UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA

Medellín

REFLEXIONES DE LECTURAS

MÓDULO 5: Praxis Pedagógica

Docente en Formación:

JORGE ELIÉCER TAPIA GÉNEZ

C.C. 92 515 415 de Sincelejo

Docente Tutor: YESID CARRILLO MAYORGA

Caucasia Antioquia

Abril de 2017

LIBRO DE PAULO FREIRE: CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR.

PRIMERA CARTA: Enseñar – aprender. Lectura del mundo –

Lectura de la palabra.

La labor docente requiere de mucha dedicación para preparar la clase, diseñar

las estrategias que voy a desarrollar, a preparar los recursos que voy a utilizar,

y a tener en cuenta los tiempos aproximados para el desarrollo de toda la

temática.

Nosotros los docentes no sólo debemos estar preparados en nuestra área

específica del conocimiento; sino que se requiere que estemos preparados y

actualizados sobre las diferentes corrientes que determinan los diferentes

modelos pedagógicos, lo cual requiere de mucha lectura por parte de nosotros

los docentes, muchas capacitaciones que verdaderamente las pongamos en

práctica en nuestro quehacer pedagógico, y amplia experiencia innovadora y

no tan repetitiva y monótona, aplicando las herramientas pedagógicas y

didácticas acordes al proceso de enseñanza y aprendizaje; también se requiere

en muchos de los casos el uso de herramientas tecnológicas para garantizar la

participación y motivación de los estudiantes, para que ellos también sean

parte de la construcción del conocimiento, desarrollando aprendizajes

significativos que permitan que el estudiante sea crítico, de tal forma que su

aprendizaje sea más profundo, quedando guardado en su memoria por más

largo tiempo.

Este proceso de enseñanza y aprendizaje se debe desarrollar con una gran

disposición de humildad por parte de nosotros los docentes, reconociendo que

nuestros estudiantes nos pueden también enseñar cosas muy valiosas, para

mejorar cada día nuestra labor docente. Nosotros debemos ser muy analíticos

y críticos sobre nuestro quehacer pedagógico, reflexionando cada día sobre

nuestras prácticas pedagógicas, siendo ejemplo directo a nuestros estudiantes,

para que éstos tengan mayor participación en el proceso de enseñanza y

aprendizaje, creando en ellos también esa actitud de tener un pensamiento

crítico, propositivo y argumentativo, donde el docente también aprende de sus

estudiantes, creando espacios de participación estudiantil, y reconociendo con

humildad lo nuevo que está aprendiendo, siendo agradecido de sus estudiantes

por permitirle cada día crear estrategias que sean más eficaces.

SEGUNDA CARTA: No permita que el miedo a la dificultad lo paralice.

Generalmente pensamos que el miedo sólo está relacionado con los

estudiantes, pero podemos observar diariamente en nuestras aulas, que los

estudiantes no quieren participar en clase, por ejemplo en mi caso particular

como docente de matemáticas y física, ellos no quieren salir al tablero a

desarrollar los ejercicios y problemas de aplicación, no quieren hablar para

aportar a la clase, pero si hablan para comentar otras cosas que no tienen que

ver con la clase, ni tampoco quieren trabajar en casa haciendo sus tareas,

argumentando que no las hacen ni participan en clase por que no han

entendido las explicaciones, pretendiendo que nosotros los docentes debemos

repetir muchas veces las explicaciones hasta que la mayoría pueda asimilarlas;

pero el problema radica en que ellos se distraen con facilidad, y no cumplen

con sus deberes mínimos para el aprendizaje apropiado.

Hay veces que a nosotros los docentes nos da miedo que nuestros estudiantes

nos hagan preguntas en clase, porque es posible que en el momento no tenga

la respuesta correcta, y no nos atrevemos a reconocer que como docente y

humano no siempre me las se todas, pero ante éstas circunstancias debemos

actuar con mucha humildad, reconociendo que me faltó dedicar más tiempo a

la preparación de la temática de la clase, donde debí haber profundizado en las

temáticas y haber indagado, consultado y leído mucho, para estar más

preparado para la clase; porque no es recomendable decir respuestas a

medias, decir falsedades, dar respuestas muy incoherentes, para demostrarle a

los estudiantes que siempre estoy preparado, y nos da miedo a reconocer que

no tengo la respuesta en el momento, porque nos falta humildad; pero en mi

caso, prefiero pedir disculpas a mis estudiantes con una actitud de mucha

humildad, y comprometerme con ellos que en la próxima clase les doy la

respuesta, ya que la voy a consultar o a pensar de manera muy consciente y

responsable, por mi ética profesional.

TERCERA CARTA: “Vine a hacer el curso de magisterio porque no tuve

otra posibilidad”.

En nuestro medio o contexto educativo encontramos a muchos colegas que

están en la labor docente por accidente, puesto que ellos mismos dicen que

querían estudiar otra cosa muy distinta a ser docente, y argumentan que es

muy complicado trabajar en la zona rural, donde los campesinos pasaron de

cultivar la tierra con productos agrícolas a cultivos ilícitos, los cuales tuvieron

buena bonanza durante poco tiempo y ya estos han desaparecidos y se ha

implementado la política de sustitución de cultivos; pero, los campesinos no

están muy satisfechos con los resultados de estos nuevos cultivos que según

ellos tardan mucho para producir, y la cosecha es muy poca y al venderla no se

obtiene mucho dinero, pienso que quedaron mal acostumbrados al dinero fácil,

abundante y rápido; y esto ha permitido que muchos estudiantes y padres de

familia obtén por preferir que trabajen para el sostenimiento de la familia, y

dejen abandonado el estudio, y por otro lado los padres quieren que estudien,

pero los estudiantes ven muchas necesidades en el hogar y prefieren retirarse

para irse a trabajar; todo esto ha conllevado a que los docentes al ver las aulas

cada vez más vacías y el gran desinterés por el estudio, los ha desmotivado

por la labor docente.

Nosotros como docentes debemos ser muy responsables por el cumplimiento

de nuestra función social, estar constantemente actualizándonos en las teorías

y prácticas pedagógicas que se van redefiniendo y están acordes con los retos

que nos impone el desarrollo cultural de los pueblos; poner en práctica las

pedagogías del pensamiento crítico, para que nuestras comunidades sean

verdaderamente progresistas.

Hay que tener muy presente que nuestros estudiantes nos ven como modelos

a seguir, y debemos actuar con gran responsabilidad nuestro encargo social,

ya que de nosotros depende en gran medida que ellos puedan desarrollar

habilidades y competencias que les permitan convivir sanamente, contribuir con

el desarrollo sociocultural de nuestros contextos. Nosotros no queremos que

nuestros estudiantes sean personas en el futuro fracasadas sino exitosas como

nosotros, dejándoles claro que sin esfuerzo y dedicación y responsabilidad, se

nos es difícil alcanzar el éxito; por esto nos vemos motivados a seguir en este

proceso de enseñanza y aprendizaje, porque tenemos bien claro que somos

muy importantes en la formación de ciudadanos útiles para la sociedad, y que

sean capaces de transformar sus realidades en mejores condiciones de vida,

siendo personas dignas que contribuyan con el mejoramiento de nuestros

contextos.

CUARTA CARTA: De las cualidades indispensables para el mejor

desempeño de las maestras y los maestros

progresistas.

Como docente debo tener muchas cualidades que me permitan ejercer la labor

docente con mucha ética profesional, con gran responsabilidad por el encargo

social que tenemos, actuando de manera muy humilde, reconociendo que no

soy un modelo acabado, sino un modelo en continua transformación,

construcción y aprendizaje. La humildad me permite establecer relaciones de

diálogo permanente con mis estudiantes, conociendo en mayor profundidad

sus contextos, sus realidades, sus problemáticas, sus condiciones de vida, sus

expectativas hacia el futuro, sus debilidades, sus miedos, sus anécdotas, sus

potencialidades, sus razones por que no asimila los contenidos temáticos, sus

dolencias, sus enfermedades, y también me permite interactuar con ellos para

que me conozcan a mí también, y observen que soy muy parecido a ellos, en

cuanto también tuve una realidad parecida a la de ellos y pude salir adelante

pese a esas realidades y las dificultades que afronté para llegar a ser un

profesional convencido que si es posible transformar las realidades para bien.

Es muy importante respetar a mis estudiantes para que mediante la

participación y el diálogo se rompan esas barreras que muchas veces mantiene

a nuestros estudiantes lejos de nosotros, y no nos consideren sus amigos y

que estamos interesados en sacarles adelante para que alcancen el éxito;

permitiendo que establezcamos relaciones afectuosas con respeto que nos

permitan que nuestros estudiantes nos vean con afecto, mostrándoles el amor

que le tenemos a esta loable labor docente y que estamos en ella con gran

motivación, y que a pesar de las dificultades, seguimos nuestra actividad

docente con convencimiento de que si se puede transformar el pensamiento de

ellos.

Otra cualidad que debemos tener nosotros como docentes es la tolerancia,

aceptando con respeto y humildad las diferencias culturales de nuestros

estudiantes, los cuales en muchas ocasiones nos muestran la gran intolerancia

que existe entre ellos, porque no aceptan las diferencias de pensamientos, de

lenguaje, de participación, de actitud y aptitud; porque estamos en una

sociedad muy intolerante, la cual afronta estas diferencias de manera muy

agresiva, llegando hasta el punto de que en nuestras instituciones educativas

haya agresión no solo de manera verbal, sino física a sus compañeros de

clase o de colegio. Nuestro encargo social nos hace reflexionar sobre nuestra

labor docente, buscando estrategias de participación y diálogo entre

estudiantes, para que las relaciones interpersonales mejoren, siendo más

respetuosos los unos con los otros, entendiendo que cada uno de ellos viven

en un mismo contexto donde nos necesitamos el uno al otro, para sobrellevar

las cargas de la mejor manera posible con la ayuda mutua.

QUINTA CARTA: Primer día de clase.

Mi primer día de clase, recuerdo entré a uno de los salones de grado sexto con

cierto miedo ya que pensé que cómo era posible que los estudiantes todavía no

habían asimilado los temas correspondientes a los números naturales, si se

supone que esos mismos temas los habían desarrollado en grado quinto; inicié

haciendo un diagnóstico para conocer como estaban en esos temas y me

sorprendió que la mayoría de ellos no se sabía las tablas de multiplicar. Al salir

de grado sexto pasé a uno de los grupos de grado undécimo, y también sentí

miedo ya que los de sexto estaban en edades de nueve a once años, mientras

que los de grado undécimo estaban en edades de diecisiete a veinte años;

inicié con ellos también un diagnóstico sobre las temáticas de grado décimo en

la asignatura de física, y encontré que la mayoría tenía dificultades para

identificar las variables en los problemas de aplicación y para hacer despeje de

fórmulas.

Al llegar a casa muy preocupado, pensando que los estudiantes de sexto como

que no prestaron mucha atención en grado quinto, me dediqué a reflexionar

sobre que estrategias iba a utilizar para que prestaran más atención, tuvieran

mayor participación y asimilaran más los contenidos; y en cuanto a undécimo

pensé hacer una actividad con el propósito de recordar y retomar algunos

conceptos, fórmulas y procedimientos, que me iban a servir de punto de partida

para iniciar la temática de grado undécimo.

Teniendo como base lo acontecido en mi primer día de clase, fui reflexionando

cada día sobre el hecho de que los estudiantes desarrollaban era un proceso

de enseñanza y aprendizaje puramente mecánico y memorístico; porque

demostraban que asimilaban los contenidos por muy poco tiempo y no hallaban

la relación entre las diferentes temáticas que iban encadenadas, es decir, una

era continuación de la otra, y si no asimilaba una, era lógico que no iba a

asimilar la otra; esta situación me llevó a buscar estrategias para que el

conocimiento fuera más significativo para los estudiantes, teniendo en cuenta

los conocimientos previos de ellos, indagando sobre sus expectativas y sus

intereses, lo que me permitió ser flexible en el currículo haciendo unos ajustes

en los contenidos, tratando de tener muy en cuenta todo lo relacionado con los

diferentes contextos de nuestro entorno, que pudieran afectar el proceso de

enseñanza y aprendizaje.

En este sentido, teniendo en cuenta los diferentes aspectos que hacen parte

del contexto, nos permite que el estudiante sea parte del proceso de

construcción de su propio conocimiento, donde pueda ser participativo, crítico,

analista, argumentativo y propositivo, que se dé cuenta que es un agente

determinante en este proceso de enseñanza y aprendizaje, garantizando que el

conocimiento sea más significativo, y permanezca mucho más tiempo en la

memoria y lo recuerde más fácilmente.

Actualmente, nuestra labor docente se nos dificulta un poco, porque nuestros

propósitos no se cumplen completamente, debido a que en nuestras

instituciones educativas están siendo muy afectada por las políticas educativas,

siendo que nos hagan falta muchos docentes, teniendo que la mayoría de

nosotros tomar muchas horas extras, y ni aun así alcanzamos a cubrir la

necesidad, teniendo que recurrir a los estudiantes de grado décimo y undécimo

para servir como auxiliares académicos para colaborarle a los docentes de

prescolar y básica primaria, porque la cantidad de estudiantes en el aula es

muy grande, esto hace parte del servicio social obligatorio de ellos; y todo esto

dificulta nuestra labor docente, pero esto nos motiva aún más y nos alienta a

buscar estrategias para que nuestra labor sea acorde a las necesidades del

entorno, y nos permite crear nuevos espacios de participación de toda la

comunidad educativa, la cual también se involucra para salir adelante con el

cumplimiento de nuestra misión, visión y horizonte institucional, ya que esto es

un reto para nosotros los docentes, que estamos llamados a transformar

nuestros entornos con nuestra labor docente.

Este reto lo asumimos con gran responsabilidad y seriedad, porque muchos de

nosotros estamos en esta labor por vocación, a pesar de que económicamente

la situación no está satisfecha, obligándonos a laborar por horas extras en

instituciones privadas para poder satisfacer nuestras necesidades, ya que

estamos pensando mucho en la universidad de nuestros hijos, claro está que

nuestras posibilidades dependen de los resultados de las pruebas icfes, ya que

nuestros recursos económicos son escasos para una carrera en la universidad

privada, pero es posible hacer créditos para financiación de esos estudios; por

esta razón le trabajamos muy decididos a preparar a los estudiantes para estas

pruebas externas en los grados tercero, quinto, noveno y undécimo.

SEXTA CARTA: De las relaciones entre la educadora y los educandos.

Es claro que nosotros los docentes debemos actuar con mucha humildad,

reconociendo nuestros miedos que como persona humana, somos vulnerables

a ciertas dificultades que nuestros estudiantes muchas veces no saben

identificar ni proceder ante ellas. Dentro de este proceso de enseñanza y

aprendizaje se presentan una serie de relaciones que tienen que ver con la

enseñanza, el aprendizaje, la autoridad del docente, la libertad, la lectura, la

escritura, las virtudes del docente, la identidad cultural de nuestros estudiantes

y de su debido respeto hacia esa identidad; ante esto debemos ser humilde,

tolerante, crítico y con pensamiento progresista para que nuestra labor sea

acorde a los propósitos de nuestras instituciones enmarcadas en el PEI.

Hablando de la autoridad de nosotros los docentes, hay que tener mucho

cuidado de no maltratar a nuestros estudiantes con un lenguaje ofensivo, sino

por el contrario, tratarlos con mucha humildad y afecto, brindándoles confianza

en sí mismos, pero bajo el respeto mutuo, donde ellos puedan expresarse de

manera libre y espontánea, dándonos a conocer sus miedos, sus temores, sus

dificultades, sus necesidades, sus razones por las cuales son muy pasivos en

clase que no son participativos, ni mucho menos críticos; permitiendo de esta

manera que podamos llegar a ellos ganándonos su confianza y convertir el

proceso de enseñanza y aprendizaje en algo más significativo para ellos.

Frente a esto de la autoridad, es muy importante que lo que nosotros digamos

esté acorde y en correspondencia con lo que hagamos; para que nuestra

autoridad no se vea afectada, porque de no ser así, perdemos la autoridad,

haciendo que nuestra labor se dificulte mucho y no sea placentera ni para

nosotros ni para nuestros estudiantes. En nuestra realidad actual no solo en

nuestras instituciones, sino que es una realidad nacional, por lo menos en

nuestras instituciones de carácter oficial, encontramos que los estudiantes no

quieren entrar a clases, si entran no quieren escuchar la clase, si la escuchan

no quieren participar, y si participan no son críticos; y frente a esta pasividad

del estudiante, nosotros como docentes no podemos también ser pasivos e

indiferentes, porque hemos sido llamados a ser transformadores de realidades

de contextos, para salir adelante hacia el éxito de nuestros estudiantes.

Nuestra labor docente debe estar mediada por la autoridad, sin utilizar castigos,

ni la fuerza, sino buscar el interés por el conocimiento de manera que sea

significativo para el estudiante, donde las buenas relaciones permitan la amplia

participación de los estudiantes, con aportes críticos, propositivos,

argumentativos y con ideas progresistas, donde no le demos cabida a la burla

entre compañeros de clase por la participación errada, poco coherente y muy

simple, ni tampoco sea posible que nosotros como docentes seamos objeto de

burla de nuestros estudiantes; ya que muchos de ellos están esperando

cualquier punto para burlarse de nosotros cuando nos equivocamos o

aplicamos de manera indebida nuestra autoridad, por esto debemos ser muy

cuidadosos con lo que decimos y hacemos.

SÉPTIMA CARTA: De hablarle al educando a hablarle a él; de oír al

educando a ser Oído por él.

Si nosotros como docentes nos comportamos de manera espontánea, estamos

negando la posibilidad de crear en nuestros estudiantes un espíritu

democrático, ya que si no aplicamos bien la autoridad, no permitimos que los

estudiantes tomen decisiones fundamentales que desarrollen en ellos la

libertad para tomar sus propias decisiones y desarrollen pensamientos críticos

de la realidad política que nos afecta en nuestros contextos educativos. El

docente espontáneo no está bien definido, de tal forma que su flexibilidad y

variedad constante y sus contradicciones en sus posiciones no muy claras,

produce en los estudiantes confusión, porque no tienen claro cómo actuar ante

dichas variables, ya que el espontáneo trata de adaptarse al medio, para ser

aceptado por él, pero se contradice porque quiere estar en paz con todos sin

entrar en contradicciones con los demás, pero se contradice él mismo, creando

confusión en los estudiantes los cuales no aprenden a ser críticos sino a actuar

en forma injusta para sacar ventaja entre otros, pero esto no es conveniente

porque a lo malo hay que llamarlo malo, y a lo bueno hay que llamarlo bueno,

independiente de nuestros intereses y de los intereses de los demás, siendo

justos e imparciales. El docente espontáneo es indiferente con lo que está

pasando, no se inmuta por la realidad, no es crítico ni reflexivo, ni busca

solución a las dificultades, es decir, si esta realidad no le afecta, no le interesa

a quien otro afecte, es un docente que no cumple con su rol, ya que no tiene en

cuenta su responsabilidad social; no le interesa hablar con los estudiantes, ni

dialogar sobre sus intereses y dificultades, ni mucho menos les da consejos

sobre sus actuaciones y para su porvenir; esto nos motiva ser docentes que

tengamos bien claro y lo apliquemos en el aula, la diferencia entre la autoridad

y la libertad, sin tener que sobrepasar por encima de los derechos de los

estudiantes, siendo responsable con mi rol de transformador de pensamientos,

siendo crítico con el debido respeto, sin ser ofensivo, implementando

estrategias que me permitan desarrollar en los estudiantes actitudes

transformadoras y progresistas.

En nuestra labor docente es muy importante desarrollar la capacidad crítica,

reflexiva y transformadora de realidades de nuestros estudiantes, para que

sean personas con capacidades de transformar la democracia imperante en

nuestra sociedad política y social actual, ya que nuestros estudiantes serán en

el futuro esas personas que estarán en los diferentes escenarios políticos,

sociales y culturales de nuestra sociedad, y ellos tienen que dar ejemplo de

transformación, de que la ley hay que cumplirla, los derechos deben

respetarse, que hay que poner en práctica los valores axiológicos, para que

haya una verdadera justicia social y una verdadera paz.

Es muy importante que para desarrollar una adecuada democracia, es

necesario que creamos unos escenarios donde la participación continua de los

estudiantes sea el eje principal, mediado por un amplio desarrollo del diálogo,

para garantizar que esa participación permita unos aprendizajes significativos

para los estudiantes, y unos momentos agradables para los docentes y

estudiantes, donde todos sean agentes constructores de conocimientos, para

que este sea más duradero.

OCTAVA CARTA: Identidad cultural y educación.

Es muy importante que nuestros currículos sean flexibles, contextualizados,

pertinentes y acordes a nuestras realidades, para que estos permitan una

adecuada transformación de nuestras realidades para que tengamos mejores

condiciones de vida, con condiciones óptimas para el aprendizaje. Nuestros

planes de estudio deben estar enmarcados por nuestra identidad cultural tanto

de los estudiantes como de nosotros los docentes, ya que nuestra función

social nos llama a transformar nuestros entornos, para lo cual es necesario

conocerlo y tenerlo en cuenta para desarrollar nuestra identidad cultural, para

que sea verdaderamente significativo, y contar con la amplia participación de

nuestros estudiantes, los cuales se van a identificar con sus realidades y van a

estar muy interesados en que se mejoren las condiciones de vida de nuestras

comunidades educativas.

A nosotros como docentes nos debe interesar mucho conocer la identidad

cultural de nuestros estudiantes, y quienes más apropiados para que nos

cuenten y nos den a conocer su propia identidad que ellos mismos que los

tenemos al frente, y que tan fácil es dialogar con ellos con libertad, respeto y

tolerancia, para que hablen y dialoguemos con mucha naturalidad, libertad y

con la verdad de la realidad que están afrontando¸ es en estos espacios donde

nosotros podemos interactuar con ellos, conociendo su forma de pensar, de

actuar, de hablar, de conocer sus gustos, sus hábitos, reconociendo que ellos

son parecidos a mí, pero más importante que ellos reconozcan que nosotros

somos muy parecidos a ellos.

DOCUMENTO: La Práctica – Praxis – educativa.

(Por Andrés Klaus Runge Peña)

La educación o praxis educativa no se limita sólo al ámbito escolar, sino que

trasciende fronteras, es todo aquello que nos representa la posibilidad de que

nosotros podamos aprender o enseñar bajo cualquier circunstancia, es decir,

nuestra praxis educativa es constante las 24 horas del día durante los 365 días

del año, ya que nosotros en todo momento somos docentes y debemos poner

en práctica nuestra vocación de enseñar en todos los ámbitos, no sólo

conocimientos específicos de una determinada área, sino también a través de

valores axiológicos y con nuestro ejemplo, ya que somos como libros abiertos

a la sociedad que nos rodea.

Nosotros como docentes debemos conocer la historia de la humanidad, la

forma como la humanidad ha venido evolucionando cada día y conocer

también como se han desarrollado los adelantos científicos y la forma como ha

evolucionado la tecnología y cómo ésta es una excelente herramienta didáctica

y pedagógica para ser aprovechada y sacarle el mejor provecho en nuestro

quehacer pedagógico. Debemos ser el reflejo en nuestra sociedad de que

tenemos conocimientos en todas las áreas del saber, y así sea en algunas de

manera superficial, pero estamos llamados no sólo a conocer algo de las

diferentes disciplinas del saber, sino también de los diferentes aspectos

políticos, culturales, sociales, religiosos, éticos, económicos, entre otros de

nuestra sociedad y de nuestros contextos, y más allá de esto, tenemos el deber

de aplicar todo esto en nuestro quehacer diario, es decir, debemos de aplicar

todas las áreas y todos los aspectos en todo aquello que hacemos que hace

parte de nuestra cultura, educación o praxis educativa.

Desde el principio de la humanidad el hombre actúa según sus intereses que

son los que lo mueven de una u otra forma, por lo tanto el ser humano aprende

de acuerdo a sus intereses, porque si no le representa algo interesante,

entonces no se interesa por aprender, por esto lo importante del conocimiento

significativo, es decir, si me interesa entonces le presto atención y lo asimilo

fácilmente. Es por esto que el hombre realiza un proceso de autorreflexión

como una medida de sus intereses que le permiten adquirir el conocimiento,

por ende todo lo relacionado con la educación nos debe interesar y lo debemos

asimilar y poner en práctica, siempre y cuando sea algo provechoso para

mejorar nuestro quehacer pedagógico; esto significa que en la medida que

realizo autorreflexión, me permite la autoconservación, ya que el conocimiento

adquirido lo puedo utilizar como una herramienta positiva para ponerla en

práctica a mi favor para tener una mejor calidad de vida, por lo tanto entre más

educado sea, debo ser más humilde, más humano, más sensible, más

optimista, más adaptado al medio y a las circunstancias y con mayor

probabilidad de subsistencia; puesto que todos nosotros como docentes

debemos capacitarnos y permanecer actualizados en el conocimiento didáctico,

pedagógico, disciplinar y estar contextualizado y actualizado en los diferentes

aspectos políticos, culturales, sociales, económicos, religiosos, éticos, entre

otros que tengan que ver con el mundo, nuestra sociedad y nuestro entorno.

En nuestro quehacer pedagógico es muy importante que nosotros como

docentes debemos tener en cuenta que la planeación conlleva una serie de

etapas como: Para qué, El por qué, El cómo, El cuándo, El con quién, y El qué;

para que nuestra labor tenga mayor sentido y la hagamos con vocación, amor,

respeto, tolerancia, equidad y humildad.

Es muy cierto que en nuestro país no se le ha dado la debida importancia al

desarrollo educativo porque a nosotros como docentes no se nos dignifica

nuestra profesión, ya que nos mantienen demasiado ocupados tratando de

resolver problemas escolares de indisciplina y de carácter laboral, porque en la

actualidad los padres de familia o acudientes no están cumpliendo con su tarea

en los hogares, siendo que muchos hogares están fragmentados producto de la

irresponsabilidad de los padres trayendo hijos al mundo y no brindarle siquiera

las condiciones mínimas para un buen desarrollo físico, mental y emocional; es

por esto que el hecho de que tengamos muchos estudiantes en el aula y

muchas horas extras, nos desgaste física, mental y emocionalmente;

permitiendo que nuestra labor se vea mermada, produciendo enfermedades

constantes producto del desgaste y el esfuerzo, ya que al haber más

estudiantes se dificulta realizar un proceso personalizado y los resultados no

van a ser tan óptimos como lo esperamos.

¿Educación o enseñanza?: El campo de las didácticas y las metódicas

(Andrés Klaus Runge Peña)

Docentes Formando:

Libardo De Jesús De Aguas Coronado

Julia Medrano Dávila

Marcos Bedoya Alián

Jorge Eliécer Tapia Génez

Caucasia Antioquia

Mayo 26 de 2017.

LA ENSEÑANZA Y LA DIDÁCTICA SEGÚN ANDRÉS KLAUS RUNGE PEÑA

En el documento que trata sobre “¿Educación o Enseñanza?: El campo de las didácticas

y las metódicas”, escrito por Runge Peña expone unas reflexiones sobre los aspectos

que intervienen en la enseñanza y la manera como se relacionan e interactúan entre sí.

Citando a Wiechman, Runge afirma que se pueden precisar tres tipos de características

de la enseñanza, relacionadas con el mejoramiento de la calidad. En primer lugar

plantea que la enseñanza está orientada por fines y metas y, por tanto, por unos

resultados lo que significa que debe ser efectiva; en segundo lugar la enseñanza está

orientada metódicamente, lo que significa que debe ser eficaz y por último la enseñanza

debe ser configurada por un grupo docente, lo que significa que el docente orienta la

enseñanza. (RUNGE PEÑA)

De esta forma el autor asume el concepto de enseñanza y lo entiende como la praxis

educativa la cual debe estar caracterizada por los siguientes aspectos

INTENCIONALIDAD EDUCATIVA.

(Efecto y finalidad) se refiere a la trasmisión y aplicación de los saberes, habilidades y

capacidades de a quien se enseña.

PLANEACION DE LA INTERACCION.

Es la organización en el espacio y en el tiempo, de acuerdo con contenido y canon

temático.

INSTITUCIONALIZACION.

En este caso se debe tener muy en cuenta, los que enseñan, a quien se enseña y donde se

enseña.

PROFESIONALIZACION DEL ENSEÑANTE.

El personal enseñante debe ser calificado y certificado por instituciones capacitadas

para tal fin.

La enseñanza se define entonces, de un lado, por “el efecto conjunto e interactivo

mediado socio-históricamente y regulado escolar e institucionalmente entre alumno y

maestro […] De otro lado, enseñanza quiere decir la confrontación realizada mediante

procesos de comunicación, aprendizaje y enseñanza con un contenido prescrito social,

escolar e institucionalmente de la respectiva cultura dominante (objeto de enseñanza)”

Basado en lo anterior se puede decir que la enseñanza es ese proceso donde interactúan

los enseñantes con los enseñados para crear ambientes idóneos en donde se puedan

llevar a cabo muy cómodamente las actividades que conllevan a que el aprendizaje sea

de calidad, con carácter investigativo, participativo, critico, donde se evalué a los

aprendices de una forma objetiva, aplicando mecanismos de evaluación comprensibles y

asimilables por los educandos.

En donde se vea la evaluación como una función característica del profesor, que

consiste básicamente en una actividad de reflexión sobre la enseñanza. (Rosales, 1999)

Características de una buena enseñanza

Dentro de otros fundamentos, el autor, citando a Hilbert Meyer, resalta diez

características de una buena enseñanza donde pone al descubierto una serie de aspectos

que se deben cumplir en el proceso de enseñanza-aprendizaje, entre estos los expone en

el siguiente orden.

1. Una clara estructuración del proceso de enseñanza y aprendizaje.

2. Una utilización intensiva del tiempo de aprendizaje.

3. Concordancia entre las decisiones en cuestiones de contenidos, métodos y metas

4. Una clara definición de los resultados esperados.

5. Variedad de métodos.

6. Clima de la enseñanza que promueva el aprendizaje.

7. Discusiones con sentido.

8. Exigencia individual.

9. Ejercitamiento inteligente.

10. Feedback por parte de los estudiantes (retroalimentación por parte de los

estudiantes al docente) (Devolución de una señal modificada a su emisor)

Lo anterior nos orienta a tener una praxis educativa más organizada y con resultados

efectivos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, dando el protagonismo necesario al

estudiante en la construcción de su propio conocimiento.

La didáctica como reflexión sobre la enseñanza

El autor plantea que la didáctica es la subdisciplina de la pedagogía que se ocupa de la

teoría y praxis de la enseñanza, concebida como apoyo organizado, racionalizado,

intencionado e institucionalizado con miras a la formación de las personas a su cargo.

En el mismo sentido, afirma que la reflexión didáctica se presenta dentro de la ciencia

de la educación como un saber disciplinar y profesional. Todo esto surge a partir de la

práctica o praxis (reflexión) a través de la investigación, reconstrucción y

sistematización de dicha práctica.

Para la investigación de nuestra práctica en el proceso de enseñanza se debe tener en

cuenta la organización teórica que nos permita analizar, planear y estructurar. De igual

forma los factores extraescolares y escolares que influyan sobre el éxito de la

enseñanza, hay que tenerlos en cuenta sobre todo aquellos que tienen que ver con el

cumplimiento de metas, fines, ideales, objetivos, entre otros.

Referencias Rosales. (1999). evaluar es reflexionar sobre la enseñanza. Madrid: Narcea,s.a. de ediciones.

RUNGE PEÑA, A. (s.f.). Lectura IV. En ¿Educación o Enseñanza?: El campo de las didácticas y las

metódicas.