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Alianza Global Revolucionaria (Programa, principios, estrategia) ¡Descontentos de todo el mundo, uníos! Parte 1. Situación de fin 1. Vivimos el final de un ciclo histórico. Todos los procesos que constituyen el flujo de la historia han llegado a un callejón sin salida lógica. a. El fin del capitalismo. El desarrollo del capitalismo ha llegado a su límite natural. Sólo hay un camino para el sistema económico mundial, colapsar en sí mismo. Basado en un aumento progresivo de las instituciones puramente financieras, los bancos en primer lugar, y luego de estructuras de valores más complejas y sofisticadas, el sistema del capitalismo moderno ha quedado completamente divorciado de la realidad, del equilibrio entre la oferta y la demanda, de la relación entre producción y consumo, de la conexión con la vida real. Toda la riqueza del mundo está concentrada en las manos de la oligarquía financiera mundial a través de complicadas manipulaciones, como las construcciones financieras piramidales. Esta oligarquía ha devaluado no sólo el trabajo, sino también el capital ligado a los fundamentos del mercado, garantizado a través de la renta financiera. El resto de las fuerzas económicas son esclavas de esta impersonal élite ultra liberal transnacional. Independientemente de qué sintamos acerca del capitalismo, ahora está claro que no sólo está pasando por una nueva crisis, sino que todo el sistema se encuentra al borde del colapso total. No importa que la oligarquía mundial intente ocultar el actual colapso a las masas de la población mundial, más y más personas comienzan a sospechar que el mismo es inevitable, y que la crisis financiera mundial causada por el colapso del mercado hipotecario estadounidense y de los principales bancos, es sólo el comienzo de una catástrofe global. Esta catástrofe se puede retrasar, pero no se puede prevenir o evitar. La economía mundial, en la forma en la que opera ahora, está condenada. b. El fin de los recursos. En la actual situación demográfica, teniendo en cuenta el crecimiento constante de la población mundial, especialmente en los países del tercer mundo, la humanidad está a punto de agotar los recursos naturales de la tierra, necesarios no sólo para mantener los niveles actuales de consumo, sino para la pura supervivencia a niveles mínimos. Nos acercamos rápidamente a los límites del crecimiento, y el hambre mundial, las privaciones y las epidemias se convertirán en la nueva norma. Hemos superado la capacidad de carga de la Tierra. Por lo tanto, nos enfrentamos a una catástrofe demográfica inminente. Cuantas más personas nazcan hoy en día, mayor será el sufrimiento final. Este dilema no tiene fácil solución. Pero pretender que no existe es caminar a ciegas hacia el peor de los escenarios de suicidio colectivo mundial como especie a manos de nuestro propio sistema económico y de crecimiento. c. El fin de la sociedad. Bajo la influencia de los valores occidentales y americanos, la atomización de las sociedades, no ligadas entre sí por ningún vínculo, está en pleno apogeo. El cosmopolitismo y un nuevo nomadismo se han convertido en el estilo de vida más común, especialmente para la generación más joven. Esto, junto con la inestabilidad económica y la catástrofe ecológica que provocan flujos migratorios sin precedentes, destruye sociedades enteras. Los lazos culturales, nacionales y religiosos están rotos, los contratos sociales se quiebran y se cortan las relaciones orgánicas. Vivimos en un mundo de multitudes solitarias, de sociedades atomizadas por el culto al individualismo. La soledad cosmopolita se convierte en la norma y las

Manifiesto de La Alianza Global Revolucionaria

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Manifiesto de La Alianza Global Revolucionaria

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  • Alianza Global Revolucionaria (Programa, principios, estrategia)

    Descontentos de todo el mundo, unos!

    Parte 1. Situacin de fin

    1. Vivimos el final de un ciclo histrico. Todos los procesos que constituyen el flujo de la historia han llegado a un callejn sin salida lgica.

    a. El fin del capitalismo. El desarrollo del capitalismo ha llegado a su lmite natural. Slo hay un camino para el sistema econmico mundial, colapsar en s mismo. Basado en un aumento progresivo de las instituciones puramente financieras, los bancos en primer lugar, y luego de estructuras de valores ms complejas y sofisticadas, el sistema del capitalismo moderno ha quedadocompletamente divorciado de la realidad, del equilibrio entre la oferta y la demanda, de la relacin entre produccin y consumo, de la conexin con la vida real. Toda la riqueza del mundo est concentrada en las manos de la oligarqua financiera mundial a travs de complicadas manipulaciones, como las construcciones financieras piramidales. Esta oligarqua ha devaluado no slo el trabajo, sino tambin el capital ligado a los fundamentos del mercado, garantizado a travs de la renta financiera. El resto de las fuerzas econmicas son esclavas de esta impersonal lite ultra liberal transnacional. Independientemente de qu sintamos acerca del capitalismo, ahora est claro que no slo est pasando por una nueva crisis, sino que todo el sistema se encuentra al borde del colapso total.

    No importa que la oligarqua mundial intente ocultar el actual colapso a las masas de la poblacin mundial, ms y ms personas comienzan a sospechar que el mismo es inevitable, y que la crisis financiera mundial causada por el colapso del mercado hipotecario estadounidense y de los principales bancos, es slo el comienzo de una catstrofe global.

    Esta catstrofe se puede retrasar, pero no se puede prevenir o evitar. La economa mundial, en la forma en la que opera ahora, est condenada.

    b. El fin de los recursos. En la actual situacin demogrfica, teniendo en cuenta el crecimiento constante de la poblacin mundial, especialmente en los pases del tercer mundo, la humanidad est a punto de agotar los recursos naturales de la tierra, necesarios no slo para mantener los niveles actuales de consumo, sino para la pura supervivencia a niveles mnimos. Nos acercamos rpidamente a los lmites del crecimiento, y el hambre mundial, las privaciones y las epidemias se convertirn en la nueva norma. Hemos superado la capacidad de carga de la Tierra. Por lo tanto, nosenfrentamos a una catstrofe demogrfica inminente. Cuantas ms personas nazcan hoy en da, mayor ser el sufrimiento final. Este dilema no tiene fcil solucin. Pero pretender que no existe es caminar a ciegas hacia el peor de los escenarios de suicidio colectivo mundial como especie a manos de nuestro propio sistema econmico y de crecimiento.

    c. El fin de la sociedad. Bajo la influencia de los valores occidentales y americanos, la atomizacin de las sociedades, no ligadas entre s por ningn vnculo, est en pleno apogeo. El cosmopolitismo yun nuevo nomadismo se han convertido en el estilo de vida ms comn, especialmente para la generacin ms joven. Esto, junto con la inestabilidad econmica y la catstrofe ecolgica que provocan flujos migratorios sin precedentes, destruye sociedades enteras.

    Los lazos culturales, nacionales y religiosos estn rotos, los contratos sociales se quiebran y se cortan las relaciones orgnicas. Vivimos en un mundo de multitudes solitarias, de sociedades atomizadas por el culto al individualismo. La soledad cosmopolita se convierte en la norma y las

  • identidades culturales implosionan. Las sociedades son reemplazadas por el nomadismo y la frialdad de la web digital, disolviendo colectivos histricos orgnicos. Al mismo tiempo la cultura, el idioma, la moral, las tradiciones, los valores y la familia como institucin, desaparecen.

    d. El fin del individuo. La divisin de la persona en sus componentes se convierte en la tendencia dominante. Las identidades humanas lo son a travs de redes virtuales, de personajes online, y el impulso hacia la separacin se convierte en un juego de elementos desorganizados. Paradjicamente, cuando uno abandona su integridad se le conceden ms libertades, pero a costa de alguien que podra aprovecharlas mejor. La cultura postmoderna exporta compulsivamente a la gente hacia mundos virtuales de pantallas planas y la saca de la realidad, captada por un flujo de alucinaciones sutilmente organizadas y hbilmente manipuladas. Estos procesos son manejados por la oligarqua mundial, que busca hacer a las masas del mundo complacientes, controlables y programables. Nunca antes el individualismo ha sido tan glorificado y, sin embargo, al mismo tiempo, nunca antes la gente de todo el mundo haba sido tan similar entre s en su comportamiento,hbitos, apariencia, tcnicas y gustos. En la bsqueda de los individualistas derechos humanos, la humanidad se ha perdido a s misma. Pronto el hombre ser reemplazado por el posthumano: un mutante, un ser clonado, un androide.

    e. El fin de las naciones y de los pueblos. La globalizacin y el gobierno mundial interfieren en los asuntos internos de los estados soberanos borrndolos uno por uno. Destruyendo sistemticamente toda identidad nacional, la oligarqua mundial busca revocar todas las barreras nacionales que puedan impedir su ubicua presencia. Las empresas transnacionales ponen sus intereses por encima de los intereses nacionales y de las administraciones estatales, lo que conduce a una dependencia delos sistemas externos y a la prdida de la independencia en favor de la interdependencia. El sistema internacional de estados es suplantado y sustituido por las estructuras de la oligarqua financiera mundial. Los pases y monopolios occidentales forman el ncleo de este gobierno global, y despus integran gradualmente a las lites econmicas y polticas de los estados no occidentales. As, las antiguas lites nacionales se convierten en cmplices de los procesos de globalizacin, traicionan los intereses de sus estados y conciudadanos, formando una clase transnacional global que tiene ms en comn entre s que con sus antiguos compatriotas.

    f. El fin del conocimiento. Los medios de comunicacin globales crean un sistema de desinformacin total, organizado de acuerdo con los intereses de la oligarqua mundial. Slo lo que se informa a travs de los medios globales constituye la realidad. La palabra del cuarto estado global se convierte en una verdad evidente, tambin conocida como sabidura convencional [1].Los puntos de vista alternativos pueden propagarse por los intersticios de las redes globales de comunicacin, pero condenados a la periferia, ya que slo se proporciona apoyo financiero a aquellos que alimentan, que sirven a los intereses de la oligarqua mundial, es decir, al capital. Cuando las opiniones crticas pasan un umbral y se convierten en una amenaza para el sistema, se utilizan los instrumentos clsicos de la represin, la presin financiera, el eufemismo, la demonizacin, el acoso legal y fsico. En una sociedad as, todo el sistema de conocimiento se convierte en objeto de moderacin por parte de esta lite de medios transnacional mundial.

    g. El fin del progreso. Durante los ltimos siglos, la humanidad ha vivido por la fe en el progreso y la esperanza de un futuro mejor. Como promesas de ello fueron vistos el desarrollo de la metodologa positivista, la acumulacin de conocimientos y descubrimientos cientficos, y una percibida evolucin del humanismo y de la justicia social. El progreso pareca estar garantizado y ser evidente. En el siglo XXI esta creencia es compartida slo por los ingenuos que deliberadamentehacen la vista gorda ante la realidad a cambio de una recompensa en forma de privilegios materialesy paz mental. Pero esta creencia en el progreso se refuta a s misma. Tanto el ser humano como el mundo no estn mejorando sino que, por el contrario, estn degenerando rpidamente o, al menos, siguen siendo igual de crueles, cnicos e injustos que siempre. El descubrimiento de este hecho

  • conduce al colapso de la cosmovisin humanista. Slo el que es deliberadamente ciego elige no ver que bajo la doble moral de Occidente, bajo las consignas pegadizas sobre los derechos humanos y lalibertad, yace la voluntad egosta de colonizar y controlar. El progreso no slo no est garantizado, sino que es poco probable. Si las cosas continan desarrollndose como lo hacen hoy, los pronsticos ms pesimistas, catastrficos y apocalpticos del futuro llegarn a ser una realidad.

    2. En general, nos encontramos ante el fin de un gran ciclo histrico, cuyos parmetros bsicos estn agotados y desbaratados, y cuyas expectativas asociadas estn liquidadas o eran engaos.

    El fin del mundo no es que simplemente llegue, es que se est desarrollando ante nuestros ojos. Somos tanto observadores como participantes en el proceso. Se anuncia el fin de la civilizacin moderna o el fin de la humanidad? Nadie puede predecirlo. Pero la magnitud del desastre es tal, queno podemos excluir que los estertores agnicos del mundo occidentalocntrico global nos arrastren al abismo junto a l. La situacin se vuelve an ms dramtica por el hecho de que, bajo las existentes instituciones del gobierno mundial y de las finanzas internacionales mediante las cuales la oligarqua transnacional dicta al mundo, estos procesos catastrficos no pueden seguir con normalidad mientras se ha alcanzado el umbral, ni por su propia inercia pueden ser detenidos, ni su curso cambiado, ya que la tasa de las tendencias principales no permite realizar una maniobra brusca para cambiar de trayectoria.

    3. La situacin actual es intolerable, no slo por cmo es, sino por hacia dnde se dirige. Hoy, el suicidio de toda la especie maana, una catstrofe. La humanidad ha robado su propio futuro. Pero el hombre se diferencia de los animales por tener un horizonte histrico. Incluso si en un momento dado uno no percibe todas las exigencias de la situacin, el propio conocimiento del pasado y la previsin del futuro construido reproducen perspectivas tanto optimistas como siniestras lo utpico y lo distpico. Viendo por encima del hombro el camino recorrido en el pasado, y mirando hacia abajo el camino que se abre hacia adelante, no podemos permitirnos el lujo de equivocarnos o de no darnos cuenta de que el camino en el que estamos conduce a nuestro destino. Slo aquellos privados de pensamiento histrico, reducidos a una existencia como consumidores por un flujo cada vez ms agresivo de publicidad, entretenimiento sin sentido y desinformacin, y que estn separados de la educacin y de la cultura, pueden ignorar el horror de la situacin real. Slo el bruto o el consumidor mecnico, el poshumano, puede no reconocer que el mundo se transforma para la catstrofe.

    4. Las personas que han salvado al menos un grano de intelecto independiente y libre no pueden dejar de preguntarse: cul es la razn de la situacin actual? Cules son los orgenes y los factoresdesencadenantes del desastre? Est claro ahora que la causa es la civilizacin occidental su desarrollo tecnolgico, el individualismo, la bsqueda de la libertad a cualquier precio, el materialismo, el reduccionismo econmico, el egosmo, el fetiche del dinero es decir, esencialmente la totalidad de la ideologa liberal capitalista burguesa. La causa reside tambin en la creencia racista de las sociedades occidentales acerca de que sus valores y creencias son universales, es decir, mejores y obligatorias para el resto de la humanidad. Si al principio esta pasin dio resultados positivos engendrando dinmicas, abriendo posibilidades para el humanismo, ampliando zonas de libertad, una mejora de la situacin material para algunos, y la apertura de perspectivas nuevas y ajenas entonces, despus de alcanzar su lmite, las mismas tendencias comenzaron a producir resultados opuestos: la tcnica se convirti de un instrumento en un principio autosuficiente (la perspectiva de la revuelta de las maquinas); el individualismo fue llevado al extremo, la libertad pierde su objeto siendo privada de su propia naturaleza; la idolatra de lo material conduce a la degradacin espiritual, la sociedad es destruida por el egosmo, el poder absoluto del dinero explota la mano de obra y exorciza el espritu emprendedor del capitalismo; y laideologa liberal destruye cualquier forma de solidaridad social, cultural o religiosa. En Occidente, este rumbo surgi de la lgica de su propio desarrollo histrico, pero en el resto del mundo, los

  • mismos principios se impusieron por la fuerza, mediante prcticas coloniales e imperialistas, sin tener en cuenta las particularidades de las culturas locales. Occidente, habiendo entrado en este camino en la era moderna, no slo se dio a s mismo un final lamentable, sino que tambin caus undao irreparable a todas las dems naciones de la tierra. No es universal en el verdadero sentido de la palabra, pero tanto l como su curso catastrfico se han hecho universales y globales, de tal manera que ya no es posible separarse o aislarse. El nico cambio posible es arrancar -raz tronco y ramas-, todo el sistema y sus paradigmas. Y a pesar del hecho de que en las sociedades no occidentales la situacin es algo diferente, ignorar simplemente el desafo de Occidente no puede cambiar nada. Las races del mal son demasiado profundas. Deben ser claramente entendidas, comprendidas, identificadas, y puestas en el centro de la atencin. No se puede luchar contra las consecuencias sin entender las causas.

    5. Igual que hay causas para la desastrosa situacin actual, as mismo estn aquellos cuyos intereses dependen del statu quo aquellos que quieren que dure, que se benefician de l, que son responsables del mismo, que lo apoyan, refuerzan, protegen y guardan, as como evitan que cambie el curso de su progreso y desarrollo. Esta es la clase transnacional oligrquica mundial, que incluye el ncleo poltico, financiero, econmico, militar-estratgico de la lite del mundo (sobre todo occidental), una amplia red de intelectuales a su servicio, y de ejecutivos y magnates de los medios que forman un leal squito de mundialistas. En conjunto, la oligarqua mundial y sus asistentes son la clase dominante de la globalizacin. sta incluye a los lderes polticos de los Estados Unidos, losmagnates econmicos y financieros, y los agentes de la globalizacin que los sirven y que constituyen la gigantesca red planetaria en la que los recursos se asignan a quienes son leales al rumbo principal de la globalizacin, as como los flujos de manipulacin de la informacin, el cabildeo poltico, cultural, intelectual e ideolgico, la recopilacin de datos, la infiltracin en las estructuras de aquellos estados que todava no se han visto completamente privados de su soberana,as como la corrupcin pura y simple, el soborno, la influencia, el acoso de los no gratos, etc.. Esta red globalista comprende mltiples niveles, incluidos los asuntos tanto polticos como diplomticos,as como las corporaciones multinacionales y su gestin, las redes de medios de comunicacin, el comercio mundial y las estructuras industriales, las organizaciones y los fondos no gubernamentales, y as sucesivamente. La naturaleza de la catstrofe en la que todos nos encontramos, y que est llegando a su apogeo, est hecha por el hombre. Hay fuerzas que estn interesadas en mantener el statu quo. Ellos son los arquitectos y gestores del mundo hiper-capitalista egocntrico global. Ellos son los responsables de todo. La oligarqua mundial y su red de agentes son la raz del mal. El mal est personificado en la clase poltica mundial. El mundo es como es porque alguien quiere que sea as y se esfuerza mucho en hacerlo as. Esta voluntad es la quintaesencia del mal histrico. Pero si esto es cierto y alguien es responsable de la situacin actual,a continuacin, la oposicin y el desacuerdo con el statu quo obtienen su destinatario. La oligarqua global se convierte en el enemigo de toda la humanidad. No obstante, la sola presencia de un enemigo identificable ofrece la oportunidad de derrotarlo, una oportunidad para la salvacin y para superar la catstrofe.

    Parte 2. La imagen de un mundo normal

    1. Se nos dice (es hipnosis y propaganda), que no puede ser de otra forma (de la que es ahora). O que cualquier alternativa sera an peor. Es esa meloda familiar acerca de que la democracia tiene muchos defectos, pero todos los dems regmenes polticos son mucho peores, por lo que es mejor tolerar lo que ya est. Esto es una falsedad y es propaganda poltica. El mundo en el que vivimos es inaceptable, intolerable y conduce a la muerte inevitable, y la bsqueda de una alternativa es una condicin de supervivencia. Si no derrocamos al statu quo, si no se cambia el curso del desarrollo de la civilizacin, si no se priva del poder y se destruye a la oligarqua mundial entendida como sistema y como fuerzas, grupos, instituciones, corporaciones e incluso individuos especficos, nos convertiremos no slo en vctimas, sino tambin en cmplices del fin inminente.

  • Las alegaciones acerca de que no todo es tan malo, o sobre que antes era peor, que de alguna manera todo va a mejorar, etc. son una forma deliberada de sugestin, de hipnosis, con la intencinde calmar los restos de conciencia libre, independiente y de anlisis sobrio. La oligarqua global no puede permitir que los vasallos de la lite mundial se atrevan a pensar de manera independiente y por su cuenta, sin referencia a sus secretas y subrepticias normas impuestas. Esta lite no acta directamente como en los regmenes totalitarios del pasado, sino sutilmente, insidiosamente, produciendo sus dogmas y dndolos por sentado, e incluso como una libre eleccin de cada persona. Pero la dignidad humana consiste en la capacidad de elegir y de escoger especficamente entre decir s o no a la situacin actual. Nada y nunca, bajo ninguna circunstancia, pueden causar automticamente un s humano. No puede decirse a todo, en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia. Negando este derecho, la lite mundial niega que tengamos dignidad humana. Eso significa que se opone no slo a la humanidad, sino al humanitarismo, a la naturaleza humana. Y esto solo ya nos da el derecho a rebelarnos contra ella, para decir radicalmente no a la misma y a todo el estado de cosas, para refutar su sugestin, para despertar de su hipnosis, para dar nuestra aprobacin a otro mundo, de otro modo, a un orden diferente, a un sistema diferente, a un presente y un futuro diferentes. El mundo que nos rodea es inaceptable. Es malo desde todos los puntos de vista. Es injusto, desastroso, indigno de confianza, una mentira, no es libre. Debe ser aplastado y destruido. Necesitamos un mundo diferente. Y no va a ser peor, como nos asustan la oligarqua mundial y sus leales servidores, sino que ser mejor y salvfico.

    2. Cul es en este caso, el mundo correcto, el orden mundial deseado? Cul es la base estndar desde la cual se estima lo existente como una patologa? La imagen de lo que es un mundo normal para diferentes fuerzas igual de discordantes con la situacin actual puede ser muy diferente. Y si seahonda en los detalles de los proyectos alternativos, las controversias surgirn inevitablemente en elcampo de los partidarios de las alternativas globales, su unidad ser sacudida, su voluntad de resistirparalizada, la competencia de los proyectos socavar la consolidacin de las fuerzas necesaria para resistir. Por lo tanto, un mundo normal, un mundo mejor, debe ser discutido con la mxima cautela. Sin embargo, hay algunos principios y criterios de referencia absolutamente obvios, que difcilmente pueden ser cuestionados por nadie en su sano juicio. Vamos a tratar de encontrarlos.

    a. Se requiere un modelo econmico, una alternativa al sistema del capitalismo financiero especulativo hoy vigente. La alternativa puede ser vista como un capitalismo industrial real, o en la economa islmica, en el socialismo, en los proyectos ambientales, vinculada al sector de la produccin real, en la bsqueda de mecanismos econmicos completamente nuevos, incluyendo nuevas formas de energa, de organizacin del trabajo, etc. La economa normal no ser como la que existe en la actualidad.

    b. En la escasez de recursos el problema de la distribucin debe ser resuelto sobre la base de un plancomn a toda la humanidad, no sobre la base de la lucha egosta por controlarla. Las guerras por losrecursos militares o simplemente econmicas se deben suprimir drsticamente. La humanidad est en peligro de muerte, y para hacer frente a este hecho tenemos que pasar a una actitud diferentea la cuestin democrtica y de recursos. En este juego no puede haber ganadores. Todo el mundo vaa perder. En un mundo normal, esta amenaza debe ser contestada por todos los pueblos del mundo en conjunto, no individualmente.

    c. Un normal y mejor estado de la existencia humana no es la fragmentacin y la dispersin en tomos individuales, sino la preservacin de las estructuras sociales colectivas, el mantenimiento dela transmisin de la cultura, de los conocimientos, los idiomas, las prcticas, las creencias. El hombre es un ser social, y es por eso que el individualismo liberal es destructivo y criminal. Tenemos que salvar a la sociedad humana a toda costa. De esto se desprende que la orientacin social debe prevalecer sobre la liberal-individualista.

  • d. En una sociedad que fuera a tener lugar, uno debe mantener su dignidad de especie, su identidad, su esencia, su integridad, as como las estructuras sin las cuales su personalidad no puede desarrollarse y fijarse la familia, el trabajo, las instituciones pblicas, el derecho de uno a participar en su propio destino, etc. Las tendencias que conducen a la dispersin de la gente y a su sustitucin por otros tipos humanos universales, deben ser detenidas y rechazadas. El hombre es algo que debera ser conservado, y an recreado.

    e. La sociedad normal es una donde los pueblos, las naciones y los estados son mantenidos como formas tradicionales de comunidad humana, como formas creadas, creadas por la historia y la tradicin. Pueden cambiarse o transformarse, pero no deben ser suprimidas o forzadas a fusionarse en un nico crisol global. La diversidad de los pueblos y las naciones es un tesoro histrico de la humanidad. Suprimindola nos dirigiremos a la abolicin de la historia, al fin del matrimonio plural, de la libertad y la riqueza cultural. Los procesos de globalizacin deben ser detenidos.

    f. La sociedad normal se basa en la posibilidad de adquirir conocimientos, en la transferencia de los mismos, en la capacidad abierta a la smosis del mundo, en la existencia, en el ser humano basado en la tradicin, en la experiencia, en los descubrimientos y la libre bsqueda. La esfera del conocimiento no debera ser un campo de espectculo virtual, de hipnosis de los medios, o un espacio para la manipulacin de la conciencia a escala global. Los sucedneos de medios de comunicacin y las estrategias virtuales que sustituyen la realidad deben ser reasignadas para una autorreflexin sobria basada en fuentes abiertas, en la intuicin, la creatividad y la experiencia. Paralograr esto, es necesario aplastar la actual dictadura de los medios de comunicacin, romper el monopolio de las lites globales para controlar la conciencia de las masas.

    g. La sociedad normal debe tener un horizonte positivo del futuro frente a s. Pero al mismo tiempo,para conseguir el objetivo pretendido es necesario abandonar la ilusin de que las cosas en s se estn desarrollando bien o, por el contrario, la suposicin de que la catstrofe es inevitable. La clavede la historia humana es que sta es abierta, incluyendo un componente de voluntad humana y la capacidad de uno para poner en prctica su libertad. Esto abre la futura zona de posibilidades: no ser en s misma ni mejor ni peor, ya que puede ser creada por la gente como tal, o por otros. Todo depende de lo que elijamos y de lo que hagamos. Si rechazamos elegir y construir con fuerza de voluntad, el futuro puede no llegar. O no ser humano.

    La sociedad normal debe ser diversa y plural, policntrica. Debe contener muchas posibilidades abiertas, muchas culturas. Lo normal es el dilogo libre, no forzado. Cada sociedad puede elegir pors misma el equilibrio entre los componentes espirituales y materiales. No obstante, como demuestra la historia, la dominacin acentuada del materialismo conduce invariablemente al desastre. Olvidar la dimensin espiritual de la persona es mortal y funesto para ella.

    La aguda inclinacin hacia un materialismo exagerado debe ser compensada por un giro brusco hacia el principio espiritual. Y es absolutamente inaceptable el dominio total del dinero sobre todos los dems valores. Los valores pueden ser de cualquier tipo, pero en cualquier sociedad normal no deben ser colocados en el nivel ms alto. En este sentido, todas las sociedades donde el papel del dinero no es tan grande como en la nuestra, por definicin, son ms normales, justas y aceptables delo que lo es aquella en la que vivimos hoy en da. Quien piense lo contrario o es un enfermo, o es unagente de la oligarqua mundial. La justicia y la armona son ms importantes que el xito personal y la codicia. La codicia y el deseo de bienestar individual se consideran un pecado en la mayora de las culturas humanas, o al menos una debilidad. Y la justicia, la preocupacin por el bien comn, es uno de los valores ms comunes. Una sociedad justa es ms normal de lo que lo es una que se basa en el egosmo. Un orden mundial normal es uno en el cual se reconoce el equilibrio de poder, el derecho de las diferentes sociedades y culturas a seguir su propio camino. Es decir, esta es la norma.Y esta norma, incluso en la forma ms general y aproximada, contrasta radicalmente con esto, con

  • lo que tenemos a nuestro alrededor. El statu quo no es normal, es una patologa. Una vez que la hipnosis de la oligarqua mundial es aplastada, todas las cosas vuelven a estar bien enfocadas.

    3. En una sociedad normal no podemos hacer nada sin el poder. De una u otra forma esto fue, es y ser as. Tambin es algo que est presente en la sociedad global actualmente existente. Este poder pertenece a una oligarqua mundial que se oculta bajo el disfraz de la democracia, la complicidad, la dispersin de los centros de decisin.

    La oligarqua mundial sigue siendo el poder en todos sus sentidos, pero transformado en algo no directo, sino indirecto, que acta no por coercin directa, sino mediante un control sutil. Es menos grosero que otras formas de poder, pero es ms insidioso, engaoso y astuto, y no menos brutal y totalitario. De vez en cuando toma la forma de un paradjico anarquismo totalitario, dando plena libertad a las masas, pero slo mientras se mantiene el control total sobre el contenido de esta libertad y de sus parmetros. Usted puede hacer de todo, pero slo de acuerdo con las reglas establecidas. La regla es dictada por la oligarqua mundial. En una sociedad normal, el poder debe pertenecer no a una lite poltica y financiera annima que constantemente conduce a la humanidad a su muerte, sino a los mejores los ms fuertes, los ms inteligentes, los ms espirituales y justos, los hroes y los sabios, y no a la red mundial de funcionarios corruptos, a los mentirosos y los usurpadores. El poder siempre implica la proyeccin de mltiples voluntades en una sola institucin. La formacin de esta institucin debe proceder de acuerdo con las tradiciones histricas,sociales, culturales, y en ocasiones las religiosas de cada sociedad en particular. No hay una frmulageneral de poder ptima. La democracia funciona en una sociedad y es un fiasco en otra. La monarqua se da para ser armoniosa, y puede renacer como tirana. La gestin colectiva ofrece resultados tanto positivos como negativos. No hay recetas universales vlidas para todos. Pero cualquier poder (e incluso la ausencia del mismo) es mejor que el que existe en la actualidad, que seapoder del control sobre la humanidad global.

    4. La norma llega desde la historia particular de una sociedad humana particular. Y no debera ser otra. La norma, el ejemplo, el ideal, la ley que las sociedades y los pueblos adquieren, lo es a travs de muchos sufrimientos, pruebas, errores, valoraciones, experimentos, que incuban esa regla durante siglos. Y es por eso que cada sociedad particular tiene el derecho inalienable de tener su propia norma. Por sus propios valores. Nadie ms tiene el derecho de criticar esta norma sobre la base de su propia sociedad histrica, distinta de otras. Si los pueblos y las naciones no se desarrollan de la misma manera que sus vecinos, esto no significa simplemente que no puedan hacerlo, sino que no quieren, que estiman el tiempo histrico y la escala de los xitos y fracasos segn otros criterios. Y esto debera ser reconocido de una vez por todas, y cualquier prejuicio colonialista y racista debera ser categricamente recusado: si alguna sociedad no es similar a la nuestra, esto no quiere decir que sea peor, atrasada o primitiva; es simplemente diferente, es su alteridad es su naturaleza, que tenemos que reconocer. Slo un enfoque de este tipo es normal. El globalismo, el occidentalocentrismo y el universalismo son patologas profundas que requieren ser erradicadas. Especialmente, son patolgicas o incluso criminales, si las normas universales son definidas por la ilegtima y auto proclamada lite global que ha usurpado el poder planetario. Hay tantas normas como sociedades existen. Esto es, esta norma es universal: la ausencia de una norma uniforme para todos, la libertad y el derecho a elegir.

    Parte 3. El imperativo de la revolucin

    1. Contra el orden existente, percibido como un mal intolerable, como una patologa y como la situacin que inevitablemente conducir a la catstrofe y a la muerte de la humanidad, es necesario proponer una alternativa ideal, la norma, el proyecto que no existe ahora pero que debera existir. Pero la oligarqua global no va a renunciar a su propio poder bajo ninguna circunstancia. Sera ingenuo pensar lo contrario. Por lo tanto, la tarea es quitrselo de las manos, arrebatarle el poder,

  • tomarlo por la fuerza. Esto slo se puede hacer bajo una condicin: si actan juntas todas las fuerzasinsatisfechas con la situacin actual. Este principio de accin conjunta es un fenmeno nico en la historia reciente, que se ha vuelto global. La oligarqua mundial establece su dominio a nivel planetario. Su naturaleza global no es una cualidad secundaria, sino que refleja su esencia. Esta oligarqua mundial ataca a todos los pueblos, naciones, estados, culturas, religiones y sociedades. No a algn tipos, no a algunos regmenes, no a cualquier seleccionado objeto de ataque particular. Esta lite viene frontal y totalmente, tratando de convertir todas las reas de la tierra en zonas bajo su control. Pero en estas reas hay sociedades diferentes, culturas diferentes, pueblos diferentes, religiones diferentes. Y todava no han perdido su originalidad por completo. La globalizacin trae la muerte a todas ellas, las cuales todava pueden entender o sentir eso intuitivamente. Pero en la situacin actual ningn pas, por s solo, tiene la fuerza suficiente como para ofrecer una resistencia efectiva a la oligarqua mundial. E incluso si se combinan los esfuerzos de una u otra cultura, o de una u otra comunidad regional que va ms all de las fronteras de un solo pas, las fuerzas no son equivalentes. Slo si toda la humanidad toma conciencia de la necesidad de una oposicin radical alglobalismo, tendremos la oportunidad de hacer eficaz nuestra lucha y de obtener resultados positivos. La accin conjunta no nos obliga a estar luchando por los mismos ideales o a ser solidarios con esas normas que sustituirn a la catstrofe y patologa actuales. Estos ideales pueden ser diferentes, e incluso, en cierta medida, estar en conflicto, pero todos debemos darnos cuenta de que si no somos capaces de estrangular a la oligarqua mundial, todos estos proyectos (cualesquiera que sean) seguirn sin realizarse, y morirn en vano. Y si encontramos la suficiente inteligencia, voluntad, sobriedad y valenta en nosotros mismos para actuar juntos contra la oligarqua mundial en el marco de una Alianza Global Revolucionaria, vamos a tener una posibilidad y una oportunidadabierta no slo para luchar en igualdad de condiciones, sino tambin para ganar. Las diferencias entre nuestras sociedades y sus normativas importarn slo despus de derrocar a la oligarqua mundial. Hasta ese momento las contradicciones entre los proyectos slo jugarn a favor de la oligarqua mundial, actuando segn el principio secular de todos los imperios, el divide y vencers. La revolucin mundial tiene dos aspectos: la unidad de lo que ha de ser destruido, y la multiplicidad de lo que ha de ser aprobado.

    2. La revolucin del siglo XXI no puede ser una simple versin de las revoluciones de los siglos XIX o XX. Las anteriores revoluciones a veces evaluaron correctamente los defectos de los tres regmenes contra los cuales se dirigieron. Pero la perspectiva histrica no permiti darse cuenta de las ms verstiles y profundas races del mal. Junto los ataques contra las caractersticas verdaderamente patolgicas e injustas de la configuracin sociopoltica, el usurpado poder alienado mezclaba elementos histricos y sociolgicos menores e incidentales que no merecan un rechazo tan duro. Las anteriores revoluciones muy a menudo golpeaban el mal, salpicndolo, pero afectandoa otras cosas que, por el contrario, merecan ser preservadas y restauradas. La pura maldad de las fases anteriores se ocultaba, camuflada, y a veces esas revoluciones traan consigo algo del espritu de esas directrices y tendencias que conducen hoy a la tirana global financiera y meditica de la oligarqua. Por otra parte, las revoluciones anteriores en su mayora procedieron a menudo en consonancia con las condiciones locales, e incluso all donde afirmaban ser globales, no posean esamagnitud. Slo hoy existen condiciones maduras para que una revolucin se convierta en algo realmente global. Dado que el sistema contra el que se dirige ya es mundial en la prctica (no slo en proyecto). Otra caracterstica de las revoluciones anteriores fue que presentaron alternativas claras de modelos socio polticos que, en su mayora, a menudo pretendan ser universales. Si nosotros repetimos ese camino ahora, inevitablemente alejaremos de la revolucin a aquellos que ven la norma de otra manera (a travs del prisma de su sociedad, de su historia, de su cultura), y quequieren para ellos mismos un futuro diferente al de otros revolucionarios contra la oligarqua mundial. Por consiguiente, la revolucin del siglo XXI debe ser verdaderamente planetaria y plural en sus objetivos ltimos. Todas las naciones de la tierra deben rebelarse contra el orden mundial existente conjunta y solidariamente, en equipo, pero en nombre de ideales diferentes y con el fin de aprobar normativas diferentes en realidad. Para tener futuro, debemos concebirlo como un complejo

  • ramillete de oportunidades, cuya realizacin est siendo impedida por el actual sistema mundial y laoligarqua global. Si no los aplastamos todos juntos en el nombre de diferentes propsitos y de diferentes horizontes, no tendremos ni ramillete, ni cualquier otro futuro, ni ms de otros futuros. Que cada sociedad luche por su propio proyecto de futuro. La revolucin del siglo XXI slo tendr xito si, dentro de su mbito, todas las naciones luchan contra el enemigo comn en nombre de objetivos diferentes.

    3. Esos espectculos que vemos hoy en las llamadas revoluciones de colores no tienen nada de genuinamente revolucionario en s mismos. Estn organizados por la oligarqua global, son preparados y apoyados por sus redes. Las revoluciones de colores son casi siempre dirigidas contra aquellas sociedades o aquellos regmenes polticos, que activa o pasivamente se resisten a la oligarqua mundial, desafan sus intereses, tratan de mantener cierta independencia en sus polticas, estrategias, asuntos regionales y economa. Por eso, las revoluciones de colores ocurren de forma selectiva, a partir de las redes de los medios de comunicacin desplegados por la lite globalista. Son una parodia de revolucin, y sirven slo para propsitos contrarrevolucionarios.

    4. La nueva revolucin deber orientarse al derrocamiento radical de la oligarqua mundial, a destruir a la lite del mundo, a destruir todo orden de cosas asociado a ella o, ms bien, a controlar el desorden de las cosas. Destruyendo el nervio del mal, liberaremos a la historia de los pueblos y las sociedades del vampiro parasitario, de la oligarqua mundial. Slo esto puede abrir la perspectiva de la construccin de un futuro alternativo. Por definicin propia la revolucin debe ser global. La oligarqua global est dispersa por todo el mundo. Est presente no slo en forma de estructura jerrquica con un centro claramente definido, el ncleo, sino en forma de un neto campo disperso distribuido por todo el mundo. El centro de la toma de decisiones no est necesariamente en el mismo lugar en el que se hallan los centros visibles de la gestin poltica y estratgica de occidente en los EEUU y otros centros del mundo occidental. La especificidad de la lite mundial es que su ubicacin es mvil y flexible, y el centro de toma de decisiones es mvil y disperso. Por lo tanto, es muy difcil golpear el ncleo de la oligarqua mundial centrndose en su fuerte fijacin territorial. Para derrotar a esta red del mal, es necesario erradicar su presencia simultneamente en diferentes partes de la tierra. Por otra parte, es necesario infiltrarse en la propia red, para sembrar el pnico, para quebrarla, para insertar virus y procesos destructivos. La destruccin radial de la oligarqua mundial requiere de las fuerzas revolucionarias el dominio de los procedimientos de redes y estudiar los protocolos de red del globalismo en s. La humanidad debe luchar contra el enemigo en su territorio, porque hoy todo el espacio se convirti en una zona de una u otra manera controlada por el enemigo. Por tanto, la lucha por la destruccin de la lite mundial no slo debe sercomn, sino tambin estar sincronizada en diferentes partes del mundo, aunque asimtrica. Adems,la revolucin en el presente caso implica una estrategia de guerra de guerrillas en un territorio ocupado por el enemigo. En particular, esto significa que la batalla debe ser desplegada tambin en el ciberespacio. La revolucin ciberntica y la prctica de la lucha radical en el espacio virtual deben ser una parte integral de la revolucin del siglo XXI.

    5. De todas las ideologas de los tiempos modernos hasta el presente, slo una sobrevivi, encarnada en el liberalismo o el capitalismo liberal. Es exactamente en esta donde se han concentrado la cosmovisin y la matriz ideolgica de la oligarqua global. Esta oligarqua global es abierta o veladamente liberal.

    El liberalismo cumple una doble funcin: por un lado, sirve como carta filosfica para fortalecer, preservar y expandir el poder de la oligarqua global, es decir, acta como una gua para su polticasglobales en curso; por otro lado, permite reclutar voluntarios y colaboradores de esta lite, y su comitiva, a travs de adhesiones de largo alcance, en cualquier parte del mundo: aceptando el liberalismo, diferentes personalidades los polticos, burcratas, empresarios, comerciantes, intelectuales, la comunidad cientfica, los jvenes en cualquier pas generan automticamente el

  • ambiente en el que se recluta al personal globalista, a travs del cual las redes se establecen, se recoge la informacin, se organizan los centros de influencia, se presiona acerca de transacciones y soluciones para beneficio de las empresas transnacionales, y se llevan a cabo otras operaciones estratgicas para el establecimiento de la dominacin global de la oligarqua mundial.

    Por eso, el principal impacto de la revolucin debe ser sobre los liberales en todas sus expresiones como representantes de la direccin ideolgica, poltica, econmica, filosfica, cultural, estratgica,tecnolgica. Los liberales son la concha bajo la cual la oligarqua mundial se oculta. Cualquier ataque contra el liberalismo y los liberales tiene una gran posibilidad de afectar a partes sensibles dela oligarqua mundial, a sus rganos vitales. La lucha total contra el liberalismo y los liberales es el vector ideolgico principal de la revolucin global. La revolucin debe ser de carcter estrictamenteanti-liberal, porque el liberalismo es exactamente un nudo concentrado del mal. Cualquier otra ideologa poltica puede ser considerada como una posible alternativa, y no hay restricciones. La nica excepcin es el liberalismo, que debe ser destruido, aplastado, derrocado, convertido en algo obsoleto.

    Parte 4. La cada de Occidente: los Estados Unidos como el pas del mal absoluto

    1. Los orgenes de la situacin actual se encuentran profundamente arraigados en la historia de Occidente y en los procesos socio polticos que se desarrollan en esta parte del mundo. La historia de Europa occidental condujo a sus sociedades hasta un punto en el que, gradualmente, el individualismo, el racionalismo, el materialismo, el reduccionismo comenzaron a dominar, y luego, en su base, el capitalismo formado y la burguesa se hicieron triunfantes. La ideologa del liberalismo se convirti en la expresin final de sistema burgus.

    Exactamente esta lnea ideolgica, filosfica, poltica y econmica condujo a la situacin actual. Entiempos de la modernidad, Europa fue la cuna de la civilizacin liberal materialista que se impuso a otros pueblos de la tierra a travs de su poltica imperialista colonial. Al tiempo, se utilizaron las formas ms atroces de coercin: por ejemplo, en el siglo XVI los europeos recrearon la institucin de la esclavitud, que haba dejado de existir haca mil aos bajo la influencia de la tica cristiana. Los europeos recurrieron a esta prctica repugnante en el mismo momento en que Occidente comenz a desarrollar la teora del humanismo, el libre pensamiento y la democracia. La esclavitud,por lo tanto, fue una innovacin del capitalismo y del orden burgus. El sistema burgus se instal en las colonias europeas, en algunas de las cuales obtuvo su expresin ms consistente y viva, llevando el conjunto democrtico-burgus hasta su final lgico. Los Estados Unidos de Amrica, unestado colonial basado en la esclavitud, el individualismo, el egosmo, el dominio del dinero y de los bienes materiales, se convirtieron en la corona de esta civilizacin occidental burguesa de la era moderna. Poco a poco, las antiguas colonias europeas se convirtieron en un centro independiente depoder y, a mediados del siglo XX, se convirtieron en el centro de toda la civilizacin occidental, el polo del sistema capitalista mundial. Tras el fin de la Unin Sovitica, los EEUU se quedaron sin el equilibrio del bloque socialista, convirtindose en el centro del sistema burgus global. Eso es exactamente la lite estadounidense que, en su mayora, se fusion estrechamente con la oligarqua mundial, identificndose prcticamente con ella. Y a pesar de que la oligarqua mundial es ms amplia que la clase poltica estadounidense, ya que tambin incluye a la oligarqua europea y a las lites burguesas parcialmente occidentalizadas de otras partes del mundo, los Estados Unidos se convirtieron en la columna vertebral del moderno orden mundial global. El poder militar estadounidense es un factor estratgico fundamental en la poltica mundial, el sistema econmico estadounidense es un modelo para el resto del mundo, el sistema estadounidense de medios de comunicacin en realidad coincide con una red global, los clichs culturales estadounidenses son imitados en todo el mundo, la tecnologa estadounidense est por delante de todos los dems desarrollos tecnolgicos. En tal situacin, la poblacin de los propios Estados Unidos en s misma desempea un papel de rehn pasivo, controlada por la lite global utilizando las herramientas de la

  • nacin norteamericana para implementar sus objetivos globales. Estados Unidos es un golem gigantesco controlado por la oligarqua. Estados Unidos encarna el espritu de tal orden de cosas, lo que plantea una catstrofe inminente en s mismo, es una expresin del mal, la injusticia, la explotacin opresiva, la alienacin y el imperialismo colonial.

    2. Los Estados Unidos y sus polticas alrededor del mundo son un autntico azote y un factor esencial para defender y consolidar el orden de cosas existente. Todas las tendencias catastrficas denuestro tiempo vienen de all.

    a. La economa estadounidense se basa en el predominio del sector financiero, que reemplaz completamente el valor de la produccin, del capitalismo industrial clsico, por no hablar de la agricultura. La gran mayora de los ciudadanos estadounidenses est empleada en el sector terciario de servicios, es decir, no produce nada en concreto. El parasitismo financiero de los Estados Unidosse aplica a todo el planeta porque el dlar, impreso sin ningn tipo de limitacin por el Sistema de la Reserva Federal, es una moneda de reserva en un modelo de mundo global. La economa mundiales norteamericano cntrica y trabaja para los Estados Unidos, independientemente de si tal economa es eficaz o no.

    b. Unido a esto, Estados Unidos consume el mayor porcentaje de reservas mundiales de recursos per cpita, contaminando la atmsfera con residuos txicos y miles de millones de toneladas de desechos. Estados Unidos agota los recursos del resto del mundo y establece (a travs del control estratgico militar, diplomtico y econmico sobre los proveedores) un precio por ello, del cual los Estados Unidos se benefician.

    Exactamente este modelo de hegemona mundial de los EEUU crea un fuerte desequilibrio en la economa mundial, injusticia y explotacin, y se acerca al inevitable colapso de los recursos. Junto aeso, en la distribucin de los recursos naturales los EEUU se guan nicamente por sus intereses nacionales, lo que a su vez genera pre-requisitos de inminentes desastres.

    c. La sociedad estadounidense ha ido ms lejos que ninguna otra sociedad occidental en el camino de la atomizacin, la individualizacin y la ruptura de los vnculos sociales. Construida por inmigrantes de diferentes pases, la sociedad estadounidense inaugur el comienzo de la identidad individual. Divorciado de un colectivo especfico, de sus races, al modelo europeo occidental se le permiti desarrollarse en el territorio de las Amricas en condiciones puramente de laboratorio. La sociedad estadounidense no slo desintegra gradualmente a los individuos, es que estaba compuestaoriginalmente por ellos. Es por eso que ah el individualismo ha alcanzado su umbral lgico, y la sociabilidad (incluyendo el socialismo) tuvo una expansin mnima en comparacin con el resto de los pases occidentales (por no mencionar a los del Este).

    d. Eso es exactamente Estados Unidos, el lugar donde el proceso de individuacin ha llegado a sus lmites extremos y los ha superado, en direccin a experimentar con el fin de establecer seres post-humanos. Los xitos de los cientficos estadounidenses en la esfera de la clonacin, en ingeniera gentica y en los experimentos en desarrollos hbridos permiten sugerir que un da seremos testigos del fenmeno de la aparicin de seres poshumanos.

    e. La sociedad estadounidense se bas principalmente en la mezcla de culturas, naciones y grupos tnicos, bajo el principio del melting pot [2]. La ausencia de lazos tnicos orgnicos era su especialidad. Extendiendo su influencia por el resto del mundo, los EEUU tambin estn promoviendo este principio cosmopolita, convirtindolo en una norma universal. Adems, los EEUU actan como la fuerza principal, privando a un pas tras otro de su derecho a la soberana nacional, introducindose en otros territorios siempre que resulte conveniente a sus intereses. Tales fueron los casos de las invasines de las fuerzas armadas de Estados Unidos y de otros pases de la

  • OTAN, siguiendo la poltica de Estados Unidos, en Serbia, Afganistn, Irak, Libia, etc. Son exactamente los EEUU quienes juegan un papel fundamental en la promocin del cosmopolitismo yla prdida de soberana de las naciones y los estados.

    f. Los medios de comunicacin del mundo, en cuya conciencia se encuentra la creacin de la absolutamente falsa imagen virtual del mundo, establecida en inters de la oligarqua mundial, son en su mayora norteamericanos y representan una continuacin de los medios de comunicacin de Estados Unidos. Actuando en inters de la lite mundial global, basan sus sistemas en la red de informacin de Estados Unidos. En la sociedad norteamericana sus propias masas de poblacin son extremadamente ignorantes y faltas de cultura, lo que se combina con la ingenuidad y la confianza en las nociones totalmente falsas e inventadas que se distribuyen a travs de la industria del entretenimiento, los medios de comunicacin y otros medios. Los EEUU propagaron este estereotipo de ignorancia, la representacin de dibujos animados del mundo, de la sociedad, de la historia, etc., en combinacin con ciertas habilidades y competencias tecnolgicas, a las sociedades que se hallan en su zona de influencia. El sistema norteamericano de conocimiento, centrado exclusivamente en los intereses pragmticos y materiales, basado en la explotacin de los intelectuales, casi en su totalidad inmigrantes de otros pases, representa la culminacin de la distorsin de la esfera del conocimiento en beneficio de la propaganda, lo pecuniario y los beneficios utilitarios.

    g. Los estadounidenses tienen una idea concreta de progreso, creen en el crecimiento ilimitado de susistema econmico, confan en el futuro, el cual desde su punto de vista debe ser americano. La mayora de ellos cree sinceramente que la expansin del american way of life [3] para toda la humanidad es una verdadera bendicin, y se quedan perplejos cuando se encuentran con una cara derechazo o una reaccin completamente diferente, con una reaccin negativa (sobre todo cuando la difusin de esta forma de vida se acompaa de una invasin militar y del exterminio en masa de la poblacin local, el desarraigo violento de las costumbres tradicionales y religiosas, y otras delicias de la ocupacin directa). Lo que los americanos llaman progreso, democratizacin, desarrolloy civilizacin, es en realidad una degradacin, una colonizacin, una degeneracin, una depravada y paradjica forma peculiar de dictadura liberal.

    No es exagerado decir que los Estados Unidos son como un bastin del liberalismo militante, una encarnacin visible de todo el mal que aqueja a la humanidad hoy, un poderoso mecanismo que conduce constantemente a la humanidad a la catstrofe final. Es el imperio del mal absoluto. Y los rehenes y las vctimas del desastroso rumbo del imperio no son slo todas las otras naciones, sino tambin los estadounidenses comunes, no diferentes del resto de las naciones conquistadas, esquilmadas, privadas y perseguidas en esta masacre.

    3. Es significativo que los smbolos nacionales de los Estados Unidos sean un conjunto de detalles siniestros. La Estatua de la Libertad reproduce a la diosa griega del infierno, Hcate, y su antorcha, que la gente desea ilumine la noche, hace referencia precisamente a que este es un pas de la noche. El signo del dlar copia las columnas de Hrcules, las cuales, segn los antiguos griegos, delimitaban la zona habitable del Mediterrneo, ms all de la cual se hallaba el mundo del infierno ocenico, el rea de los titanes, de los demonios, y de aquella que se hundi por causa de su orgullo,su materialismo y su corrupcin, la Atlntida; pero, en lugar de la inscripcin Nec plus ultra (Nada ms all) que se hizo en la gida, uniendo las columnas, los estadounidenses pusieron la inscripcin Plus Ultra (ms all), rompiendo por lo tanto, una prohibicin simblica y justificando moralmente la construccin de su civilizacin infernal. La pirmide masnica en el escudo de los Estados Unidos no tiene la parte superior, lo que significa una sociedad sin una jerarqua vertical, separada de su fuente celestial. No menos inquietantes son otros smbolos. Estos son los detalles, que pueden ser tratados de manera diferente, pero sabiendo el importante papel quejuegan en la cultura humana, no debemos descuidar esos significativos caracteres.

  • 4. Los EEUU conducen a otras sociedades a la ruina. Y ellos mismos perecern. Al mismo tiempo, la escala de procesos catastrficos es tal, que sera ingenuo esperar que alguien en esta situacin fuera capaz de zafarse en solitario del poder destructivo del dolo. La cuestin no es simplemente empujar al dolo, sino empujarlo hacia ese lugar que sea seguro para nosotros. Que no nos aplaste. La Torre de Babel norteamericana est destinada a colapsar, pero es muy probable que bajo sus escombros sean sepultados todos los dems pases. Los EEUU se han convertido en un fenmeno mundial hace mucho tiempo, no son un separado pas.

    Por lo tanto, la lucha contra los Estados Unidos no puede tener el carcter de esas guerras histricas que se libraron entre unos Estados contra otros (o entre coaliciones de estados). Los Estados Unidosson un fenmeno planetario, global, y por lo tanto la lucha eficaz en su contra es slo posible si se lleva a cabo simultneamente en todo el mundo, incluido el propio territorio de los Estados Unidos, en el que, como en otros, estn presentes las fuerzas revolucionarias no conformistas, que estn categricamente en desacuerdo con el rumbo de los Estados Unidos, el mundo capitalista y el Occidente global.

    Estas fuerzas revolucionarias dentro de los EEUU pueden ser los ms diversos grupos, tanto derechistas como izquierdistas, personas de diferentes orientaciones religiosas y tnicas. Y deben ser consideradas como un valioso segmento del frente revolucionario planetario. Hasta cierto punto,todos estamos hoy en el imperio estadounidense, ya sea directa o indirectamente, y an se desconoce si es ms fcil y ms seguro luchar contra l en la periferia, en los pases que an no se hallan formalmente bajo el control directo de Estados Unidos. El conjunto de la oligarqua mundial,casi siempre al mismo tiempo compuesta por los agentes de la influencia estadounidense, liberales velados o reconocidos, alerta acerca de las manifestaciones de inconformismo en todas las regiones del mundo. Y con la proliferacin de medios de localizacin y la capacidad de almacenamiento, procesamiento de la informacin y seguimiento total de las transmisiones, ir tras cualquier elementosospechoso en cualquier parte del mundo es ya un problema fcil de resolver, y maana ser un proceso habitual. Es importante entender que vivimos en una Norteamrica global, y en este sentido, los que se oponen a los Estados Unidos y a la hegemona estadounidense, as como a la oligarqua mundial desde el exterior, no difieren mucho de los que estn contra el mismo enemigo desde dentro. Todos estamos estrictamente en la misma situacin.

    5. La identificacin de los Estados Unidos con el ncleo del mal en el mundo, los polos de los procesos catastrficos que inevitablemente conducen a la humanidad y al sistema mundial a la muerte, es la base para que todas las fuerzas que se oponen al statu quo se unan en un nico frente planetario global anti-estadounidense. Se debe crear un movimiento de todo el gnero humano, una red, una estructura que una a todos los que quieren el final de los EEUU y estn listos para poner final mismo. Esta cuestin no es relativa al pas, sino al principio. No se trata del estado, sino del ncleo estructural de una red global de sometimiento, sumisin, engao y parasitismo. No se trata de las masas, sino de las elites oligrquicas globales que las controlan. Hoy en da EEUU es responsable de todo. Y por lo tanto debe ser destruido como fenmeno histrico, poltico, social, militar y estratgico. Pero, cmo se puede lograr esto a pesar de que en el campo militar, el de las finanzas, la tecnologa, la economa, en la agresiva expansin cultural, los Estados Unidos son ahora el lder indiscutible, y otros pases, incluso crticos con los Estados Unidos, no slo pierden en todos los aspectos, sino que tienen miedo incluso a una confrontacin directa, tericamente concebible, con el monstruo planetario agonizante, que an conserva su poder destructivo? Est claro que el enfrentamiento frontal directo no va a resolver este problema. La guerra con los Estados Unidos debe llevarse a cabo en un nivel diferente, de acuerdo a nuevas normas y utilizando nuevas estrategias, tecnologas y mtodos

    Parte 5. Prctica de Guerra

  • 1. La oligarqua global utiliza los conflictos a su conveniencia, divide e incita a sus enemigos unos contra otros. Participa en las guerras de agresin, las provoca y seguir actuando de esta manera en el futuro. La pregunta no es luchar o no luchar, ya que nos veremos obligados a luchar en cualquier caso. Hoy es ms importante preguntarse cmo luchar? y con quin?. La guerra es una parte irrevocable de la historia humana. Todos los intentos de evitarla en la prctica slo provocaron nuevas guerras, cada vez ms violentas que las anteriores. Por lo tanto, el realismo nos obliga a tratar la guerra de manera ecunime e imparcial. La humanidad hizo guerras, las hace ahora y las har hasta el final. La mayor parte de las profecas religiosas sobre el futuro lo describen en los trminos de una batalla final. Por consiguiente, la guerra debe ser entendida como un entorno socio-cultural de la existencia humana. Es inevitable y esto debe darse por sentado. Las guerras desgarran a la humanidad, pero en cada ocasin tenemos que aprender a analizar correctamente las fuerzas que participan en la guerra. Este anlisis cualitativo cambia bajo las circunstancias actuales. Las guerras anteriores se libraron entre grupos tnicos, o entre religiones, entre imperios, entre estados nacionales, entre bloques ideolgicos en el siglo XX. Hoy en da lleg una nueva era de la guerra, en la que la protagonista es siempre la oligarqua mundial llevando a cabo sus planes, ya seacon el uso directo de las fuerzas estadounidenses y las tropas de la OTAN, u organizando conflictos locales, de tal manera que su escenario sea consecuente con los intereses de esta lite indirectamente. En algunos casos los conflictos, las guerras y los disturbios son provocados con la participacin de muchos grupos, ninguno de los cuales representa los intereses de la oligarqua mundial directamente; se trata entonces de una situacin de caos controlado, manipulacin con la que proceden los estrategas estadounidenses desde los aos 80. En otros casos, la oligarqua mundial apoya simultneamente a las dos partes en conflicto, manipulndolas en su favor. El correcto anlisis de la guerra moderna se reduce por lo tanto a definir el algoritmo de comportamiento, y a sealar los objetivos tcticos y estratgicos de la oligarqua mundial y del estado estadounidense en cada caso particular. Este tipo de anlisis requiere un nuevo mtodo basado en una conciencia revolucionaria y global. Participando en la guerra u observando la guerra, siempre debemos tratar de entender su estructura oculta y su verdadera naturaleza, relativa a lo que es inherente en el programa de conflicto del gobierno mundial y de la lite planetaria. Es decir, este elemento es el causante de la prctica totalidad de las guerras de hoy, con la ayuda del cual la oligarqua mundial mantiene y refuerza su posicin dominante, tratando de retrasar su final.

    2. Un frente anti-estadounidense en condiciones para librar la nueva guerra, debe en primer lugar tener como ncleo el correcto anlisis de las fuerzas antagnicas, y de los intereses de la oligarqua mundial ocultos detrs, y en segundo lugar, debe dominar las habilidades para reorientar las acciones militares contra el verdadero culpable de cualquier conflicto moderno, en contra de la oligarqua mundial en s misma, del entorno liberal, de la influencia de la red de agentes estadounidenses y otros cmplices. Hoy en da no hay ya ms agresores y vctimas, intereses nacionales o competiciones por la fuerza acumulada, razones que explican las guerras del pasado. El carcter de las guerras del siglo XXI es el de episodios de una nica guerra civil global, la insurgencia y las operaciones de respuesta simtricas por parte del gobierno mundial. Un frente anti-estadounidense, por su propia existencia, debe servir como un mecanismo para la reorientacin de cualquier conflicto militar intermitente hacia su verdadero propsito y sus culpables reales, los EEUU, el globalismo y sus estructuras.

    3. Las nuevas condiciones exigen que mejoremos las habilidades de lucha clsica, as como el dominio de los nuevos territorios de la guerra, incluyendo la red, las zonas cibernticas, virtuales. Eldominio de estas reas es la cuestin ms importante para el frente anti-estadounidense, debido a que el rea de la red virtual permite utilizar eficazmente formas asimtricas de operaciones militares.

    Si el poder militar en el sentido de las formas tradicionales de armamento, convierte los recursos de

  • la jerarqua global y sus herramientas, EEUU y OTAN, en incomparables y muy superiores a todo el poder de los potenciales adversarios, y en este aspecto de la confrontacin directa difcilmente haya una oportunidad para vencer, en lo que respecta al rea de la guerra en la red y las ciber estrategias son decisivos otros factores. No menor es el papel desempeado por la creatividad, las formas no convencionales de pensamiento, la inventiva y la capacidad de actuar ms all de lo convencional. En el ciberespacio, en ciertos aspectos las fuerzas de la oligarqua mundial y las de lacontra-lite revolucionaria pueden equipararse al menos temporalmente: en el marco de un rea, zona o tecnologa recin abierta, sobre todo al principio, la creatividad de los individuos aislados es comparable a la de las principales dotaciones presupuestarias de las corporaciones transnacionales. Algo como un sitio web personal, o como una bitcora de un solitario con talento, puede atraer pblico y tener un impacto comparable al de la fuente oficial de informacin gubernamental de un pas o de un medio a gran escala financiado por recursos globalistas. Dominando las estrategias de red, es posible librar una excelente y dinmica guerra ciberntica contra la oligarqua mundial, incluyendo virologa, trolling revolucionario, flaming, flooding, correo basura y el uso de bots [4], yestrategias virtuales y de usuarios tteres. En este sentido, el frente anti-estadounidense de la contra-lite global necesita tanto de entrenadores militares y veteranos de conflictos a la manera clsica, como tropas de hackers, programadores, administradores de sistemas o figuras individuales de la red de resistencia global. Toda la realidad es ahora un campo de batalla, tanto la ubicada fuera de lnea, como la relativa a las zonas virtuales. Tenemos que estar preparados para llevar una guerra total global, ampliando la zona de operaciones de combate a todos los niveles actuales desde el comportamiento comn, los estilos de vida, la moda, el trabajo y el ocio, hasta la ideologa, los flujos de informacin, la tecnologa, las redes y los mundos virtuales. Debemos tratar de infligir el mximo dao a la oligarqua mundial y a los intereses de EEUU y la OTAN en todos los niveles disponibles personal, militar, econmico, cultural, informativo, de red, ciberespacial, etc. El enemigo debe ser atacado tanto frontalmente como sigilosamente. En cualquier punto donde flameen las llamas de la resistencia a la globalizacin, la expansin estadounidense y la dominacinde la oligarqua mundial, deben concentrarse los esfuerzos globales del frente planetario anti-estadounidense, dando apoyo a los rebeldes, en el mantenimiento de la informacin, en la asistenciamilitar, en la realizacin de todo tipo de acciones dirigidas a infligir el mximo dao a la oligarqua mundial moral, fsico, de informacin, imagen, ideolgico, material, econmico, etc.

    4. La contra-lite global revolucionaria debe actuar por cualquier medio, dependiendo de la situacin. En circunstancias militares por medios militares, bajo circunstancias de paz, como stas se den. Debe quedar claro: estamos lidiando con un sistema de terror liberal ilegtimo, un sistema poltico creado por una junta canbal de manacos internacionales, que ilcitamente tom las palancas del control mundial, conduciendo a la humanidad a la muerte. Si aceptamos sus reglas, se nos garantizan la esclavitud, la humillacin, la degradacin, la disolucin y la muerte prxima. La situacin actual no es slo una condicin temporal, que carga con detalles desagradables y costos vejatorios; se trata de un diagnstico fatal: la continuacin de las tendencias actuales no es compatible con la vida. En tal situacin, para nosotros no hay ninguna ley, obstculo, actitud moral y cdigo de conducta. Al respecto hablaremos slo despus de la destruccin de esa obscena camarilla mundial de oligarcas y sus mercenarios internacionales. Por lo tanto, en la lucha contra el sistema cualquier medio est justificado para alcanzar el fin. Debemos comprender claramente que el poder de la oligarqua mundial no puede ser considerado una ley, y su configuracin y las autoridades de poder que cooperan con ella son colaboradores ilegtimos. La nica ley es la lucha revolucionaria mundial por un cambio radical en el curso de la historia humana. Slo esta guerra es legtima, justa y moral. Slo sus normas y sus propsitos estn justificados y son dignos de respeto. Cualquier persona que no est involucrada en el lado de la Revolucin en esta guerra, ayuda ya con este simple hecho a la oligarqua mundial a mantener y fortalecer su poder. La ley de la sociedad mundial moderna es el desorden, todas las proporciones estn invertidas. Y por el contrario, lo nico legtimo ahora es la revuelta, la resistencia, la lucha contra el statu quo, tratando de arreglar su despotismo en trminos reales. Mientras que el poder est en manos de la oligarqua mundial, no

  • tenemos que cumplir otra ley que las leyes de la guerra y de la revolucin. Sin embargo, la oligarqua mundial en s domina basndose en lo nuevo, provoca conflictos y trata de manipularlos. En tales circunstancias, lidiamos con ladrones ilegales y manacos, matarlos es el deber de toda persona normal, consciente de su dignidad de especie. La guerra es nuestra patria, nuestro elemento,nuestro entorno natural, nativo, en el que tenemos que aprender a existir de manera eficaz y victoriosa.

    Parte 6. La estructura de la Alianza Global Revolucionaria

    1. El objeto de la nueva revolucin mundial debe ser la contra-lite global. Esta contra-elite est destinada a formar la Alianza Global Revolucionaria (GRA) como cristalizacin de los esfuerzos delas actividades revolucionarias perturbadoras subversivas planetarias encaminadas a la demolicin del actual sistema mundial global y al derrocamiento del poder de la oligarqua mundial y su squito. Esta Alianza Global Revolucionaria debe ser una nueva clase de organizacin, adecuada a las condiciones del siglo XXI. Ni un partido, ni un movimiento, ni una orden, ni una logia, ni una secta, ni una comunidad religiosa, grupo tnico o casta como formas colectivas de pocas anteriores pueden servir como modelo para su estructura. La Alianza Global Revolucionaria debe ser una estructura en red sin un nico centro de control, o un conjunto fijo de miembros permanentes, ni un grupo de mando, o una clase dirigente permanente, o un modelo de accin bien definido. La Alianza Global Revolucionaria debe ser espontnea, orgnicamente inscrita en la lgica de los procesos globales, nunca planificando por adelantado y sin atarse a un determinado tiempo o lugar. Slo una presencia mvil proporcionar una alianza eficaz e inmune contra el sistema opresor mundial planetario y su polica. Las actividades de la Alianza deben basarse en la comprensin de una serie de principios comunes, objetivos de lucha, identidad del enemigo, reconocimiento del statu quo como catastrfe intolerable y que requiere ser destruido totalmente, ascomo la comprensin de las causas de esta situacin, las etapas de su desarrollo, y los procesos instrumentales que la hacen posible y real. Todo el que entienda esto es un miembro de la Alianza Global Revolucionaria, cualquiera que no acepte la situacin actual y que est dispuesto a actuar de acuerdo con esta percepcin. Es por eso que la Alianza Global Revolucionaria debe ser policntrica.No debe tener un nico centro territorial, nacional, religioso o de otro tipo. La alianza debe funcionar en todas partes, sin consideracin de fronteras, razas y religiones, sobre la base de la conviccin interna y suscitando espontneamente oportunidades. La ausencia de estrategia general es exactamente el eje de la estrategia revolucionaria, y no estar sujeta a un espacio neurlgico jerrquico central fijo, el modelo predominante de su funcionamiento. La Alianza Revolucionaria Mundial debe estar en todas partes y en ninguna, debe llevar a cabo sus actos rebeldes siempre, y nunca en un momento fijo. La Alianza Global Revolucionaria debe aparecer justamente cuando y donde la oligarqua mundial menos lo espera. En esto, la Alianza Global Revolucionaria debe parecerse a la accin performativa de la vanguardia, a la prctica del budismo zen o de un juego emocionante, el juego con el trasfondo del fin de la humanidad. Las reglas de este juego pueden cambiar fcilmente en el curso de su desarrollo; los jugadores pueden cambiar su rostro, identidad, historia personal y otras caractersticas individuales (incluida la residencia y la documentacin). La Alianza Revolucionaria Mundial debe provocar un fallo del sistema, un corto circuito en el funcionamiento de la jerarqua mundial y de su sistema establecido. Es imposible llevar esto a cabo de una manera bien planificada, preparada y modelada; la oligarqua mundial lo descubrira inmediatamente y tomara medidas preventivas. Es por eso que debemos actuar a partir de un enfoque basado en una completa imprevisibilidad, combinando acciones heroicas personales con acciones colectivas en todos los segmentos de la realidad.

    2. La Alianza Global Revolucionaria debe ser deliberadamente asimtrica podra potencialmente formar parte de estados, fuerzas sociales, partidos polticos, movimientos, grupos, o simples individuos. Todo lo que se opone real o moderadamente, frontal o tangencialmente al poder de la oligarqua mundial, debe considerarse como un territorio de la Alianza Global Revolucionaria.

  • Dicho espacio puede ser condicional o concreto, nacional o ciberntico, natural o de red.

    a. Si un pas cualquiera del mundo grande o pequeo acta contra la dominacin global de Estados Unidos, la OTAN, el Occidente global y el sistema financiero liberal mundial, entonces esteestado debe ser considerado como parte de la Alianza Global Revolucionaria y ayudado en todos lossentidos, independientemente del hecho de que compartamos los valores de dicho estado, de que susgobernantes sean atractivos o repulsivos, de que su sistema actual sea justo o corrupto. Nada debe impedirnos apoyar a tal estado como un pasivo en el actual balance mundial de poderes. La crtica, el denigramiento y la demonizacin de tal estado pueden ser nada ms que propaganda negra de las lites globales para desacreditar a sus oponentes. La Alianza Global Revolucionaria prohbe categricamente a sus partidarios y participantes cualquier crtica de los regmenes anti-estadounidenses, e incluso de aquellos pases cuyas polticas difieren significativamente, por lo menos en algunos aspectos, de la estrategia de la lite global. Aquellos que caen en la trampa de desinformacin total del sistema mundial y creen las insinuaciones dirigidas contra tales regmenes antiamericanos, merecen desprecio. No podemos excluir que se trate de provocadores que intentan dividir las filas de la contra-lite. La observacin de esta regla o su violacin puede ser una causa probable para determinar la adecuacin o inadecuacin de aquellos que pretendan participar en la Alianza Global Revolucionaria.

    b. El mismo principio se aplica en el caso de evaluar movimientos, partidos, organizaciones religiosas, nacionales y polticas. No importa lo que estn pidiendo, si sus metas estn bien o mal, sinos gustan o disgustan sus lderes, si estn o no claros sus valores, sus actitudes, motivaciones y objetivos. Lo importante es otra cosa: si luchan contra los Estados Unidos y la oligarqua mundial, si destruyen el sistema existente, o si por el contrario lo sostienen, sirven y ayudan a su funcionamiento. En el primer caso, son considerados automticamente como elementos de la Alianza Revolucionaria Mundial; en el segundo, caen en el campo del mal mundial y de los satlitesde la oligarqua global, y en ese caso no deben esperar ninguna piedad ni condescendencia. Especialmente el criterio de orientacin en caso de discordia debera ser distinguido aqu: aquellos movimientos, partidos polticos, grupos religiosos y otras asociaciones, que anteponen la confrontacin y la competencia con otros movimientos del mismo nivel por encima del imperativo de la oposicin a la oligarqua mundial, son cmplices indirectos de esta oligarqua y sus instrumentos inconscientes. La oligarqua global incita maliciosamente a un grupo contra otro para distraer a ambos de su lucha contra la misma. Es por eso que slo aquellos grupos (los grandes, como portadores de una religin particular mundial, y los pequeas, como las asociaciones independientes de ciudadanos en una plataforma comn) deben ser clasificados para la Alianza Global Revolucionaria, los que son claramente conscientes del hecho de que en cualquier confrontacin local y regional el enemigo principal est a menudo oculto, ya que se trata de la oligarqua mundial, y que para derrotarlo, si es necesario, deben unirse incluso a sus peores enemigos (a nivel local), si tambin stos estn en contra de dicha oligarqua.Aquellos que desafan este principio juegan en manos de la oligarqua mundial, y pueden ser culpados por ello con todos los motivos. En este mbito tampoco se puede confiar en el mundo de los medios de comunicacin, que desacreditan a ciertas organizaciones polticas, nacionales, ideolgicas o religiosas que compiten con la oligarqua mundial: seguramente toda la informacin acerca de las mismas ser falsa, y confiar en ella debe considerarse un error, si no un crimen. Aquellos que son denigrados por los medios de comunicacin globales, son casi con toda seguridad en su mayora grupos y movimientos polticos, religiosos, ideolgicos y sociales meritorios que merecen el apoyo de la Alianza Global Revolucionaria.

    c. Lo mismo debe aplicarse a individuos en solitario, que mantienen una posicin de rechazo a la oligarqua mundial o son crticos con la misma. Estos ya son miembros de la Alianza Global Revolucionaria a su manera, sean o no conscientes de ello, lo declaren o escondan, lo confiesen o nieguen. No es necesario exigir una posicin clara a tales personas: por razones tcnicas, en ciertas

  • situaciones eso sera una desventaja para ellos (por lo tanto, para todos nosotros). Slo es necesario evaluar el dao que causan en la prctica a la oligarqua global y proceder segn eso. Es absolutamente irrelevante un programa categrico para aquellos que estn luchando. Pueden ser cercanos a nosotros, y pueden ser completamente ajenos. Es necesario evaluar a estas personas por el alcance y la eficacia de su resistencia, de su subversin, por su nivel de destruccin del actual statu quo. Si este nivel es grande, merecen un apoyo total e indudable. Y de nuevo en este caso seraun error, e incluso un crimen, tener en cuenta la informacin denigrante que se produce en contra deellos por parte de los medios globales y de sus satlites nacionales. Si la oligarqua mundial pone a una persona en particular en la lista negra, la Alianza Global Revolucionaria simplemente debe apoyarlo. La mayor parte de lo que se alegue contra esta persona ser una falsedad deliberada desdeel principio hasta el final. Pero esto no importa si todas las insinuaciones globalistas fueran la puraverdad, eso no cambiara nada vivimos bajo una ley marcial y un hroe es aquel que es capaz de infligir el mximo dao al enemigo, pero no alguien que tiene una moral ejemplar u otras cualidades que son cruciales para la estimacin social en tiempos de paz. Un revolucionario tiene supropia moral: la eficacia y el xito de su lucha contra el principal despotismo mundial.

    3. Sean cuales fueren los motivos por lo que ciertos poderes rechazan el statu quo y desafan a la oligarqua, la globalizacin, el liberalismo y los EEUU, en todo caso tales poderes deberan ser trados hasta la alianza. o dems se decidir despus de la victoria sobre el enemigo y el colapso de la nueva Babilonia. Este es el principio ms importante que debe ser tomado como base de la Alianza Global Revolucionaria.La oligarqua global basa su poder en el hecho de que los proyectos de las fuerzas revolucionarias alternativas difieren de una zona a otra, de una sociedad a otra, de una confesin -o incluso dentro de lneas confesionales- a otra, de un partido a otro, y por ltimo, de un actor a otro. Estas contradicciones en las metas relajan al mximo el campo de los opositores al statu quo, y por lo tanto crean las condiciones para un nico dominio de la elite mundial. Este principio es exactamentela columna vertebral estratgica de su desptico y exitoso poder. Se ha observado repetidamente que incluso dbiles intentos de unir a diferentes partidos, movimientos, grupos tnicos, estados o incluso individuos aislados en la plataforma general anti-globalista y anti-oligrquica, provocan unareaccin histrica de la oligarqua mundial y sus aliados, represiones sin motivo, medidas preventivas para erradicarlos y prevenirlos, e incluso para romper los trminos y condiciones de tales intentos. Refirindonos a este tema de la creacin de la Alianza Global Revolucionaria, ignorando las diferencias en los objetivos sobre la base de la unidad ante un enemigo comn la oligarqua mundial, los EEUU y el Occidente planetario, y el capitalismo financiero-, golpeamos el punto ms vulnerable del sistema existente, rompemos y abrimos su cdigo, socavando la base de su estrategia imperial, que consiste en el juego de las contradicciones internas de las diferentes fuerzas. La historia del siglo XX demuestra que cualquier asociacin basada en objetivos comunes, incluso la ms masiva (como lo fue en el caso del sistema mundial del comunismo y de los partidos comunistas operando prcticamente en todos los pases del mundo) tiene su propia barrera restrictiva y no puede ir ms all de un cierto lmite. Y el colapso del socialismo mundial est relacionado con eso: habiendo unido a todos los posibles en torno a iniciativas anticapitalistas con metas positivas claramente definidas, con configuraciones dogmticas habiendo restringido otras interpretaciones, los comunistas agotaron todos los recursos revolucionarios del marxismo, pero no reunieron la masa crtica necesaria para una verdadera victoria sobre el capitalismo. Fuera del movimiento marxista quedaron ardientes estratos de movimientos nacionales, religiosos, conservadores, que eran igual de intransigentes con respecto al capitalismo global, pero que no compartan la especfica utopa comunista. Aprovechando esta divisin, Occidente fue capaz de derrotar al bloque sovitico. Este destino debe ser tenido en cuenta muy seriamente por los revolucionarios del siglo XXI. Si seguimos insistiendo en un acuerdo basado en una unidad de propsitos como alternativa a la catica oligarqua global y a la dominacin mundial de los EEUU, estamos condenados al fracaso inevitable y nosotros mismos estaremos dejando en manos del enemigo el arma de nuestra victoria sobre ellos.

  • 4. La Alianza Global Revolucionaria debe ser alimentada por el espritu de la libertad y la independencia en primer lugar, y slo despus debe buscar recursos materiales para la realizacin de las operaciones y proyectos particulares. Nunca comenzar a partir de una cuestin de recursos. Se debe partir de la voluntad. Este es el sentido de la dignidad humana. Esta es la regla ms importante para el desarrollo de la Alianza Global Revolucionaria. Su centro debe ser el espritu. Hay situaciones en las que uno no puede hacer frente a las circunstancias externas, a las fuerzas de la naturaleza, al poder del destino. A veces uno se enfrenta con obstculos imposibles de superar, que estn por encima de l.Pero la esencia de lo humano reside en el hecho de que, aun admitiendo la fuerza bruta o la presin de las circunstancias, uno puede moralmente admitir o no admitir lo que est sucediendo, puede decir s o no a las circunstancias. Y si dice no, con ello sentencia las circunstancias con su veredicto decisivo, preparando as la base para sus nuevas propuestas (solucines? resoluciones?).Estando en desacuerdo con el mundo objetivo, el espritu humano con su desacuerdo ya lo cambia, e incluso si las consecuencias de su veredicto no llegan de una sola vez o no llegan en ningn caso, nunca son letra muerta. Es exactamente el espritu el que dirige la historia, la sociedad y la vida humana. Cualquier riqueza material, cualquier potencialidad sin la complicidad del espritu, la voluntad y la aprobacin moral ser intil e impotente. Conocemos ejemplos donde civilizaciones enteras niegan a las cosas materiales el derecho a ser consideradas valores verdaderos, y por el contrario, coloquan los verdaderos valores dentro de la esfera espiritual, en el mundo de la contemplacin, de la divinidad, de la fe, del ascetismo. A la inversa, la presencia de la eleccin moral ser capaz de hacer de una completa falta de recursos y de medios en su contra, la construccin de un imperio sin fin con un capital mnimo de partida, cubriendo una vasta rea de existencia material. El espritu humano puede hacer cualquier cosa. Es por eso que la Alianza Revolucionaria Mundial debe estar lista para comenzar su lucha contra la oligarqua global desde cualquier punto desde el individuo aislado, el pequeo grupo de personas, los movimientos, el partido, y as hasta los confines de las comunidades religiosas, las sociedades enteras, las naciones ylas civilizaciones. Se puede entrar en batalla no teniendo nada en absoluto, a partir de un juicio negativo de la situacin actual y un radical descontento e insatisfaccin con lo que est sucediendo. Y se puede confiar en las estructuras existentes a cualquier escala. Los recursos para la ejecucin delas actividades revolucionarias globales, para una guerra total planetaria deben provenir de todas partes, no importa cules sean su origen o destino. Aqu cabe todo armas grandes y pequeas, tradicionales y nuevas tecnologas, infraestructuras de estados enteros o plataformas internacionales, la creatividad de los individuos aislados que heroicamente se unen a la lucha contrala bestia oligrquica mundial. Slo el espritu mueve la historia humana. En el espritu, en su enfermedad, en su debilidad, en su decadencia, en su estupefaccin debemos buscar la raz de la actual patologa, que slo puede ser curada por el espritu.

    Parte 7. Imgenes del futuro: la dialctica de mltiples normas

    1. El futuro ser posible si logramos destruir el mundo existente y hacer que la norma sea una realidad. Cada segmento del frente anti-estadounidense, cada elemento de la Alianza Global Revolucionaria tiene su propia visin del futuro, su propia norma. Es de suponer que estas imgenesy estas normas son diferentes, dispares e incluso mutuamente excluyentes. Pero esta circunstancia ser importante slo si estas normas e imgenes de futuro se realizan como algo universal y obligatorio, como algo exclusivo y excluyente de todo otro imperativo comn a toda la humanidad. En este caso, la divisin dentro de la Alianza Global Revolucionaria es tarde o temprano inevitable, por lo que su actividad est condenada al fracaso en algn momento. El musulmn, el ateo, el cristiano, el socialista, el anarquista, el conservador, el libertario, el fundamentalista, el sectario, el progresista, el ecologista o el tradicionalista, difcilmente se llevarn bien el uno con el otro si tratande difundir su visin del futuro a sus vecinos, y ms an, a toda la humanidad. Y la oligarqua mundial aprovechar inmediatamente esta ventaja, abriendo una cua entre los opositores que

  • dividir su solidaridad y matar o estrangular a cada uno individualmente. Con toda la sencillez y primitivismo de esta estrategia, a travs de los milenios invariablemente siempre da buen resultado a aquellos que la utilizan. La Alianza Global Revolucionaria no tiene derecho a sucumbir a tal giro preprogramado y anticipado. La posibilidad de extraer conocimiento de la historia y de construir una estrategia basada en el pensamiento racional es una caracterstica esencial de la persona inteligente. As, para el xito de su guerra, la Alianza Global Revolucionaria debe evitar esta trampainminente. Con imgenes diversas y dispersas del futuro, tenemos que aprender a imaginarlas en su localidad, ms que un contexto universal. El Islam para los musulmanes, el Cristianismo para los cristianos, el socialismo para los socialistas, la ecologa para los ecologistas, el fundamentalismo para los fundamentalistas, la nacin para los nacionalistas, la anarqua para los anarquistas y as sucesivamente esta debera ser la forma de disear el futuro. Eso significa que debemos reconocerla multiplicidad, la pluralidad del futuro, su variabilidad, as como la coexistencia de diferentes concepciones del futuro en diferentes territorios contiguos o no contiguos. La Alianza Global Revolucionaria se opone a un futuro nico comn a todos, aboga por un ramillete de futuros, para que la humanidad se reponga con una variedad de tonos y colores, formas y variaciones, horizontes y objetivos orientados hacia adelante o hacia el retorno a las races. Pero, para que alguna de estas alternativas de futuro tenga lugar, se necesita la ayuda de otras fuerzas, las que estn determinadas aver el futuro de manera diferente. Este es el principal descubrimiento de la estrategia revolucionaria del siglo XXI. Nadie consigue su futuro si rechaza que el otro tendr su propio futuro, distinto de cualquier otro, su propia norma, su propio horizonte. El futuro ser real y libre slo si todas las naciones y culturas, todas las civilizaciones y movimientos polticos, todos los estados y los individuos aislados logran terminar con la hegemona estadounidense, la oligarqua mundial y el sistema financiero. Y esto slo se puede hacer mediante la combinacin de los esfuerzos de todos los descontentos. Nadie debe ser excluido de la Alianza Global Revolucionaria. Todos los que estn en contra del statu quo y que ven la raz del mal en el liberalismo, el globalismo y el americanismo, deben ser tratados como participantes plenipotenciarios de nuestro frente comn.

    2. El futuro debe basarse en el principio de solidaridad, en sociedades entendidas como unidades holsticas orgnicas. Cada cultura dar su propia respuesta a una particular forma espiritual y religiosa. Esta forma ser diferente en cada caso. Pero todas tendrn algo en comn. Ninguna de tales culturas, religiones y estados elevarn la materia, el dinero, la comodidad fsica, la eficacia mecnica y el placer vegetativo como sus ms altos valores. La materia no puede nunca recuperar su propia forma, es sin forma.

    Pero precisamente esta civilizacin absolutamente materialista est siendo construida a escala global por la oligarqua global mundial, explotando los estmulos ms bajos y ms tangibles y los impulsos ms primitivos del ser humano. En lo ms profundo del alma duermen las vergonzosas energas semi-animales, semi-demonacas, tendiendo hacia la materia para fusionarse con el ser fsico orgnico. Estas energas indolentes, resistentes al fuego, a la luz, a la concentracin y a la elevacin, son la columna vertebral que est siendo explotada por el sistema global, la que se cultiva, con la que se flirtea y a la cual se adula. Este fondo del alma, o la voz de la fisicalidad, arruina cualquier forma cultural, cualquier ideal, cualquier normativa, lo que sea. Eso significa que el curso de la historia se detiene, el eterno retorno del ciclo de consumo comienza, la carrera por losplaceres materiales, el consumo de simulacros y de imgenes sin sentido. De esta manera las sociedades pierden su futuro. Cada cultura se opone a estos bajos apetitos, energas de entropa espiritual y de la decadencia. Pero lo hace a su manera y establece una ruta para su norma, para su idea, para su espritu. Y a pesar del hecho de que los lineamientos y la configuracin de estas formas e ideales son diferentes, todos ellos tienen una cosa en comn de hecho en cualquier caso hablamos de forma, no de sustancia, de la idea, y no acerca de lo fsico, de la norma y esfuerzo, pero no acerca de la disipacin, el entretenimiento y el libertinaje. Por lo tanto, la imagen del futuro,por la que luchan todos los elementos de la Alianza Global Revolucionaria contra la oligarqua mundial, es comn en toda su diversidad en todos los casos es la forma, pero no la deformidad,

  • una idea, pero no la materia, algo que eleva el espritu humano, en lugar de hundirlo en el abismo del vaco fsico entrpico inercial. En el corazn de cualquier norma se alza el bien comn, la verdad, la belleza. Cada nacin tiene sus propios ideales, siendo generalmente muy diferentes comparten la opinin de que estos son exactamente ideales, pero no cualquier otra cosa. La oligarqua global destruye todos estos ideales, no dejando que sean acogidos. Al hacerlo, se priva a todas las sociedades del futuro.

    3. Dichos ideales deben ser conquistados en la guerra y endurecidos con el fuego de la revolucin. No tendrn lugar simplemente por s mismos. Es por ello que la revolucin contra el mundo global estadounidense no es slo un detalle o un accidente, sino e