L´OSSERVATORE ROMANO. 06 Mayo 2012

8/2/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 06 Mayo 2012

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LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

Unicuique suum

EN LENGUA ESPAOLA

Non praevalebunt

Ao XLIV, nmero 19 (2.262) Ciudad del Vaticano 6 de mayo d

Visita del Papa a la sede romana de la Universidad Catlica del Sagrado Corazn

Sin amorla ciencia pierde su humanidad

Renovacin deCaritas Internationa

Con un Decreto general aprobado pPontfice y firmado por el secretario dtado se ha procedido a la renovacimarco jurdico de Critas InternatiLa Santa Sede actualiza as su estatudico para sostener mejor su actividad.

PGINAS 3-4

La valenta de una familia de la generacin Wojtya junto a Benedicto XVI

La herencia de Juan Pablo II

Un laico y un sacerdote beatifica

Giuseppe Tonioloy Pierre-AdrienTo u l o rg e

El domingo 29 de abril, despus de laplegaria mariana del Regina caeli, el SaPadre present la actualidad de dos nuebeatos: Giuseppe Toniolo, esposo y padre

siete hijos, profesor universitario, economsocilogo; y el mrtir Pierre-Adrien Toulsacerdote de la Orden Premostratense:

Dirijo un saludo especial a los penos reunidos en la baslica de SanExtramuros, donde esta maana haproclamado beato Giuseppe Toniolovivi entre los siglos XIX y XX. Fue ey padre de siete hijos, profesor univrio y educador de los jvenes, econoy socilogo, apasionado servidor de munin en la Iglesia. Puso en prctienseanzas de la encclica Rerum nodel Papa Len XIII; promovi la Accitlica, la Universidad del Sagrado zn, las Semanas sociales de los catitalianos y un Instituto de derecho incional de la paz. Su mensaje es de grtualidad, especialmente en este tiempbeato indica el camino del primado persona humana y de la solidaridad.bi: Por encima de los mismos legbienes e intereses de las naciones y Estados est una nota inseparable qcoordina a todos en unidad, es decir, ber de la solidaridad humana.

Tambin hoy, en Coutances, Francsido beatificado el sacerdote Pierre-AToulorge, de la Orden Premostratensvivi en la segunda mitad del siglo

Demos gracias a Dios por este lummrtir de la verdad.

Ante fieles y peregrinos de todo el mundo, durantela audiencia general del mircoles 2 de mayo, Bene-dicto XVI record la herencia de Juan Pablo II, bea-

tificado el 1 de mayo del ao pasado. Tras la cate-quesis que publicamos en la ltima pgina de esten m e ro , en sus saludos, el Pontfice expres enparticular a los peregrinos polacos: Me alegro por

Ahora que voy all yo me ocupo de Maria y Davi-de; t, que permaneces aqu, cuida bien de Frances-co . Un testimonio que no se improvisa. Dicen

que su maestro en la forma de vivir el valor salvficodel sufrimiento ha sido Juan Pablo II , el Papa desu infancia y adolescencia, beatificado hace un ao.Siguiendo su enseanza, se consagran cotidiana-

vuestra presencia tan numerosa en Romacon ocasin del primer aniversario de labeatificacin de Juan Pablo II. Que el tes-timonio de su vida, la enseanza y el amora la patria permanezcan como herencia es-pecial para vosotros. Reforzados por su in-tercesin celestial, sed fieles a Dios, a lacruz y al santo Evangelio.

Chiara y Enrico, un matrimonio romano,participaron en la audiencia general y testi-moniaron al Papa lo que significa pertene-cer a la generacin Wojtyla. Se educa-ron en el mbito parroquial y arraigadosen la espiritualidad franciscana. Y optaronpor la vida cuando, los anlisis prenatalesde dos de sus hijos diagnosticaron afeccio-nes incurables. Acogieron as a Maria,

anenceflica, y la acompaaron en sustreinta minutos de vida. Con el mismo es-pritu de fe recibieron tambin a Davide,privado de piernas y con malformacionesde las vsceras, mantenindose a su lado enlas pocas horas de su existencia terrena.Por fin fue engendrado Francesco, peroChiara, embarazada, recibi el diagnsticode un carcinoma; afrontarlo significara poner enpeligro la gestacin. La decisin fue llegar a dar aluz serenamente. Despus del parto, la madre iniciel tratamiento del tumor, cuya agresividad fue talque no ha dado margen de mejora. Es la serenidadel rasgo que mostraron los esposos en la plaza deSan Pedro. Veintiocho aos ella, treinta y tres l.Chiara expres as el proyecto de familia a Enrico:

mente a Mara, con la espiritualidad del Totus tuus;y rezan el rosario cada jueves con otras familiasamigas. El mircoles Chiara y Enrico se estrecharona Benedicto XVI visiblemente conmovido comohijos. Y sonriendo le confiaron su historia de jovenfamilia cristiana que se ha abandonado completa-mente a la Providencia y ha tomado en serio elEvangelio y cuanto vieron vivir a Juan Pablo II.

El Papa ordena nueve sacerdo

Es una misinla celebracin de la mEl sacerdote est llamado a vivir mismo lo que experiment Jess en pra persona, esto es, entregarse plenaa la predicacin y a la sanacin del bre de todo mal de cuerpo y espritula identidad que traz Benedicto XVInueve diconos a quienes orden preros el domingo del Buen Pastor.

P

PGINA


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LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

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pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO domingo 6 de mayo de 2012, nm

Regina caeli del Papa el domingo 29 de abril, Jornada mundial de oracin por la vocacione

El Seor no quita la libertad

Las credenciales del nuevo embajador de Per

Queridos hermanos y hermanas:

Concluy hace poco, en la baslicade San Pedro, la celebracin eucars-tica en la que orden a nueve nuevospresbteros de la dicesis de Roma.Demos gracias a Dios por este rega-lo, signo de su amor fiel y providentea la Iglesia. Estrechmonos espiri-

tualmente en torno a estos nuevos sa-cerdotes y recemos para que acojanplenamente la gracia del sacramentoque los ha configurado con JesucristoSacerdote y Pastor. Y recemos para

que todos los jvenes estn atentos ala voz de Dios que habla interiomen-te a su corazn y los llama a des-prenderse de todo para estar a su ser-

vicio. A este objetivo est dedicJornada mundial de oracin pvocaciones, que celebramos hoefecto, el Seor llama siempremuchas veces no lo escuchamo

tamos distrados por muchas por otras voces ms superficialuego tenemos miedo de escucvoz del Seor, porque pensamo

amor de Dios? Lo han encontraJesucristo, en su Evangelio, en lcarista y en la comunidad de lasia. En la Iglesia se descubre qvida de cada hombre es una hde amor. Nos lo muestra clarala Sagrada Escritura, y nos lo cma el testimonio de los santoejemplo es la expresin de santn, que en sus Confesiones se diDios y le dice: Tarde te ammosura tan antigua y tan nuev

de te am! T estabas dentro dy yo fuera... T estabas conmigno estaba contigo ... Pero me hmado, y tu grito ha vencido mdera (X, 27.38).

Queridos amigos, oremos pIglesia, por cada comunidadpara que sea como un jardn redonde puedan germinar y crecdas las semillas de vocacin quesiembra en abundancia. Oremoque en todas partes se cultivejardn, en la alegra de sentirsellamados, en la variedad de lones. En especial, las familias hser el primer lugar donde se re el amor de Dios, que da interior, incluso en medio de lacultades y las pruebas de laQuien vive en familia la experdel amor de Dios, recibe un

inestimable, que da fruto a supo. Que nos conceda todo esantsima Virgen Mara, modeacogida libre y obediente a la lda divina, Madre de toda vocen la Iglesia.

puede quitarnos nuestbertad. En realidad, uno de nosotros es fruamor: ciertamente, del de los padres, pero, mfundamente, del amoDios. La Biblia dice: autu madre no te quisiete quiero, porque te coy te amo (cf. Is 49, 15). momento que me doy cde este amor, mi vidabia: se convierte en unpuesta a este amor,grande que cualquier oas se realiza plenamenlib ertad.

Los jvenes que hoconsagrado sacerdoteson diferentes de los djvenes, pero han sidodos profundamente pbelleza del amor de Dno han podido dejar dponder con toda suCmo han encontra

El sbado 28 de abril, por la maa-na, Benedicto XVI recibi en au-diencia al seor Csar Castillo Ra-mrez, nuevo embajador extraordi-nario y plenipotenciario de Perante la Santa Sede, para la presen-tacin de sus cartas credenciales.

El seor Csar Castillo Ramreznaci en Chiclayo el 16 de julio de1947. Est casado y tiene cuatrohijos. Se licenci en rela-ciones internacionales enla Academia diplomticadel Per; se especializ enderecho y ciencias polti-cas en la Universidad na-cional Federico Villarreal;en desarme, en el Centrode desarme de las Nacio-nes Unidas; y en alta di-reccin, en la Escuela dedireccin de la Universi-dad de Piura.

Durante su carrera di-plomtica ha desempea-do, entre otros, los si-guientes cargos: jefe dedepartamento en el Mi-

nisterio de Asuntos exte-riores; primer secretario ysucesivamente consejerode la representacin per-manente de Per ante losorganismos internaciona-

les en Ginebra; cnsul general enGinebra; ministro consejero de em-bajada en Colombia; director parala promocin econmica de la sub-secretara para los asuntos econ-micos, la cooperacin y la integra-cin en el ministerio de Asuntos

exteriores; director del gabinete delsecretario general del Ministerio deAsuntos exteriores; ministro de em-

bajada en Ecuador; director generalde administracin en el Ministeriode Asuntos exteriores; embajadoren Suiza; embajador en Egipto; di-rector nacional del protocolo y delceremonial de Estado en el Minis-terio de Asuntos exteriores; embaja-

dor en Italia y en la Organizacinde las Naciones Unidas para laagricultura y la alimentacin (FA O).


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nmero 19, domingo 6 de mayo de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

Visita de Benedicto XVI a la sede romana de la Universidad Catlica del Sagrado Corazn

Sin amor la ciencia pierde su humanidaSlo el amor garantiza la humanidad de la investigacin y la nobleza de laciencia. As quiso subrayarlo Benedicto XVI durante la visita que realiz, el jueves

3 de mayo por la maana, a la sede romana de la Universidad Catlica delSagrado Corazn con ocasin del quincuagsimo aniversario de la fundacin de la

Facultad de medicina y ciruga del Policlnico Agostino Gemelli. El Papa lleg en

helicptero desde el Vaticano. Le dieron la bienvenida los cardenales Angelo Scolapresidente del Instituto Toniolo (en la fotografa inferior), y Agostino Vallini,vicario general para la dicesis de Roma; el obispo Lorenzo Leuzzi, auxiliar de

Roma y delegado para la pastoral e la salud; monseor Sergio Lanza, consiliariogeneral de la Universidad; y el rector, Lorenzo Ornaghi. En el acto estuvieronpresentes los cardenales Zenon Grocholewski, Paolo Sardi, Camillo Ruini, ElioSgreccia, Achille Silvestrini y Salvatore De Giorgi. Participaron varios m i n i s t ro sdel Gobierno y otras autoridades civiles, encabezadas por el presidente de laCmara de diputados Gianfranco Fini. Ofrecemos el discurso que pronunci

Benedicto XVI.

Seores cardenales, venerados her-manos en el episcopado y en el sa-cerdocio, honorable seor presidentede la Cmara y seores ministros,ilustre pro-rector, distinguidas auto-ridades, docentes, mdicos, distin-guido personal sanitario y universi-tario, queridos estudiantes y queri-dos pacientes:

Con particular alegra me encuen-

tro hoy con vosotros para celebrarlos 50 aos de fundacion de la Fa-cultad de medicina y ciruga del Po-liclnico Agostino Gemelli. Agra-dezco al presidente del Instituto To-niolo, cardenal Angelo Scola, y alpro-rector, profesor Franco Anelli,las amables palabras que me han di-rigido. Saludo al seor presidente dela Cmara, honorable Gianfranco Fi-ni, a los seores ministros, honora-bles Lorenzo Ornaghi y Renato Bal-duzzi, a las numerosas autoridades,as como a los docentes, a los mdi-cos, al personal y a los estudiantesdel Policlnico y de la UniversidadCatlica. Un pensamiento especial avosotros, queridos pacientes.

En esta circunstancia quiero ofre-cer algunas reflexiones. Vivimos enun tiempo en que las ciencias expe-

rimentales han transformado la vi-sin del mundo e incluso la auto-comprensin del hombre. Los mlti-ples descubrimientos, las tecnologasinnovadoras que se suceden a un rit-mo frentico, son razn de un orgu-llo motivado, pero a menudo no ca-recen de aspectos inquietantes. Dehecho, en el trasfondo del optimis-mo generalizado del saber cientficose extiende la sombra de una crisisdel pensamiento. El hombre denuestro tiempo, rico en medios, perono igualmente en fines, a menudo

des Bernardins de Pars, 12 de sep-tiembre de 2008). En efecto, la in-vestigacin cientfica y la demandade sentido, aun en la especfica fiso-noma epistemolgica y metodolgi-ca, brotan de un nico manantial, el

Logos que preside la obra de la crea-cin y gua la inteligencia de la his-toria. Una mentalidad fundamental-mente tecno-prctica genera un peli-

groso desequilibrio entre lo que estcnicamente posible y lo que es mo-ralmente bueno, con consecuenciasim previ si ble s .

Es importante, por tanto, que lacultura redescubra el vigor del signi-ficado y el dinamismo de la trascen-dencia, en una palabra, que abra condecisin el horizonte del q u a e re re

Deum. Viene a la mente la clebrefrase agustiniana Nos has creadopara ti [Seor], y nuestro coraznest inquieto hasta que descanse enti (Confesiones, I, 1). Se puede decirque el mismo impulso a la investiga-cin cientfica brota de la nostalgiade Dios que habita en el coraznhumano: en el fondo, el hombre deciencia tiende, tambin de modo in-consciente, a alcanzar aquella verdadque puede dar sentido a la vida. Pe-ro por ms apasionada y tenaz que

sea la bsqueda humana, no es ca-paz de alcanzar con seguridad eseobjetivo con sus propias fuerzas,porque el hombre no es capaz deesclarecer completamente la extraapenumbra que se cierne sobre lacuestin de las realidades eternas...Dios debe tomar la iniciativa de saliral encuentro y de dirigirse al hom-bre (J. RAT Z I N G E R, LEuropa di Be-nedetto nella crisi delle culture, Canta-galli, Roma 2005, 124). As pues, pa-ra restituir a la razn su dimensinnativa integral, es preciso redescubrir

el lugar originario que la investiga-cin cientfica comparte con la bs-queda de fe, fides quaerens intellec-tum, segn la intuicin de san Ansel-mo. Ciencia y fe tienen una recipro-cidad fecunda, casi una exigenciacomplementaria de la inteligencia delo real. Pero, de modo paradjico,precisamente la cultura positivista,excluyendo la pregunta sobre Diosdel debate cientfico, determina ladeclinacin del pensamiento y el de-bilitamiento de la capacidad de inte-l igencia de lo real. Pero el q u a e re re

Deum del hombre se perdera en unamadeja de caminos si no saliera a suencuentro una va de iluminacin yde orientacin segura, que es la deDios mismo que se hace cercano alhombre con inmenso amor: En Je-sucristo Dios no slo habla al hom-bre, sino que lo busca. .... Es una

bsqueda que nace de lo ntimo deDios y tiene su punto culminante enla encarnacin del Verbo (Juan Pa-blo II, Tertio millennio adveniente, 7).

El cristianismo, religin del Logos,no relega la fe al mbito de lo irra-cional, sino que atribuye el origen yel sentido de la realidad a la Razncreadora, que en el Dios crucificadose manifest como amor y que invitaa recorrer el camino del q u a e re re

Deum: Yo soy el camino, la verdady la vida. Comenta aqu santo To-ms de Aquino: El punto de llega-

da de este camino es el fin delhumano. Ahora bien, el hombsea principalmente dos cosas: emer lugar el conocimiento dedad que es propio de su natuEn segundo lugar, la permaen el ser, propiedad comn alas cosas. En Cristo se encuambos... As pues, si buscadnde pasar, acoge a Cristo pl es el camino (Exposicione

Juan, cap. 14, lectio 2). El Evade la vida ilumina, por tanto,mino arduo del hombre, y atentacin de la autonoma absrecuerda que la vida del hproviene de Dios, es su don, sugen e impronta, participacin soplo vital (Juan Pablo II, Elium vitae, 39). Y es precisamecorriendo la senda de la fe cohombre se hace capaz de des

incluso en las realidades demiento y de muerte, que atrasu existencia, una posibilidad tica de bien y de vida. En la cCristo reconoce el rbol de larevelacin del amor apasionaDios por el hombre. La atencicia quienes sufren es, por tanencuentro diario con el rostCristo, y la dedicacin de lagencia y del corazn se conviesigno de la misericordia de Dde su victoria sobre la muerte.

Vivida en su integridad, la

SIGUEEN LAP

vive condicionado por un re-duccionismo y un relativis-mo que llevan a perder elsignificado de las cosas; casideslumbrado por la eficaciatcnica, olvida el horizontefundamental de la demandade sentido, relegando as a la

irrelevancia la dimensintrascendente. En este tras-fondo, el pensamiento resul-ta dbil y gana terreno tam-bin un empobrecimientotico, que oscurece las refe-rencias normativas de valor.La que ha sido la fecundaraz europea de cultura y deprogreso parece olvidada. Enella, la bsqueda del absolu-to el quaerere Deum com-prenda la exigencia de pro-fundizar las ciencias profa-nas, todo el mundo del sa-ber (cf. Discurso en el Collge

queda se ve iluminada ciencia y la fe, y de estalas recibe impulsomulo, sin perder la jusmildad, el sentido de spia limitacin. De estela bsqueda de Diosfecunda para la inteligfermento de cultura, ptora de autntico hummo, bsqueda quequeda en la superficieridos amigos, dejaos siempre por la sabidurviene de lo alto, porber iluminado por lacordando que la sabexige la pasin y el esde la bsqueda.

Se inserta aqu la tasustituible de la Unive


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Sin amor la ciencia pierde su humanidadVIENEDE LAPGINA 3

El quincuagsimo aniversario de la Pacem in terris

Carta abierta al mundoUna carta abierta al mundo. Asrecuerda Benedicto XVI la Pacem interris en el mensaje enviado a Mary

Ann Glendon, presidenta de laAcademia pontificia de ciencias sociales,

con ocasin de los trabajos de laXVIII

sesin plenaria, dedicados al 50aniversario de la publicacin de laencclica de Juan XXIII.

A su excelencia la profesoraMary Ann Glendon,

Presidenta de la Academia pontificia

de ciencias socialesMe alegra saludarla a usted y a

todos los que se han reunido en Ro-ma por la XVIII sesin plenaria de laAcademia pontificia de ciencias so-ciales. Habis elegido celebrar el dela carta encclica Pacem in terris delbeato Juan XXIII examinando la con-tribucin dada por este importantedocumento a la doctrina social de laIglesia. En el culmen de la guerrafra, cuando el mundo estaba toda-va aceptando la amenaza planteadapor la existencia y la proliferacinde armas de destruccin masiva, elPapa Juan escribi la que ha sidodefinida como una carta abierta al

mundo. Se trataba de un apremian-te llamamiento de un gran Pastor,prximo al final de su vida, paraque la causa de la paz y de la justi-cia fuera promovida con vigor en to-

dos los sectores de la sociedad, tantoa nivel nacional como internacional.Aunque el escenario poltico globalha cambiado de manera significativaen el medio siglo transcurrido desdeentonces, la visin ofrecida por elPapa Juan tiene todava mucho queensearnos mientras luchamos porafrontar los nuevos retos para la pazy la justicia en la era posterior a laguerra fra, en medio de la continua

Iglesia y el mundo, entre los creyen-tes y los no creyentes, que el conci-lio Vaticano II se propuso promover.Ofrece una visin profundamentecristiana del lugar que ocupa el

hombre en el universo, confiada enque obrando de este modo proponeun mensaje de esperanza a un mun-do que tiene hambre de ella, unmensaje que puede resonar entre laspersonas de todas las creencias y delas que no tienen ninguna, ya que suverdad es accesible a todos.

Con este mismo espritu, despusde los ataques terroristas que sacu-dieron al mundo en septiembre de

2001, el beato Juan Pablo II inen que no hay paz sin justicjusticia sin perdn (Mensaje pJornada mundial de la paz de 2Hay que insertar la nocin d

dn en el debate internacionalla resolucin de conflictos, conde transformar el lenguaje estla recriminacin recproca, quconduce a ninguna parte. Si ltura humana est hecha a imagDios, un Dios de justicia que eco en misericordia (Ef2, 4), eces estas cualidades deben refen la direccin de los asuntos hnos. Es la combinacin de jus

Catlica, lugar en donde la relacineducativa se pone al servicio de lapersona en la construccin de unacompetencia cientfica cualificada,arraigada en un patrimonio de sa-beres que el sucederse de las gene-raciones ha destilado en sabidurade vida; lugar en donde la relacinde curacin no es oficio, sino unamisin; donde la caridad del BuenSamaritano es la primera ctedra; yel rostro del hombre sufriente, elRostro mismo de Cristo: A m melo hicisteis (Mt 25, 40). La Uni-versidad Catlica del Sagrado Co-razn, en el trabajo diario de inves-

tigacin, de enseanza y de estudio,vive en esta t ra d i t i o que expresa supropio potencial de innovacin:ningn progreso, y mucho menosen el plano cultural, se alimenta demera repeticin, sino que exige uninicio siempre nuevo. Requiere ade-ms la disponibilidad a la confron-tacin y al dilogo que abre la inte-ligencia y testimonia la rica fecun-didad del patrimonio de la fe. Asse da forma a una slida estructurade personalidad, donde la identi-dad cristiana penetra la vida diariay se expresa desde dentro de unaprofesionalidad excelente.

La Universidad Catlica, quemantiene una relacin especial conla Sede de Pedro, hoy est llamadaa ser una institucin ejemplar queno limita el aprendizaje a la funcio-nalidad de un xito econmico, si-no que ampla la dimensin de suproyeccin en la que el don de lainteligencia investiga y desarrollalos dones del mundo creado, supe-rando una visin slo productivistay utilitarista de la existencia, por-que el ser humano est hecho parael don, el cual manifiesta y desarro-lla su dimensin trascendente (Ca-ritas in veritate, 34). Precisamenteesta conjugacin de investigacincientfica y de servicio incondicio-nal a la vida delinea la fisonoma

catlica de la Facultad de medicinay ciruga Agostino Gemelli, por-que la perspectiva de la fe es inte-rior no superpuesta ni yuxtapues-ta a la investigacin aguda y tenazdel saber.

Una Facultad catlica de medici-na es lugar donde el humanismotrascendente no es eslogan retrico,sino regla vivida de la dedicacindiaria. Soando una Facultad demedicina y ciruga autnticamentecatlica, el padre Gemelli y con lmuchos otros, como el profesorBrasca, pona en el centro de laatencin a la persona humana en su

fragilidad y en su grandeza, en lossiempre nuevos recursos de una in-vestigacin apasionada y en la nomenor consciencia del lmite y delmisterio de la vida. Por esto, habisquerido instituir un nuevo Centrode Ateneo para la vida, que sosten-ga otras realidades ya existentes,como por ejemplo, el Inst itutocientfico internacional Pablo VI.As pues, estimulo la atencin a lavida en todas sus fases.

Quiero dirigirme ahora, en parti-cular a todos los pacientes presen-tes aqu en el Gemelli, asegurar-les mi oracin y mi afecto, y decir-les que aqu se les seguir siemprecon amor, porque en su rostro se

refleja el del Cristo sufriente.Es precisamente el amor de Dios,que resplandece en Cristo, el quehace aguda y penetrante la miradade la investigacin y ayuda a descu-brir lo que ninguna otra investiga-cin es capaz de captar. Lo tenamuy presente el beato GiuseppeToniolo, quien afirmaba que es pro-pio de la naturaleza del hombre veren los dems la imagen de Diosamor y en la creacin su huella. Sinamor, tambin la ciencia pierde sunobleza. Slo el amor garantiza lahumanidad de la investigacin.Gracias por la atencin.

perdn, de justicia y gque permanece en el code la respuesta divina cado humano (cf. Spe 44), en otras palabras, corazn del orden escido por Dios (Pacemrris, 1). El perdn no enegacin del mal, sinoparticipacin en el amovador y transformadoDios que reconcilia y cu

Por tanto, fue signifila eleccin del tema pAsamblea especial paraca del Snodo de los obde 2009: La Iglesia enca al servicio de la reliacin, la justicia y laEl mensaje portador ddel Evangelio ha tradperanza a millones denos, ayudndoles a sulos sufrimientos inflpor regmenes represiconflictos fratricidas. mente, la Asamblea soIglesia en Oriente Med2010 destac los temascomunin y del testim

proliferacin de armamentos.La paz no puede darse

en la sociedad humana siprimero no se da en el inte-rior de cada hombre, es de-cir, si primero no guarda ca-da uno en s mismo el ordenque Dios ha establecido(Pacem in terris, 165). En elcentro de la doctrina social

de la Iglesia est la antropo-loga que reconoce en cadacriatura humana la imagendel Creador, dotada de inte-ligencia y de libertad, capazde conocer y de amar. Paz yjusticia son fruto del ordenjusto, que est inscrito en lacreacin misma, escrito en elcorazn humano (cf. Rm 2,15) y por tanto accesible atodas las personas de buenavoluntad, a todos los pere-grinos de verdad y de paz.La encclica del Papa Juanha sido y es una fuerte invi-tacin a comprometerse enese dilogo creativo entre la

la unidad de pensamiento y deque caracteriza a aquellos q

comprometen a seguir la luz verdad. Los males histricos y justicias slo pueden superarse hombres y las mujeres se inspirun mensaje de curacin y de ranza, en un mensaje que ofrecamino para seguir adelante,salir del impasse que a menudcierra a las personas y las naen un crculo vicioso de violDesde 1963 algunos conflictoen esa poca parecan irresolubhan convertido en historia. Cmos nimo, por tanto, mientrchamos por la paz y la justiciamundo actual, confiando ennuestra bsqueda comn delestablecido por Dios, de un men el que la dignidad de cadana humana reciba el respeto qcorresponde, puede dar frutodar.

Confo vuestras deliberaciola gua materna de Nuestra SReina de la paz. A usted, monSnchez Sorondo, y a todos loticipantes en la XVIII Sesin pleimparto de buen grado mi benap ostlica.

Vaticano, 27 de abril d

Juan XXIIIfirma la Pacem in terris(11 de abril, Jueves santo, 1963)


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Inspiracin teolgicaROBERT SARAH*

L a entrega oficial de los nuevosEstatutos y del Reglamento in-terno de Caritas Internationalises motivo de especial satisfaccin.Este solemne acontecimiento marcala conclusin de un proceso de cola-boracin, dilogo y reflexin entre laSecretara de Estado, el Consejopontificio Cor Unum y Caritas Inter-nationalis, el Consejo pontificio paralos textos legislativos y otros orga-nismos afectados. Desde su funda-cin, Caritas Internationalis ha reco-rrido un largo camino: es preciso re-montarse al inicio del siglo XIX paradescubrir in nuce lo que llegar a seresta Confederacin; en aquella po-ca, las Critas comienzan ya a coor-dinarse a nivel nacional e internacio-nal y, en 1950, el Papa Po XII deseapromover el desarrollo de una nuevaforma de organismo que permitareunir, a nivel de Iglesia universal,las organizaciones caritativas nacio-nales, autorizadas y dependientes encuanto tales de sus respectivos Ordi-narios. El objetivo es facilitar su co-nocimiento recproco, su coordina-cin y su colaboracin para llevar acabo la accin caritativa y de promo-cin humana en las diversas partesdel mundo. En 1951 se celebra la pri-mera Asamblea general, que rene alos 13 miembros fundadores; ese mis-mo ao, la Santa Sede aprueba losEstatutos de la Confederacin. En1957, el Organismo toma el nombrede Caritas Internationalis, para subra-yar la actividad que realiza a nivelinternacional. El 19 de julio de 1976,por iniciativa del Papa Pablo VI, sele concede la personalidad jurdicacivil del Estado de la Ciudad delVaticano. Por ltimo, el 16 de sep-tiembre de 2004, despus de una re-flexin sobre la identidad y la mi-sin de Caritas Internationalis, elbeato Papa Juan Pablo II le confierela personalidad jurdica cannicapblica con el Quirgrafo D u ra n t elUltima Cena.

En esta breve sntesis histrica sepone de manifiesto el papel de laSede Apostlica en querer la Confe-deracin y tambin en definir la

identidad eclesial, sostener y orientarla actividad de Caritas Internationalisdesde sus orgenes, para que fueraexpresin de la caridad de la Iglesia.Desde 2004, pareci oportuno esta-blecer las normas para la aplicacindel Quirgrafo y volver a formularsus Estatutos y su Reglamento inter-no, sobre la base del mismo Quir-grafo. En estos ltimos meses se hadesarrollado una larga y fructuosacolaboracin, en particular con laComisin de los Estatutos de Caritas

Internationalis, que ha trabajado enlos borradores de los Estatutos y delReglamento interno. La Santa Sedeha dedicado mucha atencin a este

proceso, pues es consciente de la im-portancia de Caritas Internationalis ydel papel que desempea tanto enmbito eclesial como en mbito in-ternacional. En efecto, son 162 lasCritas miembros de la Confedera-cin, divididas en siete regiones:frica, Amrica Latina, Asia, Euro-pa, Oriente Medio y frica del nor-te, Amrica del norte, Oceana.

El Santo Padre Benedicto XVI haseguido de cerca la evolucin de esteproceso y su inters por Caritas In-ternationalis est en lnea con lo queya haba afirmado en la encclica

Deus caritas est, al inicio de su pon-tificado, sobre el relieve especial que

tiene la actividad caritativa pIglesia: de aqu el empeo quen este sentido a la Secretaratado, a nuestro dicasterio yorganismos de la Santa Sedhan participado en el procesovisin de los Estatutos y del mento interno. Adems, encurso a los participantes en lablea general de Caritas Internlis, el 27 de mayo de 2011, hadicado algunos elementosmentales que convena tener tes: en virtud del hecho deConfederacin est dotada de

Nuevo marco jurdico

SIGUEEN LAP

Audiencia a los participantesen la 19 Asamblea general de CaritasInternationalis (27 de mayo de 2011)

Se publica el Decreto general para la renovacin de Caritas Internationalis

SIGUE EN LA PGINA 0

OSVALD O NEVES DEALMEIDA

E n sus 61 aos de vida, CaritasInternationalis siempre ha si-do un instrumento privilegia-do de la caridad de la Iglesia. LaSanta Sede, recogiendo la larga ex-periencia de esta benemrita insti-tucin, y de modo especial los de-sarrollos de los ltimos aos, haquerido actualizar el estatus jurdi-co de Caritas Internationalis parasostener mejor su actividad en elcontexto actual.

Historia y caractersticasde Caritas InternationalisAl recibir en audiencia a los par-

ticipantes en la 19 Asamblea gene-ral de Caritas Internationalis, el 27de mayo de 2011, el Papa BenedictoXVI traz el perfil histrico y la na-turaleza eclesial de esta institucin,que constituye un mbito privile-giado para la participacin de losfieles en el apostolado de la jerar-qua (cf. Lumen gentium, 27).

En esa circunstancia, el Santo Pa-dre record que Caritas Internatio-nalis no se puede asimilar a las

grandes organizaciones no guberna-mentales, aunque realiza con ejem-plar profesionalidad y competencialas funciones que llevan a cabotambin ellas; en particular, la lu-cha contra la pobreza, la coordina-cin de las ayudas humanitarias yla accin poltica en las instanciasinternacionales (advocacy).

Caritas Internationalis fue ideadapor Po XII despus de los horroresde la segunda guerra mundial, paramanifestar la solidaridad de la Igle-sia ante las numerosas situacionesde conflicto y de emergencia en elmundo. En 2004 el beato Juan Pa-blo II le confiri personalidad jur-dica cannica pblica con el Quir-grafo Durante lUltima Cena.

Caritas Internationalis posee unperfil universal y desempea su ta-rea especfica en nombre de la Igle-sia; est llamada a fomentar la co-munin entre la Iglesia universal ylas Iglesias particulares, as como lacomunin entre todos los fieles, ydebe llevar el mensaje de la Iglesiatambin a la vida poltica y socialen mbito internacional (cf. Au d i e n -cia a los participantes en la Asamblea

general de Caritas Internationalis, 27de mayo de 2011). La Santa Sede,por su parte, tiene la tarea de se-

guir su actividad y de vigilque, tanto su accin humande caridad, como el contenlos documentos que difundeen sintona con la Sede Apoy con el Magisterio de la Igpara que sea administrada copetencia y de modo transpare

Esta persona jurdica pbrige ante todo, aunque no evamente, por su normativa ppor las disposiciones pertdel Cdigo de Derecho CannQuirgrafo Durante lUltimapor el hecho de reconocer ello especial de Caritas Internacon la Sede Apostlica, estimplcitamente que su gobisu accin deban hacer referla Primera Seccin de la Sede Estado (cf. Juan Pablo II,ap. Pastor Bonus, art. 41). Altiempo, el Quirgrafo encoal Consejo pontificio Cor Utarea de seguir y acompaar vidad de Caritas InternaAunque no estn mencionadplcitamente en el Quirgraviamente siempre han permavigentes respecto de ella las tencias generales de tutela do

SIGUEEN LA

El mircoles 2 de mayo se hizo pblicoel Decreto general para la renovacin deCaritas Internationalis, aprobado porBenedicto XVI y firmado por el cardenalsecretario de Estado, Tarcisio Bertone.El Decreto consta de nueve artculos,que constituyen una normativacomplementaria al Quirgrafo D u ra n t elUltima Cena con el fin de interpretar

sus disposiciones y adecuar todos losaspectos de la actividad de CaritasInternationalis a su vnculo especial conla Sede Apostlica y a su estatus depersona jurdica cannica pblica.Ofrecemos al respecto los comentariosdel cardenal Robert Sarah, presidentedel Consejo pontificio Cor Unum y demonseor Osvaldo Neves de Almeida.


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nmero 19, domingo 6 de mayo de 2012

El domingo del Buen Pastor y XLIX Jornada mundial de oracin por las vocaciones, el Papa ord

Es una misin la celebracin deEl sacerdote est llamado a vivir en s mismo lo que experiment Jess en prim e rapersona, esto es, entregarse plenamente a la predicacin y a la sanacin del hombre detodo mal de cuerpo y espritu, y despus, al final, resumir todo en el gesto supremo dedar la vida por los hombres, gesto que halla su expresin sacramental en la

Eucarista, memorial perpetuo de la Pascua de Jess. As lo subray el Papa en la

misa que presidi elIV

domingo de Pascua, 29 de abril, en la baslica vaticana,durante la cual confiri la ordenacin presbiteral a nueve diconos de los seminariosdiocesanos romanos. Ocho han sido ordenados sacerdotes para la dicesis de Roma;uno, formado en el Almo Colegio Caprnica, ha sido ordenado para la dicesisvietnamita de Bui Chu. Concelebraron con el Papa su vicario general para la dicesisde Roma, el cardenal Vallini; el vicegerente, monseor Iannone; los obispos auxiliares,los superiores de los seminarios de procedencia de los ordenandos Pontificio seminarioromano mayor, el Caprnica y el Colegio diocesano Redemptoris Mater y los prrocosde los neopresbteros. El Pontfice pronunci la siguiente homila.

lo quiere podremos ver su rostro talcual es (cfr. v. 2).

Queridos ordenandos: es all a don-de nos quiere conducir el Buen Pastor!Es all a donde el sacerdote est llama-

do a conducir a los fieles a l encomen-dados: a la vida verdadera, la vida enabundancia (Jn 10, 10). Volvamos alEvangelio, y a la palabra del pastor.El buen pastor da su vida por la ove-jas (Jn 10, 11). Jess insiste en esta ca-racterstica esencial del verdadero pas-tor que es l mismo: dar la propia vi-

hecho, quien es introdudo singular en el misterde Cristo, con una unipara prolongar su misiunin, que tiene lugar g

mento del Orden, pidevez ms estrecha porrrespondencia del sacerdesto, queridos ordenanpoco responderis a esciendo: S, quiero, coDios. Sucesivamente,de la uncin crismal, el Jesucristo, el Seor, a

ungi con la fuerSanto, te auxilie ppueblo cristiano yDios el sacrificiola entrega del pancibe la ofrenda depara presentarla acrificio eucarsticoque realizas e immemoras, y conforel misterio de laSeor. Resalta c

para el sacerdoteda la santa misa nceder a una funccumplir una misientera y profundatencia, en comunresucitado quien, egue realizando elt o r.

Esta dimensincrificial es insepamensin pastoralncleo de verdad vfica, del que depde toda actividadno hablamos sloen el plano psicosino de la fecundi

soy el buen pastor, a la que sigue en-seguida la primera caracterstica funda-mental: El buen pastor da su vida por

las ovejas (Jn 10, 11). He ah que senos conduce inmediatamente al centro,al culmen de la revelacin de Dios co-mo pastor de su pueblo; este centro yculmen es Jess, precisamente Jessque muere en la cruz y resucita del se-pulcro al tercer da, resucita con todasu humanidad, y de este modo nos in-volucra, a cada hombre, en su paso dela muerte a la vida. Este acontecimien-to la Pascua de Cristo, en el que serealiza plena y definitivamente la obrapastoral de Dios, es un acontecimientosacrificial: por ello el Buen Pastor y elSumo Sacerdote coinciden en la perso-na de Jess que ha dado la vida porn o s o t ro s .

Pero observemos brevemente tambinlas primeras dos lecturas y el salmo res-ponsorial (Sal 118). El pasaje de los

Hechos de los Apstoles (4, 8-12) nos pre-senta el testimonio de san Pedro antelos jefes del pueblo y los ancianos deJerusaln, despus de la prodigiosa cu-racin del paraltico. Pedro afirma congran franqueza: Jess es la piedra quedesechasteis vosotros, los arquitectos, yque se ha convertido en piedra angu-lar; y aade: No hay salvacin enningn otro, pues bajo el cielo no se hadado a los hombres otro nombre por elque debamos salvarnos (vv. 11-12).

El Apstol interpreta despus, a laluz del misterio pascual de Cristo, elSalmo 118, en el que el orante da gra-cias a Dios que ha respondido a su gri-

to de auxilio y lo ha puesto a salvo.Dice este Salmo: La piedra que dese-charon los arquitectos / es ahora la pie-

dra angular. / Es el Seor quien lo hahecho, / ha sido un milagro patente(Sal 118, 22-23). Jess vivi precisamen-te esta experiencia de ser desechadopor los jefes de su pueblo y rehabilita-do por Dios, puesto como fundamentode un nuevo templo, de un nuevo pue-blo que alabar al Seor con frutos dejusticia (cfr. Mt 21, 42-43). Por lo tantola primera lectura y el salmo responso-rial, que es el mismo Salmo 118, aludenfuertemente al contexto pascual, y conesta imagen de la piedra desechada yrestablecida atraen nuestra mirada ha-cia Jess muerto y resucitado.

La segunda lectura, tomada de laPrimera Carta de Juan (3,1-2), nos ha-bla en cambio del fruto de la Pascua deCristo: el hecho de habernos converti-do en hijos de Dios. En las palabras desan Juan se oye de nuevo todo el estu-por por este don: no slo somos llama-dos hijos de Dios, sino que lo somosrealmente (v. 1). En efecto, la condi-cin fil ial del hombre es fruto de laobra salvfica de Jesus: con su encarna-cin, con su muerte y resurreccin, ycon el don del Espritu Santo, l intro-dujo al hombre en una relacin nuevacon Dios, su propia relacin con el Pa-dre. Por ello Jess resucitado dice:Subo al Padre mo y Padre vuestro, alDios mo y Dios vuestro (Jn 20, 17).Es una relacin ya plenamente real, pe-ro que an no se ha manifestado plena-mente: lo ser al final, cuando si Dios

presencia de Dios al nivfundo. La predicaciobras, los gestos de dist

Iglesia realiza con sus mtivas, perderan su fecusi decayera la celebracide Cristo. Y esta se ensacerdotes ordenados. presbtero est llamadomismo lo que experimprimera persona, estoplenamente a la predica

Venerados hermanos, queridos or-denandos, queridos hermanos yhermanas:

La tradicin romana de celebrarlas ordenaciones sacerdotales eneste IV domingo de Pascua, el do-mingo del Buen Pastor, contie-ne una gran riqueza de significa-do, ligada a la convergencia entrela Palabra de Dios, el rito litrgi-

co y el tiempo pascual en que sesita. En particular, la figura delpastor, tan relevante en la Sagra-da Escritura y naturalmente muyimportante para la definicin delsacerdote, adquiere su plena ver-dad y claridad en el rostro deCristo, en la luz del misterio desu muerte y resurreccin. De estariqueza tambin vosotros, queri-dos ordenandos, podis siemprebeber, cada da de vuestra vida, yas vuestro sacerdocio se renovarcontinuamente.

Este ao el pasaje evanglico esel central del captulo 10 de sanJuan y comienza precisamentecon la afirmacin de Jess: Yo

da. Lo repite tres veces, y al final con-cluye diciendo: Por esto me ama elPadre, porque yo entrego mi vida para

poder recuperarla. Nadie me la quita,sino que yo la entrego libremente. Ten-go poder para entregarla y tengo poderpara recuperarla: este mandato he reci-bido de mi Padre (Jn 10, 17-18). Estees claramente el rasgo cualificador delpastor tal como Jess lo interpreta enprimera persona, segn la voluntad delPadre que lo envi. La figura bblicadel rey-pastor, que comprende princi-palmente la tarea de regir el pueblo deDios, de mantenerlo unido y guiarlo,toda esta funcin real se realiza plena-mente en Jesucristo en la dimensin sa-crificial, en el ofrecimiento de la vida.En una palabra, se realiza en el miste-rio de la cruz, esto es, en el acto supre-mo de humildad y de amor oblativo.Dice el abad Teodoro Studita: Pormedio de la cruz nostros, ovejas deCristo, hemos sido reunidos en un ni-

co redil y destinados a las eternas mo-radas (Discurso sobre la adoracin de lacruz: PG 99, 699).

En esta perspectiva se orientan lasfrmulas del Rito de ordenacin depresbteros, que estamos celebrando.Por ejemplo, entre las preguntas relati-vas a los compromisos de los elegi-dos, la ltima, que tiene un carcterculminante y de alguna forma sinttica,dice as: Queris uniros cada vez msestrechamente a Cristo, sumo sacerdote,quien se ofreci al Padre como vctimapura por nosotros, y consagraros aDios junto a l para la salvacin de to-dos los hombres?. El sacerdote es, de


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ROMANO pg

sa

acin del hombre de todo mal deerpo y espritu, y despus, al final,

sumir todo en el gesto supremo dedar la vida por los hombres, gestoue halla su expresin sacramental en

Eucarista, memorial perpetuo de lascua de Jess. Es slo a travs de es-puerta del sacrificio pascual por

onde los hombres y las mujeres de to-o tiempo y lugar pueden entrar a lada eterna; es a travs de esta vanta como pueden cumplir el xodo

ue les conduce a la tierra prometida

Y cuando el peso de la cruz se hagams duro, sabed que esa es la hora mspreciosa, para vosotros y para las perso-nas a vosotros encomendadas: renovan-do con fe y amor vuestro S, quiero,con la gracia de Dios, cooperaris conCristo, Sumo Sacerdote y Buen Pastor,

a apacentar sus ovejas tal vezque se haba perdido, pero pores grande la fiesta en el cielo! Virgen Mara, Salus Populi Romle siempre por cada uno de vospor vuestro camino. Amn.

Entrevista a monseor Bonnici, director de la Obra pontificia de las vocaciones sacerdotales

Descubriendo una llamada

de la verdadera libertad, a las verdespraderas de la paz y de la alegra sinfin (cf. Jn 10, 7. 9; Sal 77, 14. 20-21; Sal23, 2).

Queridos ordenandos: que esta Pala-bra de Dios ilumine toda vuestra vida.

ICOLA GORI

lobalmente se perciben signos de re-peracin en las vocaciones al sacer-

ocio y a la vida consagrada, aunqueel continente europeo persiste el

escenso del nmero de sacerdotes yndidatos al presbiterado. Parte de es-situacin monseor Francis Bonnici,

rector de la Obra pontificia de las vo-ciones sacerdotales, para recordar quevitalidad de las vocaciones depende

e la capacidad de ponerse a la escu-a de la llamada de Dios. Y para su-ayar la responsabilidad particular de

bispos, sacerdotes, consagrados y fa-ilias para ayudar a los jvenes a res-

onder con alegra a esa llamada. Enta entrevista a nuestro peridico,onseor Bonnici relanza las claves delensaje papal para la 49 Jornadaundial de oracin por las vocacionesf. LOsservatore Romano, edicin enngua espaola, 19 de febrero de 2012),ue celebr Benedicto XVI el 29 deril en la baslica de San Pedro confi-ndo la ordenacin sacerdotal a nueveconos.

Cules son los puntos esenciales del men-je del Papa para la jornada de esteo?

El mensaje para la Jornada mundial este ao se centra en el tema: Lascaciones, don de la caridad deos. Benedicto XVI nos quiere recor-

ar as que toda persona es fruto den pensamiento y de un acto de amor Dios. Insiste con particular clari-

ad en que es preciso anunciar, espe-almente a las nuevas generaciones, lalleza cautivadora de ese amor divi-

o, y que el fruto ms singular de ununcio as est constituido por la elec-

n del sacerdocio ministerial y de lada consagrada. Estas vocaciones, decho, nacen en l a Iglesia desde la

pertura al amor de Dios y la vitalidad

de la fe cristiana. Es a travs de los sa-cerdotes como el Seor hace or tam-bin hoy su Palabra, pone a disposi-cin de los fieles los sacramentos de lasalvacin y rene en la comunin alpueblo de Dios, que es la Iglesia, entodo lugar de la tierra. Benedicto XVIse dirige en particular a los obispos, alos sacerdotes, a los consagrados y a lasconsagradas. Ellos, de hecho, tienen demanera especial la responsabilidad decrear las condiciones favorables y el

apoyo moral a cuantos, en las comuni-dades eclesiales, manifiestan los signosde la llamada al sacerdocio y a la vidaconsagrada.

En qu direccin desarrolla BenedictoXVI la pastoral vocacional?

Los datos estadsticos del ao 2010de la Iglesia catlica indican un au-mento del nmero de los sacerdotes enel mundo: de los 410.593 (275.542 dio-cesanos y 135.051 religiosos) de 2009 sepas a los 412.236 (277.009 diocesanos y135.227 religiosos) del ao sucesivo. Ysealan un incremento de los candida-tos al sacerdocio: de los 117.978 (71.219diocesanos y 46.759 religiosos) de 2009a los 118.990 (71.974 diocesanos y 47.016religiosos) de 2010. La pastoral voca-cional promovida por Benedicto XVI

mira hacia lo alto; es una invitacin ala oracin constante para pedir losobreros del Evangelio que slo Diospuede enviar. En los discursos dirigidosa los obispos con ocasin de las visitasad limina Apostolorum, a los participan-tes en las audiencias generales y lasmultitudes que le siguen durante susvisitas apostlicas en el mundo, Bene-dicto XVI recuerda frecuentemente laimportancia de las vocaciones al sacer-docio y a la vida consagrada. El Papainvita a considerar la pastoral vocacio-nal sobre todo como un compromisoeducativo a favor de las jvenes genera-ciones. Recuerda la tarea de la forma-

cin espiritual de los jvenes principal-mente a los obispos, a los sacerdotes ya los encargados de la pastoral vocacio-nal en las dicesis y parroquias. Estconvencido de que no se trata simple-mente de asegurar a la Iglesia las fuer-zas suficientes para el funcionamientoorganizativo, sino de guiar a los jve-nes a or la propuesta de fe del Seor ya responder con valenta a las llamadasque requieren ms compromiso.

El Papa atribuye gran importancia al tes-timonio. Cmo se refiere ello a los sacer-dotes?

En la reciente celebracin de su sexa-gsimo aniversario de ordenacin sacer-dotal, Benedicto XVI testimoni su gra-titud a Cristo por el don de la llamadaal ministerio presbiteral y comparti sualegra con todo el pueblo de Dios.Con frecuencia invita a todos los sacer-dotes a transmitir el gozo de haber en-contrado a Jess y el entusiasmo deservir a la Iglesia. Su relacin personalde fe con Cristo, la eleccin del celiba-to, la colaboracin obediente con elobispo y la entrega al ministerio pasto-ral constituyen un ejemplo fuerte paralos fieles y un estmulo para seguir aCristo y su mensaje.

Cul es el vnculo entre familia y voca-ciones?

En el pasado las familias catlicastransmitan la fe a sus hijos tambin encircunstancias muy difciles. Hoy el pa-pel fundamental de los padres en el na-cimiento y en la acogida de la eventualvocacin al ministerio sacerdotal y a laconsagracin religiosa de los hijos con-siste en mostrar con el amor conyugal,vivido con fe autntica y gozosa, que esposible construir la vida sobre el amorde Dios. Hay que decir, en cualquiercaso, que resulta cada vez ms necesa-ria una renovada evangelizacin de lasfamilias cristianas. En diversas ocasio-

nes, dirigindose a los jvenesdicto XVI les ha hablado de voca

De qu forma ha afrontado el tem

El Pontfice recuerda a menuestablecer el primado de Dios enpia vida favorece en los jvenescha y la acogida de toda vocacidoquier, en la Iglesia los jvenes den con pasin a las iniciativas les centradas en la fe en Dios y e

lacin personal con Cristo. Es insable, en cualquier caso, para los llamados al ministerio sacerdotavida consagrada el acompaamieducadores, felices de su vocacipaces de transmitir la alegra de la voluntad de Dios para la difusu Reino. No hay duda de que lciones se refuerzan cuando se nula Palabra de Dios, se sostienenparticipacin en la Eucarista yoracin personal, se enraizan convencida y slida pertenencIglesia. Las Jornadas mundialejuventud indudablemente han crecer la fe en los jvenes participmuchos de ellos han encontradoambiente y los momentos para mla eleccin de la vocacin al sacy a la vida religiosa. El Papa se dde los voluntarios de la Jornad

dial en Madrid, celebrada elagosto, con el deseo de que, de vsus pases de origen, prolonguenvicio a la Iglesia durante toda en una de las llamadas especiconsagracin al Seor.

En su opinin, por qu escaseamundo occidental los candidatos adocio y a la vida consagrada?

Falta escuchar a Dios. Es unma de fe. Constituye la causa pde la grave carencia de vocacionIglesia de hoy en Occidente. AuSeor llama siempre.


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En Coutances el rito de beatificacin del mrtir Pierre-Adrien Toulorge

Una invitacin a vivir con coherencia el Evangelio

Mrtir de la verdad

El martirio es una invitacin a los cristianos a vi-vir con coherencia y fidelidad el Evangelio, a pe-sar de las ideologas y los obstculos que imponela sociedad. Lo dijo el cardenal Angelo Amato,prefecto de la Congregacin para las causas delos santos, en la homila de la misa de beatifica-

cin de Pierre-Adrien Toulorge (1757-1793). El rito,presidido por el purpurado en representacin deBenedicto XVI, tuvo lugar en la catedral de Notre-Dame en Coutances, Francia, el domingo 29 deabril por la tarde. La actualidad del martirio delnuevo beato se manifiesta en el testimonio de co-herencia con los valores evanglicos, que constitu-ye un ejemplo para quienes cada da deben sufrir

GABRIEL WOLF*

M i querido hermano, algrate,porque desde maana ten-drs un protector en el cielo si Dioscomo espero sigue sostenindo-me, como ha hecho hasta ahora.Algrate porque Dios me ha consi-derado digno no slo de sufrir en lacrcel, sino tambin de morir pornuestro Seor Jesucristo. As escri-be Pierre-Adrien Toulorge, en su l-tima carta a su hermano Jean Bap-tiste en la vspera de su martirio. Eljoven cannigo premostratense de laabada de Blanchelande, en Nor-manda, perseguido in odium fideidurante la revolucin francesa, esta-ba tan abierto a la gracia de Diosque dio la vida por su fidelidad a laverdad, a la fe, a la Iglesia y a su fa-milia religiosa.

Pierre-Adrien Toulorge naci el 4de mayo de 1757 en Muneville-le-

Bingard. Despus de su formacinescolar y los aos de seminario, reci-bi la ordenacin sacerdotal, y endiciembre de 1782, a la edad de 25aos, fue nombrado capelln de Do-ville. Fue all donde conoci el grancelo del prroco premostratense Jac-ques-Franois Le Canut por los seis-cientos dieciocho fieles de la parro-quia, en su mayor parte pobres. Enlas homilas que nos han quedadode Pierre-Adrien exalta la bondadmisericordiosa de Dios, pero al mis-mo tiempo destaca tambin su firmejusticia ante el pecador impenitente.Durante los aos pasados en Doville

sola ir, juntamente con el prroco, ala cercana abada premostratense de

Blanchelande. Conquistado por elideal de san Norberto, en 1786 Pie-rre-Adrien entr en la Orden y en1788 emiti los votos solemnes.

Despus de la aprobacin de laConstitucin civil del clero, el padreToulorge sigui ejerciendo su minis-terio en las parroquias cercanas. Laley promulgada el 26 de agosto de1792 prevea la deportacin de todoslos sacerdotes que ejercieran un mi-nisterio pblico sin haber jurado so-bre la Constitucin de la Revolu-cin. Toulorge temi por su incolu-midad y decidi emigrar a la isla in-glesa de Jersey. Cuando lleg a Jer-sey se percat de que la ley sobre ladeportacin no se refera a su caso,y que habra podido permanecer enFrancia sin ser investigado. En laprimera ocasin, volvi a Francia ypor temor a represalias decidi ejer-

cer su ministerio en la clandestini-dad. A pesar de ello, un ao mstarde, el 3 de septiembre de 1793, fuedetenido y procesado. Una ley pro-mulgada el 23 de octubre de 1792contemplaba la pena de muerte paralos emigrantes que haban vuelto asu patria. Pierre-Adrien neg haberestado en Jersey. Y sufra mucho acausa de esta mentira, que conside-raba un pecado grave. Rez y, cincodas despus, decidi admitir quehaba estado por poco tiempo enJersey, confesin que lo llev a laguillotina. Entre el 12 y el 13 de oc-tubre de 1793 el tribunal de Coutan-

ces, convencido de su breve estanciaen Jersey, pero no teniendo ningunaprueba formal al respecto, le dio in-cluso la posibilidad de negar su exi-lio. Toulorge, sin embargo, sabiendoque como sacerdote catlico de to-

dos modos era perseguido, rechazel ofrecimiento y reconoci nueva-mente su exilio. As, el mrtir de laverdad fue condenado a muerte. Lanoche anterior a la ejecucin se con-fes, y mientras los dems clrigosencarcelados dorman, escribi trescartas conmovedoras: una a su her-mano; otra a un amigo; y la terceraa una persona desconocida. A esta,en los ltimos renglones, le escribilas siguientes palabras: Que Dioste bendiga. 12 de octubre de 1793,vspera de mi martirio.

Al da siguiente, domingo, se le-vant de buen humor, desayun co-

mo siempre, rez el breviario ya sus compaeros que le arreel pelo y la barba. Por ltimo,a sus hermanos a entonar conVsperas. Los presentes se arrron ante l y le pidieron la

cin. Un testigo ocular refiriguillotina se encontraba en Plla Crote, en Coutances. La tud haba enmudecido por lacin, al ver cmo ese joven sacse encaminaba hacia la muertanta serenidad y paz. Al pie dtbulo, el padre Pierre-Adrienlorge dijo solamente: Dios mtus manos encomiendo mi vipido que restaures y custodsanta Iglesia. Perdona a mis egos.

Pierre-Adrien Toulorge es udadero testigo de la fe, queanimar tambin hoy a un seguto coherente y autntico nolos religiosos. En este tiempque a menudo sentimos la tende acomodarnos al estilo de viminante, el mrtir de la verdacuerda a los cristianos que elde Dios, en un corazn indivitalmente consagrado al Seor, cambiar toda la vida y hacecunda, testimoniando que Dfiel y siempre cumple sus proEl padre Pierre-Adrien permfiel a su credo, a sus votos ymisin sacerdotal: su hbito bconstituye un testimonio dedeclaracin ante los jueces, unfesin de fe; y su muerte, unaba de su fe.

*Postulador general de la OrdenCannigos Regulares Premostrate

cada poca de la his-toria, despertando enella el sentido moral,como dijo Juan pabloII en la encclica Ve r i -tatis splendor. Por eso,

coment el purpura-do, el martirio delmonje premostratenseToulorge tiene un sig-nificado an actual.

En 1790, record elprefecto, se aprobla supresin de las r-

condenado a muertePor lo dems, afi

cardenal, habiendnunciado al mundoprofesin religiosa, nba de tener mied

abandonarlo, para pcielo. La actitud y llabras del padre Torevelan su gran fode espritu, don prdel Espritu Santo.

Su comportamienejemplar hasta el finrecuerda que el beda en que fue fuinvit a sus compde crcel a rezar conOficio, las laudes, lperas y las comCuando lleg a la pma estrofa del himcompletas, se interruporque dijo que lonara en el cielo.

Las tres cartas que

a causa de ideologas equivo-cadas sobre la concepcin de lavida humana, sobre el aborto,sobre el matrimonio entre hom-bre y mujer, sobre la eutana-sia. Con la gracia y la ora-cin subray el cardenal elcristiano puede resistir heroica-mente contra esta cultura anti-cristiana, afrontando con forta-leza los sacrificios para perma-necer fiel al Evangelio de Cris-to, camino, verdad y vida. Elpurpurado invit, luego, a re-flexionar sobre el significadodel martirio, como signo es-plndido de la santidad de laIglesia. De hecho, el testimo-nio usque ad sanguinem es unacontribucin de gran valor, pa-ra la Iglesia y para la sociedad,a fin de evitar la crisis de laconfusin del bien y del mal.Por lo dems, los mrtires, alvivir en la verdad, iluminan

denes religiosas, con la

confiscacin de sus bie-nes. Al negarse a adhe-rirse a la ideologa revo-lucionaria, el padre Tou-lorge vivi en la clandes-tinidad, celebrando lossacramentos a escondi-das y desplazndosecontinuamente. Fuearrestado en septiembrede 1793. Sometido a cua-tro interrogatorios, fue

bi antes del martirio subray el purpu

ponen de manifiesto que el siervo de Diconsciente de dar la vida por amor a Cristdefensa de la fe catlica. La tarde anteriorba confesado con el vicario de Angoville-sdirigiendo las cartas a un hermano y a un aAl final de una carta escribi: la vsperamartirio. En otro pasaje se compara a san Cno. As pues, concluy el prefecto, aceptamor a Dios la injusta condena, agradecienSeor la gracia del martirio. Por parte de loseguidores, su muerte fue sin duda determpor odio a la fe y a la Iglesia.


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La ejemplaridad de Giuseppe Toniolo, beatificado en Roma

Verdadera laicidadGiuseppe Toniolo es una referenciasegura para quienes actan en elmbito poltico y social, pues fue unprotagonista de la verdadera laici-dad vivida en el mundo de la cul-

tura, de la economa y de la polti-ca. Lo puso de relieve el cardenalSalvatore De Giorgi, como represen-tante del Papa, al presidir la ceremo-nia de beatificacin, el domingo 29de abril, fiesta de santa Catalina, pa-trona de Italia, en la baslica de SanPablo Extramuros, con la participa-cin de cinco mil personas, entreellas algunos familiares del nuevob eato.

Despus de pronunciar la frmulade la beatificacin, se descubri eltapiz con la imagen del nuevo beato,cuya fiesta litrgica se celebrar el 7de octubre, da de su muerte. Llevlas reliquias hasta el altar FrancescoBortolini, el muchacho que, tras unaccidente automovilstico, cur gra-cias a la intercesin del beato.

Toniolo, dijo el cardenal De Gior-

gi en la homila, estaba convencidode que en la Iglesia todos, sin dis-tincin, estamos llamados a la santi-dad; que los laicos se santifican en elmundo y para la santificacin del

mundo, sin ser del mundo, a travsdel ejercicio de su propio cometido:la animacin cristiana de las realida-des temporales. Estaba tan convenci-do de ello que no dudaba en afir-

mar: Quien en definitiva salvar ala sociedad actual no ser un diplo-mtico, un docto, un hroe, sino unsanto, ms an, una sociedad desantos. De aqu su firme decisin:Quiero ser santo. Y para lograrlo,se impuso un reglamento de vida es-piritual y profesional, valorizandolos medios siempre actuales de la as-ctica cristiana: la oracin, la medi-tacin, la misa y la comunin diaria,la confesin frecuente, el examen deconciencia, la direccin espiritual,los retiros mensuales y los ejerciciosespirituales anuales. Un verdaderocontemplativo en la accin, deacuerdo con el lema caracterstico dela Accin catlica italiana: oracin,accin, sacrificio.

Casado y padre de siete hijosdijo el cardenal, consider la fa-

milia el lugar primario de su santifi-cacin y de su misin. Su familia erauna familia normal. Una autnticaiglesia domstica. Un fascinante tes-timonio de la dignidad y de la belle-

za de la familia, fundada en el ma-trimonio indisoluble y fiel de unhombre con una mujer para una co-munin de vida y de amor, segn elplan de Dios, que no se puede alte-

rar sin desintegrar la vida misma dela sociedad.Profesor universitario a los 27

aos p ro s i g u i en las ctedras dePadua, Mdena y Pisa, supo ser noslo el maestro cualificado de los j-venes estudiantes, sino sobre todo suamigo y educador en la bsqueda dela verdad. Ya entonces senta confuerza la emergencia educativa porel clima universitario indiferente uhostil a las fundamentales instanciasreligiosas y morales, as como la ur-gencia de una slida formacin cul-tural que preparara a las nuevas ge-neraciones para afrontar los desafosdel futuro.

Convencido de que la comunineclesial, secreto de la credibilidad yde la eficacia del apostolado se cons-truye con la obediencia aadi el

c a rd en al, fue siempre fiel a los Pa-pas de su tiempo: el beato Po IX,Len XIII, san Po X y Benedicto XV,los cuales saban que podan contarcon l, en un momento histrico en

el que la unidad de los catlicausa de la compleja cuestin na, exiga mediadores inteligeseguros, constructores de pueno de fosos, capaces de relacio

de sntesis, como l. Y l ofrevasta y profunda cultura cientsu Magisterio, que acogi sid cilmente.

El cardenal indic luego latuiciones innovadoras del beatmo la centralidad de la persoel mundo del trabajo, el insustifundamento tico de la economrelevancia antropolgica de latin social, la importancia del gelio en la construccin de la dad y el compromiso por la pa

Comentando la actualidad dniolo, el purpurado subray quvsperas del Ao de la fe, es mente un testigo que nos exhcomprometernos con confianzanueva evangelizacin, de la qdoctrina social es parte integra

a hacerla creble con el testimde una vida coherente, ilumpor la verdad, sostenida por laranza, amante de la justicia y ada por la caridad.

Fidelidad a la historia y deseo de Dios

SIGUEEN LAP

PAOLO VIAN

L a beatificacin de Giuseppe Toniolo (1845-1918) es un acontecimiento de extraordina-ria importancia para el catolicismo italiano;y no slo para l. Un padre de familia, un profe-sor universitario, un militante catlico llega al ho-nor de los altares: un camino iniciado en 1933 enlos ambientes de la Federacin Universitaria Ca-tlica Italiana. Una muestra, por lo tanto, de laAccin Catlica, que en Toniolo ha visto el mode-

lo de un laico activamente comprometido en laciudad secular, en constante y continua comunincon la jerarqua.

Pero Toniolo supera y sobrepasa las pertenen-cias de grupo. Tambin entonces el mundo catli-co estaba atravesado, a veces lacerado, por almasdiferentes frecuentemente en abierta competicin,entre la intransigencia monoltica de la Obra delos Congresos de Giovanni Battista Paganuzzi ylas impaciencias innovadoras de los jvenes quemordan el bocado acabando, en muchos casos,por arribar polticamente al murrismo msexasperado e idealmente a la deriva modernista.Consciente de los peligros y de los riesgos de am-bas posturas, Toniolo hizo de todo para promovery animar, en la caridad, un dilogo franco y ge-

nuino entre las partes, permaneciendo indefecti-blemente fiel a la Iglesia y a sus obispos.

Toniolo quiso vivir en comunin con los pasto-res de la Iglesia, de quienes era amigo y colabora-dor con frecuencia; no para protegerse de posiblesrayos, sino para moverse en un ambiente vital yen la garanta de la verdad. Quien despus, aunsumariamente, hojeara sus cartas se dara cuentade la vida intenssima de este intelectual, de esteacadmico que no se cans de cruzar Italia y Eu-ropa para sostener la causa catlica con todos los

medios posibles. Y que, a costa de masacrantesviajes, tambin nocturnos, jams se ausentaba desus lecciones universitarias en Pisa, para no faltara los deberes respecto al Estado y a los estudian-tes.

Innumerables virtudes cultiv Toniolo en gradoeminente. Pero evitemos difundir de l una estam-pa piadosa, como las circunstancias induciran ahacer, porque la realidad es ms bella que la re-presentacin hagiogrfica que, con sus clichs,acaba a menudo por ale jar en lugar de acercar.En cambio quien pueda leer los testimonios de laPositio pisana se percatar de cunta extraordina-ria humanidad es capaz, en la concrecin de lacotidianidad, una vida totalmente inmersa en lafe.

Con todo, la de Toniolo es una figura suda de la memoria. Los exponentes del catoldemocrtico lo recordaron hasta la generaciAlcide de Gasperi e, inmediatamente desputre los ms jvenes, de Amintore Fanfani, fdo en la Universidad catlica de Agostino Glli, que a Toniolo deba buena parte de su incin. Pero tras ellos lleg el diluvio del olvidsi como si la crisis del Estado liberal, el fay la guerra mundial hubieran cancelado el de un rostro reducindolo a una imagen d

nada, ms que ofuscada, en un muro gastadel tiempo. En cambio en el profesor pisancatlicos italianos podran ahora redescubejemplo de plena y total implicacin en la hcon la mirada ms all de la historia.

En efecto, Toniolo siempre pens de mamplia y profunda, se confront con la econcon la sociedad, con las temibles crisis de supo. Se dira que no descuid ningn aspecla convivencia humana, desde la explotacilos trabajadores, de los menores y de las mal respeto del descanso festivo, de los salarcrdito, de la cuestin educativa a la investigcientfica. Con sus esfuerzos por la Sociedad


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Colegio episcopal Audienciasp ontificias

EL SANTO PADREHA RECIBID O EN AU D I E N C I A:

Jueves, 26 de abril

A monseor Salvatore Fisicarzobispo titular de Vogh

presidente del Consejo ponpara la promocin de laevangelizacin.

A monseor Franois Bacquzobispo titular de Gradisca,cio apostlico.

A los obispos de Estados Uen visita ad limina Aporu m:

Monseor John George Varzobispo de Portland en Or

Monseor Liam Stephen obispo electo de Baker, con ministrador apostlico: monWilliam Stephen Skylstad, oemrito de Spokane.

Monseor Michael PDriscoll, obispo de Boise Cit

Monseor Michael Williamfel, obispo de Great Falls-Bil

Monseor George Leo Thobispo de Helena.

Viernes, da 27

Al cardenal Fernando Fprefecto de la Congregacinla evangelizacin de los pueb

A monseor Mario Robertosari, arzobispo titular de Tnuncio apostlico en SudNamibia, Lesotho, SuazilanBotsuana.

A la seora Mara Jess Fig

pez-Palop, embajadora de Esen visita de despedida.

A monseor Luis Franciscdaria Ferrer, S.I., arzobispo de Tibica, secretario de la Cogacin para la doctrina de la

Sbado, da 28

Al seor Csar Castillo Raembajador del Per, con ode la presentacin de las c re d en c ia le s.

Al cardenal Marc Ouellet,prefecto de la Congregacinlos obispos.

Lunes, da 30

Al cardenal Raymond Leoke, prefecto del Tribunal sude la Signatura apostlica, csecretario: monseor Fransneels, obispo titular de Bita.

A monseor Jean-Louis BruO.P., arzobispo-obispo emriAngers (Francia), secretario Congregacin para la educatlica.

A monseor Luciano Russzobispo titular de Montenuncio apostlico en Ruandsus familiares.

Inspiracin teolgicaVIENEDE LAPGINA 5

nalidad jurdica cannica pblica, laSanta Sede tiene la tarea de seguirsu actividad para que tanto su ac-cin como los documentos publica-dos estn en plena sintona con laSede Apostlica y con el Magisteriode la Iglesia. Adems, el carctereclesial de la Confederacin pasanecesariamente a travs de una es-trecha colaboracin con los pastoresde la Iglesia, responsables ltimosdel testimonio de la caridad (cf.

Deus caritas est, 32). El Santo Padrerecordaba, por ltimo, que en mbi-to internacional ella se hace porta-voz ante la comunidad internacionalde una sana visin antropolgica,arraigada en la doctrina catlica, y

est comprometida en la defensa dela dignidad de la persona humana.Las indicaciones teolgicas que

subyacen a estos conceptos se hallancontenidas en el Decreto de aproba-cin de los Estatutos, que acompaaal Decreto general que hoy se publi-ca y que ser difundido oportuna-mente por Caritas Internationalis,juntamente con los Estatutos. Esasindicaciones subrayan el origen divi-no de toda obra de caridad en laIglesia; sin embargo, la prcticaeclesial de la caridad necesita unservicio comunitario ordenado yguiado por la palabra y por el ejem-

plo de los obispos (cf. Gaudium etspes, 88). El testimonio de la caridaden Cristo impulsa a los pastores y alos fieles a esforzarse personalmentepor aliviar la miseria; de aqu la ne-cesidad de promover una cultura dela caridad, ante todo en la propiaIglesia, para ser, como ensea la pa-rbola del Buen Samaritano (cf. Lc10, 29-37), luz y modelo creble tam-bin para todas las personas de bue-na voluntad (Mt5, 16).

Estos fundamentos teolgicos,presentes en el Decreto citado, haninspirado el trabajo de la Santa Se-de y de Caritas Internationalis en laelaboracin de la nueva normativa,que pone en prctica de modo con-creto tambin lo que se expresa enel Quirgrafo pontificio de 2004.

Esa normativa se articula en un De-creto general, firmado por el carde-nal Secretario de Estado, en los nue-vos Estatutos y en el nuevo Regla-mento interno.

Este c o rp u s jurdico de por s noconcierne a las Critas nacionales,que mantienen su autonoma y si-guen dependiendo de sus respecti-vos Ordinarios. Pero podra inspirara los obispos y a las Conferenciasepiscopales a revisar eventualmentelos Estatutos de sus Critas dio cesa-nas o nacionales.

Los Sumos Pontfices han sosteni-do Caritas Internationalis y han que-

rido que el Organismo encarnara lamanifestacin de la caridad de laIglesia a lo largo de toda su histo-ria; del mismo modo, nuestro SantoPadre, el Papa Benedicto XVI, deseaque Caritas Internationalis, gracias asu vnculo vital con la Iglesia, llevea cabo cada vez mejor su propia ac-tividad caritativa.

Tambin en esta ocasin sabemosque la entrega de una nueva norma-tiva es slo el acto, aunque necesa-rio, con el que se asegura un marcojurdico. Pero este marco se debe lle-nar cada da por la comunin vivi-da, por la actividad en favor de losms solos y abandonados, y por eltestimonio evanglico. Sabemosbien, pero conviene reafirmarlo, quetoda reorganizacin jurdica no esun fin en s misma, sino que tiendea hacer ms gil, eficaz y creble eltrabajo que regula. Esto es lo quecuenta por encima de todo, y en es-to los diversos sujetos afectados de-beremos colaborar, para que el testi-monio caritativo y la misin evange-lizadora de la Iglesia sean cada vezms una referencia a aquel Dios dela caridad del que todo toma origeny forma, y hacia el que todo se en-camina.

*Presidente del Consejo pontificioCor Unum

RENUNCIAS:

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deMarab (Brasil) que monseor JOSFO R A L O S S O, S.D.B., le haba presen-tado en conformidad con el canon401 2 del Cdigo de derecho ca-nnico.

Jos Foralosso, S.D.B., naci enCervarese S. Croce, dicesis de Pa-dua, el 15 de marzo de 1938. Recibila ordenacin sacerdotal el 22 de di-ciembre de 1966. Juan Pablo II lonombr obispo de Guiratinga el 20de noviembre de 1991; recibi la or-denacin episcopal el 15 de febrerode 1992. Fue nombrado obispo de ladicesis de Marab el 12 de enerode 2000.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deGweru (Zimbabue) que monseorMARTIN MU N YA N Y I le haba presen-tado en conformidad con el canon401 2 del Cdigo de derecho ca-nnico.

Martin Munyanyi naci en Bikita,dicesis de Masvingo, el 3 de enerode 1956. Recibi la ordenacin sa-cerdotal el 3 de septiembre de 1983.Benedicto XVI lo nombr obispo deGweru el 11 de mayo de 2006; reci-bi la ordenacin episcopal el 26 deagosto sucesivo.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis dePapantla (Mxico) que monseorLORENZO CRDENAS AREGULLN lehaba presentado en conformidadcon el canon 401 1 del Cdigo dederecho cannico.

Le sucede en el gobierno pastoral dela dicesis el coadjutor, JORGE CAR-LOS PAT R N WONG.

Lorenzo Crdenas Aregulln nacien Ciudad Victoria el 23 de marzode 1937. Recibi la ordenacin sacer-dotal el 29 de junio de 1962. PabloVI lo nombr obispo titular de Cre-depula y auxiliar de Tehuacn el 17

de marzo de 1978; recibi la ordena-cin episcopal el 7 de mayo sucesi-vo. El Papa Juan Pablo II lo nom-br obispo de Papantla el 30 de oc-tubre de 1980.

Jorge Carlos Patrn Wong nacien Mrida, archidicesis de Yucatn,el 3 de enero de 1958. Recibi la or-denacin sacerdotal el 12 de enerode 1988. Benedicto XVI lo nombrcoadjutor de la dicesis de Papantlael 15 de octubre de 2009; recibi laordenacin episcopal el 15 de di-ciembre sucesivo.

EL PA PA HA NOMBRAD O:

Obispo titular de Cemeriniano yauxiliar de Zielona Gra-Gorzw(Polonia) a monseor TADEUSZ LI-TYSKI.

Tadeusz Lityski naci enKo uchw el 14 de junio de 1962.Recibi la ordenacin sacerdotal el 5de junio de 1988. En su ministerioha desempeado los siguientes car-gos: vicario parroquial; notario, de-fensor del vnculo y juez en el Tri-bunal diocesano; prroco; vicarioepiscopal para la pastoral; miembrodel Consejo presbiteral y del Cole-gio de consultores.

Obispo titular de Gegi y auxiliarde Saint-Jerme (Canad) a monse-or RAY M O N D PO I S S O N.

Raymond Poisson naci en Saint-Hyacinthe (Quebec) el 30 de abrilde 1958. Recibi la ordenacin sa-cerdotal el 9 de diciembre de 1983.Posteriormente se doctor en teolo-ga en la Pontificia UniversidadGregoriana. En su ministerio ha de-sempeado los siguientes cargos: se-cretario particular del obispo de

Saint-Jean-Longueuil; vicario; prro-co y rector de la baslica de Sainte-Anne de Varennes.

Obispo titular de Celiana y auxi-liar de Brooklyn (Estados Unidos) aPAU L R. SNCHEZ.

Paul R. Snchez naci en Broo-klyn el 26 de noviembre de 1946.Recibi la ordenacin sacerdotal el17 de diciembre de 1971. Posterior-mente se licenci en teologa en laPontificia Universidad Gregoriana.En su ministerio ha desempeadolos siguientes cargos: vicario parro-quial; administrador parroquial; p-rroco; vicario episcopal; y miembrode la Comisin litrgica diocesana ydel Consejo presbiteral de Brooklyn.

Obispo titular de Cizio y auxiliarde Brooklyn (Estados Unidos) aM O N S. RAY M O N D F. CH A P P E T T O.

Raymond F. Chappetto naci enAstoria, dicesis de Brooklyn, el 20de agosto de 1945. Recibi la orde-nacin sacerdotal el 29 de mayo de1971. Posteriormente obtuvo la maes-tra en educacin religiosa en la uni-versidad Saint Johns en Queens.En su ministerio ha desempeadolos siguientes cargos: vicario parro-quial; prroco; vicario episcopal; yvicario para el clero y la vida consa-grada.


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Fidelidad a la historiay deseo de Dios

lica italiana para los estudios cientfi-cos, nacida en Como en 1899, busccrear en Italia algo parecido a aque-llo que los catlicos alemanes, en elspero clima del Kulturkampf, ha-

ban puesto en acto en Alemania conla Grres-Gesellschaft (1876).Lo intent de nuevo, entre 1904 y

1909, durante el pontificado de PoX, con una asociacin catlica inter-nacional para el progreso de las cien-cias que, en los aos difciles y can-dentes del modernismo y de su repre-sin, acab por morir antes de nacer.Pero todo el trabajo realizado con laconviccin de que la verdadera cien-cia no puede contradecir la fe y suprofunda racionabilidad no se per-di, pues fecund al padre Gemellipara dar vida a la Universidad Cat-lica.

No fue la particular condicin delos catlicos italianos, todava necesa-riamente ajenos al compromiso polti-co, lo que impuls a Toniolo a la re-flexin sobre la economa y la socie-

dad. Fue ms bien la conviccin deque ningn problema de naturalezasocial o poltica poda afrontarse sinestudiar su gnesis y la matriz ideal ycultural. Contra un pragmatismo decorto alcance, contra un empirismosin perspectivas, el nuevo beato nosensea que todas las cuestiones en suraz se vinculan y se reducen a la vi-sin que una sociedad elabora delhombre y de Dios; y, por lo tanto,que en esa frontera, eminentementecultural, es necesario librar la batalla.

Toniolo es, con seguridad, quienms hizo para que la cultura catlicaitaliana perdiera el provincianismo,rescatndola de la angustia de las re-sentidas reivindicaciones post-unita-rias para elevarla al dilogo con losmovimientos catlicos europeos, consus pensadores y con sus protagonis-tas; y, al mismo tiempo, exponindo-la a los desafos de la confrontacincon las otras visiones del mundo, dematriz liberal y socialista. Mirndolobien, sin embargo, su leccin no estanto de contenido, aunque las desas-trosas evoluciones de una economadesvinculada de la tica parecen darsingularmente razn a quien, en di-ciembre de 1873, pronunci su pre-leccin en la universidad de Paduasobre el tema Del elemento ticocomo factor intrnseco de las leyeseconmicas.

Con la beatificacin de Toniolo loscatlicos italianos no ganan slo, enla comunin de los santos, un vlidoauxilio y protector. Tienen la ocasinde redescubrir en l un ejemplo y unmodelo de quien en las circunstan-

cias histricas cambiadas seguir elcamino y sobre todo el mtodo: la fi-delidad a la historia y a la sociedad,para trascenderlas. Porque ser fieles aDios es el nico modo de ser verda-deramente fieles al hombre, que en elPadre tiene la premisa y tutela de sudignidad. Toniolo nos recuerda queel amor y la fidelidad a la historia y ala sociedad, en una palabra, al hom-bre, son tanto ms verdaderas cuantoms nacen del deseo de Dios, dequien asumen regla y sustancia, a finde no fracasar ni caer en lo contrario.Como el siglo XX, tras la muerte deToniolo, demostr elocuentemente.

VIENEDE LAPGINA9

Nuevo marco jurdicoVIENEDE LAPGINA5

ra del asistente eclesistico ya se aluda en el Quifo Durante lUltima Cena, pero no se precisaban sreas y su colocacin dentro de las estructuras detas Internationalis. La Comisin de asistencia, enbio, es nueva. Estar compuesta por tres expertouna tarea meramente consultiva por lo que atfuncionamiento de Caritas Internationalis, o se

ayuda para que est en lnea con la nueva normcon las obligaciones conexas ante la comunidadnacional, especialmente en el mbito de la segsocial, y en los mbitos laboral y financiero.

Adems del nihil obstat de la Santa Sede pacandidaturas a presidente y secretario general, yvisto en el Quirgrafo Durante lUltima Cena y Estatutos anteriores, el Decreto general y los nEstatutos prevn el nihil obstat para la candidatuTesorero, ya que este cargo tiene un papel fundtal en la preservacin de los derechos de las orgciones miembros y, tambin, de alguna manera, de la Santa Sede.

El artculo 7 reafirma el principio general decia de la normativa cannica y vaticana de relievpecto de quienes trabajan en entidades situadasCiudad del Vaticano y vinculadas institucionalcon la Santa Sede.

Conclusin

En el dilogo permanente entre el Consejo pcio Cor Unum, la Secretara de Estado y los respbles de Caritas Internationalis, se afront, de hecmayor parte del contenido del Decreto general y,cialmente, lo que atae a los aspectos administratde disciplina del trabajo, as como a los aspecn a n c i e ro s .

La Santa Sede piensa que la nueva normativaplementaria del Quirgrafo Durante lUltima constituye una ayuda notable para la institucinaltura de la calidad humana y espiritual de sugentes y de su profesionalidad. Sobre todo, la nova actual pone plenamente de manifiesto la idendistintiva de Caritas Internationalis, que es al mtiempo su fuerza y lo que puede hacer su obracialmente eficaz.

Pablo VI bendice la ayuda de Caritas para las vctimasde las inundaciones en Italia en 1966.

de la Congregacin para la doctrina de la fe (cf. ib.,art. 48), as como las de la Prefectura para los Asuntoseconmicos, de vigilancia y de control de las adminis-traciones que dependen de la Santa Sede o que estnbajo su jurisdiccin, cualquiera que sea la autonomade que gocen (cf. ib., art. 176). Ms en general, dado elalcance tendencialmente universal de la accin de Ca-

ritas Internationalis, el Quirgrafo no modificaba lascompetencias de la Santa Sede para la ordenacin delos bienes eclesisticos, y especialmente la recta admi-nistracin de esos mismos bienes (cf. ib., art. 98). Ade-ms, la actividad de Caritas Internationalis junto a losgobiernos y organismos internacionales, teniendo encuenta que se realiza en nombre de la Iglesia e implicael munus pastoral del Santo Padre, ha dependido siem-pre de la Segunda Seccin de la Secretara de Estado.

El proceso de actualizacindel marco jurdico

de Caritas InternationalisLa experiencia madurada en los casi ocho aos de

aplicacin del Quirgrafo Durante lUltima Cena hapermitido comprender con mayor precisin cmo pro-mover una actualizacin jurdica que no slo respete,sino que tambin exprese an mejor la naturaleza dela organizacin y aclare la distribucin de las compe-tencias de los dicasterios y de los organismos que tie-nen que ver con ella.

Adems, en estos aos, y especialmente en los lti-mos meses, numerosos pastores y fieles han queridocompartir con la Santa Sede sus consideraciones y hanofrecido valiosas sugerencias, manifestando sincero in-ters por Caritas Internationalis.

El Santo Padre mismo, dirigindose a los participan-tes en dicha Asamblea general del organismo citado,en mayo de 2011, ofreci los principios fundamentalesque se deban desarrollar en la nueva normativa.

Mientras tanto, entre enero y mayo del ao pasado,un grupo de trabajo de representantes de Caritas Inter-nationalis y de la Santa Sede haba estudiado una nue-va versin de los Estatutos de Caritas Internationalis,tratando de delimitar las problemticas doctrinales, ju-rdicas y econmicas conexas. El proyecto de los Esta-tutos fue aprobado por la Asamblea general y entrega-do a la Santa Sede en el otoo de 2011.

En los mencionados encuentros del grupo de traba-jo, emergi, entre otras cosas, la necesidad de una le-gislacin complementaria del Quirgrafo Durante lUl-tima Cena, como referencia normativa para la aplica-cin de los nuevos Estatutos. Recibido el proyecto deestos ltimos, el Santo Padre dio instrucciones precisasal cardenal secretario de Estado sobre los contenidosde dicho texto complementario del Quirgrafo. Si-guiendo esas indicaciones, luego se prepar el Decretogeneral y se revisaron y adecuaron los nuevos Estatu-tos y el Reglamento interno.

Algunas caractersticasdel nuevo Decreto general

Siguiendo las indicaciones del Santo Padre, los art-culos 1, 2 y 3 del Decreto general aclaran las compe-tencias de los principales dicasterios implicados. Alrespecto, se refuerza ante todo el papel del Consejopontifico Cor Unum (art. 1), que sigue la actividadinstitucional de Caritas Internationalis y es responsablede la aprobacin de sus textos de contenido doctrinalo moral. Como ya se ha aludido, la naturaleza pblica

de Caritas Internationalis y su participacin en el mu-nus pastoral del Santo Padre postulan que expresesiempre de modo transparente, tambin en sus docu-mentos, la caridad y la solicitud de la Iglesia.

El artculo 2 concierne a la Primera Seccin y el ar-tculo 3 a la Segunda Seccin de la Secretara de Esta-do. Los artculos 4 y 5 establecen las lneas directricespara la futura redaccin de una normativa de trabajoespecfica para el personal y para la preparacin de unrgimen de seguridad social. De hecho, los empleadosde Caritas Internationalis, aunque no sean empleadosvaticanos, forman parte de la comunidad de trabajo dela Sede Apostlica (cf. Const. ap. Pastor Bonus, Ad n e -xum II) y necesitan una normativa laboral especfica.Los artculos 4 y 5 atribuyen luego a la ULSA comp e-tencia en los asuntos laborales y de seguridad social, y

aclaran el papel del Tribunal del Estado de la Cdel Vaticano y de la Rota romana en relacin coritas Internationalis.

El artculo 6, para subrayar el estrecho vnculune al organismo citado con el Sucesor de Pedratencin particular del Papa hacia esta institucitablece el nombramiento pontificio de al menomiembros en el Consejo ejecutivo. Eso permitemo Pontfice designar a personas de probada c

tencia especfica, particularmente personas procede regiones pobres o merecedoras de una atencivilegiada. Hasta la prxima Asamblea general Monseor Paul Yembuado Oudraogo, arzobisBobo-Dioulasso en Burkina Faso; monseor YAntoine Soueif, arzobispo de Chipre de los maroy monseor Bernard Hebda, obispo de Gaylord tados Unidos. Pero queda claro que la mayoramiembros ser indicada por las Critas nacionaleconservan por tanto la responsabilidad del gode ese importante organismo de la Confederacin

Adems, est prevista la presencia de un aseclesistico y de una Comisin de asistencia. A la


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En la audiencia general del mircoles 2 de mayo el Papa habla de la oracin de san Esteban

Dios no se cansade salir al encuentro del hombre

Queridos hermanos y hermanas:

En las ltimas catequesis hemosvisto cmo, en la oracin personal y

comunitaria, la lectura y la medita-cin de la Sagrada Escritura abren ala escucha de Dios que nos habla einfunden luz para comprender elpresente. Hoy quiero hablar del tes-timonio y de la oracin del primermrtir de la Iglesia, san Esteban,uno de los siete elegidos para el ser-vicio de la caridad con los necesita-dos. En el momento de su martirio,narrado por los Hechos de los Apsto-les, se manifiesta, una vez ms, la fe-cunda relacin entre la Palabra deDios y la oracin.

Esteban es llevado al tribunal, an-te el Sanedrn, donde se le acusa dehaber declarado que Jess... des-truir este lugar, [el templo], y cam-biar las tradiciones que nos dioMoiss (Hch 6, 14). Durante su vi-da pblica, Jess efectivamente

anunci la destruccin del templode Jerusaln: Destruid este temploy en tres das lo levantar (Jn 2,19). Sin embargo, como anota elevangelista san Juan, l hablaba deltemplo de su cuerpo. Y cuando re-sucit de entre los muertos, los dis-cpulos se acordaron de que lo habadicho, y creyeron en la Escritura yen la Palabra que haba dicho Jess(Jn 2, 21-22).

El discurso de Esteban ante el tri-bunal, el ms largo de los Hechos delos Apstoles, se desarrolla precisa-mente sobre esta profeca de Jess,el cual es el nuevo templo, inaugurael nuevo culto y sustituye, con laofrenda que hace de s mismo en lacruz, lo sacrificios antiguos. Estebanquiere demostrar que es infundadala acusacin que se le hace de cam-biar la ley de Moiss e ilustra su vi-sin de la historia de la salvacin, dela alianza entre Dios y el hombre.As, relee toda la narracin bblica,itinerario contenido en la SagradaEscritura, para mostrar que conduceal lugar de la presencia definitivade Dios, que es Jesucristo, en parti-cular su pasin, muerte y resurrec-cin. En esta perspectiva Esteban leetambin el hecho de que es discpu-lo de Jess, siguindolo hasta elmartirio. La meditacin sobre la Sa-grada Escritura le permite de estemodo comprender su misin, su vi-da, su presente. En esto lo gua laluz del Espritu Santo, su relacin

vendido por sus hermanos, peroasistido y liberado por Dios, parallegar a Moiss, que se transforma

en instrumento de Dios para liberara su pueblo, pero tambin encuentraen varias ocasiones el rechazo de supropia gente. En estos acontecimien-tos narrados por la Sagrada Escritu-ra, de la que Esteban muestra queest en religiosa escucha, emergesiempre Dios, que no se cansa de sa-lir al encuentro del hombre a pesarde hallar a menudo una oposicinobstinada. Y esto en el pasado, en elpresente y en el futuro. Por consi-guiente, en todo el Antiguo

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L´OSSERVATORE ROMANO. 06 Mayo 2012