Ejes productivos

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    1/13

    NUEVOS EJES PRODUCTIVOS E N L

    M O D E L 0 E XP O RT A D OR L A T IN O A M E R IC A N O

    Los caso s de Chile M exico

    aime Osorio

    Resumen

    Este ensayo da cuenta de las transformaciones productivas ocurridas en

    las econom ias de Chile y M exico en 10s ultimos veinte arios, que ha dado

    origen a una nue va economia exportadora. Destaca el peso de bienes del

    sector prirnario, como minerales, productos agroindustriales y del m ar en el

    caso chileno. Es la antigua planta exportadora chilena la que se ha revolucio-

    nado en e l ultimo tiempo. E n Mexico, por el contrario, han emergido nuevo s

    sectores, ligados principalmente a la industria automotriz y a la electrdnica,

    10s que han ganado posiciones relevantes en las inversiones y en las

    exportaciones.

    bstract

    This essay refers to the productive transformations in the Chilean and

    Mexican econ omies during the past 20 years, which have led to a new ex port

    economy. It underlines the importance of primary sector goods, such as

    mine rals, agroindustrial and marine products in the Chilean examp le. During

    recent times, Chile s old export plant has been renewed. In Mexico, on the

    other ha nd, new sectors have emerged, linked mainly to the a utomobile

    industry and electronics, both of which h ave achieved relevant positions in

    investments and exports.

    Este trabajo se be neficio de 10s comen tarios de dos dictam inadore s anon imos .

    * *

    Profesor-investigadordel

    Departamento de R elacion es Sociales de la UAM-Xochimilco, y docente de l doctorado

    en Ciencias Sociales de la misma universidad.

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    2/13

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    3/13

    L

    s econo mias latinoamericanas han sufrido

    profundas transformaciones en las recientes

    decadas. En este trabajo no s ocuparemos d e 10s

    sectores que han sido p rivilegiados por el capital

    en materia de inversiones, lo que nos aproxima

    a 10s ejes productivos en torno de 10s cuales se

    construye la nueva econom ia exportadora latino-

    americana.

    La capacidad de generar ahorro interno y de

    disponer del mism o con f ines product ivos, y

    la a traccion de capital extranjero que ejercen las

    economias atinoamericanas, constituyen algunos

    de 10s puntos que son analizados. Tambien las

    tendencias hacia donde se orienta la acumula-

    cion de capitales, dando vida a nu evas ramas y

    sectores o redinamizando antiguos sectores

    productivos.

    Consideraremos en el analisis 10s casos de

    Chile y Mexico, dos paises paradigmaticos por

    diversas razones. El primer0 es presentado por la

    bibliografia especializada como un modelo res-

    pecto a las medidas llevadas adelante para la

    construccion de su nueva economia y por sus

    regulares y elevadas tasas de crecimiento.

    Mexico, por su parte, tiene un peso significa-

    tivo en el contexto regional, por el tamafio d e su

    economia. Tambien es un caso atractivo para el

    analisis por sus crecientes vinculos con la eco-

    nom ia estadunidense y la funcion privilegiada que

    le ha otorgado historicamente, en el contexto

    regional, el capital extranjero.

    Com o veremos en el analisis que sigue, Chile

    y Mexico difieren respecto a las ramas y secto-

    res en torno de 10s cuales construyen sus nuevas

    economias, per0 tambien en el grado de avance

    en esa construccion. Chile inicio sus transforma-

    ciones productivas muy tempranamente, apenas

    unos aiios despues del golpe m ilitar de 1973. Esta

    situacion, mas las condiciones de fuerza en que

    se impusieron las medidas transformadoras,

    como las reformas laborales y del sistema de

    pensiones, dieron un am plio espacio de maniobra

    al capital.

    En Mexico, el inicio de la actual reconver-

    sion se ubica bajo el mandato del presidente Mi-

    guel de la Madrid, per0 ha seguido un cam ino mas

    sinuoso, lo cual ha dificultado la consolidacion del

    nuevo m odelo orientado a la exportation.

    I Ahorro interno e inversion

    Uno de 10s aspectos relevantes de 10s cambios

    acaecidos en la economia chi lena en las ult i-

    mas decadas tiene relacion con la elevacion de

    la tasa de inversion. Hasta med iados de 10s aiios

    setenta, el promedio historic0 de esta tasa era

    de 15 , cifra baja com parada con 10s promedios

    por arriba de 20 de Brasil y Mexico. Pero una

    vez superada la crisis de inicios de 10s aAos

    ochenta, la tasa de inversion en Chile se mantiene

    en niveles elevados, muy por encima del m agro

    promedio antes sehalado.

    Si consideramos 10s coeficientes de inver-

    sion bruta f i ja, como porcentaje del product0

    interno bruto, vem os que en C hile este indicador

    ha pasado de 21 en 1980 a 28.9 para 1996.

    Cabe destacar que el promedio latinoamericano

    para es te ultimo a Ao es de 2 0.7 por c iento.

    Las cifras caminan en sentido contrario en

    Mexico. En 1980 el coeficiente de inversion bru-

    ta f ija en este pais fue de 24 , per0 descen dio

    a 15.3 en 1996

    CEPAL,

    997b, p.26). El brus-

    co descenso en este aiio esta asociado a la crisis

    de 1995. Sin embargo, las cifras de a iios previos

    (1985, 17.4 ; 1990, 17.9 ) ponen de man ifiesto

    una tenden cia a la baja en la tasa de inversiones,

    que se agudiza por 10s problemas economicos

    de diciembre de 1994.

    Las caracteristicas del ahorro permiten una pri-

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    4/13

    rnera aproxirnacion al disimil cornportarniento de

    las inversiones en ambos paises. Lo prirnero que

    destaca en este aspect0 es el peso del ahorro

    interno en el proceso de inversion en Chile y sus

    lirnitaciones en el caso rnexicano. En el cuadro 1

    se muestran algunas estadisticas al respecto.

    C U A D R O

    COEF I C I ENTES DEL AHORRO I NT ERNO

    Porcenta jes de l ingreso in terno bruto rea l

    a prec ios constantes de 1990)

    Afio Chile Mexico

    1980 15.7 33.2

    1985 20

    7

    29.6

    1990 28.1 24.0

    1995

    30.8

    21.1

    FUENTE:

    EPAL

    Anuar~o stadistico de America Latina

    y

    l

    Caribe

    1996 Santiago. 1997, p .

    110.

    El coeficiente del ahorro interno bruto ha se-

    guido tendencias opuestas en Chile

    y

    Mexico. En

    el primer pais se duplico en 15 afios, pasando de

    15.7 en 1980 a 30.8 en 1995, en tanto que en

    Mexico, para esos rnisrnos aiios, descendio de

    33.2 a 21 I por ciento.

    Visto el problerna desde otra perspectiva, te-

    nemos que el ahorro interno en Chile, corno

    porcentaje del PIB, mas que duplico su participa-

    cion en 1991 respecto al promedio del period0

    1976-1981, al pasar de 14.2 a 29.3 . En Mexico

    el cornportarniento fue mas rnodesto

    y

    con ten-

    dencias a la baja, pasando en iguales aAos de

    24.6 a 20.4 (CEPAL, 994, pp. 280-281).

    La clave del increment0 del ahorro interno en

    Chile se encuentra en la rnasa de dinero que la

    privatizacion de 10s fondos de pensiones ha

    dejado disponible en manos de diversos grupos

    econornicos. Baste considerar que en julio de

    1995 10s activos de 10s fondos de pensiones en

    Chile ascendian a 25 997 millones de dolares, ci-

    fra superior a 40 del product0 geografico bruto

    (PGB),y se calcula que para el afio 2000 esos

    fondos representaran el 80 del PGB (Ruiz-Tagle,

    1996, p.9).

    En Mexico la privatizacion de 10s fondos de

    pensiones se inicio mas tarde que en Chile,

    apenas en 1997, y se serial6 que para ese aiio el

    ahorro pensionario se acercaria a 1 del PIB,con

    una cifra que oscilaria entre 10s 3 200 y 3 500

    millones

    de

    dolares (Arancibia, 1997, p. 191).

    Inversion y ahorro son dos cornponentes cla-

    ves en el sostenido y elevado crecirniento de la

    econornia chilena, asi como en las dificultades

    de la economia rnexicana. La prlrnera presenta

    cifras de crecimiento del

    PlB

    superiores a 5 a

    partir de 1986 (salvo 1990 y 1994) y con rnaxirnos

    de 10.5 en 1992, 9.3 en 1989 y 8.2 en 1995.

    La segunda presenta cifras negativas en dos afios

    (1

    986

    y

    1995, con -3.8

    y

    -6.6 , respectivarnente)

    y un cornportarniento que no terrnina de estabi-

    lizarse en cifras de crecirniento sostenido.'

    II

    Deuda externa

    y

    capital extranjero

    Los pagos de la deuda externa constituyen facto-

    res de descapitalizacion interna que operan de

    rnanera diversa en Mexico y Chile. La deuda ex-

    terna mexicana ha tendido a crecer enorme-

    rnente, pasando de 50 700 rnillones de dolares

    en 1980 a 161 I00 millones en 1995,

    y

    ha exigido

    sustantivos recursos anuales que han mermado

    las potencialidades de inversion. De 1986 hasta

    1991 Mexico pago por intereses de la deuda cifras

    superiores a 10s8 mil rnillones de dolares anuales.

    con numeros por arriba de 10s 10 mil rnillones entre

    1982y 1985,y de 9 mil millones de dolares en 1989

    y 1990 (CEPAL, 993, pp. 488-489).

    1 Vease el apendice al final de

    este trabajo.

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    5/13

    En el caso chileno la deuda externa es me-

    nor, de 21 825 millones de dolares en 1995, y la

    sangria anual para compensarla ha sido tambien

    menor. Mas alla de 10s numeros absolutos, lo

    importante a destacar es que esta sangria tiene

    pesos relativos distintos en arnbas economias.

    Asi, para 1991 el servicio de la deuda mexicana

    constituyo 33.7 del Prs, en tanto que para Chile

    solo fue de 26.6 (BID, 1992, p. 350).

    Frente a las deficiencias del ahorro interno,

    recurrir al capital extranjero ha sido una tabla de

    salvation

    para el capitalismo mexicano, pero este

    tambien tiene un peso significativo en la dina-

    mica del capitalismo chileno.

    Las cifras del comportamiento de la inver-

    sion extranjera directa (IED) en 10s atios noventa

    muestran que se han modificado algunas tenden-

    cias presentes en 10s aiios ochenta y que llevaban

    a relegar a America Latina de 10s principales lujos

    externos. En 1990 la IED s61o destino 31 800 millo-

    nes de dolares a 10s paises en desarrollo (15.8

    del total), en tanto que para 1994 esta cifra habia

    ascendido a 88 800 millones de dolares (40.9

    del total), superando en 1995 10s 100 mil millo-

    nes de dolares (CEPAL, 997c, p. 7).

    Los paises asiaticos y America Latina son 10s

    grandes destinatarios de estas inversiones.

    Los primeros pasaron de 9.1 en 1990 (18 302

    millones de dolares) a 23.1 en 1994 (50 178 mi-

    llones de dolares), en tanto 10s paises latinoame-

    ricanos elevaron su participacion de 4 (8 061

    millones de dolares) a 12 (25 991 millones de

    dolares) en 10s mismos aiios (CEPAL, 997c, p.

    9). Tal como lo indica la

    CEPAL,

    es necesario su-

    brayar que la IED dirigida a America Latina entre

    1990 y 1994 tuvo una tasa acumulativa de creci-

    miento anual de 34 , superior a la de 10s paises

    asiaticos, que fue de 28.7 (CEPAL, 1997c, p.

    8 .

    Los procesos de privatizacion iniciados en 10s

    aiios ochenta, per0 acelerados desde comienzos

    de 10s atios noventa, han sido uno de 10s factores

    que inciden en el crecirniento de la IED en America

    Latina, por lo cual es necesario mirar estas cifras

    con cierta cautela, a fin de conocer las tendencias

    una vez que ya no haya empresas estatales que

    vender. Los ingresos de la IED vinculada a 10s

    procesos de privatizacion representaron el 37.6,

    69.5 y 61.8 del total de la

    IED en America Latina

    en 10s aiios 1993, 1994 y 1995, respectivamente

    (CEPAL, 199 7~, . 5 4 ) . ~

    Si miramos el comportamiento de la IED en el

    interior de America Latina, constatamos que ha

    tendido a privilegiar de manera constante a

    Mexico, Brasil y, en menor medida, a Argentina y

    Chile. Asi, en 1990, al valor de libro, la IED acu-

    mulada alcanzo 10s 92 mil millones de dolares

    entre 10s paises de la Asociacion Latinoame-

    ricana de Integration

    (Aladi). De ese total de ca-

    pital extranjero, el 73 correspondio a Mexico

    y Brasil, elevandose ese porcentaje al 87 si

    se le agregan Argentina y Chile (Di Filippo, 1995,

    p. 136).

    En aAos posteriores esta tendencia persiste.

    Asi, para 1994, de un total de 25 991 millones de

    dolares de la IED en America Latina y el Caribe,

    Mexico atrajo 10 973 millones de dolares (42.2 ),

    Brasil 3 072 millones (11.8 ) y Argentina 2 756

    millones (10.6 ). Un poco mas abajo se ubican

    Peru (2 326 millones de dolares), Chile (1 722) y

    Colombia (1 438). Para 1995 la ubicacion rela-

    tiva de 10s paises se mantiene, con excepcion de

    Peru, que fue rebasado por Colombia y Chile, en

    ese orden (CEPAL, 997c, p. 17).

    Mas alla de 10s numeros absolutos, que han

    2 Segun un cable de AP-DOWones de ll8 de enero

    de 1998, 10s paises latinoamericanos esperaban

    recibir entre

    45

    y 50 mil millones de dolares en 1998

    por privatizaciones. Destacan as ventas que reali-

    zara el gobierno brasilefio, que pondra a subasta

    sus grandes cornpahias de telefonos y de genera-

    cion de energia electrica. VeaseExcelsior seccion

    financiera, 19 de enero de 1998, Mexico.

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    6/13

    tendido a crecer, el peso de la IED en la econornia

    de America Latina ha aurnentado significativa-

    rnente en 10s recientes aAos. De un 3.59% como

    proporcion de la inversion bruta fija

    (IBF)

    para

    1990, la IED

    paso a 8.12% en 1994 (CEPAL, 997c,

    p. 23).3

    Es irnportante seguir el curso de la IED, porque

    nos da pistas para descifrar el nuevo rurnbo de

    la economia latinoamericana. Las ramas y sec-

    tores que ha privilegiado la I ED son -corn0

    verernos- las que presentan mayor dinarnisrno

    y las que tendencialmente constituyen la base

    de la nueva econornia exportadora.

    Ill Sectores productivos privilegiados

    por la inversion

    En el caso de Chile se ha sefialado que la res-

    tructuracion de su econornia ha implicado un

    proceso de desindustrializaci6n , caracterizado

    por la perdida de posiciones del sector rnanu-

    facturero en el producto global, asi como un peso

    poco significativo de ese sector

    en

    las expor-

    taciones (Bielschowsky y Sturnpo, 1995). Si con-

    sideramos el periodo que va de 1950 a 1974, cuan-

    do la industria ya se ha convertido en un sector

    consolidado

    y

    alln no se inicia la transforrnacion

    llevada a cab0 con posterioridad al golpe rnilitar,

    tenemos que en Chile la participacion del sector

    secundario en el producto geografico bruto es de

    24.1%, en tanto dicho promedio, para el periodo

    3

    Cabe destacar que en 1995 se 0bse~an leve des-

    censo (a 7.31°h),marcado en gran medida por la

    retraccion que produjo la crisis mexicana en la IED.

    En nljmeros absolutos la

    IED

    que llega a

    10

    972

    millones de dolares en 1994, desciende en Mexico

    en 1995 (9 526 millones de dolares) y 1996 (8 169

    millones de dolares), per0 vuelve a elevarse en

    1997, alcanzando 10s 12 mil millones de dolares

    (CEPAL,

    1998, p. 61).

    1975-1989, solo llega a 21

    La idea de una

    perdida de posicion de la industria en la econornia

    chilena no parece equivocada.

    Sin embargo, mas que a un proceso de des-

    industrialization , nocion que puede conducir al

    equivoco de suponer un desmantelarniento del

    sector secundario, quiza sea mas acertado sefia-

    lar que estarnos frente

    a

    un proceso de restruc-

    turacion, en el que antiguas ramas, algunas

    consideradas estrategicas en proyectos anterio-

    res, han perdido presencia.

    En este sentido, destaca la perdida de posi-

    ciones de las ramas metalrnecanica y electro-

    nica, que descienden su participacion en el valor

    agregado de 9.7% en 1972, a 5.1% en 1992. Este

    retroceso se explica por el cierre de un importante

    numero de empresas de bienes de capital y

    electronicas, asi corno por la contraccion sufrida

    por la industria autornotriz, que practicamente

    desaparece.

    Esto provoca que estos sectores -que en el

    caso de las econornias de mayor desarrollo

    relativo de America Latina son 10s privilegiados

    por el capital extranjero- desciendan en Chile

    su participacion en el valor agregado industrial

    de 30.7% en 1972 a 22.5% en 1992 (Bielschow-

    sky y Sturnpo, 1995, p. 146).

    La situacion es distinta en las ramas de alimen-

    tos

    y

    bebidas y en 10s llamados ommodities

    (bienes intermedios, que presentan rubros rele-

    vantes en Chile, como celulosa y papel), cuyo

    peso relativo en la produccion industrial pas6 de

    35.7% en 1972, a 49. en 1992 (Bielschowsky

    y Stumpo, 1995, p. 146).

    La inversion extranjera ha sido significativa en

    la produccion de celulosa, papeles

    y

    cartones.

    Esta rarna capto

    7

    del total de las

    IED

    en el

    periodo 1974-1994, siendo el rubro industrial de

    4

    Cifra calculada a partir de informacion de la CEPAL

    (1992, pp. 159-162).

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    7/13

    EXPORTADOR

    LATINOAMERICANOEN

    CHILE

    Y

    MEXICO

    mayor peso en la atencion del capital extranjero

    (Calderon y Griffith-Jo nes, 1995, p. 17 ). Entre 10s

    nuevos proyectos del capital extranjero en la

    produccion de celulosa y papel destacan 10s de

    Celulosa Arauco y

    Constitution

    (600 millones

    de dolares) y Celulosa del Pacifico (587 millo-

    nes de dolares).

    Sin embargo, visto en su conjunto, el sector

    industrial no ha sido un campo privilegiado por

    las inversiones extranjeras en Chile, si bien hay

    sectores especificos que han ganado atencion,

    como maderas, celulosa y papel, entre otros.

    A diferencia de lo que acontece con las mas

    importantes econom ias regionales, la mineria, la

    agricultura y las act iv idades agroindustr ia les

    concentran 10s rubros que constituyen 10s secto-

    res ma s dinamicos de las exportaciones chilenas.

    Del total de las exportaciones en 1995, las de

    productos primarios constituyeron el 86.8%, en

    tanto que las de productos manufacturados solo

    ascendieron a 13.2 por ciento (CEPAL, 997a, pp.

    114-115).

    A mayor abundancia, indiquemos que 10s diez

    principales productos de exportacion en Chile

    fueron en aquel afio, en orden decreciente, 10s

    siguientes: cobre refinado (incluido el refundido);

    mineral concentrado de cobre; pulpa de madera;

    pescado fresco, refrigerado o congelado; harina

    de carne

    y

    harina de pescado; cobre bliste ry de-

    mas cobre sin refinar; oro en bruto o semiela-

    borado; minerales de titanio, vanadio, molibdeno,

    tantalo, zirconio y sus concen trados; uvas frescas;

    tablas aserradas y manzanas frescas (CEPAL,

    1997a, p. 128). Al m enos cinco de estos prod uctos

    ya formaban pa rte de 10s diez principales pro duc-

    tos de exportacion de 1970, lo que nos indica que

    ha sido la vieja estructura exportadora chilena la

    que se ha revolucionado, creando las condiciones

    para competir ventajosamente en el mercado

    mundial.

    Estos datos ponen en cuestion la idea de que

    estamos frente a un patron secundario-expor-

    tador en America Latina (Valenzuela Feijoo ,

    1991

    .

    Al m enos en el caso chileno tenemos una

    economia exportadora, per0 sostenida sustan-

    tivamente por productos primarios.

    El dinamismo exportador del sector primario

    no ha sido ajeno al interes del capital extran-

    jero. Entre 1974 y 1 994, la IED destino el 52.8%

    del total a las actividades agricolas y mineras en

    Chile, con preeminencia del rubro extraccion de

    minerales metal icos, que absorbio el 40.9%,

    dejando solo un 2 1.3% en la manufactura y un

    25.9% en el sector terciario (Calderon y Griffith-

    Jones, 1995, p. 17 ).5 ~l gu no se 10s grandes pro-

    yectos a 10s que se ha canalizado inversion ex-

    tranjera en la mineria chilena son La Candelaria

    (1 500 m illones de d olares), El Abra I 00 millo-

    nes de dolares), Zaldivar (600 millones de dola-

    res) y Cerro Colorado (600 millones de dolares)

    (CEPAL, 1 9 9 6 ~ , . 72).

    La situacion es diametralme nte distinta en

    Me-

    xico, en donde la restructuracion ha implicado

    profundos cambios en su sector indus trial, aunque

    este sigue siendo el espacio en d onde se ubican

    10s nichos productivos mas dinamicos y 10s que

    concentran las mayores nversiones. De un 66.7%

    en el valor de las exportaciones para 1970, 10s

    productos primarios descendieron a 22.5% en

    1995, en tanto para esos mism os afios las expor-

    5

    Cabe advertir que entre 1989

    y

    1994 ingreso capital

    extranjero al sector financ iero. Sin embargo, hay

    que aclarar que parte de esos recursos, unos 509

    millones de dolares ...corresponden a losfondos de

    inversion de capital extranjero

    (FICE)

    que, a pesar

    de ser inversiones de cartera, estan incluidos en

    estas estadisticas, ya que ingresaron al pais de

    conformidad con las normas del

    DL

    600 En este

    sentido, seria conveniente que 10s organismos que

    producen estadisticas sobre la IED en Chile excluyan

    las inversiones de cartera, que son de distinta na-

    turaleza (Calderon

    y

    Griffith-Jones,

    1995,

    p.

    16 .

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    8/13

    taciones manufactureras pasaron de 33.3 a 77.5%

    (CEPAL,1997a, pp. 114-115). Esto nos da una

    rapida per0 precisa pincelada de la profundidad

    de 10s cambios ocurridos en la econornia mexi-

    cana en 10s recientes aiios.

    Las ramas autornotriz y de productos electro-

    nicos (en particular la rnaquila de exportacion)

    constituyen dos de 10s rubros en donde se han con-

    centrado las inversiones y particularmente las

    inversiones extranjeras. Las estadisticas sobre

    valor agregado6 no alcanzan a reflejar a rnagnitud

    de 10s cambios ocurridos, porque son actividades

    que ya venian siendo parte del modelo economico

    anterior, solo que ahora se han restructurado,

    manteniendo escasa dernanda de bienes locales.

    El grado de integracion nacional promedio de la

    rnaquila de exportacion fue de 1.08% entre 1984

    y 1990, y de 1.55% entre 1991 y 1996 (Carrillo y

    Hualde, 1997, p. 747). Sin embargo, el sector se

    ha expandido de manera significativa en 10s

    recientes aiios. Por ello, la industria maquiladora

    de exportacion en el ultimo decenio se convirtio

    en la principal fuente de divisas, despues del

    petroleo, y en la generadora de ernpleos mas

    importante del sector manufacturero. Desde 10s

    aiios ochenta mantiene tasas de crecimiento

    anuales de dos digitos (Carrillo y Hualde, 1997,

    p. 747).

    En el caso de la industria automotriz, en tiem-

    pos recientes se ha abierto una serie de plantas

    que constituyen la plataforrna de lanzamiento para

    la expansion de las exportaciones. Las plantas

    arrnadoras son reducidas, per0 poderosas. Alli

    se ubican de rnanera predominante General

    Motors de Mexico, Ford Motor Company, Chrysler

    de Mexico, Nissan Mexicana, Volkswagen de

    6 Metalmecanica,electronics y equipos de transpor-

    te pasan de 28.6 a 31.7% del valor agregado indus-

    trial entre 1981 y 1992 (Bielschowsky y Stumpo,

    1995, p.

    146).

    Mexico y, mas atras, Dina Carniones, Famsa Mer-

    cedes Benz Mexico, Kenworth, Mexicana de

    Carniones, Trailers de Monterrey, Victor Padron,

    s.A. Mexicana de Autobuses y Fabrica Nacional

    de Autobuses. Los capitales son predominan-

    temente estadunidenses, aponeses, alemanes y

    franceses.

    Entre otras diferencias con la antigua indus-

    tria autornotriz, ahora se trata de plantas que

    producen para el mercado exterior, ya sea

    unidades cornpletas o partes de las mismas, con

    elevada tecnologia. De 10s 10 principales pro-

    ductos de exportacion mexicanos en 1995, a lo

    menos cuatro estaban relacionados con la in-

    dustria autornotriz: vehiculos automotores (9.4%),

    motores de combustion interna (3.5 ), otras

    partes para vehiculos automotores (2.8%), y

    camiones y carnionetas (2.3%) (CEPAL, 997a, pp.

    144-145).

    La segmentacion internacional de 10s proce-

    sos productivos, favorecida entre otras cosas por

    los adelantos en materia de comunicaciones y

    transportes, constituye uno de 10s elementos que

    se encuentra en la base de estas transforma-

    ciones. La planta ensambladora de la Ford en

    la ciudad de Hermosillo es un buen ejernplo de la

    tendencia a la segmentacion mundial. Entro en

    operaciones en 1988 en alianza tecnologica y

    cornercial con Kogo Kogyo de Japon y se le

    considera la arrnadora de mayor calidad del

    mundo . Sin embargo, funciona con un 90% de

    irnportacion de partes para ensamble que recorre

    una ruta entre Japon y 10s puertos de Long Beach

    en Los ~n g e l es Guaymas, en Mexico. Su meta

    es producir 100 mil automoviles, para ser expor-

    tados preferentemente a Estados Unidos (Maldo-

    nado, 1995, pp. 490-491).

    Para 1994, de las 2 121 empresas que inte-

    graban la industria maquiladora de exportacion,

    171 empresas estaban ligadas a la produccion

    automotriz. La frontera con Estados Unidos era

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    9/13

    la zona privilegiada, concentrando 123 ernpresas

    (120 en el noroeste), rnientras 48 se localizaban

    en el interior del pais (M aldonado, 19 95, p. 490).

    La industria de produc tos electronicos tarnbien

    ha sufrido cambios irnportantes, siendo quiza el

    mas significativo el florecirniento de las plan-

    tas maqu iladoras. Para una vision del p eso alcan-

    zado por este sector baste considerar que en 1994

    cerca de 9 m il rnillones de dolares d e las expor-

    taciones totales de la rarna correspond ieron a la

    industria maquiladora electronica de exportacion

    (Salornon. 1995, p. 582). E n ella se ubican gran-

    des empresas transnacionales, com o Ericsson.

    ATT,NEC, Panason ic, Alcatel, IBM Hewlett Pac-

    kard y Mo torola, entre otras.

    Si bien aparecen sistemas organizativos y tec-

    nologicos ma s cornplejos que perrniten hablar de

    una segunda y tercera generacion de maquilas,

    dentro de lo q ue algunos denorninan el sisterna

    rnundia l de rna n~ fac tur as ,~a parte que se ejerce

    en Mexico figura entre las mas simples y peor

    pagadas en la industria electronica a nivel rnundial

    (Salomon, 1995, p. 582).

    Estas nuevas inversiones en Mexico han dado

    vida a un segundo eje de industrialization, que

    se concentra en la parte norte del pais, en 10s

    estados fronterizos con Estados U nidos. De esta

    man era, las inversiones en e l nuevo rnodelo estan

    propiciando tarnbien cambios territoriales (Ale-

    gria, Carrillo y Alonso. 1997). Segljn Maldona-

    do, la industria autornotriz se relocaliza en tres

    nucleos geograficos: en el centro del pais, alre-

    dedor de la ciudad de Mexico; en el noreste y

    7 Las empresas (maquiladoras)de primera genera-

    cion se pueden caracterizar como 'basadas en la

    intensificacion del trabajo manua l', as de segun-

    da como 'basadas en la racionalizacion del trabajo'

    y

    las emergentes o de tercera generacion 'basa-

    das en competencias intensivas en conocirniento '

    (Carrilloy Hualde, 1997,

    p.

    749).

    centro occidente, en una diagonal que va

    de

    Mon-

    terrey a Guadalajara; y en e l noroeste, en torno

    a

    Herrnosillo, Ciudad Juarez y la ciudad de Chi-

    huahua (Maldonado, 1995, p. 489).

    Es importante destacar que la plataforrna

    exportadora rnexicana ha sufrido sustanciales

    rnodificaciones no solo tecnologicas, sin0 tarn-

    bien productivas en 10s recientes atios. Asi, de

    10s diez principales productos de exportacion en

    ~ 9 9 5 , ~inguno aparece en esa categoria en 1970

    (CEPAL, 997a, p.

    144 .

    Esto, a diferencia de C hile,

    nos habla de una planta productiva que se ha

    diversificado significativarnente.

    Las diferencias en rnateria de diversificacion

    tarnbien quedan en evidencia cuand o se observa

    que en 1995 10s diez principales productos de

    exportacion de Mexico solo constituyeron e l 43%

    de las exportaciones, ocupando el principal rubro

    (vehiculos automotores) el 9.4% (CEPAL,1997a,

    p. 144 ). Para ese rnisrno aiio , 10s diez principales

    rubros de exportacion en Chile conforrnaron el

    64.7% de las exportaciones

    y solo el cobre ocu-

    paba el 25.8% (CEPAL, 1997a, p. 128).

    IV. as inversiones chilenas en el exterior

    Para concluir esta vision del cornportarniento

    de las inversiones y sus repercusiones en la

    gestacion o restructuracion de ejes producti-

    vos, consideraremos lo realizado en la materia

    por capitales chilenos en e l exterior, ya que se

    ha seiialado que Chile se

    ha

    transformado en el

    8 Entre 10s que se cuentan vehiculos automotores;

    petroleo crudo; hilos y cables con aislante; aparatos

    receptores de television; motores de combustion

    interna; otras partes para vehiculos; mecanismos

    electricos para la conexion, corte o proteccion de

    circuitos electricos; otro equipo para telecomu-

    nicaciones; carniones

    y

    camionetas,

    y

    generadores

    electricos.

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    10/13

    pais mas activo en materia de inversiones en

    10s paises vecinos o cercanos (CEPAL, 996b,

    p. 124).

    A fines de 1995, 10s capitales provenientes de

    Chile invertidos en el exterior sumaban poco

    mas de 2 400 millones de dolares. Argentina ha

    sido el principal receptor, captando cerca del

    38 , y le siguen en importancia paises centro-

    americanos y del Caribe, y ultimamente Brasil

    y Peru. Para 10s inversionistas chilenos, el pro-

    ceso de privatizacion que se realiza en Argentina

    ha sido un punto vital para ampliar su campo de

    operacion. Tres de las cuatro empresas en que

    se subdividio Servicios Electricos de Buenos

    Aires (Segba) quedaron en manos de compatiias

    chilenas.

    Chilgener y Chilquinta se adjudicaron en marzo

    de 1992 la Central Puerto y en mayo del mismo

    afio el 60% de la Central Termica Costanera fue

    adjudicado al consorcio forrnado por las em-

    presas chilenas Endesa, Enersis, Chilectra, a ar-

    gentina Perez Compac y la estadunidense Public

    Service of Indiana. Este misrno consorcio se adju-

    dico el 51 h de la empresa distribuidora

    EDESUR,

    en 511 millones de

    do la re^ ^

    Otras esferas con significativa presencia de

    capital chileno en Argentina son supermercados

    (en donde destacan Jumbo, Lugano y Unicentro,

    Unimarc y Ekono-Almac), seguros (el grupo

    Angelini adquirio el 61% de la Compatiia de Se-

    guros La Republica) y en el sistema pr~vado e

    prevision. Aunque de menor cuantia, las inver-

    siones en el sector manufacturer0 argentino

    tarnbien ganan posicion.

    En Peru, el interes de 10s capitales chilenos

    se ha concentrado en las empresas distribui-

    doras de energia electrica, en la administracion

    de fondos de pensiones y en

    la

    banca.

    9 Todos estos datos y 10s que siguen provienen de

    Calderon

    y

    Griffith-Jones

    (1995,

    pp.37

    y

    38).

    En Brasil, destaca la compra por Embote-

    lladora Andina del 100% de las acciones de la

    compaiiia brasileiia Rio de Janeiro Refrescos.

    s.A., en 120 millones de dolares, en un plan que

    considera extenderse a todos

    10s mercados del

    Cono Sur. Embotelladora Andina ya posee 14%

    de la Embotelladora de Coca Cola de Cordoba,

    Argentina.

    ~ Q u ea hecho posible esta situacion? La

    CEPAL

    setiala que entre 10s factores que explican

    la capacidad de Chile para realizar inversiones

    en el exterior cabe mencionar la disminucion de

    la carga de la deuda externa del pais, el aumento

    de las tasas de ahorro interno, el (reducido) ama-

    iio del mercado interno y la experiencia acumu-

    lada en determinados segrnentos del mercado

    (CEPAL, 1996b, p. 125).

    Cabe seiialar que la tendencia de capitales

    regionales en America Latina a invertir en paises

    vecinos rebasa a Chile, si bien este pais lleva la

    delantera en la materia. En Brasil, Argentina y

    Mexico tambien han surgido importantes grupos

    economicos que realizan inversiones en el exte-

    rior. De 10s primeros destacan el grupo Gerdau,

    que opera en el sector siderurgico en Chile, Uru-

    guay y Canada; el grupo Hering, en alimentos y

    textil, y COFAP, en autopartes. Bunge y Born,

    Techint y Alpargatas son grupos argentinos que

    llevan aAos realizando operaciones internacio-

    nales (CEPAL, 996b, p. 126). Estos son solo al-

    gunos signos del i n~ cio e un nuevo estadio en

    el capitalismo regional.

    onclusiones

    Dentro del denominador comun a conformar

    modelos productivos que privilegian la inser-

    cion internacional, Chile y Mexico sustentan sus

    nuevas vocaciones exportadoras sobre bases

    diametralmente distintas. El primer0 ha vuelto

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    11/13

    a construir una economia que se asemeja en

    muchos aspectos al modelo exportador prevale-

    ciente en la segunda mitad del siglo pasado:

    sustentado en bienes provenientes del sector

    primario, sean minerales, con mayor o menor pre-

    cesamiento, y productos agricolas y agroin-

    dustriales.

    Des taca el hecho de que la m ayoria d e 10s pro-

    ductos de exportacion actuales ya formaban parte

    de las antiguas plataformas de ventas de Chile

    al exterior. Asi tenemos una economia expor-

    tadora que ha revolucionado sus antiguas bases.

    En Mexico la nueva economia exportadora se

    sostiene en ramas industriales como la auto-

    motriz y la electronica. Estas ya se encontraban

    operando en medio del antiguo modelo de in-

    dustrializacion, per0 han debido sufrir profundas

    transformaciones para salir del mercado interno

    hacia el exterior.

    Los sectores y ramas que privilegia el capital

    en Chile y Mexico propician modelos de inser-

    cion internacional con fuertes debilidades. En el

    primer pais, porque su bonanza se sustenta en

    bienes en donde prevalecen las ventajas natu-

    rales, con escaso agregamiento de valor. Esto

    nos pone ante una econom ia cuya vulnerabilidad

    productiva es enorme y precarios 10s nichos al-

    canzados en el mercado mundial.

    Chile ya conocio en su historia modalidades

    exportadoras exitosas, que, por las razones antes

    mencionadas, culminaron en agudas crisis. La

    primera se present6 en 10s aiio s sesenta y setenta

    del siglo pasado, cuando a1 cier re de 10s merc ado s

    de Ca lifornia y Australia, ante e l agotamiento de

    la mineria del oro en esas regiones, se derrum-

    baron las exportaciones agricolas del pais, lo que

    combinado con la decadencia de 10s yacimien-

    tos de plata en el Norte Chico causo una aguda

    crisis (Baltra,

    1967

    cap. XIV).

    La segunda fue en 10s albores de este siglo,

    cuando las exportaciones salitreras se derrum-

    baron com o resu ltado de la entrada a1 me rca-

    do internacional del salitre sintetico, lo que pro-

    pic io el desplome de un exitoso modelo ex-

    portador.

    Sin embargo, la similitud del actual modelo

    exportador con el prevaleciente en la segunda

    mitad del siglo pasado y comienzos del actual

    tiene limites. Una diferencia sustancial es la fuerte

    penetracion de inversiones de capitales prove-

    nientes de Chile en el exterior. Esta situacibn nos

    coloca ante un proceso novedoso que -entre

    otras cosas- le otorga espacios de fortaleci-

    miento al capitalismo chileno, per0 acentua, al

    mismo tiempo, su tendencia productiva a privile-

    giar 10s mercados externos en materia de reali-

    zacion, lo cual provoca el estrechamiento social

    de su mercado interno y serias fracturas en el

    mismo.

    Tanto la industria automotriz como la elec-

    tronica (y la quimica) constituyen sectores de

    avanzada del punto de vista tecnologico, lo que

    permitir ia ubicar a la economia mexicana en

    un circuit0 ventajoso. Sin embargo , debe s eiia-

    larse que la segmentacion internacional de 10s

    procesos productivos perm ite que Sean 10s com -

    ponentes menos avanzados 10s que tienden a

    trasladarse a 10s paises latinoamericanos y, en

    mucho s casos, con escasa vinculacion con e l res-

    to de la planta productiva local. La industria ma-

    quiladora, que desempeiia hoy una importante

    funcion en Mexico, transmite esta debit vincula-

    cion al resto de la estructura productiva.

    Todo esto hace que, en un nuevo estadio, vuel-

    van a presentarse procesos que se asemejan a

    10s antiguos enclaves productivos , con todas las

    limitaciones que la bibliografia ha seiialado a1

    respecto.

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    12/13

    1 2 ECONOM~AEORIA

    Y

    PWCTICA, UMERO 10

    C U A DR O A . l

    P R O D U C T 0 I N T E R N O B R U T O

    1984 1997

    AAOS Chile Mex ico

    1984 5.7 3.6

    1985 2.1 2 6

    1986 5.5 -3.8

    1987 4.9 1.7

    1988 7 6 1.3

    1989 9.3 3.0

    1990 3.3 5.2

    1991 7.1 4.3

    1992 10.5 3.7

    1993 6.0 1.9

    1994 4.1 4 6

    1995 8.2 -6.6

    1996 7.2 4.5

    1997 6.5 7.0

    FUENTE: EPAL Hasta 1989. Balance preliminarde la economia de America Latina y el Caribe 1990. De 1990

    a 1996 Balance prelimina rde la econom ia de America Latina

    y

    el Caribe 1996.

    Las

    c~fr s e 1997 de Balance

    prelirninar de la economia d e America Latina y el Caribe 1997.

    Referencias bibliograficas

    Alegria, T.

    J.

    Carrillo y J. Alonso (1997), Reestruc-

    turacion productiva y cambio territorial: un segun-

    do eje de

    industrialization

    en el norte de Mexico ,

    Revista de la CEPAL Santiago, abril, num. 61.

    Arancibia, Juan (1997), La reforma del sistema de

    pensiones y el ahorro interno , Saul Osorio y

    Berenice Ramirez, Segur idad e insegur idad

    social: 10s riesgos de la reform a

    Mexico, Triana

    Editores-UNAM.

    Baltra, A. (1967), Desarrollo general de la economia ,

    CORFO Geograf ia economica de Chi le San-

    tiago.

    Behrens, R. (1992), Inversion extranjera y empresas

    transnacionales en la econornia de Chile 1974-

    1989),

    Santiago, Estudios e lnforme de la CEPAL.

    num. 86.

    BID

    (1992), Progreso economico y social en Am erica

    Latina. lnforme 1992.Washington.

    Bielschowsky, R., y G Stumpo (1995), Empresas

    transnacionales y cambios estructurales en la

    industria de Argentina, Brasil, Chile y Mexico .

    Revista de l a CEPAL Santiago, nllm. 5 5 abril

    Calderon, ~ l v a r o , Stephany Griffith-Jones (1995).

    Los flujos de capital extranjero en la economia

  • 8/18/2019 Ejes productivos

    13/13

     

    EL MODEL0 EXPORTADOR LATINOAMERICANOEN CHILE

    Y

    MEXICO

    10 3

    mia chilena. Acceso renovado y nuevos recur-

    sos , Desarrollo

    productive

    Santiago, num. 24,

    CEPAL.

    Carrillo, Jorge,y Alfredo Hualde 1997), Maquiladoras

    de tercera generacion.

    El

    caso de Delphi-General

    Motors ,

    Comercio Ex terior,

    Mkx ico, vol. 47, nurn.

    9, septiembre.

    CEPAL

    (1992), Inversion extranjera

    y

    empresas trans-

    nacionales en la economia chilena 1974- 1989),

    Santiago.

    1993),

    Anuario estadistico de America Latina

    y

    el Caribe 1992, Santiago.

    (1994), Politicas para m ejorar la insercion en la

    economia mundial,

    Santiago.

    (1996a), Estudio econdm ico de America Latina

    y

    el Caribe 1995-1996, Santiago.

    (1996b), Panorama de la insercion intemacional

    de Am er~ca atina y el Caribe, Santiago.

    1 996c), La inversion extranjera en America

    Latina y el Caribe. lnforme 1995, Santiago.

    1997a), Anuario estadistico de America Latina

    y

    el Caribe 1996, Santiago.

    1997b),

    Estudio economico de America Latina

    y el Caribe 1996-1997, Santiago.

    CEP L (1997c), La inversion extranjera en America

    Latina

    y

    el Caribe. lnforme 1996, Santiago.

    1998), Balance preliminar de la economia de

    America Latina

    y

    el Caribe 199 7, Santiago.

    Di Filippo, Armando (1995), Transnacionalizacion e

    integracion productiva en America Latina .

    Revis-

    ta de la CEPAL, Santiago, num. 57, diciembre.

    Maldonado, S.

    (1995), La rama autornovilistica y 10s

    corredores ndustriales en el noroeste de Mexico ,

    revista Come rcio Exterior, Mexico, vol. 45, num.

    6, junio.

    Rozas,

    P

    1992), Inversion extranjera

    y

    empresas

    transnacionales en la econo rnia de Chile (1974-

    1989) , Santiago, estudios e inform es de la CEPAL,

    num. 85.

    Ruiz-Tagle, J. (19 96),

    El nuevo sistema de pensio-

    nes en C hile. Una

    evaluation

    provisoria 1981-

    1995), Santiago, Programa de Economia del

    Trabajo,

    mimeografiado, enero.

    Salomon, A. (19954, Perfil de la industria electronica ,

    Comercio Exterior, Mexico, vol. 45, num. 8,

    agosto.

    Valenzuela Fe ijoo, Jose (1991), Critica delm odelo neo-

    liberal, Mexico, Facultad de Ec onomia,

    UNAM.