mencionados a través del apisonado de la mezcla.

Posteriormente se procedió a rellenar los moldes tomando una porción de la mezcla, lanzándola con fuerza dentro de las cavidades del molde y luego se terminaba el acabado final con las manos. Una vez hecho esto se desmoldaban, iniciando de nuevo el proceso para elaborar otros adobes, entre cada desmoldado el molde se remojaba con gasoil para evitar que la mezcla se adhiriera a los bordes.

Octubre 2007 (días 12, 13, 14). Posteriormente, se realizó el segundo taller en el mes de octubre de 2007 facilitado por los artesanos falconianos en la misma

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comunidad en la casa del señor Bartolo Fernández, con la participación del equipo de investigación, miembros de la comunidad y dos extranjeros provenientes de Alemania. Se siguió el mismo procedimiento del taller anterior, haciendo énfasis en las medidas de las proporciones de la mezcla, pues en el taller anterior habíamos dependido de la experiencia de los artesanos para considerar de manera empírica cada etapa del proceso.

En este taller se usó la siguiente fórmula para la mezcla de los componentes: 250 litros de agua por cada metro cúbico de tierra más 5 sacos de paja, cantidad para elaborar 50 adobes con las siguientes medidas: 40 cm x 10 cm x 12 cm. Estos adobes se han secado bajo sombra, volteándolos sistemáticamente cada 7 días hasta completar su secado.

Noviembre 2007 (10, 11, 24, 25). Luego de este taller, el equipo de investigación se planteó la posibilidad de experimentar otra técnica constructiva y se seleccionó la comunidad de Cusí, municipio Mara para desarrollar una experiencia con la técnica del bahareque. El proyecto se apoyó en los estudiantes y docentes de la unidad curricular Arte y Ecología coordinada por el profesor Nicanor Cifuentes Gil, quienes convirtieron esta experiencia en una actividad de campo dentro de los objetivos de la unidad, experiencia que ha sido integralmente documentada por el profesor Nicanor Cifuentes en el sitio web clorofilazul.blospot.com.

El taller se realizó en dos jornadas en un intervalo de separación de 15 días, en las cuales se procedió a rellenar tres paredes soportadas en una estructura de guadua11, levantadas por el propietario de la parcela como corral para los chivos y ovejos.

El bahareque o bajareque es una estructura construida con un entramado formado generalmente con cañas, dispuestas en líneas intercaladas que dejan una cavidad interna que luego es rellenada con una mezcla de barro y paja. El barro se adosa a los palos de caña para formar las paredes de la estructura.

En Venezuela los materiales básicos utilizados en el bahareque son los tallos de Caña Brava o Amarga (Gynerium Sagittatum) y de Guadua (Guadua angustifolia). La utilización del bahareque para construir una edificación comprende varias fases que determinan a su vez la secuencia de ejecución de la técnica. Estas fases se denominan de manera general como horconadura, encañado, embutido y revestimiento o empañetado. Los términos utilizados se refieren a la actividad realizada en cada una de estas etapas (Orozco, 2005: 46).

La estructura en la comunidad de Cusí, estaba envarillada con las cañas dispuestas verticalmente, procedimos a cortar nuevas varas de guadua para

11 Guadua. Graminea nativa de América latina, considerada como un pasto gigante y usada preferencialmente para la construcción de estructuras, pues se le considera en muchas partes como “el acero vegetal”. Se conocen 30 especies aproximadamente, que se distribuyen desde México hasta el Norte de Argentina.

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sobreponer listones horizontales que evitaran el deslizamiento del barro una vez realizado el embutido. Para la preparación del mortero de barro y paja se siguió el mismo procedimiento y proporciones aplicadas en la elaboración de los adobes.

En la primera jornada se levantaron dos paredes y en la siguiente dos paredes más. La dificultad que tuvimos fue el acceso al agua puesto que tuvimos que extraerla de un pozo cercano a la parcela, el cual ya no emanaba suficiente agua.

Fase 3

Febrero-mayo 2008. Iniciamos el desarrollo de la tercera fase con la elaboración y el diseño de un proyecto de construcción de un prototipo de baño seco ecológico (figura 2) en la parcela del señor Diego Fuenmayor, comunidad Wayuumana, en el sector del Socuy municipio Mara del estado Zulia, participaron en esta fase además del equipo de investigación los estudiantes de la unidad curricular Ética de la Sustentabilidad y el voluntariado de las organizaciones sociales. El diseño fue propuesto por los miembros del equipo de investigación José Mundo y Luis Arcia.

“Un baño seco es un baño que no utiliza agua para la evacuación de orina y excrementos, es muy eficaz biológicamente ya que aprovecha los residuos humanos para la elaboración de compost, favorece la economía doméstica permitiendo el ahorro de dinero y energía” (Huussi ry (Global Dry Toilet Club of Finland, S/A: 3).

Para la construcción de este prototipo decidimos experimentar con la tapia como técnica constructiva y cubrir de esta manera el ciclo de indagación y acercamiento a las tres técnicas constructivas con tierra cruda más utilizadas en América latina.

El tapial es un encofrado de madera que se rellena con tierra y luego se somete a compresión con un pisón elaborado con madera o hierro. Las medidas más comunes del encofrado utilizadas en Venezuela son: longitud entre 2,00 y

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3,00 m, altura entre 1,00 y 1,30 m, y ancho variable de 0,50 a 0,70 m, dependiendo de las alturas de las paredes o muros a construir, la madera utilizada suele ser la ceiba y el pino. Para la tierra pueden utilizarse estabilizadores como la paja, cal, estiércol o cemento, (Orozco, 2005).

Se realizaron varias jornadas señaladas a continuación (Tabla 3):

Para esta fase se realizó un arqueo sobre los materiales existentes en la zona, los insumos o instrumentos necesarios y un arqueo de recursos de la localidad. Las medidas del área de la cimentación son 6.2 mts de longitud x 1.5 mts de ancho. El grosor se compone de 15 cm de la cama de piedras de río y 15 cm de concreto. Se utilizaron 3 sacos de cemento, 15 tobos de arena de río, 15 tobos de grava, 4 tobos de agua.

Para la elaboración de los encofrados se usaron pernos y listones de madera de 1 metro de longitud, 25 cm de altura y 3 cm de grosor. Los encofrados se armaron con las siguientes medidas: 1 metro de longitud, 1 metro de altura y 30 centímetros de ancho. Sobre el área de la cimentación se construyeron 5 cabinas cuyos muros tienen 1 metro de altura y 25 c.m de grosor. Las esquinas del tapial se reforzaron con hileras armadas con los adobes realizados en el segundo taller en octubre de 2007.

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3) Análisis de resultados

Fase 1

En la fase exploratoria, específicamente durante la consulta bibliográfica y durante la convivencia in situ con los artesanos de Falcón, constatamos que las proporciones ideales de los elementos en una muestra de suelo para considerarlo apto como material constructivo, varían de un autor a otro.

Respecto a las dimensiones observamos mayor diversidad de criterios en cuanto a las medidas apropiadas de los adobes, y consideramos que este aspecto es una de las variables de caracterización de esta práctica constructiva en cada localidad, para un análisis posterior nos gustaría indagar si ciertamente existe una relación entre la medida y los aspectos geográficos de cada sitio. De igual forma existen diferentes posiciones sobre la adición de paja a la mezcla, sin embargo, la tendencia general es a usarla.

Los ensayos de campo con métodos artesanales son apropiados para la identificación de las propiedades físicas del suelo y suficientes para iniciar un proceso constructivo con tierra cruda, sin embargo, en el caso de que haya fallas en el proceso por efecto de la composición química y aspectos mecánicos, se hace necesario contar con los ensayos y pruebas de laboratorio si queremos reducir el margen de riesgo y garantizar la calidad de la infraestructura puesto que la información arrojada permite enriquecer el diseño y optimizar las condiciones del proceso constructivo.

Durante la revisión bibliográfica no encontramos referencias sobre la proporción de los componentes de la mezcla ni del bahareque ni del tapial, los aspectos descriptivos de cada técnica se sitúaban sobre todo en los aspectos que los diferenciaba de las otras técnicas constructivas. La tierra es el elemento común en las tres técnicas y sólo los materiales referidos al adobe indicaban sus proporciones, situación que nos obligó en el caso del bahareque a utilizar la proporción de la mezcla sugerida para los adobes.

En el caso de la tapia seguimos las indicaciones del Manual de Construcción en Tierra (Minke, 2001: 60-69) para la elaboración del encofrado, y sobre la composición de la tierra apisonada sólo encontramos esta referencia respecto a un edificio en Alemania en el texto de Minke (2001: 67),…”el suelo contenía 10 % de arcilla y 50 % de arena,…luego del secado las juntas se rellenaron con barro estabilizado con 8 % de aceite de linaza doblemente cocido”.

El uso de las diferentes técnicas en Venezuela pareciera que estuvo orientada por las características del suelo y el clima en cada zona, así nos encontramos por ejemplo que la tapia se usó mayormente en los estados andinos, el bahareque en Zulia y zonas rurales e indígenas del país, y el adobe en las

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ciudades coloniales. En las edificaciones monumentales tales como catedrales e iglesias era común realizar una especie de simbiosis entre las diferentes técnicas.

Fase 2

Los adobes

En el primer taller en UBV se realizaron 13 adobes, no pudimos observar su proceso de secado puesto que fueron sustraídos de la universidad durante el fin de semana posterior a su elaboración. Quedó como insumo para la investigación el registro fotográfico del proceso (Figura 5)

En el segundo taller se elaboraron 40 adobes (Figura 6), luego de 20 días se le aplicó una prueba de resistencia al peso (Morales et. al, 1985), colocándoles un saco de arena de 84 kilogramos durante 10 minutos sin observar flexión ni modificación en la forma ni estructura del adobe. Luego de la presentación del Proyecto dentro de las Jornadas de Investigación del PFG Gestión Ambiental en el mes de agosto 2007, los adobes han estado expuestos a la intemperie en la estación lluviosa y aún conservan su estructura inicial con algunas variaciones que hemos de evaluar en el transcurso de la investigación.

Durante el primer taller de adobes realizado en la comunidad Wayuumana, se elaboraron 22 adobes, se colocaron directamente en el suelo para el período de

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secado y como ya iniciaba el invierno hubo de colocar sobre ellos láminas de zinc para protegerlos de la lluvia, se voltearon cada 7 días para su secado, aún así al cabo de 30 días habían anidado en ellos insectos que se presume haya sido comején, los adobes más afectados fueron destruidos y los restantes se usaron para reforzar la escalinata de acceso a la casa del señor Diego desde la ribera del río. Se presume como causa de su deterioro el exceso de humedad.

En el segundo taller se elaboraron cuarenta adobes que fueron secados bajo sombra, se apilaron bajo una enramada cuando estuvieron completamente secos al cabo de mes y medio. Estos adobes estaban en apariencia en perfectas condiciones hasta su utilización 7 meses después (Figura 7).

El bahareque

Las paredes elaboradas durante la primera jornada presentaron luego del secado grietas con una profundidad aproximada de 1.5 cm, sin llegar su prolongación hacia el otro lado de la pared (ver Figura 8). El espesor del envarillado se presume fue excesivo puesto que el entramado de cañas verticales no dejó espacio para colocar las pelotas de barro dentro de la estructura, otro elemento indica que el espesor de 5 cm del empañado fue muy grueso. Es necesario elaborar nuevamente una prueba de suelo, puesto que se infiere alto contenido de arcilla.

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En la segunda jornada siguiendo las indicaciones de los wayuu de la comunidad, el barro se introdujo en los espacios resultantes entre las varas verticales y la capa de empañado debía dejar a la vista las cañas horizontales. Si se quiere revestir la pared para un mejor acabado, se debe esperar que el empañado seque completamente y luego frisar. La apariencia del acabado de las paredes de la primera y segunda jornada se observa en la Figura 9.

Fase 3

El Tapial

Las jornadas de la construcción de los baños se suspendieron en el mes de mayo de 2008 y fueron retomadas luego en enero de 2009, hasta el mes de mayo se construyeron 5 cabinas para la disposición del excremento levantadas con muros de tapial. Durante el período de cese de las actividades de construcción se cubrió la estructura con una malla de caucho para protegerla de la lluvia. En la actualidad se disponen las varas y horcones para soportar el techo, y el equipo discute el plan para el cerramiento posterior que permitirá obtener 5 baños con un área aproximada cada de 1.5 mt de largo x 1.5 mt de ancho.

La estructura de tapia está completamente terminada y fue observada in situ por el especialista de la Universidad de los Andes Antonio Avendaño, quien expresó que se encontraba en perfectas condiciones y era una muestra de la calidad de la tierra de la zona para aplicar este tipo de técnica.

En la figura 10 se pueden observar los avances de la construcción hasta el mes de abril 2008.

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Los resultados finales habrán de evaluarse una vez terminados los baños y puestos en funcionamiento.

Conclusiones

Los sistemas constructivos que utilizaban tierra cruda fueron desplazados progresivamente por formas constructivas que devenían del modelo de la sociedad industrializada propia del modo de vida del mundo moderno. El creciente desarrollo urbanístico de las ciudades bajo este paradigma, hizo del concreto su principal materia prima y hoy en día es precisamente la industria del concreto una de las causantes del deterioro de la capa de ozono y el calentamiento global, representando un 30% del impacto sobre los aspectos antes mencionados.

El proyecto proporciona la posibilidad de experimentar in situ, sistemas constructivos alternativos, cuyos resultados en el proceso de aprendizaje deberán impactar directamente el trabajo de los estudiantes en las comunidades de las parroquias más deprimidas a través de la unidad de Proyecto de los diferentes programas de formación de la Universidad Bolivariana de Venezuela.

Orientamos este trabajo hacia la posibilidad de reconocernos en el trabajo colectivo y valorar las propias potencialidades por medio de una experiencia práctica que se legitima en una realidad concreta. Un producto que nos permite mostrar que efectivamente podemos transformar nuestra realidad desde el acervo que hemos acumulado en el devenir histórico de nuestra memoria, proceso en el cual nuestra identidad se fortalece a través de la renovación de los saberes de pasadas generaciones y su diálogo constante con los saberes populares y científicos.

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