L´OSSERVATORE ROMANO. 11 Marzo 2012

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    Nmero suelto 1,00. Nmero atrasado

    LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLA

    Non praevalebunt

    Ao XLIV, nmero 11 (2.254) Ciudad del Vaticano 11 de marzo d

    En una parroquia romana y en el ngelus Benedicto XVI explica el itinerario cuaresmal

    La luz que nunca se apagaLlamamiento del Papa

    Esperanza paraOriente MedioEn la audiencia general del mircolesmarzo, tras dedicar su catequesis a ladimensin del silencio en la oracin d

    Jess, Benedicto XVI salud a losparticipantes del Snodo de la Iglesiaarmenia catlica presentes en la plazaSan Pedro. Ocasin en la que exhortlas queridas poblaciones de Oriente Ma perseverar con esperanza en medlos graves sufrimientos que padecen. E

    fueron sus palabras.

    Queridos hermanos y hermanas, ahora saludar, con fraterno afecto,Beatitud Nerses Bedros XIX Ta r mPatriarca de Cilicia de los armeni

    tlicos, y a los obispos llegados ade varios continentes para la celebdel Snodo. Les expreso sincera grpor la fidelidad al patrimonio denerable tradicin cristiana y al Sudel apstol Pedro, fidelidad que sielos ha sostenido en las innumepruebas de la historia. Acompaooracin ferviente y con la bendapostlica los trabajos sinodalesseando que favorezcan an ms munin y el entendimiento entrpastores, de forma que sepan guiarenovado impulso evanglico a loslicos armenios por los senderos generoso y alegre testimonio de Crde la Iglesia. Encomendando el S Armenio a la materna intercesinsantsima Madre de Dios, extiendpensamiento orante a las regionOriente Medio, animando a todpastores y fieles a perseverar conranza en los graves sufrimientoafligen a esas queridas poblacionesel Seor os bendiga.

    Exposicin por la unidad de Italia y la fundacin de LOsservatore Romano

    150 aos de una historia en comnEl presidente de la Repblica itGiorgio Napolitano, el presidentSenado Renato Schifani, el presdel Consejo de ministros Mario Mel cardenal secretario de Estado TaBertone inauguraron el 7 de marRoma, en el palacio Giustiniani, posicin Estado e Iglesia. DesResurgimiento hasta nuestros

    Una seleccin de documentos proctes de los archivos de la SecretaEstado de la Santa Sede, del ASecreto Vaticano, del Archivo de servatore Romano, del Archivo Hrico del Senado, de la Biblioteca dnado y del Archivo Central del Erecorre 150 aos de vida del Estadtario y de nuestro peridico. Unabracin en comn, no casual; quehoy a reconocer, tras un accidentacorrido histrico, el logro actual darmona plena entre Iglesia catEstado italiano. En nuestra predicin ofreceremos amplia informsobre este evento.

    Incluso en la noche msoscura, Jess es la luz quenunca se apaga y todosnecesitamos luz interior para

    superar las pruebas de lavida. As lo subray

    Benedicto XVI el 4 de marzo,domingo de la Transfiguracin,en el ngelus en la plaza deSan Pedro. Esa mismamaana, haba celebrado la

    Eucarista en una parroquiaromana, donde hizo hincapien el itinerario cuaresmal quelleva del monte Tabor al

    Glgota como indicacin parael cristiano del camino delamor luminoso que vence lastinieblas y nos abre la

    puerta hacia la libertad y lanovedad de la Resurreccin.

    Estas fueron sus palabras enel ngelus.

    Queridos hermanos y hermanas:

    Este domingo, el segundo de Cuaresma, se caracte-riza por ser el domingo de la Transfiguracin deCristo. De hecho, durante la Cuaresma, la liturgia,despus de habernos invitado a seguir a Jess en eldesierto, para afrontar y superar con l las tentacio-nes, nos propone subir con l al monte de la ora-cin, para contemplar en su rostro humano la luzgloriosa de Dios. Los evangelistas Mateo, Marcos yLucas atestiguan de modo concorde el episodio de latransfiguracin de Cristo. Los elementos esencialesson dos: en primer lugar, Jess sube con sus discpu-los Pedro, Santiago y Juan a un monte alto, y all setransfigur delante de ellos (Mc 9, 2) , su rostro y

    lla. Dice: Lo que para los ojos del cuerpo es el solque vemos, lo es [Cristo] para los ojos del corazn"(Sermo 78, 2: PL 38, 490).

    Queridos hermanos y hermanas, todos necesitamosluz interior para superar las pruebas de la vida. Estaluz viene de Dios, y nos la da Cristo, en quien habitala plenitud de la divinidad (cf. Col 2, 9). Subamoscon Jess al monte de la oracin y, contemplando surostro lleno de amor y de verdad, dejmonos colmarinteriormente de su luz. Pidamos a la Virgen Mara,nuestra gua en el camino de la fe, que nos ayude avivir esta experiencia en el tiempo de la Cuaresma,encontrando cada da algn momento para orar ensilencio y para escuchar la Palabra de Dios.

    sus vestidos irradiaron una luz brillante,mientras que junto a l aparecieron Moiss yElas; y, en segundo lugar, una nube envolvila cumbre del monte y de ella sali una vozque deca: Este es mi Hijo amado, escuchad-lo (Mc9, 7). Por lo tanto, la luz y la voz: laluz divina que resplandece en el rostro de Je-ss, y la voz del Padre celestial que da testi-monio de l y manda escucharlo.

    El misterio de la Transfiguracin no se de-be separar del contexto del camino que Jessest recorriendo. Ya se ha dirigido decidida-mente hacia el cumplimiento de su misin, asabiendas de que, para llegar a la resurrec-cin, tendr que pasar por la pasin y lamuerte de cruz. De esto les ha hablado abier-tamente a sus discpulos, los cuales sin em-bargo no han entendido; ms aun, han recha-zado esta perspectiva porque no piensan co-mo Dios, sino como los hombres (cf. Mt 16,23). Por eso Jess lleva consigo a tres de ellosal monte y les revela su gloria divina, esplen-dor de Verdad y de Amor. Jess quiere queesta luz ilumine sus corazones cuando pasenpor la densa oscuridad de su pasin y muerte,cuando el escndalo de la cruz sea insoporta-ble para ellos. Dios es luz, y Jess quiere dara sus amigos ms ntimos la experiencia deesta luz, que habita en l. As, despus de es-te episodio, l ser en ellos una luz interior,capaz de protegerlos de los asaltos de las ti-nieblas. Incluso en la noche ms oscura, Jesses la luz que nunca se apaga. San Agustn re-sume este misterio con una expresin muy be-

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    LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    00120 Ciudad del Vaticanoe d .es p a n o l a @ o s s rom .v a

    http://www.osservatoreromano.vaTIPO GRAFIA VAT I C A N A EDITRICE LOS S E R VAT O R E ROMANO

    GI O VA N N I MARIA VIANdirector

    Carlo Di Ciccosub director

    Arturo Gutirrez L.C.encargado de la edicin

    don Sergio Pellini S.D.B.director general

    Redaccinvia del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticanotelfono 39 06 698 99410 fax 39 06 698 81412

    Servicio fotogrficoph o t o @ oss ro m .v a

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    pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO domingo 11 de marzo de 2012, nm

    Benedicto XVI al trmino de los ejercicios espirituales en el Vaticano

    Hacia la luzLa impresin de ver una luz y or una bella msica msall del tnel oscuro de la noche constituye la percepcinde la belleza de Dios, la esperanza que salva; eso podrarepresentar la parbola de nuestra vida. Con estas

    palabras Benedicto XVI concluy, la maana del sbado 3

    de marzo, en la capilla Redemptoris Mater, la semana deejercicios espirituales, durante la cual el cardenal LaurentMonsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa, Repblicademocrtica del Congo, propuso las meditaciones.

    Carta al cardenal Monsengwo Pasi

    En la unidad la sinfondel Cuerpo mstico

    Benedicto XVI expres su aprecio y gratitud acardenal Laurent Monsengwo Pasinya, arzobde Kinshasa, por las meditaciones dirigidasdurante la semana de ejercicios espirituales, c

    siguiente carta.

    Al venerado hermanoCardenal LAU R E N T MONSENGWO PA S I N

    Arzobispo de Kinshasa

    Al final de la semana de ejercicios espirdurante los cuales usted propuso las mednes sobre el tema de la comunin con

    deseo expresarle, venerado hermano, mi cgratitud por el valioso servicio que nos prm y a mis colaboradores.

    Comentando algunos pasajes de la p rCarta de san Juan, usted nos gui en unrario de redescubrimiento del misterio dmunin en el que estamos insertadosnuestro Bautismo. Tambin gracias a esterrido que usted marc sabiamente, el silela oracin de estos das, de modo especadoracin eucarstica, estuvieron impregde profundo agradecimiento a Dios pgran amor (1 Jn 3, 1) que nos ha dadoel que nos ha unido a s mismo en una relfilial, que desde ahora constituye nuestrprofunda realidad y que se manifestarmente cuando al contemplarlo () se() semejantes a [l] (Misal romano, Pleucarstica III).

    Un motivo de particular alegra fue papoder percibir en su misma presencia, yestilo, venerado hermano, el peculiar tenio de fe de la Iglesia que cree, espera yen el continente africano: un patrimonio tual que constituye una gran riqueza parael pueblo de Dios y para el mundo entepecialmente en la perspectiva de la nueva gelizacin. Como hijo de la Iglesia en usted nos hizo experimentar una vez msintercambio de dones que es uno de los tos ms hermosos de la comunin eclesla que la variedad de las proveniencias gficas y culturales logra expresarse de msinfnica en la unidad del Cuerpo mstico

    A la vez que invoco sobre usted, qhermano, la abundancia de las recompenvinas y le expreso mis mejores deseos parduo ministerio, de corazn le impartbendicin apostlica especial, que de buedo extiendo a los sacerdotes y a los fielesmendados a su solicitud pastoral.

    Vaticano, 3 de marzo de 2102

    Eminencia, queridos hermanos: Al final de estos das de oracin y escu-

    cha, conviene decir Gracias. En nombrede todos nosotros, digo Gracias a usted,eminencia, por habernos dirigido estos ejer-cicios.

    Usted nos ha guiado, por decirlo as, enel gran jardn de la primera Carta de san Juan, y de este modo entoda la Escritura, con grancompetencia exegtica ycon experiencia espiritual ypastoral. Nos ha guiadosiempre con la mirada fijaen Dios, y precisamentecon esta mirada fija enDios hemos aprendido elamor, la fe que crea comu-nin. Y usted ha condi-mentado sus meditacionescon hermosas ancdotas,tomadas principalmente desu querida tierra africana,que nos han dado alegra ynos han ayudado.

    Me impresion en parti-cular la ancdota en la quenos habl de un amigoque, estando en coma, tuvola impresin de encontrarseen un tnel oscuro, pero alfinal vea un poco de luz ysobre todo oa una hermo-sa msica. Me parece queesta puede ser una parbo-la de nuestra vida: con fre-cuencia nos encontramosen un tnel oscuro en ple-na noche, pero, por la fe,al final vemos luz y omosuna hermosa msica, perci-bimos la belleza de Dios,del cielo y de la tierra, deDios creador y de la criatu-ra; y as, en verdad, spe sal-vi facti sumus (cf. Rm 8,

    24). Y usted, eminencia,nos ha confirmado en la fe,en la esperanza y en la ca-ridad. Gracias.

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    nmero 11, domingo 11 de marzo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    Carta de la Congregacin para las Iglesias orientales con ocasin de la colecta del Viernes Santo

    Junto a los cristianos en Tierra SantaCon ocasin de la colecta anual para Tierra Santa, la Congregacin pa

    Iglesias orientales ha dirigido, en este tiempo de Cuaresma, una carta a lo pos de todo el mundo. El documento firmado por el cardenal prefecto LeSandri y por el arzobispo secretario Cyril Vasil recomienda el apoyo de l

    sia universal a los cristianos de Oriente, que tienen la responsabilidad de

    diar los santos lugares. El da escogido por los Pontfices para esa importanciativa de fraternidad es el Viernes Santo. Cada dicesis podr encontrar otmento adecuado para expresar su solicitud hacia la Iglesia latina y las

    Iglesias orientales catlicas presentes en Tierra Santa. Es un deber de graCristo y a la Iglesia colaborar para que se garantice la celebracin de los mide la salvacin en esos lugares donde tuvo su inicio el anuncio del Evangeli

    La espera cuaresmal de la Pas-cua del Seor es una ocasinpropicia para sensibilizar a to-

    da la Iglesia catlica en favor deTierra Santa, promoviendo iniciati-

    vas particulares de oracin y de cari-dad fraterna.Por este motivo, dirijo una cordial

    invitacin a todas las comunidadeseclesiales con el fin de que se pon-gan al lado de los cristianos de Jeru-saln, Israel y Palestina, as como delos pases limtrofes, Jordania, Siria,Lbano, Chipre y Egipto, los cualescomponen juntos la Tierra bendita.El Hijo de Dios hecho hombre, des-pus de haberla atravesado paraanunciar el Reino y de haber confir-mado la palabra con prodigios y signos(cf. Hch 2, 22), subi a la ciudadsanta para inmolarse a s mismo: su-fri, muri en la cruz, resucit y nosdio el Espritu. Desde entonces todocristiano se encuentra a s mismo enaquella ciudad y en aquella Tierra.Esto es posible porque todava hoy

    los pastores puestos por el Seor Je-ss renen all a los hermanos y lashermanas en la fe, para celebrar elamor de Aquel que hace nuevas to-das las cosas (Ap 21, 5).

    La Congregacin para las Iglesiasorientales recuerda a los obispos detodo el mundo la peticin constantedel Papa Benedicto XVI para soste-ner generosamente la misin de laIglesia en los Santos Lugares. Esuna misin especficamente pastoral,pero al mismo tiempo ofrece un en-comiable servicio social a todos sindistincin. De esta manera, creceaquella fraternidad que abate las di-visiones y las discriminaciones parainaugurar siempre de nuevo el dilo-go ecumnico y la colaboracininterreligiosa. Esto constituye unaadmirable obra de paz y de reconci-liacin, mucho ms necesaria hoy,preocupados como estamos, con elSanto Padre, por la poblacin delos pases que sufren todava tensio-nes y violencias, en particular Siria yTierra Santa ( Discurso al Cuerpo

    Diplomtico acreditado ante la SantaSede, 9 de enero de 2012: LOsserva-tore Romano, edicin en lengua espa-ola, 15 de enero de 2012, p. 8). Ytambin sucesivamente Su Santidadrez por Siria, renovando un apre-miante llamamiento a poner fin a laviolencia (...) por el bien comn detoda la sociedad y de la regin(ngelus, domingo 12 de febrero de2012: LOsservatore Romano, edicinen lengua espaola, 19 de febrero de2012, p. 1).

    El da que los Sumos Pontfices

    han elegido para la colecta por Tie-rra Santa es el viernes que precede ala Pascua, si bien cada comunidadpuede elegir otra circunstancia opor-tuna para proponer a los fieles estainiciativa de solidaridad. El ViernesSanto de este ao parece expresaran con ms fuerza las necesidadesde los pastores y de los fieles, com-prendidas en los sufrimientos de to-do el Oriente Medio. Para los disc-pulos de Cristo las hostilidades sonel pan de cada da que alimenta la fey, a veces, hace resonar el eco delmartirio con toda su actualidad. Laemigracin cristiana se ha agudizado

    por la falta de paz, que tiende a de-bilitar la esperanza, transformndoseen miedo de encontrarse solos anteun futuro que no parece existir, sino es como abandono de la propia

    patria.Como el grano de trigo evangli-

    co (cf. Jn 12, 24), el compromiso delos cristianos de Tierra Santa prepa-ra sin duda un maana de bienestar,pero hoy pide que se sostengan lasescuelas, la asistencia sanitaria, lasnecesidades de vivienda, de lugaresde vida social y de todo aquello queha sabido crear la generosidad de la

    Iglesia. Cunta fe descubrimos enlos jvenes, deseosos de testimoniarlas bienaventuranzas, amando a suspases en el compromiso por la justi-cia y por la paz, con los medios dela no violencia evanglica! Cuntafe valiente, cunta firmeza nos trans-mite quien pronuncia palabras de re-conciliacin y de perdn, sabiendoque esa es la respuesta que debedarse a la violencia y a la opresin!

    Tenemos el deber de devoestos cristianos el patrimoniotual que hemos recibido de sunaria fidelidad a la verdad decristiana. Podemos y debemos lo con nuestra oracin, con nuayudas concretas, con nuestrasgrinaciones. El Ao de la fe,quincuagsimo aniversario dellio ecumnico Vaticano II, nostar motivos especiales para isar nuestros pasos hacia Tierra

    Viaje apostlico de Benedicto XVI a TierraSanta (8-15 de mayo de 2009). Celebracinde la primera misa en pblico en el valle deJosafat, f rente al Huerto de los Olivos t ra s su llegada a Israel. Abajo, en la baslica delSanto Sepulcro, oracin ante la Piedra de laUncin.

    ta, peregrinando ya antes con razn entre los misterios de Cen compaa de la santa MadSeor. El prximo Viernes Sanrededor de la cruz de Cristosentiremos unidos junto a estomanos y hermanas nuestros: qunuestra fraternidad superen ladad que alguna vez se hace prcon fuerza en su vida. Y que pmen, con la serenidad del cuedel espritu que Jess es el S(Hch 11, 20) para que la puela fe (Hch 14, 27) siga abride par en par precisamente en lla Tierra donde se asegur edn y la bondad de Dios hacia

    la familia humana.Nuestra comunidad se hace voz de la gratitud que el Sandre Benedicto XVI expresa a lotores, a los sacerdotes, a los rsos y a las religiosas, a los jva cuantos se prodigan en favorTierra de Jess. Y, segura de pretarlas cabalmente, transmitebin la gratitud de la dicestriarcal de Jerusaln, de la CuFranciscana y de las Iglesias oles catlicas locales.

    Con los mejores deseos engra del Seor crucificado y resdo.

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    pgina 4 LOSSERVATORE ROMANO domingo 11 de marzo de 2012, nm

    El cardenal Ouellet habla de la visita del Papa a Mxico y Cuba del 23 al 29 de marzo

    Entre fe y esperanza

    El viaje apostlico y la necesidad de paz

    Mxico con los brazos abiertos

    SIGUE ENLA P

    PerspecGuanajcapital homni

    Estadomexicandonde s

    e n c u e n t Len.

    Padre Santo, estamos listos para recibirte con losbrazos abiertos. Con sano orgullo, el arzobispoCarlos Aguiar Retes, presidente de la Conferenciaepiscopal de Mxico, puede asegurar al Papa des-de ahora una acogida extraordinaria y llena de

    amor. Una certeza que nace del clima de esperaque, faltando pocas semanas para la llegada deBenedicto XVI, enfervoriza al pueblo de este granpas de Amrica Latina, acostumbrado por lo de-ms a recibir las visitas de un Pontfice.

    Despus est el precedente de aquel grito es-pontneo que recorri todo el pas en cuanto sedifundi la noticia de la visita: Nadie acoge alPapa como Mxico. Y recordando el entusiasmoque acompa las cinco visitas del Papa Wojtya,no cuesta creerlo. Sobre todo durante el primerviaje, en enero de 1979, la multitud en torno alPapa fue, ms all de toda previsin, verdadera-mente ocenica. Un espectculo de fe y de fideli-dad que se repiti de manera puntual en las oca-siones sucesivas. Y al ver el fervor que agita du-rante estos das cada rincn del pas, llegando in-cluso a aquellas naciones en donde es ms nume-rosa la poblacin de emigrantes mexicanos, lasprevisiones no pueden ser inferiores a las de losviajes pontificios anteriores. En Florida, por po-

    ner un ejemplo, se est preparando un verdaderoxodo de mexicanos; slo de Miami se esperandiez mil.

    La movilizacin del Episcopado ha sido deter-minante. Se inici ya antes de que fuera oficial lafecha del viaje apostlico. Cada obispo ha difun-dido cartas pastorales especficas para explicar elsentido de la visita papal, subrayando principal-

    mente su significado espiritual. Un significadoque sobre todo va ms all de los confines nacio-nales para extenderse a todo el continente latinoa-mericano, en el cual la gran misin inauguradapor la Conferencia de Aparecida est procurando

    restituir el brillo propio del continente de la es-p eranza.Las recomendaciones de los obispos son pareci-

    das: rezar, convertirse, reconciliarse, participar.Desde hace meses, en todas las parroquias se rea-lizan encuentros preparatorios. La comisin epis-copal para la pastoral proftica ha preparado ydistribuido un vademcum para la catequesis, jun-to a los folletos con las instrucciones precisas paracuantos quieran o puedan ponerse en marcha pa-ra llegar a los lugares a los que ir el Papa. Yadesde hace tiempo se han agotado los billetes pa-ra la participacin en la Eucarista que BenedictoXVI celebrar el domingo 25 de marzo en el par-que del bicentenario en Len. En los talleres delos artesanos se contina trabajando para ultimarlos decorados y otros objetos destinados al mon-taje de palcos y ctedras.

    En primera lnea est la archidicesis de Len,ciudad del Estado de Guanajuato que recibir al

    Pontfice. Tambin el arzobispo Jos GuadalupeMartn Rbago en su ltima carta pastoral ha ha-blado sobre el gran fervor que anima durante es-tos das de vigilia. Estamos verdaderamente con-tentos escrib e de poder testimoniar la felicidadque sentimos todos: fieles, hombres de buena vo-luntad y autoridades civiles por la visita de Bene-dicto XVI.

    Esta visita tan esperada en todo el contcontina ser de suma importancia para talecimiento de la esperanza, de manera esppara la paz de todos nuestros pueblos. Lasidad de paz es una nota recurrente en tod

    intervenciones de estos das. Mxico est vivun momento muy particular. En el plano podentro de poco tendrn lugar las eleccionesdenciales; el 30 de marzo es la fecha fijada pinicio de la campaa electoral. A este propha sido muy claro y preciso el comentarobispo de San Cristbal de las Casas, monFelipe Arizmendi, recogido en la pgina wla Conferencia episcopal, excluyendo cuavinculacin de la visita del Papa con el peelectoral. Se trata, ha especificado el preladuna pura coincidencia. La Iglesia no prefavorecer a ningn partido poltico en lacoyuntura electoral; lo que busca, ha precies el fortalecimiento de la democracia y el cla violencia producto del crimen.

    La violencia, estrechamente vinculada almeno del narcotrfico, es otro elemento ddente preocupacin para los obispos. De ahel arzobispo de Len se haya dirigido a lasnizaciones criminales pidiendo a aquello

    hacen mal que tomen en cuenta el tiempvamos a vivir, que es tiempo de paz y de gy, por tanto, que no aprovechen para haceque pudiera llevarnos a una experiencia dey muerte. Y aadi: Confiamos que en elzn de ellos, que finalmente son seres humhaya sensibilidad para respetar la vida de lasonas. (Mario Ponzi)

    MARIO PONZI

    Sera un error de valoracin pensaren la prxima visita de BenedictoXVI a Mxico y a Cuba con parme-tros polticos o culturales. El Papava a estos dos pases de Amrica La-tina para fortalecer la fe secular deuna poblacin hoy amenazada porel viento del laicismo. Es clara lalectura que propone el cardenalMarc Ouellet, prefecto de la Con-gregacin para los obispos y presi-dente de la Comisin pontificia para Amrica Latina, a propsito del cre-ciente inters suscitado por el viajeapostlico de Benedicto XVI. De ellonos habla en esta entrevista a nues-tro peridico.

    A fines de este mes el Papa realizarun viaje esencialmente religioso y ma-riano. Sin embargo, hay muchos otrosmotivos de inters vinculados a esteviaje apostlico.

    No cabe duda. Pero el significadode la presencia del Papa en Cuba yen Mxico va ms all de cualquiervaloracin poltica o cultural, por-que tiene como finalidad principalconfirmar y fortalecer la fe de la in-

    mensa mayora de los pueblos de Amrica Latina. Ciertamente, no fal-tar una atenta consideracin de loscontextos y de las circunstancias enque se llevar a cabo esta visita pas-toral; pero no quedar definida porlos problemas ni por los desafosque encontrar. La peregrinacin delPapa ser ante todo el anuncio deCristo, esperanza del continente. Eneste sentido, su presencia servir pa-ra anticipar de algn modo, paraAmrica Latina, el Ao de la fe.

    Extendiendo la mirada hacia todo elcontinente, la exhortacin del Papa alos pueblos latinoamericanos a renovarprecisamente la vocacin a la esperanzaestimula la reflexin. Qu significadoasume para una sociedad que se pre- senta al mundo bajo la forma de unnuevo protagonismo emergente?

    Es verdad que Amrica Latina es-t viviendo una fase de protagonis-mo emergente en el concierto mun-

    dial y que de ella se espera una con-tribucin importante para la supera-cin de las graves crisis que hastaahora se han concentrado sobre todoen Estados Unidos y en los paseseuropeos. La principal aportacin de Amrica Latina al mundo, sin em-bargo, es la de su originalidad hist-rico-cultural, que se manifiesta en el

    testimonio de la fe inculturada en lavida de sus pueblos, simbolizada,por excelencia, por el rostro mestizode Nuestra Seora de Guadalupe.Sin ella no se hablara de AmricaLatina como continente de la espe-ranza.

    A los doscientos aos de la independen-cia de los pases de Amrica Latina,queda an mucho camino por recorrer para llegar a una integracin aceptableentre los distintos pueblos. Cules sonlas condiciones para lograr esa integra-cin?

    Amrica Latina lleva imprsu historia una vocacin de ufundada en la cercana geogrfsus pases, en un sustrato lingy cultural comn, en vicisitudetricas comunes y, sobre todo,fe catlica, que marca toda suEsa vocacin se manifiesta en efundo sentido de fraternidad pe

    do y vivido entre los latinoamnos. La integracin econmicaltica ha dado pasos muy imptes en los ltimos decenios enrica Latina, pero an resultaciente y debe afrontar obstcuresistencias. Corre el riesgo de carse si se queda meramente nivel de simples intercambios cciales o de polticas retricas.

    Esa integracin necesita fmentos ms slidos y una mque slo pueden derivar deconsciencia renovada de la ide

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    nmero 11, domingo 11 de marzo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    Los obispos ante la visita del Papa

    Un homenaje al corazn mariano de Cub

    Entrevista al cardenal Marc Ouellet

    y de la unidad de pueblos animadospor la vitalidad de la fe catlica.

    Miseria, analfabetismo, inseguridad so-cial, amenazas contra la vida naciente,corrupcin, violencia y narcotrfico sonlos males que siguen afligiendo hoy alcontinente. Cmo puede la Iglesiaafrontar estos desafos?

    Todos los problemas sociales queha enumerado son, ciertamente, muygraves y urgentes. La misin de laIglesia abarca todas las necesidadesde las personas, de las familias y delos pueblos.

    La Iglesia no puede dejar de com-prometerse en todos los mbitos, so-bre todo en la responsabilidad pro-pia de los fieles laicos, protagonistasen los movimientos de solidaridad,de paz y de justicia, sostenidos porel testimonio evanglico de los reli-giosos y por las enseanzas y la guade los pastores. Es necesario actuar

    ms y mejor en la lnea trazada porla encclica Caritas in veritate, es de-cir, con la conviccin de que la solu-cin a los problemas sociales no vie-ne de las ideologas mundanas,siempre parciales y decepcionantes,sino ms bien de la caridad creado-ra, perseverante y concreta, paraayudar a las personas y cambiar lasestructuras injustas.

    Un problema real es, adems, el de ladefensa del medio ambiente, que correun grave peligro a causa de interesesque en la mayor parte de los casos sonajenos al continente.

    Ciertamente, es necesario promo-ver la defensa del medio ambientecon polticas clarividentes y una se-ria cooperacin internacional. Hacefalta conservar la creacin y usar demodo ordenado y sabio la riquezaque la Providencia ha puesto en lageografa fsica de Amrica Latina,sin avidez destructora que tantodao ha hecho pero tambin sin elecologismo radical, ideolgico, en el

    que la retrica de la madre tierra,impregnada de pantesmo, corre elriesgo de dejar a muchos grupos hu-manos en el retraso y marginados.La contribucin fundamental de laIglesia y del Papa es subrayar la im-portancia de la ecologa humana, sinolvidar que el planeta es para elhombre y no el hombre para el pla-neta. Aunque es verdad que hay querespetar los recursos y los ritmos de

    la naturaleza, tambin es verdad quela naturaleza del hombre no puedesometerse a la dictadura de los de-seos subjetivos, que llevan incluso aatentar contra una cultura favorablea la vida y que deforman el verdade-ro sentido del matrimonio y de la fa-milia.

    En octubre se celebrar el Snodo sobrela nueva evangelizacin, con una mira-da dirigida en particular a los pasesde antigua tradicin cristiana. En estecontexto, no corre Amrica Latina el

    peligro de sentirse al margen, sobre todoen el perodo en que todo el continente

    est realizando un esfuerzo notara poner en prctica las indicacla Conferencia de Aparecida?

    La secularizacin avanza enpartes de Amrica Latina, emente en las grandes ciudadeque los pueblos sigan mouna fuerte adhesin a la Igleslica y la piedad popular se mte con gran vitalidad. Por e

    suscitado gran inters la pasamblea del Snodo de los ono tanto para hacer un diagsobre las culturas secularizadsobre todo para compartir excias y modelos en el comppor la nueva evangelizacin. sin continental, iniciada endespus de la V Conferencia del Episcopado latinoamericalebrada en Aparecida, debertrar para toda la Iglesia el dmo evangelizador de Amricna, especialmente para conshacer crecer en la fe el tesoro sana piedad popular.

    VIENEDE LAPGINA4

    La Virgen de la Caridad del Cobre y el santuario mariano

    en Santiago de Cuba

    Un homenaje al corazn mariano delos cubanos. Los obispos de la isla ca-ribea presentan as a sus fieles la cer-cana visita de Benedicto XVI. En lacarta pastoral, firmada conjuntamente

    el pasado 1 de marzo, los prelados cu-banos manifiestan su alegra por el en-tusiasmo con el que se est viviendo es-te tiempo de espera de la llegada delPapa. Ofrecemos el texto de la carta.

    Como se ha anunciado a travs delos medios de comunicacin el San-to Padre Benedicto XVI visitar, D iosmediante, nuestro pas del 26 al 28de marzo prximo. Un particularentusiasmo se est viviendo en lascomunidades y parroquias catlicascon esta buena noticia.

    Esta visita cumple un deseo quepor largo tiempo ha estado vivo enel corazn de los catlicos y de mu-chos cubanos que se identifican o sesienten parte de la Iglesia catlica.

    Este ha sido, tambin, un deseodel Papa quien, a pesar de los lmi-

    tes que le impone la edad y su granresponsabilidad en la Iglesia y en elmundo, ha querido venir a acompa-ar y a celebrar con los cubanos elIV centenario del hallazgo y la pre-sencia de la bendita imagen de laVirgen de la Caridad en nuestra pa-tria.

    El Santo Padre nos visitar en sucondicin de pastor universal de laIglesia catlica, sucesor del apstolsan Pedro a quien Jesucristo enco-mend la misin de confirmar en lafe a sus hermanos y ser signo de launidad de la Iglesia en el mundo.

    Desde Roma los Papas han presi-dido a la Iglesia hace veinte siglos,en la verdad del Evangelio y en elamor cristiano. Benedicto XVI es elPapa 265, a partir del apstol sanPedro, quien fue el primero, hasta

    nuestros das.El Papa viene a nuestro pas comoperegrino de la caridad. Como sabe-mos, Caridad es el nombre que los

    cubanos damos a la Virgen Mara, laMadre de Jesucristo, y con estenombre ha acompaado, protegido yaliviado a nuestro pueblo en todoslos momentos de nuestra historia

    desde hace 400 aos.Caridad quiere decir, tambin,

    amor cristiano, como el que nosmostr y mand Jess al decirnosmense unos a otros como yo loshe amado (Jn 15, 12)

    Mambisa a lo largo y ancho denuestro pas.

    El paso de la imagen de la Virgenha convocado y reunido a millonesde cubanos que rezaron, cantaron,

    lloraron y vivieron emotivas expe-riencias religiosas. Algunos sintieronreavivar la fe, tal vez oculta o dormi-da y otros hicieron su primer acerca-miento a Jesucristo por medio de laVirgen. Los miembros de las comu-

    con el cario y el entusiasquien viene en nombre del Se

    El Papa llegar a Santiago ba el lunes 26 de marzo a lpm. La misa en la plaza A

    Maceo ser a las 5.30 pm. El27 por la maana el Santo Par una visita a la Virgen de ldad en la baslica santuario ndel Cobre a las 9.30 am yposteriormente a La Habana,celebrar la misa el mircolesmarzo a las 9.00 am en la plaMart.

    Exhortamos a todos los fietodo el pueblo a participar dos celebraciones de la santque tendrn lugar en SantiagLa Habana. Al mismo tiempomos a todos los fieles a dedirante la semana anterior a la del Papa tres das a la oracinmisin; en tal sentido propoque el jueves 15 de marzo seadedicado a la oracin eucarstodas las comunidades, el vie

    sea un da de ayuno y el sbsea un da para realizar obrassericordia; estas acciones seran por los frutos espiritualevisita del Santo Padre.

    El Ao jubilar 2012 est dea agradecer a Dios el regalo qha hecho de la Virgen de la Ca poner en prctica con mayoro y generosidad el amor cristperegrinar hasta su santuarCobre, y tendremos, ademoportunidad de meditar soenseanzas que el Santo Paddeje y de afianzar as las ractianas de nuestra nacin.

    Que la Virgen de la CaridCobre gue y acompae losdel Papa entre nosotros, a qufilial afecto recibimos como Pno de la Caridad, para que

    confirme en la fe, nos animesperanza y nos haga solcitoa m o r.

    Con nuestra bendicin y af

    Relevancia particular tiene la visi-ta del Papa a Cuba dentro del AoJubilar Mariano, despus de la pre-

    paracin que durante tres aos se hatenido en las comunidades y con elinolvidable y gozoso recuerdo del re-corrido de la imagen de la Virgen

    nidades la recibieron y celebraron ju-bilosos la presencia de la Madre delHijo de Dios en sus vidas. Sin dudafue una experiencia de fe y de cuba-na que el Santo Padre confirmarcon su presencia y su palabra y, a lavez, alentar sentimientos y actitudesde amor cristiano, misericordia, gra-titud y reconciliacin entre todos loscubanos.

    Con estos sentimientos y aspira-ciones, los obispos de Cuba quere-mos invitar a todo el pueblo a reci-bir al Santo Padre Benedicto XVI

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    nmero 11, domingo 11 de marzo de 2012

    Benedicto XVI en visita a la parroquia romana de San Jua

    El camino del amor que v

    necesario, parte junto con Isaac haciael lugar establecido. Y podemos imagi-nar esta caminata hacia la cima delmonte, lo que sucedi en su corazn yen el corazn de su hijo. Construye unaltar, coloca la lea y, despus de ataral muchacho, aferra el cuchillo para in-molarlo. Abrahn se fa de Dios hastatal punto que est dispuesto incluso asacrificar a su propio hijo y, juntamentecon el hijo, su futuro, porque sin esehijo la promesa de la tierra no servapara nada, acabara en la nada. Y sacri-ficando a su hijo se sacrifica a s mis-mo, todo su futuro, toda la promesa.Es realmente un acto de fe radicalsi-mo. En ese momento lo detiene una or-den de lo alto: Dios no quiere la muer-te, sino la vida; el verdadero sacrificiono da muerte, sino que es la vida, y laobediencia de Abrahn se convierte enfuente de una inmensa bendicin hastahoy. Dejemos esto, pero podemos me-ditar este misterio.

    En la segunda lectura, san Pabloafirma que Dios mismo realiz un sa-crificio: nos dio a su propio Hijo, lodon en la cruz para vencer el pecadoy la muerte, para vencer al maligno ypara superar toda la malicia que existeen el mundo. Y esta extraordinaria mi-sericordia de Dios suscita la admiracin

    del Apstol y una profunda confianzaen la fuerza del amor de Dios a noso-tros; de hecho, san Pablo afirma:[Dios], que no se reserv a su propioHijo, sino que lo entreg por todos no-

    El itinerario cuaresmal que lleva del monte Tabor al Glgota indica al cristiano elcamino del amor luminoso que vence las tinieblas y nos abre la puerta hacia lalibertad y la novedad de la Resurreccin. Son palabras de Benedicto XVI a los fielesde la parroquia romana de San Juan Bautista de la Salle, donde fue acogido en su

    visita del domingo 4 de marzo como Papa, pero sobre todo como pap. Fue elabrazo ideal de todas las familias, especialmente de los nios de catequesis. Con unentusiasmo que emocion al Pontfice, reconociendo en su homila: el hecho de que veisen el Papa tambin al pap, es para m algo muy hermoso, que me anima. En la

    Eucarista, presidida por el Santo Padre, concelebraron el cardenal vicario, AgostinoVallini, el obispo auxiliar para el sector sur de la dicesis de Roma, monseor PaolinoSchiavon, y el prroco, don Giampaolo Perugini . Publicamos la homila que pro n u n c i

    Benedicto XVI.

    Queridos hermanos y hermanasde la parroquia de San JuanBautista de la Salle: En pri-mer lugar, quiero decir, con

    todo mi corazn, gracias por esta aco-gida tan cordial, calurosa. Gracias albuen prroco por sus hermosas pala-bras; gracias por este espritu de fami-liaridad que encuentro. Somos realmen-te familia de Dios, y el hecho de queveis en el Papa tambin al pap, es pa-ra m algo muy hermoso, que me ani-

    ma. Pero ahora debemos pensar quetampoco el Papa es la ltima instancia:la ltima instancia es el Seor y mira-mos al Seor para percibir, para captaren la medida de lo posible algo delmensaje de este segundo domingo deC ua re sm a .

    La liturgia de este da nos preparasea para el misterio de la Pasin comoescuchamos en la primera lectura seapara la alegra de la Resurreccin.

    La primera lectura nos refiere el epi-sodio en el que Dios pone a prueba a Abrahn (cf. Gn 22, 1-18). Abrahn te-na un hijo nico, Isaac, que le nacien la vejez. Era el hijo de la promesa,el hijo que debera llevar luego la salva-cin tambin a los pueblos. Pero un da Abrahn recibe de Dios la orden deofrecerlo en sacrificio. El anciano pa-

    triarca se encuentra ante la perspectivade un sacrificio que para l, padre, esciertamente el mayor que se pueda ima-ginar. Sin embargo, no duda ni siquieraun instante y, despus de preparar lo

    sotros, cmo no nos dartodo con l? (Rm 8, 32).Si Dios se da a s mismo enel Hijo, nos da todo. Y sanPablo insiste en la potenciadel sacrificio redentor deCristo contra cualquier otropoder que pueda amenazarnuestra vida. Se pregunta:Quin acusar a los elegi-dos de Dios? Dios es el quejustifica. Quin condenar?Acaso Cristo Jess, quemuri; ms todava, resucity est a la derecha de Diosy que adems intercede por

    nosotros? (vv. 33-34). No-sotros estamos en el coraznde D ios; esta es nuestragran confianza. Esto creaamor y en el amor vamoshacia Dios. Si Dios ha en-tregado a su propio Hijopor todos nosotros, nadiepodr acusarnos, nadie po-dr condenarnos, nadie po-dr separarnos de su inmen-so amor. Precisamente el sa-crificio supremo de amor enla cruz, que el Hijo de Diosacept y eligi voluntaria-mente, se convierte en fuen-

    amor extraordinario de Dios; es el xo-do definitivo que nos abre la puerta ha-cia la libertad y la novedad de la Resu-rreccin, de la salvacin del mal. Tene-mos necesidad de ella en nuestro cami-no diario, a menudo marcado tambinpor la oscuridad del mal.

    Queridos hermanos y hermanas, co-mo ya he dicho, me alegra mucho estaren medio de vosotros, hoy, para cele-brar el Da del Seor. Saludo cordial-mente al cardenal vicario, al obispo au-xiliar del sector, a vuestro prroco, donGiampaolo Perugini, a quien agradez-co, una vez ms, las amables palabras

    te de nuestra justifica-cin, de nuestra salva-cin. Y pensemos que enla Sagrada Eucarista

    siempre est presente esteacto del Seor, que en sucorazn permanece portoda la eternidad, y esteacto de su corazn nosatrae, nos une a l.

    Por ltimo, el Evange-lio nos habla del episo-dio de la Transfiguracin(cf. Mc 9, 2-10): Jess semanifiesta en su gloriaantes del sacrificio de lacruz y Dios Padre lo pro-clama su Hijo predilecto,el amado, e invita a losdiscpulos a escucharlo. Jess sube a un montealto y toma consigo atres apstoles Pe d ro ,Santiago y Juan, queestarn especialmente

    cercanos a l en la agonaextrema, en otro monte,el de los Olivos. Pocotiempo antes el Seorhaba anunciado su pa-sin y Pedro no haba lo-grado comprender porqu el Seor, el Hijo deDios, hablaba de sufri-miento, de rechazo, demuerte, de cruz; msan, se haba opuesto de-cididamente a esta pers-pectiva. Ahora Jess to-ma consigo a los tres dis-cpulos para ayudarlos acomprender que el cami-no para llegar a la gloria,el camino del amor lumi-noso que vence las tinie-

    blas, pasa por la entregatotal de s mismo, pasapor el escndalo de lacruz. Y el Seor debe to-mar consigo, siempre denuevo, tambin a noso-tros, al menos para co-menzar a comprenderque este es el camino ne-cesario. La transfigura-cin es un momento an-ticipado de luz que nosayuda tambin a nosotrosa contemplar la pasinde Jess con una miradade fe. La pasin de Jesses un misterio de sufri-miento, pero tambin esla bienaventurada pa-sin porque en su n-cleo es un misterio de

    que me ha dirigido edos vosotros y tambinlos que me habis oflos vicarios parroquialeHermanas FranciscanaCorazn Inmaculado dtes aqu desde hace mucularmente benemritaesta parroquia, que enta y generosa hospitaldurante los primeros tExtiendo luego mi salunos de las Escuelas Cturalmente sienten afecsia parroquial que llev

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    ROMANO p

    las tinieblas

    a toda persona sola o en difiReunidos en torno a la Eucahecho, percibimos ms fcilmla misin de toda comunidad consiste en llevar el mensaje dde Dios a todos los hombres.

    mente por eso es importante qucarista est siempre en el coraz

    u fundador. Saludo, asimismo, a todosos que colaboran en el mbito de la

    parroquia: me refiero a los catequistas,los miembros de las asociaciones y de

    os movimientos, as como de los dis-intos grupos parroquiales. Por ltimo,quiero extender mi saludo a todos loshabitantes del barrio, especialmente aos ancianos, a los enfermos, a las per-onas solas y a las que atraviesan difi-ultades.

    Al venir hoy entre vosotros, he nota-do la posicin particular de esta iglesia,ituada en el punto ms alto del barrio,

    y dotada de un campanario enhiesto,asi como un dedo o una flecha hacial cielo. Me parece que esta es una in-

    dicacin importante: como los tresApstoles del Evangelio, tambin noso-ros necesitamos subir al monte de la

    Transfiguracin para recibir la luz deDios, para que su rostro ilumine nues-ro rostro. Y es en la oracin personal yomunitaria donde encontramos al Se-

    or, no como una idea, o como una

    propuesta moral, sino como una Perso-na que quiere entrar en relacin connosotros, que quiere ser amigo y reno-var nuestra vida para hacerla como lauya. Y este encuentro no es slo un

    hecho personal; esta iglesia vuestra, si-uada en el punto ms alto del barrio,

    os recuerda que el Evangelio debe seromunicado, anunciado a todos. No es-

    peremos que otros vengan a traer men-ajes diversos, que no llevan a la verda-

    dera vida; convertos vosotros mismosn misioneros de Cristo para los her-

    manos en los lugares donde viven, tra-bajan, estudian o slo pasan el tiempoibre. Conozco las numerosas y signifi-ativas obras de evangelizacin que es-

    esta parroquia una ocasinpropicia tambin para au-mentar y consolidar la expe-riencia de la catequesis so-bre las grandes verdades dela fe cristiana, de modo quepermita a todo el barrio co-nocer y profundizar el Cre-do de la Iglesia, y superarel analfabetismo religio-so, que es uno de los ma-yores problemas de nuestrotiemp o.

    Queridos amigos, vuestracomunidad es joven seve; est formada por fami-lias jvenes, y gracias a Diosson muchos los nios y mu-chachos que la pueblan. Aeste respecto, quiero recor-dar la misin de la familia, yde toda la comunidad cris-tiana, de educar en la fe,con la ayuda del tema de es-te ao pastoral, de las orien-taciones pastorales propues-tas por la Conferencia epis-

    is llevando a cabo, especialmente aravs del oratorio llamado Estrellapolar me alegra llevar tambin estaamiseta [la camiseta del oratorio]

    donde, gracias al voluntariado de per-onas competentes y generosas, y cona participacin de las familias, se fo-

    menta el encuentro de muchachos enctividades deportivas, pero sin descui-

    dar la formacin cultural, a travs delrte y la msica, y sobre todo se educan la relacin con Dios, en los valoresristianos y en una participacin cada

    vez ms consciente en la celebracinucarstica dominical.

    Transfiguracin (Evangelio de Keran, Armenia, 1272)

    ms al Seor, comunidades donde se dun enriquecimiento mutuo para viviruna fe verdaderamente adulta.

    Por ltimo, quiero recordaros a todosla importancia y la centralidad de la

    Eucarista en la vida personal y comu-nitaria. La santa misa debe estar en el

    Me alegra que el sentido de perte-nencia a la comunidad parroquial hayaido madurando y consolidndose cadavez ms a lo largo de los aos. La fe sedebe vivir juntamente y la parroquia esun lugar donde se aprende a vivir lapropia fe en el nosotros de la Iglesia.Y deseo animaros a que crezca tambinla corresponsabilidad pastoral, en unaperspectiva de autntica comunin en-tre todas las realidades presentes, queestn llamadas a caminar juntas, a vivirla complementariedad en la diversidad,a testimoniar el nosotros de la Igle-sia, de la familia de Dios. Conozco elempeo que ponis en la preparacinde los muchachos y los jvenes para los

    sacramentos de la vida cristiana. Elprximo Ao de la fe debe ser para

    centro de vuestro Domingo, que es pre-ciso redescubrir y vivir como da deDios y de la comunidad, da en el cualalabar y celebrar a Aquel que muri yresucit por nuestra salvacin, da en elcual vivir juntos en la alegra de unacomunidad abierta y dispuesta a acoger

    no cuaresmal, as como el deIglesia. Ella, que sigui a su Hhasta la cruz, nos ayude a ser los fieles de Cristo, cristianos para poder participar juntameella en la plenitud de la alegcual. Amn.

    copal italiana, y sin olvidar la profunday siempre actual enseanza de san JuanBautista de la Salle. En especial, queri-das familias, vosotras sois el ambientede vida en donde se dan los primerospasos en la fe; sed comunidades dondese aprenda a conocer y amar cada vez

    vida de los fieles, est hoy.

    Queridos hermhermanas, desde eel monte de la Tracin, el itinerario cnos conduce hastagota, monte delsacrificio de amor dSacerdote de la aliava y eterna. En escio se encierra lfuerza de transfodel hombre y de la Asumiendo sobrelas consecuencias ddel pecado, Jessal tercer da como de la muerte y del MLa Cuaresma nospara participar pmente en este grande la fe, que celeben el Triduo de lamuerte y resurrecCristo. EncomendeVirgen Mara nuest

    Ahora Jess toma consigo a lostres discpulos para ayudarlos acomprender que el camino para lle- gar a la gloria, el camino del amor

    luminoso que vence las tinieblas, pa- sa por la entrega total de s mismo, pasa por el escndalo de la cruz. Yel Seor debe tomar consigo, siemprede nuevo, tambin a nosotros, almenos para comenzar a comprenderque este es el camino necesario. Latransfiguracin es un momento anti-cipado de luz que nos ayuda tam-bin a nosotros a contemplar la pa- sin de Jess con una mirada de fe. La pasin de Jess es un misteriode sufrimiento, pero tambin es labeata passione porque en su ncleoes un misterio de amor extraordina-rio de Dios; es el xodo definitivoque nos abre la puerta hacia la l i-bertad y la novedad de la Resurrec-cin, de la salvacin del mal. Tene-mos necesidad de ella en nuestro ca-mino diario, a menudo marcado

    tambin por la oscuridad del mal.

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    pgina 8 LOSSERVATORE ROMANO domingo 11 de marzo de 2012, nm

    El itinerario cuaresmal que traza el obispo Girotti, regente de la Penitenciara apostlica

    De la crisis econmica la riqueza espiritualLa vida que estamos viviendo, una forma de gran penitencia porque es necesario mortificar los deseos

    XXIII Curso sobre el fuero internoorganizado por la Penitenciara apostlica

    (Roma, 5 de marzo de 2012)

    NICOLA GORI

    La sociedad de hoy vive en un esta-

    do permanente de penitencia.Basta pensar en las numerosas fami-lias en dificultades, en los jvenessin trabajo, en los nios abandona-dos. Una situacin, cada vez msdramtica por la persistente crisiseconmica, que el obispo Gianfran-co Girotti, regente de la Penitencia-ra apostlica, invita a transformaren oportunidad espiritual para estaCuaresma: ms que pensar en ulte-riores mortificaciones afirma en es-ta entrevista a nuestro peridico, envsperas del curso sobre el fuero in-terno organizado anualmente por laPe n i t e n c i a r a es oportuno recupe-rar una mirada de fe ms intensa so-bre la realidad, para tomar concien-cia de la situacin y aceptarla comoocasin de una vida materialmentems sobria y espiritualmente ms ri-

    ca.

    En el ngelus del domingo 26 de f e-brero el Papa explic que el desiertocitado por el evangelista san Marcostiene varios significados. Qu es eldesierto para los hombres de hoy?

    Una caracterstica de nuestrotiempo es la rapidez. Los sucesosocurren y desaparecen con gran ve-locidad, sin la posibilidad de apre-ciar su contenido, identificar sus ra-ces e intentar intervenir de modoeficaz. Se corre pensando que seahorra tiempo. Sin embargo lo con-sumimos sin valorarlo ni apreciarlo.El mundo es como una bicicleta, es-t en pie si corre. Este es nuestro de-sierto: la incapacidad de meditar, dereducir la marcha y tomar aliento.

    Para aquel que corre, incluso un pra-do hermoso es como un desierto,porque no es capaz de admirarlo.

    Del desierto de las tentaciones aljardn de la resurreccin. Cul esel itinerario planteado para estos cua-renta das?

    El itinerario, propiciado tambinpor la crisis econmica que marca eldestino de muchos pases, prev una

    En su mensaje para la Cuaresma elPapa invita este ao a reflexionar en particular sobre la caridad. Cmo la

    definira?Es la atencin hacia el otro. Una

    atencin de participacin en los pro-blemas y de ayuda a su solucin.Los problemas hoy en da tienenmuchas caras. Es preciso sobre todoser conscientes de ellos y dar cuantose pueda de manera inteligente. Lacaridad es la participacin del amorde Dios. Cmo compartirlo? Ele-vando ante todo el estilo de nuestravida a travs de una comunin con-vencida con Dios. Justamente por-que viene de Dios, la caridad deberesultar divina y, por tanto, eficaz,y debe responder a las necesidadesreales, sin arrogancia, con espritu deservicio.

    En el mundo falta fraternidad, escriba

    PabloVI

    en 1967. Ha cambiado algodesde entonces?La fraternidad tarda en revelarse

    en su dimensin real, porque en losmomentos de dificultad econmica ode turbulencia social, cada uno sevuelve de nuevo desconfiado y secierra en s mismo pensando en losproblemas que debe afrontar. Hoytodos vivimos con tendencia a ence-rrarnos en nosotros mismos, comoforma de autodefensa. Ahora, en es-ta poca de creciente globalizacin,la relacin con el otro es decisiva,porque el otro o es nuestro hermanoo pronto se revela como nuestro ene-migo. No cuentan el territorio, lascostumbres, el idioma, la religin.La fraternidad trasciende estas for-mas, a travs de las cuales cada unode nosotros expresa su humanidad.Y esta es la razn por la que cuestareconocerse como hermanos. Estopresupone una mirada profunda yuna fe viva, capaz de ir ms all deaquellos motivos que en la conviven-cia social se imponen como distinti-vos y que nosotros a menudo consi-deramos predominantes. Es necesa-rio alimentar con ms radicalidad lafe en la fraternidad comn en Cris-to, sin olvidar que el bien que se ha-

    ce en el mundo viene del hecho deque se va ms a ll del clculo, msall de la medida, ms all de la pu-

    ra racionalidad. Es evidente que estoslo es posible si vivimos en la mira-da de Dios.

    La Cuaresma se identifica con la peni-tencia. No le parece que la sociedad dehoy es sorda a esta invitacin?

    La sociedad no es sorda a esta in-vitacin. La sociedad vive en la pe-nitencia. La llamada se hace a mu-chas familias en dificultades, a mu-chos jvenes que no logran dar unafisonoma a su futuro a causa de laincertidumbre estructural, social yeconmica. El pensamiento va sobretodo a muchos nios abandonados,sin el apoyo necesario, tanto mate-rial como afectivo. No es necesariopensar en otras formas de mortifica-cin. Es necesaria una mirada de fems profunda. La vida que estamos

    viviendo es una forma de gran peni-tencia porque conlleva la necesidadde renunciar a muchos sueos, demortificar muchos deseos, de reducirmuchas necesidades. La penitenciaque quiz se debe solicitar consisteen tomar conciencia de la situaciny en aceptarla como ocasin parauna vida materialmente ms sobria yespiritualmente ms rica. Cultivaruna vida interior ms intensa, ali-mentada por una forma cotidiana dedilogo con Dios en la oracin, esuno de los propsitos que deberaacompaar esta Cuaresma, comopreparacin real para la Resurrec-cin pascual.

    Puede indicar algunas formas de pe-nitencia adecuadas al hombre contem-p o r n e o ?

    Cada uno debe encontrar las for-mas especficas de penitencia por sucuenta, en relacin con la vida quelleva y con los compromisos diarios.Una fe viva es como una fuente deagua que antes o despus sale a lasuperficie, abrindose paso, hacin-dose visible. Las formas de peniten-cia son como las flores de un prado,en el sentido de que manifiestan sufecundidad. Y as, por ejemplo, re-

    nunciar a algo considerado itante en el pasado o tambintenerse al decir cosas que po

    turbar a la persona que est atro lado. O tambin, miranquien est en graves dificulofrecer el propio apoyo, moralterial. La vida nos sorprende conovedades, no slo con sus pmas. Lo importante es tener unrada atenta y el corazn abierto

    Del 5 al 9 de marzo se celXXIII curso sobre el fuero internonizado como cada ao por la Pciara. Habr indicaciones parti para los sacerdotes acerca del mcomportarse con algunas clases detentes?

    Rara vez le ocurre al sacno slo en el fuero interno mental sino algunas veces tamen el no sacramental no teneinteresarse por situaciones qu

    sentan aspectos de particular ddeza. Frente a tales casos, cadafesor debera tener siempre prque una pastoral que se inspiraEvangelio no puede y no debedesesperar a nadie: Venid a mdos los que estis cansados y agdos, y yo os aliviar (Mt 11, 2con qu aliviar a estas personases con el amor de Cristo, unmanso y humilde, un yugo y una carga ligera? El sacerdoconfesor en particular, no debedar que Cristo no vino para cnar sino para salvar, por lo queque mostrar hacia todos atenrespeto. La dureza del confesgunas veces puede ser fatal parchos. Es preciso ofrecerles sitodos los medios disponiblesayudarles a enmendarse. Es pusar siempre la caridad y nunlabras duras.

    Pero parece que en nuestra socie sacramento de la penitencia hacasi en desuso. Cules son lasde este fenmeno?

    Indudablemente en una poprofundos cambios no es difgistrar transformaciones queafectado profundamente tamb

    mayor sobriedad en el uso delos bienes materiales, para equi-librar con una riqueza de inicia-tivas de carcter espiritual me-ditacin, oracin, lecturas filo-sficas, teolgicas, msticascon las cuales interpretar msen profundidad la realidad quenos rodea y ofrecer un estilo devida ms recogido interiormen-te, y a la vez ms fructuoso afavor de cuantos entran en elradio de nuestra actividad pro-fesional. El principio en el quequerra que inspirramos laconducta es de fuente propia-mente franciscana: slo alimen-tando el alma se puede conte-ner el hambre del cuerpo.

    la prctica del sacramentoreconciliacin. No esconstatar que este sacraha sufrido un empaamienla prctica. Un primer aque destaca es ciertamennuevo modo de concebir cado; es adems el demiento del sentido del pe

    La consciencia debilitadpecado, si no genera a mun desinters ms marcadel sacramento de la penitcorre el riesgo de sugerir nitente ms una manifesde su espritu que la dende su pecado. Por desghay una prdida del sentidpecado moral, de la trasin de una ley moral. afirmaba el gran PontficXII, el cual declar: Qumayor pecado en el mundtual es precisamente habedido el sentido del pecado

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    nmero 11, domingo 11 de marzo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    El Episcopado espaol con ocasin de la Jornada por la vida 2012

    Amar y cuidartoda vida humana

    Publicamos la nota que la subcomisinde la Conferencia episcopal espao-la para la familia y defensa de la vi-da ha difundido con ocasin de la pr-xima Jornada por la vida 2012, el 25de marzo. Entre los prelados firmantes,el obispo de Alcal de Henares y presi-dente de la citada subcomisin, monse-or Juan Antonio Reig Pl.

    Tomando la imagen de la par-bola de Jess sobre el Reino,

    tambin se puede comparar lavida de cada hombre con un granode mostaza. Al sembrarlo en la tierraes la semilla ms pequea, pero des-pus brota, se hace ms alta que lasdems hortalizas y echa ramas tangrandes que los pjaros pueden co-bijarse y anidar en ella (Mc 4, 29-32). La vida humana naciente encie-rra en s la esperanza de una pleni-tud, llena de promesas e ilusiones.Cada vida humana aparece antenosotros como algo nico, irrepeti-ble e insustituible; su valor no sepuede medir en relacin con ningnobjeto, ni siquiera por comparacincon ninguna otra persona; cada serhumano es, en este sentido, un valorabsoluto (Comisin permanente dela Conferencia episcopal espaola,

    Declaracin con motivo del Proyecto

    de Ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vi-da, n. 5).

    Todos los seres humanos soniguales en el derecho a la vida. Estaigualdad es la base de toda autnticarelacin social, que, para ser verda-dera, debe fundamentarse sobre laverdad y la justicia, reconociendo ytutelando a cada hombre y a cadamujer como persona y no como unacosa de la que se puede disponer(cf. Juan Pablo II, Evangelium vitae,58). Adems, la encarnacin de Jesu-cristo ha elevado al nivel ms alto ladignidad de la vida humana.

    Cuando la vida terrena se entien-de tal y como la ha revelado Diosun paso hacia otra vida plena y de-finitiva, entonces cada detalle deesta vida humana cobra un relieve y

    un colorido solo comparables a lasinfinitas riquezas a que est destina-da. Por eso la fe cristiana descubreal hombre el incalculable valor deesta vida (cf. concilio Vaticano II,Gaudium et spes, 22; Juan Pablo II,Veritatis splendor, 2). La grandeza y

    dignidad de la vida humana exigen

    su respeto y cuidado desde su inicioen la concepcin hasta la muerte na-tural. De aqu el rechazo absoluto ala eliminacin directa y voluntariade la vida humana en su inicio.

    La Iglesia se siente interpelada enesta Jornada por la vida porque sesabe profundamente implicada en eldestino de los hombres de nuestrotiemp o.

    Amar y cuidar toda vida huma-na. Con este lema queremos refle-xionar en esta Jornada para promo-ver una cultura a favor de la familiay de la vida. Debemos evitar que lacultura de la muerte promueva en lalegislacin agresiones contra la vida,presentadas como si fuesen manifes-taciones de progreso o incluso comomuestras de humanitarismo (cf.Conferencia episcopal espaola, No-ta de la subcomisin episcopal para la

    familia y la defensa de la vida, 1 defebrero de 1998).

    El amor a la persona lleva consigoel respeto a la vida naciente desde lafecundacin y el cuidado a las ma-dres embarazadas, de modo quepuedan llevar a trmino su vocacin

    maternal, en lo posible, en un entor-

    no familiar adecuado. De ah que lafamilia sea fundamental en el itine-rario educativo y para el desarrollode las personas y de la sociedad. Esnecesario elaborar polticas familia-res justas que favorezcan la institu-cin familiar, y promover leyes queayuden al desarrollo de una culturade la vida para crecer en humani-dad.

    La apertura a la vida es signo deapertura al futuro. En este contextohemos recibido con satisfaccin lareciente sentencia del Tribunal de justicia de la Unin Europea, queprohbe patentar los procedimientosque utilicen clulas madre embriona-rias humanas y que considera a todovulo humano a partir de la fecun-dacin como embrin humano.Adems, se incluye en el mismo con-texto a los embriones procedentes de

    trasplante nuclear (una tcnica queest autorizada en Espaa por laLey de reproduccin asistida de2006) y a los vulos no fecundadosestimulados para dividirse y desarro-llarse por partenognesis. Por otraparte, una resolucin de la Asamblea

    parlamentaria del Consejo depa condena la seleccin prenasexo (cf. Benedicto XVI, DiscCuerpo diplomtico acreditado aSanta Sede, 9 de enero de 2012)

    La vida de cada persona establo maravilloso. Una actitudtemplativa, de respeto, de adcin y de agradecimiento es nria para valorar adecuadamenretablo de la existencia humanser humano no pierde nunca s

    nidad sea cual sea la circunstansica, psquica o relacional en lse encuentre. Toda persona enmerece, y exige, un respeto incional, y su vida nunca puedvalorada desde el criterio excde la calidad o del bienestar svo. De aqu el inters de la por cuidar y promover la vida enfermos y ancianos. En la andad, cuando la persona humadebilita y va perdiendo faculaumentan las enfermedades ycias y se acentan los problemla soledad y el sufrimiento. Siaadimos que algunas concepde la existencia se rigen por lterios de calidad de vida, deprincipalmente por el bienesta jetivo, las palabras enfermdolor y muerte pierden sutido humano ms genuino y pdo. Y, as, incluso se pretende jcar el suicidio asistido como siun acto humano responsable roico. En ningn caso seaceptar la legitimacin socialeutanasia. Suprimir el cuadroque tenga sombras, minusvalovida por las dificultades que po puede plantear, no soluciona La muerte no debe ser causaduna accin u omisin, ni sicon el fin de eliminar el dolo Juan Pablo II, Evangelium vitae

    Gracias a Dios, tambin etema aparecen luces en el horiel Consejo de Europa ha aproel pasado 25 de enero, una Rcin en la que se dictamina queutanasia, en el sentido de la mintencional, por accin u omde un ser humano en funcinpresunto beneficio, debe ser prda siempre, y especifica qucaso de duda, la decisin sidebe ser pro-vida y a favor prolongacin de la vida.

    El Evangelio de la vida forla razn humana para entendverdadera dignidad de las pey respetarlas. Nuestra fe confisupera lo que intuye el corazmano: que la vida es capaz decender sus precarias conditemporales y espaciales, porqullamada a la gloria eterna. Jesuresucitado pone ante nuestros ofuturo que Dios ofrece a la vicada ser humano (cf. Juan Pab

    Evangelium vitae, 8).La Iglesia nos invita a caer

    cuenta de que la familia es elnatural del origen y del ocasovida. Si es valorada y reconocimo tal, no ser la falsa compque mata, la que tenga la ltimlabra, sino el amor verdaderovela por la vida, aun a costa depio sacrificio (ibid., 15).

    Implorando la proteccin dra, Madre de la Vida, sobre los que por el dolor y el sufrimsienten la amenaza de la mueanimamos a promover una cde la vida y de la familia queposible el respeto a todo ser hno.

    Nuevo documento de la Comisin Teolgica Internacional

    Teologa hoy: Perspectivas, principios y criteriosDespus del documento: En busca de una tica uni-versal: nueva mirada sobre la ley natural (2009), laComisin Teolgica Internacional hizo pblico, el pa-sado 8 de marzo, un nuevo documento, redactado eningls: Theology Today: Perspectives, Principles andCriteria (Teologa hoy: Perspectivas, principios y cri-terios), a tenor de su misin de ofrecer ayuda a la San-ta Sede, y en particular a la Congregacin para la doc-trina de la fe, a la hora de examinar las cuestiones doc-trinales de mayor importancia.

    El texto se public en la pgina Internet de la Co-misin Teolgica Internacional, que se encuentra en laweb vaticana (www.vatican.va). El mismo da de su pu-blicacin, apareci tambin en la revista Origins. CNSDocumentary Service, y en la pgina web de la Con-ferencia episcopal de los Estados Unidos. Prxima-mente, se publicar una traduccin italiana en La Ci-vilt Cattolica; est previsto que sea traducido sucesi-vamente en los principales idiomas.

    El documento, cuya preparacin comenz en el pre-cedente quinquenio 2004-2008, en la subcomisin pre-

    sidida por el profesor Santiago del Cura Elena, ha sidoredactado teniendo presente el estudio realizado, du-rante el quinquenio actual, en la subcomisin presididapor monseor Paul McPartlan.

    El documento examina algunas cuestiones actualesde la teologa y propone, a la luz de los principiosconstitutivos de la misma, los criterios metodolgicosque son determinantes para la teologa catlica respec-to a otras disciplinas afines, como las ciencias religio-sas. El texto se divide en tres captulos: la teologa pre-supone la escucha de la Palabra de Dios acogida en lafe (captulo 1); se lleva a cabo en comunin con laIglesia (captulo 2); y tiene como fin dar razn de unmodo cientfico de aproximarse a la verdad de Dios enuna perspectiva de autntica sabidura (captulo 3).

    El texto fue aprobado de forma especfica por la Co-misin Teolgica Internacional el 29 de noviembre de2011, y fue presentado al presidente de la misma, elcardenal William Levada, prefecto de la Congregacinpara la doctrina de la fe, que ha autorizado su publica-cin.

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    pgina 10 LOSSERVATORE ROMANO domingo 11 de marzo de 2012, nm

    Colegio episcopal Audienciasp ontificias

    Enviado espec

    Lutos en el episcopado

    El Papa ha nombrado enespecial suyo a Trveris (blica Federal de Alemania)las celebraciones de apertula peregrinacin a la Tnigrada que tendrn lugar de abril de 2012 en la catedTrveris, con ocasin del Vnario de la ostensin pblla misma, al cardenalOUELLET, P.S.S., prefectoCongregacin para los obisp

    D om GEORG HOLZHERR, O.S.B.,abad territorial emrito de MaraEinsiedeln (Suiza), falleci el 26 defebrero. Haba nacido en Neuen-dorf, dicesis de Basilea, el 22 deenero de 1927. Era sacerdote desdeel 24 de junio de 1953. El Papa Pa-blo VI lo nombr y confirm abadde la abada territorial de MaraEinsiedeln el 10 de octubre de 1969.Juan Pablo II acept su renuncia al

    gobierno pastoral de dicha abadaterritorial el 9 de noviembre de2001.

    Monseor WERNER GUBALLA,obispo titular de Catro y auxiliar dela dicesis de Mainz (Alemania), fa-lleci el 28 de febrero. Haba naci-do en Mainz el 30 de octubre de1944. Era sacerdote desde el 10 deoctubre de 1970. El Papa Juan Pa-blo II lo nombr obispo titular deCatro y auxiliar de Mainz, el 20 defebrero de 2003; recibi la ordena-cin episcopal el 21 de abril de di-cho ao.

    Monseor JOS AD OLFO MOJICAMORALES, obispo emrito de Son-sonate (El Salvador), falleci el 2de marzo. Haba nacido en CantnNancintepeque, dicesis de Santa Ana, el 25 de septiembre de 1936.Era sacerdote desde el 25 de octu-bre de 1964. Juan Pablo II lo nom-br obispo de Sonsonate el 18 denoviembre de 1989; recibi la orde-nacin episcopal el 20 de enero de

    1990. Benedicto XVI acept su re-nuncia al gobierno pastoral de di-cha sede el 8 de octubre de 2011.

    Monseor STEPHEN M. TI R U,obispo de Khunti (India), falleciel 3 de marzo. Haba nacido en Sar-dikal, archidicesis de Ranchi, el 1de diciembre de 1937. Era sacerdotedesde el 4 de mayo de 1969. JuanPablo II lo nombr obispo de ladicesis de Dumka el 18 de abril de1986; recibi la ordenacin episco-pal el 7 de octubre de dicho ao. Elmismo Papa lo traslad a la sede deKhunti el 1 de abril de 1995.

    Curia romana

    RENUNCIA:

    El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral del vicariato apos-tlico de Puerto Gaitn (Colombia)que monseor JOS ALBERTO ROZOGUTIRREZ, S.M.M., obispo titularde Arsennaria, le haba presentadoen conformidad con el canon 401

    1 del Cdigo de derecho cannico. Jos Alberto Rozo Gutirrez,

    S.M.M., naci en Cqueza, arquidi-cesis de Bogot, el 22 de febrero de1937. Recibi la ordenacin sacerdo-tal el 19 de agosto de 1962. Juan Pa-blo II lo nombr obispo titular de Arsennaria y primer vicario apostli-co de Puerto Gaitn el 22 de di-ciembre de 1999; recibi la ordena-cin episcopal el 19 de marzo de2000.

    EL PA PA HA NOMBRAD O:

    Obispo de la nueva eparqua deSegheneity (Eritrea) a monseor AB-BA FIKREMARIAM HAGOS TSALIM,

    hasta ahora protosincelo de la epar-qua de Asmara.

    Abba Fikremariam Hagos Tsalimnaci en Addis Abeba el 23 de octu-bre de 1970. Recibi la ordenacinsacerdotal el 21 de julio de 1996. Selicenci en teologa moral en laPontificia Academia Alfonsiana deRoma. Ha desempeado su ministe-

    rio como colaborador pastoral en laperiferia de Asmara; secretario yecnomo de la residencia episcopal;prroco de Segheneity y decano dedicha zona pastoral; miembro delTribunal eclesistico; y protosincelode la eparqua de Asmara.

    Obispo de la nueva eparqua deFaridabad de los siro-malabares (In-dia), con ttulo personal de arzobis-po, a monseor KU R I A KO S E BHARA-N I KU L A N G A R A, hasta ahora consejerode nunciatura en Alemania.

    Kuriakose Bharanikulangara nacien Karippassery, archieparqua deErnakulam-Angamaly, el 1 de febre-ro de 1959. Recibi la ordenacin sa-

    cerdotal el 18 de diciembre de 1983.Inici su ministerio como colabora-dor parroquial y coeditor del sema-nal de su archieparqua. Se licencien derecho cannico y se doctor enderecho cannico oriental en Roma.Tras ingresar en la Academia ecle-sistica pontificia se diplom en ju-risprudencia pastoral y prest servi-

    cio en varias representaciones ponti-ficias; en el ltimo perodo era con-sejero de nunciatura en Alemania.

    Obispo titular de Zallata y auxiliarde San Sebastin de Ro de Janeiro(Brasil) a monseor LUIZ HENRI-QUE DA SI LVA BR I T O.

    Luiz Henrique da Silva Brito na-ci en So Gonalo, archidicesis deNiteri, el 19 de mayo de 1967. Reci-bi la ordenacin sacerdotal el 14 dediciembre de 1991, incardinado en ladicesis de Campos. Se licenci enderecho cannico en Ro de Janeiroy en teologa moral en la PontificiaUniversidad de la Santa Cruz deRoma. Ha sido administrador parro-quial; prroco; coordinador de pas-toral; juez auditor del Tribunal ecle-

    sistico; director espiritual del semi-nario; canciller diocesano; miembrodel consejo presbiteral y del colegiode consultores. Adems, en la archi-dicesis de Niteri era defensor delvnculo en el Tribunal eclesistico yprofesor en el seminario.

    Obispo titular de Frigento y auxi-liar de Colonia (Alemania) a monse-or DOMINIK SC H WA D E R L A P P.

    Dominik Schwaderlapp naci enSelters/Westerwald, dicesis de Lim-burgo, el 4 de mayo de 1967. Reci-bi la ordenacin sacerdotal el 18 de junio de 1993, incardinado en la ar-chidicesis de Colonia. Posterior-mente se doctor en teologa en laUniversidad de Augsburgo. Ha sidovicario parroquial, secretario particu-lar del arzobispo de Colonia, vicario

    general, moderador de la Curia ar-chidiocesana y cannigo del cabildometrop olitano.

    Ereccin de eparquas

    El Santo Padre ha nommiembros de la Congregacira la evangelizacin de los pua los cardenales: ANTONIOZARES LLOVERA, prefectoCongregacin para el culto y la disciplina de los sacramy LAU R E N T MONSENGWO PA Sarzobispo de Kinshasa (Repdemocrtica del Congo);monseores: PIER LUIGI CEarzobispo titular de Doclea,tario del Consejo pontificioel dilogo interreligioso; JOSTAV I O RUIZ ARENAS, arzoemrito de Villavicencio, secrdel Consejo pontificio para lmocin de la nueva evangcin; y JOSEPH KA L AT H I PA R Aobispo emrito de Calicut, se

    rio del Consejo pontificio ppastoral de los emigrantes e rantes.

    EL SANTO PADREHA RECIBID O EN AU D I E N C I A:

    Sbado 3 de marzo

    Al cardenal Laurent Mogwo Pasinya, arzobispo deshasa (Repblica democrticCongo), predicador de los cios espirituales.

    Domingo, da 4

    A monseor Julio Murazobispo titular de Orange, napostlico en Zambia, con smi li ares .

    Mircoles, da 7

    Al ministro federal de finde la Repblica federal de Ania, Wolfgang Schuble, conquito.

    SEGHENEITY

    El Papa ha erigido la eparqua deSEGHENEITY (Eritrea), con territoriodesmembrado de la eparqua de As-mara.

    La nueva eparqua tiene una ex-tensin de 29.499 km y cuenta conuna poblacin de 850.000 habitan-tes, de los cuales 35.557 son catli-cos. Pastoralmente estn distribui-

    dos en 33 parroquias y 14 centrospastorales. Son atendidos por 30 sa-cerdotes eparquiales y 22 sacerdotesreligiosos. Tambin desempean sumisin en esa circunscripcin ecle-sistica 70 religiosas.

    FARIDABAD DE LOS SIRO-MALABARES

    El Papa ha erigido la eparqua deFARIDABAD DE LOS SIRO-MALABARES(India).

    La nueva eparqua, erigida con elfin de brindar atencin pastoral anumerosos fieles siro-malabares, tie-ne su sede en el Estado de Harya-

    na, al norte del pas. Pastoralest distribuida en 23 parroqdiversos centros pastorales, quatendidos por 44 sacerdotes, quiales y religiosos. Tambisempean su misin en esa circripcin eclesistica ms de 20gosos. Hay tres escuelas y chospitales catlicos.

    Predicaciones de CuaresmaEl viernes 9 de marzo a las 9, en lacapilla Redemptoris Mater, el pa-dre capuchino Raniero Cantala-messa, predicador de la Casa pon-tificia, ha iniciado la predicacinde la Cuaresma.

    El tema escogido para las medi-taciones es: Acordaos de vues-tros guas, e imitad su fe (Hb 13,7). Los Padres de la Iglesia, maes-tros de fe. Como preparacin pa-ra el Ao de la fe convocado porel Papa Benedicto XVI (que se abri-r el 12 de octubre de 2012 y seconcluir el 24 de noviembre de2013), cada una de las predicacio-nes tomar en consideracin a uno

    de los cuatro grandes doctores dela Iglesia oriental san Atanasio,san Basilio, san Gregorio Nacian-

    ceno y san Gregorio Niseno paraver lo que nos dicen hoy a prop-sito del dogma que defendieroncomo grandes protagonistas en sutiempo, respectivamente: la divini-dad de Cristo, el Espritu Santo, laTrinidad y el conocimiento deD ios.

    A las predicaciones estn invita-dos los cardenales, los arzobispos,los obispos, los prelados de la Fa-milia pontificia, de la Curia roma-na y del vicariato de Roma, los su-periores generales o los procurado-res de las rdenes religiosas queforman parte de la Capilla pontifi-cia.

    Las cuatro predicaciones tienenlugar durante los viernes de Cua-resma: 9, 16, 23 y 30 de marzo.

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    nmero 11, domingo 11 de marzo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    En la audiencia general del mircoles 7 de marzo, catequesis del Papa sobre el silencio en la vida de Jess

    Cuando la Palabra se queda sin palabrQueridos hermanos y hermanas:

    En una serie de catequesis anterio-res habl de la oracin de Jess y noquiero concluir esta reflexin sin de-tenerme brevemente sobre el tema

    del silencio de Jess, tan importanteen la relacin con Dios.En la exhortacin apostlica post-

    sinodal Verbum Domini hice referen-cia al papel que asume el silencio enla vida de Jess, sobre todo en elGlgota: Aqu nos encontramosante el Mensaje de la cruz (1 Co 1,18). El Verbo enmudece, se hace si-lencio mortal, porque se ha dichohasta quedar sin palabras, al haberhablado todo lo que tena que co-municar, sin guardarse nada para s(n. 12). Ante este silencio de la cruz,san Mximo el Confesor pone en la-bios de la Madre de Dios la siguien-te expresin: Est s in palabra laPalabra del Padre, que hizo a todacriatura que habla; sin vida estn losojos apagados de aquel a cuya pala-bra y ademn se mueve todo lo quetiene vida ( La vida de Mara, n. 89:Testi mariani del primo millennio, 2,Roma 1989, p. 253).

    La cruz de Cristo no slo muestrael silencio de Jess como su ltimapalabra al Padre, sino que revelatambin que Dios habla a travs del

    silencio: El silencio de Dios, la ex-periencia de la lejana del Omnipo-tente y Padre, es una etapa decisivaen el camino terreno del Hijo deDios, Palabra encarnada. Colgadodel leo de la cruz, se quej del do-lor causado por este silencio: D ios

    mo, Dios mo, por qu me hasabandonado? (Mc 15, 34; Mt 27,46). Jess, prosiguiendo hasta el l-timo aliento de vida en la obedien-cia, invoc al Padre en la oscuridad

    de la muerte. En el momento de pa-sar a travs de la muerte a la vidaeterna, se confi a l: Padre, a tusmanos encomiendo mi espritu(Lc23, 46) (Exhort. ap. postsin. Ve r -bum Domini, 21). La experiencia de

    nuestro tiempo. En efecto, en nues-tra poca no se favorece el recogi-miento; es ms, a veces da la impre-sin de que se siente miedo de apar-tarse, incluso por un instante, del ro

    de palabras y de imgenes que mar-can y llenan las jornadas. Por ello,en la ya mencionada exhortacinVerbum Domini record la necesidadde educarnos en el valor del silencio:Redescubrir el puesto central de la

    Palabra de Dios en la vidaIglesia quiere decir tambin rbrir el sentido del recogimidel sosiego interior. La grancin patrstica nos ensea q

    misterios de Cristo estn unsilencio, y slo en l la Palabde encontrar morada en ncomo ocurri en Mara, mujePalabra y del silencio insepmente (n. 66). Este principi

    Comunicado conjunto del tercer encuentro

    del grupo de trabajo Vietnam-Santa SedeComo se haba acordado con ocasin del segundo en-cuentro del grupo de trabajo conjunto VietnamSantaSede, celebrado en junio de 2010 en el Vaticano, ha te-nido lugar en H anoi, los das 27 y 28 d e febrero de2012, el tercer encuentro del grupo de trabajo conjun-to. El encuentro fue copresidido por Bui Thanh Son,viceministro de Asuntos exteriores, jefe de la delega-cin vietnamita, y por monseor Ettore Balestrero, sub-secretario para las Relaciones con los Estados, jefe dela delegacin de la Santa Sede.

    Las dos partes abordaron cuestiones internacionales,intercambiaron informaciones sobre su respectiva situa-cin, analizaron los progresos realizados en las relacio-nes Vietnam-Santa Sede por el segundo encuentro delgrupo de trabajo conjunto Vietnam-Santa Sede y deba-tieron las cuestiones relativas a la Iglesia catlica enVi e t n a m .

    La delegacin vietnamita subray que el Estado deVietnam siempre ha actuado y ha mejorado continua-mente la poltica de respeto y garanta de la libertadde credo y de religin para el pueblo. Ha animado a laIglesia catlica en Vietnam a participar activa y efecti-vamente en el curso actual de desarrollo nacional, eco-nmico y social.

    Por su parte, la delegacin de la Santa Sede tomnota de estas consideraciones y manifest su apreciopor la atencin reservada por las autoridades civiles alas actividades de la Iglesia catlica, en particular en elao 2010, durante la celebracin del ao jubilar, y conocasin de las visitas pastorales del enviado especial noresidente, el arzobispo Leopoldo Girelli.

    La Santa Sede expres el deseo de que su papel y sumisin se vean reforzados y prolongados, para que seconsoliden los vnculos entre la Santa Sede y la Iglesia

    catlica en Vietnam, as como la intencin de Vietnamy de la Santa Sede de desarrollar sus relaciones.

    Ambas partes convinieron en facilitar el trabajo delarzobispo Girelli, para que este pueda ejercer mejor sumisin.

    Adems, ambas partes recordaron las enseanzas deSu Santidad el Papa Benedicto XVI acerca de vivir elEvangelio en el seno de la nacin, y tambin sus consi-deraciones sobre ser un buen catlico y un buen ciuda-dano, subrayando la necesidad de una colaboracincontinua entre la Iglesia catlica y las autoridades civi-les para llevar a cabo, de manera concreta y prctica,estas enseanzas en todas las actividades.

    Las dos partes compartieron la valoracin de que lasrelaciones entre Vietnam y la Santa Sede ha tenido undesarrollo positivo basndose en la buena voluntad yen el dilogo constructivo, as como en el respeto delos principios en la relacin.

    El encuentro se realiz en un clima de cordialidad,franqueza y respeto mutuo.

    Las dos partes acordaron reunirse de nuevo en el Va-ticano para el cuarto encuentro del grupo de trabajoconjunto VietnamSanta Sede.

    Las fechas del encuentro se establecern a travs delos canales diplomticos.

    Con ocasin de la visita a Vietnam, la delegacin dela Santa Sede realiz visitas de cortesa a Pham BinhMinh, ministro de Asuntos exteriores; a NguyenThanh Xuan, vicepresidente del Comit gubernamentalpara Asuntos religiosos, y al Hospital peditrico nacio-nal que colabora con el Hospital de la Santa SedeNio Jess en Roma, as como a algunas institucio-nes catlicas en Hanoi y en la ciudad de Ho ChiMinh, y a la Dicesis de Xuan Loc en Dong Nai. SIGUEEN LA

    El Papa saluda al Patriarca de Cilicia de los armenios,Nerses Bedros XIX , presente en la audiencia general

    Jess en la cruz es pro-fundamente reveladorade la situacin delhombre que ora y delculmen de la oracin:despus de haber escu-chado y reconocido laPalabra de Dios, debe-mos considerar tambinel silencio de Dios, ex-presin importante dela misma Palabra divi-na.

    La dinmica de pala-bra y silencio, que mar-

    ca la oracin de Jessen toda su existencia te-rrena, sobre todo en lacruz, toca tambinnuestra vida de oracinen dos direcciones.

    La primera es la quese refiere a la acogidade la Palabra de Dios.Es necesario el silenciointerior y exterior parapoder escuchar esa Pa-labra. Se trata de unpunto particularmentedifcil para nosotros en

    sin silencio no no se escucha, ncibe una palabvlido sobre todla oracin personro tambin paratras liturgias: palitar una escuchatica, las liturgiastener tambin mtos de silencio ygida no verbal.pierde valor la ocin de san AVerbo crescente, ve

    ficiunt - CuanVerbo de Dios crpalabras del hdisminuyen (cf288, 5: PL 38, 130mo 120, 2: PL 38Los Evangelios tran cmo con fcia Jess, sobre tlas decisiones dese retiraba comente solo a unapartado de la tud, e incluso discpulos, para el silencio y vivirlacin filial con

    El silencio es capaz de abrirpacio interior en lo ms ntnosotros mismos, para hacer habite Dios, para que su permanezca en nosotros, para

    amor a l arraigue en nuestray en nuestro corazn, y animtra vida. Por lo tanto, la primreccin es: volver a aprender ecio, la apertura a la escucha, qabre al otro, a la Palabra de D

    Adems, hay tambin unada relacin importante del con la oracin. En efecto, nexiste nuestro silencio para dinos a la escucha de la PalaDios. A menudo, en nuestra onos encontramos ante el silenDios, experimentamos una de abandono, nos parece quno escucha y no responde. Psilencio de Dios, como le tambin a Jess, no indica sucia. El cristiano sabe bien quor est presente y escucha,en la oscuridad del dolor, del

    zo y de la soledad. Jess aselos discpulos y a cada uno dtros que Dios conoce bien nnecesidades en cualquier mde nuestra vida. l ensea a cpulos: Cuando recis, nomuchas palabras, como los gque se imaginan que por habcho les harn caso. No seiellos, pues vuestro Padre sabeos hace falta antes de que lo(Mt 6, 7-8): un corazn atelencioso, abierto es ms impque muchas palabras. Dios n

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    Y Max sali del coma

    Una gran seal de vidaBenedicto XVI bendijo, al final de la audiencia general, al jovenMassimiliano Tressoldi Max, quien a causa de un accidenteautomovilstico en 1991, a la edad de veinte aos, qued en coma, enestado vegetativo, irreversiblemente segn los neurlogos, pero que

    Cuando la Palabra se queda sin palabrasVIENEDE LAPGINA 11

    noce en la intimidad, ms que noso-tros mismos, y nos ama: y saber estodebe ser suficiente. En la Biblia, la

    experiencia de Job es especialmentesignificativa a este respecto. Estehombre en poco tiempo lo pierdetodo: familiares, bienes, amigos, sa-lud. Parece que Dios tiene hacia luna actitud de abandono, de silenciototal. Sin embargo Job, en su rela-cin con Dios, habla con Dios, gritaa Dios; en su oracin, no obstantetodo, conserva intacta su fe y, al fi-nal, descubre el valor de su expe-riencia y del silencio de Dios. Y as,al final, dirigindose al Creador,puede concluir: Te conoca slo deodas, pero ahora te han visto misojos (Jb 42, 5): todos nosotros casiconocemos a Dios slo de odas ycuanto ms abiertos estamos a su si-lencio y a nuestro silencio, ms co-menzamos a conocerlo realmente.Esta confianza extrema que se abre

    al encuentro profundo con Dios ma-dur en el silencio. San Francisco Javier rezaba diciendo al Seor: yote amo no porque puedes darme elparaso o condenarme al infierno, si-

    no porque eres mi Dios. Te amoporque T eres T.Encaminndonos a la conclusin

    de las reflexiones sobre la oracin de Jess, vuelven a la mente algunasenseanzas del Catecismo de la Igle-

    sia catlica: El drama de la oracinse nos revela plenamente en el Verboque se ha hecho carne y que habitaentre nosotros. Intentar comprendersu oracin, a travs de lo que sustestigos nos dicen en el Evangelio,es aproximarnos a la santidad de Je-ss nuestro Seor como a la zarzaardiendo: primero contemplndolo al mismo en oracin y despus escu-chando cmo nos ensea a orar, pa-ra conocer finalmente cmo acogenuestra plegaria (n. 2598). Cmonos ensea Jess a rezar? En elCompendio del Catecismo de la Iglesia

    catlica encontramos una respuestaclara: Jess nos ensea a orar noslo con la oracin del Padre nues-tro ciertamente el acto central dela enseanza de cmo rezar, sino

    tambin cuando l mismo ora. As,adems del contenido, nos ensealas disposiciones requeridas por unaverdadera oracin: la pureza del co-razn, que busca el Reino y perdonaa los enemigos; la confianza audaz yfilial, que va ms all de lo que sen-timos y comprendemos; la vigilancia,que protege al discpulo de la tenta-cin (n. 544).

    Recorriendo los Evangelios hemosvisto cmo el Seor, en nuestra ora-cin, es interlocutor, amigo, testigo ymaestro. En Jess se revela la nove-dad de nuestro dilogo con Dios: laoracin filial que el Padre espera desus hijos. Y de Jess aprendemos c-mo la oracin constante nos ayuda ainterpretar nuestra vida, a tomarnuestras decisiones, a reconocer yacoger nuestra vocacin, a descubrir

    los talentos que Dios nos ha dado, acumplir cada da su voluntad, nicocamino para realizar nuestra existen-cia.

    A nosotros, con frecuencia preo-cupados por la eficacia operativa ypor los resultados concretos queconseguimos, la oracin de Jessnos indica que necesitamos detener-nos, vivir momentos de intimidadcon Dios, apartndonos del bulli-

    cio de cada da, para escucharir a la raz que sostiene y alila vida. Uno de los momentobellos de la oracin de Jess ecisamente cuando l, para af

    enfermedades, malestares y lde sus interlocutores, se dirigePadre en oracin y, de este mensea a quien est a su alrednde es necesario buscar la para tener esperanza y salvacirecord, como ejemplo conmola oracin de Jess ante la tumLzaro. El evangelista san Juanta: Entonces quitaron la losa. levantando los ojos a lo alto,Padre, te doy gracias porquhas escuchado; yo s que t mcuchas siempre; pero lo digo pgente que me rodea, para que que t me has enviado. Y dicto, grit con voz potente: Lsal afuera (Jn 11, 41-43). Peroalcanza el punto ms alto de pdidad en la oracin al Padremomento de la pasin y de la

    te, cuando pronuncia el s mo al proyecto de Dios y mcmo la voluntad humana encusu realizacin precisamente en hesin plena a la voluntad divno en la contraposicin. En lcin de Jess, en su grito alen la cruz, confluyen todas lgustias de la humanidad delos tiempos, esclava del pecadola muerte, todas las splicas y ltercesiones de la historia de lacin... He aqu que el Padre lage y, por encima de toda espelas escucha al resucitar a su As se realiza y se consuma elde la oracin en la economa creacin y de la salvacin (Cmo de la Iglesia catlica, 2606).

    Queridos hermanos y herm

    pidamos con confianza al Sevir el camino de nuestra oracilial, aprendiendo cada da delUnignito, que se hizo hombrnosotros, cmo debe ser nuestrdo de dirigirnos a Dios. Las bras de san Pablo sobre la vidtiana en general, valen tambinnuestra oracin: Pues estoy cocido de que ni muerte, ni vidngeles, ni principados, ni preni futuro, ni potencias, ni altuprofundidad, ni ninguna otra cra podr separarnos del amDios manifestado en Cristonuestro Seor (Rm 8, 38-39).

    despus de diez aos de profundoletargo, en la Navidad de 2000, sedespert, haciendo la seal de lacruz. Nunca perdimos laesperanza, dicen sus padres, que loacompaaron durante el emotivoencuentro. Una gran seal devida, coment el Santo Padre. El

    joven pidi, como regalo por sucuadragsimo cumpleaos, poderrecibir la bendicin del Papa. Y alcumplirse su sueo, su madre,Lucrezia, regal al Pontfice el libroque acaba de publicar, titulado Eadesso vado al Max, en el que narrasu impresionante historia. Soy un joven afortunado y feliz, escribe. ElSanto Padre, antes de dar subendicin al joven, le estrech dosveces la mano; Max, que estrecobrando el habla, logrpronunciar un Ciao, que encerrabaun profundo sentimiento de gratitud.