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Revista Budismo un Oasis de Posibilidades para tu felicidad n° 16

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Introducción al Budismo y a la practica del Zazen. En esta edición hacemos un énfasis en las posiciones al practicar zazen y de los instrumentos que se usa como lo son al Zafu y el Zabutom.

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l Zen Es una escuela del budismo que busca la sabiduría más allá de la racionalidad, a través de la experiencia del autoconocimiento interior del sujeto, y no de su conocimiento racional. Como tal, busca la esencia de la realidad, y a través de ella del mundo o entorno. El Zen postula que todo lo que nos rodea, incluyendo nosotros mismos y lo que sentimos, son sólo construcciones mentales, y por lo tanto en la medida de que dispongamos de una mente sana y abierta podremos tener acceso a una realidad y a un mundo también sanos y libres de inquietudes y ansiedades, sufrimientos según su jerga. La base para llegar a tener una mente así es la meditación; de ahí viene su nombre. Su origen está en la India y en sánscrito se llamó dhiana, que derivó en chan cuando llegó a China en el siglo VII, y luego a Zen cuando arribó a Japón. El fin del zen es el Nirvana o Iluminación, que equivale al despertar, al darse cuenta, al adquirir conciencia plena de lo que uno es. Esto no significa “irse a un cielo” sino descubrir la felicidad de vivir a plenitud el momento y el lugar en el que acontecen las cosas. Por eso se le llama también la filosofía del “aquí y ahora”. El zen no es una religión, si bien deriva de una, que es el budismo. Es más bien una filosofía de vida y enfoque de la realidad, y por eso ha sido aceptado y apreciado en el occidente. El Zen es una disciplina que estudia la mente humana y su funcionamiento esencial. La preferencia viene del énfasis que pone el zen en la variable que más aprovecha al humano moderno, el tiempo. La vida inquieta, llena de desafíos, de ambientes competitivos, causa estragos en la psiquis de las personas, y ha originado una nueva enfermedad que está de moda, el estrés.

Fernando Rincones Ottamendi DIRECTOR

El Zen no es propiamente una terapia, pero su modelo mental permite revisar los paradigmas y arquetipos que caracterizan la vida moderna y la llenan de agobio, y presta las herramientas para lograr cambiarlos y adaptarlos a un vivir más sereno combinando las exigencias de vivir y ser exitosos con la necesidad de todo ser humano de lograr su felicidad. ¿Cómo lo logra? Combinando algunas ideas básicas que subyacen en la plataforma ideológica del Zen, y dándoles un carácter instrumental. En el recuento que sigue no haremos mención de algunos aspectos de estudio del Zen como cuerpo de conocimientos y filosofía porque escapan al contexto de este artículo, pero baste decir que el Zen es rico en temas de estudio y hoy por hoy es una gran fuente de conocimientos para las neurociencias o la psicología y psiquiatría, La gran pregunta: ¿son traspasables los beneficios del Zen, dada la diferencia cultural entre el occidente y sus orígenes asiáticos? La respuesta es Sí, y la razón es que los problemas son los mismos aquí que en Japón o en el África: la vida vertiginosa nos atrapa y nos tritura, y cualquier enfoque que nos ayude a ser productivos y felices al mismo tiempo, es bienvenido. Además, la práctica enseña que está siendo parte importante de las estrategias exitosas de los que saben, los grandes capitanes de negocios del mundo. Eso solo demuestra su efectividad. Esperando que esta edición pueda ser de su total agrado y que puedan aprender un poco mas de esta esencia tan bella del Budismo. Disfruta de ésta Edición de la Revista BUDISMO: Un Oasis de posibilidades para tu felicidad…

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Envíenos sus comentarios al e-mail [email protected] Rogamos Brevedad, claridad y concisión. Los conceptos que se expresan a continuación comprometen Solamente a quien los emite y en ningún caso reflejan el pensamiento de la revista BUDISMO: Un Oasis para tu Felicidad, que Únicamente pretende abrir un canal de comunicación entre sus lectores.

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Esperamos tu comentario…

Hola Soy Genesis Escorcia antes que nada Quiero felicitarlo por su trabajo, de verdad un material educativo en el aspecto del Budismo es muy poco aquí en Venezuela, por lo menos así lo considero. Cada vez suena mas que tenemos muchas herramientas que tenemos utilizar para tratar de alejarnos de los problemas de diario. La meditacion nos regala ese momento para estar con nosotros mismos y de verdad es algo tan saludable que hay que compartir las experiencias. Y el budismo me ha dado mucha de esas herramientas, saludos.

Genesis Escorcia Caracas, Distrito Capital

Fernando Rincones: Gracias por tus palabras Genesis que gratificante es escuchar tus palabras y asi como las tuyas de muchisimas personas mas. Gracias pór compartir tu experiencia.

CONTACTO BUDISTA

Caracas Soto Zen Calle Calcaño, Quinta Claretiana, Urb. Santa Mónica [email protected] 0414-1224807 0424-2302934 0416-7090135 0414-1224807 Calle Calcaño, Quinta Claretiana, Urbanización Santa Mónica (cruzando en la CANTV, subiendo cuadra y media). Caracas - Venezuela

Centro Zen Bodai Shin Marina Tirado 4ta. Av. entre 8ta y 9na. transversal #96 Los Palos Grandes [email protected]

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Dojo Zen Buppo Shoiku Héctor Espinoza, Calle Aries 90-40, Qta. Aurora, Urb. Trigal Norte, Valencia [email protected] 0416-7445526 0412-7423506

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EN NUEVA ESPARTA

Myoshu Dojo Juan Kyo Kaku Salazar, Costa Azul, Porlamar, Isla de Margarita [email protected] 0414-7927837 0295-2621104

EN TÁCHIRA

Grupo Zen del Junco Mocuyo Maritza Gil, Av. principal del Junco, Vereda 3, Nro. 1-115, Sector Junco Páramo, Municipio Cárdenas. [email protected] 0424-7412424

EN YARACUY

Dojo Zen Fusendo Paul Quintero, Avenida 2, Museo Carmelo Fernández, San Felipe, [email protected] 0416-2624953

Si conoces algún Centro Budista Zen en Venezuela puedes enviarnos la información a [email protected]. Lo verificaremos para agregarlo al directorio. Muchas gracias.

• Ediciones : Lotus Derm´s – Grupo Editorial Torii. C.A • E-mail: [email protected] – www.Lotusderm.com • Director: Fernando Rincones Ottamendi • Suscripciones: www.Issuu.com - [email protected] • Diseños de Portada: Imágenes creativas. • La Revista BUDISMO, Un Oasis de Posibilidades para tu Felicidad no comparte necesariamente la

opiniones de sus colaboradores. • Nuestro Objetivo: Presentar la esencia del Budismo de una manera no sectorizada e integrada a la

cultura Venezolana y la cultura Occidental.

(+58-416) 729.14.52

Hola les escribo para felicitarlos y tomar un momento para agradecerles de verdad he aprendido mucho y cada día estoy en esa búsqueda de aprender mas. Y es tan interesante cada lectura te lleva a otra y otra y siempre aprendiendo mas de esta religión tan linda y espiritual . Saludos

Karina Hernandez Mérida, Estado Mérida.

Fernando Rincones: Gracias por tus palabras Karina que bueno es saber que te han gustado nuestros trabajos y siempre ten esa curiosidad, eso te llevara a seguir investigando y aprendiendo. Gracias

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Él dijo que el mundo real al que había despertado, era distinto de la imagen abstracta que todos tenemos y a la que constantemente nos referimos. Y él llamó a la experiencia verdadera, «lo que está aquí y ahora» Dharma: realidad o verdad. • La Sanga

El Buda Gautama organizó a sus discípulos en monjes, monjas, mujeres y hombres laicos, y esta estructura ha continuado hasta el presente. La llamamos Sanga. Es la familia budista.

El Budismo enfatiza la importancia central de la moral y la conducta ética en todos los aspectos de la vida. Sin embargo, su acercamiento a la conducta moral es muy distinto de las enseñanzas de otras religiones. Aunque el Budismo cree en la acción correcta, insiste en que ésta no es lo mismo que el concepto que tenemos de la acción correcta; esa acción moral no siempre calza con la noción concebida por nosotros sobre la moralidad. La razón es que el Budismo cree que sólo este lugar y este momento son reales, y todo lo demás - el pasado y el futuro – no tienen una verdadera existencia. Por lo tanto, agrega que el único lugar en donde la conducta puede ser correcta o incorrecta es aquí y ahora. Entonces, el Budismo enfatiza que lo correcto y lo incorrecto se relacionan con el momento presente, aquí y ahora. El actuar moralmente significa actuar correctamente en este preciso momento. El actuar correcto en este momento es la única moral verdadera. Por supuesto que podemos discutir lo correcto e incorrecto como conceptos abstractos, pero esas abstracciones siempre están separadas de la situación real que enfrentamos en este momento y, por lo tanto, al ser parciales no pueden servirnos como una guía para nuestra acción en el presente.

El Budismo dice que la causa y el efecto son absolutos; que no existe área que no esté gobernada por la causa y el efecto. De esta forma, no hay conflicto entre la creencia budista y los principios de la ciencia, ya que comparten el mismo origen. Sin embargo, el Budismo va más allá. Dice que la causa y el efecto operan en los ámbitos mental y físico. En este sentido, la enseñanza más simple de Buda es probablemente la más difícil de seguir: La conducta correcta nos hará felices; la conducta incorrecta nos traerá sólo infelicidad.

El Budismo venera tradicionalmente tres «tesoros»: el Buda, el Dharma y la Sangha. • El Buda El Buda se refiere al Buda Gautama, el fundador del Budismo. Nació alrededor del año 463 a. C. en la frontera entre lo que hoy es Nepal e India, lugar en el cual su padre era el rey del clan Sakya. Cuando tenía 29 años de edad, dejó el palacio para ir en búsqueda del significado de la vida, y tras siete años, cuanto tenía 35 o 36, después de adoptar un estilo de vida simple que equilibró su cuerpo y mente, descubrió lo que había estado buscando; descubrió que el mundo existe precisamente en este momento y en este lugar, y que todo el universo es espléndido tal como es. Por muchos años enseñó a sus discípulos una práctica simple y su significado, como verdad esencial que todos los seres humanos deben conocer. El Buda Gautama no era un dios, sino un hombre. Y él enseñó que todos podemos volver a nuestro estado original, que es sereno y pacífico. Sus enseñanzas no son espirituales, sino esencialmente humanistas; con esta simple práctica todos podemos alcanzar nuestra perfección como seres humanos. • El Dharma

El Dharma se refiere tanto a las enseñanzas del Buda Gautama, como a la simple realidad o verdad que existe frente a nosotros. El Buda Gautama enseñó que el mundo real en el que existimos en este momento, no es lo mismo que lo que pensamos y percibimos de él.

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Esta libertad en el momento nos presenta una opción: el hacer lo correcto o lo incorrecto. La opción no es una elección intelectual - es una opción en el momento de nuestra acción - una elección que hacemos con nuestro actuar mismo. El Maestro Dogen escribió en el Shobogenzo: «A pesar de que existen muchos tipos de hechos correctos que están incluidos dentro [del concepto de] la rectitud, nunca ha existido ninguna especie de lo correcto que se realice de antemano, y que espere luego que alguien la lleve a cabo». La filosofía de la acción apunta a la vía media entre el optimismo confiado en demasía del idealista y el pesimismo no realista del determinista. En la acción nos encontramos limitados y libres, a la vez.

Zazen es la forma más simple de la acción, y cuando estamos practicando Zazen no pensamos intencionalmente en algo, ni nos concentramos en nuestros sentimientos y percepciones. Nos sentamos en un simple estado en el cual no discriminamos, en el que nuestro cuerpo-mente están equilibrados y no separados. Pero para analizar el estado en Zazen, no podemos evitar el hacer divisiones y categorías. No obstante estas clasificaciones, la verdadera experiencia de Zazen es de naturaleza holística. En la práctica de Zazen podemos discernir cuatro aspectos. Estos son: 1) Distinto del pensar; 2) La rectitud del cuerpo; 3) La unidad del cuerpo y la mente; y 4) La unidad con el universo.

El Buda Gautama enseñó que hay cuatro puntos de vista fundamentales, y esta misma enseñanza también fue dilucidada por el filósofo Nagarjuna el siglo 2 en India, y por Dogen Zenji el siglo 13 en Japón. Dos de estos puntos de vista son básicos para la civilización occidental, pero los otros dos son originales del Budismo. El primer punto de vista se basa en el pensamiento y se conoce usualmente como el idealismo. Corresponde a una visión subjetiva del mundo y está representada en las mayoría de las corrientes filosóficas. El segundo se basa en la materia y usualmente se le denomina materialismo. Incluye todas las ciencias, y es un punto de vista objetivo y físico del mundo. El tercero es original del Budismo y se basa en la acción. El punto de vista de la acción se concibió a partir del hecho de que cuando estamos actuando absolutamente, en el momento presente, somos parte de una «totalidad» continua que nosotros llamamos realidad o Dharma. En el estado de la acción, no formamos abstracciones de lo que está frente a nosotros, sino simplemente actuamos en la totalidad ininterrumpida del momento. El cuarto no es estrictamente un punto de vista, pero se refiere a la experiencia de vivir en el mundo real en sí. Al igual que el universo contiene todas las cosas y los fenómenos, el vivir en el mundo real incluye todos los puntos de vista.

Las visiones idealistas y materialistas, y las filosofías que han surgido de esos puntos de vista, nos son familiares a todos, pero una filosofía basada en la acción necesita alguna explicación, puesto que forma el corazón de las enseñanzas filosóficas budistas. Si queremos construir una teoría sobre el presente, si queremos entender cómo funciona el tiempo, y por ende nuestra existencia misma, debemos necesariamente admitir que vivimos en una sucesión de momentos, la que podemos imaginar como en progreso, al igual que los cuadros de una película. Cada momento es completo en sí, pero pensamos en la existencia aquí y ahora como unida al pasado y dirigida hacia el futuro, porque esa es la única manera en que podemos pensar sobre ella. En realidad, cada momento limita con el pasado y no obstante, siempre es libre. Esto suena como una paradoja irresoluble si pensamos en ella. Pero esta es la situación real en que vivimos, momento a momento. Esto es algo que confirmamos en nuestra propia existencia y especialmente en Zazen. La acción en el momento del presente es absolutamente libre. Ésta es la filosofía de la acción, la filosofía del momento presente. Y al actuar completamente en el presente necesariamente dejamos de lado el pensamiento idealista y las percepciones materialistas.

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1. Distinto del pensar

El estado en Zazen no tiene intención y es distinto del pensar. Esta afirmación suena extraña, puesto que normalmente creemos que siempre nos encontramos pensando. De manera intencional evitamos seguir el tren del pensamiento durante Zazen, al concentrarnos en mantener la postura. Obviamente, durante Zazen aparecen en nuestro consciente pensamientos e imágenes espontáneamente, pero no son importantes. Si corregimos nuestra postura, el pensamiento o percepción desaparecerán y nuestra conciencia lentamente se volverá clara y nos sentiremos tranquilos. En este estado sereno y equilibrado, estamos en el estado que es «distinto del pensar». Sin embargo, si intentamos en forma intencional alcanzar el estado que es distinto del pensar, nunca podremos hacerlo. Cuando nuestra conciencia está llena de pensamientos y sentimientos durante Zazen, debemos dejar nuestro estado tal como está. Nuestras preocupaciones saldrán a la superficie y !se evaporarán en el universo! Así, al concentrarse en la postura, regresamos naturalmente a nuestro estado original durante la práctica. 2. La rectitud del cuerpo - El sistema nervioso autónomo en equilibrio En Zazen, nos sentamos en un cojín sobre el piso con ambas piernas cruzadas y con la parte baja y alta de la columna derechas, y la cabeza recta. El mantener la columna derecha tiene un efecto directo e inmediato en el sistema nervioso autónomo, que controla muchas de las funciones de nuestro cuerpo. Los efectos incluyen el control del ritmo cardíaco y la fuerza de contracción, la constricción y dilatación de los vasos sanguíneos, la contracción y relajación del tejido muscular fino en varios órganos, la habilidad para enfocar los ojos y el tamaño de las pupilas, y la secreción de hormonas desde las glándulas directamente al torrente sanguíneo.

El sistema nervioso autónomo se compone de dos subsistemas: los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.

Cuando el sistema nervioso simpático es estimulado, aumenta nuestro ritmo

cardíaco, las arterias y venas se contraen, los pulmones se relajan y

nuestras pupilas se dilatan; en breve, nos volvemos tensos y atentos. Cuando se estimula el sistema

nervioso parasimpático, sucede lo opuesto; nuestro ritmo

cardíaco disminuye, los pulmones se contraen, las

arterias y venas se dilatan y las pupilas se contraen. Se puede

ver que los dos sistemas preparan el cuerpo para una respuesta activa o pasiva - a

veces conocida como el síndrome de «lucha o escape».

Cuando el efecto de los dos sistemas en los órganos está equilibrado, no estamos preparados para pelear ni

para escapar; estamos en un estado normal. Los nervios parasimpáticos emergen del cordón espinal en

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la base de la espina dorsal (la segunda, tercera y cuarta vértebra sacras) y a través de las vértebras craneanas en el cuello, mientras que los nervios simpáticos surgen del cordón espinal a través de las vértebras medias en la espalda (las vértebras T1 a L2). El mantener la columna derecha de manera natural, con la cabeza firme sobre la columna, alivia cualquier presión en los nervios de estos dos sistemas en los puntos donde los nervios surgen a través de las vértebras, y les permite funcionar de manera normal. Cuando los sistemas parasimpático y simpático están funcionando normalmente, lo hacen en oposición para brindarnos un estado de equilibrio del cuerpo-mente; ni demasiado tenso, ni demasiado relajado, no excesivamente optimista ni pesimista; no demasiado agresivo ni pasivo. Es este estado físico de equilibrio en el sistema nervioso autónomo el que motiva lo que llamamos un cuerpo-mente equilibrado. 3. Unidad del cuerpo y la mente en el momento Presente Usualmente pensamos que hay algo llamado «mente» y algo más que se llama «cuerpo», y que los dos están separados, aunque se influyen mutuamente. En el Budismo creemos que el cuerpo y la mente son dos lados de una misma entidad, a la que llamamos «yo», pero que en realidad no podemos captar totalmente. Creemos que cada fenómeno mental tiene un lado físico, y cada fenómeno físico tiene un lado mental.

No creemos en la existencia independiente de algo llamado «mente», que se encuentre separado del cuerpo físico, del cerebro, del sistema nervioso, etc. Cuando nos sentamos en Zazen, ya que no nos concentramos ni en los pensamientos ni en las percepciones, nuestro cuerpo-y-mente existen unidos en el momento presente. Cuando nuestra mente no está agitada y nuestro sistema nervioso autónomo está equilibrado, volvemos al estado en el cual el cuerpo y la mente se hayan en equilibrio. 4. La unidad con el Universo Cuando estamos practicando Zazen, no sólo podemos decir que cuerpo-y-mente son uno; sino que también constatamos que la distinción que usualmente hacemos entre nosotros y las circunstancias externas - el mundo a nuestro alrededor desaparece. Mucha gente ha experimentado en algún momento de sus vidas este simple sentimiento de unidad con todo, y en Zazen podemos notar que no se trata sólo de un sentimiento, sino del estado real de las cosas en el momento presente. Cuando estamos sentados en Zazen, somos uno con el universo, y el estado incluye todas las cosas y los fenómenos. En ese sentido, aunque estamos experimentando el estado, no podemos captarlo intelectualmente. No podemos describirlo completamente. Llamamos a dicho estado «inefable», «dharma», «verdad», o «realidad». Pero incluso estas palabras son inadecuadas para describir el estado simple y original al que volvemos en Zazen.

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Posición Correcta y errores en las postura del Zazen

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Zazen necesita el mínimo de espacio; sólo el suficiente para sentarse de piernas cruzadas. En el Shobogenzo el Maestro Dogen describe las condiciones ideales para practicar Zazen: «Un lugar tranquilo es adecuado para sentarse en Zazen. Hay que preparar una colchoneta gruesa. No se debe permitir que entre ni viento ni humo. No se debe permitir que entre la lluviao el rocío. Reservar un área adecuada para el cuerpo… El lugar para sentarse debe ser claro…» • El Zafu - Un cojín para Zazen El zafu es un cojín redondo que se usa para Zazen. Un zafu mediano mide alrededor de 35 o 38 cm transversalmente, con una circunferencia de 114 cm aproximadamente, pero cada uno puede elegir el tamaño del zafu que más les acomode. El zafu se rellena apretadamente con kapok, de manera que mantenga una altura de 10 o 12 cm al sentarse sobre él; un zafu blando no es lo ideal. Por su puesto que se puede practicar sin un zafu, usando una frazada doblada varias veces, una cubrecama enrollada o un par de cojines comunes firmes, colocados uno sobre el otro.

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• El zabuton - Una colchoneta para el piso En la mayoría de las casas occidentales el piso es duro, entonces es mejor colocar el Zafu en un piso alfombrado, o poner una colchoneta bajo el Zafu. El estilo japonés de la colchoneta o zabuton tiene 60 cm por lado y está rellena con kapok de forma suelta para dar un efecto de cojín para las piernas. Al viajar, se puede practicar Zazen en la cama en caso de tener un colchón firme y usar como zafu una frazada enrollada o almohadones.

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• El zabuton Un Zabuton (座布団 , literalmente "futón para sentarse") es un cojín rectangular de aproximadamente 76x71 cm utilizado bajo el Zafu para hacerlo más confortable y como mejora de apoyo para el Zazen. La cobertura exterior suele estar hecha de tela fuerte y cuenta con una cremallera a lo largo del borde para poder lavar cómodamente el interior de algodón.

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Se debe ubicar la colchoneta y el zafu sobre el piso a un metro de la pared lisa. Siguiendo la tradición, practicamos Zazen mirando a la pared, y podemos seguir dos estilos para sentarnos. Comenzaremos describiendo el más fácil para los principiantes: el medio loto.

• Postura del medio loto Primero, hay que sentarse sobre el zafu con las nalgas descansando en el centro del cojín, mirando hacia la pared. Luego, doblar una rodilla, poner el pie cerca del zafu de la manera más cómoda para uno y girar la rodilla hacia fuera, de manera que su superficie externa toque la colchoneta. Luego poner el otro pie sobre el muslo contrario. Sí, obviamente es un tanto difícil para los principiantes. Así es que si resulta demasiado doloroso al principio, se puede cambiar de lado, colocando el pie opuesto sobre el muslo. Al practicar en forma regular, las piernas se volverán más flexibles y esta postura se hará más fácil y natural. Si uno nota que al sentarse en la misma posición todo el tiempo se produce una tensión desigual en la pelvis, es posible cambiar de lado después de unos meses de práctica.

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• Postura del loto La postura del loto es la postura avanzada regular para Zazen. Primero, hay que adoptar el medio loto. Luego sosteniendo ese pie sobre el muslo, tomar el otro pie y llevarlo al muslo opuesto. Entonces, las piernas estarán cruzadas con un pie sobre cada muslo, y (es de esperar que) las rodillas apoyadas en la colchoneta. Esta postura resultará incómoda e innatural para la mayoría de los principiantes, pero con la práctica se volverá muy cómoda. Será mucho más fácil sentarse en esta postura después de practicar el medio loto por algún tiempo para soltar piernas y tobillos.

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• Las Manos Con las piernas en la postura del loto o medio loto, colocar las manos sobre la falda. Poner ambas manos hacia arriba, con los dedos de la mano de abajo sosteniendo los dedos de la mano de arriba. Si el pie derecho está en primer lugar, entonces la mano izquierda debe ir abajo, y viceversa. Curvar las manos para que formen un óvalo, de manera que los pulgares se toquen. Los pulgares deben encontrarse aproximadamente a la altura del ombligo y descansar levemente hacia el cuerpo. Mantener los brazos separados del cuerpo un poco, y permitir que los hombros se relajen.

• La Cabeza y el Cuello Con las piernas y brazos ubicados, estirar la espalda hacia arriba. Para los que quieran pueden mover la cabeza suavemente de un lado al otro y hacia delante y atrás, hasta que ella descanse naturalmente sobre la parte superior de su columna. Imaginar que la columna vertebral con su cabeza encima es una pila de ladrillos que se debe mantener en equilibrio vertical para impedir que se derrumbe. La columna posee una curvatura natural y debiéramos estirarla hacia arriba en esta postura sin llegar a producir una tensión exagerada. El mantener la espalda naturalmente derecha y verticalmente equilibrada, es el punto más importante en la práctica de Zazen. La gente se acostumbra a sentarse con su espalda relajada y curvada hacia delante, pero en Zazen nos sentamos con la espalda derecha.

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El mantener la columna lumbar recta, a veces implica un esfuerzo inicial para superar nuestro hábito cotidiano, al llevar las nalgas un poco hacia fuera y el estómago hacia delante. Con la cabeza equilibrada sobre la parte alta de la columna, llevar el mentón hacia abajo y atrás suavemente, y estirar el cuello hacia arriba como lo tirara una cuerda desde la corona de la cabeza. En esta postura, moverse suavemente de lado a lado y luego hacia atrás y adelante, hasta que se encuentre una posición de equilibrio en el centro. El cuerpo no se debe inclinar ni hacia la izquierda ni a la derecha, ni adelante ni atrás. Al comienzo, es bueno pedirle a un amigo que revise si nuestra postura está bien. Esta rectitud no implica rigidez y utiliza el equilibrio natural del cuerpo para permanecer en posición. El mantener nuestra espina dorsal naturalmente derecha es la esencia de Zazen y nos permite entrar en un estado de calma y equilibrio de cuerpo-y-mente.

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Algunos linajes del Budismo enseñan que debemos practicar una respiración abdominal o contar deliberadamente las respiraciones. Algunos también usan koans, o historias budistas en las que meditar. Pero estas técnicas no son parte de la práctica auténtica. Con los ojos abiertos y la boca cerrada naturalmente, no necesitamos controlar nuestra respiración o concentrarnos en el pensamiento o en el sentir. El sentarse simplemente en la postura equilibrada, es el inicio y fin de Zazen. Y es este simple estado, que llamamos «experimentar la realidad» o «experimentar la verdad», el que los maestros budistas usaron como base para sus enseñanzas.

• Término de Zazen Cuando Zazen termina, sólo hay que permanecer quieto y en calma por un rato. No es necesario pararse en forma apresurada. Si las piernas se han dormido, moverlas hasta que se las sienta nuevamente y luego nos ponemos de pie lentamente. Según la tradición, cuando Zazen finaliza se toca una vez la campana. Después de pararnos, arreglamos nuestra ropa y enfrentando el zafu, hacemos una reverencia con las manos juntas, y nos giramos hacia fuera y hacemos otra reverencia.

Kinhin es la forma lenta y tradicional de caminar para remediar el adormecimiento de las piernas o sacudir el sueño y que nos permite, a la vez, retener el estado de calma y paz de Zazen. • Las Manos Empuñar la mano izquierda, con el pulgar adentro, y colocarlo junto al plexo solar con la parte posterior de la mano hacia arriba. Cubrir el puño izquierdo con la mano derecha abierta y luego ubicar los codos de manera tal que los dos brazos estén en línea recta. • Caminata Después de terminar Zazen, hacer una reverencia con las manos juntas y girar entonces hacia fuera para hacer otra reverencia hacia los demás miembros de la habitación. Girar hacia la izquierda y ponerse en la fila con los otros participantes. Pisar primero con el pie derecho, calculando más o menos el largo de un medio pie. Luego llevar hacia adelante el pie izquierdo calculando también la mitad del largo del pie derecho.

• La Boca Cerrar la boca y juntar los dientes. La respiración es natural y por la nariz. No es necesario contar las respiraciones. Dejar que la lengua descanse naturalmente detrás de los dientes. • Los Ojos

Mantener los ojos abiertos en forma natural; no es necesario abrir sus ojos exageradamente, como tampoco cerrarlos a la mitad. Luego podemos enfocar los ojos, sin crear tensión, en la base de la pared a más o menos medio metro de distancia. No es recomendable sentarse con los ojos desenfocados. • Comienzo de Zazen

Sentándose en la postura equilibrada ya descrita, respirar profundo y soltar. Luego equilibrar el cuerpo dos o tres veces hacia la derecha e izquierda, como un metrónomo para luego detenerse en el centro. Entonces la práctica puede comenzar. Por tradición, cuando nos reunimos para practicar Zazen, caminamos hasta enfrentar el Zafu y hacemos una reverencia con las manos juntas hacia nuestro lugar, y luego, antes de girar hacia el Zafu otra vez y de adoptar la postura, nos giramos en el sentido de las manecillas del reloj para mirar hacia fuera y hacemos una venia hacia los otros miembros en la habitación. Entonces se toca una campana tres veces en señal de que Zazen está comenzando.

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moderna. Aunque algunos estudiantes de Budismo practiquen Zazen de forma rigurosa por largos períodos al ir a un templo, práctica que es de gran valor, el verdadero significado de Zazen surge sólo de la práctica diaria durante un largo tiempo. Si es posible, es mejor practicar Zazen temprano en el día, inmediatamente después de levantarse – para fijar el tono del día – pero es importante encontrar una rutina que calce con el estilo de vida de cada uno e intentar mantenerla. Si uno practica Zazen por un breve tiempo antes de ir a dormir, el sueño será más confortable, y se despertará más fresco al día siguiente. Si uno se fija una rutina simple de práctica, como primera cosa por la mañana y última por la noche, se establecerá así la base más importante de la vida propia de un budista. Si la rutina personal no permite esto, se hará lo que se pueda y con la intención de mantener dicho esfuerzo. Si uno tiene hijos, las mañanas pueden resultar muy ocupadas, y quizás se deba esperar hasta poder lograr algún tiempo para uno. Cuando sea posible, es importante proponerse practicar dos veces al día, llegando a un total de una hora diaria. Los domingos o festivos, los períodos extras de práctica reforzarán el estado de equilibrio, lo que nos brindará paz mental durante la semana. También nos podemos beneficiar si mantenemos, en forma natural, la postura erguida de Zazen durante la vida cotidiana, especialmente si tenemos que pasar largas horas sentados frente a un escritorio en nuestro lugar de trabajo, o simplemente si nos encontramos frente a un televisor. El hacerlo nos ayudará a mantener un estado ágil y alerta durante el transcurso de la semana. La práctica regular de Zazen es el factor más importante en la vida de un budista. El continuar la práctica puede ser difícil a veces, especialmente cuando estamos muy ocupados. Pero paradójicamente, es en estas ocasiones que Zazen nos brindará el mayor beneficio. En vez de abandonar Zazen, se puede practicar por un tiempo más breve, para volver a su tiempo original de práctica una vez que nuestras vidas estén más desocupadas. Incluso unos pocos minutos en la postura de Zazen son de gran beneficio.

Después repetir con el derecho, etc. Regular la lenta caminata para que un paso corresponda aproximadamente a una inhalación-exhalación. El caminar en Kinhin es muy lento y la postura es importante. Se debe intentar mantener el mismo estado que durante Zazen. Caminar en línea recta y al enfrentar una pared u obstáculo, girar a la derecha en ángulos rectos manteniendo el ritmo y comenzando una vez más con el pie derecho. • Postura

Hay que estar de pie y derecho, aunque relajado, como si se estuviera suspendido desde un punto en la coronilla de la cabeza, con sus vértebras alineadas. El cuerpo no debe ladearse ni a la izquierda ni a la derecha, como tampoco inclinarse hacia delante ni atrás. La columna debe asumir la curvatura mínima natural propia del cuerpo. La curva no debe acentuarse llevando la pelvis hacia atrás o adelante, como tampoco llevar los hombros hacia atrás o curvarlos hacia delante. • Los Ojos

Al caminar en Kinhin no mirar a cualquier parte; enfocar más bien la vista de manera natural a unos 2 metros delante de uno • Comienzo y término de Kinhin Al término de Zazen, la campana se toca dos veces para indicar el final de Zazen y el comienzo de Kinhin. Después de caminar en Kinhin entre 10 y 15 minutos, se toca la campana una vez. En ese momento nos detenemos y hacemos una reverencia. Luego continuamos en la misma dirección y caminamos de regreso hacia nuestro zafu a paso normal. Entonces la campana se toca tres veces para indicar el reinicio de Zazen.

Cuando nos sentamos en Zazen, estamos sentados en el mismo estado que el Buda Gautama, y esta verdad la comparten tanto principiantes como avanzados. En el Shobogenzo, el Maestro Dogen dice “... la búsqueda de la verdad de un principiante equivale exactamente a todo el cuerpo del estado original de la experiencia”. Lo más importante de todo es practicar Zazen todos los días. Si hay un intervalo de unos pocos días entre nuestra práctica, perdemos nuestro estado de equilibrio, dada la naturaleza agitada y tensional de la vida

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El Budismo Zen

• Libertad en la acción La enseñanza más elemental de Buda Gautama fue “No hacer lo incorrecto, hacer lo que es correcto”. Aquí lo importante es nuestra conducta. Él explicó que la conducta correcta es siempre un equilibrio entre dos factores: la actividad y la pasividad, el optimismo y el pesimismo, la tensión y la relajación, y explicó que podemos lograr esta conducta equilibrada, no al dedicarnos intencionalmente a corregir nuestras acciones incorrectas, sino al practicar Zazen. La práctica nos regresa al simple y pacífico equilibrio que a menudo gozamos cuando niños, cuando estamos totalmente en el presente, y libres de juicios intelectuales sobre lo correcto y lo incorrecto. En el Budismo, el hacer lo correcto es la simple acción, no el resultado del pensar. Las personas que tienden a practicar Zazen, a veces son un tanto serias, personas concienzudas, que no se interesan en los asuntos triviales de la vida, y que tienden a preocuparse de lo que es correcto e incorrecto, de lo que esta bien o mal. Sin embargo, debemos esforzarnos por mantener bajo control esta actitud reflexiva o criteriosa hacia la vida. En el Fukan-zazengi – Una Guía para la Práctica de Zazen, el Maestro Dogen dice “Desechar todas las implicancias. Dejar en paz las innumerables cosas. No pensar ni en lo bueno ni en lo malo. No considerar ni lo correcto ni lo incorrecto. Detener el movimiento que impulsa a la mente, el deseo, la conciencia”. Como budistas, confiamos completamente en Zazen. Cuando estamos en el estado equilibrado de cuerpo-ymente, nuestras acciones en el momento del presente están en equilibrio. • Zazen no es una práctica ascética Algunas personas ven Zazen como una práctica ascética conducente a algún estado especial de “iluminación”. Ellos practican cuando deberían estar durmiendo, cuando deberían estar comiendo, y se autoimponen una disciplina exagerada durante la práctica. Es muy claro que el mismo Buda Gautama rechazó las prácticas ascéticas, y, por lo tanto, el Budismo jamás ha pretendido ser una forma de ascetismo. En el Fukan-zazengi, el Maestro Dogen aconseja “comer y beber con moderación”, y “abrigarse en invierno y refrescarse en verano, es el camino”. Zazen no debe ser doloroso en extremo. Aunque algunas veces puede haber dolor en la medida que nuestro cuerpo se ajusta a la postura, es imposible regresar al simple estado natural, que es nuestro carácter original, si nos forzamos a realizar actos extremos de devoción.

Estatua de buda en sus Practicas Ascetas

Monja María tirado en Posición de Zazen - Bodaishin

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El Budismo Zen

• El Zen en India. La historia del Zen comienza en la India. En la época del Buda, el yoga en tanto que práctica de concentración del espíritu estaba ampliamente extendido. En su naturaleza, el yoga va destinado a concentrar el espíritu en un solo punto: la realización de la serenidad a través de la meditación en posición sedente. En realidad, los métodos del yoga se reducían en esta época a privaciones de alimento, ayunos, a ciertos votos como por ejemplo permanecer largo tiempo de pie sobre una sola pierna. A través de esta ascesis y de toda una serie de ejercicios, el yogui se entrenaba a la indiferencia ante los estímulos del exterior y al control del menor movimiento de su propio espíritu. El Buda practicó este yoga durante doce años desde el momento en el que decidió renunciar al mundo. Visitó a los santos y se entrevistó con grandes eruditos, recorriendo los cuatro rincones del país. Pero, en definitiva, el Buda no consiguió a través del Yoga encontrar respuesta a dos preguntas esenciales: ¿ Qué es el hombre? ¿Cómo debe vivir el hombre? Buda abandonó el ascetismo, se sentó tranquilamente, cruzó las piernas y controló su respiración. Durante el amanecer del octavo día de Zazen alcanzo un nivel superior de conciencia al ver el resplandor de una estrella. Se convirtió en Buda, aquel que se ha iluminado, el que se ha despertado. Buda encontró su verdadera naturaleza en el universo y una regla de existencia para todos los hombres. • El Zen en China

El Zen fue introducido en China por Bodhidharma. Bodhidharma representaba la vigésimo octava generación de discípulos del Buda. China estaba dividida en esta época en estados rivales. El desorden reinaba por todas partes debido al desgarro que producía la lucha por el poder. El país se encontraba sometido a los tiranos y ensangrentado por las rebeliones. La dinastía de los Liang reinaba sobre uno de los estados de la antigua China. El emperador Wu-Ti, jefe de esta dinastía, budista ardiente, oyó hablar de Bodhidharma y le recibió en su palacio. A la pregunta de Wu-Ti: ¿Cuál es el principio fundamental del Budismo? Bodhidharma respondió: Un vacío inmenso. Un cielo claro. Un cielo en el que no se distinguen los iluminados de los ignorantes.

El mundo mismo tal y como es. Wu-Ti, a pesar de que era un budista ferviente, no comprendió el mensaje de Bodhidharma y este ultimo po que la hora de difundir el Zen en China no había llegado aun, por lo cual cruzó el río Yang-Tse y se retiro en las montañas septentrionales, en el Templo Shorin. Allí practicó Zazen frente a un muro durante nueve años, algunos afirman que sin interrupción. El Zen se extendería rápidamente por China seis generaciones después, gracias a Eno (Huei-Neng) considerado como uno de los más grandes Patriarcas del Zen Chino. A partir de Eno nació una flor con cinco pétalos. Esta frase Zen quiere decir que el Zen se abrió como una flor de cinco pétalos y se extendió por todo el país a través de las cinco escuelas que surgieron del linaje del Maestro Eno. Estas escuelas fueron Igyo, Hongen, Soto, Unmon, Rinzai. Por las montañas y los bosques de China se comenzaron a construir millares de Templos en los que vivían miles de personas entregadas al estudio y a la practica del Dharma del Buda. Con el tiempo, el Zen impregnaría la civilización china elevando su pensamiento, cultura y arte de vivir a cotas sublimes. De estas cinco escuelas chinas, sólo tres llegaron a Japón: Soto, Rinzai y Obaku (esta ultima es considerada como una rama de la escuela Rinzai). Las otras dos se extinguirían en China. • El Zen en Japón.

En Japón sólo las escuelas Rinzai y Soto alcanzaron una implantación importante, la primera debido a Eisai y la segunda a Dogen y Keizan. La tradición Rinzai esta basada en una disciplina estricta destinada a desarticular las creaciones mentales. El Koan o pregunta enigmática de difícil resolución adquiere una gran importancia y su resolución, mas allá del intelecto, conduce a la experiencia del Satori y Despertar. La Tradición Soto quiere antes que nada concentrarse sobre la Vía del Buda, es decir, seguir la vida cotidiana del Buda, avanzando continuamente en la realización gracias a la práctica diaria, sin esperar nada especial. La esencia del Soto es Shikantaza, sentarse, solamente sentarse. Con el Maestro Dogen (1200-1254) la tradición Soto y la esencia misma del Budismo alcanzan un grado de madurez y precisión difícil de encontrar en otras épocas. Su obra maestra, el SHOBOGENZO es una pieza imprescindible para comprender el Budismo y la esencia de toda la civilización oriental. El Zen ha ejercido una influencia profunda en la vida cotidiana del pueblo japonés. Esta influencia puede apreciarse en cualquier aspecto de la vida japonesa: alimentación, vestidos, pintura, caligrafía, arquitectura, teatro, música, jardinería, decoración, etc. Aun hoy día, a pesar de que muchos japoneses no saben qué es el Zen, en sus comportamientos y manifestaciones puede verse la impronta dejada en el alma japonesa por esta enseñanza.

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Fernando José Rincones Ottamendi

¿Quién fue el Buda? ¿Qué es el Budismo?

La mejor explicación de las enseñanzas del Buda proviene del Buda mismo. En sánscrito las enseñanzas se llaman Dharma, y en tibetano Chö. Ambas palabras significan “las cosas como son”. Por lo tanto, el Budismo puede ser visto como un conjunto de herramientas que nos permiten ver las cosas como realmente son aquí y ahora. El Budismo no tiene dogmas y permite que signos de interrogación sean colocados en todas partes. Las enseñanzas del Buda tienen por objeto el pleno desarrollo y libertad de cuerpo, habla y mente.

El Buda nació en India hace 2.560 años en la familia real de una cultura altamente desarrollada. El joven príncipe gozó de circunstancias extremadamente privilegiadas y hasta la edad de 29 años, sólo había conocido placer. Dejando su palacio por primera vez, su mundo se puso al revés. Durante tres días consecutivos vio una persona muy enferma, alguien viejo y alguien que había muerto. En su reconocimiento de la inevitabilidad de la vejez, la enfermedad, la muerte y la impermanencia de todas las cosas, se puso profundamente agitado. A la mañana siguiente, pasó cerca de un yogui en meditación profunda y sus mentes se encontraron. Inspirado por esto, el príncipe entonces dejó su hogar y familia, y wandered el país en la búsqueda de enseñanzas que pudieran superar la muerte y el sufrimiento. Él estudió con diversos maestros, pero ninguno de ellos lo podían conducirlo a su meta final/última. A la edad de 35, después de seis años de meditación profunda, realizó la verdadera naturaleza de la mente y se iluminó. Él se convirtió en despierto a la esencia de todas las cosas: el espacio que todo lo conoce y que hace todo posible, su claridad radiante que expresa de manera juguetona la riqueza de la mente, y su amor ilimitado que obstructs nothing. Durante los siguientes 45 años, el Buda enseñó los métodos para alcanzar la meta de la Iluminación a miles de estudiantes talentosos.

¿Existen diferentes tipos de Budismo?

Buda dio instrucciones a tres tipos principales de personas. Aquellos que deseaban evitar el sufrimiento recibieron información acerca de Causa y Efecto. Aquellos que querían hacer más por otras personas recibieron instrucciones sobre Compasión y Sabiduría. Donde las personas tenían una fuerte confianza en la naturaleza búdica, propia y de los demás, él compartió la Visión directa de la mente llamada el Gran Sello (tibetano: Chagchen, sanscrito: Mahamudra). El primer de estos niveles se llama el Pequeño Vehículo (sanscrito: Theravada); el segundo, el Gran Camino (sanscrito: Mahayana); y el tercero, el Camino del Diamante (sanscrito: Vajrayana).

¿Qué es la Iluminación?

Si nos fijamos en lo que Buda descubrió acerca de la mente hace 2550 años, encontramos que él se dio cuenta de que la mente es clara luz. La mente no ha nacido, y no puede morir. A pesar de que los cuerpos, pensamientos y sentimientos aparecen, cambian y desaparecen de nuevo, la mente misma siendo espacio abierto, claro e ilimitado, no puede en ningún modo ser lastimada o herida. Así que cuando el Buda obtuvo la liberación, él encontró que ya no era más el blanco. Él no era ese cuerpo que podía estar en problemas, tampoco era esos pensamientos y sentimientos que pueden cambiar y desaparecer, en lugar de eso él era conciencia radiante. Esto lo condujo a Iluminación, la comprensión de que no hay separación entre espacio y energía en cualquier tiempo o lugar. Él sabía y estaba consciente de todas las cosas. Él sintió el gran gozo y expresó el gran amor el cual es el significado de todas las cosas; hace que cada átomo esté junto y vibre, y hace que todas las cosas en el mundo ocurran.

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El Principio - Tagore

-¿De donde venía yo cuando me encontraste?

-preguntó el niño a su madre.

Ella, llorando y riendo, le respondió

apretándolo contra su pecho:

-Estabas escondido en mi corazón, como un anhelo, amor mío:

estabas en las muñecas de los juegos de mi infancia, y cuando,

cada mañana, formaba yo la imagen de mi Dios con barro, a ti te

hacía y te deshacía; estabas en el altar, con el Dios del hogar

nuestro, y al adorarlo a Él, te adoraba a ti; estabas en todas mis

esperanzas, y en todos mis cariños.

Has vivido en mi vida y en la vida de mi madre, tú fuiste creado

siglo tras siglo, en el seno del espíritu

inmortal que rige nuestra casa.

Cuando mi corazón adolescente abría sus hojas, flotabas tú,

igual que una fragancia, a su alrededor; tu tierna suavidad

florecía luego en mi cuerpo joven como antes de salir el sol la

luz en el Oriente. Primer amor del cielo, hermano de la luz del

alba, bajaste al mundo en el río de la vida y al fin te paraste en

mi corazón... Qué misterioso temor me sobrecoge al mirarte a ti,

hijo, que siendo de todos, te has hecho mío.

Y qué miedo de perderte! ¡Así, bien apretado contra mi pecho!

¡Ay! ¿Qué magia ha entregado el tesoro del mundo a mis

frágiles brazos?

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El Persa Rumi un Gran Richi de la Cultura Védica

El Ratón guía - Cuento de Rumí

Un ratón se apoderó un día de la brida de un camello y le ordenó que se

pusiera en marcha.

El camello era de naturaleza dócil y se puso en marcha.

El ratón, entonces, se llenó de orgullo.

Llegaron de pronto ante un arroyo y el ratón se detuvo.

- ¡Oh, amigo mío! ¿Por qué te detienes?- ¡Camina, tú que eres mi guía!

El ratón dijo: - Este arroyo me parece profundo y temo ahogarme.

El camello: - ¡Voy a probar!

Y avanzó por el agua.- El agua no es profunda.-

Apenas me llega a las corvas.

El ratón le dijo: - Lo que a ti te parece una hormiga es un dragón para mí.-

Si el agua te llega a las corvas, debe cubrir

mi cabeza en varios cientos de metros.

Entonces el camello le dijo: - En ese caso, deja de ser orgulloso y de

creerte un guía.- ¡Ejercita tu orgullo con los demás

ratones, pero no conmigo!

- ¡Me arrepiento! dijo el ratón- ¡en nombre de Dios, ayúdame tú a

atravesar este arroyo!…

- Abandonar la cólera – Cuento Rumí

Un día, alguien preguntó a Jesús:

¡Oh, profeta! ¿Cuál es la cosa más terrible en este mundo?

Jesús respondió:

¡La cólera de Dios, pues incluso el infierno teme esta cólera!

El que había hecho la pregunta dijo entonces:

¿Existe algún medio para evitar la cólera de

Dios? Jesús respondió:

¡Sí! ¡Hay que abandonar la propia cólera!

Pues los hombres malvados son como pozos de cólera.

Así es como se convierten en dragones salvajes. Es imposible

que este mundo ignore los atributos contrarios.

Lo importante es protegerse de las desviaciones. En este mundo,

la orina existe. Y la orina no podrá convertirse en agua pura sin

cambiar de atributos.

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…. Maestro, ¿qué es lo que mueve al ser humano a buscar tan afanosamente el dinero,

sacrificándolo todo por tenerlo?

Hijo, es una de las paradojas de la mente. Todos piensan que busca el dinero para disfrutar de las cosas buenas de la vida, y sin embargo todo demuestra que lo que en realidad lo mueve es el miedo: miedo a la vejez, a

la pobreza, a ser menos que sus iguales, a fallar, a perder sus

amores, a no ser capaz de medirse a si mismo. Pudiendo gozar lo inimaginable, no lo hace por miedo y atesora, sólo atesora. Mírate a ti mismo:

¿cuánto de lo que tienes en tu casa realmente lo usas?

Maestro, ¿qué es el respeto? ¿A

quién hay que reservarlo?

Hijo, el respeto es veneración, acatamiento, consideración,

deferencia, miramiento… Todo eso se siente hacia una persona, cosa, idea, institución, en base a algún criterio como la edad, la condición social, sus obras, sus

actos. Como tal, es un valor social y se debe reservar hacia quien se

haya ganado la condición estipulada en el criterio que le da

origen. También, puede ser perdido si se anula la condición.

El respeto no es obligatorio en absoluto

Cuentos, Diálogos Zen y algo más

Maestro, al fin de cuentas ¿en qué crees tu?

Hijo, ¿por qué crees que creer en algo es tan trascendente para ti? ¿Acaso no concibes tu vida sin creer en algo? ¿Acaso cambia en algo tu

condición si crees o no crees? Tu no buscas creer, tu

buscas una excusa para tus conductas. Lo que tu buscas

es transferir la responsabilidad de tus actos

a esa creencia, por lo que deberías replantearte tu

pregunta a ¿es responsable que yo crea y haga lo que yo

crea? Contestando tu pregunta… yo no creo en

nada, pero soy responsable en todo.

Maestro, respóndeme que es

importante para mi… ¿cuántos Dioses existen?

Hijo, es una verdadera pena

que un tema tan intrascendente sea tan importante para ti… Mejor respóndeme tu a mi:

¿cuánto arroz y maíz nos queda en la alacena? Porque con uno o

miles de dioses nuestra situación actual no cambiará en nada, pero sin nada de arroz y

maíz cambiará dramáticamente porque nos moriremos de

hambre.

…Maestro, trabajo y represento al hombre más rico del

mundo. Ha oído hablar de tí y quiere premiarte. Me instruyó que lo que me pidieras te lo de, cueste lo que cueste… así que

¿qué quisieras que te otorguemos?

Hijo, agradece a tu jefe por su

gesto y dile que me siento muy honrado y agradecido.

Lo único que quisiera que me den, con todos los recursos que tienen, es la inmortalidad. Yo

quedaré muy complacido y agradecido esperándote que me la traigas, y reitero mis

parabienes a tu jefe, el hombre más rico del mundo.

Maestro, ¿por qué un practicante del zen no cree en,

ni acepta un Dios creador?

Hijo, la respuesta es muy simple: porque siempre nos

dijeron que existía pero nunca nadie nos lo probó. El día que alguien pruebe su existencia, ese día será creído y aceptado.

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