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LA CULTURA DE LA TECNOCIENCIA Manuel Medina Universidad de Barcelona http://ctcs.fsf.ub.es/prometheus21/ Introducción En los medios de la divulgación y del periodismo científico actual, se ha hecho relativamente corriente disertar sobre la “cultura científica”. Según se dice, es preciso superar, de una vez por todas, la separación existente entre las dos culturas que se han establecido con la ciencia y la tecnología, por un lado, y las humanidades, por el otro. Esta clase de discurso acerca de la cienc ia y la tecnología se sitúa, con frecuencia, en un contexto de carácter apologético, en el que se intenta lograr la plena asimilación cultural de las mismas junto con la aceptación de la autoridad científica frente a ciertas imágenes negativas y a no pocas resistencias provocadas por las consecuencias del acelerado desarrollo tecnocientífico. Aparte de sus componentes valorativos y políticos, la articulación consistente de tales discursos interpretativos entraña considerables dificultades relacionadas con las mismas nociones de ciencia, tecnología y cultura de las que se parte. Pues, se intenta unificar, de algún modo, los dominios tecnocientíficos y los culturales desde perspectivas filosóficas que los interpretan como esencialmente distintos y contrapuestos. Generalmente, cuando se habla en estos casos de la cultura de la ciencia, se está muy alejado de una comprensión antropológica dispuesta a relativizarla en términos de igualdad con otras culturas. Más bien se trata, por el contrario, de promover el primado cultural de la tecnociencia en todos los ámbitos del conocimiento, de la interpretación y de la intervención y de estabilizar y legitimar la tecnocientificación generalizada de las culturas contemporáneas. A pesar de las disertaciones entorno a la ciencia aparentemente culturalistas, la concepción integrada de las ciencias y las tecnologías como prácticas y culturas representa el enfoque actual más capaz de manejar la complejidad que han evidenciado los actuales estudios de ciencia y tecnología. A lo largo de este periodo, las concepciones lingüísticas y metodológicas de la filosofía analítica de la ciencia, predominantes hasta principios de la segunda mitad del siglo XX, han tenido que ir dando paso tanto a los contextos sociales, históricos, políticos y valorativos, como a los materiales y tecnológicos. Cada uno de los giros que han ido configurando la espiral interpretativa de ciencia, tecnología y sociedad en el curso del pasado siglo equivale, de algún modo, a reivindicar la reintegración en la complejidad de la tecnociencia contemporánea de alguno de sus entornos cuya relevancia se había ignorado hasta entonces. A partir de la idea de

La Cultura de La Tecnociencia

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Artículo que trabaja conceptualmente los cambios tecnosociales.

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  • LA CULTURA DE LA TECNOCIENCIA

    Manuel Medina Universidad de Barcelona

    http://ctcs.fsf.ub.es/prometheus21/

    Introduccin

    En los medios de la divulgacin y del periodismo cientfico actual, se ha hecho

    relativamente corriente disertar sobre la cultura cientfica. Segn se dice, es preciso superar, de

    una vez por todas, la separacin existente entre las dos culturas que se han establecido con la

    ciencia y la tecnologa, por un lado, y las humanidades, por el otro. Esta clase de discurso acerca

    de la cienc ia y la tecnologa se sita, con frecuencia, en un contexto de carcter apologtico, en el

    que se intenta lograr la plena asimilacin cultural de las mismas junto con la aceptacin de la

    autoridad cientfica frente a ciertas imgenes negativas y a no pocas resistencias provocadas por

    las consecuencias del acelerado desarrollo tecnocientfico.

    Aparte de sus componentes valorativos y polticos, la articulacin consistente de tales

    discursos interpretativos entraa considerables dificultades relacionadas con las mismas

    nociones de ciencia, tecnologa y cultura de las que se parte. Pues, se intenta unificar, de algn

    modo, los dominios tecnocientficos y los culturales desde perspectivas filosficas que los

    interpretan como esencialmente distintos y contrapuestos. Generalmente, cuando se habla en

    estos casos de la cultura de la ciencia, se est muy alejado de una comprensin antropolgica

    dispuesta a relativizarla en trminos de igualdad con otras culturas. Ms bien se trata, por el

    contrario, de promover el primado cultural de la tecnociencia en todos los mbitos del

    conocimiento, de la interpretacin y de la intervencin y de estabilizar y legitimar la

    tecnocientificacin generalizada de las culturas contemporneas.

    A pesar de las disertaciones entorno a la ciencia aparentemente culturalistas, la

    concepcin integrada de las ciencias y las tecnologas como prcticas y culturas representa el

    enfoque actual ms capaz de manejar la complejidad que han evidenciado los actuales estudios de

    ciencia y tecnologa. A lo largo de este periodo, las concepciones lingsticas y metodolgicas de la

    filosofa analtica de la ciencia, predominantes hasta principios de la segunda mitad del siglo XX,

    han tenido que ir dando paso tanto a los contextos sociales, histricos, polticos y valorativos,

    como a los materiales y tecnolgicos. Cada uno de los giros que han ido configurando la espiral

    interpretativa de ciencia, tecnologa y sociedad en el curso del pasado siglo equivale, de algn

    modo, a reivindicar la reintegracin en la complejidad de la tecnociencia contempornea de

    alguno de sus entornos cuya relevancia se haba ignorado hasta entonces. A partir de la idea de

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    ciencia como conocimiento centrado en los entornos lingsticos y tericos, se ha ido reclamando,

    progresivamente, la importancia y la prioridad para los entornos sociales, polticos e

    institucionales, para las prcticas y los entornos tcnicos y materiales, y tambin para los

    entornos valorativos y de intervencin. Finalmente, la espiral interpretativa ha proyectado una

    imagen cultural de la tecnociencia mucho ms rica y compleja que la que se manejaba

    anteriormente1 .

    El propio carcter de la tecnociencia, esencialmente hbrido de teoras, prcticas,

    tecnologas, entornos naturales y contextos sociales, plantea el difcil reto de una

    comprensin capaz de abarcar e integrar toda su complejidad de una forma rigurosa. Los

    retos ms fundamentales e ineludibles para las culturas del siglo XXI, en general, y para los

    estudios de ciencia y tecnologa, en particular, tienen que ver, sin duda alguna, no slo con la

    comprensin de la tecnociencia y de la innovaciones tecnocientficas sino, de una manera

    especial, con los modelos de valoracin e intervencin que puedan manejar los impactos y las

    crisis generadas por las transfor maciones y las globalizaciones tecnocientficas. En la

    actualidad, todo proyecto que pretenda tener en cuenta la complejidad global de la

    tecnociencia ha de partir de concepciones capaces de integrar todas sus dimensiones

    simblicas, sociales, materiales y ambientales. Para ello, hay que dejar atrs las antiguas y las

    modernas concepciones divisorias de la ciencia, la tecnologa y la cultura en la direccin a un

    enfoque cultural integrador de las mismas.

    I. Ciencia, tecnologa y cultura Las grandes divisiones de ciencia, tecnologa y cultura tienen su origen en tradiciones

    filosficas de la antigua Grecia que se han transmitido hasta sus versiones modernas. Sin

    embargo, a partir de las tradiciones orales griegas ms originarias aparece una concepcin

    integrada de la cultura que, de alguna forma, arraiga en las ciencias sociales modernas y ha

    servido de base para la integracin de ciencia, tecnologa y cultura.

    En el origen de las grandes divisiones

    Las divisiones entre ciencia, tecnologa y cultura, ms que separaciones en la prctica,

    son fundamentalmente delimitaciones interpretativas que se remontan a doctrinas filosficas

    fraguadas originariamente en la Grecia del siglo IV. Se trata de interpretaciones derivadas

    de una emergente concepcin del saber propia de las culturas alfabticas griegas2,

    contrapuesta a las concepciones de las culturas orales que entendan el saber como

    capacidades tcnicas. En este contexto, Platn traz ya en su interpretacin filosfica

    expuesta en Philebo (55d-58b) las grandes divisiones jerarquizadas entre las diversas

    capacidades y realizaciones humanas que anteriormente se haban enmarcado en una

    concepcin integrada de la cultura. La divisin filosfica fundamental se estableci entre i)

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    las tcnicas productivas, manuales y materiales y ii) los conocimientos y capacidades

    pertenecientes a la educacin y la formacin, asociando ntimamente stas ltimas con el

    discurso filosfico, las interpretaciones, los valores, etc. Es decir, con lo que posteriormente

    se caracterizara como cultura , en un sentido restringido.

    Platn introdujo una divisin bsica entre prcticas y procedimientos tcnicos, a un

    lado, y ciencia (episteme ) y cultura filosfica, al otro. De acuerdo con su filosofa, haba que

    separar cognitiva, tica y polticamente, por ejemplo, los procedimientos ordinarios de la

    aritmtica, la medida y el peso usados en la construccin y el comercio, de la geometra y la

    matemtica tericas, objeto de la filosofa. A estas ltimas se las consideraba disciplinas

    intrnsicamente superiores y mucho ms puras y seguras que la matemtica tcnica ordinaria.

    En el rango ms alto de la estratificacin cultural platnica se situaba, obviamente, la

    dialctica, o sea, el discurso filosfico mismo.

    En esta misma lnea, Aristteles interpret las capacidades tcnicas materiales bien

    como mera empeiria o saber primario de tipo inferior (ms propio de las culturas orales no

    alfabetizadas) o bien, a lo sumo, como un conocimiento contingente o doxa. Pero stas nunca

    podan alcanzar la categora, de orden superior, del conocimiento terico (surgido con el

    alfabeto ), necesariamente verdadero e inmutable, que constitua la episteme o conocimiento

    cientfico . La tcnica representaba, en el mejor de los casos, slo una aplicacin subordinada

    de episteme. Otra divisin fundamental en el sistema aristotlico fue la que separaba

    tajantemente praxis y poiesis. La primera corresponda a las actividades no productivas

    (como las discursivas, filosficas, polticas, etc.) mientras que la segunda se identificaba con

    la produccin de objetos materiales. Obviamente, eran las primeras las que representaban las

    capacidades culturales superiores propias del hombre libre, muy por encima de las tcnicas

    artesanales, consideradas serviles (EN 1140 a).

    Las divisiones filosficas modernas

    Dando un gran salto histrico hasta lo que ha sido el siglo XX, es obvio que han

    evolucionado mucho los referentes de lo que se entiende por cultura, ciencia o tecnologa.

    Pero tambin se puede constatar que las correspondientes divisiones tericas procedentes de

    la filosofa antigua se han mantenido bastante invariables, tanto en el lenguaje corriente y de

    los medios de comunicacin como en terminologas especializadas. Las antiguas

    concepciones han viajado desde la Antigedad a travs de las tradiciones filosficas y

    permanecen vigentes en diferentes disciplinas a pesar de sus adaptaciones a los cambios

    histricos.

    Dentro de la actual filosofa de la tecnologa, encontramos una de las ms fieles

    versiones de las antiguas divisiones esencialistas entre ciencia, tcnica y cultura en la

    denominada filosofa humanstica de la tecnologa3. Esta filosofa identifica la tecnologa

    moderna con el mbito de la produccin y uso de artefactos materiales, que incluye tanto los

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    procedimientos, mtodos y procesos implicados como los artefactos mismos. Frente a todos

    estos se sita la cultura , es decir, el campo de las actividades y realizaciones humanas de

    carcter intelectual, filosfico, artstico, moral, religioso, etc. Siguiendo a Heiddeger, uno de

    los grandes inspiradores de las corrientes filosficas portadoras de las viejas separaciones

    interpretativas y valorativas entre el mundo humano de la cultura y el mundo no humano de

    la tecnologa, se nos advierte que el desarrollo de la tecnologa moderna va en contra de las

    grandes consecuciones culturales y pone en peligro los valores humanos superiores e incluso

    la misma esencia del hombre.

    En el campo de la moderna filosofa de la ciencia no se ha desarrollado la tecnofobia

    filosfica tradicional. Muy al contrario, se defiende que el desarrollo tecnolgico no slo no

    representa ningn peligro para la cultura, sino que es, ms bien, la clave del progreso

    humano 4. No obstante esta valoracin positiva de la ciencia y la tecnologa modernas, la

    filosofa analtica de la ciencia transmiti y adapt al siglo XX la antigua separacin filosfica

    entre ambas. La ciencia es equipar, fundamentalmente, con sistemas tericos y conceptuales

    centrados en enunciados nomolgicos que se denominaban leyes cientficas. Se trataba, segn

    esta filosofa, de una empresa intelectual de investigacin terica que deba deslindarse

    claramente de la tecnologa, la cual se identificaba con normas de accin prctica que

    indicaban cmo se deba proceder para conseguir un fin determinado basndose en leyes

    cientficas5. Esta definicin de la tecnologa como ciencia aplicada resucitaba la vieja

    caracterizacin aristotlica segn la cual la tcnica estaba supeditada a un logos verdadero. El

    conocimiento cientfico se elev a un pedestal filosfico en nombre de la soberana

    epistemolgica, la objetividad, la racionalidad y la neutralidad asignadas a la ciencia, que se

    colocaba muy por encima de la contingencia atribuida a los saberes atericos, las prcticas

    tradicionales o las capacidades y realizaciones tcnicas, y que iba, por descontado, mucho

    ms all de la relatividad de las interpretaciones, valoraciones y cosmovisiones culturales.

    Las versiones modernas de las divisiones filosficas no slo se elaboraron en el

    contexto de la filosofa sino tambin en el de disciplinas culturales y sociales, como en el caso

    de la confrontacin franco-germana de finales del siglo XIX con relacin a los conceptos de

    civilizacin y cultura. Segn estas distinciones, habra que separar, por un lado, las

    interpretaciones y valores humanos, concernientes al arte, la filosofa, la religin, la moral, el

    derecho, etc. como integrantes de la cultura (espiritual ), y por otro lado, como civilizacin

    (material), todos los conocimientos, capacidades y productos tcnicos, asociados con el

    desarrollo de la ciencia y la tecnologa modernas. Durante el mismo siglo XX, tecnologa y

    cultura han continuado siendo dos trminos en general distanciados y con frecuencia

    opuestos, en los que se han basado campos de investigacin resistentes a entrecruzarse6.

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    La concepcin integrada de la cultura

    Sin embargo, las concepciones divisorias de ciencia, tecnologa y cultura no constituyen

    la nica tradicin interpretativa ni, mucho menos, la ms originaria. En los ms antiguos

    testimonios escritos de las tradiciones orales griega s, las obras de Homero, se anuncia ya una

    interpretacin integrada muy diferente. Para Homero como para Hesiodo, autor ste ltimo

    de la primera versin del mito de Prometeo, las formas de vida, las realizaciones y las

    capacidades caractersticamente humanas tienen su origen en tcnicas donadas por los

    dioses. El paso de un estadio primitivo en el que los hombres vivan de modo parecido al de

    los animales a formas de vida propiamente humanas se debi a que los humanos supieron

    apropiarse las capacidades tcnicas contenidas en las esplndidas obras que les

    trasmitieron Hefesto y Atenea. En este contexto, el hombre se define como un ser que se

    distingue, fundamentalmente, de los animales por su dominio de la tcnica7 .

    La concepcin de la cultura como un sistema integrado de tcnicas no se encuentra

    slo en Homero, sino tambin en otros importantes autores griegos del siglo -VI y -V. Al igual

    que Homero, Soln, Pndaro o Sfocles consideraron como technai tanto la msica y la

    medicina como la adivinacin y la poesa, y asociaron el ejercicio de la tcnicas con sabidura

    (sophia). Para Homero techne significaba formas de actuacin que implican habilidad y

    destreza y la sabidura radicaba en la perfeccin de la tcnica. Esta perfecta destreza tcnica

    es precisamente la que distingue, en la Odisea, a la cultura de los griegos frente al

    primitivismo de los cclopes.

    En Prometeo encadenado [440-505], Esquilo retoma el antiguo mito para replantear

    el tema del origen de la cultura humana, que permite a los hombres liberarse de sus

    condiciones originarias de vida. Pero este replanteamiento no se hace en el contexto de una

    cultura campesina, como en el caso de Hesiodo, sino en el de las brillantes culturas urbanas

    de la Grecia del siglo -V, tales como la de Atenas, en las que se atribua una gran importancia

    al desarrollo de las tcnicas. En la tragedia de Esquilo, Prometeo refiere como, por propia

    iniciativa filantrpica, rob el fuego de los dioses y se lo entreg a los hombres para liberarlos

    de su miserable estado de indefensin. A partir del fuego, padre y maestro de todas las

    tcnicas, se desarrollaron de una forma integrada todas las capacidades tcnicas que

    caracterizan la cultura humana, hacindola despegar as del estadio de las formas de vida

    propias de los animales.

    En su impresionante relato sobre el origen de la cultura humana, Esquilo deja claro el

    paso decisivo de un periodo originario de vida animal, plagado de ignorancias, carencias y

    penalidades, al estado cultural de su poca, que valora muy positivamente. La diferencia

    entre ambos consiste, precisamente, en el desarrollo de los diversos tipos de tcnicas. En el

    listado de las mismas queda patente la concepcin integrada de la cultura, constituida por

    una gran variedad de recursos y habilidades complementarios, sin contraposiciones ni

    desigualdades.

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    La lista de Prometeo incluye tanto la astronoma, la matemtica o la escritura como la

    construccin de navos, el uso de los arreos para animales de tiro o la metalurgia. Es decir,

    tanto las capacidades intelectuales como las de construccin y uso de artefactos materiales.

    Todas ellas denominadas unitariamente technai, sin que se seale ningn tipo de oposicin

    entre ciencia y tcnica8. La medicina, la farmacopea y la anticipacin adivinatoria, dirigidas a

    curar enfermedades y prevenir peligros, completan la serie de las tcnicas de las que gozan los

    hombres por obra de Prometeo. En su conjunto, forman un entramado armnico de cultura

    material, cultura simblica y biocultura que transformaron a los hombres de nios que eran

    en seres juiciosos, dotados de inteligencia.

    Pero, tal y como se desprende del temprano dilogo platnico que lleva su nombre, fue

    Protgoras quien culmin la antigua interpretacin integrada de la cultura, al incluir en la

    misma las tcnicas polticas y retricas relativas a la organizacin de las ciudades y al derecho

    [Protgoras 321c-322d]. La accin del dilogo entre Protgoras y Scrates se sita entorno al

    -431. El primero defiende su tesis de que la poltica es una tcnica necesaria para la

    subsistencia de las ciudades, es decir, una capacidad cultural que puede ensearse y

    aprenderse y, por tanto, es transmisible y generalizable a todos los ciudadanos. En su

    defensa, Protgoras ofrece una versin filosfica del mito de Prometeo en la que da una

    explicacin genealgica del origen de la cultura. Segn sta, las tcnicas que constituyen la

    cultura humana no son obra de los dioses sino el resultado de la creatividad cultural de los

    propios hombres, una vez que Prometeo les ha facilitado la sabidura tcnica. Ahora bien,

    Protgoras incorpora un tercer estadio a su teora sobre el desarrollo de la cultura. La

    posesin de tcnicas simblicas, como el lenguaje o la religin, de tcnicas materiales, como

    la construccin de habitculos y prendas de abrigo, y de biotcnicas para cultivar alimentos,

    no es suficiente para desarrollar una cultura especficamente humana. Tambin son

    necesarias tcnicas polticas para fundar ciudades y asegurar su supervivencia. Segn

    Protgoras, no slo la poltica constituye una tcnica, sino que la misma justicia y el pudor,

    como condiciones de la posibilidad de la organizacin poltica, se consideran capacidades

    tcnicas . Es decir, capacidades todas que pueden ser trasmitidas, adquiridas y generalizadas

    entre todos los ciudadanos y, por tanto, capaces de generar la cultura de gobierno

    democrtico, que es la que l defiende.

    En la Grecia del siglo -V existi, pues, una c oincidencia fundamental9 entre la

    literatura y la filosofa sobre la concepcin integrada de la cultura como mltiple diversidad

    de tcnicas y de las tcnicas como todo tipo de prcticas inteligentes capaces de ser

    enseadas, aprendidas y ejercidas sistemticamente. Las correspondientes interpretaciones

    del origen de la cultura humana implicaban, claramente, una valoracin positiva de las

    innovaciones tcnicas, sociales y polticas de aquella poca, y constituan una legitimacin de

    las formas de gobierno democrtico de las ciudades. En oposicin a todo esto, surgieron en el

    siglo -IV las contrainterpretaciones de Platn y Aristteles, que promovan una gran ruptura

    con las concepciones filosficas y literarias provenientes de las antiguas tradiciones orales1 0.

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    Pese a ello, la tradicin interpretativa originaria de la cultura permaneci viva y la podemos

    encontrar hasta en el siglo I expresada de una forma magnfica en el gran poema filosfico De

    rerum natura de Lucrecio1 1 .

    Concepciones modernas de la cultura

    Situndonos de nuevo en el mbito del siglo XX, reencontramos las concepciones

    integradas de cultura arraigadas en el campo de las ciencias sociales. En su obra Primitive

    Culture (1871) E. B. Tylor, uno de los fundadores de la moderna antropologa, par te de una

    definicin integradora de cultura: Cultura o civilizacin... es ese todo complejo que incluye

    conocimientos, creencias, arte, moral, leyes, costumbres y cualesquiera otras capacidades y

    hbitos adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad12. En la antropologa

    actual, es corriente que se entienda por cultura el estilo de vida total que incluye todos los

    modos pautados y recurrentes de pensar, sentir y actuar1 3 o, dicho de otra forma, el sistema

    integrado que incluye tanto patrones aprendidos de comportamiento como objetos

    materiales14. Para referirse directamente a estos ltimos, se ha acuado el trmino cultura

    material, que en ningn caso se contrapone a una hipottica cultura espiritual, puesto que

    los mismos artefactos materiales, su construccin y su uso estn ntimamente asociados con

    contenidos simblicos, interpretaciones y valores. En todo caso, la cultura material se puede

    diferenciar de la cultura inmaterial, relativa a las pautas y artefactos predominantemente

    simblicos1 5.

    En la arqueologa moderna, la integracin de los artefactos y de las tcnicas materiales

    como parte esencial de la cultura es, obviamente, an ms explcita. Cultura se define como

    la combinacin de material, actividades y pautas que forma un sistema cultural1 6. En la

    misma sociologa, donde el concepto de cultura ocupa un lugar muy importante, cultura se

    refiere a la totalidad del modo de vida de los miembros de una sociedad, incluyendo los

    valores que comparten (...), las normas que acatan y los bienes materiales que producen1 7 .

    Para las corrientes ms recientes de los estudios culturales, las divisiones tradicionales

    entre ciencia, tecnologa y cultura estn fuera de juego, pues la demarcacin de las mismas

    como sistemas cerrados de objetos puros que se van delimitando mutuamente se ha

    evaporado definitivamente. En otras palabras, las categoras de tecnologa, ciencia y cultura

    han perdido su integridad disciplinaria y ontolgica ya que, en el mbito de la experiencia y

    de la ontologa, se impregnan y penetran mutuamente18. En general, se da por supuesto que

    los intentos de definir la cultura en trminos ideolgicos, humanistas y sociopolticos (...)

    meramente perpetan una distincin entre lo humano, lo maqunico y lo llamado natural.1 9

    Pero precisamente esas distinciones, que reflejan la divisin fundamental entre cultura,

    tecnologa y ciencia, estn revueltas y todo lo que antes se deca pertenecer a cada una de

    ellas encuentra una nueva base de conexin en los dispersos y conectivos procesos que las

    vinculan a todas20 formando una inmensa complejidad.

  • 8

    La integracin cultural en los estudios de ciencia y tecnologa

    En la filosofa moderna hay que destacar a Ludwig Wittgenstein como un punto

    temprano de referencia para la comprensin del lenguaje, la matemtica y la misma lgica

    como tcnica/cultura. En su caracterizacin del lenguaje como juego de lenguaje, ste se

    entiende como una actividad21 y una prctica22. Toda prctica de jugar un juego consiste en

    seguir una tcnica determinada, o sea, en actuar de acuerdo con ciertas reglas23. As pues,

    comprender un lenguaje significa dominar una tcnica24, donde por dominar una tcnica se

    entiende ser capaz de producir y reproducir una determinada prctica lingstica. Pues, slo

    en la prc tica de un lenguaje puede tener significado una palabra25. La matemtica

    representa, asimismo, un juego de signos26 y, por tanto, tambin una tcnica, la tcnica de

    la transformacin de signos27 . La lgica misma representa la tcnica del pensar y muestra

    lo que es el pensar, y tambin modos de pensar28.

    El trmino tcnica es, pues, central en la comprensin wittgensteiniana del lenguaje y

    de la ciencia. Para Wittgenstein la tcnica se manifiesta en la prctica de las actividades

    regulares y pautadas29 que se aprenden ejercitando la propia prctica mediante imitac in,

    estmulo y correccin30. Entendidas as, las tcnicas tienen un claro carcter cultural y social,

    determinando ellas mismas (es decir, el consenso y la coincidencia de los que las practican) lo

    que es correcto o incorrecto en su propia ejecucin y en sus resultados. En la matemtica es

    esencial el consenso,31 pues no es slo la aprobacin lo que convierte (la prctica) en clculo,

    sino la coincidencia de las aprobaciones. (...) Y si no se puede llegar a ese acuerdo, entonces

    nadie puede decir que otro tambin calcula32. La prctica matemtica no es menos social

    que el comercio. Podra haber aritmtica sin la coincidencia de los que calculan? Podra

    calcular un hombre solo? Podra uno solo seguir una regla? Son estas preguntas semejantes,

    por ejemplo, a sta: Puede alguien l solo practicar el comercio?33.

    Si bien la palabra cultura no aparece, concretamente, en sus Investigaciones

    filosficas ni en Observaciones sobre los fundamentos de la matemtica, Wittgenstein

    utiliza, repetidamente, expresiones como forma de vida, modo de vida o costumbre (todos

    ellos caractersticos de la idea de cultura en la antropologa y la sociologa moderna) en

    conexin con su manera de caracterizar el lenguaje y la matemtica. As, p. ej. , hace notar

    que la palabra juego pone de relieve que el lenguaje (y lo mismo podra decirse de la

    matemtica) forma parte de una actividad, o de una forma de vida34. Ya que imaginar un

    lenguaje significa imaginar una forma de vida35 y el lenguaje se refiere a un modo de

    vida36. Para Wittgenstein, seguir una regla, jugar una partida de ajedrez y, en general, la

    prctica de las diversas tcnicas son costumbres (usos, instituciones) .37 Es decir, son

    integrantes del conjunto de una cultura. En el caso de la matemtica, es, precisamente, el

    uso fuera de la matemtica, es decir, su lugar en el contexto de nuestras dems actividades

    culturales,38 lo que convierte al juego de signos en matemtica39. El aprendizaje mismo de

    una prctica es un proceso de educacin cultural, en el que junto con la tcnica en cuestin se

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    apropian determinadas formas de percepcin. En tanto que estamos educados en una

    tcnica, lo estamos tambin en una forma de ver las cosas que est tan fija como esa

    tcnica40. La comprensin de dicho aprendizaje slo puede realizarse desde la propia

    prctica cultural. El que quiera comprender lo que significa seguir una regla tiene l mismo

    que saber seguir una regla41.

    Las concepciones wittgensteinianas de la tcnica y de la ciencia como prcticas

    culturales y de la cultura como un complejo entramado de prcticas tcnicas, han sido uno de

    los puntos de partida para las concepciones culturales de la ciencia y de la tecnologa en la

    segunda mitad del siglo XX. As, Langdon Winner se remite a Wittgenstein para desarrollar

    la concepcin de las tecnologas como formas de vida42 y David Bloor lo hace para presentar

    la sociologa del conocimiento como la heredera del tratamiento wittgensteiniano del

    conocimiento como algo que es social en su misma esencia43. El propio Thomas Kuhn

    caracteriza ocasionalmente la ciencia como cultura, cuando al hablar de los practicantes de

    una ciencia madura dice que constituyen una subcultura especial y que estn aislados en

    realidad del medio cultural en el cual viven sus vidas extraprofesionales44.

    Sin embargo, es la filosofa constructiva de la ciencia la que ocupa un lugar pionero en

    el estudio sistemtico del carcter operativo y cultural de la ciencia. Esta filosofa, inspirada

    originariamente en los trabajos de Hugo Dingler, se empez a desarrollar a partir de los aos

    sesenta en Alemania. Paul Lorenzen fue su principal impulsor y su obra ha dado lugar a la

    importante corriente de constructivismo filosfico45 que anticip en ms de un decenio las

    ideas constructivas y culturales en los estudios de la ciencia.

    Para Lorenzen, la ciencia moderna se muestra como un producto de nuestra cultura

    tcnica: se basa en una prctica precientfica exitosa46. Esta idea fo rmaba parte de un giro

    pragmtico en la filosofa de la ciencia:

    En teora de la ciencia se empieza a reconocer lentamente en nuestro siglo con el llamado giro pragmtico que toda ciencia (toda teora) slo puede comprenderse sobre la base de una tcnica ya - parcialmente - exitosa. Las teoras son instrumentos lingsticos en apoyo de una prctica ya en marcha47.

    Pero el enfoque de la integracin cultural ms desarrollado dentro del campo filosofa

    de la ciencia hay que buscarlo, con el nombre de Methodischer Kulturalismus , en las

    posiciones ms recientes de la corriente constructiva de la filosofa de la ciencia en Alemania.

    El Culturalismo metdico se centra explcitamente en la comprensin cultural de la ciencia,

    es decir, en su estudio filosfico como prctica humana y producto cultural, entendiendo

    por cultura aquello que recibe un colectivo humano mediante la transmisin de prcticas

    (incluidas costumbres e instituciones) y artefactos48. Este mismo enfoque cultural ha

    marcado los ltimos desarrollo s en los actuales estudios de ciencia y tecnologa que Andrew

    Pickering caracteriza como el paso de la ciencia como conocimiento a la ciencia como prctica

    y cultura.

  • 10

    Segn Pickering, este avance fundamental consiste en el movimiento hacia el estudio

    de la prctica cientfica, lo que los cientficos hacen de hecho, y el movimiento asociado hacia

    el estudio de la cultura cientfica, entendida como la esfera de los recursos que la prctica

    hace funcionar dentro y fuera de ella49. La condicin previa para el estudio de la ciencia

    como prctica y cultura, consiste en reintegrar, mediante la expansin del concepto de cultura

    cientfica, todas las dimensiones de la ciencia (tanto las conceptuales y sociales como las

    materiales), las cuales se han tratado, generalmente, de una forma fragmentada, desunificada

    e inconexa. En este sentido, Pickering entiende por cultura las cosas hechas de la ciencia, en

    las que incluyo habilidades, relaciones sociales, mquinas e instrumentos, as como hechos y

    teoras cientfic as50.

    Con todo y estos significativos enfoques culturales generales, que se enmarcan

    claramente en una concepcin integrada de la cultura, hace falta plantear un marco

    conceptual y terico capaz de articular rigurosamente el tratamiento metdico de las

    tecnociencias contemporneas como prcticas y culturas.

    II. La cultura de la tecnociencia: ciencia y tecnologa como prcticas y culturas

    La comprensin cultural integrada de la ciencia y la tecnologa ha demostrado que

    puede proporcionar una base decisivamente ms adecuada que las meras concepciones

    filosficas lingsticas o las puramente sociolgicas, no slo para interpretar e investigar

    integralmente la constitucin y la dinmica de los sistemas y de las innovaciones

    tecnocientficas junto con sus impactos en las transformaciones culturales generales. A partir

    de dicha base interpretativa, es posible, adems, abordar de una forma mucho ms

    clarificadora las difciles cuestiones y problemas de valoracin e intervencin que plantean las

    crisis y controversias derivadas de los procesos de tecnocientificacin y globalizacin. Sin

    embargo, para comprender las ciencias y las tecnologas como prcticas y culturas es preciso,

    como ya se ha dicho, dejar atrs las antiguas y las modernas concepciones divisorias de la

    ciencia, la tecnologa y la cultura para redefinir un marco conceptual riguroso de la idea de

    cultura en la direccin de las concepciones integradas. Con este propsito se esboza a

    continuacin el aparato conceptual y terico bsico de una comprensin metdica de las

    tecnociencias como prcticas, sistemas y redes culturales.

    Artefactos, tcnicas y prcticas

    Entendida de una forma integrada, una cultura comprende no slo capacidades,

    actividades y realizaciones de carcter simblico (tales como representaciones e

    interpretaciones simblicas, discursivas, artsticas, tericas, cosmovisivas, valorativas, etc., es

    decir, la cultura en su acepcin ms restringida), sino tambin tcnicas y artefactos

    materiales (con los que se acostumbra a identificar la tcnica tout court), formas

  • 11

    organizativas de interaccin social, econmica y poltica (lo que se entiende corrientemente

    por sociedad) y prcticas y realizaciones biotcnicas, relacionadas con los seres vivos y el

    entorno bitico (o naturaleza en sentido general).

    Cada uno de esos dominios se puede diferenciar conforme a artefactos, tcnicas y

    recursos particulares caractersticos. Ahora bien, cualquier prctica cultural implica, de

    hecho, el entramado de todos los diversos dominios en cuanto que todas las prcticas vienen

    mediadas por artefactos materiales, representadas e interpretadas simblicamente,

    articuladas socialmente y situadas ambientalmente. As, los artefactos y las tcnicas

    materiales han intervenido decisivamente en las prcticas culturales desde los mismos

    orgenes de las culturas humanas. Una de las tareas de la arqueologa y de los estudios

    prehistricos consiste, precisamente, en reconstruir las prcticas y las realizaciones culturales

    de carcter operativo que desaparecieron hace siglos a partir de los restos de los

    correspondientes artefactos y entornos materiales.

    Los artefactos materiales constituyen objetos elaborados por la actividad humana que,

    una vez producidos, pueden perdurar por s mismos con independencia de los agentes

    culturales que los construyeron o utilizaron. En todo caso, su estabilidad material es relativa y

    limitada, pues se llegan a deteriorar, desintegrar, etc. segn los materiales con los que estn

    hechos. As, de los artefactos fabricados con materiales orgnicos en los periodos paleolticos

    slo han quedado, relativamente, pocos restos.

    La proliferacin, la difusin y la diversificacin de artefactos materiales con formas

    normalizadas en las primeras culturas humanas indican que, de algn modo, la construccin

    reiterada de determinados instrumentos dio lugar, a lo largo del tiempo, a su modelacin

    estandarizada, de forma que dichos artefactos podan ser regularmente reproducidos. La

    reproducibilidad de los mismos tiene que ver con la posibilidad de articular las acciones de

    forma que su repeticin metdica, junto con la disponibilidad de materiales adecuados,

    conduzcan siempre a resultados del mismo tipo. La reproduccin de artefactos

    estandarizados supone, en la prctica, que los agentes, de alguna manera, antic ipan los

    resultados teniendo en cuenta determinadas condiciones y exigencias que se deben satisfacer

    (o sea, ciertas normas de construccin y uso) y estando motivados por determinados

    propsitos, motivos y fines.

    El hecho de que se pudieran reproducir regularmente determinados artefactos implica,

    pues, que ya se haban estabilizado ciertas habilidades y actividades como procedimientos

    normalizados que operaban la construccin de tales artefactos, es decir, se haban

    desarrollado tcnicas. Tcnicas son procedimientos, capacidades y formas de accin e

    interaccin reproducibles y susceptibles de ser enseados y aprendidos y, por tanto,

    generalizables y transmisibles. Tenemos tcnicas cuando se puede estabilizar una serie

    relativamente ordenada de acciones, es decir, cuando se puede convertir en rutina, ensear,

    aprender, transmitir, generalizar... Las tcnicas constituyen artefactos operativos, o sea,

    constructos producidos por las diversas actividades humanas, que una vez estabilizados en un

  • 12

    contexto cultural modelan dichas actividades. Producir un artefacto operativo significa

    estabilizar una tcnica. Usar un artefacto operativo significa actualizar una tcnica. Las

    tcnicas se actualizan como ejecuciones de procedimientos estabilizados que determinados

    agentes humanos reproducen, y perduran como capacidades y potencialidades de dichos

    individuos y colectivos.

    Las tcnicas se caracterizan, pues, por su entidad virtual. Persisten como capacidades

    estabilizadas de agentes, instituciones y sistemas culturales y se hacen manifiestas cuando se

    actualizan. Sin embargo, son productos culturales reales que pueden transferirse y

    estabilizarse con independencia de sus creadores originarios. Ahora bien, a diferencia de los

    artefactos materiales, las tcnicas no perduran, propiamente, de forma separada de los

    colectivos culturales que las producen y usan, a no ser que se transfieran a otros colectivos. Su

    estabilizacin es relativa y limitada, en cuanto que determinadas tcnicas pueden

    desestabilizarse cuando se dejan de actualizar al caer en desuso, olvidarse, etc. y pueden

    desaparecer completamente cuando se extinguen los correspondientes colectivos y

    tradiciones culturales que las crearon o asimilaron, como en el caso de culturas prehistricas.

    Los lenguajes humanos debieron emerger y estabilizarse como nuevos complejos de

    tcnicas simblicas, cuando se desarroll la capacidad de fijar distinciones lingsticas

    elementales en interaccin con las capacidades de producir artefactos estandarizados y de

    estabilizar tcnicas bsicas de todo tipo. Mediante el lenguaje se fijan como distinciones

    lingsticas realizaciones distintas llevadas a cabo prcticamente en el contexto de la accin,

    de la construccin de objetos y del comportamiento. As, las prcticas constructivas de los

    primeros hombres fueron produciendo realizaciones materiales y operativas claramente

    diferenciadas que en los procesos de ejecucin estandarizada eran reproducidas

    regularmente. El poder fijar y manejar tambin lingsticamente tales distinciones en el

    contexto de las diversas actividades humanas y la posibilidad de transmitir diferenciaciones

    lingsticas de materiales, construcciones, entornos y procedimientos potenciaron

    inmensamente la capacidad de estabilizar nuevos artefactos y tcnicas, como queda

    manifiesto en la proliferacin, difusin e innovacin de artefactos del paleoltico superior y

    del neoltico. Interactivamente, las prcticas lingsticas pudieron irse desarrollando y

    estabilizando como complejas tcnicas de distincin y representacin simblica.

    El lenguaje humano fue apareciendo con el desarrollo de una nueva tcnica de

    estabilizar las prcticas con la ayuda de recursos orales, que fue la caracterstica fundamental

    de las culturas humanas: la estabilizaci n tecno-oral. Parece obvio que esta emergencia

    lingstica no tuvo que reducirse a los contextos de la produccin y uso de artefactos

    materiales, sino que cristaliz conjuntamente en todos los dominios vitales originarios,

    incluidos los de las tcnicas de organizacin social y de las biotcnicas. Con la ayuda del

    lenguaje pudieron irse estabilizando tecno -oralmente formas de vida basadas en la caza y la

    recoleccin que lograron dominar tcnicamente bioentornos muy difciles, como los de los

  • 13

    periodos glaciares, y formas complejas de organizacin cooperativa y de cohesin social para

    obtener y compartir la comida, y para subsistir y reproducirse como grupo.

    La emergencia, la estabilizacin y la generalizacin del lenguaje como un complejo de

    tcnicas que se podan ejecutar bsicamente con los propios rganos humanos fueron

    decisivas para los procesos de constitucin y transmisin del conjunto de los entornos

    culturales. Pero el logro ms significativo de las culturas humanas, que les permiti despegar

    de los estadios culturales animales, consisti, propiamente, en la innovacin y la

    consolidacin, como sistemas culturales, de las tcnicas de estabilizacin tecno -oral. Las

    tcnicas de estabilizar tcnicas y artefactos que constituyeron la base de las culturas

    humanas.

    Las decisivas innovaciones materiales y biotcnicas de las culturas neolticas se

    estabilizaron en el contexto de otras transformaciones, tanto o ms trascendentales, que

    afectaron las tcnicas y los entornos culturales organizativos y simblicos. Las

    impresionantes realizaciones de las culturas prehistricas fueron el resultado de complejas

    tcnicas de organizacin comunitaria con un alto grado de cooperacin, divisin del trabajo,

    previsin, coordinacin y cohesin social. Para alcanzarlo, se da por seguro que aquellas

    culturas tuvieron que llegar a estabilizar, de algn modo, prcticas que les permitieron

    planificar, deliberar, valorar y decidir colectivamente y as establecer consensos

    generalizados. Pero la estabilizacin y la transmisin de tales prcticas organizativ as

    suponen, a su vez, tcnicas y recursos simblicos de carcter verbal mediante los que era

    posible representar circunstancias presentes y no presentes, anticipar situaciones venideras,

    recordar e interpretar sucesos, tejer narraciones, elaborar relatos ficticios, conservar y

    transmitir discursos, etc. Estas capacidades simblicas fundamentales fueron logros de las

    culturas orales primarias que transformaron los modos de estabilizacin y los legados de las

    tradiciones culturales humanas.

    As pues, en las primeras culturas orales encontramos ya desarrolladas, en su forma

    originaria, el conjunto de las modalidades tcnicas fundamentales que podemos denominar

    los dominios culturales bsicos, correspondientes a las tcnicas materiales, las tcnicas

    simblicas, las tcnicas organizativas y las biotcnicas. Cada dominio cultural corresponde,

    originariamente, a la estabilizacin, construccin y uso de artefactos y tcnicas especficas. El

    dominio de las tcnicas materiales tiene que ver con los artefactos, las tcnicas y los recursos

    materiales. El de las tcnicas simblicas comprende los artefactos y tcnicas de

    representacin, interpretacin, comunicacin e interaccin simblica. El dominio de las

    tcnicas organizativas abarca las interacciones entre agentes humanos, la coordinacin de

    actividades, la organizacin social, etc. y al dominio de las biotcnicas corresponden las

    interacciones con los entornos de seres vivos animales y vegetales y con los medios biticos.

    Estos diversos dominios culturales no han de entenderse como entidades separadas y

    disociadas sino a modo de coordenadas o dimensiones que sirven para hacer perceptibles los

    complejos entramados de las prcticas culturales, las cuales implican, simultneamente,

  • 14

    mltiples actualizaciones de tcnicas y de artefactos correspondientes a cada uno de los

    diferentes dominios. Se podra decir que, en la complejidad de la cultura, no hay prcticas

    puras, o sea, que correspondan a un solo dominio cultural, sino que toda prctica cultural es

    hbrida, al estar, de un modo u otro, mediada artefactualmente, estabilizada e interpretada

    simblicamente, articulada y realizada socialmente y situada ambientalmente.

    Sistemas culturales y culturas

    Propiamente, una prctica cultural est constituida por determinados agentes junto

    con el ejercicio por parte de los mismos de determinadas actividades especficas modeladas

    por tcnicas. Es decir, viene dada por un conjunto de capacidades que determinados

    individuos y colectivos actualizan conforme a procedimientos y formas de accin e

    interaccin reproducibles y susceptibles de ser enseadas y aprendidas y, por tanto,

    transmisibles y generalizables. Las prcticas como accin e interaccin en el tiempo, o sea, las

    prcticas de realizar tcnicas por parte de determinados agentes, implican siempre un

    complejo entramado de individuos y de artefactos operativos y materiales pertenecientes a los

    diversos dominios culturales.

    Los entornos de una prctica estn constituidos por los legados culturales que

    configuran estructuralmente las actuaciones de los agentes en cuestin, es decir, por los

    complejos de las tcnicas, los artefactos, las instituciones, los recursos (tanto materiales y

    simblicos como de carcter organizativo y biotcnico), los diversos colectivos, etc.

    implicados en el ejercicio de dicha prctica. En la realizacin de cualquier prctica por parte

    de determinados agentes intervienen, de una forma ms o menos inmediata, artefactos

    materiales, otros agentes humanos y biticos, elaboraciones simblicas, interpretaciones,

    legitimaciones, valorizaciones, fines, cosmovisiones... Su ejecucin activa, simultneamente,

    todas las tcnicas relativas a la organizacin de los colectivos y al conjunto de los artefactos

    implicados.

    Lo que configura una prctica en cualquiera de sus modalidades es, pues, su

    correspondiente entorno material-simblico -organizativo-biotcnico , en adelante emsob.

    As, toda prctica referente a la organizacin social tiene una base simblica y est mediada

    por tcnicas y artefactos materiales. Toda prctica simblica es esencialmente social y se

    plasma, de una forma ms o menos inmediata, materialmente. Y toda prctica tcnica

    material o biotcnica se realiza socialmente, est sostenida simblicamente y es objeto de

    legitimaciones e interpretaciones.

    Al igual que la correspondiente prctica, un emsob constituye, de hecho, un entramado

    inseparable en el que, sin embargo, se pueden distinguir analticamente distintos

    componentes (m, s, o, b) siguiendo la diferenciacin general por modalidades tcnicas:

  • 15

    - El entorno material m o conjunto de artefactos, tcnicas, construcciones y

    recursos materiales51 .

    - El entorno simblico s formado por el conjunto de los artefactos y las tcnicas

    simblicas de representacin, interpretacin y procesamiento del saber, los

    significados, las representaciones, las interpretaciones, las legitimaciones y los

    valores52.

    - El socioentorno o de las instituciones y las formas de organizacin e interaccin

    comunitarias, sociales, econmicas, jurdicas y polticas, las reglas, los roles, las

    normas, los fines, etc.53.

    - El bioentorno b o comunidades de seres vivos y medio bitico implicados por las

    prcticas biotcnicas y biticas. El bioentorno incluye tanto seres vivos, artefactos

    y agentes biotcnicos como el medio atmosfrico, hidrosfrico, etc. que

    intervienen en las actividades biotcnicas y biticas54.

    El concepto central de sistema cultural c = (p, m, s, o, b) se puede precisar como el

    entramado de una prctica p (el colectivo de los agentes portadores de las capacidades

    culturales especficas) y su emsob (m, s, o, b). Ahora bien, los sistemas culturales no estn

    completamente desvinculados unos de otros sino que estn entramados entre s. Decimos que

    dos sistemas culturales estn entramados cuando sus prcticas y/o sus entornos respectivos

    tienen componentes en comn. Un conjunto de sistemas culturales forman una red cultural

    cuando estn concatenados de forma reticular. Es decir, para cualquier par de dichos

    sistemas se cumple que los sistemas estn entramados directamente o bien mediante una

    serie de sistemas intermedios tales que entre dos sistemas consecutivos de la serie se da la

    relacin de estar entramados entre s.

    As pues, los sistemas culturales son complejos hbridos integrados por personas,

    artefactos, tcnicas, interpretaciones, valoraciones, formas de organizacin, etc. Al formar

    redes culturales, los sistemas no estn aislados sino que comparten entre s (de una forma

    ms o menos inmediata a travs de toda la red de sistemas) agentes y/o elementos de sus

    diversos entornos. Estas relaciones de interseccin cultural son, precisamente, las que

    articulan e interconexionan reticularmente los sistemas formando determinados espacios

    culturales.

    Fundamentalmente, una cultura est constituida por un conjunto de innumerables

    sistemas culturales que forman una red cultural. En las inmensas redes que constituyen las

    culturas se pueden distinguir subculturas como subconjuntos de sistemas culturales que

    forman, a su vez, redes culturales. El medio cultural de un sistema cultural o de una

    subcultura viene dado, respectivamente, por el conjunto de los restantes sistemas culturales

    o, respectivamente, de las restantes subculturas que integran la totalidad de la red global de

    la cultura en cuestin. En el contexto de una supercultura o conjunto de culturas formando

  • 16

    una super-red cultural (es decir, entramadas entre s reticularmente) el medio supercultural

    de una cultura particular est constituido por las restantes culturas del grupo.

    Los innumerables sistemas que integran una cultura estn vinculados por la compleja

    red cultural que los interrelaciona y los hace inseparables en la realidad. La totalidad de

    dichos sistemas culturales de una cultura o subcultura configura el PMSOB de la misma,

    donde P es el conjunto de las prcticas/agentes culturales correspondientes a todos los

    sistemas que integran dicha cultura o subcultura y M, S, O, B representan, respectivamente,

    el conjunto de todos sus entornos materiales, simblicos, organizativos y biotcnicos.

    Cualquier prctica cultural particular se realiza, pues, en un espacio quadridimensional

    material-simblico -organizativo-biotcnico (M,S,O,B) propio de la cultura en cuestin, e

    implica, de una forma ms o menos directa, tanto discursos, interpretaciones y legitimaciones

    como tcnicas y artefactos materiales, organizaciones e interacciones sociales y ambientales,

    etc.

    Dada una serie de dos o ms culturas o subculturas, stas pueden estar relacionadas

    entre s, cuando es el caso que sus respectivos entornos M, S, O, B tienen elementos idnticos,

    o sea, rasgos culturales en comn. Se pueden dar series verticales de culturas o subculturas

    relacionadas que estn situadas en diferentes periodos de tiempo, series horizontales de

    culturas o subculturas sincrnicas ubicadas en diferentes mbitos espaciales u oblicuas de

    carcter mixto. En general, una serie E1 , E2 ... En de culturas o subculturas con elementos

    culturales comunes constituye una tradicin cultural cuando dichos elementos se han

    transmitido de unas culturas o subculturas a otras mediante la interaccin y la reproduccin

    cultural llevadas a cabo por sus agentes.

    Innovaciones, estabilizaciones e impactos

    En el mbito de los sistemas y las redes culturales, las prcticas de los agentes y los

    diversos entornos culturales estn constantemente configurndose recprocamente. La gran

    diversidad de prcticas humanas construye y transforma sus propios entornos, dando lugar a

    nuevas tcnicas, artefactos, formas de organizacin, discursos, etc. A su vez, todos estos

    recursos pasan a constituir, una vez estabilizados, parte de los entornos que modelan esas

    prcticas, habilitando y constriendo al mismo tiempo sus potencialidades. Las capacidades y

    limitaciones de una prctica cultural determinada vienen dadas, conjuntamente, por las

    tcnicas que la conforman y por los artefactos y las realizaciones materiales, simblicas,

    organizativas y biotcnicas que, como entornos, constituyen los recursos de los agentes que la

    llevan a cabo. Los entornos, como productos culturales que son, representan el resultado de

    las diversas actividades humanas. Pero, tanto si estn integrados por agentes humanos como

    no humanos, nunca son puramente pasivos. El proceso de desarrollo de una cultura viene

    configurado, precisamente, por la continua interaccin transformadora entre humanos y no

    humanos en los entramados de prcticas y entornos.

  • 17

    Ninguna cultura es completamente estable. En mayor o menor grado, toda cultura o

    subcultura produce innovaciones culturales, es decir, nuevos complejos de artefactos y

    tcnicas que emergen en el seno de su (M, S, O, B) por la accin de determinados agentes

    culturales55. Las innovaciones pueden surgir en una cultura como el resultado de la

    produccin interna de sus propios agentes innovadores o tambin mediante la apropiacin

    por parte de dicho s agentes de innovaciones procedentes de otras culturas o a travs de su

    imposicin debida a agentes culturales externos. Pero, para que innovaciones de cualquier

    clase se conviertan en parte integrante de la propia cultura, stas han de estabilizarse como

    prcticas y entornos propios. Es decir, han de estandarizarse, aceptarse, generalizarse e

    institucionalizarse como tales.

    Las innovaciones culturales pasan, pues, a formar parte de una cultura determinada

    cuando se estabilizan como nuevos sistemas culturales y subculturas de la misma. En el

    proceso de estabilizacin de nuevos sistemas culturales, las innovaciones embrionarias son

    generalmente modificadas, adaptadas y, de alguna manera, metainnovadas. Las nuevas

    prcticas, tcnicas y artefactos implicados han de estabilizarse tcnicamente como tales

    formando parte del correspondiente entorno especfico. Es decir, se ha de consolidar la

    estandarizacin de los nuevos objetos, habilidades, procedimientos, etc. sean stos de

    carcter material, simblico, organizativo o biotcnico. Pero, para establecerse como nuevos

    sistemas culturales las innovaciones han de estabilizarse, asimismo, en el contexto de los

    entornos interpretativos, organizativos y biticos de la correspondiente cultura. La

    estabilizacin interpretativa se opera mediante recursos simblicos y discursivos que, de una

    forma u otra, van dirigidos a fundamentar y legitimar epistemolgica, cosmolgica y

    valorativamente los nuevos sistemas culturales. La estabilizacin organizativa consiste,

    fundamental mente, en la institucionalizacin y la consolidacin social, econmica y poltica

    de dichos sistemas y la bitica en la compatibilizacin ambiental de los mismos.

    Innovacin y estabilizacin no representan dos etapas separadas sucesivas en un

    desarrollo lineal, sino que se trata, de hecho, de realizaciones entrelazadas en un proceso

    interactivo. Los procesos de innovacin/estabilizacin son caractersticos del modo de

    desarrollo propio de cada tipo de cultura o subcultura. En dichos procesos, prcticas y

    entornos se estabilizan interactivamente. Esto es, nuevas formas de accin e interaccin se

    consolidan como prcticas estabilizadas, aceptadas y generalizadas en conjuncin interactiva

    con la estabilizacin, aceptacin y generalizacin de los nuevos artefactos y tcnicas que

    conforman sus entornos particulares. Al mismo tiempo, los procesos de estabilizacin

    implican potencialmente el PMSOB global de la cultura, pues los cambios y desarrollos

    culturales involucran un amplio entramado interactivo en el que intervienen un gran nmero

    de agentes, tcnicas, artefactos materiales, grupos y organizaciones sociales, instituciones,

    bioentornos..., en conjuncin con un complejo de interpretaciones, valoraciones,

    legitimaciones y cosmovisiones.

  • 18

    Las innovaciones culturales se pueden transmitir internamente de un estadio

    determinado a estadios posteriores de una tradicin cultural o subcultural, a travs de la

    reproduccin gentico-cultural de las generaciones de agentes de la propia cultura o

    subcultura. Tambin pueden transferirse espacial y temporalmente entre diversos sistemas

    culturales y subculturas dentro de una misma cultura, o de unas subculturas o culturas a

    otras originariamente disociadas, mediante su difusin y asimilacin cultural, por fusin o

    invasin cultural, dando paso as a nuevas tradiciones culturales o subculturales. Cuando las

    innovaciones estabilizadas como sistemas culturales o subculturas innovadoras en una

    cultura se transfieren a otras culturas, es posible que las mismas sean metainnovadas,

    incorporadas y estabilizadas por determinados agentes como nuevos sistemas culturales o

    subculturas diferentes de los originarios.

    Los procesos de cambio cultural implican, consiguientemente, tanto la produccin de

    innovaciones en forma de nuevas tcnicas y artefactos como la estabilizacin de las mismas

    como prcticas y entornos de sistemas culturales y subculturas dentro de la propia cultura

    global. Ahora bien, cada cultura crea con sus innovaciones la posibilidad de nuevas

    capacidades, pero tambin de limitaciones. As, la produccin de nuevas tcnicas y artefactos

    genera la posibilidad de estabilizar nuevas prcticas y, a su vez, nuevas prcticas producen y

    afianzan entornos que consolidan las capacidades de las mismas. Pero con la estabilizacin de

    innovaciones se establecen nuevos sistemas culturales que eventualmente transforman el

    medio cultural y producen impactos al generar incompatibilidades en relacin con sistemas

    culturales preestablecidos. Los nuevos entornos pueden actuar como constreimientos de

    prcticas y entornos preexistentes y dar lugar a la desestabilizacin de sistemas culturales

    tradicionales, en cuanto pueden llegar a desplazar sus entornos, cancelando los recursos y las

    condiciones de posibilidad de dichos sistemas. Nuevas prcticas pueden establecer, de

    manera generalizada, nuevos entornos y nuevas formas de vida, de accin e interaccin en las

    que las prcticas segn los procedimientos tradicionales resultan inapropiadas y quedan

    excluidas de una integracin. Nuevos entornos que se imponen con las nuevas prcticas

    dominantes pueden llegar a desestabilizar los entornos tradicionales en cada uno de los

    diversos dominios culturales. La desestabilizacin puede darse de mltiples formas

    conexionadas entre s: desplazando artefactos, anulando recursos, imposibilitando la

    permanencia de determinados entornos, socavando la autoridad y legitimidad de

    determinadas prcticas y sistemas valorativos, cuestionando la validez de interpretaciones y

    cosmovisiones, consolidando colectivos y formas de organizacin que operan el

    desmantelamiento social y normativo de los sistemas organizativos tradicionales, etc.

    A travs de los procesos de innovacin, estabilizacin y desestabilizacin se van

    transformando las culturas y las subculturas y emergen nuevos estadios de las tradiciones

    culturales y subculturales. En este contexto, el desarrollo de una cultura o subcultura consiste

    en el proceso conforme al cual se producen y regulan tales cambios en los diferentes entornos

    y prcticas de la misma. El modo caracterstico del desarrollo de una cultura o subcultura y

  • 19

    de su correspondiente tradicin cultural viene dado, bsicamente, por la forma cmo se

    realizan los procesos de produccin/ estabilizacin de innovaciones y de desestabilizacin de

    tradiciones.

    La cultura de los sistemas tecnocientficos

    En el campo de las ciencias y de las tecnologas, sistemas, subculturas y tradiciones

    corresponden a prcticas y legados culturales especficos, plasmados en las capacidades de los

    agentes y en los entornos materiales, simblicos y organizativos propios de cada campo

    cientfico y tecnolgico. Dichas prcticas y entornos, al igual que los modos caractersticos de

    innovacin y estabilizacin de las ciencias y tecnologas modernas, se distinguen

    fundamentalmente por su carcter tecno -cientfico , es decir, por prcticas y entornos en los

    que intervienen e interactan conjuntamente la elaboracin de aparatos conceptuales y

    tericos precisos y la produccin y el uso de sofisticados artefactos y procedimientos

    tecnolgicos. Las mismas tecnologas constituyen sistemas complejos de artefactos y tcnicas

    que se han generado y estabilizado en el contexto de prcticas y entornos tericos y

    materiales de carcter cientfico. El entramado entre los sistemas cientficos y los sistemas

    tecnolgicos modernos es tan inseparable en la prctica que se ha generalizado el uso del

    trmino tecnociencia para caracterizar los sistemas cientficos actuales y, en general, las

    tradiciones cientficas desde, por lo menos, finales del siglo XIX.

    La concepcin de las ciencias y las tecnologas como redes de sistemas culturales (o sea,

    subculturas) permite comprender y tratar, de una forma integrada, la complejidad de la

    constitucin de los campos y de las tradiciones tecnocientficas, los procesos de cambio y

    transformacin y los impactos en los medios culturales extracientficos. En el marco de la

    comprensin cultural se puede integrar, dinmicamente, las dimensiones simblicas de las

    elaboraciones representacionales, interpretativas y valorativas (en forma de conceptos y

    teoras cientficas y de discursos filosficos) junto con i) las dimensiones tecnolgicas de los

    procesos, procedimientos y artefactos materiales, ii) las dimensiones sociales de los entornos

    e interacciones organizativas e institucionales y iii) las dimensiones naturales de los

    bioentornos. En el desarrollo de los sistemas tecnocientficos, las innovaciones de artefactos,

    efectos y procesos emergen y se estabilizan en los laboratorios conjunta e interactivamente

    con nuevas elaborac iones tericas, adaptndose y modificndose unas a otras a la par que se

    reconfiguran los fines y los propsitos de los agentes intervinientes. Tales procesos de

    estabilizacin tecno -cientfica, caractersticos de los sistemas generados por la tecnociencia

    actual, se realizan y se consolidan en conjuncin con procesos de estabilizacin interpretativa,

    organizativa y, en su caso, bitica de las nuevas prcticas y entornos.

    En el transcurso de las tradiciones cientficas se han distinguido estadios de cienc ia

    estabilizadora en los que ha predominado la consolidacin de innovaciones como sistemas

    fundamentales, y estadios de ciencia revolucionaria que han destacado por la produccin de

  • 20

    innovaciones y la desestabilizacin de prcticas y entornos tradicionales. Generalmente,

    innovaciones y transformaciones pueden interactuar en combinaciones muy diversas en las

    se entremezclan los diversos dominios culturales. Las innovaciones de artefactos y tcnicas

    pueden desencadenar nuevas elaboraciones conceptuales y tericas que pasan a reemplazar

    antiguas teoras y, a su vez, es posible que nuevos desarrollos tericos induzcan la

    reinnovacin de dispositivos y procesos tecnolgicos. Asimismo, la aparicin de nuevos

    agentes y la reconfiguracin de entornos organizativos pueden dar paso a sistemas

    innovadores y a la inversa, etc., etc.

    Los cambios cientficos y tecnolgicos acostumbran a producirse en racimos de

    innovaciones pertenecientes a diversas clases de entornos y relacionadas entre s, las cuales se

    afianzan mutuamente para establecerse, conjuntamente, como nuevos sistemas y redes de

    sistemas. Las estabilizaciones de nuevos sistemas junto con los impactos y las

    desestabilizaciones que eventualmente stos inducen, operan las transformaciones globales

    de los medios cientficos y tecnolgicos. stas, a su vez, son generalmente fuente de ulteriores

    innovaciones. En todo caso, en el entramado de los procesos de innovacin/estabilizacin as

    como en la compleja dinmica del cambio/transformacin interactan diversos colectivos de

    agentes que, obviamente, rebasan los crculos restringidos de las llamadas comunidades

    cientficas. Son estos heterogneos colectivos los que articulan dinmicamente la trabazn

    entre los diferentes sistemas culturales a los que pertenecen para formar las complejas redes

    de las subculturas tecnocientficas y dar lugar al desarrollo de las correspondientes

    tradiciones.

    Los sistemas tecnocientficos se generan y estabilizan primariamente como sistemas

    culturales en el seno de sus respectivas subculturas tecnocientficas. Pero, una vez

    constituidos son susceptibles de ser exportados y estabilizados en medios culturales

    extracientficos, donde operan la modelacin tecnocientfica de dichos espacios culturales y el

    desarrollo de tecnoculturas56. El modelo tecnocientfico de desarrollo, basado en la

    proliferacin y consolidacin de sistemas tecnocientficos en todos los mbitos de las culturas

    propias de nuestro tiempo, parece operar conforme a un imperativo tecnocientfico latente y

    justificarse, entre otras cosas, por el principio de la supuesta superioridad de los sistemas

    tecnocientficos respecto a las realizaciones de cualquier otro tipo de sistemas culturales.

    Ahora bien, todos los modelos de desarrollo representan y legitiman, de una forma ms o

    meno s manifiesta, una prctica particular de regular los procesos de estabilizacin de

    innovaciones y desestabilizacin de tradiciones conforme a determinados criterios y agentes

    decisorios.

    Sin embargo, es innegable que las incesantes innovaciones, estabilizaciones y

    exportaciones de sistemas tecnocientficos y la consiguiente tecnocientificacin generalizada

    de las culturas generan, en mayor o menor grado, relaciones de incompatibilidad y efectos de

    desestabilacin respecto a sistemas culturales tradicionales, con los consiguientes impactos,

    consecuencias no deseadas y riesgos difciles de anticipar y, ms an, de excluir de antemano.

  • 21

    En muchas ocasiones, como, por ejemplo, en el caso de la eventual clonacin de seres

    humanos o de los riesgos derivados de la tecnologas nucleares, microbiolgicas o qumicas,

    dichas repercusiones provocan resistencias y conflictos culturales junto con fuertes

    controversias acerca de la interpretacin y, sobre todo, de la valoracin y la intervencin

    relativas a las innovaciones tecnocientficas y las transformaciones culturales en cuestin.

    Estas crisis, conflictos y controversias son los contextos donde afloran, de una forma

    ms clara, las dimensiones culturales valorativas y polticas de la ciencia y la tecnologa. Ya

    que ponen de manifiesto que ni los sistemas cientficos se pueden reducir filosficamente a

    meros sistemas de elaboraciones tericas neutrales, ni los sistemas tecnolgicos a puros

    artefactos y procedimientos materiales, sino que constituyen sistemas y redes culturales en

    sentido estricto, integrados por entornos simblicos, materiales y biotcnicos pero tambin

    por colectivos diversos de agentes y por entornos organizativos, interpretativos y valorativos.

    III. Tecnociencia y tecnocientificacin: retos y modelos

    La comprensin de la tecnociencia y de los sistemas tecnocientficos como prcticas y

    culturas implica la posibilidad de superar las teoras puramente interpretativas de la ciencia y

    la tecnologa para tener en cuenta la estrecha vinculacin existente entre las cuestiones de

    interpretacin y las de valoracin e intervencin. Los mtodos y los resultados de las

    interpretaciones culturales pueden y han de servir de instrumentos tiles para desarrollar

    mejores prcticas de valoracin e intervencin. En otras palabras, la tarea de los estudios de

    la ciencia y la tecnologa no tiene por qu reducirse a la mera produccin de sistemas

    interpretativos. Un objetivo necesario para poder encarar los retos de la tecnociencia y de la

    tecnocientificacin cultural consiste en estudiar y estabilizar modelos culturales de

    interpretacin, valoracin e intervencin, es decir, prcticas, entornos y recursos -tanto

    tericos como tcnicos y organizativos- de anlisis y de reconstruccin rigurosa que sirvan

    para interpretar y comprender la estructura y la dinmica de los procesos de innovacin,

    estabilizacin y transformacin de las subculturas tecnocientficas y extracientficas, y, a

    partir de ah, valorar los impactos y consecuencias e intervenir adecuadamente en dichos

    procesos.

    Tecnociencia: los retos de la interpretacin

    Desde la perspectiva del siglo XXI, se hace evidente que las innovaciones

    tecnocientficas han sido los factores fundamentales que han configurado las culturas propias

    del siglo XX. Han modelado decisivamente el conjunto de las formas de vida, los entornos

    tanto materiales como interpretativos y valorativos, las cosmovisiones, los modos de

    organizacin social, econmica y poltica junto con el medio ambiente caractersticos de esta

  • 22

    poca57 . Mirando hacia adelante, no cabe duda que su influencia va a ser an mas

    determinante, si cabe, en el futuro.

    La misma realidad de la desbordante produccin tecnocientfica, desde la ingeniera

    gentica y la telemtica a la fsica del estado slido y las ciencias de los materiales, se ha

    encargado de confirmar el carcter multidimensional de la tecnociencia puesto de manifiesto

    por la espiral interpretativa de ciencia, tecnologa y sociedad. La produccin de innovaciones

    tecnocientficas se ha caracterizado como una proliferacin de hbridos58, es decir, de

    realizaciones que embrollan las divisiones tradicionales en un complejo entramado de

    ciencia, tecnologa, poltica, economa, naturaleza, derecho... La larga lista de los hbridos

    tecnocientficos actualmente ms representativos comprende, entre otros muchos, los

    implantes electrnicos en el cerebro humano, los microprocesadores binicos, la clonacin de

    animales, los alimentos transgnicos, la congelacin de embriones humanos, las pldoras

    abortivas y poscoitales, el Viagra, los psicofrmacos, los reactores nucleares, los vuelos

    espaciales, los ordenadores, los satlites de comunicaciones, las bombas inteligentes, las

    redes telemticas, los entornos de realidad virtual generados por ordenador, Internet, etc.,

    etc. Cu alquier controversia acerca de su produccin, implantacin, interpretacin o

    valoracin pone en pie, simultneamente, a un tropel hbrido de portavoces de los ms

    diversos mbitos que van desde la ciencia, la poltica y la sociedad hasta la moral, la religin y

    la cultura .

    A pesar de o, precisamente, por todo ello, nuestra cultura intelectual no parece saber

    cmo interpretar de forma apropiada el entramado de los hbridos que nuestra tecnociencia

    produce. Lo cual no es de extraar, pues para esto es preciso cruzar repetidamente las

    divisorias filosficas tradicionales que separan la ciencia y la sociedad, la naturaleza y la

    cultura. Los lmites infranqueables establecidos filosficamente entre dichas divisiones se

    revelan, en la misma constitucin de los hbridos, como fronteras inexistentes. En nuestras

    sociedades, las interacciones sociales se establecen por medio de los artefactos generados en

    los laboratorios tecnocientficos y, a su vez, las mismas comunidades, prcticas y laboratorios

    tecnocientficos estn constituidos por asociaciones de agentes humanos y de entornos

    materiales, simblicos y biticos. Cada da que pasa es ms evidente que nuestra cultura

    occidental es tecnocultura de la sala de consejo al dormitorio59, al haberse poblado todos los

    entornos y formas de vida de hbridos tecnocientficos. Incluso en el caso de la cultura

    entendida en el sentido ms restringido de formas de percepcin, representacin,

    interpretacin y valoracin, es innegable que la delimitacin de la misma respecto a la

    tecnociencia se est esfumando definitivamente con las nuevas tecnologas de la informacin

    y la comunicacin que han dado origen a los actuales medios informativos, televisivos y

    cinematogrficos, la realidad virtual, Internet, el hipertexto, la hipermedia, etc.

    De forma parecida se ha ido evaporando la demarcacin entre naturaleza, tecnociencia

    y cultura como sistemas cerrados de objetos puros que se van delimitando mutuamente60.

    En la poca del Proyecto Genoma Humano se puede hablar de la naturaleza como de un

  • 23

    objeto manufacturado61 , al mismo tiempo que la ingeniera gentica y las biotecnologas

    estn dando paso a una naturaleza extrada del laboratorio y despus transformada en

    realidad exterior62, en la que se est promoviendo un conservacionismo ecolgico dirigido no

    slo a preservar y mejorar las especies existentes sino incluso a recuperar especies

    extinguidas, todo ello mediante puros procedimientos tecnocientficos.

    Se ha sealado que la incontrolada proliferacin de hbridos tecnocientficos,

    caracterstica de nuestra tecnocultura, est relacionada con la incapacidad de

    conceptualizarlos dentro de los contextos interpretativos de la modernidad63. La carencia de

    una interpretacin adecuada equivale, de algn modo, a una prohibicin intelectual de la

    posibilidad de tales hbridos, que no hace sino fomentar los problemas derivados de su

    proliferacin real, al bloquear la comprensin adecuada de la gnesis y de las consecuencias

    de las innovaciones tecnocientficas. De hecho, en el contexto de las divisiones infranqueables

    entre ciencia, sociedad, naturaleza y cultura no hay lugar para los hbridos tecnocientficos.

    Por un lado, cualquier posibilidad de cruzamiento entre tales sistemas cerrados representa

    una quimera impensable. Por otro, las ms significativas innovaciones tecnocientficas no se

    dejan reducir a ninguno de esos sistemas puros. Los hbridos tecnocientficos, al igual que la

    misma tecnociencia, no son reducibles, alternativamente,

    i) ni a puras representaciones conceptuales y tericas

    ii) ni a relaciones e interacciones exclusivamente sociales

    iii) como tampoco lo son a meras entidades naturales que trascienden la

    intervencin humana

    iv) ni a simples ingenios y artefactos construidos

    v) ni, a su vez, a puro discurso interpretativo y valorativo.

    El reto fundamental de la interpretacin de las innovaciones tecnocientficas consiste,

    pues, en tratar integradamente sus diversas manifestaciones como conectadas continuamente

    entre s, en lugar de analizarlas separando las mismas. Se trata, sin duda, de un reto terico y

    filosfico decisivo para el siglo XXI con relacin a la comprensin y el manejo de los

    componentes esenciales de nuestra tecnociencia y de nuestra tecnocultura. La interpretacin

    y la reconstruccin culturales de las innovaciones tecnocientficas son decisivas porque nos

    permiten comprender su constitucin y la dinmica de su estabilizacin y de sus impactos, y,

    a partir de ah, poder abordar los retos con los que nos confronta su implantacin, mediante

    la valoracin de sus consecuencias y la intervencin en su desarrollo. Pues, si las

    innovaciones que producimos y estabilizamos tecnocientficamente constituyen, en realidad,

    entramados de nuevos sistemas culturales, entonces podemos recobrar (pace toda clase de

    determinismos tecnolgicos, sociolgicos, biolgicos, epistemolgicos, histricos o

    metafsicos) una relativa libertad de seleccionar, cribar y ralentizar las innovaciones

    tecnocientficas que han de configurar nuestra cultura en el futuro.

  • 24

    Tecnocientificacin y globalizacin: los retos de la valoracin y de la

    intervencin

    Los modos de produccin tecnocientfica se han desarrollado histricamente a partir de

    procesos en el campo de las ciencias fsicas provocados y controlados en los laboratorios por

    los mismos investigadores co mo efectos reproducibles de artefactos y construcciones que, a

    su vez, eran resultados de la investigacin cientfica, como, por ejemplo, pilas y generadores

    elctricos, reacciones qumicas, tubos de rayos catdicos, reactores nucleares, aceleradores de

    partculas, etc. Artefactos y procedimientos tecnolgicos se han entrelazado estrechamente

    con teoras y procesamientos tericos en el desarrollo de las prcticas de construccin,

    variacin y registro experimentales, de descomposicin y aislamiento de elementos, de

    manipulacin, reemplazo y recombinacin de los mismos, con el fin de reproducir a voluntad,

    controlar completamente y estabilizar los procesos deseados mediante la eliminacin de

    perturbaciones en las disposiciones experimentales64.

    La investigaci n tecnocientfica generalizada se caracteriza, precisamente por esas

    prcticas y entornos materiales, tericos y organizativos desarrollados en los laboratorios y

    centrados en la produccin de procedimientos, efectos y procesos cuyo control, reproduccin

    y estabilizacin se logran mediante el diseo y la construccin de artefactos, dispositivos e

    ingenios de todo tipo, y con la transformacin, el reemplazo y la recombinacin de elementos

    en procesos ya dados y controlados. En el contexto de la tecnociencia, una ley natural es,

    cada vez ms, una descripcin de la posibilidad y del resultado de experimentosuna ley de

    nuestra habilidad para producir fenmenos65. Las regularidades producidas de forma

    experimental y controladas cuantitativamente, se provocan, reproducen y estabilizan

    tecnocientficamente y cada procedimiento e instrumento de medida, registro y

    procesamiento de la informacin es, en definitiva, un producto tecnocientfico.

    Una vez estabilizadas tecno-cientfica, interpretativa y organizativamente, las

    innovaciones resultantes (sean estas implantes electrnicos, microprocesadores, animales

    clonados o alimentos transgnicos, etc.) forman parte de sistemas tecnocientficos, es decir,

    de sistemas culturales que tienen por objeto, como ya se ha dicho, la mxima controlabilidad,

    reproducibilidad y previsibilidad computables de sus prcticas y entornos mediante el

    ensamblaje tecnocientfico de agentes humanos, artefactos y procedimientos junto con

    teoras, interpretaciones y procesamientos tericos.

    El modelo tecnocientfico de investigacin se ha ido expandiendo progresivamente a

    todos los campos de la investigacin y de la produccin cientfica. En este proceso de

    generalizacin tecnocientfica, no slo se han transferido los modos de produccin

  • 25

    tecnocientfica a otras disciplinas sino que estas han sido, a su vez, objeto de teorizacin en el

    marco tecnocientfico correspondiente. Es decir, junto con la transferencia de los

    procedimientos e instrumentos de investigacin tecnocientfica se han elaborado

    extrapolaciones tericas que han asimilado el nuevo dominio tecnocientificado en el contexto

    terico de la tecnociencia dominante. Los nuevos procedimientos tecnocientficos llevan

    consigo nuevos tratamientos tericos y juntos dan lugar a nuevas tecnociencias, como en el

    caso de la biologa molecular y la ingeniera gentica.

    Sin duda, uno de los procesos de tecnocientificacin ms representativos se encuentra

    en el dominio de la biologa. Su tratamiento tecnocientfico es el resultado de un proceso

    relativamente reciente que se desencaden en el sigo XX con las transferencias masivas de

    prcticas e instrumental de laboratorio del campo de la fsica y la qumica al de la

    investigacin biolgica. Dichas transferencias estuvieron promovidas por notables fsicos y

    qumicos, como Erwin Schdinger y Linus Pauling, que se pasaron a la biologa con armas y

    bagajes para promover la teorizacin y el tratamiento de los procesos biolgicos en trminos

    moleculares. La configuracin y la sistematizacin fsico-qumica de la investigacin biolgica

    desembocaron en los desarrollos tecnocientficos de la biologa molecular y la ingeniera

    gentica. Estas representan la culminacin del proceso de biotecnocientificacin con el

    desarrollo de las tecnologas del ADN recombinante, destinadas a provocar y controlar

    procesos biotecnocientficos y a generar nuevos organismos mediante el reemplazo y

    recombinacin de elementos genticos. Dichas tecnologas nada tienen que ver con la mejora

    de especies vegetales y animales por los mto dos de seleccin tradicionales, sino que se trata

    claramente de innovaciones tecnocientficas.

    La produccin biotecnocientfica no slo se da dado en el campo de la gentica,

    tambin ha generado un nmero creciente de nuevas biotecnologas, como las tecnologas

    microbiolgicas y las germinales. Las biotecnologas microbiolgicas operan mediante el

    aislamiento y seleccin de microorganismos para manipular determinados procesos y para la

    produccin industrial de determinadas sustancias. Las biotecnologas de tratamiento

    germinal tienen que ver con los procesos de la fecundacin extracorporal, la fusin celular o

    la clonacin66.

    Como ya se ha indicado anteriormente, los nuevos sistemas tecnocientficos,

    estabilizados primeramente en el seno de las subculturas cientficas que los han generado,

    son generalmente exportados y estabilizados en medios culturales extracientficos donde

    operan la tecnocientificacin y la transformacin de los mismos. La tecnocientificacin

    operada por los nuevos sistemas biotecnocientficos ha dado lugar, sin duda, a los ms

    evidentes, significativos y radicales impactos en la transformacin de sistemas culturales

    tradicionales. As, la agricultura, la ganadera y la medicina tradicionales se han

    caracterizado, desde sus orgenes prehistricos, por las prcticas y los entornos de

    intervencin blanda, es decir, basadas en procedimientos predominantemente anticipativos

    que respetaban, en buena medida, la espontaneidad y la autonoma originarias de los agentes

  • 26

    y de los procesos biolgicos en cuestin, pero en los que se daba una determinada

    intervencin o ayuda, dirigida a acondicionarlos adecuadamente hacia los resultados

    deseados. Los sistemas biotecnocientficos, por el contrario, se basan preferentemente en

    prcticas y entornos duros (es decir, de intervencin y control tecnocientfico) en los que

    priman procedimientos y productos desarrollados en los laboratorios de sntesis qumica, de

    biotecnologa y de ingeniera gentica y que tienden a anular la autonoma y la espontaneidad

    originarias de los procesos intervenidos para asegurar su total control y reproducibilidad. De

    esta forma, la tecnocientificacin de la agricultura, la ganadera y la produccin alimentaria

    en general ha seguido un proceso acelerado que ha ido desde la primera utilizacin de abonos

    qumicos y pesticidas hasta el empleo de hormonas sintticas y substancias qumicas de todo

    tipo, y los ms recientes procedimientos biotecnolgicos y genticos para la reproduccin,

    seleccin y creacin de especies animales y vegetale s.

    Las innovaciones biotecnocientficas no han dejado prcticamente ningn mbito de

    los bioentornos tradicionales, es decir, de lo que tradicionalmente se consideraba la

    naturaleza, fuera de su alcance. No slo se compite investigando y desarrollando nuevas

    sistemas para la manipulacin, produccin y reproduccin de animales y vegetales, sino que

    las prcticas tradicionales ms comunes de la agricultura y de la cra de animales estn siendo

    desplazadas para dar paso a prcticas y entornos de laboratorio industrial. Incluso se quiere

    renaturalizar los paisajes arruinados como consecuencia directa o indirecta de la

    produccin industrial tecnocientfica sometindolos a una ecogestin que pretende hacer uso

    de las formas ms avanzadas de intervencin biotecnocientfica67 . La misma naturaleza

    humana, es decir, el cuerpo humano y sus procesos de reproduccin, es un objetivo

    prioritario para la expansiva tecnocientificacin que va desde el transplante de rganos, el

    control y la realizacin tecnolgica de procesos orgnicos (marcapasos, dilisis, corazones

    mecnicos...) hasta la manipulacin operativa y hormonal del sexo y las intervenciones

    genticas. Pero, sobre todo, es en la procreacin humana donde la intervencin

    biotecnocientfica es ms crtica. En la actualidad los investigadores, los profesionales y la

    industria mdica la estn encauzando (alegando fines eugensicos) hacia procesos

    tecnocientificados provocados, guiados y controlados mediante sistemas biotecnocientficos

    de diagnstico, de fecundacin, de intervencin gentica y, seguramente en un futuro no muy

    lejano, de clonacin.

    Las capacidades de innovacin desarrolladas por las culturas humanas han ido creando

    a lo largo del tiempo una inconmensurable diversidad de prcticas y entornos que han pasado

    a formar parte de los sistemas culturales vitales de las mismas, junto con sus bioentornos

    originarios. En las actuales tecnoculturas, no slo los sistemas biotcnicos han sido

    ampliamente tecnocientificados sino que las innovaciones tecnocientficas han ido

    transformando progresivamente las prcticas y los entornos de la totalidad de los dominios

    culturales, en el curso de un proceso de tecnocientificacin generalizada. Todas las tendencias

    apuntan claramente hacia una tecnocientificacin total que parece guiada por el imperativo

  • 27

    tecnocientfico que prescribe hacer extensivas las formas de intervencin tecnocientfica a

    cualquier dominio cultural que pueda ser objeto de las mismas. La proliferacin y la difusin

    mundial de los sistemas tecnocientficos, en especial de los relacionados con las nuevas

    tecnologas de la informacin y la comunicacin, no slo han ido operando la

    tecnocientificacin global de las culturas de origen europeo sino que, a travs de

    transferencias culturales universales cada vez ms rpidas, estn dando paso a la

    globalizacin tecnocientfica y a la consiguiente homogeneizacin de las diversidades

    culturales a escala planetaria.

    La clave y el desencadenante de la tecnocientificacin global de las culturas ha sido la

    tecnocientificacin originaria de las disciplinas cientficas, que, como matriz de la

    tecnociencia, ha impulsado el imperativo tecnocientfico y ha hecho posible su

    implementacin y su legitimacin. La historia de la tecnocientificacin progresiva de las

    culturas cientficas es la historia de las nuevas tecnociencias que se han constituido en el

    paradigma actual del conocimiento, de la investigacin y de la intervencin cientfica. Los

    procesos de tecnocientificacin se han legitimado epistemolgica y cosmolgicamente

    mediante concepciones tecnocientficas del conocimiento, de la ciencia y de la naturaleza. La

    tecnocientificacin de la naturaleza y la naturalizacin de la tecnociencia (conforme al

    principio de que todo lo producido tecnocientificamente obedece, de algn modo, leyes

    naturales) han sido procesos que se han sostenido mutuamente con la ayuda y la autoridad

    de interpretaciones tecnocientficas.

    Ahora bien, la configuracin tecnocientfica de cualquier prctica implica entornos

    asimismo tecnocientificados, es decir, configurados como sistemas que han de ser cada vez

    ms controlables. Pues, los sistemas tecnocientficos slo pueden exportarse (es decir, los

    procedimientos y entornos de intervencin tecnocientfica slo pueden estabilizarse y ser

    efectivos en medios culturales extracientficos) si se transfieren, de alguna manera, a esos

    mismos medios culturales las condiciones de laboratorio originarias que garantiza y forman

    parte de su funcionamiento68. De esta forma se intenta eliminar perturbaciones

    potencialmente incontrolables y asegurar la reproduccin y el control al modo tecnocientfico

    de los procesos deseados.