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VIAJE POR LOS AIRES Oacute SEA

Miuis E ES JLM i Aia

CAPITULO P R I M E R O

ProyectosmdashLos dos amigos y eacutel criadomdashCamino de Zanzibar

Mediaba el mes de Enero de 1862 cuando una noticia comunicada por el teleacutegrafo y mas tarde por los perioacutedicos puso en espectativa al mundo cientiacutefico pues se trataba de obtener aacute un mismo tiempo la solucioacuten de dos problemas hasta entonces ambos considerados por irrealizables en efecto la esploraeion del interior del Aacutefrica y la navegacioacuten aeacuterea habian sido empresas causantes de la muerte de mas de cuatro maacutertires de la ciencia de los descubrimientos De aquiacute que la proposicioacuten presentada por el presidente de la Real Sociedad Geoshygraacutefica de Londres en la sesioacuten del 14 del citado mes hubiese causado tan honda sensacioacuten eiacute honorable presidente hizo presenteaacute la respetable asamblea que por el doctor Samuel Fergusson se trataba de atravesar el Aacutefrica en Globo y unir los descubrimientos de los infinitos sabios que tomando por punto de partida la parte Este oacute la Oeste no habiau podido sin embargo atravesar el coshyrazoacuten de esa todaviacutea misteriosa parte del mundo

idea tan estraordinaria y atrevida encontroacute faacutecil acogida entre los sabios ingleses entusiastas admiradores de las ideas esceacutentricas y estraordinarias sin embargo esta no debioacute parecerles tan descabellada cuando en el acto se abrioacute una suscricion para ayuda de la empresa y en menos de una semana llegaron aacute reunirse 2500 libras equivalentes aacute unos 12 mil duros

Jinchos mecaacutenicos propusieron al ceacutelebre doctor sus sistemas y meacutetodos para dar direccioacuten aacutelos globos pero eacutel ninguno aceptaba eacute igual eacutexito obteniacutearaquo los animosos que le proponiacutean acompantildearle en su espedicion ya que del doctor hablamos seraacute bien decir cuatro palabras sobre eacutel vi

Samuel Fergusson era un hombre de cuarenta antis de estatura regular y complexioacuten sanguiacutenea su juventud la habiacutea pasado al lado de su padre brava capitaacuten de la marina inglesa acostumbraacutendose de este modo aacute los peligros y situaciones mas comprometidas esto rio impidioacute sino que contribuyoacute mucho aacute

mdash 4 mdash que el joven Samuel cobrase una aficioacuten decidida aacute los estudios y descubnmiei tos geograacuteficos Al morir su padre nuestro heacuteroe teniacutea 22 antildeos y tanto para laquosimar sii sentimiento cuanto para satisfacer su sed de descubrimientos y avenshyturas se alistoacute eri un ciierpode ingenieros en Ja niiiacuteicia adquirioacute la amistad de orojoacutevenliacuteimadolJicfeKennedy3Con quien aacute pesar iquestlela diferencia de constitushycioacuten y caracteres simpatizoacute desdo luego unieacutendolos para en lo sucesivo una amistad inalterable y verdadera Fergusson retirado pronto del servicio solo se ocupoacute de exploraciones atravesando la peniacutensula indiana desde Calcutla aacute Suralc visitoacute ademas iexcla Australia con la mayor parte de la Oceaniacutea y despueacutes las regiones mssisepteirtrfontildeaacutelesjcosteando el continente americano desdo el estrecho de Behring al cabtiacute Faacuterewel estrecho de Bavis yibaacutehiacutea de JIudson

Kn todas estas espediciones iba acompantildeado de un fiel criado Juan W i l -son persona escelente y adicto por completo aacute su amo cuyos deseos adishyvinaba ejecutando sus oacuterdenes con el mayor acierto aacute estas preciosas condishyciones reuniacutea una agilidad estraordinaria siendo para eacutel lin verdadero Juego saltar trepar y ejecutar los ejercicios mas peligrosos e cualquier volatinero en cuanto aacute natacioacuten muchos cetaacuteceos envidiariacutean su agilidad y por uacuteltimo poniacutea el sello aacute todas estas preciosas cualidades un alcance de visiaacute maravilloso Noacute es pues estrantildeo que el doctor pensase desde luego hacer de su amigo Dick y de su criado Juan los dos compantildeeros de sus aventuras en cuanto aacute eacuteste no laquopuso obstaacuteculo alguno ni mucho menos dudoacute ni un momento ser faacutecil la realishyzacioacuten de la empresa tanta era lafeacutequacuteesu amo le inspiraba 1

Kennedy estaba fuera cuando Samuel dio aacute luz su proyecto mas en el insshytante que lo supo volvioacute aacute Londres y se encaminoacute en derechura casa de su amishygomdashiquestEs cierto lo que dice este perioacutediexclcoleacute preguntoacute ensentildeaacutendole uno en el que apareciacutea la noticia con todos sus detallesmdashSiacute iacute)ick iquestdeque le sorprendes veo que se adelanta poco en los descubrimientos y quiero llevar acabo una empresa digna del siglo en que vivimos por lo tanto prevente porque antes de cuatro meses iremos aacute visitar esa region tan misteriosa y te aseguro por quien soy que para nosotros dejaraacute de - serlo pues hemos de escudrintildear aacute nuestro sabor sus mas ignoradas regionesmdashPero iexcldesgraciadoI contesteacute Kennedy hablas de esponer tu existencia iacutean seriamente que cualquiera creeriacutea que era cosa decishydida mas bien puedes suponer que nii vuelta tan-apresurada solo tiene por obshyjeto impedirte llevar aacute efecto tal idea en cuanto aacutemi ni por asomo deseo tershyminar mi vida de un modo tan traacutegicomdashNo te canses Dick que es cosa reacutesucl ta por lo demaacutes en vez de ser esto causa deiexcltu muerte seraacute mas bien ocasioacuten do que te eleves aacute un puesto que muchos codician pues son infinitas las instancias ^ue he tenido que desatender por otra parte es imposible consientas quedarle cuando sepas que vamos aacute atravesar los paiacuteses de la caza maacutes estraordinaria y abundante desde luego te aseguroacute queacute por delante de tu carabina han de pasar los animales mas raros y bellos de la creacioacuten

Seducido Dick por tanencantadora perspectiva y muchomas por no dejar soshylo aacute su amigo cesoacute en sus objeciones y dejoacute hacer cuanto Samuel propusoLos trabajos adelantaban raacutepidamente encontraacutendose el 10 de Febrero el globo balanshyceaacutendose graciosamente sobre la barquilla y dispuesto aacute desempentildear su comisioacuten

Por mas que algunos de nuestros lectores no esteacuten muy ai corriente en iexclas artes mecaacutenicas seraacute bien detenernos un poco en ciertos pormenores

Fergusson mandoacute construir dos globos de desigual tamantildeo y encerrado uno dentro de otro el globo exterior tenia de diaacutemetro horizontal cincuenta pies y el vertical setenta y cinco resultando un esferoide de90 milpieacutes cuacutebicos dea-

bull mdash 5 bull _ tro de este habia otro mas pequentildeo que solo tenia cuarenta y cinco pitoacute de diaacutemetro horizontal y sesenta y ocho de vertical en capacidad interior 67 mil pies ciiacutebicos desde un globo al otro se abria una vaacutelvula que en caso de neceshysidad los poniacutea en comunicacioacuten Con eltte medio en el caso de rotura oacute cual-cuier accidente al globo exterior les quedaba ei pequentildeo con el que no era t ifiacutecil restablecer el equilibrio Ambas capacidades se henchiriacutean de gas hishydroacutegeno que es catorce veces y media mas liacuteg o que el aire es decir que dicha diferencia es lo que constituiriacutea la fueiza ascensional del globo Seguacuten un caacutelshyculo aproximado el globo debiacutea levantar im peso de cuatro mil libras represenshytadas por los siguientes objetos Peso de Fergusson 135 libras de Kennedy 153 Juan 120 ambos globos la barquilla y red 1440 inslrultnentos ropas armas y menudencias 190 viacuteveres 380 agua 400 aparato para manejar el globo y lastre li56 lIolfll4000 libras

Estando todo dispuesto solo faltaba celebrar la despedida y efectivamente asiacute se hizo el dia 20 costeando la Real Sociedad Geograacutefica una gran comida ea honor de Fergusson y Kennedy menudearon los brindis en gracia de los espe-dicionarios y aacute los postres iexcllegoacute un mensaje de la reinacumplimentaacutendolos Conshycluido elbanquete pasaron uacuteRosolute buque de vapor que el gobierno tuvo la galanteriacutea de ofrecer pira conducirles1 aacute Zanziacutebar y en donde el diacutea antes ha -biaiUMcloacutecoacutelocadoSei^lobo y los demaacutes accesorios

A diaacute siguienteacutei aacute las tres de la mantildeana se levoacute el ancla eacute impaacutelsado por su heacutelice el jlewMc se deslizo hacia la embocadura del Taacutemesis Las buenas condiciones de la navegacioacuten haacutecian augurar el feliz eacutexito de la empresa como es de suponer ios conversaciones que se sosteniacutean aacute bordo todas versaban sobre este asunto deseando los oficiales del buque conocer losplanes del ductor y p o r q u eacute eacutestetenia tal seguridad de buen eacutexito Fergusson se prestoacute aacute satisfashycer tan justa curiosidad usando de Ja palabra en estos oacute parecidos teacuterminos

bull Casi todas las espediciones aerostaacuteticas han fracasado a causa de la ineficaraquo ciade los medios empleados paralalocomocionporlotantoyo prescindo de alas ni heacutelices y me proponampo omplear el aire para caminar y el caloacuterico para eleshyvarme y descenderaacute voluntad Con la mitad del picho liacutecno de gas tiene la sushyficiente potencia paacuteraelevarseyaacuterfastrar las cuatro mil libras de peso que debe llevar Por medio de un caloriacutefero alimentado con gas oxiacutegeno eacute hidroacutegeno que me proporciono descomponiendo el agua por medio de una pila de Buntzen elevo la temperatura del interior del globo ycomo que-al aumentar el caloacuterico el gas seacute dilata aumentaniacuteio de volumen esto hace queacute se desaloje aire atmosshyfeacuterico de modo que porcada dtezltgrados niacuteas decaloacuterico el hidroacutegeno del globo se dilataraacute sesenta y dos metrosi cuacutebicos proacuteximamente y la fuerza ascensional del aparato aumentaraacute ciento sesenta fibras Esto equivale aacute -arroja el mismo peso de lastre y en esta proporcioacuten puedo aacute mi placer elevarme oacute descender solo coa avivar o amortiguar la luz del mechero que da vida al caloriacutefero

En cuanto ala direccioacuten que ileva-faacute el globo seraacute indudablemente salvo cualquier accidente pasajero de Este aacute Oeste pues trato de aprovechar los vientos aliacuteseos queson los que reinan siembre en la zona |toacuterrida con la dicha direccioacuten ademaacutes que pudtendoacute elevarme aacute voluntad es faacutecil buscar en otra re gion masoacute menos elevada un viento que marque la direccioacuten conveniente

JE objeto del viaje no es otro que comprobar la certeza de las relaciones que respecto al Aacutefrica nos han dado ios viajeros que nos han precedido solo que coa nuestro meacutetodo adelantaremos mas que ellos sin tener que sufrir ninguna dft sus penalidades

De esta manera terminoacute su discurso el doctor mereciendo la aprobacioacuten del auditorio Nada se le podia objetar todo lo habiacutea previsto y resuelto

CAPIacuteTULO IacuteI

Los preparativosmdashNombre alegoacuterico del globo-mdashPrimeros diacuteas de navegacioacutenmdashLos hijos de la Luna

Viento constantemente favorable apresuroacute la marcha del Besohte que ancloacute m el puerto de Ja ciudad eacute isla de Zanziacutebar el 1S de Abril aacute las once de la mantildeana ^ inmediatamente se procedioacute al desembarco inas al enterarse hrpo-fclacion de que habia llegado un cristiano que trataba de elevarse por los aires su ciego fanatismo les sugirioacute la idea deque se trataba de alguacuten provecto sashycrilego y quiso oponerse aacute la ejecucioacuten Enterado el coacutensul de estas disposicioshynes conferencioacute con el doctor y el comandante del buque eacuteste no queriacutea dejarse intimidar mas Samuel le atrajo ala razoacuten indicaacutendole que aunque gor siacute nada temiesen ora muy faacutecil que el globo recibiera cualquier rasguntildeoraquo y comprometiera la expedicioacuten por lo tanto escogieron para desembarco una isla desierta fuera del puerto Eu ella se procedioacute al henchimiento del globo operacioacuten que exigioacute ios mayores cuidados y que fueacute ejecutada con felicidad despueacutes colocaron en la barquilla la tienda ropas armas instrumentos y V H veres necesarios Sacos de tierra sustituyeron con exceso el peso deacutelos viajeros que pasaron en tierra con sus compatriotas la noche del 17 al AS de Abril A las nueve de la mantildeana entraron los tres viajeros en la barquilla despueacutes de baber abrazado con efusioacuten aacute los bravos marinos que los habian acompantildeado eacutel doctor encendioacute el mechero abriendo toda la Uaye para que produjera intensa liacuteamn aacute los pocos minutos el globo que se manteniacutea en perfecto equilibrio emshypezoacute aacute levantarse Los marinos dejaron correrlas cuerdas con que provisioshynalmente habia sido sujeto y la barquilla se elevoacute aacute veinte pies del suelo

mdashAmigos miacuteos exclamoacute el doctor colocado entre sus dos compantildeeros y quishytaacutendose el sombrero demos aacute nuestro buque aeacutereo un nombre de buen aguumlero llameacutemosle^ Viclorin - Un burra formidable respondioacute aacutelaquow-palabras bull

bull En aquel momento la fuerza ascendente del globo aumentoacute prodigiosamente lerguacutesson Kennedy y Juan dirigieron el uacuteltimo adioacutes aacute sus amigos y aacute una se-fiaiexcldel doctor sueltas del todo las cuerdas el Victoria se elevoacute raacutepidamente mientras que los cuatro cantildeones delResolute disparaban en su honor

El ambiente era puro y el viento moderado el Victoria subioacute casi perpen-dicularmente aacute mil quinientos pies de altura alliacute encontroacute una corriente mas marcada que los llevoacute hacia el Sudoeste Magniacutefico espectaacuteculo se desarrollaba aacute los ojos de los viajeros los campos presentaban diferentes matices ramilla^

bull1

_ 7 mdash tes-de aacuterboles indicaban los bosques los habitantes de la isla pareciacutean insectos los hurras y los gritos se estinguian poco aacute poco en la atmoacutesfera

mdashiexclQueacute magniacutefico espectaacuteculo exclamoacute Juan pero nadie le contesto Eldoctor observaacutebalas inflexiones del buque que iba aacute dirigir y Kennedy miraba ftin t raer bastantes ojos para ver muy pronto se encontraron aacute 2500 pies y ha bien doscopy fijado el aire con mas firmeza Samuel dejoacute el mechero aacute media llamocon loque sm descender el Victoria avanzaba raacutepidamente

Repuestos de las emociones de la partida y algo serenos entablaron convershysacioacuten espresando cada cual lo grato que les era aquella situacioacuten Juan sobre todo estaba loco de contento verdad es queeacutel se tenia por demasiado dichoso con hacer lo que su amo deseaba esto no obstante su estoacutemago le recordoacute quumlamp no habian comido nada desde la tarde antes y por lo tanto propuso pensar en el desayuno cuya idea fueacute aceptada por unanimidad En un instante sirvioacute Juant el almuerzo compuesto de galleta y sendos trozos de carne en conserva seguishydo de buenas tazas de cafeacute confeccionado por el inimitable Juan aacute la luzdel mechero

Saciado eiacute apetito volvieron las esclamaciones sobre la comodidad y bUett gusto del globo iexclAI diablo las diligencias deciaunomdash|Y los vapores antildeadiacutea et otromdashiexclY las locomotoras replicaba KennedymdashiexclQueacute espectaacuteculoImdashiexclQueacute admishyracioacuten (mdashiexclEsto es sonar en hamaca

A caso hecho Samuel amortiguoacute el mechero hasta que estuvieron aacute_unos quinientos pies del suelo del que distinguiacutean perfectamente todos los accjdenlt-iacutees del territorio que atravesaban Pasaban sobre campos cultivados deacute maiacutez tabaco centeno y arroz carneros y cabras veiacuteanse dentro de grandes jaulas formadas sobre postes para librar aacute las reses de la rapacidad de las uumleras

El paso del Victoria sobre las al deas era causa de infinita algazara deacute gritps

Iacute exclamaciones y algunos llevaban su atrevimiento aacute lanzar flechas y a u n aacute isparar sus espingardas verdad es que el doctor procuraba mantenerse aacute unamp

distancia- respetuosa pues de otra manera el globo no dejaba de ofrecer un buen blanco para una bala

Al medio dia consultado el mapa reconocieron se encontraban sobre la a l shydea de Tunda en sus alrededores habiacutea unos magniacuteficos aacuterboles que llamaron extraordinariamente la atencioacuten de Juan sonboabales les dijo el doctor allis hay uno cuyo tronco tendraacute cienpies de circunferencia Tal vez al pieacute deacute ese aacuterbol fueacute donde perecioacute el viajero Jiacuteainan en1845 el jefe de esta comarca lfe cogtdraquo

taladroacute la garganta y por uacuteltimo le arrancoacute la cabeza al desgraciado antes de que estuviese completamente cortada Aquel infortunado era franceacutes y teniacutea veintisiete antildeos Francia reclamoacute justicia del Said degrave Zanzibar mas el asesina no se pudo encontrar

mdashSubamos sentildeor dijo Juan no nos atrapen esos animales y con mas motishyvo si hemos de salvar el monte aquel aacute donde el aire nos lleva rectamentemdash Subiremos dijo el doctor pues aacute la opuesta caida de aquella eminencia lraacuteto-

de pasar la noche En efecto aacute las siete de la tardeacute pasaban sobre la cumbre degravei monte Duthu-

mf paralo cual tuvieron que alcanzar una elevacioacuten de mas de tres mil pies Al descender aacute la vertiente opuesta dejaron colgar las anclas y encontrando una de ellas las ramas de un enorme nopal quedoacute perfectamente enganchada Juan se deslizoacute por la cuerda y la aseguroacute mejor despueacutes le arrojaron la escati de seda por la que trepoacute aacutegilmente Midiendo sobre el mapa calcularon haber

mdash 8 mdash andado aquel dia unas cincuenta leguas Dividieron la noche en tres guardias para que velase uno por su turno y despueacutes de haber cenado se envolvieron en las mantas y trataron de dormir bull

La noche se pasoacute bien pero ala mantildeana siguiente Kennedy tenia calentura Samuel no tomoacute por ello cuidado y ordenoacute aacuteluaacuten bajar aacute desenganchar el anshycla hecho esto elevoacute la temperatura y prometioacute aacute uumliek que iba aacute darle un medishycamento que lo pondriacutea bueno al momento efectivamente apenas subieron a l shygunos centenares de pies saliendo de aquella atmoacutesfera mal sana y cuando el sol con sus rayos les dio alegriacutea y calor la fiehre desaparecioacute corno por encanto de loque el paciente y Juaii quedaron no poco maravilladosmdash-iexclExcelente meshydicamento exclamoacute JuanmdashHago lo que los meacutedicos de Europa repuso el doctor le mudo de aires y sus resultados ya los habeacuteis visto

Eacutel globo marchaba aacute regular velocidad cuando al cabo de un rato llegaron aun claro donde no se distinguiacutea ni aun sentildeales de habitacioacuten aunque habia bastante frondosidad_ el doctor propuso aacute sus compantildeeros detenerse y probar fortuna en la caza mientras que eacutel arregliba sus notas de viaje Aprobado el pensamiento dejaroncolgadaslasanclas que bien pronto hicieron presa en las ramas de un gran sicoacutemoro El doctor encargoacute iexclaacute su$ amigos mucha prudencia mientras estuvieron en tierra al paso que ellosk recomendaron no seacute echase aacute VOlai - bullbullbullbullr v bull ~

A la media hora de marcha penetraron Dick y Juan en un bosque de gomeshyros llevando el dedo en el gatillo y atenta la vista ~ |Queacute agradable es andar dijo Juan al tieiacutenpp quedaba un soberbio tropezoacutenmas Kennedyle hizo sentildeas de que callara piles por un claroacababade ver unrebantildeo deacute diezantiacutelopesbe- hiendo agua en un torrente aquellos graciososi animales presentiacutean el peligro y levantaban la cabeza aspirando el aire del lado de los cazadores Kennedy rodeoacute un bosquecillo lograndoponerse aacute tiro1ydisparoacute El rebantildeodesapareciogt iuacutestantaacutene^iufthte menos una resque cayoacute muerta Los cazadores no se precipishytaron aacute ella alegraacutendose inunitoal examinar tan buena^iresasu pielera de coshylor azul claro el vientre gris y iquestI interior de las patas blanco como la nieve Le desollaroncon presteza y con los solomillos hicieronun magniacutefico asado en el iacutenterin dijo Juan iexclQueacute bonita cara pondiuionqs si al ir aacute buscar ai sentildeor Fer~

ussoacuten hubiese volado el globomdashPoco probable es tuidea pues ademas de amuel ser incapaz deacute abandonarnos inaneja el Victoria con una facilidad

admirablemdashPuessin em bargo no seacute queacute secretopresenlimiuumluto me anuncia una desgraciamdashVuelve el asado Juan y dejeacutemonos desuppsiciones poco pro-b a b l e s ^ [bullI---- bull

En aquel momento sonoacute un tiro del-lado donde estaba el globo inmediatashymente recogieron la carne del aacuteritiacutelope yempriacuteiacutetidjerou la marcha hacia el Vicshytoria cuando aacute poco rato sonoacute otrodispaacutero Precipitadamente llegaron al liamdash dero del bosque desde donde distinguieron el iexclglobo sobre el aacuterbol mas por su tronco trepaban untildea veintena de negros oacute que tal pareciacutean por lo que consishyderaron perdido aacute Siimuclsin embargo se preparaban aacute atacarlos cuando Fergusson haciendo otro disparo echoacute a rodar uno de aquellos individuos mas nuestros amigos se quedaionno poco admirados al ver que se quedoacute suspendishydo de una rama con los brazos y las pierna^ col gando Entonces conocieron que solo teniacutean quehabeacuterselas eonutiacutea turba de monos enormes losque ahuyentaron con unos cuantos disparos En un im-tante se vieron dentro del Victoria que -desenganchada el ancla se elevoacute en el aire oacute impulsado por un viento regularshyse dirigioacute hacia el Eacuteste

Celebraron no poco el lance pasado y se propusieron ser mas cautos en adeshylante Comieron aacute satisfaccioacuten carne fresca de antiacutelope y continuaron su viaje sin accidente notable hasta las dos de la tarde que llegaron aacute la populo-a cuidadleraquo Kazeh En dos dias de camino habian andado unas doscientas leguas El capitaacuten Burton tardoacute cualro meses y medio en llegar allaacute

Mucha algazara y bullicio habiacutea en las plazas de este importante mercado mas al aproximarse eacutel Victoria todo se calloacute corno poroncanto desapareciendo instantaacuteneamente hombres mujeres nintildeos esclavos y mercaderes Juan hubieshyra deseado descender y apropiarse de lo mas uacutetil pero el doctor le dijo que aquel temor pasajero durariacutea poco por lo que no convenia mucho el fiarse de las apariencias Eacuten efecto aacute poco rato fueron distinguieacutendose las cabezas de los mas curiosos y bien pronto toda la poblacioacuten se dejoacute ver los magos oacute adivinos se distinguiacutean por los amuletos de queibnn adornados el mas anciano de ellas hizo sentildea aacute ia multitud que se calloacute al momento y eacutel dirigioacute aacute los del globo na largo discurso del que Samuel entendioacute que el rey deacute aquella tribu estaba enshyfermo y que-creyendo el pueblo que el globo era la luna la suplicaban maridacopy uno de sus hijos aacute visitarlo Contraiacutea opinioacuten de Dick decidioacute Samuel acceshyderaacute ia demanda advirtieacutendoles empero que cuidasen del globo teniendo el mechero en actividad para estar prontos aacute huir en caso necesario

Serian las tres deacutela tardo cuando Fcrgasltbh en medio -de los mas altos dignatarios iexcl leiacute ruino se dirigiacutea aacute la barraca-palacio en donde yacia sumido en una eterna borrachera un negro enorme de aspecto sucio y repugnante Los favorishytos y la muj iTesde S M estuvieron inclinados y arrodillados mientras dureacute esta viexclitiacutet Con algunas gotas de un cordial muy activo el doctor reanimoacute un poco aquel cuerpo embrutecido el sultaacuten hizo un movimiento eneacutergico cuyraquo sintoniacutea fueacute acogido con una algarabiacutea de gritos ntildei honor del meacutedico Eacutel docshytor les hizo un ceremonioso cumplido y salioacute del palacio dirigieacutendose hacia el Yiclnrm 4lt

Entre imito Juan sentado al pieacute de la escala recibiacutea con pasmosa gravaH IacuteiexclU los homenajes que la admirada multitud prodigaba auno de los hijos pre~ dihcios de la luna despueacutes formaron una danza en la que tambieacuten tomaron

parle las joacutevenes africanas aacute esteespectaacuteculo no pudo resistir nuestro amigo jiexcl se mezcloacute tambieacuten en la contradanza En esto Dick que estabade centinela eot k barquilla le dio la voz de alarma suspende Juan su baile y observa que Sashymuel venia poeomenoi que huyendo delante (jcunaturhade fanaacuteticos y adivinos bullfine departiacutean acaloradamente haciendo cestos nada tranquliexclZidores El doctosraquo llegoacute a pieacute de la escala que subioacute raacutepidamentei siguieacutendoleJuan canflgiiacuteiaVd) mdashNo trates de detenerte aacute desenganchar el ancla cortaremodaacute cuerda prontoraquo dijo el doctormdashPero iquestqueacute sucede preguntoacute Juan escalando la barquilla Mirad respondioacute Fergtisson sentildealando al horizonte

La luna como un globo de fuego se levantaba majestuosa lo pual dio oca-raquo sion aacute que la multitud cambiase las adoraciones en amenazas Conociacutean que sft les escapaba su presa y aumentaban los gritos do furor tino de los santones s u shybioacute al aacuterbol con aacutenimo de tirar de la luna y echarla al suelo mas al trepar pop las ramas se rompioacute la que sosteniacutea el ancla que al desengancharse cogioacute a l mago por entre las piernas y lo elevoacute aacute mas de quinientos pies del primer tiroacuten El negro estaba agarrado aacute la cuerda con extraordinaria energiacutea- y el globo continuaba subiendo al paso que la multitud se aterroacute al ver unode sus magos suspendido en el espacio Dn ligero viento de Oeste arrastroacute al globo lejos de la ciudad y media hora despueacutes ha hiendo disminuido Samuel laacutellama del raerraquo

GLOBO 2

enero se aproximoacute aacute tierra al llegar aacute unos veinte pies del suelo el negro se ianz^ aacute ticj|ra ceacuteyeiacuteido en pieacute y echando aacute correr en seguida haciashyKazeh mientras que suacutebitamentealigerado el Victoria se elevaba de nuevo

copyAPIacuteTULOacute III

La tormenteshy Muerte de un elefantemdashFasodel EcuadormdashLas fuentes del MiacuteoshymdashCombate de dos tribus

Hay un refraacuten espantildeol que afirma que el que se viste de prestado en la calle lo desnudan y esto fueacute lo que sucedioacute aacute nuestros aventureros por adoptar un caraacutecter que no era el suyo

Mientras comentaban alegremente el pasado lance el cielo se iba cargando hacia el N de nubes siniestras y pesadas Un viento bastante vivo arrastraba al Victoria con una velocidad de treinta y cinco millas por hora Poco aacute poco fueacute establecieacutendose uii silencio sepulcral la atmoacutesfera pareciacutea acolchada y la naturaleza entera presentaba siacutentomas de un cataclismo proacuteximo

De rcpeacuteuteua relaacutempago Violento rasgoacutelas sombras seguidoshyde un espantoso trueKbmdashiexclAlerta gritoacute Fergusson Kennedy y Juan alarmados ya so pusieron al lado del doctormdashiquestBajamos dijo Kennedymdash No el globo no resistiriacutea Sushybamos antes que esas nubes se conviertan en agua y el viento se desencadene esto dijo Samuel activando la llama del mechero Uumla segundo relaacutempago rasgoacute las mibes seguido de otros muchos continuados y repetidos El viento se desshyencadenaba con una violencia horrible dividiendo las nubes incandescentes dintildease que era un inmenso ventilador activando un incendio

El doctor tenia el mechero aacute toda llama el globo se dilataba y subiacutea aacute pesar de los relaacutempagos que dibujaban inflamadas tangentes eacuten su derredor estaban eacuten plenofuegomdashQue Dios nos asista dijo Samuel nuestra vida estaacute en susmashynos y solo eacutel puede salvarnos La voz del doctor apenas llegaba aacute los oiacutedos de sus compantildeeros eacuten iacutenedio de los truenos y exhalaciones pero el Victoria gubia siempre encontraacutendose al cabo de un cuarto de hora fuera de la zona tempesshytuosa y por bajo de eacutel continuaban las exhalaciones eleacutectricas como si fuera una vasta corona de fuegos artificiales queacute colgara de la barquillaEl doctor conshysultoacute al baroacutemetro que dio doce mil de elevacioacuten

A las cuatro deacutela mantildeaua el sol se elevoacute y disipoacute las nubes al par que un viento agradable refrescoacute la atmoacutesfera eacutel globo corriendo bordadasshy apenas se habiacutea inclinado aacute ninguacuten1 lado el doctor le hizo descenderaacute unos milpieacutes donde encontroacute una corriente que con mediana velocidad les condujo al Noroeste antes de mucho losi iexclajeros se hallaron en el liacutemite de una inmensa pradera natural sin que en toda ella se descubriese vestigio alguno de habitacioacuten deshytwniiaaacuteiacuteon bajar aacute tierra para proveerse de agua у сага y al efecto dejaroa

mdash 11 mdash Jas anclas colgando que rozaban las altas yerbas trazando un surco semejante a l a estela de un buque

De pronto el globo se detuvo por haber sin duda mordido el ancla en alguacuten objeto oculto bajo las yerbas va se preparaban aacute descender cuando un gritoi agudo resonoacute en elaireacute y el Victoria se puso en marcha arrastrado por el bicha 4 (fue el ancla habiacutea agarrado Avanzaban con cierta rapidez y pronto llegaron aacute un claro donde se dejoacute ver un magniacutefico elefante con el ancla del Victoria sujeia aacute uno de sus largos colmillos Intentaba con la trompa desembarazarse de aquel lazo Tomoacute un galope raacutepido dando fuertes sacudidas aacute la barquilla en suacute trote El doctor con un hacha en la mano estaba dispuesto aacute cortar la cuerda-si habia necesidad iacutenterin que Diclc preparabasu certera carabina laprimeiaacuteT

bala disparada contra el craacuteneo se aplastoacute como sobre una plancha de hierros este golpe solo sirvioacute para hacerle acelerar el pasoacute las balas coacutenicastampocoTef detuvieron pero la situaqion apremiaba pues aacute unas cien toesas daba principio- un bosque en cuyas ramas no lardariacutea el globo en hacerse pedazos mas Kennedy le dirigioacute un balazo aacute un ojo en un momento que levantoacute la cabeza El golpe fueacute decisivo el animal se detuvo vaciloacute sus rodillas se doblaron y presentoacute e l flanco al cazador En aquella postara fueacute faacutecil dirigirle una bala al corazoacuten que puso fin aacute la desesperacioacuten y agoniacutea del monstruo iraquo

Con sumo placerse aproximaron al elefante y trataron sacar el mejorpartido de tan notable caza al efecto le cortoacute Juan la trompa que tendriacutea unos diea pies de ancha en su nacimiento escogioacute lo mas delicado de ella y en unioacuten de ano de sus pies la envolvioacute en yerbas aromaacuteticas colocaacutendolo todo en el fondo de un horno previamente caldeado sobre la carne formoacute una segunda fogatas

quemada la cual el asado estaba en toda sazoacuten Entrelando Diclc sehaacutebia intershynado en el bosque proacuteximo haciendo repetidos disparos y al cabo de dos horas volvioacute con un rosario degordas perdices y las dbspiernas traseras deun antiacutelope

La comida sobre un magniacutefico ceacutesped estuvo deliciosa y amenizada con galleta aguardiente cafeacute y agua fresca y ciara de un arroyo proacuteximo La tarde concluyoacute sin novedad y la noche determinaron pasarla en tierra

A las cinco de la mantildeana siguiente se emprendioacute la partida llevaacutendolos una fuerte brisa en direccioacuten al Ecuador cuya liacutenea atravesaron aacute las once de la mantildeana por manera que al anunciar el doctor que entraban en el hemisferio1

boreal estuvo muy oportuna la ocurrencia de Juan proponiendo que tan grata suceso se festejase con un vaso de ron

El viento continuabadel Este con una velocidad de treinta millas por horabdquo5 por lo que se encontraron muy pronto sobre el lago Nyanza presumible (lepoacute- sito de las aguas del Nilo varias son las islas que en este lago se encuentran yj una es tan considerable que estaacute gobernada por tres sultanes Habieacutendose diritiacutel gido el Vkloria hacia el Oeste les dijo Samuel mdashDentro de poco veremos e l fundamento de losrelatos que suponen que este gran lago engendra el Kilo pues tardaremos poco en llegar aacute la pane mas occidental doacutende necesariamente debeacutel estar el principio de eacutel

Efectivamente antes de dos horas llegaron aacute la estremidad del lago pasan- do sobre los elevados picos de altas montantildeas pero entre ellas y por una ga r shyganta profunda y sinuosa escapaba un agitado rio-mdashVed amigos mios esclamdf el doctor los relatos de los aacuterabes eran exactos hablaban de un rio por donde este higo que ellos llaman Ukeacutereacuteouacuteeacute derramaba sus aguas hacia el Norte Sf | laquose hilo de agua que huye bajo nuestros pies vaacute aacute confundirse con las olas defc Mediterraacuteneo iEs el Nifoacute luumluumlrrahpor el Kilo

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 2: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

VIAJE POR LOS AIRES Oacute SEA

Miuis E ES JLM i Aia

CAPITULO P R I M E R O

ProyectosmdashLos dos amigos y eacutel criadomdashCamino de Zanzibar

Mediaba el mes de Enero de 1862 cuando una noticia comunicada por el teleacutegrafo y mas tarde por los perioacutedicos puso en espectativa al mundo cientiacutefico pues se trataba de obtener aacute un mismo tiempo la solucioacuten de dos problemas hasta entonces ambos considerados por irrealizables en efecto la esploraeion del interior del Aacutefrica y la navegacioacuten aeacuterea habian sido empresas causantes de la muerte de mas de cuatro maacutertires de la ciencia de los descubrimientos De aquiacute que la proposicioacuten presentada por el presidente de la Real Sociedad Geoshygraacutefica de Londres en la sesioacuten del 14 del citado mes hubiese causado tan honda sensacioacuten eiacute honorable presidente hizo presenteaacute la respetable asamblea que por el doctor Samuel Fergusson se trataba de atravesar el Aacutefrica en Globo y unir los descubrimientos de los infinitos sabios que tomando por punto de partida la parte Este oacute la Oeste no habiau podido sin embargo atravesar el coshyrazoacuten de esa todaviacutea misteriosa parte del mundo

idea tan estraordinaria y atrevida encontroacute faacutecil acogida entre los sabios ingleses entusiastas admiradores de las ideas esceacutentricas y estraordinarias sin embargo esta no debioacute parecerles tan descabellada cuando en el acto se abrioacute una suscricion para ayuda de la empresa y en menos de una semana llegaron aacute reunirse 2500 libras equivalentes aacute unos 12 mil duros

Jinchos mecaacutenicos propusieron al ceacutelebre doctor sus sistemas y meacutetodos para dar direccioacuten aacutelos globos pero eacutel ninguno aceptaba eacute igual eacutexito obteniacutearaquo los animosos que le proponiacutean acompantildearle en su espedicion ya que del doctor hablamos seraacute bien decir cuatro palabras sobre eacutel vi

Samuel Fergusson era un hombre de cuarenta antis de estatura regular y complexioacuten sanguiacutenea su juventud la habiacutea pasado al lado de su padre brava capitaacuten de la marina inglesa acostumbraacutendose de este modo aacute los peligros y situaciones mas comprometidas esto rio impidioacute sino que contribuyoacute mucho aacute

mdash 4 mdash que el joven Samuel cobrase una aficioacuten decidida aacute los estudios y descubnmiei tos geograacuteficos Al morir su padre nuestro heacuteroe teniacutea 22 antildeos y tanto para laquosimar sii sentimiento cuanto para satisfacer su sed de descubrimientos y avenshyturas se alistoacute eri un ciierpode ingenieros en Ja niiiacuteicia adquirioacute la amistad de orojoacutevenliacuteimadolJicfeKennedy3Con quien aacute pesar iquestlela diferencia de constitushycioacuten y caracteres simpatizoacute desdo luego unieacutendolos para en lo sucesivo una amistad inalterable y verdadera Fergusson retirado pronto del servicio solo se ocupoacute de exploraciones atravesando la peniacutensula indiana desde Calcutla aacute Suralc visitoacute ademas iexcla Australia con la mayor parte de la Oceaniacutea y despueacutes las regiones mssisepteirtrfontildeaacutelesjcosteando el continente americano desdo el estrecho de Behring al cabtiacute Faacuterewel estrecho de Bavis yibaacutehiacutea de JIudson

Kn todas estas espediciones iba acompantildeado de un fiel criado Juan W i l -son persona escelente y adicto por completo aacute su amo cuyos deseos adishyvinaba ejecutando sus oacuterdenes con el mayor acierto aacute estas preciosas condishyciones reuniacutea una agilidad estraordinaria siendo para eacutel lin verdadero Juego saltar trepar y ejecutar los ejercicios mas peligrosos e cualquier volatinero en cuanto aacute natacioacuten muchos cetaacuteceos envidiariacutean su agilidad y por uacuteltimo poniacutea el sello aacute todas estas preciosas cualidades un alcance de visiaacute maravilloso Noacute es pues estrantildeo que el doctor pensase desde luego hacer de su amigo Dick y de su criado Juan los dos compantildeeros de sus aventuras en cuanto aacute eacuteste no laquopuso obstaacuteculo alguno ni mucho menos dudoacute ni un momento ser faacutecil la realishyzacioacuten de la empresa tanta era lafeacutequacuteesu amo le inspiraba 1

Kennedy estaba fuera cuando Samuel dio aacute luz su proyecto mas en el insshytante que lo supo volvioacute aacute Londres y se encaminoacute en derechura casa de su amishygomdashiquestEs cierto lo que dice este perioacutediexclcoleacute preguntoacute ensentildeaacutendole uno en el que apareciacutea la noticia con todos sus detallesmdashSiacute iacute)ick iquestdeque le sorprendes veo que se adelanta poco en los descubrimientos y quiero llevar acabo una empresa digna del siglo en que vivimos por lo tanto prevente porque antes de cuatro meses iremos aacute visitar esa region tan misteriosa y te aseguro por quien soy que para nosotros dejaraacute de - serlo pues hemos de escudrintildear aacute nuestro sabor sus mas ignoradas regionesmdashPero iexcldesgraciadoI contesteacute Kennedy hablas de esponer tu existencia iacutean seriamente que cualquiera creeriacutea que era cosa decishydida mas bien puedes suponer que nii vuelta tan-apresurada solo tiene por obshyjeto impedirte llevar aacute efecto tal idea en cuanto aacutemi ni por asomo deseo tershyminar mi vida de un modo tan traacutegicomdashNo te canses Dick que es cosa reacutesucl ta por lo demaacutes en vez de ser esto causa deiexcltu muerte seraacute mas bien ocasioacuten do que te eleves aacute un puesto que muchos codician pues son infinitas las instancias ^ue he tenido que desatender por otra parte es imposible consientas quedarle cuando sepas que vamos aacute atravesar los paiacuteses de la caza maacutes estraordinaria y abundante desde luego te aseguroacute queacute por delante de tu carabina han de pasar los animales mas raros y bellos de la creacioacuten

Seducido Dick por tanencantadora perspectiva y muchomas por no dejar soshylo aacute su amigo cesoacute en sus objeciones y dejoacute hacer cuanto Samuel propusoLos trabajos adelantaban raacutepidamente encontraacutendose el 10 de Febrero el globo balanshyceaacutendose graciosamente sobre la barquilla y dispuesto aacute desempentildear su comisioacuten

Por mas que algunos de nuestros lectores no esteacuten muy ai corriente en iexclas artes mecaacutenicas seraacute bien detenernos un poco en ciertos pormenores

Fergusson mandoacute construir dos globos de desigual tamantildeo y encerrado uno dentro de otro el globo exterior tenia de diaacutemetro horizontal cincuenta pies y el vertical setenta y cinco resultando un esferoide de90 milpieacutes cuacutebicos dea-

bull mdash 5 bull _ tro de este habia otro mas pequentildeo que solo tenia cuarenta y cinco pitoacute de diaacutemetro horizontal y sesenta y ocho de vertical en capacidad interior 67 mil pies ciiacutebicos desde un globo al otro se abria una vaacutelvula que en caso de neceshysidad los poniacutea en comunicacioacuten Con eltte medio en el caso de rotura oacute cual-cuier accidente al globo exterior les quedaba ei pequentildeo con el que no era t ifiacutecil restablecer el equilibrio Ambas capacidades se henchiriacutean de gas hishydroacutegeno que es catorce veces y media mas liacuteg o que el aire es decir que dicha diferencia es lo que constituiriacutea la fueiza ascensional del globo Seguacuten un caacutelshyculo aproximado el globo debiacutea levantar im peso de cuatro mil libras represenshytadas por los siguientes objetos Peso de Fergusson 135 libras de Kennedy 153 Juan 120 ambos globos la barquilla y red 1440 inslrultnentos ropas armas y menudencias 190 viacuteveres 380 agua 400 aparato para manejar el globo y lastre li56 lIolfll4000 libras

Estando todo dispuesto solo faltaba celebrar la despedida y efectivamente asiacute se hizo el dia 20 costeando la Real Sociedad Geograacutefica una gran comida ea honor de Fergusson y Kennedy menudearon los brindis en gracia de los espe-dicionarios y aacute los postres iexcllegoacute un mensaje de la reinacumplimentaacutendolos Conshycluido elbanquete pasaron uacuteRosolute buque de vapor que el gobierno tuvo la galanteriacutea de ofrecer pira conducirles1 aacute Zanziacutebar y en donde el diacutea antes ha -biaiUMcloacutecoacutelocadoSei^lobo y los demaacutes accesorios

A diaacute siguienteacutei aacute las tres de la mantildeana se levoacute el ancla eacute impaacutelsado por su heacutelice el jlewMc se deslizo hacia la embocadura del Taacutemesis Las buenas condiciones de la navegacioacuten haacutecian augurar el feliz eacutexito de la empresa como es de suponer ios conversaciones que se sosteniacutean aacute bordo todas versaban sobre este asunto deseando los oficiales del buque conocer losplanes del ductor y p o r q u eacute eacutestetenia tal seguridad de buen eacutexito Fergusson se prestoacute aacute satisfashycer tan justa curiosidad usando de Ja palabra en estos oacute parecidos teacuterminos

bull Casi todas las espediciones aerostaacuteticas han fracasado a causa de la ineficaraquo ciade los medios empleados paralalocomocionporlotantoyo prescindo de alas ni heacutelices y me proponampo omplear el aire para caminar y el caloacuterico para eleshyvarme y descenderaacute voluntad Con la mitad del picho liacutecno de gas tiene la sushyficiente potencia paacuteraelevarseyaacuterfastrar las cuatro mil libras de peso que debe llevar Por medio de un caloriacutefero alimentado con gas oxiacutegeno eacute hidroacutegeno que me proporciono descomponiendo el agua por medio de una pila de Buntzen elevo la temperatura del interior del globo ycomo que-al aumentar el caloacuterico el gas seacute dilata aumentaniacuteio de volumen esto hace queacute se desaloje aire atmosshyfeacuterico de modo que porcada dtezltgrados niacuteas decaloacuterico el hidroacutegeno del globo se dilataraacute sesenta y dos metrosi cuacutebicos proacuteximamente y la fuerza ascensional del aparato aumentaraacute ciento sesenta fibras Esto equivale aacute -arroja el mismo peso de lastre y en esta proporcioacuten puedo aacute mi placer elevarme oacute descender solo coa avivar o amortiguar la luz del mechero que da vida al caloriacutefero

En cuanto ala direccioacuten que ileva-faacute el globo seraacute indudablemente salvo cualquier accidente pasajero de Este aacute Oeste pues trato de aprovechar los vientos aliacuteseos queson los que reinan siembre en la zona |toacuterrida con la dicha direccioacuten ademaacutes que pudtendoacute elevarme aacute voluntad es faacutecil buscar en otra re gion masoacute menos elevada un viento que marque la direccioacuten conveniente

JE objeto del viaje no es otro que comprobar la certeza de las relaciones que respecto al Aacutefrica nos han dado ios viajeros que nos han precedido solo que coa nuestro meacutetodo adelantaremos mas que ellos sin tener que sufrir ninguna dft sus penalidades

De esta manera terminoacute su discurso el doctor mereciendo la aprobacioacuten del auditorio Nada se le podia objetar todo lo habiacutea previsto y resuelto

CAPIacuteTULO IacuteI

Los preparativosmdashNombre alegoacuterico del globo-mdashPrimeros diacuteas de navegacioacutenmdashLos hijos de la Luna

Viento constantemente favorable apresuroacute la marcha del Besohte que ancloacute m el puerto de Ja ciudad eacute isla de Zanziacutebar el 1S de Abril aacute las once de la mantildeana ^ inmediatamente se procedioacute al desembarco inas al enterarse hrpo-fclacion de que habia llegado un cristiano que trataba de elevarse por los aires su ciego fanatismo les sugirioacute la idea deque se trataba de alguacuten provecto sashycrilego y quiso oponerse aacute la ejecucioacuten Enterado el coacutensul de estas disposicioshynes conferencioacute con el doctor y el comandante del buque eacuteste no queriacutea dejarse intimidar mas Samuel le atrajo ala razoacuten indicaacutendole que aunque gor siacute nada temiesen ora muy faacutecil que el globo recibiera cualquier rasguntildeoraquo y comprometiera la expedicioacuten por lo tanto escogieron para desembarco una isla desierta fuera del puerto Eu ella se procedioacute al henchimiento del globo operacioacuten que exigioacute ios mayores cuidados y que fueacute ejecutada con felicidad despueacutes colocaron en la barquilla la tienda ropas armas instrumentos y V H veres necesarios Sacos de tierra sustituyeron con exceso el peso deacutelos viajeros que pasaron en tierra con sus compatriotas la noche del 17 al AS de Abril A las nueve de la mantildeana entraron los tres viajeros en la barquilla despueacutes de baber abrazado con efusioacuten aacute los bravos marinos que los habian acompantildeado eacutel doctor encendioacute el mechero abriendo toda la Uaye para que produjera intensa liacuteamn aacute los pocos minutos el globo que se manteniacutea en perfecto equilibrio emshypezoacute aacute levantarse Los marinos dejaron correrlas cuerdas con que provisioshynalmente habia sido sujeto y la barquilla se elevoacute aacute veinte pies del suelo

mdashAmigos miacuteos exclamoacute el doctor colocado entre sus dos compantildeeros y quishytaacutendose el sombrero demos aacute nuestro buque aeacutereo un nombre de buen aguumlero llameacutemosle^ Viclorin - Un burra formidable respondioacute aacutelaquow-palabras bull

bull En aquel momento la fuerza ascendente del globo aumentoacute prodigiosamente lerguacutesson Kennedy y Juan dirigieron el uacuteltimo adioacutes aacute sus amigos y aacute una se-fiaiexcldel doctor sueltas del todo las cuerdas el Victoria se elevoacute raacutepidamente mientras que los cuatro cantildeones delResolute disparaban en su honor

El ambiente era puro y el viento moderado el Victoria subioacute casi perpen-dicularmente aacute mil quinientos pies de altura alliacute encontroacute una corriente mas marcada que los llevoacute hacia el Sudoeste Magniacutefico espectaacuteculo se desarrollaba aacute los ojos de los viajeros los campos presentaban diferentes matices ramilla^

bull1

_ 7 mdash tes-de aacuterboles indicaban los bosques los habitantes de la isla pareciacutean insectos los hurras y los gritos se estinguian poco aacute poco en la atmoacutesfera

mdashiexclQueacute magniacutefico espectaacuteculo exclamoacute Juan pero nadie le contesto Eldoctor observaacutebalas inflexiones del buque que iba aacute dirigir y Kennedy miraba ftin t raer bastantes ojos para ver muy pronto se encontraron aacute 2500 pies y ha bien doscopy fijado el aire con mas firmeza Samuel dejoacute el mechero aacute media llamocon loque sm descender el Victoria avanzaba raacutepidamente

Repuestos de las emociones de la partida y algo serenos entablaron convershysacioacuten espresando cada cual lo grato que les era aquella situacioacuten Juan sobre todo estaba loco de contento verdad es queeacutel se tenia por demasiado dichoso con hacer lo que su amo deseaba esto no obstante su estoacutemago le recordoacute quumlamp no habian comido nada desde la tarde antes y por lo tanto propuso pensar en el desayuno cuya idea fueacute aceptada por unanimidad En un instante sirvioacute Juant el almuerzo compuesto de galleta y sendos trozos de carne en conserva seguishydo de buenas tazas de cafeacute confeccionado por el inimitable Juan aacute la luzdel mechero

Saciado eiacute apetito volvieron las esclamaciones sobre la comodidad y bUett gusto del globo iexclAI diablo las diligencias deciaunomdash|Y los vapores antildeadiacutea et otromdashiexclY las locomotoras replicaba KennedymdashiexclQueacute espectaacuteculoImdashiexclQueacute admishyracioacuten (mdashiexclEsto es sonar en hamaca

A caso hecho Samuel amortiguoacute el mechero hasta que estuvieron aacute_unos quinientos pies del suelo del que distinguiacutean perfectamente todos los accjdenlt-iacutees del territorio que atravesaban Pasaban sobre campos cultivados deacute maiacutez tabaco centeno y arroz carneros y cabras veiacuteanse dentro de grandes jaulas formadas sobre postes para librar aacute las reses de la rapacidad de las uumleras

El paso del Victoria sobre las al deas era causa de infinita algazara deacute gritps

Iacute exclamaciones y algunos llevaban su atrevimiento aacute lanzar flechas y a u n aacute isparar sus espingardas verdad es que el doctor procuraba mantenerse aacute unamp

distancia- respetuosa pues de otra manera el globo no dejaba de ofrecer un buen blanco para una bala

Al medio dia consultado el mapa reconocieron se encontraban sobre la a l shydea de Tunda en sus alrededores habiacutea unos magniacuteficos aacuterboles que llamaron extraordinariamente la atencioacuten de Juan sonboabales les dijo el doctor allis hay uno cuyo tronco tendraacute cienpies de circunferencia Tal vez al pieacute deacute ese aacuterbol fueacute donde perecioacute el viajero Jiacuteainan en1845 el jefe de esta comarca lfe cogtdraquo

taladroacute la garganta y por uacuteltimo le arrancoacute la cabeza al desgraciado antes de que estuviese completamente cortada Aquel infortunado era franceacutes y teniacutea veintisiete antildeos Francia reclamoacute justicia del Said degrave Zanzibar mas el asesina no se pudo encontrar

mdashSubamos sentildeor dijo Juan no nos atrapen esos animales y con mas motishyvo si hemos de salvar el monte aquel aacute donde el aire nos lleva rectamentemdash Subiremos dijo el doctor pues aacute la opuesta caida de aquella eminencia lraacuteto-

de pasar la noche En efecto aacute las siete de la tardeacute pasaban sobre la cumbre degravei monte Duthu-

mf paralo cual tuvieron que alcanzar una elevacioacuten de mas de tres mil pies Al descender aacute la vertiente opuesta dejaron colgar las anclas y encontrando una de ellas las ramas de un enorme nopal quedoacute perfectamente enganchada Juan se deslizoacute por la cuerda y la aseguroacute mejor despueacutes le arrojaron la escati de seda por la que trepoacute aacutegilmente Midiendo sobre el mapa calcularon haber

mdash 8 mdash andado aquel dia unas cincuenta leguas Dividieron la noche en tres guardias para que velase uno por su turno y despueacutes de haber cenado se envolvieron en las mantas y trataron de dormir bull

La noche se pasoacute bien pero ala mantildeana siguiente Kennedy tenia calentura Samuel no tomoacute por ello cuidado y ordenoacute aacuteluaacuten bajar aacute desenganchar el anshycla hecho esto elevoacute la temperatura y prometioacute aacute uumliek que iba aacute darle un medishycamento que lo pondriacutea bueno al momento efectivamente apenas subieron a l shygunos centenares de pies saliendo de aquella atmoacutesfera mal sana y cuando el sol con sus rayos les dio alegriacutea y calor la fiehre desaparecioacute corno por encanto de loque el paciente y Juaii quedaron no poco maravilladosmdash-iexclExcelente meshydicamento exclamoacute JuanmdashHago lo que los meacutedicos de Europa repuso el doctor le mudo de aires y sus resultados ya los habeacuteis visto

Eacutel globo marchaba aacute regular velocidad cuando al cabo de un rato llegaron aun claro donde no se distinguiacutea ni aun sentildeales de habitacioacuten aunque habia bastante frondosidad_ el doctor propuso aacute sus compantildeeros detenerse y probar fortuna en la caza mientras que eacutel arregliba sus notas de viaje Aprobado el pensamiento dejaroncolgadaslasanclas que bien pronto hicieron presa en las ramas de un gran sicoacutemoro El doctor encargoacute iexclaacute su$ amigos mucha prudencia mientras estuvieron en tierra al paso que ellosk recomendaron no seacute echase aacute VOlai - bullbullbullbullr v bull ~

A la media hora de marcha penetraron Dick y Juan en un bosque de gomeshyros llevando el dedo en el gatillo y atenta la vista ~ |Queacute agradable es andar dijo Juan al tieiacutenpp quedaba un soberbio tropezoacutenmas Kennedyle hizo sentildeas de que callara piles por un claroacababade ver unrebantildeo deacute diezantiacutelopesbe- hiendo agua en un torrente aquellos graciososi animales presentiacutean el peligro y levantaban la cabeza aspirando el aire del lado de los cazadores Kennedy rodeoacute un bosquecillo lograndoponerse aacute tiro1ydisparoacute El rebantildeodesapareciogt iuacutestantaacutene^iufthte menos una resque cayoacute muerta Los cazadores no se precipishytaron aacute ella alegraacutendose inunitoal examinar tan buena^iresasu pielera de coshylor azul claro el vientre gris y iquestI interior de las patas blanco como la nieve Le desollaroncon presteza y con los solomillos hicieronun magniacutefico asado en el iacutenterin dijo Juan iexclQueacute bonita cara pondiuionqs si al ir aacute buscar ai sentildeor Fer~

ussoacuten hubiese volado el globomdashPoco probable es tuidea pues ademas de amuel ser incapaz deacute abandonarnos inaneja el Victoria con una facilidad

admirablemdashPuessin em bargo no seacute queacute secretopresenlimiuumluto me anuncia una desgraciamdashVuelve el asado Juan y dejeacutemonos desuppsiciones poco pro-b a b l e s ^ [bullI---- bull

En aquel momento sonoacute un tiro del-lado donde estaba el globo inmediatashymente recogieron la carne del aacuteritiacutelope yempriacuteiacutetidjerou la marcha hacia el Vicshytoria cuando aacute poco rato sonoacute otrodispaacutero Precipitadamente llegaron al liamdash dero del bosque desde donde distinguieron el iexclglobo sobre el aacuterbol mas por su tronco trepaban untildea veintena de negros oacute que tal pareciacutean por lo que consishyderaron perdido aacute Siimuclsin embargo se preparaban aacute atacarlos cuando Fergusson haciendo otro disparo echoacute a rodar uno de aquellos individuos mas nuestros amigos se quedaionno poco admirados al ver que se quedoacute suspendishydo de una rama con los brazos y las pierna^ col gando Entonces conocieron que solo teniacutean quehabeacuterselas eonutiacutea turba de monos enormes losque ahuyentaron con unos cuantos disparos En un im-tante se vieron dentro del Victoria que -desenganchada el ancla se elevoacute en el aire oacute impulsado por un viento regularshyse dirigioacute hacia el Eacuteste

Celebraron no poco el lance pasado y se propusieron ser mas cautos en adeshylante Comieron aacute satisfaccioacuten carne fresca de antiacutelope y continuaron su viaje sin accidente notable hasta las dos de la tarde que llegaron aacute la populo-a cuidadleraquo Kazeh En dos dias de camino habian andado unas doscientas leguas El capitaacuten Burton tardoacute cualro meses y medio en llegar allaacute

Mucha algazara y bullicio habiacutea en las plazas de este importante mercado mas al aproximarse eacutel Victoria todo se calloacute corno poroncanto desapareciendo instantaacuteneamente hombres mujeres nintildeos esclavos y mercaderes Juan hubieshyra deseado descender y apropiarse de lo mas uacutetil pero el doctor le dijo que aquel temor pasajero durariacutea poco por lo que no convenia mucho el fiarse de las apariencias Eacuten efecto aacute poco rato fueron distinguieacutendose las cabezas de los mas curiosos y bien pronto toda la poblacioacuten se dejoacute ver los magos oacute adivinos se distinguiacutean por los amuletos de queibnn adornados el mas anciano de ellas hizo sentildea aacute ia multitud que se calloacute al momento y eacutel dirigioacute aacute los del globo na largo discurso del que Samuel entendioacute que el rey deacute aquella tribu estaba enshyfermo y que-creyendo el pueblo que el globo era la luna la suplicaban maridacopy uno de sus hijos aacute visitarlo Contraiacutea opinioacuten de Dick decidioacute Samuel acceshyderaacute ia demanda advirtieacutendoles empero que cuidasen del globo teniendo el mechero en actividad para estar prontos aacute huir en caso necesario

Serian las tres deacutela tardo cuando Fcrgasltbh en medio -de los mas altos dignatarios iexcl leiacute ruino se dirigiacutea aacute la barraca-palacio en donde yacia sumido en una eterna borrachera un negro enorme de aspecto sucio y repugnante Los favorishytos y la muj iTesde S M estuvieron inclinados y arrodillados mientras dureacute esta viexclitiacutet Con algunas gotas de un cordial muy activo el doctor reanimoacute un poco aquel cuerpo embrutecido el sultaacuten hizo un movimiento eneacutergico cuyraquo sintoniacutea fueacute acogido con una algarabiacutea de gritos ntildei honor del meacutedico Eacutel docshytor les hizo un ceremonioso cumplido y salioacute del palacio dirigieacutendose hacia el Yiclnrm 4lt

Entre imito Juan sentado al pieacute de la escala recibiacutea con pasmosa gravaH IacuteiexclU los homenajes que la admirada multitud prodigaba auno de los hijos pre~ dihcios de la luna despueacutes formaron una danza en la que tambieacuten tomaron

parle las joacutevenes africanas aacute esteespectaacuteculo no pudo resistir nuestro amigo jiexcl se mezcloacute tambieacuten en la contradanza En esto Dick que estabade centinela eot k barquilla le dio la voz de alarma suspende Juan su baile y observa que Sashymuel venia poeomenoi que huyendo delante (jcunaturhade fanaacuteticos y adivinos bullfine departiacutean acaloradamente haciendo cestos nada tranquliexclZidores El doctosraquo llegoacute a pieacute de la escala que subioacute raacutepidamentei siguieacutendoleJuan canflgiiacuteiaVd) mdashNo trates de detenerte aacute desenganchar el ancla cortaremodaacute cuerda prontoraquo dijo el doctormdashPero iquestqueacute sucede preguntoacute Juan escalando la barquilla Mirad respondioacute Fergtisson sentildealando al horizonte

La luna como un globo de fuego se levantaba majestuosa lo pual dio oca-raquo sion aacute que la multitud cambiase las adoraciones en amenazas Conociacutean que sft les escapaba su presa y aumentaban los gritos do furor tino de los santones s u shybioacute al aacuterbol con aacutenimo de tirar de la luna y echarla al suelo mas al trepar pop las ramas se rompioacute la que sosteniacutea el ancla que al desengancharse cogioacute a l mago por entre las piernas y lo elevoacute aacute mas de quinientos pies del primer tiroacuten El negro estaba agarrado aacute la cuerda con extraordinaria energiacutea- y el globo continuaba subiendo al paso que la multitud se aterroacute al ver unode sus magos suspendido en el espacio Dn ligero viento de Oeste arrastroacute al globo lejos de la ciudad y media hora despueacutes ha hiendo disminuido Samuel laacutellama del raerraquo

GLOBO 2

enero se aproximoacute aacute tierra al llegar aacute unos veinte pies del suelo el negro se ianz^ aacute ticj|ra ceacuteyeiacuteido en pieacute y echando aacute correr en seguida haciashyKazeh mientras que suacutebitamentealigerado el Victoria se elevaba de nuevo

copyAPIacuteTULOacute III

La tormenteshy Muerte de un elefantemdashFasodel EcuadormdashLas fuentes del MiacuteoshymdashCombate de dos tribus

Hay un refraacuten espantildeol que afirma que el que se viste de prestado en la calle lo desnudan y esto fueacute lo que sucedioacute aacute nuestros aventureros por adoptar un caraacutecter que no era el suyo

Mientras comentaban alegremente el pasado lance el cielo se iba cargando hacia el N de nubes siniestras y pesadas Un viento bastante vivo arrastraba al Victoria con una velocidad de treinta y cinco millas por hora Poco aacute poco fueacute establecieacutendose uii silencio sepulcral la atmoacutesfera pareciacutea acolchada y la naturaleza entera presentaba siacutentomas de un cataclismo proacuteximo

De rcpeacuteuteua relaacutempago Violento rasgoacutelas sombras seguidoshyde un espantoso trueKbmdashiexclAlerta gritoacute Fergusson Kennedy y Juan alarmados ya so pusieron al lado del doctormdashiquestBajamos dijo Kennedymdash No el globo no resistiriacutea Sushybamos antes que esas nubes se conviertan en agua y el viento se desencadene esto dijo Samuel activando la llama del mechero Uumla segundo relaacutempago rasgoacute las mibes seguido de otros muchos continuados y repetidos El viento se desshyencadenaba con una violencia horrible dividiendo las nubes incandescentes dintildease que era un inmenso ventilador activando un incendio

El doctor tenia el mechero aacute toda llama el globo se dilataba y subiacutea aacute pesar de los relaacutempagos que dibujaban inflamadas tangentes eacuten su derredor estaban eacuten plenofuegomdashQue Dios nos asista dijo Samuel nuestra vida estaacute en susmashynos y solo eacutel puede salvarnos La voz del doctor apenas llegaba aacute los oiacutedos de sus compantildeeros eacuten iacutenedio de los truenos y exhalaciones pero el Victoria gubia siempre encontraacutendose al cabo de un cuarto de hora fuera de la zona tempesshytuosa y por bajo de eacutel continuaban las exhalaciones eleacutectricas como si fuera una vasta corona de fuegos artificiales queacute colgara de la barquillaEl doctor conshysultoacute al baroacutemetro que dio doce mil de elevacioacuten

A las cuatro deacutela mantildeaua el sol se elevoacute y disipoacute las nubes al par que un viento agradable refrescoacute la atmoacutesfera eacutel globo corriendo bordadasshy apenas se habiacutea inclinado aacute ninguacuten1 lado el doctor le hizo descenderaacute unos milpieacutes donde encontroacute una corriente que con mediana velocidad les condujo al Noroeste antes de mucho losi iexclajeros se hallaron en el liacutemite de una inmensa pradera natural sin que en toda ella se descubriese vestigio alguno de habitacioacuten deshytwniiaaacuteiacuteon bajar aacute tierra para proveerse de agua у сага y al efecto dejaroa

mdash 11 mdash Jas anclas colgando que rozaban las altas yerbas trazando un surco semejante a l a estela de un buque

De pronto el globo se detuvo por haber sin duda mordido el ancla en alguacuten objeto oculto bajo las yerbas va se preparaban aacute descender cuando un gritoi agudo resonoacute en elaireacute y el Victoria se puso en marcha arrastrado por el bicha 4 (fue el ancla habiacutea agarrado Avanzaban con cierta rapidez y pronto llegaron aacute un claro donde se dejoacute ver un magniacutefico elefante con el ancla del Victoria sujeia aacute uno de sus largos colmillos Intentaba con la trompa desembarazarse de aquel lazo Tomoacute un galope raacutepido dando fuertes sacudidas aacute la barquilla en suacute trote El doctor con un hacha en la mano estaba dispuesto aacute cortar la cuerda-si habia necesidad iacutenterin que Diclc preparabasu certera carabina laprimeiaacuteT

bala disparada contra el craacuteneo se aplastoacute como sobre una plancha de hierros este golpe solo sirvioacute para hacerle acelerar el pasoacute las balas coacutenicastampocoTef detuvieron pero la situaqion apremiaba pues aacute unas cien toesas daba principio- un bosque en cuyas ramas no lardariacutea el globo en hacerse pedazos mas Kennedy le dirigioacute un balazo aacute un ojo en un momento que levantoacute la cabeza El golpe fueacute decisivo el animal se detuvo vaciloacute sus rodillas se doblaron y presentoacute e l flanco al cazador En aquella postara fueacute faacutecil dirigirle una bala al corazoacuten que puso fin aacute la desesperacioacuten y agoniacutea del monstruo iraquo

Con sumo placerse aproximaron al elefante y trataron sacar el mejorpartido de tan notable caza al efecto le cortoacute Juan la trompa que tendriacutea unos diea pies de ancha en su nacimiento escogioacute lo mas delicado de ella y en unioacuten de ano de sus pies la envolvioacute en yerbas aromaacuteticas colocaacutendolo todo en el fondo de un horno previamente caldeado sobre la carne formoacute una segunda fogatas

quemada la cual el asado estaba en toda sazoacuten Entrelando Diclc sehaacutebia intershynado en el bosque proacuteximo haciendo repetidos disparos y al cabo de dos horas volvioacute con un rosario degordas perdices y las dbspiernas traseras deun antiacutelope

La comida sobre un magniacutefico ceacutesped estuvo deliciosa y amenizada con galleta aguardiente cafeacute y agua fresca y ciara de un arroyo proacuteximo La tarde concluyoacute sin novedad y la noche determinaron pasarla en tierra

A las cinco de la mantildeana siguiente se emprendioacute la partida llevaacutendolos una fuerte brisa en direccioacuten al Ecuador cuya liacutenea atravesaron aacute las once de la mantildeana por manera que al anunciar el doctor que entraban en el hemisferio1

boreal estuvo muy oportuna la ocurrencia de Juan proponiendo que tan grata suceso se festejase con un vaso de ron

El viento continuabadel Este con una velocidad de treinta millas por horabdquo5 por lo que se encontraron muy pronto sobre el lago Nyanza presumible (lepoacute- sito de las aguas del Nilo varias son las islas que en este lago se encuentran yj una es tan considerable que estaacute gobernada por tres sultanes Habieacutendose diritiacutel gido el Vkloria hacia el Oeste les dijo Samuel mdashDentro de poco veremos e l fundamento de losrelatos que suponen que este gran lago engendra el Kilo pues tardaremos poco en llegar aacute la pane mas occidental doacutende necesariamente debeacutel estar el principio de eacutel

Efectivamente antes de dos horas llegaron aacute la estremidad del lago pasan- do sobre los elevados picos de altas montantildeas pero entre ellas y por una ga r shyganta profunda y sinuosa escapaba un agitado rio-mdashVed amigos mios esclamdf el doctor los relatos de los aacuterabes eran exactos hablaban de un rio por donde este higo que ellos llaman Ukeacutereacuteouacuteeacute derramaba sus aguas hacia el Norte Sf | laquose hilo de agua que huye bajo nuestros pies vaacute aacute confundirse con las olas defc Mediterraacuteneo iEs el Nifoacute luumluumlrrahpor el Kilo

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

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ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 3: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

mdash 4 mdash que el joven Samuel cobrase una aficioacuten decidida aacute los estudios y descubnmiei tos geograacuteficos Al morir su padre nuestro heacuteroe teniacutea 22 antildeos y tanto para laquosimar sii sentimiento cuanto para satisfacer su sed de descubrimientos y avenshyturas se alistoacute eri un ciierpode ingenieros en Ja niiiacuteicia adquirioacute la amistad de orojoacutevenliacuteimadolJicfeKennedy3Con quien aacute pesar iquestlela diferencia de constitushycioacuten y caracteres simpatizoacute desdo luego unieacutendolos para en lo sucesivo una amistad inalterable y verdadera Fergusson retirado pronto del servicio solo se ocupoacute de exploraciones atravesando la peniacutensula indiana desde Calcutla aacute Suralc visitoacute ademas iexcla Australia con la mayor parte de la Oceaniacutea y despueacutes las regiones mssisepteirtrfontildeaacutelesjcosteando el continente americano desdo el estrecho de Behring al cabtiacute Faacuterewel estrecho de Bavis yibaacutehiacutea de JIudson

Kn todas estas espediciones iba acompantildeado de un fiel criado Juan W i l -son persona escelente y adicto por completo aacute su amo cuyos deseos adishyvinaba ejecutando sus oacuterdenes con el mayor acierto aacute estas preciosas condishyciones reuniacutea una agilidad estraordinaria siendo para eacutel lin verdadero Juego saltar trepar y ejecutar los ejercicios mas peligrosos e cualquier volatinero en cuanto aacute natacioacuten muchos cetaacuteceos envidiariacutean su agilidad y por uacuteltimo poniacutea el sello aacute todas estas preciosas cualidades un alcance de visiaacute maravilloso Noacute es pues estrantildeo que el doctor pensase desde luego hacer de su amigo Dick y de su criado Juan los dos compantildeeros de sus aventuras en cuanto aacute eacuteste no laquopuso obstaacuteculo alguno ni mucho menos dudoacute ni un momento ser faacutecil la realishyzacioacuten de la empresa tanta era lafeacutequacuteesu amo le inspiraba 1

Kennedy estaba fuera cuando Samuel dio aacute luz su proyecto mas en el insshytante que lo supo volvioacute aacute Londres y se encaminoacute en derechura casa de su amishygomdashiquestEs cierto lo que dice este perioacutediexclcoleacute preguntoacute ensentildeaacutendole uno en el que apareciacutea la noticia con todos sus detallesmdashSiacute iacute)ick iquestdeque le sorprendes veo que se adelanta poco en los descubrimientos y quiero llevar acabo una empresa digna del siglo en que vivimos por lo tanto prevente porque antes de cuatro meses iremos aacute visitar esa region tan misteriosa y te aseguro por quien soy que para nosotros dejaraacute de - serlo pues hemos de escudrintildear aacute nuestro sabor sus mas ignoradas regionesmdashPero iexcldesgraciadoI contesteacute Kennedy hablas de esponer tu existencia iacutean seriamente que cualquiera creeriacutea que era cosa decishydida mas bien puedes suponer que nii vuelta tan-apresurada solo tiene por obshyjeto impedirte llevar aacute efecto tal idea en cuanto aacutemi ni por asomo deseo tershyminar mi vida de un modo tan traacutegicomdashNo te canses Dick que es cosa reacutesucl ta por lo demaacutes en vez de ser esto causa deiexcltu muerte seraacute mas bien ocasioacuten do que te eleves aacute un puesto que muchos codician pues son infinitas las instancias ^ue he tenido que desatender por otra parte es imposible consientas quedarle cuando sepas que vamos aacute atravesar los paiacuteses de la caza maacutes estraordinaria y abundante desde luego te aseguroacute queacute por delante de tu carabina han de pasar los animales mas raros y bellos de la creacioacuten

Seducido Dick por tanencantadora perspectiva y muchomas por no dejar soshylo aacute su amigo cesoacute en sus objeciones y dejoacute hacer cuanto Samuel propusoLos trabajos adelantaban raacutepidamente encontraacutendose el 10 de Febrero el globo balanshyceaacutendose graciosamente sobre la barquilla y dispuesto aacute desempentildear su comisioacuten

Por mas que algunos de nuestros lectores no esteacuten muy ai corriente en iexclas artes mecaacutenicas seraacute bien detenernos un poco en ciertos pormenores

Fergusson mandoacute construir dos globos de desigual tamantildeo y encerrado uno dentro de otro el globo exterior tenia de diaacutemetro horizontal cincuenta pies y el vertical setenta y cinco resultando un esferoide de90 milpieacutes cuacutebicos dea-

bull mdash 5 bull _ tro de este habia otro mas pequentildeo que solo tenia cuarenta y cinco pitoacute de diaacutemetro horizontal y sesenta y ocho de vertical en capacidad interior 67 mil pies ciiacutebicos desde un globo al otro se abria una vaacutelvula que en caso de neceshysidad los poniacutea en comunicacioacuten Con eltte medio en el caso de rotura oacute cual-cuier accidente al globo exterior les quedaba ei pequentildeo con el que no era t ifiacutecil restablecer el equilibrio Ambas capacidades se henchiriacutean de gas hishydroacutegeno que es catorce veces y media mas liacuteg o que el aire es decir que dicha diferencia es lo que constituiriacutea la fueiza ascensional del globo Seguacuten un caacutelshyculo aproximado el globo debiacutea levantar im peso de cuatro mil libras represenshytadas por los siguientes objetos Peso de Fergusson 135 libras de Kennedy 153 Juan 120 ambos globos la barquilla y red 1440 inslrultnentos ropas armas y menudencias 190 viacuteveres 380 agua 400 aparato para manejar el globo y lastre li56 lIolfll4000 libras

Estando todo dispuesto solo faltaba celebrar la despedida y efectivamente asiacute se hizo el dia 20 costeando la Real Sociedad Geograacutefica una gran comida ea honor de Fergusson y Kennedy menudearon los brindis en gracia de los espe-dicionarios y aacute los postres iexcllegoacute un mensaje de la reinacumplimentaacutendolos Conshycluido elbanquete pasaron uacuteRosolute buque de vapor que el gobierno tuvo la galanteriacutea de ofrecer pira conducirles1 aacute Zanziacutebar y en donde el diacutea antes ha -biaiUMcloacutecoacutelocadoSei^lobo y los demaacutes accesorios

A diaacute siguienteacutei aacute las tres de la mantildeana se levoacute el ancla eacute impaacutelsado por su heacutelice el jlewMc se deslizo hacia la embocadura del Taacutemesis Las buenas condiciones de la navegacioacuten haacutecian augurar el feliz eacutexito de la empresa como es de suponer ios conversaciones que se sosteniacutean aacute bordo todas versaban sobre este asunto deseando los oficiales del buque conocer losplanes del ductor y p o r q u eacute eacutestetenia tal seguridad de buen eacutexito Fergusson se prestoacute aacute satisfashycer tan justa curiosidad usando de Ja palabra en estos oacute parecidos teacuterminos

bull Casi todas las espediciones aerostaacuteticas han fracasado a causa de la ineficaraquo ciade los medios empleados paralalocomocionporlotantoyo prescindo de alas ni heacutelices y me proponampo omplear el aire para caminar y el caloacuterico para eleshyvarme y descenderaacute voluntad Con la mitad del picho liacutecno de gas tiene la sushyficiente potencia paacuteraelevarseyaacuterfastrar las cuatro mil libras de peso que debe llevar Por medio de un caloriacutefero alimentado con gas oxiacutegeno eacute hidroacutegeno que me proporciono descomponiendo el agua por medio de una pila de Buntzen elevo la temperatura del interior del globo ycomo que-al aumentar el caloacuterico el gas seacute dilata aumentaniacuteio de volumen esto hace queacute se desaloje aire atmosshyfeacuterico de modo que porcada dtezltgrados niacuteas decaloacuterico el hidroacutegeno del globo se dilataraacute sesenta y dos metrosi cuacutebicos proacuteximamente y la fuerza ascensional del aparato aumentaraacute ciento sesenta fibras Esto equivale aacute -arroja el mismo peso de lastre y en esta proporcioacuten puedo aacute mi placer elevarme oacute descender solo coa avivar o amortiguar la luz del mechero que da vida al caloriacutefero

En cuanto ala direccioacuten que ileva-faacute el globo seraacute indudablemente salvo cualquier accidente pasajero de Este aacute Oeste pues trato de aprovechar los vientos aliacuteseos queson los que reinan siembre en la zona |toacuterrida con la dicha direccioacuten ademaacutes que pudtendoacute elevarme aacute voluntad es faacutecil buscar en otra re gion masoacute menos elevada un viento que marque la direccioacuten conveniente

JE objeto del viaje no es otro que comprobar la certeza de las relaciones que respecto al Aacutefrica nos han dado ios viajeros que nos han precedido solo que coa nuestro meacutetodo adelantaremos mas que ellos sin tener que sufrir ninguna dft sus penalidades

De esta manera terminoacute su discurso el doctor mereciendo la aprobacioacuten del auditorio Nada se le podia objetar todo lo habiacutea previsto y resuelto

CAPIacuteTULO IacuteI

Los preparativosmdashNombre alegoacuterico del globo-mdashPrimeros diacuteas de navegacioacutenmdashLos hijos de la Luna

Viento constantemente favorable apresuroacute la marcha del Besohte que ancloacute m el puerto de Ja ciudad eacute isla de Zanziacutebar el 1S de Abril aacute las once de la mantildeana ^ inmediatamente se procedioacute al desembarco inas al enterarse hrpo-fclacion de que habia llegado un cristiano que trataba de elevarse por los aires su ciego fanatismo les sugirioacute la idea deque se trataba de alguacuten provecto sashycrilego y quiso oponerse aacute la ejecucioacuten Enterado el coacutensul de estas disposicioshynes conferencioacute con el doctor y el comandante del buque eacuteste no queriacutea dejarse intimidar mas Samuel le atrajo ala razoacuten indicaacutendole que aunque gor siacute nada temiesen ora muy faacutecil que el globo recibiera cualquier rasguntildeoraquo y comprometiera la expedicioacuten por lo tanto escogieron para desembarco una isla desierta fuera del puerto Eu ella se procedioacute al henchimiento del globo operacioacuten que exigioacute ios mayores cuidados y que fueacute ejecutada con felicidad despueacutes colocaron en la barquilla la tienda ropas armas instrumentos y V H veres necesarios Sacos de tierra sustituyeron con exceso el peso deacutelos viajeros que pasaron en tierra con sus compatriotas la noche del 17 al AS de Abril A las nueve de la mantildeana entraron los tres viajeros en la barquilla despueacutes de baber abrazado con efusioacuten aacute los bravos marinos que los habian acompantildeado eacutel doctor encendioacute el mechero abriendo toda la Uaye para que produjera intensa liacuteamn aacute los pocos minutos el globo que se manteniacutea en perfecto equilibrio emshypezoacute aacute levantarse Los marinos dejaron correrlas cuerdas con que provisioshynalmente habia sido sujeto y la barquilla se elevoacute aacute veinte pies del suelo

mdashAmigos miacuteos exclamoacute el doctor colocado entre sus dos compantildeeros y quishytaacutendose el sombrero demos aacute nuestro buque aeacutereo un nombre de buen aguumlero llameacutemosle^ Viclorin - Un burra formidable respondioacute aacutelaquow-palabras bull

bull En aquel momento la fuerza ascendente del globo aumentoacute prodigiosamente lerguacutesson Kennedy y Juan dirigieron el uacuteltimo adioacutes aacute sus amigos y aacute una se-fiaiexcldel doctor sueltas del todo las cuerdas el Victoria se elevoacute raacutepidamente mientras que los cuatro cantildeones delResolute disparaban en su honor

El ambiente era puro y el viento moderado el Victoria subioacute casi perpen-dicularmente aacute mil quinientos pies de altura alliacute encontroacute una corriente mas marcada que los llevoacute hacia el Sudoeste Magniacutefico espectaacuteculo se desarrollaba aacute los ojos de los viajeros los campos presentaban diferentes matices ramilla^

bull1

_ 7 mdash tes-de aacuterboles indicaban los bosques los habitantes de la isla pareciacutean insectos los hurras y los gritos se estinguian poco aacute poco en la atmoacutesfera

mdashiexclQueacute magniacutefico espectaacuteculo exclamoacute Juan pero nadie le contesto Eldoctor observaacutebalas inflexiones del buque que iba aacute dirigir y Kennedy miraba ftin t raer bastantes ojos para ver muy pronto se encontraron aacute 2500 pies y ha bien doscopy fijado el aire con mas firmeza Samuel dejoacute el mechero aacute media llamocon loque sm descender el Victoria avanzaba raacutepidamente

Repuestos de las emociones de la partida y algo serenos entablaron convershysacioacuten espresando cada cual lo grato que les era aquella situacioacuten Juan sobre todo estaba loco de contento verdad es queeacutel se tenia por demasiado dichoso con hacer lo que su amo deseaba esto no obstante su estoacutemago le recordoacute quumlamp no habian comido nada desde la tarde antes y por lo tanto propuso pensar en el desayuno cuya idea fueacute aceptada por unanimidad En un instante sirvioacute Juant el almuerzo compuesto de galleta y sendos trozos de carne en conserva seguishydo de buenas tazas de cafeacute confeccionado por el inimitable Juan aacute la luzdel mechero

Saciado eiacute apetito volvieron las esclamaciones sobre la comodidad y bUett gusto del globo iexclAI diablo las diligencias deciaunomdash|Y los vapores antildeadiacutea et otromdashiexclY las locomotoras replicaba KennedymdashiexclQueacute espectaacuteculoImdashiexclQueacute admishyracioacuten (mdashiexclEsto es sonar en hamaca

A caso hecho Samuel amortiguoacute el mechero hasta que estuvieron aacute_unos quinientos pies del suelo del que distinguiacutean perfectamente todos los accjdenlt-iacutees del territorio que atravesaban Pasaban sobre campos cultivados deacute maiacutez tabaco centeno y arroz carneros y cabras veiacuteanse dentro de grandes jaulas formadas sobre postes para librar aacute las reses de la rapacidad de las uumleras

El paso del Victoria sobre las al deas era causa de infinita algazara deacute gritps

Iacute exclamaciones y algunos llevaban su atrevimiento aacute lanzar flechas y a u n aacute isparar sus espingardas verdad es que el doctor procuraba mantenerse aacute unamp

distancia- respetuosa pues de otra manera el globo no dejaba de ofrecer un buen blanco para una bala

Al medio dia consultado el mapa reconocieron se encontraban sobre la a l shydea de Tunda en sus alrededores habiacutea unos magniacuteficos aacuterboles que llamaron extraordinariamente la atencioacuten de Juan sonboabales les dijo el doctor allis hay uno cuyo tronco tendraacute cienpies de circunferencia Tal vez al pieacute deacute ese aacuterbol fueacute donde perecioacute el viajero Jiacuteainan en1845 el jefe de esta comarca lfe cogtdraquo

taladroacute la garganta y por uacuteltimo le arrancoacute la cabeza al desgraciado antes de que estuviese completamente cortada Aquel infortunado era franceacutes y teniacutea veintisiete antildeos Francia reclamoacute justicia del Said degrave Zanzibar mas el asesina no se pudo encontrar

mdashSubamos sentildeor dijo Juan no nos atrapen esos animales y con mas motishyvo si hemos de salvar el monte aquel aacute donde el aire nos lleva rectamentemdash Subiremos dijo el doctor pues aacute la opuesta caida de aquella eminencia lraacuteto-

de pasar la noche En efecto aacute las siete de la tardeacute pasaban sobre la cumbre degravei monte Duthu-

mf paralo cual tuvieron que alcanzar una elevacioacuten de mas de tres mil pies Al descender aacute la vertiente opuesta dejaron colgar las anclas y encontrando una de ellas las ramas de un enorme nopal quedoacute perfectamente enganchada Juan se deslizoacute por la cuerda y la aseguroacute mejor despueacutes le arrojaron la escati de seda por la que trepoacute aacutegilmente Midiendo sobre el mapa calcularon haber

mdash 8 mdash andado aquel dia unas cincuenta leguas Dividieron la noche en tres guardias para que velase uno por su turno y despueacutes de haber cenado se envolvieron en las mantas y trataron de dormir bull

La noche se pasoacute bien pero ala mantildeana siguiente Kennedy tenia calentura Samuel no tomoacute por ello cuidado y ordenoacute aacuteluaacuten bajar aacute desenganchar el anshycla hecho esto elevoacute la temperatura y prometioacute aacute uumliek que iba aacute darle un medishycamento que lo pondriacutea bueno al momento efectivamente apenas subieron a l shygunos centenares de pies saliendo de aquella atmoacutesfera mal sana y cuando el sol con sus rayos les dio alegriacutea y calor la fiehre desaparecioacute corno por encanto de loque el paciente y Juaii quedaron no poco maravilladosmdash-iexclExcelente meshydicamento exclamoacute JuanmdashHago lo que los meacutedicos de Europa repuso el doctor le mudo de aires y sus resultados ya los habeacuteis visto

Eacutel globo marchaba aacute regular velocidad cuando al cabo de un rato llegaron aun claro donde no se distinguiacutea ni aun sentildeales de habitacioacuten aunque habia bastante frondosidad_ el doctor propuso aacute sus compantildeeros detenerse y probar fortuna en la caza mientras que eacutel arregliba sus notas de viaje Aprobado el pensamiento dejaroncolgadaslasanclas que bien pronto hicieron presa en las ramas de un gran sicoacutemoro El doctor encargoacute iexclaacute su$ amigos mucha prudencia mientras estuvieron en tierra al paso que ellosk recomendaron no seacute echase aacute VOlai - bullbullbullbullr v bull ~

A la media hora de marcha penetraron Dick y Juan en un bosque de gomeshyros llevando el dedo en el gatillo y atenta la vista ~ |Queacute agradable es andar dijo Juan al tieiacutenpp quedaba un soberbio tropezoacutenmas Kennedyle hizo sentildeas de que callara piles por un claroacababade ver unrebantildeo deacute diezantiacutelopesbe- hiendo agua en un torrente aquellos graciososi animales presentiacutean el peligro y levantaban la cabeza aspirando el aire del lado de los cazadores Kennedy rodeoacute un bosquecillo lograndoponerse aacute tiro1ydisparoacute El rebantildeodesapareciogt iuacutestantaacutene^iufthte menos una resque cayoacute muerta Los cazadores no se precipishytaron aacute ella alegraacutendose inunitoal examinar tan buena^iresasu pielera de coshylor azul claro el vientre gris y iquestI interior de las patas blanco como la nieve Le desollaroncon presteza y con los solomillos hicieronun magniacutefico asado en el iacutenterin dijo Juan iexclQueacute bonita cara pondiuionqs si al ir aacute buscar ai sentildeor Fer~

ussoacuten hubiese volado el globomdashPoco probable es tuidea pues ademas de amuel ser incapaz deacute abandonarnos inaneja el Victoria con una facilidad

admirablemdashPuessin em bargo no seacute queacute secretopresenlimiuumluto me anuncia una desgraciamdashVuelve el asado Juan y dejeacutemonos desuppsiciones poco pro-b a b l e s ^ [bullI---- bull

En aquel momento sonoacute un tiro del-lado donde estaba el globo inmediatashymente recogieron la carne del aacuteritiacutelope yempriacuteiacutetidjerou la marcha hacia el Vicshytoria cuando aacute poco rato sonoacute otrodispaacutero Precipitadamente llegaron al liamdash dero del bosque desde donde distinguieron el iexclglobo sobre el aacuterbol mas por su tronco trepaban untildea veintena de negros oacute que tal pareciacutean por lo que consishyderaron perdido aacute Siimuclsin embargo se preparaban aacute atacarlos cuando Fergusson haciendo otro disparo echoacute a rodar uno de aquellos individuos mas nuestros amigos se quedaionno poco admirados al ver que se quedoacute suspendishydo de una rama con los brazos y las pierna^ col gando Entonces conocieron que solo teniacutean quehabeacuterselas eonutiacutea turba de monos enormes losque ahuyentaron con unos cuantos disparos En un im-tante se vieron dentro del Victoria que -desenganchada el ancla se elevoacute en el aire oacute impulsado por un viento regularshyse dirigioacute hacia el Eacuteste

Celebraron no poco el lance pasado y se propusieron ser mas cautos en adeshylante Comieron aacute satisfaccioacuten carne fresca de antiacutelope y continuaron su viaje sin accidente notable hasta las dos de la tarde que llegaron aacute la populo-a cuidadleraquo Kazeh En dos dias de camino habian andado unas doscientas leguas El capitaacuten Burton tardoacute cualro meses y medio en llegar allaacute

Mucha algazara y bullicio habiacutea en las plazas de este importante mercado mas al aproximarse eacutel Victoria todo se calloacute corno poroncanto desapareciendo instantaacuteneamente hombres mujeres nintildeos esclavos y mercaderes Juan hubieshyra deseado descender y apropiarse de lo mas uacutetil pero el doctor le dijo que aquel temor pasajero durariacutea poco por lo que no convenia mucho el fiarse de las apariencias Eacuten efecto aacute poco rato fueron distinguieacutendose las cabezas de los mas curiosos y bien pronto toda la poblacioacuten se dejoacute ver los magos oacute adivinos se distinguiacutean por los amuletos de queibnn adornados el mas anciano de ellas hizo sentildea aacute ia multitud que se calloacute al momento y eacutel dirigioacute aacute los del globo na largo discurso del que Samuel entendioacute que el rey deacute aquella tribu estaba enshyfermo y que-creyendo el pueblo que el globo era la luna la suplicaban maridacopy uno de sus hijos aacute visitarlo Contraiacutea opinioacuten de Dick decidioacute Samuel acceshyderaacute ia demanda advirtieacutendoles empero que cuidasen del globo teniendo el mechero en actividad para estar prontos aacute huir en caso necesario

Serian las tres deacutela tardo cuando Fcrgasltbh en medio -de los mas altos dignatarios iexcl leiacute ruino se dirigiacutea aacute la barraca-palacio en donde yacia sumido en una eterna borrachera un negro enorme de aspecto sucio y repugnante Los favorishytos y la muj iTesde S M estuvieron inclinados y arrodillados mientras dureacute esta viexclitiacutet Con algunas gotas de un cordial muy activo el doctor reanimoacute un poco aquel cuerpo embrutecido el sultaacuten hizo un movimiento eneacutergico cuyraquo sintoniacutea fueacute acogido con una algarabiacutea de gritos ntildei honor del meacutedico Eacutel docshytor les hizo un ceremonioso cumplido y salioacute del palacio dirigieacutendose hacia el Yiclnrm 4lt

Entre imito Juan sentado al pieacute de la escala recibiacutea con pasmosa gravaH IacuteiexclU los homenajes que la admirada multitud prodigaba auno de los hijos pre~ dihcios de la luna despueacutes formaron una danza en la que tambieacuten tomaron

parle las joacutevenes africanas aacute esteespectaacuteculo no pudo resistir nuestro amigo jiexcl se mezcloacute tambieacuten en la contradanza En esto Dick que estabade centinela eot k barquilla le dio la voz de alarma suspende Juan su baile y observa que Sashymuel venia poeomenoi que huyendo delante (jcunaturhade fanaacuteticos y adivinos bullfine departiacutean acaloradamente haciendo cestos nada tranquliexclZidores El doctosraquo llegoacute a pieacute de la escala que subioacute raacutepidamentei siguieacutendoleJuan canflgiiacuteiaVd) mdashNo trates de detenerte aacute desenganchar el ancla cortaremodaacute cuerda prontoraquo dijo el doctormdashPero iquestqueacute sucede preguntoacute Juan escalando la barquilla Mirad respondioacute Fergtisson sentildealando al horizonte

La luna como un globo de fuego se levantaba majestuosa lo pual dio oca-raquo sion aacute que la multitud cambiase las adoraciones en amenazas Conociacutean que sft les escapaba su presa y aumentaban los gritos do furor tino de los santones s u shybioacute al aacuterbol con aacutenimo de tirar de la luna y echarla al suelo mas al trepar pop las ramas se rompioacute la que sosteniacutea el ancla que al desengancharse cogioacute a l mago por entre las piernas y lo elevoacute aacute mas de quinientos pies del primer tiroacuten El negro estaba agarrado aacute la cuerda con extraordinaria energiacutea- y el globo continuaba subiendo al paso que la multitud se aterroacute al ver unode sus magos suspendido en el espacio Dn ligero viento de Oeste arrastroacute al globo lejos de la ciudad y media hora despueacutes ha hiendo disminuido Samuel laacutellama del raerraquo

GLOBO 2

enero se aproximoacute aacute tierra al llegar aacute unos veinte pies del suelo el negro se ianz^ aacute ticj|ra ceacuteyeiacuteido en pieacute y echando aacute correr en seguida haciashyKazeh mientras que suacutebitamentealigerado el Victoria se elevaba de nuevo

copyAPIacuteTULOacute III

La tormenteshy Muerte de un elefantemdashFasodel EcuadormdashLas fuentes del MiacuteoshymdashCombate de dos tribus

Hay un refraacuten espantildeol que afirma que el que se viste de prestado en la calle lo desnudan y esto fueacute lo que sucedioacute aacute nuestros aventureros por adoptar un caraacutecter que no era el suyo

Mientras comentaban alegremente el pasado lance el cielo se iba cargando hacia el N de nubes siniestras y pesadas Un viento bastante vivo arrastraba al Victoria con una velocidad de treinta y cinco millas por hora Poco aacute poco fueacute establecieacutendose uii silencio sepulcral la atmoacutesfera pareciacutea acolchada y la naturaleza entera presentaba siacutentomas de un cataclismo proacuteximo

De rcpeacuteuteua relaacutempago Violento rasgoacutelas sombras seguidoshyde un espantoso trueKbmdashiexclAlerta gritoacute Fergusson Kennedy y Juan alarmados ya so pusieron al lado del doctormdashiquestBajamos dijo Kennedymdash No el globo no resistiriacutea Sushybamos antes que esas nubes se conviertan en agua y el viento se desencadene esto dijo Samuel activando la llama del mechero Uumla segundo relaacutempago rasgoacute las mibes seguido de otros muchos continuados y repetidos El viento se desshyencadenaba con una violencia horrible dividiendo las nubes incandescentes dintildease que era un inmenso ventilador activando un incendio

El doctor tenia el mechero aacute toda llama el globo se dilataba y subiacutea aacute pesar de los relaacutempagos que dibujaban inflamadas tangentes eacuten su derredor estaban eacuten plenofuegomdashQue Dios nos asista dijo Samuel nuestra vida estaacute en susmashynos y solo eacutel puede salvarnos La voz del doctor apenas llegaba aacute los oiacutedos de sus compantildeeros eacuten iacutenedio de los truenos y exhalaciones pero el Victoria gubia siempre encontraacutendose al cabo de un cuarto de hora fuera de la zona tempesshytuosa y por bajo de eacutel continuaban las exhalaciones eleacutectricas como si fuera una vasta corona de fuegos artificiales queacute colgara de la barquillaEl doctor conshysultoacute al baroacutemetro que dio doce mil de elevacioacuten

A las cuatro deacutela mantildeaua el sol se elevoacute y disipoacute las nubes al par que un viento agradable refrescoacute la atmoacutesfera eacutel globo corriendo bordadasshy apenas se habiacutea inclinado aacute ninguacuten1 lado el doctor le hizo descenderaacute unos milpieacutes donde encontroacute una corriente que con mediana velocidad les condujo al Noroeste antes de mucho losi iexclajeros se hallaron en el liacutemite de una inmensa pradera natural sin que en toda ella se descubriese vestigio alguno de habitacioacuten deshytwniiaaacuteiacuteon bajar aacute tierra para proveerse de agua у сага y al efecto dejaroa

mdash 11 mdash Jas anclas colgando que rozaban las altas yerbas trazando un surco semejante a l a estela de un buque

De pronto el globo se detuvo por haber sin duda mordido el ancla en alguacuten objeto oculto bajo las yerbas va se preparaban aacute descender cuando un gritoi agudo resonoacute en elaireacute y el Victoria se puso en marcha arrastrado por el bicha 4 (fue el ancla habiacutea agarrado Avanzaban con cierta rapidez y pronto llegaron aacute un claro donde se dejoacute ver un magniacutefico elefante con el ancla del Victoria sujeia aacute uno de sus largos colmillos Intentaba con la trompa desembarazarse de aquel lazo Tomoacute un galope raacutepido dando fuertes sacudidas aacute la barquilla en suacute trote El doctor con un hacha en la mano estaba dispuesto aacute cortar la cuerda-si habia necesidad iacutenterin que Diclc preparabasu certera carabina laprimeiaacuteT

bala disparada contra el craacuteneo se aplastoacute como sobre una plancha de hierros este golpe solo sirvioacute para hacerle acelerar el pasoacute las balas coacutenicastampocoTef detuvieron pero la situaqion apremiaba pues aacute unas cien toesas daba principio- un bosque en cuyas ramas no lardariacutea el globo en hacerse pedazos mas Kennedy le dirigioacute un balazo aacute un ojo en un momento que levantoacute la cabeza El golpe fueacute decisivo el animal se detuvo vaciloacute sus rodillas se doblaron y presentoacute e l flanco al cazador En aquella postara fueacute faacutecil dirigirle una bala al corazoacuten que puso fin aacute la desesperacioacuten y agoniacutea del monstruo iraquo

Con sumo placerse aproximaron al elefante y trataron sacar el mejorpartido de tan notable caza al efecto le cortoacute Juan la trompa que tendriacutea unos diea pies de ancha en su nacimiento escogioacute lo mas delicado de ella y en unioacuten de ano de sus pies la envolvioacute en yerbas aromaacuteticas colocaacutendolo todo en el fondo de un horno previamente caldeado sobre la carne formoacute una segunda fogatas

quemada la cual el asado estaba en toda sazoacuten Entrelando Diclc sehaacutebia intershynado en el bosque proacuteximo haciendo repetidos disparos y al cabo de dos horas volvioacute con un rosario degordas perdices y las dbspiernas traseras deun antiacutelope

La comida sobre un magniacutefico ceacutesped estuvo deliciosa y amenizada con galleta aguardiente cafeacute y agua fresca y ciara de un arroyo proacuteximo La tarde concluyoacute sin novedad y la noche determinaron pasarla en tierra

A las cinco de la mantildeana siguiente se emprendioacute la partida llevaacutendolos una fuerte brisa en direccioacuten al Ecuador cuya liacutenea atravesaron aacute las once de la mantildeana por manera que al anunciar el doctor que entraban en el hemisferio1

boreal estuvo muy oportuna la ocurrencia de Juan proponiendo que tan grata suceso se festejase con un vaso de ron

El viento continuabadel Este con una velocidad de treinta millas por horabdquo5 por lo que se encontraron muy pronto sobre el lago Nyanza presumible (lepoacute- sito de las aguas del Nilo varias son las islas que en este lago se encuentran yj una es tan considerable que estaacute gobernada por tres sultanes Habieacutendose diritiacutel gido el Vkloria hacia el Oeste les dijo Samuel mdashDentro de poco veremos e l fundamento de losrelatos que suponen que este gran lago engendra el Kilo pues tardaremos poco en llegar aacute la pane mas occidental doacutende necesariamente debeacutel estar el principio de eacutel

Efectivamente antes de dos horas llegaron aacute la estremidad del lago pasan- do sobre los elevados picos de altas montantildeas pero entre ellas y por una ga r shyganta profunda y sinuosa escapaba un agitado rio-mdashVed amigos mios esclamdf el doctor los relatos de los aacuterabes eran exactos hablaban de un rio por donde este higo que ellos llaman Ukeacutereacuteouacuteeacute derramaba sus aguas hacia el Norte Sf | laquose hilo de agua que huye bajo nuestros pies vaacute aacute confundirse con las olas defc Mediterraacuteneo iEs el Nifoacute luumluumlrrahpor el Kilo

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

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AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 4: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

bull mdash 5 bull _ tro de este habia otro mas pequentildeo que solo tenia cuarenta y cinco pitoacute de diaacutemetro horizontal y sesenta y ocho de vertical en capacidad interior 67 mil pies ciiacutebicos desde un globo al otro se abria una vaacutelvula que en caso de neceshysidad los poniacutea en comunicacioacuten Con eltte medio en el caso de rotura oacute cual-cuier accidente al globo exterior les quedaba ei pequentildeo con el que no era t ifiacutecil restablecer el equilibrio Ambas capacidades se henchiriacutean de gas hishydroacutegeno que es catorce veces y media mas liacuteg o que el aire es decir que dicha diferencia es lo que constituiriacutea la fueiza ascensional del globo Seguacuten un caacutelshyculo aproximado el globo debiacutea levantar im peso de cuatro mil libras represenshytadas por los siguientes objetos Peso de Fergusson 135 libras de Kennedy 153 Juan 120 ambos globos la barquilla y red 1440 inslrultnentos ropas armas y menudencias 190 viacuteveres 380 agua 400 aparato para manejar el globo y lastre li56 lIolfll4000 libras

Estando todo dispuesto solo faltaba celebrar la despedida y efectivamente asiacute se hizo el dia 20 costeando la Real Sociedad Geograacutefica una gran comida ea honor de Fergusson y Kennedy menudearon los brindis en gracia de los espe-dicionarios y aacute los postres iexcllegoacute un mensaje de la reinacumplimentaacutendolos Conshycluido elbanquete pasaron uacuteRosolute buque de vapor que el gobierno tuvo la galanteriacutea de ofrecer pira conducirles1 aacute Zanziacutebar y en donde el diacutea antes ha -biaiUMcloacutecoacutelocadoSei^lobo y los demaacutes accesorios

A diaacute siguienteacutei aacute las tres de la mantildeana se levoacute el ancla eacute impaacutelsado por su heacutelice el jlewMc se deslizo hacia la embocadura del Taacutemesis Las buenas condiciones de la navegacioacuten haacutecian augurar el feliz eacutexito de la empresa como es de suponer ios conversaciones que se sosteniacutean aacute bordo todas versaban sobre este asunto deseando los oficiales del buque conocer losplanes del ductor y p o r q u eacute eacutestetenia tal seguridad de buen eacutexito Fergusson se prestoacute aacute satisfashycer tan justa curiosidad usando de Ja palabra en estos oacute parecidos teacuterminos

bull Casi todas las espediciones aerostaacuteticas han fracasado a causa de la ineficaraquo ciade los medios empleados paralalocomocionporlotantoyo prescindo de alas ni heacutelices y me proponampo omplear el aire para caminar y el caloacuterico para eleshyvarme y descenderaacute voluntad Con la mitad del picho liacutecno de gas tiene la sushyficiente potencia paacuteraelevarseyaacuterfastrar las cuatro mil libras de peso que debe llevar Por medio de un caloriacutefero alimentado con gas oxiacutegeno eacute hidroacutegeno que me proporciono descomponiendo el agua por medio de una pila de Buntzen elevo la temperatura del interior del globo ycomo que-al aumentar el caloacuterico el gas seacute dilata aumentaniacuteio de volumen esto hace queacute se desaloje aire atmosshyfeacuterico de modo que porcada dtezltgrados niacuteas decaloacuterico el hidroacutegeno del globo se dilataraacute sesenta y dos metrosi cuacutebicos proacuteximamente y la fuerza ascensional del aparato aumentaraacute ciento sesenta fibras Esto equivale aacute -arroja el mismo peso de lastre y en esta proporcioacuten puedo aacute mi placer elevarme oacute descender solo coa avivar o amortiguar la luz del mechero que da vida al caloriacutefero

En cuanto ala direccioacuten que ileva-faacute el globo seraacute indudablemente salvo cualquier accidente pasajero de Este aacute Oeste pues trato de aprovechar los vientos aliacuteseos queson los que reinan siembre en la zona |toacuterrida con la dicha direccioacuten ademaacutes que pudtendoacute elevarme aacute voluntad es faacutecil buscar en otra re gion masoacute menos elevada un viento que marque la direccioacuten conveniente

JE objeto del viaje no es otro que comprobar la certeza de las relaciones que respecto al Aacutefrica nos han dado ios viajeros que nos han precedido solo que coa nuestro meacutetodo adelantaremos mas que ellos sin tener que sufrir ninguna dft sus penalidades

De esta manera terminoacute su discurso el doctor mereciendo la aprobacioacuten del auditorio Nada se le podia objetar todo lo habiacutea previsto y resuelto

CAPIacuteTULO IacuteI

Los preparativosmdashNombre alegoacuterico del globo-mdashPrimeros diacuteas de navegacioacutenmdashLos hijos de la Luna

Viento constantemente favorable apresuroacute la marcha del Besohte que ancloacute m el puerto de Ja ciudad eacute isla de Zanziacutebar el 1S de Abril aacute las once de la mantildeana ^ inmediatamente se procedioacute al desembarco inas al enterarse hrpo-fclacion de que habia llegado un cristiano que trataba de elevarse por los aires su ciego fanatismo les sugirioacute la idea deque se trataba de alguacuten provecto sashycrilego y quiso oponerse aacute la ejecucioacuten Enterado el coacutensul de estas disposicioshynes conferencioacute con el doctor y el comandante del buque eacuteste no queriacutea dejarse intimidar mas Samuel le atrajo ala razoacuten indicaacutendole que aunque gor siacute nada temiesen ora muy faacutecil que el globo recibiera cualquier rasguntildeoraquo y comprometiera la expedicioacuten por lo tanto escogieron para desembarco una isla desierta fuera del puerto Eu ella se procedioacute al henchimiento del globo operacioacuten que exigioacute ios mayores cuidados y que fueacute ejecutada con felicidad despueacutes colocaron en la barquilla la tienda ropas armas instrumentos y V H veres necesarios Sacos de tierra sustituyeron con exceso el peso deacutelos viajeros que pasaron en tierra con sus compatriotas la noche del 17 al AS de Abril A las nueve de la mantildeana entraron los tres viajeros en la barquilla despueacutes de baber abrazado con efusioacuten aacute los bravos marinos que los habian acompantildeado eacutel doctor encendioacute el mechero abriendo toda la Uaye para que produjera intensa liacuteamn aacute los pocos minutos el globo que se manteniacutea en perfecto equilibrio emshypezoacute aacute levantarse Los marinos dejaron correrlas cuerdas con que provisioshynalmente habia sido sujeto y la barquilla se elevoacute aacute veinte pies del suelo

mdashAmigos miacuteos exclamoacute el doctor colocado entre sus dos compantildeeros y quishytaacutendose el sombrero demos aacute nuestro buque aeacutereo un nombre de buen aguumlero llameacutemosle^ Viclorin - Un burra formidable respondioacute aacutelaquow-palabras bull

bull En aquel momento la fuerza ascendente del globo aumentoacute prodigiosamente lerguacutesson Kennedy y Juan dirigieron el uacuteltimo adioacutes aacute sus amigos y aacute una se-fiaiexcldel doctor sueltas del todo las cuerdas el Victoria se elevoacute raacutepidamente mientras que los cuatro cantildeones delResolute disparaban en su honor

El ambiente era puro y el viento moderado el Victoria subioacute casi perpen-dicularmente aacute mil quinientos pies de altura alliacute encontroacute una corriente mas marcada que los llevoacute hacia el Sudoeste Magniacutefico espectaacuteculo se desarrollaba aacute los ojos de los viajeros los campos presentaban diferentes matices ramilla^

bull1

_ 7 mdash tes-de aacuterboles indicaban los bosques los habitantes de la isla pareciacutean insectos los hurras y los gritos se estinguian poco aacute poco en la atmoacutesfera

mdashiexclQueacute magniacutefico espectaacuteculo exclamoacute Juan pero nadie le contesto Eldoctor observaacutebalas inflexiones del buque que iba aacute dirigir y Kennedy miraba ftin t raer bastantes ojos para ver muy pronto se encontraron aacute 2500 pies y ha bien doscopy fijado el aire con mas firmeza Samuel dejoacute el mechero aacute media llamocon loque sm descender el Victoria avanzaba raacutepidamente

Repuestos de las emociones de la partida y algo serenos entablaron convershysacioacuten espresando cada cual lo grato que les era aquella situacioacuten Juan sobre todo estaba loco de contento verdad es queeacutel se tenia por demasiado dichoso con hacer lo que su amo deseaba esto no obstante su estoacutemago le recordoacute quumlamp no habian comido nada desde la tarde antes y por lo tanto propuso pensar en el desayuno cuya idea fueacute aceptada por unanimidad En un instante sirvioacute Juant el almuerzo compuesto de galleta y sendos trozos de carne en conserva seguishydo de buenas tazas de cafeacute confeccionado por el inimitable Juan aacute la luzdel mechero

Saciado eiacute apetito volvieron las esclamaciones sobre la comodidad y bUett gusto del globo iexclAI diablo las diligencias deciaunomdash|Y los vapores antildeadiacutea et otromdashiexclY las locomotoras replicaba KennedymdashiexclQueacute espectaacuteculoImdashiexclQueacute admishyracioacuten (mdashiexclEsto es sonar en hamaca

A caso hecho Samuel amortiguoacute el mechero hasta que estuvieron aacute_unos quinientos pies del suelo del que distinguiacutean perfectamente todos los accjdenlt-iacutees del territorio que atravesaban Pasaban sobre campos cultivados deacute maiacutez tabaco centeno y arroz carneros y cabras veiacuteanse dentro de grandes jaulas formadas sobre postes para librar aacute las reses de la rapacidad de las uumleras

El paso del Victoria sobre las al deas era causa de infinita algazara deacute gritps

Iacute exclamaciones y algunos llevaban su atrevimiento aacute lanzar flechas y a u n aacute isparar sus espingardas verdad es que el doctor procuraba mantenerse aacute unamp

distancia- respetuosa pues de otra manera el globo no dejaba de ofrecer un buen blanco para una bala

Al medio dia consultado el mapa reconocieron se encontraban sobre la a l shydea de Tunda en sus alrededores habiacutea unos magniacuteficos aacuterboles que llamaron extraordinariamente la atencioacuten de Juan sonboabales les dijo el doctor allis hay uno cuyo tronco tendraacute cienpies de circunferencia Tal vez al pieacute deacute ese aacuterbol fueacute donde perecioacute el viajero Jiacuteainan en1845 el jefe de esta comarca lfe cogtdraquo

taladroacute la garganta y por uacuteltimo le arrancoacute la cabeza al desgraciado antes de que estuviese completamente cortada Aquel infortunado era franceacutes y teniacutea veintisiete antildeos Francia reclamoacute justicia del Said degrave Zanzibar mas el asesina no se pudo encontrar

mdashSubamos sentildeor dijo Juan no nos atrapen esos animales y con mas motishyvo si hemos de salvar el monte aquel aacute donde el aire nos lleva rectamentemdash Subiremos dijo el doctor pues aacute la opuesta caida de aquella eminencia lraacuteto-

de pasar la noche En efecto aacute las siete de la tardeacute pasaban sobre la cumbre degravei monte Duthu-

mf paralo cual tuvieron que alcanzar una elevacioacuten de mas de tres mil pies Al descender aacute la vertiente opuesta dejaron colgar las anclas y encontrando una de ellas las ramas de un enorme nopal quedoacute perfectamente enganchada Juan se deslizoacute por la cuerda y la aseguroacute mejor despueacutes le arrojaron la escati de seda por la que trepoacute aacutegilmente Midiendo sobre el mapa calcularon haber

mdash 8 mdash andado aquel dia unas cincuenta leguas Dividieron la noche en tres guardias para que velase uno por su turno y despueacutes de haber cenado se envolvieron en las mantas y trataron de dormir bull

La noche se pasoacute bien pero ala mantildeana siguiente Kennedy tenia calentura Samuel no tomoacute por ello cuidado y ordenoacute aacuteluaacuten bajar aacute desenganchar el anshycla hecho esto elevoacute la temperatura y prometioacute aacute uumliek que iba aacute darle un medishycamento que lo pondriacutea bueno al momento efectivamente apenas subieron a l shygunos centenares de pies saliendo de aquella atmoacutesfera mal sana y cuando el sol con sus rayos les dio alegriacutea y calor la fiehre desaparecioacute corno por encanto de loque el paciente y Juaii quedaron no poco maravilladosmdash-iexclExcelente meshydicamento exclamoacute JuanmdashHago lo que los meacutedicos de Europa repuso el doctor le mudo de aires y sus resultados ya los habeacuteis visto

Eacutel globo marchaba aacute regular velocidad cuando al cabo de un rato llegaron aun claro donde no se distinguiacutea ni aun sentildeales de habitacioacuten aunque habia bastante frondosidad_ el doctor propuso aacute sus compantildeeros detenerse y probar fortuna en la caza mientras que eacutel arregliba sus notas de viaje Aprobado el pensamiento dejaroncolgadaslasanclas que bien pronto hicieron presa en las ramas de un gran sicoacutemoro El doctor encargoacute iexclaacute su$ amigos mucha prudencia mientras estuvieron en tierra al paso que ellosk recomendaron no seacute echase aacute VOlai - bullbullbullbullr v bull ~

A la media hora de marcha penetraron Dick y Juan en un bosque de gomeshyros llevando el dedo en el gatillo y atenta la vista ~ |Queacute agradable es andar dijo Juan al tieiacutenpp quedaba un soberbio tropezoacutenmas Kennedyle hizo sentildeas de que callara piles por un claroacababade ver unrebantildeo deacute diezantiacutelopesbe- hiendo agua en un torrente aquellos graciososi animales presentiacutean el peligro y levantaban la cabeza aspirando el aire del lado de los cazadores Kennedy rodeoacute un bosquecillo lograndoponerse aacute tiro1ydisparoacute El rebantildeodesapareciogt iuacutestantaacutene^iufthte menos una resque cayoacute muerta Los cazadores no se precipishytaron aacute ella alegraacutendose inunitoal examinar tan buena^iresasu pielera de coshylor azul claro el vientre gris y iquestI interior de las patas blanco como la nieve Le desollaroncon presteza y con los solomillos hicieronun magniacutefico asado en el iacutenterin dijo Juan iexclQueacute bonita cara pondiuionqs si al ir aacute buscar ai sentildeor Fer~

ussoacuten hubiese volado el globomdashPoco probable es tuidea pues ademas de amuel ser incapaz deacute abandonarnos inaneja el Victoria con una facilidad

admirablemdashPuessin em bargo no seacute queacute secretopresenlimiuumluto me anuncia una desgraciamdashVuelve el asado Juan y dejeacutemonos desuppsiciones poco pro-b a b l e s ^ [bullI---- bull

En aquel momento sonoacute un tiro del-lado donde estaba el globo inmediatashymente recogieron la carne del aacuteritiacutelope yempriacuteiacutetidjerou la marcha hacia el Vicshytoria cuando aacute poco rato sonoacute otrodispaacutero Precipitadamente llegaron al liamdash dero del bosque desde donde distinguieron el iexclglobo sobre el aacuterbol mas por su tronco trepaban untildea veintena de negros oacute que tal pareciacutean por lo que consishyderaron perdido aacute Siimuclsin embargo se preparaban aacute atacarlos cuando Fergusson haciendo otro disparo echoacute a rodar uno de aquellos individuos mas nuestros amigos se quedaionno poco admirados al ver que se quedoacute suspendishydo de una rama con los brazos y las pierna^ col gando Entonces conocieron que solo teniacutean quehabeacuterselas eonutiacutea turba de monos enormes losque ahuyentaron con unos cuantos disparos En un im-tante se vieron dentro del Victoria que -desenganchada el ancla se elevoacute en el aire oacute impulsado por un viento regularshyse dirigioacute hacia el Eacuteste

Celebraron no poco el lance pasado y se propusieron ser mas cautos en adeshylante Comieron aacute satisfaccioacuten carne fresca de antiacutelope y continuaron su viaje sin accidente notable hasta las dos de la tarde que llegaron aacute la populo-a cuidadleraquo Kazeh En dos dias de camino habian andado unas doscientas leguas El capitaacuten Burton tardoacute cualro meses y medio en llegar allaacute

Mucha algazara y bullicio habiacutea en las plazas de este importante mercado mas al aproximarse eacutel Victoria todo se calloacute corno poroncanto desapareciendo instantaacuteneamente hombres mujeres nintildeos esclavos y mercaderes Juan hubieshyra deseado descender y apropiarse de lo mas uacutetil pero el doctor le dijo que aquel temor pasajero durariacutea poco por lo que no convenia mucho el fiarse de las apariencias Eacuten efecto aacute poco rato fueron distinguieacutendose las cabezas de los mas curiosos y bien pronto toda la poblacioacuten se dejoacute ver los magos oacute adivinos se distinguiacutean por los amuletos de queibnn adornados el mas anciano de ellas hizo sentildea aacute ia multitud que se calloacute al momento y eacutel dirigioacute aacute los del globo na largo discurso del que Samuel entendioacute que el rey deacute aquella tribu estaba enshyfermo y que-creyendo el pueblo que el globo era la luna la suplicaban maridacopy uno de sus hijos aacute visitarlo Contraiacutea opinioacuten de Dick decidioacute Samuel acceshyderaacute ia demanda advirtieacutendoles empero que cuidasen del globo teniendo el mechero en actividad para estar prontos aacute huir en caso necesario

Serian las tres deacutela tardo cuando Fcrgasltbh en medio -de los mas altos dignatarios iexcl leiacute ruino se dirigiacutea aacute la barraca-palacio en donde yacia sumido en una eterna borrachera un negro enorme de aspecto sucio y repugnante Los favorishytos y la muj iTesde S M estuvieron inclinados y arrodillados mientras dureacute esta viexclitiacutet Con algunas gotas de un cordial muy activo el doctor reanimoacute un poco aquel cuerpo embrutecido el sultaacuten hizo un movimiento eneacutergico cuyraquo sintoniacutea fueacute acogido con una algarabiacutea de gritos ntildei honor del meacutedico Eacutel docshytor les hizo un ceremonioso cumplido y salioacute del palacio dirigieacutendose hacia el Yiclnrm 4lt

Entre imito Juan sentado al pieacute de la escala recibiacutea con pasmosa gravaH IacuteiexclU los homenajes que la admirada multitud prodigaba auno de los hijos pre~ dihcios de la luna despueacutes formaron una danza en la que tambieacuten tomaron

parle las joacutevenes africanas aacute esteespectaacuteculo no pudo resistir nuestro amigo jiexcl se mezcloacute tambieacuten en la contradanza En esto Dick que estabade centinela eot k barquilla le dio la voz de alarma suspende Juan su baile y observa que Sashymuel venia poeomenoi que huyendo delante (jcunaturhade fanaacuteticos y adivinos bullfine departiacutean acaloradamente haciendo cestos nada tranquliexclZidores El doctosraquo llegoacute a pieacute de la escala que subioacute raacutepidamentei siguieacutendoleJuan canflgiiacuteiaVd) mdashNo trates de detenerte aacute desenganchar el ancla cortaremodaacute cuerda prontoraquo dijo el doctormdashPero iquestqueacute sucede preguntoacute Juan escalando la barquilla Mirad respondioacute Fergtisson sentildealando al horizonte

La luna como un globo de fuego se levantaba majestuosa lo pual dio oca-raquo sion aacute que la multitud cambiase las adoraciones en amenazas Conociacutean que sft les escapaba su presa y aumentaban los gritos do furor tino de los santones s u shybioacute al aacuterbol con aacutenimo de tirar de la luna y echarla al suelo mas al trepar pop las ramas se rompioacute la que sosteniacutea el ancla que al desengancharse cogioacute a l mago por entre las piernas y lo elevoacute aacute mas de quinientos pies del primer tiroacuten El negro estaba agarrado aacute la cuerda con extraordinaria energiacutea- y el globo continuaba subiendo al paso que la multitud se aterroacute al ver unode sus magos suspendido en el espacio Dn ligero viento de Oeste arrastroacute al globo lejos de la ciudad y media hora despueacutes ha hiendo disminuido Samuel laacutellama del raerraquo

GLOBO 2

enero se aproximoacute aacute tierra al llegar aacute unos veinte pies del suelo el negro se ianz^ aacute ticj|ra ceacuteyeiacuteido en pieacute y echando aacute correr en seguida haciashyKazeh mientras que suacutebitamentealigerado el Victoria se elevaba de nuevo

copyAPIacuteTULOacute III

La tormenteshy Muerte de un elefantemdashFasodel EcuadormdashLas fuentes del MiacuteoshymdashCombate de dos tribus

Hay un refraacuten espantildeol que afirma que el que se viste de prestado en la calle lo desnudan y esto fueacute lo que sucedioacute aacute nuestros aventureros por adoptar un caraacutecter que no era el suyo

Mientras comentaban alegremente el pasado lance el cielo se iba cargando hacia el N de nubes siniestras y pesadas Un viento bastante vivo arrastraba al Victoria con una velocidad de treinta y cinco millas por hora Poco aacute poco fueacute establecieacutendose uii silencio sepulcral la atmoacutesfera pareciacutea acolchada y la naturaleza entera presentaba siacutentomas de un cataclismo proacuteximo

De rcpeacuteuteua relaacutempago Violento rasgoacutelas sombras seguidoshyde un espantoso trueKbmdashiexclAlerta gritoacute Fergusson Kennedy y Juan alarmados ya so pusieron al lado del doctormdashiquestBajamos dijo Kennedymdash No el globo no resistiriacutea Sushybamos antes que esas nubes se conviertan en agua y el viento se desencadene esto dijo Samuel activando la llama del mechero Uumla segundo relaacutempago rasgoacute las mibes seguido de otros muchos continuados y repetidos El viento se desshyencadenaba con una violencia horrible dividiendo las nubes incandescentes dintildease que era un inmenso ventilador activando un incendio

El doctor tenia el mechero aacute toda llama el globo se dilataba y subiacutea aacute pesar de los relaacutempagos que dibujaban inflamadas tangentes eacuten su derredor estaban eacuten plenofuegomdashQue Dios nos asista dijo Samuel nuestra vida estaacute en susmashynos y solo eacutel puede salvarnos La voz del doctor apenas llegaba aacute los oiacutedos de sus compantildeeros eacuten iacutenedio de los truenos y exhalaciones pero el Victoria gubia siempre encontraacutendose al cabo de un cuarto de hora fuera de la zona tempesshytuosa y por bajo de eacutel continuaban las exhalaciones eleacutectricas como si fuera una vasta corona de fuegos artificiales queacute colgara de la barquillaEl doctor conshysultoacute al baroacutemetro que dio doce mil de elevacioacuten

A las cuatro deacutela mantildeaua el sol se elevoacute y disipoacute las nubes al par que un viento agradable refrescoacute la atmoacutesfera eacutel globo corriendo bordadasshy apenas se habiacutea inclinado aacute ninguacuten1 lado el doctor le hizo descenderaacute unos milpieacutes donde encontroacute una corriente que con mediana velocidad les condujo al Noroeste antes de mucho losi iexclajeros se hallaron en el liacutemite de una inmensa pradera natural sin que en toda ella se descubriese vestigio alguno de habitacioacuten deshytwniiaaacuteiacuteon bajar aacute tierra para proveerse de agua у сага y al efecto dejaroa

mdash 11 mdash Jas anclas colgando que rozaban las altas yerbas trazando un surco semejante a l a estela de un buque

De pronto el globo se detuvo por haber sin duda mordido el ancla en alguacuten objeto oculto bajo las yerbas va se preparaban aacute descender cuando un gritoi agudo resonoacute en elaireacute y el Victoria se puso en marcha arrastrado por el bicha 4 (fue el ancla habiacutea agarrado Avanzaban con cierta rapidez y pronto llegaron aacute un claro donde se dejoacute ver un magniacutefico elefante con el ancla del Victoria sujeia aacute uno de sus largos colmillos Intentaba con la trompa desembarazarse de aquel lazo Tomoacute un galope raacutepido dando fuertes sacudidas aacute la barquilla en suacute trote El doctor con un hacha en la mano estaba dispuesto aacute cortar la cuerda-si habia necesidad iacutenterin que Diclc preparabasu certera carabina laprimeiaacuteT

bala disparada contra el craacuteneo se aplastoacute como sobre una plancha de hierros este golpe solo sirvioacute para hacerle acelerar el pasoacute las balas coacutenicastampocoTef detuvieron pero la situaqion apremiaba pues aacute unas cien toesas daba principio- un bosque en cuyas ramas no lardariacutea el globo en hacerse pedazos mas Kennedy le dirigioacute un balazo aacute un ojo en un momento que levantoacute la cabeza El golpe fueacute decisivo el animal se detuvo vaciloacute sus rodillas se doblaron y presentoacute e l flanco al cazador En aquella postara fueacute faacutecil dirigirle una bala al corazoacuten que puso fin aacute la desesperacioacuten y agoniacutea del monstruo iraquo

Con sumo placerse aproximaron al elefante y trataron sacar el mejorpartido de tan notable caza al efecto le cortoacute Juan la trompa que tendriacutea unos diea pies de ancha en su nacimiento escogioacute lo mas delicado de ella y en unioacuten de ano de sus pies la envolvioacute en yerbas aromaacuteticas colocaacutendolo todo en el fondo de un horno previamente caldeado sobre la carne formoacute una segunda fogatas

quemada la cual el asado estaba en toda sazoacuten Entrelando Diclc sehaacutebia intershynado en el bosque proacuteximo haciendo repetidos disparos y al cabo de dos horas volvioacute con un rosario degordas perdices y las dbspiernas traseras deun antiacutelope

La comida sobre un magniacutefico ceacutesped estuvo deliciosa y amenizada con galleta aguardiente cafeacute y agua fresca y ciara de un arroyo proacuteximo La tarde concluyoacute sin novedad y la noche determinaron pasarla en tierra

A las cinco de la mantildeana siguiente se emprendioacute la partida llevaacutendolos una fuerte brisa en direccioacuten al Ecuador cuya liacutenea atravesaron aacute las once de la mantildeana por manera que al anunciar el doctor que entraban en el hemisferio1

boreal estuvo muy oportuna la ocurrencia de Juan proponiendo que tan grata suceso se festejase con un vaso de ron

El viento continuabadel Este con una velocidad de treinta millas por horabdquo5 por lo que se encontraron muy pronto sobre el lago Nyanza presumible (lepoacute- sito de las aguas del Nilo varias son las islas que en este lago se encuentran yj una es tan considerable que estaacute gobernada por tres sultanes Habieacutendose diritiacutel gido el Vkloria hacia el Oeste les dijo Samuel mdashDentro de poco veremos e l fundamento de losrelatos que suponen que este gran lago engendra el Kilo pues tardaremos poco en llegar aacute la pane mas occidental doacutende necesariamente debeacutel estar el principio de eacutel

Efectivamente antes de dos horas llegaron aacute la estremidad del lago pasan- do sobre los elevados picos de altas montantildeas pero entre ellas y por una ga r shyganta profunda y sinuosa escapaba un agitado rio-mdashVed amigos mios esclamdf el doctor los relatos de los aacuterabes eran exactos hablaban de un rio por donde este higo que ellos llaman Ukeacutereacuteouacuteeacute derramaba sus aguas hacia el Norte Sf | laquose hilo de agua que huye bajo nuestros pies vaacute aacute confundirse con las olas defc Mediterraacuteneo iEs el Nifoacute luumluumlrrahpor el Kilo

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 5: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

De esta manera terminoacute su discurso el doctor mereciendo la aprobacioacuten del auditorio Nada se le podia objetar todo lo habiacutea previsto y resuelto

CAPIacuteTULO IacuteI

Los preparativosmdashNombre alegoacuterico del globo-mdashPrimeros diacuteas de navegacioacutenmdashLos hijos de la Luna

Viento constantemente favorable apresuroacute la marcha del Besohte que ancloacute m el puerto de Ja ciudad eacute isla de Zanziacutebar el 1S de Abril aacute las once de la mantildeana ^ inmediatamente se procedioacute al desembarco inas al enterarse hrpo-fclacion de que habia llegado un cristiano que trataba de elevarse por los aires su ciego fanatismo les sugirioacute la idea deque se trataba de alguacuten provecto sashycrilego y quiso oponerse aacute la ejecucioacuten Enterado el coacutensul de estas disposicioshynes conferencioacute con el doctor y el comandante del buque eacuteste no queriacutea dejarse intimidar mas Samuel le atrajo ala razoacuten indicaacutendole que aunque gor siacute nada temiesen ora muy faacutecil que el globo recibiera cualquier rasguntildeoraquo y comprometiera la expedicioacuten por lo tanto escogieron para desembarco una isla desierta fuera del puerto Eu ella se procedioacute al henchimiento del globo operacioacuten que exigioacute ios mayores cuidados y que fueacute ejecutada con felicidad despueacutes colocaron en la barquilla la tienda ropas armas instrumentos y V H veres necesarios Sacos de tierra sustituyeron con exceso el peso deacutelos viajeros que pasaron en tierra con sus compatriotas la noche del 17 al AS de Abril A las nueve de la mantildeana entraron los tres viajeros en la barquilla despueacutes de baber abrazado con efusioacuten aacute los bravos marinos que los habian acompantildeado eacutel doctor encendioacute el mechero abriendo toda la Uaye para que produjera intensa liacuteamn aacute los pocos minutos el globo que se manteniacutea en perfecto equilibrio emshypezoacute aacute levantarse Los marinos dejaron correrlas cuerdas con que provisioshynalmente habia sido sujeto y la barquilla se elevoacute aacute veinte pies del suelo

mdashAmigos miacuteos exclamoacute el doctor colocado entre sus dos compantildeeros y quishytaacutendose el sombrero demos aacute nuestro buque aeacutereo un nombre de buen aguumlero llameacutemosle^ Viclorin - Un burra formidable respondioacute aacutelaquow-palabras bull

bull En aquel momento la fuerza ascendente del globo aumentoacute prodigiosamente lerguacutesson Kennedy y Juan dirigieron el uacuteltimo adioacutes aacute sus amigos y aacute una se-fiaiexcldel doctor sueltas del todo las cuerdas el Victoria se elevoacute raacutepidamente mientras que los cuatro cantildeones delResolute disparaban en su honor

El ambiente era puro y el viento moderado el Victoria subioacute casi perpen-dicularmente aacute mil quinientos pies de altura alliacute encontroacute una corriente mas marcada que los llevoacute hacia el Sudoeste Magniacutefico espectaacuteculo se desarrollaba aacute los ojos de los viajeros los campos presentaban diferentes matices ramilla^

bull1

_ 7 mdash tes-de aacuterboles indicaban los bosques los habitantes de la isla pareciacutean insectos los hurras y los gritos se estinguian poco aacute poco en la atmoacutesfera

mdashiexclQueacute magniacutefico espectaacuteculo exclamoacute Juan pero nadie le contesto Eldoctor observaacutebalas inflexiones del buque que iba aacute dirigir y Kennedy miraba ftin t raer bastantes ojos para ver muy pronto se encontraron aacute 2500 pies y ha bien doscopy fijado el aire con mas firmeza Samuel dejoacute el mechero aacute media llamocon loque sm descender el Victoria avanzaba raacutepidamente

Repuestos de las emociones de la partida y algo serenos entablaron convershysacioacuten espresando cada cual lo grato que les era aquella situacioacuten Juan sobre todo estaba loco de contento verdad es queeacutel se tenia por demasiado dichoso con hacer lo que su amo deseaba esto no obstante su estoacutemago le recordoacute quumlamp no habian comido nada desde la tarde antes y por lo tanto propuso pensar en el desayuno cuya idea fueacute aceptada por unanimidad En un instante sirvioacute Juant el almuerzo compuesto de galleta y sendos trozos de carne en conserva seguishydo de buenas tazas de cafeacute confeccionado por el inimitable Juan aacute la luzdel mechero

Saciado eiacute apetito volvieron las esclamaciones sobre la comodidad y bUett gusto del globo iexclAI diablo las diligencias deciaunomdash|Y los vapores antildeadiacutea et otromdashiexclY las locomotoras replicaba KennedymdashiexclQueacute espectaacuteculoImdashiexclQueacute admishyracioacuten (mdashiexclEsto es sonar en hamaca

A caso hecho Samuel amortiguoacute el mechero hasta que estuvieron aacute_unos quinientos pies del suelo del que distinguiacutean perfectamente todos los accjdenlt-iacutees del territorio que atravesaban Pasaban sobre campos cultivados deacute maiacutez tabaco centeno y arroz carneros y cabras veiacuteanse dentro de grandes jaulas formadas sobre postes para librar aacute las reses de la rapacidad de las uumleras

El paso del Victoria sobre las al deas era causa de infinita algazara deacute gritps

Iacute exclamaciones y algunos llevaban su atrevimiento aacute lanzar flechas y a u n aacute isparar sus espingardas verdad es que el doctor procuraba mantenerse aacute unamp

distancia- respetuosa pues de otra manera el globo no dejaba de ofrecer un buen blanco para una bala

Al medio dia consultado el mapa reconocieron se encontraban sobre la a l shydea de Tunda en sus alrededores habiacutea unos magniacuteficos aacuterboles que llamaron extraordinariamente la atencioacuten de Juan sonboabales les dijo el doctor allis hay uno cuyo tronco tendraacute cienpies de circunferencia Tal vez al pieacute deacute ese aacuterbol fueacute donde perecioacute el viajero Jiacuteainan en1845 el jefe de esta comarca lfe cogtdraquo

taladroacute la garganta y por uacuteltimo le arrancoacute la cabeza al desgraciado antes de que estuviese completamente cortada Aquel infortunado era franceacutes y teniacutea veintisiete antildeos Francia reclamoacute justicia del Said degrave Zanzibar mas el asesina no se pudo encontrar

mdashSubamos sentildeor dijo Juan no nos atrapen esos animales y con mas motishyvo si hemos de salvar el monte aquel aacute donde el aire nos lleva rectamentemdash Subiremos dijo el doctor pues aacute la opuesta caida de aquella eminencia lraacuteto-

de pasar la noche En efecto aacute las siete de la tardeacute pasaban sobre la cumbre degravei monte Duthu-

mf paralo cual tuvieron que alcanzar una elevacioacuten de mas de tres mil pies Al descender aacute la vertiente opuesta dejaron colgar las anclas y encontrando una de ellas las ramas de un enorme nopal quedoacute perfectamente enganchada Juan se deslizoacute por la cuerda y la aseguroacute mejor despueacutes le arrojaron la escati de seda por la que trepoacute aacutegilmente Midiendo sobre el mapa calcularon haber

mdash 8 mdash andado aquel dia unas cincuenta leguas Dividieron la noche en tres guardias para que velase uno por su turno y despueacutes de haber cenado se envolvieron en las mantas y trataron de dormir bull

La noche se pasoacute bien pero ala mantildeana siguiente Kennedy tenia calentura Samuel no tomoacute por ello cuidado y ordenoacute aacuteluaacuten bajar aacute desenganchar el anshycla hecho esto elevoacute la temperatura y prometioacute aacute uumliek que iba aacute darle un medishycamento que lo pondriacutea bueno al momento efectivamente apenas subieron a l shygunos centenares de pies saliendo de aquella atmoacutesfera mal sana y cuando el sol con sus rayos les dio alegriacutea y calor la fiehre desaparecioacute corno por encanto de loque el paciente y Juaii quedaron no poco maravilladosmdash-iexclExcelente meshydicamento exclamoacute JuanmdashHago lo que los meacutedicos de Europa repuso el doctor le mudo de aires y sus resultados ya los habeacuteis visto

Eacutel globo marchaba aacute regular velocidad cuando al cabo de un rato llegaron aun claro donde no se distinguiacutea ni aun sentildeales de habitacioacuten aunque habia bastante frondosidad_ el doctor propuso aacute sus compantildeeros detenerse y probar fortuna en la caza mientras que eacutel arregliba sus notas de viaje Aprobado el pensamiento dejaroncolgadaslasanclas que bien pronto hicieron presa en las ramas de un gran sicoacutemoro El doctor encargoacute iexclaacute su$ amigos mucha prudencia mientras estuvieron en tierra al paso que ellosk recomendaron no seacute echase aacute VOlai - bullbullbullbullr v bull ~

A la media hora de marcha penetraron Dick y Juan en un bosque de gomeshyros llevando el dedo en el gatillo y atenta la vista ~ |Queacute agradable es andar dijo Juan al tieiacutenpp quedaba un soberbio tropezoacutenmas Kennedyle hizo sentildeas de que callara piles por un claroacababade ver unrebantildeo deacute diezantiacutelopesbe- hiendo agua en un torrente aquellos graciososi animales presentiacutean el peligro y levantaban la cabeza aspirando el aire del lado de los cazadores Kennedy rodeoacute un bosquecillo lograndoponerse aacute tiro1ydisparoacute El rebantildeodesapareciogt iuacutestantaacutene^iufthte menos una resque cayoacute muerta Los cazadores no se precipishytaron aacute ella alegraacutendose inunitoal examinar tan buena^iresasu pielera de coshylor azul claro el vientre gris y iquestI interior de las patas blanco como la nieve Le desollaroncon presteza y con los solomillos hicieronun magniacutefico asado en el iacutenterin dijo Juan iexclQueacute bonita cara pondiuionqs si al ir aacute buscar ai sentildeor Fer~

ussoacuten hubiese volado el globomdashPoco probable es tuidea pues ademas de amuel ser incapaz deacute abandonarnos inaneja el Victoria con una facilidad

admirablemdashPuessin em bargo no seacute queacute secretopresenlimiuumluto me anuncia una desgraciamdashVuelve el asado Juan y dejeacutemonos desuppsiciones poco pro-b a b l e s ^ [bullI---- bull

En aquel momento sonoacute un tiro del-lado donde estaba el globo inmediatashymente recogieron la carne del aacuteritiacutelope yempriacuteiacutetidjerou la marcha hacia el Vicshytoria cuando aacute poco rato sonoacute otrodispaacutero Precipitadamente llegaron al liamdash dero del bosque desde donde distinguieron el iexclglobo sobre el aacuterbol mas por su tronco trepaban untildea veintena de negros oacute que tal pareciacutean por lo que consishyderaron perdido aacute Siimuclsin embargo se preparaban aacute atacarlos cuando Fergusson haciendo otro disparo echoacute a rodar uno de aquellos individuos mas nuestros amigos se quedaionno poco admirados al ver que se quedoacute suspendishydo de una rama con los brazos y las pierna^ col gando Entonces conocieron que solo teniacutean quehabeacuterselas eonutiacutea turba de monos enormes losque ahuyentaron con unos cuantos disparos En un im-tante se vieron dentro del Victoria que -desenganchada el ancla se elevoacute en el aire oacute impulsado por un viento regularshyse dirigioacute hacia el Eacuteste

Celebraron no poco el lance pasado y se propusieron ser mas cautos en adeshylante Comieron aacute satisfaccioacuten carne fresca de antiacutelope y continuaron su viaje sin accidente notable hasta las dos de la tarde que llegaron aacute la populo-a cuidadleraquo Kazeh En dos dias de camino habian andado unas doscientas leguas El capitaacuten Burton tardoacute cualro meses y medio en llegar allaacute

Mucha algazara y bullicio habiacutea en las plazas de este importante mercado mas al aproximarse eacutel Victoria todo se calloacute corno poroncanto desapareciendo instantaacuteneamente hombres mujeres nintildeos esclavos y mercaderes Juan hubieshyra deseado descender y apropiarse de lo mas uacutetil pero el doctor le dijo que aquel temor pasajero durariacutea poco por lo que no convenia mucho el fiarse de las apariencias Eacuten efecto aacute poco rato fueron distinguieacutendose las cabezas de los mas curiosos y bien pronto toda la poblacioacuten se dejoacute ver los magos oacute adivinos se distinguiacutean por los amuletos de queibnn adornados el mas anciano de ellas hizo sentildea aacute ia multitud que se calloacute al momento y eacutel dirigioacute aacute los del globo na largo discurso del que Samuel entendioacute que el rey deacute aquella tribu estaba enshyfermo y que-creyendo el pueblo que el globo era la luna la suplicaban maridacopy uno de sus hijos aacute visitarlo Contraiacutea opinioacuten de Dick decidioacute Samuel acceshyderaacute ia demanda advirtieacutendoles empero que cuidasen del globo teniendo el mechero en actividad para estar prontos aacute huir en caso necesario

Serian las tres deacutela tardo cuando Fcrgasltbh en medio -de los mas altos dignatarios iexcl leiacute ruino se dirigiacutea aacute la barraca-palacio en donde yacia sumido en una eterna borrachera un negro enorme de aspecto sucio y repugnante Los favorishytos y la muj iTesde S M estuvieron inclinados y arrodillados mientras dureacute esta viexclitiacutet Con algunas gotas de un cordial muy activo el doctor reanimoacute un poco aquel cuerpo embrutecido el sultaacuten hizo un movimiento eneacutergico cuyraquo sintoniacutea fueacute acogido con una algarabiacutea de gritos ntildei honor del meacutedico Eacutel docshytor les hizo un ceremonioso cumplido y salioacute del palacio dirigieacutendose hacia el Yiclnrm 4lt

Entre imito Juan sentado al pieacute de la escala recibiacutea con pasmosa gravaH IacuteiexclU los homenajes que la admirada multitud prodigaba auno de los hijos pre~ dihcios de la luna despueacutes formaron una danza en la que tambieacuten tomaron

parle las joacutevenes africanas aacute esteespectaacuteculo no pudo resistir nuestro amigo jiexcl se mezcloacute tambieacuten en la contradanza En esto Dick que estabade centinela eot k barquilla le dio la voz de alarma suspende Juan su baile y observa que Sashymuel venia poeomenoi que huyendo delante (jcunaturhade fanaacuteticos y adivinos bullfine departiacutean acaloradamente haciendo cestos nada tranquliexclZidores El doctosraquo llegoacute a pieacute de la escala que subioacute raacutepidamentei siguieacutendoleJuan canflgiiacuteiaVd) mdashNo trates de detenerte aacute desenganchar el ancla cortaremodaacute cuerda prontoraquo dijo el doctormdashPero iquestqueacute sucede preguntoacute Juan escalando la barquilla Mirad respondioacute Fergtisson sentildealando al horizonte

La luna como un globo de fuego se levantaba majestuosa lo pual dio oca-raquo sion aacute que la multitud cambiase las adoraciones en amenazas Conociacutean que sft les escapaba su presa y aumentaban los gritos do furor tino de los santones s u shybioacute al aacuterbol con aacutenimo de tirar de la luna y echarla al suelo mas al trepar pop las ramas se rompioacute la que sosteniacutea el ancla que al desengancharse cogioacute a l mago por entre las piernas y lo elevoacute aacute mas de quinientos pies del primer tiroacuten El negro estaba agarrado aacute la cuerda con extraordinaria energiacutea- y el globo continuaba subiendo al paso que la multitud se aterroacute al ver unode sus magos suspendido en el espacio Dn ligero viento de Oeste arrastroacute al globo lejos de la ciudad y media hora despueacutes ha hiendo disminuido Samuel laacutellama del raerraquo

GLOBO 2

enero se aproximoacute aacute tierra al llegar aacute unos veinte pies del suelo el negro se ianz^ aacute ticj|ra ceacuteyeiacuteido en pieacute y echando aacute correr en seguida haciashyKazeh mientras que suacutebitamentealigerado el Victoria se elevaba de nuevo

copyAPIacuteTULOacute III

La tormenteshy Muerte de un elefantemdashFasodel EcuadormdashLas fuentes del MiacuteoshymdashCombate de dos tribus

Hay un refraacuten espantildeol que afirma que el que se viste de prestado en la calle lo desnudan y esto fueacute lo que sucedioacute aacute nuestros aventureros por adoptar un caraacutecter que no era el suyo

Mientras comentaban alegremente el pasado lance el cielo se iba cargando hacia el N de nubes siniestras y pesadas Un viento bastante vivo arrastraba al Victoria con una velocidad de treinta y cinco millas por hora Poco aacute poco fueacute establecieacutendose uii silencio sepulcral la atmoacutesfera pareciacutea acolchada y la naturaleza entera presentaba siacutentomas de un cataclismo proacuteximo

De rcpeacuteuteua relaacutempago Violento rasgoacutelas sombras seguidoshyde un espantoso trueKbmdashiexclAlerta gritoacute Fergusson Kennedy y Juan alarmados ya so pusieron al lado del doctormdashiquestBajamos dijo Kennedymdash No el globo no resistiriacutea Sushybamos antes que esas nubes se conviertan en agua y el viento se desencadene esto dijo Samuel activando la llama del mechero Uumla segundo relaacutempago rasgoacute las mibes seguido de otros muchos continuados y repetidos El viento se desshyencadenaba con una violencia horrible dividiendo las nubes incandescentes dintildease que era un inmenso ventilador activando un incendio

El doctor tenia el mechero aacute toda llama el globo se dilataba y subiacutea aacute pesar de los relaacutempagos que dibujaban inflamadas tangentes eacuten su derredor estaban eacuten plenofuegomdashQue Dios nos asista dijo Samuel nuestra vida estaacute en susmashynos y solo eacutel puede salvarnos La voz del doctor apenas llegaba aacute los oiacutedos de sus compantildeeros eacuten iacutenedio de los truenos y exhalaciones pero el Victoria gubia siempre encontraacutendose al cabo de un cuarto de hora fuera de la zona tempesshytuosa y por bajo de eacutel continuaban las exhalaciones eleacutectricas como si fuera una vasta corona de fuegos artificiales queacute colgara de la barquillaEl doctor conshysultoacute al baroacutemetro que dio doce mil de elevacioacuten

A las cuatro deacutela mantildeaua el sol se elevoacute y disipoacute las nubes al par que un viento agradable refrescoacute la atmoacutesfera eacutel globo corriendo bordadasshy apenas se habiacutea inclinado aacute ninguacuten1 lado el doctor le hizo descenderaacute unos milpieacutes donde encontroacute una corriente que con mediana velocidad les condujo al Noroeste antes de mucho losi iexclajeros se hallaron en el liacutemite de una inmensa pradera natural sin que en toda ella se descubriese vestigio alguno de habitacioacuten deshytwniiaaacuteiacuteon bajar aacute tierra para proveerse de agua у сага y al efecto dejaroa

mdash 11 mdash Jas anclas colgando que rozaban las altas yerbas trazando un surco semejante a l a estela de un buque

De pronto el globo se detuvo por haber sin duda mordido el ancla en alguacuten objeto oculto bajo las yerbas va se preparaban aacute descender cuando un gritoi agudo resonoacute en elaireacute y el Victoria se puso en marcha arrastrado por el bicha 4 (fue el ancla habiacutea agarrado Avanzaban con cierta rapidez y pronto llegaron aacute un claro donde se dejoacute ver un magniacutefico elefante con el ancla del Victoria sujeia aacute uno de sus largos colmillos Intentaba con la trompa desembarazarse de aquel lazo Tomoacute un galope raacutepido dando fuertes sacudidas aacute la barquilla en suacute trote El doctor con un hacha en la mano estaba dispuesto aacute cortar la cuerda-si habia necesidad iacutenterin que Diclc preparabasu certera carabina laprimeiaacuteT

bala disparada contra el craacuteneo se aplastoacute como sobre una plancha de hierros este golpe solo sirvioacute para hacerle acelerar el pasoacute las balas coacutenicastampocoTef detuvieron pero la situaqion apremiaba pues aacute unas cien toesas daba principio- un bosque en cuyas ramas no lardariacutea el globo en hacerse pedazos mas Kennedy le dirigioacute un balazo aacute un ojo en un momento que levantoacute la cabeza El golpe fueacute decisivo el animal se detuvo vaciloacute sus rodillas se doblaron y presentoacute e l flanco al cazador En aquella postara fueacute faacutecil dirigirle una bala al corazoacuten que puso fin aacute la desesperacioacuten y agoniacutea del monstruo iraquo

Con sumo placerse aproximaron al elefante y trataron sacar el mejorpartido de tan notable caza al efecto le cortoacute Juan la trompa que tendriacutea unos diea pies de ancha en su nacimiento escogioacute lo mas delicado de ella y en unioacuten de ano de sus pies la envolvioacute en yerbas aromaacuteticas colocaacutendolo todo en el fondo de un horno previamente caldeado sobre la carne formoacute una segunda fogatas

quemada la cual el asado estaba en toda sazoacuten Entrelando Diclc sehaacutebia intershynado en el bosque proacuteximo haciendo repetidos disparos y al cabo de dos horas volvioacute con un rosario degordas perdices y las dbspiernas traseras deun antiacutelope

La comida sobre un magniacutefico ceacutesped estuvo deliciosa y amenizada con galleta aguardiente cafeacute y agua fresca y ciara de un arroyo proacuteximo La tarde concluyoacute sin novedad y la noche determinaron pasarla en tierra

A las cinco de la mantildeana siguiente se emprendioacute la partida llevaacutendolos una fuerte brisa en direccioacuten al Ecuador cuya liacutenea atravesaron aacute las once de la mantildeana por manera que al anunciar el doctor que entraban en el hemisferio1

boreal estuvo muy oportuna la ocurrencia de Juan proponiendo que tan grata suceso se festejase con un vaso de ron

El viento continuabadel Este con una velocidad de treinta millas por horabdquo5 por lo que se encontraron muy pronto sobre el lago Nyanza presumible (lepoacute- sito de las aguas del Nilo varias son las islas que en este lago se encuentran yj una es tan considerable que estaacute gobernada por tres sultanes Habieacutendose diritiacutel gido el Vkloria hacia el Oeste les dijo Samuel mdashDentro de poco veremos e l fundamento de losrelatos que suponen que este gran lago engendra el Kilo pues tardaremos poco en llegar aacute la pane mas occidental doacutende necesariamente debeacutel estar el principio de eacutel

Efectivamente antes de dos horas llegaron aacute la estremidad del lago pasan- do sobre los elevados picos de altas montantildeas pero entre ellas y por una ga r shyganta profunda y sinuosa escapaba un agitado rio-mdashVed amigos mios esclamdf el doctor los relatos de los aacuterabes eran exactos hablaban de un rio por donde este higo que ellos llaman Ukeacutereacuteouacuteeacute derramaba sus aguas hacia el Norte Sf | laquose hilo de agua que huye bajo nuestros pies vaacute aacute confundirse con las olas defc Mediterraacuteneo iEs el Nifoacute luumluumlrrahpor el Kilo

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

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AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 6: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

bull1

_ 7 mdash tes-de aacuterboles indicaban los bosques los habitantes de la isla pareciacutean insectos los hurras y los gritos se estinguian poco aacute poco en la atmoacutesfera

mdashiexclQueacute magniacutefico espectaacuteculo exclamoacute Juan pero nadie le contesto Eldoctor observaacutebalas inflexiones del buque que iba aacute dirigir y Kennedy miraba ftin t raer bastantes ojos para ver muy pronto se encontraron aacute 2500 pies y ha bien doscopy fijado el aire con mas firmeza Samuel dejoacute el mechero aacute media llamocon loque sm descender el Victoria avanzaba raacutepidamente

Repuestos de las emociones de la partida y algo serenos entablaron convershysacioacuten espresando cada cual lo grato que les era aquella situacioacuten Juan sobre todo estaba loco de contento verdad es queeacutel se tenia por demasiado dichoso con hacer lo que su amo deseaba esto no obstante su estoacutemago le recordoacute quumlamp no habian comido nada desde la tarde antes y por lo tanto propuso pensar en el desayuno cuya idea fueacute aceptada por unanimidad En un instante sirvioacute Juant el almuerzo compuesto de galleta y sendos trozos de carne en conserva seguishydo de buenas tazas de cafeacute confeccionado por el inimitable Juan aacute la luzdel mechero

Saciado eiacute apetito volvieron las esclamaciones sobre la comodidad y bUett gusto del globo iexclAI diablo las diligencias deciaunomdash|Y los vapores antildeadiacutea et otromdashiexclY las locomotoras replicaba KennedymdashiexclQueacute espectaacuteculoImdashiexclQueacute admishyracioacuten (mdashiexclEsto es sonar en hamaca

A caso hecho Samuel amortiguoacute el mechero hasta que estuvieron aacute_unos quinientos pies del suelo del que distinguiacutean perfectamente todos los accjdenlt-iacutees del territorio que atravesaban Pasaban sobre campos cultivados deacute maiacutez tabaco centeno y arroz carneros y cabras veiacuteanse dentro de grandes jaulas formadas sobre postes para librar aacute las reses de la rapacidad de las uumleras

El paso del Victoria sobre las al deas era causa de infinita algazara deacute gritps

Iacute exclamaciones y algunos llevaban su atrevimiento aacute lanzar flechas y a u n aacute isparar sus espingardas verdad es que el doctor procuraba mantenerse aacute unamp

distancia- respetuosa pues de otra manera el globo no dejaba de ofrecer un buen blanco para una bala

Al medio dia consultado el mapa reconocieron se encontraban sobre la a l shydea de Tunda en sus alrededores habiacutea unos magniacuteficos aacuterboles que llamaron extraordinariamente la atencioacuten de Juan sonboabales les dijo el doctor allis hay uno cuyo tronco tendraacute cienpies de circunferencia Tal vez al pieacute deacute ese aacuterbol fueacute donde perecioacute el viajero Jiacuteainan en1845 el jefe de esta comarca lfe cogtdraquo

taladroacute la garganta y por uacuteltimo le arrancoacute la cabeza al desgraciado antes de que estuviese completamente cortada Aquel infortunado era franceacutes y teniacutea veintisiete antildeos Francia reclamoacute justicia del Said degrave Zanzibar mas el asesina no se pudo encontrar

mdashSubamos sentildeor dijo Juan no nos atrapen esos animales y con mas motishyvo si hemos de salvar el monte aquel aacute donde el aire nos lleva rectamentemdash Subiremos dijo el doctor pues aacute la opuesta caida de aquella eminencia lraacuteto-

de pasar la noche En efecto aacute las siete de la tardeacute pasaban sobre la cumbre degravei monte Duthu-

mf paralo cual tuvieron que alcanzar una elevacioacuten de mas de tres mil pies Al descender aacute la vertiente opuesta dejaron colgar las anclas y encontrando una de ellas las ramas de un enorme nopal quedoacute perfectamente enganchada Juan se deslizoacute por la cuerda y la aseguroacute mejor despueacutes le arrojaron la escati de seda por la que trepoacute aacutegilmente Midiendo sobre el mapa calcularon haber

mdash 8 mdash andado aquel dia unas cincuenta leguas Dividieron la noche en tres guardias para que velase uno por su turno y despueacutes de haber cenado se envolvieron en las mantas y trataron de dormir bull

La noche se pasoacute bien pero ala mantildeana siguiente Kennedy tenia calentura Samuel no tomoacute por ello cuidado y ordenoacute aacuteluaacuten bajar aacute desenganchar el anshycla hecho esto elevoacute la temperatura y prometioacute aacute uumliek que iba aacute darle un medishycamento que lo pondriacutea bueno al momento efectivamente apenas subieron a l shygunos centenares de pies saliendo de aquella atmoacutesfera mal sana y cuando el sol con sus rayos les dio alegriacutea y calor la fiehre desaparecioacute corno por encanto de loque el paciente y Juaii quedaron no poco maravilladosmdash-iexclExcelente meshydicamento exclamoacute JuanmdashHago lo que los meacutedicos de Europa repuso el doctor le mudo de aires y sus resultados ya los habeacuteis visto

Eacutel globo marchaba aacute regular velocidad cuando al cabo de un rato llegaron aun claro donde no se distinguiacutea ni aun sentildeales de habitacioacuten aunque habia bastante frondosidad_ el doctor propuso aacute sus compantildeeros detenerse y probar fortuna en la caza mientras que eacutel arregliba sus notas de viaje Aprobado el pensamiento dejaroncolgadaslasanclas que bien pronto hicieron presa en las ramas de un gran sicoacutemoro El doctor encargoacute iexclaacute su$ amigos mucha prudencia mientras estuvieron en tierra al paso que ellosk recomendaron no seacute echase aacute VOlai - bullbullbullbullr v bull ~

A la media hora de marcha penetraron Dick y Juan en un bosque de gomeshyros llevando el dedo en el gatillo y atenta la vista ~ |Queacute agradable es andar dijo Juan al tieiacutenpp quedaba un soberbio tropezoacutenmas Kennedyle hizo sentildeas de que callara piles por un claroacababade ver unrebantildeo deacute diezantiacutelopesbe- hiendo agua en un torrente aquellos graciososi animales presentiacutean el peligro y levantaban la cabeza aspirando el aire del lado de los cazadores Kennedy rodeoacute un bosquecillo lograndoponerse aacute tiro1ydisparoacute El rebantildeodesapareciogt iuacutestantaacutene^iufthte menos una resque cayoacute muerta Los cazadores no se precipishytaron aacute ella alegraacutendose inunitoal examinar tan buena^iresasu pielera de coshylor azul claro el vientre gris y iquestI interior de las patas blanco como la nieve Le desollaroncon presteza y con los solomillos hicieronun magniacutefico asado en el iacutenterin dijo Juan iexclQueacute bonita cara pondiuionqs si al ir aacute buscar ai sentildeor Fer~

ussoacuten hubiese volado el globomdashPoco probable es tuidea pues ademas de amuel ser incapaz deacute abandonarnos inaneja el Victoria con una facilidad

admirablemdashPuessin em bargo no seacute queacute secretopresenlimiuumluto me anuncia una desgraciamdashVuelve el asado Juan y dejeacutemonos desuppsiciones poco pro-b a b l e s ^ [bullI---- bull

En aquel momento sonoacute un tiro del-lado donde estaba el globo inmediatashymente recogieron la carne del aacuteritiacutelope yempriacuteiacutetidjerou la marcha hacia el Vicshytoria cuando aacute poco rato sonoacute otrodispaacutero Precipitadamente llegaron al liamdash dero del bosque desde donde distinguieron el iexclglobo sobre el aacuterbol mas por su tronco trepaban untildea veintena de negros oacute que tal pareciacutean por lo que consishyderaron perdido aacute Siimuclsin embargo se preparaban aacute atacarlos cuando Fergusson haciendo otro disparo echoacute a rodar uno de aquellos individuos mas nuestros amigos se quedaionno poco admirados al ver que se quedoacute suspendishydo de una rama con los brazos y las pierna^ col gando Entonces conocieron que solo teniacutean quehabeacuterselas eonutiacutea turba de monos enormes losque ahuyentaron con unos cuantos disparos En un im-tante se vieron dentro del Victoria que -desenganchada el ancla se elevoacute en el aire oacute impulsado por un viento regularshyse dirigioacute hacia el Eacuteste

Celebraron no poco el lance pasado y se propusieron ser mas cautos en adeshylante Comieron aacute satisfaccioacuten carne fresca de antiacutelope y continuaron su viaje sin accidente notable hasta las dos de la tarde que llegaron aacute la populo-a cuidadleraquo Kazeh En dos dias de camino habian andado unas doscientas leguas El capitaacuten Burton tardoacute cualro meses y medio en llegar allaacute

Mucha algazara y bullicio habiacutea en las plazas de este importante mercado mas al aproximarse eacutel Victoria todo se calloacute corno poroncanto desapareciendo instantaacuteneamente hombres mujeres nintildeos esclavos y mercaderes Juan hubieshyra deseado descender y apropiarse de lo mas uacutetil pero el doctor le dijo que aquel temor pasajero durariacutea poco por lo que no convenia mucho el fiarse de las apariencias Eacuten efecto aacute poco rato fueron distinguieacutendose las cabezas de los mas curiosos y bien pronto toda la poblacioacuten se dejoacute ver los magos oacute adivinos se distinguiacutean por los amuletos de queibnn adornados el mas anciano de ellas hizo sentildea aacute ia multitud que se calloacute al momento y eacutel dirigioacute aacute los del globo na largo discurso del que Samuel entendioacute que el rey deacute aquella tribu estaba enshyfermo y que-creyendo el pueblo que el globo era la luna la suplicaban maridacopy uno de sus hijos aacute visitarlo Contraiacutea opinioacuten de Dick decidioacute Samuel acceshyderaacute ia demanda advirtieacutendoles empero que cuidasen del globo teniendo el mechero en actividad para estar prontos aacute huir en caso necesario

Serian las tres deacutela tardo cuando Fcrgasltbh en medio -de los mas altos dignatarios iexcl leiacute ruino se dirigiacutea aacute la barraca-palacio en donde yacia sumido en una eterna borrachera un negro enorme de aspecto sucio y repugnante Los favorishytos y la muj iTesde S M estuvieron inclinados y arrodillados mientras dureacute esta viexclitiacutet Con algunas gotas de un cordial muy activo el doctor reanimoacute un poco aquel cuerpo embrutecido el sultaacuten hizo un movimiento eneacutergico cuyraquo sintoniacutea fueacute acogido con una algarabiacutea de gritos ntildei honor del meacutedico Eacutel docshytor les hizo un ceremonioso cumplido y salioacute del palacio dirigieacutendose hacia el Yiclnrm 4lt

Entre imito Juan sentado al pieacute de la escala recibiacutea con pasmosa gravaH IacuteiexclU los homenajes que la admirada multitud prodigaba auno de los hijos pre~ dihcios de la luna despueacutes formaron una danza en la que tambieacuten tomaron

parle las joacutevenes africanas aacute esteespectaacuteculo no pudo resistir nuestro amigo jiexcl se mezcloacute tambieacuten en la contradanza En esto Dick que estabade centinela eot k barquilla le dio la voz de alarma suspende Juan su baile y observa que Sashymuel venia poeomenoi que huyendo delante (jcunaturhade fanaacuteticos y adivinos bullfine departiacutean acaloradamente haciendo cestos nada tranquliexclZidores El doctosraquo llegoacute a pieacute de la escala que subioacute raacutepidamentei siguieacutendoleJuan canflgiiacuteiaVd) mdashNo trates de detenerte aacute desenganchar el ancla cortaremodaacute cuerda prontoraquo dijo el doctormdashPero iquestqueacute sucede preguntoacute Juan escalando la barquilla Mirad respondioacute Fergtisson sentildealando al horizonte

La luna como un globo de fuego se levantaba majestuosa lo pual dio oca-raquo sion aacute que la multitud cambiase las adoraciones en amenazas Conociacutean que sft les escapaba su presa y aumentaban los gritos do furor tino de los santones s u shybioacute al aacuterbol con aacutenimo de tirar de la luna y echarla al suelo mas al trepar pop las ramas se rompioacute la que sosteniacutea el ancla que al desengancharse cogioacute a l mago por entre las piernas y lo elevoacute aacute mas de quinientos pies del primer tiroacuten El negro estaba agarrado aacute la cuerda con extraordinaria energiacutea- y el globo continuaba subiendo al paso que la multitud se aterroacute al ver unode sus magos suspendido en el espacio Dn ligero viento de Oeste arrastroacute al globo lejos de la ciudad y media hora despueacutes ha hiendo disminuido Samuel laacutellama del raerraquo

GLOBO 2

enero se aproximoacute aacute tierra al llegar aacute unos veinte pies del suelo el negro se ianz^ aacute ticj|ra ceacuteyeiacuteido en pieacute y echando aacute correr en seguida haciashyKazeh mientras que suacutebitamentealigerado el Victoria se elevaba de nuevo

copyAPIacuteTULOacute III

La tormenteshy Muerte de un elefantemdashFasodel EcuadormdashLas fuentes del MiacuteoshymdashCombate de dos tribus

Hay un refraacuten espantildeol que afirma que el que se viste de prestado en la calle lo desnudan y esto fueacute lo que sucedioacute aacute nuestros aventureros por adoptar un caraacutecter que no era el suyo

Mientras comentaban alegremente el pasado lance el cielo se iba cargando hacia el N de nubes siniestras y pesadas Un viento bastante vivo arrastraba al Victoria con una velocidad de treinta y cinco millas por hora Poco aacute poco fueacute establecieacutendose uii silencio sepulcral la atmoacutesfera pareciacutea acolchada y la naturaleza entera presentaba siacutentomas de un cataclismo proacuteximo

De rcpeacuteuteua relaacutempago Violento rasgoacutelas sombras seguidoshyde un espantoso trueKbmdashiexclAlerta gritoacute Fergusson Kennedy y Juan alarmados ya so pusieron al lado del doctormdashiquestBajamos dijo Kennedymdash No el globo no resistiriacutea Sushybamos antes que esas nubes se conviertan en agua y el viento se desencadene esto dijo Samuel activando la llama del mechero Uumla segundo relaacutempago rasgoacute las mibes seguido de otros muchos continuados y repetidos El viento se desshyencadenaba con una violencia horrible dividiendo las nubes incandescentes dintildease que era un inmenso ventilador activando un incendio

El doctor tenia el mechero aacute toda llama el globo se dilataba y subiacutea aacute pesar de los relaacutempagos que dibujaban inflamadas tangentes eacuten su derredor estaban eacuten plenofuegomdashQue Dios nos asista dijo Samuel nuestra vida estaacute en susmashynos y solo eacutel puede salvarnos La voz del doctor apenas llegaba aacute los oiacutedos de sus compantildeeros eacuten iacutenedio de los truenos y exhalaciones pero el Victoria gubia siempre encontraacutendose al cabo de un cuarto de hora fuera de la zona tempesshytuosa y por bajo de eacutel continuaban las exhalaciones eleacutectricas como si fuera una vasta corona de fuegos artificiales queacute colgara de la barquillaEl doctor conshysultoacute al baroacutemetro que dio doce mil de elevacioacuten

A las cuatro deacutela mantildeaua el sol se elevoacute y disipoacute las nubes al par que un viento agradable refrescoacute la atmoacutesfera eacutel globo corriendo bordadasshy apenas se habiacutea inclinado aacute ninguacuten1 lado el doctor le hizo descenderaacute unos milpieacutes donde encontroacute una corriente que con mediana velocidad les condujo al Noroeste antes de mucho losi iexclajeros se hallaron en el liacutemite de una inmensa pradera natural sin que en toda ella se descubriese vestigio alguno de habitacioacuten deshytwniiaaacuteiacuteon bajar aacute tierra para proveerse de agua у сага y al efecto dejaroa

mdash 11 mdash Jas anclas colgando que rozaban las altas yerbas trazando un surco semejante a l a estela de un buque

De pronto el globo se detuvo por haber sin duda mordido el ancla en alguacuten objeto oculto bajo las yerbas va se preparaban aacute descender cuando un gritoi agudo resonoacute en elaireacute y el Victoria se puso en marcha arrastrado por el bicha 4 (fue el ancla habiacutea agarrado Avanzaban con cierta rapidez y pronto llegaron aacute un claro donde se dejoacute ver un magniacutefico elefante con el ancla del Victoria sujeia aacute uno de sus largos colmillos Intentaba con la trompa desembarazarse de aquel lazo Tomoacute un galope raacutepido dando fuertes sacudidas aacute la barquilla en suacute trote El doctor con un hacha en la mano estaba dispuesto aacute cortar la cuerda-si habia necesidad iacutenterin que Diclc preparabasu certera carabina laprimeiaacuteT

bala disparada contra el craacuteneo se aplastoacute como sobre una plancha de hierros este golpe solo sirvioacute para hacerle acelerar el pasoacute las balas coacutenicastampocoTef detuvieron pero la situaqion apremiaba pues aacute unas cien toesas daba principio- un bosque en cuyas ramas no lardariacutea el globo en hacerse pedazos mas Kennedy le dirigioacute un balazo aacute un ojo en un momento que levantoacute la cabeza El golpe fueacute decisivo el animal se detuvo vaciloacute sus rodillas se doblaron y presentoacute e l flanco al cazador En aquella postara fueacute faacutecil dirigirle una bala al corazoacuten que puso fin aacute la desesperacioacuten y agoniacutea del monstruo iraquo

Con sumo placerse aproximaron al elefante y trataron sacar el mejorpartido de tan notable caza al efecto le cortoacute Juan la trompa que tendriacutea unos diea pies de ancha en su nacimiento escogioacute lo mas delicado de ella y en unioacuten de ano de sus pies la envolvioacute en yerbas aromaacuteticas colocaacutendolo todo en el fondo de un horno previamente caldeado sobre la carne formoacute una segunda fogatas

quemada la cual el asado estaba en toda sazoacuten Entrelando Diclc sehaacutebia intershynado en el bosque proacuteximo haciendo repetidos disparos y al cabo de dos horas volvioacute con un rosario degordas perdices y las dbspiernas traseras deun antiacutelope

La comida sobre un magniacutefico ceacutesped estuvo deliciosa y amenizada con galleta aguardiente cafeacute y agua fresca y ciara de un arroyo proacuteximo La tarde concluyoacute sin novedad y la noche determinaron pasarla en tierra

A las cinco de la mantildeana siguiente se emprendioacute la partida llevaacutendolos una fuerte brisa en direccioacuten al Ecuador cuya liacutenea atravesaron aacute las once de la mantildeana por manera que al anunciar el doctor que entraban en el hemisferio1

boreal estuvo muy oportuna la ocurrencia de Juan proponiendo que tan grata suceso se festejase con un vaso de ron

El viento continuabadel Este con una velocidad de treinta millas por horabdquo5 por lo que se encontraron muy pronto sobre el lago Nyanza presumible (lepoacute- sito de las aguas del Nilo varias son las islas que en este lago se encuentran yj una es tan considerable que estaacute gobernada por tres sultanes Habieacutendose diritiacutel gido el Vkloria hacia el Oeste les dijo Samuel mdashDentro de poco veremos e l fundamento de losrelatos que suponen que este gran lago engendra el Kilo pues tardaremos poco en llegar aacute la pane mas occidental doacutende necesariamente debeacutel estar el principio de eacutel

Efectivamente antes de dos horas llegaron aacute la estremidad del lago pasan- do sobre los elevados picos de altas montantildeas pero entre ellas y por una ga r shyganta profunda y sinuosa escapaba un agitado rio-mdashVed amigos mios esclamdf el doctor los relatos de los aacuterabes eran exactos hablaban de un rio por donde este higo que ellos llaman Ukeacutereacuteouacuteeacute derramaba sus aguas hacia el Norte Sf | laquose hilo de agua que huye bajo nuestros pies vaacute aacute confundirse con las olas defc Mediterraacuteneo iEs el Nifoacute luumluumlrrahpor el Kilo

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

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bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 7: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

mdash 8 mdash andado aquel dia unas cincuenta leguas Dividieron la noche en tres guardias para que velase uno por su turno y despueacutes de haber cenado se envolvieron en las mantas y trataron de dormir bull

La noche se pasoacute bien pero ala mantildeana siguiente Kennedy tenia calentura Samuel no tomoacute por ello cuidado y ordenoacute aacuteluaacuten bajar aacute desenganchar el anshycla hecho esto elevoacute la temperatura y prometioacute aacute uumliek que iba aacute darle un medishycamento que lo pondriacutea bueno al momento efectivamente apenas subieron a l shygunos centenares de pies saliendo de aquella atmoacutesfera mal sana y cuando el sol con sus rayos les dio alegriacutea y calor la fiehre desaparecioacute corno por encanto de loque el paciente y Juaii quedaron no poco maravilladosmdash-iexclExcelente meshydicamento exclamoacute JuanmdashHago lo que los meacutedicos de Europa repuso el doctor le mudo de aires y sus resultados ya los habeacuteis visto

Eacutel globo marchaba aacute regular velocidad cuando al cabo de un rato llegaron aun claro donde no se distinguiacutea ni aun sentildeales de habitacioacuten aunque habia bastante frondosidad_ el doctor propuso aacute sus compantildeeros detenerse y probar fortuna en la caza mientras que eacutel arregliba sus notas de viaje Aprobado el pensamiento dejaroncolgadaslasanclas que bien pronto hicieron presa en las ramas de un gran sicoacutemoro El doctor encargoacute iexclaacute su$ amigos mucha prudencia mientras estuvieron en tierra al paso que ellosk recomendaron no seacute echase aacute VOlai - bullbullbullbullr v bull ~

A la media hora de marcha penetraron Dick y Juan en un bosque de gomeshyros llevando el dedo en el gatillo y atenta la vista ~ |Queacute agradable es andar dijo Juan al tieiacutenpp quedaba un soberbio tropezoacutenmas Kennedyle hizo sentildeas de que callara piles por un claroacababade ver unrebantildeo deacute diezantiacutelopesbe- hiendo agua en un torrente aquellos graciososi animales presentiacutean el peligro y levantaban la cabeza aspirando el aire del lado de los cazadores Kennedy rodeoacute un bosquecillo lograndoponerse aacute tiro1ydisparoacute El rebantildeodesapareciogt iuacutestantaacutene^iufthte menos una resque cayoacute muerta Los cazadores no se precipishytaron aacute ella alegraacutendose inunitoal examinar tan buena^iresasu pielera de coshylor azul claro el vientre gris y iquestI interior de las patas blanco como la nieve Le desollaroncon presteza y con los solomillos hicieronun magniacutefico asado en el iacutenterin dijo Juan iexclQueacute bonita cara pondiuionqs si al ir aacute buscar ai sentildeor Fer~

ussoacuten hubiese volado el globomdashPoco probable es tuidea pues ademas de amuel ser incapaz deacute abandonarnos inaneja el Victoria con una facilidad

admirablemdashPuessin em bargo no seacute queacute secretopresenlimiuumluto me anuncia una desgraciamdashVuelve el asado Juan y dejeacutemonos desuppsiciones poco pro-b a b l e s ^ [bullI---- bull

En aquel momento sonoacute un tiro del-lado donde estaba el globo inmediatashymente recogieron la carne del aacuteritiacutelope yempriacuteiacutetidjerou la marcha hacia el Vicshytoria cuando aacute poco rato sonoacute otrodispaacutero Precipitadamente llegaron al liamdash dero del bosque desde donde distinguieron el iexclglobo sobre el aacuterbol mas por su tronco trepaban untildea veintena de negros oacute que tal pareciacutean por lo que consishyderaron perdido aacute Siimuclsin embargo se preparaban aacute atacarlos cuando Fergusson haciendo otro disparo echoacute a rodar uno de aquellos individuos mas nuestros amigos se quedaionno poco admirados al ver que se quedoacute suspendishydo de una rama con los brazos y las pierna^ col gando Entonces conocieron que solo teniacutean quehabeacuterselas eonutiacutea turba de monos enormes losque ahuyentaron con unos cuantos disparos En un im-tante se vieron dentro del Victoria que -desenganchada el ancla se elevoacute en el aire oacute impulsado por un viento regularshyse dirigioacute hacia el Eacuteste

Celebraron no poco el lance pasado y se propusieron ser mas cautos en adeshylante Comieron aacute satisfaccioacuten carne fresca de antiacutelope y continuaron su viaje sin accidente notable hasta las dos de la tarde que llegaron aacute la populo-a cuidadleraquo Kazeh En dos dias de camino habian andado unas doscientas leguas El capitaacuten Burton tardoacute cualro meses y medio en llegar allaacute

Mucha algazara y bullicio habiacutea en las plazas de este importante mercado mas al aproximarse eacutel Victoria todo se calloacute corno poroncanto desapareciendo instantaacuteneamente hombres mujeres nintildeos esclavos y mercaderes Juan hubieshyra deseado descender y apropiarse de lo mas uacutetil pero el doctor le dijo que aquel temor pasajero durariacutea poco por lo que no convenia mucho el fiarse de las apariencias Eacuten efecto aacute poco rato fueron distinguieacutendose las cabezas de los mas curiosos y bien pronto toda la poblacioacuten se dejoacute ver los magos oacute adivinos se distinguiacutean por los amuletos de queibnn adornados el mas anciano de ellas hizo sentildea aacute ia multitud que se calloacute al momento y eacutel dirigioacute aacute los del globo na largo discurso del que Samuel entendioacute que el rey deacute aquella tribu estaba enshyfermo y que-creyendo el pueblo que el globo era la luna la suplicaban maridacopy uno de sus hijos aacute visitarlo Contraiacutea opinioacuten de Dick decidioacute Samuel acceshyderaacute ia demanda advirtieacutendoles empero que cuidasen del globo teniendo el mechero en actividad para estar prontos aacute huir en caso necesario

Serian las tres deacutela tardo cuando Fcrgasltbh en medio -de los mas altos dignatarios iexcl leiacute ruino se dirigiacutea aacute la barraca-palacio en donde yacia sumido en una eterna borrachera un negro enorme de aspecto sucio y repugnante Los favorishytos y la muj iTesde S M estuvieron inclinados y arrodillados mientras dureacute esta viexclitiacutet Con algunas gotas de un cordial muy activo el doctor reanimoacute un poco aquel cuerpo embrutecido el sultaacuten hizo un movimiento eneacutergico cuyraquo sintoniacutea fueacute acogido con una algarabiacutea de gritos ntildei honor del meacutedico Eacutel docshytor les hizo un ceremonioso cumplido y salioacute del palacio dirigieacutendose hacia el Yiclnrm 4lt

Entre imito Juan sentado al pieacute de la escala recibiacutea con pasmosa gravaH IacuteiexclU los homenajes que la admirada multitud prodigaba auno de los hijos pre~ dihcios de la luna despueacutes formaron una danza en la que tambieacuten tomaron

parle las joacutevenes africanas aacute esteespectaacuteculo no pudo resistir nuestro amigo jiexcl se mezcloacute tambieacuten en la contradanza En esto Dick que estabade centinela eot k barquilla le dio la voz de alarma suspende Juan su baile y observa que Sashymuel venia poeomenoi que huyendo delante (jcunaturhade fanaacuteticos y adivinos bullfine departiacutean acaloradamente haciendo cestos nada tranquliexclZidores El doctosraquo llegoacute a pieacute de la escala que subioacute raacutepidamentei siguieacutendoleJuan canflgiiacuteiaVd) mdashNo trates de detenerte aacute desenganchar el ancla cortaremodaacute cuerda prontoraquo dijo el doctormdashPero iquestqueacute sucede preguntoacute Juan escalando la barquilla Mirad respondioacute Fergtisson sentildealando al horizonte

La luna como un globo de fuego se levantaba majestuosa lo pual dio oca-raquo sion aacute que la multitud cambiase las adoraciones en amenazas Conociacutean que sft les escapaba su presa y aumentaban los gritos do furor tino de los santones s u shybioacute al aacuterbol con aacutenimo de tirar de la luna y echarla al suelo mas al trepar pop las ramas se rompioacute la que sosteniacutea el ancla que al desengancharse cogioacute a l mago por entre las piernas y lo elevoacute aacute mas de quinientos pies del primer tiroacuten El negro estaba agarrado aacute la cuerda con extraordinaria energiacutea- y el globo continuaba subiendo al paso que la multitud se aterroacute al ver unode sus magos suspendido en el espacio Dn ligero viento de Oeste arrastroacute al globo lejos de la ciudad y media hora despueacutes ha hiendo disminuido Samuel laacutellama del raerraquo

GLOBO 2

enero se aproximoacute aacute tierra al llegar aacute unos veinte pies del suelo el negro se ianz^ aacute ticj|ra ceacuteyeiacuteido en pieacute y echando aacute correr en seguida haciashyKazeh mientras que suacutebitamentealigerado el Victoria se elevaba de nuevo

copyAPIacuteTULOacute III

La tormenteshy Muerte de un elefantemdashFasodel EcuadormdashLas fuentes del MiacuteoshymdashCombate de dos tribus

Hay un refraacuten espantildeol que afirma que el que se viste de prestado en la calle lo desnudan y esto fueacute lo que sucedioacute aacute nuestros aventureros por adoptar un caraacutecter que no era el suyo

Mientras comentaban alegremente el pasado lance el cielo se iba cargando hacia el N de nubes siniestras y pesadas Un viento bastante vivo arrastraba al Victoria con una velocidad de treinta y cinco millas por hora Poco aacute poco fueacute establecieacutendose uii silencio sepulcral la atmoacutesfera pareciacutea acolchada y la naturaleza entera presentaba siacutentomas de un cataclismo proacuteximo

De rcpeacuteuteua relaacutempago Violento rasgoacutelas sombras seguidoshyde un espantoso trueKbmdashiexclAlerta gritoacute Fergusson Kennedy y Juan alarmados ya so pusieron al lado del doctormdashiquestBajamos dijo Kennedymdash No el globo no resistiriacutea Sushybamos antes que esas nubes se conviertan en agua y el viento se desencadene esto dijo Samuel activando la llama del mechero Uumla segundo relaacutempago rasgoacute las mibes seguido de otros muchos continuados y repetidos El viento se desshyencadenaba con una violencia horrible dividiendo las nubes incandescentes dintildease que era un inmenso ventilador activando un incendio

El doctor tenia el mechero aacute toda llama el globo se dilataba y subiacutea aacute pesar de los relaacutempagos que dibujaban inflamadas tangentes eacuten su derredor estaban eacuten plenofuegomdashQue Dios nos asista dijo Samuel nuestra vida estaacute en susmashynos y solo eacutel puede salvarnos La voz del doctor apenas llegaba aacute los oiacutedos de sus compantildeeros eacuten iacutenedio de los truenos y exhalaciones pero el Victoria gubia siempre encontraacutendose al cabo de un cuarto de hora fuera de la zona tempesshytuosa y por bajo de eacutel continuaban las exhalaciones eleacutectricas como si fuera una vasta corona de fuegos artificiales queacute colgara de la barquillaEl doctor conshysultoacute al baroacutemetro que dio doce mil de elevacioacuten

A las cuatro deacutela mantildeaua el sol se elevoacute y disipoacute las nubes al par que un viento agradable refrescoacute la atmoacutesfera eacutel globo corriendo bordadasshy apenas se habiacutea inclinado aacute ninguacuten1 lado el doctor le hizo descenderaacute unos milpieacutes donde encontroacute una corriente que con mediana velocidad les condujo al Noroeste antes de mucho losi iexclajeros se hallaron en el liacutemite de una inmensa pradera natural sin que en toda ella se descubriese vestigio alguno de habitacioacuten deshytwniiaaacuteiacuteon bajar aacute tierra para proveerse de agua у сага y al efecto dejaroa

mdash 11 mdash Jas anclas colgando que rozaban las altas yerbas trazando un surco semejante a l a estela de un buque

De pronto el globo se detuvo por haber sin duda mordido el ancla en alguacuten objeto oculto bajo las yerbas va se preparaban aacute descender cuando un gritoi agudo resonoacute en elaireacute y el Victoria se puso en marcha arrastrado por el bicha 4 (fue el ancla habiacutea agarrado Avanzaban con cierta rapidez y pronto llegaron aacute un claro donde se dejoacute ver un magniacutefico elefante con el ancla del Victoria sujeia aacute uno de sus largos colmillos Intentaba con la trompa desembarazarse de aquel lazo Tomoacute un galope raacutepido dando fuertes sacudidas aacute la barquilla en suacute trote El doctor con un hacha en la mano estaba dispuesto aacute cortar la cuerda-si habia necesidad iacutenterin que Diclc preparabasu certera carabina laprimeiaacuteT

bala disparada contra el craacuteneo se aplastoacute como sobre una plancha de hierros este golpe solo sirvioacute para hacerle acelerar el pasoacute las balas coacutenicastampocoTef detuvieron pero la situaqion apremiaba pues aacute unas cien toesas daba principio- un bosque en cuyas ramas no lardariacutea el globo en hacerse pedazos mas Kennedy le dirigioacute un balazo aacute un ojo en un momento que levantoacute la cabeza El golpe fueacute decisivo el animal se detuvo vaciloacute sus rodillas se doblaron y presentoacute e l flanco al cazador En aquella postara fueacute faacutecil dirigirle una bala al corazoacuten que puso fin aacute la desesperacioacuten y agoniacutea del monstruo iraquo

Con sumo placerse aproximaron al elefante y trataron sacar el mejorpartido de tan notable caza al efecto le cortoacute Juan la trompa que tendriacutea unos diea pies de ancha en su nacimiento escogioacute lo mas delicado de ella y en unioacuten de ano de sus pies la envolvioacute en yerbas aromaacuteticas colocaacutendolo todo en el fondo de un horno previamente caldeado sobre la carne formoacute una segunda fogatas

quemada la cual el asado estaba en toda sazoacuten Entrelando Diclc sehaacutebia intershynado en el bosque proacuteximo haciendo repetidos disparos y al cabo de dos horas volvioacute con un rosario degordas perdices y las dbspiernas traseras deun antiacutelope

La comida sobre un magniacutefico ceacutesped estuvo deliciosa y amenizada con galleta aguardiente cafeacute y agua fresca y ciara de un arroyo proacuteximo La tarde concluyoacute sin novedad y la noche determinaron pasarla en tierra

A las cinco de la mantildeana siguiente se emprendioacute la partida llevaacutendolos una fuerte brisa en direccioacuten al Ecuador cuya liacutenea atravesaron aacute las once de la mantildeana por manera que al anunciar el doctor que entraban en el hemisferio1

boreal estuvo muy oportuna la ocurrencia de Juan proponiendo que tan grata suceso se festejase con un vaso de ron

El viento continuabadel Este con una velocidad de treinta millas por horabdquo5 por lo que se encontraron muy pronto sobre el lago Nyanza presumible (lepoacute- sito de las aguas del Nilo varias son las islas que en este lago se encuentran yj una es tan considerable que estaacute gobernada por tres sultanes Habieacutendose diritiacutel gido el Vkloria hacia el Oeste les dijo Samuel mdashDentro de poco veremos e l fundamento de losrelatos que suponen que este gran lago engendra el Kilo pues tardaremos poco en llegar aacute la pane mas occidental doacutende necesariamente debeacutel estar el principio de eacutel

Efectivamente antes de dos horas llegaron aacute la estremidad del lago pasan- do sobre los elevados picos de altas montantildeas pero entre ellas y por una ga r shyganta profunda y sinuosa escapaba un agitado rio-mdashVed amigos mios esclamdf el doctor los relatos de los aacuterabes eran exactos hablaban de un rio por donde este higo que ellos llaman Ukeacutereacuteouacuteeacute derramaba sus aguas hacia el Norte Sf | laquose hilo de agua que huye bajo nuestros pies vaacute aacute confundirse con las olas defc Mediterraacuteneo iEs el Nifoacute luumluumlrrahpor el Kilo

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 8: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

Celebraron no poco el lance pasado y se propusieron ser mas cautos en adeshylante Comieron aacute satisfaccioacuten carne fresca de antiacutelope y continuaron su viaje sin accidente notable hasta las dos de la tarde que llegaron aacute la populo-a cuidadleraquo Kazeh En dos dias de camino habian andado unas doscientas leguas El capitaacuten Burton tardoacute cualro meses y medio en llegar allaacute

Mucha algazara y bullicio habiacutea en las plazas de este importante mercado mas al aproximarse eacutel Victoria todo se calloacute corno poroncanto desapareciendo instantaacuteneamente hombres mujeres nintildeos esclavos y mercaderes Juan hubieshyra deseado descender y apropiarse de lo mas uacutetil pero el doctor le dijo que aquel temor pasajero durariacutea poco por lo que no convenia mucho el fiarse de las apariencias Eacuten efecto aacute poco rato fueron distinguieacutendose las cabezas de los mas curiosos y bien pronto toda la poblacioacuten se dejoacute ver los magos oacute adivinos se distinguiacutean por los amuletos de queibnn adornados el mas anciano de ellas hizo sentildea aacute ia multitud que se calloacute al momento y eacutel dirigioacute aacute los del globo na largo discurso del que Samuel entendioacute que el rey deacute aquella tribu estaba enshyfermo y que-creyendo el pueblo que el globo era la luna la suplicaban maridacopy uno de sus hijos aacute visitarlo Contraiacutea opinioacuten de Dick decidioacute Samuel acceshyderaacute ia demanda advirtieacutendoles empero que cuidasen del globo teniendo el mechero en actividad para estar prontos aacute huir en caso necesario

Serian las tres deacutela tardo cuando Fcrgasltbh en medio -de los mas altos dignatarios iexcl leiacute ruino se dirigiacutea aacute la barraca-palacio en donde yacia sumido en una eterna borrachera un negro enorme de aspecto sucio y repugnante Los favorishytos y la muj iTesde S M estuvieron inclinados y arrodillados mientras dureacute esta viexclitiacutet Con algunas gotas de un cordial muy activo el doctor reanimoacute un poco aquel cuerpo embrutecido el sultaacuten hizo un movimiento eneacutergico cuyraquo sintoniacutea fueacute acogido con una algarabiacutea de gritos ntildei honor del meacutedico Eacutel docshytor les hizo un ceremonioso cumplido y salioacute del palacio dirigieacutendose hacia el Yiclnrm 4lt

Entre imito Juan sentado al pieacute de la escala recibiacutea con pasmosa gravaH IacuteiexclU los homenajes que la admirada multitud prodigaba auno de los hijos pre~ dihcios de la luna despueacutes formaron una danza en la que tambieacuten tomaron

parle las joacutevenes africanas aacute esteespectaacuteculo no pudo resistir nuestro amigo jiexcl se mezcloacute tambieacuten en la contradanza En esto Dick que estabade centinela eot k barquilla le dio la voz de alarma suspende Juan su baile y observa que Sashymuel venia poeomenoi que huyendo delante (jcunaturhade fanaacuteticos y adivinos bullfine departiacutean acaloradamente haciendo cestos nada tranquliexclZidores El doctosraquo llegoacute a pieacute de la escala que subioacute raacutepidamentei siguieacutendoleJuan canflgiiacuteiaVd) mdashNo trates de detenerte aacute desenganchar el ancla cortaremodaacute cuerda prontoraquo dijo el doctormdashPero iquestqueacute sucede preguntoacute Juan escalando la barquilla Mirad respondioacute Fergtisson sentildealando al horizonte

La luna como un globo de fuego se levantaba majestuosa lo pual dio oca-raquo sion aacute que la multitud cambiase las adoraciones en amenazas Conociacutean que sft les escapaba su presa y aumentaban los gritos do furor tino de los santones s u shybioacute al aacuterbol con aacutenimo de tirar de la luna y echarla al suelo mas al trepar pop las ramas se rompioacute la que sosteniacutea el ancla que al desengancharse cogioacute a l mago por entre las piernas y lo elevoacute aacute mas de quinientos pies del primer tiroacuten El negro estaba agarrado aacute la cuerda con extraordinaria energiacutea- y el globo continuaba subiendo al paso que la multitud se aterroacute al ver unode sus magos suspendido en el espacio Dn ligero viento de Oeste arrastroacute al globo lejos de la ciudad y media hora despueacutes ha hiendo disminuido Samuel laacutellama del raerraquo

GLOBO 2

enero se aproximoacute aacute tierra al llegar aacute unos veinte pies del suelo el negro se ianz^ aacute ticj|ra ceacuteyeiacuteido en pieacute y echando aacute correr en seguida haciashyKazeh mientras que suacutebitamentealigerado el Victoria se elevaba de nuevo

copyAPIacuteTULOacute III

La tormenteshy Muerte de un elefantemdashFasodel EcuadormdashLas fuentes del MiacuteoshymdashCombate de dos tribus

Hay un refraacuten espantildeol que afirma que el que se viste de prestado en la calle lo desnudan y esto fueacute lo que sucedioacute aacute nuestros aventureros por adoptar un caraacutecter que no era el suyo

Mientras comentaban alegremente el pasado lance el cielo se iba cargando hacia el N de nubes siniestras y pesadas Un viento bastante vivo arrastraba al Victoria con una velocidad de treinta y cinco millas por hora Poco aacute poco fueacute establecieacutendose uii silencio sepulcral la atmoacutesfera pareciacutea acolchada y la naturaleza entera presentaba siacutentomas de un cataclismo proacuteximo

De rcpeacuteuteua relaacutempago Violento rasgoacutelas sombras seguidoshyde un espantoso trueKbmdashiexclAlerta gritoacute Fergusson Kennedy y Juan alarmados ya so pusieron al lado del doctormdashiquestBajamos dijo Kennedymdash No el globo no resistiriacutea Sushybamos antes que esas nubes se conviertan en agua y el viento se desencadene esto dijo Samuel activando la llama del mechero Uumla segundo relaacutempago rasgoacute las mibes seguido de otros muchos continuados y repetidos El viento se desshyencadenaba con una violencia horrible dividiendo las nubes incandescentes dintildease que era un inmenso ventilador activando un incendio

El doctor tenia el mechero aacute toda llama el globo se dilataba y subiacutea aacute pesar de los relaacutempagos que dibujaban inflamadas tangentes eacuten su derredor estaban eacuten plenofuegomdashQue Dios nos asista dijo Samuel nuestra vida estaacute en susmashynos y solo eacutel puede salvarnos La voz del doctor apenas llegaba aacute los oiacutedos de sus compantildeeros eacuten iacutenedio de los truenos y exhalaciones pero el Victoria gubia siempre encontraacutendose al cabo de un cuarto de hora fuera de la zona tempesshytuosa y por bajo de eacutel continuaban las exhalaciones eleacutectricas como si fuera una vasta corona de fuegos artificiales queacute colgara de la barquillaEl doctor conshysultoacute al baroacutemetro que dio doce mil de elevacioacuten

A las cuatro deacutela mantildeaua el sol se elevoacute y disipoacute las nubes al par que un viento agradable refrescoacute la atmoacutesfera eacutel globo corriendo bordadasshy apenas se habiacutea inclinado aacute ninguacuten1 lado el doctor le hizo descenderaacute unos milpieacutes donde encontroacute una corriente que con mediana velocidad les condujo al Noroeste antes de mucho losi iexclajeros se hallaron en el liacutemite de una inmensa pradera natural sin que en toda ella se descubriese vestigio alguno de habitacioacuten deshytwniiaaacuteiacuteon bajar aacute tierra para proveerse de agua у сага y al efecto dejaroa

mdash 11 mdash Jas anclas colgando que rozaban las altas yerbas trazando un surco semejante a l a estela de un buque

De pronto el globo se detuvo por haber sin duda mordido el ancla en alguacuten objeto oculto bajo las yerbas va se preparaban aacute descender cuando un gritoi agudo resonoacute en elaireacute y el Victoria se puso en marcha arrastrado por el bicha 4 (fue el ancla habiacutea agarrado Avanzaban con cierta rapidez y pronto llegaron aacute un claro donde se dejoacute ver un magniacutefico elefante con el ancla del Victoria sujeia aacute uno de sus largos colmillos Intentaba con la trompa desembarazarse de aquel lazo Tomoacute un galope raacutepido dando fuertes sacudidas aacute la barquilla en suacute trote El doctor con un hacha en la mano estaba dispuesto aacute cortar la cuerda-si habia necesidad iacutenterin que Diclc preparabasu certera carabina laprimeiaacuteT

bala disparada contra el craacuteneo se aplastoacute como sobre una plancha de hierros este golpe solo sirvioacute para hacerle acelerar el pasoacute las balas coacutenicastampocoTef detuvieron pero la situaqion apremiaba pues aacute unas cien toesas daba principio- un bosque en cuyas ramas no lardariacutea el globo en hacerse pedazos mas Kennedy le dirigioacute un balazo aacute un ojo en un momento que levantoacute la cabeza El golpe fueacute decisivo el animal se detuvo vaciloacute sus rodillas se doblaron y presentoacute e l flanco al cazador En aquella postara fueacute faacutecil dirigirle una bala al corazoacuten que puso fin aacute la desesperacioacuten y agoniacutea del monstruo iraquo

Con sumo placerse aproximaron al elefante y trataron sacar el mejorpartido de tan notable caza al efecto le cortoacute Juan la trompa que tendriacutea unos diea pies de ancha en su nacimiento escogioacute lo mas delicado de ella y en unioacuten de ano de sus pies la envolvioacute en yerbas aromaacuteticas colocaacutendolo todo en el fondo de un horno previamente caldeado sobre la carne formoacute una segunda fogatas

quemada la cual el asado estaba en toda sazoacuten Entrelando Diclc sehaacutebia intershynado en el bosque proacuteximo haciendo repetidos disparos y al cabo de dos horas volvioacute con un rosario degordas perdices y las dbspiernas traseras deun antiacutelope

La comida sobre un magniacutefico ceacutesped estuvo deliciosa y amenizada con galleta aguardiente cafeacute y agua fresca y ciara de un arroyo proacuteximo La tarde concluyoacute sin novedad y la noche determinaron pasarla en tierra

A las cinco de la mantildeana siguiente se emprendioacute la partida llevaacutendolos una fuerte brisa en direccioacuten al Ecuador cuya liacutenea atravesaron aacute las once de la mantildeana por manera que al anunciar el doctor que entraban en el hemisferio1

boreal estuvo muy oportuna la ocurrencia de Juan proponiendo que tan grata suceso se festejase con un vaso de ron

El viento continuabadel Este con una velocidad de treinta millas por horabdquo5 por lo que se encontraron muy pronto sobre el lago Nyanza presumible (lepoacute- sito de las aguas del Nilo varias son las islas que en este lago se encuentran yj una es tan considerable que estaacute gobernada por tres sultanes Habieacutendose diritiacutel gido el Vkloria hacia el Oeste les dijo Samuel mdashDentro de poco veremos e l fundamento de losrelatos que suponen que este gran lago engendra el Kilo pues tardaremos poco en llegar aacute la pane mas occidental doacutende necesariamente debeacutel estar el principio de eacutel

Efectivamente antes de dos horas llegaron aacute la estremidad del lago pasan- do sobre los elevados picos de altas montantildeas pero entre ellas y por una ga r shyganta profunda y sinuosa escapaba un agitado rio-mdashVed amigos mios esclamdf el doctor los relatos de los aacuterabes eran exactos hablaban de un rio por donde este higo que ellos llaman Ukeacutereacuteouacuteeacute derramaba sus aguas hacia el Norte Sf | laquose hilo de agua que huye bajo nuestros pies vaacute aacute confundirse con las olas defc Mediterraacuteneo iEs el Nifoacute luumluumlrrahpor el Kilo

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 9: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

enero se aproximoacute aacute tierra al llegar aacute unos veinte pies del suelo el negro se ianz^ aacute ticj|ra ceacuteyeiacuteido en pieacute y echando aacute correr en seguida haciashyKazeh mientras que suacutebitamentealigerado el Victoria se elevaba de nuevo

copyAPIacuteTULOacute III

La tormenteshy Muerte de un elefantemdashFasodel EcuadormdashLas fuentes del MiacuteoshymdashCombate de dos tribus

Hay un refraacuten espantildeol que afirma que el que se viste de prestado en la calle lo desnudan y esto fueacute lo que sucedioacute aacute nuestros aventureros por adoptar un caraacutecter que no era el suyo

Mientras comentaban alegremente el pasado lance el cielo se iba cargando hacia el N de nubes siniestras y pesadas Un viento bastante vivo arrastraba al Victoria con una velocidad de treinta y cinco millas por hora Poco aacute poco fueacute establecieacutendose uii silencio sepulcral la atmoacutesfera pareciacutea acolchada y la naturaleza entera presentaba siacutentomas de un cataclismo proacuteximo

De rcpeacuteuteua relaacutempago Violento rasgoacutelas sombras seguidoshyde un espantoso trueKbmdashiexclAlerta gritoacute Fergusson Kennedy y Juan alarmados ya so pusieron al lado del doctormdashiquestBajamos dijo Kennedymdash No el globo no resistiriacutea Sushybamos antes que esas nubes se conviertan en agua y el viento se desencadene esto dijo Samuel activando la llama del mechero Uumla segundo relaacutempago rasgoacute las mibes seguido de otros muchos continuados y repetidos El viento se desshyencadenaba con una violencia horrible dividiendo las nubes incandescentes dintildease que era un inmenso ventilador activando un incendio

El doctor tenia el mechero aacute toda llama el globo se dilataba y subiacutea aacute pesar de los relaacutempagos que dibujaban inflamadas tangentes eacuten su derredor estaban eacuten plenofuegomdashQue Dios nos asista dijo Samuel nuestra vida estaacute en susmashynos y solo eacutel puede salvarnos La voz del doctor apenas llegaba aacute los oiacutedos de sus compantildeeros eacuten iacutenedio de los truenos y exhalaciones pero el Victoria gubia siempre encontraacutendose al cabo de un cuarto de hora fuera de la zona tempesshytuosa y por bajo de eacutel continuaban las exhalaciones eleacutectricas como si fuera una vasta corona de fuegos artificiales queacute colgara de la barquillaEl doctor conshysultoacute al baroacutemetro que dio doce mil de elevacioacuten

A las cuatro deacutela mantildeaua el sol se elevoacute y disipoacute las nubes al par que un viento agradable refrescoacute la atmoacutesfera eacutel globo corriendo bordadasshy apenas se habiacutea inclinado aacute ninguacuten1 lado el doctor le hizo descenderaacute unos milpieacutes donde encontroacute una corriente que con mediana velocidad les condujo al Noroeste antes de mucho losi iexclajeros se hallaron en el liacutemite de una inmensa pradera natural sin que en toda ella se descubriese vestigio alguno de habitacioacuten deshytwniiaaacuteiacuteon bajar aacute tierra para proveerse de agua у сага y al efecto dejaroa

mdash 11 mdash Jas anclas colgando que rozaban las altas yerbas trazando un surco semejante a l a estela de un buque

De pronto el globo se detuvo por haber sin duda mordido el ancla en alguacuten objeto oculto bajo las yerbas va se preparaban aacute descender cuando un gritoi agudo resonoacute en elaireacute y el Victoria se puso en marcha arrastrado por el bicha 4 (fue el ancla habiacutea agarrado Avanzaban con cierta rapidez y pronto llegaron aacute un claro donde se dejoacute ver un magniacutefico elefante con el ancla del Victoria sujeia aacute uno de sus largos colmillos Intentaba con la trompa desembarazarse de aquel lazo Tomoacute un galope raacutepido dando fuertes sacudidas aacute la barquilla en suacute trote El doctor con un hacha en la mano estaba dispuesto aacute cortar la cuerda-si habia necesidad iacutenterin que Diclc preparabasu certera carabina laprimeiaacuteT

bala disparada contra el craacuteneo se aplastoacute como sobre una plancha de hierros este golpe solo sirvioacute para hacerle acelerar el pasoacute las balas coacutenicastampocoTef detuvieron pero la situaqion apremiaba pues aacute unas cien toesas daba principio- un bosque en cuyas ramas no lardariacutea el globo en hacerse pedazos mas Kennedy le dirigioacute un balazo aacute un ojo en un momento que levantoacute la cabeza El golpe fueacute decisivo el animal se detuvo vaciloacute sus rodillas se doblaron y presentoacute e l flanco al cazador En aquella postara fueacute faacutecil dirigirle una bala al corazoacuten que puso fin aacute la desesperacioacuten y agoniacutea del monstruo iraquo

Con sumo placerse aproximaron al elefante y trataron sacar el mejorpartido de tan notable caza al efecto le cortoacute Juan la trompa que tendriacutea unos diea pies de ancha en su nacimiento escogioacute lo mas delicado de ella y en unioacuten de ano de sus pies la envolvioacute en yerbas aromaacuteticas colocaacutendolo todo en el fondo de un horno previamente caldeado sobre la carne formoacute una segunda fogatas

quemada la cual el asado estaba en toda sazoacuten Entrelando Diclc sehaacutebia intershynado en el bosque proacuteximo haciendo repetidos disparos y al cabo de dos horas volvioacute con un rosario degordas perdices y las dbspiernas traseras deun antiacutelope

La comida sobre un magniacutefico ceacutesped estuvo deliciosa y amenizada con galleta aguardiente cafeacute y agua fresca y ciara de un arroyo proacuteximo La tarde concluyoacute sin novedad y la noche determinaron pasarla en tierra

A las cinco de la mantildeana siguiente se emprendioacute la partida llevaacutendolos una fuerte brisa en direccioacuten al Ecuador cuya liacutenea atravesaron aacute las once de la mantildeana por manera que al anunciar el doctor que entraban en el hemisferio1

boreal estuvo muy oportuna la ocurrencia de Juan proponiendo que tan grata suceso se festejase con un vaso de ron

El viento continuabadel Este con una velocidad de treinta millas por horabdquo5 por lo que se encontraron muy pronto sobre el lago Nyanza presumible (lepoacute- sito de las aguas del Nilo varias son las islas que en este lago se encuentran yj una es tan considerable que estaacute gobernada por tres sultanes Habieacutendose diritiacutel gido el Vkloria hacia el Oeste les dijo Samuel mdashDentro de poco veremos e l fundamento de losrelatos que suponen que este gran lago engendra el Kilo pues tardaremos poco en llegar aacute la pane mas occidental doacutende necesariamente debeacutel estar el principio de eacutel

Efectivamente antes de dos horas llegaron aacute la estremidad del lago pasan- do sobre los elevados picos de altas montantildeas pero entre ellas y por una ga r shyganta profunda y sinuosa escapaba un agitado rio-mdashVed amigos mios esclamdf el doctor los relatos de los aacuterabes eran exactos hablaban de un rio por donde este higo que ellos llaman Ukeacutereacuteouacuteeacute derramaba sus aguas hacia el Norte Sf | laquose hilo de agua que huye bajo nuestros pies vaacute aacute confundirse con las olas defc Mediterraacuteneo iEs el Nifoacute luumluumlrrahpor el Kilo

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 10: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

mdash 11 mdash Jas anclas colgando que rozaban las altas yerbas trazando un surco semejante a l a estela de un buque

De pronto el globo se detuvo por haber sin duda mordido el ancla en alguacuten objeto oculto bajo las yerbas va se preparaban aacute descender cuando un gritoi agudo resonoacute en elaireacute y el Victoria se puso en marcha arrastrado por el bicha 4 (fue el ancla habiacutea agarrado Avanzaban con cierta rapidez y pronto llegaron aacute un claro donde se dejoacute ver un magniacutefico elefante con el ancla del Victoria sujeia aacute uno de sus largos colmillos Intentaba con la trompa desembarazarse de aquel lazo Tomoacute un galope raacutepido dando fuertes sacudidas aacute la barquilla en suacute trote El doctor con un hacha en la mano estaba dispuesto aacute cortar la cuerda-si habia necesidad iacutenterin que Diclc preparabasu certera carabina laprimeiaacuteT

bala disparada contra el craacuteneo se aplastoacute como sobre una plancha de hierros este golpe solo sirvioacute para hacerle acelerar el pasoacute las balas coacutenicastampocoTef detuvieron pero la situaqion apremiaba pues aacute unas cien toesas daba principio- un bosque en cuyas ramas no lardariacutea el globo en hacerse pedazos mas Kennedy le dirigioacute un balazo aacute un ojo en un momento que levantoacute la cabeza El golpe fueacute decisivo el animal se detuvo vaciloacute sus rodillas se doblaron y presentoacute e l flanco al cazador En aquella postara fueacute faacutecil dirigirle una bala al corazoacuten que puso fin aacute la desesperacioacuten y agoniacutea del monstruo iraquo

Con sumo placerse aproximaron al elefante y trataron sacar el mejorpartido de tan notable caza al efecto le cortoacute Juan la trompa que tendriacutea unos diea pies de ancha en su nacimiento escogioacute lo mas delicado de ella y en unioacuten de ano de sus pies la envolvioacute en yerbas aromaacuteticas colocaacutendolo todo en el fondo de un horno previamente caldeado sobre la carne formoacute una segunda fogatas

quemada la cual el asado estaba en toda sazoacuten Entrelando Diclc sehaacutebia intershynado en el bosque proacuteximo haciendo repetidos disparos y al cabo de dos horas volvioacute con un rosario degordas perdices y las dbspiernas traseras deun antiacutelope

La comida sobre un magniacutefico ceacutesped estuvo deliciosa y amenizada con galleta aguardiente cafeacute y agua fresca y ciara de un arroyo proacuteximo La tarde concluyoacute sin novedad y la noche determinaron pasarla en tierra

A las cinco de la mantildeana siguiente se emprendioacute la partida llevaacutendolos una fuerte brisa en direccioacuten al Ecuador cuya liacutenea atravesaron aacute las once de la mantildeana por manera que al anunciar el doctor que entraban en el hemisferio1

boreal estuvo muy oportuna la ocurrencia de Juan proponiendo que tan grata suceso se festejase con un vaso de ron

El viento continuabadel Este con una velocidad de treinta millas por horabdquo5 por lo que se encontraron muy pronto sobre el lago Nyanza presumible (lepoacute- sito de las aguas del Nilo varias son las islas que en este lago se encuentran yj una es tan considerable que estaacute gobernada por tres sultanes Habieacutendose diritiacutel gido el Vkloria hacia el Oeste les dijo Samuel mdashDentro de poco veremos e l fundamento de losrelatos que suponen que este gran lago engendra el Kilo pues tardaremos poco en llegar aacute la pane mas occidental doacutende necesariamente debeacutel estar el principio de eacutel

Efectivamente antes de dos horas llegaron aacute la estremidad del lago pasan- do sobre los elevados picos de altas montantildeas pero entre ellas y por una ga r shyganta profunda y sinuosa escapaba un agitado rio-mdashVed amigos mios esclamdf el doctor los relatos de los aacuterabes eran exactos hablaban de un rio por donde este higo que ellos llaman Ukeacutereacuteouacuteeacute derramaba sus aguas hacia el Norte Sf | laquose hilo de agua que huye bajo nuestros pies vaacute aacute confundirse con las olas defc Mediterraacuteneo iEs el Nifoacute luumluumlrrahpor el Kilo

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

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bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 11: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

mdashVigraveva el Nilo esclamarqn aacute una Kennedy y Juan aacute quienes el entusiasmoraquo de bull Samuel segrave les habiacutea comunicado grandemente el globo marchaba aacute viento moderado --De pronto llegaron aloldode los viajeros gritos y silbidos inclinaacuteronse soshy

bre la barquilla y vieron un espectaacuteculo conmovedor dos tribus se batiacutean enshycarnizadamente lanzaacutendose nubes de flechas el numero de combatientes p o shydriacutea llegaraacute trescientos y la mayor parte estaban llenos de sangre y bebidas ofreciendo repugnante aspecto 1

A aparecer el globo detuvieacuteronse un poco pero redoblando su furor lanzashyron algunasflechas al Victoria llegando tan cerca de la barquilla queacute Juan pushydo coger una al vuelo

Samuelaviacutevoacute el mechero consiguiendo ponerse fuera del alcance de aqueshyllos energuacutemenos que volvieron ala pelea con nuevo encarnizamiento pusisron enjuego las hachas y zagayas cortando la cabeza al enemigo que caia las oiu-|eresiquest dignas companeras deacute aquellos caniacutebales recogiacutean tales trofeos usando tanibion las ufiasy dientes por disputarse tan triste botin

mdash|Terriexcl ble esceacuteual dijo KennedymdashiexclValientes canallas esclamograve JuanmdashGanas tengo de intervenir en e combate repuso el cazador empuSandoacute la carabinamdash Nograve hagas tul respondioacute vivauieute el doctor iquestquieacuten sabe de parte de quieacuten esshytaraacute larazoo

E n t r e tauto ef jefe de uno deacutelos bandos hacia horrible carniceriacutea entre suaacute contrarios Hubo un momento en que hacha en mano se precipitoacute sobre un enemigo cuyo brazo corloacute de un solo golpe lo cogioacute y empezoacute aacute comeacuterselo

mdashjAlti dijo Kennedy iexclNo puado masi y disparoacute Herido el guerrero de un balazo laquoubi frente cayoacute laquole espaldas

mdashBusquemos en loalto una corriente que nos aleje de aquiacute dijo el doctor Pero no se alejoacute tan pronto que no vieran aacute la tribu vencedora precipitarse soshybre muertos y heridos disputarse la carne palpitante y devorarla con avidez

Cuando litigoacute la noche soltaron el ancla que enganchoacute aacute un aacuterbol muy eleshyvado y rendidos de tantas emociones despueacutes de un viaje de doscientas millas se quedaron profundamente dormidos

CAPIacuteTULO IV

Suacuteluacion de un prisioneromdashSI maacutertir La sepultura de oro Tortura deacutela sed

No habiacutea mucho que nuestros amigos estaban durmiendo cuando Fergussou eyoacute percibir un silbido prolongado se incorporoacute escuchoacute atentamente y con auxilio del anteojo de noche tratoacute deacute penetrar la profunda oscuridad que ba~

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

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iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 12: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

-r- 13 mdash biaMucha fueacute su inquietud al creer que distinguiacutea varias sombras agitaacutendose y departiendo silenciosamente despertoacute aacute sus compantildeeros y les comunicoacute sus temores por lo que se levantaron al instante decidiendo Kennedy y Juan bajar al aacuterbol para observar mas de cerca lo que pudiera ocurrir En eiacuteecto proshyvistos de sus carabinas j rewolvers se deslizaron por iexcllaescala logrando desshycansar en las gruesas ramas deacute aquel bosque de una pieza

No hacia mucho que estabanobservando cuando vieron aparecer dos cashybezas aacute n iacute v e H e las ramas donde descansabanmdashSon negros dijo JuanmdashSin otros muchos que se sienten aunque no se ven observoacute Kennedy pero cazemos aacute estos |aacutetenciexclbn|Fuego Dos disparos resonaron apagaacutendose en medio de gritos de dolor pero en medio de los alaridos una vozhumana gritoacute en franceacutes estas palabra^ tAmljaacute mjl i iexcl iexcliexclgtiexcliexcli- iexcl iexcl- bull

bull Kennedy y Juan volvieron ala barquilla lo mas pronto posible Fergussoacuten tambieacuten habiacutea oiacutedo aquel lamento y eacutefi su vista determinaron aclarar aquel misterio y dar spcorro al quepareciacutea necesitarlo Al efecto convinieron que jpara salvar al prisionero bastariadeseendei con el globo hasta elsuelo dispershysar los salvajes aacute balazos y apoderarse de eacutel sin dificultad para ascender bastariacutea arrojar las doscientas libras que llevaban de lastre peso mas que sufishyciente al del franceacutes que por lo regular estariacutea estenuado Parecioacuteles buena la idea aunque faltaba que allanar algunas dificultades no sieacutendola menor la falta de luz pero con hombres del temple de -nuestro doctor poco importan los mayores Obstaacuteculos bull - iIYrh i bull bull

_ Por lo pronto juntoacute iexcllos manos en forma de bocipa y con toda su fuerza gritoacute en franceacutes iexcltened confianza ipronto os socorreremos Despueacutes ordenoacute aacute sus compantildeeros preparar bien las armas y que estuviesen prontos Kennedy para apoderarsedel prUonero y Juan para espanta aacute -los salvajes los sacos del lastre) los colocaron enel borde de la barquilla entre tanto Samuel tomoacute de su saco de viaje dos pedazos coacutenicos de carboacuten y iaplieaacutehdolos aacute los conductores de la pila eleacutectrica^tomoacute un estremo en cada manoy aproximoacute las puntas

Deslumbradora luz de irresistible brillo brotoacute instantaacuteneamente entre las dos puntas de carboacuten f un inmenso haz de luz eleacutectrica disipoacute la oscuridad de la noche 5 iexcl

Fergussoacuten proyectoacutelo diferentes direcciones su poderoso rayo de luz d e shytenieacutendole en un sitio en qub oyeron voces de espanto El paisaje que se desshycubriacutea era el siguiente entredoacutes praderas 1 de seacutesamo y cantildeas de azuacutecar se veiacutean unas cincuenta grutas^en derredor deacutelos cuales hormigueaba una tribu numerosa junto aacute un poste yaciacutea un hombre de raza europea como de treinta antildeos largos cabellos medio desnudodleno de heridas y con la cabeza inclinada sobre el pecho - bullbullbullbullbullbullbullbullbullbullbull=bull Los negros alytiacuter el globo quedaron aterrados el prisionero levantoacute la ca~

^ aacute ^ f e i l i a r o uacute sus ojos con raacutepida esperanza y sin comprender bien loque ocurshyriacutea tendioacute las manos hacia sus inesperados sal vadogtos-iquest-| Vive jViVeacutel esclaacutemoacute Fergussoacuten iexclLe salvaremos Juan apaga eacutel nieacutechero Estaacute orden fueacute ejecutada en el acto bull bullbullbull i bull- bullbullbullbull iexcl bull bull

Imperceptible brisa llevaba al (Victoria sobre el prisionero sin dejar de desshycender efecto del enfriamiento y contraccioacuten del gas el doctor cirigiacutea aacute la horda los rayos de luz y sobrecogidos los negros de terror desaparecieron en iexclsus cabanas dejando solo al prisionero No pudieado permanecer eacuten pieacute el sacerdote pues tal era su estado estaba de rodillas y suelto porque su debishylidad hacia inuacutetiles las ligaduras

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 13: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

mdash 14 _ En el momento en que el globo locaba al suelo el cazador cogioacute al sacerdote

por debajo de los brazos y lo colocoacute en la barquilla1 al mismo tiempo que Joan arrojaba fuera las doscientas libras de lastre pero el globo solo se elevoacute tres oacute cuatro pies y permanecioacute inmoacutevil Un negro mas audaz que sus compantildeeros se habiacogidoaacute la barquilla impidiendo asiacute queacute eacuteT globo ascendieramdashiexclAlishygerad iexclAligerad prritoacuteie doctor iexclpronto iexclel agua Juan comprendiendo eacutel pensamientodeacute su arrio arrojoacute una caja llena de agua que no bajariacutea de ciento cincuenta libras L ib rea VietoacuteriaacuteAacuteQ aquel peso dio u a salto de trescientos pies en medio de los rugidos deacute la tr ibu quumleveia escapar el prisionero y arrebatarles uno de sus jefes pero no siendo4esteacute tan buen tiacuteshyntildeete como eacutel de Kazeh perdioacute el equilibrio y fueacute aacute estrellarse contra el suelo Entonces dio otro salto el globo subiendo aacute mas de mil pies El doctor separoacutelos dos hilos eleacutectricos- volviendo aacute reinar igual oscuridad hasta queacute colocados los conductores enlaquolcaloriacutefero se encendioacute el mechero bull iquest El franceacutes abrioacutelos ojos^Estaisen saacutelvole dijo el doctor

jSalvadoI-munnnroacute con triste sonrisa gracias hermanos miacuteos pero me quedan pocas horas de vida Al decir esto se desmayoacute-Seacute muere exclamoacute Dick JxorespondioacuteFcrgusson pero estaacutemuy deacutebil inmediatamente acostaron sobre las mantas aquekfiacuteobre cuerpo cubierto deacute-cicatriacuteefes y de recientes heridas El doctor se las lavoacute y vendoacutecon un pantildeuelo haciendo esto con la habilidad do un meacutedieoi despueacutes bajoacute los lienzos de la tienda dejaacutendolo reposar tranquilamente

Magniacutefica fueacute la siguiente aurora el sol derramando torrentes de brillante luz saludoacute aacute nuestros amigos queacute gozosos velaban el tranquilo descansar del iquestescatado uacutenicamente el doctor abrigabaalgunosrecelos en vista de la aridez que en loutanapza se descubriacutea puestoque no distaban inuchode 1 los interminashybles desiertos donde-de todo punto falta el agua y la vegetacioacuten Estaacutes meditashyciones fueron interrumpidas por un triste quejido qtie salioacute de la tienda

Los tres amigos acudieron inmediatamenteteniendo el gusto de encontrarse al sacerdote alguacuten tanto mejorado gracias al descanso y aacute la pureza del amshybiente nuestros viajerosiexcleidinigieraa palabraraquo deacute consuelo mostrando tambieacuten deseos de saberlos acontecimientos que Je habiacutean traiacutedo aacute ta] estado entonces el enfermo iacutees contoacute que era franceacutes de la Bretantildea aacute los veinte aftos entroacute en 1a orden de Sacerdotes misionfiros marchando aacute poco tiacuteerripo al Africaacuteeacuten busca 4c laquoInias para el cielo Seis-antildeos estuvocatequizando jaifdiversos tribus donde su estrella y las circunstancias lellevaronjyiacuteas mas veces iexclsufriendo eacutel trato mas cruel uacuteltimamente habiendo muerto el jefe del paiacutesdondeacutese hallaba l e culparon de aquel la desgracia y trataban haceacutersela pagar arrebataacutendole la vida Pero la Providencia dispuso ma ndarensuumltsneacuteorroaacute nuestros viajeros la noche antes del sacrificio aunque aacute decir verdad este estaba medio consumado pues hacia cuaren(ajhorajSiacuteJiexcleestpbaniacutemantirizandoConcluyoacute el relatodeacute Sus avenshyturas dinidoiaacute Dios infinitas graciaspor haberle dejado estrechar manosamigaacutes antes de partir alolro mundo ^ - v ^ - -

Poco anduvieron aquel d-ia cifrando-todos ios cuidados en atender al enfershymo cuya postracioacuten iba en aumento Al principio de la noche (que fueacute espleacutenshydida copio todas Jas de ese^^iexclpaisdoMenuncallluacuteeve) el misionero llamoacutea sus apiiacutegos-ron vozdoacutejiiiacutemdash Voy aacute morir lesdijo iexclque el Dios de las misericordias os lleve aacute tranquilo puerlo iexclEl os pagueacute maacute deuda d e agradeacutecntildeuientoacutelmdashEso sejaacute un desmayo no morireacuteis le dijo Kennedy-r-La muerte se adelanta la siento ieiuso el iniiicnero iexclponedme derodiHaaacute os lo ruego El cazador le levantoacute viendo cu la pesadez de su cuerpo un siacutentoma fatal Fergusson le pulso

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

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bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 14: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

mdash 15 mdash y dijomdashPoco sufriraacute ya su muerle seraacute un suentildeo tranquilo Entretanto el moshyribundo murmurabamdashiexclDios mioacute iexclDios mioacute iexclTened piedad de miacute

Su rostro se iluminoacute en medio del camino iacutelelcieio ntildeique se elevaba como en milagrosa ascensioacuten pn reciaque ya gozaba de vida sobrenatural Su uacuteltimo movimiento fueacute una bendicioacuten suprema para sus amigos de un dia cayendo aacute seguida en brazos de Kennedy) cuyo rostro -surcaban gruesas laacutegrimas bull r t

mdashiexclHa muerto dijij al4Qcldegracecoacuteji(loso aacuteiacuteeacutel-jHa muerto Y los tres amigos caseroacuten de rodillas orando en silencio 7 Cumplieron con el cadaacutever del maacutertir los uacuteltimos deberes que la caridad

exige y decidieron bajar y depositarlo en aquella tierra regada con su sangre Ljubnccde la mantildeana serian cuando el globo tocaba en el suelo losyia-

jeros pusieron en la barquilla piedras mas que suficientesaacute la equivalencia de r

su peso y procedieron aacute seguida aacute abrir la sepultura V-Lascualidades mineraloacutegicas de los guijarros llamaacuteronla atencioacuten del dociexcl~

tor tan profundamente que sus compantildeeros lo advirtieron y le preguntaron laacute causamdashPienso respondioacute Samuel en los estantildeos contrastes de este mundo sabed pues que esteacute sacerdote que habiacuteahecho voto dc pobreza iexcldescansa sobre una mina de oromdashiexclSobre una mina de oro esclamaron Kennedy y Juanl bullmdashSiacute amigos miacuteos esas piedras que miraisieon tanta indiferencia bull son mineacute- rales de la mayor pureza no seregistrariacutean mucho sus hendiduras sinencon-trar grandes pepitas Juanse precipiteacute comoun locosobre aquellos guijarros diciendo que puesto queja fortuna los habia favorecido no dejariacutea pasar aqueshylla ocasioacuten sin aprovecharla iexcl-

En vanosu amo le hacia ver que el objeto del viaje era cientiacutefico y iiacuteo especulativo nada le convenciacutea y fueacute preciso dejarlo colocar en la barquilla cuanto mineral quiso Samuel le dejaba hacer y cuando hubo concluido les preguntoacute-iquestMarchaimos^-rr-Aacuteiiacutedando dijo KAinedy Entraronen la barquilla y el doctor encendioacute el mechero hinchaacutendose el globo aacute poco rato peroloa viti- jerosno ascendiacuteanmdashiquestSa ha discqlado eacuteljaparato preguntoacute Juan parece que no subimosmdashiquestY- coacutemo hemosde ascender replicoacute el doctor necesitamos nada mas que doscientas libras de lastre y habraacutes acumulado mas de mil quinientas imposible seria pintar los estrentildeios del sirviente por tener que desprenderse de aquel cuarzo queacutesin duda alguna representaba una fabulosa cantidad su amo para en parte consolarlo le dijomdashHe tomado con toda exactitud la situacioacuten deacute estos parajes resultandp que se eacutencuentraaacute 23 g-e longitud y aacute los 4o-55 de latitud septentrional si aacute nuestra llegada aacute Europa lo quieres puedes organizar otra espedictoacuteuterrestre y apoderarte de estas riquezas

Ya en el aire continuoacute el doctormdashOtra cosa y no la falta de ese oro debe entristecernos e l desierto estaacute aacute la puerta y nuestra provisioacuten de-agua es bien escasa si la Providencia no hace un milagro en nuestro obsequio sufriremos lamas horrible de lasmuertes Por lo pronto economicemos eiacute gastoacute de tan preshycioso liquido suframos la sed todo lo posible con tal deque tengamos para alishymentar el mechero y trasladarnos aacute otras regiones iexcl

Y-efectivamenteacute- seacute pusieron aacute una muy corta racioacuten de agua aacute pesar deacutelo cual contaban conprovisiones para solo tres dias mas lo peor era que pata el calor tropical que sufriacutean eran menos que iexcl suficientes las corlas gotas del agua recalentada deque podiacutean disponer por lo que principiaronaacute sufrir )a tortura de la sed aunque mayores tormentos les aguardaban pues como decimos solo habian empezado aacute sufrir bull

CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

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CAPIacuteTULO ^bdquo

Las uacuteltimasgotas de aguamdash Conatodesuicidio lmdashMSimoun-^MOasisl mdash-Aventuras en Remalemdash El jMgoTcliadmdashBatalla extraordinaria-^ bull bull bull - Sacrificio heroico

tuatro dias pasaron los viajeros con la escasa provisioacuten de agua que resershyvaron aacute la salvacioacuten del maacutertir aguardando confiadamente que el viento los trasladase aacute regiones mas benignas pero al cabo de este tiempo los encontrashymos con solo una mediacuteabotella de agua el mechero eacutestinguieacutendosej y trasporshytados al interior de ese mar de arena que sellama desierto africano fil viento decaia poco aacute poco y no pudiendo funcionar eacutel calorifero por la falta de agua era de temer si se prolongaba la calma que falleciesen en aquellos apartados parajes lt bull

Samuel soportaba con admirable paciencia el doble tormento de la sed y el calor pero sus compantildeeros y Kennedy sobretodo efecto de su robustez padeshyciacutean mas atrozmente tan prolongado tormento Para ali vio de penas el mechero se estinguioacute al cesar eacutel uacuteltimo soplo deacute viento y el Victoria descendioacute perpen-dicuiarmente descansando su barquilla en aquel suelo movedizo

A los dos diacuteas deesta calma forzosa Juan fueacute acometido por un principio de locura Aquel desierto de arena le pareciacutea un inmenso estanque- de aguas crisshytalinas y mas de una vezsearrojoacute sobre aquel suelo abrasador como para beber levantaacutendose con la boca llena de polvomdashiexclMaldicioacuten esclamaba iexclEs agua salada Mientras Fergusson y Kennedy yaciacutean sin movimiento el pobre joven sucumbioacute aacute la tentacioacuten de consumir las gotas de agua reseivadas se dirigioacute hacia la barquilla cubrioacute con una codiciosa mirada la botella y convulsivamente la acercoacute a sus labios

En amie momento oyoacute nmy cerca una voz desgarradora que deciamdashiexclA beber abeber Era Kennedy que se arrastraba hacia eacutel estendiendo las manoraquo en ademan suplicante y llorando Juan llorando tambieacuten le alargoacute la botella y el infeliz apuroacute hasta la ultimagota de su contenido

iquestQueacute pasoacute durante aquella terrible noche Se ignora Por la mattana bajo los ra os de fuego qtieacute deacutespedia el sol los desgraciadossintieacuteron que sus miemshybros empezaban aacute abrasarse Juan seacute quisoacute levantar pero no pudo dirigioacute una mimda en derredor y yioacute al doctor en laacute barquilla con los brazos cruzados miraquo rando fijamente cohespresionde idioUsjno un punto imaginario en el espacie Kennedy ofreciacutea un aspecto horrible meneando la cabeza aacute derecha eacute izquierda como una iacuteicra encerrarla de re sente sus ojos seacute lijaron en la carabina que asomaba por el bordede la barquilla

mdashiexclAh esclamoacute y se arrojoacute sobre el arma cuyo canon introdujo eu su bocamdash iexclSentildeor iexclsentildeor grito Juan precipitaacutendose sobre eacutelmdashiexclYete de aquiacute iexclDeacutejame ltfiacute te mato gritoacute coleacuterico el escoces pero Juan se abrazoacute aacute eacutel pugnando por quishytarle el arma esta cavoacute aiacute suelo disparaacutendose con el golpe

A la detonacioacuten ei doctor se puso en pieacute sus ojos se animarony estendienshydo una mano hacia el horizonte es riamograve con vozestentoacutereamdashiexclAllaacute iexclallaacute abajo

Juan y Kcnredy niacuteranm a sitio indicado lo que vieron les aterroacute La Han laquoiacuteft

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

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iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

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AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 16: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

7 T de ternnpsUd Una tromba imponente Teniacutea

fue-r e -

pidez uuml bar-

quilla pus coflipaj^rtjs M jiyuia^QJi coo- i$ual ahincoy bien pronto el globo principioacute aacute eleva se - uuacute enoacutenneacute pedazo de mineral que arrojaron fueacute suficiente

queel ffictypiji^pcolocara por^encima deacutebulllairoacutemina que llegaba con laacute J^pidez d e r ^ p Ppriquest n

iquestyi )to en uiacutei inmenso desalojamiento de aire fueacute arras-^n^^Wa^WW^-W^^^ fgtpr encima de aquel espantoso mar

-Aacute |astt^f bullcjjs-oacute iacuteraquo at caer formaba numerosas colinas Ei Victoria paroacute su carrer^ala visitade uu Oasis que pareciacutea una isla salida de la

jperfinedfiMueip^jioT n r

mdashiexclIvl agiacute-)_ j d aacutegiiacutea estaacute ajlf rflaquoclamoacute el doctor eacute hizo descender el globo iquestpie tocoacute j-epi Jierjra Vaijscjenfos JBajiacutedsIleacuteT salvador -asilo

En cuatrol)oaiquest loacuteyViaacutejeacuteroacute^baacutebiaacutenfrauacutequumleado un espacio de doscientas cuarenta j|)fllas^oacuteip^lekuacute^ bullbullbull

Colocaron bastante arena en laacute barquilla y saltaron aacute tierra Avanzaron baacute-jsja losarljoacutefeacutes y peacutejiiacuteeacutetriacuteiroacuten fiaacutejoacutela fie-sca enramada que les anunciaba abunshydantes iriiaacutenantiaacuteles)eacuterohoacute liacuteitljiacuteaacuteiiacute andado mucho cuando divisaron bajo una palraquo fuera un enorme leoniJeacute i|eacuteKras crines la finra dio un rugido horribie y se puso JBJtt -guardia Mas niieacutestrdcVfador leacuteenoaroacutecon su certera carabina y disparoacute al aiisino tiempo que el rey deacuteIacuteoacutebosqucs daba unsaltu el cual no pudo terminar pues una bala le atravesoacute el corazoacuten y cayoacute muerto

Llegaron por fin al borde de un pozo cuyos huacutemedos peldantildeos descendieron eacute inclinaacutendose ante un fresco manantial sumergieron en eacutel sus labios con ividez por un rato no se oyoacute mas q u e e l ru do que produciacutean raquo1 beber mdashCuidado seraquo Sor Djck dijo luaacuten respirando na abusemos pero Dickviacutein responder seguiacutea bebiendo Despueacutessumergioacutela- maiios y la cabeza en aquella agua bienhechoraquo ramdashiquestY el sentildeor Fergusson preguntoacuteJuan Esta palabra hizo volver en siacute aacute Kennedy llenoacute una botella que a prevencioacuten llevaba y volvieron aacute salir del pozo ~^iexcl t)

Fergusson apuroacute la botella de un solo trago y los tres amigos dieron fervoshyrosas gracias ala Providencia que los habiacutea salvado tan milagrosamente

Tres diacuteas pasaron los atrevidos viajeros en aquel delicioso paraje v no lo hubieran abandonado lan pronto si el Sirnoun soplando de nuevo no les hiciera largarse so pena de que el gobo fuese destrozado y ellos sepultados vivos peshyro al emprender la marcha las cajas estaban repletas de provisiones laquoolidas y liacutequidas contando por consiguiente para muchos dias aacute racioacuten completa

Desde el momento de su partida los viajeros marcharon con friacutean rapidez ansiaban abandonar aquel desierto que tan funesto les habiacutea sido liacutel paiacutes s Iba accidentando por momentoraquo presintieacutendose la proximidad de terrenos ferashyces una hora despueacutes divi-aron algunos arboles yun terreno menos llano menos desnucomdashAdvertid amigos miacuteos que estamos en paiacutes conocido dijo el doctor nos dirigimos en linea recta baciacutea el reino de Loggoum y acuso hacia Kernah su capital en ella murioacute el pobre Tooacutele jiexcloacutevfiu iexclpgleacutes que apenas contaba 2iacutef afios aacute esta comarca se la puede llamar el ceacuteiueacutenieacuteno de los europeos pucs^pnr infinitos los que han sido sacrificados sentireacute que la calma nos sorprenwIacuteQif estos parajes y el viento tiende aacute diminuir ltgtbull

Cs i u n

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 17: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

Poco despueacutes les advirtioacute Juan a| presencia de la ciudad al paso que el tiento habiacutea cesado totalmente el doctor amortiguoacute el mechero yno tardaros en estar inmoacuteviles aacute 200 pies del suelo La capital del LogKoum sepreshyeniabs aacute la vista como un platio desarrollado erauna verdadera ciudad con calles larshygas tiradas aacute cordel y plazas espaciosas seacute notaba gran movimiento shy cu sus mercados y talleres La presenciadel Victoria produjo primero gritos desshypueacutes profundaesiupefaiicion los viajeros se aprovecharon de ella y descenshydieron hasta sesenta pies del suelo

No lardoacute en presentarse el cheik iquestgobernador rodeado de su corte y preshycedido de la muacutesica llegado bajo del Victoria impuso silencio y dirigioacute un disshycurso detquenuestros amigosno entendieron ni una palabra en eacutel lenguaje de los gestos reconoci4S^miig(4ueiquest$eJesinv1tabaacuteaacuteJr^e y no hubieran deseado cosa mejor pero como no soplaba viento les iquestra imposible

listabullinmovilidad exaacutesperoacuteal bullgobernador y dictoacute varias oacuterdenes aacute sus corshytesanos no tardaron en aparecer los arcos y flecha y hasta el cheik se armoacute de un [iiosqiietppero el doctor avivoacute el mechero y el globo se puso fuera del alcance de las Hechas Kennedy de un balazo desarmo ai cheik aacute cuyo suceso cada laquona huyo юг donde pudoacuteojultaacutendose aacute la vistade nuestroraquo viajeros

Llegoacute la ntildeocraquo iecl viento continuaba en calma y elYtciacuteoiia inmoacutevil aacute tresshycientos pies ltleaiexcltura reinaba profunda oscuridad y silencio sin que por esto Intildes tres aniiacutegns descuidaran la vigilancia ytuvieron razoacuten pues a m laquolia noche tuda luiciiiriad parecioacute como incendiadashy Centenares de ra vos de fuego gte laquoTuzashyban como cohetes formando una verdadera red de liacuteneashy fumino as al mismo tiempo se afilia un gran estruendo de gritos ydispaios do inosquetts

shybull Los habitantes Habiacutean lanzado coiurael Victoria millares ltb paloinas que llevaban sujetas a la cola materias inflainables y espantaacutendose con ios gritos y dsparos siihuin hacia el globo trazando en el aire un zigshyzags de fi|eacutegoLas palomas rodeaban ya la barquilla y el globo cuando el doctor airojundo unos cuahtus iexcljeJazos de cuarzOj se puso fuera del alcance de aquellas peligrosas aves r

bullbull Durante dos horas se las vio revolotear en medio de la oscuridad de a noche Cerca de ls tres de la mantildeana impulsados por un fueite Noroeste abandonashyron aquellos parajes

Giahtle era iexclconfianza que Samuel tenia en su buque habieacutendole demosshytrado Jai esperieacutencia lo acertado de sus caacutelculos cuando aacute pesar dujiastoacutermenshytas t(rriliexcliacuteeshiiriexclicanes y ardientes soles semantema sujeto aacute las leyes mecaacuteshynicas queacute rigieron a su construccioacuten y sinshyembargo unshysecreto presentimiento leinquietaba porlo cual no cesaba de recomendado la prudencia aacutesus coraacuteshypafleroacutes bull

Los viajeros seguiacutean en aquel momento la corriente del Sbari cuyas encanshytadoras riberas desapareciacutean bajo ia sombra de frondosos arboles Cerca de las nueve de laacutelmantildeana llegoacute el Victoria aacute la orilla meridional ilel lago Tchad

Eho lago oacute mejor dicho mar interior tiene baacutestanlesrslis y algunas poblashydas de ls salvajes ibas saacutenguinariosy feroces sus aguas son poco potables f los muchos pantanos que hay en sus riberas y en las islas en eacutel enclavadas hashycen que haya frecuentes hundimientos y que variacutee su forma incesantemente

Muchas ganas le pasaban aacute Dick de enviar una bala aacute los hipopoacutetamos shyy otros anfibios enormes que se divisaban pero el doctor le disuadioacute hacieacutendole bullver lo inuacutetil de su obra Mirando en aquel momento ai horizonte dijo Juanmdash Me parece que si la banda de buitres que allaacute abajo diviso se nos acerca no se

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

ion bu y umm$uumliquestiquest miwmmiexclt$ eacutekt m- w

bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

bullUfa wm rriampntantildeaiexcl- i

bull^kMMMeacutemtimbtlkimm MMrtefampmmaacutea femtadoenando ratrOacute eacuten1 nmqmUffimmwmampihmhhkfi U fatiga cayoacute deacutesmavado abientras (HA M fieacutenticljf^IacuteVampaaK iexclStiacutelMatfeacutefiacute^iexclFaacute^aiacuteeacuteAf dijo el ddoumltoumli1

con bastos caacuteiihaacute Juaacuteaacuteeat fishy(rltamprddWtiacutecIciiexclla1lshyliiacutelaquofiidIacuteB WampVftieacutea yshy(iacutettbfrreacutefAidhihfstaban

rts eacuteuacutefoacutemieuumllos Strittraquo fciifOuml f MaacuteUacuteitiacute Mjti la tienda Bbs diaacutes taiacutedoacute ampuuml teacutestabtampjWcaacuteUbmeMtfteacutentildeiiiintildemimieacuteMmmi refeacuterif sus avfefiacutettiacuteraacute Htfcieuumlduumlltiacute 11 aacute Auml eacuteeacuteriwiriacutelMf

Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

d eacute s d e

iquestiacuteitohrjeacuteaacute fae uacuteM JWimOumllqteMW la1 laquofauml fMir 41BB iexclpeftWaacutes toacutedoacutel seioacutes y eacutedaacutediampme rHiacutenieacuteroacutefij auml81ifltistr8S cierran a M a y JiftiiacuteMloibeacuteiacuteniacutet arrtniaumlfcoumls iacuteurj iacuteiYeacute Ir bamptrEacute eurosqiiTv^ f iacuterltiacutetiacute tiacuteoe fIgbj laquolieacute siriiehoacuten iitiacutea iacuteibntildeshyfoacuteftable cbiniacuteda y lecIWilbeacute W^gt llegoacute la

quumlHlIacuteTeacute^rvattaacuteiacuteiacute bull r V laquo bullbull shyshy bull bull gt bull shy bull bull gt Mis Unfedtuuml

AfolaquoiacutelSWsectlaquoaanttelaquo^8toacutesofitoiacuteiacuteaacuteatfdeacute-laquoltfgtfaf sm cO^prcndeacutei de flotiacutetleacute vitfilsl fS AumlfiftSfa aumltifuumlHt tiacuteilr ^oacuteliacuteleacutetiacute toa ti tifafuerte gol fieacute aacute un toacutes tadbaeacute lAshy iacute i l lHraquo f AumllfrtMti j le i touml tifgd lashyisla y siteacute Habitantes habian sido sumergidos Me puseaacute nlta iacutedsmSffecci(inoiguumloacuteaiquest v luve laacute suerte de aacuteIacuteo1eacutepacD8mampIacuteBnlraquoKHiacutePrlaquof WiVU MintildeMVaacutedaacute entreacute 1 en eltaacuteyretoantOaacuteLM^ prbntbroeacuteuacutete f tierra laquo f f ouml ^ i d h f r f M eacute m- y vlaquoiacute rraquoaacutetfioacute f cbhiieacutetiacutedtt aacute t tof t s WMjj pfeWpHaumlftraquo f dtfsMs llaquoffilsftia bull vMt iexclchantoacute eacuteeacute deacute jtieacutetitt eiacute Juisdteacute del fa pStoWMtfWtf iacute toacutettUWS etyWaauml Vfiidsquitoacutef iriartirizaacutebah hfl M i t e i raquo M Mfleflttey ifegMtd por laacutelnoeheacute aacute i e n ouml r q ^ h t e M ^ b a aacute la ventura cuando di de mantildeosa ttttVfeWttraa4S1gg)Enraquotyie st ocupaban en envenenar sus flechas Inmoacutevil y conteniendo la respiracioacuten me mantuve oculto entre unos matpjraiesj bullcwando levantando los ojos vi al Victoria ltflie se dirigiacutea al lago aacute ciacuteen piacutees sobre mi cabeza pound

Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 18: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

mdash IB mdash opondraacute mi amo aacute que les mandemos untildeaacutebala Samuel tomoacute el anteojo y des shypueacutes de mirar atentamente respondioacutemdashiexclOjalaacute no se acercaran aacute nosotros esas aves son combres Juan y de lo-mas grandes sinos atacanmdashNos defendeshyremos Samuel tenemos un arsenal para recibirlas repuso Kennedy

Diez minutos despueacutes la banda estaba aacute tiro los catorce buitre s lanzaban roncos gritos avanzando baria el Victoria con mas irritacioacuten que miedo

mdashEn veraquo dad que tienenterrible aspecto dijo bullel cazador bull l o s coacutendores volaban describiendo inmenso circuios que cada vez se estreshy

l laban mas en derredor del Victoria Inquieto el doctor resolvioacute elevarse para escaparaacute los alados enerrdgos pero los coacutendores subieron a ia par sin querer abandonarlos permaneciacutean aacute corta distancia vimdose perfectamente su desshynudo cuello su cartilaginosa cresta que enderezaban cori furor sii cwerpiacute tenshydriacutea mas de tres pies de longitudmdashNos siguen dijo el doctor al verlos elevarse son el globo cslar prevenidos por si es necesario espantarlos

En laquoquel momento uno de los buitres se lanzoacuteen liacutenea rectahacia el Vipr Soria con el pico y las garras abiertasmdashiexclFuego iexclFuego gritoacute el doctor

Apenas pronunciada esta palabra cuando herido do muerte el buitre caiacutea dando vueltas por el espacio Kennedy de un segundo balazo cortoacute el cuello al snas cercano v Juan rompioacute un ala aacute otro los restantes cambiaron de taacutectica elevaacutendose sotwe el Victoria Samuel aacute pesar de su energiacutea) palidecioacute) Hubo an momento de terrible silencio despueacutes se oyoacute un ruido estridente como de seda desbarrada y la barquilla se hundioacute bajoacute los piacuteesde los aeronautas

mdashiexcllistamos perdidos exclamoacute Fergusson iexcla fuera el lastreiexclproiito iexclpronshyto En poros segundos habian desaparecido tocios los pentildeazos de cuarzo Fe r shygusson rrirn por ol borde dojiacutei baro iiilla eilago pareciacutea subir hacia ellos los objetos agrandaban por instantes la barquilla apenas distaba dlaquoscien(os pieacutea de la superficie del lagor-r-|Fuera las provisioncsliexclelaacuteguaiexclpronto Al punto fueacute ejecutado iexclQuecuernos aiinliexclaligerad

mdashVa no liav nada dijo KenncaVmdashiexclSi tali respondioacute lacoacutenicamente Jean y naciendo la sentildeal de la cruz saltoacute de la barquilla bdquobullbdquo t bull

mdashiexclJuan iexclJuan esclamarono unasus amigos pero Juan no podiacutea oiacuterles Alishygerado el Victoria recobroacute su marcha ascencional subiendo aacute mil pies de altushyra y el viento hinchando la desgarrada envoltura le arrastroacute hacia las cosshytas septentrionales del lago

CAPITULO VI

El nuevo VictoriamdashPesquisas inuacutetilesmdashSalvado al vuelo

Despueacutes de un viaje de sesenta millas descendioacute el Victoria en una parte desierta de la cosiacutea septentrional las anclas engancharen en un aacuterbol y el cashyzador las sujetoacute fuerteiienie Ni Fergusson ni Kennedy durmieron un l laacuteshymenlo durante aquella noche Al diaacute alguien te- empezaron el trabijo de restashyblecer el equilibrio para ello arrancaron aacute pedazos el tupido tafetaacuten delglobreg exterior tcnieiidraquo que sacarlo aacute largas tiras pur entre las mallas de la red que lo envolviacutea en esta operacioacuten tardaron unas cuatro horas y terminada se v i i ltque el globo inlerioreslaba al parecer intacto iexcl

Mientras Samuel se ocupaba en inspeccionary arreglar los objetos que habiacutea

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

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1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

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Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

bull mdash 2 3 mdash

momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

fiw bull

Page 19: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

sectiquestfa barquilla^ Kegravepncuy ^ el proacuteximo froacutesqneacute dai

a a conocer las^iyeacutecuentes detpn Lagrave ftieacuterzjascpjirsIacuteOacuteQaacute ldeacutei nujeyo^ibtori^ era (ie^unasireacutes mi) libras el pfiexclshy

sfnlcl apaacuteralo barquilla^ viajeros^ gr^isij^i^freaacutelna cazaydemaacutes uacutetiles aiV~ snabaacutendormii^ograve^Jiograverienlos treiiacutejta[iiyrs(sj podigraveap jgtiexclaoacutes^ IleVar cientosetenta lishybras de lastre para los raaoacuteajwrevisiIacuteQg se)reacuteeniacutejiacuteljoe|i pgsp^e Jo^poOacuten un suplemento de lastreacute qiiegraveijanffo llt5do aispuVsto aquel aia y criacute disposicioacuten de iquest u s c a a ^ a n m e iacute iacute f l j l | raquo M w y ( 8 i i shy 1 gt iacute shy l f l U i I J

Alas sjelode la mantildeana desataron el ancla del aacuterbol y adatado elgasse ereshyilM Victoria i doseieacuteiacuteiios b en l aacute M s f r M l 0i(M laquo gliacuteMiacuteUumll ntilde i r e siacute nliacutesmo p iacuteWW4h mW 0 M - W raquo iacute aacutevaacutengg soigraveftiS

El doclbf lagrave nfagraveniWd egravedBstatiWtl f iquest ntilde c I H M t iacutebagravef ll laquoedy disparoacute repetidas veacutece iograveMrigraveUB faacuteMMWW M istiacuteg dfcl h k Uumlinando cu ida doacutesMieacute losb^iacuteluesv aldeas iacutedliacuteHs foacutefeWaacutejiil fifiacute flftde nudiera ocultarse su ftimjJantildebroV^NtiacuteveacuteaacuteiacuteSampMUfaMiacute$gtMaacutee fiaras de peacutesquIsaacuteaacuteiacutentildeiHIacute esVshyEspffeacuteiys Dici laquo iacuteftfleraafiOTIacuteIacutenfmViacuteo que Mas me aldrlnif egrave(H viacuteeP Kortegrave caacuteela veacuteaacutefiacuteaf fuelle i rbraacuteiiiacutefiacuteir kegraveigrave W de mucho eacutesiacuteaVeacuteWb rei1orMi s 8iraquoae fa4trieffllaquo8flgtder1d4^]iacuteln

b B8S pfemBsllplarVgriiacuteallelfliacuteSvieiiacutefg laquoRsEacuteiacuteWfl eli iMItigraveigraveies iiM ti ha-Wl

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bullTres diagraves tfotitiacutetiacuteeBroacutea miacutesh bull bull H v f t aacute A w w t o f t f c pets cumm pi iM en todas diregravecegraveiopegraveS aacuteritiacuteqftfeacuteshysin encontrar rastroacute iquestIglirio del iexclofdHuhaacutediacutel -magravei Eacutel vieuumlEacuteo legrave fijoacute del Siiacuter v los

1 anillos fshyeaacuteiiacuteiacutevieVali iexcliexclbaMoacutenaacuterse S eacutel fiSsW Afldolteacute paacuteraacute miacutea fideacutelaacutenteacute hacer las begraveSquTsaii bampesWaacutes

Tristes refieTogravehes dciijsagravebagraveh eacutel aacutehiirtti lostfaacutejeros cilaacutehiacutelo creyeron laquof r alaridos v gritos aacute alguna distancia deeliogravesToacuterfigraveoacute IfcntiacuteeacutedUl aacuteSiacutelfeojo de mil pdsTJs distinguioacute utiacute grupo deacute aacuterabes abballograve pegraveisigiigravetehdoacute al |lariquestcer aun europeo el corazoacuten le paacute pitoacute vioacutelfebtuhientildeVeacute v comunicoacute aacute Saacuterauumlfel iacutet congelaraacutes tiacuteeque Segraveria Juan el perseguido poacutetigraveiegravetigraveduSe aacutemboiaacute observar ltott bullfflaacuteiSicuidado loque aconteciacutea

El l u iacute paacutetico Juan piips tal era el fugitivo habiacutea divisado eacutel VuumltoHd ystfraquo iudado de lejos aacute sus amigos el aacuterabe que mas de cerca lo tenia le abuiito cois una flecha y le hubiera disparado si el diestro Kennedy de iw balazo no lo Impidiera rodoacute el aacuterabe y su caballo pasp tan cerca de Juan que eacuteste pudo monshytar de un salto en eacutel y seguir asiacute su cartera cori- niacuteas ventaja Sus perseguidoshyres que vieron caer aacuteun companero se pararon algo aacute ver de doacutende venia aquel nuevo enemigo entre tanto adelantaba Juan su carrera caminando en Ja misma direccioacuten queacute llevaba eacutel giobo

Kennedy arrojoacute la escala y Samuel hizo descender el globo aacute treinta pies iquestelsuelo despueacutes gritoacute-iiexclJuan prepaacuterate A este gtitoJuan se volvioacutesiiideieshyBerel c hallo la escala llegoacute aacute eacutel seacute cogioacute aacute ella y en eacutel mismo Iacutenstente arshyrojoacute Dick ciento cincuenta libras de lastre t Aligerado laquo1 Victoria de an peso superai agravei de Juan se elevoacute aacute doscientos

fies en-el aire shy bull bull bull bullo iexclJuan se cogioacute roerterhente aacute la escala y haciendo un gesto de burla i jos aacuterabes trepoacute con la agilidad de un mono basta caer en brazos desus cpiiipaftero

Los aacuterabes lanzaron un grito de sorpresa y rabia viendo que les arrebaacutetashyl a s al vuelo al fugitivo y que el Victoria se alejaba raacutepidamente

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Graacuteiide fuacuteeacute hiiacuteaacuteiygrfaacuter ciacuteuiiVciacuteO ai s$llr Oer iquestamiJEacuteoBdirigiacute lt vista al cielo y viacute eacutel Viacutetiacutetiacuteriacutentilde felfevafsy iacuteaacute f i i iacute lani eacuteMeacuteHliacutefftraquo eoacuteW WMlaquo MaumlWadoumli Miszlig plisoacute uacutei ctiacuten vigor jiM la iacute ia iacute 4M MdfrszligXhHSlbull eacute S A aacute p t iacute iacute aacute s btaacuteiaacutes 1 de ella cuando sentiacute nadar tras W Alshy V W auml i ftrstid iacuteieMpW ntc MeTfln por loumls liraacuteshyaeacutes Vtrelvd 1H visiacuteUuml y n l t y c t iacute M P o 1 Wlt$ -liacuteMkmfmmWS

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Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

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VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

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CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

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momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

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Las laacutegrimas brotaron de agradecimiento al verque no me teniacutean ustedes olvidado Cuacutefnitoacute p^rt1Wen

WsaeacuteffeS-Uff iltdlaquotas mmorralesshyy Corriacute haacuteeia eacutet Tchad pero en aquel momento se|erttiacutea el Jfictofin aacute Jo lejos mi corazoacuten desshyfallecioacute creyeacutendome perdido para siempre Paseacute la noche no seacute doacutende A otro diacutea caiacute como un necio en un campamento de aacuterabes iexclAy queacute caceriacutea sentildeor Kennet ni^ufttazaumldlaquoaacuteabe t t t uMiacuteaacutet Bo^ajauml Eacuteidtiacute liieacuteza eacutel toacutesmo Entoncetiacute vial aumlm^ fampampf6lIacuteW

O r aacute n d eacute eacute aacute iacute aacute b a n z aacute s f ^ ^ ^

mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

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momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

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mdash 22 mdash despueacutes recavoacutela conversacioacuten en el buen acuerdo de construir dos globos conshyceacutentricos a iacuteo cual dijo SamuelmdashTeneacuteis razoacuten amigas miacuteos solo que no estoy complrtansente satif fecho del nuevo Viciariacutea Sea porque el tafetaacuten baya sufridreg mucho oacute porque la gutlaperchase haya fundido por el calor del mechero he adshyvertido que se piarde cierta cantidad Be gas el globo tiende abajar y para tenerlo aacute la altura en que estamos me veo precisado aacute aumentar la diaacfampft del hidrogena La cesa no tiene remedio y por ello liaremos bien en apresushyrarnos ncopy haciendo ni las paradas de noche

VA aquel momento comraquo si el viento quisiera ayudar las intencioneraquo de les viajeros principioacute aacute soplar de Levaute con aspecto huracanado sin decaer yn inometito porespacio de cinco diacuteas en esta raacutepida travesiacutea dejaron atraacutes los iacuteiquestreg gradraquos que median entre el Tchad y la cuenca del Niger es decir 400 leguafc|

El 23 dlaquo Mayo calmoacute el viento aacute las nueve de la mantildeana y el paiacutes se presenraquo bajo un nuevo aspecto las estensas llanuras se iban cambiando en colinas laquoj(Peacute Inician presagiar proacuteximas montantildeas-^-Si no me engantildeo dijo Kennedy sjfsiacute divisa una cordillera bastante elevadamdashSiacute contesto Samuel e ia cordillera lt[m separa la cuenca del Niger de la del Senegal pero temo que el globo no pueacuteoy franquearlas pues cada vez va descendiendo maacutes Descender aquiacute es imposible pues los aacuterabes de esta regioacuten son los mas crueles y sanguinarios en uacuteltimo cslrnno sacrificaremos cuanto no sea absolutamente indispensable

En tal concepto arrojaron la tienda las cajas del agua y de las provisiones y Sasmantaspero aunque ascendioacute algo ledommaban las crestas de ta montantildea^ en imiexcls de doscientos piesmdashiexclQue nos acercamos gritoacute Juan La situacioacuten era espantosa el Viciariacutea coma con suma rapidez y quedariacutea destrozado Juan cogioacute algunos sacos de municiones y los arrojoacute el globo subioacute aacute mas altura que la de la peligrosa cima su polo superior seiluminoacute con los rayes del sol pero h barquilla se encontraba aun mas baja que los uacuteltimospentildeascoscoelra los que iba aacuteromperle inevitablementemdashqKennedy iexclKennedy arroja tus armas eacute estados perdidos gritoacute el doctormdashiexclEsperad sentildeor Kennedy dijo-Juan y volvieacutendose el cazador le vio desaparecer de la barquillamdashiexclJuaniexclJuan gritoacute bullmdashiexclDesgraciado esclamoacute el doctor

La meseta de la montantildea tenia en aquel sitio unos veinte pies aacutee ostensioacuten la barquilla llegoacute aacute la meseta y pasoacute rozando los quijairosmdashiexclPasames iexclpasamos^ jbemos pasado esrlamoacute una voz que hizo palpitar el corazoacuten del dlaquoctor El intreacutepido joven se manteniacutea cogido aacute la barquilla y corriacutea sobre la cumbre de la montantildea aligerando el globo de este modo Cuando llegoacute aacute la yerlieale opursfa y ante eacutel se presentoacute el abismo con vigoroso esfuerzo se cogioacute aacute las cuerdas y

subioacute al lado de sus compantildeerosmdashiexclValiente Juan dijo el dpjcipr con efusioacuten-^ Usted me favorece coatestoacute el muchacho

CAPITULO V I I I

Ataque iiu$peradomdashraquoEl monte salvadormdashEl aacutelft calienteiquest-Mueacutert eacutekl VictoriamdashConclusioacuten bull

El Victoria empezoacute de nuevo aacute bajar y pronto se encontroacute aacute doscientos pies del suelo la noche llegoacute raacutepidamente por lo que determinoacute el doctor soltar ua ancla que aacute poco quedoacute agarrada aacute ua frondoso sicoacutemoro Hallaacutebanse en aquel

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momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

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Page 22: ras es TRES 'Jim i ÁFRICbiblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/P... · 2019. 5. 8. · ("TRES PMEGOS.) _r^~—-—^ """" " — -I — ~^ f ,4 -1'.^Sípíi' TÍ í SI«ti;.S

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momento veinticinco millas del Senegal Aunque no habiacutean visto habitantes ielerminaron vigilar con el mavorcuidaacutedo dividiendo la noche en tres guardias

Kennedy estaba de vigilante cuando sin apercibirse He ello y al arrullo deacute Ja dulce brisa que corriacutease quedoacute tranquilamente dormido pero ntildeo paoacute shymucha de este modo siendo despertado al ruido de un chisporroteo inesperado Frotoacutese los ojos y se puso de pieacute sintiendo intenso calor la selva estaba arshyliearfoshy^ iexcliexclFuego iexclFuego gritoacute f sus compantildeerosshyshyshyiquestQueacute es eacuteso preguntoacute Samuel Ka Eacuteqnel momento se oyeron terribles aullidos quesaliari del incendiado follagemdash iexclHazantildeas de los salvajes esclamoacute Juan bull

Un ciacuterculo dclriego rodeaba al Victoria el incendio se reflejaba en las aushybesshy y los viajeros se creyeron envueltos entina esfera de fuego Fergusson con manoacute firme сгиЦ de rjn jiacfiazo la 5 cuerda del ancla cuando las llnmssqneriatt rodear el gobo ieroacute eacutes(eacute libre de sujecioacuten subioacute mas de mil pies laquoв losnires

Gritos honib es resonaron entonces en la shyselvacon violentas Л ttmadones de armas defraquolaquofro El globo aprovechoacute una corriente que se Iwintiba conshyel diacutea y se dirigioacute Меда e) Oeste perolos salvajesshyemprendieron tambieacuten la marshycha en la misma direccioacuten haciendo al Fcoacuteriaacuteshyfrecuentes diiparos

Samuelarrojoacute el caloriacutefero la pila deBunlzen y otroacutesacccHuios aligerando al Vklwiit deacute mas de novecientas libras de peso cotiacute estealivio puduacute raVponei bullun elevado monte que sirvioacute de barrera eacutentrelos viajeros y sus pe rsf unidores pero estos ro renunciaban aacutesHi empentildeo y emprendieron la marcha rodeando el monte para iexclshyalirlcs al encuentro Ilabiantilde observado la decadonciadelglobo y le tenia nshy por slt gura presa sin embargo con aqueacutel rodeo adelantaban nuestros amigoshy mas de tres h o r a s

Al franquear la coliacutena Y aacute dos roillas delante de ellos apareciacutea el rio Seneraquo gal presentando una gran ostensioacuten de masa liacutequida

A pieacute hubieran llegado antes que los aacuterabes les alcanzasen pero tiacuteo teniendo shybarraera preciso trasponerlo en globo maacutes las fuerzas dlaquo eacuteste iban tan aacute menosraquo que aacute cien patos de la orilla y despueacutes de locar varias veces en nena comiexcliexcl una inmensa pelota de goma quedoacute cogido por la parte superior de la red aacute las rashymas de un boabamdashiexclMaldicioacuten dijo KennedymdashshyiexclTodo lia concluidoshy antildeadioacute Juan mdashNo tanto amigos mios replicoacute el doctor juntad mas de cien Ishyliras de lasyerbas secas que abundan en esta pradera mientras preparo al iquestitabo para otro procedimiento

Juan y Kennedv obedecieron al punto mientras que Samuel cortoacutebs cuershydas que sujetaban lu barquilla agrandoacute el orificio del globo d oacute shyshyiexclluda al hidroacuteshygeno y en seguida colocoacute cierta cantidad de yerba bajo el agujero y la prenshydioacute fuego Poco tiempo se necesita para henchir un globo con ntildeire calante un calor de ciacuteen grados basta para reducir aacute la mitad el peso del airo que encierra asiacute es que el Victoria empezoacute aacute tomar su forma redonda y corno no escaseaba la yerba el globo engrosaba sensiblemente

Entonces dos millas al Norte aparecioacute la banda deaacuterabes oyeacutendose sus grishytos y el galope de los caballos lanzados aacute toda bridamdashDentro de veinte minushytos estaraacuten aquiacute iexclyerba yerba Juan antes que nos alcancen dijo el doctor AI cabo de diez minutos algunas sacudidas del globo indicaron su tendencia aacute elevarse los aacuterabes distaban quinientos pasosmdashAgarraos aacute las mallas de la red iexclfirmes gritoacute Samuel mientras que amontonaba con el pieacute gran cantidad de verba

El globo completamente dilatado por el aumento de temperatura ascendioacute ffozando las ramas del boabal Gritos de rabia lanzaron los salvajes aacute la fuga del

mdash Seacute mdash Iiacuteciacuteoiiacutelaquo que ^ubioacute aacute nia| 4eshyPiacutehpcie^f9sMeacutesiquestlaquoraacutepido viento Je cogioacute entonces mientras el doctor y shysus c$njpftf(eiquestqs c^ i e^p la lkn iexclel abisrntildeioacute deacute las cataratas ltielshyGomnaal)ierito hajpjs^a^ ~ bullbull

Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

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Diez minutos de^pneacute^V^ntilde fe^rica^iadp jija palabra descendiacutean poco aacute pocoen la otra ribera del rio ^Hfh^ifiV|P^RP^mpueacuteMo de una docena de iacutetombres que llevaban el uniforme fr^^eacuteeacutes $uacutezgueacuteseacute ciacutee su asombro cuando uieacuteshyion elevarse aquel globo desde la rijiera ^ 1 r |o Poco les (altoacute para creerlo jin milagro Pero el iexclefe teniente de marit conocia por losperioacutedicos deacute Europa la audaz tentativa del doctor Fergussontilde y Qotoprieacutendiacuteoacute desde luego la causa m aquel fenoacutemeno

El globo se vaciaba poco aacute poco cayendo con los intreacutepidos aeronautas coshygidos a la red los franceses temiefonntildeo l iacuteense aacute tierra por lo que se precipishyteron al riacuteo en una barca recibiendo aacute los ingleses en los brazqsmdashiquestEl doctor iexclFerguswn exclamoacute el tenienteshymdashEl mismo y sus dos amigos respoacutendioacutetranshyqni lamente el doctor

Todos se dirigieron aacute la orilla mientras queja corriente arrastraba al Vicshytoria medio deshenchido llevaacutendole aacute sepultarle con las aguas del Seneacutegal en las cataratas del GouinaTshy|Pobre Victoria exclamoacute Juan

El doctor no pudo contener una lagrima atirioacute los brazos y sus dos amigos se precipitaron en ellos dominados por grande emocioacuten bull shy bull

Los ingleses fueron conducidos alcampamentoacute franceacutes donde se les tratoacute con gran miramiento Alliacute se redactoacute el testimonio siguiente

laquoos infrascritos declaramos que en el dia de liexcli fecha hemos Distoacute llegar svspmttuluj aacute la red de un globo al doctor Fergussohy aacute sus dos compantildeeros Ricarda Kennedy y Juan Wilson El oloho ha caiacutedo en el lecho del rio desshyapareciendo en las cataratas del (iexclquina En feacute deacutelo cual firmamos este testimoshynio con los interesados Cataratas del Cromita aacute iacute de Mayo de 1862 mdash Samuel Fergiishysonmdashllirardo KennedymdashshyJuan WiisonmdashDufraise teniente de infanteshyriacutea de marinamdashRodamelalfeacuterez deacute naviomdashPufays sargentomdashFelipcau Mashyyormdash Pellisicr Lorois Rasragnet Guillon Lebel soldadosraquo

Catorce dias despueacutes llegaron aacute SaoLuis donde les recibioacute el gobernador espleacutendidamente los viajeros estaban repuestos de sos emociones y fatigas

Una fragata inglesa aparejaba para partir losshytresviajeros tomaron pasaje en ella y el 25 de Junio lleg iban aacute Portsmonih y al dia siguiente aacute Londres

Nada diremos de la recepcioacuten que tuvieron en Ja Sociedad Geograacuteficashy ni de las felicitaciones que recibieron ademaacutes ele la medalla de oro destinada aacute recompensar la exploracioacuten mas notable del antildeo 1862

Todos los perioacutedicos de Europa publicaron elogios aacute los audaces exploradoshyres y el Dailyshy Teiegrapk tiroacute trescientos setenta y siete mil nuacutemeros el dia en que publico el estrado del viaje

Kennedy partioacute para Edimburgo porque tenia prisa por tranquilizar aacute su ama de llaveshy

El doctor Fergussou y su fiel Juan permanecieron como siempre aunque laquon vez de amo ycriado a h o p eran dos amigos

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