San Juan de los Lagos, Jal. Julio de 2016 Nº 427

Centro Diocesano de Pastoral

Morelos 28. A. P. 21Tel. (395) 785-0020 Fax. (395) 785-0171

Correo-E: cpastoral@gmail.comMessenger: cpastoral@hotmail.com

47000 San Juan de los Lagos, Jal.

Responsable:

Comisión de Laicos Organizados

Diócesis de San Juan de los Lagos.

SUMARIO:¡Descubramos juntos lo maravilloso de ser católico!............................... 1

Prólogo....................................................................................................... 2

PARTE I: REFLEXIONES

1: Explorando la realidad .......................................................................... 4

2: Nuestra hambre universal ..................................................................... 6

3: Buscando identidad............................................................................... 9

4: ¿Qué estamos celebrando? ................................................................. 11

5: La vida auténtica ................................................................................. 12

6: El camino está bien trazado: La santidad ........................................... 15

7: ¿Qué los hace diferentes a los santos? ................................................ 20

PARTE II: LOS SIETE PILARES DE LA ESPIRITUALIDAD CATÓLICA

8: La confesión ........................................................................................ 23

9: La oración diaria ................................................................................. 27

10: La misa .............................................................................................. 30

11: La biblia ............................................................................................. 35

12: El ayuno ............................................................................................. 38

13: Lecturas espirituales .......................................................................... 40

14: El rosario ............................................................................................ 41

15: Ahora es el «nuestro» tiempo ........................................................... 43

16: Liderazgo ........................................................................................... 48

17: De vuelta a la virtud.......................................................................... 50

ENCUESTA NACIONAL DE CULTURA Y PRÁCTICA RELIGIOSA .................. 52

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¡DESCUBRAMOS JUNTOS LO MARAVILLOSODE SER CATÓLICO!

El presente material se ha recopilado y basadoen el libro «Redescubre el Catolicismo», deMatthew Kelly. Nacido en Sydney, Australia,empezó a escribir y dar conferencias al final de suadolescencia mientras asistía a la escuela denegocios, es también conocido como uno de losconferencistas y autores católicos más apasiona-dos de nuestra época. Criado como católico, Kellydescubrió lo que él llama ‘la grandeza del catoli-cismo’ durante su adolescencia y ha ocupado lasdos últimas décadas inspirando a millones dehombres, mujeres y niños para que exploren la fede una forma fresca. Fundó The Dynamic CatholicInstitute para investigar el por qué los católicos secomprometen o se alejan y determinar qué senecesita para establecer comunidades católicaspalpitantes en el siglo XXI. El mensaje central deMatthew Kelly resuena en personas de todas lasedades y estilos de vida. Ya sea que esté hablandoen un foro empresarial, en una secundaria, o enuna iglesia, él invita a su audiencia a ser la-mejor-versión-de-sí-mismos. Sobre esto hace hincapié alo largo de sus exposiciones.

Este material fue organizado y pensado paraque se pudiera compartir como temas o como unalectura personal, para poder darnos cuenta, perosobre todo, para que descubramos que ser católi-cos nos tiene nada de aburrido, o pasado de moda,si no por el contrario, sigue siendo el acto devalentía más grande cuando somos capaces dehacer de lado nuestros miedos por ser criticadosy empezar a vivir a la manera de Jesucristo,nuestro modelo.

Además, hemos querido proporcionar infor-mación que surgió de la Encuesta Nacional deCultura y Práctica Religiosa, 2013 para que vea-mos que tanto han cambiado nuestras perspecti-vas, y más aún, como en tres años podemos habercambiado más, pero en detrimento a nuestra fecomo laicos, consagrados y sacerdotes católicos.Seguimos creyendo muchos laicos que la Iglesiaes el Papa y los miembros de la jerarquía, cuandola Iglesia la formamos todos.

La Iglesia (como muchas otras cosas en lavida) no es algo que heredamos de generacionespasadas o que nos llega de nuestros predecesores,pues es algo confiado a nosotros en calidad depréstamo para las futuras generaciones.

¿Qué es lo que hará falta para que dejemos delado la mediocridad, el miedo, el conformismo ytantas otras actitudes que pueden hacer de noso-tros «católicos no comprometidos con su fe»?

G. K. Chesterton escribió, «El cristianismono ha sido probado y hallado inútil; ha sidohallado difícil y dejado sin probar»

Les invito a que juntos, pastores y ovejas, ¡Des-cubramos juntos lo maravilloso ser Católico!

Comisión Diocesana para la Promocióny Formación del Laicado

Diócesis de San Juan de los Lagos.

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Estás conduciendo tu auto a casa un lunes luego deun largo día de trabajo. Enciendes la radio y escuchasuna corta información sobre un pueblo muy pequeñoen la India, donde varias personas han fallecido re-pentinamente, de una extraña gripe jamás antes vista.No es influenza, pero ya cuatro personas han muerto.El Centro de Control de Enfermedades ha enviadoalgunos doctores al lugar parainvestigar.No le prestas mucha atención ala noticia—la gente muere todoslos días—pero el domingo si-guiente, regresando de la iglesiavuelves a escuchar un reporte enla radio. Solo que ahora no soncuatro personas las que hanmuerto sino treinta mil, en lasmontañas de la India. Pueblosenteros han sido arrasados y loscientíficos confirman que esta esuna variante de gripe nunca an-tes observada.Para cuando te levantas el lunespor la mañana, la noticia ya estáen las primeras páginas de losdiarios. La enfermedad se estáesparciendo rápidamente. Ya noes solo la India el país afectado. Ahora, el virus hallegado a Pakistán, Afganistán, Irán, Iraq y África delNorte. Pero todavía parece lejana. Cuando te dascuenta, la noticia ya está en todas partes. Los mediosde comunicación la han denominado «La gripe miste-riosa». El presidente ha anunciado que él y su familiaestán rezando por las víctimas y sus familias y queespera que la situación se resuelva pronto. Pero todosse preguntan si esta pandemia podrá ser detenida.El presidente francés hace un anuncio impactante: Haordenado cerrar las fronteras francesas. Nadie puedeentrar al país y mientras miras el noticiero de CNN antesde acostarte, te sorprendes al escuchar a una mujersollozando en la televisión, cuyas declaraciones son

traducidas del francés al español: Hay un hombremuriendo en un hospital de París a causa de la miste-riosa gripe. Ha llegado a Europa.Es entonces cuando cunde el pánico en el mundo. Lapoca información disponible indica que una persona,luego de contraer la enfermedad, es portadora duranteuna semana sin saberlo. Luego, sufre cuatro días de

horribles síntomas hasta que le so-breviene la muerte.Inglaterra cierra sus fronteras, peroes demasiado tarde. La enfermedadaparece en Southampton, Liverpooly Londres y el martes por la mañana,el Presidente de los Estados Unidoshace el siguiente anuncio: «Debidoa un riesgo de seguridad nacional,todos los vuelos desde y hacia losEstados Unidos han sido cancela-dos. Si usted tiene seres queridosfuera de las fronteras, lo siento mu-cho. No podrán venir a casa hastaque encontremos la cura para estahorrible enfermedad».En cuatro días, el miedo ha cubiertolos Estados Unidos. La gente sepregunta, ¿Y si la enfermedad llegaa nuestro país? Predicadores en la

televisión están diciendo que es la ira de Dios. Luego,el jueves por la noche, durante una reunión de estudiobíblico en una iglesia, alguien entra corriendo desde elestacionamiento, gritando, «¡prendan la radio!» Y mien-tras todos escuchan el pequeño aparato transmisor, seescucha el anuncio: Dos mujeres han muerto en NuevaYork, debido a la gripe misteriosa. El virus ha llegado alos Estados Unidos.En pocas horas, la enfermedad envuelve al país. Loscientíficos trabajan contra reloj tratando de encontrarun antídoto, pero nada funciona. La enfermedad haalcanzado California, Oregon, Arizona, Massachusetts.Es como si estuviera barriendo el territorio americanodesde las fronteras.

PRÓLOGO

Iniciemos con esta historia, que tal vez muchos de nosotroshemos escuchado, o que nos ha llegado de alguna forma pormedios electrónicos por internet. Imagínate…

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De repente, viene la noticia esperada: Se ha descifradoel código genético del virus. Se puede hacer una vacu-na. Pero se necesitará la sangre de alguien que no hayasido infectado. En el país entero se corre la voz para quetodos acudan al hospital más cercano para que se lespractique un examen de sangre, deberás acudir rápidoy en silencio al hospital.Cuando tu familia y tú llegan al hospital, es viernes porla noche. Hay largas colas de gente y una constanteagitación de doctores y enfermeras tomando muestrasde sangre y etiquetándolas. Finalmente, es tu turno.Entras primero tú, después tu esposa y les siguen losniños y una vez que los doctores han extraído su sangreles dicen, «Esperen en el estacionamiento 13 hasta quelos llamen» Te sientas junto con tu familia y vecinos,asustados, esperando. En silencio, preguntándote en tuinterior, ¿Qué está sucediendo? ¿Será el fin del mundo?¿Cómo llegamos a esto?Nadie ha sido llamado aún; los doctores se limitan aseguir extrayendo la sangre de la gente. Pero de prontoun joven médico sale corriendo del hospital, gritando unnombre y agitando un formulario de registro. Al principiono lo escuchas. «¿Qué dice?» pregunta alguien. Eljoven grita el nombre otra vez mientras un equipomédico corre hacia ti, pero sigues sin poder escuchar loque dicen. De pronto tu hijo te agarra la chaqueta y dice,«Papi, están diciendo mi nombre». Antes que puedasreaccionar se están llevando a tu hijo y gritas. «Esperen.¡Un momento!» les dices, corriendo tras ellos. «¡Ese esmi hijo!««No se preocupe» contestan. «Creemos que él tiene eltipo de sangre adecuado. Solo necesitamos hacer unaprueba más para asegurarnos que no tiene el virus».Después de cinco largos minutos, regresan los doctoresy enfermeras, llorando y abrazándose entre ellos; algu-nos hasta riendo. Es la primera vez que ves a alguiensonreír en semanas. El doctor de mayor edad se lesacerca a ti y a tu esposa y les dice, «Gracias. La sangrede su hijo es perfecta. Está limpia, está pura, no tiene laenfermedad y podemos utilizarla para hacer la vacuna».La noticia corre por todo el parqueadero del hospital. Lagente grita y llora de felicidad. Mientras escuchas a lamultitud festejar alborozada, el médico de cabello grisá-ceo los llama a ti y a tu esposa y les dice, «Quiero hablarcon ustedes. No pensábamos que el donante sería unniño y… necesitamos que nos firmen una autorizaciónpara usar su sangre».El doctor te entrega el documento y rápidamente empie-zas a firmarlo cuando te percatas de algo. El campo parael número de unidades de sangre está vacío.

«¿Cuántas unidades?» preguntas. En ese momento lasonrisa del doctor desaparece y contesta, «No pensá-bamos que sería un niño. No estábamos preparadospara este caso».«¿Cuántas unidades?», vuelves a preguntar. El doctoraparta la mirada y dice amargamente, «¡La necesitamostoda!»«No entiendo. ¿Qué quiere decir con que la necesitantoda? «¡Él es mi único hijo!»El doctor te toma de los hombros, te acerca, te miradirecto a los ojos y dice, «Usted no entiende, estamoshablando de la cura para todo el mundo. Por favor, firmela autorización, la necesitamos toda».Tu preguntas, «¿Pero no pueden hacerle una transfu-sión?»«Si tuviéramos sangre limpia lo haríamos, pero no latenemos. Por favor, firme la autorización».¿Qué harías?En un silencio y sin poder sentir los dedos que sostienenel bolígrafo en la mano, firmas porque sabes que es loúnico que puedes hacer. El doctor te pregunta, «¿legustaría tener un momento a solas con su hijo antes deque empecemos?»Podrías entrar a la habitación del hospital donde tienena tu hijo en una camilla diciendo «¿Papi? ¿Mami? ¿Quépasa?» ¿Le dirías que lo amas? Y cuando los doctoresy enfermeras vuelvan a entrar y te digan, «Lo siento,tenemos que empezar; la gente se está muriendo entodo el mundo», ¿te irías? ¿Dejarías la sala mientras tuhijo llorando te dice «¿Mami? ¿Papi? ¿Qué pasa? ¿Adónde van? ¿Por qué me dejan? ¿Por qué me hanabandonado?»La siguiente semana, se organiza una ceremonia enhonor a tu hijo por su fenomenal aporte a la humanidad. . . pero algunos no se dieron cuenta, otros ni siquierase molestaron en venir porque tenían mejores cosasque hacer y otros vienen con una sonrisa pretenciosa yfingen que les importa, mientras otros están diciendo,«¡Esto es aburrido!» No te levantarías y les dirías«Disculpen, no sé si lo han notado, pero mi hijo muriópara que tengan la vida maravillosa que tienen. Mi hijomurió para que ustedes pudieran vivir. Él murió porustedes. ¿Es que acaso eso no significa nada paraustedes?»Tal vez esto sea lo que Dios nos quiere decir…Padre, si lo viéramos desde tu óptica nos rompe-

ría el corazón. Tal vez ahora empecemos a com-prender el gran amor que tienes por nosotros.

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Los últimos años han sido una época difícil paraser católico en México. Son momentos de tragediapara la Iglesia en muchos aspectos. El abuso denuestros niños es una tragedia. El escándalo delencubrimiento es una tragedia. El hecho de quetodo el clero haya sido manchado por un pequeñogrupo de sacerdotes con serios problemas es unatragedia. La ausencia de unliderazgo marcado y auténtico esuna tragedia. La moral está por lossuelos y el número de católicosque dejan la Iglesia es más altoque nunca. Los efectos de todasestas tragedias están llegando le-jos. Han dejado al conglomeradocon una opinión muy pobre sobreel catolicismo y han ocasionadoque muchos católicos se sientanavergonzados de la Iglesia.

El catolicismo es más que unpuñado de curas que no saben loque es ser un sacerdote. La IglesiaCatólica alimenta, da refugio yviste a más gente, cuida a másenfermos, visita a más presos yeduca a más personas que lo quecualquier otra institución sobre la faz de la tierraalguna vez podría soñar.

La verdadera esencia de la asistencia médica y elcuidado de los enfermos surgió a través de laIglesia, a través de las órdenes religiosas, en res-puesta al valor y dignidad que el Evangelio otorgaa cada ser humano.

Si la Iglesia Católica no hubiera liderado lacausa para llevar la educación a todos. Antes de quela Iglesia introdujera la educación para el hombrecomún, ésta se reservaba únicamente para la noble-za. Hoy día, casi todo el mundo occidental estáeducado gracias al rol precursor de la Iglesia en laeducación universal.

Más allá del impacto nacional y global, la contri-bución que los católicos hacen diariamente en sucomunidad es más que notable

Nuestra contribución a escala local, nacional yglobal sigue siendo extraordinaria, a pesar de nues-tros errores, ineficiencias y escándalos recientes;sin embargo, la Iglesia es despreciada por millonesmientras la mayoría de católicos quieren esconder-se bajo la mesa cuando la gente empieza a hablarsobre la Iglesia en alguna reunión social. Hemos

olvidado nuestra historia y comoresultado permitimos que el seg-mento anti católico de los mediosdistorsionen nuestra historia dia-riamente.

La tragedia continúa tambiéna otro nivel. En tiempos en quemillones de católicos se sientendisgustados y desilusionados conla Iglesia, es perturbador que nohaya un esfuerzo significativopara recordarnos a los católicosquiénes somos realmente, queno haya un esfuerzo estratégicopara elevarnos la moral, que nohaya un esfuerzo organizadopara recordar al mundo que, du-rante los últimos dos mil años,dondequiera que ha habido un

católico ha habido un grupo de gente haciendoenormes contribuciones a la comunidad local,nacional e internacional.

No hemos gastado ni diez centavos en recordara la sociedad en general sobre la enorme contribu-ción que hacemos como Iglesia. No hemos gastadoni diez centavos en inspirar a los católicos, quienesse encuentran desilusionados de su fe y de su Iglesiatal vez como nunca antes y eso es una tragedia.

El punto es que hemos olvidado nuestra histo-ria y al hacerlo, hemos permitido que el mundotambién se olvide de ella. Hemos permitido queel segmento anti católico de los medios ladistorsione a diario. Nuestra historia no es infali-ble; nuestro futuro no será infalible. Pero nuestracontribución no tiene parangón y es necesariahoy más que nunca.

REFLEXIÓN 1:

EXPLORANDO LA REALIDAD

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Parece que mucha gente ha dejado de pensar alrespecto. Se han desligado de la Iglesia para un ladoo para el otro y han seguido con su vida. Algunos seniegan a regresar a la Iglesia. Una gran cantidad hadejado de contribuir económicamente. Otros handejado la Iglesia Católica por alguna iglesia local noconfesional y algunos han tratado de ignorar elhecho de que están enojados por lo sucedido.

El catolicismo es grandioso, si solo dedicamostiempo y esfuerzo para explorarlo con humildad.No hay falla en el catolicismo que no se puedaenmendar con lo bueno que tiene el mismo cato-licismo.

Si no somos parte de la solución, somos parte delproblema.

Si los millones de católicos en México fuéra-mos mejores, sucedería algo increíble. Entonces,decidámonos aquí y ahora, a empezar a explorarla grandeza de nuestra fe, a ser parte de la solu-ción y a mejorar.

Hace dos mil años, un pequeño grupo de perso-nas captaron la atención y despertaron la curiosidady la imaginación de todo el mundo Occidental. Alprincipio, no se les prestó ninguna importancia, seles creyó solo seguidores de un hombre considera-do un predicador errante. Pero cuando este hombrefue condenado a muerte, una docena de sus segui-dores se levantaron y empezaron a hablarle a lagente sobre su vida y sus enseñanzas. Empezaron acontar la historia de Jesucristo. No eran la éliteeducada de su época y no tenían estatus social opolítico, no eran pudientes y no tenían autoridadmundial; aun así, cientos de personas se iban unien-do a este callado grupo de revolucionarios.

Mientras aumentaba su popularidad, las autori-dades reinantes temían su influencia, igual comotemieron a su líder. En algunos lugares inclusointentaron acabar con este grupo asesinandoaleatoriamente a varios de sus miembros. Pero loselegidos consideraban el más alto honor morir porsus creencias. Esto solo despertaba la curiosidad delos corazones y sorprendía aún más la mente de laspersonas de su época. Este pequeño grupo fueronlos primeros cristianos.

Muchas cosas han cambiado con el paso de lossiglos. Hoy en día, el catolicismo es la comunidadde fe más grande del mundo. Con más de mil

millones de miembros a lo largo del globo, ya nosomos la pequeña minoría que fueron los primeroscristianos.

Hemos llegado bastante lejos desde nuestroshumildes comienzos y aun cuando nuestros logrossean tan grandes y nuestros números sean tan im-presionantes, parecemos incapaces de capturar laatención y la imaginación de nuestros contemporá-neos de la misma forma como lo hicieron nuestrosancestros.

La historia de Jesucristo es la más poderosa de lahistoria y ha influenciado directa o indirectamentetodo aspecto noble de la civilización moderna.

Por comodidad, nos hemos convertido en partede la cultura secular moderna y esta comodidad hatraído como consecuencia un peligroso confor-mismo hacia las palabras de vida del Evangelio.Frecuentemente, escuchamos estas palabras perono permitimos que penetren en nuestro corazón ytransformen nuestra vida. Hay algo profundamen-te interesante en los hombres que se esfuerzandenodadamente por ser todo lo que Dios quiso quefuesen. Este esfuerzo es el que necesitamos redes-cubrir como Iglesia. Este esfuerzo que es tanimportante para la vida de la Iglesia, no es elesfuerzo humano, es el esfuerzo que yace sobre elEspíritu de Dios para iluminarnos, instruirnos yguiarnos a cada momento. Dios no quiere contro-larnos, tampoco quiere ignorarnos. Dios anhelauna colaboración dinámica con cada uno de noso-tros. Los primeros cristianos no eran perfectos;tampoco santos.

Necesitamos volver a lo básico ¡Actuemos!Sé que esto puede sonar trillado, pero cuando los

católicos nos dedicamos a lo básico en nuestradinámica espiritualidad, empiezan a suceder cosasextraordinarias. Los primeros cristianos inspiraronla curiosidad de la gente de su tiempo. Necesitamosinspirar la curiosidad de las personas de nuestrotiempo en formas similares. Si vivímos y amamosde la manera en que el Evangelio nos invita ahacerlo, inspiraremos a las personas.

Cuando hacemos lo correcto, incluso si conllevaa un alto costo para nosotros, inspiraremos a lagente que está cerca. La paciencia, humildad, gra-titud, generosidad, coraje, perdón y prudencia ins-piran la curiosidad del prójimo.

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Por muchos años he estado reflexionando sobreun versículo del libro de los Proverbios que nuncadeja de encender mi pasión por la Iglesia. «Sinvisión profética, la gente perecerá» (Proverbios 28,19). He comprobado que esta máxima se cumple encada aspecto de la vida. En un país sin visión, lagente perecerá. En un matrimonio sin visión, lagente perecerá. En un negocio, en una escuela, o enuna familia sin visión, la gente perecerá.

Esta visión católica profética que buscamos noes solo responsabilidad del Papa, o de los obispos ycardenales. La visión de tu parroquia no es soloresponsabilidad del párroco. Todos debemos traba-jar en idear un futuro para la Iglesia que inspire a lasmasas y desacredite a los escépticos.

Dios nunca retrocede; siempre se mueve haciaadelante. Adán y Eva fueron expulsados del paraí-so. Dios podía haberlos redimido y enviado devuelta, pero no lo hizo por dos razones: Dios siem-pre quiere que nuestro futuro sea más grande quenuestro pasado y Dios siempre va hacia adelante.

Corramos hacia la meta que es el futuro que Diosha trazado para nosotros y para la Iglesia. Es momen-to de que volvamos a ser gente de posibilidades yaque mucho de lo que hacemos es producto de nuestralimitada forma de pensar. Nos movemos en el campode lo manejable en vez de imaginar lo posible.

Una cosa es cierta: Lo que sea que hagamos odejemos de hacer determinará el futuro de la huma-nidad y del mundo.

Hay muchos católicos y no católicos, que noquieren redescubrir el catolicismo. Otros piensanque la religión en general y el catolicismo en parti-cular no tienen lugar en el contexto moderno. Ad-mito que el catolicismo es antiguo. Pero yo tepregunto. ¿Si hallaras un antiguo mapa de un teso-ro, lo tirarías solo porque es viejo? No. La edad delmapa no tiene importancia. Lo que importa es siconduce o no al tesoro. El catolicismo es un mapade un tesoro: puede estar viejo y maltratado, peroigual nos lleva al tesoro. Redescubrámoslo juntos yayudemos a otros a hacer lo mismo.

REFLEXIÓN 2:

NUESTRA HAMBRE UNIVERSAL

Apariencia vs lo Auténtico

Nuestra propia época parece estar gobernadapor la ilusión y la decepción. Hemos construidotoda una cultura basada en las apariencias. Todoparece bien, pero al escarbar un poco bajo la super-ficie se encuentra poca sustancia.

La apariencia se ha convertido en una norma.Nos hemos vuelto tan insensibles a las realidadesdel bien y el mal que mentir y hacer trampa se hanconvertido en prácticas universalmente aceptadascomo males necesarios

Pero, hoy más que en ningún otro momento, bajola superficie de apariencias hay gente como noso-tros y si escuchas cuidadosamente, si prestas aten-ción descubrirás que la gente está hambrienta. Lagente de hoy en día se muere de hambre de auten-ticidad, se muere de sed anhelando la más pequeñagota de sinceridad, se muere de dolor ansiandoexperimentar el alivio de la transparencia.

¿Por Qué Ha Sido Rechazado el Cristianismo?

Pienso que es porque la gente de hoy cree que loscristianos, la cristiandad en general y tal vez loscatólicos en particular son probablemente parte deesta cultura de apariencias y decepción tanto comocualquier otro. Esta es una dolorosa realidad quedebe ser enfrentada.

La gente está cansada, están exhaustos, sobre-cargados de información y sobrecogidos con elclima político, social y económico. No están esfor-zándose por prosperar, simplemente están tratandode sobrevivir. Estamos al frente de una culturacansada.

Esta fatiga cultural está creando desesperaciónen la vida de más y más personas cada día y desdeel centro de esa fatiga y desesperación están pidien-do ayuda. Están diciendo, susurrando, gritando,«no me digas— ¡muéstrame!» porque realmentenecesitan de un ejemplo valiente de vida auténtica,

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de una vida vivida en plenitud, en nuestros días.Dentro de cada uno hay un deseo de vivir una vidaauténtica.

Nos hemos entregado a miles de caprichos,antojos y fantasías. Nuestra vida se ha convertidoen una mera distorsión de la verdad que conocemosy profesamos. Sentimos una gran necesidad deautenticidad, un anhelo de ser, convertirnos y expe-rimentar todo lo que somos capaces.

La filosofía predominante

En tiempos pasados,las filosofías han sido en-foques bien pensados ha-cia la vida. Las grandesmentes de cada época sehan formulado preguntasinquietantes y universa-les: ¿Quién soy? ¿De don-de vengo? ¿Para qué es-toy aquí? ¿Cómo lo hago?¿Hacia dónde voy? To-das estas preguntas nosllevan desde y hacia lapregunta que ha preocu-pado a la humanidad des-de sus inicios: ¿Cuál es la mejor forma de vivir?

Toda cultura es fruto de las ideas y actitudes desu gente. Estas ideas y actitudes convergen tanto enel pueblo como en la cultura para formar filosofías.Nuestra propia época es de gran pobreza filosóficay, como resultado, vivimos tiempos de tremendaconfusión ética y moral.

Hoy en día, nuestra cultura tiene muy poco rigorfilosófico. Nuestra forma de consumir informaciónnos lleva a pensar cada vez menos y menos sobremás y más

Cada uno de nosotros tenemos nuestra propiafilosofía, nuestra propia regla de vida. Esta filosofíaconsiste en una serie de creencias bajo las cualesescogemos vivir ¿Cuál es tu filosofía?

Aunque hay muchas filosofías influenciando elesquema actual, me gustaría plantear la existenciade tres grandes filosofías prácticas:

a) Individualismo:

«¿Qué gano yo con esto?» Esta pregunta es elcredo del individualismo, que está basado en un

profundo interés por el yo. El individualismo siem-pre debilita a la colectividad y causa sufrimiento altodo conjunto. Los derechos de los individuos hansido elevados gradualmente y, por último, coloca-dos por sobre los derechos de la sociedad, bajo lainfluencia de una serie de grupos de presión querepresentan solo a una fracción de la sociedad libre.Sin importar el bien o el mal y muchas veces endetrimento de la mayoría, es una falsa libertad.

Nuestra cultura otorga un valor muy alto a laexpresión personal, pero ol-vida la importancia de produ-cir «seres» cuya expresiónvalga la pena.

b) Hedonismo:

Consiste en la aseveraciónde que el placer es el biensupremo. El motor, el credo,el lema del hedonista es, «Sise siente bien, ¡hazlo!»

El hedonismo, dondequie-ra que ha sido adoptado comofilosofía práctica, ha produci-do individuos perezosos,lujuriosos y glotones. Es más,

el hedonismo ha sido un factor determinante para eldeterioro de toda cultura y subcultura en la cual hasido adoptado apreciablemente. El Imperio Roma-no es un gran ejemplo de ello.

El hedonismo no es una expresión de libertad; esun pasaporte a la esclavitud de miles de deseos yadicciones y al final, lo único que produce esdesesperación en vez de placer.

c) Minimalismo:

El minimalista siempre se está preguntando«¿Qué es lo mínimo que puedo hacer?» Unminimalista siempre busca realizar el mínimo es-fuerzo y obtener la máxima recompensa. Es enemi-go de la excelencia y padre de la mediocridad.

Estas filosofías están siendo difundidas masi-vamente de una forma poderosa, aunque sutil através de todos los medios de comunicación so-cial, cultural y política. El individualismo, hedo-nismo y minimalismo destruirán a cada individuode la comunidad que las practica. Son al finalfilosofías autodestructivas que dañan cuerpo,mente, corazón y alma.

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La propuesta de Jesús

La filosofía de Cristo es muy distinta a lasfilosofías predominantes de la cultura actual. Dehecho, son completamente opuestas entre ellas. Elcorazón del hombre está en constante búsqueda defelicidad: A veces buscamos la felicidad a travésdel placer, las posesiones materiales, el poder y elcamino más fácil, bajo la influencia de filosofíascomo el individualismo, hedonismo yminimalismo. Cada uno de estos placeres inme-diatos nos ofrece momentos efímeros de felicidad,que al terminar hacen que nuestra búsqueda defelicidad duradera continúe.

Creo que Dios quiere la felicidad para nosotros.Creo que Dios nos dio este constante anhelo defelicidad que retumba incesantemente en nuestrocorazón. Al parecer, Dios ha colocado este anhelodentro del corazón del hombre como un instrumen-to de navegación espiritual diseñado para conducir-nos hacia nuestro destino.

La filosofía de Cristo es la mayor filosofía defelicidad humana. No es únicamente un estilo devida; es el estilo de vida. Al mismo tiempo, lafilosofía de Cristo es de auto entrega. Esta es la granparadoja de las enseñanzas de Dios.

La actitud de Cristo contrasta totalmente conlas filosofías de individualismo, hedonismo yminimalismo. La vida que Jesús nos invita a vivires muy diferente al estilo de vida que nuestracultura moderna propone. El Individualismo, elhedonismo, el minimalismo—y varias de sus filo-sofías derivadas, como el relativismo y el materia-lismo—nos incitan a hacer lo que queremos, cuan-do queremos y donde queremos. Jesús en cambionos invita a vivir una vida de disciplina ydiscipulado.

Es fácil ser un seguidor, pero ser un discípulosignifica ser un estudiante— ser humilde, dócil yabierto a aprender y a escuchar. Todo esto requieredisciplina.

El Papel de la Disciplina ¡ATRÉVETE!

Hay cuatro aspectos principales en el hombre: elfísico, el intelectual, el emocional y el espiritual.Cuando comemos bien, nos ejercitamos continua-mente y dormimos con regularidad, físicamentenos sentimos vivos en plenitud. Cuando amamos,les damos prioridad a las relaciones significativas

de nuestra vida, cuando damos de nosotros paraayudar a otros en su jornada, nos sentimosemocionalmente vivos en plenitud. Cuando estu-diamos la visión que tenemos de nosotros mismosy de Dios, el mundo se expande y nos sentimosintelectualmente vivos en plenitud. Cuando nostomamos un momento cada día en la habitación delsilencio para ir delante de Dios en oración, abiertay honestamente, experimentamos vida en plenituden el aspecto espiritual. Todos estos esfuerzosvivificantes requieren de disciplina. El ser humanoprospera con disciplina.

Y tú, ¿prosperas? ¿O únicamente sobrevives?La libertad no es hacer lo que quieres. Libertad

es la fuerza de carácter y auto dominio para hacer locorrecto, veraz, noble y bueno. De ahí que la liber-tad sin disciplina es imposible.

El centro de la filosofía de Jesús es el amor.Pero para poder amar uno debe ser libre. Porqueamar es entregarte libremente y sin reservas. Maspara dar tu yo a otra persona, a una tarea, o a Dios,debes primero ser dueño de ti mismo. La libertades poseerse a sí mismo. Es un prerrequisito parael amor y se obtiene únicamente a través de ladisciplina.

En este turbulento ambiente cultural, que puedellegar a ser hasta anti cristiano, a veces podemosperder de vista el impacto que Cristo ha tenido en lahistoria. Atrapados en nuestras preocupaciones deldía a día, olvidamos o pasamos por alto la extraor-dinaria influencia que este hombre ha tenido ycontinúa teniendo.

Hoy en día, gran cantidad de personas piensanque Jesús es irrelevante en el contexto contemporá-neo. Sospecho que estas personas sufren de locuramoderna, causada por el desconocimiento de símismos y de la historia.

Sus enseñanzas no son complejas o exclusivas,sino simples y aplicables a cualquiera, dondequieray en cualquier momento de la historia, sin importaredad, color, o situación. Más allá de las complejida-des de la vida, hay simpleza. Debajo del caos y dela confusión de la vida, hay entendimiento. Se tratadel Evangelio, la buena nueva.

Nuestro deseo de felicidad no va a desaparecer.Es parte de la condición humana. Nuestra búsquedade la felicidad es una búsqueda de Dios

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En nuestro tiempo estamos sufriendo una crisis deidentidad, ¿Qué ha causado esta crisis de identidad?

Los parámetros culturales de diferentes épocaspueden cambiar radicalmente,pero hay dos cosas que se mantie-nen inalteradas en cualquier mo-mento de la historia: el anhelo defelicidad del corazón humano y lamisión de la Iglesia. El Evangelioestá vivo y activo. Tiene el poderpara transformar nuestra vida,nuestras comunidades, nuestrospueblos e incluso el mundo ente-ro. No hay palabra, pensamiento oacción en nuestra vida que estéfuera del alcance del Evangelio

La Aventura de la Salvación

Una vez que somos conscien-tes de nuestro anhelo de felicidad y de la incapaci-dad de nuestro mundo para satisfacer ese anhelo,comienza la aventura de la salvación. El anhelo defelicidad de las personas es la forma en que Diosnos invita a vivir esta aventura. Dios tiene unsueño para ti y un plan para tu vida convertirte enla-mejor-versión-de-ti-mismo.

Con este término no estoy sugiriendo un enfo-que de la vida narcisista o de auto búsqueda. Másbien, estoy invitándote a una cooperación dinámi-ca con Dios.

De forma similar, nuestro corazón está lleno desueños y deseos. Los sueños y deseos buenos que seencuentran ahí fueron puestos por Dios e impulsa-dos por el Espíritu Santo, para atraernos hacia elsendero de la salvación. Una de las prácticas másantiguas de la espiritualidad cristiana es revelar losmás profundos deseos de nuestro corazón a travésde la contemplación y reflexión. Cuando escucha-mos el llamado de estos deseos estamos escuchan-do la voz de Dios.

Todos estamos en la búsqueda de nuestro desti-no individual cada uno a su manera. Guiados pornuestro anhelo de felicidad, podemos buscar pla-

cer, posesiones materiales, e incluso poder, pero niel mundo ni todo lo que él tiene para ofrecernospodrán jamás saciar al corazón humano. Solo Dios

puede satisfacer los deseos másprofundos de nuestro corazón.

Es tarea de la Iglesia hacernosver nuestro destino al revelarnosel misterio de Dios, quien es nues-tro fin fundamental y nuestro des-tino. Es tarea de la Iglesia asistir-nos de todas las formas posiblespara alcanzar este destino. Al de-cir «es tarea de la Iglesia», no meestoy refiriendo al trabajo de tupárroco, del obispo y de la gentede tu parroquia. Tú y yo tenemosun rol tan importante en la Iglesiacomo cualquier otro miembro. Tu

rol puede ser distinto al mío, o al del sacerdote, perono es menos importante. Lo que sí es importantísimoes que cada parte del cuerpo cumpla su rol lo mejorque su habilidad y talento se lo permita.

Tu tarea y la mía consisten en hacer conocer aotros su destino mediante la revelación a ellos delmisterio de Dios. Tu tarea y la mía consisten enayudar a alcanzar su destino a todos los que secruzan por nuestros senderos.

Jamás olvidemos que la gente no existe para laIglesia al contrario la Iglesia existe para la gente.

Es por esta razón que la Iglesia proclama lasverdades intactas de la vida y enseñanzas de Jesu-cristo—el Evangelio. Al hacerlo, nos invita a viviruna vida de disciplina

La vida de un cristiano es similar. Hay discipli-nas y prácticas que deben ser asumidas y respetadassi queremos caminar fervientemente por el senderode la salvación, alcanzar nuestro destino, convertir-nos en la-mejor-versión de- nosotros-mismos cadadía y disfrutar de la felicidad con que Dios quierellenarnos. Tu camino junto a Dios requerirá másdisciplina que cualquier otra búsqueda que empren-das en la vida.

REFLEXIÓN 3:

BUSCANDO IDENTIDAD

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Los católicos de Hoy

Hoy en día, entre las ocupaciones y complejida-des de la vida moderna, a la gran mayoría decatólicos se nos presenta como un reto tan sololograr llegar a misa cada domingo.

Muchas personas sienten que deben alejar deciertas actividades de su vidalos valores y principios de sufe, tal como se deja un abrigoen una sala de espera. El mun-do actual trata de separar lafe de la razón, lo profesionalde lo personal, los mediosdel fin.

Vivir el Evangelio es difí-cil; siempre lo ha sido y siem-pre lo será. En cada lugar yen cada momento desde Pen-tecostés, el Espíritu Santo haestado presente para guiar-nos, a ti, a mí y a toda laIglesia, estoy convencido deque la Iglesia necesita mu-cho menos nuestras ideas ymucho más la guía del Espí-ritu Santo.

El catolicismo es un Estilo de Vida, ¿Qué es elcatolicismo? y ¿Qué significa ser católico?

El catolicismo no es una simple religión, o secta,o una serie de reglas, que es lo que normalmentetienden a concluir las mentes pequeñas con espíri-tus todavía más pequeños que tratan de captar laesencia del catolicismo. El catolicismo es más queuna religión. Es más que solo otro movimiento. Laesencia del catolicismo no es pecado, castigo, de-ber, u obligación, es mucho más que una serie dereglas y mandamientos sin sentido. El catolicismo«es más». Es más de lo que la mayoría de gentepiensa y mucho más de lo que la mayoría decatólicos llegan a entender. La esencia del catoli-cismo es transformación dinámica. El catolicismoes el estilo de vida dinámico que estimula y poten-cia a cada individuo para que se convierta en la-mejor-versión-de-sí-mismo.

El estilo de vida católica, cuando es acogido demanera auténtica, promueve la integración de todoslos aspectos del diario vivir con los del ser humano

y en medio de la búsqueda de tu destino, Diosentrelaza tus talentos con las necesidades de losdemás, para así permitirte tocarlos, servirlos einspirarlos al tiempo que ellos transitan sus propioscaminos.

El catolicismo es un estilo de vida en el cual eldar y el recibir suceden en la mismamedida.

El catolicismo afecta a todas lasáreas de nuestra vida y es un faroque nos sirve de guía en nuestrasdecisiones. Es base tanto teológicacomo filosófica así como inspira-ción práctica. El catolicismo es elllamado a vivir una vida auténtica.

G. K. Chesterton escribió, «Elcristianismo no ha sido probado yhallado inútil; ha sido hallado difí-cil y dejado sin probar»

Crisis de Identidad

Tenemos un problema de iden-tidad porque un buen número denosotros los católicos no ha defini-do ni ha acogido claramente unestilo de vida católica. Si lo hubié-

ramos hecho, al escuchar que te vas a casar con uncatólico, las personas asumirían automáticamenteque este es un hombre honesto, devoto y generoso.Si lo hubiéramos hecho, al buscar trabajo, las per-sonas asumirían inmediatamente que eres trabaja-dor, ético, un colaborador auto motivado que prestaatención a los detalles del trabajo porque eres uncatólico. Si lo hubiéramos hecho, ¡las personas nosbuscarían activamente en cualquier circunstancia,para ser sus cónyuges, vecinos, empleados,empleadores, sacerdotes, profesores y amigos!

El amor que la vida y enseñanzas de Jesucristonos invitan a experimentar es real y relevante encualquier lugar y época y el mundo está esperandoque nosotros lo hagamos vivencia. No es un amorde palabras y teorías, sino un amor de acción.

Cómo me gustaría que cuando la gente descu-briera que tú o yo somos católicos, inmediatamenteconcluyeran que somos honestos, trabajadores,generosos, amorosos, dichosos, compasivos, mo-derados, humildes, disciplinados, devotos y, engeneral, enamorados de la vida.

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LAICOS ORGANIZADOS

Al ver la realidad de la Iglesia, a donde quiera quevayamos podemos observar similitudes. ¿Qué es loque produce tan diversas consecuencias en situacio-nes tan similares? La primera es a todo nivel humano:algunas personas están dispuestas a admitir sus erro-res y otras no. Como Iglesia, como comunidadeslocales de fe, debemos siempre estar dispuestos aafrontar nuestras deficiencias con humildad, valentíay esperanza. Cuando admitimos que tenemos grandesproblemas, la gente empieza a buscar grandes solu-ciones. La segunda diferencia es a un nivel sobrenatu-ral: deberíamos considerar la causa de los problemasque ocurren en nuestra vida y en la vida de la Iglesia

Cuando afrontamos un problema de forma ade-cuada, nos convertimos en mejores-versiones-de-nosotros-mismos. Esto es verdad para individuos,pero lo es también para matrimonios, familias,negocios, pueblos y para la Iglesia.

Hacer cosas y solucionar problemas son parteimportante de la vida y todo momento en la vida esuna oportunidad para convertirte en una-mejor-versión-de-ti-mismo. Pero necesitamos ser con-sientes de esta verdad para poder recoger la cosechade cada momento.

«¿Qué estamos celebrando?» es una de estaspreguntas, porque está claro que nos convertimosen aquello que celebramos. Debemos formularnosesta pregunta de nosotros, de nuestra Iglesia, denuestro pueblo y de nuestra cultura y seríamossabios si escucháramos atentamente las respuestas,porque estas respuestas nos darán verdadesproféticas acerca de nuestro futuro. Nos converti-mos en aquello que celebramos.

Cuando nuestros hijos saben más sobre ídolosdel pop juveniles que lo que saben acerca de Jesu-cristo, ¿no es momento para que revaloremos ellugar y la prioridad que la fe tiene en nuestra vida?

También es momento para que desarrollemosestrategias innovadoras y métodos dinámicos paracomunicar nuestra fe a personas de toda edad, peroespecialmente a los jóvenes. Con excesiva frecuen-

cia adoptamos soluciones del siglo XIX para pro-blemas del siglo XXI.

El Futuro del catolicismo

Hay una gran cantidad de personas que piensanque el problema con el mundo de hoy es que la genteno viene a la iglesia. Piensan que el desafío es llevara la gente a la iglesia, pero el verdadero desafío esllevar la Iglesia a la gente.

Si la gente no viene a la iglesia no es solo suculpa; es también culpa nuestra. Nosotros debería-mos preguntarnos, «¿Por qué no vienen a la Igle-sia?» La gente no viene a la iglesia porque no ven elvalor en hacerlo. Si los convenciéramos del valor,si verdaderamente entendieran la riqueza y bellezadel catolicismo, harían de la iglesia una parte indis-pensable de su vida.

Estamos fallando en alimentarlos y comprome-terlos y no me refiero a entretenerlos; me refieroliteralmente a comprometerlos. Estamos fallandoen encontrarlos donde están y demostrarles activa-mente que Dios los invita a vivir de una maneradiferente y que si viven en la forma que Dios losllama a hacerlo, cada aspecto de su vida será mejor.

Las personas saben que están sufriendo, sabenacerca de sus quebrantos, saben acerca de susvacíos, saben que tienen un anhelo espiritual, peropiensan que ir a la iglesia es irrelevante en la vidaactual. ¿Por qué piensan eso? Porque tú y yo hemosfallado en enseñarles la relevancia de la vida yenseñanzas de Jesucristo en el siglo XXI.

Como Iglesia, hemos fallado en enseñarles cómoJesús, los sacramentos, el Evangelio, la Eucaristíay la espiritualidad Católica en general pueden ali-viar ese dolor, hacerlos sentir completos otra vez ytraer significado y propósito a su vida.

Tu futuro, mi futuro y el futuro de la Iglesia estáníntimamente relacionados entre sí. Gente como tú yyo formamos parte de la Iglesia. Si la Iglesia nocrece, es porque nosotros no estamos creciendo.

El mensajero más efectivo es aquel que vive elmensaje.

REFLEXIÓN 4:

¿QUÉ ESTAMOS CELEBRANDO?

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Francisco de Asís dijo, «Prediquen el Evangelioen todas las épocas y sólo cuando sea necesarioutilicen palabras para hacerlo». Nuestra culturaestá hambrienta de vidas auténticas. Deja hable quela tuya.

La Solución

La solución a todos los problemas que nos ago-bian a nosotros y a la Iglesia es singular y permane-ce invariable a lo largo del tiempo. Los problemasson diversos; la solución es única. La respuesta acualquier problema es la santidad personal.

La santidad es sencillamente la aplicación de losvalores, principios y el espíritu del Evangelio a lascircunstancias de nuestra vida diaria, un momentoa la vez. No es complicado; es bastante simple. Perosimple no siempre es igual que sencillo. Considéra-lo otra vez. La Iglesia (al igual que muchas otrascosas en la vida) no es tanto algo que heredamos degeneraciones pasadas, o que tomamos de nuestrosantecesores, sino que es un préstamo entregado anosotros para las futuras generaciones.

Que comience la Celebración

Como católicos, lo que hacemos más que cual-quier otra cosa es celebrar. Todo en la Iglesia giraen torno a una celebración. El espíritu del catolicis-mo es predominantemente un espíritu de celebra-ción, lo que constituye la grandeza y el fundamentode nuestra fe. En este momento de la historia, tantola vida como la fe están siendo atacadas con toda lafuerza de una cultura que camina hacia laautodestrucción.

Creo que la mejor forma de defender la vida escelebrando la vida. Creo que la mejor manera decelebrar la vida es viviendo nuestras propia vida almáximo. Creo que la mejor manera de defender lafe es celebrándola. La mejor manera de celebrar elcatolicismo es viviendo la fe más intensamentecada día, permitiendo que llegue a lo más recónditode nuestra vida.

Pero una cosa es cierta: Nos convertimos enaquello que celebramos. Esta es una verdad irrefu-table encontrada en la vida de cada persona que hapisado la Tierra.

REFLEXIÓN 5:

LA VIDA AUTÉNTICA

Solo se requiere una cosa para que el catolicismoprospere: vidas auténticas. La mejor manera dehablar acerca de Dios es prosperar en la vida que Élnos ha llamado a vivir.

1. ¿Qué es la vida auténtica?

La vida auténtica empieza con el simple deseode ser aquello para lo que Dios nos creó y cooperarcon Dios interpretando el papel que él ha diseñadopara nosotros en la historia de la humanidad. Laaventura de la salvación empieza cuando dejamosde preguntarnos, «¿Qué gano yo con esto?» y vol-teamos humildemente hacia Dios en nuestro cora-zón, preguntándonos, ¿Cómo puedo servir? ¿Quétrabajo deseas que yo haga en mi vida? ¿Cuál es tuvoluntad para mi vida?

a) Alimentando la Vida Interior

Estando cada uno de nosotros llamado a viviruna vida auténtica, las cualidades exteriores de esta

vida pueden tomar diversas formas y tender adiferir sustancialmente de una persona a otra.

Las actividades externas son menos importantesque las transformaciones internas que cualquier ac-tividad debe obrar en nuestra vida. Es infinitamentemás importante, aquello en lo que nos convertimos,que aquello que hacemos y lo que hacemos tienevalor en tanto y en cuanto nos ayude a convertirnosen la-mejor-versión-de-nosotros-mismos.

La vida auténtica es compatible con cualquieractividad humana honesta. Todo trabajo honestopuede ser transformado en oración. Puedes trans-formar tu trabajo en oración, de hora en hora, detarea en tarea.

La transformación de las actividades cotidianasen oración es la esencia misma de la vida interior.Cada actividad del día nos puede ayudar a experi-mentar a Dios. Aprende a alimentar la vida interior

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de esta forma y vivirás una vida extraordinaria enmedio de circunstancias ordinarias.

b) Intranquilidad Moderna

Al viajar por el mundo, ha sido imposible nodarme cuenta cómo la vida de las personas estátornándose más rápidas y más ocupadas cada día.Atrapados por las obligaciones de cada día, agobia-dos por el apuro y correteo, muchas personas seatormentan ante la sensación de que mientras suvida pasa cada vez más rápido, ellos solo se quedancada vez más rezagados. En este esquema moder-no, muchas personas no están creciendo; simple-mente están sobreviviendo. ¿No es esta una vida desilenciosa desilusión?

c) Nuestro Propósito Esencial

Cuando separamos las actividades diarias denuestro propósito esen-cial, del verdadero signi-ficado de nuestra vida, escuestión de tiempo antesque la angustia y deses-peración nos invadan.

Si distraes a una per-sona de su propósitoesencial por un tiemposuficiente, verás cómo suvida se convierte en des-dichada. Si logras queuna generación enteranunca descubra su propósito esencial, crearás unaepidemia de desdicha y angustia. La gran tragediadel catolicismo moderno es la forma dramática enque nos hemos distraído de la meta de la vidacristiana.

Tristemente, un gran número jamás ha conocidoclaramente esta meta.

d) La meta de la vida cristiana es la Santidad.

Si a una persona le quitas la meta de la vidacristiana, no estás facilitándole las cosas—estásdificultándoselas. No estás trayéndole felicidad;estás guiándolo al comienzo del camino de la des-esperación y la desdicha.

Es verdad que nuestras metas deben seralcanzables. Pero nosotros somos capaces de haceralcanzables las grandes metas de nuestra vida, aldividirlas en porciones manejables, mientras man-tenemos el objetivo final siempre en mente.

Esta santidad no es algo que obtenemos paranosotros. En realidad, la santidad es algo que Diosobra en nosotros, no algo que alcanzamos. Sinembargo, Dios con perfecta caballerosidad nosinvita a participar en su vida, pero jamás fuerza supresencia en nosotros. Él desea nuestro permiso,quiere ser invitado a nuestro corazón y a nuestravida, pero mucho más que un consentimiento, o unainvitación, Él desea nuestra cooperación amorosa.

La Estrella Polar es la única estrella en el firma-mento que no se mueve jamás; se mantiene en suposición constante y fija y por lo tanto es una guíaconfiable para el navegante. De la misma forma, elllamado de Dios a vivir una vida santa nunca cambia.En un mundo de cambios rápidos y constantes, lo quese mantiene inalterado es lo que nos permite tenerconciencia de aquellos cambios. Pueden cambiar tus

ideas, pueden cambiar tus emocio-nes, pero el llamado de Dios a vivirvidas de santidad nunca cambia.

e) ¿Qué es la Santidad?

¿Que significa para ti vivir unavida de santidad? Cada uno de no-sotros tiene una idea distinta sobrequién es Dios y todos tenemos ideasdistintas sobre lo que significa sersanto. Según tu criterio, ¿una perso-na necesita ser sacerdote o religiosapara ser santo o santa?

f) ¿Los santos deben ser pobres?

Todos tenemos una visión de lo que significa sersanto y frecuentemente nuestra visión estádistorsionada por el prejuicio o sesgada por laignorancia y las experiencias del pasado. Dios nosllama a todos y a cada uno de nosotros a vivir vidasde santidad, sin excepción y cada uno a nuestramanera. Dios te llama a ti a la santidad, por compli-cado que se te haga asumir esta idea en tu mente yen tu corazón.

Las posesiones materiales, el matrimonio y laintimidad sexual, el trabajo, el dinero y las posi-ciones de autoridad y poder son algunas de lasoportunidades que la vida nos presenta para vivirvidas santas.

g) El mundo ridiculiza a la santidad.

La santidad nos acerca a la vida. La santidadpurifica toda habilidad humana. La santidad no

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sofoca nuestras emociones, las eleva. Aquellos queresponden al llamado de Dios a la santidad son laspersonas más dichosas de la historia. Tienen unaexperiencia de vida más rica y abundante y amanmás profundamente de lo que la mayoría de gentejamás podrá imaginar. Disfrutan la vida, en sutotalidad. Incluso en medio del sufrimiento soncapaces de mantener una paz y un gozo que sonindependientes de los sucesos y circunstancias quelos rodean. La santidad no nos agobia; nos libera.

Los signos más incuestionables de santidad son elinsaciable deseo de convertirnos en todo aquello queDios quiso que fuéramos cuando nos creó, el com-promiso inquebrantable con Su voluntad y la preocu-pación inagotable por las personas que no son santas.

Algunas veces la santidad significa ceder y otrasveces significa renunciar a ti mismo. La santidad esdejar que Dios llene cada rincón de tu ser; en esemomento es cuando realmente nos convertimos enla-mejor-versión-de-nosotros-mismos. La santidades guardarnos para Dios.

En cualquier momento, cuando sucumbes antela voluntad de Dios y escoges ser la-mejor-versión-de-ti-mismo, estás siendo santo. Es inspirador veresta santidad viva en una persona, aunque sea porun momento. No hay nada más atractivo que lasantidad. No solamente que la santidad es atractiva;sino que es inspiradora y despierta la curiosidad decualquier persona en cualquier lugar. Es tambiéninmensamente práctica.

¿Qué es la santidad? La santidad son todas lascosas increíbles que Dios hará en ti y a través de tisi es que te muestras disponible para Él.

h) La-Mejor-Versión-de-ti-Mismo

Vivir una vida auténtica es convertirte plenamen-te en lo que eres. Ser santo es convertirte plena-mente en aquello que Dios quiso que fueras cuan-do te creó. La vida auténtica, el responder al llamadode Dios a vivir una vida santa y nuestro propósitoesencial son lo mismo, son la misma cosa.

Pero la gracia de Dios jamás disminuye, enton-ces son nuestros esfuerzos conscientes, disciplina-dos y persistentes los que constituyen la clave paralograr un futuro más abundante y rico para lahumanidad. Esta búsqueda disciplinada de la virtudes la característica indispensable para vivir unavida auténtica.

Es importante entender que la perfección queDios quiere que alcancemos no es algún tipo deperfección robótica. Si pides a un grupo de niños denivel pre escolar que dibujen un árbol perfecto,ellos utilizarían líneas rectas, muy acentuadas ycolores brillantes. No existe aquel árbol. Pero haymuchos árboles perfectos. Su tosquedad es parte desu perfección. Tu nariz chueca y orejas grandes sonparte de tu perfección, pero los defectos de tucarácter no son parte de tu mejor yo.

La santidad es para todos, no solo para un gruposelecto, para los monjes en los monasterios y paralas monjas en los conventos; para ti y para mí. Sustareas diarias tienen un valor espiritual. Cada tarea,cada hora ofrecida a Dios es transformada en ora-ción y de todas estas formas das gloria a Dios através de tu trabajo diario.

i) Concilio Vaticano II

El Concilio Vaticano II fue groseramenteincomprendido por los católicos y distorsionadopor un gran número de teólogos. Al leer y releerlos documentos del Concilio Vaticano II, en-cuentro que el mensaje primordial no es nuevo,sino que es un recordatorio de que estamos llama-dos a la santidad.

Si jamás has leído los documentos del ConcilioVaticano II, te animaría seriamente a que lo hagas.Empieza por la Constitución Gaudium et Spes (LaIglesia en el Mundo Moderno). Es el último de susdieciséis documentos y por mucho mi favorito.Léelo despacio, reflexionando, orando. Úsala comoel inicio de tu conversación con Cristo. Háblale enun diálogo mental suave sobre lo que has leído ycómo te ha llegado, inspirado, alterado u ofendido.Sé honesto con Dios. Si discrepas, discrepa. Hábla-le sobre tus discrepancias. Pero siempre trata deestar abierto al espíritu de la verdad. Si no entiendesalgo, no dejes que te afecte; sigue al siguientepárrafo, pidiéndole a Dios que te permita entender-lo en el futuro.

j) La Gran Depresión

La gran depresión de nuestro tiempo no es eco-nómica; es espiritual. Parece que se ha impregnadouna sensación de sinsentido en la vida de muchagente hoy en día. «¿Por qué estamos aquí?» es unapregunta que muchas personas se han dejado deformular y que han comenzado a evadir. Se han

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dejado de hacer esta pregunta no porque no quieranconocer la respuesta, sino porque no han encontra-do nada que les sugiera que alguien la tiene.

Cuando la práctica y la predicación del cristia-nismo no están claramente enfocadas hacia el lla-mado universal a la santidad, las actividades perse-guidas en nombre del cristianismo degeneran enuna simple lista de iniciativas de beneficio social.

La Iglesia y por supuesto el mundo entero,aguardan desesperadamente unas pocas almas va-

lientes que se levanten y nos recuerden nuestra granherencia espiritual y nos redirijan al enseñarnos lameta de la vida cristiana: vivir vidas santas.

La vida auténtica se manifiesta de formas distin-tas en cada persona a través de nuestras necesida-des, talentos y deseos. Familiarízate con tu propó-sito esencial— para vivir una vida santa—y una vezque lo hayas encontrado, mantenlo siempre entreceja y ceja. Este es el gran secreto espiritual de lavida.

REFLEXIÓN 6:

EL CAMINO ESTÁ BIEN TRAZADO: LA SANTIDAD

La Búsqueda de la Excelencia

Si quieres ser un gran violinista, estudia a otrosgrandes violinistas. Si quieres ser un gran artista,estudia a otros artistas destacados. Si quieres ser ungran líder en los negocios, estudia otros grandeslíderes de los negocios y por supuesto que esteprincipio aplica para aquellos de nosotros que que-remos ser grandes católicos. ¿A quién debemosestudiar e imitar? Hay un sendero que nos conducehacia la vida auténtica. No se trata de un senderosecreto; el camino a la santidad es muy transi-tado. La vida espiritual es un camino largo ydifícil y todos somos peregrinos en este cami-no. Hay muchos hombres y mujeres que lo hanrecorrido antes que nosotros quienes están dis-puestos a servirnos como guías para recorrerloa nuestro lado.

Los Santos

Si deseamos se-guir a Jesús sincera-mente, es natural preguntarnos: ¿Quiénes han sidosus más grandes seguidores? ¿Quienes han prospe-rado siguiendo a Jesús? ¿Quién ha caminado poreste sendero exitosamente antes que nosotros?

La respuesta, por supuesto, es los santos. Peroestos se han vuelto impopulares entre los católicosmodernos. Hemos dejado de leer sus historias anuestros hijos. Hemos quitado sus imágenes denuestras iglesias y hemos dejado de leer los librosque ellos escribieron.

Como católicos, debemos formularnos una pre-gunta importante en relación a estos ancestros espi-rituales nuestros: ¿Por qué tantos católicos moder-nos han dado la espalda a estos grandes líderesespirituales?

Objeciones Comunes

No es raro tampoco que los biógrafos de estoshombres y mujeres los retraten como si hubierannacido en estado de santidad. Muchos libros sobre

la vida de los santos ignoran completamente sulucha para sobreponerse a las tendencias peca-minosas y los grandes conflictos internos queexperimentaron. En consecuencia, muchas bio-grafías de estos extraordinarios campeones es-pirituales terminan leyéndose como cuentos

religiosos de hadas. Adicionalmente aesta distorsión de los santos y tal vez acausa de ella, encontramos también quela manera en que algunos fieles se acer-can a los santos, a veces raya en lasuperstición.

Los santos han recorrido el camino que nosotrosestamos llamados a recorrer. Ellos son extraordina-rios ejemplos de vida cristiana y después de Cristo,ellos son los mejores ejemplos, guías, mentores yentrenadores para aquellos de nosotros que sincera-mente deseamos acercarnos a Dios y trabajar pornuestra salvación.

Algunos podrán objetar diciendo que Cristo es elúnico ejemplo que necesitamos. Pero los santos son

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la prueba práctica y viviente de que la filosofíacristiana funciona.

La verdad es que los santos han perdido supopularidad en esta era, no porque un puñado deabuelas le rezó tanto a San Antonio o a san José, endetrimento de Jesús. Los santos han perdido supopularidad y han caído en desgracia entre loscatólicos modernos porque la Iglesia se ha infecta-do de la filosofía secular común.

De manera que no debería sorprendernos quemuchos católicos modernos estén incómodos conlos santos. Sospecho que están tan incómodos conlos santos, como lo están con Jesús, el Jesús deverdad, no el que han fabricado en su mente.

Pero como católicos modernos, muchos de no-sotros nos contentamos con asistir a misa el domin-go y enviar a nuestros hijos a escuelas católicas (ono) y adorar a los dioses del materialismo ysecularismo las otras 167 horas de la semana. Ya eshora que los católicos modernos redescubramos lainvaluable contribución de los santos hacen a todosaquellos que desean vivir en armonía con Dios.

El Síndrome del Pedestal

Mucho del malentendido que rodea al papel quetienen los santos en la espiritualidad cristiana escausado por nuestra tendencia a colocarlos en unpedestal muy alto. Nos decimos que ellos sondistintos.

¿Por qué hacemos esto? Los colocamos en altospedestales, lejos de nuestro alcance, de manera queno tengamos que esforzarnos por imitarles. Jesúsencontró el mismo problema cuando estuvo en latierra. Él era, por supuesto, digno de adoración,pero quería la forma más alta de adoración: que laspersonas lo imitaran.

El Rechazo a la Disciplina

La filosofía de Cristo está basada en la discipli-na; y la disciplina es lo que la cultura modernadetesta. Los santos incomodan a muchos católicosmodernos porque nos retan a rechazar el espíritu delmundo y acoger el Espíritu de Dios. La disciplina esla amiga fiel que te hará encontrarte con tu verda-dero yo. La disciplina es el protector benigno que tedefenderá de tu peor «yo» y es el profesor extraor-dinario que te desafiará a convertirte en la-mejor-versión-de-ti- mismo y en todo aquello para lo cualDios te ha creado.

Tal vez les resulte interesante saber cómo estáncontagiando con esta enfermedad a sus hijos. Lasmadres se han convertido en taxistas: van de laescuela al tenis, al ballet, al fútbol, a las lecciones depiano, al básquetbol, al auto servicio de McDonald’s,al coro, al beisbol... y así sucesivamente.

Yo sostengo que si estas actividades tuvieranalgún valor real en la educación y desarrollo de unniño, será porque el niño aprende el arte de ladisciplina a través de ellas.

La abrumadora cantidad de actividades en las quenuestros hijos se inscriben está sirviendo únicamentepara distraerlos de adquirir alguna disciplina verdade-ra en su vida y como resultado se les está dando basessólidas en la superficialidad imperante. El objetivo delas actividades extracurriculares es proporcionar opor-tunidades para que nuestros hijos desarrollen la disci-plina. Una vez que se ha aprendido disciplina, estapuede ser aplicada en cualquier área de la vida.

Dios te ha puesto aquí por un propósito, pero sindisciplina, jamás descubrirás cuál es este propósito.Sin disciplina, caminarás lentamente y te unirás conseguridad a lo que Thoreau definió como las masasque conducen a una «vida de silenciosa desilusión».

En ausencia de disciplina, el hombre debe con-tentarse con superficialidades y mediocridad. Estees el hechizo que el secularismo ha lanzado alhombre moderno. La superficialidad es la maldi-ción del mundo moderno.

Manteniendo la Meta a la Vista

El reto para mí y para ti es que abramos nuestrocorazón al llamado del Evangelio que es, en últimainstancia, un llamado hacia la santidad. Si abres losoídos y el alma y escuchas el suave llamado deDios, descubrirás que, tal como los santos, estásllamado a la santidad.

Hasta un ciego sabe...

No es necesario que tú cometas todos los erro-res para aprender sobre la vida, sobre ti y sobreotros. Los que se niegan a aprender de los erroresde los demás, que se niegan a estudiar la historia,deberán conformarse cometiendo errores que otrosya han cometido antes.

Ahora me gustaría compartir con ustedes cincohistorias que ilustran la sabiduría y el poder de laspersonas que han abierto su corazón a la voluntadde Dios.

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Santa Catalina de Siena escribió: «Si eres loque debes ser, encenderás al mundo». Es extraño,pero he notado que incluso un ciego sabe cuándoestá en presencia de una gran luz. El mundonecesita que tú seas esa luz.

a) San Francisco de Asís

En los albores del siglo XIII, el mundo experi-mentaba dos problemas muy similares a los queenfrenta hoy en día. El deseo de amasar riquezacomenzó a seducir al corazón humano más quenunca. El segundo problema era que la religión sehabía convertido más en un hábito y en una tradi-ción vacía que en una convicción genuina. ¿A quéte recuerda esto?

En 1182, nació un niño en el diminuto pueblo deAsís, en las montañas del norte de Italia. Este niñocombatiría con su vida la codicia y el declivereligioso que asolaba su época. Su extraordinarioejemplo jamás ha dejado de inspirarnos. Franciscoaparentemente desperdició los primeros veinte añosde su vida entregándose a fiestas y sueños deconvertirse en un gran caballero. Durante la batalla,fue derribado de su caballo y, capturado por elenemigo para obtener rescate por su liberación.Cuando fue liberado meses después se encontrabamuy enfermo. Su convalecencia lo volvió a larealidad y le permitió encontrarse con Dios.

El punto de quiebre en su nueva vida ocurrió undía cuando no muy lejos de Asís, visitó la iglesia deSan Damián, abandonada y destruida. Al entrar a laestructura en ruinas, se arrodilló ante el crucifijo arezar. En ese momento, Francisco escuchó una vozque le habló diciéndole, «Reconstruye mi Iglesiapues como ves, está en ruinas».

Una vez que completó la Porciúncula, Franciscoescuchó la voz de Dios una vez más, diciendo,«Francisco, reconstruye mi Iglesia, pues como vesestá en ruinas» En esta ocasión, su corazón estuvoabierto para entender que lo que Dios le pedía no eradedicar su vida a reconstruir iglesias físicamente.Sino que más bien, estaba siendo llamado a unamisión espiritual. Fue entonces cuando Franciscorenunció a toda riqueza material y acogió una vidade sencillez, humildad, pobreza y oración.

Ha sido aclamado por historiadores, elogiado porlíderes religiosos de toda creencia y sus frases han sidocitadas hasta por presidentes. A pesar de que consi-

guió hacer todo esto hace cientos de años, pienso quesigue siendo una influencia espiritual poderosa yconfiable aún en los difíciles tiempos actuales.

San Francisco fue real. Se esforzó de corazónpor vivir una vida auténtica y, como los primeroscristianos, capturó la imaginación fascinando cora-zones y mentes de sus contemporáneos y tambiénde los que vendríamos después. San Francisco es unejemplo práctico de la fuerza de una vida auténticagrabada indeleblemente en la historia.

b) La Madre Teresa

La Madre Teresa nació como Agnes Bojaxhiu enSerbia el 26 de Agosto de 1910. Agnes creció enAlbania, rodeada de riqueza y prosperidad. A pesarde su acomodada situación, sus padres fueron mode-los de virtud. En 1937, hizo sus votos perpetuos depobreza, castidad y obediencia y, como era costum-bre, adoptó el título de Madre. En 1943, la India fueazotada por la guerra y la hambruna. Mientras otrasse fueron, ella daba más y más clases, llegandoincluso a enseñar dos materias en ocho grados.Estaba muy contenta y era muy querida en su trabajo.A mediados de los años cuarenta, su sola presenciaya constituía una poderosa fuerza que se había forja-do gracias a horas de oración y meditación.

En 1946, la Madre Teresa se enfermó y losmédicos le ordenaron descansar durante tres horastodas las tardes. Para ella, tener que descansar envez de hacer su trabajo era muy duro. Este períodode descanso obligatorio concluyó con la orden deausentarse para asistir a un retiro durante un mes.La intención de esta orden era para restablecer susalud y para someterla a un período de renovaciónespiritual poniendo una pausa en su trabajo.

Para 1950, a la edad de cuarenta años, la MadreTeresa había dejado la escuela y la Orden de Loretoy había fundado las Hermanas de la Caridad y vivíacon los más pobres entre los pobres de Calcuta. Paraentonces, había empezado una nueva vida, habíasoñado un nuevo sueño.

En las siguientes cinco décadas, la Madre Teresasurgió como un icono de santidad moderna, cautivan-do la imaginación, e intrigando el corazón y la mentede miles de personas en todas las naciones de la tierra.

La Madre Teresa es una de las mujeres másamadas de todos los tiempos. Era una voz firme deamor y fe; sin embargo, su influencia no venía de

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las palabras que pronunciaba o de los premios querecibió y jamás intentó imponer sus creenciassobre nadie.

En alguna ocasión en que se le pidió que hablarasobre su religión, ella contestó, «La religión no esalgo que podamos tocar. La religión es la adoracióna Dios, de ahí que se trata de un asunto de conciencia.Yo hago mi propia elección sobre lo que debo creery usted deberá hacer la suya. La religión que yo vivoy uso para adorar a Dios es la religión católica. Mireligión es mi vida, mi dicha y el regalo más grandede Dios en su amor por mí. No me pudo haber dadoun mejor regalo». La Madre Teresa practicó «elcaminito» recomendado por Santa Teresa.

La santidad es esencialmente personal, pero estambién colectiva e histórica, no es algo que obra-mos por nosotros mismos; sino algo que Dios obraen nosotros si es que cooperamos con él no paranuestro bien solamente, sino para los demás y enbien de la historia.

c) El Santo Cura de Ars

Juan María Vianney nació en la tranquila aldeade Dardilly, Francia el 8 de mayo de 1786, tres añosantes de la toma de la Bastilla. Fue más o menos poresta época en que la violencia de la Revoluciónfrancesa alcanzó a su pueblo de una forma muysutil. El catolicismo había sido vetado. Para cuandoJuan María tuvo diecinueve años, su madre habíaintercedido ante su padre para que lo dejara ir yfinalmente, ingresó al seminario menor. A pesar desus incansables esfuerzos, a Juan María Vianney lecostaba mucho el aprendizaje, especialmente dellatín. Con mucha ayuda y la disposición de sussuperiores para pasar por alto sus debilidades aca-démicas, finalmente, el 13 de Agosto de 1815, JuanMaría se ordenó como sacerdote.

En Febrero de 1818, Juan María Vianney seconvirtió en el pastor de una pequeña parroquia enArs. Juan María Vianney dedicó las primeras sema-nas a visitar a cada una de las sesenta familias quevivían en Ars. Les hablaba sobre los cultivos, losniños, los parientes y sobre todo aspecto cotidiano.Pero, lo que en realidad estaba haciendo era unaevaluación moral de su parroquia. Encontró que lavida espiritual de estas personas necesitaba unaprofunda renovación. Se preocupaban poco de laIglesia, pues habían sucumbido ante la seducción delos placeres comunes para toda época: la pereza, la

embriaguez, la blasfemia, la lujuria y la impureza.El nuevo pastor (curè en francés) entendió el

significado y valor de las palabras: «Esta clase dedemonios no pueden ser expulsados sino con ora-ción y ayuno». (Marcos 9, 29). El padre Vianneyinició una campaña individual de oración y ayuno,ofreciendo sus sacrificios por la conversión de laspersonas de su parroquia. Muchos considerabanque sus mortificaciones eran demasiado severas.

El curè predicaba valientemente y sin reservassobre los males de su comunidad. Al principio, lagente reaccionó con violencia, pero con el tiempo,la oración y ayuno del curè así como su ejemploempezaron a producir una cosecha fabulosa. Pero eldolor de su vida era aliviado por un raro placerespiritual: el ser testigo de la transformación en lavida de la gente.

Para su oración personal, el Padre Vianney pasabalargos intervalos frente al Santísimo Sacramento porla mañana por la noche. Animaba a sus parroquianosa visitar con frecuencia la iglesia y al Santísimo

El padre Juan María Vianney era un hombre deoración y de buen vivir y la gente de su parroquia seconvirtió en gente de oración y de buen vivir. Erantantas las personas que viajaban a verlo, que lacompañía de trenes que servía al distrito se vioobligada a construir una vía adicional y una esta-ción ferroviaria en el pequeño pueblo para atenderla afluencia de peregrinos. Sobre todo, el curè deArs fue un confesor. A medida que aumentaba elnúmero de personas que visitaban Ars, Vianneysimplemente aumentaba la cantidad de horas quepasaba en el confesionario.

Él sirvió a Dios y a los hijos de Dios en la sublimey rutinaria monotonía.

El 4 de Agosto de 1859, Juan María Vianney, elSanto Curè de Ars, murió. Muchos podrán mirar suvida y afirmar que hizo muchas cosas extrañas.Pero las causas por las que hizo todo eso son tanpuras como la nieve recién caída.

d) Santo Tomás Moro

Tomás Moro nació en Londres el 7 de Febrero de1478. Siendo muchacho, sirvió como paje del Ar-zobispo quien, impresionado por sus aptitudes, loenvió a estudiar a la Universidad de Oxford con tansolo catorce años de edad. Durante su estadía enOxford, se convirtió en tutor del príncipe quien se

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convertiría en el Rey Enrique VIII. Con algo más deveinte años, el joven abogado fue elegido paraintegrar el parlamento, dando inicio así a sumeteórico ascenso en el mundo de la política.

Tomás Moro adoraba a su familia y ellos loadoraban a él. Crio a sus hijos bajo las disciplinas dela educación y la virtud, siendo él mismo un ejemploa seguir para ellos. En una época en que la educaciónera considerada un desperdicio en las mujeres, pro-curó dar una refinada formación a sus hijos e hijas.

Al morir, Tomás Moro sacrificó más de lo quemuchos al elegir morir antes que traicionar susprincipios, lo que hace su vida aún más poderosa ysignificativa. En la primavera de 1534, TomásMoro fue tomado prisionero en la Torre de Londrespor negarse a firmar el Acta de Supremacía.

Se puede comprar a muchos a un precio relativa-mente bajo, así fue como Enrique VIII, TomasCromwell, la Iglesia de Inglaterra, la historia y elespíritu del mundo trataron de comprar el alma—oel yo—de Sir Tomás Moro. Ellos lo llevaron aprisión y lo amenazaron con matarlo. Intentaronapartarlo de todos y de todo aquello que amaba,esperando que el frío, la oscuridad, la soledad de sucelda, la falta de alimentos, de luz y de contacto conlos demás hicieran que se quebrara y se rindieraante sus demandas. Pero confundieron a Tomás conalguien como ellos. Se olvidaron que era un hombrede oración y de virtud.

Qué sería de nuestro País si hubiera tenido a unhombre con el carácter de Tomás Moro comopresidente. El 6 de Julio de 1535 fue ejecutado,acusado falsamente de traición.

e) San Juan Pablo II

Karol Wojtyla nació en la pequeña ciudad ruralde Wadowice, Polonia el 18 de mayo de 1920.Perdió a su madre antes de cumplir diez años,quedando a cargo de su crianza su padre, un oficialmilitar retirado quien le enseñó el arte de la vida—la disciplina—e inculcó en él firmemente el hábitode la oración. Estos se convertirían en los pilaresde su vida. Durante su niñez, se destacó como elmejor estudiante de su pueblo, como un entusiastaatleta y como actor aficionado. Posteriormente semudó a Cracovia con su padre e ingresó en laUniversidad Jagellónica. En desafío a la ocupa-ción Nazi de su país, se enroló en un movimientode resistencia cultural.

Después de la muerte de su padre, acaecida en1940, se inició su lucha interior para discernir suvocación. Su voluntad se encontraba dividida en-tre dos mundos: el altar y el escenario. Tras unconsiderable período de oración y angustia, lascosas se aclararon e ingresó al seminario clandes-tino dirigido por el arzobispo de Cracovia. Siguiótrabajando en una fábrica de productos químicos,mientras estudiaba Filosofía y Teología paralela-mente. Por las noches, arriesgando su vida, logra-ba escabullirse por las calles para asistir a clasesen casa del arzobispo.

Concluidos sus estudios en Roma, retornó a Polo-nia y empezó un intenso apostolado con estudiantesuniversitarios. En 1958, a la edad de treinta y ochoaños, recibió la consagración episcopal y fue nom-brado Obispo Auxiliar de Cracovia. Luego de sernombrado Arzobispo de Cracovia, en 1964, comen-zó una batalla sin descanso por los derechos civilesy religiosos de su gente. En 1967, a los cuarenta ysiete años, fue nombrado Cardenal, pero se resistió aactuar de la forma en que se espera que lo haga unprelado. Siguió esquiando, haciendo excursiones,haciendo kayak; incluso vacacionando con laicos.

Karol Wojtyla fue nombrado el 264 Obispo deRoma el 16 de Octubre de 1978 y tomó el nombrede Juan Pablo. Él insufló nueva vida en la institu-ción más antigua del mundo, el papado, en elcontexto del mundo moderno. Viajó a todos losrincones del planeta, predicando el Evangelio amillones de personas. El 13 de Mayo de 1981, elPapa Juan Pablo II fue herido de bala en la Plaza deSan Pedro. Sobrevivió a este atentado y volvió a sulabor con más vigor que nunca. Durante este perío-do tan necesitado, se convirtió en un ejemplo deperdón para el mundo moderno, al reunirse y recon-ciliarse con el hombre que le disparó. En 1995,defendió la universalidad de los derechos humanos,en su alocución en las Naciones Unidas.

¿Alguna vez viste orando a Juan Pablo II? Todoslos días, celebraba Misa en su capilla privada concerca de veinte invitados. Tal vez fuiste alguno delos afortunados asistentes. Si no, quizá viste portelevisión alguna toma de estas Misas.

Cuando este hombre se arrodillaba a orar des-pués de la Comunión, cerraba sus ojos y viajaba a unlugar profundo en su interior. Lo sorprendente esque si colocabas a este hombre en un estadio de

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fútbol lleno con cien mil personas, se arrodillaba deigual forma, cerraba sus ojos luego de la Comunión,e iba a ese lugar profundo de su interior donde seconectaba con Dios. «Encuentra este lugar en tuinterior, tú también lo tienes».

Su preocupación primaria fue hacer la voluntadde Dios en su propia vida y animar a otros a hacerlo mismo. Tratar de comprenderlo separándolo desu espiritualidad, sería una pérdida de tiempo. El 2de Abril del 2005, a la edad de ochenta y cuatroaños, el Papa Juan Pablo II murió en Roma.

Juan Pablo II capturó la imaginación y fascinólos corazones de personas de todas las religiones.

La vida que Jesús nos invita a vivir tiene un podersobrecogedor para influenciar al mundo en cadalugar y en cada momento de la historia. Él demostrócon su vida que nuestra época no es diferente.

Tomando en serio al EvangelioSan Francisco de Asís, la Madre Teresa, Juan

María Vianney, Santo Tomás Moro y Juan Pablo IIson solo cinco ejemplos tomados de cientos—no,miles—de hombres y mujeres que tomaron en serioal Evangelio durante los últimos dos mil años. Ensus vidas tienes un pequeño ejemplo de cómo seríala tuya si empiezas a tomar en serio la vida yenseñanzas de Jesús.

REFLEXIÓN 7:

¿QUÉ LOS HACE DIFERENTES A LOS SANTOS?

Hay dos grandes diferencias entre los héroes,líderes, campeones y santos que llenan los libros dehistoria y el resto de nosotros. En primer lugar, ellostuvieron un objetivo central queocupó cada actividad que desarro-llaron durante sus vidas y, en se-gundo lugar, asumieron hábitos queles permitieron alcanzar este obje-tivo. No se trata de hábitos sin sen-tido que se adquieren al elegir elcamino del menor esfuerzo y delmayor placer, sino hábitosvivificantes que llevan a la excelen-cia y santidad.

Concentrándonos en un Objeti-vo Central

Si te adentras en la vida de perso-nas extraordinarias, descubrirás queestán marcadas por dos cualidades,su meta y por lo tanto, tuvo unobjetivo central, luego, desarrolló hábitos en suvida que le ayudarían a alcanzar ese objetivo. Esteobjetivo central te librará de desperdiciar tu vida enactividades sosas y superficiales, carentes de signi-ficado y que, de aquí a cien años, serán todavíamenos significativas. Cuando tienes una meta cen-tral, acoges todo aquello que te lleva hacia el logrode tu objetivo y desechas lo que te aleja de él.

La Madre Teresa eligió el mejor camino y lameta crucial. Su único deseo fue unirse a Dios. Ellafijó su objetivo central en Dios y en una vida de

santidad. ¿Qué significa santi-dad? Convertirse en santo.¿Qué significa esto? Amar aDios buscando su voluntad yconvirtiéndose en todo aquelloque Dios quiso que fueras—la-mejor-versión-de-ti-mismo.

La Voluntad de Dios

La frase: «Solo haz la vo-luntad de Dios» suena muy sim-ple. Es sencilla y la sencillez eshermosa y brillante, pero no eslo mismo sencillez que facili-dad. En muchas cosas, tal vezen la mayoría, la voluntad deDios es fácil de descubrir. Siaceptamos que debemos amar

a Dios y al prójimo, muchas elecciones en la vida sehacen claras.

Una vez, un sacerdote le pidió a la MadreTeresa que rezara para que Dios le concedieraclaridad en una decisión que debía tomar. Ella ledijo: «Tal vez Dios nunca le dé claridad. Lo únicoque le queda es confiar». A veces creemos tener lacerteza; y a veces solo nos queda confiar, la

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voluntad de Dios es, en otras palabras, que teconviertas en la-mejor versión- de-ti-mismo, esaversión tuya a través de la cual Dios pueda entraren el mundo más perfectamente.

La voluntad de Dios no es tan misteriosa comomuchos pretenden. Al llegar a casa después de tutrabajo tienes dos alternativas: sentarte en el sillónfrente al televisor con una bolsa de papitas y unacerveza, o salir a correr ¿Cuál te ayudará a ser la-mejor-versión-de-ti-mismo?

Como se dijo antes, la santidad es tan sencillacomo saber cuándo decir sí y cuando decir no.Pero para lograr decir no a algo, debes tener un «símás profundo». Este es el sí profundo que lamayoría no tenemos.

Caminar humildemente con Dios significa per-mitir que Dios, tu Padre, te tome de la mano y teguíe. Sin embargo, frecuentemente queremos co-rrer, adelantarnos a nuestro Padre amoroso, nossoltamos de su mano y corremos alocadamente sindirección. No queremos perdernos nada. Este ca-minar humilde junto a Dios es difícil. Para alcan-zarlo, es esencial que adquiramos los hábitos delrecogimiento y auto control:

a) ¿Como te Gustaría que tu Vida Cambiara?

¿Te están ayudando tus hábitos a convertirte enuna-mejor-versión-de-ti-mismo o te están dismi-nuyendo hacia lo contrario? Dime cuáles son tushábitos y te diré qué tipo de persona eres.

b) Una buena personalidad creada por bue-nos hábitos, crea en síntesis un futuro próspero.

¿Cómo te gustaría que tu vida fuera distinta a ladel año pasado? ¿Como vendría este cambio? Mu-chos viven la falsa fantasía de que un día desperta-rán y de pronto su vida será mágicamente diferente.Esto nunca sucede. Esas personas envejecen ymueren esperando ese gran día. Otros viven la¿Cómo te gustaría que tu vida fuera distinta a la delaño pasado? ¿Como vendría este cambio? Muchosviven la falsa fantasía de que un día despertarán y depronto su vida será mágicamente diferente. Estonunca sucede. Esas personas envejecen y muerenesperando ese gran día.

En este momento haz una pausa. En un papelescribe tus hábitos. Piensa bien. ¿Cuáles son lascosas que haces todos los días, todas las semanas,todos los meses? Ahora revisa la lista y pregúntate,

«¿Cuál de estos hábitos me está ayudando a ser la-mejor-versión-de-mi-mismo. ¿Y cuáles de estoshábitos son auto-destructivos?»

c) ¿En qué consiste un verdadero amigo?

La característica que define a un buen amigo esser alguien que te anima a ser todo aquello quepuedas ser y te reta a convertirte en la-mejor-versión-de-ti-mismo. Son estas las personas quenos animan y vigorizan.

Me encanta estar rodeado de personas que estánluchando por amar a Dios y por mejorarse a símismos, ellos me animan, me inspiran, hacen queyo quiera ser una mejor persona.

Si quieres una regla de mano para escoger ami-gos, utiliza esta pregunta: ¿Compartir tiempo conesta persona me hará ser mejor?

d) Amigos Espirituales y Soledad

Debemos tratar de aplicar esta máxima no soloa mi entorno social, sino también a mi vida espiri-tual. Por esta razón es que los santos son tan buenosamigos. Ellos nos animan a amar a Dios y alprójimo más plenamente y nos desafían a usar elquehacer cotidiano de nuestra vida para convertir-nos en una-mejor-versión-de-nosotros-mismos. Esaes la dinámica social de la santidad. Es atractiva yes contagiosa. He aprendido que es mejor estarsolo, que con la persona equivocada. No sientastemor de la soledad. Úsala como una oportunidadde amistarte con personas que te inspiren. Aprove-cha tu soledad para hacerte amigo de los santos.

Alimentando el Espíritu

Es la transformación que nos impulsa y llenanuestra vida con pasión y entusiasmo. Vivimos másplenamente cuando estamos convirtiéndonos en una-mejor-versión-de-nosotros-mismos. Enfócate endesarrollar el espíritu de transformación en tu vida.

Luces Brillantes

Hay algo que resulta en última instancia muyatractivo sobre la santidad. Cuando en algún lugary momento, surge algún santo, las personas de biense ven inspiradas. ¿Qué es aquello que los hace tanatractivos? Tal vez sea su humilde abandono a lavoluntad de Dios y el júbilo que surge de eseabandono. Tal vez sean las muchas virtudes queadquieren a lo largo del camino: paciencia, bondad,humildad, mansedumbre, perdón y amor. ¿O será

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que su deseo es explorar el potencial dado a ellospor Dios? Esta cualidad es increíblemente atractivay en última instancia, inspiradora.

Debido a que estos hombres y mujeres permitie-ron que Dios brille tan fuertemente a través suyo,personas de todos los credos enmudecen de asom-bro ante su presencia. Hasta un ciego sabe cuandoestá en presencia de una luz brillante.

No hay nada más atractivo que la santidad. A lolargo de la historia, donde quiera que hayan vividohombres y mujeres de santidad, la Iglesia ha florecido.Esta es la respuesta a todas nuestras preguntas y lasolución a todos nuestros problemas: santidad de vida.

¿Quién será el siguiente?

El mundo moderno espera que surja un puñadode héroes espirituales que inspiren y movilicen a lasmasas hacia un estilo de vida más Cristo céntrico.

A lo largo de la historia, las grandes transforma-ciones y movimientos dentro de la Iglesia, se handado siempre fuera de los caminos esperados. Pri-mero, el hombre crea un problema y entonces Dios,en su infinita sabiduría, nos entrega la solución. Silos problemas de hoy día son más graves que nuncaantes, entonces Dios formará santos más grandesque nunca antes.

¿A Quién Pertenece el Futuro?

El futuro pertenece a los cuenta cuentos y nospertenece a todos nosotros. ¿Cómo será? Bueno,eso depende mucho de las historias que contemos,de las historias que escuchemos y de las historiasque vivamos.

Jamás subestimes la importancia de las histo-rias, pues desempeñan un papel crucial en la vida deun individuo y de la sociedad. El sesenta y cinco porciento de los Evangelios son historias, o parábolas.El cien por ciento de los Evangelios es la historia dela vida de Jesucristo; la historia más influyentejamás escrita.

Debería darnos Vergüenza

Si queremos cultivar una nueva generación desantos, se requieren dos ingredientes indispensa-bles. Primero y siempre primero, debemos lucharpara crecer en santidad, para convertirnos, de ma-nera más perfecta, en la persona que Dios quiso quefuéramos; y segundo, debemos contar las historiasde los campeones y héroes del cristianismo que nos

precedieron. Lee a tus hijos historias de santos. Nosconvertimos en las historias que escuchamos.

¿Por Qué Causa Estarías Dispuesto a Dar TuVida?

Por cuál causa estarías dispuesto a dar tu vida?Hay dos formas de interpretar esta pregunta, perono me refiero a la causa por la que estarías dispuestoa morir. Me pregunto por aquella causa por la queestarías dispuesto a dar tu vida. ¿Cuál causa impor-tante estarías dispuesto a apoyar con los momentosde tu propia vida?

La vida es maravillosa pero breve. Cada día estálleno de gran potencial. La vida a la que Dios nosinvita nos permite vivir cada momento con cons-ciente y vibrante entusiasmo.

Encontrando Tu Lugar

Es hora de que encuentres tu lugar en la historiade la humanidad. Nadie lo puede hacer por ti. Es untrabajo que quedará pendiente hasta que lo hagas túmismo. El mundo no necesita otra Madre Teresa.Encuentra tu lugar en la historia de la salvación. Séun santo. Sé tú mismo. Tú mismo perfectamente

Por Dónde Empezar

El imperio occidental moderno está en declive.Morirá pronto. No es el fin del mundo. No es el finde la humanidad. Es solo el comienzo de una nuevaera. Surgirá una nueva civilización. ¿Cómo seráesta nueva civilización? Eso depende totalmente delas historias que contemos, escuchemos y vivamos.

Familiarízate con la vida de los santos, pues nonacieron siéndolo. No se convirtieron en santos dela noche a la mañana. En la mayoría de casos, no sepropusieron hacer cosas extraordinarias y no sepropusieron cambiar al mundo. Estas almas ex-traordinarias estuvieron enfocadas principalmenteen lo ordinario.

Si pudieses cambiar algo del mundo, ¿qué sería?El mundo es en la actualidad lo que es gracias apersonas como tú y como yo. Nuestros pensamien-tos, palabras, acciones e inacciones, conjuntamentehan contribuido a crear el mundo actual.

Para tener un impacto histórico y global, hay queactuar localmente. Cualquier cambio que deseespara el mundo, créalo en tu propia vida.

Solo se requiere una cosa para que el catolicismoflorezca: vidas auténticas.

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LOS SIETE PILARESDE LA ESPIRITUALIDAD CATOLICA

Estos siete pilares combinan en un conjunto de ejercicios espirituales, dos mil años desabiduría espiritual. Pueden ser prácticas antiguas, pero no te confundas creyendo que no sonrelevantes en la vida del mundo de hoy. Estas prácticas son dinámicas y siempre frescas.

Un árbol con raíces profundas puede soportar cualquier tormenta. En tu vida y en la míaes solo cuestión de tiempo antes de que la siguiente tormenta llegue: una enfermedad, lamuerte de algún ser querido, el desempleo, dificultades económicas, un hijo problemático,un desastre natural, problemas matrimoniales, o cualquier otra cosa. Las tormentas de la vidason inevitables. La pregunta no es si habrá o no otra tormenta. La pregunta es: ¿cuándollegará aquí la siguiente tormenta? Y cuando la siguiente tormenta llega, es muy tarde parahundir las raíces. Cuando la tormenta llegado tienes raíces o no las tienes.

Hunde estas raíces: los Siete Pilares de la Espiritualidad Católica, hondo en tu vida ysoportarás cualquier tormenta.

trabajo pesado. Está anhelando contar con tu co-operación, pero no irá a donde no lo llamen

Volviendo a Dios

Arrepentirse es una palabra fuerte. Pero, más dedos mil años después, ¿qué sig-nifica para nosotros aquí y aho-ra? Pues lo mismo que signifi-có para las personas cuyas san-dalias pisaron los polvorientoscaminos tratando de acercarsea Jesús mientras pasaba por susaldeas. Arrepiéntete significa«volver a Dios»

Si somos honestos con no-sotros mismos, si somos capa-ces de tolerar un momento de

verdad, si estamos dispuestos a darle un lugar ennuestra vida a la verdad por sobre todas las excusasy justificaciones, pienso que descubriremos quetodos necesitamos volver a Dios.

PARTE II:

REFLEXIÓN 8:

LA CONFESIÓN

Tanto Michael Jordan como Tiger Woods hantenido una gran habilidad para estudiar su juego eidentificar sus destrezas y debilidades. Una vez quelo han hecho, han trabajado incansablemente parahacer impenetrables sus cualidades y transformarsus debilidades en fortalezas.

Este proceso de identificaraptitudes y debilidades y trans-formar las debilidades en forta-lezas es un ejemplo clásico deespiritualidad católica.

¿Cuáles son tus debilidades?¿Las conoces? Muchos no quie-ren conocerlas. No queremospensar ni hablar de ellas y cier-tamente no queremos que nadielas saque a relucir. Tus debilida-des son la clave hacia un futuro más grande einimaginable que Dios ha preparado para ti. Diosquiere ensuciarse las manos contigo. Quiere traba-jar junto a sus hijos. Está dispuesto a hacer todo el

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Muy pocas personas le dan completamente laespalda a Dios. Muchos solo lo hacemos en una odos áreas de nuestra vida. Muchos lo hacemos en unrincón de nuestro corazón. ¿En qué área de tu vidale has dado la espalda a Dios?

Si estás dispuesto a buscar la verdad, sin impor-tar a donde te conduzca, sé que descubrirás cuángrande es el catolicismo. Pero no siempre es evi-dente a simple vista. Debes profundizar en ello.Espero que lo hagas.

Soy un Pecador

Todos los días me sorprendo haciendo cosas queson auto destructivas y que me hacen una personainferior. Son los pensamientos, palabras y accionesque se desvían del orden natural y que me separande la tranquilidad de saber que estoy contribuyendopositivamente al bien común del universo revelado.Lo raro es que, muy dentro no quiero pensar, deciry hacer esas cosas. No quiero ser esa personainferior; quiero ser la-mejor-versión-de-mí-mis-mo. Quiero vivir para contribuir con la alegría delos demás, no con su desdicha. En cada momento demi diario vivir estoy atrapado en una lucha.

«Soy un pecador y necesito ser salvado». Nece-sito ser salvado de mí mismo y de mi pecado.

El Drama de la Vida

El mayor drama de la vida de alguien se puedecomprender al examinar la tensión que hay entre la-persona-que-soy y la-persona-que-debería-ser. Estaes la tensión de la vida y precisamente a ella se refierePablo cuando sugiere que cada uno de nosotros debe-ría procurar su propia salvación (cf. Filipenses 2, 12).

Todo tiene su trascendencia en relación con lameta y cuando olvidamos la meta, nada tiene senti-do. Si olvidamos que Dios quiere que vivamosvidas de santidad, nos desorientamos.

Un Encuentro Sagrado

Dentro de este contexto, deseo hablarte sobre labelleza y la grandeza de la práctica de la confesión.Encuentro que la confesión es una lección de hu-mildad, mas no de humillación.

La confesión es parte integral de la grandeza delcatolicismo, que busca nutrir a la personaintegralmente y transformar al mundo entero en unlugar donde hombres y mujeres puedan vivir en lapaz y la alegría de Dios. La confesión es la práctica

espiritual perfecta para revitalizar nuestra búsque-da de excelencia en la vida espiritual. La gracia esel poder de Dios dentro de nosotros. Ella cura lasheridas que el pecado ha causado y nos ayuda amantener un balance moral. También nos ayuda aperseverar en la búsqueda de la virtud.

La confesión no es solamente una experienciapurificadora; es también una experienciafortalecedora. La confesión es una oportunidadpara que tú y Dios trabajen juntos en formar una-mejor-versión-de ti- mismo.

Objeciones Comunes

La cultura secular propaga el mito de que no haytales cosas como el bien y el mal, la verdad objetiva,ni aciertos o equivocaciones universales. Nos dicenque todo esto son solo ideas que la Iglesia hainventado para controlarnos y manipularnos. Lesaseguro que «el pecado y el mal son reales».

La muletilla de los cristianos modernos ha pasa-do a ser «No necesito confesarle mis pecados a uncura. Puedo hacerlo directamente a Dios». Tú pue-des hacer lo que te parezca; esta es la naturaleza dela libertad que Dios nos concede. Pero si realmentequieres ser cristiano, entonces realmente quieresbuscar y hacer la voluntad de Dios.

La tradición de la confesión está profundamenteenraizada en la vida y enseñanzas de Jesús, como seve en los Evangelios. «Reciban el Espíritu Santo.Aquellos pecados que ustedes perdonen quedaránperdonados y aquellos que ustedes retengan queda-rán retenidos». (Juan 20, 21-33)

Pero tal vez el peligro más grande del métododirecto-con-Dios es que muy fácilmente puedellevarnos a engañarnos y entonces empezamos acrear a Dios a nuestra imagen.

Casi nunca vemos las cosas como realmente son.Cuando voy al confesionario, la mitad de las vecesnecesito que el sacerdote me diga, «Estás siendodemasiado suave contigo mismo». La otra mitad delas veces, necesito que diga, «Estás siendo muyduro contigo mismo». Casi nunca veo las cosas ensu magnitud real. Esta es solo una pequeña muestrade la genialidad de la confesión.

Los católicos que utilizan este argumento tampo-co adquieren el hábito de confesarse directamentecon Dios; no lo usan para justificar una forma distintade confesión, sino como excusa para evitarla.

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El Cuarto Concilio de Letrán no inventó lapráctica de la confesión tal como la conocemos hoydía. El concilio buscó solamente reafirmar aquelloque según su entendimiento había sido prácticaconstante de los cristianos desde el comienzo yenfatizar las ventajas de esta práctica para todohombre y mujer que deseara estar cerca de Dios.

Hay incluso algunos que la consideran una prác-tica necesaria únicamente en caso de pecado grave(de acuerdo a la mínima obligación establecida enla Ley Canónica). Este argumento hace que nospreguntemos qué tipo de relación tienen estas per-sonas con sus cónyuges, hermanos, hijos, patronos,colegas y amigos cercanos.

¿Resultaría saludable para una relación si elesposo y la esposa se pidieran disculpas únicamenteen caso de ofensas graves? ¿Cuán saludable sería turelación más importante si nunca pidieras perdón?

Si aplicamos este método de nunca pedir perdónen nuestra comunicación con Dios, esta relaciónpadecerá el destino que tantas relaciones humanasmodernas están padeciendo.

La gente me dice todo el tiempo: «No puedo ira confesarme con mi sacerdote». Cuando les pre-gunto la razón, me responden, «porque él meconoce». ¡Pues esa es la idea! Se supone que elsacerdote debe conocerte. Es de gran ayuda si teconoce. Mientras más te conoce, más útil puedeser en tu camino interior.

Otros, en cambio me dicen: «No puedo confe-sarme con un padre que me conoce». Les pregunto¿Por qué? y me responden: «!Oh!, si supiera mispecados nunca más me volvería a hablar». Esto esabsurdo. Cuando revelamos a los demás nuestrasfaltas y debilidades, ellos no nos aman menos; nosaman más. Tampoco es como si fueras a decirlealgo que no hubiera escuchado antes. No te creastan original. Las maneras de pecar del hombre sonbastante similares y muy poco originales.

Pero con todo esto dicho, me gustaría reafirmarque Dios no es un dictador injusto tratando de domi-nar la humanidad con puño de hierro. Dios no quierecontrolarte o manipularte, ni forzarte a hacer cosasque no quieres, ni quiere hacerte sentir culpable omal contigo mismo. Dios quiere que llegues a ser la-mejor-versión-de-ti mismo; y a cambio, te envía almundo para que ayudes a otros a hacer lo mismo.

Contempla la Belleza

Nuestros pecados nos afectan física, emocional,intelectual, espiritual y psicológicamente. Afectannuestras relaciones, nuestro trabajo, nuestra salud,nuestra claridad intelectual y nuestra habilidad paraacoger genuinamente y experimentar la vida. Elpecado limita nuestro futuro al encadenarnos alpasado. Si quieres pasar el resto de tu vida defen-diendo tus debilidades, allá tú. Si quieres seguirperdiendo los estribos y diciéndote a ti mismo, «asíes mi carácter», adelante.

El misterio de la gracia jamás será descritoadecuadamente con palabras frías en páginas frías;debe ser experimentado. De ahí que, si no hasacudido a la confesión por algún tiempo, tal vezahora sea el momento. Dios mira tu potencialinalcanzado. Él no mira solo quién eres sino quiénpodrías ser. Pídele que comparta esa visión contigo.

La oscuridad no puede sobrevivir en la luz.Mientras escondamos nuestros pecados esconda-mos nuestras faltas y caídas, estas crecerán ydesarrollarán poder sobre nosotros. Si son lo sufi-cientemente graves y las dejamos desatendidas untiempo suficiente, empezarán a controlar nuestravida entera. Pero al llevarlas a la luz, perderánpoder sobre nosotros. Te aseguro que si te acercasa este sacramento con un corazón sincero y humil-de, experimentarás el flujo de la gracia en tu vida.La confesión es un regalo. Sé testigo de su belleza.Acoge el tesoro.

Auto Conocimiento

En la vida espiritual, es muy importante crecerno solo en nuestro conocimiento y entendimientode Dios, sino también en el conocimiento y enten-dimiento de nosotros mismos. Tanto el conoci-miento de Dios como el propio son necesarios paraemprender el viaje del alma. Estos están conectadosintrínsecamente y poseer uno sin el otro es inútil.

Confesar nuestros pecados en el sacramento dela reconciliación nos ayuda a desarrollar eseautoconocimiento. "Conócete a ti mismo". Losregalos del autoconocimiento incluyen la libera-ción de la imagen que el mundo tiene de quien eres(y de quien deberías ser) y una inagotable compa-sión por los demás. Entre más me conozca a mímismo (y mis propios defectos), más seré capaz deaceptar y amar al resto de las personas.

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Un Nuevo Hábito

Nuestra vida cambia cuando nuestros hábitoscambian. Yo me he convencido del poder delhábito de la confesión frecuente en mi propia viday me gustaría animarte a que lo hagas un hábitoespiritual en la tuya.

Nosotros perdemos nuestra sensibilidad. Luegode un tiempo, un gran comportamientoautodestructivo no se ve tan mal entre tantos peque-ños comportamientos autodestructivos.

Cuando lavas el auto, eres cuidadoso con todoaquello que lo pudiera ensuciar. De la misma for-ma, luego de acudir a la confesión, eres cuidadosocon todo aquello que te impide ser la-mejor-ver-sión-de-ti-mismo.

¿Has notado alguna vez cómo ciertas personasejemplares tienen una sensación de bienestar? Noparecen estar cargando el peso del mundo sobre sushombros. Cuando acudes a la confesión tu alma espurificada y una belleza interna brilla desde dentro.

¿Cuán frecuentemente deberías confesarte?Nadie te lo puede decir. No hay nada como unaconciencia limpia. Nada nos llena de dicha de lamisma forma. ¡Ah! Una conciencia limpia— es unplacer único.

La Tentación

Una vez que hemos vuelto hacia Dios y lo hemosabrazado otra vez, como el hijo pródigo que abrazóa su padre (cf. Lucas 15, 20), aún tenemos que viviren el mundo. En él, enfrentamos toda clase dedistracciones y tentaciones que tantas veces nos hanalejado del camino de la paz en el pasado.

La tentación es real. Hay algunas verdades in-mutables cuando de nuestra lucha contra la tenta-ción se trata. La primera es no hablar con ella.Cuando la tentación susurra a tu oído, aléjate.

No es suficiente evitar el diálogo con la tenta-ción. Tenemos que remplazar ese diálogo de tenta-ción con otro tipo de diálogo. ¿Cómo se llama eseotro tipo de diálogo? Oración. Para vencer a latentación tenemos que orar incesantemente en me-dio de ella.

Como hombres y mujeres de fe, creemos queDios es todopoderoso. Sabemos esto instintivamentey frecuentemente no queremos que Dios y su sertodopoderoso se interpongan en el camino de nues-

tros pecados. Nosotros amamos algunos de nues-tros pecados. Esta es la primera verdad que descu-brimos en el camino a la conversión. Amamosalgunos de nuestros comportamientosautodestructivos, especialmente los habituales.

Es importante que reconozcamos y agradezca-mos esta verdad. Luego, como toda verdad, tene-mos que responder ante ella.

No puedes acogerte al silencio con la verdad. Unavez que lo descubres, estás obligado a responder.Puedes, por supuesto, ignorar la verdad que descu-bres, pero eso es ya en sí mismo una respuesta.

Una respuesta puede ser volver a Dios y rogarleque te libere de cierto pecado habitual. Luego, lapróxima vez que estés tentado a consentir esepecado, llama a Dios incesantemente en la oración,pidiéndole que te aleje de la tentación.

Otra posibilidad muy real es que no quierasabandonar algún pecado habitual. Si ese es el casoy no tienes ninguna intención genuina de cedercierto comportamiento autodestructivo, entonceste invito a que vayas a la Iglesia y te sientes enpresencia de Dios y le pidas que te conceda el deseode dejar ese pecado.

Por lo que más quieras, no dialogues con eldemonio. Él siempre tiene más preguntas que lo quetú tendrás respuestas. Conocer tus debilidades yfortalezas es una gran ventaja en cualquier campo.En el aspecto espiritual es de importancia capital.

He aquí un pequeño cuento que nos puede acla-rar la obra maravillosa que Dios puede hacer ennosotros.

EL TOQUE DE LA MANO DEL MAESTROEl fragmento se titula «El Toque de la Mano del Maestro»,escrito por Myra B. Welch.Todo maltratado y raspado y el subastador pensóQue no valía la penaMalgastar tanto tiempo con ese viejo violín.Aun así, lo sostuvo en alto sonriendo.«¿Cuánto me ofrecen, amigos?»—preguntó—«¿Quién quiere empezar las ofertas?».«Un dólar, un dólar...» y después, ¡Dos!, ¿Sólo dos?«Dos dólares. ¿Quién me da tres?».«Tres dólares, a la una; tres dólares, a las dos;A punto de venderse por tres...». Pero no.Desde el fondo del salón, un hombre de pelo grisSe adelantó a coger el arco y,

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Después de sacudir el polvo del viejo instrumentoY volver a tensarle las cuerdas,Tocó una melodía tan dulce y puraComo las canciones del coro de los ángeles.Terminada la melodía, el subastador,En voz baja y grave, volvió a preguntar;«¿Cuánto me ofrecéis por el viejo violín?»Y levantó el violín con el arco.«Mil dólares, ¿Quién ofrece dos?¡Dos mil, a la una! ¿Quién ofrece tres?Tres mil, a la una; tres mil, a las dos yA punto de venderse en tres mil; y,¡Vendido en tres mil!», concluyó.La gente aplaudía, aunque algunos se lamentaban,«No entendemos muy bien,¿Qué fue lo que cambió su valor?», preguntaban,

Y la respuesta fue muy sencilla:«El toque de una mano maestra».De ese modo más de un hombre de andar desafinado,Marcado por los golpes y cicatrices del pecado,Como al viejo violín, se lo ofertan barato a los impasibles,Por un plato de sopa, por un vaso de vino;Y hecha la jugada, sigue su camino.A «punto de venderse» una vez y a«Punto de venderse» la segunda,A «punto de venderse» y casi «vendido».Pero llega el Maestro y la gente insensataJamás alcanza a entender del todoEl valor de un alma y el cambio forjadoCon el toque de la mano del Maestro.Se pueden obrar cosas maravillosas si dejamos

que el Maestro ponga sus manos en nuestras vidas.

REFLEXIÓN 9:

LA ORACIÓN DIARIA

Algunos fallan en adquirir un hábito diario deoración en su vida porque lo enfocan con expecta-tivas equivocadas. Consciente o inconscientemen-te, muchos afrontan la oración esperando que seafácil. La verdad es que, la oración probablementesea lo más difícil que hagamos jamás. De cuando encuando, habrá momentos en que nos lleguen chis-pazos de inspiración en nuestra oración, pero lamayoría del tiempo, la oración es trabajo duro,trabajo que bien vale la pena hacer; pero, en fin decuentas, trabajo duro.

Los santos no se con-virtieron en aquellos gran-des embajadores de Diosen la tierra rezando solocuando sentían ganas dehacerlo. En cada caso, serequiere disciplina diaria.

Si descuidas la oraciónpor un día, probablementetú seas el único que se décuenta. Pero lo notarás.Tienes menos paciencia yestás menos enfocado. Si

descuidas la oración por una semana, algunos alre-dedor tuyo notarán el cambio en ti. Pero si descui-das la oración durante dos o tres semanas, casi todosa tu alrededor notarán que no estás comportándotea tu mejor nivel.

La oración es crucial para la experiencia cristia-na. Una vida cristiana no es sostenible sin ella,porque el crecimiento en la vida cristiana es senci-llamente imposible sin la oración.

¿Por qué Rezar?El catecismo nos dice que

los propósitos y formas deoración son, adoración, peti-ción, intercesión, agradeci-miento y exaltación. Hice alniño la misma pregunta queél me había hecho: «¿Por quérezas tú?». No tuvo que pen-sar mucho. De forma espon-tánea y casual me dijo. «Bue-no, Dios es mi amigo y losamigos quieren saber lo queestá sucediendo en la vidadel otro».

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A veces rezo por razones muy egoístas. Tal vezme encuentro tensionado y sobrecogido y acudo ala oración esperando que Dios calme mi mente ycorazón y traiga paz a mi alma. A veces rezo porrazones completamente altruistas. La mayor partedel tiempo, rezo por razones más prácticas—tres enparticular. Primero, para que las cosas tengan sen-tido. También rezo porque quiero vivir mi vidaprofunda y conscientemente.

La tercera de las razones prácticas por las querezo es para construir el tipo de densidad interiornecesaria para prevenir ser absorbido por la cultura.La forma más poderosa de construir esta densidad,esta fuerza interior, es a través de la oración y lossacramentos. Ruego a Nuestro Señor que me per-mita juntar la densidad necesaria para sobrevivir yprosperar en una cultura que es muchas veces hostily algunas veces violenta hacia aquello que es buenoy noble.

El Pensamiento Determina la Acción

Contemplar es meditar algo profundamente.Como cristianos, estamos llamados a pensar a unnivel más profundo y a vivir a un nivel más profun-do. La oración diaria hace esto posible.

La razón por la que la oración y la contemplaciónson parte integral de la vida cristiana es porque elpensamiento determina la acción. Si mandas tuspensamientos hacia una dirección, tus accionesseguirán a tus pensamientos. El pensamiento deter-mina la acción, por lo tanto, las acciones de tu vidason función de tus pensamientos más dominantes.

los santos destinaron su vida post-conversión ameditar la vida y enseñanzas de Jesucristo—elEvangelio—y sencillamente se convirtió en aque-llo que ocupó sus mentes. El pensamiento humanoes creativo. Lo que pensamos se hace realidad.

Dios nos invita a enfocar nuestro pensamientoy a la disciplina de la oración diaria; nos enseñacómo dirigir esos pensamientos hacia las cosassuperiores.

La Habitación del Silencio

Estoy convencido de que hoy en día, no es queDios haya dejado de hablarnos, sino que nosotroshemos dejado de escucharlo. Dios se puede comu-nicar con cualquiera, de cualquier forma y a cual-quier hora pero creo que su vía preferida siguesiendo en la soledad y el silencio. Dios habla en el

silencio. O tal vez es solo que en el silencio, lejos delajetreo y del bullicio de todos los días, somoscapaces de escucharlo.

Voy a prometerte dos cosas: en el silencio en-contrarás a Dios y en el silencio te encontrarás a ti.Estos serán tus dos grandes descubrimientos en lavida. Tenemos tanto ruido alrededor que ni siquieranos escuchamos mientras pensamos.

¿Cómo piensas meditar sobre quién eres y paraqué has venido al mundo en medio de todo eseruido? La verdad es que no podrás. Hasta que no tedeshagas de todos los ruidos de tu vida y del mundodurante al menos unos minutos cada día, no serásmás que otro eslabón de la cadena económica,consumidora y consumida.

Primeros Pasos

«Dios, ¿qué crees que debería hacer?» Mi vidaempezó a cambiar con esta pregunta. Al hacerla, semarcó un nuevo comienzo en mi vida

La vocación es acerca de encontrar aquellopara lo cual una persona está más capacitada. Setrata de encontrar la misión de uno en la vida,descubriendo aquello que Dios quiso que fuerascuando te creó y las tareas que ha creado para tidurante tu vida en este mundo. Todos tienen unavocación y encontrarla verdaderamente será elevento que traiga la mayor felicidad a tu vida, másque ninguna otra cosa.

«El solo hecho de saber que estás cumpliendo lavoluntad de Dios, es suficiente para sostener tufelicidad. Si no tienes esto, ni todas las posesionesdel mundo serán capaces de sostener la felicidad enlas profundidades de tu corazón».

Ahora es tu turno. Antes de acostarte esta no-che, toma un pequeño papelito y escribe estascuatro palabras en él: DIEZ MINUTOS AL DÍA.Pégalo en el espejo de tu baño, donde te cepillaslos dientes. Mañana, cuando te estés aseando,escoge una hora de tu día para entrar en la habita-ción del silencio a orar junto a tu Dios. De serposible, procura que sea en tu parroquia. Proba-blemente esté silenciosa y vacía la mayor parte deldía. Sé que se puede orar en cualquier sitio, perohay algo místico y poderoso acerca de la presenciade Dios en la iglesia. Te desafío a hacer de laoración diaria una prioridad en tu vida y a hacerlaindispensable en tu horario habitual.

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Sería útil si nuestras almas rugieran cuandotienen hambre, como lo hace el estómago, pero noes así. Tu alma inmortal es la posesión más valiosaque tienes—aliméntala, nútrela, celébrala.

Diez minutos diarios. Empieza ahora. El co-mienzo de todo es lo más difícil; arrancar es la partecomplicada. Acéptalo para que no te desanimes.

¿Debo ir a la Iglesia para Rezar?

La respuesta corta es no. Puedes rezar en cual-quier lugar y la oración espontánea debería seralgo que te acompañe donde quiera que vayas. Laoración debería surgir en cada evento de nuestravida. Pero también necesitamos un momento dia-rio de oración atenta, un momento apartados detodo lo demás, en que prestemos nuestra atenciónirrestricta a Dios.

Cuando puedo llegar a la iglesia para mi oracióndiaria, esta parece ser más directa y fructífera. Hebuscado la respuesta a estapregunta de forma profunday prolongada y he llegado ados conclusiones. La prime-ra es una razón muy natural.La segunda, es la realidadespiritual más fascinante quenuestra fe nos ofrece.

La primera conclusión esque nuestras iglesias son si-lenciosas y diseñadas para elrecogimiento. La segunda ra-zón por la que creo que mioración diaria parece ser másefectiva cuando puedo ha-cerla en una iglesia es sobre-natural. Yo creo que Jesu-cristo está presente en la Eucaristía y que su presen-cia es singular y poderosa en cualquier sagrario, encualquier iglesia Católica del mundo. Creo que supresencia hace la diferencia. ¿Y cómo no la haría?

Creo que no estamos conscientes del poder deDios presente entre nosotros en todos los sagrariosde las iglesias del mundo. Estar en silencio por unmomento en una iglesia tiene un poder especial. Megustaría invitarte a explorar esta experiencia. Puedeser muy difícil hallar un sitio callado en este mundo.Pero esta quietud es esencial para el crecimiento enel Espíritu. Tu alma necesita silencio, tal como túnecesitas aire para respirar y agua para beber.

Volviendo a la pregunta anterior, ¿tienes queorar en la iglesia? No, pero si puedes, ¿por qué nohacerlo?

Empieza Hoy

Tal vez te preocupe pensar que no sabes cómorezar. Es más simple de lo que supones. Entra en elsilencio y en tu corazón, dile a Dios, «no sé cómoorar» y en ese momento ya estarás a orando. Soloháblale. Simplemente abre tu corazón a Él en deli-cado diálogo. Háblale como lo harías a un granamigo, a un mentor, a un maestro.

Cuando te vayas luego de haber hecho tu oracióndiaria, continúa tu diálogo con Dios en tu corazón alo largo del día. Comparte con él tus alegrías ydecepciones, tus preguntas y dudas. Háblale acercade todo.

Adentrarse en las Profundidades

Cuando mi alma está hambrienta, con frecuen-cia pienso en el pasaje del Evan-gelio según San Lucas. Simón ysus amigos habían estado pescan-do toda la noche sin haber atrapa-do nada. Jesús les dice, «Llevenla barca mar adentro y echen lasredes para pescar» (Lucas 5, 4).Tal vez a esta hora de tu vida estáscansado y frustrado—con tu ca-rrera, tu matrimonio, tus hijos, lasociedad, tu vida espiritual—peroJesús está diciéndote, «Lleva labarca mar adentro y echa las re-des para pescar».

Dios nos desafía una y otra veza abandonar nuestras dudas y te-mores y a llevar nuestra barca

mar adentro en la vida espiritual y aunque nunca esconveniente, casi siempre es difícil y algunas vecesbastante doloroso, si seguimos la sugerencia delSeñor, siempre obtendremos una gran pesca. No teasustes de llevar tu barca mar adentro.

Conoce al pastor. Deja de buscar un plan maes-tro para tu vida y tu felicidad. En vez de ello, buscael plan que el Maestro tiene para ti y tu felicidad.Permite que te guíe, que te dirija, que sea tu acom-pañante, tu amigo, tu preparador y tu mentor. Ãl teguiará hacia verdes praderas. El reparará tu alma ytu copa rebozará.

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La misa es el centro de la tradición católica, noobstante hoy en día, pareciera que la idea general alrespecto es que es la misa es aburrida.

Mirando brevemente una iglesia cualquier do-mingo, encuentro un gran número de hombres,mujeres y niños desconectados. No hablo de perso-nas distraídas momentáneamente, sino seriamentedesconectadas durante toda la misa.

En realidad, no hay ningún problema con lamisa. Personas en todas las épocas y lugares la hanconsiderado una pieza central y transformadora desu vida espiritual. No tiene nada que ver con la edad.

La misa no es aburrida, pero muchos se aburrencuando asisten a ella. Este es el dilema central queenfrentamos como Iglesia. ¿Cuál es la respuesta?¿Cómo demostramos la profunda relevancia quetiene la misa?

La primera es que necesitamos cambiar la formaen que nos acercamos a misa los domingos. Diosnos está hablando a cada momento.

La segunda es que necesitamos un entendimien-to renovado de lo que sucede durante la misa ycómo esto se relaciona con nuestra vida diaria.

¡Prepárate!

Pensemos en la preparación que implica organi-zar una parrillada, una cena, o un matrimonio. Nospreparamos para todo aquello que consideramosimportante en nuestra vida. ¿Cuándo fue la últimavez que te preparaste para ir a misa? El primer pasoes la preparación. Es necesaria para que sea unaexperiencia de alto nivel.

Nuestro proceso es muy sencillo. Revisamos laslecturas del siguiente domingo, conversamos sobreaquello que nos pareció más relevante de cadalectura y por qué y luego cada uno cierra el ejerciciocon una pequeña oración espontánea. Nos tomacerca de quince minutos, pero ponemos las lecturasdel siguiente domingo en nuestra mente, varios díasantes de asistir a misa. Es simple y poderoso; losinvito a intentarlo.

Yo creo que en este momento, empezando hoy,la Palabra de Dios puede tener un gran impacto entu vida. Pero estoy igualmente convencido de que laPalabra de Dios no transformará tu vida o la mía,con una lectura rápida el domingo en una iglesiallena de gente, donde estamos rodeados de miles dedistracciones. Para que sus refrescantes aguas pue-dan calmar nuestras almas sedientas, la Palabra deDios necesita permanecer en nuestra mente y hun-dir profundo sus raíces en nuestro corazón.

Lo cierto es que te distraes. Permíteme hacer unapregunta sencilla. ¿De qué trató el Evangelio deldomingo anterior?, ¿lo recuerdas?, Si luego depocos días no sabemos sobre qué habló el Evange-lio del domingo, deduzco que no tuvo un impactosignificativo en nuestra vida.

Me gustaría sugerir que una vez a la semana, talvez el martes o miércoles, te tomes un momentopara reflexionar sobre el Evangelio del siguientedomingo. Lee el Evangelio detenidamente. Identi-fica una frase o palabra que te llegue o que te llamela atención. Después vuelve a leer todo el pasaje.Cada vez que leas el pasaje, piensa el por qué esafrase o palabra en particular se repite en tu interior.¿Está sucediendo algo en tu vida que haga que estafrase o palabra inquieten tu conciencia?

Cuando te familiarices con el Evangelio delsiguiente domingo, la misa dejará de ser parte de turutina. Se convertirá en una experiencia espiritual yen parte de tu aventura de salvación personal.

La Palabra de Dios necesita oportunidades paraestablecerse en nuestro corazón y en nuestra mente.Si le damos estas oportunidades llegará como co-rriente de agua hacia las grietas de nuestra vida.Estas grietas son nuestras dudas y preocupacionesy Dios quiere contestarlas directamente.

Consigue un Diario de Misa

Cuando vayas a misa el siguiente domingo, solohaz la siguiente pregunta al Señor en tu corazón,¡Dios, muéstrame en esta misa, una forma en quepuedo ser una mejor-versión-de-mí-mismo estasemana! Y luego escucha. Un componente crítico

REFLEXIÓN 10:

LA MISA

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de las relaciones exitosas que olvidamos en nuestravida espiritual es escuchar. Escucha lo que Dios tequiere decir en la música, a través de las lecturas, enla homilía. Escucha las oraciones de la misa yescucha el silencio de tu corazón. Aquel mensajeque el Señor te quiere decir te golpeará fuertemen-te. Una vez que sea revelado, tómate el tiemporestante de la celebración orando y pidiendo alSeñor formas para vivir esa revelación durante lasemana venidera.

Mejor aún, en esta misma semana, sal y cómpra-te un pequeño diario. En la primera página escribe,«¡Dios, muéstrame en estamisa una forma en quepuedo ser una-mejor-ver-sión-de-mí-mismo estasemana!» Después llevatu diario a la Iglesia el do-mingo. Trata de llegar conunos minutos de anticipa-ción. Coloca este pedidoante Dios.

Cuando aquel mensajete golpee, escríbelo en tudiario. Después ocupa elresto de la misa orando ypidiendo ser una-mejorversión- de-ti-mismo du-rante la siguiente semana viviendo ese valor reve-lado.

Si lo haces todos los domingos durante un año, tudiario de misa se convertirá en una herramientaincreíble y poderosa. Serás capaz de llevarlo conti-go a tu momento de oración diaria y revisar suspáginas. Cada página inspirará un profundo diálogoentre tú y Dios.

Pienso que Dios nos está hablando constante-mente, a través de las personas y los sucesos, através de las Escrituras y la Iglesia. Pero cadadomingo, tenemos un encuentro íntimo con Dios enmisa. Tal vez aquí más que en ningún otro lugar,Dios te quiere hablar. Si tú supieras que Dios va ahablarte durante misa, sospecho que quisieras lle-var papel y lápiz.

Redescubriendo la Misa

Esta mañana, en mi camino a misa, se me ocurrióque si los musulmanes creyeran que Dios está

verdaderamente presente en sus mezquitas y quegracias a un poder místico ellos pueden recibirlo yconsumirlo en la forma de pan y vino, caminaríansobre vidrios rotos al rojo vivo para tener la oportu-nidad de ir. Pero como católicos, somos tan pococonscientes del misterio y del privilegio, que mu-chos ni siquiera se molestan en aparecer por laiglesia el domingo y la mayoría, al estar ahí, no vela hora de salir.

Al parecer hemos perdido la capacidad de asom-bro. Esto es verdad en casi todas las áreas denuestra vida, pero particularmente cuando se trata

de asuntos de fe y es-piritualidad.

¿Vives el asombro?¿Eres capaz de ver lasacciones rutinarias dela misa tan lejos hastasu eterno significado?¿Sientes el misterio ypoder de recibir y con-sumir a Cristo en laEucaristía? ¿Te mara-villa este hecho? Sicreemos que Cristoestá verdaderamentepresente en la Eucaris-tía, entonces el poder

revelado en nuestro interior ante la comunión esinconmensurable.

No vamos a misa para socializar; tampoco paradistraernos. Vamos para entregarnos a Dios y acambio, recibir a Dios. Abre tu corazón, abre tumente y abre tu alma a los milagros que Dios quiereobrar en ti y a través de ti.

La misa no se trata del que está sentado junto ati. Tampoco se trata de quién es el sacerdote cele-brante o el tipo de música que en ella se toca. Nisiquiera sobre el sermón.

Probablemente has recibido la Eucaristía física-mente los domingos durante toda tu vida. Prepáratepara que el próximo domingo, estés consciente de lamaravilla, el portento, el misterio y recibas la co-munión espiritualmente.

Un viaje rápido a través de la misa

Ahora me gustaría invitarte a un viaje rápido através de las secciones de la misa.

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Ritos Introductorios. Consisten esencialmenteen la procesión y canción de entrada, el saludo, laseñal de la cruz, el acto penitencial, la Gloria y laoración inicial.

Entrada. Una vez que la asamblea está reunida,comienza la canción de entrada. Esta canción abrela celebración. Está diseñada para juntarnos comocomunidad, para intensificar nuestra unidad.

Compromiso: haz un esfuerzo por cantar. Puedaque no te guste hacerlo.

Acto Penitencial. Este es el momento en quereconocemos que algunos de nuestros pensamien-tos, palabras y acciones no nos han ayudado a ser la-mejor-versión-de-nosotros-mismos, han impedidoa los demás ser todo aquello que Dios quiso quefueran cuando los creó, en fin, han creado unobstáculo entre nosotros y el infinito amor de Dios.Compromiso: identifica un pensamiento específi-co, palabra o acción que haya creado un obstáculoentre tú y Dios esta semana y pide perdón por ella.

Gloria: Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paza los hombres que ama el Señor . . . La Gloria es unantiguo himno de alabanza a Dios. Nuestras rela-ciones terrenas se han tornado muy transaccionales.Tendemos a hablar a las personas solo cuandonecesitamos algo de ellas, o si es que han hecho algomalo. Esta mentalidad transaccional se ha desbor-dado hacia nuestra vida espiritual y como resultado,la práctica de alabar al Señor ha caído en desuso pormucho tiempo.

Compromiso: abstrae tu mente y tu vida por unmomento y alaba a Dios por algo en particular.Alábalo por su bondad. Alábalo por su creación.Alaba a Dios por su sabiduría.

Oración Inicial. Esta es una de mis partes favo-ritas de la misa. La oración inicial siempre meparece fresca y fenomenalmente profunda. Tam-bién proporciona un preludio de aquello que esta-mos cerca de experimentar. La oración inicial estádiseñada para colocarnos en presencia de Dios yenfocar nuestro corazón y mente.

Compromiso: Consigue un misal y empieza aseguir las oraciones de la misa.

Liturgia de la Palabra. Consiste esencialmenteen las lecturas bíblicas, la homilía, la profesión defe y la oración de los fieles o intercesión general.

Lecturas Bíblicas. Las lecturas que conformanla Liturgia de la Palabra para la misa dominicalincluyen un pasaje del Antiguo Testamento, unalectura de Salmo Responsorial, una lectura delNuevo Testamento y un pasaje del Evangelio. Laslecturas no son escogidas al azar; están relaciona-das de algún modo unas con otras y son parte de unasecuencia que nos mueve desde las lecturas de lasemana pasada hacia las de la siguiente semana.

Compromiso. Tómate un tiempo durante la se-mana para leer y reflexionar sobre las lecturas delsiguiente domingo. Busca las lecturas en tu Bibliay subráyalas. Con el tiempo, esto te dará una idea delas partes de la Biblia que ya has cubierto.

Homilía. La homilía promedio dura aproximada-mente siete minutos y para muchos es la única expe-riencia de formación religiosa que tienen en la sema-na. Este es el momento en que el sacerdote habla a lacomunidad; una oportunidad singular para alimentarla fe cristiana. El reto que enfrenta el sacerdote eslograr desarrollar algún punto de las lecturas y trans-formarlo en un momento intenso de enseñanza.

Compromiso: como participante laico en la misa,la homilía está totalmente fuera de tu control. Perocon mucha frecuencia, Dios utiliza una simple frasepara hablarnos. Escucha. Mantente abierto a lo queDios pueda estar tratando de decirte.

Nuestra Profesión de Fe. Aquí es donde procla-mamos nuestra fe como individuos y como comu-nidad. Si reflexionas sobre el Credo detenidamente,estoy convencido que surgirán preguntas al respec-to casi todas las veces que lo recites. Estas dudas ypreguntas son invitaciones para explorar y estudiarmás nuestra fe pero también nos invitan a ponernuestra confianza en Dios y en su Iglesia.

Compromiso: sin importar cuáles sean las pre-guntas que tengas respecto del Credo, empieza aexplorarlas con entusiasmo, una a la vez. Examinapor qué la Iglesia enseña lo que enseña en cadainstancia y deja que tus preguntas y cuestionamientosfortalezcan tu fe, en vez de debilitarla.

Oración de los Fieles. La misa es la oración máspoderosa en la historia del hombre. A cualquier horade cualquier día, se está llevando una misa en algúnlugar y nosotros (la Iglesia Católica) estamos rezan-do por toda la familia humana. Si te detienes a pensaral respecto, te parecerá realmente hermoso.

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Compromiso: Piensa en la persona por quiénestás orando y en aquello por lo que estás pidiendo.Sumérgete por un momento en la necesidad, res-ponsabilidad o dolor de esta persona.

La Colecta. En este punto se pasa una canastapara que podamos contribuir financieramente a lamisión de la Iglesia. Lo que colocamos en la canastalo estamos ofreciendo a Dios y a los necesitados. Esuna expresión real y práctica de amor a Dios y alprójimo. Estos fondos son utilizados para cubrir losgastos de la Iglesia y de varios de los ministerios enlos que está involucrada la comunidad.

Compromiso: Da generosamente orque noso-tros tenemos una necesidad real y presente de dar.También necesitamos cuidarnos contra la seduc-ción del dinero. Da generosamente. Es difícil, lo sé.Te dolerá; ese es el efecto que el dinero tiene ennuestra vida.

Liturgia de la Eucaristía. Es el «centro yculminación de toda la celebración » y está com-puesta por la Plegaria Eucarística, la Consagra-ción, el Padre Nuestro, el intercambio de la paz yla Comunión.

El Ofertorio. Representantes de la comunidadllevan hacia el presbiterio el pan y el vino junto connuestras ofrendas para la Iglesia y para los pobres.Al mismo tiempo, el sacerdote y los servidorespreparan el altar para nuestras ofrendas.

Compromiso: Mientras las ofrendas son lleva-das hacia el altar y el sacerdote prepara las espe-cies para la consagración, presenta y ofrece a Diosen tu corazón los distintos aspectos de tu vida.Ofrécele tu matrimonio, tu familia, tu profesión,tu negocio, tus amistades. De manera especialofrécele tus éxitos y fracasos. Presenta a Diosalgún amigo tuyo que esté sufriendo de algúnmodo. Ofrece a Él alguna lucha que estés librando.Ofrece a Dios todo. Coloca estos ofrecimientosmental y espiritualmente en el altar, para que Dioslos transforme.

Plegaria Eucarística. La palabra Eucaristía sig-nifica «acción de gracias». Durante esta secuenciade oraciones, el sacerdote nos invita a elevar nues-tro corazón hacia el Señor. De esta forma, estamosofreciéndonos con Jesús a Dios Padre. Esta plegariatambién nos recuerda la bondad de Dios y su amistadcon la humanidad a lo largo de la historia.

Compromiso: Dale vida a las palabras. Vívelas.Con tus sentidos espirituales, eleva tu corazón yofrécelo al Señor. Coloca tu corazón en el altar ypermite que Dios lo transforme tal como transfor-ma el pan y el vino.

La Consagración. Durante la consagración, elsacerdote recita la narración de la Ultima Cena,conectando la experiencia particular de cada misacon la institución de la Eucaristía hecha por Jesús.El momento real de la consagración se da cuando elpan y el vino se transforman en el cuerpo y la sangrede Jesucristo. Esto sucede cuando el sacerdotepronuncia las palabras de Jesús sobre las especies:«Esto es mi cuerpo que será entregado por ustedes;esta es mi sangre, sangre de la alianza nueva yeterna, hagan esto en conmemoración mía»

Compromiso: Solo déjate estar en presencia deDios. Silencia tu mente. Imagínate junto a Jesús enla Ultima Cena o en la Crucifixión. Luego, mientrasel sacerdote eleva la hostia y el cáliz, pronuncia entu corazón, junto con Tomás, «Señor mío y Diosmío». Estos misterios son misterios, pero si losenfrentamos con humildad, regularidad y reveren-cia, Dios nos concederá amarlos y entenderlos cadavez más.

El Padre Nuestro. Ahora, nos unimos en comu-nidad para orar como Jesús nos enseñó.

Compromiso: has rezado esta oración milesde veces antes, pero permite que sean nuevas yfrescas. Enfócate en alguna frase o palabra enparticular y deja que se interne en todo tu ser. Siestás luchando para hacer la voluntad de Dios, talvez te enfoques en «hágase tu voluntad». Quizátengas verdaderas necesidades humanas que noestán siendo satisfechas, entonces tu atenciónpodría centrarse en las palabras «danos hoy nues-tro pan de cada día». Probablemente sientes quenecesitas ser perdonado por algo que has hecho odicho: «perdona nuestros pecados» o pudiera serque necesites la gracia para perdonar a alguienque te ha perjudicado: «como nosotros perdona-mos a los que nos ofenden». Tal vez estas luchan-do contra una tentación en particular en ese mo-mento de tu vida: «no nos dejes caer en tentacióny líbranos del mal».

La Paz. El sacerdote ha pedido a Dios que nosconceda paz y unidad. Nadie necesita que le recuer-den lo fraccionados que se encuentran nuestro

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mundo y nuestra Iglesia, lo que hace aún másespecial y poderoso este momento de la liturgia.Aquí, abrazamos al mundo entero. Jesús nos haamado en esta Eucaristía al compartir su paz connosotros y ahora, compartimos la paz y el amor deCristo con aquellos alrededor nuestro. Esto es unsímbolo de cómo debemos llevar la paz y el amor deJesús al mundo.

Compromiso: todos tenemos alguna pena ennuestro corazón causada por algo o alguien. Jesúsquiere aliviar y sanar esas penas y para ello, nosofrece su paz y nos invita a trasmitirla a los demás.Al ofrecer la señal de la paz a aquellos alrededortuyo, ten en mente que aun cuando aparentementese vean felices, todos tenemos penas en nuestrocorazón que necesitan ser sanadas.

La Comunión. Este es el momento en querecibimos el cuerpo y la sangre de Cristo en laforma de pan y vino. Esto es casi increíble ymuchos han abandonado la Iglesia, tal comomuchos abandonaron a Jesús en su tiempo debidoa esta sola enseñanza: «Es duro este lenguaje»(Juan 6, 60).

Compromiso: al acercarte al altar para recibir laComunión, ten presente qué es lo que va a suceder.Yo acostumbro a elevar esta pequeña plegaria repe-tidas veces para enfocarme en lo que estoy vivien-do: «Señor, yo quisiera recibirte tan generosamentecomo lo hizo tu Santa Madre María».

Acción de Gracias. Estos momentos de re-flexión después de recibir la Eucaristía puedenser extremadamente poderosos si los aprovecha-mos. Los frutos de la Sagrada Comunión inclu-yen unidad con Jesús, enriquecimiento de la vidaespiritual, hambre de virtud, deseos de hacer lavoluntad de Dios, limpieza de pecados pasados,reactivación de la llama del amor cristiano, gra-cia para evitar el pecado futuro, sensibilidad a losimpulsos del Espíritu Santo y un deseo de cono-cer a Dios más íntimamente.

Compromiso: en esos momentos en los queCristo está presente en ti de manera tan misterio-sa, arrodíllate o siéntate, cierra tus ojos y agrade-ce a Dios con tus propias palabras por todas lasbendiciones de tu vida. Sé específico: lugares,personas, cosas y oportunidades por los que estásagradecido. Deja que tu corazón se llene y sedesborde de gratitud.

Ritos Conclusivos. Los ritos conclusivos con-sisten de la bendición final y la despedida.

Bendición Final. Al entrar a la Iglesia, nospersignamos con la señal de la cruz. Antes delEvangelio, bendecimos nuestra mente, nuestroslabios y nuestro corazón. Ahora, recibimos unabendición.

Compromiso: inclina tu cabeza, cierra tus ojos ydeja que las palabras de la bendición final penetrenhasta lo más profundo de tu ser.

La Despedida. La misa toma su nombre de estadeclaración final: «Vayan en paz, glorificando alSeñor con su vida». Ite, missa est es una frase latinaque significa «Vayan, son enviados».

Compromiso: en este momento final de la misa,estamos siendo enviados a la misión de encenderlos caminos del mundo con nuestro amor haciaCristo, un amor que está dispuesto a sacrificarse porlos demás, un amor que no conoce límites. Al salirde la iglesia y volver al mundo, piensa cómo podríasvivir tu misión cristiana esa semana.

Ahora, hagamos la travesía desde ser merostestigos hacia convertirnos en participantes activa-mente comprometidos.

Las oraciones de la misa están bellamente inte-gradas y cuidadosamente diseñadas para mantener-nos enfocados en el sueño de Dios de que seamosla-mejor-versión-de-nosotros-mismos.

Pueda que tú no estés separado de tu padre bioló-gico, pero las mismas fuerzas malignas quierensembrar en ti las semillas de la duda, escepticismo ycinismo y al hacerlo, te separan de tu Padre celestial.

Yo no hablo de ellos muy a menudo, pero creoque los espíritus malignos existen y que estántrabajando en el mundo y en nosotros. Tal como C.S. Lewis, yo creo que es un error prestar demasiadaatención al demonio, tal como es un error prestarlepoca atención.

El demonio quiere dejarte huérfano. Quiere arras-trarte lejos de tu Padre.

La Iglesia Católica es una familia de oración. Encada instante del día, la misa está siendo celebradaen algún lugar del mundo y, como católicos, esta-mos rezando no solo por nosotros y nuestras nece-sidades, sino por toda la humanidad.

Aprovecha el Regalo

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Dios quiere que descubramos las muchas sor-presas que ha dejado para nosotros en las páginas dela Biblia, con frecuencia valoramos las cosas equi-vocadas y fijamos nuestro corazón en nuestrospropios planes egoístas. Pero, para cada uno denosotros, Dios tiene un plan para nuestra vida mejorque lo que nunca podríamos imaginar y siemprequiere darnos más.

¿De Dónde Vino la Biblia?

De todos los libros que se hanpublicado o escrito, la Biblia esel más leído, estudiado, traduci-do, impreso, vendido, regalado,distribuido y citado. Es el best-seller de todos los tiempos. Cuan-do se trata de enseñar sobre lanaturaleza de Dios y sus deseospara nosotros, ningún otro librose acerca. La Biblia ha sido se-cuestrada por los cristianos pro-testantes y evangélicos.

Tarde o temprano, la mayoría de católicos he-mos sido acorralados en nuestro trabajo, o en elsupermercado por algún cristiano súper apasiona-do. Inmediatamente, empiezan a citar las Escriturasy con frecuencia, sus bien argumentadas ideasdejan a sus blancos católicos cansados, confundi-dos, llenos de dudas y sintiéndose espiritualmenteinapropiados. Es posible que, si la conversacióntoma cuerpo, introduzcan la idea de que las Escri-turas son la única fuente de inspiración, dirección yrevelación. Esto, por supuesto, es un ataque directocontra la Iglesia Católica. Puede ser cuidadosamen-te camuflado o manifestado sutilmente. Los que lohacen, pueden incluso no ser conscientes de queestán atacando al catolicismo. Como católicos,creemos que tanto las «Sagradas Escrituras como lasagrada tradición forman el sagrado depósito de lapalabra de Dios» (Dei Verbum).

Dios se revela a sí mismo en la naturaleza, serevela así mismo en las Escrituras y se revela a símismo en la vida de la Iglesia.

¿De dónde vino la Biblia?

Bueno, no es que cayera del Cielo un buen día,ni apareció de pronto en la tierra, traída por un ángelde Dios. La Biblia fue escrita con tintas y plumasprimitivas por personas tan normales como tú ycomo yo. Estas personas fueron inspiradas de una

forma que ninguno de nosotrosentenderá completamente en estavida, pero era gente normal confortalezas y debilidades.

La Biblia no es un libro. Es unacolección de libros—setenta y tresen total: cuarenta y seis en el An-tiguo Testamento y veintisiete enel Nuevo Testamento. De ahí elnombre Biblia, que en griego sig-nifica «los libros» o «biblioteca».La mayor parte de las Biblias pro-testantes y evangélicas contienensolamente sesenta y seis libros.Fue durante la Reforma que los

cristianos no-católicos eliminaron los siguienteslibros: Tobías, Judith, Macabeos 1 y 2, Sabiduría,Libro del Eclesiástico y Baruc.

La Biblia no fue escrita toda al mismo tiempo, nitampoco por una sola persona; de hecho, pasaronmil años entre la escritura del libro del Génesis y laescritura del libro del Apocalipsis.

El Antiguo Testamento fue escrito y recopiladoentre los siglos XII y II AC. Está compuesto porcuarenta y seis libros y está dividido en tres catego-rías: El Pentateuco, los libros Proféticos y los Escri-tos Históricos y Sapienciales.

El Pentateuco, que es también conocido como laLey, Torah, o los Cinco Libros de Moisés, consisteen los primeros cinco libros del Antiguo Testamen-to: Génesis, Éxodo, Levítico, Números yDeuteronomio. Este fue el embrión de la Biblia. Lasección conocida como los Libros Proféticos incluyetodos los profetas mayores y menores del AntiguoTestamento y por último, los Escritos Históricos ySapienciales incluyen los documentos históricos.

REFLEXIÓN 11:

LA BIBLIA

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El Nuevo Testamento fue escrito entre los años45 d. C. y 150 d. C. e incluye veintisiete libros. Estácompuesto por cuatro narraciones de la vida, muer-te y resurrección de Jesús: Los Evangelios, unanarración del ministerio de los apóstoles en laIglesia temprana: los Hechos de los Apóstoles,veintiún cartas tempranas de consejo, instrucción yaliento cristiano: las Epístolas y el Apocalipsis, unlibro de profecías.

El lenguaje original predominante del AntiguoTestamento fue el hebreo mientras que el griego fueel lenguaje del Nuevo Testamento.

También es importante que recordemos que laBiblia, como la conocemos hoy, no fue impresa enlo absoluto hasta casi mil quinientos años despuésdel nacimiento de Jesucristo.

Si hubieras vivido antes de la invención de laimprenta, como los hombres y mujeres de los pri-meros mil quinientos años de cristianismo, no ha-brías tenido en lo absoluto acceso material a unaBiblia. No porque la Iglesia haya querido mantenerignorantes a las personas, o porque los líderes de laIglesia no querían que la gente leyera las Escrituras;simplemente porque cada volumen de la Biblia eraun manuscrito original.

Durante milenio y medio, los cristianos apren-dían de las historias que llenan las Escrituras gra-cias a los sermones en la misa, o contemplando lashistorias plasmadas en los vitrales o al verlas repre-sentadas en alguna obra teatral religiosa.

Muchos cristianos modernos dan la impresiónde que no hay posibilidad de salvación sin poseeruna Biblia. Si ese fuera el caso, ¿Qué pasó con losque vivieron antes de que la Biblia fuera impresa?,

Desde la perspectiva católica, la salvación estádisponible para aquellos hombres y mujeres decualquier edad y cultura. A través de las enseñanzasde la Iglesia, durante dos mil años, personas de todoel mundo han aprendido sobre la vida y enseñanzasde Jesucristo.

Los cristianos de toda denominación alrededordel planeta tienen una gran deuda con la IglesiaCatólica. La Iglesia Católica, inspirada y guiada porel Espíritu Santo, es responsable de la formulación,preservación e integridad de las Sagradas Escrituras.

Paradójicamente, muchos que dicen amar a Je-sucristo, son bastante hostiles hacia la Iglesia que

ha protegido sin ayuda los registros de su vida yenseñanzas por tanto tiempo. La Biblia es la mássublime y profunda colección de escritos de lahistoria. Por lo tanto, se sobrentiende que estosescritos sean difíciles de entender.

Es por ello que la Iglesia Católica en su sabidu-ría, ha defendido tan firmemente su derecho únicopara interpretar el significado de las Escrituras a lolargo de la historia. La voz viva de la IglesiaCatólica se levanta como faro para todos los hom-bres y mujeres de buena voluntad y anuncia la viday enseñanzas de Jesucristo con la Tradición en unamano y las Escrituras en la otra.

En última instancia, interpretar las Escriturasdesemboca en una cuestión de autoridad.

Jesús: Punto de Inflexión en la Historia de laHumanidad

En cada momento de la historia, Dios se haacercado al hombre. Dios desea estar con su pueblo.La máxima expresión de su deseo de llegar anosotros fue la venida de Jesucristo. Nacido hacedos mil años, Jesús de Nazaret no es un mito ni unaleyenda, sino una bien documentada figura de lahistoria. A lo largo de la historia, toda noble tareahumana ha sido una preparación para la venida deJesús o una respuesta a su vida y enseñanzas.

¿Por Dónde Empezar?

Hay muchas maneras de empezar a leer la Bi-blia. Podrías, por supuesto, empezar por el Génesisy leerla toda hasta el Apocalipsis. La Biblia no fueordenada para ser leída de principio a fin.

Empieza por los Evangelios—Mateo, Marcos,Lucas y Juan. No los leas sólo una vez. Léelos unay otra vez, durante quince o veinte minutos diarios,durante un año. Deja que la vida y enseñanzas deJesucristo hundan sus raíces profundamente en tucorazón, mente, alma y vida.

Mientras no estemos dispuestos a examinar cons-tantemente nuestra forma de vivir, amar, trabajar,pensar y hablar bajo la luz penetrante de los Evan-gelios, casi con seguridad nos hallaremos aceptan-do gradualmente el Evangelio de la conveniencia.

Las enseñanzas de Jesús son tan radicales hoycomo lo fueron en la época en que se impartieron.Nos llaman a un estilo de vida que es tanto másdesafiante como gratificante. El catolicismo no esfácil. Es un estilo de vida avanzado que requiere de

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todo nuestro ser; los Evangelios son un constanterecordatorio de ¿para qué fuimos creados y paraqué estamos llamados?

Relatos, Preguntas y Oraciones

a) Relatos. La Biblia es el único relato que ha dado formay está dando forma a la historia de la humanidad. Al mismotiempo es una colección de relatos. Con frecuencia, laspersonas se admiran de la debilidad humana que tienenalgunos de los principales personajes de los relatos bíbli-cos. Muchos se sorprenden, incluso se escandalizan porel hecho de que Dios usara personas con defectos y viciostan grandes para acercarse a la humanidad y brindaresperanza para el futuro.El peligro es leer la Biblia como un observador. Es fácil leerestos relatos desde la fría distancia de un observadorobjetivo y no dejar que ellos penetren en nuestra vida.Mucha gente ha hecho esto desde el mismo momento enque fueron escritos. El desafío es involucrarse.La tentación es leer los Evangelios y pensar que nuncaseremos crueles, calculadores, vengativos y de corazónduro como fueron muchos de los Fariseos. Estamostentados a presumir que nosotros seríamos el leproso quevolvió. Pero la tentación máxima es leer la Biblia y vernossolo en Jesús. Cada personaje bíblico fue puesto ahí paraservirte.Ellos proporcionan un auxilio invaluable sirviendo comoespejos. ¿Qué ves cuando miras en un espejo? Sí, te vesa ti mismo.b) Preguntas. Todos tenemos preguntas y cómo lasrespondemos, muchas veces determina la dirección denuestra vida. Nuestra cultura actual está haciendo pre-guntas equivocadas y por eso muchos están viviendovidas de silenciosa desilusión.

Las preguntas son parte integral de nuestro viaje espiri-tual. Despreciar las preguntas y la incertidumbre queconllevan constituye una tentación, pues la incertidumbrees un regalo espiritual diseñado para ayudarnos a crecer.Trata de disfrutar la maravilla de las preguntas en tu vida.Permite a tu alma respirar profundamente, tal como elcuerpo lo hace en ciertas circunstancias. Párate en mediode la incertidumbre de las grandes preguntas que la vidapropone, toma un suspiro profundo y disfrútalas.La Biblia está llena de preguntas. Cada persona queencontramos en las Escrituras está preguntando algo,explícita o implícitamente, de la vida, de Dios, o de símisma.c) Oraciones. Tejidas entre estos eternos relatos y lasgrandes preguntas que la Biblia genera, también encon-tramos algunas de las más hermosas oraciones jamásescritas. Cuando estés confundido o preocupado, fatiga-do o distraído y encuentras difícil concentrarte durante laoración, usa estas palabras.La Biblia es el tesoro más grande de oraciones.

77 Años

Hoy, el promedio de las personas en América delNorte vive setenta y siete años. Mi pregunta para ties: ¿Cómo le vas a decir a Dios que no tuvistetiempo para leer su libro?

Si todavía no has tenido una experiencia quehaya cambiado tu vida con la Biblia, me sientoemocionado por la oportunidad frente a ti en estemomento. Mi esperanza es que este capítulo te hayaintrigado y te haya dado seguridad, como para quetomes una Biblia y empieces una fabulosa aventuraen tu vida espiritual.

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En un mundo obsesionado por el placer, elquinto pilar puede demostrar la importancia denuestra espiritualidad más que cualquier otra disci-plina espiritual.

Nuestra capacidad para amar está directamenteligada con el nivel de auto-pertenencia que tenga-mos. Para amar, para poner a otro antes que noso-tros, necesitamos pertenencia.

En Búsqueda de una Visión

La forma en que vivimos, amamos, trabajamos,votamos y participamos en la sociedad es un resul-tado directo de aquella visión del ser humano a laque nos acogemos.

La verdad es que no puedes estar sano y feliz sindisciplina. De hecho, si quisieras medir el nivel defelicidad en tu vida, bastaría que midieras el nivelde disciplina que hay en ella. Nunca tendrás másfelicidad de lo que tienes disciplina, pues ambasestán relacionadas directamente una con otra.

No olvides esto: la Iglesia tiene una visión deplenitud y santidad para el hombre y todo lo quehace la Iglesia debería ayudar a sus miembros aconvertirse más perfectamente en aquello que Diossoñó que fueran cuando los creó.

Cuerpo y Alma

Tú eres una delicada mezcla de cuerpo y alma.Esta es la característica esencial del hombre. Tucuerpo y tu alma están cuidadosamente relaciona-dos por tu voluntad y tu intelecto. En su formaactual, tu cuerpo es temporal. Pero por más que estotenga sentido en el contexto de una discusión inte-lectual, tú y yo sabemos cuán fácil es dejarnosseducir por las cosas de este mundo. Tu cuerpo tieneuna voz y te está hablando constantemente.

En el la actualidad, en la mayoría de los casos elcuerpo está ganando la batalla por la dominaciónentre el cuerpo y el alma.

La Muerte de la Disciplina

Las dietas no fallan porque el programa o elproducto no hayan sido buenos. Las dietas fallanporque no tenemos la disciplina para adoptar un

programa de alimentación y ejercicios que nutran ypromuevan nuestro máximo potencial físico comoseres humanos. Queremos lo que nos hace bien,pero no tenemos la fuerza para elegirlo. Uno de losmuchos beneficios de estos ejercicios es la fuerzade voluntad que proporcionan. El ayuno es unejemplo claro de estos ejercicios espirituales.

El Ayuno y las Escrituras

Para el pueblo hebreo, el ayuno era ocasional yusualmente usado como un signo de arrepenti-miento. Una y otra vez, el Antiguo Testamentodeja totalmente claro que el ayuno auténtico im-plica alejarse del mal y volver la mirada haciaDios. El ayuno que no está ligado a la conversiónes inservible.

El Nuevo Testamento también resalta la antiguapráctica espiritual del ayuno y la vida y enseñanzasde Jesús proporcionan señales específicas de supapel y significado. Uno de los fines principales delayuno es ayudarnos a ser conscientes de la presen-cia de Dios en nuestra vida y en el mundo que nosrodea. El ayuno también nos hace conscientes de laausencia de Dios en distintas áreas de nuestra vida.

En cuanto a la limosna y la oración, Jesús nospide que recordemos que el ayuno es un ejercicioespiritual y como tal es predominantemente unaacción de la vida interior. No ayunamos paraimpresionar a los demás. Ayunamos para cultivarla vida interior.

En mi propio caso, yo he conocido al demoniodel pecado habitual. Cuando volví la mirada haciaDios por primera vez en el ocaso de mi adolescen-cia, me encontraba poseído por aquel demonio.Traté de luchar contra él con todas mis fuerzas, peronada funcionaba. Oraba, rogando a Dios que meliberara de este pecado, pero no lo hacía. Traté deusar toda mi fuerza de voluntad, pero tampocofuncionó. Un día me di cuenta del pasaje del Evan-gelio de Marcos que cité anteriormente y en esemomento sentí la mano de dios sobre mi hombro.Animado por el ejemplo de un amigo, algunassemanas después empecé a ayunar todos los vier-nes, comiendo solo pan y bebiendo solo agua.

REFLEXIÓN 12:

EL AYUNO

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Ofrecía este ayuno a Dios, pidiéndole que meliberara y fue entones cuando Dios ahuyentó de mivida al demonio del pecado habitual. Estoy conven-cido de que ciertos demonios de nuestra vida «solopueden ser expulsados mediante la oración y elayuno.» (Marcos 9, 29).

El ayuno es en esencia una declaración de humil-dad, mientras que la dieta está usualmente ligada alego, la vanidad y el orgullo.

Tú eres una delicada mezcla de alma y cuerpo. Elayuno es para el cuerpo lo que la oración es para elalma. Efectivamente, el ayuno es la oración delcuerpo y el ayuno corporal conduce hacia el ban-quete espiritual.

A pesar del hecho que muchos católicos moder-nos han abandonado la penitencia y particularmen-te el ayuno, la Iglesia continúa sosteniendo el granvalor de estas prácticas como medios válidos paraun crecimiento espiritual.

Hay gran sabiduría en la práctica cristiana delayuno. Aunque este ha sido considerablementeabandonado, la única expresión de ayuno (y prác-tica penitencial) que al parecer ha logrado sobre-vivir en medio de la confusión del mundo actual esla penitencia cuaresmal. Aunque sospecho que sesostiene de un muy delgado hilo cultural, que seromperá si no logramos que la gente sea conscien-te de la gran belleza y significado espiritual quetienen estos actos.

El Ayuno y Tú

Nuestra fe busca integrar nuestra relación entrecuerpo y alma. Dentro de ti se está librando unaguerra. Es la continua batalla entre tu cuerpo y tualma. A cada momento del día, ambos están luchan-do por el dominio. El ayuno debe ser parte de tuespiritualidad cotidiana.

Digamos que tu sopa está algo insípida. Podríasecharle sal y pimienta, pero no lo haces. Es algoinsignificante. Es casi nada. Pero si lo haces por lasrazones apropiadas, con la actitud interior correcta,es un ejercicio espiritual. Le dices no al cuerpo.

Más allá de estos pequeños momentos de renun-cia, cada uno de nosotros debería buscar encuentrosmás intensos con el ayuno y la abstinencia, si es quetomamos en serio nuestra vida espiritual

Trata de no mostrar orgullo al respecto. Acudehumildemente a Dios en oración y ahí, en la habi-tación del silencio, decide alguna forma de práctica

regular de ayuno y abstinencia. Luego, de vez encuando, revisa esta práctica. Si te sientes llamado aintensificarla,

Dos formas de ayuno que me ayudaron a crecertremendamente fueron la práctica del silencio y laquietud. De vez en cuando, haz ayuno de ruidos ymovimientos.

El Universo y Tú

Nos enseñan las leyes que gobiernan el univer-so incluso antes de entrar al jardín de infantes. Unade estas leyes es la ley de causa y efecto: todacausa tiene una consecuencia; toda acción tieneuna reacción.

Figurativamente, el universo tiene un sistema decontabilidad perfecto. Este es solo un pequeñoaspecto de lo maravillosa y perfecta que es lacreación de Dios. Estas leyes están diseñadas paramantener todo en balance y armonía. Como resul-tado, ninguna deuda queda pendiente en el univer-so. Todas las deudas deben ser canceladas.

Aquí surge el vínculo entre la penitencia y elayuno. Insisto, tarde o temprano las deudas deberánser pagadas.

Practicamos el ayuno como una forma de peni-tencia no porque queramos castigarnos o destruir-nos, sino más bien porque deseamos expresar loapenados que estamos por nuestras caídas moralesy para restaurar nuestra integridad.

Lo mismo sucede con la espiritualidad. Cada vezque pecamos, hay un impacto en nuestra alma.Cada palabra, pensamiento o acción que va encontra de la- mejor-versión-de-ti-mismo tambiéndaña tu relación con Dios y con tu prójimo. No lonotas, pero sucede.

Siempre un Camino, Nunca una Meta

Ayunar es un camino, pero no una meta. Elpropósito del ayuno es ayudar al alma a volver sumirada hacia Dios. Sus beneficios son innumera-bles, pero todos ellos son secundarios comparadoscon el deseo de acoger a Dios más plenamente ennuestra vida.

Nuestra vida cambia cuando nuestros hábitoscambian. Nuestros hábitos cambian si tomamosresoluciones, tenemos presentes esas resolucionesy nos sentimos capaces de cumplirlas y lo hacemos.A veces fallamos, pero no hay éxito si no estámarcado con el fracaso. No te rindas. Esfuérzate,poco a poco.

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Los libros cambian nuestra vida. Mucha gentepuede identificar un libro que ha significado uncambio en su vida. Fue probablemente un libro elque te dio aquel mensaje adecuado en el momentoadecuado. Pudieron haber sido solo palabras im-presas en un papel, pero se hicieron vivas para ti yen ti y gracias a ellas nunca volverás a ser el mismo.Los libros realmente cambian nuestra vida, porqueaquello que leemos hoy camina y habla con noso-tros mañana.

Una Antigua Tradición

La lectura espiritual es una tradición muy anti-gua. Ha existido en la Iglesia mucho antes de quetuviéramos libros para leer, cuando todo manuscri-to debía ser copiado a mano pues aún no se habíainventado la imprenta. En aquellos días, esta tradi-ción espiritual se practicaba principalmente en losmonasterios, donde los monjes tenían acceso a losmanuscritos de las Escrituras y otros excelentesescritos espirituales.

El objetivo de la lectura espiritual es encender elalma con un deseo de crecer en virtud y, por lo tanto,que una persona pueda ser la-mejor-versión-de-sí-misma. Tal como los demás ejercicios y actividadesespirituales, la lectura espiritual busca animarnos avivir vidas de santidad.

¿Qué Debemos Leer?

Las Sagradas Escrituras, especialmente el Nue-vo Testamento y en particular los cuatro Evange-lios, obviamente deben estar en primer lugar denuestra lista de lecturas espirituales.

El Antiguo Testamento también puede ser unafuente muy valiosa de lecturas espirituales, aunqueen este caso hay ciertos libros cuyas enseñanzas sonmás difíciles de entender.

Más allá de las escrituras, hay también excelen-tes escritores espirituales que pueden ser de ayudaen nuestra aventura de salvación. Estos maestros yguías de la vida espiritual siempre están disponiblespara consultas.

Si quieres crecer en la fe, identifica aquella ense-ñanza de la Iglesia Católica que encuentres másdifícil de entender y aceptar y lee al respecto. Estudiaese tema. Consigue un catecismo y lee lo que ahí se

escribe. Busca las fuentes y encuentra otros librosque expliquen por qué la Iglesia enseña lo que enseñarespecto a ese tema y llega al centro del asunto.

¿Cuándo, Dónde y por Cuánto Tiempo?

Para cerciorarnos de que un libro es bueno nospodemos preguntar: ¿Me está invitando este libro avivir una vida de santidad?

«Quince minutos diarios», me decía un ancianosacerdote. «Es sorprendente ver cómo quince mi-nutos diarios de lectura de un libro adecuado pue-den sacudir tu alma».

No necesitas leer dos horas diarias, solo quinceminutos. Pero hazlo todos los días. Haz de lalectura espiritual una disciplina diaria, parte de tuestilo de vida.

Educación de Adultos

Uno de los retos que está enfrentando la Iglesiael día de hoy es la imperiosa necesidad de laeducación de adultos. Muchas generaciones hanlogrado pasar a través del sistema de formacióncatólica con algo más que un conocimiento elemen-tal sobre el catolicismo y con el tiempo, más y máscatólicos han decidido no enviar a sus hijos aescuelas católicas o programas de formación reli-giosa. Todo esto está teniendo consecuenciasdevastadoras en las futuras generaciones.

La lectura espiritual es un perfecto ejemplo deuna solución antigua para un problema moderno. Sitodo católico leyera un buen libro católico durantequince minutos al día, este sólo hábito podría cons-tituir un cambio en el panorama de la Iglesia denuestro tiempo.

Manteniendo la Estrella a la Vista

La lectura espiritual es una gran herramienta quenos ayuda a mantener la gran Estrella Polar a lavista. Cuando vemos todo en relación a nuestrollamado a que nos convirtamos en la-mejor-ver-sión-de-nosotros-mismos, todo encuentra sentido.

Los libros cambian nuestra vida. Si realmentequieres cambiar, lee buenos libros espirituales. Si teacercas a ellos con espíritu de fe, sincero deseo decrecer en santidad y recta intención de practicar loque lees, estas lecturas espirituales se convertiránen una herramienta poderosa en tu vida.

REFLEXIÓN 13: LECTURAS ESPIRITUALES

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¿Por Qué Hemos Abandonado el Rosario?Hay muchas razones por las que los católicos

modernos han abandonado el rezo del rosario. Sinduda, una de ellas es el excesivo énfasis que algunosle han dado al papel de María y al rosario. Pero dudomucho que esta sea la verdadera razón. Creo queuna de las razones por las que el rosario se haolvidado tanto en esta época actual es porque hasido estereotipado como una práctica de ancianasmuy devotas sin mucha educación y con muchotiempo libre. En un mundo en el que reverenciamosel conocimiento y los títulos académicos, se consi-dera que la devoción raya en la superstición, pero enrealidad, la devoción es la reverencia hacia Dios.¿Acaso no es parte de la meta de toda vida cristianadedicar todo nuestro ser a Dios?

Hoy en día, los católicos hemos abandonado elrosario porque hemos sido seducidos por la com-plejidad. Hemos rendido pleitesía y respeto a lacomplejidad, cuando la clave de la perfección es lasencillez. La paz en nuestro corazón nace de lasencillez de vida.

Tal vez tu objeción sea que te obligaron a rezarel rosario cuando eras niño. Si este es el caso, dejaatrás esa experiencia y redescubre para ti estaoración maravillosa. No dejes que tu futuro searobado por tu pasado.

Beneficios

Empecé a rezar el rosario porque es una forma deoración que me parece muy tranquilizadora, tantoespiritual como mentalmente. Hoy, rezo el rosarioporque pienso que es la manera más simple dereflexionar sobre la vida y enseñanzas de Jesucris-to. Para ubicar esto en el contexto de nuestro viajeespiritual, pienso que como cristianos estamos lla-mados a imitar a Jesús. Es imposible imitar aalguien que no conocemos y a Jesús llegamos aconocerlo en las Escrituras, en los sacramentos ypor medio de tantas personas y lugares. El rosario esuna forma más. Al rezar el rosario, podemos medi-tar muchos otros aspectos de la vida de Jesús en untiempo relativamente corto.

Más allá de las virtudes sobrenaturales, cadadecena del rosario introduce ejemplos prácticos devirtudes humanas y nos enseña a practicar estas

virtudes en nuestra propia vida. Exploremos estasvirtudes humanas ahora, una decena a la vez

Veinte Lecciones

Las acciones de tu vida están determinadas portus pensamientos más fuertes, por lo tanto, pon tumente en aquellas cosas que son buenas, verdade-ras, bellas y nobles y tu vida será un reflejo de estasacciones. Una mente tranquila es fruto de la sabidu-ría. La tranquilidad mental es resultado de la prác-tica paciente del auto control. En el rosario, tene-mos veinte misterios que engendran veinte leccio-nes de vida, de amor, de búsqueda de la virtud y dela grandeza del plan de Dios para la humanidad.

A) Los Misterios Gozosos

La Anunciación: en el Primer Misterio Gozosoaprendemos sobre la importancia de decirle sí aDios en la vida, al ver cómo María se entrega contodo su corazón a los designios de Dios para su vida(cf. Lucas 1, 28-38). Fruto del misterio: el deseo dehacer la voluntad de Dios.

La Visitación: en el Segundo Misterio Gozosoaprendemos el valor del servicio cuando María dejasu hogar para asistir a su prima Isabel (cf. Lucas 1,39-42). Fruto de este misterio: humildad.

El Nacimiento de Jesús: en el Tercer MisterioGozoso encontramos la humildad de Jesús, el Hijode Dios, nacido en el pesebre de un establo (cf.Lucas 2, 1-7). Fruto de este misterio: desprendi-miento de las cosas de este mundo

La Presentación: en el Cuarto Misterio Gozosopresenciamos un poderoso ejemplo de obediencia,cuando María somete a su hijo, el Hijo de Dios, a laLey de Moisés (cf. Lucas 2, 23-32). Fruto de estemisterio: obediencia

El Hallazgo de Jesús en el Templo: en el QuintoMisterio Gozoso aprendemos que la verdadera sa-biduría no viene de la simple acumulación de cono-cimiento, sino que es un regalo de Dios (cf. Lucas2, 45-49). Fruto de este misterio: vocación y evan-gelización.

B) Los Misterios Luminosos

El Bautismo de Jesús: en el Primer MisterioLuminoso escuchamos la voz del Padre diciendo,

REFLEXIÓN 14: EL ROSARIO

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«Este es mi hijo amado, en quien me complaz-co», (Mateo 3, 16-17) y aprendemos a acercarnosal Padre. Fruto de este misterio: apertura al Espí-ritu Santo

El Milagro en las Bodas de Caná: en el SegundoMisterio Luminoso, Jesús transforma el agua envino (Juan 2, 12) y se nos recuerda de su capacidadpara transformar nuestra vida y al mundo. Fruto deeste misterio: confianza en la Providencia Divina.

La Proclamación del Reino: en el Tercer Miste-rio Luminoso, Jesús invita a los hombres de todaslas épocas a la conversión—«Arrepiéntanse, puesel Reino de Dios está cerca» (Marcos 1, 15) —yrogamos ser colmados con un deseo de santidad.Fruto de este misterio: arrepentimiento.

La Transfiguración: en el Cuarto Misterio Lu-minoso presenciamos a Jesús, como realmente es,luz del mundo y rogamos por el coraje espiritualpara buscar la verdad y la luz donde quiera que noslleve (Lucas 9, 28-31). Fruto de este misterio: deseode santidad.

La Institución de la Eucaristía: es en el quintoMisterio Luminoso, en donde Jesús nos enseñacómo amar sin guardarnos nada, al entregarse a símismo completamente (Juan 6, 51). Fruto de estemisterio: amor a la Eucaristía.

C) Los Misterios Dolorosos

La Oración en el Huerto: en el Primer MisterioDoloroso aprendemos la importancia de perseveraren la oración (cf. Lucas 22, 41-45). Fruto de estemisterio: paciencia

La Flagelación: en el Segundo Misterio Dolo-roso nuestro espíritu se renueva por los sacrificiosde cada día y aprendemos a nunca despreciar laspequeñas cosas y el valor de la atención a losdetalles (cf. Juan 19, 1). Fruto de este misterio:auto-control

La Coronación de Espinas: en el Tercer Miste-rio Doloroso aprendemos la compasión por losdespreciados y rechazados y pedimos perdón porlas veces que hemos insultado a otros (cf. Mateo 27,27-30). Fruto de este misterio: fortaleza moral.

Jesús con la Cruz a Cuestas: en el Cuarto Mis-terio Doloroso nos sentimos empujados a ayudar aJesús a cargar su cruz protestando contra la injusti-cia e influenciando a los que nos rodean de unaforma positiva (cf. Juan 19, 17-18). Fruto de este

misterio: el deseo de sacrificar nuestra vida por losdemás.

La Crucifixión y Muerte de Jesús: en el QuintoMisterio Doloroso experimentamos el dolor que cau-sa el mal y sentimos el peso de nuestros pecados (cf.Lucas 23, 42-46). Fruto de este misterio: abandono.

D) Los Misterios Gloriosos

La Resurrección: en el Primer Misterio Gloriosose nos recuerda acerca de la realidad de la vida despuésde la muerte y aprendemos a vivir con esto en mente(cf. Marcos 16, 1-7). Fruto de este misterio: fe

La Ascensión: en el Segundo Misterio Gloriosose nos recuerda acerca de la gran misión de conti-nuar con el trabajo de Jesús en la tierra trasmitiendoel Evangelio (cf. Marcos 16, 15-20). Fruto de estemisterio: esperanza

La Venida del Espíritu Santo: en el TercerMisterio Glorioso se nos recuerda que estamosacompañados en nuestros esfuerzos por el incon-mensurable poder del Espíritu Santo vivo en noso-tros (cf. Hechos 2, 1-4). El fruto de este misterio:sabiduría.

La Asunción de María Santísima: en el CuartoMisterio Glorioso se nos recuerda acerca de lahermosura de la pureza de mente, cuerpo, espíritue intención (cf. Apocalipsis 12, 1, 17). El fruto deeste misterio: pureza.

La Coronación de María Santísima Como Rei-na y Señora de la Creación: en el Quinto MisterioGlorioso aprendemos a honrar y a buscar el consejode aquellos que han adquirido la virtud en su vida(cf. Cantar de los Cantares 4, 7-12). El fruto de estemisterio: amistad con María

Estas son veinte lecciones dignas de continuareflexión; veinte lecciones que nunca dejan dedesafiarnos. Espero que puedas convertir este an-tiguo ejercicio espiritual en parte de tus rutinasespirituales.

Más de Una Forma

Rezar el rosario encierra algo más que sólorecitarlo. Cualquiera puede recitar las oraciones—basta aprenderlas y pueden ser repetidas de memo-ria. Pero para rezar verdaderamente el rosario,debemos tener un objetivo claro en nuestra mente.El rosario no es mágico. No se trata de ningúnacuerdo con Dios. Una cantidad X de rosarios noequivalen a un favor por parte de Dios.

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LA ORACIÓN NO CAMBIA A DIOS;NOS CAMBIA A NOSOTROS.

Hay muchas visiones prácticas del rosario. Laprimera es enfocarse en las palabras, mismas queestán profundamente sembradas en las Escrituras yla tradición cristiana.

Las palabras del rosario son poderosas y estánllenas de significado, pero también lo están losmisterios que usamos como base de cada decena.

También me es fructífero rezar cada decena por unaintención. Pues el hacerlo me ayuda a estar enfocado yme permite rezar por muchas personas en mi vida.

Nuestra vida de oración debe ser dinámica, comoel amor. Nuestro amor, aunque constante, puedeexpresarse en muchas formas distintas en momen-tos distintos. Igual que la oración. Aprende a dejarque el Espíritu te guíe hacia el tipo de oración quete será más beneficioso en un día particular— no laoración que «tengas ganas» de hacer, sino la ora-ción que más te beneficie ese día, dependiendo dela disposición de tu alma.

María

María es la mujer más famosa de la historia. Ellaestá a la cabeza de todas las mujeres importantesque han ganado fama por vivir vidas de virtud. Ellaha inspirado más arte y música que ninguna otramujer en la historia, e incluso en la época actual,María fascina la imaginación de hombres y mujeresde toda creencia. Pero más allá de su fama eimportancia histórica, está su centralidad en la vidacristiana. Los primeros cristianos se reunieron entorno a ella buscando consuelo y dirección

Una madre tiene una perspectiva única. Nadie vela vida de un hijo de la forma en que lo hace sumadre—ni siquiera el padre. Esta es la perspectivaque María tiene de la vida de su hijo Jesús. A mí meparece que todo verdadero cristiano, no solo católi-co, debería interesarse en esta perspectiva—y nosolo interesarse, fascinarse. En el rosario medita-mos la vida de Jesús a través de los ojos de su madre.Esta es una experiencia maravillosa si nosadentramos completamente en ella.

REFLEXIÓN 15:AHORA ES EL «NUESTRO» TIEMPO

La misión encomendada a los católicos de todoslos tiempos es transformar el mundo en que viven,trabajan y se desenvuelven. Transformar las distin-tas áreas de la vida es un reto continuo.

Hay verdadera grandeza en el catolicismo. Elcorazón del hombre anhela ser feliz y Dios quiereque seamos felices, pero solo experimentamos estafelicidad y la plenitud que la acompaña cuandoestamos cambiando, creciendo, pareciéndonos mása Jesucristo y a través suyo, convirtiéndonos en la-mejor versión- de-nosotros-mismos. El catolicis-mo es ese estilo de vida dinámico y ese sistema deaprendizaje diseñado desde el cielo para acompa-ñarnos en nuestra transformación.

Tiempo de un cambio

Es verdad que la Iglesia atraviesa por muchosproblemas en los momentos actuales de la historia.Estos problemas me llenan de tristeza pero no deangustia, pues los veo como oportunidades para

cambiar, crecer y hacernos más efectivos en la tareade llevar a la gente desde donde están hacia dondeDios los llama a estar. Veo los desafíos de nuestrotiempo como una ocasión para que soñemos unavez más en lo que significa verdaderamente sercatólicos y en el papel que la Iglesia debería desem-peñar en el mundo de hoy desde las comunidadeslocales hasta el ámbito nacional y así, como miem-bros de la Iglesia que es una, santa, Católica yapostólica, debemos también preguntarnos: ¿Esesta la-mejor-versión-de- la Iglesia?

¿Estamos Dispuestos a Cambiar?

Mientras estas leyes de cambio son verdaderasen el aspecto natural, también experimentamosrealidades sobrenaturales. La fe, la esperanza y elamor son perfectos ejemplos personales—que soninvariables. En medio de este ambiente naturalsiempre cambiante, también experimentamos laverdad—y la verdad también es invariable. El

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ambiente cambia, la cultura cambia, la gente cam-bia, pero la verdad no; las realidades teologales defe, esperanza y amor tampoco; y menos aún, Dios.

¿A qué nuevo lugar está llamando Dios a laIglesia ahora? Sin importar el aspecto que tenga eselugar, necesitaremos cambiar para llegar hasta ahí yseguramente la transición no será fácil. ¿Cómo cam-biará la Iglesia en el siglo XXI? ¿Aprenderemos asacar de nuestro tesoro lo nuevo y lo viejo (cf. Mateo13, 51) mientras nos movemos hacia adelante?

La renovación dinámica en la Iglesia llegarácuando consideremos el futuro con respecto alpasado. No será suficiente una simple reorganiza-ción. Necesitamos ciertos cambios radicales,

Es verdad que necesitamos cambiar, pero nece-sitamos un cambio vivificante que genere frutosverdaderos, estación tras estación. Necesitamosempezar a educar a los católicos en su anhelo defelicidad. Debemos enseñarle a los católicos queese anhelo de felicidad que tienen se alcanza condisciplina Necesitamos mostrarle a la gente deforma práctica cómo alcanzar la máxima felicidadcuando dejamos que las revelaciones eternas delEvangelio gobiernen nuestras acciones. Necesita-mos redescubrir las abundantes riquezas de la espi-ritualidad católica. Necesitamos ofrecer respuestasa las constantes preguntas de estos tiempos y a lasobjeciones comunes hacia el catolicismo, respues-tas que hagan profundo eco en las personas de hoy.Necesitamos articular la importancia del catolicis-mo en el mundo actual de maneras audaces, brillan-tes, coherentes e inspiradoras. Necesitamos invitara los católicos a participar activamente en la misiónde la Iglesia y sobre todo, necesitamos convertirnosen personas que rezan y consecuentemente, enpersonas de oración. Pero primero y más importan-te, necesitamos inspirar a las personas

El cambio es necesario e inevitable. En vez depermitir que el espíritu del mundo nos dirija, elevomi plegaria al Señor para que sea el Espíritu vivo deDios quien dirija este cambio en la Iglesia y ennuestra vida.

Pedimos a gritos un cambio, pero nos olvidamosde lo difícil que es cambiar. Pedimos un cambio,pero con frecuencia nos negamos a involucrarnos.

¿En qué Deberíamos Enfocarnos?

Si la Iglesia Católica cambia, crece, prospera ycumple su misión en el clima actual, será por una

sola razón: porque nos hayamos convertido enpersonas espirituales. Solo entonces esa salud espi-ritual hará explosión para convertirse en accionesauténticas.

El primer paso es reconocer que los sistemas yprocesos que hoy rodean a la educación y evange-lización en la Iglesia están gravemente defectuo-sos, o por lo menos son preocupantemente inade-cuados. Desde ahí podemos empezar a construirtodo lo que sea necesario para comprometer a losdemás.

La Educación

La educación católica es uno de los grandesmilagros de la civilización moderna. Es un hitoportentoso y sin precedentes. Por eso ha sido imita-do por todas las demás organizaciones religiosasdel planeta. Ellos conocen el poder del sistemaeducativo católico. Pero este ingenioso método estásiendo utilizado de forma incompleta, incorrecta,ineficiente, al punto que está fracasando en sumisión y se encuentra en desesperada necesidad derenovación.

Al mismo tiempo, las escuelas católicas sopor-tan tremendas presiones debidas a crecientes regu-laciones y ordenanzas, población estudiantil siem-pre decreciente y constantes apuros económicos.Todas estas circunstancias les llevan inevitable-mente a enfocarse más en su mantenimiento antesque en su misión. Estamos demasiado preocupadosen sobrevivir como para explorar en profundidadaquello que hará que la educación católica vuelva aser próspera.

La educación en cualquier contexto se dirigemejor a través de preguntas. Muchos educadores alo largo de la historia han tratado de imponer suposición sobre el resto. Tales maestros, si se lespuede llamar así, tienden a dar clases orales. Esdecir, su estilo es un monólogo. Pero los verdaderosmaestros no tratan de imponer sus puntos de vistaen sus estudiantes; más bien, tratan de llevarloshacia el bosque del razonamiento, la duda, la re-flexión y el cuestionamiento de la belleza queencierra la verdad.

Si quieres ganar una guerra, hay tres cosas quenecesitas saber: primero, necesitas saber que estásen guerra. Segundo, necesitas saber quién es tuenemigo. Tercero, necesitas conocer las armas yestrategias que usarás para derrotar a tu enemigo.

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Nuestros enemigos son la ignorancia y la indi-ferencia. Es sorprendente cuántos títulos acadé-micos puedes obtener en una cultura y seguirmanteniendo a las masas casi completamente ig-norantes sobre cualquier verdad de vida. La igno-rancia y la indiferencia hacia la verdad son losenemigos de la Iglesia, de la educación católica yciertamente de Dios.

Si nos tomamos el tiempo para estudiar lasenseñanzas de la Iglesia, descubriremos en ellasuna singular belleza y una profunda sabiduría. Envez de cuestionar las enseñanzas de la Iglesia sinhacer ningún esfuerzo para entenderlas y en vez dedesechar sus puntos de vista por considerarlos an-ticuados y desactualizados, tal vez deberíamos tra-tar de entender su posición.

Esta es la pregunta quedebería forjar la educacióncatólica y nuestra explo-ración personal de la fe.Tal vez deberíamos dejarque estudiantes de secun-daria expresen todas laspreguntas sobre el catoli-cismo y todas las objecio-nes que hayan escuchadosobre la Iglesia y tal vezdeberíamos asignarles latarea de defender ciertasposturas o responder lasgrandes preguntas de nues-tro tiempo. Después, podríamos explorar juntos lapregunta «¿Por qué la Iglesia enseña lo que enseñasobre eso?»

Si pudiéramos mostrar a todos los jóvenescatólicos de escuela secundaria solo una de estasexperiencias, tendrían un respeto sine qua nonpor la gran sabiduría de la Iglesia. Si les mostrá-ramos la verdad y la belleza de esa verdad,respecto a solo una de sus preguntas y objeciones,elevaríamos infinitamente su amor y entendi-miento de la Iglesia.

La verdad es bella. Si tan solo pudiéramos apro-vechar la energía del sistema educativo católicopara enseñarles a los jóvenes cómo esta verdad delEvangelio los puede liberar (cf. Juan 8, 32). Soloentonces seremos capaces de mostrarles la verdaden su interior. Solo entonces creerán en nosotros. El

auténtico amor por uno mismo y la verdadera autoestima surgen de la relación adecuada con Dios y dela verdad que él ha revelado.

Educadores, padres, políticos y psicólogos coin-ciden en que probablemente el mayor problemaentre los jóvenes de hoy sea la baja auto estima. Nose puede corregir este problema simplemente conllenar al chico de halagos. La auto estima tiene tresfuentes: obrar el bien; llevar una relación adecuadacon Dios, los demás y uno mismo; y el servicio.Obrar el bien es tan sencillo y tan difícil comoescuchar la suave voz de la conciencia y permitirque nos guíe. Una relación adecuada con Dios, losdemás y todo en el universo, se desarrolla medianteuna siempre creciente conciencia de todo aquelloque es bueno, verdadero, bello y correcto y nada

fomentará más elsano sentido de símismo que la expe-riencia de ser valiosopara otros a través delservicio.

Lo irónico es quela gran mayoría de jó-venes está buscandoalguien que tenga elvalor de mirarlos a losojos y decirles la ver-dad. Sobre todo, quie-ren ser ellos mismos,pero no cualquier ver-

sión. Ellos anhelan profundamente ser la mejor-versión-de-sí-mismos. A veces están conscientesde ese anhelo y a veces no. Los jóvenes necesitan yrequieren de una guía para descubrir y comprendersus más altos potenciales.

Enseñar a los jóvenes a reconocer y celebrar la-mejor-versión-de-sí mismos es también la mejorforma de enseñarles a participar en la sociedad, aencontrar un trabajo que sea específicamente ade-cuado para ellos y a comprometer sus responsabili-dades sociales.

También es importante anotar que muchos ca-tólicos reciben su formación de catequesis fuerade las escuelas católicas. Más de dos tercios deltotal de estudiantes católicos no asisten a escuelascatólicas. Esto significa que su primera formaciónen la fe fuera de sus casas se da en las aulas de

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catequesis. Este número se está incrementandoaño a año al tiempo que cada vez más padresdeciden no inscribir a sus hijos en escuelas católi-cas y cada vez más escuelas católicas cierran suspuertas. En pocas palabras, tenemos una hora a lasemana para cautivar la imaginación de estosjóvenes, demostrarles la grandeza del catolicismoy convencerlos de que seguir a Jesús es la mejormanera de vivir. Creo que estamos de acuerdo conque no es una tarea fácil.

Si no podemos darnos el lujo de perder otrageneración de católicos y pienso que todos estamosconscientes de ello, ¿no es hora de invertir recursosen serio para desarrollar programas de catequesisde excelencia?

La Evangelización

No solo que han secuestrado el término evangeli-zación, sino que se han robado también el términocristiano. Sorprendentemente, muchas iglesias cris-tianas modernas ni siquiera consideran a los católicoscomo cristianos, lo que es como decir que la Coca-Cola no es cola. En todo caso, el asunto que noscompete es la evangelización, que en esencia significa«compartir el evangelio con toda la humanidad».

La misión de la Iglesia es compartir el evangelioy enseñar, incentivar, desafiar a la gente para queimite a Jesucristo. ¿Entonces cómo podemos perte-necer a una parroquia que año tras año sigue sinbuscar a los que se mantienen al margen de la iglesiay con muy pocos que imiten a Cristo notoriamente,sin pensar que algo anda mal? Te aseguro que si loque acabo de describir se parece a tu comunidadparroquial, ¡algo anda mal!

La naturaleza y razón de ser de la Iglesia esincentivar a personas y comunidades a hacer vivaslas enseñanzas de Jesucristo en todo tiempo y lugar.Una parroquia local debería ser contagiosa. Todoslos que pertenecen a ella deberían extender susmanos activamente, haciendo esfuerzos por evan-gelizar; y pasivamente, con el ejemplo de sus vidas.

Una cosa sí es evidente: necesitamos una estra-tegia. Los católicos de hoy no van a cambiar haciaun estilo de vida más Cristo-céntrico por sí mismos.Nuestras comunidades locales no van a hacersecontagiosas de la noche a la mañana. Necesitamosuna estrategia, porque este tipo de cosas solo suce-den intencionalmente.

Permítanme sugerir un sencillo plan de evange-lización de cuatro pasos:

A) Primero: debemos empezar a cultivar lasamistades. La amistad fue el modelo original deevangelización. Los primeros cristianos no busca-ban esparcir su fe mediante el poder político nituvieron a su alcance los medios masivos de comu-nicación. Simplemente echaron mano del más an-tiguo y confiable método de influencia—la amistad.

B) Segundo: el siguiente paso en nuestra estra-tegia de evangelización es rezar por las personas alas que estamos tratando de llegar con las enseñan-zas, principios y valores del Evangelio. La oraciónes poderosa, esencial. Llega directo y clarifica. Nosda visión, valentía, fortaleza y templanza. La ora-ción disuelve nuestros prejuicios, elimina nuestraestrechez de mente y diluye nuestra tendencia ahacer juicios. Erosiona nuestros motivos impuros.La oración abre nuestro corazón hacia Dios y suscaminos.

Nuestro trabajo de compartir el evangelio conlos demás nunca debería ir separado de la oraciónpor esas personas porque si ocurre esta separación,corremos el gran peligro de caer en motivacionespersonales.

C) Tercero: el tercer paso en nuestra estrategiade evangelización es contar nuestra historia.

Las historias cambian la vida de las personas. Lashistorias de San Francisco de Asís, la Madre Teresa,Juan Vianney, Tomás Moro y Juan Pablo II hantenido una influencia muy grande en mi vida. Susvidas cambiaron la mía, pero las historias de cientosde personas ordinarias con las que me he encontradotambién han tenido un gran impacto en mí.

D) Cuarto: el componente final de esta estrate-gia de evangelización es invitar a tus amigos yvecinos a eventos de difusión organizados por tuparroquia. Esto representa un problema en la mayo-ría de las parroquias católicas porque no hay mu-chos eventos de difusión a los cuales invitar. Algu-nos dirán que tienen programas de catequesis paraadultos para aquellos interesados en explorar elcatolicismo pero estos programas duran meses ysolo aquellos con un elevado nivel de interés segui-rán asistiendo. Lo que necesitamos son programasmensuales o trimestrales a los que la comunidadpueda invitar a su familia, vecinos y amigos. Pro-

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gramas que inspiren, que enciendan en la gente unallama de pasión por el buen vivir, que hablen sobrelos verdaderos problemas y necesidades a los que elhombre se enfrenta. Necesitamos programas dedifusión y estos deben ser relevantes e innovadores.

Nuestra falta de programas de difusión es una delas mayores barreras hacia la evangelización católica.

¿Cuándo fue la última vez que fuiste a una fiestaa la que no te invitaron? A las personas no les gustaasistir a eventos donde no se sienten bienvenidos yla verdad es que hay muchos católicos que no sesienten bienvenidos en la Iglesia Católica.

Una vez ahí, necesitamos hacerlos sentir bienve-nidos, sea que nosotros los hayamos invitado o no.Necesitamos hacer todo para que las personas queinvitemos se sientan cómodas en la Iglesia, quesientan pertenencia.

Tal vez esta estrategia sea demasiado simple yestoy seguro de que no es perfecta, pero sé quenecesitamos un plan paso a paso específicamentediseñado para llegar a las personas con las quevivimos, trabajamos y socializamos.

La Iglesia primitiva fue imparable y hastadonde sé, lo fue porque siguió esta simple estra-tegia. Creyeron que los valores y principios delEvangelio eran la mejor forma de vida. Cultiva-ron la amistad. Se comprometieron profunda-mente con una vida de oración. Tuvieron el valorde contar sus historias. Fueron generosos y abier-tos hacia los demás.

El hombre de hoy anhela ser feliz tal como lohicieron los primeros cristianos. De aquí surge lapregunta: «¿Crees que conocer y seguir a Jesús esla mejor forma de vivir?» Nosotros no somos merosespectadores en la gran misión de la Iglesia. Somosparticipantes.

Ahora, seamos prácticos por un momento.¿Cómo puedes ayudar a otros a descubrir la bellezade la vida y enseñanzas de Jesucristo? Podemoscumplir nuestro llamado a trasmitir el Evangelioenseñando a nuestros hijos y viviendo los valores yprincipios del Evangelio en nuestra propia vida.Pero también tenemos una oportunidad única decompartir con nuestros amigos las vivificantes en-señanzas del cristianismo. Nadie está en mejorposición de influenciar a tus amigos con la bellezay bondad de nuestra fe que tú.

El principal vehículo que Dios quiere usar paracompartir la verdad, belleza y sabiduría de suscaminos con el mundo actual no son los medios decomunicación o el internet. El vehículo que Diosquiere utilizar es la amistad.

La amistad es la clave de la evangelización.

¿Cómo aplicar estas ideas de manera práctica entu vida? En algún momento de este día, tómate unosbreves minutos en la habitación del silencio y pídelea Dios que te indique cinco personas que se benefi-ciarían de un mayor conocimiento y aprecio deDios y la Iglesia. Escribe los nombres de esas cincopersonas. Pega esos nombres mentalmente uno acada dedo de tu mano derecha.

Reza por ellos todos los días durante el siguientemes. Nómbralos en tu oración, diaria. Entrega tudisponibilidad a Dios. Dile que te gustaría ayudar-los a descubrir los beneficios de vivir una vida devirtud y la aventura de caminar junto a él.

Después de que hayas rezado por estas cincopersonas todos los días durante un mes, llámalos yarregla reunirte con ellos por un par de horas, cadauno por separado. Invítalos a almorzar, a dar unpaseo, a hacer deporte, o a tomar un café. Cuandotengas este momento con ellos, uno a uno, háblalessobre aquello que está sucediendo en su vida.

Haz esto una vez al mes con cada una de tus cincopersonas, individualmente, durante tres a seis meses,no hables sobre Dios, religión, o la Iglesia, a menosque ellos traigan el tema a colación. Después de quehayan pasado estos meses, en una de tus visitas,invítalos a alguna obra de caridad a la que asistas, yasea visitar algún asilo, hospital u orfanato. Ve a estoslugares y colabora activamente, aunque sea solovisitando a las personas que ahí viven. Nada despier-ta más los sentidos espirituales, morales y éticos queel contacto con los menos favorecidos

Entonces y solo entonces, habiendo formadouna amistad y desarrollado cierto nivel de respetomutuo, comienza a dialogar sobre el lugar que Diostiene en tu vida y la de ellos. Este respeto mutuo esesencial en el proceso de evangelización.

Las Vocaciones

Todos tenemos una vocación y nuestro corazónencuentra descanso una vez que la encontramos yseguimos. Tu vocación es la respuesta íntima de Diosa tu deseo particular de ser feliz. El coloca en tu interior

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este deseo y te llama a buscar esa felicidad con unavocación específica. Tal es la grandeza de Dios.

En muchos países modernos estamos atravesan-do por una falta de vocaciones sacerdotales ¿Cuáles la solución para este problema? ¿Por qué hay talescasez de sacerdotes? Pienso que la razón princi-pal es porque hemos dejado de predicar el Evange-lio. Probablemente una de cada diez veces quesalgo de la iglesia el domingo me digo a mí mismo,esa homilía realmente me desafío, me inspiró, meconvenció, me mostró los cambios que necesitohacer y me enseñó cómo aplicar el Evangelio deforma práctica en mi vida.

Hemos dejado de predicar el Evangelio. Esta-mos predicando para los tibios. Paralizados por elmiedo, hemos diluido tanto el mensaje Los jóvenesviven deseosos de dar su vida por una causa quevalga la pena. Puede que no estén conscientes deeste deseo. Sin embargo, es lo que los mueve. Aellos no les interesa el camino fácil. Quieren explo-rar su gran potencial. Quieren ser entrenados paraser la-mejor-versión-de-si-mismos. En otras pala-bras, quieren conocer el Evangelio

Si predicamos el Evangelio, tendremos vocacio-nes. Si vivimos el Evangelio, nuestros seminariosestarán llenos de nuevo. Nada es más seguro.

REFLEXIÓN 16:

LIDERAZGO

Las personas necesitan liderazgo y en ausenciade este, escucharán a cualquiera que se pare frentea un micrófono. Las personas quieren liderazgopero cuando perciben que a sus líderes les faltavalor y les sobra egoísmo, los rechazan y asumenel rol directamente. Saben que no están capacita-dos, pero prefieren arriesgarse bajo su propioliderazgo antes que bajo la guía de un falso líder.

Es verdad que ocasionalmente un obispo ocardenal logra influenciar a la opinión pública ensu diócesis y se convierte en un prominente lídercatólico en su área geográfica. También es ciertoque algunos laicos católicos con altos cargos en elmundo de los negocios, el entretenimiento y lapolítica, han logrado con éxito establecer unaidentidad católica de muchas formas pero no tene-mos figuras nacionales, ni dentro del clero, nitampoco en el laicado. ¿No te parece que estoconstituye una crisis masiva de liderazgo? ¿Dóndeestá aquel líder católico que hable al mundo de hoyde forma audaz, valiente, brillante, lógica,articulada e inspiradora? ¿Dónde está aquel cató-lico que se presente en el noticiero estelar y suspalabras retumben en todos los católicos y despier-te la curiosidad de los no católicos?

Si en el siglo XXI la Iglesia Católica florece,será a causa y en razón de un liderazgo audaz einspirador.

Paralizados por el miedo

Hay un gran temor que se ha apoderado delliderazgo de la Iglesia Católica. No me refiero soloa los obispos y sacerdotes, sino al liderazgo laico. Elmiedo ha paralizado a todos nuestros líderes. Losrápidos cambios en el mundo en los últimos setentay cinco años han sorprendido a la Iglesia totalmentedesprevenida.

Antes de este período de cambio rápido, muchosaceptaban con fe la autoridad, liderazgo y enseñan-zas de la Iglesia, en la humildad de su falta deeducación.

Este acelerado cambio cultural puso a la Iglesiaen desventaja. Su postura a la defensiva fue elcomienzo del miedo que ha secuestrado a la Iglesia,que simplemente no fue capaz de adaptarse a loscambios con suficiente rapidez. No fuimos capacesde rediseñar y reorientar nuestras instituciones edu-cativas con la misma rapidez para responder a lasnuevas demandas del intelecto moderno. No fuimoscapaces de re educar a nuestro clero de forma quepudiera responder a los criterios cambiantes de lamente moderna. Como resultado, nos vemos conti-nuamente en desventaja, a la defensiva, luchandosolo por sobrevivir.

Entumecidos por el miedo, en los últimos cin-cuenta años, demasiados líderes se han escondidotras la pasividad, poniendo como excusas a la discre-

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ción, la prudencia y el discernimiento. Hay unadiferencia entre el miedo y la discreción, entre elmiedo y la prudencia, entre el miedo y el discerni-miento. El miedo no es una virtud.

La frase que con más frecuencia aparece en elNuevo Testamento es «No tengáis miedo».

Valentía

La emoción más dominante en nuestra sociedadmoderna es el temor. Tenemos miedo—miedo aperder las cosas que nos ha costado tanto conseguir,miedo al rechazo y al fracaso, miedo a ciertas partesde la ciudad, miedo a cierta clase de personas,miedo a las críticas, a sufrir una decepción, alcambio, a decir a las personas cómo nos senti-mos en realidad. Tenemos miedo a tantas co-sas, incluso a ser nosotros mismos. Somosconscientes de algunos de estos temores, mien-tras que otros existen en nuestro subconscien-te. Pero todos estos miedos dirigen las activi-dades y acciones de nuestra vida. El miedotiene una tendencia a encarcelarnos. Una per-sona es incapaz de hacer de su vida algoincreíble más por miedo que por falta dedestreza, de contactos, de recursos,o de cualquier otra variable. El mie-do paraliza al espíritu humano. Lavalentía no es ausencia de temor,sino la habilidad adquirida de supe-rar el temor. Cada día debemos so-breponernos a la jungla de dudas y cruzar el valledel miedo porque solo entonces podremos vivir enlos sitios elevados; en las cima de las montañas dela valentía. Todo en la vida requiere de valor.

El valor es esencial para la experiencia humana.Nos anima, nos da vida y hace posible todo lodemás; no obstante es la cualidad humana másdifícil de encontrar. La medida de tu vida será lamedida de tu coraje.

Liderazgo Valiente

Lo que necesitamos es un liderazgo valiente. Elfamoso autor alemán Goethe escribió una vez, «sévaliente y poderosas fuerzas vendrán en tu auxi-lio». Esta es la valentía que la Iglesia necesita. Enel catolicismo hay valentía cuando se vive deverdad. El hombre está hambriento de verdad,pero tenemos temor a decirla. La verdad los harálibres, pero no tenemos el valor para proclamarla(cf. Juan 8, 32).

Ser un líder católico es tener una posición deliderazgo espiritual; de ahí que la principal preocu-pación de un líder católico debe ser la dedicación ala vida espiritual. Nunca he conocido a un devotocobarde. La virtud es audaz, la bondad no es teme-rosa y los líderes devotos son líderes valientes y elvalor, como el resto de las virtudes es contagioso.

Liderazgo Servicial

Algunos piensan que Jesús es solo un buen tipo;otros, que es un profeta; algunos, que es un sabio yotros piensan que es Dios y Salvador. Jesús esuniversalmente admirado de una forma u otra. Noobstante, pocos lo consideran un modelo de liderazgopara sus vidas. Sin embargo, Jesús, el líder más

grande de todos los tiempos, no vino aser servido. Jesús vino para servir.

El verdadero método de liderazgode Jesús se basaba en voltear de arribaabajo la jerarquía. El modelo deliderazgo que el mismo Cristo nos dejófue uno de servicio y sacrificio.

Las leyes del liderazgo auténtico pa-recen haber sido probadas a lo largo de

la historia de la humanidad ya sea enlos negocios, en las batallas, en losdeportes o en la iglesia. Pienso queencontramos un extracto razonableen la siguiente cita anónima:

«Les digo que los líderes nuncaserán más o menos que lo que sussoldados piensan de ellos. Este es el

verdadero reporte de eficiencia. Puedes esperarencontrar un valor igual a tu valor, agallas igualesa tus agallas, resistencia igual tu resistencia, moti-vación igual a tu motivación, espíritu igual a tuespíritu, un deseo de alcanzar lo mismo que tu hasalcanzado. Puedes esperar un amor por Dios, por elpaís y por el deber iguales a los tuyos. No lesimportará el calor si sudas junto a ellos y no lesimportará el frío si tiemblas a su lado. Verás, no esque tú aceptas tu tropa; ellos estuvieron ahí prime-ro. Ellos te aceptan a ti y cuando lo hagan lo sabrás.No repicarán los tambores, ni ondearán las bande-ras, ni te llevarán en sus hombros, pero tú lo sabrás.Verás, tus órdenes te llevarán a comandar. Niórdenes, ni cartas, ni insignias de rango te apuntaráncomo líder. El liderazgo es un asunto intangible. Elliderazgo se desarrolla en tu interior; y te harás másfuerte al caminar».

Estamos llamados a ser líderes en un momentodado.

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La única forma para que nuestra vida puedacrecer genuinamente es adquiriendo virtud. Deigual forma es imposible para una sociedad crecergenuinamente si sus miembros no crecen en vir-tud. La renovación que la Iglesia necesita tandesesperadamente es una renovación de virtud. Esnuestra relación con Cristo lo que nos da la fuerza,la gracia y la sabiduría para crecer en virtud. ¿Quées virtud? «Es una disposición habitual y firmepara hacer el bien» (Catecismo de la Iglesia Cató-lica CIC can. 1883).

La gran falacia de lavida de moral tibia escreer que nuestra únicaresponsabilidad es eli-minar el vicio de nues-tra vida, pues el vicioentrará en nosotros dis-frazado de cientos dehábitos egoístas yautodestructivos, si nomostramos un sinceroesfuerzo por crecer envirtud y una apertura a la voluntad de Dios.

Nadie nació siendo una persona de virtud. Losbuenos hábitos no se infunden. La virtud debe serbuscada y puede ser adquirida solo mediante lapráctica constante. Solo montando bicicleta se pue-de aprender a montar bicicleta. Solo puedes apren-der a jugar béisbol si juegas béisbol. Solo podrásaprender a ser paciente si practicas la paciencia ysolo te podrás convertir en una persona de virtud, sipracticas la virtud.

Poema de Rudyard Kipling, «Si».

Si logras conservar intacta tu firmeza,Cuando todos vacilan y tachan tu entereza.Si a pesar de esas dudas mantienes tus creencias,Sin que te debiliten extrañas sugerencias.Si puedes resistir inmune a la fatiga,Y fiel a tu verdad, reacio a la mentira,El odio de los otros te deja indiferente,Sin creerte por ello muy sabio o muy valiente.

Si sueñas, sin por ello rendirte ante el ensueño.Si piensas, mas de tu pensamiento sigues dueño.Si triunfos o desastres no menguan tus ardores,Y por igual los tratas, como a dos impostores.Si soportas oír tu verdad deformada,Para trampa de necios por malvados usada,O mirar hecho trizas, de tu vida, el ideal,Y con gastados útiles recomenzar igual.

Si el total de victorias conquistadas,Arriesgar puedes en audaz jugada,Y aun perdiendo, sin quejas ni tristeza,Con bríos renovados reinicias tú la empresa;Y extraes energías, cansado y vacilante,De heroica voluntad que te ordena: ¡Adelante!

Si a la gente te acercas sin perder tus virtudes,O con reyes alternas, sin cambiar de actitu-des.Si no logran turbarte ni amigos ni enemigos,Pero en justa medida, contar pueden contigo.Si alcanzas a llenar el minuto sereno,Con sesenta segundos de un esfuerzo su-premo.

Lo que existe en el mundo en tus manos tendrás,Y además, hijo mío, un Hombre tu serás

La Iglesia siempre ha proclamado que las sietevirtudes fundamentales son la piedra angular de lamoral. Esta base está hecha de las virtudes teologales(Fe, Esperanza y Amor) y las cuatro virtudes cardi-nales (Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza).Las virtudes teologales nos liberan del egocentris-mo y nos protegen del mayor vicio—el orgullo—ynos disponen a vivir una vida en relación con Dios.Las virtudes cardinales, que a veces se las llama«virtudes humanas», nos permiten adquirir el autocontrol necesario para ser libres y capaces de amar.Estas virtudes nos permiten hacer esto al ordenarnuestras pasiones y guiar nuestra conducta a la luzde la razón y la fe (CIC can. 1834).

La única forma en que nuestra vida mejoregenuinamente es mediante la búsqueda de la virtud.

REFLEXIÓN 17:

DE VUELTA A LA VIRTUD

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El Mundo Necesita a la Iglesia

Los medios y promovidos por el debilitamientodel catolicismo causado por las filosofías prevale-cientes. Se ha proclamado a la tolerancia como lamáxima virtud secular y sin embargo, aquellos quedefienden la tolerancia son completamente intole-rantes de las cosas católicas y cristianas, así comode cualquier código moral de conducta.

El mundo necesita de la Iglesia. Incluso lospolíticos más cínicos y con elcorazón más duro sin otro objeti-vo más que su propio bienestarreconocen esta realidad con sor-prendente claridad. Aunque solosea por motivos económicos, lospolíticos saben que no serían ca-paces de recoger los escombrosque queden si la Iglesia desapa-reciera de sus comunidades.

Una parte de nuestra misiónactual como Iglesia es ofrecer ala gente una mejor vida. La palabra clave de todoesto es ofrecer. La Iglesia no fuerza a nadie ahacer cosas, más bien se acerca amorosamente ypropone a sus amados (tú y yo).

Algo Maravilloso Está Por Suceder

En estos temas no se he tratado de contestartodas las preguntas que rodean al catolicismo. Tam-poco se he tratado de cubrir todos los asuntoscontroversiales. Este no es un trabajo teológico,estrictamente hablando, ni tampoco es que prometegran virtud con seductora facilidad. Se ha intentadodemostrar que el catolicismo es un sistema deaprendizaje increíble, un estilo de vida y una odiseaespiritual que Dios Padre nos invita a vivir a travésde la Iglesia Católica. La aventura de proporcionesépicas comienza cuando aceptamos esa invitación.Esta aventura no dejará ni un rincón de nuestra vidaigual que antes.

El problema con los libros es que nunca seterminan en realidad; solo se abandonan. Esperoque al leerlas y aplicarlas, en retribución hagamosde nuestras vidas una celebración del catolicismo.Más que todo espero que estas palabras les hayanllenado de esperanza y hayan renovado su entusias-mo por la vida espiritual.

Pienso que algo maravilloso está por suceder, enmi vida, en la tuya y en la vida de la Iglesia y ruegoa Dios que estemos absolutamente disponibles paraque Dios nos utilice como instrumentos para lo-grarlo. Verás, Dios no utiliza necesariamente a losmás talentosos, tampoco a las personas que osten-tan posiciones de poder y autoridad y ciertamentetampoco a los mejor educados. Con mucha frecuen-cia la educación, el poder, la autoridad y el talento

pueden convertirse en vani-dosos impedimentos que nonos dejan hacer la obra deDios. ¿Qué tipo de personasutiliza Dios de formas po-derosas? ¿A quiénes ha usa-do Dios a través de la histo-ria para hacer sus obras enel mundo? A aquellos quehan mostrado su disponibi-lidad.

Dios utiliza a aquellosque se muestran disponibles. ¿Cuán disponibleestás dispuesto a mostrarte hacia Dios?

La esperanza es algo bueno, tal vez lo más buenode todas las cosas. La esperanza no es algo quepuedas comprar, pero te puede ser otorgada si lapides. La verdad es la única cosa sin la cual nopuede vivir el hombre. La esperanza encierra unagran belleza.

Tengo esperanza . . .

Tengo la esperanza de poder vivir a la altura delos talentos y dones que Dios me ha dado. Tengo laesperanza de tener la valentía para ser un verdaderoamigo, un buen padre y un esposo amoroso. Tengola esperanza de nunca dejar de luchar por convertir-me en la-mejor-versión-de-mi-mismo. Tengo laesperanza de seguir tomándome un momento paraescuchar la voz de Dios cada día. Tengo la esperan-za de ser lo suficientemente valiente para seguir adonde su voz me indique. Tengo la esperanza dejuntos poder construir un mundo en donde nuestrosniños puedan crecer libres y fuertes.

Tengo la esperanza... y esto ya es algo maravi-lloso. Acompáñame en esta esperanza y juntosdespertaremos a todos los hombres para que des-cubran el increíble sueño que Dios tiene para ellosy para el mundo.

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EncuEsta nacional dE cultura y PrácticaReligiosa, 2013

IPSOS Bimsa fue la casa encuestadora encargada de realizar el diseño de la encuesta,en conjunto con IMDOSOC, además de ser responsable del levantamiento de un total de4, 313 cuestionarios a hombres y mujeres mayores de 18 años. Dicho número se justificacon la siguiente argumentación: México es un país sumamente complejo, que por másintentos de gobernantes y escritores por establecer una identidad nacional, ha esquivadoperpetuamente a lo largo de su historia una definición total. Desde que se decidiera darletal nombre a tan vasto territorio y conjuntar disímiles de pueblos bajo una misma bandera,la verdadera unión ha sido un sueño que ni la retórica e historia oficial han logrado completar.Ciertos símbolos parecen ser capaces de unificar lo caótico durante instantes rituales.Considerando dicha situación la encuesta se propuso elaborar tipificaciones en resonanciaa la sociología de Max Weber, dividiendo al país en cinco regiones con los criterios de nivelde urbanización (urbana y rural, mixta) y el porcentaje de población católica de los estados.Bajo este parámetro se crearon las regiones: Norte formada por Baja California, BajaCalifornia Sur, Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo León, Nayarit, Sinaloa y Sonora;Oriente integrada por Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz;Centro con el Distrito Federal y el Estado de México, Guerrero, Campeche, Chiapas,Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y Bajío que se compone por Aguascalientes,Colima, Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Querétaro y Zacatecas.

El Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, cuyo nacimiento data de 1983, se haplanteado desde sus inicios ser un referente sobre la actualidad del mundo católico enMéxico. Su misión de «contribuir a formar la conciencia personal y social, para construir unarealidad social justa a la luz del Evangelio y a través de la investigación, la enseñanza y ladifusión del pensamiento social cristiano», valida el que realicen trabajos como el que aquíse presenta. Esta encuesta es la tercera en su género, aunque consideramos que por sutamaño y metodología amplía en muchos trabajos realizados previamente.

Los resultados de la encuesta están a la vista; por una parte confirman lo que en unaprimera mirada se percibe, pero también da cuenta de permanencias en algunos otrosaspectos. Por ello se ha considerado la necesidad de que este trabajo no quede resguardadoen la institución que le dio origen, sino que se convierta en una herramienta de trabajo paratodos aquellos interesados en el fenómeno religioso en México, tanto en el ámbitoacadémico, como en el político y por su puesto en el eclesial.

Los resultados que a continuación analizaremos fueron tomados de la encuestarealizada en la Región Bajío, ya que en esta región se encuentra nuestra Diócesis de SanJuan de los Lagos y es una manera acertada de darnos cuenta de qué manera se vive y seexpresa el catolicismo en estas regiones. También es una manera de reflexionar y darnoscuenta en que andamos mal, para que «yo» desde mi GAM’s (Grupo, Asociación oMovimiento) me ponga a contribuir a formar la conciencia personal y social, para construiruna realidad social justa a la luz del Evangelio

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Región Bajío

¿Qué tanta confianza tienes en esa institución o persona?11. Diputados Federales10. Senadores de la República09. Gobernador de su estado/ Jefe de gobierno08. Jueces07. Su presidente municipal/ delegado06. Presidente de la República05. CNDH04. Suprema Corte de Justicia de la Nación03. Iglesia Católica02. Ejército01. Marina

¿Cuáles son los principales problemas que ayuda a resolver la Iglesiacatólica en México?

14. Apoyo a gente pobre.13. Mantener la fe.12. Desintegración familiar.11. Ayuda al prójimo.10. Apoyo moral.09. Drogadicción.08. Pide por la paz en las guerras.07. Delincuencia/ inseguridad.06. Unión de comunidades.05. Apoyo contra la violencia.04. Darnos a la religión.03. La soledad.02. Ninguno.01. No sabe/ No contesto

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¿Participa usted, en este momento de su vida en alguna organización social, por ejemplo,alguna asociación de medioambiente, de asistencia o caridad, grupo de vecinos o condominios,de padres de familia, grupo de la Iglesia, etc.?

¿Cuál? ............................................... %Grupo de la Iglesia ........................... 39Asoc. De Padres de Familia ............. 10Grupo vecinal ................................... 16Asoc. De desarrollo social ................ 10Cuidado del ambiente ...................... 10No contestó ...................................... 13

¿Cree usted en Dios?¿Quién es Dios para usted? ............................ %Un ser superior que interviene de diversas

maneras en nuestras vidas ......................... 39Un padre amoroso ........................................... 10Un ser capaz de crear el universo, pero

que no interviene en nuestras vidas ...........16Un ser que juzga nuestras acciones ................ 10Una forma de energía ...................................... 10Un padre severo ............................................... 13

¿En qué momentos de su vidaacude usted a Dios?

07. En todo momento/ siempre.06. En momentos difíciles.05. Cuando deseo dar gracias por algo04. En momentos de alegría.03. Otros momentos.02. Nunca.01. No sabe/ No contestó

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Cuando usted tiene un problema muy serio en la vida, ¿reza o practica algún tipode oración o meditación?

Y ¿podría decirme a quién le reza? %

Dios/ Jehová/ Yahveh ..................................... 68Virgen/ Virgen María, de Guadalupe

o cualquier otra advocación ..................... 23Jesucristo .......................................................... 7Algún Santo/ Santa ........................................... 4

Sin importar su religión, ¿qué tan frecuentemente asiste o participa de estasactividades?

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En el último año, de agosto/septiembre de 2012 a la fecha…

¿Dónde se encuentra usted?10= Nunca dejaría de ser católico 1= Podría dejar de ser católico

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¿Cómo calificausted la actuaciónde la Iglesia?10= Muy buena 1= Muy mala

¿Qué tan importanteson cada una de lassiguientes frases?

10= Muy importante 1= Nada importante