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49 Los instrumento. privados no están sujetos a formalidades especiales, salvo el doble ejemplar o ejemplar plural cuando se documentan convenciones bilaterales Los instrumentos privados son aquellos celebrados entre las partes sin interven- ción del oficial público ni sujetos a forma alguna. La característica de los mismo. es que se efectúan entre los interesados sin intervención de ninguna otra persona, como lo establece el Art. 1012 del c. C., es decir, se trata de un acto bajo forma privada. La expresión de voluntad de la. partes puede hacerse por escrito, por medio de instrumentos públicos o privados, como lo establece la norma citada. Nos refe- rimos en el presente, sólo a algunos aspectos del instrumento privado vinculados a la firma de los otorgantes. El Art. 97? del c. c. establece que "La expresión por escrito puede tener lu- gar, o por instrumento público o por instrumentos particulares, salvo los casos en que la forma de instrumento público fuere exclusivamente dispuesta". l. - Instrumento. Privado.: l. Instrumentos Privados. U. Firma. 1Il. Firma a Ruego. IV. Impresión Digital. V. Firma en Blanco. SUMARIO: Por AMARA BITTAR LA FIRMA EN LOS DOCUMENTOS PRIVADOS y EN LOS DOCUMENTOS NOTARIALES. EL CONCEPTO DE LA FIRMA: SU EXPRESION GRAFlCA y SU VALOR JURlDICO. T E M A:

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Los instrumento. privados no están sujetos a formalidades especiales, salvo eldoble ejemplar o ejemplar plural cuando se documentan convenciones bilaterales

Los instrumentos privados son aquellos celebrados entre las partes sin interven­ción del oficial público ni sujetos a forma alguna. La característica de los mismo.es que se efectúan entre los interesados sin intervención de ninguna otra persona,como lo establece el Art. 1012 del c.C., es decir, se trata de un acto bajo formaprivada.

La expresión de voluntad de la. partes puede hacerse por escrito, por mediode instrumentos públicos o privados, como lo establece la norma citada. Nos refe­rimos en el presente, sólo a algunos aspectos del instrumento privado vinculados ala firma de los otorgantes.

El Art. 97? del c. c. establece que "La expresión por escrito puede tener lu­gar, o por instrumento público o por instrumentos particulares, salvo los casos enque la forma de instrumento público fuere exclusivamente dispuesta".

l. - Instrumento. Privado.:

l. Instrumentos Privados.U. Firma.1Il. Firma a Ruego.IV. Impresión Digital.V. Firma en Blanco.

SUMARIO:

Por AMARA BITTAR

LA FIRMA EN LOS DOCUMENTOS PRIVADOS y EN LOS DOCUMENTOSNOTARIALES. EL CONCEPTO DE LA FIRMA: SU EXPRESION GRAFlCA

y SU VALOR JURlDICO.

T E M A:

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y la nota al Art. 3639 del e. e. aclara y precisa ese concepto al expresarel codificador que "La firma no es la simple escritura que una persona hace de sunombre o apellido; es el nombre escrito de una manera particular, según el modo

El Art. 3633 del e. C., refiriéndose a la firma de los testamentos expresa:"En los testamentos en que la ley exige la firma del mismo testador, debe éstaescribirse con todas las letras alfabéticas que componen su nombre y apeilido. Eltestamento no se tendrá por firmado cuando sólo se ha suscripto el apellido, o conletras iniciales, nombres y apellidos, ni cuando en lugar de suscribir el apellido pro­pio se ha puesto el de otra familia a la cual no pertenece el testador. Sin embargo.una firma irregular e incompleta se considerará suficiente cuando la persona estu­viese acostumbrada a firmar de esa marre ra los actos públicos y privados".

La firma no significa escribir con todas las letras el nombre completo, es decir,el apelativo y el apellido de la persone, sino, la manera particular y habitual conque ella suscribe los documentos dando fe de la declaración de voluntad allí expre­sada. De ahí que a veces una persona pueda firmar con el nombre y el apellido,con un sobrenombre, un seudónimo con el nombre de pila y alguna otra denomina­ción o signo que revele la autoridad que inviste, siempre, claro está, que ésta seala forma habitual con que la persona firma. Es decir, no es necesaria la repro­ducción integral del nombre de la persona. Lo que la caracteriza es la habitualidad.

Constituye el requisito esencial y común a todo. los instrumentos privados.Sin firma no hay instrumento privado. Sólo cuando las partes firman, debe consi­derarse que 108 otorgantes hacen suyas la declaración contenida en el documento. (2)

Según el Art. 1012 del e. e. la firma de las partes es una condición escncialpara la existencia de todo acto bajo forma privada. Ella no puede ser reemplazadapor signos ni por las iniciales de los nombres o apellidos.

11. - Firma:

Diremos, siguiendo al profesor Dr. José A. Buteler que "instrumentoes toda escritura que lleva la firma de 108 otorgantes y que hace plena fe decontenido respecto de las partes y de 108 sucesores a título universal, luego que lafirma haya sido reconocida o se la tenga por reconocida en virtud de la ley". (1)

pero, para que exista instrumento privado, la ley exrg e como requisito esencial1 las partes, Art. 1012 del e. Civil .

De donde resulta que los instrumentos privados pueden ser redactados en elidioma que las partes convengan sea nacional o extranjero, en cualquier lugar, su

escritura puede ser manuscrita, mecanografiada o impresa, pueden ser firmados encualquier día aunque sea domingo, feriado o de fiesta religiosa (Art. 10 15) .

(Art. 1021 del e. e. ). Rige respecto de ellos el principio de libertad de forma.Este principio establecido por el Art. 974 del e.e-:este Código, o por las leyes especiales no se designe forma para algún acto jurídico,los interesados pueden usar de las formas que juzgaren convenientes", tiene ampliavig er-cia en esta materia. En efecto, el Art, 1020 del e.e. dispone: "Para losactos bajo firma privada no hay forma alguna especial. Las partes pueden formarlosen el idioma y con las solemnidades que juzgen más corrverrien tr-s".

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Se observan dos posiciones doctrinarias: a) Los que reconocen validez legal alos instrumentos privados firmados a ruego y b) Los que se la niegan.

Pero, respecto de los instrumentos privados se discute en doctrina la validezde estos documentos firmados a ruego,

El Art. J 00 J del C. C. referido a las escrituras públicas, dispone que "Si al­guna de las partes no sabe firmar debe hacerlo a su nombre otra persona que nosea de los testigos del instrumento".

Firma a ruego es la que pone un tercero a pedido del otorgante del documento,que no sabe o no puede firmar.

Finalmente diremos que, en general la firma debe ir al pie del documento,pero a veces, puede ir en otro lugar, por ejemplo, al margen del mismo en casode faltar espacio al pie. Es ésta una cuestión de hecho, que deberá resolverse porel juez según las circunstancias particulares de cada caso. (5)111. - Firma a Ruego:

La ley se refiere a aquellos signos o iniciales que no constituyen firma, perosi éstos fueren voluntariamente reconocidos se les atribuye el valor de la firma.

E~ decir, la Firma no puede ser reemplazada por signos ni por las iniciales delos nombres o apellidos. Lógicamente, si la firma consiste en iniciales o en unarúbrica se la tendrá como tal. Muchas veces la firma consiste en un rasgo o rúbricailegible, pero es firma si es la manera particular y habitual de hacerlo.

Debemos, sin embargo, distinguir la firma de aquellos signos o iniciales denombres o apellidos que no constituyen firma. Se trata habitualmente, de los signoso iniciales con que se indica que se ha revisado un escrito, lo que se denomina"inicialar", es decir, tomar conocimiento, señalar, revisar un documento, sin queello implique la voluntad de obligarse a aceptar el contenido del mismo. No pueden,por tanto, invocarse en contra de quien así hubiere procedido para atribuirse elcontenido del documento como expresión de su voluntad. A estos signos se refierela segunda parte del Art. JO J2 y el Art. JO 14 que 'expresa: "Ninguna persona puedeaer obligada a reconocer un instrumento que esté sólo firmado por iniciales o sig­nos; pero si el que así lo hubiese firmado lo reconociera voluntariamente, las ini­ciales o signos valen como la verdadera firma".

La firma, como lo sostiene Manuel Arauz Castex, se distingue por los siguientescaracteres: a) Olografía, esto ea, escritura de puño y letra; b) Expresión o alusiónal nombre o individualidad de quien la escribe; c) Peculiaridad o intención de quesea exclusiva; d) Habittialidad en los actos en que Se la pone; e) Sentido de adhe­sión o sea declararse autor del texto que la precede o conforme COn lo que el mismoexpresa. (4)

La doctrina y la jurisprudencia acoge uniformemente este concepto. (8)

habitual seguido por la persona en diversos actos sometidos a esta formalidad. Re­gularmente la firma lleva el apellido de la familia; pero ésta no es de rigor si elhábito constante de la persona no era firmar de esa manera. Los escritores francesescitan el testamento de un Obispo, que se declaró válido, aunque la firma consistíaúnicamente en una cruz seguida de sus iniciales y de la enunciación de su dignidad",

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Salvat, por su parte, manifiesta que la ley exige la firma como condición esen­cial de los instrumentos privados, y la firma debe emanar de la persona mismainteresada. La dostrina de Llerena y la jurisprudencia que -Ios sigue, parecen in­currir en una confusión entre el acto jurídico y .,.1instrumento que lo constata yle sirve de prueba. El acto jurídico, por ejemplo, un contrato de locación, puedeser celebrado por un mandatario; pero otra cosa es el instrumento privado que loconstata, en el caso de haber sido éste firmado no por un tercero como mandata­rio, sino simplemente a ruego del interesado; la firma que los suscribe, no emana

Entre los segundos, es decir, los que niegan valor legal a los instrumentosprivados firmados a ruego, Etcheverry Boneo, manifiesta que los instrumentos [ir­mador a ruego no son válidos; la leyes expresa, sin la firma o sus equivalentesque la ley admite, actos todos en que interviene materialmente el autor, no puedeexistir instrumento privado válido. (11 )

Parte de la jurisprudencia, en una posición minoritaria, ha receptado esta doc·trina. (lO)

Para Arauz Castex, el Art. 1012 alude a las partes, pero ese texto no impidela firma por mandatario; el mandato es válido, ya que el mismo no es en principiocontrato formal. El instrumento privado es válido pero queda supeditado a la pruebadel mandato. (9)

Por su parte, Borda, estima que los instrumentos privados firmados a ruegoen materia comercial son plenamente válidos (Art. 208 del C. de com.). En laesfera del derecho civil le reconoce el carácter de principio de prueba por escrito,la que corroborada por otras, pueden demostrar que el acto se celebró efectiva­mente, y que el contenido del documento es querido por la person.a que rogó aotra lo firmara en su nombre. (8)

L1ambías, a su vez, considera que la firma de las partes supone una' interven­ción personal de los interesados (Art. 1012 C.C.), pero, también pueden excep­cionalmente actuar por medio de representantes. El Art. 1889 autoriza el otorga­miento de mandato para cualquier acto lícito, puede ser, por tanto, que el objetodel mandato consista en la firma a ruego . Obsérvese que el mandatario podríahaber suscripto el documento en su propio nombre aunque por cuenta del mandato,por lo que no hay inconveniente legal, que firme un documento que interese a surepresentando a ruego de éste. Cuando se impide esta solución se confunde la vali­dez del documento con su fuerza probatoria. El documento firmado a ruego contienela firma de quien actúa tácitamente como mandatario del interesado, por tanto, nopuede dudarse de la validez del instrumento. En cambio, el valor probatorio deldocumento dependerá de la prueba del mandato, que no puede consistir en la soladeclaración del mandatario. (7)

Entre los primeros, Llerena manifieeta: "Si un documento es firmado a ruegovale como instrumento privado, siempre que se pruebe la existencia del mandatoverbal para firmar (nota al Art. 1894 C.C.). Para esta prueba no basta la decla­ración del firmante a ruego; es necesario la prueba de la existencia misma delcontrato y, en consecuencia, la autorización o mandato para firmar este despuésde convenidas las partes. Si el acto es de aquellos que no pueden ser probadospor testigos sin un principio de prueba por escrito (Art. 1193 y concordantes) eldocumento firmado a ruego no se considera como principio de prueba por escrito. (6)

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(15)La mayor parte de la jurisprudencia ha receptado esta posición doctrinaria.

En términos generales, esta cuestión ha suscitado en la doctrina y la juris­prudencia dos posiciones: a) Los que sostienen, como Acuña Anzorena, Moissetde Espanés, Orgaz y Salvar, que el documento a cuyo pie no está la firma, sinola impresión digital, no es insteumeqto privado., Se atienen rigurosamente a lodispuesto por el Art. 1012, que, exige la firma como condición esencial para laexistencia del instrumento privado, la cual no puede ser sustituída ni por signosni por iniciales. Alfredo Orgaz sostiene que es innegable que la impresión digitalofrece más garantías que la firma en cuanto a la identidad de la persona queotorga un documento. Pero el error consiste en creer que en un instrumentoprivado no importa más que la identidad del otorgante, y que la firma no tengaotra función que esa muy limitada que se le asigna. Se olvida, manifiesta, que,tratándose de un acto jurídico, esto es. de un acto voluntario realizado con el fininmediato de establecer entre las personas relaciones de derecho (Art. 944), ade­más de la identidad de los otorgantes, importa mucho la "voluntariedad" del actomismo. La firma puesta al pie de un escrito no indica solamente la mano quela ha puesto, sino expresa, también, la conformidad del firmante con las declara­ciones que en él se contienen. La impresión digital, en cambio, magnífico elementopara acreditar la identidad del otorgante de un documento, es insuficiente y me­diocre para revelar por sí misma la voluntariedad del acto; quien pone su impresióndigital al pie de una escritura, regularmente es persona que no sabe firmar, y,por tanto, que no sabe leer. tCómo podría presumir la ley, en estas condicionesque el otorgante ha querido realmente las declaraciones de derecho que contieneel documento} Esa clara función que tiene la firma, y que no tiene ni puede tenerla impresión digital ni otro signo cualquiera, explica perfectamente los efectosprevistos en los Arts. 1026 y 1028 del C. C. que la ley atribuye al reconocimientojudicial de la firma, efectos que no podría tener jamás el reconocimiento judicialde la impresión digitall. (14)

La impresión digital puesta al pie de los documentos en lugar de la firma,caso típico de los analfabetos, plantea la cuestión relativa a si este medio suple lafirma y es eficaz para dar efectos al contenido del instrumento.

IV. Impresión Digital:

En materia comercial, la ley admite la firma a ruego. El Art. 208, Inc. 3del C. de Comercio, reconoce como medio de prueba de los contratos comercialeslos tlocumentos privados firmados a ruego.

Esta es la posición predominante en la doctrina y en la jurisprudencia. (13)La firma de las partes es condición esencial para la existencia del instrumento

privado (Art. 10 12); sin embargo, el documento privado firmado a ruego, puedevaler como medio de prueba, siempre que se acredite la existencia del mandatoverbal para la firma a ruego. Dicha prueba no puede consistir en la sola decla­ración del mandatario, ni de testigos. El valor probatorio de dicho documentodeberá ser determinado por el juez conforme a las circunstancias propias de cadacaso concreto.

en este caso del interesado mismo, faltando por consiguiente la condición esencialpara su validez. Las personas que no saben o no pueden firmar, no pueden otorgarinstrumentos privados. Los instrumentos privados firmados a ruego no tienen valorlegal ninguno". (12)

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La impresión digital llena perfectamente la primera función. Es, considerandoel grado de desarrollo alcanzado por la ciencia dactiloscópica en la actualidad, unelemento magnífico, como lo expresa Orgaz, para acreditar la identidad de lapersona, superior a la firma. En efecto, no hay dos huellas dactilares iguales,siendo prácticamente imposible su falsificación, en cambio la firma puede ser ImI­tada con relativa facilidad, resultando en algunos casos difícil al perito aseverarsu autenticidad. (19)

Es casi unamme la opinión de los autores en el sentido de que la firma cumpledos funciones: a) La identificación o individualización de la persona que otorgaun documento y, b) La expresión de la voluntad de la persona en el sentido deque, quien suscribe un acto, expresa de ese modo su conformidad con las decla­raciones en él contenidas. (19)

Consideramos que un instrumento privado es sólo aquél que lleva la firmade las partes. Como lo establece el Art. 1012, la firma de las partes es condiciónesencial para la existencia de todo acto en forma privada.

Algunos tribunales de nuestro país han sostenido esta doctrina. (18)

Llambías, a su vez, distingue entre instrumentos privados en sentido amplio(género) que son todos los escritos emanados de una persona y los instrumentosprivados propiamente dichos (especie), son los documentos firmados por las partes.Ambos, expresa, valen como medios de prueba según lo dispuesto por el Art. 1190,Inc. 2, pero sólo los instrumentos privados propiamente dichos valen como elementode forma de los actos jurídicos. Es decir que cuando la ley requiere para la validezde un acto la forma escrita, por ejemplo, la cesión de créditos, Art. 1454, en talcaso, si las partes escogen la forma escrita privada, el documento debe llenar lascondiciones establecidas por la ley; esto es la firma y en su caso el doble ejem­piar. Pero en cambio, tratándose de llenar, no la función de forma del acto, sinode simple medio de prueba, el documento signado con la impresión digital puedeser eficaz para éllo: así como recibo de pago, si el juez se persuade, en vista delas circunstancias, de la veracidad del hecho documentado. (17)

El documento que lleva la impresión digital del otorgante no es acto bajoforma privada, pero sí instrumento particular no firmado. No vale como actoconstitutivo de la obligación pero sí como prueba del contrato. (16)

Díaz de Guijarro, fundado en lo dipuesto por el Art. 1190 que establece quelos contratos se prueban. .. por instrumentos particulares firmados o no firmados,distingue entre "instrumentos particulares firmados" expresión que se refiere a losinstrumentos privados, ya que asumen calidad de tales los que se hallan revestidosde la firma que es su condición esencial (Art. 1012 del C. C.) e "instrumentoeparticulares no firmados" que se refiere a los documentos que no alcanzan a la cate­goría de instrumentos privados, porque no están suscriptos, y que a pesar de todo,constituyen un medio probatorio, ocmo lo ha dispuesto la ley y lo han entendidolos tribunales.

b) Otros autores, entre ellos Díaz de Guijarro, Llambías, Borda, Arauz Cas­tex, consideran que si bien el documento signado por la impresión digital del otor­gante no constituye un instrumento privado, en el sentido que establece el Art.1012, puede valer como medio de prueba.

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Cuando la persona a quien se confía la redacción del documento firmado enblanco, no lo hace' conforme a las instrucciones dadas por el signatario, éste puede¡probar, como lo establece el Art, 101 7, que las declaraciones y obligaciones que

Normalmente los instrumentos privados son firmados por los otorgantes des­pués de eacritos, pero también pueden ser firmados antes de que se los redacte, enblanco. Así lo establece el Art. 1016: "La firma puede ser dada en blanco antesde la redacción por escrito". La firma en blanco generalmente se otorga a per­sonas de absoluta confianza ya que la misma implica un riesgo para el firmante.La segunda parte del artículo citado expresa: "Después de llenado el acto por laparte a la cual se ha confiado hace fé siendo reconocida la firma". La ley enprincipio confiere al instrumento privado firmado en blanco el mismo valor queal suscripto después de escrito luego que la firma haya sido reconocida, requisitoetse último común a todo instrumento privado. Es decir, que reconocida la firmase tiene por reconocido el cuerpo del mismo (Art. 1028). Sin embargo, respectodel instrumento privado firmado en blanco, la ley confiere al firmante la posibi­lidad de, reconocida la firma, oponerse al contenido del mismo. Es la situaciónprevista por el Art. 1017 que establece: "El signatario puede, sin embargo, opo­nerse al corrtenido del acto, probando que las declaraciones u obligaciones que seencuentran en. él, no son las que ha tenido intención de hacer o de contratar.Esta prueba no' puede ser hecha con testigos". Esto es así, pues el instrumentofirmado en blanco implica un mandato general amplísimo otorgada tácitamentepor el firmante al depositario de la firma en blanco; se rige por todos los princi­pios que regulan el mandato (Arts. 1969, 1973, 1974, 1979).

V. - Firma en Blanco:

Sin embargo, nada obsta a que dicho documento, conforme lo dispone el Art.1190, lnc. 2, pueda servir como medio de prueba, cuyo valor o eficacia probatoria,deberá ser apreciado por el juez, conforme a las circunstancias de hecho en cadacaso concreto.

Por lo expresado, consideramos que la impresión digital no puede suplir ala firma como medio de expresión de la voluntad. Por tanto, es erróneo atribuirleal instrumento signado por la impresión digital el mismo valor y los mismos efectosque al instrumento privado, es decir, aquél que lleva la firma de los otorgantes,como lo establecía el Proyecto de 1936 cuyo Art. 275 expresaba: "Los documentossuscriptos por analfabetos con sus impresiones digitales, tendr.án los mismos efectosque los instrumentos firmados".

Por otro lado, la impresión digital puede obtenerse "de una persona dormidao inconsciente sin que ella se haya dado cuenta o mediante el empleo de fuerzafísica irresistible sobre la misma y hasta podría obtenerse de una persona muerta".(20)

Sin embargo, la impresión digital no puede sustituir eficazmente a la firma,cuanto a la expresión de la voluntariedad del acto o conformidad con el texto deldocumento. Quien pone su impresión digital al pie de un escrito, generalmentees una persona analfabeta, no sabe leer ni firmar, por lo tanto, incapaz de conocerpor sí misma la declaración contenida en el documento. Mal podría, en conse­cuencia, prestarle conformidad mediante la impresión de sus huellas dactilaresen el mismo.

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Como se trata de un hecho delictuoso la prueba de la sustracción del docu­mento y el acto de haberlo redactado en contra de la voluntad del depositariopuede hacerse por todos los medios de prueba incluso por testigos.

También el Art. 1019 se aplicaría en el caso que el documento le fuere sus­traído directamente al firmante.

Se requieren dos extremos: a) la substracción u obtención por medios dolososy b) que haya sido llenado contra la voluntad del mandatario, pues si fuere conconsentimiento de éste estaríamos en la situación prevista por los Arts. 1017 y1018.

Puede presentarse al situaci6n de que el documetnto firmado en blanco seazraudulentamente sustraído del depositario del mismo y que ese tercero lo hayallenado con disposiciones contrarias a la voluntad del mandatario o depositario,caso éste contemplado en el Art. 1090 que expresa: "Las disposiciones de losdos artículos anteriores no se aplican al caso en que el papel que contega lafirma en blanco hubiese sido fraudulentamente sustraído a la persona a quien sehubiese confiado, y llenándose por un tercero contra la voluntad de élla. La pruebade la sustracción y del abuso de la firma en blanco puede ser hecha por testigos.Las convenciones hechas con terceros por el portador del acto no pueden oponerseal signatario. aunque los terceros hubiesen procedido de buena fe".

El artículo citado emplea una expresión incorrecta al decir "la nulidad dela~ declaraciones... "', Ya que aquí no se trata de nulidad, sino de la inoponibi­lidad del documento que puede alegar el firmante frente a su mandatario. (24)

Aún probado en juicio la violación por parte del depositario del documentofirmado en blanco de las instrucciones dadas por el firmante, no podrá oponersea los terceros de buena fe que contrataron con el mandatario del documento. Estaprotección no rige respecto de los terceros de mala fe.

Respecto de los terceros de buena fe, en resguardo de sus intereses, el Art,1018 dispone: "La nulidad de las declaraciones u obligaciones del signatario delacto que el juez decretare, en virtud de las pruebas dadas, no tendrá efecco re'"pecto de terceros que por el acto escrito hubiesen contratado de buena fe con laotra parte".

Excepcionalmente, la jurisprudencia ha admitido la prueba de testigos enciertas situaciones. (23)

En cuanto a la prueba, el precepto mencionado expresa que no podrá hacersepor testigos. En efecto, quien firma un documento en blanco, acepta de antemanosu contenido, por tanto el mismo no' puede ser desconocido o destruído mediantetestigos. (;21) La ley desconfía de este medio de prueba, ya que resultaría muyfácil al firmante del documento desviar por esa vía hacia el mandatario las obli­gaciones asumidas por él. (22)

se encuentran en él, no Son las que ha tenido intención de hacer o contratar; yhacerlo responsable al mandatario de los daños y perjuicios que ese hecho le pro­duzca. Se trata de la responsabilidad emanada del incumplimiento del mandato,sea parcial o total.

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(8) Borda, Guillermo A.: "Tratado de Derecho Civil Argentino, Parte General".

T. 11,Ed. 3\', 1959, pág. 152, No 928.

(7) L1ambías, Jorge Joaquín: "Tratado de Deercho Civil, Parte General", T. 11,

Ed. 2~. pág. 373, No 1587.

(6) Uerena, Baldomero: "Ccncordancias y Comentarios del Código Civil Argen·tino", Ed, ha., T. 4, pág. 60.

(5) Salvat, Raymundo M.: "Tratado de Derecho Civil Argentino, Parte General",

T. 11, pág. 448, No 2150.

(4) Arauz Castex, Manuel: Derecho Civil, Parte General, T. 11pág. 274, N,! 1453.

(3) C. Civil 1<:'Cap. 10 12, 930, JA., 34 1130: La firma es el' nombre escritode una manera particular, según el modo habitual seguido por una personaen actos sometidos al cumplimiento de esa formalidad; TS. Córd'oba, sallatrabajo, seto 4 957, BJC., 11 243: No es necesario para que sea consideradafirma, que se reproduzcan en élla los nombres del signatario; C. Civ, 20 Cap.10, 11 942, GF 161 237: "Se ha juzgado que tiene eficacia Como instrumentoprivado el suscripto con el apellido del otorgante, si éste era 8U forma ha­bitual de firmar.

(2) C. lo C. C. Bahía Blanca, Jul. 16, 1959, JA. 1959 VI 543; "La firma en eldocumento privado tiene por objeto exteriorizar la voluntad de obligarse";Cl'\Civ. sala B 24-3 960, LL. 98·328; Puesto que las firmas de las parteses una condición esencial para la existencia de todo acto bajo forma privada,a tal punto que no puede ser reemplazada por signos ni por iniciales delos nombres o apellidos, faltando élla ya no puede firmarse la existencia deun instrumento privado". CNViv., sala B ag. 27-956, GF, 218·175é 56.953,JA, 1954-1.388, LL., 74.488; 24-3-960, LL. 98-328, JA, 1960 IV 673.

( 1) Buteler, José A.: "Clases Magistrales de Derecho Civil, Parte General, año1971".

Ante la colisión de intereses existentes entre el firmante del documento ylos terceros de buena fe, se debe amparar a estos últimos frente al curso de uninstrumento tan peligroso como es el documento en blanco, en salvaguarda de laseguridad del tráfico jurídico.

Frente a lo que dispone el Código Civil y que mantiene el AnteproyectoBibiloni y el Proyecto de 1936, el anteproyecto de 1954 se aparta, pronunciándoaeen su Art. 276 a favor de 108 terceros que acrediten 8U buena fe y hubieran ad­quirido derechos a título oneroso en base al documento, y en contra del firmante.

Los ~Il que contrataron con el portador del documento, aunque sean debuena fe, no gozan de la protección de la ley. Nada pueden reclamar al signatariodel documento. Sólo tendrán acción contra el delincuente a fin de resarcirse deldaño ocasionado.

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(19) Moiaset de Espanes, Luia: "Impresión digital, firma y firma a ruego", J. A.Doct. 1972, pág. 8 II .

( 18) "El documento en el cual el interesado estampó su impresión digital valecomo principio de prueba por escrito", CApel. Rosario, 3 1-5-940, LL., 18902; Trab. Junín. 2 I 5 953, JA., I953-lI-46 1: Han entendido que la firmapuede ser sustituída por la impresión digital: C. Paz Letr., sala IV, 7-9-942.LL. 28-28: C. Civil 2~ Cap. 21 7 841. LL. 23-904: C. Civ. 19 JA. t. 1, pág.85.

(17) Llambias, Jorge Joaquín: Ob. cit. p. 374, No 1588.

( 16) Diaz de Guijarro, Enrique: "La Impresión Digital en los Documentos Priva­dos, no firmados", JA. t. L. p. 85.

(15) S. C. B. Aires, seto 25 956, LL. 86 72: JA. 1957 1. 289: "La impresión di­gital pese a constituir el signo de identidad por excelencia. superior en esteaspecto, incluso a la firma, no podría sin embargo, sustituirla, por lo menosdentro de nuestro régimen jurídico vigente: lo que se explica, ya que laúltima desempeña también otra función que ni por la ley ni por su natu­raleza pod'ría asignarse a la primera por sí 801a, es decir, acreditar que elacto expresa el pensamiento y la voluntad del que lo suscribe ... ": 7-3-956,LL. 82-223: CN. Rosario, 16-8-957; JA. 1957-IV-232; CNCiv. Sala D, 17-10960; JA. 1961-1-177, Sala B 18-7-957, LL. 88-501; JA. 1957, IV-169: C.Fed. Mendoza 24-7-950, JA. 1950-IV-549 .

(14) Orgaz, Alfredo: "Estudios de Derecho Civil XI Valor de la impresión digitalen los documentos no firmados", Ed. 1948, págs. 21" 2 12, Moisset de Es­panes: Doct. J. A. 1972, pág. 81 t •

(13) S. C. Tucumán, 30 10.953, LL, 80 498: "El documento firmado a ruegoen que se funda una demanda, aún en el supuesto de haber sido reconocidapor quien firma a ruego, siempre car ecería de validez por ser categórico elprincipio del Art. 10I2 del C. Civil: la firma de las partes es una condiciónesencial para la existencia de todo acto bajo forma privada"; CApel. Cór­doba, 5.7·934, JA., 47·724: "El documento firmado a ruego no tiene valorni aÚn como principio de prueba por escrito"; SC. B. Aires, seto 25-956,JA., 1957-1·289: "La firma a ruego de quien figure como otorgante de uninstrumento privado carece, en materia civil, de eficacia para justificar queemana de la persona a quien se atribuye": C. 19 C. C. La Plata, sala 2,315 955, LL. 80 498.

( 12) Salvat, Raymundo M.: Ob. Cit., T. 11, pág. 448. x- 2 I61 .

(1 1) Echeverry Boneo, Rómulo: "Curso de Derecho Civil, Parte Ceneral", Ed.1943, T. 1Il, pág. 326, N9 396.

(10) C. 2~ C.C. Córdoba, 179957, CJ. XII 42: "Se ha sostenido que si bientienen valor probatorio los documentos firmados a ruego por algún testigoen nombre de la parte, en estos supuestos es necesario que a más de reco­nocerse la firma se acredite que el firmante estaba auto rizado para obrar";SC. B. Aires, Junio 17 952, LL. 67, 97.

(9) Arauz Caatex, Manuel: Ob. Cit., T. n. pág. 276, No 1460.

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(24) Llambías, J .. : Ob. cit., 396, No 1627.

23) "La regla que no puede probarse por testigos el abuso de la firma en blanco,reconoce las siguientes excepciones: a) cuando existe un principio de pruebapor escrito; b) cuando el firmante estaba en la imposibilidad de porcurarseuna prueba escrita; c) cuando el documento se obtuvo mediante dolo ofraude; d) cuando el documento se sustrajo a su tenedor y se llenó contrasu voluntad" (C 2 a Ce. La Plata, febo 27-942, JA. 1942 11-632).

(22) "El que invoca haber firmado un instrumento privado en blanco, debe acre­ditar tal extremo, como así también la prueba tendiente a desvirtuar el con­tenido de dicho instrumento, la cual, en razón de la seguridad de las tran­sacciones jurídicas, debe ser fehaciente e inequívoca, razón por la cual laley no acepta la testimonial (Art. 1017 infine), y fallo plenario de lasCámaras Civiles de la Capital, de dic. 18-936, en JA. 56-901; CNCiv. salaD, Ag. 21-962, ED., 2-979, fallo 1018, Cám. Como Cap. 24-11-950, LL 61227; CNCiv. sala B jun. 3-959, LL. 95-547; 8a[1\ E, Marzo 2-957, LL. 94-659;C. 2~ e.e. La Plata, sala 11, jul. 22-959, LL. 96-2769 - S; CN. Com., aala B,marzo 12-958, JA. 1958-IV-196.

(21) Salvat, Rayrnundo: Ob. cit., pág. 451, No 2167.

(20) Moiaset de Espanes, Luis: Ob. cit., J. A. D. 1972, p. 811.

60

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Jurisprudencia Argentina

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