Angor Pectoris(Inspirado en Los Corazones, de Eloy Tarcisio Lpez)Edgar Ortiz Barrn

Te adentras a voluntad en la crcava. bito inconsciente. El deslizamiento interno, la renuncia. Se aglomeran los olores, los humores, los dolores. Te buscas en todas las pupilas. Temes que crean que no existes. Temes enterarte que acabas de escapar del reflejo lacerado de los rostros que se traspone y se superpone en el gusano que enfrente cruza el vaco en sentido contrario. Algo palpita.La corriente de aire te abofetea sin alterar tu semblante, no perturba el sonambulismo. La mirada ausente. Los ojos se anegan de una nada espesa, buscan en instantes que refulgen desde el caliginoso tnel una migaja de ardor. La misma direccin, el mismo destino. La tentacin de evitarlo, de abandonar el recorrido. Lanzarse a la laberntica entraa. Volver, a dnde? Acaso no has estado aqu siempre? No es esta misma penumbra la que te pari hace una hora, un da, cincuenta aos? Eres el que da una muestra de cario apenas disimulada, inmediatamente reprimes tu osada, escondes tu vergonzante felicidad para no ocupar el espacio que pertenece a las ausencias. Eres el que agacha la mirada por miedo. El que fija la vista en el de enfrente porque alguien debe curar tu rencor. Sientes la opresin de este intestino ferroso. El aire denso constrie tu cuerpo y los que te rodean. Todos flaquean, se ayudan a mantenerse en pie unos a otros, pero el desvanecimiento interno ocurri desde que dejaste la luz all arriba. En una arcada el animal te escupe.Ahora eres todos los reflejos, todas las distancias, las partidas. Eres vscera latente, oprimida. Vscera mole, chile y cocoa; vscera corteza de rbol; vscera uterina; vscera orga; vscera desencuentro; vscera careta. Eres un ahogo del pecho.