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Boletin de la Asociacion de Compañias Independientes de Malaga. Publicacion mensula
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Boletín de la asociación de compañías independientes de las artes escénicas de málagaPublicación Mensual
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Recuerdo la silla vacía, de un teatro vacío, en una ciudad vacía...Recuerdo palabras sin sentido, promesas de grandes reyes que juraron cuidarnos...Recuerdo la barraca sin carro, el actor sin máscara, el hambre sin pan...… y entonces olvido, y comienzo de nuevo...… y me siento en la silla, y lleno el teatro y pinto la ciudad...… y solo escucho palabras con sentido, sin dioses ni juramentos...… y pongo ruedas al carro, máscara al actor y aceite al pan...… y escribo en mi olvido nuevos recuerdos...
Bienvenidos a La Cenital
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ÍNDICE
El teatro que no recuerdapág.4
De Escudero a Quijote pág.8
Recuerdos que construyen: El Galpón de las Artes... pág.12
Textos fundamentales. Anne Bogart pág.16
Calendario de actuaciones, festivales y convocatoriaspág.18
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Por Raúl Cortés
En mitad de la hecatombe, apabullado por el cavernoso estrépito del fi n de todo, leo recientemente en un diario mallorquín el siguiente titular: “La Caixa fi nancia un proyecto teatral para recuperar la memoria histórica de Mallorca”. En efecto, en pleno apocalipsis teatral, la obra social de La Caixa destina 12.000 euros a un proyecto teatral que pretende recuperar, en la isla, la memoria histórica a partir del testigo de una treintena de personas mayores de 65 años. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Se imaginan que cunda el ejemplo y terminemos por resucitar al muerto? ¿Dónde guardar el ataúd de pino, las galas del difunto, la mueca trágica?
La Caixa presume de ser una de las entidades fi nancieras más en forma del panorama nacional. Aunque, a decir verdad, no sé qué me asusta más, si un banco anémico o un banco saludable… teniendo en cuenta que,
vampiros ambos, comparten la misma dieta. Que, en los tiempos que corren, un proyecto artístico sea respaldado económicamente por una institución –pública o privada- ya es exótico. Pero más exótico resulta que se fi nancie una iniciativa teatral para la recuperación de la memoria histórica.
El teatro de este país no se ha prodigado mucho por los contornos de la memoria. El teatro de posguerra, bajo la coartada de no añadir más dolor a la herida reciente, todavía abierta, marginó la memoria de los escenarios. Y, en términos generales, se erigió un monumento a la estulticia escénica: sobre las tablas se paseaban las ilusiones burguesas más superfi ciales.
Luego llegó la transición, una de las comedias mejor representadas en la historia de este país. Todos hicieron
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lo que se esperaba de ellos, cumplieron a la perfección su papel: aristocracia, ejército, iglesia, burguesía empresarial y fi nanciera, políticos y pueblo. El tema principal de la farsa era la amnesia y la patria. Se decretó el olvido como conducta nacional y al socaire de pretéritos impertinentes el país se modernizó. Y con él también “cambió” su teatro que, más o menos, siguió una evolución paralela. Cierto es que se revolucionaron algunas formas, que en las riberas más remotas la escena independiente renovó también algunos contenidos, pero, nuevamente y en general, todo, en materia de saldo de deudas, continuó igual… hasta nuestros días. Y ni siquiera la ley de memoria histórica, en las recientes legislaturas de Zapatero, supuso un cambio de espíritu sustancial, ya que se asentaba sobre pilares tan blandos que más que ley, apenas resultó un gesto aleve, ingrávido como una intención.
Por eso sorprende que una institución fi nanciera de este país, que sigue siendo tan ingrato con su pasado, impulse una propuesta teatral para la recuperación de la memoria histórica (¿dónde está el gazapo? ¿qué entenderá La Caixa por memoria histórica?). Históricamente, a nuestro teatro no le ha inquietado mucho la negra boca del pozo de la memoria. Salvo contados títulos y escasos autores; apunten algunas referencias: Alfonso Sastre (“Escuadra hacia la muerte”), Fernando Arrabal (“Carta de amor”), Sanchís Sinisterra (“Terror y miseria en el primer franquismo” o la archirrepresentada “¡Ay, Carmela!”), José Luis Alonso (“¡Viva el duque nuestro dueño!”), Ignacio Amestoy (“Yo fui actor cuando Franco”), Fernando Fernán-Gómez (“Las bicicletas son para el verano”)… y, en un lugar privilegiado, Buero Vallejo, cuya dramaturgia es un esfuerzo por mantener despierta la conciencia histórica de sus vecinos. “Historia de una
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escalera” y especialmente “El tragaluz” son portavoces inmejorables de lo que Buero proyectó en su teatro.
Ella: Nos sabemos ya solitarios, no solo de quienes viven, sino del pasado entero. Inocentes con quienes lo fueron. Culpables con quienes lo fueron. Él: Durante siglos tuvimos que olvidar; para que el pasado no nos paralizase; ahora debemos recordar incesantemente para que el pasado no nos envenene.
Más joven Buero, Juan Mayorga incidió sobre el tema, hace unos años, en el marco de los actos del día mundial del teatro: “No vamos a guardar silencio porque tenemos memoria. El teatro es un arte de la memoria. Recordamos todas las guerras desde los griegos, todas las víctimas, cada una de ellas. Y todas ellas están presentes hoy, otra vez en peligro. Aunque sólo hay un forma de hacer justicia a las víctimas del pasado: impedir que haya víctimas en el presente.”
Tal vez los dirigentes de La Caixa hayan empezado a leer a Arrabal, Buero o Mayorga. O, incluso, hayan descubierto a Walter Benjamin y su recomendación de “cepillar la historia a contrapelo” para propiciar que la historia, que es siempre la historia ofi cial, libere al fi n todo lo silenciado: la historia de los vencidos.
“Durante siglos tuvimos que olvidar para que el pasado no nos paralizase;
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escalera” y especialmente “El tragaluz” son portavoces inmejorables de lo que Buero proyectó en su teatro.
Ella: Nos sabemos ya solitarios, no solo de quienes viven, sino del pasado entero. Inocentes con quienes lo fueron. Culpables con quienes lo fueron. Él: Durante siglos tuvimos que olvidar; para que el pasado no nos paralizase; ahora debemos recordar incesantemente para que el pasado no nos envenene.
Más joven Buero, Juan Mayorga incidió sobre el tema, hace unos años, en el marco de los actos del día mundial del teatro: “No vamos a guardar silencio porque tenemos memoria. El teatro es un arte de la memoria. Recordamos todas las guerras desde los griegos, todas las víctimas, cada una de ellas. Y todas ellas están presentes hoy, otra vez en peligro. Aunque sólo hay un forma de hacer justicia a las víctimas del pasado: impedir que haya víctimas en el presente.”
Tal vez los dirigentes de La Caixa hayan empezado a leer a Arrabal, Buero o Mayorga. O, incluso, hayan descubierto a Walter Benjamin y su recomendación de “cepillar la historia a contrapelo” para propiciar que la historia, que es siempre la historia ofi cial, libere al fi n todo lo silenciado: la historia de los vencidos
ahora debemos recordar incesantemente para que el pasado no nos envenene.”
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De EscuderoDe EscuderoDe EscuderoDe EscuderoDe Escudero
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a QuijotePor Nieves Rosales
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Despedido por bailar fuera de compás.
Reojos de guitarristas y cantaores al acecho del loco que bailaba flamenco con un oído infernal.
Trabajador de una imprenta y sobre el sonido de sus máquinas, zapateados incansables en busca de nuevas calidades.
Decálogos, seguirillas, líneas rectas en sus brazos y la locura de un genio que vivió su propio ocaso antes de despertar.
Tomé conciencia hace mucho de mi identidad en el baile, en el flamenco. He descubierto quién soy, de dónde vengo y he confiado en el recuerdo de personajes como al que rindo homenaje en este artículo. Echo la vista atrás como casi siempre que despierto a un movimiento y es imposible no acudir a Vicente Escudero como punto de partida de un flamenco por primera vez, experimental. Un flamenco pensado en el silencio, en la rebeldía, en el desconcierto y en lo ecléctico.
“A mí no me gustan los cementerios.
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Sí, señor; porque los gitarristas tocan a muerto y a un loco no se le puede tocar así. (...) Lo mismo bailo con guitarra que sin ella, al son del frote de dos piñas, al rugido de los leones, al compás del martillo de un zapatero remendón y mejor todavía con los ruidos de una herrería. Y cuando no, me ‘formo’ yo mi ruido, con los pies, las manos, las uñas, la nariz, la boca y con todo lo que encuentre a mano” .
Dicen que la memoria no es mujer de confianza, que traiciona a la vuelta de cualquier esquina y te muestra un oasis donde solo hay charcos y barro; una mujer que miente con alevosía y sonríe en su engaño.Pero debe ser que la memoria del flamenco, es menos mentirosa que la mía y se ha ocupado de corroborar los hechos sobre este bailaor de tapaderas de alcantarillas y de ferrocarriles cuya investigación ha continuado viva en grandes figuras como Antonio Gades e Israel Galván.
Entendí hace mucho que mi atracción hacia Escudero, allá desde mis tiempos de niña que se
bebe con ansía todo lo que sepa a baile, se desveló a partir de Gades y continúa hoy en Israel. En ese momento, comprendí muchas cosas...
Bailaor y coreógrafo, mente despierta a la pintura, al cine, la música. Invitó a su fiesta a todas las artes, las vivió, las experimentó y las convirtió en flamenco. Definió un perfil propio de bailaor al margen de las normas; en sus extremas líneas rectas, en su expresión serena y casi fría, en su capacidad de crear sin juzgarse. Con su necesidad del silencio, de callar el sonido y trabajar en el riudo, marcó sin saberlo una tendencia experimental que, por desgracia, tardó demasiado en ser asimilada.
Vicente Escudero, rompió los reflejos de los flamencos de la época con nuevos aires en su cuerpo, en sus zapateados, en su manera de entender el baile. Cual director de teatro que boceta su movimiento escénico sobre el papel, pintaba Escudero sus bailes antes de bailarlos. Cual director de teatro que propone a sus actores ejercicios basados
en la observación de animales para llegar a la corporalidad de sus personajes, estudió Escudero el movimiento de los gatos y con él, dice, aprendió a bailar. Como cualquier pintor cubista del momento, viajó a Paris para conseguir el equilibrio entre la estética y la deformidad de los sentidos, preocupación e inquietud que le acompañarán toda su vida.
Correrá el año 1930 cuando llamará a su puerta la producción de El Amor Brujo y a partir de la década de los 40, el apogeo. Cuba, Nueva York y Europa entera se rendirán a los pies de este bailaor que veía en el fracaso de público, el éxito.
En su horizonte lo profundo, lo hondo, la libertad. El despertar a nuevas formas. La nueva vida del flamenco llegó antes de que estuviésemos preparados para recibirla. Escudero la trajo de la mano y con ella, resistió en los escenarios batallando con la muerte.
Un año antes de mi nacimiento, él sucumbió a la parca. 1980, puso punto y seguido a su historia...
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RECUERDOS QUE CONSTRUYEN:
EL GALPÓN DE LAS ARTES
Por Pepi Gallegos
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El 11º FITI de Mérida, Yucatán, al que ya dedicamos un espacio en la pasada Cenital ha dejado en nuestra memoria huellas difíciles de borrar.
Entre ellas la que nos dibujó el grupo Galpón de las Artes de Mar de Plata, Argentina. Este mes abrimos el cajón de los recuerdos para profundizar en la labor que este grupo lleva realizando durante los últimos 16 años.
El Galpón de las Artes nace en Mar del Plata en 1996 a la vez que como grupo de teatro independiente, como sala teatral. Un proyecto en arte-cultura y comunidad cuyos principios se basan en la búsqueda de dramaturgias críticas con énfasis en la transformación
social, modelos de producción cooperativos y objetivos que van en pos de la promoción cultural comunitaria.
El Galpón, tal y como ellos lo definen es “un lugar de encuentro con uno mismo, con las artes. Es una casona de 1930, reconstruida con sus propios materiales antiguos, azulejos, baldosones, tintes, colores. Un teatro que interpela nuestra imaginación. No hay esfuerzos sino obsesiones amorosas en cada acción desarrollada”
Una sala teatral con una capacidad para 120 espectadores, según la puesta en escena, un espacio escénico total de 220 metros cuadrados, apto para ensayos,
conferencias, presentación de obras teatrales, danza, danza-teatro, shows acústicos solistas...Entre sus principales acciones, en esa búsqueda de consenso entre lo artístico y político cabe destacar el ciclo Teatro Abierto. Un encuentro en el que el escenario se comparte con todos los que llegan ese día a la sala, sean los espectadores, los vecinos, los compañeros, los niños, todos, son invitados a expresarse y construir un espacio de creación artístico comunitario. Un ciclo gratuito, cuyo propósito es fortalecer la ligadura social y reconocernos los sujetos “comunes”, como sujetos culturales.En esta línea de arte colaborativo en comunidad es imprescindible destacar la labor que El Galpón de
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La visión del Teatro ligado a lo educativo y pluri-sectorial, a la diversidad cultural en las convocatorias, atención a lo controversialita de las temáticas y a cuidar la calidad de los disertantes, son sus herramientas básicas. Por ello la sala programa 17 talleres semanalmente a lo largo del día, con coordinadores pertenecientes al grupo o reagrupados con coordinadores externos. Los
talleres son multiedad, y son la puerta a la comunidad de niños y adultos que desarrollan un fuerte sentido de pertenencia al proyecto, no son recibidos como “clientes” son considerados nuevos compañeros. Muchos se integran con el tiempo al grupo activamente, llegan con donaciones, se integran al reciclado de espacio, a la difusión de las propuestas, se fi delizan como espectadores y colaboran en la renovada generación de públicos.
Además la sala está abierta a grupos locales o extranjeros, y a todo tipo de propuesta afín a los valores éticos del proyecto.La sala funciona como lugar de ensayo, de producción. Se programa cine, charlas, exposiciones, galería de arte visual.
Jornadas, seminarios, festivales.La programación es anual, los fi nes de semana y con funciones especiales entre semana para instituciones o eventos. Durante el verano la programación es diaria.La sala se ofrece totalmente gratuita a actividades culturales, artísticas, educativas, sociales que se realicen sin fi nes de lucro. También la sala se hace parte de las propuestas que llegue a benefi cio de proyectos comunitarios.
Todo esto hace del Galpón de las Artes un espacio de resistencia, en el que sus directores Claudia Balinotti y Mariano Tiribelli construyen junto a su gran equipo otras formas de hacer arte, desde la cooperación y el compromiso.
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TEXTOS FUNDAMENTALES ... de Anne Bogart
En toda buena obra dramática subyace una pregunta. Una gran obra plantea grandes preguntas que permanecen en el tiempo. Representamos obras de teatro para recordar preguntas relevantes; recordamos esas preguntas a través de nuestro cuerpo y las percepciones tienen lugar en un tiempo y un espacio verdaderos (...).
El acto de recordar nos conecta con el pasado y altera la línea del tiempo. Nos transformamos en conductos vivientes de la memoria humana.
El acto de la memoria es un acto físico que reside en el corazón del arte del teatro. Si el teatro fuese un verbo, este sería “recordar” (...).
La memoria desempeña un papel enorme en el proceso creativo. Cada vez que diriges un espectáculo, estás dando cuerpo a un recuerdo. Lo que estimula al ser humano a contar historias es la experiencia de recordar un incidente o a una persona. El acto de expresar lo que se recuerda es en realidad según el filósofo Richard Rorty, un acto de redescripción. En la redescripción se crean nuevas verdades. Rorty sugiere que no existe una realidad objetiva, un ideal platónico. Creamos las verdades describiendo o redescribiendo, nuestras creencias u observaciones. Nuestra tarea y la tarea de todo artista, es la de redescribir tanto los
La preparación del director. Siete ensayos sobre teatro y arte
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Anne Bogart
Nace en 1951. Se licenció en Letras en el Bard College, se doctoró en la Universidad de Nueva York en 1977. Fue directora artística del Trinity Repertory Theater y codirectora artística del Vía Theater, así como presidenta del Theatre Communications Group, una organización para el fomento del teatro profesional sin ánimo de lucro. Junto con el director japonés Tadashi Suzuki fundó en 1992 el SITI (Instituto de Teatro Internacional de Saratoga), orientado a la creación de nuevas obras, a la formación de nuevos profesionales y a la colaboración internacional.
La preparación del director. Siete ensayos sobre teatro y arte
supuestos que hemos heredado como las fi cciones inventadas con el objetivo de crear nuevos paradigmas para el futuro (...).
El teatro trata sobre la memoria. Es un acto de memoria y descripción. Recordar la historia es utilizarla. Y utilizarla signifi ca ser fi eles a lo que somos. Se requiere una gran cantidad de energía e imaginación, e interés en recordar y revivir de dónde venimos.
Si nos podemos ver a nosotros mismos en relación con nuestros predecesores y a los impulsos que les motivaron, nuestro teatro necesariamente se volverá más intenso, más poético, metafórico, humano y expresivo. Nuestros sueños colectivos serán mayores; los espacios teatrales serían más irresistibles.
Quizá cuando recordemos el pasado nos veremos capaces de crear con mayor energía y expresividad.
ACTUACIONES
FESTIVALES
9º Festival de Teatro “TEA”Del 16 al 26 de mayo. Toledo
XIV Festival internacional de teatro y artes de calle de Valladolid “ TAC”Del 22 al 26 de mayo.Valladolid
Circolmedo 2013Del 10 al 12 de mayo.Olmedo, Valladolid
Umore azoka 2013 – Feria de Artistas de CalleDel 16 al 19 de mayo.Leioa, España
Titirimundi,Festival Internacional de Teatro de Títeres Del 16 al 19 de mayo.Segovia
CONVOCATORIAS
VII Encuentro Internacional Mujer Creadora 2013Hasta el 28 de mayowww.mujercreadora.es
Premio de Teatro para Autores Noveles Calderón de la Barca 2013Hasta el 25 de mayowww.mcu.es
LA CENITAL. Mayo 2013Equipo redactor: Pepi Gallegos , Nieves Rosales y Raúl Cortés. Maquetación: Carmen Mori.
Para recibir el boletín mensual de LA CENITAL escríbenos a: [email protected] o descárgate las publicaciones desde nuestro blog: www.lacenital.blogspot.com
Pedro y el Capitán 9 de mayo a 21:00h.
Restaurate El Aguacero, Córdoba
3, 4 y 5 de mayo a 21:00h.Casa particular. Écija
11 de mayo a 20:30h.Asociación Las Siete Ramas. Coín
18 de mayo a 20:30h.Teatro Amaya. Irún
23 de mayoSede CNT. Santander
7 y 8 de mayo a 10:00h. y 12:00h.Centro Cívico, Cerro del Águila,
Sevilla
Hysteria11 de Mayo a 20:30h.Teatro Circo, Puente Genil, Córdoba
10 de mayo a 20:30h.Casa particular. Motril
12 de mayo a 20:30h.Casa particular. Coín
19 de mayo a 20:30h.Sede CNT. Pamplona
24, 25 y 26 de mayoPabellón nº6. Bilbao
16 de mayo a 10:00h. y 12:00h.Centro Cívico El Esqueleto, Sevilla
CÍRCULO TEATRO
Alfredo, el Tamborilero
TRASTO TEATROLos Satisfechos
SILENCIODANZA
No es la lluvia, es el viento...18 de mayo
Espacio Cinético Taktá, Cáceres
¿Te acuerdas cuando...?
