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LOS DESTINOS DE LA ARQUITECTURA REVOLUCIONARIALa palabra
funcionalismo puede abarcar doctrinas muy diferentes dentro del
siglo XVIII. Existe el funcionalismo de Lodoli, menospreciador del
barroco, as como del clasicismo vitruviano, defensor de la tcnica
frente a la esttica. Blondel presenta un funcionalismo que es una
cierta adecuacin de la distribucin a la conveniencia. Hay
funcionalismo incluso para Boullee, ya que escoge la forma como
intrprete de la funcin; parafraseando, se puede decir que la forma
es una funcin puesta en representacin. Por su parte Durand no parte
de los datos de la necesidad y exigencias materiales, como un
autentico funcionalista, sino del problema de la composicin; en
otras palabras trata de racionalizar la composicin.En realidad
Durand es un racionalista ms que un funcionalista; pues simplemente
ha extendido a la utilidad el dominio de la doctrina de su maestro
Boullee, que abarca ya la belleza y el carcter, dos cualidades que
para Durand, venan por aadidura.
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La arquitectura revolucionaria presenta, en su diversidad, muy
pocos puntos comunes con el Neoclasicismo: este trmino encubre al
menos dos nociones antitticas. A principios del s. XIX ha habido,
una reaccin acadmica en contra del estilo revolucionario. Charles
Francois Viel, partidario de esta reaccin, demuestra la necesidad
de relaciones entre la revolucin artstica y la revolucin poltica,
para restablecer el orden y conducir al triunfo del
academicismo.Una de las consecuencias de la separacin de estas dos
artes es que la construccin a cado en manos de los mecnicos,
calculistas y los ingenieros, herederos de Perronet.Por lo cual las
ideas innovadoras de Viel, en 1793 son sofocadas por una reaccin
conservadora, pero sin embargo seria la base para los movimientos
siguientes del s. XIX.Todo esto debido a que el imperio se
encontraba demasiado necesitado de honorabilidad, y demasiado
preocupado por su legitimidad, como par su oportunidad al arte. Por
lo cual prefirieron a los calculistas, antes que a los idelogos,
para la construccin de sus grandes monumentos.La influencias del
arte Frances a continuado hacindose sentir en el extranjero durante
la segunda mitad del s. XVIII. Francia era el nico pas de Europa
donde la enseanza de la arquitectura estaba solidamente organizada.
Por ello sus maestros eran muy solicitados por jvenes alumnos
extranjeros.Hay, entre los arquitectos, quien dice orgullosamente
que el arte de edificar es la misin del constructor as pues, el
artista debe conocer por igual el arte de componer y el de
construir. Chales Francois Viel.
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CHARLES FRONCOIS VIEL
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SIGNIFICADO POLITICO DE LA ARQUITECTURA DE LA REVOLUCIONCon la
revolucin francesa ser entrego al mundo occidental de Europa de la
antigua sociedad feudal a la nueva clase dominante, la burguesa
liberadora. Los efectos de tal hecho histrico en la arquitectura
provocaron el nuevo concepto del clasicismo. Un clasicismo
enciclopedista y razonable, que terminaba con el barroco y el rococ
de los nobles y anunciaba: la libertad, fraternidad e igualdad para
todos los ciudadanos y para su nueva arquitectura.
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En aquella poca de transicin el arquitecto Frances Claude Nicole
Ledoux, a quien hasta entonces los nobles haban encargado la
construccin de palacios en estilo barroco; decidi dejar su medio
aristocrtico y participar activamente en el movimiento de la
burguesa revolucionaria. Empez a interpretar por va arquitectnica y
muy autnoma los ideales de la burguesa liberadora: elaboro un
Templo de la Juventud, donde se coeducaran en una nueva convivencia
los dos sexos. Elaboro una Ciudad de Salinas, en cuyo centro en
lugar del castillo y de la catedral, acostumbrados, puso los dos
edificios representativos del nuevo poder civil y econmico burgus.
Entre sus proyectos de casas particulares se destacan algunas por
sus formas piramidales.
Mientras en todas las pocas anteriores de la arquitectura los
elementos piramidales significaron el poder dominante, real o
religioso (Egipto, Roma, Teotihuacan, etc.), este arquitecto
transfiere concientemente las pirmides a la nueva clase dominante,
ponindolas al servicio de la burguesa liberadora y
revolucionaria.
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Salinas de Chaux, de Claude Nicolas>Vista de la ciudad de
Chaux, con la salina en el centro.
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(Royal Arc-et-Senans
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LA CIUDAD COMO CAMPO CARACTERISTICO DEL ILUMINISMOEl campo de
accin caracterstico, nuevo y tpico, sobre el cual la teora de la
arquitectura del s. XVIII se mide con la praxis es el de la ciudad.
Es posible afirmar que la atencin por la ciudad como lugar de
conocimiento y accin especificas, as como concebirla como un campo
de accin aislado, se encuentra entre las tendencias de la
arquitectura moderna, que se resaltan con mayor claridad en el
iluminismo. No existe una imagen nica y coherente de la ciudad del
iluminismo, ya que en la prctica se presenta una complejidad mas
general y conceptual, que impide identificar el iluminismo con un
sistema filosfico, mientras que se trata mas bien de una actitud
critica, un movimiento histrico, terico y practico.En consecuencia
las realizaciones y las propuestas mas relevantes, van a formar dos
lneas alternativas, que se oponen a una nocin artificial de la
arquitectura.En el caso de la ciudad, se trata, por un lado, de un
intento por traducir la actitud racionalista en la regularidad
morfolgica, teniendo en cuenta los problemas tcnicos. Por otro lado
se desarrolla la teorizacin de una idea naturalista y pintoresca de
la forma urbana. Para el primer caso, Lavedan, s. XVII, consideraba
absolutamente clsica y la forma reticular de las ciudades.
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En la historia de la ciudad, el esquema reticular, por su
constancia, casi siempre ha tenido el papel de un sello recurrente
del control racional de la planta, y su presencia es una garanta a
escala urbana de ese aspecto racional propio de la forma Urbis que
es la Regularidad.Sin embargo las intenciones urbanas del siglo
XVIII o siglo de las luces, no son las mismas de las del s. XVII;
ya que en este siglo de las luces la regularidad entra a formar
parte de un conjunto de nociones diversas, como tcnicas, higinicas
y normativas, sin las cuales la imagen de una ciudad no tendra
consistencia. En otras palabras nace el siglo XVIII algo bastante
similar a lo que hoy llamamos tcnica urbanstica, en donde la
regularidad sigue siendo respetada.Generalmente se citan
pensamientos de Descartes, quien constata la superioridad de las
ciudades proyectadas de un modo unitario, o en otras palabras, la
superioridad de un orden manifiesto, sobre cualquier irregularidad,
lo que para el siglo iluminista, este pensamiento resulta
impropio.La idea de ciudad de Descartes representa la manifestacin
de un proyecto unitario de racionalidad universal: del Spirit de
Systeme del s. XVII que es, antittico del Spirit Systematique del
pensamiento iluminista.
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En la urbanstica del s. XVIII la misma geometra, las mismas
exigencias de regularidad morfolgica expresada por descartes no
deriva de consideraciones filosficas generales, sino que hacen
realidad una racionalidad sectorial, tcnica, motivada no por un
sistema, sino por una actitud racional dominante.La regularidad,
que sino equivale a belleza al menos la garantiza, es la respuesta
formal a la adecuacin general, tcnica y morfolgica, de la ciudad a
la vida que all se desarrolla. Pues un trmino no viene dado si no
es junto con los dems. Son necesarios mercados, fuentes que den
agua de verdad, cruces regulares, salas de espectculos; es
necesario ensanchar la vas estrechas e infectas, descubrir los
monumentos que no se ven y hacerlos visibles. VoltaireEl desorden
caracterstico de este pasaje es significativo en la medida que
plantea aspectos del problema urbano, que nos conciernen aun en la
actualidad. Por muy paradjico que parezca, el rigor racionalista y
el empirismo son dos aspectos de la misma actitud ideolgica, ya que
se creen distintos pero en realidad se complementan. Presentadote
juntos en ciudades como Berln, Edimburgo y en la reconstruida de
Lisboa.
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La Iglesia frente al Iluminismo
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HIGIENISMO ILUMINISTA
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LISBOA
