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www.ideinvestiga.com análisis EL ECUADOR Y “LA GRAN CRISIS DEL SIGLO” POR: Pablo Lucio Paredes | Dpto. Investigación IDE REVISTA ECONÓMICA DEL IDE | AÑO XIV, No 11 NOVIEMBRE | 2008 Sus comentarios a: [email protected] 8 10 12 14 ABC ECONOMÍA: CRISIS: LO QUE TERMINA Y LO QUE VIENE... PULSO DE MERCADO: CRISIS FINANCIERA. ¿CÓMO ESTAR MEJOR PREPARADO? DESCIFRANDO: EFICIENCIA ENERGÉTICA: UN RECURSO POR EXPLOTAR ENTREVISTA: PROFESOR JOSEP TÀPIES DIRIGIDA POR: PABLO LUCIO PAREDES PERSPECTIVA es una publicación mensual de la ESCUELA DE DIRECCCIÓN DE EMPRESAS - IDE DIRECTOR GENERAL DEL IDE: Dr. Gabriel Rovayo • CONSEJO EDITORIAL: Dr. Gabriel Rovayo Vera, Dr. Pablo Lucio Paredes, Ing. Wilson A. Jácome, Ing. Jorge Monckeberg SUBDIRECTOR DE INVESTIGACIÓN: Econ. Julio José Prado JEFE DE PRODUCTO: Ing. Álvaro Xavier Andrade JEFE DE INFORMACIÓN: Econ. Mónica Vergara B. DISEÑO GRÁFICO: Carla Zabala Parreño TRADUCCIÓN INGLÉS: Dr. Marcus Hunter Champion IMPRESO POR MAXIGRAF LAS OPINIONES VERTIDAS SON DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REPRESENTAN NECESARIAMENTE LA POSICIÓN DEL IDE Sin duda estamos viviendo un sacudón mundial que pue- de pasar a los anales de la historia, del que se comentará en el futuro como la “gran crisis del 2008”, y que según como evolucione podría convertirse “en la gran depresión de inicios de siglo” u otros calificativos peores… o mejo- res! En todo caso, estamos “viviendo historia”, y quizás no estamos suficientemente conscientes de su alcance y mag- nitud (nunca se está consciente de ser parte de la historia).

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EL ECUADOR Y “LA GRAN CRISIS DEL SIGLO”POR: Pablo Lucio Paredes | Dpto. Investigación IDE

REVISTA ECONÓMICA DEL IDE | AÑO XIV, No 11 NOVIEMBRE | 2008

Sus comentarios a: [email protected]

8 10 12 14ABC ECONOMÍA:CRISIS: LO QUE TERMINA Y LO QUE VIENE...

PULSO DE MERCADO:CRISIS FINANCIERA. ¿CÓMO ESTAR MEJOR PREPARADO?

DESCIFRANDO:EFICIENCIA ENERGÉTICA: UN RECURSO POR EXPLOTAR

ENTREVISTA:PROFESOR JOSEP TÀPIES

DIRIGIDA POR: PABLO LUCIO PAREDES • PERSPECTIVA es una publicación mensual de la ESCUELA DE DIRECCCIÓN DE EMPRESAS - IDE DIRECTOR GENERAL DEL IDE: Dr. Gabriel Rovayo • CONSEJO EDITORIAL: Dr. Gabriel Rovayo Vera, Dr. Pablo Lucio Paredes, Ing. Wilson A. Jácome, Ing. Jorge Monckeberg

SUBDIRECTOR DE INVESTIGACIÓN: Econ. Julio José Prado • JEFE DE PRODUCTO: Ing. Álvaro Xavier Andrade • JEFE DE INFORMACIÓN: Econ. Mónica Vergara B. DISEÑO GRÁFICO: Carla Zabala Parreño • TRADUCCIÓN INGLÉS: Dr. Marcus Hunter Champion • IMPRESO POR MAXIGRAF

LAS OPINIONES VERTIDAS SON DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REPRESENTAN NECESARIAMENTE LA POSICIÓN DEL IDE

Sin duda estamos viviendo un sacudón mundial que pue-de pasar a los anales de la historia, del que se comentará en el futuro como la “gran crisis del 2008”, y que según como evolucione podría convertirse “en la gran depresión de inicios de siglo” u otros calificativos peores… o mejo-res! En todo caso, estamos “viviendo historia”, y quizás no estamos suficientemente conscientes de su alcance y mag-nitud (nunca se está consciente de ser parte de la historia).

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Una crisis en medio de…

En realidad esta crisis se manifiesta en medio de un hecho que histó-ricamente quizás sea mucho más

importante y es que, por primera vez en la historia de la humanidad, hay no menos de 1.000 o 2.000 millones de habitantes intentando al mismo tiempo mejorar su calidad de vida y alcanzar los estándares de los que hoy viven mejor, nos referimos a la China, la India y algunas otras naciones en el mundo. En el pasado, EEUU, Europa o Japón enfrentaron este enorme reto del desarrollo, con poblaciones que en cada caso no superaban los 100 millones. La di-mensión hoy es única e impresionante.

Es evidente que esa incursión repenti-na (en apenas 10 o 20 años) de países y poblaciones tan grandes en el desafío de aumentar su nivel de vida material, tiene un impacto enorme en los mercados, en la oferta y en la demanda, genera una pre-sión no anticipada en el medio ambiente, en la energía, etc., y eso genera un reajus-te global que de ninguna manera puede ser sencillo. Los aumentos recientes en precios de los alimentos y de la energía son las manifestaciones más visibles de este reacomodo, que en una economía de mercado se da justamente a través de los precios, pues son la mejor manera de transmitir información para el ajuste de la oferta y la demanda a las nuevas necesida-des. Es un proceso complejo, difícil, lento pero que la economía de mercado por su carácter descentralizado, lo puede hacer de mejor manera (o de manera menos mala) que otros sistemas.

Estas nuevas circunstancias internacio-nales y los desequilibrios que generan, son sin duda parte del problema que ha llevado a la crisis financiera. Miremos las relaciones financieras y económicas en-tre la China y EEUU, como uno de los as-pectos más importantes que nos permite entender la relación entre estos dos fenó-menos históricos que estamos viviendo (ver recuadro que se aplica no solo a las relaciones entre EEUU y China, sino con otros países, pero esta es la vertiente más marcada de este fenómeno).

Por un lado tenemos a la potencia del siglo XX con una estrategia (en parte vo-

Una relación macroeconómica fundamentalAunque en esta crisis se habla mucho de los comportamientos bancarios microeconó-

micos, no hay duda que existen importantes desequilibrios macroeconómicos esenciales como fundamento de la crisis.

Y uno de ellos se basa en la siguiente relación esencial de la macroeconomía que la podemos aplicar a EEUU (que es en realidad aplicable a las relaciones de una persona o una empresa con los demás):

Y una relación similar que podemos aplicar a la China:

Esto nos indica que el déficit o superávit externo de un país es en realidad una relación global entre gasto e ingreso agregado, o entre ahorro e inversión. Un país muy “gastador” tiene un déficit externo que requiere financiamiento (Estados Unidos), mientras un país muy “ahorrativo” tiene un superávit externo que viene acompañado de recursos financie-ros en exceso (China).

Y el ser un país “gastador” o “ahorrativo” tiene que ver con situaciones coyunturales, culturales pero sobre todo es el resultado deliberado de políticas fiscales, monetarias y cambiarias de los Gobiernos.

Déficit externo = Exceso de gasto interno sobre ingreso = Exceso de inversión sobre ahorro interno =Necesidad de financiamiento

Superávit externo = Exceso de ingreso sobre gasto interno = Exceso de ahorro interno sobre inversión =Sobrante de financiamiento

luntaria, en parte subyacente) que no es necesariamente la mejor pero correspon-de quizás a una sociedad madura en bus-ca de “comodidad” excesiva: gasto agrega-do (privado y público) muy superior a la capacidad de producción y de generación de ingreso, lo que implica una necesidad de financiamiento para mantener ese ni-vel de vida (o de gasto). Un par de cifras muy reveladoras:

El 75% del gasto en la economía ame-ricana proviene de los hogares (sobre todo consumo).

El ahorro ha tendido a menos del 10% del ingreso disponible, o es incluso ne-gativo según ciertas estimaciones.

El déficit externo de EEUU (es decir la necesidad de financiamiento) ha sido del orden de los US$700.000 millones los últimos años, es decir un acumula-do de no menos de 3 a 4 billones de dólares! Y esto no es sino la contraparte de los US$800.000 mil millones anuales que los hogares americanos han gasta-do por encima de sus ingresos.

La deuda del Gobierno americano, de los hogares y de las empresas se ha multiplicado en varias veces en los úl-timos años, muy por encima del creci-

miento de la economía.

Por otro lado tenemos a la que podría ser la potencia del siglo XXI (pero muchos obstáculos debe superar aún para alcan-zar ese sitial) con una situación inversa que corresponde quizás a la “frugalidad” de una sociedad que está caminando hacia el desarrollo en base a sacrificio y esfuerzo: gasto interno agregado muy inferior a la capacidad de producción y de generación de ingreso, una producción orientada a la exportación y un enorme esfuerzo de in-versión financiado con un ahorro interno aún más impresionante y con un sobrante de financiamiento importante. Un par de cifras muy reveladoras:

Menos del 40% del gasto en la Econo-mía China proviene del consumo de los hogares.

El ahorro ha estado por encima del 35% del ingreso disponible, o es incluso cer-cano al 50% según ciertas estimaciones.

China ha acumulado reservas interna-cionales por cerca de 2 billones de dó-lares que en gran parte están invertidas en Bonos del Tesoro americano.

Es decir que la economía americana se dedicó a gastar y vivir cómodamente,

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comprando muchos bienes y servicios del exterior en particular de la China, en base a un financiamiento externo que era aportado por la propia China (entre otros). Y la China estaba satisfecha con este tra-to, porque le permitía ir aumentando su capacidad de producción y en conse-cuencia de penetración en los mercados (aunque con fuertes límites a la transmi-sión de esa riqueza a sus ciudadanos) y de fortalecimiento estratégico (tener en sus manos en el financiamiento de EEUU le da un enorme poder geopolítico).

La conclusión es muy clara: EEUU se de-dicó a vivir sobre la base del crédito…

…Y la política monetaria que va en la misma dirección

Esta lógica externa se transmite al inte-rior de la economía (o mirando al revés, la lógica interna se vierte hacia el exterior) a través de la política monetaria y crediticia que es el reflejo de esa sociedad basada en el crédito. Política monetaria de bajas tasas de interés, expansión de los medios de pago, auge crediticio y decisión políti-ca de impulsar el endeudamiento de los ciudadanos para adquirir vivienda. Hay muchos mecanismos por medio de los cuales esto se da:

Desregulación por medio de variados canales: más facilidad para crear ban-cos, expansión geográfica más libre, creación libre de nuevos productos fi-nancieros, eliminación de barreras entre banca comercial y de inversiones, etc.

Mecanismos de apoyo al crédito hi-potecario: obligación de los bancos de destinar recursos para vivienda po-pular, fortalecimiento de instituciones con apoyo estatal como Fannie Mae y Freddie Mac para comprar más hipote-cas en el mercado, apoyo a mecanismos como los créditos sin ninguna cuota de entrada, baja forzada de las tasas de in-terés como mecanismo para estimular la economía (esto es muy importante, en los últimos 15 años la tendencia del Gobierno americano ha sido la de bajar tasas de interés continuamente y en consecuencia inflar monetariamente la economía con cada problema: crisis bursátil de las punto com, atentados del 11 de Septiembre, etc.)

Todo esto se da como una decisión ex-plícita de política estatal, y se basa en que el mundo ha abandonado uno de los ele-mentos claves de una estrategia moneta-ria sana, no discrecional y de disciplina: el patrón oro. Un sistema monetario siempre apoyado por liberales, porque la estabili-dad que genera es la que permite tener una verdadera economía de mercado y de competencia sin privilegios. En cambio los sistemas de dinero no respaldado, ba-sados en las decisiones de creación mo-netaria por parte de los Bancos Centrales siempre han llevado a períodos de exce-sos monetarios y de inflación. La historia es muy sencilla: el promedio de inflación en sistemas de patrón oro es del orden del 1% a 2% mientras que alcanza el 10% en sistemas de dinero discrecional, y esta di-ferencia es aún peor si tomamos en cuen-ta los períodos de inflación de activos (ac-ciones, vivienda) que generan los Bancos Centrales y que no aparecen los índices de inflación al consumidor.

Más aún, en la mayor parte de épocas de patrón oro, el mundo vivió un proceso deflacionario, es decir en que los precios iban bajando regularmente como resul-tado de los aumentos de productividad y reducción de costos. En esas épocas se vivía una economía realmente basada en la producción, esfuerzo y ahorro, y no en el aprovechamiento de mecanismos arti-ficiales como el alza de precios que favo-rece a los deudores en detrimento de los ahorristas (¿y luego nos preguntamos por qué vivimos un mundo de endeudamien-to?). Los ganadores en un mundo infla-

cionario y de exceso de dinero son todos los agentes que pueden apalancarse (en-deudarse) y aprovechar de esos recursos para multiplicar sus ganancias. Y esa capa-cidad de endeudarse genera una enorme diferencia entre agentes económicos, en particular favoreciendo a los más grandes frente a los más pequeños, lo que genera brechas sociales inaceptables, porque no están basadas en el esfuerzo de cada uno sino en su capacidad de movilizar ciertos recursos excesivos.

Cuando se critica al capitalismo por los excesos de este y otros tiempos de crisis, vale la pena señalar que se trata del capi-talismo basado en mecanismos de indis-ciplina macroeconómica y de creación monetaria excesiva que genera todos los incentivos (malos) para los agentes eco-nómicos… y vale recordar que no son los mercados, sino los Gobiernos quienes hoy manejan la macroeconomía y la creación monetaria!

Las fallas de los mercados son las fallas de los seres humanos

¿Quiere esto decir que los mercados no tienen fallas, y estas sólo son provocadas por los Gobiernos? No. Los mercados tie-nen enormes fallas, porque son esencial-mente espacios de encuentro e intercam-bio entre personas y sus organizaciones (empresas y otras). Y cualquier intercam-bio está mediatizado por las debilidades intrínsecas de las personas como el miedo, la avaricia y el deseo de poder.

Estas “fallas” se ven inevitablemente so-

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bredimensionadas cuando hay los incen-tivos que lo permiten, en este caso exceso de dinero y bajas tasas de interés.

a) Los bancos. Cuando están llenos de dinero tienen la inevitable tentación de prestar a clientes nuevos y riesgosos, olvidando estándares de prudencia. Es humano. Imagine usted un gerente de banco diciendo a sus accionistas que va a ser muy prudente cuando todos los demás están haciendo grandes ne-gocios! Es la época en que los audaces triunfan… y luego quiebran! Es humano pero inaceptable!

b) Más sobre los banqueros. Tratan en estas circunstancias de eludir las re-gulaciones y controles. Y en este caso la mejor manera fue trasladando a los ban-cos de inversión (menos regulados) una gran parte de sus préstamos riesgosos, en particular a través de mecanismos donde se disimulaban, se cubrían vía seguros y se fraccionaban esos riesgos (recuerde usted que los bancos comerciales tienen un apalancamiento máximo de 10 veces, los bancos de inversión llegaron alegre-mente a 40 o 50 veces!). Es humano pero inaceptable!

c) Los consumidores. Sabiendo que no tenían la capacidad de pago, jugaron a la ruleta esperando que al final encon-trarían la manera de pagar sus deudas excesivas.

d) Todos. Se subieron en la montaña rusa de los aumentos de precios de la vivienda para sobre esa base justificar los créditos riesgosos. El banco y sus clientes pen-

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saban lo mismo: si no pueden pagar las deudas, se venden los activos cuyos pre-cios van subiendo y con eso todos salen librados, e incluso ganadores. Cuando todos quisieron hacerlo al mismo tiem-po, todos perdieron… Es humano pero inaceptable!

La crisis y sus solucionesCuando estalla la burbuja inmobiliaria,

es decir, los precios de la vivienda caen, y la gente no puede pagar sus deudas por-que los intereses han subido o porque ha llegado el momento de los vencimientos, los bancos se encuentran con una carte-ra de muy mala calidad que repercute en todas las instituciones que participaron en el multiplicación del dinero virtual. Y cuando unos caen, los mecanismos de liquidez se van cerrando porque ya nadie quiere confiar en nadie, nadie presta a nadie, todos tienen la tentación de retirar mutuamente sus recursos.

Hay pues dos problemas:a) Uno de liquidez porque el dinero vir-

tual se ha destruido, y lo que queda no fluye entre instituciones

b) Uno de solvencia porque el siste-ma sigue cargado de activos de valor muy inferior. Esto significa que el capital de muchos ha desaparecido, con lo cual también ha desaparecido su capacidad de dar créditos que debe guardar una

cierta relación con el capital.

rar enormes distorsiones que requerirán de mucho tiempo para ajustarse y sub-sanarse:

Compra de activos de mala calidad por parte de los GobiernosInyección de capital en los bancos a cambio de acciones

Garantías masivas de depósitos y otras operaciones

Apoyo al intercambio de documentos comerciales

Es necesario retomar la liquidez, pero al mismo tiempo reconstruir los balances de los bancos, y proteger de los efectos más graves en el sector real. Y posiblemente hay cuatro principios muy importantes a ser observados:

a) No se puede evitar el depreciar los activos de alguna manera, ya sea en ma-nos privadas o estatales, y que la sociedad asuma esos costos.

b) No se puede bajar las tasas de inte-rés, simplemente para mantener activa a la economía, porque eso puede significar evitar el ajuste antiendeudamiento que es absolutamente necesario.

c) No se puede evitar que funcione la “destrucción creativa”, es decir que esto no sea la oportunidad para mantener en vida negocios de mala calidad en detri-mento de otros con futuro. En particular la industria financiera, inflada artificialmen-te no puede frenar el desarrollo de otras actividades (un ejemplo muy simple de esta mala asignación de recursos: los es-pecialistas en matemáticas distraídos de otras actividades posiblemente más pro-ductivas para crear productos financieros “innovadores”).

d) Hay que volver a mecanismos mo-netarios estrictos que eviten la inestabi-lidad monetaria del dinero discrecional, y sobre esa base volver al capitalismo liberal basado en el ahorro, el esfuerzo y la productividad. Y en particular se deben ajustar de manera más libre los desequi-librios enormes entre EEUU y China, los dos pueden caer juntos o pueden salir juntos, más libre quiere decir con menos intervenciones estatales que distorsionan

Muchas y muy variadas, casi toda la gama se ha ensayado según los países, y sin duda toda esta amalgama va a gene-

¿Soluciones ensayadas?

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los flujos y los precios!Con todo esto habrán, más presiones

inflacionarias en ciertos mercados, defla-cionarias en otros y hacia la recesión en general, o las tres a la vez!

Los impactos en el EcuadorAunque inicialmente el Gobierno trató

no sólo de minimizar, sino de descartar cualquier influencia negativa en el Ecua-

¿Desaparece el dinero?

Etapa A: Una persona recibe 100 dólares (emitidos por el Banco Central)Etapa B: Guarda una cierta cantidad en efectivo, digamos 50, y 50 deposita en el banco.Etapa C: El banco guarda por precaución como reserva de liquidez digamos 50% (es decir 25 dólares) y presta los restantes 25 (teniendo en cuenta que tiene reglas como las de Basilea que mantienen una relación estricta entre los préstamos y el capital).Etapa D: Quien recibe el préstamo guarda a su vez 12,5 en efectivo y deposita 12,5 en un banco (que puede ser el mismo).Etapa E: El banco guarda 50% (6 dólares) en reservas y presta 6.Etapa F: El nuevo cliente mantiene 3 en efectivo y 3 en depósitos.Etapa G: …paremos ahí, esto se sigue repitiendo.

Veamos más bien el resultado.Arrancamos con 100 dólares en efectivo. Y ahora tenemos en manos de las perso-nas o en los bancos:• 66 dólares en efectivo• 66 en depósitos bancarios• 33 en reservas bancarias.

Quizás muchos se preguntan cómo se pasa de un exceso de dinero a una crisis de iliquidez.Uno puede preguntarse con razón ¿dónde está el dinero entonces?Para entender esto, cabe recordar que el sistema financiero multiplica el dinero a través de un proceso no milagroso, sino muy claro, concreto… y peligroso! El proceso se puede describir así:

Es decir, ahora hay más dinero que antes en manos de los agentes económicos: 132 dólares (66 + 66) en lugar de 100. El dinero se ha mul-tiplicado, pero no físicamente sino bajo la forma de depósitos bancarios que es dinero contable o virtual. Existe bajo esa forma, porque en realidad ha sido prestado a otra persona, que a su vez deposita (ese mismo dinero virtual) en otro banco que a su vez lo presta. Esto puede ir al infinito pero está limitado porque la gente guarda algo de su dinero en efectivo, pero sobre todo porque hay limitaciones (voluntarias o impuestas vía regulaciones) que impiden a los bancos prestar todos sus depósitos.

El mercado financiero arranca, en este ejemplo, con una base de 100, y termina con 132, de los cuales 66 son dinero en efectivo y 66 dinero virtual.

Un ejemplo más realista es suponer que los agentes guardan sólo 3% en efectivo y que las reservas de los bancos no van más allá del 10%. En ese caso el multiplicador del dinero es mucho mayor, alrededor de 8 veces… hay mucho más dinero virtual! Es decir que el sistema financiero es una pirámide con una base pequeña, y una cumbre mucho mayor dada por el multiplicador.

¿Cuál es el problema de esto?1) Las políticas y acciones vividas en los últimos han llevado a un

mayor crecimiento de la base (más creación de dinero por parte de los bancos centrales) y además a un mayor multiplicador porque hay menos dinero en efectivo en las diversas operaciones y sobre todo menos reservas y restricciones. De esta manera el multipli-cador puede fácilmente alcanzar entre 15 y 20 veces, y en ciertas operaciones marginales el infinito!

2) En consecuencia hay mucho más dinero virtual cuya existen-cia se basa esencialmente en la CONFIANZA entre agentes, es decir la necesidad que se mantenga el financiamiento de unos a otros (sea de depositantes o de prestamistas). Cuando esta confianza se rompe, cada uno retiene sus recursos, el financiamiento de cada uno disminuye, lo que le obliga a cobrar deudas o a disminuir el

financiamiento a otros. En esta espiral, la pirámide monetaria se reduce de la manera exactamente contraria a la que se creó. Hay menos dinero, porque lo que desaparece es parte del dinero vir-tual creado anteriormente por la confianza en el proceso depósi-tos/crédito que se ha revertido.

Proceso Normal La crisis reduce la cantidad de dinero, es decir el tamaño de la pirámide monetaria es menor

Exceso de base y de multiplicación

dor, la realidad se ha ido imponiendo ine-vitablemente. Y esto se da por varios cana-les, para lo cual es necesario recordar que a grosso modo los grandes ingresos exter-nos que tiene el país por venta de bienes y servicios (incluyendo remesas) suman más de 21.000 millones anuales (12000 de petróleo, más de 6000 de servicios, más de 3000 de remesas y otras transferencias), a lo cual hay que agregar el financiamiento

externo privado que debe tener un stock no menor a los 7.000 millones.

1) El precio del petróleo ha caído dra-máticamente de un promedio de 96 dó-lares este año (y un pico de más de 120 dólares) a apenas 60 dólares o menos en el mes de Octubre, y el futuro es incierto. Cualquier precio por debajo de 70 dólares causa estragos en la economía tanto en el

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frente externo como en el fiscal y moneta-rio (todos estos estrechamente ligados en dolarización).

¿Cómo compensar estas pérdidas? El Gobierno plantea varias opciones (unas mejores o peores que otras) pero cabe recordar que todas son esencialmente co-yunturales porque no generan un cambio en la estructura de los desequilibrios sino que únicamente son mecanismos de fi-nanciamiento, es decir cubren el hueco.

Dejar de pagar deuda externa (las ven-tajas superan a los inevitables impactos negativos?)

…Y luego (o antes) habrá que ir al aban-dono de la dolarización, no?

2) Las remesas: No hay duda que van a caer, y no sería extraño que la dismi-nución esté más cerca del 20% que del 10%. ¿Unos US$500 millones menos que dejan de llegar directamente al bolsillo de la gente?

3) Ante la recesión inevitable en el mundo, venderemos menos bienes y ser-vicios. Algunos rubros que parecen inevi-tables son los menos “necesarios” como flores, turismo o camarones, con quizás menos impacto en otros. ¿Otros US$500 millones menos?

4)¿Reducciones en financiamiento ex-terno privado? Muy probable si hay un reajuste de las operaciones y carteras bancarias, lo que parece inevitable dado el sacudón que han sufrido los bancos ¿al-gunos cientos de millones de dólares? En total podemos estimar cifras alrededor de los 2.500 millones de dólares, que gene-ran una desmultiplicación de recursos en la economía del orden de los 5.000 millo-nes o más.

El efecto agregado es muy serio y no podemos quedarnos impávidos.

5) Un último tema muy importante es

qué pasará con el dólar en el mundo. Su fortalecimiento nos torna costosos y no competitivos con graves riesgos para la dolarización. Su debilitamiento pone pre-siones inflacionarias.

Así es el mundo complicado y nunca simpático de la macroeconomía! Hasta hace pocos meses atrás los pronósticos apuntaban a la continua devaluación y algunos anunciaban una relación de 1,80 dólares por euro por lo menos! Pero el tipo de cambio ha bajado en realidad de 1,60 a 1,35 y de la misma manera el dólar se ha recuperado en casi todas par-tes del mundo.

¿El mundo al revés? No necesariamente porque hay varias explicaciones: la con-tracción de liquidez en dólares en el mun-do aumenta su valor, la potencial baja de los intereses en Europa con lo cual el dólar ganaría rentabilidad relativa, el inevitable atractivo del dólar como moneda de refe-rencia, de reserva y de confianza (aunque sea por el simple hecho que el Gobierno americano, en el peor de los casos, puede emitir dinero para cubrir sus compromisos), la recesión en que entra EEUU con lo cual sus cuentas externas se ponen en orden, etc. ¿Todo esto seguirá fortaleciendo al dó-lar frente a la posibilidad de su devaluación por el enorme costo de los salvatajes ban-carios?. Posible pero no necesario.

Hay mucho de que hablar, pero oja-lá el mundo desquiciado entre ya en orden. Por el bien de todos.

Si ese bache es temporal, puede ser que estas soluciones alcancen, pero ¿si es de mayor envergadura y duración? Estas soluciones son:

Usar los ahorros disponibles (hasta qué punto antes de provocar problemas?)

Recurrir a los fondos del IESS (es a la lar-ga sano?)

Tomar prestados los excedentes de liquidez de la banca (cuidado, cui-dado…)Endeudarse más (quién nos presta?)

Los mercados tienen enormes fallas porque son escencialmente espacios de encuentro e intercambio entre personas y organizaciones con debilidades intrínsecas.

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A pedido de decenas de nuestros amigos televidentes enviadas a nuestro correo [email protected], hemos dedicado un programa entero al tema de la crisis mundial. En este reporte especial profundizamos todo lo concerniente a la evolución de las tasas de interés, el origen de la crisis, y el problema del crédito y de la vivienda, etc… Además ofrecemos a nuestros televidentes, las cifras más actualizadas sobre los efectos para América Latina y Ecuador. Por ejemplo veremos la evolución del desem-pleo en EEUU y cómo esto afecta a la remesas. Y para poner en contexto el problema, analizaremos el futuro del mercado petrolero y los precios de los commodities. Toda la información que necesita, está en este reporte especial.

persrpect iva TV

Para entender los orígenes de la crisis y sus efectos en el sector financiero mun-dial, conversamos con Ramiro Crespo un reconocido analista y presidente de Analytica Securities. Con él analizaremos el proceso por el que cayeron los bancos de inversión más prestigiosos del mundo, y lo que eventualmente hizo que esta crisis en EEUU pasara a ser una crisis global. Además Ramiro nos da su visión sobre el futuro de los mercados financieros, y hablamos las posibles medidas que puede tomar la FED para frenar la debacle. Además, en nuestro segmento de estadística, presentaremos los primeros datos que dan cuenta de la magnitud de la crisis.

Hace mucho que se habla y se oye de la Responsabilidad Social Empresarial, pero hasta ahora todo era en base a estimaciones o pequeños estudios poco representati-vos. Gracias al esfuerzo conjunto de UNICEF, CARE, Catholic Relief Services, Swiss Con-tact y el IDE Business School, se ha lanzado la primera línea de base para el Ecuador. Realizado en varias provincias de país, y a nivel de Empresas, Sector Público y Organi-zaciones de la Sociedad Civil, este estudio nos permite hacer un diagnóstico ade-cuado y crear políticas y acciones acordes a la realidad del Ecuador. Entrevistamos a Karina Morales quién lideró buena parte del proyecto y a Mónica Torresano, profesora del IDE.

¿Qué motiva a trabajar? El dinero o la familia. Increíblemente, según un estudio realiza-do en el IAE de Argentina, la respuesta depende de si se es hombre o mujer. Además, según la misma encuesta el 54% del tiempo que los empresarios pasan en familia piensan en conflictos o temas vinculados con el trabajo. Para conocer más sobre este importante tema, hablamos con Paola del Bosco profesora del IAE, quién nos permitirá entender cómo tratar de separar la empresa y el trabajo para poder llevar una vida más harmoniosa y equilibrada. Por ejemplo, sabía usted que el 43% del tiempo que se pierde en una oficina tiene sus causas en “errores evitables”. Ahora que tenemos crisis, es un buen momento para preguntarnos ¿Por qué y para qué trabajamos?

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Toda la estadística, toda la información, toda tu empresa. SABADOS 18:30 POR CN3. Versión digital en la página Web del IDE www.ide.edu.ec

REPORTE ESPECIAL: CRISIS MUNDIAL

CRISIS EN WALL STREET

LA RELACIÓN EMPRESA-FAMILIA

1ER REPORTE DE LA RSE EN ECUADOR

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¿El fin del capitalismo?

Hasta ahora, la crisis más fuerte des-de 1929 se ha llevado por delante a una serie de iconos del siste-

ma financiero mundial. Morgan Stanley, Goldman Sachs, Merryl Linch, que eran para la mayoría de nosotros referentes del sistema monetario del siglo XX, pasaron del cielo al infierno en unas pocas sema-nas. Esto por sí solo ya es suficiente para pensar que algo grave está pasando en la economía de mercado. Pero la crisis actual no solo ha borrado de un plumazo a esos grandes nombres, sino que amenaza con dejar una huella mucho más profunda y duradera. Una que debilitaría las bases mismas del capitalismo tal como lo cono-cemos y podría significar el inicio de un nuevo modelo económico mundial. Pero no está para nada claro cuál sería ese nue-vo modelo.

Lo cierto es que el sistema ha fallado, y ahora no faltan los políticos que anuncian que siempre supieron que algo andaba mal, en una suerte de “te lo dije”. Nicolás Sarkozy llamó a “repensar el capitalismo” y mencionó “que la legitimidad del Estado para intervenir en el sistema financiero ya no está bajo cuestionamiento alguno”, An-gela Merkel mencionó que “hace algunos años estaba de moda decir que el Estado sería más débil en un mundo globalizado” y agregó la Canciller alemana “nunca com-partí esa visión”. Otros más radicales en Oriente Medio y en América Latina, han comentado que este es el fin del “capitalis-mo salvaje” y de la “anarquía del mercado”.

¿Qué está pa-sando? ¿Es este el fin de la economía de mercado y del modelo que la sus-tenta, el capitalismo?

¿Qué falló?Por supuesto, nuestro primer instinto

nos hace pensar que lo que falló fue ló-gicamente el mercado. Y en este sentido lo que más se escucha en este momento es que el libre mercado no se auto regula como lo sostiene la teoría clásica. Quie-nes abogan por esta postura sostienen que siempre se ha sabido que el mercado perfecto no existe y que los mercados no funcionan bien. De hecho, si se lo deja en libertad sin ninguna restricción ni control, el mercado hará justamente lo que acaba de pasar: desplomarse. Y como el mercado no se auto regula entonces requiere ayuda del Estado para funcionar, o incluso –en una expresión más radical- el mercado no debería existir porque el Estado puede su-plir todas las necesidades de mejor forma.

Es cierto, que los mercados fallan, pero eso no es lo importante para entender qué pasó. Para entender los orígenes de la cri-sis hay que remontarse a la otra gran crisis de inicios del siglo XXI, la de las empresas puntocom en el año 2001. El detonante de aquella crisis fue en el fondo muy simi-lar a lo que acaba de suceder en EEUU.

Hace una década, los inversionistas so-bredimensionaron los proyectos de las empresas tecnológicas (las de la llamada nueva economía), y entregaron capital a

emprendedores sin las garantías necesarias, y sin un plan de negocios concreto. Cual-quier idea basada en Internet, por más descabellada que fuera era financiada.

Lógicamente, el sistema colapsó cuando se vio que las ideas no se materializaban en negocios ren-

tables, y resultó que la nueva economía se regía por las mismas reglas de la vieja eco-nomía (un proyecto que no es viable ni ren-table no debería ser financiado… y punto).

En forma similar la crisis actual se inició cuando los bancos comenzaron a entre-gar créditos sin garantías a personas que no debían haber tenido acceso a crédito. Si las empresas puntocom enceguecieron al mercado hace diez años, ahora fueron los bienes raíces. El precio de las viviendas seguía en alza, y a medida que se entrega-ban más créditos, más subía la demanda y los precios volvían a trepar. Con eso era incluso más fácil que antes obtener un crédito, porque si los ingresos corrientes no permitían pagar las hipotecas, siempre se podía vender la casa o el departamento… una muy buena ganancia por donde se lo viera. Pero al igual que en el caso de las em-presas puntocom, el sistema era una bom-ba de tiempo porque para el año 2007, el nivel de deuda promedio de las familias en EEUU era del 130% de su ingreso.

La diferencia entre la crisis actual y la del año 2001, es que antes fue un problema específico de las empresas y de unos po-cos bancos. Ahora, la crisis es de las fami-lias y de los bancos grandes… eso cambia completamente el panorama.

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ABC económicoCRISIS: Lo que termina y lo que viene...

POR: Julio José Prado | Dpto. de Investigación IDE

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Para tener la pelìcula completa hace fal-ta algo más. Un pequeño gran detalle que hace toda la diferencia: ¿Por qué la gente se endeudó tanto? ¿Y por qué los bancos tomaron más riesgos de los necesarios?

La respuesta está en las tasas de interés. Para compensar el decrecimiento econó-mico que vino después del año 2001, la FED con Alan Greenspan a la cabeza (quién ha pasado de héroe a villano en menos de un año), decidió bajar las tasas de interés de los bonos federales. Hasta ahí, no ha-bía nada distinto a lo que se había hecho en otras ocasiones y había funcionado. El problema es que –aparentemente- a la FED se le fue la mano, las tasas llegaron al nivel de 1% y se mantuvieron demasiado tiempo ahí. El resultado fue que las per-sonas se endeudaron en forma acelerada y los bancos tuvieron que comenzar a buscar mecanismos que les permitieran mantener rentabilidad bajo un escenario de tasas tan bajas, y ahí fue cuando surgie-ron los famosos “subprime” que son crédi-tos de alto riesgo (también llamados por Leopoldo Abadía, ex -profesor del IESE de España que se ha puesto muy de moda últimamente, crisis NINJA, pues según él los créditos se concedieron a personas No Income, No Job, No assets … sin ingresos sin trabajo y sin activos).

Entonces el panorama se va aclarando, no es que el mercado siempre toma las peores decisiones, sino que los Gobiernos a veces “ayudan” a que tome malas decisiones.

¿Un nuevo modelo?La economía de mercado tal como la

hemos vivido, no está libre de culpa. Si bien, siempre encontraremos una gran re-lación entre la política y las crisis económi-cas, el mercado ha hecho también lo suyo para ganarse su mala reputación.

Para no ir demasiado lejos en el tiempo, desde la crisis asiática de 1997, se eviden-ció (otra vez más) que el mercado requiere algún tipo de control. Todos recordamos el “milagro” de los tigres asiáticos durante los ochenta y buena parte de los noventa. En ese momento, los ojos del mundo es-taban posados en Japón, Corea del Sur, y otros países de la zona que habían logrado tener niveles de crecimiento acelerados en base justamente a pasar de economías planificadas a economías de libre merca-

plo). Era lo que llegó a denominarse como un “capitalismo clientelista”, capitalismo al fin, pero con un toque asiático, y una clara intervención del gobierno en decisiones crediticias fundamentales que pueden haber hecho germinar el virus de la crisis de 1997. El mercado falló, pero no se cayó solo, los gobiernos le ayudaron.

Regresando al presente, ¿en dónde nos deja todo esto? Necesitamos encontrar un modelo mixto, en donde la bonanza del mercado nos permita generar niveles de desarrollo económico que son imposibles de obtener en otros modelos de corte co-munista, pero que existan los suficientes controles como para evitar el libertinaje económico. Puede ser que ese modelo sea más cercano al sistema Europeo y un poco más alejado de Wall Street, ese es un debate que está abierto y que ciertamen-te no vamos a resolver aquí, pero de nin-

guna forma debería parecerse al socialis-mo de inicios del siglo XX, o al comunismo cubano. Quizás lo más sensato es pedir que haya más control e intervención del Estado en el sistema financiero sobre todo en los mercados de derivados, hipotecas de alto riesgo, fondos de pensión, fondos de cobertura y otros. Lo insensato es pedir intervención en todos los mercados a ra-zón de que “nada funciona”.

Krugman termina su libro con una re-flexión importante, que calza para los difí-ciles momentos que vive y vivirá la econo-mía mundial: “Algunas personas dicen que los problemas de Japón, del Asia emer-gente y de Brasil son estructurales, sin una cura rápida disponible, pero yo creo que los únicos obstáculos estructurales a la prosperidad del mundo son las doctrinas obsoletas que abarrotan las mentes de los hombres”.

TASA DE INTERES USA %

do. De hecho, los economistas de occi-dente admiraban la libertad económica y financiera que se vivió durante la década de los noventa en buena parte del Asia. El milagro se vino abajo cuando en cuestión de pocos meses, las economías de Japón, Indonesia, Tailandia, Malasia, Corea y otras, caían como fichas de dominó. ¿Qué pasó? ¿Otra vez un problema de la economía de libre mercado que funciona mal?

Paul Krugman (ganador del premio Nobel del 2008) en su excelente libro pu-blicado en 1999, De vuelta a la economía de la gran depresión, menciona que las economías asiáticas se habían vuelto más vulnerables a una crisis “porque habían abierto sus mercados financieros, porque, de hecho, se habían vuelto mejores eco-nomías de mercado, no peores. Y se habían vuelto más vulnerables porque se apro-vecharon de su nueva popularidad con los prestamistas inter-nacionales para incurrir en deudas sustanciales con el mundo exterior”. El problema fue que esas nuevas deudas en dólares, intensificaron el círculo vicioso de la cri-sis una vez que se dieron los primeros síntomas de pérdida de confianza por parte de los deposi-tantes.

En la base de todo, están entonces –al igual que ahora- los bancos, quienes pres-taron dinero en forma alegre. Sin duda el sistema financiero internacional y específi-camente de Estados Unidos tiene mucho que ver con las crisis financieras mundia-les, pero no es el único responsable. Los gobiernos del Asia también tuvieron su cuota en la crisis ¿Qué hicieron? Resulta que el modelo no era tan libre después de todo, y que “por detrás” los gobiernos en-caminaban gran parte de los recursos que venían del exterior hacia los proyectos que tenían mayor interés político. Se pro-mocionaban en forma activa los sectores a ser desarrollados y los capitales fluían sin restricción hacia ahí, los créditos eran muy baratos y sin garantías, los sectores fueron protegidos de la competencia externa a través de fuertes subsidios y aranceles, o manteniendo monedas devaluadas (como lo sigue haciendo China por ejem-

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POR: Álvaro Xavier Andrade | Dpto. de Investigación IDE

pulso de mercadoCrisis financiera

El mes de septiembre del 2008 será de aquellos que divide el mundo fi-nanciero en un antes y un después.

Desde hace 80 años no existía una crisis fi-nanciera tan profunda que lleve a desapa-recer a todos los bancos de inversión de manera tan abrupta. Como en toda crisis nacieron muchos cuestionamientos: ¿Es el fin de de la era del mercado? ¿Cuánto deben intervenir los estados en la eco-nomía? ¿Se está dando un nuevo orden económico mundial? ¿Qué órganos de control debemos plantear para controlar los sofisticados productos financieros?

Acerca de cada uno de los distintos cuestionamientos se han empezado a lan-zar muchas teorías (algunas más afortuna-das que otras) y seguramente se seguirá escribiendo y estudiando por mucho tiempo este fenómeno académicamente tan interesante. Sin embargo a la gente de “a pie” e incluso muchas veces al empre-sario estos problemas le resultan “esoté-ricos”, distantes y abstractos. Esto es más desconcertante porque en el ambiente quedan flotando preguntas sin respuesta: ¿Cómo me va a afectar esto a mí? ¿Cuándo lo empezaré a sentir? ¿Cómo puedo estar mejor preparado? En estas pocas líneas (para abarcar estas preguntas) procurare-mos hacer un poco de “futurología” para contestarlas pero sobre todo trataremos de dar lineamientos que nos llevan a estar

mejor preparados y no quedarnos “mano sobre mano” esperando que la crisis nos golpee.

La percepción del americano de “a pie”.

Pocas días luego de la crisis financiera la revista Business Week realizó una encues-ta relámpago a personas de muy variados perfiles en diversas cafeterías Starbucks en Estados Unidos. La investigación abordaba puntualmente las siguientes preguntas: ¿Cómo ha afectado la crisis en sus fami-lias? ¿Cuánto espera que demore en re-cuperarse la economía americana? ¿Esto ha afectado sus hábitos de consumo en Starbucks?

Es interesante notar que todas las per-sonas entrevistadas consideran que em-pezarán a ser mucho más frugales en los gastos a realizar. Claro que el nivel de vida del americano medio es tan alto (en com-paración con el nivel de vida de países como el nuestro) que considera ahorros fuertes, por ejemplo, el dejar de comer fuera, parquear el auto en casa para ir en motocicleta un par de días a la oficina, no comer sushi todos las semanas sino solo una vez al mes, empezar a cortar más cu-pones de descuento, etc. Sin embargo, a pesar de ser recortes pequeños, cuando esto lo hacen millones de personas, la

economía lo empieza a sentir.Por otro lado la totalidad de los encues-

tados piensa que esta crisis no es un breve chaparrón y afirman que no pasará pronto. Los más optimistas esperan que sea en un año y los más pesimistas hablan de perío-dos de 3 a 4 años. Acerca de los hábitos de consumo, un 68% dice que ha disminuido su consumo de cierta manera, una parte debido a que ha dejado de ir con la mis-ma la frecuencia con la que acudía a Star-bucks y otros por cambios en sus hábitos de consumo hacia sabores más baratos.

Esta es una encuesta puntual, en un mo-mento específico y que solamente mide la percepción de un determinado grupo de gente. Por lo tanto no se la puede tomar como una generalización del consumo en la economía americana. Pero tampoco es despreciable. Como bien sabemos la economía muchas veces se trata de per-cepciones y de profecías que se realizan en las mentes de los consumidores...pero “sorprendentemente” muchas veces ter-minan por cumplirse.

Como consecuencia de esta crisis la cual tiene muchas causas, (entre otras el de las percepciones que los consumidores) es ya un hecho cierto que esperamos una contracción en la economía americana, y esta entrará en un período de ajuste lo cual quiere decir que tanto familias como

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¿Cómo estar mejor preparado?

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empresas serán mucho más cautelosas en cada uno de los dólares que desembolsan. ¡Llegó la hora de ajustarse el cinturón!

Qué hacer para estar mejor preparado?

“Si la montaña viene hacia ti... ¡corre!... es un derrumbe” Frase que puede sonar cómica sin embargo es bastante aplicable al entorno actual. Por las alarmas encen-didas podemos vaticinar que el año que viene tendremos un entorno donde la tor-ta se achicará, seguramente la competen-cia dentro de algunas industrias será más intensa y los márgenes se reducirán. Esto no nos puede dejar cruzados de brazos. Es necesario tomar en cuenta algunas estra-tegias que no pretenden ser recetas infali-bles y universales de lo que se debe hacer, sin embargo son posibles guías para te-ner un panorama más claro al momento de tomar decisiones.

1. Diferenciar lo imprescindible.- En cualquier tipo de crisis siempre es ne-cesario determinar qué es lo que no pue-de faltarnos, tener claro lo que nos define como lo que somos. En épocas de real crisis la urgencia nos lleva a sinceramos sobre lo que es importante y lo que es suntuario. Dentro del ámbito estratégico empresarial debemos procurar hacer el mismo ejercicio y encontrar cuáles son los factores críticos de éxito de mi mo-delo de negocio y los recursos necesarios que cada uno de esos factores necesita para que sea llevado a cabo ya que estos marcarán las estrategias que tome poste-riormente.

2. Empezar a jugar con escenarios.- Si no tiene un presupuesto o no lo ha hecho nunca....No es importante... ¡ES IM-PRESCINIDIBLE que lo haga! Mejor aún si viene acompañado con indicadores de gestión o herramientas como tableros de comando o balanced scorecards (si su operación lo amerita).

Si ya lo tiene, es hora de empezar a ver que pasaría si los ingresos se reducen un 20%, un 30%, un 50%. No es solo un ejercicio para auto-asustarnos sino que una vez que sensibilizamos el modelo de negocios podemos empezar a tener más claros los posibles panoramas y vislum-brar algunos planes de acción ante distin-tos escenarios.

3. Evaluar mi estructura.- Si el en-torno en la industria cambia es necesario tomar decisiones. Para esto es necesario saber cuán flexibles somos para imple-mentarlas. La flexibilidad de todo proyec-to viene dado en gran parte por su estruc-tura en costos, en palabras más sencillas es necesario determinar los costos fijos de mi compañía y empezar a determinar cuá-les son imprescindibles y cuáles no, lo cual viene muy de la mano con los factores crí-ticos de éxito de los que hablábamos an-teriormente.

4. Comprometerse y comprometer a la gente a capear el temporal.-

Al determinar los presupuestos de em-presas, especialmente en las de servicios, dentro de los gastos más representativos están aquellos atados a la nómina. En pe-ríodos como el que se avecina este rubro puede parecer el más flexible y el downsi-zing se convierte en una estrategia que se pone en el tapete.

Fuente: Businessweek. Entrevistas personales en Starbucks

Starbucks: Cambio en hábitos de consumo (Sept 2008)

Estados Unidos : Índice de Confianza del Consumidor

Fuente: Bloomberg (Conference Board’s Survey)

Sin embargo, antes de tomar decisiones de reducción de personal es mejor poner sobre la mesa otras alternativas como negociar un congelamiento de sueldos a cambio de que no existirán despidos o tratar de atar las remuneraciones lo máxi-mo posible a los beneficios generados por ese trabajo. De esta manera se puede generar mayor compromiso. Además no olvidemos que cuando una persona deja la empresa lleva consigo una parte impor-tante de conocimientos que han costado a la empresa y que cuando pase este tem-poral es muy difícil reemplazarlos.

5. Procurar determinar ROI para toda inversión en comunicación.- Cuando los recursos escasean otro de los caminos fáciles es dejar de comunicar. Esto puede ser un craso error ya que en épocas de crisis nuestros clientes empie-zan a consumir de manera distinta, sus hábitos cambian y si no comunicamos que somos nosotros los que les compren-demos estamos dejando espacio para que otros los hagan.

La comunicación debe tornarse más di-recta, más enfocada. Se torna más crítico medir el impacto que tienen las campañas en los segmentos a los cuales estamos en-focados y determinar qué campañas po-drían obviarse o mejorarse.

Como hemos expuesto el entorno cam-biará sin embargo tampoco es convenien-te caer en pánico, ya que si tenemos claro el giro de la industria y cómo la empresa puede generar valor seguro encontrare-mos más de una oportunidad.

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POR: Mónica Vergara Bonilla | Dpto. de Investigación IDE

Eficiencia Energética: un recurso por explotar

desc i frando las c i fras

“Del total de energía primaria en el mundo se emplea aproxi-madamente el 37%, el 63% res-tante se pierde en los procesos”

Para la satisfacción de la mayor parte de las necesidades, dependemos en un 80% de los combustibles

fósiles, esto ha permitido tener un alto ni-vel de vida, pero con consecuencias cada vez más apreciables: cambio climático y contaminación atmosférica. Sin embargo, el mayor cuidado del ambiente y la intro-ducción de políticas de eficiencia energé-tica impulsó la idea de que el uso eficiente de la energía, es uno de los factores que encamina hacia el desarrollo sostenible.

Históricamente se vinculaba el creci-miento económico a un mayor uso de re-cursos energéticos, pero esto ha variado en las últimas décadas. Desde 1990 el con-sumo de energía por unidad de PIB a nivel mundial se ha reducido en un 2% anual. No obstante, la mayor parte de esta reduc-ción viene de los países de mayor desarrollo.

Mejorar la eficiencia energética, por ejemplo en el uso de la electricidad, tiene, al menos, dos beneficios:

Proveer suministro a más consumidores con la misma capacidad de producción de electricidad. Principal limitación en muchos países en desarrollo.Hacer más lento el crecimiento de la demanda de electricidad y reducir la necesidad de inversión para la expan-sión del sector eléctrico.

Eficiencia energética, ¿en qué consiste?

La eficiencia energética pretende man-tener el servicio, reduciendo al mismo tiempo el consumo de energía. Es decir, trata de reducir las pérdidas que se pro-ducen en toda transformación o proceso, incorporando mejores hábitos de uso y mejores tecnologías.

Según la OLADE, comprende mejoras del lado de la oferta (operación, formas de producción, fuentes alternas) así como de la demanda (uso racional, conservación, manejo de energía). En general, al sector energético le preocupa más la demanda, porque requiere una labor de mayor deta-lle, pues depende de la decisión de cien-tos de miles de usuarios.

La conservación de energía, componen-te principal de las políticas de eficiencia en el lado de la demanda, se ha aplicado hace varios años en Europa, América del Norte, Japón y varios países en desarrollo.

En términos económicos, abarca todos los cambios que surgen al disminuir la cantidad de energía utilizada para produ-cir una unidad de PIB. La eficiencia ener-gética se asocia a la eficiencia económica e incluye cambios tecnológicos, económi-cos y de comportamiento.

Sin embargo, la eficiencia energética es ante todo un asunto de comportamien-to individual, y refleja la base lógica del comportamiento de los consumidores de energía. Evitar el consumo innecesario o elegir el equipo más adecuado para re-ducir el costo de la energía contribuye a disminuir el consumo individual sin dismi-nuir el bienestar individual; logrando au-mentar la eficiencia energética total de la economía nacional.

Según la Agencia Internacional de Energía, si se mantiene la ten-dencia de crecimiento actual, en 2030 América Latina necesitará 75% más energía que en 2004.

Al ser un asunto de comportamiento, está relacionada a una adecuada fijación de precios. En las economías de mercado, donde la mayor parte de los precios de la energía a los consumidores finales está desregulada, los precios normalmente re-flejan en forma bastante exacta los costos de suministro. Sin embargo, por varias ra-zones, los precios a menudo reflejan sólo una parte de los costos totales y las deci-siones que toman los consumidores crean una brecha entre los logros reales en efi-ciencia energética y lo que se podría lograr mediante un sistema de precios exacto

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Tabla 2: Niveles de Desarrollo de Eficiencia Energética

Niveles

Fuente: OLADE - Políticas de Eficiencia Energética

I.- Países con amplia experiencia

II.- Países que tienen programas con buena cobertura nacional

III.- Países con algún grado de desarrollo que requieren apoyo técnico para consolidar sus esfuerzos

Brasil y México

Barbados, Costa Rica, Cuba y Perú

El Salvador, Guyana, Guatemala, Haití, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Surinam y Uruguay

Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Honduras, Jamaica, República Dominicana, Trinidad & Tobago y Venezuela

IV.- Países con menor desarrollo en el tema

Países

que justifique todos los costos incurridos.

Por eso, la política de eficiencia energé-tica debe incluir todas las intervenciones públicas (“medidas de políticas”) tendien-tes a mejorar la eficiencia energética de un país, mediante una adecuada fijación de precios, marco institucional, regulación e incentivos económicos o fiscales.

Latinoamérica ¿es eficiente?En una encuesta de Latinobarómetro

realizada en 2007, el 80% de las personas afirmaron estar “muy preocupadas” o “algo preocupadas” por tener que soportar ra-cionamientos de energía en el futuro in-mediato. Esta apreciación generalizada se justifica por el incremento de precios de la gasolina, la decreciente producción de petróleo y la escasez de gas natural. Sin embargo las necesidades energéticas de la región no dejan de crecer.

Según la Agencia Internacional de Ener-gía (AIE), si la tendencia de crecimiento actual continúa, en 2030 América Latina necesitará 75% más energía que en 2004. La producción de electricidad tendrá que expandirse aproximadamente 50% en los próximos 10 años.

La eficiencia debe ser catalogada como el más importante recurso que se dispone para asegurar el abastecimiento energé-tico, debido a los importantes beneficios. En América Latina, la reducción de la in-tensidad energética entre 1995-2005 fue solo del 0,2% anual. Debido a que son po-cos los países que mantienen programas de eficiencia de largo plazo, y a la baja in-corporación de tecnologías eficientes.

De acuerdo a estimaciones conserva-doras de la OLADE, la región en el perío-

es considerada una “fuente” de energía, pero en los países que saben aprovechar-la, vale más que muchas otras fuentes. De acuerdo a la AIE, entre 1990 y 2005, un grupo de 16 países industrializados sa-tisfizo cerca de la mitad del incremento de sus demandas de energía a través de mejoras en su eficiencia. Se estima que en 2005 ahorraron por lo menos US$180.000 millones en combustible y costos de elec-tricidad.

En la región, los esfuerzos aún son limi-tados y se concentran en pocos países, principalmente México y Brasil que ya se benefician con ahorros sustanciales de sus programas de eficiencia que comen-zaron en las décadas de los 80s y 90s.

La explotación de este potencial en la región, dependerá en mayor medida de los gobiernos, que deberán otorgar incen-tivos adecuados. Estos pueden asumir va-rias formas, desde devoluciones fiscales y subsidios hasta regulaciones con paráme-tros de eficiencia para vehículos y electro-domésticos. Actualmente, los gobiernos de la región gastan miles de millones para subsidiar los combustibles. El Financial Times informó que se gastará por lo me-nos US$50.000 millones en subsidios para combustibles en 2008.

Si bien es cierto, los subsidios tienen el propósito de proteger a los consumi-dores de los altos precios de la gasolina y controlar la inflación, también tienden a desalentar las inversiones en eficiencia. Valdría la pena pensar, entonces, qué ocu-rriría si al menos parte de esos US$50.000 millones se gastara en incentivos para los consumidores o para las compañías que compran sistemas eficientes.

do 2003–2018, podría acumular un ahorro de US$156 mil millones en combustibles si em-prendiera programas nacionales sólidos y de largo plazo en eficien-cia energética. (Tabla 1)

Por otra parte, según un estudio del Banco Interamericano de De-sarrollo, la región puede reducir el consumo de electricidad en un 10%

durante la próxima década y ahorrar unos US$36.000 millones, si invierte en tecno-logías y equipos más eficientes. Alcanzar ese objetivo costaría aproximadamente US$17.000 millones, lo cual reduciría el consumo total de energía para el 2018 en 143.000 gigavatios hora.

Las inversiones requeridas para los pro-gramas de eficiencia son muy rentables, por ejemplo en México, la inversión es-tatal en el presupuesto de la institución responsable de la eficiencia fue de US$5,5 millones al año y logró ahorros por US$398 millones durante el 2005.

En el estudio del BID se presenta una manera de visualizar las alternativas ener-géticas que enfrenta la región: compara el ahorro potencial derivado de mejoras en eficiencia, con la capacidad de generación adicional necesaria si la región sigue el rumbo actual. Entonces, ¿qué ocurrirá si la región no mejora su eficiencia? Latinoamé-rica necesitaría invertir cerca de US$53.000 millones para construir el equivalente a 328 turbinas de gas para producir la mis-ma cantidad de 143.000 gigavatios hora de electricidad.

La eficiencia energética usualmente no

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MéxicoAmérica CentralEl CaribeÁrea AndinaBrasilCono SurAmérica Latina y El Caribe

Tabla 1: Ahorro acumulado derivado de la conservación de la energía (2003-2018)

US$ Millones

Fuen

te: O

LAD

E - E

stud

io d

e Pr

ospe

ctiv

a En

ergé

tica

2018

36.6007.2009.90024.90053.60023.500155.700

73.20014.40019.80049.800107.20047.000311.400

Escenario 1* Escenario 2**

* En base a un precio de US$50/barril de petróleo** En base a un precio de US$100/barril de petróleo

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entrev ista

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Empresas familiares y tiempos de crirsis

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