L´OSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    1/12

    Nmero suelto 1,00. Nmero atrasado

    LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLA

    Non praevalebunt

    Ao XLIV, nmero 22 (2.265) Ciudad del Vaticano 27 de mayo d

    Benedicto XVI llama a orar a Dios Padre con el Espritu de Cristo

    El cristianismoreligin de la confianza

    El ruego del Papa

    por la fidelidadde los catlicos en Chinay por una Italia golpeada

    El cristianismo no es una religin del miedo, sino de la confianza y del amor, porquerevela al hombre la verdadera naturaleza de un Dios que se hace llamar padre. Lo re-cord Benedicto XVI en la audiencia general del mircoles 23 de mayo, invitando a losfieles a experimentar en la oracin la belleza de ser amigos, ms an, hijos de Dios, depoder invocarlo con la familiaridad y la confianza que tiene un nio con sus padres quelo quieren. Jess, el Hijo unignito, nos revel la verdadera naturaleza del Padre: esAmor, y nosotros, en nuestra oracin de hijos, entramos en este circuito de amor deDios. Para l no somos seres annimos, impersonales, sino que poseemos un nom b re.

    PGINAS 11-12

    El domingo 20 de mayo, despus del Regina caeli, BenedicXVI invit a orar por las vctimas del atentado contra losalumnos de una escuela en Brindisi y por las del terremoto

    Emilia Romaa, y a pedir el apoyo de Mara, Auxilio decristianos, para los catlicos chinos. Estas fueron sus pala

    Saludo a los estudiantes de varias escuelas, y aqu hodesgracia debo recordar a las muchachas y los muchachla escuela de Brindis, implicados ayer en un vil atentaddamos juntos por los heridos, entre ellos algunos graespecialmente por la joven Melissa, vctima inocente dbrutal violencia y por sus familiares, que tienen gran do

    Mi pensamiento afectuoso va tambin a las queridablaciones de Emilia Romaa golpeadas hace pocas horaun terremoto. Estoy cercano espiritualmente a las peprobadas por esta calamidad: imploremos la misericordDios para los que han muerto y el alivio en el sufr impara los heridos.

    El jueves 24 de mayo es el da dedicado a la memotrgica de la Virgen Mara, Auxilio de los cristianos, vda con gran devocin en el santuario de Sheshan, en ghai: nos unimos en oracin con todos los catlicos qtn en China, para que anuncien con humildad y con aa Cristo muerto y resucitado, sean fieles a su Iglesia y cesor de Pedro, y vivan cada da de modo coherente fe que profesan. Que Mara, Virgen fiel, sostenga el cade los catlicos chinos, haga su oracin cada vez ms iny valiosa a los ojos del Seor, y haga crecer el afectoparticipacin de la Iglesia universal en el camino de lasia que est en China.

    El Encuentro mundial que espera al Santo Padre en Miln

    Familias del mundo protagonistasen la sociedad y la Iglesia

    El cardenal Scola hi-zo hincapi en el temadel Encuentro, que,uniendo los tres aspec-tos fundamentales dela vida del individuofamilia, trabajo, des-canso, evidencia dosrasgos de la experien-cia humana: la unidadde la persona y su exis-tencia siempre en rela-cin. Recalcando que

    del Sagrado Corazn.La cita mundial en Miln est suscitan-

    do una fuerte atencin de los medios ylas redes sociales. Por el momento, msde mil periodistas acreditados; 2.200 art-culos publicados desde el comienzo delao; ms de seiscientas mil las visitas a laweb oficial www.family2012.com; catorcemil amigos en Facebook; ms de un mi-llar de seguidores en Twitter; ms de cienmil contactos al canal YouTube.

    Tambin ha sido intenso el itinerariorecorrido por el dicasterio para la familia,

    Ms de un milln de fieles de noventa nacionesen la misa con Benedicto XVI; trescientos mil enla Fiesta de los testimonios; cincuenta mil visita-rn la Feria internacional con sus ms de cienstands; cinco mil voluntarios; siete mil inscritosen el Congreso internacional teolgico-pastoralms de la mitad procede de Sudamrica, Europay frica. Es parte del perfil del VII E n c u e n t romundial de las familias del 30 de mayo al 3 dejunio que acoger Miln, donde todo est pre-parado para el gran evento y para recibir al Papaen las jornadas conclusivas. Ante la prensa acredi-tada, el 22 de mayo, en la Oficina de informacinde la Santa Sede, presentaron el Encuentro los

    dos organizadores principales, los cardenales Sco-la, arzobispo ambrosiano, y Antonelli, presidentedel Consejo pontificio para la familia.

    la familia fundada en el matri-monio fiel entre un hombre yuna mujer, y abierta a la vida,permanece como el caminoreal para la generacin y elcrecimiento de la persona.

    De la importancia del En-cuentro es prueba la presenciadurante tres das del Pont-fice, observ el purpurado. Yanunci que Benedicto XVI,adems de almorzar el domin-go 3 de junio con cinco fami-lias en representacin de loscontinentes, desea ofrecer a los

    necesitados de Miln una co-mida que, a travs de Critasambrosiana, se servir en la Universidad Catlica como explic su presidente, el cardenal Ant

    con vistas al Encuentro mundial: desde lasquesis preparatorias en once idiomas incrabe y ruso al seminario internacional desobre la familia cristiana, sujeto de evangcin; la plenaria de 2010 sobre los derechosinfancia; el encuentro con las asociaciones pda el mismo ao; y la plenaria de 2011 enaniversario de la Familiaris consortio y de lacin del Consejo pontificio. Y el purpuradoms, llam la atencin sobre el riqusimo mario de Benedicto XVI acerca de la familia, signo de una atencin no inferior a la de sdecesor.

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    2/12

    LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    00120 Ciudad del Vaticanoe d .es p a n o l a @ o s s rom .v a

    http://www.osservatoreromano.vaTIPO GRAFIA VAT I C A N A EDITRICE LOS S E R VAT O R E ROMANO

    GI O VA N N I MARIA VIANdirector

    Carlo Di Ciccosubdirector

    Arturo Gutirrez L.C.encargado de la edicin

    Marta Lagovice encargado

    don Sergio Pellini S.D.B.director general

    Redaccinvia del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticanotelfono 39 06 698 99410 fax 39 06 698 81412

    Servicio fotogrficoph o t o @ oss ro m .v a

    Publicidad: Il Sole 24 Ore S.p.A,System Comunicazione Pubblicitaria

    Via Monte Rosa, 91, 20149 Milanoseg re t eriadirezion esy ste m @ilso l e2 4o re . c om

    Tarifas de suscripcin: Italia - Vaticano: 58.00; Europa (Espaa + IVA): 100.00- $ 148.0Latina, frica, Asia: 110.00 - $ 160.00; Amrica del Norte, Oceana: 162.00 -

    Administracin: 00120 Ciudad del Vaticano, telfono + 39 06 698 99 480, fax + 39 06 6e-mail: [email protected] Mxico: Arquidicesis primada de Mxico. Direccin de Comunicacin Social. San Jua222-C. Col. Villa Lzaro Crdenas. CP 14370. Del. Tlalpan. Mxico, D.F.; telfono + 52 55+ 52 55 5518 40 99; e-mail: [email protected], [email protected] Argentina: Arzobispado de Mercedes-Lujn; calle 24, 735, 6600 Mercedes (B), Argentina; tel+ 2324 428 102/432 412; e-mail: [email protected] Per: Editorialsalesiana,Avenida Brasil220, Lima 5, Per;telfono + 5142 357 82;fax + 5e-mail: [email protected].

    pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO domingo 27 de mayo de 2012, nm

    Benedicto XVI en la proyeccin de Mara de Nazaret

    Tres elecciones, un camino

    Las credenciales del embajador de Francia

    La mujer del Heme aquy total a la voluntad divina:figura de la Virgen fue descricon estas palabras por BenedXVI en su alocucin al final dproyeccin de la pelcula Mde Nazaret. El lugar, la salaClementina del palacio apostque por una tarde, el mircolde mayo, se transform en sacinematogrfica con pantallagrande, butacas, un centenar

    espectadores y el Papa comoinvitado de honor. La cinta eco-produccin de Raifiction, Vide, BetaFilm, Tellux,Bayerischer Rundfunk y TeleCinema; la direccin, de GiaCampiotti. Las imgenes de My de su vida desde la infancla anunciacin de la Encarnael nacimiento de Jess, lapresentacin en el templo, elcomienzo de la predicacin dreino de Dios, la pasin, mueresurreccin del Hijo o cupa75 minutos de proyeccin, unversin reducida respecto a lapartes que el 1 y 2 de abril emla televisin pblica italiana Uno. Al final de la pelcula,Benedicto XVI pronunci el sque publicamos junto a estaslneas. Entre los espectadorescontaron el cardenal Re; elarzobispo Becciu, sustituto dSecretara de Estado; el obispSciacca, secretario general deGobernacin del Estado de lCiudad del Vaticano; y monsWells, asesor de la SecretaraEstado. El Papa estuvoacompaado por el arzobispoHarvey, prefecto de la Casapontificia; y los monseoresGnswein, secretario particulXuereb, de la secretara particEntre las personalidades, EttMatilde y Paolo Bernabei,respectivamente presidentehonorario, presidente y directLux Vide; los actores Alissa JAndreas Pietschmann y Luca

    Marinelli, intrpretes de lospapeles de Mara, Jess y Josdirector Campiotti; y Lorenzdirectora general de la Rai.

    teriales, dejndoseguiar por el mal; o so-bre el sentido de lapresencia de un Diosque vino y permaneceen medio de nosotros,y que nos espera conbondad si nos equivo-camos y nos pide quelo sigamos, que nosfiemos de l.

    Mara de Nazaret esla mujer del Hemeaqu pleno y total ala voluntad divina, yen este s, repetidotambin ante el dolorde la prdida del

    Hijo, encuentra la feli-cidad plena y profun-da. Gracias a todospor esta grata velada!

    El viernes 18 de mayo por la maana Bene-dicto XVI recibi a Bruno Joubert, nuevo em-bajador de Francia, para la presentacin delas cartas con las que es acreditado ante laSanta Sede.

    El diplomtico naci el 29 de julio de 1950.Est casado y tiene cuatro hijos.

    Licenciado en ciencias polticas en el Insti-tut dEtudes Politiques de Pars y antiguoalumno de la cole nationale da m m i n i s t ra t i o n,ha desempeado los siguientes cargos: secre-

    tario de embajada en Washington (1978-1982);secretario para Asuntos econmicos de la Co-munidad europea ante el Ministerio de Asun-tos exteriores (1982-1985); segundo consejerode la representacin permanente de Franciaante las Comunidades europeas en Bruselas

    (1985-1990); jefe de gabinete del secretario ge-neral del Ministerio de Asuntos exteriores(1990-1993); director de recursos humanos enel Ministerio de Asuntos exteriores (1993-1995); director de gabinete del ministro paraAsuntos europeos (1995-1997); director de es-trategia en el Ministerio de Defensa (1997-2001); embajador y representante permanenteen la O CSE en Viena (2001-2003); director deldepartamento para frica y el Ocano ndicoen el Ministerio de Asuntos exteriores (2003-

    2006); secretario general adjunto en el Minis-terio de Asuntos exteriores (2006-2007); con-sejero diplomtico adjunto, encargado deAsuntos africanos, en la Presidencia de la Re-pblica (2007-2009); y embajador en Marrue-cos (2009-2012).

    Queridos amigos:

    Gracias a todos vosotros por estemomento que invita a reflexionar atravs de las imgenes y los dilogosdel filme Mara de Nazaret. En es-pecial, gracias a la RAI con su direc-

    tora general, seora Lorenza Lei, ylos dems representantes, as como aLux Vide, con la familia Bernabeiy el equipo de produccin.

    Expreso mi cordial gratitud al di-rector del Bayerischer Rundfunk, p ro -fesor Gerhard Fuchs, al productorMartin Choroba, a la Te l l u x - F i l m -Gesellschaft de Mnich, as como atodos los que han colaborado, a losactores presentes y al grupo de loscamargrafos, por esta presentacinen el palacio apostlico.

    Gracias tambin a los representan-tes de Telecinco de Espaa.

    No es fcil delinear la figura deuna madre, porque contiene una ri-queza de vida difcil de describir; yeso resulta an ms arduo si se tratade Mara de Nazaret, una mujer que

    es Madre de Jess, del Hijo de Dioshecho hombre.

    Habis centrado el filme en tres fi-guras femeninas, cuyas vidas se entre-cruzan, pero que hacen opciones pro-fundamente diferentes. Herodas per-manece cerrada en s misma, en sumundo; no logra elevar la mirada pa-ra leer los signos de Dios y no saledel mal. Mara Magdalena tiene unavida ms compleja: sufre la fascina-cin de una vida fcil, basada en lascosas, y usa varios medios para alcan-zar sus objetivos, hasta el momentodramtico en el que es juzgada, espuesta ante su vida, y aqu el encuen-tro con Jess le abre el corazn, lecambia la existencia. Pero el centro esMara de Nazaret. En ella se encuen-tra la riqueza de una vida que fue unHeme aqu a Dios: es una madreque albergaba el deseo de tener siem-pre consigo a su Hijo, pero sabe quees de Dios; tiene una fe y un amortan grandes que acepta que parta ycumpla su misin; es un repetir He-me aqu a Dios desde la Anuncia-cin hasta la cruz.

    Tres experiencias, un paradigma decmo se puede enfocar la propia vi-

    da: sobre el egosmo, sobre la cerra-zn en s mismos y en las cosas ma-

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    3/12

    nmero 22, domingo 27 de mayo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    Discurso de Benedicto XVI al trmino de la visita ad limina de obispos estadounidenses

    Unidad catlica y nueva evangelizaci

    Nuestros hermanos obisponos nos han sostenido genmente para colaborar de mms intensa como catlicostales y han favorecido la concin de una regin nuestra

    La vozde los preladode rito orienta

    seno de la Confeepiscopal catDijo al Papa estalabras el arzobispofan Soroka, metrta de la Iglesia caucraniana en los dos Unidos de Aca, presentndoleprelados de las nes XIV y XV dConferencia episestadounidense. particular la XV, c

    tuida hace pocopo, abarca las Iglesias catlicastales presentes epas. Ello ha pedo constat uncimiento importanel entendimientonosotros y con lomanos de la Iglestina.

    Tras agradecernedicto XVI sus oracionesfuerzos constantes para favel crecimiento de las Iglesiaslicas orientales en el mundoprelado record la preocupy el apoyo papal a los crisen Oriente Medio, que dafrontar persecuciones y opa causa de desrdenes civ

    Muchos de los fieles a quservimos en los Estados Uson personas que han buscadfugio de la opresin, la tiranguerra civil y las dificultadenmicas en diversos pasemundo. Nuestros esfuerzosservirles se alimentan e insfuertemente en su inmensapasin por estas personasal Pontfice. Las necesidadpirituales y materiales de fieles concluy el preladogen de nuestras Iglesias grrecursos para poderles asistmanera eficaz.

    La unidad catlica es condicinfundamental para el desarrollo de la

    misin de la Iglesia. Lo reafirm elPapa en su discurso a un grupo deobispos de rito oriental de Estados

    Unidos de las regionesXIV

    yXV

    ,recibido en audiencia el viernes 18 demayo, al trmino de su visita adlimina Apostolorum.

    Queridos hermanos en el episcopa-do:

    Os saludo a todos con afecto fra-terno en el Seor. Nuestro encuentrode hoy concluye la serie de visitasquinquenales ad limina Apostolorumde los obispos de Estados Unidos.Como sabis, en los ltimos seis me-ses he querido reflexionar con voso-tros y con vuestros hermanos en elepiscopado sobre algunos desafosespirituales y culturales urgentes quedebe afrontar la Iglesia en vuestropas, mientras lleva a cabo la tareade la nueva evangelizacin.

    Me alegra en especial que en este

    encuentro conclusivo participen losobispos de las diversas Iglesiasorientales presentes en Estados Uni-dos, pues vosotros y vuestros fielesencarnis de modo nico la riquezatnica, cultural y espiritual de la co-munidad catlica estadounidense,

    especficos, que se han abordado re-petidamente en nuestras conversa-ciones y que, como vosotros, consi-dero fundamentales para el ejerciciode vuestro ministerio de guiar el re-

    bao de Cristo a travs de las difi-cultades y las oportunidades del mo-mento presente.

    Ante todo quiero comenzar elo-giando vuestros incansables esfuer-zos, siguiendo las mejores tradicio-nes de la Iglesia en Estados Unidos,para responder al fenmeno cons-tante de la inmigracin en vuestropas. La comunidad catlica en Esta-dos Unidos sigue acogiendo congran generosidad oleadas de nuevosinmigrantes, proporcionndoles asis-tencia pastoral y ayuda caritativa, ysosteniendo modos de regularizar susituacin, especialmente por lo quese refiere a la reunificacin de las fa-milias. Un signo particular de eso esel compromiso constante de los obis-pos estadounidenses en favor de lareforma de las leyes relativas a la in-

    migracin. Se trata, evidentemente,de una cuestin difcil y complejadesde el punto de vista civil y polti-co, as como social y econmico, pe-ro sobre todo desde el punto de vis-ta humano. Por eso preocupa pro-fundamente a la Iglesia, pues impli-

    ge tambin un compromiso constan-te en la predicacin, en la catequesisy en la actividad pastoral orientada ainfundir en todos los fieles un senti-do ms profundo de su comunin

    en la fe apostlica y su responsabili-dad en la misin de la Iglesia en Es-tados Unidos. Tampoco se puedesubestimar la importancia de estedesafo: la inmensa promesa y lasenergas vivas de una nueva genera-cin de catlicos esperan ser utiliza-das para la renovacin de la vida dela Iglesia y la reconstruccin del teji-do de la sociedad estadounidense.

    Este esfuerzo por promover launidad catlica no slo es necesariopara afrontar los desafos positivosde la nueva evangelizacin, sinotambin para contrarrestar las fuer-zas de disgregacin en el seno de laIglesia, que representan cada vezms un gran obstculo para su mi-sin en Estados Unidos. Aprecio losesfuerzos que se realizan para alen-tar a los fieles, tanto individualmen-

    te como en las mltiples asociacio-nes eclesiales, a actuar juntos, ha-blando con una sola voz al afrontarlos problemas urgentes del momentopresente. Aqu quiero repetir el apre-miante llamamiento que dirig a loscatlicos estadounidenses durante mi

    abrazando generosamente los cjos evanglicos. Deseo reafirmprofunda gratitud por el ejempfidelidad y abnegacin que danchas mujeres consagradas en vu

    pas, y unirme a ellas en la orpara que este momento de dismiento d abundantes frutos etuales para reavivar a sus comudes y reforzarlas en la fidelidCristo y a la Iglesia, as como carismas fundacionales. La urnecesidad que existe en la actuade un testimonio creble y atrde la fuerza redentora y transf

    pasada y presente. Histricamente,la Iglesia en Estados Unidos ha lu-chado por reconocer e incorporar es-ta diversidad, y lo ha logrado, no sindificultades, forjando una comuninen Cristo y en la fe apostlica querefleja la catolicidad, signo indefecti-ble de la Iglesia. En esta comunin,que tiene su fuente y su modelo enel misterio del Dios uno y trino (cf.Lumen gentium, 4), la unidad y la di-versidad se reconcilian y valorizanconstantemente, como signo y sacra-mento de la vocacin y del destinoltimo de toda la familia humana.

    Durante nuestros encuentros, vo-sotros y vuestros hermanos en elepiscopado habis hablado con in-sistencia de la importancia de pre-servar, fomentar y promover estedon de la unidad catlica como con-dicin fundamental para el cumpli-miento de la misin de la Iglesia envuestro pas. En este discurso con-clusivo quiero tocar slo dos puntos

    ca la necesidad de asegurar un tratojusto a los inmigrantes y defender sudignidad humana.

    Tambin hoy la Iglesia en EstadosUnidos est llamada a abrazar, in-corporar y cultivar el rico patrimo-nio de fe y de cultura presente enlos numerosos grupos de inmigran-tes en el pas, no slo entre los que

    pertenecen a vuestros ritos, sinotambin en el nmero cada vez ma-yor de catlicos hispanos, asiticos yafricanos. La exigente tarea pastoralde promover una comunin de cul-turas en vuestras Iglesias locales sedebe considerar de especial impor-tancia en el ejercicio de vuestro mi-nisterio al servicio de la unidad (cf.

    Directorio para el ministerio pastoralde los obispos, n. 63). Esta diaconade comunin implica algo ms querespetar meramente la diversidad lin-gstica, promover slidas tradicio-nes y proporcionar los programas yservicios sociales tan necesarios. Exi-

    visita pastoral: Slo podemos avan-zar si fijamos juntos nuestra miradaen Cristo y de este modo empren-demos la verdadera renovacin es-piritual que quera el Concilio, lanica renovacin que puede reforzarla Iglesia en la santidad y en la uni-dad indispensable para la proclama-cin eficaz del Evangelio en el mun-do de hoy (Homila en la catedralde San Patricio, Nueva York, 19 deabril de 2008: LOsservatore Romano,edicin en lengua espaola, 25 deabril de 2008, p. 16).

    En nuestras conversaciones mu-chos habis hablado de vuestrapreocupacin de construir relacionescada vez ms fuertes de amistad,cooperacin y confianza con vues-tros sacerdotes. Tambin ahora osexhorto a permanecer particularmen-te cercanos a los hombres y mujeresque en vuestras Iglesias locales estncomprometidos a seguir a Cristo deun modo cada vez ms perfecto,

    SIGUEEN LAP

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    4/12

    pgina 4 LOSSERVATORE ROMANO domingo 27 de mayo de 2012, nm

    Reflexin del Papa en el Regina caeli del domingo de la Ascensin del Seor, 20 de mayo

    La tierra se une al cielo

    ya no est lejano. San Len Magnoexplica que con este misterio nosolamente se proclama la inmortali-dad del alma, sino tambin la de lacarne. De hecho, hoy no solamentese nos confirma como poseedoresdel paraso, sino que tambin pene-tramos en Cristo en las alturas delcielo (De Ascensione Domini, Tracta-tus 73, 2.4: CCL 138 A, 451.453). Poresto, los discpulos cuando vieron alMaestro elevarse de la tierra y subirhacia lo alto, no experimentarondesconsuelo, como se podra pensar;ms an, sino una gran alegra, y sesintieron impulsados a proclamar lavictoria de Cristo sobre la muerte(cf. Mc 16, 20). Y el Seor resucita-

    do obraba con ellos, distribuyendo acada uno un carisma propio. Lo es-cribe tambin san Pablo: Ha dadodones a los hombres... Ha constitui-do a unos, apstoles; a otros, profe-tas; a otros, evangelistas; a otros,pastores y doctores... para la edifica-cin del cuerpo de Cristo; hasta quelleguemos todos... a la medida deCristo en su plenitud (Ef4, 8.11-13).

    Queridos amigos, la Ascensinnos dice que en Cristo nuestra hu-manidad es llevada a la altura deDios; as, cada vez que rezamos, latierra se une al cielo. Y como el in-cienso, al quemarse, hace subir hacialo alto su humo, as cuando eleva-

    mos al Seor nuestra oracin cda en Cristo, esta atraviesa los y llega a Dios mismo, que la esy acoge. En la clebre obra dJuan de la Cruz, Subida delCarmelo, leemos que para alclas peticiones que tenemos entro corazn, no hay mejorque poner la fuerza de nuestrcin en aquella cosa que es mto de Dios; porque entonces ndar lo que le pedimos, quesalvacin, sino aun lo que l vnos conviene y nos es bueno,que no se lo pidamos (Librcap. 44, 2, Roma 1991, 335).

    Supliquemos, por ltimo, a lgen Mara para que nos ayucontemplar los bienes celestialeel Seor nos promete, y a ser

    gos cada vez ms crebles de ssurreccin, de la verdadera vida

    Despus de la plegaria mariana, Santo Padre dijo:

    Hoy se celebra la Jornadadial de las comunicaciones sosobre el tema Silencio y Pacamino de evangelizacin. Elcio y la escucha son parte integde la comunicacin, son un privilegiado para el encuentro Palabra de Dios y con nuestromanos y hermanas. Invito a torezar para que la comunicacitodas sus formas, sirva siemprinstaurar con el prjimo un dautntico, fundado en el respecproco, en la escucha y en la nin.

    Dirijo un cordial saludo a loles de miembros del Movimienliano por la vida, reunidos en ePablo VI. Queridos amigos, vMovimiento siempre se ha deda defender la vida humana,las enseanzas de la Iglesia. Elnea habis anunciado una inicllamada Uno de nosotros,sostener la dignidad y los derde todo ser humano desde sucepcin. Os animo y os exhoser siempre testigos y construde la cultura de la vida.

    Cada vez que rezamos, la tierra seune al cielo y as nuestra invocacinllega a Dios mismo. Son palabrasdel Papa en la solemnidad de la

    Ascensin, el domingo 20 de mayo

    durante el Regina caeli. Ante fieles yperegrinos presentes en la plaza de SanPedro Benedicto XVI, adems, exhortcomo publicamos en primera pginaa orar por las vctimas del atentadocontra los alumnos de una escuela en

    Brindisi y por los fallecidos en elterremoto de Emilia Romaa, y a

    pedir el apoyo de Mara v e n e ra d aespecialmente con el ttulo de Auxiliode los cristianos en el santuario deSheshan en Shanghai para loscatlicos chinos.

    Queridos hermanos y hermanas:

    Cuarenta das despus de la Resu-rreccin segn el libro de los He-chos de los Apstoles, Jess sube alcielo, es decir, vuelve al Padre, quelo haba enviado al mundo. En mu-

    chos pases este misterio n0 se cele-bra el jueves, sino hoy, el domingosiguiente. La Ascensin del Seormarca el cumplimiento de la salva-cin iniciada con la Encarnacin.Despus de haber instruido por lti-ma vez a sus discpulos, Jess subeal cielo (cf. Mc16, 19). l entretantono se separ de nuestra condicin(cf. P re f a c i o); de hecho, en su huma-nidad asumi consigo a los hombresen la intimidad del Padre y as reve-l el destino final de nuestra peregri-nacin terrena. Del mismo modoque por nosotros baj del cielo ypor nosotros sufri y muri en lacruz, as tambin por nosotros resu-cit y subi a Dios, que por lo tanto

    Unidad catlica y nueva evangelizacin

    dora del Evangelio hace que sea fundamental para re-cuperar el sentido de la sublime dignidad y belleza dela vida consagrada, orar por las vocaciones religiosas ypromoverlas activamente, reforzando a la vez los cana-les de comunicacin y cooperacin existentes, especial-mente a travs de la obra del vicario o del delegadopara los religiosos en cada dicesis.

    Queridos hermanos en el episcopado, es mi deseoque el Ao de la fe, que comenzar el prximo 11 deoctubre, en el quincuagsimo aniversario de la convo-catoria del concilio Vaticano II, despierte en toda la co-munidad catlica en Estados Unidos el deseo de rea-propiarse con alegra y gratitud del inestimable tesorode nuestra fe. Con el progresivo debilitamiento de losvalores cristianos tradicionales y la amenaza de untiempo en el que nuestra fidelidad al Evangelio nospuede costar cara, no slo es preciso comprender, arti-cular y defender la verdad de Cristo, sino tambin pro-ponerla con alegra y confianza como clave de la reali-zacin humana autntica y del bienestar de toda la so-ciedad.

    Ahora, al concluir estos encuentros, me uno de buengrado a vosotros en la accin de gracias a Dios todo-poderoso por los signos de nueva vitalidad y esperanzacon los que ha bendecido a la Iglesia en Estados Uni-dos. Al mismo tiempo, le pido que os fortalezca a vo-sotros y a vuestros hermanos en el episcopado en la de-licada misin de guiar a la comunidad catlica envuestro pas por los caminos de la unidad, la verdad yla caridad, mientras afronta los desafos del futuro.Con palabras de la antigua oracin, pidamos al Seor

    que oriente nuestro corazn y el de nuestros fieles, pa-ra que el rebao no desfallezca nunca en la obedienciaa sus pastores, y para que los pastores no desfallezcannunca en la solicitud por el rebao (cf. S a c ra m e n t a r i u mVeronense, Missa de natale Episcoporum). Con granafecto os encomiendo a vosotros, a vuestros sacerdotes,religiosos y fieles laicos encomendados a vuestra solici-tud pastoral, a la amorosa intercesin de Mara Inma-culada, patrona de Estados Unidos, y os imparto decorazn mi bendicin apostlica, como prenda de ale-gra y de paz en el Seor.

    VIENEDE LAPGINA 3

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    5/12

    nmero 22, domingo 27 de mayo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    Almuerzo de cumpleaos de Benedicto XVI con el Colegio cardenalicio

    Esa lucha que necesita amigos cerca

    El Papa a una delegacin del Congreso judo latinoamericano

    El dilogo para el futurode la humanidad

    Eminencia, queridos hermanos:

    En este momento mi palabra slo puede ser unapalabra de agradecimiento. Agradecimiento ante to-do al Seor por los muchos aos que me ha conce-dido; aos con muchos das de alegra, esplndidostiempos, pero tambin con noches oscuras. Pero re-trospectivamente se comprende que igualmente lasnoches eran necesarias y buenas, motivo de agrade-cimiento.

    Hoy la palabra Ecclesia militans est algo pasadade moda; pero en realidad podemos entender cadavez mejor que es verdadera, contiene verdad. Vemoscmo el mal quiere dominar en el mundo y es nece-sario entrar en lucha contra el mal. Vemos cmo lohace de tantos modos, cruentos, con las distintasformas de violencia, pero tambin disfrazado debien y precisamente as destruyendo los fundamen-tos morales de la sociedad.

    San Agustn dijo que toda la historia es una luchaentre dos amores: amor a uno mismo hasta el des-precio de Dios; amor a Dios hasta el desprecio deuno mismo, en el martirio. Nosotros estamos en estalucha y es muy importante tener amigos. Y en micaso estoy rodeado de los amigos del Colegio carde-nalicio: son mis amigos y me siento en casa, mesiento seguro en esta compaa de grandes amigos,que estn conmigo, y todos juntos con el Seor.

    Gracias por esta amistad. Gracias a usted, emi-nencia, por todo lo que ha hecho por este momen-to, hoy, y por todo lo que hace siempre. Gracias avosotros por la comunin de las alegras y de losdolores. Sigamos adelante; el Seor dijo: nimo,yo he vencido al mundo!. Estamos en el equipodel Seor, por tanto, en el equipo victorioso. Gra-cias a todos vosotros. Que el Seor os bendiga a to-dos. Y brindemos.

    El dilogo sincero y respetuoso entre lasreligiones y las culturas es crucial parael futuro de la familia humana. Por

    eso es necesario fortalecer los vnculosde confianza y amistad entre judos ycatlicos, llamados a recorrer juntosel camino del dilogo, la reconciliacin

    y la cooperacin. Lo reafirmBenedicto XVI en su discurso a unadelegacin del Congreso judolatinoamericano durante la audienciadel jueves 10 de mayo en la sala de losPapas.

    Queridos amigos judos:

    Mucho me complace dar la bien-venida a esta delegacin del C o n g re s o

    judo latinoamericano. Nuestro en-cuentro es particularmente significa-tivo, pues ustedes son el primer gru-po que representa a organizaciones ycomunidades judas en Amrica La-tina con el q ue me he encontradoaqu en el Vaticano. En toda Lati-noamrica hay comunidades judasdinmicas, especialmente en Argenti-na y Brasil, que viven junto a unagran mayora de catlicos. A partirde los aos del concilio Vaticano II,las relaciones entre judos y catlicosse han fortalecido tambin en su re-gin, y hay diversas iniciativas quesiguen profundizando la mutuaamistad.

    Como ustedes saben, el prximomes de octubre se celebra el cin-cuentenario del comienzo del conci-lio Vaticano II, cuya Declaracin

    Nostra aetate sigue siendo la base ygua en nuestros esfuerzos por pro-mover mayor comprensin, respeto ycooperacin entre nuestras dos co-munidades. Esta Declaracin no s-lo asumi una neta posicin contra

    toda forma de antisemitismo, sinoque sent tambin las bases parauna nueva valoracin teolgica de larelacin de la Iglesia con el judas-mo, y manifest su confianza en queel aprecio de la herencia espiritualcompartida por judos y cristianosllevara a una comprensin y estimamutua cada vez mayor (n. 4). Alconsiderar el progreso adquirido enlos ltimos cincuenta aos de rela-ciones judeo-catlicas en todo elmundo, no podemos por menos quedar gracias al Todopoderoso por es-te signo evidente de su bondad yprovidencia. Con el crecimiento dela confianza, el respeto y la buenavoluntad, grupos que inicialmente serelacionaban con cierta desconfian-za, se han convertido paso a paso ensocios de confianza y amigos, bue-nos amigos incluso, capaces de hacerfrente juntos a la crisis y superar losconflictos de manera positiva. Cier-tamente, an queda mucho por ha-cer en la superacin de los lastresdel pasado, en el fomento de mejo-res relaciones entre nuestras dos co-munidades, y en la respuesta a losdesafos que afrontan cada vez mslos creyentes en el mundo actual.Sin embargo, es un motivo para dargracias el que estemos comprometi-dos a recorrer juntos el camino deldilogo, la reconciliacin y la coope-racin.

    Queridos amigos, en un mundocada vez ms amenazado por la pr-dida de los valores espirituales y mo-

    rales, que son los que pueden garan-tizar el respeto de la dignidad hu-mana y la paz duradera, un dilogosincero y respetuoso entre religionesy culturas es crucial para el futurode nuestra familia humana.Tengo la esperanza de que esta visitade hoy sea una fuente de aliento yconfianza renovada a la hora deafrontar el reto de construir lazos ca-da vez ms fuertes de amistad y co-laboracin, y de dar testimonio pro-ftico de la fuerza de la verdad de

    Dios, la justicia y el amor reconcilia-dor, para el bien de toda la humani-dad.

    Con estos sentimientos, queridosamigos, pido al tres veces santo que

    les bendiga a ustedes y a suslias con abundantes dones esples, y que gue sus pasos por mino de la paz.

    Shalom elichm.

    La historia es una lucha entre dosamores: el amor a uno mismo y elamor al Seor. Una lucha en la quees importante tener cerca a los amigos.

    As se expres Benedicto XVI el 21 demayo en el almuerzo que ofreci alColegio cardenalicio en la sala

    Ducal del palacio apostlico conocasin de su ochenta y cincocumpleaos el 16 de abril. ElPapa correspondi de esta forma a la

    felicitacin que le acababan demanifestar los purpurados, de quienes

    se hizo portavoz el cardenal decanoAngelo Sodano, por su aniversario ysu sptimo ao cumplido el 19 deabril desde la eleccin a la ctedra

    de Pedro. En el curso de estos sieteaos, usted no ha dejado de invitara todos los creyentes a redescubrirlos contenidos de la fe;de una fe profesada, celebrada, vivida

    y orada, como bien nos ha recordadoen la carta apostlica Porta Fideidijo el cardenal Sodano.

    En un mundo en busca de un futuromejor, vuestra Santidad siempre nosrecuerda que las nicas fuerzasdel progreso son las que cambian elcorazn del hombre, en la fidelidad aesos valores espirituales que jamsconocen ocaso. Y adems, como buen

    samaritano por los caminos delmundo, usted sigue impulsndonos al

    servicio del prjimo, recordndonsiempre las palabras de Jess: que hayis hecho al ms pequeomis hermanos, a m me lo hiciste(Mt 25, 40). Gracias, Padre Sa

    por el servicio que brinda a la sIglesia y al mundo. Asimismomanifest reconocimiento al Papapor su ejemplo de gran

    fraternidad. Le expresamos tonuestra cercana al inicio de su oao de pontificado y le deseamoslargos y felices, bendecidos por elSeor, concluy. Publicamos la

    palabras que a continuacin diriBenedicto XVI.

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    6/12

    nmero 22, domingo 27 de mayo de 2012

    Mensaje del Papa con ocasin de la 98 reunin de los catlicos alemanes, el Katholikentag (Mannheim, 16 a 20 de ma

    Para redescubrir la fe de la Iglesiaatrs lo viejo y afrontar lo nuevo. Pero,qu significa esto para la comunidadde la Iglesia, que segn el apstol sanPablo es el Cuerpo mstico de Cristo?Cristo es la Cabeza y nosotros somos

    los miembros. No podemos manipulara la Iglesia en su Cabeza; ms bien, co-mo miembros, estamos llamados aorientarnos siempre de nuevo hacia laCabeza, que inici y completa nuestrafe (Hb 12, 2). La renovacin slo dafruto si se realiza a partir de lo que esverdaderamente nuevo de Cristo, quees camino, verdad y vida (cf. Jn 14, 6).Por tanto, la partida implica a cada cre-yente de modo personal e ntimo. Atravs del Bautismo somos nuevos en

    despus fue mrtir, en ucrita pocas semanas antenos describe a las persoven a ponerse en caminllamada de Dios: Son p

    b e de una mirada ihambre y sed de lo defite hambre y sed. Por cocapaces de decidir. Suba su ndole definitiva.que buscan, que camincredo ms en la llamadel signo exterior que srior y curiosidad atentanotado que en la estabcmoda (Im Angesicht d

    Queridos hermanosKatholikentag se celebraque tiene una inmensa mideas y concepciones, pry religiones. En ese mbde una nueva partida scer sus oportunidades ycrear los espacios para u

    Arriba, religiosas en la mezquitaYavuz Sultan Selim durante la

    jornada de puertas abiertas conocasin del Katholikentag. A la

    derecha, Angela Merkel, cancillerde Alemania, con el arzobispo

    Robert Zollitsch y Louis Glueckpresidente del Comit central delos catlicos del pas (ZDK) a

    su llegada al encuentro deMa n n h e i m .

    travs de los medios decomunicacin. En estaocasin recuerdo de buengrado y con profunda

    gratitud mi visita pasto-ral a nuestra patria elao pasado, y los nume-rosos y edificantes en-cuentros con personas detodos los sectores de lapoblacin en aquellagran fiesta de la fe.

    Atreverse a una nue-va partida es el tema devuestro encuentro enMannheim. Qu nosquieren decir en realidadestas palabras? Partir sig-nifica ponerse en movi-miento, ponerse en cami-no. Pero a menudo im-plica tambin la decisinde cambiar y renovarse.Slo puede partir quien

    est dispuesto a dejar

    Cristo. El Seor ha librado nuestra hu-manidad de la esclavitud del pecado yla ha hecho partir hacia la relacinvivificante con Dios. Por eso, esta par-tida desde Dios debe llegar a ser siem-pre una partida personal hacia Dios.Cada uno debe preocuparse por su fepersonal, por vivirla concretamente ypor seguir desarrollndola. Pero ennuestra fe no estamos solos, aislados de

    No ha sido la incoheren-cia humana lo que las hahecho partir, sino el an-helo de la verdad y la es-

    cucha de la Palabra deDios. La verdadera parti-da consiste, como ellasnos lo demuestran, en laobediencia y en la con-fianza respecto a las indi-caciones y a la llamadade Dios. Quien se sienteinterpelado por Dios ymodela su vida a partirde este dilogo con Diossupera las angustias y losmiedos y, por tanto, pue-de dar razn de su es-peranza (cf. 1 P 3, 15).

    Un hijo de la ciudadde Mannheim, el padrejesuita Alfred Delp, que

    autntica. En efecto, sdad en la que reine la amor podr disfrutar ddadera y duradera. Commos la misin de anunabierta y clara la exigendel Evangelio. La contr

    dos los bautizados a la zacin es irrenunciable.tro pas necesita una nusionera, apostlica.

    Deseo dedicar en parpalabras a los jvenes jvenes. Pude encontrarde vosotros el ao pasJornada mundial de lMadrid, y algunas sedurante la vigilia en Fque, como vosotros, tienpor delante, se les pideque tomen decisiones ecaso de desengaos, qulevantar y forjen con firTened la valenta de oJesucristo. Fortaleceos u

    A mi venerado hermanoROBERT ZOLLITSCH,

    arzobispo de Friburgo,a los obispos,

    a los sacerdotes, a los diconos,a los religiosos

    y a todos los participantesen el Katholikentag de Mannheim

    Queridos hermanos y hermanas enCristo:

    Atreverse a una nueva partida: con

    este lema se renen en estos das nume-rosos fieles para el 98 Katholikentagen Mannheim. Con afecto os saludo atodos los que os habis reunido para laapertura solemne en la Marktplatz, enel corazn de la ciudad. Mi saludo vaen particular al arzobispo de Friburgoy presidente de la Conferencia episco-pal alemana, Robert Zollitsch, a loscardenales y a los obispos presentes, ascomo al comit central de los catlicosalemanes que, juntamente con la archi-dicesis de Mannheim, es el dueo decasa de este Katholikentag. Saludo,adems, a los representantes del ecume-nismo, de la vida pblica y a todos losque estn conectados con vosotros a

    los dems. Creemos con y en la comu-nidad de la Iglesia. La partida de cadabautizado es al mismo tiempo partidaen la Iglesia y con ella.

    En todos los tiempos ha habido per-sonas que se han atrevido a realizar es-ta partida y a las cuales se ha reveladode modo particularmente clarola presencia de Dios. El testimo-

    nio de fe de los santos y de lagran multitud de cristianos quehan anunciado, alegres e intrpi-dos, el mensaje del Evangelio alos dems puede animarnostambin hoy a una nueva parti-da, puede estimularnos a unanueva valenta en la fe. En laSagrada Escritura y en la histo-ria de la Iglesia ha habido mul-titud de personas a las que nobastaba, a las que no poda bas-tar, lo que era comn en sutiempo. Con corazn inquieto yabierto, han sido capaces de percibir ensu vida y en las exigencias de la coti-dianidad la llamada a salir de Dios.

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    7/12

    ROMANO pg

    fe. Apoyad el mensaje del Evangeliotre vuestros amigos, en la escuela yel trabajo. Del mismo modo que

    risto ama a la Iglesia (cf. Ef5, 25), asmbin nosotros queremos amar a lalesia. S, identificaos con la Iglesia,

    orque Cristo se identifica con la Igle-a, porque Cristo se identifica con no-tros. Acoged la vida y la verdad queristo nos da en la Iglesia. Todos que-mos llevar este tesoro del amor deios a los hombres de nuestro pas. Si-iendo su Palabra, queremos poner-s en camino (cf. Lc5, 5), respondien-

    o as a la partida de Dios hacia noso-os, los hombres.El 98 Katholikentag constituye, enerto sentido, un preludio del Ao defe, que iniciaremos dentro de poco,n ocasin del quincuagsimo aniver-rio de la apertura del concilio Vatica-

    II. Por tanto, que estos das seanna fiesta de la fe y ayuden a redescu-ir la fe de la Iglesia en su belleza ylozana, a vivirla de manera cada vez

    s profunda y tambin a anunciarla un tiempo nuevo. Con este deseo,

    ongo la celebracin del Katholikentaglas manos de Dios y os imparto de

    razn la bendicin apostlica.

    Vaticano, 14 de mayo de 2012

    Audiencia a tres asociaciones de laicos deudoras de la sabia obra del siervo de Dios Pablo V

    El Evangelio del dony de la gratuidad

    La gratuidad no se compra ni se puede prescribir por ley. Perotanto la economa como la poltica necesitan la gratuidad de

    personas capaces del don recproco. Fue la indicacin de

    BenedictoXVI

    a los representantes del Movimiento eclesial decompromiso cultural, de la Federacin de organismos cristianosde servicio internacional voluntario y del Movimiento cristianode trabajadores, a los que recibi en audiencia el sbado 19 demayo por la maana en el aula Pablo VI.

    Queridos hermanos y hermanas:

    Me alegra acogeros esta maana en este encuentro querene al Movimiento eclesial de compromiso cultural, a laFederacin de organismos cristianos de servicio internacio-nal voluntario y al Movimiento cristiano de trabajadores.Saludo con afecto a los hermanos en el episcopado que osapoyan y os guan, a los dirigentes y responsables, a los

    Esto nace del amor que proviene de Dios, quien amado primero, nace del encuentro ntimo con l (ccaritas est, 18). San Pablo, en su discurso de despelos ancianos de feso, recuerda una verdad expresaJess: Hay ms dicha en dar que en recibir (HchQueridos amigos, es la lgica del don, una lgica a msubestimada, que vosotros valoris y testimoniis:propio tiempo, las propias habilidades y competenpropia instruccin, la propia profesionalidad; en unbra, prestar atencin al otro, sin esperar nada a cameste mundo; y os agradezco este gran testimonio. Aas, no slo se hace bien al otro, sino que tambincubre la felicidad profunda, segn la lgica de Crisse entreg totalmente a s mismo.

    La familia es el primer lugar en el que se experimamor gratuito; y cuando esto no sucede, la familianaturaliza, entra en crisis. Todo lo que se vive en la la entrega sin reservas por el bien del otro, es un m

    educativo fundamentalaprender a vivir como crtambin la relacin con la el voluntariado y el trabajoencclica Caritas in veritatextender el modelo familialgica de la gratuidad y de

    trega a una dimensin unLa justicia sola de hechosuficiente. Para que haya vra justicia es necesarioms que slo la gratuidsolidaridad pueden dar: daridad es en primer lugtodos se sientan responsatodos; por tanto, no se ladejar solamente en manos tado. Mientras antes sepensar que lo primero erazar la justicia y que la grvena despus como un cmento, hoy es necesario desin la gratuidad no se alcsiquiera la justicia (n. 3gratuidad no se compramercado y no se puede pr

    consiliarios y a todos los socios y simpatizantes. Esteao vuestras asociaciones festejan los aniversarios defundacin: ochenta aos el Movimiento eclesial decompromiso cultural; cuarenta aos la Federacin deorganismos cristianos de servicio internacional volun-tario y el Movimiento cristiano de trabajadores. Estastres realidades son deudoras de la sabia obra del sier-

    vo de Dios Pablo VI, quien, en calidad de consiliarionacional, sostuvo los primeros pasos del Movimientode licenciados de la Accin catlica en 1932, y, comoPontfice, el reconocimiento de la Federacin de losorganismos cristianos de voluntariado y el nacimientodel Movimiento cristiano de trabajadores, en 1972. Ami venerado predecesor se dirige nuestro recuerdo ynuestra gratitud por el impulso que dio a estas im-portantes asociaciones eclesiales.

    Los aniversarios son ocasiones propicias para pen-sar nuevamente en el propio carisma con gratitud ytambin con mirada crtica, atenta a los orgenes his-tricos y a los nuevos signos de los tiempos. C u l t u ra ,voluntariado y trabajo constituyen un trinomio indiso-luble del compromiso diario del laicado catlico, quequiere hacer incisiva su pertenencia a Cristo y a laIglesia, tanto en el mbito privado como en la esferapblica de la sociedad. El fiel laico se pone propia-mente en accin cuando entra en uno o ms de estos

    viene de Dios, prosiguiendo su lucha coda forma de pobreza y de exclusin, ede las poblaciones menos favorecidas. Elmiento cristiano de trabajadores ha de lley esperanza cristiana al mundo del trabajlograr tambin una justicia social cada vyor. Adems, ha de mirar siempre al muvenil, que hoy ms que nunca busca sencompromiso que sepan conjugar idealco ncrec i n.

    Queridos amigos, deseo a cada uno qsiga con alegra su compromiso personaciativo, testimoniando el Evangelio del dla gratuidad. Invoco para vosotros la intematernal de la Virgen Mara y os impcorazn la bendicin apostlica, que exttodos los socios y a los familiares. Gracvuestro compromiso y por vuestra presen

    mbitos y, en el servicio cultural, en la accin solidaria conlas personas necesitadas y en el trabajo, se esfuerza por

    promover la dignidad humana. Estos tres mbitos estnunidos por un comn denominador: el don de s . En efecto,el compromiso cultural, sobre todo el escolar y el universi-tario, orientado a la formacin de las futuras generaciones,no se limita a la transmisin de nociones tcnicas y teri-cas, sino que implica el don de s con la palabra y con elejemplo. El voluntariado, recurso insustituible de la socie-dad, conlleva no tanto dar cosas cuanto darse a s mismoen la ayuda concreta a los ms necesitados. Por ltimo, eltrabajo no es slo instrumento de ganancia individual, sinotambin ocasin para expresar las propias capacidades de-dicndose, con espritu de servicio, a la actividad profesio-nal, ya sea obrera, agrcola, cientfica o de otro tipo.

    Pero para vosotros todo esto tiene una connotacin par-ticular, la cristiana: vuestra accin debe estar animada porla caridad; esto significa aprender a ver con los ojos deCristo y dar al otro algo ms que las cosas necesarias exte-riormente, darle la mirada, el gesto de amor que necesita.

    por ley. Sin embargo, tanto la economa como lanecesitan la gratuidad, personas abiertas al don re

    (cf. ib, 39).El encuentro de hoy pone de relieve dos elemeafirmacin por vuestra parte de la necesidad de segurriendo el camino del Evangelio, con fidelidad a la dsocial de la Iglesia y con lealtad a los pastores; y mto, el aliento del Papa, que os invita a proseguir cotancia vuestro compromiso en favor de los hermaneste compromiso tambin forma parte la tarea de evilas injusticias y testimoniar los valores en los que sla dignidad de la persona, promoviendo las formas daridad que favorecen el bien comn. El Movimiensial de compromiso cultural, a la luz de su historia, mado a un renovado servicio en el mundo de la culturacterizado por desafos urgentes y complejos, para sin del humanismo cristiano: la razn y la fe sonen el camino hacia la Verdad. La Federacin de orgacristianos de servicio internacional voluntario debenuar confiando sobre todo en la fuerza de la carid

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    8/12

    pgina 8 LOSSERVATORE ROMANO domingo 27 de mayo de 2012, nm

    Inteligencia de la fe y caridad en las enseanzas de Benedicto XVI

    Cuando la razn se mide con el misterioSERAFINO M. LA N Z E T TA

    El pontificado de Benedicto XVI sepuede definir con razn teocntrico:Dios es el motivo ltimo de t0da en-

    seanza. Sin embargo, junto a estacaracterstica podemos descubrirtambin otra, que permite realizarun paso previo y necesario. El SantoPadre invita a ensanchar los confinesde la razn, fijndolos en una uni-dad ms grande. De este modo invi-ta a concebir una unidad nueva en-tre razn abierta y fe, de formaque se contemple de manera renova-da a la Iglesia en su identidad deCuerpo, Esposa y Madre, capaz desuperar el lmite, la contingencia dela historia, y que se abra a la univer-salidad. Razn abierta y fe estnunidas a su vez a otra relacin fun-damental: el amor y la caridad. Am-bas relaciones se desarrollan en uncrculo ms amplio, de forma que seentabla un dilogo entre razn yamor, fe y caridad. Ahora bien, c-mo interactan estos dos niveles?

    Ante todo se trata de ampliar larazn superando lo fenomnico, quehoy a menudo significa timidez dela verdad frente a la pluralidad, casisumisin y miedo de volverse, aun-que sea slo implcitamente, intole-rantes por ser capaces de la verdad.Sin embargo, la realidad es msgrande que mi capacidad de consi-derarme a m mismo y de reflexionarsobre las cosas. O la razn permane-ce anclada al todo y obra en razndel todo, o se autocondena a que-darse cerrada en s misma cayendoen la fragmentacin de la vida.

    Se trata tambin de superar la du-da entendida como condicin cog-noscitiva, estmulo necesario paraplantearse los grandes problemas. Laduda, en realidad, es negacin apriori de la verdad. Si parto de esto

    llegar a una duda ya extendida has-ta las certezas ms evidentes. La ra-zn abierta parte, en cambio, de laobjetividad, de la verdad, en un c re s -cendo que me conduce hasta la ver-dad ltima sobre mi vida y sobre la

    da el encuentro definitivo en el cris-tianismo del logos humano con la fedivina. Urge redescubrir de modonuevo dijo el Pontfice en el nge-lus del 28 de enero de 2007 la ra-

    cionalidad humana abierta a la luz

    Jess resucitado y los Apstoles en Galilea.

    Policroma del siglo XIV, coro de la catedral de Notre Dame(Pars)

    del Logos divino y a su perfectarevelacin, que es Jesucristo,Hijo de Dios hecho hombre(LOsservatore Romano, edicinen lengua espaola, 2 de febrerode 2007, p. 1).

    La razn abierta tiene en launiversalidad del amor salvfi-co de Dios que corresponde aldato bblico de su unicidad(cf. Dt6, 4; Sal21, 28; 97, 2-3)la posibilidad ltima de abrirsea la totalidad. Por lo dems, launiversalidad de Dios es la posi-bilidad de una razn que ve msall del confn y que supera laduda. Juntas, la razn abierta yla universalidad de Dios consti-tuyen en el cristianismo el moti-vo determinante del anuncio de

    Cristo Salvador, el Dios de to-dos, porque es el Logos accesi-ble a todos. De l se da testimo-nio dando razn de la esperanza

    gacin. En una catequesissan Buenaventura (17 dede 2010), el Santo Padre El amor se extiende mde la razn, ve ms, entrprofundamente en el mde Dios (LOsservatore Rno, edicin en lengua esp21 de marzo de 2010, pTambin en la noche dellecto el amor vela, siguedo: ve lo que es inaccesibrazn (ib.). Ve a Dios incuando slo se percibe su cio. El silencio de Dios su ausencia, no se olvida dsotros, sino el misterio insble de su trascendencia

    nos permite entrar en el rio de la muerte del Hijocruz: aqu el si lencio ecuencia del amor. Raz

    (cf. 1 P 3, 15). As sucedi desde elinicio con nuestros primeros herma-nos en la fe: La universalidad deDios y la universalidad de la raznabierta hacia l constituan para ellosla motivacin y tambin el deber delanuncio. Para ellos la fe no pertene-ca a las costumbres culturales, di-versas segn los pueblos, sino al m-bito de la verdad que concierne porigual a todos los hombres (Bene-dicto XVI, discurso en el Collge desBernardins, 12 de septiembre de2008: LOsservatore Romano, edicinen lengua espaola, 19 de septiembrede 2008, p. 7).

    Hoy debemos aprender nueva-mente a presentar a todos la nica

    verdad salvfica, el Seor, sin temo-res o sumisiones, nacidos por con-fundir a menudo el respeto de laconciencia ajena con una toleranciaesclava del pluralismo, justificadopor s mismo. Diversidad y plurali-

    amor permiten a la fe, inclusooscuridad del sufrimiento, parten el grito redentor de Jessgindose al Padre con confporque Jess y el Padre son un

    Jn 10, 30).La fe, por ltimo, es vivi

    por la caridad y ambas prodelLogos eterno. La fe en s tiela caridad, acta por el amor5, 6) y por eso encuentra en erealizacin. La meta ltima es que es amor. Su agape alivia yal e ro s, invitando al hombre a slo alto. La caridad da a la fe pnidad en la comunin. As vuelve a Dios, en el cual est l

    lizacin de la unidad en la cin, fundamento ltimo demultiplicidad, sinfnicamente ada a la unidad.

    En su intervencin, el 5 debre de 2009, en la Asamblea espara frica del Snodo de lospos, Benedicto XVI dijo a mosntesis: Nuestro Dios es, poparte, logos, razn eterna; perrazn es a la vez amor, no esmtica fra que construye el uso, no es un demiurgo; estaeterna es fuego, es caridad. Entros mismos debera realizarsunidad de razn y caridad, dcaridad. Y as, transformados caridad, ser divinizados, como los Padres griegos (LO s s e r

    Romano, edicin en lengua esp9 de octubre de 2009, p. 20).

    Desde esta perspectiva, esdesde una unidad ms amplia zn-amor y fe-caridad, es necleer el magisterio de BenedictEl Papa es servidor de la unidla Iglesia de modo nuevo,siempre antiguo: ensancha susnes iluminando sus fundamDe esta unidad la Cathedra Psigno y sello. Lo dijo san CipPara hacer ms evidente la u(Cristo) constituye una sola cde doctrina, de forma autorizatablece que el origen de esa uderive de uno solo (De cat

    Ecclesiae unitate, n. 4).

    da a medirse con e l mister io, de locontrario fcilmente cae por debajode s misma. Una razn fuerte esuna razn abierta y, por eso, el pre-supuesto de una fe verdadera, unarazn que finalmente recibe en Diossu posibilidad definitiva de pensar:de hecho, Dios es el Logos. Actuarcontra la razn est en contradiccincon la naturaleza de Dios. Esto fun-

    anunciamos a Otro y no nuestroideal, nuestra idea de Dios: no nosllevamos a nosotros mismos sino alSeor de todos, al nico Dios quenos ha creado y redimido. No desea-mos aadir a otro a nuestro gruposino conducir a todos hacia Dios yhacer que Dios est cercano a cadahombre. Nuestra evangelizacin sloser decisiva si regresamos al funda-

    mento de una razn abierta, que vetodo el misterio del Dios nico acce-sible a todos: a todos los pueblosy hasta el final de los tiempos(Mt 28, 19-20). Podremos redimir elrelativismo, realizando su ltimapretensin: considerar la multiplici-dad sin unidad, aunque dejndolaen manos de s misma, de la ms in-sidiosa confusin, en que slo quientiene ms voz podr hacerse valer.La unidad aparente en el relativismoes ms bien uniformidad impuesta.La unidad en el respeto de las diver-sidades proviene slo de Dios.

    La fe ilumina la razn y funda enella la posibilidad de ser un acto del

    hombre. Ni debajo ni contra elhombre. Ni sin la razn ni slo larazn. Requiere la razn y al mismotiempo la supera perfeccionndola.La fe dice al hombre, nuevamente,que la verdad es ms grande que lmismo. En la realidad se oculta elmisterio.

    El 29 de junio de 2009, en la so-lemnidad de San Pedro y San Pablo,el Pontfice dijo: La fe procede dela Razn eterna que entr en nues-tro mundo y nos mostr al verdade-ro Dios. Supera la capacidad propiade nuestra razn, del mismo modoque el amor ve ms que la simple in-teligencia. Pero la fe habla a la ra-zn y, en la confrontacin dialctica,puede resistir a la razn. No la con-tradice, sino que avanza juntamentecon ella y, al mismo tiempo, condu-

    ce ms all de ella: introduce en laRazn ms grande de Dios (LOs-servatore Romano, edicin en lenguaespaola, 3 de julio de 2009, p. 5).

    Adems, la razn abierta, en unmovimiento coherente con ella, bus-ca una satisfaccin, superar su fini-tud; es decir, desea ver ms all dellmite. Esto es posible con el amor,que perfecciona la razn. El amorpide a la verdad entender, superan-do el obstculo del fro clculo ra-cional; ya desvela, por as decirlo, elcorazn de aquella Causa primerade la que todo depende, y la verdadofrece al amor la regla de la investi-

    Nuestra evangelizacin slo ser decisiva si regresal fundamento de una razn abierta, que ve todo el mi

    del Dios nico accesible a todos: a todos los puey hasta el final de los tiempos (Mt 28, 19

    realidad en cuanto tal.Esto ser sintomti-

    co para la fe: no unsi existes Seor,sino s que exis-tes, eco de aquel scioenim cui credidide Pa-blo de Tarso (2 Tm 1,12). Una certeza quele vena no slo de laexperiencia personaldel Resucitado (cf.

    Hch 9, 5), sino tam-bin del hecho mismode estar en comunin

    con los Apstoles y,por tanto, con toda laIglesia (cf. Ga 1, 18-19;2, 9), testigo del Seorviviente.

    La razn est llama-

    dad son un bien, plu-ralismo y simple con-formismo son, encambio, la negacinde ambas, las cualesslo pueden encon-trarse en la verdad, demodo que haya uni-dad en la multiplici-dad, diversidad queemana de un centrovital. La catolicidad esjustamente esto: dis-tincin y diversidaden la unidad de fe y

    de doctrina. La raznpostula esta unidad, lafe la revela.

    Por ello slo pode-mos evitar la insidiadel proselitismo si

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    9/12

    nmero 22, domingo 27 de mayo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    El Tribunal de Estrasburgo tutela la autonoma de la Iglesia en la seleccin de los profesores de religin

    En el horizonte de la libertad

    SIGUE ENLA P

    SI LV E R I O NIETO NEZ*

    El pasado da 15 de mayo, el Tribu-nal europeo de derechos humanosha hecho pblica, desde su sede enEstrasburgo, una de las ms trascen-

    dentales resoluciones judiciales de suhistoria en materia de libertad reli-giosa. Pese al escaso tiempo transcu-rrido desde la publicacin de la sen-tencia, este importante pronuncia-

    ca, sino todas las Confesiones pre-sentes en Europa tienen o no auto-noma para nombrar libremente (li-bertad que incluye el derecho depropuesta, de revocacin y de no re-novacin) a los docentes que impar-

    ten la enseanza de su doctrina enlos centros de enseanza sostenidospor el Estado. Cuestin que, de for-ma acertada, ha sido resuelta afirma-tivamente por el Tribunal europeo

    lidad del Estado en materia religio-sa, que debe respetar el criterio delas diferentes Confesiones para elegira sus docentes que destaquen por surecta doctrina y por su testimonio devida cristiana, aun en centros pbli-

    cos de enseanza sostenidos por losEstados. Segn el Tribunal, no re-sulta aceptable que ningn Estadoproceda a designar docentes de reli-gin y moral, sin que se vea afecta-

    miento del Tribunal ha mere-cido, desde los ms lejanosrincones del continente euro-peo, el elogio unnime porparte de los Observatoriosinternacionales de proteccinde los derechos humanos ylas libertades fundamentales,as como por Confesiones re-ligiosas con presencia signifi-cativa en Europa.

    Los antecedentes del casosobre el que se ha pronuncia-do el Tribunal son, en snte-sis, los siguientes: un sacer-dote catlico secularizado fuepropuesto por el obispo dio-

    do su deber de neutralidadrespecto del factor religioso ysin lesionar las creencias indi-viduales de cada uno de losciudadanos. El pronuncia-miento del Tribunal europeode derechos humanos avalaas el hecho de que los Esta-dos puedan exigir a los pro-fesores de religin una deter-minada cualificacin acad-mica anloga a la de los pro-fesores de otras reas de co-nocimiento; pero, de entreaquellos que posean esta cua-lificacin, el Estado no pue-de seleccionar al personal do-

    cesano como docente de religin enun Instituto pblico de la regin deMurcia (Espaa) para impartir la en-seanza de la asignatura de religiny moral catlicas a un grupo dealumnos menores de edad. El citadoprofesor particip en una serie deeventos pblicos en los que criticdistintos aspectos de la doctrina ymoral de la Iglesia catlica y que re-cibieron una amplia difusin perio-dstica, a cargo de una asociacin(Movimiento pro celibato opcio-nal), de la que el docente formabaparte, y que generaron una impor-tante controversia entre los fieles. Altener conocimiento de los hechos ydebido a las quejas de algunos delos padres de los alumnos y de otrasinstancias sociales, el obispo dioce-sano decidi no renovar, para el si-guiente curso acadmico, la propues-ta como profesor de religin y moralcatlicas.

    Tras un largo itinerario judicial, elTribunal constitucional espaol re-solvi que, las autoridades de laIglesia en Espaa, no haban violadoningn derecho fundamental del re-currente, por el hecho de no haberrenovado su propuesta para conti-nuar como profesor de religin. Unavez firme la sentencia, el interesadoacudi al Tribunal europeo de dere-chos humanos, reiterando sus pre-tensiones y entendiendo vulneradossus derechos fundamentales a no serdiscriminado, a la libertad de expre-sin y a la intimidad personal y fa-miliar, entre otras argumentaciones.Lgicamente, a tales pretensionesformuladas ante el Tribunal de Es-trasburgo, se opusieron, no slo larepresentacin del Reino de Espaa,sino tambin la Iglesia catlica, atravs de la Conferencia episcopalespaola y algunas otras instanciasinternacionales de proteccin de losderechos humanos, de gran presti-gio, como el Centro europeo para laley y la justicia (ECLJ), que actuaronen el proceso como terceros intervi-nientes.

    La cuestin sometida a la jurisdic-cin del Tribunal podra resumirseen si las Confesiones religiosas y susjerarquas no slo la Iglesia catli-

    de derechos humanos en esta impor-tante sentencia, que, ratificando laresolucin del Tribunal constitucio-nal espaol, ha amparado en el ejer-cicio colectivo de su libertad religio-sa a la Iglesia catlica y, de formaindirecta, a todas las Iglesias y Con-fesiones presentes en Europa.

    La decis in adoptada por el Tri-bunal europeo de derechos huma-nos, que ha sido celebrada en lasms diversas instancias internaciona-les, resulta muy relevante para la

    cente encargado de impartir la asig-natura de religin. La propuesta oeleccin de los profesores de religincorresponde, de forma necesaria, acada una de las Iglesias y Confesio-nes religiosas, puesto que la ense-anza de esta materia afecta a unmbito formativo en el que las auto-ridades estatales no pueden entrarsin lesionar su deber de neutralidaden relacin con el hecho religioso. Elrespeto, por parte del Estado, de lasdecisiones de las diferentes Confe-

    los profesores designados por ltoridad religiosa a la que ellos pnecen y no por docentes nombrdirectamente por el Estado omaestros que no se encuentraperfecta sintona con las ensea

    definidas por la Confesin relique sus padres profesan.En cuarto lugar, tambin pre

    ce el derecho de los padres a quhijos menores de edad sean eddos conforme a sus propias cociones religiosas, frente a un hitico derecho de estabilidad eempleo de los docentes. Docque lo son no por seleccin detado sino, exclusivamente, poconfianza de las autoridades dIglesia o Confesin religiosa copondiente. Nexo de confianznaturaleza religiosa que constitubase jurdica de su designacinmo profesor y que, si eventualmdesaparece, hace que en todo sea prevalente el derecho de lafesin a la libre seleccin de susonal frente a una pretendida eslidad en el puesto de trabajquienes no son funcionarios pbdel Estado, sino nicamente prores de determinada religin y mpor libre propuesta de su jerarFuncin docente que se enmarcun mbito educativo de naturno tcnica sino confesional, eque la misin del profesor no epartir un mero conocimiento cieco, sino una pluralidad de pmorales, doctrinales y de condualumnos menores de edad, impdas por las personas que las C

    proteccin en Europadel derecho a la liber-tad religiosa por dife-rentes razones:

    En primer lugar,constituye un pronun-ciamiento que delimitade forma muy clara el

    alcance de la autono-ma de las Confesio-nes religiosas para de-signar a su propiopersonal docente en-cargado de impartirreligin y moral. La li-bertad religiosa no esslo una l ibertad dedimensin individual,sino tambin una li-bertad pblica conuna indisociable di-mensin comunitariao colectiva, que obliga

    siones consideren lif icadas para e lcon el contenido mtico por ellasdido.

    En sntesis, estaportante sentenciaTribunal europeo

    derechos humanodejado claro para Europa que en el de cada centro pde enseanza (lomo se aplica a lostros privados) cven varios derefundamentales y,las particularidpropias de la enseza de religin, dser preferentes lorechos de las Csiones religiosas

    al Estado a respetar las decisiones delas diferentes Iglesias y Confesionesen relacin con los criterios de selec-cin de su personal y, en particular,con la libre propuesta de sus docen-tes encargados de impartir la asigna-

    tura de religin y moral, puesto quecorresponde a las Confesiones lacompetencia para el juicio de idonei-dad de las personas que hayan deimpartir la enseanza de su respecti-vo credo; un juicio que se puede ex-tender a los extremos de la propiaconducta en la medida en que el tes-timonio personal constituya para lacomunidad religiosa un componentedefinitorio de su credo, hasta el pun-to de ser determinante de la aptitudo cualificacin para la docencia.

    En segundo lugar, la sentenciadictada consagra el deber de neutra-

    siones religiosas en esta materia for-ma parte irrenunciable de la libertadreligiosa en su dimensin colectiva.

    En tercer lugar, el Tribunal euro-peo de derechos humanos ha dejadoclaro que el derecho de los padres a

    que sus hijos menores de edad reci-ban en las aulas pblicas la forma-cin religiosa y moral que est deacuerdo con sus propias conviccio-nes religiosas, prevalece sobre el de-recho del docente a la l ibertad deexpresin en el aula. En la escuelase ejerce una funcin docente encar-gada por los padres de los alumnosa una Confesin religiosa y no alconcreto individuo que particular-mente imparte esas enseanzas. Lospadres tienen, por tanto, un prefe-rente derecho a que sus hijos seaneducados, en materia religiosa, por

    leccionar su personal y los derede los padres y de los menores, derechos del docente a una preteda libertad de expresin o estdad en su puesto de trabajo.

    Todos los ciudadanos son l

    en Europa para profesar una relo para no profesar ninguna y tiel derecho a no ser discriminpor ello por las autoridades esles. Pero no todas las accionesson constitucionalmente lcitas el Estado lo son, en todo caso, la doctrina o moral de una detnada Confesin religiosa. Los cdanos disfrutan en Europa del cho a la libertad de expresinimplica el poder criticar los plamientos de cualquier religin, as

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    10/12

    pgina 10 LOSSERVATORE ROMANO domingo 27 de mayo de 2012, nm

    Colegio episcopalRENUNCIAS:

    El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la archidicesisde Malanje (Angola) que monseorLUIS MARA PREZ DE ON R A I TAAGUIRRE le haba presentado enconformidad con el canon 401 1del Cdigo de derecho cannico.

    Luis Mara Prez de OnraitaAguirre naci en Gauna, dicesis de

    Vitoria (Espaa), el 12 de abril de1933. Recibi la ordenacin sacerdo-tal el 11 de agosto de 1957. Juan Pa-blo II lo nombr obispo coadjutorde la entonces dicesis de Malanjeel 15 de diciembre de 1995; recibi laordenacin episcopal el 10 de marzode 1996. Pas a ser obispo residen-cial de dicha sede el 27 de agosto de

    1998. Benedicto XVI, el 12 de abril de2011, tras elevar la sede de Malanjeal rango de archidicesis lo promo-vi a arzobispo de la misma.

    El Papa ha exonerado del gobiernopastoral de la dicesis de Trpani(Italia) a monseor FRANCESCOMICCICH.

    Francesco Miccich naci en SanGiuseppe Jato, archidicesis deMonreale, el 16 de junio de 1943.Recibi la ordenacin sacerdotal el28 de junio de 1967. Juan Pablo II lonombr obispo titular de Cusira yauxiliar de Messina-Lpari-Santa Lu-ca del Mela el 23 de diciembre de1988; recibi la ordenacin episcopalel 24 de enero de 1989. El mismoPapa lo nombr obispo residencialde Trpani el 24 de enero de 1998.

    EL PA PA HA NOMBRAD O:

    Arzobispo de Malanje (Angola) amonseor BENEDITO RO B E R T O,C.S.SP., hasta ahora obispo de Sum-b e.

    Benedito Roberto, C.S.SP., nacien Mussende Gango, dicesis deSumbe, el 5 de noviembre de 1946.Recibi la ordenacin sacerdotal el18 de octubre de 1981. Juan Pablo II,el 15 de diciembre de 1995, lo nom-br obispo de la entonces dicesis

    de Novo Redondo denominadaSumbe desde el 22 de octubre de2006; recibi la ordenacin episco-pal el 25 de febrero de 1996.

    Obispo de Calicut (India) a mon-seor VARGHESE CH A K KA L A KA L, has-ta ahora obispo de Kannur; y lo hanombrado tambin administrador

    apostlico sede vacante et ad nu-tum Sanctae Sedis de Kannur.

    Varghese Chakkalakal naci enMalapallipuram, dicesis de Kotta-puram, el 7 de febrero de 1953. Reci-bi la ordenacin sacerdotal el 2 deabril de 1981. Juan Pablo II lo nom-br obispo de la dicesis de Kannurel 5 de noviembre de 1998; recibi laordenacin episcopal el 7 de febrerode 1999.

    Obispo de San Jos (Filipinas) amonseor ROBERTO CALARA MALLA-RI, hasta ahora obispo titular de Er-donia y auxiliar de San Fernando.

    Roberto Calara Mallari naci enMasantol, archidicesis de San Fer-nando, el 27 de marzo de 1958. Reci-bi la ordenacin sacerdotal el 27 de

    noviembre de 1982. Benedicto XVI lonombr obispo titular de Erdonia yauxiliar de San Fernando el 14 deenero de 2006; recibi la ordenacinepiscopal el 27 de marzo sucesivo.

    Obispo de Toowoomba (Australia)a monseor ROBERT MCGU C K I N.

    Robert McGuckin naci en Syd-ney el 28 de enero de 1944. Recibila ordenacin sacerdotal el 20 de oc-tubre de 1973; y en 1993 se incardinen la dicesis de Parramatta. Se li-cenci en derecho cannico en Otta-

    wa (Canad). Ha desempeadtre otros, los siguientes cargosrio parroquial; profesor de decannico; vicario judicial; adtrador diocesano sede vacantParramatta; vicario general yrador de la Curia; y juez delnal de apelacin para AustrNueva Zelanda.

    Obispo titular de Aradi y ade Toronto (Canad) a monWAY N E KI R K PAT R I C K.

    Wayne Kirkpatrick naci enCatherines el 5 de junio de 195cibi la ordenacin sacerdotal eseptiembre de 1984. Posteriorse licenci en derecho cannila Universidad San Pablo de wa. Ha desempeado, entrelos siguientes cargos: vicario quial; capelln de un centro peciario; vicecanciller; vicario judel Tribunal regional de Tocanciller y ecnomo diocmiembro del Colegio de consuy del Consejo presbiteral; prrola catedral y moderador de la C

    Administrador apostlico a

    tum Sanctae Sedis de la diceTrpani (Italia) a monseorSANDRO PLOTTI, arzobispo emde Pisa.

    Alessandro Plotti naci ennia el 8 de agosto de 1932. Rla ordenacin sacerdotal el 25 lio de 1959. Juan Pablo II lo noobispo titular de Vannida y ade la dicesis de Roma el 23 ciembre de 1980; recibi la orcin episcopal el 6 de enero deEl mismo Papa lo promovi abispo de Pisa el 7 de junio de 1

    Audiencias pontificias

    R e p re s e n t a c i o n e sp ontificias

    El Santo Padre ha nombradonuncio apostlico en Croacia amonseor ALESSANDRO DERRI-C O, arzobispo titular de Carini,hasta ahora nuncio apostlico enBosnia y Herzegovina y en Mon-t e n e g ro .

    Alessandro DErrico naci enFrattamaggiore, dicesis de Aver-

    sa (Italia), el 18 de noviembre de1950. Recibi la ordenacin sacer-dotal el 24 de marzo de 1974. En-tr en el servicio diplomtico dela Santa Sede el 5 de marzo de1977. Juan Pablo II lo nombr ar-zobispo titular de Carini y nuncioapostlico en Pakistn el 14 denoviembre de 1998; recibi la or-denacin episcopal el 6 de enerode 1999. Benedicto XVI lo nombrnuncio apostlico en Bosnia yHerzegovina el 21 de noviembrede 2005; y en Montenegro el 17de febrero de 2010.

    LutoMonseor ISAK DOERA, obispoemrito de Sintang (Indonesia),falleci el 19 de mayo. Haba na-cido en Jopu, archidicesis deEnde, el 29 de septiembre de1931. Era sacerdote desde el 18 deenero de 1958. Pablo VI lo nom-br obispo de Sintang el 9 de di-ciembre de 1976; recibi la orde-nacin episcopal el 19 de mayode 1977. Juan Pablo II acept surenuncia al gobierno pastoral dedicha dicesis el 1 de enero de1996.

    Comunicado d

    la Sala de prende la Santa SeLa nueva publicacin de mentos de la Santa Sede y dcumentos privados del Santdre no se presenta ya comodiscutible y objetivamentematoria iniciativa periodstino que asume claramente la de un acto criminal.

    El Santo Padre, pero tavarios de sus colaboradoreslos que enviaron los mensajegidos a l, han visto violadoderechos personales de resede libertad de correspondenc

    La Santa Sede seguir prozando las diversas implica

    de estos actos de violacin privacidad y de la dignidaSanto Padre como personamo autoridad suprema de lasia y del Estado de la CiudaVa t i c a n o , y dar los pasos cnientes, para que los autorrobo, de la receptacin y devulgacin de noticias secretcomo del uso incluso comercdocumentos privados, ilegmente obtenidos y conserrespondan de sus actos ante ticia. Si es necesario, pedireste fin la colaboracin internal.

    EL SANTO PADRE HA RECIBID O:Viernes 18 de mayo

    Al cardenal Angelo Bagnasco,arzobispo de Gnova (Italia), presi-dente de la Conferencia episcopalitaliana.

    Al cardenal William Joseph Le-vada, prefecto de la Congregacinpara la doctrina de la fe.

    A monseor Mieczysaw Mo-kryzcki, arzobispo de Lvov de loslatinos (Ucrania).

    Al embajador de Francia ante laSanta Sede, Bruno Joubert, con oca-sin de la presentacin de las cartasc re de nc ia l e s.

    Sbado, da 19Al cardenal Marc Ouellet, P.S.S.,

    prefecto de la Congregacin paralos obispos.

    A los obispos de rito oriental de Es-tados Unidos en visita ad limina:

    Monseor Nicholas J. Samra,obispo de Newton de los greco-mel-kitas.

    Monseor Barnaba Yousif Ha-bash, obispo de Nuestra Seora dela Liberacin de Newark de los si-rios.

    Monseor Mikal Mouradian,obispo de Nuestra Seora de Naregen Nueva York de los armenios.

    Monseor John M. Botean,obispo de San Jorge en Cantn delos rumanos.

    Monseor Gregory John Man-sour, obispo de San Marn deBrooklyn de los maronitas.

    Monseor Paul Patrick Chom-nycky, O.S.B.M., obispo de Stamfordde los ucranianos.

    Monseor Ibrahim Namo Ibra-him, obispo de Santo Toms Aps-tol de Detroit de los caldeos.

    Monseor William CharlesSkurla, arzobispo de Pittsburgh delos bizantinos.

    Monseor Richard Stephen Se-

    minack, obispo de San Nicols deChicago de los ucranianos.

    Monseor Gerald Nicholas Di-no, obispo de la eparqua bizantinacatlica Santa Mara de la Protec-cin de Phoenix.

    Monseor John M. Kudrick,obispo de Parma de los rutenos.

    Monseor Stefan Soroka, arzo-bispo de Filadelfia de los ucrania-nos; con el obispo auxiliar, monse-or John Bura, obispo titular de Li-misa, administrador apostlico se-de vacante de San Josafat de Par-ma de los ucranianos.

    Monseor Sarhad Yawsip Jam-mo, obispo de San Pedro Apstolde San Diego de los caldeos.

    Presbtero Edward G. Cimbala,administrador apostlico de Passaicde los rutenos.

    Jueves, da 24

    Al presidente de la Repblica deBulgaria, Rosen Plevneliev, con elsquito.

    Al presidente del Gobierno de laex Repblica yugoslava de Macedo-nia, Nikola Gruevski, con el squito.

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    11/12

    nmero 22, domingo 27 de mayo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    VIENEDE LAPGINA9

    En la audiencia general el Papa invita a orar a Dios Padre con el Espritu de Cristo

    El cristianismo, religin de la confianz

    SIGUEEN LAP

    Toma de posesin del cardenalSantos Abril y Castell

    El domingo 20 de mayo por la ma-ana, el cardenal Santos Abril y Cas-tell, arcipreste de la baslica papalde Santa Mara la Mayor, tom pose-sin de la diacona de San Ponciano.

    En la iglesia, en el barrio romano deMonte Sacro, el purpurado espaolfue acogido por el prroco, monseorManlio Asta, que le present el cruci-fijo para el beso ritual; luego el car-denal presidi la santa misa. Conce-lebraron el arzobispo Francesco Ca-nalini, nuncio apostlico; el prrocode San Ponciano; el vicario, donFrancesco Zanoni; y los otros sacer-dotes de la parroquia. Estuvieronpresentes numerosos miembros de lacomunidad espaola de Roma. Al fi-nal del rito el prroco don al carde-nal reliquias de san Ponciano.

    Queridos hermanos y hermanas:

    El mircoles pasado mostr cmosan Pablo dice que el Espritu Santoes el gran maestro de la oracin ynos ensea a dirigirnos a Dios con

    los trminos afectuosos de los hijos,llamndolo Abba, Padre. Eso hizoJess. Incluso en el momento msdramtico de su vida terrena, nuncaperdi la confianza en el Padre ysiempre lo invoc con la intimidaddel Hijo amado. En Getseman,cuando siente la angustia de lamuerte, su oracin es: Abba, Pa-dre! T lo puedes todo; aparta dem este cliz. Pero no sea como yoquiero, sino como t quieres (Mc14,36).

    Ya desde los primeros pasos de sucamino, la Iglesia acogi esta invo-cacin y la hizo suya, sobre todo enla oracin del Padre nuestro, en laque decimos cada da: Padre..., h-gase tu voluntad en la tierra comoen el cielo (Mt 6, 9-10). En las car-tas de san Pablo la encontramos dos

    veces. El Apstol, como acabamosde escuchar, se dirige a los Glatascon estas palabras: Como soishijos, Dios envi a nuestros corazo-nes el Espritu de su Hijo, que cla-ma en nosotros: Abba, Padre!(Ga 4, 6). Y en el centro del cantoal Espritu Santo, que es el captulooctavo de la Carta a los Romanos,afirma: No habis recibido un esp-ritu de esclavitud, para recaer en eltemor, sino que habis recibido unEspritu de hijos de adopcin, en elque clamamos: Abba, Padre! (Rm8, 15). El cristianismo no es una reli-gin del miedo, sino de la confianzay del amor al Padre que nos ama.Estas dos densas afirmaciones noshablan del envo y de la acogida delEspritu Santo, el don del Resucita-do, que nos hace hijos en Cristo, el

    Hijo unignito, y nos sita en unarelacin filial con Dios, relacin deprofunda confianza, como la de losnios; una relacin filial anloga a lade Jess, aunque sea distinto su ori-gen y su alcance: Jess es el Hijoeterno de Dios que se hizo carne, ynosotros, en cambio, nos converti-

    mos en hijos en l, en el tiempo,mediante la fe y los sacramentos delBautismo y la Confirmacin; graciasa estos dos sacramentos estamos in-mersos en el Misterio pascual de

    Cristo. El Espritu Santo es el donprecioso y necesario que nos hacehijos de Dios, que realiza la adop-cin filial a la que estamos llamadostodos los seres humanos, porque, co-mo precisa la bendicin divina de laCarta a los Efesios, Dios nos eligien Cristo antes de la fundacin delmundo para que fusemos santos eintachables ante l por el amor. lnos ha destinado por medio de Jesu-cristo (...) a ser sus hijos (Ef1, 4-5).

    Tal vez el hombre de hoy no per-cibe la belleza, la grandeza y el con-suelo profundo que se contienen enla palabra padre con la que pode-mos dirigirnos a Dios en la oracin,porque hoy a menudo no est sufi-cientemente presente la figura pater-na, y con frecuencia incluso no essuficientemente positiva en la vidadiaria. La ausencia del padre, el pro-blema de un padre que no est pre-sente en la vida del nio, es un granproblema de nuestro tiempo, porqueresulta difcil comprender en su pro-fundidad qu quiere decir que Dioses Padre para nosotros, De Jessmismo, de su relacin filial con Diospodemos aprender qu significa pro-piamente padre, cul es la verda-dera naturaleza del Padre que esten los cielos. Algunos crticos de lareligin han dicho que hablar delPadre, de Dios, sera una proyec-cin de nuestros padres al cielo. Pe-ro es verdad lo contrario: en elEvangelio, Cristo nos muestra quines padre y cmo es un verdadero pa-dre; as podemos intuir la verdaderapaternidad, aprender tambin la ver-dadera paternidad. Pensemos en las

    palabras de Jess en el Sermn de lamontaa, donde dice: Amad avuestros enemigos y rezad por losque os persiguen, para que seishijos de vuestro Padre celestial (Mt5, 44-45). Es precisamente el amorde Jess, el Hijo unignito que lle-ga hasta el don de s mismo en la

    c ruz el que revela la verdadera na-turaleza del Padre: l es el Amor, ytambin nosotros, en nuestra oracinde hijos, entramos en este circuitode amor, amor de Dios que purificanuestros deseos, nuestras actitudesmarcadas por la cerrazn, por la au-tosuficiencia, por el egosmo tpicosdel hombre viejo.

    As pues, podramos decir que enDios el ser Padre tiene dos dimen-siones. Ante todo, Dios es nuestroPadre, porque es nuestro Creador.Cada uno de nosotros, cada hombrey cada mujer, es un milagro de Dios,es querido por l y es conocido per-sonalmente por l. Cuando en el Li-bro del Gnesis se dice que el ser hu-

    mano es creado a imagen de(cf. 1, 27), se quiere expresar pmente esta realidad: Dios es npadre, para l no somos seres mos, impersonales, sino que te

    un nombre. Hay unas palablos Salmos que me conmuevenpre cuando las rezo: Tus manhicieron y me formaron (Sa73), dice el salmista. Cada unosotros puede decir, en esta hsa imagen, la relacin personDios: Tus manos me hicieronformaron. T me pensaste, mete, me quisiste. Pero esto tno basta. El Espritu de Crisabre a una segunda dimensinpaternidad de Dios, ms allcreacin, pues Jess es el Hisentido pleno, de la misma nleza del Padre, como profeen el Credo. Al hacerse un smano como nosotros, con lanacin, la muerte y la resurreJess a su vez nos acoge enmanidad y en su mismo ser Hmodo que tambin nosotrosmos entrar en su pertenencia efica a Dios. Ciertamente, nueshijos de Dios no tiene la pleniJess: nosotros debemos llegarlo cada vez ms, a lo largo delno de toda nuestra existencia na, creciendo en el seguimienCristo, en la comunin con entrar cada vez ms ntimamela relacin de amor con Dios que sostiene la nuestra. Esta refundamental se nos revela cnos abrimos al Espritu Santnos hace dirigirnos a Dios dicle Abba, Padre!. Realment

    En el horizonte de la libertadmo del derecho a ejercer su liber-tad en la vida privada. Pero tam-bin parece lgico que no tenganun derecho fundamental a impartiroficialmente, a menores de edad, ladoctrina religiosa que abiertamentecontradicen y pblicamente criti-can. Cualquier ciudadano puededisentir, de forma constitucional-mente legtima, de la moral de unaConfesin religiosa y, desde luego,no practicarla nunca, as comoapartarse de su prctica cuando loconsideren oportuno, de forma en-teramente libre y constitucional-mente legtima. Pero lo que nopuede un ciudadano es apartarsedel ncleo esencial de un Credo re-ligioso por ms que tal conductasea constitucionalmente legtimay pretender seguir impartiendo, ennombre de esa Confesin religiosa,una doctrina y moral en la que nocree, especialmente si se trata demenores sometidos a su influenciaeducativa. En este caso, no existelesin alguna de su derecho a la li-bertad religiosa individual por par-te de la Confesin que lo ha desig-nado, sino, todo lo contrario, unescrupuloso respeto a su libertad,que hay que hacer compatible con

    los derechos fundamentalequienes s practican ese Ctambin desde el ejercicio debertad individual. Existe, poto, para todo ciudadano uncho fundamental a la libertasonal de pensamiento y de cin en las esferas pblica y da, pero no un derecho a sernado como docente de religi

    La Iglesia catlica respetalos derechos fundamentaleparticular, y con relacin a eso, la intimidad, la libertad nal y familiar y el derecho asar y difundir libremente sumiento de todas las personasla Iglesia catlica est tambimada a garantizar a los padlos menores de edad, que que sus hijos sean educadosfe catlica, que la doctrina yque se les imparte en la escueblica se encuentre en perfectona con la que sus padres hcidido, esto es, con la doctrinMagisterio de la Iglesia y qdocentes de religin destaqusu recta doctrina, por el testide vida cristiana y por su ap edaggica.

    *Director del Servicio jurdico cla Conferencia episcopal espao

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 27 Mayo 2012

    12/12

    pgina 12 LOSSERVATORE ROMANO domingo 27 de mayo de 2012, nm

    El cristianismoreligin de la confianza

    VIENEDE LAPGINA 11

    Una cruz por las capitales del mundoUna cruz de madera,de cuatro metros de al-tura, ser llevada a to-das las capitales delmundo como signode gratitud a Dios. Elmircoles 23 de mayo,antes de la audienciageneral, el Papa la

    bendijo, repitiendo asel gesto realizado porJuan Pablo II el 10 demarzo de 2004.

    Hasta ahora la cruz

    ta Mara la Mayor ySan Pablo. Ahorareemprender el viajepor el mundo. Estainiciativa tiene una di-mensin ecumnica.La misma que impulsa don Vladimiro Ti-moshenko, prroco de

    los Santos ApstolesPedro y Pablo enNovgorod, Rusia, allevar al Papa el iconode san Olaf para su

    por iniciativa de un grupo de fieles ucrania-nos de Lepolis, en la perspectiva de la cele-bracin, el ao 2033, de los dos mil aos dela resurreccin de Cristo ha atravesadoUcrania, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia,Finlandia, Noruega, Dinamarca, Suecia, Ale-mania, Islandia, Francia, Pases Bajos, Blgi-ca, Austria, Hungra, Eslovaquia y RepblicaCheca. Desde hace tiempo la cruz est en Ro-ma: tambin ha sido llevada a las baslicas pa-pales de San Pedro, San Juan de Letrn, San-

    bendicin. La imagen ser colocada en laiglesia, en sustitucin de un antiguo y venera-dsimo icono del santo que fue destruido.

    En la audiencia participaron mil peregrinosde Enna (Sicilia, Italia) para celebrar los seis-cientos aos de la proclamacin de Mara dela Visitacin como patrona de la ciudad (en lafoto, el Papa bendice su imagen); los acompa-aban el obispo Michele Pennisi y SalvatoreMartnez, presidente del comit cientfico delas celebraciones.

    all de la creacin, hemos entrado en la adopcincon Jess; unidos, estamos realmente en Dios, so-mos hijos de un modo nuevo, en una nueva di-

    mensin.Ahora deseo volver a los dos pasajes de san Pa-blo, que estamos considerando, sobre esta accindel Espritu Santo en nuestra oracin; tambinaqu son dos pasajes que se corresponden, peroque contienen un matiz diverso. En la Carta a losGlatas, de hecho, el Apstol afirma que el Esp-ritu clama en nosotros Abba, Padre!; en laCarta a los Romanos dice que somos nosotrosquienes clamamos Abba, Padre!. Y san Pabloquiere darnos a entender que la oracin cristiananunca es, nunca se realiza en sentido nico desdenosotros a Dios, no es slo una accin nuestra,sino que es expresin de una relacin recproca enla que Dios acta primero: es el Espritu Santoquien clama en nosotros, y nosotros podemos cla-mar porque el impulso viene del Espritu Santo.Nosotros no podramos orar si no estuviera inscri-to en la profundidad de nuestro corazn el deseode Dios, el ser hijos de Dios. Desde que existe, elhomo sapiens siempre est en busca de Dios, trata

    de hablar con Dios, porque Dios se ha inscrito as mismo en nuestro corazn. As pues, la primerainiciativa viene de Dios y, con el Bautismo, Diosacta de nuevo en nosotros, el Espritu Santo ac-

    escribe a los cristianos de Corinto: Hay ddad de carismas, pero un mismo Espritu; hversidad de ministerios, pero un mismo Sehay diversidad de actuaciones, pero un mDios que obra todo en todos (1 Co 12, 4-oracin guiada por el Espritu Santo, que noce decir Abba, Padre! con Cristo y en Cnos inserta en el nico gran mosaico de la fde Dios, en el que cada uno tiene un puestopapel importante, en profunda unidad condo.

    Una ltima anotacin: tambin aprendeclamar Abba, Padre! con Mara, la MadHijo de Dios. La plenitud de los tiempos,que habla san Pablo en la Carta a los Glat4, 4), se realiz en el momento del s de Mde su adhesin plena a la voluntad de Diosaqu la esclava del Seor (Lc 1, 38).

    Queridos hermanos y hermanas, aprendagustar en nuestra oracin la belleza de sergos, ms an, hijos de Dios, de poderlo incon la intimidad y la confianza que tiene uncon sus padres, que lo aman. Abramos noracin a la accin del Espritu Santo parclame en nosotros a Dios Abba, Padre! yque nuestra oracin cambie, para que conconstantemente nuestro pensar, nuestro actumodo que sea cada vez ms conforme al deunignito, Jesucristo. Gracias.

    ta en nosotros; es el primer iniciador de la ora-cin, para que nosotros podamos realmente ha-blar con Dios y decir Abba a Dios. Por consi-guiente, su presencia abre nuestra oracin y nues-tra vida, abre a los horizontes de la Trinidad y de

    la Iglesia.Adems este es el segundo punto, compren-demos que la oracin del Espritu de Cristo ennosotros y la nuestra en l, no es slo un acto in-dividual, sino un acto de toda la Iglesia. Al orar,se abre nuestro corazn, entramos en comuninno slo con Dios, sino tambin propiamente contodos los hijos de Dios, porque somos uno.Cuando nos dirigimos al Padre en nuestra mora-da interior, en el silencio y en el recogimiento,nunca estamos solos. Quien habla con Dios noest solo. Estamos inmersos en la gran oracin dela Iglesia, somos parte de una gran sinfona quela comunidad cristiana esparcida por todos losrincones de la