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Arturo Ambrogi Arturo Ambrogi (San Salvador , El Salvador , 1874 - id. 1936) fue un escritor y periodista salvadoreño, considerado uno de los fundadores de la literatura salvadoreña, junto con Francisco Gavidia yAlberto Masferrer y uno de los representantes del costumbrismo en Centroamérica . Era hijo de un General italiano. A los 16 años de edad, conoció al poeta nicaragüense Rubén Darío . Trabajando como periodista, viajó en su juventud por Europa, Suramérica y el Lejano Oriente; en sus viajes por el Cono Sur conoció al escritor uruguayo José Ingenieros . Su padre creó las condiciones económicas en el país para que él tuviera una formación elitista y que adquiriera una gran cultura cosmopolita al punto que se afirmaba de él que era el salvadoreño de su época más informado. No tuvo descendencia porque nunca se casó, pero un hermano llamado Constantino Ambrogi Acosta se radicó en Nicaragua donde procreó con Rosa Medal tres hijos: Vicente Julián, Constantino y Cristina. Siendo los hijos de éstos los descendientes más cercanos a este escritor. El padre de Arturo Ambrogi se llamó Constantino Ambrogi Luissi y su madre era Lucrecia Acosta, tía carnal del también escritor Vicente Acosta. El último en morir de sus sobrinos Vicente Julian Ambrogi Medal, a la edad

Arturo Ambrogi

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Arturo Ambrogi

Arturo Ambrogi (San Salvador, El Salvador, 1874 - id. 1936)

fue un escritor y periodista salvadoreño, considerado uno de

los fundadores de la literatura salvadoreña, junto

con Francisco Gavidia yAlberto Masferrer y uno de los

representantes del costumbrismo en Centroamérica.

Era hijo de un General italiano. A los 16 años de edad,

conoció al poeta nicaragüense Rubén Darío. Trabajando

como periodista, viajó en su juventud por Europa, Suramérica y el Lejano Oriente;

en sus viajes por el Cono Sur conoció al escritor uruguayo José Ingenieros. Su

padre creó las condiciones económicas en el país para que él tuviera una

formación elitista y que adquiriera una gran cultura cosmopolita al punto que se

afirmaba de él que era el salvadoreño de su época más informado. No tuvo

descendencia porque nunca se casó, pero un hermano llamado Constantino

Ambrogi Acosta se radicó en Nicaragua donde procreó con Rosa Medal tres hijos:

Vicente Julián, Constantino y Cristina. Siendo los hijos de éstos los descendientes

más cercanos a este escritor. El padre de Arturo Ambrogi se llamó Constantino

Ambrogi Luissi y su madre era Lucrecia Acosta, tía carnal del también escritor

Vicente Acosta. El último en morir de sus sobrinos Vicente Julian Ambrogi Medal,

a la edad de noventa años en 1999, llevaba ese nombre en honor de Vicente

Acosta puesto por su padre a sugerencia del mismo Arturo Ambrogi. Sus restos

descansan junto a los de su padre en el cementerio de la ciudad de Jinotepe. Los

hijos de Vicente Julian Ambrogi Medal son Pedro Arturo, Vicente Constantino y

Giovanna todos ligados al derecho.

Ambrogi cultivó la narrativa costumbrista y fue influenciado por

el romanticismo español y el modernismo hispanoamericano. En sus cuentos y

crónicas quiso plasmar por escrito todos los aspectos tradicionales de la vida

campesina salvadoreña. Sus obras publicadas son: "Cuentos y Fantasías" (1895),

"Máscaras, Manchas y Sensaciones" (1901), "El Libro del Trópico" (1907),

"Sensaciones del Japón y de la China" (1915) y "El Jetón" (1936).

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BRIOGRAFIA DE YOLANDA

C. MARTINEZ

La escritora salvadoreña Yolanda C. Martínez tendría

que ser un nombre fundamental en la literatura de su

país. Desde hace más de cuarenta años ha estado

escribiendo y publicando una narrativa altamente

trabajada, con una temática valiente, una temática

que atañe y se refiere a más del cincuenta por ciento

de la población salvadoreña, las mujeres. Pero el trabajo de Yolanda C. Martínez

ha sido silencioso, constante pero silencioso, y tal vez por eso todavía no se le ha

dado el reconocimiento que merece.

La figura de Yolanda C. Martínez no está exenta de misterio. No hay mucha crítica

en torno a su obra, de hecho es casi inexistente; en la Internet no hay nada que

nos ayude a su comprensión, y sus libros dan muy poca información biográfica o

crítica. Así que cuando tuve la oportunidad de contactarla, lo hice de inmediato.

Esto fue durante los primeros días de abril de 2007. Inicialmente la entrevista no

iba a tener lugar, no por falta de voluntad de parte de ella, sino por falta de tiempo

de su parte y de la mía. A mí me quedaban sólo cuatro días más en El Salvador y

después debía regresar a Canadá. Ella no estaba bien de salud y por eso estaba

muy ocupada. Finalmente accedió a darme la entrevista. Quedamos en que sería

en Santa Ana, en una hermosa casa de principios de siglo XX, el 11 de abril. Fue

una agradable conversación de casi dos horas en la que, con la compañía de

varias tazas de café y el ruido de buses y de gentes afuera, Yolanda C. Martínez

habló a profundidad sobre la génesis de sus novelas, sobre cómo su profesión de

trabajadora social le ha ayudado como investigación de campo para escribir sus

obras, sobre su relación con el resto de escritores salvadoreños, sobre las

dificultades que ha tenido que enfrentar como mujer escritora en un ambiente

dominado por hombres que privilegian ciertos temas y cierta manera de escribir,

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sobre sus lecturas e influencias literarias y sobre su recepción por el resto de

mujeres que escriben en El Salvador.

David Escobar Galindo

David Escobar Galindo (4 de octubre de 1943) es un

poeta, novelista y jurista salvadoreño nacido en Santa

Ana, El Salvador. Es Doctor en Jurisprudencia y

Ciencias Sociales, graduado de la Universidad de El

Salvador, Rector de la Universidad "Dr. José Matías

Delgado", y columnista habitual del diario La Prensa

Gráfica. Entre 1990 y 1992 participó en la Comisión

gubernamental negociadora del proceso de paz que

puso fin a laGuerra Civil de El Salvador.

Es miembro de número de la Academia Salvadoreña

de la Lengua y Director de la misma desde el año 2006; ganador de los Juegos

Florales de Quetzaltenango, Guatemala, en la rama de poesía en 1980, 1981 y

1983, por lo que recibió el reconocimiento de Maestre del Gay Saber;1 y ha sido

nombrado Hijo Meritísimo de la Ciudad de Santa Ana. El año 2011 se hizo

acreedor del XXXI Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística.2

Es considerado uno de los autores más prolijos y reconocidos de la literatura

salvadoreña. Su obra publicada comprende los poemariosCornamusa (1975), El

Libro de Lilian (1976), Sonetos penitenciales (1980), Árbol sin

Tregua (1996), Oración en la Guerra (1989) El venado y el colibrí (1996) y la

novela Una Grieta en el Agua (1972). Además ha preparado varias antologías

poéticas como El Árbol de Todos, Lecturas Hispanoamericanas (1979) y Páginas

Patrióticas Salvadoreñas (1988).

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Roque Dalton

(San Salvador, 1935 - cerca de Quezaltepeque, 1975) Poeta salvadoreño cuya

obra, de estilo coloquial y socialmente comprometida, fue partícipe de la

renovación de la lírica latinoamericana de la década de 1960. Nacido en la popular

barriada de San José de la capital salvadoreña, el joven Roque Dalton cursó sus

primeros estudios en los colegios religiosos Santa Teresita del Niño Jesús y

Bautista, para ingresar posteriormente en el Externado de San José, donde en

1953 obtuvo el graduado como bachiller.

Roque Dalton

Desde muy joven manifestó una acusada conciencia social que le llevó a militar en

los movimientos revolucionarios que luchaban por las mejoras sociales en

Centroamérica. En 1956, mientras estudiaba Leyes en la Universidad de El

Salvador, fue en uno de los miembros fundadores del Círculo Literario

Universitario, y en 1957 se desplazó hasta Moscú como delegado salvadoreño en

el Sexto Festival de la Juventud y los Estudiantes por la Paz y la Amistad.

Previamente había estado en Chile para cursar estudios superiores de

Jurisprudencia (1953), carrera que complementó en su país natal con la de

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Ciencias Sociales (1954-1959), y en la Universidad de México con la de Etnología

(1961).

Por aquel entonces ya era Roque Dalton una de las voces jóvenes más

prometedoras de la poesía hispanoamericana contemporánea. Algunas de sus

primeras composiciones habían sido galardonadas en varias ediciones del Premio

Centroamericano de Poesía (1956, 1958 y 1959). En 1963, con la publicación de

uno de sus mejores poemarios, El turno del ofendido, se consolidó como el poeta

salvadoreño más relevante de su tiempo. La obra fue distinguida con una mención

honorífica en el certamen Casa de las Américas, certamen que siete años

después ganaría con el poemario Taberna y otros lugares (1969).

Su actividad política corría pareja a su dedicación a la creación literaria. Miembro

del Partido Comunista Salvadoreño desde 1958, Dalton ya había sido encarcelado

en varias ocasiones en su país natal cuando, en 1961, se vio abocado a tomar el

camino del exilio. Emprendió entonces un periplo que le llevó a residir y trabajar en

Guatemala, México, Checoslovaquia y Cuba, estancias en el extranjero que solía

interrumpir con esporádicas visitas a su país natal. Se ganaba la vida con los

ensayos y artículos que iba publicando, lo que le permitió viajar también, unas

veces por motivos periodísticos y otras por activismo político, a las Repúblicas de

Vietnam y Corea, y a numerosos países europeos y sudamericanos.

Por desavenencias con los dirigentes izquierdistas de su país, en 1967 abandonó

el Partido Comunista y se mantuvo al margen de su militancia política hasta que,

en 1973, regresó a El Salvador para alistarse en las filas del Ejército

Revolucionario del Pueblo (ERP), donde tomó el pseudónimo guerrillero de Julio

Delfos Marín. Tras colaborar activamente con esta organización clandestina

partidaria del enfrentamiento directo y la lucha armada, por oscuras razones que

nunca se han llegado a aclarar fue perseguido, juzgado y ejecutado por sus

propios compañeros de armas, que abandonaron su cuerpo en un paraje agreste

donde fue despedazado y devorado por las fieras. Esta ejecución desencadenó

airadas protestas en los círculos intelectuales, especialmente entre los escritores

hispanoamericanos, abanderados en su condena por el argentino Julio Cortázar.

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La poesía de Roque Dalton, aunque de rasgos coloquiales, se sustentó en la

fuerza de las palabras y del ethos implicado en ellas, como en los siguientes

versos: "La vida paga sus cuentas con tu sangre / y tú sigues creyendo que eres

un ruiseñor. / Cógele el cuello de una vez, desnúdala, / túmbala y haz de ella tu

pelea de fuego, / rellénale la tripa majestuosa, préñala, / ponla a parir cien años

por el corazón. / Pero con lindo modo, hermano, / con un gesto propicio a la

melancolía". En sus versos subyace un espíritu rebelde que plantea temas de

fuerte contenido social, tratados de una manera a veces tierna y a veces irónica y

sarcástica, cuyo resultado es de un enorme lirismo.

Sus influencias fueron el surrealismo y las vanguardias europeas en general, la

poética conversacional latinoamericana (sobre todo voces como la del chileno

Nicanor Parra, que habían traído nuevos aires irónicos a la lírica del continente), la

poesía moderna de expresión inglesa, los clásicos en lengua española y algunos

poetas contemporáneos, como el guatemalteco Otto René Castillo, el cubano R.

Fernández Retamar, el nicaragüense Ernesto Cardenal o el argentino Juan

Gelman.

Una parte de su obra ahonda en las aproximaciones entre el relato breve y el

poema en prosa, tentativa en la que alcanzó buenos resultados. Un equilibrio entre

calidad del lenguaje, ingenio, intelecto, amor humanista y visión política confluyen

en sus mejores títulos, como en su célebre Taberna y otros lugares (1969),

merecedor del premio Casa de las Américas, tal vez su libro más importante.

Antes había publicado La ventana en el rostro (1961), El turno del ofendido (1963),

El Mar(1964) y Poemas (1968). Luego publicó los libros Las historias prohibidas

de pulgarcito (1975, poesía); yPobrecito poeta que era yo (1976, novela).

Póstumamente aparecieron algunos títulos inéditos y varias recopilaciones

antológicas de sus versos, comoPoemas clandestinos (1980), Un libro rojo para

Lenin(1986), Un libro levemente odioso (1988), En la humedad del secreto

(antología compilada por Rafael Lara Martínez, San Salvador, 1994) y Antología

mínima(a cargo de Luis Melgar Brizuela, San José de Costa Rica, 1998). En el

campo del ensayo, publicó una monografía titulada El Salvador (1963), un ensayo

sobre César Vallejo (1963) y un volumen de testimonios aparecido bajo el epígrafe

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de Miguel Mármol (1972). Compuso además algunas piezas teatrales,

comoCaminando y cantando (publicada en 1976) y Los helicópteros (escrita en

colaboración con José Napoleón Rodríguez, e impresa en 1980).

Raúl Contreras

Raúl Contreras (Cojutepeque, 3 de

mayo de 1896 – Madrid, 2 de diciembre de 1973) fue

un poeta, dramaturgo y diplomático salvadoreño.

Desde la segunda década del siglo XX, obtuvo cargos

diplomáticos en los que fungió como enviado

extraordinario y ministro en Madrid y París. Debido a

la Segunda Guerra Mundial pasó a radicar con su

familia en el sur de Francia.

Entre 1947 y 1950 escribió bajo el seudónimo de Lydia

Nogales, y sus primeros poemas aparecieron en La

patria de las artes y Tribuna Libre enSan Salvador.

Junto a Alberto Guerra Trigueros y Ricardo Trigueros de León, fundó la Casa de

Cultura de San Salvador. Logró, además, el ingreso como miembro a la Academia

Salvadoreña de la Lengua. En los años 1950 fue presidente de la Junta Nacional

de Turismo, la cual tuvo significativos resultados al construir muchos turicentros y

parques populares que continúan funcionando en la actualidad, entre ellos

el Parque Balboa, Los Chorros, Apulo,Hotel de montaña en el Cerro Verde, etc.

Después de su muerte, sus restos reposan en el rincón de los poetas, en el

turicentro los Chorros. David Escobar Galindo describe a Contreras como:

Poeta de fibra romántica que deviene en post-modernista. Cultor excelente del

soneto, forma clásica en la que está vertida casi toda su producción poética.

Juan Guzmán Cruchaga, por su parte, expresa:

Gran Poeta, creador de creadores y fabuloso Mago de los jardines…

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Obra

Armonías íntimas, poesía, San Salvador, 1919.

La Princesa Está Triste…, pieza teatral en verso, Madrid, 1925.

Poesías Escogidas, poesía, Madrid, 1926.

Presencia de Humo, poesía, San Salvador, 1959.

MAURA ECHEVERRÍA, poeta y educadora.

Maura Echeverría nació en Sensuntepeque un 03 de mayo de 1935. Su niñez se

desarrolló prácticamente en “La Loma”, del cantón San Matías, zona rural

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perteneciente a la jurisdicción de Sensuntepeque. Su niñez fue sana, llena de

libertad, colores y olores, jugando a plenitud, comiendo frutas silvestres y

subiéndose a los árboles o aprendiendo a montar caballos. Una niñez que ella

recuerda con mucho cariño.

Sus padres fueron Miguel Ángel Echeverría Cuellar y Vitelia Gutiérrez de

Echeverría. Proviene de una familia muy numerosa ya que tuvo 9 hermanos, 4

mujeres (de las cuales sólo viven dos) y 5 hombres (de los cuales sólo uno está

vivo).

En 1941, al cumplir los 6 años de edad, Maura se trasladó a vivir a

Sensuntepeque, con su hermana mayor, ya que tenía que iniciar sus estudios

escolares. Su primaria la estudió en la escuela “Salvadora Hernández de Castro”,

hoy conocida como Centro Escolar “Fermín Velasco”.

Maura en 1954

Su padre fue una gran influencia para Maura-niña, por su ejemplo de amor a la

lectura.

Ya en su adolescencia sintió inclinación hacia la Docencia y el Derecho,

decidiéndose al fin por la primera al ganar una beca para estudiar en la Escuela

Normal de San Salvador.

En 1954 se graduó de la Escuela Normal de Maestras “España” como Profesora

de Educación Primaria y en 1955 trabajó como profesora de la Escuela “Fermín

Velasco” hasta el año de 1957.

Maura en 1959

En 1959 se graduó de la Escuela Normal Superior como Profesora de Educación

Media en la especialidad de Ciencias Sociales. Un año después empezó a trabajar

como catedrática en el Instituto Nacional de Sensuntepeque, hasta 1969.

Desde muy temprana edad Maura sintió la necesidad de escribir; pero lo hacía

casi como un pasatiempo. Con el pasar de los días escribía más y más. Sin

embargo el evento que hizo explotar en su cabeza y en su corazón, con luces de

colores e ideas, la necesidad de escribir, fue el nacimiento de su hija Eunice, en

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1963. Fue entonces cuando empezó a escribir de una manera más seria y

disciplinada.

En 1969 fue a hacer un curso de televisión a Televisión Educativa, que para

entonces formaba parte del Ministerio de Educación. Habiendo aprobado el curso

se le propuso trabajar en televisión y ella aceptó. Entre 1969 y 1985 trabajó ahí

como especialista en estudios sociales, diseñadora de programas, guionista de

programas infantiles, juveniles y culturales, guionista de películas y como jefa de la

sección de programas culturales.

Trabajando en televisión tuvo la oportunidad de conocer en persona a uno de

nuestros más queridos y grandes escritores:Salarrué Platicó brevemente con él;

pero ese tiempo fue suficiente para que quedara en su memoria la imagen de un

hombre que se caracterizaba por ser pausado en su andar, parco al hablar y con

una aura de atracción irresistible; recuerda también que en los ojos de Salarrué

había mucha serenidad.

Un día, a principios de los años ´70, tuvo la oportunidad de que sus poemas los

leyera la poeta y ensayista Matilde Elena López, quien le dijo que su trabajo era

bueno pero que necesitaba pulirlo más. Matilde Elena fue muy amable con Maura

y le dio muchos consejos y la alentó a seguir escribiendo.

Después sus poemas fueron evaluados por otros grandes escritores: Salvador

Antonio Juárez, David Escobar Galindo, Ricardo Castrorrivas y Rafael

Mendoza; todos fueron de la opinión de que Maura iba por buen camino pero que

le faltaba estudiar y leer más. Todos también, al igual que Matilde Elena López, se

portaron muy bien con ella.

Entonces Maura se sintió muy motivada para leer más y seguir escribiendo. Y así

lo hizo. También se interesó en escribir sobre temas educativos.

Escribió entre 1971 y 1972  los libros de Estudios Sociales para cuarto, quinto y

sexto grados de Educación Básica. Y además fue coautora de los libros de

Estudios Sociales para séptimo, octavo y noveno grados de Educación Básica.

Uno de los más gratos recuerdos de Maura Echeverría es cuando visitó en 1973

a Claudia Lars en su domicilio, a fin de solicitar consejos  y evaluación de sus

poemas; una de las cosas que más la impresionó fue ver  la dulzura, la paciencia y

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la gentileza de Claudia al revisar sus textos, muy a pesar de lo avanzada que

estaba su enfermedad mortal. Maura recuerda que Claudia le sugirió varias cosas

que la ayudaron con respecto a su poesía. Un año más tarde la más grande poeta

de El Salvador y de Latinoamérica moriría.

“Palabras sobre el fuego” y “Con el dedo en la llaga” fueron sus primeros dos

libros de poesía, con los cuales decidió participar en algunos concursos, ambos

inéditos y actualmente perdidos. Es conveniente mencionar que fue Rafael

Mendoza quien la invitó a recopilar sus poemas sueltos para presentarlos en el

Vigésimo Primer Torneo Cultural Centroamericano, realizado en 1974 e impulsado

por la Asociación de Estudiantes de Derecho (AED) de la Universidad de El

Salvador, en donde obtuvo mención honorífica en la rama de poesía.

En 1975 ganó el primer lugar en el Vigésimo Segundo Torneo Cultural de

Centroamérica y Panamá “Dr. Napoleón Rodríguez Ruíz”, siempre impulsado por

la AED. En esta ocasión el premio fue compartido con el poeta de Ilobasco, ya

fallecido, José María Cuellar. Una vergonzosa irregularidad tuvo lugar durante

este evento: a los dos ganadores la AED no les entregó el premio en efectivo que

merecidamente se habían ganado; y por si fuera poco los diplomas se los

otorgaron sin firmas. Sin embargo Maura se sentía muy feliz por su triunfo.

Ese mismo año participó en los Primeros Juegos Florales de Sensuntepeque y

ganó el primer lugar en la rama de poesía.

En 1976 ganó el primer lugar en la rama de cuento en el Certamen Magisterial de

Cuento del Ministerio de Educación.

Maura Echeverría trabajó y depuró mucho su poesía. Se mantuvo escribiendo sin

parar y recolectando lo mejor de su cosecha. Publicó casi todos los domingos en

la Prensa Gráfica, El Diario de Hoy y El Mundo entre los años ´70 y ´80.

Su primer libro de poesía lo publicó hasta 1980, “Voces bajo mi piel”, el cual fue

prologado por David Escobar Galindo. A partir de ahí ha publicado doce libros de

poesía hasta la fecha y hace poco acaba de publicar un nuevo libro, “Travesía”.

La riqueza de su inspiración es grande; mujer incansable. Incursionó brevemente

en la música, componiendo 6 canciones (letra y música), obteniendo con una de

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ellas, la canción “Yo no me iré”, el tercer lugar en el Primer Festival “Canto a mi

tierra”, en 1981, organizado por el Instituto  Salvadoreño de Turismo.

Ese mismo año fue bautizado con su nombre el campo deportivo de la Escuela

“Antonia Velasco” de Sensuntepeque.

Trabajó como miembro de la Comisión Redactora de la cartilla de alfabetización

PAS de 1984 a 1985.

En 1986 Maura se jubiló de Televisión Educativa, no así de su trabajo literario, que

ha sido constante y meditado.

En 1989 regresó a trabajar a Televisión Educativa teniendo bajo su cargo la

dirección de la misma, labor que culminó en 1991.

En 1989 Clásicos Roxsil publicó una colección de afiches sobre los escritores

salvadoreños y Maura fue incluida junto al renombrado poeta Raúl Contreras.

A lo largo de su vida se ha desenvuelto en diversos ámbitos, como por ejemplo, el

trabajo que desempeñó como colaboradora literaria en Radio “UPA” y Radio “El

Mundo”.

Ha dictado conferencias y recitales en numerosos lugares a través del territorio

nacional e internacional, tales como los teatros de San Salvador y Santa Ana,

Asociación Pro Arte, galerías de arte, casas de la cultura, Fundación “María

Escalón de Núñez”, Patronato Pro Patrimonio Cultural, Museo de Antropología y

de Historia Natural de El Salvador, Centro Cultural Salvadoreño, Universidad

Tecnológica, Universidad de El Salvador, Universidad Centroamericana “José

Simeón Cañas”, Universidad Evangélica de El Salvador, Universidad  “Dr. Andrés

Bello”, Universidad de Costa Rica, Centro Cultural Guatemalteco, Teatro “Miguel

Ángel Asturias” de Guatemala, Centro Cultural Guatemalteco, Feria Internacional

del Libro en Jerusalén, Israel; etc.

Uno de los más gratificantes reconocimientos que un escritor puede tener es ser

publicado fuera de su fronteras patrias, tal es el caso de la inclusión de la poesía

de Maura Echeverría en las revistas de Israel y de España, así como también en

periódicos de Panamá, Nicaragua y Guatemala.

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El primer encuentro de entrevistas se dio en la casa de San Salvador de Maura

Echeverría. Érika Valencia-Perdomo con la poeta.

En el nuevo siglo en que caminamos y con la sensación de que ella moriría muy

pronto, publicó un libro muy interesante  dedicado a su hija, “Poemas para

Eunice”.

El pasado 18 de diciembre de 2010 se presentó en el RECITAL DE POESÍA Y

MÁS EN SENSUNTEPEQUE.

Maura Echeverría actualmente se encuentra con su fuerza laboral y creativa

intacta. Se ve fuerte y con brillo en sus ojos. Y estamos seguros que aún hay más

poemas por nacer de su radiante inspiración.

POESÍA y NARRATIVA

-Voces bajo mi piel, 1980.

-Sándalo, 1982.

-Ritual del silencio, 1984.

-Cundeamor, 1985.

-Con la vida a cuestas, 1989.

-Desde el amor, 1990.

-Distancias, 1993.

-Laura, 1997.

-Confidencias con mi nieta,    1997.

-Otoño en el corazón, 2001.

-Poemas para Eunice, 2006.

-Sol de cariño

(Antología de poesía salvadoreña para niñas y niños), 2007.

-Travesía, 2009.

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José Roberto Cea

Nombre: José Roberto Cea.  Nació en Izalco, 10 de abril de 1939.

Estudios (no concluidos): Periodismo y Letras en la Universidad de El Salvador

(UES).Algunos cargos desempeñados: director de la Editorial Universitaria de la

UES, director de la revista “La Universidad”, codirector de la revista “La Pájara

Pinta”, secretario de Relaciones Públicas y Promoción Universitaria de la UES,

miembro del Consejo Editorial del Consejo Superior Universitario (CSUCA) y jefe

de Relaciones Públicas de la UES.

Méritos y premios: Premio internacional de Poesía del Círculo de Poetas y

Escritores Iberoamericanos de Nueva York, 1965. Premio 15 de septiembre, del

Certamen Centroamericano Ciencias, Letras y Bellas Artes, 1965 y 1966. Premio

de poesía en el certamen latinoamericano Pablo Neruda, Perú, 1974. Premio

Internacional Rubén Darío, 1981. Primer premio en los juegos florales agostinos

de San Salvador, 1998.

 

Poesía: “Los días enemigos”, 1965; “Casi el encuentro”, 1965; “Códice de amor”,

1968, “Naúfrago genuino”, 1968; “Códice liberado”, 1969, “El potrero”, 1970;

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“Antología general de la poesía en El Salvador”, 1971; “Lecturas italianas”, 1973;

“Pocas i buenas”, 1986; “Los herederos de farabundo”, 1981; “Corral no, coral de

los desplazados”, 1986; “La guerra nacional”, 1992; “Cantar de los cantares y otros

boleros”, 1993; “Misa mitin”, 1998; “Todo el códice”, 1998.

 

Novela y narraciones: “De perros y hombres”, 1968; “El solitario de la habitación

5 guión 2”; “De la guanaxia irredenta”, 1988; “Dime con quién andas y... ”, 1989;

“Ninel se fue a la guerra”, 1990; “En este paisito nos tocó y no me corro”, 1995.

 

Teatro: “Las escenas cumbres”, 1968. Ensayos y didácticos: “De hospitales y

dibujos”, 1974;“Letras”: libros de texto para 1°, 2° y 3° año de bachillerato; “De la

pintura en El Salvador”, 1986; “Teatro en una comarca centroamericana”, 1993.

Oswaldo Escobar Velado

(Santa Ana, 1919 - 1961) Poeta salvadoreño. La primera etapa de

su producción siguió los cauces del romanticismo, pero

posteriormente desarrolló una obra más realista, comprometida y

social.

En el campo de la política, formó parte del "grupo de los seis", que luchó contra el

dictador Maximiliano H. Martínez. Vivió desterrado en Guatemala entre 1944 y

1945, y más tarde en Costa Rica. Abogó por la unión de Centroamérica en una

sola entidad. En los últimos años de su vida, sufrió un cáncer en la lengua que le

obligó a trasladarse en varias ocasiones a Texas, donde las intervenciones

quirúrgicas no lograron sanarle.

Su poesía es un equilibrio de belleza lírica y compromiso con su tiempo histórico.

Debatiéndose siempre entre el posmodernismo vanguardista, el romanticismo y el

compromiso social y político, su lírica resulta difícil de ubicar. Entre sus libros

destacan Poemas con los ojos cerrados (1943), Diez sonetos para mil y más

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obreros(1950), Volcán en el tiempo (1955), Árbol de lucha y

esperanza (1951), Cristoamérica (1958), Cubamérica(1960), Antología

Poética (1967) y Patria exacta y otros poemas (1978).

Alfredo Espino

(Edgardo Alfredo Espino Najarro; Ahuachapán, 1900 - San

Salvador, 1928) Poeta salvadoreño que a partir de la publicación

de su único libro, Jícaras Tristes, ha sido uno de los líricos más

leídos en su país y está considerado como uno de los autores

clásicos de la literatura centroamericana.

Nacido en el seno de una familia numerosa (segundo de ocho hermanos), era hijo

del también poeta Alfredo Espino, miembro de una destacada dinastía de

profesores, médicos y escritores. El joven Alfredo recibió una esmerada formación

académica que finalizó en 1927, cuando se doctoró en la Facultad de

Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador con una tesis

sobre Sociología estética.

A muy temprana edad comenzó a publicar colaboraciones literarias en las revistas

Lumen y Opinión estudiantil y en los periódicos La Prensa y Diario de El Salvador.

Llevó una vida bohemia y disipada que le condujo a caer en frecuentes crisis

alcohólicas, en una de las cuales se quitó la vida cuando contaba poco más de

veintiocho años de edad. Sus restos mortales, sepultados en primera instancia en

el Cementerio General de San Salvador, fueron después trasladados a la llamada

Cripta de los Poetas, en el camposanto de los Jardines del Recuerdo.

Sus composiciones, diseminadas en papeles sueltos y en distintas publicaciones,

fueron recopiladas por su padre con el fin de llevarlas a la imprenta. Una parte de

esta recopilación, prologada por un texto esclarecedor del poeta Alberto

Masferrer, fue publicada en 1932 en el diario Reforma social. A causa de su

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repercusión, en 1936 vio la luz en forma de libro una compilación más completa y

representativa de su obra que se titulóJícaras tristes.

La poesía de Alfredo Espino es un equilibrio de romanticismo y expresión

mesurada, que canta al paisaje con imágenes de gran poder descriptivo y

plasticidad, siempre desde una percepción tierna de los seres y las cosas de su

tierra. Buena parte de su obra es un canto a la región de Cuzcatlán. Prefirió la

sencillez y la métrica tradicional para sus modestas pretensiones líricas y escribió

romances y sonetos, aunque no desechó el verso libre. Sus poemas evocan los

árboles, los frutos, el aroma de la noche, los colores, los niños y lo maternal.

Desde su publicación, sus poemas fueron acogidos y difundidos con entusiasmo

por los lectores salvadoreños, que enseguida se identificaron con su líricas

descripciones paisajísticas. Así, Jícaras tristes se convirtió en una de las lecturas

obligadas en los programas educativos salvadoreños, y desde instancias

gubernamentales se promovió su edición y difusión.

Miguel Ángel Espino

Miguel Ángel Espino fue un escritor, periodista y

abogado salvadoreño (Santa Ana 17 de

diciembre de 1902 - México, D. F., el 1 de

octubre de1967).

Familia

Nació en el seno de una familia de literatos, fue hermano

del joven poeta lírico Alfredo Espino, autor de la antología Jícaras Tristes y su

abuelo materno don Antonio Najarro (1850-1890), publicó la obra poética Ecos del

Alma. Se casó con doña María Luisa Nieto.

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Trabajo literario

Durante los años 20, trabajó como periodista en los diarios de la época: Diario

Latino y La Prensa. Él ingresó a la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales

de la Universidad de El Salvadoren 1921; en 1927 viajó a México, para trabajar en

la Delegación Diplomática de su país, allí habría de culminar su doctorado en

Jurisprudencia en la Universidad Nacional Autónoma de MéxicoUNAM en 1928.

Se dedicó a la narrativa, desde su juventud. A los 17 años publicó Mitología de

Cuscatlán, recopilación de antiguas leyendas indígenas. Además publicó una

colección de cuentos titulada Como Cantan Allá (1926). Publicó también dos

novelas: Trenes(1940) y Hombres Contra la Muerte (1947), su obra más

reconocida, ambientada en Belice; ambas fueron traducidas al inglés y alfrancés.

El Gobierno de El Salvador le otorgó en 1948, un premio literario, por su obra

Hombres contra la Muerte.

La prosa de Espino ha sido descrita como "valiente y audaz" por atreverse a

romper mitos acerca del pasado indígena. En general, el objetivo primordial

siempre es dar a conocer a los salvadoreños la cultura de los antepasados y

demostrar que pueden retomarse costumbres y tradiciones. Expresó en varias

ocasiones que su mayor sueño fue el de educar a los indígenas que aun existían

para que se integrasen a la sociedad moderna, fomentando así sus aportes a la

cultura.2

No suelen hacerse comparaciones con su hermano por la profunda diferencia de

estilo entre ambos; sin embargo, existen ligeros puntos en común, por ejemplo la

forma detallada de describir cada elemento percibido por medio de metáforas y

símiles. A pesar de haber crecido juntos, Miguel era mucho más realista que

Alfredo, viendo el mundo (y describiéndolo a través de la literatura) de una forma

más real y palpable, como reflejo inequívoco del pasado.

Expresó reiteradamente su profunda admiración por Alberto Masferrer, al cual

calificaba de maestro, dándole el apelativo de "Apóstol de la armonía social en El

Salvador"

Page 19: Arturo Ambrogi

Sus últimos días

En 1951, debido al daño que le causó un derrame cerebral, tuvo que poner fin a su

carrera literaria, evitándole acabar su novela inspirada sobre

el caudillo centroaméricano Francisco Morazán. Su familia lo trasladó a México,

donde permaneció retirado los últimos años de su vida.

Homenajes

En su honor, la Universidad "Dr. José Matías Delgado" organiza anualmente una

semana de la lectura literaria con el nombre de Espino, enfatizando el valor de la

lectura para la educación, tal como en su momento lo habría fomentado el escritor.

Dicha celebración incluye presentación de nuevos textos, representaciones

teatrales, exposición de pinturas y diversos talleres para nuevos

escritores.5 Además, se organiza un congreso centroamericano de escritores.

Francisco Gavidia

(San Miguel, 1863 - San Salvador, 1955) Poeta salvadoreño que

comenzó su labor literaria dentro del romanticismo y fue luego

una de las figuras clave del modernismo hispanoamericano. Su

figura abrió una etapa para la literatura de El Salvador y de

América Latina en general, pues se le considera, junto al

nicaragüense Rubén Darío y al cubano José Martí, uno de los

iniciadores de la poesía modernista.

Los estudios clásicos, el periodismo y la política llenaron su vida. Se formó en su

país, pero viajó por Europa y América del Norte y del Sur. Se enamoró de los

parnasianos, tradujo a los románticos franceses (Víctor Hugo, Lamartine) y tuvo la

gloria de iniciar a Rubén Darío, según confesión del maestro de la poesía

moderna, en el conocimiento de los parnasianos y los simbolistas franceses y en

el manejo del alejandrino con amplia libertad en los cortes y en el ritmo, lo que

había de cuajar después en la revolución modernista, con todas sus

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consecuencias y secuelas literarias. El punto de partida de estas innovaciones fue

la traducción que en 1884 hizo Gavidia de una composición de Víctor Hugo,

"Stella". También se le deben algunos ensayos de adaptación del hexámetro

clásico a nuestro idioma. Sin embargo, Francisco Gavidia fue todavía, y más que

nada, un romántico que enseñó a Rubén Darío a manejar el hexámetro griego y el

alejandrino francés en lengua castellana.

En esa adaptación al castellano, Víctor Hugo lo influyó con el espesor y poder de

su verso. La bella exactitud de los versos de Gavidia es un elemento constante:

"La curva de su casto pecho / Que alza su seno al respirar tranquila, / Como ola

mansa voluptuosa oscila / En el mar de blancura de su lecho." Por otro lado, su

poesía también describió o ayudó a imaginar la realidad de su país, con escenas

continentales. Indagó el pasado histórico prehispánico y colonial, pues conocía la

cultura tolteca, maya y nahoa, además del humanismo grecolatino y europeo,

factor que lo hizo practicar una poesía mesurada y poco artificiosa. Sus versos son

de gran musicalidad, innovando en los ritmos y la métrica. Algunos críticos sitúan

a Sóteer o La tierra de Preseas(editado completo en 1949) como su libro

fundamental, pero destacan, además, Versos (1884) y El libro de los

azahares (1913).

Gavidia también cultivó otros géneros como el teatro (buscando un lenguaje que lo

aproximara al público):Júpiter (1885), Ursino (1889), Conde de San Salvador o el

Dios de las cosas (1901), Lucía Lasso o Los piratas(1914), La torre de

marfil (1920) y el poema dramáticoLa princesa Catalá (1944) son algunas de sus

obras. A través de los periódicos de la época, por otra parte, realizó además una

labor crítica y publicó ensayos educativos. Su ensayística fue recogida

fundamentalmente en Discursos, estudios y conferencias, en 1941. Sus relatos,

para los que buscó inspiración en los tiempos precolombinos y coloniales y en

tradiciones foráneas, fueron reunidos en varios libros, entre ellos Cuentos y

narraciones (1931).

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Destacada figura del parlamentarismo en su país, fundó periódicos en diversas

repúblicas centroamericanas y publicó La primera forma de gobierno en

Centroamérica; intentó la creación de un idioma universal; escribió obras sobre

música, historia y filosofía (como Estudio sobre la personalidad de Juan Montalvo

y Pensamientos); se le coronó como "meritísimo" en 1933 con gran solemnidad,

presidió la Academia Salvadoreña de la Lengua y logró estrenar con éxito algunos

de sus dramas.

José María Peralta Lagos

José María Peralta Lagos (Santa Tecla, El

Salvador, 25 de julio de 1873-Ciudad de

Guatemala, 22 de julio de 1944), general e

ingeniero, fue un escritor, militar,

y político salvadoreño; escribió bajo el seudónimo

de T.P. Mechín.

Realizó sus estudios en la Academia Militar de

Guadalajara, España. Encabezó los trabajos de

construcción del Teatro Nacional de San Salvador a

principios del siglo XX, junto con el ingeniero José

Emilio Alcaine. Fue representante diplomático de El

Salvador en España y Ministro de Guerra y Marina

en el gobierno del presidente Manuel Enrique

Araujo (1911-1913). Se desempeñó como Miembro de número de la Academia

Salvadoreña de la Lengua.

La prosa de Peralta Lagos es costumbrista y esta escrita en forma humorística y a

veces irónica.

Sus obras publicadas son:

Burla Burlando (Colección de artículos, 1923)

La Muerte de la Tórtola o Malandanzas de Un Corresponsal (novela, 1932)

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Brochazos (cuentos, 1925)

Dr. Gonorreitigorrea (novela, 1926)

Candidato (comedia en tres actos, 1931)

Masferrer Humorista (ensayo, 1933)

Algunas Ideas Sobre la Futura Organización de la Enseñanza Superior de CA.

(ensayo, 1936).

Cristóbal Humberto Ibarra

Nació en Zacatecoluca el 9 de mayo de 1920 y murió en 1988. Fue poeta,

ensayista, cuentista y novelista. Ejerció el periodismo. Becario del gobierno

salvadoreño en Argentina y más adelante Agregado Cultural en la embajada de El

Salvador en aquel país.

Cursó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de La Plata. Ingresó a la

Sociedad Argentina de Escritores de Chile.

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Claudia Lars

(Carmen Margarita Brannon Vega; Armenia, 1899 - San Salvador,

1974) Poetisa salvadoreña, una de las voces más sobresalientes

de la lírica centroamericana del siglo XX.

Hija de Peter Patrick Brannon, ingeniero norteamericano, y de la

salvadoreña Carmen Vega Zelayandía, estudió en el colegio La

Asunción de la ciudad de Santa Ana, donde la joven Claudia se decantó por los

estudios humanísticos. Religión y poesía se vincularon en su hogar para

acrecentar su sensibilidad natural. Desde muy pronto recibió la influencia de los

clásicos antiguos y españoles (Góngora, Quevedo, Fray Luis de León), así como

la de los románticos ingleses y de Rubén Darío. También coincidió con algunos de

sus contemporáneos, como el cuentista salvadoreño Salarrué.

Poetisa precoz, con diecisiete años publicó un breve poemario que pasó

inadvertido: Tristes mirajes, que vio la luz gracias al mecenazgo del general y

poeta Juan José Cañas, uno de sus primeros mentores. Por esa época Claudia

Lars mantenía relaciones sentimentales con el poeta Salomón de la Selva. Pero

en 1919, cuando habían ya formalizado su compromiso de matrimonio, el padre de

Claudia decidió romper el vínculo y enviar a su hija a los Estados Unidos, a casa

de unos familiares afincados en Pennsylvania. Allí conoció a Le Roy Beers, con

quien contrajo matrimonio tras un breve período de noviazgo.

Sin abandonar el país norteamericano, la poetisa se instaló en compañía de su

nuevo esposo en el barrio de Brooklyn de Nueva York, donde ejerció como

profesora de lengua castellana en la Escuela Berlitz. En 1927 tuvo ocasión de

regresar a su país junto con su cónyuge, que acababa de ser nombrado cónsul de

los Estados Unidos en El Salvador. Aposentados en la capital salvadoreña, a

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finales de 1927 nació su primer hijo, Le Roy Beers Brannon, que sería el único

vástago de Claudia Lars.

Claudia Lars volvió a frecuentar los cenáculos literarios, en especial el congregado

alrededor del poeta Alberto Guerra Trigueros, compuesto por escritores

comoAlberto Masferrer, Salarrué y Serafín Quiteño. En ese nuevo ambiente la

poesía de Claudia Lars fluyó de nuevo con espontaneidad y soltura, lo que se

tradujo en 1934 en una nueva entrega lírica: Estrellas en el pozo, publicada en las

famosas Ediciones Convivio por voluntad expresa de su director, el intelectual

costarricense Joaquín García Monge.

Esta obra, bien recibida por críticos y lectores, allanó el camino del siguiente

poemario de Claudia Lars, Canción redonda (1936), al que siguió, tras un

paréntesis, La casa de vidrio (1942). En este fértil periodo publicó

también Romances de norte y sur (1946), Sonetos(1947) y Ciudad bajo mi voz,

libro premiado en el Certamen Conmemorativo del IV Centenario del Título de

Ciudad de San Salvador.

En 1948 se instaló en Guatemala para ejercer allí sus competencias como

agregada cultural de la Embajada de El Salvador, cargo con el que acababa de

honrarla el gobierno salvadoreño. En Guatemala conoció además a quien habría

de convertirse en su segundo esposo, Carlos Samayoa Chinchilla. A su regreso a

El Salvador, continuó desempeñando algunos cargos públicos en el departamento

editorial del Ministerio de Cultura, donde poco tiempo después asumiría la

dirección de la revista Cultura. Mostró una mayor madurez conceptual y expresiva

en el volumen Donde llegan los pasos (1953), al que siguió, dos años después,

Escuela de pájaros(1955), un texto con el que se acercaba a los lectores infantiles.

En 1959 publicó Fábula de una verdad y Tierra de infancia, obra que presentó

como sus memorias poéticas. En 1961 se imprimió una muestra antológica de sus

versos destinados a los niños (Girasol), que se complementó aquel mismo año

con una selección del resto de su producción lírica (Presencia en el tiempo). Al

año siguiente, su poemario Sobre el ángel y el hombre fue distinguido con el

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segundo premio del Certamen Nacional de Cultura, y en 1965 fue galardonada

con el primer premio del certamen conmemorativo del cincuentenario de los

Juegos Florales de Quezaltenango (Guatemala), por su libro Del fino amanecer.

Su última obra, Nuestro pulsante mundo, se publicaría en 1969.

Desde su libro inicial, Estrellas en el pozo (1934), el ideal poético de Claudia Lars

quedó en evidencia: la transparencia, la sencillez y la ternura como revelación de

la belleza, a través de un notable conocimiento formal del verso. El paisaje y los

seres que lo habitaban, así como el tema familiar, la influyeron hondamente, como

reflejó en La cantora y su pueblo. Ella misma declaró: "Bajo los temores y las

supersticiones que con los años se irían desprendiendo de mi credulidad como

hojas sin savia, la abuela sembraba en mi mente ideas magníficas: la diferencia

que hay entre la cobardía y la acción heroica; entre la pureza del alma y los bajos

instintos corporales".

Álvaro Menen Desleal

Álvaro Menén des leal, conocido por Álvaro Menen

Desleal ( * Santa Ana; 13 de marzo de 1932 - San

Salvador; 6 de abril de 2000) fue un cuentista y

dramaturgo salvadoreño.

Su nombre correcto es Alvaro Menendez Leal.

Perteneció a la llamada Generación Comprometida junto

con Manlio Argueta, Italo López Vallecillos, Roque

Dalton y otros. Menendez Leal fue el creador de los

noticieros televisivos en El Salvador, con el mítico

programa Telediario salvadoreño. Su suerte cambiaba de

gobierno a gobierno; estuvo exiliado y fue también agregado cultural de El

Salvador en México y director del Teatro Nacional.

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Álvaro Menéndez Leal nació en la ciudad de Santa Ana, el 13 de marzo de 1931.

Ingresó a la Escuela Militar “General Gerardo Barrios”, de la cual fue expulsado

cuando cursaba el tercer curso (1952), debido a un poema "subversivo" que

publicó en La Prensa Gráfica.

Ingresó a la redacción de El Diario de Hoy (enero de 1953), rotativo en el que

colaboraba desde 1950. En agosto de 1953, fue detenido y fichado en el cuartel

central de la Policía Nacional, acusado de conspirar contra el régimen del teniente

coronel Óscar Osorio.

Realizó una gira como boxeador peso mosca por las arenas de Guatemala y las

del México provincial, hasta que llegó a debutar en la Arena Metropolitana del

distrito federal. De su primera estancia en este país emanó un poemario

existencialista, titulado El extraño habitante (México, 3AM), iniciado en marzo de

ese mismo año y publicado en San Salvador, diez años después.

En agosto de 1955, reingresó a la redacción de El Diario de Hoy y dirigió, por corto

tiempo, las breves, críticas y humorísticas secciones Paso doble y Paso ganso, así

como las páginas de Filosofía, arte y letras creadas por el finísimo poeta Ricardo

Trigueros de León.

El 7 de septiembre de 1956 fundó Tele-Periódico, el primer noticiario televisivo de

El Salvador, transmitido al mediodía y en horario nocturno por YSEB canal 6.

Durante sus meses iniciales, bajo el patrocinio de la casa comercial Freund, este

espacio televisivo contó con un Suplemento cultural o sección dominical de

promoción para las artes y las letras, así como con un periódico anexo, impreso en

la ciudad de México mediante la técnica del rotograbado.

Después, Menéndez Leal creó Tele-Reloj, un espacio noticioso que fue transmitido

por YSEB canal 6 y YSDR canal 8, en sus horarios del mediodía mientras que

Teleperiódico ocupaba las transmisiones nocturnas. En mayo de 1957, retomó la

dirección de las páginas literarias dominicales de El Diario de Hoy. En 1961 se

inscribió como estudiante en la carrera de Sociología de la Facultad de Filosofía y

Letras de la Universidad de El Salvador (UES).

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Desde la Universidad de El Salvador, colaboró con la revista Vida universitaria y el

viernes 30 de junio de 1961 fue declarado ganador de varios premios en el

Certamen Cultural Universitario Centroamericano, patrocinado por la Asociación

de Estudiantes de Derecho (AED). Esos premios fueron el "Vicente Sáenz" por su

ensayo ¿Es lícito matar al tirano?, el "Juan Ramón Molina" por su poemario Duro

pan, el exilio y un galardón por su cuento La caída, revelador de su experiencia en

el desastre aéreo paraguayo

En octubre de 1961, obtuvo otros galardones en el primer Certamen Cultural

Universitario, promovido por la Asociación de Estudiantes de Humanidades de la

Universidad de El Salvador. En dichos eventos, obtuvo, compartidos, el primer

premio poético "Oswaldo Escobar Velado" por su trabajo Poesía para pintores

(haikús); la máxima presea de cuento "Arturo Ambrogi" por La espera y el segundo

galardón de ensayo, designado "Marcelino García Flamenco" por Testimonio

sobre Vallejo.

En febrero de 1962 fue nombrado catedrático de la Facultad de Economía de la

Universidad de El Salvador. Cinco meses más tarde, se hizo acreedor a dos

premios del XI Torneo Cultural de la Asociación de Estudiantes de Derecho (AED):

el Premio "Alberto Masferrer" de Ciencias Sociales -por su trabajo Barrio alto y

barrio bajo.

Entre su obra editada se encuentra, La llave (cuento, San Salvador, 1962);

Cuentos Breves y Maravillosos (cuento. Libro premiado con el Segundo Lugar en

el Certamen Nacional de Cultura, 1962); El Extraño Habitante (Poesía, San

Salvador, 1964); El Circo y otras Piezas Falsas (Teatro. Revista La Universidad,

San Salvador, 1966); Luz Negra (Teatro: Primer Premio compartido, Juegos

Florales Hispanoamericanos de Quezaltenango, Guatemala, 1965); Ciudad, Casa

de Todos (Ensayo: Segundo Premio Certamen Nacional de Cultura, San Salvador,

1966); Una cuerda de Nylon y Oro (Cuento: Primer Premio en el certamen

Nacional de Cultura, San Salvador, 1968); Revolución en el País que edificó un

Castillo de Hadas (Cuento: Primer Lugar en el Certamen Centroamericano Miguel

Ángel Asturias, del Consejo Superior Universitario Centroamericano, Coosta Rica,

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1970); La Ilustre Familia Androide (Cuento, Argentina, 1972); Los Vicios de Papá

(Cuento, San Salvador, 1978); La bicicleta al pie de la muralla (Teatro, San

Salvador, 2000); Tres novelas cortas y poco ejemplares (San Salvador, 2007).

Ítalo López Vallecillos

Italo López Vallecillos (San Salvador, 15 de

noviembre de 1932 - México D.F., 9 de febrero de 1986)

fue un poeta, historiador, periodista y editor salvadoreño.

Fue el creador y guía de la mítica Generación

Comprometida de El Salvador, a la que también

pertenecieron Roque Dalton, Manlio Argueta y Álvaro

Menen Desleal. Fue editor del diario El independiente,

que durante dos décadas fue atacado por gobiernos

militares. A principios de los años sesenta creó la Editorial

Universitaria de El Salvador y la influyente revista La pájara pinta. A principio de

los años setenta fundó la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA), que

durante casi treinta años dio a conocer a los escritores más importantes de la

región.

Obras

Biografía de un hombre triste (poesía, Madrid, 1954),

Imágenes sobre el otoño (San Salvador, 1962),

El periodismo en El Salvador (ensayo histórico, San Salvador, 1964),

Gerardo Barrios y su tiempo (ensayo histórico, 1965),

Burudi Sur (teatro, San Salvador, 1965),

Puro asombro (poesía, San Salvador, 1970),

Inventario de soledad (poesía, San Salvador, 1977).