22
393 'Abogada. Notaria. Trabajo final de catedra en la asignatura Historia y Organización del Notariado. e.N.A (del- egación Cordoba), a cargo del Doctor Carlos A. Ighina. Hay muchas dificultades para reconstruir lasrelaciones que vincularon a varones y mujeres en el elevado número de culturas aborígenes distribuidas en el país. La historia se ha focalizado especialmente en las grandes civilizaciones como los mayasylos íncas. Pero ni los incas ni las poblaciones actuales se privaron de limi- tar lasprerrogativasde lasmujeresyaunque existían lascelebraciones a lasdiosas madres como la Pachamama, ello no puede asimilarse al trato cotidiano con las mujeres,dado que entre losincasfue absolutamente común intercambiar mujeres como prendas de arreglos, armisticios, o para prevenir conflictos con otros pue- blos. En ningún caso se conocía la voluntad de las candidatas destinadas a des- posar varones que ni siquiera conocían. Sin embargo, había instituciones creadas Época prehispánica La mujer en la historia argentina ha protagonizado una profunda transforma- ción a lo largo del tiempo, ha sorteado obstáculos y enfrentado las rígidas estruc- turas impuestas a la condición de mujer, trascendiendo los roles esenciales del cuidado de la familia y la maternidad, para acceder, en primera instancia, a la educación, y comenzar a recorrer así un arduo camino en el que ha realizado un aporte significativo, tímidamente relatado por la historia puesto que se sabe re- lativamente poco de las mujeres que fueron verdaderas precursoras en la socie- dad argentina, y que han contribuido a situarla en el lugar que hoy ocupa y que la tiene como protagonista de las funciones más notorias, sin dejar de destacar que hoy las mujeres son lasque constituyen el mayor número de egresadasen las universidades de todo el país. El notariado no es la excepción: fue en sus co- mienzos un universo exclusivode hombres, la historia del notariado refleja la au- sencia de la mujer en sus páginas, y es en el año 1923 cuando aparece la primera notaria universitaria en Córdoba. Propongo recorrer brevemente la historia, ese camino transitado por la mujer hasta la instancia en la que irrumpe en el nota- riado ydesde allí su permanencia a travésdel tiempo en la historia del notariado cordobés. Introducción Por Cvnthía S. Chimbo Mateos I LAMUJER EN LA HISTORIA ARGENTINA Y ELNOTARIADO COLEGIO DE ESCRIBANOS DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90

LAMUJERENLAHISTORIAARGENTINAYELNOTARIADOescribanos.org.ar/rnotarial/wp-content/uploads/2015/07/RNCba-90... · universidades de todo ... y recoger las frutas de! algarrobo, para preparar

  • Upload
    hanhan

  • View
    220

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

393

'Abogada. Notaria. Trabajo final de catedra en la asignatura Historia y Organización del Notariado. e.N.A (del­egación Cordoba), a cargo del Doctor Carlos A. Ighina.

Haymuchas dificultades para reconstruir las relaciones que vincularon a varonesymujeres en el elevado número de culturas aborígenes distribuidas en el país. Lahistoria se ha focalizado especialmente en las grandes civilizaciones como losmayasy los íncas. Pero ni los incas ni las poblaciones actuales se privaron de limi­tar las prerrogativas de las mujeres y aunque existían las celebraciones a las diosasmadres como la Pachamama, ello no puede asimilarse al trato cotidiano con lasmujeres, dado que entre los incas fue absolutamente común intercambiar mujerescomo prendas de arreglos, armisticios, o para prevenir conflictos con otros pue­blos. En ningún caso se conocía la voluntad de las candidatas destinadas a des­posar varones que ni siquiera conocían. Sin embargo, había instituciones creadas

Época prehispánica

La mujer en la historia argentina ha protagonizado una profunda transforma­ción a lo largo del tiempo, ha sorteado obstáculos y enfrentado las rígidas estruc­turas impuestas a la condición de mujer, trascendiendo los roles esenciales delcuidado de la familia y la maternidad, para acceder, en primera instancia, a laeducación, y comenzar a recorrer así un arduo camino en el que ha realizado unaporte significativo, tímidamente relatado por la historia puesto que se sabe re­lativamente poco de las mujeres que fueron verdaderas precursoras en la socie­dad argentina, y que han contribuido a situarla en el lugar que hoy ocupa y quela tiene como protagonista de las funciones más notorias, sin dejar de destacarque hoy lasmujeres son las que constituyen el mayor número de egresadasen lasuniversidades de todo el país. El notariado no es la excepción: fue en sus co­mienzos un universo exclusivode hombres, la historia del notariado refleja la au­sencia de la mujer en sus páginas, y es en el año 1923 cuando aparece la primeranotaria universitaria en Córdoba. Propongo recorrer brevemente la historia, esecamino transitado por la mujer hasta la instancia en la que irrumpe en el nota­riado ydesde allí su permanencia a travésdel tiempo en la historia del notariadocordobés.

Introducción

Por Cvnthía S. Chimbo Mateos I

LAMUJER EN LAHISTORIA ARGENTINA YELNOTARIADO

COLEGIO DE ESCRIBANOSDE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90

394

por los incas que permitían cierto grado de participación femenina, entre las quesobresalía la figura de la cotla, que era la consorte del inca. Según los conquista­dores españoles, muchas de ellas oficiaban en actividades destinadas a lidiar conlo sobrenatural mediante ritos de hechicería, lo que contribuyó a crear una seriede leyendas sobre la magnitud de sus poderes y la eficacia de sus designios, sinduda, se trataba de versiones un poco fantasiosas teñidas por la imaginación delos narradores españoles acerca de la condición de estas nativas; no obstante, enningún caso, estas versiones sirvieron para alejarlos e impedir que las sometieransexual mente. En ningún caso las mujeres sobresalieron en la consideración social.Con respecto a las comunidades patagónicas originarias, el pueblo mapuche seradicó a ambos lados de la cordillera. y en nuestro territorio se extendió porNeuquén, Río Negro y hasta Tierra del Fuego. En la tradición sacramental ma­puche las mujeres ocupaban un lugar significativo en cuanto a conjurar malefi­cios como hechiceras. Las mujeres podían influir, pero no determinabandirectrices fundamentales del poder; sin embargo, tenían participación en lastareas domésticas, en las actividades del tejido e incluso en el proceso de esquilary limpiar la lana, el trabajo en los telares, pero no intervenían en la negociaciónde los productos, cuestión reservada al cónyuge.En las tribus de! litoral no había participación de las mujeres en actividades dela caza, aunque realizaban tareas agrícolas, por lo que de ellas dependía la siem­bra y la recolección de la mandioca, el algodón y el maíz, sin perjuicio de quelas formas de vida de los guaraníes fueron influenciadas por las misiones evan­gelizadoras de los jesuitas.Otro grupo cercano al área del litoral fue el de los mocovíes, también evangeli­zados por los jesuitas. Las crónicas españolas revelan que los trabajos más peno­sos eran realizados por las mujeres, que a menudo eran castigadas y maltratadaspor sus maridos. Tenían a su cargo tareas que ponían a prueba su resistencia fí­sica, tales como buscar la leña, cuidar los caballos, y cuando la tribu cambiabade asiento eran las mujeres las que cargaban los caballos con los enseres, losniños y arreglaban los equipajes en grandes alforjas, siguiendo al trote la marchade la tribu, además de instalar e! nuevo campamento en el lugar elegido por elcacique y ahí debían buscar la miel silvestre, y recoger las frutas de! algarrobo,para preparar la chicha con la que se emborrachaban los mocovíes. Pero sonestos aborígenes la única etnia en la que era rarísimo e! amancebamiento; gene­ralmente, eran monógamos y sólo podían repudiar a su cónyuge si esgrimían ra­zones valederas.Lo cierto es que cuando los españoles arribaron, quienes actuaban como repre­sentantes de los pueblos, aunque con recelo, parecían dispuestos a una conviven­cia pacífica, y no tuvieron inconvenientes en proceder según la norma milenariade la entrega de mujeres. El sometimiento de las nativas por la fuerza, es el origendel mestizaje en e! nuevo continente.

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90COLEGIO DE ESCRIBANOS" DE LA PROVII\;CIA DEU)RDOBA

395

'CRRES Mariano F., 2006, Una biografia heterodoxa de Colón, el almirante sin rostro, EDAF ed irionv»,Madrid, p. 243.'PON DE Eduardo Bautista, 1967, Origen e Historia del Notariado. [le Palma ediciones, Buenos Aires, p. 362.

Es en esta época donde aparece por primera vez en nuestra historia la figura delnotario, que es traído desde el viejo mundo. En Córdoba este momento tras­ciende en el tiempo hasta nuestros días, porque es aquí donde aparece el primerdocumento notarial: nada menos que el acta fundacional de esta ciudad, reali­zada por el escribano de Su Majestad, don Francisco de Torres, a requerimientode don Jerónimo Luis de Cabrera.En España eran vendidos todos los oficios, es decir, todas las funciones públicaso directamente relacionadas con la actividad pública, y por herencia, por malha­dada herencia, ocurría lo mismo en Amértca.'Se podría decir que en esta época hay dos hechos notorios: uno, la preocupaciónde la Corona por la evangelización de estas tierras; y el otro, la pródiga descen­dencia ilegítima que dio lugar al mestizaje, como consecuencia del gran númerode concubinatos que dos siglos más tarde trató de contener el Concilio deTrente. al imponer el casamiento eclesiástico como única institución de aparea­miento.Si bien los primeros conquistadores recibieron mujeres del más alto linaje abo­rigen, procreándose así los primeros mestizos, las reglas de la colonia olvidaronla alcurnia de las nativas y pronto el amancebamiento alcanzó a las más diversasclases de mujeres, extendiéndose luego a las esclavas. Pulularon entonces las di­ferenciaciones de castas, que producían los apareamientos con cruces de razas.La cercanía o lejanía con la raza blanca, que se consideraba a sí misma como lacasta superior, daba lugar a las inclusiones y las exclusiones. La descendencia ile­gítima, de una ()varias mujeres, constituye uno de los acontecimientos más no­torios en lo que hoy llamamos Latinoamérica. En el segundo viaje de Cristóbal

Época colonial

La presencia del notario surge desde la gestación misma de la expedición colo­nizadora organizada por Colón. En los relatos de la historia aparece el notariocomo una presencia necesaria en los hechos más trascendentes cumpliendo sufunción fedararia.La tradición afirma que fue el escribano Francisco Fernándcz quien dio lectura,en la iglesia de San Jorge, a la Real Provisión del 30 de abril dictada por los ReyesCatólicos en la que se daba cuenta del nombramiento de Colón como capitánmayor de una armada a la que Palos debía contribuir con carabelas "aderezadase puestas a punto"."

COLEGIO DE ESCRIBANOS PDl LA PROVI:-':CIAm C(lRDOBA r)REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90

396

'BARRANCOS Dora, 2007, Mujeres en la sociedad argentina, Una historia de cinco siglos, Sudamérica edi­cienes Buenos Aires, p. 36.'BARRANCOS Dora, ob. cit., p. 38.

Colón se embarcaron algunas mujeres, no todas en calidad de esposas, y las quelo hacían como tales no ocupaban el mismo lugar del marido en las ceremoniasciviles o religiosas.Además de tener que soportar la discrecionalidad moral desus cónyuges,puesto que era habitual que los españoles de toda edad y condiciónse hicieran de concubinas entre las indígenas. La vida colonial en el Río de laPlata transcurrió con mujeres de mundos contrapuestos, y mas allá de las dife­rencias que las segmentaron y hasta las enfrentaron entre sí, estuvieron marcadaspor la común experiencia de la subordinación patriarcal o conyugal.Muchas mujeres ingresaban a órdenes religiosas luego de grandes decepciones,ya sea por la soltería, o como escape frente a las imposiciones de acuerdos ma­trimoniales signados por el interés patrimonial, en algunos casos la viudez, o porsentimientos de desprotección en una época en que las mujeres contaban conpocas alternativas.Doña Leonor de Tejeda era una mujer muy rica, aunque con problemas de re­conocimiento debido a su inocultable origen mestizo, y se ha sostenido que unestado depresivo la condujo al misticismo y a fundar el Convento de Santa Ca­talina de Sena, en la orden dominica, en 1613,en Córdoba."Lavida religiosa era una parte sustancial de la existencia de la inmensa mayoríade las mujeres pertenecientes a la selecta raza blanca o familias de la elite de lacolonia, en la que la misa constituía una oportunidad para socializar.Saber leer y escribir era algo poco común en algunos hombres y excepcional enlas mujeres, pero en los conventos se enseñaba a las congregadas el hábito de lalectura y la escritura. Se ha sostenido que una de las primeras obras escritas feme­ninas locales-con ánimo literario- se debe a las carmelitas de Córdoba, que dedi­caron un conjunto de poemas a un obispo muerto a inicios del sigloXIX.sAunque no todas ellastuvieron este beneficio, sino lasmonjas de mayorjerarquía.Lavida en los conventos congregaba a un buen número de mujeres, no todas ne­cesariamente monjas; había también servidoras, la mayoría negras o mulatas,que contribuían a la limpiezay demás quehaceres domésticos por mínimas remu­neraciones. Además los conventos producían alimentos, costura y bordados.También había mujeres que trabajaban fuera de los conventos, en los campos,villas mineras y en las ciudades coloniales; la mayoría se dedicó a los serviciosdomésticos, en los que se registra un número importante de esclavas.Surge asimismo la tarea de nodriza, que se desempeñaba en las familias más en­cumbradas, cuidando en muchos casosa la descendencia ilegítimabajo el mayorsecreto acercade sus progenitores. Las indígenas participaban en diversas labores,siendo el servicio doméstico el principal trabajo femenino entre los siglosXVIIy XVIII.

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90COLEGIO DE ESCRIBANOSDI: LAPROVINCIA DEC(lRDOBA

397

6BARRANCOS Dora. ob. cit., p. 38.7 BARRANCOS Dora, ob. cit., p. 61.

La revolución de mayo puso fin a la época colonial, y las guerras de la indepen­dencia trajeron grandes cambios, que no influyeron significativamente en losmenguados derechos de las mujeres, marcados por la completa desigualdad conlos hombres. En la larga guerra de la independencia hubo participación de lasmujeres.En algunas oportunidades, como ocurrió con los restos de las tropas del GeneralBelgrano, que regresaban de! Norte, las mujeres acompañaban a los maridospero deseando tomar parte activa en la contienda -no pocas usaban las ropas delos regulares y empleaban fusíles-. Enterado de la situación, el comandante delRegimiento de Dragones -rnedroso de lo que pudiera devenir de tamaña osadía­las envió a Córdoba y allá fueron encarceladas en el Cabildo."En esta época de gran diversidad social y étnica, e!matrimonio era la expectativamás importante para las mujeres, por lo que su educación se limitaba a "casar­las", puesto que resultaba verdaderamente deplorable quedarse soltera, ademásde ser un verdadero problema para la familia: ¡Qué sería de! destino de sus hijassin casamiento, siendo incapaces de ganarse e! pan!Para contraer matrimonio se necesitaba la venia paterna si se era menor de 25años, es decir, se necesitaba casi siempre porque las mujeres se casaban muy jó­venes y no era extraño encontrar abuelas de poco más de treinta años. Estaba pre­vista la acción judicial en caso de que no se obtuviera la venia paterna paracasarse, dando lugar a una causa por disenso.Una minuciosa investigación realizada en Córdoba pone en evidencia que e!45% de los juicios de disenso entre 1788y 1809, tuvieron que ver con cuestionesde "limpiezade sangre", y que la segunda razón invocada se atribuía a problemasde "linaje", representando e! 26%.7Un precedente, en estos casos de disenso, tiene como protagonista a la célebreMariquita Sánchez -perteneciente a una de las familias burguesas más conoci­das- a quien sus padres le impedían casarse con e! hombre de quien se había en­amorado, Martín Jacobo Thompson, porque eran primos en segundo grado, yademás porque ya tenían destinado para ella a un rico español llamado Diego delArco, considerablemente mayor. Pero Mariquita era una mujer con una persa-

Período independiente

La figura del notario no ocupa en esta época un lugar honorable dentro de la sa­ciedad: la venta de oficios genera el descrédito en cuanto a la selección y desig­nación de los notarios.

COLEGIO DE ESCRIBANOS ~DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA ~

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90

398

nalidad arrolladora, y se revela ante la autoridad familiar, haciendo valer su de­recho a elegir: finalmente, es judicialmente autorizada a casarse. Su casa se cons­tituyó en centro emblemático de la política y la cultura pro revolucionaria: casitodos los varones prominentes de la política pasaron por su memorable salón,que también acogía a mujeres con fines de lectura colectiva.Algunos historiado­res han sostenido que, en estas reuniones, Bernardino Rivadavia trazó las prime­ras ideas para la creación de la Sociedad de Beneficencia. Mariquita ejercía unpoderoso atractivo intelectual entre el grupo de jóvenes opositores a Rosas. Lasociedad elitista a la cual pertenecía, perdonaba su libertad y debido a su en­cumbrada posición logró evitar la condena social. Si bien su familia le había le­gado una de las fortunas más importantes, durante su vejez tuvo que enajenarvarios bienes raíces para sortear la falta de dinero.En Buenos Aires comienza a desarrollarse la actividad de costureras y modistasa propósito de grandes encargos realizados por las señoras de la alta sociedad, ensu mayoría criollas, ahora consideradas españolas, ya que las peninsulares autén­ticas, si bien eran las de estatus más elevado, perdieron posición por falta de ri­queza. Las mujeres abandonaron los atuendos sencillos para el día y pasaron amodas exigentes en detalles, auxiliadas por las modistas y también por la insta­lación de grandes tiendas; se imponían los estilos de la costura francesa y se con­taba con telas suntuosas y complementos tales como sombreros, guantes ysombrillas, provenientes del viejo continente. Fue evidente que a partir de la ves­timenta se podía determinar el grupo social de pertenencia de las mujeres de laépoca. Lasmujeres de los sectores populares debían conformarse con la imitaciónde la alta costura. Córdoba, en sus clubes y asociaciones, no escapó a la influen­cia de la beUeépoque, y las familiasmás tradicionales hacían gala de su ostentación.Las carreras de caballos contaban con los hombres y mujeres de elite y era unlugar de fiesta y de exhibición.La educación de las mujeres no progresó demasiado, pero las niñas de familiasencumbradas pudieron concurrir a los primeros establecimientos de enseñanza,por cierto escasos, cuando Rivadavia introdujo el sistema "lancasteriano", quepermitía a los pupilos más adelantados orientar a los de las clases iniciales. Lalectura se hacía dentro del ámbito familiar, después de la hora de la cena; sepuede decir que hubo algunos avances, pero sólo en los sectores de elite, en lasprimeras décadas del sigloXIX.Uno de estos avances, dentro de este sector, lo constituía la Sociedad de Benefi­cencia que contaba con algunas preceptoras y también institutrices, en su granmayoría extranjeras, que enseñaban a las hijas de las familias importantes elidioma francés.Las niñas no pudientes apenas podían alcanzar la alfabetización, limitándose laformación que recibían al aprendizaje de labores manuales, costura, bordado,crochet. En esta época, aumenta la vida social: la pulpería era un lugar de reu-

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90COLEGIO DE ESCRIBANOSDE LA PROVINCIA DE CORDOBA

399

Si bien en el mundo ya se había gestado el movimiento feminista, en Argentina,el verdadero cambio en la vida de las mujeres es producido por Domingo F. Sar­miento. quien establece la educación elemental para beneficiar tanto a varonescomo mujeres, y esto introduce, sin lugar a dudas, un verdadero elemento deequilibrio entre ambos sexos, y una gran oportunidad que las mujeres sabenaprovechar para comenzar a instruirse, conquistar espacios y empezar a salir delsometimiento paternal o conyugal en el que se encontraban, para plantearse nue­vas posibilidades y prepararse, a través de la educación, para un nuevo siglo quelas tendrá como protagonistas.Otro hecho trascendente para el notariado, lo constituye la sanción del CódigoCivil, que vio la luz en 1869, porque en títulos III y IV de la sección segunda dellibro n, regula los instrumentos públicos y las escrituras públicas, en particular,y con esto da un marco legal a la función notarial.Con relación a la mujer, cabe señalar que el Código Civil determinó la incapa­cidad relativa de la mujer casada, colocándola bajo la autoridad y representacióndel marido. La mujer casada no podía, sin el consentimiento de su marido, tes­tificar, ni iniciar juicio; tampoco tenía derecho a educarse ni realizar actividadescomerciales, sin su consentimiento; el marido era el administrador de todos losbienes, inclusive los aportados por la mujer al matrimonio. Pero debe recono­cerse a Vélez Sársfield el gran beneficio que significó para las mujeres el derechoa los bienes gananciales; esto es, sin dudas, un gran avance, un beneficio con elque pudieron contar. Los bienes gananciales fueron un recurso del que pudierongozar las mujeres cuando se separaban. Quizás el hecho de que Aurelia, su hijay gran colaboradora suya, hubiera atravesado esa experiencia, aunque luego

Época de cambios

nión, como así también e! café; estos lugares estuvieron vedados a las mujeresdecentes. El código moral imponía que las mujeres fueran acompañadas a cual­quier lugar público por las llamadas "chaperonas", que eran otras mujeres, cria­dos o criadas, o algún hombre de la familia. Esto era una garantía de moral ybuen comportamiento, y perduró hasta un siglo después.El notariado comienza a fortalecerse a partir de! 25 de mayo de 1810. Los nota­rios españoles podían conservar este oficio si se naturalizaban dentro del términode los ocho días. La figura del notario va adquiriendo mayor relevancia: e! de­creto de 1830 del gobernador Juan Manuel de Rosas, regula a los notarios de re­gistro y numerarios en cuanto al protocolo, la superintendencia y la toma derazón de los créditos hipotecarios. Finalmente, la ley 1494 de 1884, regula la ex­propiación de escribanías y suprime el régimen la venta de oficios, con excepciónde los enajenados a perpetuidad.

COUC;IO DE lSCRIl\ANOSDE LA I'ROVI~ClA DE CC)RDOBA

REVISTA NOTARIAL 2008/02·· N° 90

400

R LANATAJorge, 2002, Argentinos, tomo 1, EdicionesB ediciones, BuenosAires,p. 293.'BARANCOS Dora. ob. cit., p. 114) ss.

quedó viuda, motivó a Vélez Sársfield a este avance. Cabe destacar que Aureliaera una mujer muy inteligente y culta, que ayudó mucho a su padre como efi­ciente secretaria en la difícil tarea de la codificación.Sarmiento manifestó una incuestionable inclinación por el derecho de las mu­jeres a la educación -de que antes estaban privadas- y con este aporte eleva sucondición ymarca una gran diferencia, motivado quizás por sus continuos viajesa Estados Unidos que le otorgaron una visión adelantada en materia de ciertosderechos femeninos o, tal vez,haya influido el profundo sentimiento de amor yreconocimiento que sentía por su propia madre. "Una madre consagrada al telarpara pagar las deudas"."Es durante su presidencia cuando se nombra a la primera funcionaria públicamujer, como vocal del Departamento General de Escuelas,y más tarde es miem­bro de la importante Comisión Nacional de Escuelas. Ella es Juana Manso, unaverdadera precursora feminista, que realizó importantes contribuciones a laemancipación femenina.Debido a la mejora en la educación, un gran número de mujeres se dedicaron aescribir y, en algunos casos,hasta pudieron obtener algunos ingresoscon este ofi­cio, pero tendrán muchas dificultades para ser reconocidas dentro del campo li­terario. Así, en 1852 apareció el periódico La Camelia, cuya dirección estuvo acargo de Rosa Guerra. En sus hojas, se refiere al estereotipo de lo femenino,pero con cierta chispa en pro de la emancipación. También se destaca JuanaManso por su Álbum de Señoritas, que pretende despertar la conciencia de la sa­ciedad sobre las limitaciones que padecen lasmujeres en materia de educación.Otro periódico que apareció antes de finalizar el siglo, fue La Ondina del Plata,en el que pudieron expresarsemuchas mujeres con opiniones más sueltas ygestosreivindicativos. La Voz de la Mujer fue una publicación precursora en alentar es­pecialmente a las obreras para que sacudieran el sojuzgamiento, difundir losprincipios del "amor libre" y enfrentar los valores tradicionales representadospor la religión y sus ministros.El núcleo de las escritoras del sigloXIX está representado por, al menos, cuatronombres destacados: Juana Manuela Gorriti, Eduarda Mansilla de García, Jose­fina Pellizade Sagasti y Clorinda Matto de Turner.?El primer escollo que tuvo que enfrentar Sarmiento fue la falta de educadoras,por lo que, en 1883, un grupo de veintitrés jóvenes maestras arribaron al país,procedente de los Estados Unidos, la mayoríade ellasde formación religiosapro­testante por lo que tuvieron que enfrentarse a una sociedad reticente a este cam­bio, católica y con estrictos patrones morales impuestos a las mujeres, por Loque estas educadoras eran vistas como una verdadera amenaza.

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90~ COLEGIO DE ESCRIBANOS~ DE LA PROVINCIA DE CORDOBA

401

Pasada la década de 1870 eran todavía escasas las instituciones que abrían suspuertas a las mujeres.Las prestigiosas Universidades de Oxford y Cambridge recién por entonces lasadmitieron. Lo hacían en ambientes separados de los varones, pero al finalizarsus estudios tenían enormes dificultades en conseguir el reconocimiento de sustítulos de grado. Esta cuestión se resolvió recién al finalizar la segunda guerramundial. En América Latina las mujeres sólo pudieron ser admitidas en las ca­rreras universitarias entre 1880 y 1890.En Argentina, la educación primaria obligatoria y el gran número de adeptasque captó el magisterio favorecieron la idea de una educación universitaria en lasmujeres.Las rígidas estructuras de las universidades no cedieron fácilmente a la idea deque las mujeres ingresaran a las casas de altos estudios; en esos tiempos había quetener tenacidad y coraje para arriesgarse en esta empresa. Además de afrontar conestoicismo ser consideradas "descocadas" para la época, por una sociedad aún re-

Lasprimeras mujeres universitarias en Argentina

La inmigración masiva a estas tierras potenció el desarrollo poblacional y co­menzaron a propagarse las doctrinas socialistas que abogaron por los derechosde! proletariado y las mujeres.En 1896 e! socialismo surgió como fuerza partidaria. Sin duda, se trató de unafuerza que alentó la participación femenina en política. También surge comopartido la Unión Cívica Radical, a la que se debe la iniciativa del voto femeninoen 1919.En Buenos Aires surge el Centro Socialista Femenino: su acción se dirigió a pro­mover los derechos de las mujeres y los niños. También encaró importantes ma­nifestaciones en favor del divorcio. Se destaca, en este sentido, la actuación enbeneficio de las obreras realizada por Carolina Muzzilii, quien conocía a fondola problemática y el abuso al que estaban expuestas las mujeres trabajadoras por­que ella misma lo fue desde los doce años.Con este panorama de limitaciones que enfrentaban las mujeres resulta imposi­ble vislumbrar a alguna de ellas dentro de los primeros intentos de colegiacióndel notariado en Córdoba, en 1897, época en la que se forma el Centro Nota­rial.Pero la transformación ya se había iniciado: las mujeres estaban dispuestas a ele­var su condición intelectual; pronto e! magisterio se tornó un dominio femenino,y comenzó a ser una función apta para las mujeres dentro de la sociedad, lo queimportó un notable progreso que les permitió salir de! hogar y ganar su propiodinero. El trabajo femenino en la educación gozó de alta estima.

COI.ECIO DI' ESCRIBANOSDE 1A PROVI\JClA DE CORDOBA

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90

402

ticente a este cambio.En la década de 1880, la Universidad de Buenos Aires es la primera en abrir suspuertas a las mujeres, y así aparece una verdadera precursora, la primera mujeren iniciar una carrera universitaria superior: Élida Passo, quien comienza sus es­tudios en la Facultad de Humanidades y Filosofía de la Universidad de BuenosAires, donde cursó tres años, y aunque no finalizó la carrera rindió cuatro ma­terias en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicasy Naturales. Dada las concep­ciones de la época y el rechazo que generaba la presencia de una mujer en launiversidad, no es difícil suponer el ambiente hostil que debió enfrentar y quela llevó a pasarse a la carrera de farmacéutica, apoyada por su padre quien tam­bién era farmacéutico.Élida Passo se convierte así en la primera mujer universitaria, y se graduó de far­macéutica en el año 1885.Al finalizar esta carrera quiso matricularse en medicina, pero la institución lenegó la inscripción, alegando las adversidades que generaría compartir el apren­dizaje con varones, por lo que debió sortear un litigio con la Facultad de Medi­cina. Este recurso judicial iniciado por Élida tuvo mucha repercusión en la época,tanto en el ámbito académico como en los diarios del momento. Su petición yel gran empeño que puso en concretar su meta tuvieron éxito, y debió ser admi­tida por la Facultad. Desafortunadamente, Élida falleció de tuberculosis antesde terminar la carrera.La segunda inscripta fue Cecilia Grierson, en Medicina, en el año 1889. Pudoingresar poco tiempo después que Élida Passo. La circunstancia de que esta hu­biera planteado un recurso en la justicia le permitió a Cecilia Grierson matri­cularse sin mayores obstáculos.Cecilia era hija de un propietario rural y se había desempeñado como institutrizy maestra. Esta notable mujer, con 23 años, ingresó a la Facultad de Medicinade la UBA. Mientras era estudiante fundó la primera Escuela de Enfermeras delpaís, motivada en su experiencia durante la epidemia de cólera que azotó al país.En 1904, fundó laAsociación Universitaria Argentina con el objetivo de que lasmujeres accedieran a la educación universitaria y práctica profesional. Realizóasi­mismo una activa defensa de los derechos políticos y civiles de las mujeres.La tercera inscripta en Medicina fue Elvira Rawson, quien comenzó sus estudiosen la Escuela Normal de Mendoza, de donde egresó en 1884 como maestra nor­mal. En 1885, inició los estudios de Medicina en la UBA, y en el año 1892 serecibió de médica, convirtiéndose en la segunda médica egresada en el país. Du­rante la revolución del 90, se destaca por la atención a los heridos de ambos ban­dos y se ganó así el reconocimiento público del Doctor Leandro N. Alem. Formóparte del Consejo Nacional de Mujeres, y participó de la creación del primerCentro Feminista. Es notable su actuación en el Primer Congreso Femenino In-

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90~ COLEGIO DE ESCRIBANOS~ DE LA PROVINCIA DE CC)RDOBA

403

reBORDA Guillermo A., 1993, Manual de Derecho de Familia, Ed. Perrot, Buenos Aires, p. 145.

ternacional, que se realizó en Buenos Aires en el año 1910.Nunca descuidó su vida personal, puesto que se casó y fue madre de diez hijos.Julieta Lanteri comienza a estudiar en la UBA gracias a un permiso especial deldecano, Doctor Leopoldo Montes de Oca, y en 1907, al recibirse, se convierteen la quinta médica del país. Julieta llegó de Italia con su familia siendo muy pe­queña y se radicó en la ciudad de La Plata. Ingresó en 1886 al Colegio Nacionallo que le permitió pensar en la posibilidad de continuar sus estudios en la uni­versidad. Realizó una intensa actividad política destinada a lograr el derecho alvoto de lasmujeres. En 1919se convirtió en la primera candidata mujer de la po­lítica nacional.AliciaMoreau ingresó en 1907a la facultad de Medicina y se recibió con diplomade honor en 1915. Su familia emigró a Argentina desde Londres, siendo ellamuy pequeña, y se instalaron en la ciudad de Buenos Aires. Durante su forma­ción universitaria prestó especial atención a las enfermedades sociales relaciona­das con la discriminación de la mujer y el trabajo. Se destacó como una figuraimportantísima del feminismo en Argentina.La Medicina es inicialmente la carrera elegida por las primeras universitarias;esta orientación está vinculada con las funciones de cuidado y asistencia atribui­das a la condición de mujeres, pero al poco tiempo las mujeres comienzan aelegir otras carreras universitarias.A medida que las mujeres alcanzaron mayor educación comienzan a reclamar laigualdad jurídica. A partir del año 1926 con la sanción de Ley 11357se realizauna reforma al Código Civil, que mejora significativamente la situación de lamujer casada en el camino hacia la capacidad jurídica plena.Ahora los únicos actos para los cuales se requería todavía la autorización maritaleran: disposición de los bienes propios a título gratuito, limitación que no existíarespecto a los adquiridos con su comercio, profesión o industria; y aceptación lisay llana de herencias, pues antes debía hacerlo con beneficio de inventario. !O

Es importante tener en cuenta de que la patria potestad siguió siendo una facul­tad de los hombres.La mujer dentro de la sociedad argentina inicia un proceso de emancipacióncivil y política que no tiene retorno.Con la Ley 13010obtiene el derecho al voto, la Convención de Bogotá de 1948,ratificada por nuestro país, le acordó los mismos derechos que el hombre. LaLey 17711del año 1968, elimina los vestigios de las diferencias que quedan encuanto a la administración y disposición de bienes, y finalmente recién en elaño 1985, la Ley23264 suprime toda diferencia entre marido y mujer con rela­ción al ejercicio de la patria potestad.

COLEGIO DE ESCRIBANOS ~DE LA PROVINCIA DE CORDOBA ~

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - W 90

404

La universidad como fiel reflejo del devenir histórico y las concepciones de laépoca fue durante mucho tiempo un espacio reservado sólo para los hombres,pero ha sido también el reflejo del avance de la mujer y la conquista de espaciosuniversitarios que han impactado en su vida académica.Angela Sertini es la primera mujer que egresa con el título de partera de la Uni­versidad Nacional de Córdoba, en un ano en el que queda consolidado el ingresode las mujeres a esta institución de estudios superiores. La sigue Clementina Ál­varez con el mismo título en el año 1887.Margarita Zatzkin es la primera mujer cgrcsada como farmacéutica en 1905, y enel año 1909 se convierte también en la primera mujer egresada de Medicina.Ana María Cororninas, en 1921,es la primera mujer que egresa como odontólogade esta institución de altos estudios.Mercedes Orgaz, por su parte, es la primera notaria que egresa el 13 de diciembrede 1923. Elisa Ferreyra Vidcla es la primera egresada de la carrera de Abogacíaen 1929.Con el tiempo la mujer fue consolidando su lugar dentro de la vida universitaria:en el año 19H4 asume la primera decana en la Universidad Nacional de Córdoba,al frente de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Es la Dra. Berta Kallerde Orchansky, con un notable desempeño en la vida académica de esta Univer­sidad; se destaca asimismo en su vida profesional al integrar el Superior Tribunalde Justicia de la Provincia de Córdoba, llegando a ocupar la presidencia de esteTribunal. Dejó una impronta marcada por su personalidad y su excelente desem­peño profesional.En el año 1988, asume como decana de la Facultad de filosofía y Humanidades,María Salerne de Burnichón.En la década de los 90 Hcbc Goldenhersh se convierte en la primera decanamujer de la Facultad de Ciencias Económicas.La Facultad de Psicología, con la decana Ana Alderete, y la de Lenguas con la de­cana Cristina Elgue de Martín, marcan también la presencia de la mujer en laconducción de la vida académica.El egreso femenino de la Universidad Nacional de Córdoba desde 1884, ha idoen sorprendente aumento hasta convertirse las mujeres en el mayor número degraduadas. Es la carrera de Ingeniería la única que mantiene mayoría masculina.Actualmente, las mujeres constituyen más dcl60% de la población universitaria.Silvia Carolina Scotto, Doctora en Filosofía, en el año 2007, se convierte en laprimera mujer que dirigirá, como rectora, la Universidad Nacional de Córdoba,rompiendo de esta manera una tradición de 384 años.

Lasmujeres en la Universidad Nacional de Córdoba

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - 1\°90COLEGIO DE ESCRIMNOSDELAI'RllVI i\CIA DECO!\DOBA

405

1: FALDA de LOSADA Maria José, Ahogada. "tus pnrucros escribanos de la (iulad d" Rio VI", trabajo finalde cátedra en la asignatura Historia y Organiaación del Notariado, L.N.A (dclczación Córdoba). a caruo delDoctor Carlos A. lghina.12 Acceso ti la función notarial, NíJ(aTíado Arcenuno, Artículos )' ¿nswws sobre lu ¿l'olul~!ón y proyección dd Notariado de1" RepúhUca A-gentina en los CJneucllta años de la Unión Internacional dd Notariado L"tíno 1948-1998, Consejo Fed­eral dd Notariado Argentino, Capital Federal ediciones, 1998, Buenos Aires, p. 3íl.

(_a m uj(:·r

en lo ..."r()f(",i()n~

En e! año 1934, la revista femenina Para Tieditó un almanaque titulado "La mujer en lasprofesiones", en el cual se pueden ver las foto­grafías de tres escribanas de la época, que im­pactan por su juventud y elegancia. Estealmanaque, verdadera reliquia como testi­monio de las primeras notarias, se encuentraen el Museo Notarial Argentino."

Lasprimeras notarias

La primera notaria argentina es Isaura del Carmen Quiroga. Nació e! 19de octu­bre de 1865 en Achiras, hija de Fructuoso Sarandon, quien no le dio su apellidopero se preocupó por su educación. Al fallecer prematuramente su madre, Isauraes enviada a San Luis donde completa sus estudios. Quería ser notaria y para ellosolicitó al Superior Tribunal de Justicia de esa ciudad se le extendieran los docu­mentos que acreditaran el título, previo examen de aptitud que debía rendirse deacuerdo a los cánones existentes.Isaura del Carmen Quiroga contaba con e! asesoramiento de dos distinguidosmiembros del foro puntano que esgrimieron la defensa del derecho a trabajar de!que gozan todos los habitantes, sin distinción de género, confrontando con quie­nes argumentaban la imposibilidad de las mujeres para determinados cometidos.Obtuvo el título de escribana el 10de septiembre de 1896 y lo ejerció activamente.lsauru del Carmen Quiroga era la primera escribana pública, no solo del paíssino del mundo."

COLEGIO DE ESCRlBANOSDEU\ I'ROYII\CIA DI CORI'OBA

La primera notaria en Argentina yen el mundo

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90

406

11SOSA de NEWTOl\: Lily, 2007. Las argentinas y su historia, Feminaria editora, Buenos Aires, p. 298.

La función notarial debía ser ejercida solamente por los varones; la relevancia yel prestigio de esta función pública excluyó a las mujeres: hasta entrado el sigloXX no se permitió ejercer el notariado a las mujeres. Teniendo en cuenta la in­capacidad relativa de hecho que le imponía el Código Civil, no resulta extrañaesta exclusión: la mujer no podía ni siquiera ser testigo instrumental ni testigoen los testamentos; mucho menos, ser la autora de un instrumento notarial.La actitud asumida por la Universidad coincidía con las decisiones jurispruden­ciales de la época, que impedían el ejercicio de la función notarial a las mujeres.Lamencionada leyde Derechos Civiles de la mujer abrió la brecha interpretativaen una orientación opuesta."Existen dos fallos jurisprudenciales para recordar a este respecto:a}El de la Corte Suprema de Justicia Nacional que, por sentencia del diecinuevede julio de 1922, posteriormente confirmada en septiembre de 1926, avaló la

La primera notaria en la provincia de Buenos Aires.

Bien entrado el sigloXXse presentó un caso significativo en el que la interesadatuvo que llegar a la Corte Suprema de Justicia. Reclamaba su legítimo derechoa ejercer una profesión para la que había seguido los estudios universitarios co­rrespondientes. Ocurrió en 1922, cuando Ángela Campechioli solicitó que se letomase juramento como escribana pública. El asunto pasó por todas las instan­cias, pero el 6 de julio del año mencionado, hubo un fallode lasCámaras Civilesen pleno, que declaraba que no se hacía lugar a la petición pues la solicitante nisiquiera podía ser testigo. Debe recordarse que recién en 1926 fue modificadoel Código Civil, siendo todavía la mujer una incapaz de hecho. En disidencia semanifestaron Felipe Senillosa yAlfredo Colmo. El primero dijo que correspon­día tomarle juramento previa justificación de su condición de argentína por na­cimiento o naturalizada, y el segundo, que si una mujer puede ser abogada puedetambién ejercer una profesión afín, e incluso inferior en jerarquía a la de letrada.El Procurador General, José Nicolás Matienzo, produjo un dictamen favorable,y finalmente la Corte Suprema de Justicia se expidió en consecuencia, expre­sando que las garantías primarias de la Constitución son la igualdad ante la ley,el derecho de aprender, de trabajar, de no ser privado de lo que la leyno prohíbe,con las que no puede armonizar una decisión judicial que anula el hecho, sinfundamento legalexpreso: un título de idoneidad profesional legítimamente ad­quírido.!'

La primera notaria en Capital federal

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - 1\:°90~ COLEGIO DE ESCRIHANOS~ DE LA PROVINCIA DECÓRDOBA

407

14ARMELLA Cristina Noerru, 1998, Acceso a la función notanal, Notariado Argentino, Artículos y enscyos sobre la evol~ción y proyección del Notariado de la República Argentina en los cincuenta años de la Unión Internacional del NotariadoLatino 1948-1998, Consejo Federal del Notariado Argentino, Buenos Aires, p. 370.15GUEVARA de GUARDlOLA Elena y MORAN de GODOY María Elina, 1976, "Historia del Notariado Ar­gentino. Bosquejo histórico del Notariado Mendocino", en Ret'lsta del Notariado N° 747, Mayo - Junio, ciudadde Mendoza, p. 556.

En 1923,Mercedes Orgaz se convierte en la primera egresada universitaria de lacarrera de escribanía, en la provincia de Córdoba. Esta mujer es una verdaderaprecursora en la historia del notariado cordobés; es el más digno de los preceden­tes para las nuevas generaciones de notarias, pues ella fue quien abrió el caminoy con ese primer paso realizó un aporte significativo que contribuyó a situar ala mujer en el lugar que hoy ocupa dentro del notariado cordobés.Cabe destacar que fue una mujer segura de sus posibilidades dentro del contextosocial, consciente del valor del esfuerzo personal, sensible hacia el prójimo en loindividual yen lo colectivoy, desde una perspectivaque nos acercadirectamente,una profesional del derecho comprometida con su comunidad, celosa de su rol

Mercedes Orgaz. La primera notaria en Córdoba.

En 1935,Carmen Álvarezde García rinde examen ante la Suprema Corte de Jus­ticia. Se le otorga su título y se inscribe en el Registro de Notarios, siendo la pri­mera mujer en hacerlo, ya que, hasta ese momento, por obra de un injustificadoprejuicio, sólo los hombres tenían acceso a dicho Registro. Pocosmeses despuésrinde también un examen ante la Suprema Corte de Justicia, Adela SánchezLahoz de Anglat."En 1938 recibe su título en esa provincia, la primera escribana que lo obtieneen una Universidad Nacional. Se trata de la escribana ElviraCalle de Antequera,quien, muy joven aún, comienza su carrera notarial (...)".15

La primera notaria en la provincia de Mendoza

decisión de permitir a la mujer el ejercicio del notariado.b) El de la Suprema Corte bonaerense que, luego de negar la matriculación a unamujer (Fallos, serie 5, tomo 10, página 436), el 15 de marzo de 1927, mandóque fuese inscripta María Eugenia Rosales de Gauna". 14

El fenómeno de la participación en el ejercicio de la profesión notarial en la pro­vincia de Buenos Aires, encuentra en ella su figura pionera, ya que después deun recurso judicial, pudo comenzar a ejercer el notariado el 19 de Agosto de1927,y lo hizo como titular del registro número 14del partido de Mercedes.

COLEGIO DE ESCRIBANOSDE LAPROVl~CIA DECÓRDOBA

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90

408

"[(j[ ¡¡NA Carlos A .. trabajo cita.lo, r. '59..:[(;i IlNA Carlos A. trabajo citado, p. ól ,"[C>H['-:A Carlos A, rrubajo rita.]o, r. ti l.

y poseedora de legítimas ambiciones a través de una personalidad unánimementerespetada.Al comenzar a investigar acerca de su vida me sorprendió su voluntad de supe­ración en tiempos difíciles, en los que acceder a los estudios universitarios no eramoneda corriente, y para hacerlo además de voluntad había que tener templanzapara enfrentarse a los prejuicios de esa época. Mercedes contó con el incondicio­nal apoyo de su madre, Mercedes Ahumada, y la cariñosa contención de sus her­manos, que la tenían al tanto del devenir de la vida universitaria.Mercedes Orgaz nace el 21 de marzo de 1893 en la Villa de San Pedro, ubicadaen Traslasicrras, Provincia de Córdoba, vive su niñez en la ciudad de Córdobaque por entonces era una población pequeña transitada por carros y jardineras.Recibe su formación primaria en el Colegio Amparo de María, y finaliza su edu­cación básica con excelentes calificaciones.Sus hermanos son el eje de la vida familiar; sus amistades, vinculadas con el ám­bito intelectual y cultural, forman parte de la vida cotidiana de esta familia; lascharlas y debates acerca de la vida universitaria despiertan en Mercedes el interésacadémico y el sueño de alcanzar una tormación universitaria.Entre los años 1814y 1878 se desempeña como decano de la Facultad de Dere­cho y Ciencias Sociales, el Dr. Manuel Lucero; es este decano el que autoriza elingreso de las mujeres a estos claustros.Con 29 anos de edad Mercedes comienza sus estudios medios con el fin de in­gresar a la Universidad. En el afio 1919 comienza sus estudios en el Colegio Na­cional de Monscrrar, y lo hace en carácter de alumna libre, aprobando todas lasasignaturas; cursa cuarto año como alumna regular y aprueba como libre todaslas asignaturas de quinto año. En dos años y dos meses había terminado sus es­tudios secundarios. lb

En el año 1922 ingresa a la Escuela de Notariado de la Facultad de Derecho yCiencias Sociales de la Universidad de Córdoba. Mercedes Orgaz cursó comolibre todas las asignaturas, excepto Práctica Notarial, seguramente aconsejadapor sus hermanos y amistades, conocedores del valor empírico de esta materiatan fundamental para la vida profesional."El 13 de diciembre de 1923 recibe el titulo de notaria, el cual acredita que ade­más de ser la primera notaria, es la primera mujer egresada de la Facultad deDerecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Córdoba.Comienza su práctica notarial con el escribano Nicolás Agüero, titular en ese mo­mento del registro número 56.El 22 de mayo de 1925 es aceptada como escribana adscripta al registro 56, fun­ción que va a cumplir hasta el 7 de mayo de 1931.18

RIVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90;Q COLEGIO DE ESCRIBANOS~ DE LA PROVI~CIA m COROClIIA

409

» IGHI:-\A Carlos A, trabajo citado, p. 64.

Zoe Bialet Laprida nace el20 de julio de 1887, y es hija de Zulema Laprida yJuanBialet Masse.Su madre Zulerna es nieta de Francisco Laprida, algunos dicen que quizás poresta razón contrajo matrimonio un 9 de julio.Los padres de Zulema son Amado Laprida Sánchez de Loria y Tita Brihucga Al­barracín, sobrina de Paula Albarracin, madre de Domingo Faustino Sarmiento.Su padre, Juan Bialet Massé, hijo de Camilo Bialet y Cornos y [oaquina Masse,nace en Matará, ciudad catalana cercana a Barcelona.Zoe crece y tiene un referente importante que es la imagen de su padre, siempreactivo y sumamente instruido ya que es médico, abogado y también empresarioconstructor del dique San Roque.Su hermana Zulema tiene las mismas inquietudes académicas que Zoe, de modoque ambas estudian en el Colegio Nacional del Monserrat.Zulema estudia Odontología y Medicina, y Zoe cursa sus estudios en la Escuelade Notariado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.Zoe es contemporánea de Mercedes Orgaz.Al finalizar sus estudios, comienza a desempeñarse como escribana adscripta alRegistro 75, cuyo titular es el mismo Severo Cabanillas, y es adscripta a este re­gistro desde el 25/05/1926 hasta el 06/06/1927.Zoe tiene el mérito de ser la primera escribana titular de Registro en la Provinciade Córdoba, posición que alcanza en el año 1927. Toda una adelantada para laépoca, verdadera precursora en e! notariado cordobés.Es titular de! registro 61 de Capital desde el 13/06/1927 hasta el 29/08/1933.Después de esta fecha Zoe se traslada a vivir a la ciudad de Buenos Aires, y con­tinúa en esa ciudad ejerciendo como escribana hasta su retiro.

Zoe Bialet Laprida, primera notaria titular de Registro de la provincia de Córdoba.

Mercedes se casa con Pedro Agüero Lahore, hijo de Nicolás Agüero, quien cola­boraba en la escribanía de su padre.Mercedes Orgaz asume la titularidad del registro notarial 178 de Capital, el 7 demayo de 1931, año de su creación, y se instala en la segunda cuadra de la calleDeán Funes, entre Rivera Indarte y avenida Vélez Sársfield, en un edificio si­tuado en diagonal respecto del de la Legislatura de la Provincia, donde actual­mente existe un negocio de librería."El 22 de diciembre de 1969, a los 76 años de edad, muere esta notable mujer,indiscutible precursora, un verdadero baluarte para las mujeres notarias y unejemplo digno de recordar.

COLEGIO DE ESCRIBANOSDE LA PI,OVI~CIA DE CORDOBA

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90

410

te Datos aportados por IGHINA Carlos A., Abogado, Notario y Profesor Superior en Ciencias Jurídicas, Pro­fesor Titular de Historia y Organización del Notariado, Delegación Córdoba de la Universidad Notarial Ar­gentina." IC,HINA Carlos A, .dem.2'IGHINA Carlos A, ídem."IGHINA Carlos A, .dem,

El26 de abril de 1917se forma el Colegio de Escribanos de Córdoba, siendo ele­gido como primer presidente el escribano Feliciano Peralta. Se inicia como unainstitución privada, que además de agrupar a los notarios, consolida las normas

Las mujeres en el Colegio de Escribanos de la Provincia de Córdoba.

En este contexto, la mujer puede estudiar sin requerir la autorización del marido,y es así como el notariado despierta interés entre algunasmujeres, que comienzana estudiar en la Universidad Nacional de Córdoba. Estas mujeres continúan elcamino iniciado por Mercedes Orgaz, y consolidan la posición del género en elejercicio de la función fedataria. Estas mujeres también son precursoras para laépoca y realizan desde su lugar un considerable aporte.En 1928 Elvira Orta Córdoba comienza como Adscripta al Registro 31, del cuales titular e! Escribano Pedro Osear Leston. A partir del 26/01/1929 se desem­paña como adscripta al Registro 51, cuvo titular es e! escribano Perfecto Gue­rrero, y lo hace hasta e! año 1957.2ClElisaGigena es titular del Registro 144de Capital a partir del 16/05/1930. Tam­bién en este mismo año, desde el cuatro de julio, María Elvira Hughes de Mar­tínez es titular del Registro 30.Maria Eugenia Urtubey de Olmos es adscripta al Registro 25 desde el15/06/1931, y titular de! Registro 125 de Capital desde el año 1938.21Las primeras notarias titulares de Registro del interior de la provincia, son Ra­quel Giambastiani, titular del Registro 210de Laborde, a partir del 22/05/1932;María F. Gonzalez, titular del Registro 213 de Cosquín, desde el 09/06/1932;Sara Lidia Soria de Sosa, titular del Registro 223 de Río Cuarto, desde el29/11/1932, y luego adscripta al Registro N° 8 de Capital, desde el13/09/1938.nAurora B. Catto de Lattini es titular del Registro 228 de Capital, desde el03/05/1933.María Rosa Gigena de Celis es titular del Registro 246 de Capital, desde10/04/1934.María Noemí Cortez Loza es titular del Registro 251 desde el 13/06/1934.Z3

Las mujeres notarias en Córdoba

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90~ COLEGIO DE ESCRIBANOS~ Dl LA PROVINCIA DECÓRDOBA

411

14lüHl~A Carlos A., trabajo citado, p. 69.

éticasque regirán esta profesión. En este hecho histórico del notariado cordobés,la figura mujer está ausente, aunque no será por mucho tiempo.En e! año 1943 la leyorgánica del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba, nú­mero 4051, establece que el colegio de Escribanos dejará de ser una instituciónprivada para ser una entidad oficial con gobierno de la matrícula y potestad dis­ciplinaria.El Colegio contará con un directorio presidido por e! escribano Luis LajeWes­kamp, y su sede funcionará en el primer piso del Palacio de Tribunales.Mercedes Orgaz es designada tesorera de! directorio, y con esta designación, porprimera vez,una mujer asume responsabilidades directivas dentro de! Colegio.Del 28 al 30 de septiembre de 1944 tiene lugar la Primera Jornada Notarial Ar­gentina, todo un suceso por e! éxito que tuvieron, contando entre los asistentescon delegaciones de los Colegios de Escribanos de las provincias de BuenosAires, Santa Fe, Salta, Tucumán, y de las ciudades de Rosario y Buenos Aires.Además es en estas jornadas donde el escribano José Adrián Negri da a conoceral notariado su decálogo de gran contenido ético, que perdura como la síntesisde las normas éticas que rigen el notariado hasta nuestros días. La organizaciónde esta jornada estuvo a cargo del Colegio.A Mercedes Orgaz, por su carácter cordial e inteligencia practica, le tocó parti­cipar en la organización de las actividades paralelas de los congresistas, como lacena en el hotel Bristol, las visitas al Archivo de Tribunales y al Registro de Pro­piedades, e! homenaje a Vélez Sársfield, la recepción en el Jockey Club y e! al­muerzo de despedida en el Hipódromo de Cordoba.fA partir de este momento, las mujeres escribanas comienzan a tener una mayorparticipación dentro del Colegio, desarrollando diferentes tareas y colaborandoactivamente con esta institución.Cabe señalar que con la sanción de la ley4183,el Colegio adquiere plena jerarquíapara la organización profesional de sus colegiados, quienes, a partir de ese mo­mento, eligen con su voto un Consejo, que tiene a su cargo la función directiva.El Colegio de Escribanos de Córdoba, adquiere relevancia en todo el país, ytiene el mérito de haber sido e! anfitrión de los representantes de los colegiosno­tariales de! país que deciden fundar el Consejo Federal de!Notariado Argentino,el 13de abril de abril de 1957.También cabe destacar que desde 1959 se publicala "RevistaNotarial de Córdoba", transformada en 1965en la actual "RevistaNo­tarial", que se edita dos veces al año, y se distribuye en todo e! espacio del nota­riado latino.En 1974el Colegio es nuevamente sede de una nueva Jornada Notarial Argen­tina, a treinta años de realizada la primera.La Universidad Notarial Argentina fue fundada por e! colegio de Escribanos de

COLEGIO DE ESCRIBANOSDE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90

412

la provincia de Buenos Aires e128 de septiembre de 1964. Rápidamente, sus an­tecedentes académicos y su prestigio, mueven el lógico interés del Colegio de Es­cribanos de la Provincia de Córdoba. Se comienzan a realizar las diligenciasnecesarias para concretar la presencia de Universidad Notarial Argentina en Cór­doba. En el año 1977se designa una comisión especial integrada por las notariasMaría Cristina Górnez de Argarate, Leonilde Vigilante de Staricco y MercedesCarranza, junto al Notario Domingo Lauro Lanfranchi.El 10de marzo de 1978, la Secretaría de Estado de Cultura y Educación autorizóun curso de Doctorado en Notariado en Córdoba. Seis días después se materia­lizaba el acuerdo entre la Universidad Notarial Argentina y el Colegio de Escri­banos de Córdoba, presidido por los notarios Osear R. Ruiz y Ricardo Cabral,presidente y secretario, respectivamente, y el Dr. Raúl García Coni, en represen­tación de la UNA.E19 de agosto de 1978se designa a la notaria Ethel Clelia Alecha de Vidal comodelegada de la UNA en Córdoba. Con gran entusiasmo, se comienza a organizarel primer curso de Doctorado en Notariado en Córdoba, que tendrá lugar el 25de agosto de este mismo año. La escribana Alecha de Vidal se destaca desde loscomienzos de la UNA por su intensa e incansable actividad académica.El27 de marzo de 1981se oficializa la delegación permanente de la UniversidadNotarial Argentina en Córdoba, a través de un convenio suscripto por el rectorde la UNA y los representantes del Colegio de Escribanos. En esta oportunidad,es confirmada en sus funciones, ahora como delegada permanente, Ethel Alechade Vidal; su notable actividad dentro de la UNA avala esta designación.El 7 de agosto de 1987tiene lugar la primera colación de grados de la DelegaciónCórdoba de la UNA, en esta oportunidad los tres diplomas de Doctores en No­tariado fueron recibidos por tres mujeres notarias: María Raquel Altieri de Ber­torello, Estela María Carande de Lardone y Norma Rosa Sánchez de Rigo.También se entregaron Diplomas de Especialistasen Derecho Notarial y DerechoRegistral.La escribana Ethel Alecha de Vidal finaliza su tarea como delegada en el año1996, a raíz de su fallecimiento, y continúa con esta tarea, otra notable notariaque se destaca por su aporte académico e intelectual tanto en el Colegio de Es­cribanos de Córdoba como en la Universidad Notarial Argentina: la escribanaAmara Bittar de Duralde, designada segunda delegada de la UNA en Córdoba,quien continúa la intensa actividad académica de la delegación, hasta nuestrosdías. Ambas notarias han realizado una gran contribución de valor académico alnotariado.En el año 2000, por primera vez en su historia institucional, una mujer asumela presidencia del Colegio de Córdoba: la notaria Ángela Bonetto de Cima,siendo este un verdadero hito histórico para las mujeres escribanas que formanparte de este colegio.

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90COLEGIO DE ESCRIBANOSDE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

413

Ninguna época de la historia argentina ha dejado de tener mujeres precursorasque, con cierto grado de rebeldía, han abandonado el conformismo para em­prender un camino que de a poco las tendrá como protagonistas de todos los pro­cesos sociales, culturales y políticos de la sociedad; ese camino hacia laemancipación tiene como obstáculo las normas éticas y morales imperantes, queavalan la exclusión de la mujer, pero lejos de debilitarla, la fortalece en el desafíode lograr la inclusión en una sociedad que jurídicamente la consideraba incapazrelativa de hecho. El siglo XIX está marcado por la inferioridad de la mujer res­pecto del hombre.Pero el siglo XX trae consigo grandes cambios: el feminismo se extiende en casitodo el mundo, las rígidas limitaciones sociales impuestas a la mujer, comienzana debilitarse.Esta historia está llena de mujeres precursoras que dieron el primer paso para lo­grar la igualdad jurídica y política. En nuestro país, estas mujeres son las queallanaron el camino para las generaciones venideras.La educación fue la clave de este proceso, la piedra fundamental, la mejor herra­mienta con la que contaron estas mujeres, el ingreso a la universidad implicó sor­tear obstáculos de diversa índole, prejuicios de una época que no veía con buenosojos la inquietud de la mujer por ingresar a estos claustros, y se genera el debateen la sociedad relacionado con la "capacidad intelectual" de las mujeres para ac­ceder a la educación universitaria. La mujer logró trascender todas las fronterasimpuestas e incursionó en el campo profesional con legitimidad absoluta dentrode la sociedad.Es curioso descubrir que se ha escrito muy poco sobre las mujeres en la historiaargentina. En la historia del notariado sucede lo mismo, la mujer está ausenteen sus páginas. Este trabajo pretende rescatar el recuerdo de estas notables y va­lientes mujeres que contribuyeron a lograr una sociedad más justa. Seguramentequedaron muchas que no pude rescatar del tiempo.

Conclusiones

En la actualidad hay 592 registros en la provincia de Córdoba, de los cuales 411están a cargo de mujeres, un daro que refleja el avance de las mujeres notariasen el ejercicio de la profesión.El Colegio de Escribanos se encuentra presidido actualmente por otra mujer: lanotaria Lidia Lasagna.

COLEGIO DE ESCRIBANOSDI 1A PROVINCIA DE CORDOBA

REVISTA NOTARIAl. 2008/02 - N° 90

414

-ARMELLACristina Noemí , 1998,Acceso a la función notarial, Notariado Argentino,Artículos y ensayossobre la evolución y proyeccióndel Notariado de la Republica Argentinaen los cincuenta años de la Unión Internacional del Notariado Latino 1.948-1.998, Con­sejo Federal del Notariado Argentino ediciones, Capital Federal.-BARRANCOS Dora, 2007, Mujeres en la SociedadArgentina, Una historia decincosiglos,Buenos Aires, Sud américa ediciones.-BORDA Guillermo A., 1993, Manual de Derecho de Familia, Buenos Aires, Perroteditorial.- FAUDA de Losada María José, Abogada. "Los primeros escribanos de la ciudadde Río VI". Trabajo final de cátedra a la asignatura Historia y Organización delNotariado U.N.A (delegación Córdoba) a cargo del Doctor Ighina Carlos A.-GUEVARA de Guardiola Elena y MORAN de Godoy María Elina, Mayo -Junio 1976, "Historia del Notariado Argentino, Bosquejo Histórico del Nota­riado Mendocino", en Revista del Notariado N° 747, Ciudad de Mendoza.-lGHINA Carlos A., 1996, "Mercedes Orgaz, Primera Notaria Universitaria deCórdoba", en: Revista Notarial de Córdoba N° 71.-LANATAJorge, 2002, Argentinos, tomo 1,Ediciones B ediciones, Buenos Aires.-PONDE Eduardo Bautista, 1967, Origen e Historia del Notariado, De Palma edi-ciones, Buenos Aires.-SOSA de Newton Lily, 2007, Las argentinas y su historia, Feminaria editora, Bue­nos Aires-URRES Mariano F., 2006, Una biografía heterodoxa de Colon; El almirante sinrostro, EDAF ediciones, Madrid.

Bibliografía

REVISTA NOTARIAL 2008/02 - N° 90~ COLEGIO DE ESCRIMNOS~ DE LA PROVINCIA DE CaRDOBA