15
Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31 91 Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre las contribuciones de la historia cultural para la metodología exegética Anderson de Oliveira Lima * Resumen: Este artículo discute las contribuciones de la historia cultural para la exegesis bíblica. Primero, son analizadas las conclusiones de dos autores: Peter Burke y Carlo Ginzburg, quienes vienen enseñándonos a través de sus trabajos, que toda investigación histórica cuenta tanto con el análisis de documentos antiguos como con las interpretaciones y las conjeturas. En un segundo momento, el artículo habla de los métodos exegéticos histórico-críticos y sobre la necesidad de su actualización a partir de las conclusiones y contribuciones de la historia cultural. Palabras-clave: Exegesis; método histórico-crítico; historia cultural; Peter Burke; Carlo Ginzburg. Fue a partir de una invitación del Dr. Paulo Nogueira, profesor de la Universidad Metodista de São Paulo, que investigamos al respecto de la historia cultural, teniendo en cuenta la aplicación de algunos de sus principales conceptos para el análisis de la literatura bíblica, nuestro verdadero campo de estudio. La invitación se justifica, principalmente, por la constatación de que la metodología exegética, que en Brasil todavía está estrechamente vinculada al llamado método histórico-crítico, cuyos orígenes se remiten a las influencias * El autor es bachiller en música (guitarra erudita) por la Universidad Cruzeiro do Sul (São Paulo, 1999), especialista en Biblia, con énfasis en la tradición profética (2008), y magíster en Ciencias de la Religión (Literatura y religión en el mundo bíblico) del Programa de Postgraduación en Ciencias de la Religión de la Universidad Metodista de São Paulo.

Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

91

Historia cultural y exegesis bíblica:

reflexiones sobre las contribuciones de la historia cultural para la metodología exegética

Anderson de Oliveira Lima*

Resumen: Este artículo discute las contribuciones de la historia cultural para la

exegesis bíblica. Primero, son analizadas las conclusiones de dos autores: Peter Burke

y Carlo Ginzburg, quienes vienen enseñándonos a través de sus trabajos, que toda

investigación histórica cuenta tanto con el análisis de documentos antiguos como con

las interpretaciones y las conjeturas. En un segundo momento, el artículo habla de los

métodos exegéticos histórico-críticos y sobre la necesidad de su actualización a partir

de las conclusiones y contribuciones de la historia cultural.

Palabras-clave: Exegesis; método histórico-crítico; historia cultural; Peter Burke;

Carlo Ginzburg.

Fue a partir de una invitación del Dr. Paulo Nogueira, profesor de la Universidad

Metodista de São Paulo, que investigamos al respecto de la historia cultural, teniendo en

cuenta la aplicación de algunos de sus principales conceptos para el análisis de la literatura

bíblica, nuestro verdadero campo de estudio. La invitación se justifica, principalmente, por

la constatación de que la metodología exegética, que en Brasil todavía está estrechamente

vinculada al llamado método histórico-crítico, cuyos orígenes se remiten a las influencias

* El autor es bachiller en música (guitarra erudita) por la Universidad Cruzeiro do Sul (São Paulo,

1999), especialista en Biblia, con énfasis en la tradición profética (2008), y magíster en Ciencias

de la Religión (Literatura y religión en el mundo bíblico) del Programa de Postgraduación en

Ciencias de la Religión de la Universidad Metodista de São Paulo.

Page 2: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

92

iluministas que marcaron la Edad Moderna,1 requiere actualizaciones en diversos aspectos.

Vamos, entonces, a hacer una lectura de dos trabajos de historiadores de la actualidad en

búsqueda de estos nuevos conceptos y métodos, para después discutirlos frente a nuestra

antigua manera de hacer exegesis y evaluar qué tanto estas lecturas pueden para ofrecer a

los biblistas.

La primera obra que comentaremos es del profesor de Historia de la Cultura Peter

Burke, y se trata del libro titulado O que é história cultural?[¿Qué es la historia cultural?],

publicado en Brasil por primera vez en 2005 por la editora Jorge Zahar y reeditado por la

misma editora en 2008. El libro fue escogido porque nos ofrece una exposición general

sobre la disciplina, contando su historia de forma panorámica y procurando informar a los

lectores iniciantes sobre esta forma de hacer historia. Burke desarrolla su trabajo ofreciendo

innumerables ejemplos a través de breves reseñas de trabajos importantes del área, reseñas

que al mismo tiempo en que nos enseñan la variedad metodológica de la disciplina, nos

ofrecen una muestra de los resultados ya alcanzados. En seguida, ampliaremos la discusión

a través de un trabajo de otro historiador de la cultura, el micro historiador italiano Carlo

Ginzburg. Se trata de un artículo contenido en O fio e os rastros: verdadeiro, falso, fictício

[El hilo y los rastros: verdadero, falso, ficticio], libro que reúne una serie de artículos del

autor. De esta colección de artículos abordaremos apenas uno, enumerado como apéndice,

cuyo título es “Pruebas y posibilidades”. En él, Ginzburg analiza el epílogo de Natalie

Zemon Davis a O retorno de Martin Guerre [El retorno de Martín Guerre] y aprovecha

para discutir el carácter conjetural de la investigación histórica en general, tema que se

mostrará de gran valor para los exegetas bíblicos.

Como lo que nos importa son los nuevos conceptos que guían a los historiadores de la

cultura para su aplicación en el estudio de los textos bíblicos, nuestra lectura será bastante

selectiva y crítica. Dejaremos para la última parte nuestra propuesta de aplicar el

conocimiento adquirido a la exegesis bíblica, confrontándola con los principios que

orientan los tradicionales métodos de la disciplina. Nuestro trabajo, obviamente, no

pretende agotar el tema, sino suscitar debates al respecto de la aplicabilidad de la historia

1 SCHNELLE, Udo. Introdução à exegese do Novo Testamento [Introducción a la exegesis del

Nuevo Testamento], p. 11.

Page 3: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

93

cultural en el estudio de la Biblia en Brasil y, quizá, apuntar nuevos caminos para los

estudiosos de la antigua religiosidad judía, en general.

¿Qué es historia cultural? Una visión panorámica

del caminar de la historia cultural por Peter Burke Aunque el libro de Peter Burke describa el desarrollo de la historia cultural a través

de consecutivas reseñas de obras que el autor considera importantes, especialmente nos

interesa la revolución en la historia cultural que acontece a partir de la década de 1980 y

que ejerció un papel significativo entre los investigadores de todo el mundo. Burke muestra

que, entre varios aspectos, la principal causa de esta revolución fue la influencia del

pensamiento de filósofos constructivistas2 sobre la investigación histórica, lo cual relativizó

conceptos que siempre fueron fundamentales para todo el estudio historiográfico anterior.3

Por ejemplo: en general, hasta aquel momento se consideraba que a partir del examen

de documentos de la Antigüedad era posible reconstruir el pasado, o por lo menos una parte

de él, de manera concreta, pero la creencia en esta objetividad histórica, en la posibilidad de

contacto con una realidad pasada, fue sustituida por la idea relativista de que toda

reconstrucción histórica depende activamente del historiador y de su interpretación

particular de los documentos antiguos, lo que significa decir que la realidad histórica será

diferente a cada reconstrucción realizada. Se comenzaba a reconocer que ninguna realidad

podía ser plenamente reconstruida o descrita, cuánto más una realidad antigua, enterrada

por varias y diversas capas de tiempo; lo que llamamos de “real” pasó a ser un concepto

ambiguo, ya que ahora se reconocía que la realidad de cada individuo es en la verdad

construida por él y no puede ser compartida en los mismos moldes por otros. En otras

2 En la definición de Fernando Becker, profesor de Filosofía de la Educación de la Universidad

Federal de Río Grande do Sul, constructivismo es: “[...] la idea de que nada, a rigor, está listo,

acabado, y de que, específicamente, el conocimiento no es dado, en ninguna instancia, como

algo terminado. Él se constituye por la interacción del individuo con el medio físico y social, con

el simbolismo humano, con el mundo de las relaciones sociales; y se constituye por fuerza de su

acción y no por cualquier presupuesto anterior, en el bagaje hereditario o en el medio, de tal

modo que podemos afirmar que antes de la acción no hay psiquismo ni conciencia y, mucho

menos, pensamiento”. Cf. BECKER, Fernando. O que é construtivismo? [¿Qué es

constructivismo/] Disponible en: < http://74,125,155,132/scholar?q=cache:qVwDWW96MrMJ:

scholar.google.com/+construtivismo&hl=pt-BR&as_sdt=2000>. 3 BURKE, Peter. O que é história cultural?, p. 100-102.

Page 4: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

94

palabras, se aceptó cada vez más que cada un de nosotros construye su propia realidad a

partir del contacto con el mundo exterior.

Fue así que se pasó a cuestionar hasta que punto una fuente histórica correspondía

realmente al objeto representado. Sería necesario que toda fuente fuera analizada como

siendo la “construcción” de alguien que representaba un punto de vista particular en un

momento histórico. Se percibió, continuando con los ejemplos, que, en relación a un mismo

hecho histórico, una era la visión de las élites y otra completamente diferente la de las

clases subalternas; y que por causa de ello, los historiadores tendrían que confrontarse con

la imprecisión de los documentos a través de interpretaciones, y con el valor relativo de los

resultados de sus trabajos.

Peter Burke alude a su obra A fabricação do rei (1992) [La fabricación del rey],

donde estudia el rey Luis XIV y las formas como la imagen pública del monarca iba siendo

concientemente construida. Afirma que hasta los menores gestos de Luis XIV eran

ensayados a fin de que, forjando la imagen ideal de sí mismo, se fortaleciera su monarquía.

A continuación, pregunta cómo esta imagen construida por el rey era recibida por sus

súbditos y cómo afectaba realmente la situación política. Después, la investigación pasa de

los documentos oficiales para las representaciones del mismo rey en poemas, anécdotas

populares y periódicos, que son estudiados para conocer la manera como esta imagen era

recibida y retratada por otras personas. Sin duda, había una gran diferencia entre el rey

ideal construido por los profesionales y el que era representado por la plebe, así como el

propio rey tenía diferentes caras, dependiendo de dónde se encontraba.4 En este tipo de

investigación histórica no se tiene como objetivo la reconstrucción perfecta del rey Luis

XIV, algo que es ciertamente inaccesible, sino el estudio de las diferentes maneras por las

que una misma personalidad puede ser representada, así como las diversas lecturas de estas

representaciones, las influencias de estas lecturas en el panorama social, político y cultural

etc. Por eso, todo este conjunto constituye la historia de la cultura en torno de Luis XIV y

no la historia del rey.

Este panorama dibujado por Peter Burke también le ofrece al lector una serie de

ejemplos, entre los que podemos destacar el estudio de correspondencias (cartas), que son

interesantes porque muestran la manera como las personas modifican la caligrafía e incluso,

4 Ibid., p. 114-116.

Page 5: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

95

su lenguaje y su personalidad, de acuerdo con los destinatarios, construyendo una imagen

propia que parece adaptarse perfectamente al momento específico. La consecuencia es que

toda biografía debe ser escrita a partir de aquello que Burke llama de “ocasionalismo”,5

teniendo en cuenta las diferentes facetas que un mismo personaje puede adquirir

dependiendo de las exigencias de cada ocasión.

Aplicando brevemente estos conceptos a los movimientos religiosos y políticos, el

autor nos ayuda a recordar las profundas diferencias que normalmente existen entre los

fundadores de estos movimientos y la imagen que, con el pasar del tiempo, los diversos

seguidores construyen de estos fundadores. Según Peter Burke, las grandes personalidades

alcanzaron el reconocimiento a largo plazo precisamente porque significaron muchas cosas

diferentes para personas diferentes. En un momento posterior, cuando los seguidores

intentaron interpretar el mensaje del fundador, las contradicciones presentes se

manifestaron y surgieron diferentes ramificaciones de un mismo movimiento, todas

reivindicando el estatus de constituir el “verdadero seguimiento”.6 Estas ramificaciones

(que continuarán multiplicándose a lo largo del tiempo) son la expresión de diversas formas

de interpretar datos históricos y debemos comprender que ninguna de ellas llegará a

reconstruir perfectamente el movimiento idealizado por su fundador, al mismo tiempo que

ninguna de estas lecturas podrá considerarse completamente errónea y sin valor.

Antes de encerrar su libro panorámico, Burke también presenta sus previsiones al

respecto del futuro de la nueva historia cultural. Él describe brevemente tres caminos que

considera probables: el primero sería un retorno a la historia cultural tradicional, es decir,

que la cultura de las élites, dejada en segundo plano en las últimas décadas, puede volver a

estar en la pauta de nuevos estudios, ahora a partir de las contribuciones al modo de ver el

pasado dejado por la historia de las culturas. El segundo camino apuntado por Burke es la

expansión de los estudios históricos para dominios antes poco profundizados y nos ofrece

como ejemplos, el estudio de la cultura de la violencia o de la cultura de la percepción. El

tercero y último camino sería una reacción contra la reducción constructivista de la

sociedad, tal como lo ha hecho la nueva historia cultural. Tales reacciones son esperadas

principalmente porque, conforme el propio Burke lo afirma, la historia cultural aún posee

5 Ibid., p. 116-119.

6 Ibid., p. 130.

Page 6: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

96

problemas para resolver, como son la falta de claridad metodológica y la extrema

fragmentación de los temas abordados por los investigadores. En síntesis: sea cual sea el

futuro de la historia cultural, lo que se espera es que las valiosas contribuciones de esta

nueva vertiente de estudios históricos no se descarten ni desconozcan; se espera que,

después de todo este proceso, no volvamos a leer los documentos históricos con

ingenuidad, interpretándolos como si fueran testimonios siempre verdaderos, transparentes,

dando poca o ninguna atención a la visión humana y limitada que está por detrás de los

mismos.7

Pruebas y posibilidades: reflexiones sobre

los límites de la historia, por Carlo Ginzburg En el segundo texto que traemos para contribuir con esta discusión sobre los límites

de la investigación histórica, Carlo Ginzburg parte del estudio de un texto de Natalie

Zemon Davis8 y, como de costumbre, investiga documentos que pueden haber inspirado a

la autora que examina, para después pasear por los diversos comentarios e interpretaciones

hechos sobre el texto principal. Sin embargo, no es el texto que Ginzburg examina lo que

aquí nos interesa, sino las conclusiones que saca al respecto de la historia, a partir de sus

análisis.

En este caso, todavía en las primeras páginas, Ginzburg destaca del texto de Davis la

expresión “laboratorio historiográfico”. La expresión se refiere a la manera como Davis

veía, en el montaje de la película de su propio libro, la posibilidad de experimentar y crear

interpretaciones entre los vacíos dejados por los documentos, generando no “verdades

históricas”, sino “posibilidades históricas”. Es decir: aquello que los documentos no

permitían alcanzar era completado con creatividad y el resultado no es solamente una

película más comprometedora, sino también una especie de historia repleta de cosas que, si

no fueron verdaderas, muy probablemente podrían haberlo sido. A este respecto Ginzburg

escribe demostrando con sorpresa, que estas experiencias siempre estuvieron cerradas para

7Ibid., p. 162-163.

8 Natalie Zemon Davis es profesora de la Universidad de Princeton. El texto al que Ginzburg se

refiere es el epílogo al O retorno de Martin Guerre [El retorno de Martín Guerre], que la autora

publicó por primera vez en1982. La obra trae la reconstrucción de la vida de un campesino de

Francia en el siglo XVI y, posteriormente, fue transformada en película.

Page 7: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

97

los historiadores, pero que en la comprensión de Davis el uso de creaciones para vincular

los hechos recuperados por los documentos también es una forma de hacer historia. Más

adelante, comenta que “la investigación (y la narración) de Davis no está centrada en la

contraposición entre lo „verdadero‟ y la „invención‟, sino en la integración, siempre

escrupulosamente demostrada, de la „realidad‟ y las „posibilidades‟”.9

Frente a la posibilidad de escribir a partir de esta oposición entre la “realidad”

formulada con base en las pruebas que los documentos históricos, con sus silencios, nos

permiten identificar, y las “posibilidades” para el complemento de estas lagunas hecho con

base en las informaciones históricas y en la creatividad, con el objetivo de enriquecer la

descripción, Ginzburg se orienta hacia el trabajo de los novelistas, y constata que, en

general, cuando la novela, como género, ganó prestigio y dejó de ser considerada inferior a

la historia por su carácter ficcional, algunas obras llegaron a llamarse de novelas

históricas.10

Sin embargo, la mayor descubierta de Ginzburg no es la de que novelistas,

como Tolstoi en Guerra y paz, se hayan fundamentado en hechos históricos bien

documentados para construir sus personajes ficticios, sino de que en este acto de

complementación de las lagunas de la historia los novelistas acabaron por bosquejar las

primeras historias culturales, que describían las costumbres, las relaciones entre personas

comunes que la historia clásica tanto pretendió olvidar. La historia de las culturas, como no

fue debidamente preservada por la voz de los documentos históricos casi siempre elitistas,

pasó a contar exactamente con esta reconstrucción indirecta, que en gran medida es una

creación del historiador.

Hay en el artículo de Ginzburg una citación de la introducción de Giambattista

Bazzoni a su Falco della Rupe, o la guerra di Musso, que en parte vale la pena repetir aquí:

La Novela histórica – escribía – es una gran lente que se aplica a un punto del inmenso

cuadro [pintado por los historiadores, poblados por los grandes personajes; de este modo] lo

que era casi invisible recibe sus dimensiones naturales [...] No son ahora los reyes, ni los

duques, ni los magistrados de siempre, sino la gente del pueblo, las mujeres, los niños que

hacen su aparición; son puestos en escena los vicios, las virtudes domésticas y patentada la

influencia de las instituciones públicas sobre las costumbres privadas, sobre las necesidades y

9 GINZBURG, Carlo. Provas e possibilidades [Pruebas y posibilidades], p. 315.

10Ibid., p. 322-323.

Page 8: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

98

las felicidades de la vida, que es lo que, a final de cuentas, debe interesar a la universalidad

de los hombres.11

Fueron, por lo tanto, en la conclusión de Ginzburg, los novelistas del siglo XIX los

precursores de la historia cultural. De ellos partió el desafío que sólo después de más de

cien años los historiadores aceptaron, de orientarse para campos de investigación

desprestigiados dentro de la historiografía anterior.12

Actualmente, las afirmaciones hechas

a partir de las interpretaciones de los documentos históricos se hicieron tan relativas (como

vimos a través de la lectura de Peter Burke) que es hasta difícil distinguir las novelas

ficcionales de las obras historiográficas, ambos repletos de informaciones que, en su

mayoría, no pasan de posibilidades.13

Como concluyó Ginzburg, el prestigio de los historiadores de hace un siglo se

fundamentaba en la idea de que retrataban el pasado con precisión. En este ejercicio

comparado con la investigación jurídica no había espacio para las conjeturas. Pero vimos

que, desde que les fue prohibida tal accesibilidad al pasado histórico y se constató que la

descripción de las novelas explotaba por medio de la creatividad nuevas e importantes

características del pasado que la historiografía jamás explorara, novelistas e historiadores se

convirtieron en artistas responsables no apenas por reconstruir la historia y el pasado, sino

también por ilustrarlo con la junción de la investigación y la imaginación.

El método de Carlo Ginzburg, que une micro y macro historia, y que además de los

análisis de las fuentes documentales, también permite que la narrativa historiográfica

conduzca al lector por las conjeturas de las posibilidades históricas, puede resumirse en

estas palabras de Jacqueline Hermann:

[...] la historia cultural, tal como la comprende Carlo Ginzburg, se interesa por el detalle y por

el contexto, por las micro y por las macro cuestiones que, articuladas, pueden aproximarnos

un poco más de nuestros antepasados. Descifrando los indicios, la ciencia de lo particular, la

11

Citado en: GINZBURG, Provas e possibilidades, p. 323. 12

Provas e possibilidades, p. 13

Ibid., p. 329, 335.

Page 9: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

99

historia cultural se mueve en terreno accidentado y misterioso y, sin prescindir jamás de las

fuentes, autoriza algunos vuelos [...]14

Los límites del método histórico-crítico Finalmente vamos a tratar, aunque brevemente, de las limitaciones del método

histórico-crítico que, siendo fruto del humanismo y de la Reforma Protestante del siglo

XVI, permaneció dominante en el ejercicio de la interpretación bíblica hasta el siglo XX. El

problema que queremos colocar en pauta es la posición tradicional de este método o

conjunto de métodos con relación a los eventos del pasado, posición que es bastante similar

a la postura de los historiadores clásicos. Veremos qué camino ha recorrido la superación

de este problema y procuraremos ofrecer sugerencias para el uso de las concepciones

extraídas de la nueva historia cultural en la exegesis bíblica.

El método histórico-crítico y la Biblia como

fuente histórica De forma resumida: la exegesis bíblica tradicional con base en el método histórico-

crítico encuentra su principal limitación en el hecho de que, comprendiendo la Biblia como

documento histórico, considera que por su intermedio se puede tener acceso a la época de

su origen, y aún más, a la intención original de su autor. Los exegetas insistieron en que era

posible comprender el significado de los textos bíblicos a partir del punto de vista de sus

propios autores o de sus primeros lectores, y tal idea todavía no se ha superado

completamente. Horacio Simian-Yofre, por ejemplo, definió así los métodos histórico-

críticos: “[...] se pueden describir los métodos histórico-críticos como aquellos que, desde

un punto de vista histórico, buscan explicar todo texto a partir de sus presupuestos y

entender su intención original”.15

Uwe Wegner, en su manual de metodología exegética del

Nuevo Testamento, también define la exegesis de manera semejante, diciendo que una de

las tareas de la exegesis “[...] es permitir que se pueda escuchar la intención que el texto

14

La citación es del texto A história cultural de Carlo Ginzburg [La historia cultural de Carlo

Ginzburg], de la profesora de Historia Moderna Jacqueline Hermann, de la Universidad Federal

de Río de Janeiro. Disponible en: <http://www.ifcs.ufrj.br/humanas/0013,htm>. 15

SIMIAN-YOFRE, Horacio (coord.), Metodologia do Antigo Testamento [Metodología del

Antiguo Testamento], p. 74-75.

Page 10: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

100

tuvo en su origen”.16

No es por acaso que uno de los pasos sugeridos por el método

histórico-crítico sea el análisis de la historicidad de los textos, como si la constatación de

que existen textos deuteropaulinos, por ejemplo, debiera influenciar nuestra interpretación.

Hasta hoy, algunos lectores piensan que pasajes creados por el autor del Evangelio de Juan

al inicio del segundo siglo son inferiores a aquellos que supuestamente preservan los dichos

del Jesús histórico. Estos juicios todavía se fundamentan sobre la autoridad de ciertos

individuos considerados más santos, los verdaderos ungidos, y también sobre la idea de que

la narrativa de un evento que no está registrado dentro del texto, nunca sucedió y, por lo tal,

tiene un valor inferior.

Para discutir la superación de estas definiciones vamos a recorrer primero a otra

citación, ahora en las palabras del profesor de Literatura Hebrea Robert Alter:

[...] el texto bíblico es al mismo tiempo múltiple y fragmentario [...] lo que tenemos, en

realidad, es una costura continua de textos anteriores, provenientes de tradiciones literarias

divergentes, inclusive de tradiciones orales, con interferencias, menores o mayores, de

revisiones posteriores en la forma de glosas, costuras, fusiones y así en adelante.17

Si, como hemos visto, es cuestionable toda reconstrucción de un pasado histórico a

través del análisis de cualquier objeto, ¿qué decir cuando lo que tenemos en manos es un

documento como la Biblia que, como se sabe, es fruto de autoría colectiva y gradual,

compuesto en tiempos remotos y al que solamente de forma aproximativa conseguimos

describir? Sin embargo, podemos decir, para amenizar nuestra crítica, que la superación del

método histórico-crítico no requiere, en principio, ser completa, ya que aquí criticamos

solamente los conceptos superados que este método difundió al respecto de la relación entre

el texto, su autor y el período histórico. Esta reserva es importante, pues podríamos irnos

para el otro extremo y descartar las contribuciones que tal método nos ofreció a lo largo de

tantos siglos. A pesar de esto, nos parece incuestionable la urgencia de abandonar el

concepto de objetividad histórica dentro de la práctica exegética.

16

WEGNER, Uwe. Exegese do Novo Testamento [Exegesis del Nuevo Testamento]; manual de

metodologia, p. 13. 17

ALTER, Robert. A arte da narrativa bíblica [El arte de la narrativa], p. 198.

Page 11: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

101

El descuido histórico de los métodos estructuralistas y

la alternativa de la historia de la recepción En oposición a esta concepción ingenua con relación a la accesibilidad del pasado

histórico que envolvió la producción de los textos bíblicos, los métodos estructuralistas,

consagrados por obras de estudiosos franceses del siglo XX, hicieron experimentos

interpretativos en diversas obras literarias y también en textos bíblicos, y eso sin

preocuparse demasiado con las distancias históricas que los separaban de la composición de

dichas obras. Análisis de narrativas bíblicas famosas, como las de Erich Auerbach – en

Mímesis18

– y Roland Barthes,19

aún inspiran exegetas de todas partes, aunque no hayan

contribuido significativamente para el estudio de textos no narrativos, como los salmos, los

dichos proféticos y las sentencias proverbiales.20

La reacción de los seguidores del método histórico-crítico al estructuralismo se

expresó, principalmente, en la falta de interés de este último por el origen y evolución de

los textos,21

pero para el estudio de la literatura en general el estructuralismo demostraba

que la búsqueda por la intención del autor es algo inalcanzable, y comprobaba que para la

interpretación de textos antiguos la investigación de la biografía del autor poco importaba.

Otra contribución derivada de esta escuela estructuralista fue la valorización del papel del

lector o intérprete. Con base en H. G. Gadamer, José Adriano Filho escribió que, “al pasar

de un contexto cultural a otro, el texto gana nuevas significaciones, que ni el autor ni los

primeros lectores habían previsto”.22

La interpretación no debe ser, en consecuencia, una

18

En Mímesis: la representación de la realidad en la literatura occidental (primero tuvimos acceso

a la traducción para el español, pero la obra fue publicada en lengua portuguesa por la editora

Perspectiva). Obra clásica de Erich Auerbach, donde se analizan paralelamente en el primer

capítulo los textos de Gn 22 y el canto XIX de la Odisea. El autor, que no demuestra alguna

intención para investigar la época de composición de los textos, hace importantes anotaciones al

respecto de las características literarias de las narrativas veterotestamentarias. 19

En A aventura semiológica (São Paulo: Martins Fontes, 2001) [La aventura semiológica], entre

otros, hay dos artículos (p. 249-301) en los que Roland Barthes hace un análisis de textos

bíblicos. El primero es sobre At 10-11, y el segundo sobre Gn 32,23-33. Estos textos son buenos

ejemplos de como la preocupación del autor recaía principalmente sobre las estructuras del texto,

que sugerirían grandes posibilidades de lectura de un mismo texto. 20

SIMIAN-YOFRE, Metodologia do Antigo Testamento, p. 121. 21

Vea, por ejemplo, el punto de vista de Uwe Wegner al respecto del método estructuralista en

Exegese do Novo Testamento;..., p. 16-17. 22

ADRIANO FILHO, José. O método histórico-crítico e seu horizonte hermenêutico [El método

histórico-crítico y su horizonte hermenêutico], p. 37.

Page 12: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

102

búsqueda por los significados originales de un texto como si las lecturas de los antiguos

fueran únicas o más precisas, pues la distancia temporal entre el origen del texto y su lector

crea un nuevo horizonte interpretativo que merece nuestra atención.

Entonces se comenzaron a valorizar como nunca, las diversas interpretaciones y

utilizaciones de un mismo texto a lo largo del tiempo, lo que también se convirtió en

material de estudio de una nueva disciplina, aún en expansión, llamada Historia de la

Recepción, que, al mismo tiempo en que enfatiza todavía más, cómo son transitorias las

intenciones autorales que los exégetas “descubrieron” o “inventaron” a través del análisis

de las interpretaciones contradictorias que un texto puede originar con el pasar del tiempo,

también demuestra cómo cada lectura, por más divergente que sea de las demás, puede

considerarse importante, no en relación al “sentido original” de un texto, sino a partir de la

metodología empleada por el intérprete y por el valor que esta lectura tiene para su propia

generación.

Escribiendo sobre la situación actual de la historia de la recepción en Gran Bretaña,

Alexander L. Milton dijo: “Se rompió la vinculación entre la intención del autor y el

significado del texto. El texto liberado de su contexto original se convierte en objeto de una

meditación imaginativa casi sin límites [...]”.23

Sin duda, los ejemplos presentados por

Milton son interesantes y nos muestran que, en vez de dedicar nuestros esfuerzos a la

investigación sobre la historia del origen solamente del texto, cualquier período de su

lectura puede ser objeto de estudio. Sin embargo esta apertura casi ilimitada, este

presupuesto que hace válido casi toda interpretación, también se ha convertido en motivo

de acalorados debates.

En Interpretação e superinterpretação [Interpretación y sobre-interpretación], obra

que reúne el contenido de conferencias realizadas en Cambridge en 1990, Umberto Eco

trata de estos problemas llamando la atención para la necesidad de que se impongan

algunos límites para la interpretación de textos. En sus palabras: “Decir que un texto

potencialmente no tiene una finalidad no significa que todo acto de interpretación pueda

tener un final apropiado”.24

Eco propone, entonces, que entre la intención del autor, que,

como hemos visto, es inalcanzable, y la intención del lector, que en muchos casos resulta en

23

MILTON, Alexander L. História da recepção da Bíblia: novos enfoques na pesquisa britânica, p.

85. 24

ECO, Umberto. Interpretação e superinterpretação, p. 28.

Page 13: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

103

interpretaciones inadecuadas, existe la intención del propio texto. Lo que sería necesario,

entonces, es el conocimiento de las estructuras lingüísticas de cada género literario y de

cada texto que se interpreta, para que se reconozcan los límites interpretativos impuestos

por el propio texto.

Sin duda, las impresiones causadas por la historia de la recepción aún producirán

debates, y de estos debates presentarán nuevos límites y salidas. Sin embargo, aún en este

período de discutidas posibilidades e intentos, no notamos cualquier retorno a la búsqueda

por la historicidad de los textos como siendo factor decisivo en la interpretación, a no ser

por parte de algunos biblistas.

Contribuciones de la búsqueda para la exegesis bíblica Para encerrar este artículo, que pretendía constatar y resaltar el problema existente en

el abordaje historicista de la exegesis bíblica, preguntamos sobre las contribuciones que las

lecturas que hicimos de Peter Burke y Carlo Ginzburg pueden ofrecernos para nuestra

interpretación bíblica. En primero lugar, tales lecturas demuestran cuán infructífera resulta

la tradicional búsqueda de la intención del autor en la exegesis bíblica, motivo por el que el

abordaje de los textos bíblicos con base en el método histórico-crítico debe repensarse. Así

mismo, las transformaciones constatadas en las obras de los historiadores de la cultura no

nos condujeron a un impase intransponible, sino que nos abrieron los ojos para la forma

como la historicidad de los textos tiene una importancia relativa en la exegesis, y también

orientaron nuestra atención para otras formas más recientes de abordar los textos antiguos.

El método estructuralista, por ejemplo, nos sirvió para que alcanzáramos mejores resultados

en el análisis literario; ofreciéndonos nuevos e importantes instrumentos sin que, entre

tanto, lo consideráramos suficiente. Para la exégesis bíblica, continúa siendo necesario el

estudio simultáneo del texto a través de un abordaje literario, junto con la investigación

histórica que relaciona el contenido del texto con otras fuentes que con él se vinculan por

semejanzas históricas, sociales, políticas o económicas. Pero, a ejemplo de lo que leemos

en Peter Burke, el exegeta debe estar consciente del elemento conjetural que envuelve todo

su trabajo de investigación, hecho a partir de datos parciales y de realidades construidas por

los escritores bíblicos.

Page 14: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

104

La búsqueda del pasado no se transformó en un emprendimiento inútil como

consecuencia del descubrimiento de su fuerte característica conjetural. Carlo Ginzburg nos

ofrece a lo largo de sus textos diversos ejemplos de cómo se puede aprovechar el análisis de

una gran variedad de fuentes, sean ellas textuales o no, mostrándonos como todas las

posibles referencias inter textuales pueden ser investigadas cuidadosamente, buscando

nuevas luces para la exegesis. Se puede decir, entonces, que es necesaria una re-

significación de la tradicional crítica de las fuentes, que abordaba esta investigación bajo un

punto de vista fuertemente biográfico, donde se tenía como objetivo no el análisis de las

relaciones del texto con otras fuentes que por acaso lo influenciaron, sino la reconstrucción

de la biblioteca visitada por el supuesto autor.25

La búsqueda casi arqueológica que

emprendemos atrás de las fuentes que de alguna forma se integran en un texto bíblico debe,

sobre todo, pretender un análisis de las innumerables formas por las que tal influencia inter

textual trasparece en un texto. El estudio nos revela, algunas veces, significados que de otra

forma permanecerían ocultos. Otras veces se muestra de suma importancia conocer el modo

como un texto que recibe la influencia trabajó una tradición escrita o la memoria que

circulaba en su tiempo. Finalmente, es el estudio del propio texto y de sus relaciones, y no

de la biografía de su autor, que debe importar al exegeta. Así como los historiadores

recurren no solamente a la memoria literaria, sino también a documentos históricos de otras

áreas, como son el arte y la arquitectura, esta nueva manera de hacer crítica de las fuentes

no tiene que limitarse a la comparación entre los textos contenidos en el canon bíblico.

De esta forma, llegamos a la conclusión de que las tradicionales introducciones y

comentarios bíblicos, que tratan de manera genérica sobre el contexto y la teología de todo

el Antiguo o Nuevo Testamento, y que gastan innumerables páginas reconstruyendo la

supuesta biografía del autor, son ejemplos de abordajes bíblicos que ya no debemos seguir.

Además de continuar vinculados a una tradición historiográfica que actualmente es

combatida (la de la macro historia basada exclusivamente en el estudio de las grandes

realizaciones políticas y militares de las élites), estas obras tratan el pasado histórico como

una realidad perfectamente reconstituible, y sin el debido cuidado, aplican sus conclusiones

al análisis de los textos bíblicos como si esto nos condujera a la verdad del texto.

25

SAMOYAULT, Tiphaine. A intertextualidade [La intertextualidad], p. 17.

Page 15: Historia cultural y exegesis bíblica: reflexiones sobre ...ciberteologia.paulinas.org.br/.../2010/09/05Historiacultural.pdf · del caminar de la historia cultural por Peter Burke

Ciberteologia - Revista de Teologia & Cultura - Ano VI, n. 31

105

Sin duda, muchos de nosotros todavía nos sorprenderemos haciendo acepciones a

textos con base en la autoridad personal de su supuesto autor, y probablemente aún

dejaremos que las hipotéticas biografías que cuentan la infancia de estos autores nos

conduzcan a conclusiones sobre los textos. Sin embargo, ya estamos en la hora de asimilar

las contribuciones de la historia cultural en nuestra práctica exegética, para que nuestras

lecturas hablen no solamente la lengua del pueblo, mas también la lengua del siglo XIX.

Bibliografía ADRIANO FILHO. José. O método histórico-crítico e seu horizonte hermenêutico. Estudos da

Religião, São Bernardo do Campo: Universidad Metodista de São Paulo, ano XXII, n. 35, p. 28-39,

2008.

ALTER, Robert. A arte da narrativa bíblica, p. São Paulo: Companhia das Letras, 2007.

BURKE, Peter. O que é história cultural? Río de Janeiro: Jorge Zahar, 2008.

ECO, Umberto. Interpretação e superinterpretação. São Paulo: Martins Fontes, 2005.

GINZBURG, Carlo. Provas e possibilidades. In: O fio e os rastros; verdadeiro, falso, fictício. São

Paulo: Companhia das Letras, 2007.

HERMANN, Jacqueline. A história cultural de Carlo Ginzburg. Río de Janeiro: UFRJ,

2004.Disponible en: <http://www.ifcs.ufrj.br/humanas/0013,htm>.

MILTON, Alexander Leslie. História da recepção da Bíblia: novos enfoques na pesquisa britânica.

Orácula, São Bernardo do Campo, v. 1, n. 2, p. 85-99, 2005.

SAMOYAULT, Tiphaine. A intertextualidade. São Paulo: Hucitec, 2008.

SCHNELLE, Udo. Introdução à exegese do Novo Testamento. São Paulo: Loyola, 2004.

SIMIAN-YOFRE, Horacio (coord.). Metodologia do Antigo Testamento. São Paulo: Loyola, 2000.

WEGNER, Uwe. Exegese do Novo Testamento; manual de metodologia. São Leopoldo/São Paulo:

Sinodal/Paulus, 1998.

[traducción de Carlos Mario Vásquez Gutiérrez]