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1. Introducción Histórica. Las fases en la historia de la democracia boliviana La realidad Bolivia ha tenido cambios enormes en la última década. En una apretada síntesis se puede definir los siguientes periodos de 1985 a 2000, fase de establecimiento y consolidación del modelo de democracia representativa de mercado con rasgos multiculturales. de 2000 a 2005, fase de declive y derrumbe del “modelo” de 2005 a 2010, fase de transición a un modelo descolonizador, autonómico, productivo y solidario, de 2010 en adelante, fase de implementación del nuevo modelo1 2. Características de las fases En la primera fase, las características del sistema político boliviano, estuvieron marcados por un triple eje de consenso: la democracia representativa partidaria, la economía de mercado y el multiculturalismo.2 En la segunda fase de declive y quiebre esos pilares fueron ampliamente cuestionados por la sociedad en inmensas marchas sociales, denominadas “guerras” que comprendieron el periodo 1

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1. Introduccin Histrica. Las fases en la historia de la democracia boliviana La realidad Bolivia ha tenido cambios enormes en la ltima dcada. En una apretada sntesis se puede definir los siguientes periodos de 1985 a 2000, fase de establecimiento y consolidacin del modelo de democracia representativa de mercado con rasgos multiculturales. de 2000 a 2005, fase de declive y derrumbe del modelo de 2005 a 2010, fase de transicin a un modelo descolonizador, autonmico, productivo y solidario, de 2010 en adelante, fase de implementacin del nuevo modelo1

2. Caractersticas de las fases En la primera fase, las caractersticas del sistema poltico boliviano, estuvieron marcados por un triple eje de consenso: la democracia representativa partidaria, la economa de mercado y el multiculturalismo.2 En la segunda fase de declive y quiebre esos pilares fueron ampliamente cuestionados por la sociedad en inmensas marchas sociales, denominadas guerras que comprendieron el periodo 2000 a 2005 desde la llamada Guerra del Agua hasta la eleccin del primer presidente indgena en la historia de Bolivia: Evo Morales; a) Los partidos y la democracia pactada cayeron en el descrdito dada la enorme corrupcin reinante; b) la economa de mercado no obstante su capacidad de atraer inversiones no logr reducir la pobreza ni dinamizar a aquellos sectores de la economa menos visibles como ser los microempresarios, economas campesinas o informales. Su objetivo estuvo centrado en la capacidad del capital transnacional ms que en la industria local y c) y la inclusin indgena, si bien cada vez ms inminente (La Constitucin reformada en 1994 reconoce al pas como pluricultural y multilingue), aun no resolva el estado de desventaja de las culturas indgenas originarias.En la tercera fase la fase de transicin propuso como los ejes centrales, a) la realizacin de una Asamblea Constituyente que siente los pilares de la nueva Bolivia, b) la nacionalizacin de los hidrocarburos que establezca la posibilidad de que los recursos naturales sean aprovechados por los bolivianos y c) la marcha hacia las autonomas. Esta periodizacin se basa parcialmente en Garca Linera (2009). Aunque en el caso del mencionado autor las fases son las siguientes: la primera o el develamiento de la crisis (20002003); la segunda o el empate catastrfico (20032005); la tercera o de emergencia del nuevo bloque (20052008) y finalmente la cuarta fase o de bifurcacin, que termina por consolidar al nuevo bloque en el poder, en particular desde el Referndum Revocatorio de 2008.

Todos estos mecanismos fueron puestos en marcha predisponiendo el desarrollo de una cuarta fase: la nueva CPE, no obstante las agudas tensiones aprob un texto con slidas modificaciones que sern comentadas en el siguiente acpite. La nacionalizacin de los hidrocarburos tuvo lugar ya desde el 4 de mayo de 2006 y a partir de ella se procedi a nacionalizar otras empresas petroleras, mineras, de telecomunicacin y prximamente de energa elctrica. Y, finalmente, los referendos por las autonomas ya tuvieron lugar y su diseo fue reconocido en la nueva Carta Magna. 4 3. Los nuevos consensos del nuevo modelo A partir de estos eventos, el propsito es poner en marcha los nuevos consensos con nuevas polticas. Veamos cules son esos consensos. En primer lugar, en cuanto a la relacin Estadodemocracia representativa se pretende incluir elementos de democracia directa y de democracia comunitaria, en una lgica no de sustitucin de una democracia por otra pero de complementacin de democracias. De ese modo, se tiene una democracia ms mestiza: representativa, directa, comunitaria y participativa.5 La nueva Constitucin avala precisamente esa condicin heterognea pero complementaria a partir del reconocimiento de instituciones y formas indgenas de organizacin y eleccin de autoridades (por ejemplo con el reconocimiento de cuotas indgenas en el Congreso o autonomas indgenas en todo el pas); mecanismos de referndum o democracia directa (por ejemplo para asuntos de ndole nacional pero tambin para la creacin de autonomas regionales o indgenas) y partidos polticos adems de agrupaciones ciudadanas y pueblos indgenas (es decir, ruptura del monopolio partidario) En segundo lugar, en cuanto a la relacin Estadomercado se pretende lograr un mayor involucramiento del Estado en la economa, a partir de nacionalizacin de los recursos naturales, el reconocimiento a las economas comunitarias y cooperativas y no slo a las privadas, la puesta en funcionamiento de polticas pblicas que den solidez a esto: el Banco de Desarrollo Productivo, la inversin pblica con orientacin productiva y la creacin de empresas pblicas menores y, finalmente, la implementacin de medidas solidarias con el uso del excedente de las riquezas econmicas generadas (un Welfare State).En tercer lugar, en cuanto a la relacin Estadoregiones se pretende reconocer el paso de un modo de Estado simple o unitario hacia otro modo de Estado compuesto y no unitario. Vale decir, el objetivo es transitar hacia un modelo autonmico que permita quebrar el monopolio En cuarto lugar, en cuanto a la relacin Estadoindgenas, el objetivo fue incluir en la nueva CPE derechos colectivos o ciudadanas colectivas de acuerdo a la Declaracin Universal de los Pueblos Indgenas de las Naciones Unidas DE 2007. Lo que ello supone es tener a) un marco institucional nacional plurinacional (Corte Nacional Electoral plurinacional, Corte Suprema de Justicia Plurinacional, b) un marco institucional descentralizado plurinacional (autonomas indgenas), c) una economa comunitaria reconocida, d) una justicia indgena propia de similar jerarqua que la justicia ordinaria, y e) derechos colectivos sobre el uso preferencial de los recursos naturales.8 Y, en quinto lugar, en cuanto a la relacin Estadoglobalizacin, el objetivo es adoptar un enfoque de soberana que rebase la a) sumisin a los designios de los organismos multilaterales, b) el sometimiento a Estados Unidos a partir de una poltica considerada casi como monotemtica (la lucha contra la droga), c) tenga a los capitales de inversin extranjera directa como socios y no como dueos y d) se abra a nuevos aliados y/o mercados.9 De ese modo, el nuevo escenario de juego es absolutamente diferente y ciertamente provocador. A partir de ello conviene ver el declogo de mbitos/polticas en ejecucin sobre los cuales CIDA puede trabajar. 4. Polticas pblicas o mbitos de accin y sus posibles riesgos Las principales polticas para poner en marcha este nuevo modelo de la realidad boliviana estos 5 escenarios modificados puede ser expuesto en diez mbitos o polticas que simplifiquen la posibilidad de comprender la realidad boliviana a efectos de poder apoyar su desarrollo. De ese modo, hemos definido un declogo diez rasgos de key issues que amerita una particular consideracin a efectos de apoyar a Bolivia. a. Los bonos contra la pobreza: una oportunidad certera para lograr los Objetivos del Milenio. El Gobierno de Evo Morales ha logrado transferir recursos pblicos hacia los sectores sociales de ms vulnerables en forma directa e incuestionable a travs de la otorgacin de bonos solidarios. Se trata de medidas de lucha contra la pobreza que merecen particular atencin. Riesgos: El riesgo est tanto en el uso electoral de los bonos, pero sobre todo en la sostenibilidad de los mismos, y, quizs, aun ms que eso en su aplicacin eficiente. Por ejemplo, estn los municipios en condiciones de lograr que sean los nios de la periferia del territorio los que accedan al Bono Juancito Pinto o existen Adems de ello est el riesgo del rentismo generalizado, que implique la bsqueda de rentas (y bonos) desde otros grupos; cf. Ferrufino (2008), y, la imposibilidad de lograr articular lo social con lo econmico, en base a la consideracin de partida de que es imprescindible focalizar los recursos a actividades productivas y no slo sociales. Cf. El excelente ensayo de Gray Molina y Wanderley (2002). usados en forma productiva y dinamicen la economa, mejoren la alimentacin o se destinen a un mejor gasto en salud.10 b. El proceso de descolonizacin del Estado. Indgenas en el poder.11 La nueva Constitucin Poltica promulgada despus del Referndum Constitucional del 25 de enero de 2009, ha logrado dar un enorme paso en el proceso de descolonizacin del Estado a travs de la creacin de nuevas instituciones que reconocen el carcter plurinacional de Bolivia. Se trata de un momento indito de enorme significacin por su efecto gigantesco en la transformacin de las estructuras institucionales republicanas. Es el quiebre de un Estado monocultural hacia un Estado ms incluyente. Riesgos: El rasgo tnico o su reverso de discriminacin a la inversa que busque una hegemona indgena que podra derivar en la imposicin de pautas polticas sobre las minoras no indgenas, dejando como desafo la enorme necesidad de colaborar en la interculturalidad, es decir, lazos permanentes entre las culturas y naciones existentes en Bolivia.12 c. La dinmica de recuperacin de la soberana y la reduccin de la violencia estatal. Es de enorme importancia comprender que de 1997 a 2003, 33 campesinos del Chapare cochabambino fueron asesinados por las fuerzas del orden. La relacin narcotizada con Estados Unidos implic una subordinacin tcita a los mecanismos de este pas para desertificar (evaluar a los pases) a los pases de acuerdo su reduccin forzada de sembrados de coca.13 Hoy, se ha establecido un nuevo acuerdo del Estado con estos sectores: la coca se reduce de forma concertada y el narcotrfico se combate: si a la vida no a la cocana es el lema vigente. Asimismo, se pretende lograr una mayor apertura en la Convencin de Viena para la hoja de coca a efectos de que sea reconocida como una planta medicinal y no como un narctico adems de darse los subsidios correspondientes para su posible industrializacin. Riesgos: El narcotrfico parece ir creciendo a ritmos insospechados. Y esa economa paralela parece contaminar la economa legal con todava consecuencias difciles de prever, entre ellas el posible incremento de la violencia. d. La creacin de nuevas reglas de juego. Una plataforma institucional nueva para un tejido social nuevo. Este es uno de los aspectos ms sobresalientes de la realidad boliviana actual. Finalmente, el histrico divorcio entre las estructuras institucionales muy modernas y las culturas y naciones existentes premodernas ha sufrido un cambio notorio. Siempre haba existido, a decir, del Vicepresidente lvaro Garca Linera una relacin esquizofrnica entre un sistema poltico que se moldea de acuerdo a las reglas de pases muy desarrollados y culturas que tienen desde hace cientos de aos sus propias formas de organizarse.16 Hoy, la nueva CPE ofrece la posibilidad de adecuar un marco institucional nuevo a las realidades sociales ancestrales de manera complementaria. Para ello, se tienen en puertas ms de 100 leyes a ser promulgadas desde 2010 por la (nueva) Asamblea Legislativa Plurinacional. Deben ser normas concertadas con la oposicin y las regiones a modo de tener referentes slidos de aplicacin de las futuras polticas pblicas. Vale decir, hasta el presente, se ha contemplado una realidad plagada de procesos ms que de resultados. Riesgos: Bolivia ya ha vivido desde 2000 y fundamentalmente desde 2005 un proceso de refundacin poltico institucional. Sin embargo, si bien esto ha sido necesario, lo cierto es que hay un riesgo: la hiperpolitizacin que deja en segunda lnea tpicos estratgicos que tienen que ver con temas estratgicos como seguridad alimentaria, medio ambiente, enfermedades, seguridad ciudadana, agua, en especial. e. La nacionalizacin de los recursos naturales bolivianos y su indigenizacin. Este ha sido uno de los aspectos ms sobresalientes de esta nueva poca que ha implicado la nacionalizacin de las empresas petroleras y mineras. Asimismo, esta medida ha sido complementada por una disposicin constitucional que establece que el uso de los recursos naturales en Bolivia los recursos estratgicos deben ser usados previa consulta con las naciones indgenas. Vale decir, la nacionalizacin de los recursos naturales apunta a evitar las economas de enclave que dominaron la historia nacional, cuando los grandes capitales extrajeron las riquezas para s mismas, dejando absoluta pobreza en su inmediato alrededor. Sin embargo, por de pronto ello ha llevado a un incremento de los conflictos sociales.18 Riesgos: La posibilidad de uso de los recursos de la tierra y aquellos minerales ha desembocado en potenciales elementos de violencia social. Campesinos que invaden tierras, cooperativistas mineros que asaltan minas, indgenas que empiezan a ocupar minas, indgenas que presionan a empresas petroleras para recibir subvenciones bajo amenaza de interrumpir los gasoductos, etc, afirmando su derecho al uso exclusivo de los recursos naturales. Ello no slo tiene efectos sobre la seguridad jurdica y la inversin sino sobre la seguridad personal en tanto hay elementos consubstanciales de violencia social.19 f. La recuperacin de la iniciativa estatal y el Estado como el centro de las decisiones polticas. Este es otro aspecto central que se ha logrado y se lo viene logrando desde el ascenso de Evo Morales a la presidencia. De 2000 a 2009 Bolivia ha sufrido una aguda crisis estatal. El Estado ha estado permanentemente sobrepasado por los actores externos en el plano internacional y por los comits cvicos y movimientos sociales en el plano nacional. No ha habido propiamente una autoridad estatal. El Estado estuvo permanentemente acosado por las exigencias radicales de grupos indigenistas en el occidente del pas y de facciones regionalistas e incluso secesionistas en el oriente (los defensores de una pretendida Nacin Camba)20 Lo que deriv en una situacin de constante empate catastrfico. Sin embargo, hoy en da el gobierno empieza a recuperar la autoridad. El Estado empieza a definir las polticas pblicas recuperando su autonoma. Riesgos: En el afn de reconstituir el principio del orden y, por ende, de autoridad estatal, el riesgo es que se vulneren derechos elementales como la libertad de expresin, seguridad personal o garantas a la propiedad privada adems de vulneracin al orden institucional mismo. As ha ocurrido en tanto se observa un ataque permanente contra los medios de comunicacin privados, el secuestro de personas acusadas de atentar con bienes del Estado, el quiebre de la institucionalidad (todo el Poder Judicial est parado) entre otros riesgos como la misma vulneracin de la propiedad como ocurri en el caso de destacados lderes polticos. En suma, podemos llegar a contemplar el paso hacia un sistema muy democrtico, plagado de elecciones pero con lo que se denomina Estado de Derecho dbil, con el consecuente riesgo de establecer lo que un modelo de autoritarismo competitivo. g. La apertura a nuevos mercados internacionales. Este es uno de los objetivos centrales del nuevo modelo existente: la posibilidad de tener una dependencia menos unilateral del comercio con los Estados Unidos y, por ende, la necesidad de abrir nuevos mercados internacionales con socios de diferentes regiones del planeta como la China, Libia o Venezuela y Cuba a travs del ALBA como modelo alternativo al ATPDEA. Riesgos: El cierre del mercado estadounidense y la paralizacin de relaciones de la CAN con la Unin Europea adems de la dificultad de abrir nuevos mercados internacionales, podra convertirse en una poltica de relativo aislamiento internacional con los consecuentes efectos sobre una industria nacional ya de por s escasamente relevante.h. La necesidad de tener un Estado transparente y eficiente. Este es uno de los principales mviles del nuevo modelo. Las anteriores gestiones se caracterizaron por el reparto clientelar del Estado, su notable incapacidad para resolver los problemas elementales de la poblacin a travs de una gestin eficiente y su cada vez ms evidente corrupcin. El Gobierno de Evo Morales est legitimado por su discurso a favor de la honestidad y la transparencia. Riesgos: El imprescindible protagonismo estatal podra convertirse en una carga en tanto se incrementan los gastos ms que la inversin, el servicio civil ha quedado absolutamente desarmado, no hay fiscalizacin a las polticas pblicas, la deuda interna est subiendo exponencialmente, hay corrupcin y las superintendencias han sido eliminadas. Al respecto el texto de Garca Linera sobre la necesidad de fomentar un capitalismo andino amaznico a modo de sedimentar los modos de produccin de estas economas tradicionalmente relegadas; cf. Garca Linera (2006). Sobre estos riesgos de prdida de recursos externos, cf. El muy bien documentado trabajo de Carlos Alberto Lpez (2009). Una defensa de esta democracia ampliada hacia los pueblos indgenas en forma de elecciones a travs de procedimientos propios, en el trabajo del actual Ministro de Autonomas Carlos Romero en colaboracin con X. Alb; cf. Alb y Romero (2009). i. La convivencia de diversos modelos econmicos en el desarrollo nacional. Este es uno de los elementos de mayor notoriedad en este nuevo periodo de la historia nacional. Durante dos dcadas se estableci la necesidad de promover el mercado y, con ello, la economa privada. Sin embargo, hoy se extiende el reconocimiento a las economas comunitaria, cooperativa y estatal como centrales en el desarrollo nacional y por encima de la economa privada. Este es un avance incuestionable en tanto el 70% de la poblacin econmicamente activa se encuentra ligada a economas no liberales. Riesgos: El riesgo es el excesivo nfasis en la reestatizacin de las empresas estratgicas nacionales (de hidrocarburos, mineras, etc) que hasta el momento no muestran la eficiencia deseada adems de que la atencin desmedida hacia ellas podra significar el relegamiento de la empresa privada adems de un precario apoyo a la mediana y pequea empresa. j. Ms democracia y ms ciudadanos decidiendo. Este es otro aspecto crucial. Como nunca en la historia se tendr la posibilidad de intervenir en lo que se ha conocido como democracia directa a travs de referendos nacionales, departamentales, regionales y municipales. A lo que se aaden nuevos mecanismos de participacin y control social adems de elementos de democracia comunitaria que definir sus procesos de acuerdo a sus usos y costumbres.26 Este es un elemento central que se contrapone al exceso de elitismo tecnocrtico del periodo previo. Es pues la fase de la autorrepresentacin indgena definitivamente consolidada. Riesgos: Bolivia est camino a llevar adelante decenas de elecciones en referendos regionales, indgenas, municipales, departamentales y nacionales adems de elecciones en funcin a criterios tnicos. Lo complicado no es slo hacer estos eventos sino enfrentar sus consecuencias en tanto se empieza a consolidar una posible democracia de mayora sobre la(s) minora(s). Cuando en realidad lo que se requiere, ms que nunca es un diseo de resolucin de conflictos que supere las viejas formas de resolver los conflictos, ya sea eliminando al enemigo, cooptndolo o imponindose sobre l a travs de mayoras. Se requiere, hoy en da una slida democracia deliberativa, que extirpe el fantasma de una democracia plebiscitaria (que no es propiamente una democracia). Sntesis Tema Tpico de alta sensibilidad poltica

1. Pobreza, bonos El tema de la pobreza ha sido asumido por variedad de donantes

La democracia comunitaria marcar la diferencia en las autonomas indgenas

La democracia comunitaria reconocida por la CPE expresa la forma de participacin poltica de las comunidades y organizaciones de los pueblos indgena originario campesinos, en temas como el control social, la planificacin participativa y la gobernabilidad.Los municipios encaminados a convertirse en autonomas indgenas tendrn que discutir la incorporacin de sus experiencias sobre el ejercicio de la democracia comunitaria.

La democracia comunitaria est reconocida por la Constitucin Poltica del Estado (art. 11, I) en el mismo rango que la democracia representativa y participativa. En otras palabras, la Constitucin Poltica del Estado promueve una democracia intercultural que tiene el propsito de alcanzar la inclusin social y poltica para los pueblos indgenas originario campesinos. En este marco, un reconocimiento jurdico de importancia es el derecho a la autonoma, es decir, al autogobierno para las Autonomas Indgena Originario Campesinas (AIOC).Segn el nuevo marco jurdico, la democracia comunitaria tiene un papel importante para llevar a la prctica la propuesta de autonoma indgena. Est reconocida como la principal caracterstica propia de los pueblos indgenas para mejorar significativamente el proceso de conversin autonmico, desde los actuales municipios que estn basados en la democracia representativa a la autonoma indgena.La idea de incorporar la democracia comunitaria en el ordenamiento jurdico naci en la Asamblea Constituyente ante la demanda de las organizaciones tanto de CONAMAQ como de la CSUTCB. Las organizaciones sealaron que sus prcticas comunitarias estaban vigentes a nivel de las comunidades y organizaciones de los pueblos indgena originario campesinos, a pesar de que el sistema de partidos polticos tambin estaba presente en el sistema municipal. Segn experiencias recogidas en los municipios de la provincia Ingavi (La Paz), se evidenci que dentro de los municipios con mayora indgena, las comunidades traspasaron los planteamientos de la Ley de Participacin Popular (LPP). Lograron contribuir a incorporar algunas prcticas de la democracia comunitaria a la gestin pblica municipal. Las autoridades originarias argumentaron que aprovecharon los resquicios del marco jurdico para aumentar su participacin en el control social, la planificacin participativa y la gobernabilidad. Por eso hoy, aunque muchos indgenas reniegan de las deficiencias municipales, tampoco rechazan los logros de la LPP.Un trabajo reciente de la Fundacin TIERRA, seala que algunas expresiones de las prcticas comunitarias tales como el sistema de cargos rotativos o las asambleas o cabildos donde deliberan y toman decisiones los pobladores, no slo estn vigentes, sino que ayudaron a transformar el control social y la planificacin participativa. En muchos casos se logr mejorar lo diseado en la normativa legal municipal.

En el municipio de Guaqui (La Paz), la democracia comunitaria sirvi para agilizar la incorporacin de los proyectos comunales en los planes operativos anuales (POA). El control comunal tambin sirvi para disminuir la cooptacin de los comits de vigilancia por parte de las autoridades municipales, seala el citado documento.

A su vez, el cabildo de Guaqui, inicialmente conformado slo por comunidades, incluy en sus instancias deliberativas a otro tipo de organizaciones, por ejemplo, a los vecinos del pueblo con derecho a voz y voto. En este tipo de municipios, la democracia comunitaria juega un rol de contrapeso a la institucionalidad municipal.Dentro de las organizaciones indgenas la democracia comunitaria, aunque tiene potencial para transformar la gestin pblica municipal e indgena, tambin tiene sus detractores. Quienes no aceptan la democracia comunitaria son indgenas cercanos a los partidos polticos, agrupaciones ciudadanas o militantes del propio MAS que prefieren mantener vigente la va partidaria.

Comentarios:Autonomas en papelDieciocho aos han transcurrido de una ley que transform el escenario poltico y administrativo del pas. La Ley de Participacin Popular (LPP) no slo ampli el ejercicio democrtico y la presencia del Estado en el territorio, particularmente en el mbito rural, impuls tambin un proceso de redistribucin del poder poltico o de inclusin poltica que contribuy a la emergencia de liderazgos y renovacin de lites polticas que explica, en gran medida, la llegada de Evo Morales al gobierno y algo de experiencia, en unos cuantos colaboradores suyos, en la gestin pblica.La LPP, contrariamente a lo que se sostiene, no tena como objetivos principales la reduccin de la pobreza o el desarrollo econmico, aunque ambos formaban parte del alcance de sta. Buscaba contribuir a la mejora de la calidad de vida de la mujer y hombre boliviano, mediante una mejor redistribucin y administracin de los recursos pblicos y de la participacin de los ciudadanos en el proceso decisorio pblico.Como reforma, la participacin popular consigui una serie de logros, especialmente en la mejora de las coberturas de los servicios pblicos y, consiguientemente, en la satisfaccin de las necesidades bsicas, tal como evidencian los resultados del Censo de 2001. Su filosofa consigui, tambin, permear un conjunto de polticas y reformas como la educativa y otras sectoriales como la de tierras y forestal, pero tambin dio paso a una confusin sobre el rol del ciudadano en la observacin de la pertinencia y calidad de las obras y servicios que le eran entregados o prestados, generando una profusin de mecanismos y conceptos de control social que ahondan los rasgos de nuestra cultura poltica como la prebenda y la clientela y que, lamentablemente, encuentran en la nueva Constitucin Poltica del Estado (CPE) su plenitud.

Ciertamente, en el balance quedaron tambin tareas pendientes como la mejora en la calidad de los servicios, la mayor autonoma fiscal o el desarrollo de la propia gestin municipal como aporte al desarrollo de una carrera y desarrollo institucional pblicos y, por supuesto, tambin la generacin de oportunidades y crecimiento econmico, aunque como sealamos, esta ltima no constitua un propsito central de la participacin popular. La falencia en estos temas, estuvo en la ausencia de un planteamiento de economa poltica capaz de dejar de lado la ortodoxia y los dogmas y con suficiente creatividad y voluntad poltica para encarar los problemas econmicos del pas, empezando por la obsesin por los recursos naturales y por el autocomplacencia con los recursos humanos y las instituciones con las que contamos.En este escenario, emerga la demanda autonmica devolviendo la esperanza a los bolivianos de que podamos construir una sociedad no slo ms democrtica, sino con mayores oportunidades para los ciudadanos y posibilidades para las regiones de disminuir las brechas y el rezago existente con el eje del pas. Este es el argumento que explica, por ejemplo, el resultado del referndum autonmico en el Beni, para no caer en la polmica sobre Santa Cruz. El desarrollo de las regiones fue y es el eje de la demanda autonmica y no el carcter seudo ideolgico en el que ahora se debate o, peor an, el conjunto de disposiciones en papel, incluidos estatutos y cartas orgnicas en la que se encuentra entrampada y postergada. Estas autonomas en papel no resuelven la falta de oportunidades y la urgencia de un crecimiento econmico que nos permita superar el estado estacionario de nuestra economa y su falta de productividad y competitividad, la administracin permanente de la pobreza y la impostergable necesidad de (re)construir institucionalidad y promover la ciudadana y la cohesin social.

La aplicacin de las autonomas transita hoy por un monlogo improductivo y nocivo sobre la adecuacin de los estatutos y las otras normas reglamentarias que se requieren para materializarla y por la falta de claridad, tanto en el gobierno como en las Entidades Territoriales Autnomas (ETA), sobre las prioridades para el ejercicio de las competencias del insistentemente destacado catlogo competencial, empezando por las ms bsicas. Basta un pequeo paseo para constatar el estado de los servicios, empezando por el tratamiento de los residuos slidos y las montaas de escombros, basura y bolsas de plstico que circundan a nuestras ciudades, tanto capitales como intermedias e, incluso,a municipios que estn a la vera de las principales carreteras, para comenzar por uno de los servicios ms elementales. Ni que decir de otros como la provisin de agua y la administracin de los sistemas de alcantarillado y, por ejemplo, su impostergable reposicin en las principales capitales y de la planificacin y gestin vial y de transporte u, otros ms complejos, como los relacionados con la promocin econmica e innovacin que caen en la responsabilidad de las gobernaciones.

A dieciocho aos de la promulgacin de la participacin popular, asistimos a un proceso de autonomas en papel que en su gestacin perdi su esencia o el centro de su demanda: las oportunidades para los ciudadanos y el desarrollo econmico de las regiones. Y se ha perdido, porque adems de lo sealado, los precios de las materias primas, as lo han permitido, dejando que todas las regiones, sin excepcin, pero especialmente las que no forman parte del eje, dejen de lado el motivo por el que la demandaron (Beni, Pando y Tarija) o se adhirieron (Potos, Chuquisaca, Oruro) al proceso autonmico.

Marcelo Renjel R.

http://ccd-ckd.cebem.org/documents/BoliviaAyo.pdfhttp://www.doctoraedilicia.com/opinion3.php#.UIKXUGcYSSo

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